Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
I. Antecedentes y Contexto
Sin embargo, al analizar aspectos más específicos como, por ejemplo, la manera más
equitativa de asegurar el derecho a una educación de calidad, o qué se entiende por
educación de calidad, o quiénes son los actores que participan en ésta, etc. surgen
distintas orientaciones y modelos educativos.
cuidados de acuerdo a su caso particular, así como, todo niño tiene derecho a la
educación en igualdad de oportunidades (ONU, 2008b).
De este modo, se establecen las bases para considerar la educación de las personas con
discapacidad desde una perspectiva de derechos.
Incluso, se propone el uso de dicho término para indicar dificultades de acceso por causas
emocionales, sociales, conductuales, etc. De este modo, en el discurso internacional, la
discapacidad pasa a considerarse un elemento más entre la gran diversidad existente en el
aula.
Estas grandes conferencias son los pilares del movimiento Educación para Todos, donde
se plantea una educación centrada en los procesos de aprendizaje del estudiante que
acepta y valora la diversidad.
Una año más tarde en la Declaración de Salamanca, se propone un Marco de Acción para
las Necesidades Educativas Especiales, en el cual se privilegia como enfoque, la educación
de personas con Discapacidad en contextos integrados, es decir, en la escuela regular con
los apoyos que se requiera para satisfacer las necesidades educativas especiales (ONU y
Ministerio de Educación y ciencia de España, 1994)
Recientemente, en el año 2007 se proclama una Convención sobre los Derechos de las
personas con Discapacidad (ONU, 2007), en la cual se insta a los Estados para resguardar
las condiciones que permitan el goce pleno de los derechos humanos y las libertades
fundamentales a todas las personas con Discapacidad. En esta convención, el enfoque
educativo propuesto explícitamente es el de una Educación Inclusiva, a lo largo de toda la
vida.
a) Escuelas Especiales:
La educación especial surge alrededor de los años 1904 como una alternativa educacional
para personas que, debido a su discapacidad, eran excluidas del sistema educacional
formal. Se organizó como un sistema orientado a compensar los déficit que eran
diagnosticados principalmente por médicos y psicólogos (Godoy, Meza y Salazar, 2004).
Se crearon así Escuelas Especiales específicas para cada categoría diagnóstica, cuyos
planes curriculares son distintos entre si, en función de la población que atienden y,
además, están desvinculados del marco curricular diseñado para la mayoría de
estudiantes que no presenta un diagnóstico de discapacidad.
Sin embargo, como consecuencia de movimientos iniciados por familiares de personas con
discapacidad que exigían igualdad de derechos, este modelo tuvo un quiebre alrededor de
los años 60 el cual se acentúa tras el informe Warnock en 1978, donde se propone y
especifica el concepto de Necesidad Educativa Especial (NEE), a partir del cual se inserta la
noción de que la discapacidad ya no es un “problema” del individuo que la posee, si no
que, es un desafío y/o una demanda para las personas que son responsables de su
educación (Blanco y Duk, 2000; Zondek, Zepeda, y Valladares, 2001; FONADIS, TELEDUC y
MINEDUC, 2004).
Por otra parte, la eficacia de las Escuelas Especiales comienza a verse cuestionada frente a
la evidencia de que el progreso de estudiantes con discapacidad es igual o mejor en las
aulas regulares que en las aulas especiales (Blanco, 1999); al mismo tiempo, las
interminables nomenclaturas diagnósticas llevan a confusión respecto al límite entre lo
normal y la discapacidad; junto con esto, el avance propio de la pedagogía y la didáctica,
hace que las metodologías de enseñanza puedan responder a las diferencias individuales
dentro de un grupo (FONADIS, TELEDUC y MINEDUC, 2004).
b) Integración Escolar:
De este modo, se incorpora al sistema educativo la noción de que las personas con
discapacidad deben compartir los mismos espacios que el resto de la comunidad y, a su
vez, se acepta el hecho de que la convivencia involucra cambios no sólo en las minorías
afectadas sino que también en su entorno.
En esta misma línea, se ha propuesto que “un alumno tiene una necesidad educativa
especial si manifiesta dificultades para acceder a los aprendizaje del currículo común, que
requieran de recursos o apoyos extraordinarios“ (FONADIS, TELEDUC y MINEDUC, 2004, p.
8).
Es posible afirmar que, diferentes definiciones de NEE coinciden al colocar el acento en los
recursos extraordinarios que demandan los estudiantes a sus educadores, ya sea de forma
transitoria o permanente y no, en las deficiencias o en los trastornos (Blanco y Duk, 2000;
Zondek, Zepeda, y Valladares, M, 2001; FONADIS, TELEDUC y MINEDUC, 2004).
Ambos elementos suponen modificaciones de las prácticas pedagógicas dentro y fuera del
aula, que permitirían brindar una educación de calidad considerando las características
especiales de los estudiantes.
Sin embargo, el movimiento de integración escolar trajo consigo prácticas educativas que
no apuntan precisamente a modificaciones de estructura o funcionamiento de las
escuelas, sino más bien, se realizó una especie de traslado del modelo de la Educación
Especial hacia el interior de los Centros Educativos, en donde la responsabilidad de los
aprendizajes de los estudiantes con discapacidad era habitualmente atribuida de forma
exclusiva a los profesionales de apoyo (Blanco, 1999; 2005).
c) Educación Inclusiva
El modelo de Inclusión Educativa tiende hacia la Educación para Todos, teniendo como
propósito la constante mejora de la Calidad y Equidad Educativa (Marchesi, 1999;Blanco,
1999;2005).
Una escuela Inclusiva, sería aquella que reconoce y valora la diversidad como un elemento
constituyente de su realidad y, por lo tanto, opera bajo un modelo de convivencia que
tiende a minimizar las barreras de participación.
El apoyo inclusivo puede definirse como: “todas aquellas actividades que aumentan la
capacidad del personal del centro educativo para responder a la diversidad de los
alumnos, mejorando así la calidad de la enseñanza y el desarrollo mismo de la institución
educativa” (Blanco, 2005, p. 74).
Estas condiciones no deben entenderse como requisitos previos a la Inclusión, sino más
bien como orientaciones para la construcción gradual de una Educación Inclusiva, lo cual
no sólo favorece a la integración escolar de personas con discapacidad, sino que
promueve una educación de calidad en una comunidad diversa.
REFERENCIAS
Blanco, R. (1999). Hacia una escuela para todos y con todos. Proyecto Principal de
Educación en América Latina y el Caribe, Boletín 48, 55-72. Santiago: OREALC.
Blanco, R. y Duk, C. (2000). Hacia el desarrollo de escuelas inclusivas. UNICEF, UNESCO,
HINENI.
ONU. (2008b). Declaración de los Derechos del Niño. Extraída de sitio web
http://daccessdds.un.org/doc/RESOLUTION/GEN/NR0/145/78/IMG/NR014578.p
df?OpenElement, el 10 de Junio de 2011.
ONU y Ministerio de Educación y ciencia de España. (1994). Declaracion de salamanca y
marco de accion para las necesidades educativas especiales.
UNESCO. (2000). Marco de acción de Dakar. Educación para todos: cumplir con nuestros
compromisos comunes. Adoptado del Foro Mundial Sobre la Educación. Dakar,
Senegal: UNESCO.
Zondek, A., Zepeda, M., y Valladares, M.A. (2001). Texto de apoyo para un proceso de
integración educativa. Chile: FONADIS.