Você está na página 1de 3

Prevención de la Peritonitis Bacteriana Espontanea

Diversas medidas generales pueden ser efectivas en la prevención de las infecciones en el


paciente cirrótico, como la abstinencia enólica, reducir las hospitalizaciones, evitar la excesiva
instrumentación, mejorar el estado nutricional y prevenir la aparición de ascitis, hemorragia
gastrointestinal y encefalopatía hepática.
Los gérmenes que con mayor frecuencia se aíslan en pacientes con PBE son los bacilos
gramnegativos aerobios. Por ello, se sugirió que la descontaminación intestinal selectiva (DIS),
es decir, la inhibición selectiva de dichas bacterias preservando el resto de la flora intestinal,
podía ser un método eficaz para la prevención de la PBE. Los antibióticos orales no absorbibles
son los fármacos ideales para lograr la descontaminación intestinal selectiva, ya que su
biodisponibilidad sistémica es baja, minimizándose los efectos secundarios. Sin embargo, dado
que su administración a largo plazo puede provocar infecciones por cocos grampositivos y por
bacilos gramnegativos resistentes, sólo se emplea la DIS en grupos
de riesgo para desarrollo de PBE.

Se consideran factores de alto riesgo para desarrollo de PBE


 Pacientes cirróticos con sangrado gastrointestinal: tienen un riesgo entre el 25% y el
65% de desarrollar una infección bacteriana (neumonía, infección de tracto urinario y/o
PBE) en los siguientes 7 días; además, la infección en estos pacientes incrementa el
riesgo de resangrado. En este grupo se recomienda norfloxacina VO (400 mg cada 12
horas) o ceftriaxona IV (1 gramo cada 24 horas) como profilaxis antibiótica,
dependiendo de la gravedad de la cirrosis y si estaban o no recibiendo previamente
quinolonas de manera profiláctica
 Pacientes con baja concentración de proteínas en el líquido ascítico (≤15 g/dL) y con
deterioro de la función hepática y/o renal: en ellos se ha demostrado que la profilaxis
antibiótica con norfloxacina (400 mg cada 24 horas) reduce el riesgo de PBE y de
síndrome hepatorrenal en 1 año, e incrementa la supervivencia en los 3 meses y en 1
año. Se han intentado otros antibióticos profilácticos tales como la rifaximina, pero sin
resultados concluyentes. Por otro lado, no se recomienda la profilaxis antibiótica en
pacientes con baja concentración de proteínas en líquido ascítico, pero con hepatopatía
leve a moderada.
 Pacientes con un episodio previo de PBE que tienen una tasa de recurrencia del 70% en
el primer año: en ellos se ha demostrado que la norfloxacina (400 mg cada 24 horas)
disminuye esta tasa hasta un 20%. Se ha sugerido profilaxis antibiótica intermitente,
pero debe evitarse porque podría seleccionar más rápidamente la flora resistente.
Además, debe tenerse en cuenta que, por su alta mortalidad y recurrencia, un episodio
de PBE constituye una indicación para trasplante hepático; la profilaxis se debe
continuar hasta la realización del mismo o la desaparición de la ascitis.
Hemorragia digestiva alta.
El 20% de los pacientes cirróticos hospitalizados con hemorragia digestiva alta
(independientemente de la presencia de ascitis) presentan algún tipo de infección en el
momento del ingreso, y un 50% desarrollan infecciones durante la hospitalización. Dos estudios
controlados han demostrado la utilidad del tratamiento antibiótico profiláctico en esta
situación.
Por tanto, todos los pacientes cirróticos con hemorragia digestiva alta deben recibir profilaxis
antibiótica, independientemente de la presencia de ascitis.

Pacientes con ascitis que han sobrevivido a un episodio de PBE.


Estos pacientes presentan una probabilidad de recurrencia de la PBE del 40-70% durante el
primer año.
Pacientes con ascitis sin antecedentes de PBE.
Los pacientes con proteínas bajas en líquido ascítico (aún sin antecedentes de PBE) constituyen
un grupo de riesgo para desarrollo de PBE. Los pacientes con proteínas totales en líquido ascítico
< 1 mg/dl podrían beneficiarse de la administración de norfloxacina 400 mg/d durante las
hospitalizaciones.
Alternativas a la descontaminación intestinal selectiva.
En un estudio, cisaprida se ha mostrado eficaz en la prevención de sobrecrecimiento bacteriano
intestinal en humanos y en la disminución de la traslocación intestinal en ratas con cirrosis. Su
papel en la prevención de la PBE en humanos debe ser investigado.

Por lo tanto, se recomienda la profilaxis antibiótica primaria en pacientes con cirrosis hepática
y sin antecedentes de PBE y proteínas bajas en liquido ascítico más otros factores
predisponentes, como insuficiencia hepática grave (puntuación de Child-Pugh > 9), función renal
alterada (creatinina sérica > 1,2 g/dL o sangre nitrógeno de urea > 25 mg/dL), o hiponatremia (≤
130 mEq /L), están presentes.

1. Holguin A, Hurtado J, Restrepo J. Una mirada actual a la peritonitis bacteriana


espontánea. Rev Colomb Gastroenterol. 2015;30(3):315–24.

2. Shizuma T. Spontaneous bacterial and fungal peritonitis in patients with liver cirrhosis: A
literature review. [cited 2018 Nov 26]; Available from: http://dx.doi.

3. Navasa M, Casafont F, Clemente G, Guarner C, De la Mata M, Planas R, et al. Consenso


sobre peritonitis bacteriana espontánea en la cirrosis hepática: Diagnóstico, tratamiento y
profilaxis. Gastroenterol Hepatol. 2001;24(1):37–46.

Você também pode gostar