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DIONISOS

EN EXILIO
SOBRE LA REPRESIÓN DE LA EMOCIÓN y EL CUERPO

RAFAEL LÓPEZ-I'EDRAZA
TRADUCCIÓN TERESA BERBÍN

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~'AII'U"I'~

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FES TIN A L E NTE
Mi agradecimiento a la Fundación "José Antonio Ramos
Sucre" en la persona del Sr. Roberto Salvatierra Ramos y
también a la Sra. Artemis Nader Latuff por
el reconocimiento que me han otorgado y por
la colaboración en la publicación de este libro.

Rafael López-Pedraza

Copyright © 2000 Rafael López-Pedraza


Traducción y corrección: Teresa Berbín
Portada: Bacco ebbro, Miguel Ángel Buonarroti, (1475-1564),
Museo Nacional de Bargello, Florencia.
Diseño Gráfico: Gisela Viloria.
Preprensa electrónica: Imagen Color, L.C .
Impresión: Gráficas Acea, Caracas, Venezuela.
Mayo de 2000
ISBN 980-07-6537-0
Escribir sobre Dionisos, el dios del vino, de la locura
y de la tragedia, procurando una reflexión psicológica, es
poco menos que emprender una aventura hacia lo desconoci-
do; una aventura en la que no podremos buscar explicaciones
racionales. Al aproximarnos a la imaginería dionisíaca, nos
encontraremos con su naturaleza contradictoria y con su
irracionalidad porque, precisamente, esa irracionalidad de
Dionisos nos servirá de vehículo metafórico para explorar
zonas de 'sombra' en la naturaleza humana. Así que, para
emprender esa aproximación a Dionisos, hagamos nuestro
el verso de Thomas Stearns Eliot que dice "No estamos
aquí para explicaciones" y prosigamos acompañados por
las imágenes y la imaginación.
Los estudiosos de los clásicos han hecho énfasis en la
naturaleza contradictoria e inexplicable de Dionisos. Así,
W.c.K. Guthrie en su libro The Greeks and Their Gods
(1968:145) destaca que "... el culto a Dionisos jamás podrá
ser explicado en su totalidad".
Por supuesto, aunque la afirmación de Guthrie está
dirigida al ámbito de los estudios clásicos, algo similar
podría decirse respecto a los psicólogos modernos, quienes,
hasta donde tengo conocimiento, no han examinado a
Dionisos en forma suficiente. Esto es sumamente lamenta-
ble si consideramos que Dionisos es el único dios del panteón
griego, que tiene a la locura como atributo. En el campo de
la psicoterapia junguiana, no he podido encontrar
antecedentes de una reflexión psicológica sobre Dionisos.
En verdad, el que se pueda atribuir un estado de locura a
un dios, debería haber atraído la atención de los estudian-
tes de psicología de hoy y haber asegurado, de igual modo,
a la locura dionisíaca un lugar fundamental en el estudio de

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las enfermedades mentales . Pero, dadas las circun stancias, Sin embargo, se percibe "entre los dones gue el dios
~
no queda otro recurso que acudir a los estudiosos de los clá- otorga, un sosiego y una quietud extraños ..." (ídem). Los
sicos griegos, quienes ofrecen un cuantioso y rico material ésilliliosossefíán concentrado, principalmente, en el as-
sobre Dionisos. pecto frenético de Dionisos y han olvidado ese "sosiego" y
"A lo largo de la narración sobre su milagroso naci- esa "quietud", a pesar de que son aspectos básicos. 'Por
miento [de Dionisos], en el mito y culto de este dios, hay ello, a medida que avancemos en este estudio, quisiera que
elementos extraños y únicos para los que es imposible encon- tengamos siempre presentes estos dones del dios, porque
trar analogías exactas" (Guthrie, 1968:145). Ciertamente, no son indispensables para que el psicoterapeuta logre sentir
se conocen analogías de este tipo de culto en otras religio- su propio cuerpo. El arte de la psicoterapia radica en cons-
nes, como tampoco las hay en las semejanzas encontradas telizar una incubá'ción (CE. Meier, 1989), en medio de
con los rituales y estados de posesión del coribantismo, un ~trafi"os "s~~gº-_Y...iuietud", tan f9fldamentales en iL'
rito sumamente enigmático para los estudiosos. Por tanto, un~oterapéutica. ~ ~"7il b.t.Y1-~
no nos serán de utilidad los métodos de las religiones Nuestro primer punto de referencia será el mito del
comparadas, para un acercamiento psicológico a Dionisos. nacimiento del dios según se relata en la literatura órfica y,
A pesar de ello, intentaré encontrar expresiones de la cultura a partir de aquí, podremos discutir algunos aspectos de su
dionisíaca en el mundo de hoy. g§ impurtante destac ~ q~~.._ psicología, tales como Dionisos, el dios en oposición a los .
los estudios sobre Dionisos- están apuntalados
............ por las_ nocio-
---Z titan~; el dios de las emociones ; el dios más reprimido a lo
nes que proporcionan el ritual, el culto y la historia de las largo de la cultura occidental; el dios de las mujeres, del
'-_~ iones. Aun así, esta tradición eruaita suministra Íos ele- vino, de la tragedia y el dios que posee una fuerte conexión
'-mentos básicos para emprender un estudio más psicológico, con la ~uerte. Finalmente, estudiaremos algunas imágenes
--
para reflexionar la importancia del dios en nuestro balance
~::-~ .,--:---
. ~ico, así como para percibir y evaluar las posibilidades
de una de las tragedias de Eurípides, Las Bacantes. Con
estos propósitos, intentaremos evitar las especulaciones, las
que ofrece a la psicología moderna. amplificaciones o la discusión en tomo a las discrepancias
Guthrie enumera las muchas contradicciones que encie- entre los estudiosos y, en su lugar, nos ceñiremos a la imagen
rra la naturaleza divina de Dionisos y su culto: de Dionisos y de lo dionisíaco, objetos de nuestra reflexión.
En A History 01 Greek Religion , antes de presentar su
·.. su aspecto alegre y generoso y su faceta repulsiva y tene- versión resumida del mito, Martin P. Nilsson escribe: "Los
brosa., el mismo dios es alabado como dador de innumerables órficos se apropiaron de una antigua narración épica y la
~--""""------------ ...._- -
dones y temido como el devorador de carne fresca y descuartiza- adecuaron a sus propios fines" (1949:215). Esta concep-
_---:>----.-.-- .....--- -.-.----- -------------o. .
dar de hombres ... él proporcion a el éxtasis, la comunión espiritual ción órfica del nacimiento de Dionisos otorgó coherencia
y la intoxicación salvaje de la cual es líder, de modo que puede ser religiosa a los dispersos mitos tradicionales. De acuerdo
llamado el dios de la locura y del frenesí (ob. cit., 145-46). con el himno órfico:

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Con Perséfone, la reina del mundo subterráneo, Zeus tuvo un por ello, tenían que padecer el desprecio y el odio del mundo .
hijo, Dionisos-Zagreo. El padre tuvo la intención de que el niño Asimismo, lo que ellos llegaran a sufrir aquí en la tierra, sería
dominara el mundo, pero los titanes lo sedujeron con juguetes y lo vengado en la próxima vida. No tengo la menor duda de que el
atraparo n para descuartizarlo y devorar sus miembros; Atenea, sin lugar tan import ante que ocupaba, en las enseñanzas órficas, la
embargo, rescató su corazón y se lo llevó a Zeus, quien lo comió; descripción del destino reservado a los impíos se debía, en última
de Zeus nació, entonces, un nuevo Dionisos, el hijo de Semele. instancia, a sus sentimientos de antagonismo y de animadversión
Zeus abatió a los titanes con su rayo vengador y los redujo a ceni- hacia el prójimo no creyente (ob. cit., 218).
zas. De estas cenizas, fue formado el hombre y, por ello, contiene en
sí mismo una parte divina proveniente de Dionisos y una parte opues- Mucho ante s, Nil sson afirma que el orfismo "surgió
ta, procedente de sus enemigos, los titanes (Nilsson, 1949:217). entre un pueblo como los griegos cuya psicología reac-
cionaba débilmente ante los sentimientos de culpa y se
Nil sson prosigue refiriéndonos que este mito debió ser encubrió tras una mitología que no podía ser sino repulsiva
obra de un geni o de lo reli gioso y esto lo hace un reto para para los claros procesos mentales de los griegos" (ibídem,
los estudiosos de Dionisos. Se trat a de un reto complejo, si 217). Hoy en día, sentimos algo de esa misma repulsión
tomamos en cuenta el pronunciado carácter sectario del hacia el sectarismo.
orfismo . Deb emo s imagin ar al genio religioso, de quien Dionisos y los titanes son los protagonistas en la con -
nos habl a Nil sson, como el miembro de una secta, con una cepción órfica del mito: dos fuerzas personificadas -la
psicolo gía impregn ada por los rasgos característicos del dionisíaca y la titánica- y en oposición dentro de la
sectarismo : virginidad, pureza, dietas raras y palab ras eté- naturaleza humana. Esta natuniiézaéC;~iie;;~ ~ii'~ porc i ón
reas, rasgos que Eurípides retrata en su tragedia Hipólito l . di Diolüsos' f otrá; de los titanes; son fuerzas que se pue -
Podríamos, por tanto, afirma r que la psicología del den percibir tanto en los niveles internos de la realidad
sectarismo estuvo presente en el origen del mito que como en los externos: el divino Dionisos en conflicto con
hemos heredado: la autónoma y demencial proyección de las fuerzas titánicas. Esta es la esencia del mito y el rasgo
culpabilidad de los órficos, que caracteriza su psicol og ía', más importante para la reflexión psicológica.
Nilsson escribe: Los sueños suelen tener un núcleo de significado del
mismo modo en que los mitos poseen una 'trama', entreteji-
Que los órficos integraran una secta, de la que estaba ex- da con el mundo en el que fueron concebidos. El mito fue la
cluid o el resto de la humanidad, sin duda, fue un desastre. Se expresión del legado religioso y mitológico de los griegos:
consideraron a sí mismos los hombres más devotos y mejores y, el gran panteón de los dioses y de las diosas. Esta herencia
religiosa y antropológica de ritos y mito s ha atrapado la
I Ver Euripid es, 1953, p. 58. atención de los estudiosos porque en ella han encontrado el
2 Ver "Sobre Sectarismo". En: Rafael López-Pedraza. 2000 . Ansiedad Cul-
terreno adecuado para la inve stigación, la discusión y la
tural, 2da. edición.

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controversia. Con este legado y añadiéndole la dinámica de Kerényi prosigue diciendo que , en la antigüedad, los
los cuentos de hadas, tan apropiada para establecer las cone- titanes fueron considerados como dio ses priápicos. Ho y en
xiones entre los dramatis personae de los mito s, podremos día, es frecuente esta interpretación errónea de los titanes.
apreciar mejor el mito órfico. Las complejidades de Príapo están contenidas por su pro -
Antes de discutir el conflicto entre Dionisos y los tita- pia confi guración arquetipaP, con sus extraños ritu ales y
nes, deberíamos tener una idea de lo que ésto s significaron conductas , excelentemente de scritos en el Satiric ón de
para los griegos y, lue go, observar el modo en que se mani - Petronio y en la película que hiciera Fellini sobre este
fiestan en el mundo contemporáneo. Entonces, podremos 'iIbro . Los titan es no tienen configuración arquetipal por lo
diferenci ar lo que los titanes representan, en nue stra propia que su " exúberante virilidad" debe ser percibida como un
naturale za, de lo que representa Dionisos. Sin embargo, exce so en sí, carente de la rica imag inería de la psicología
profundizar en el titani smo está fuera de los límites de este priápica.
estudio pues mi interés se reduce a proporcionar un retrato Esta suerte de exuberante virilidad titánica está testi-
...de esa p'ar!e.. ~!a .n~turªleza ~l.l.rpaI}~ p'e.~..s?~ificadao p~~ moniada, a lo largo de la histori a de las guerras, cad a vez
titán y 9.Y.~,J~n el mito, se opone a DlOm~~s. Carl Ker ényi que los combatientes poseen sexualmente a la primera
dice que si la Titanomaquia, el poema épico sobre la guerra ~uJer-q~e 't-;~~n" cÍ~i campo eneÍnigo; en esa 'especie --de' -•
entre Zeu s y los titanes, se hubiera conservado, sabríamos hórror del 'cuál tenernos n~ticias a diario a causa de las
mucho más sobre lo que los griegos quisieron significar con guerras contemporáneas, o en los sórdidos y permanentes
los titanes. En el poema, Zeu s derrota a los titanes envián- enfrent amientos margin ales que ocurren en el mundo de
dolo s a las profundidade s del Erebo, con el poder de su hoy. Con todo , este enfoque pudiera llevarnos a reducir la
virilidad titánica al ámbito de la sexualidad cuando ; - -
rayo y sus truenos. ~ - '
En Prometheus: Arquetypal Ima ge of Human Existen- realid ad, se trata de una ~nerg ía de s ro orcionada desen-
ce, Kerényi (1963:27) rastrea la etim ología del apelativo Jr-e~~ a%. que se manifiesta en diversas formas del vivir: en

'titán', valiéndose de la Teogonía de Hesíodo , fuente pri- la reli gión , en la política, en los negocios, en la tecnología,
mordial de inform ación acerc a de los titanes. Par a nuestros en las comunicaciones, en el arte. La de smesur a de los
prop ósitos, esta aproximación etimológica nos proporciona ~ s , tal y como la percibieron los griego s, puede obser-

un retrato psicológico más definido que la con sulta directa ~n acción en el titani smo de hoy.

al legado de Hesíodo: Kerényi nos ayuda a diagno sticar G naturaleza titánica


y su retórica: "Hybristés y atasthalíe son palabras de difícil
Menetio es un representante ejemplar del titanismo... además
traduc ción , aunque su significado es claro... Ellas de sign an
se le describe como tal y sufre el destino de la mayoría de los tita-
a la insolen cia agres iva y sin límites, que car acteriza a los
nes: Zeus, con su rayo, fulmin a al hybristés, y lo arroja al Erebo, a
la oscuridad eterna del mundo subterráneo (v. 514-16) a causa de
3 Ver Rafael López-Pedraza, 199 1, cap. VI, pp. 185· 213.
su atasthalíe y de su exuberante virilidad (enor ée hypéroplos). ............

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titanes". En otro pasaje, escribe: "Hybris y atasthalfe, en The Homeric Gods (1954:33), escribe: "hay muchos
orgullo desmedido y violencia..." (ob. cit., 27-28). De estos indicio s de que [el nombre titán] había adquirido la conno-
dos aspectos del titanismo, nos ocuparemos en este libro. tación de 'salvaje', 'rebelde' incluso 'artero ', en oposición
Ampliando el tema de la naturaleza de los titanes, a los olímpicos, ante quiene s los titanes sucumbieron no sin
Kerényi (ibídem , 37) prosigue de este modo: antes combatirlos". La mitología puede ayudarnos a dife-
renciar entre los olímpicos , con sus muchas formas de vida,
Su man era de pensar [la del titán] está de scrita ya en el y los titanes, carentes de formas, de imágenes y de límites.
ape lativo atribuido al titán Cronos quien, al igual que Menetio, es Sabemos que para los griegos el 'pecado' más grande
inteligente, sólo en apariencia, y será derrotado por Zeu s. Ambos fue hubris. Podríamos traducir la imagen de Zeus confinan-
titane s son ankylometai, arteros (ankylos)... una ment alidad que do con su rayo a los titanes al Erebo, como una imagen que
debe ser calificada, incuestionablemente, como 'titánica'. Im lica
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{s hábiles invenciones; pero inclu so estas invenciones
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~e:::.:n:.:;ti::.:ra:.h:.::a::s.::ta:..:l:.a~id=e.:ac::.i.::.ón~d
siem~
e las
impone formas y límites, como la acción de poner bajo con-
trol aquello que representa una violencia desmedida y sin
límites; es decir, un exceso. La conciencia que tuvieron los
presu onen algvna deficienci~en la forma de vida del embaucador. griegos de la necesidad de mantener a los titanes, llenos de
Esta falla relaciona a los titanes con el hombre y con sus limita- hubris, orgullo y violencia, en los límites del Erebo, e]
ciones , pue s demu estra su arrai go en la realid ad humana. equivalente pagano del infierno , fue sustituida en el cristia-
Menetio, a quien Hesíodo nombra entre los hermanos de Pro- nismo por otro tipo de represión. Como veremos después,
meteo, está caracterizado en la Teogonía no sólo por la violencia el cristianismo se interesó fundamentalmente en reprimir
propia de los titanes y de los gigant es, nacidos de la tierra. Según los dioses ctónicos y las emociones que ellos constelizaban .
la etimología de su nombre, que significaba 'el que tiene rese rva- En el ámbito de las imágenes, la repre sión se concentró en
do un destino mortal, un oitos'; pudo haber sido el 'primer mor- el gran dios Pan, quien vino a personificar al Satanás
tal' y como hijo de Jápeto debi ó padecer idéntica condena a la de cristiano . Esto significó que los titanes, quiene s habían
su padre. En la Teogonía (v. 514-16) podemos leer : "oo . por su or- personificado la maldad para los griego s, por decirlo así,
gullo desmedido y su insensata arrogancia, Zeus, el de amplia mi- pudieron proseguir en su desenfreno, al punto de que cuan-
rada , alcanzándole con su humeante rayo, lo hizo bajar al Erebo " . to ellos representan en la naturaleza humana ya no fue
reflexionado y, a lo largo de la cultura occidental, ha
Para los griegos, el significado del nombre 'titán' no era permanecido fuera de todo control.
evidente ni obvio. Los titanes no tenían ritos ni culto, por A través de la cultura occidental, ha sido difícil reco-
lo que habían quedado al margen de la vida cultural griega nocer el titani smo, incluso hoy en día, cuando su presecia Ix
en tanto imágenes y formas . Para nosotros , hoy en día, su es tan abrumadora. Para Platón, los titanes eran un enig-
psicología sigue siendo oscura y sólo podemos consultar a ma, pues no eran ni dioses ni hombres y, para nosotros, lo
los estudiosos, para alcanzar alguna claridad. Walter Otto, que pudiéramos llamar naturaleza titánica también sigue

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siendo un enigma y sigue siendo difícil de detectar. En no a Hefesto como el jefe de policía que hace prisionero a
este sentido, Ernst Jünger (1993) aporta una visión proféti- un delincuente sumamente peligroso, pero que, al hacerlo,
V ca del siglo XXI como el siglo en que el colectivo será sufre porque siente que está encarcelando una parte de sí
gobernado por "éÍ titanismo.En este .mundo actual, donde mismo. efesto dice: "¡Odio mi oficio, odio la destreza~e
.....predomina;¡;;-ci;ntlflc;-tecnología titánica, las comuni-
caciones globales, la política y la criminalidad por doquier,
-----
mis ro ias manos!" (ob. cit., 22). ...Encadenar al titán,
probablemente con la ayuda de "Fuerza y Violencia",
.
--",,-

hay suficientes síntomas reveladores para creer en la profe- 'eq ui;;aíe ~ refÍexio~ar sobre nuestra naturaleza"'titáni~;:'No
cía de Jünger. Por tanto, el reto que lo titánico-colectivo se trata de una tarea que deba realizarse una sola vez; pues
presenta a la conciencia individual, sólo llegará a magnifi - encadenar al titán es una necesidad permanente. Sólo este
carse. trabajo pemiite doblegar esa parte aceleradamente titánica
De la trilogía de Esq uilo sobre Prometeo, sólo se ha de nuestra naturaleza, la cual es casi imposible de traer a la
conservado una tragedia completa, Prometeo Encadenado, reflexión'. Como psicoterapeuta, mi preocupación inme -
en la que , ~n la ~o.E:~.~Si~\,!~.ágica de \~ ~d?-4 IE..~ur.~" el
poeta retrata claramente la psicología de los titanes, uno de
-
diata es reflexionar sobre mi propio titanismo,
- ..
que puede
.~

aparecer en teorías preconcebidas, actitudes mision eras ,


cuyos aspectos es la conversión de Prometeo. La considero técnicas, fantasías de manipulación, estratagemas arteras y
un ejemplo mitológico de la psicología de la conversión. ~;destructividad tan común a la naturaleza humana. Está
Prometeo se suma a la causa de Zeus pero continúa siendo , por demás decir que tengo que evaluar asimismo la carga de
en esencia, un titán . Con su conversión, da muestras de la titanismo que trae el paciente que se sienta frente a mí.
psicología del oportunista; ~ryJ~~~.!ac:.~~l~,:,!.!~~ _c~:m~~~­ En la última escena de la tragedia de Esquilo, Hermes
ciones de quien es su .enen:~ig.o X.. trata; d~ ~imetizarlas , . se acerca a Prometeo encadenado, del modo en que un)
aunq;e,·p-sTé'oiói ic'ameñie, ; e mantiene dentro 'desu inñ'a~ terapeuta se aproxima al enfermo mental recluido en un
~. 'II".o;... ~ ,..:... 1·..... •• .. /·,.--1':" .... . , ~ . -. , ~>- \ .~ ...... <!". .. ~.. l'

to ntamsm0 4 • psiquiátrico . A través del diálogo que entonces se entabla,


- - a primera escena de Prometeo Encadenado presenta, Esquilo presenta un retrato extraordinariamente vívido de
de manera conmovedora, el sufrimiento de Hefesto cuando cuán imposible resulta comunicarse con la parte titánica de
encadena a Prometeo contra un risco con la ayuda de la naturaleza humana. Prometeo persiste, obstinadamente
"Fuerza y Violencia". Sólo con su ayuda, puede acometer ciego, en sus propias ideas. Al final del diálogo, Hermes se
semej ante tarea y, entonces , dice: ". . .fon el cQ(azón tal! rinde ante caso tan desesperado y dice: "Es evidente que tu
h,gi.do como el tuyo J,.e he de sujetar/ con Qandas de bronce demencia ha ido en aumento" (ibídem, 48). Luego, pronun-
a este eso1ado risco .." (Aeschylus, 1961:21). Me imagi- cia una frase que, para mí, tiene un valor profético: "Ahora
~
4 San Pablo es el ejemplo histórico más conocido de conversión religiosa ; su
5 Ver c.G. Jung . 1960. The Structure and Dynamics of the Psyche. Vol. R, párr.
caso incorporó al cristianismo muchos rasgos del jud aísmo, tales como la _
242, en donde presenta a la reflexión como un instinto .
culpa y la represi ón.

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bien, si tú tuvieras libertad y poder, serías insoportable") dionisíaca del hombre en un grado inimaginable. La expec-
(ibíckm, 49). Cuando Herrnes dice: "Mis palabras conducen tativa futurista nos arranca del aquí y ahora y, asimismo, de
sólo a más palabras, sin ningún efecto" (ibídem, 50) se hace nuestro cuerpo; en otras palabras, nos arranca del tiempo y
evidente que Esquilo conocía la psicología de los titanes. del espacio de Dionisos. La eterna promesa de un futuro
Esta es la clase de situación lamentable que uno tropieza en feliz parece ser la zanahoria tras la cual corre el asno huma-
psicoterapia; aquella en la que se produce una supuesta no del titanismo.
conversación terapéutica con un titán y en la que ocurre un Para mí, el titanismo abarca un espectro que va desde
diálogo sin reflexión, un bla bla bla, que no conduce a nin- la figura del diabólico Menetio hasta la de Prometeo con su
guna parte. Prometeo persiste en su actitud desafiante con promesa de una mejor vida en el futuro: dos figuras sin
palabras como: formas. Es corriente observar este espectro en la vida de
hoy: fantasías futuristas sobre la felicidad que brindará el
Que el salvaje estruendo de las olas del mar último desarrollo tecnológico, acompañadas por la más
confunda el curso de los astros celestes; destructiva maldad. Se trata de una visión de la vida caren-
Que [Zeus] levante mi cuerpo y lo precipite al negro Tártaro te de interioridad, en la que el hombre sólo se moviliza por
hacia los despiadados torrentes de un destino ineludible: impulsos aparentemente surgidos de la nada y que se
Yo soy aquel, a quien él no podrá aniquilar. expresan a través de una mimesis superficial. Creo que la
(ibídem, 51) tarea de quienes no desean verse arrastrados por el titanis-
mo colectivo de hoy consiste en pensar constantemente en
Después de estas palabras, Herrnes renuncia a la posi- el titanismo y aprender de ello; intentar hacerse consciente
bilidad de negociar con Prometeo, al decirle: de él y, lo más difícil de todo, reflexionarlo.
A partir del complejo de Edipo freudiano y de los arque-
Pensamientos y palabras como estos tipos de Carl Gustav Jung, la psicología ha encontrado en la
son los que solemos oír de labios de un lunático. mitología una fuente de analogías para la naturaleza del hom-
Su ruego muestra todos los signo s del delirio: bre. Sin embargo, hoy existe laposibilidad de encontrar, en
---...
y no veo señal alguna de mejoría.. (ídem) los estudios sobre la evolución del hombre, intuiciones afi-
-----:----:-:-----:-:--:--~-:-::---:---:-:--:---
nes que pueden ampliar y respaldar el material mitológico.
Vivimos en un mundo gobernado por un impulso futu- 1k' 'oda, Es uilo y el mito órfico han aportado analogías
rista . Prometeo se jacta: "En sus corazones, yo planté para una sombra in vivo, ue no tiene otra imagen ni con-
firmemente la ciega esperanza" (ibídem, 28), frase, que
habiendo sido escrita unos veinticinco siglos antes, pa-
....---... .
figuración que el exceso. Pero, en la actualidad, este exce-
so puede ser asociado con los impulsos biológicos que se
reciera estar respaldando la profecía de Jünger sobre un desarrollaron, tiempos atrás, durante la evolución de la
futuro titánico. Ese impulso futurista reprime la esencia raza humana.

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Hoy en día, se realiza un esfuerzo encomiable por homínidos tuvieron éxito, muchas veces, al desplegar conductas
conectarnos imaginativamente con nuestros orígenes. Los sumament e desagradables, que sólo pueden comparars e con las
estudios sobre la evolución y la prehistoria, gracias a la que hoy adoptan , respecto a otros animales, los chimpancés
ayuda de novedosos recursos científicos, inimaginables modernos .
hace unos cuantos años atrás, tienen mucho que decirnos
acerca de nuestra biología y su relación con nuestras Al desbrozar la fantasía histórica sobre el Homo habilis
complejidades psíquicas y conducta. Con la misma necesi- y el Homo ergaster, Tudge descubre la sombra de muchas
dad de recrear el origen del hombre, esos estudios han proyecciones creacionistas. Según la imaginería de los
producido resultados muy cercanos a la imaginería griega evolucionistas, el hombre se hizo humano al obedecer a
sobre los titanes. Colin Tudge (1995:198), por ejemplo, en impulsos biológicos y no como consecuencia de un
su fascinante libro The Day before Yesterday, nos ofrece un proyecto de creación bien organizado . La evolución del
retrato de los ancestros del hombre, el cual considero rele- hombre ha tenido un sentido oportunista. De haber sido el
vante si tratamos de profundizar nuestras percepciones de Australopitecus hooliganensis un diestro cazador como el
la naturaleza titánica: león o el gato doméstico, la humanidad no habría evolucio-
nado. Fue más bien esa versatilidad casi ilimitada, uno de
Los australopitecos no eran, por lo común, 'agresivos' ; es cuyos rasgos era la espantosa im rovisación del hooli an,
decir, no más agresivos de lo que suele ser un león o un gato domés- lo que dio paso a la humanidad . Sin esos impulsos, la raza
tico. Pero, al igual que los leones o los gatos caseros, podían utilizar humana se habría visto atrapada en la especialización; pero
la agresividad como una técnica necesaria para obtener sus alimen- el oportunismo le permitió evolucionar y sobrevivir. La
tos. Sin embargo, a diferencia de los leones y de otros felinos que imaginería órfica sobre un hombre creado a partir de las
ejecutan sus tareas con la reserva propia del profesional, el méto- cenizas de los titanes, no se distancia mucho, psicológica-
do de los australopitecos se asemejó al del chimpancé: dar lugar a mente hablando, de esta perspectiva evolucionista. Desde
la confusión, al desgarramiento y mutilación ; el método de los este enfoque, podemos considerar como milagros de la
pandilleros. El profesor Bernard Wood de la Universidad de Liver- naturaleza humana al Australopitecus hooliganensis -el
pool ha señalado que los nombres dados a las primeras especies de oportunista, semejante al titán, a quien podemos atribuir
Horno, de manera general, han tenido el propósito de sugerir que nuestro desarrollo como humanos- y a Dionisos, el dios
nuestros ancestros eran gente de temperamento reflexivo, quizás del frenesí, a quien atribuimos el vino, la tragedia y la
con la mirada puesta en su glorioso futuro. Así, fueron denomina- cultura. Estamos pues en presencia de dos opuestos en la
dos como Horno habilis, -el hombre artesano-, o bien, Horno naturaleza humana, dos tipos diferentes de locura, que
ergaster -el hombre trabajador-o Sin embargo, yo coincido con participan constantemente en nuestras vidas".
Bernard en que el apelativo Australopitecus hooliganensis habría Pudiera resultar más útil confrontar un término
sido el más acertado. Probablemente, nuestros primeros ancestros psiquiátrico como 'inferioridad psicopática' con esta vi-

20 21
sión que nos proporcionan los neodarwinistas, antes que
con otras fuentes? Para la sombra de la psicopatía, no hay
analogías en lo que la antropología cultural ha denominado
El mito órfico relata que Dionisos nació de la unión
de Zeus, el señor del Olimpo, dios de la luz, hacedor de imá-
'sociedades primitivas' por la sencilla razón de que la ima- genes y padre jubiloso y tolerante, con su hija Perséfone, la
gen que tenemos de ellas, en la actualidad , es la de reina del mundo subterráneo, la de hermosos tobillos, que
sociedades bien organizada s y ecológicamente contenidas personifica las oscuras fuerzas del invisible reino de los
por formas. La vida que observamos en las grandes ciuda- muertos. De modo que podemos imaginar que Dionisos es
des modernas de las sociedades occidentales y la imagen el producto de opuestos sumamente complejos.
del hombre emprendedor que se hace a sí mismo, como Siguiendo esta imaginería órfica, consideremos a la se-
modelo heroico, un titán desencadenado y. dominado por la ducción y desmembramiento del niño Dionisos, de manos
soberbia, se ajustan más al comportamiento del Horno de los titanes, como una imagen arquetipal. El desmembra-
hooliganensis que al del hombre primitivo. miento es una imagen de horror y una metáfora conocida
de la locura: en el lenguaje de la psiquiatría, se entiende
como una psique rota en pedazos, escindida.
Es importante entender que, frente a los mitos de otros
dioses del panteón griego, los de Dionisos nos mueven en
forma diferente. Con Dionisos, nuestra imaginación se
conecta inmediatamente con los complejo s más arcaicos
de la humanidad. En otras palabras, con él nos adentramos
en niveles más profundos de la psique. La tan conocida
idea de los griegos como el pueblo más arcaico de los civi-
lizados y como el más civilizado de los arcaicos encuentra
su máxima significación en Dionisos.
6 Elogio el modo en que los griegos de la época clásica -Hesíodo, Esquilo y En Las Bacantes, como veremos más adelante, Eurí-
los órficos- supieron detectar las conductas excéntricas; en este mismo senti- pides nos ofrece las más crudas y espantosas imágenes de
do, Homero comienza La Ilíada describiendo el extraño comportamiento de
Agamenón hacia Aquiles, su ate, como era llamado. Este extraño comporta-
un desmembramiento, en la escena en que Ágave despe-
miento es similar a lo que, en la psiquiatría moderna, se denomina psicopatía. daza a su hijo Penteo. También, nos ofrece la descripción
Si añadimos a estos hechos, el enfoque evolucionista sobre el oportunismo del que previamente ha hecho el mensajero sobre las ménades
hombre, podremos ampliar nuestra comprensión de una de las más peligrosas que se encuentran en las montañas, descuartizando ani-
sombras en los complejos humanos.
7 Ver Rafael López-Pedraza, 1998, p. 12, para una visión más actual de la in-
males y devorando su carne fresca; descripción que nos da
ferioridad psicopática. El enfoque de c.G. Jung se encuentra en "After the un extraordinario retrato del ritual dionisíaco, tal y como
Catastrophe". En: Jung, 1964, Vol. la. ocurría en un rincón de la geografía griega:

22 23
...y nuestro ganado estaba allí, pastando psique. Así que, en la imagen del desmembramiento e
en la fresca hierba, cuando las mujeres lo atacaron con ingestión de Dionisos, tenemos el encuentro del mito con
sus manos desnudas. la antropología y la religión . Es probable que en esta ima-
Habrías visto a una de las mujeres tomar a una vaquilla gen, que mezcla a la religión y al canibalismo, se esté
mugiente, de ubres henchidas expresando una necesidad muy íntima de la humanidad. La
para alzarla por las patas traseras con sus dos brazos abiertos imagen reviste una importancia primordial porque toca un
Otras tomaban a nuestras vacas y las desgarraban nivel que siempre estará presente en la naturaleza humana.
de una extremidad a otra. En mi propia experiencia como psicoterapeuta, el
Habrías visto algunos costillares, o una pezuña, saltar por el aire canibalismo se presenta, por lo general, en los sueños de
y trozos de carne colgados de las ramas de los pinos, pacientes que padecen cáncer o que tienen historias patoló-
destilando sangre. gicas muy extrañas. Estos sueños tienen como característica
(Euripides, 1954:217) que el soñador come carne humana. Permítanme ilustrar
esto, en forma indirecta, con el ejemplo de un paciente que
Los estudiosos modernos nos han transmitido la idea soñó que había una cura para el cáncer, que consistía en
de que el orgiástico ritual dionisíaco del descuartizamiento comer carne humana. La 'carne humana' que el paciente
de animales era una representación del desmembramiento estaba comiendo tenía la apariencia de un filete de pescado
del niño Dionisos por los titanes Este ritual ha sido repre- que, de hecho, él había comido esa noche. Entonces , una
sentado de maneras mucho más simbólicas que con el rito voz le dijo que la gente conocía esta cura pero que solía
crudo y literal que se describe en Las Bacantes; por ejem- reprimirla y, al hacerlo, 'escogían' padecer la enfermedad .
plo, con el sacrificio y devoramiento de un niño. Podemos El soñador sintió que escoger entre el canibalismo o pade-
afirmar que algunas emociones dionisíacas, como el des- cer la enfermedad era una elección del ego, por lo que dejó
garrarse la ropa después de una pieza trágica o la emoción el asunto en manos de los dioses. Aquí, uno puede especu-
misma del duende están relacionadas con el desmembra- lar sobre un movimiento psíquico que revela un complejo
miento". oculto en el inconsciente colectivo más arcaico, en la
El mito también ha sido entendido como una descrip- noche de los tiempos cuando el canibalismo fue parte de la
ción antropológica de canibalismo; en este caso, del supervivencia humana:
devoramiento de un dios, un tema que ha sido discutido
exhaustivamente por los estudiosos de las religiones. El El volvernos a mirar detrás de la seguridad
misterio cristiano de la Eucaristía viene al caso pues nos De la historia consagrada en textos, el volvernos a medias
conecta, simbólicamente, con el nivel más arcaico de la y mirar por sobre el hombro hacia el primitivo terror.
(T.S. Eliot, 1991:51)
8 Ver "Reflexiones sobre el Duende" . En: Rafael L ópez-Pedraza, 2000.

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En el libro Horno Nekans, cuya primera parte está dedi- niñez está impregnada tanto por la adoración al niño de la
cada a recrear la prehistoria, Walter Burkert (1983) estudia Sagrada Familia, como por el paraíso moderno de Disney-
la caza, la matanza, el canibalismo y los rituales de sacrifi- landia, que es la concepción de la niñez como un período
cio como componentes de los complejos que se formaron unilateralmente puro, inocente y feliz. Por tanto, un enfo-
en el alba de la historia, y a los que se pueden atribuir los que arquetipal sobre el trauma infantil se opone a esta
orígenes de la culpa primitiva", En el contexto de la evolu- imaginería tradicional y a la tendencia, hoy por hoy
ción y prehistoria del hombre, podemos apreciar que esos predominante, a personalizar y literalizar esta imaginería.
complejos están arraigados en la naturaleza humana y que Si existiera una niñez sin trauma, tendríamos que imaginar
el sueño, que antes citamos, puede ser visto como un movi- algo verdaderamente espantoso; es decir, un alma no vacu-
miento de supervivencia, gracias a una regresión psíquica nada, sin defensas, carente de una tercera dimensión y sin
que conecta al soñador con complejos primarios. emociones; condición que nos llevaría a pensar en térmi-
Veo el choque del divino niño Dionisos con las fuerzas nos de hebefrenia o de psicopatía. Por ejemplo, en psicote-
titánicas como una primera iniciación en el proceso dioni- rapia, uno enfrenta casos en que los padres han ocultado a
síaco de la vida, como una teletai dionisiaca". Si se adopta sus hijos todo lo relacionado con la tragedia y la muerte en
esta perspectiva arquetipal y de iniciación, la imagen presente sus familias. Por tanto, al no haber familiaridad con las
en el mito se entenderá como un drama inevitable que tiene emociones serias y trágicas, se hace presente, como
lugar en la niñez, en medio de todo su horror. ~ ermite ver consecuencia, una inclinación hacia los más peculiares e
~ e menzar a ace tar el llamado trauma infantil como la inimaginables síndromes, incluso a extrañas depresiones.
aparición de los titanes con el ropósito de despe azar y También está la tendencia a convertirse en una personalidad
j.evQIar al niño Dionisos. sin forma. Esto nos lleva a considerar que este niño sobre-
De cualquier modo, no puedo imaginar una niñez sin protegido, que protagoniza el escenario del mundo de hoy,
trauma, desde el punto de vista arquetipal que estoy tratan- acaba convirtiéndose, invariablemente, en un psicópata,
do de presentar aquí. Recordemos que nuestra visión de la presuntuoso y brillante, vacío de emociones. Quisiera
insistir en el enfoque arquetipal del trauma infantil. Para
9 Ver "Sacrifice, Hunting and Funerary Rituals" . En: Walter Burkert, 1983. ello, es necesario reconocer que la parcialización por un
laVer Walter Burkert, 1987, p. 9. En este libro, Burkert explora la etimología
enfoque personal, causalista y literalizado ha impedido, en
de teletai, como sigue:
"Una familia de palabras que, frecuentemente, se solapa con mysteria es el mejor de los casos, la visión arquetipal e histórica que
telein, 'consumar', 'celebrar ', 'iniciar ' y telesterion 'el portal de la iniciación' pudiera posibilitar un acercamiento a la niñez en términos
y así sucesivamente ... Sin embargo, el término se vuelve más específico cuan- de iniciación. El que los titanes desgarren y devoren al
do se usa para nombrar un objeto personal, junto al nombre del dios en caso
niño Dionisos puede ser visto como un modelo mítico para
dativo: realizar un ritual, destinado a un dios en particular, en una persona es
lo mismo que 'iniciar' a esa persona; la Dionysoi telesthenai significa ser la iniciación individual, a la que está sujeto el ser humano
iniciado en los misterios de Dionisos. y que debe sufrir en sus primeros años de vida.

26 27
La visión distorsionada de la psicología moderna que Muchos conocen la historia de Acteón, hijo de Aristeo y de
considera a toda la personalidad en función de su niñez, ha Autónoe y sobrino de Semele, la madre de Dionisos. Es una his-
puesto un énfasis excesivo en esta etapa. El complejo de toria trágica que fue relatada de diversas formas. La versión más
Edipo, introducido por Sigmund Freud, a principios de este conocida dice que Acteón, a quien Quirón había educado para que
siglo, en lugar de haber sido una metáfora excelente, fue fuera un cazador, sorprendió a Artemisa mientras ésta se bañaba.
literalizado y dio lugar a un escándalo histérico. La desva- La diosa lo castigó convirtiéndolo en ciervo, su animal favorito,
lorización de esa metáfora podría verse como el inicio de aunque, en esta ocasión, sería también su víctima. Los cincuenta
la distorsión . sabuesos de Acteón desgarraron a su metamorfoseado amo, y a
Estamos siguiendo a Dioniso s como dios de una teletai, Autónoe le correspondió la atroz tarea de reunir los huesos de su
de la iniciación; un dios que nos permite ver a la niñez hijo (Kerényi, 1997:146).
desde una perspectiva trágica. Dentro de estos términos, es
mi interés aportar algo de reflexión a un campo de la psico- Al sorprender a Artemisa mientras se bañab a desnuda ,
logía moderna que ha estado plagado de proyecciones Acteón transgredió los límites arquetipales de la diosa vir-
inconscientes en la infanci a y de teorías sobre esta etapa de gen. El desmembramiento posterior de Acteón ocurre en el
la vida. De modo que, se ha negado o reprimido el enfo- nivel de los instinto s: sus propios perros no pudieron reco-
que arquetipal dioni síaco de la infancia, con sus rasgos de nocerlo. Autónoe, su madre, recol ectando sus huesos para
iniciaci ón, y ello ha traído como consecuencia su mani- juntarlos, se convierte en una imagen que yo considero
festación bajo otros disfrace s. No es difícil notar cómo el como una metáfora muy exacta para la psiquiatría: la
trauma infantil ha obsesionado a la psicología moderna a lo reconstrucción de la psique despedazada, por decirlo así,
largo de este siglo y ha dado origen a teorías reduccioni stas con la ayuda del arquetipo de la madre. El mito de Acteón
y esquemáticas. No se han abierto nuevas perspectivas. En nos ofrece una perspectiva distinta para el desmem-
los último s años, el tema del trauma infantil se ha presenta- bramiento de Dionisos y una metáfora de la locura. Es
do bajo la cobertura de 'abuso infantil' , lo cual devela importante destacar que la historia de Acteón no se convir-
claramente Una manife stación histérica colecti va, signo de t ió en un ritual de desmembramiento, con carácter inicíaco
la ausencia de una perspectiva psicológica. como ocurrió con la de Dionisos.
En estepunto, vale la pena darle una mirada a otra clase En La llíada, el gran poema, fuente de la cultura occi-
de desmembramiento: el que aparece en el mito de Acteón, dental, Homero se dirige a una clase de guerrero s aristo-
un primo de Dionisos, especialmente, en la forma en que es cráticos, imbuidos de una actitud heroic a hacia la vida, el
referido en Las Bacantes y por Kerényi. Este mito siempre polo opuesto a la cultura dionisíaca, en la que no existe
ha atraído la atención en la cultura occidental , según el ningún interés por los héroes. Sin embargo , Homero narra
testimonio de su amplia e impre sionante iconografía. 1;1 historia de Licurgo de un modo que hace patente la
tuerza psíquica del mito de Dionisos. Da la impresión de

28 29
que este mito tiene que ser narrado, a pesar del desinterés No existe descripción más vívida del trauma arquetipal
del público de Homero en Dionisos . Diómedes nos cuenta de la niñez que este relato de Homero. El niño Dionisos,
la historia como parte de una reflexión sobre la lucha con- llorando de terror, es una imagen de su 'proeza' como niño
tra los dioses. Comienza su relato diciendo: divino: la expresión de las emociones en la temprana
infancia. El llanto del niño Dionisos me recuerda lo que un
... No soy el hombre llamado a luchar contra los dioses del escritor católico francés, León Bloy, escribió sobre elllan-
cielo. ¡A cuenta de qué habría de serlo! ¡ni siquiera el poderoso to de los niños como un factor que mantiene al mundo en
Licurgo, hijo de Dryas, sobrevivió a su larga lucha contra los dio- equilibrio; acerca del modo en que una cosmología, un
ses del cielo ! Persiguió a las nodrizas del frenético Dionisos a orden del mundo nace a partir de ese llanto. Bloy añade
través de la montaña sagrada de Nisa; de sus manos, una por una, que ese llanto pertenece a los misterios de las conflagra-
iban dejando caer al suelo los sagrados implementos [tirsos], ciones de la luz, un "big bang", que crea y pone en movi-
mientras el asesino Licurgo las derribaba con su aguijada de buey. miento a todo el cosmos psicológico. La visión poética de
Dionisos huyó hasta encontrar refugio bajo las olas del mar sala- Bloy deja fuera las explicaciones causalistas y nos permite
do, donde Tetis lo acogió en su seno, tembloroso y totalmente ver al niño que llora, como un factor de equilibrio para el
acobardado por el acoso del hombre (Homer, 1950:120). self.
Más adelante, en el relato de Homero, Licurgo fue casti-
En esta primera aparición de Dionisos en la literatura gado con la locura. Creyendo que estaba podando una viña,
griega, aún sin contaminar por la elaboración del genio dio muerte a su propio hijo, al mutilar sus miembros. Así,
religiosa del mito órfico o por la descripción que hace aunque no podamos observar ningún rasgo heroico en el

<
Eurípides de Penteo al personificar la represión de Dionisos
mediante un gobierno titánico, podemos observar clara-
mente las fuerzas ciegas que lo quieren destruir. En el relato
homérico, tenemos la imagen de un gran dios, huyendo de
comportamiento de Dionisos, es evidente que el dios puede
tomar una terrible venganza. Albert Heinrichs (1993:18-9)
dice: "En sus epifanías míticas, él ejerce un poder destructi-
vo desde esa condición de aparente debilidad e inferioridad,
las fuerzas de la destrucción y refugiándose en sus propias como lo ejemplifica el episodio sobre Licurgo que aparece
emociones. Esta narración nos puede servir como modelo en el Canto VI de La Iliada , en el himno homérico a Dioni-
a considerar en la infancia: el niño Dionisos ve cómo los sos y en Las Bacantes". La venganza de Dionisos ocurre en
titanes matan a sus nodrizas, cual si fuesen animales, una muchos relatos, pero el terror que los titanes provocan en
temprana experiencia de terror en la que el niño ve la Dionisos es único. Muchos autores han recreado este mito.
destrucción del ámbito femenino que lo contiene. Su único Esquilo escribió una trilogía sobre Licurgo en la que
recurso es buscar refugio en el seno de la Gran Madre, en Dionisos es retratado como un intruso afeminado y Nono
el fondo del mar o, en otras palabras, moverse regresiva- recreó la historia de una forma más elaborada 11.
mente hacia lo inconsciente.

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Se conoce otro relato que nos refiere que Dionisos
caminaba por un sendero cuando, repentinamente, un grupo Walter Otto en su libro Dionysus: Myth and Cult
de titanes apareció frente a él. De inmediato, los titanes (1965) nos dice que Dionisos es el más psiquiátrico de los
atacaron al dios e intentaron destruirlo, pero Dionisos se dioses griegos. Hasta donde hemos avanzado en este estu-
transformó en una serpiente y logró escabullirse entre los dio sobre Dionisos, podríamos decir que esa afirmación
matorrales. En el relato órfico y en las narraciones homé - está relacionada con la riqueza de imágenes que este dios
ricas, Dionisos todavía es un niño; pero en esta nueva proporciona para reflexionar sobre los complejos más
narración puede ser imaginado como un joven, quizás con demenciales. El nacimiento de Dionisos ofrece una imagen
la apariencia andrógina que le atribuyó Eurípides en Las de lo que pudiera llamarse 'el trauma del nacimiento'. Su
Bacantes, pero capaz de protegerse a sí mismo de los tita- madre había muerto durante el sexto mes de gestación por
nes. En lugar de enfrentarlos, se convierte en una serpiente lo que su padre Zeus tomó el niño, que aún no estaba
y se hace invisible a sus ojos. De este modo, demuestra formado, y lo escondió en su muslo, de donde Dionisos
abiertamente su afinidad con Hermes. Este relato es el nació después. Una leyenda relata que Zeus dio el niño a
modelo que respalda mi idea respecto a la obligación que una hermana de la madre, a Ino, quien tenía, según las
tenemos de proteger nuestro aparato psicosomático por historias acerca de ella, una personalidad sumamente ines-
cualquier medio que tengamos a nuestra disposición. Yo lo table. Otras narraciones hablan de Hermes tomando al
llamaría 'cuidar el alma', Dionisos cuidando su propia recién nacido para entregarlo a las ninfas y a Sileno, quien
alma dionisíaca. En la terminología de la psicología moder - se convirtió en su tutor y le instruyó acerca de su propia
na, esto se expresaría haciendo referencia a una personali - naturaleza dionisíaca, en Nisa. Walter Otto (ob. cit., 61 y
dad introvertida, capaz de retirarse rápidamente a su propia lám. 7) le atribuye al nombre de Dionisos el significado de
naturaleza dionisíaca para encontrar allí la protección frente "dios de Nisa".
a la destrucción titánica. Dionisos, hijo de Zeus, es portador de locura. Veremos
más adelante que Dionisos es, en sí mismo, causa y libe-
ración de la locura, "... la doble naturaleza de Dionisos,
según Pausanias: Dionisos bakkheios, el que enloquece a
los seres humanos y Dionisos lusios, el que los libera de esa
locura'" ". Pudiera decirse que esta doble naturaleza está en
el corazón de rituales dionisíacos como los de las ménades.
Este Dionisos, que enloquece a las personas y que las libera
de la locura, puede percibirse como una dinámica psíquica
11 Ver Aeschylus . Edoni, frag. 61 (TrGF 3). Michael Jameson . 1993 "The Ase-

xuality of Dionysus", p. 45 n. 2 y Nonnos, (1962). Dionysia ca.


12 Ver "Bachic Teletai". En: Walter Burkert, 1993, p. 273.

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que sólo se hace evidente cuando está expresada por una lógica adecuada a cada nueva etapa de la vida. Fracasar en
imagen extrema. Pero, también puede ser la expresión la prosecución de este trayecto, puede significar enferme-
natural del ritmo dionisíaco de la psique. Ruth Padel en su dad o parálisis psíquica. Entonces, sabemos que la salud
libro Whom Gods Destroy (1995:101) dice que "La locura psicosomática depende del hecho de vivir cada etapa de la
es, por lo común, una invasión temporal". Su obra, en es- vida, psíquicamente.
pecial este libro, nos familiariza con la locura a través del Mucho se ha especulado sobre la locura en relación
extraordinario arte poético de la tragedia griega. Yo valoro, con la creatividad. A menudo, se describe al acto creador
especialmente, su contribución en este aspecto porque mi emergiendo del caos, como en muchos mitos de creación 13.
propia tesis se fundamenta en familiarizarnos con las Esto puede ser considerado como una regresión al caos del
complejidades de la locura y de las posibilidades psíquicas que proviene todo lo creado. En la locura dionisíaca, se
de Dionisos. Esta posibilidad de experimentar la locura y observan similitudes con este proceso, aunque no esté
librarse de ella, puede ser considerada como otro tipo de presente la fantasía del mito de creación que culmina en un
iniciación dionisíaca. Según Platón, la locura dionisíaca mundo ordenado. La locura dionisíaca no es una creación
era uno de los cuatro estados de posesión divina y se le mítica; se trata de una experiencia vital, a partir de la cual
consideraba una bendición. En el diálogo platónico Fedro, se produce un renacimiento psíquico. En otro sentido, no
Sócrates afirma: "... se conocen dos tipos de locura; una es exagerado especular que la necesidad y la energía que
que se deriva de los males humanos y la otra, cuando el las sociedades primitivas invirtieron en la elaboración de
cielo nos libera de las convenciones establecidas" (Plato, sus mitos de creación, incluso el del Génesis - aunque
1973: párr. 265) , esta última se refiere a la locura teléstica probablemente estos hayan sido obra de una psique colee-
dionisíaca. Esta distinción explica claramente la locura tiva-, son producto de un estado psíquico semejante al de
dionisíaca de iniciación. la locura dionisíaca. Pudiera ser interesante confrontar la
A mi manera de ver, las iniciaciones dionisíacas ocurren experiencia de la locura dionisíaca, que suele aportar una
a lo largo de toda una vida, a fin de propiciar, constantemen- nueva conciencia, con la locura que da lugar a un mito de
te, el movimiento psíquico . Es posible equiparar iniciación creación, en el que una tribu encuentra sus orígenes e
con movimiento psíquico. No puedo imaginar que la psique identificación.
se mueva sin el trauma que produce abandonar el estadio Las vivencias e intuiciones que hemos presentado
previo en que se encontraba. Pienso que la iniciación acerca de Dionisos como causa y liberación de la locura
comienza en la infancia, como en la analogía mítica del nos conducen directamente al ámbito dionisíaco de las
desmembramiento de Dionisos a manos de los titanes, y
13 Para estudiar la psicología de los mitos de creación, véase Marie-Louise van
continúa a través de la pubertad, la adolescencia, la juven-
Franz, 1972. En muchos de los mitos de creación divulgados por la antropolo-
tud, la madurez y la vejez, hasta finalizar con la iniciación gía, podemos observar a la psique humana tratando, con urgencia, de crear un
a la muerte . En otras palabras, para dar una respuesta psico - orden a partir del caos .

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emociones. E. R. Dodds (1960:xvii), en su Introducción a Aristóteles concibió a la tragedia como una catarsis
la edición inglesa de Las Bacantes describe las conflictivas -una purga de las emociones-oEn nuestra época, William
emociones presentes en la experiencia dionisíaca: B. Stanford, en su obra Greek Tragedy and the Emotions
(1983), expone que el arte de los grandes poetas trágicos
... una mezcla de exaltación y de repulsión supremas ; al mismo consistió en transmitir emociones a la audiencia'>, Parece
tiempo, sagrada y horrible, de plenitud y de impureza, un sacra- que hemos olvidado que lo que llamamos 'emoción' deri-
mento y una profanación -un conflicto violento de actitudes emo- va, originalmente, de la palabra griega pathos (Dodds,
cionales, similar al que recorre todo el texto de Las Bacantes y que 1980: 177), a su vez raíz del término patología. El enfoque
se encuentra en la raíz de cualquier religión de tipo dionis íaco-!", cientificista de la medicina moderna ha excluido la posi -
bilidad de considerar que la emoción se vuelva patológica
Este pasaje es, en sí mismo, una lección psiquiátrica. y que, por tanto, sea el origen de una enfermedad. Y esta
Como nadie, Dodds muestra el conflicto dionisíaco en la exclusión no sólo ocurre en la medicina; en la psicoterapia
ambivalencia de las emociones , corroborando así la afirma- moderna, el exceso de teorías, conceptos, reducciones y
ción de Walter atto sobre Dionisos como el más psiquiátrico técnicas terapeúticas constituye un obstáculo para que la
de los dioses. Fue Eugene Bleuler quien describió a la ambi- práctica se centre en la emoción. El interés primordial en
valencia como síntoma secundario de la esquizofrenia. En la la práctica psicoterapéutica es, precisamente, la patología,
psicología junguiana, a menudo, se explica la ambivalencia aun cuando no sea fácil ver los problemas psicológicos en
haciendo analogía con el cuento de hadas Hansel y Gretel, función de las emociones. Stanford (1983:1-2) lamenta, al
en el que dos niños se dan cuenta de que se han perdido en referirse a los estudios sobre la tragedia griega -el arte de
el bosque . Caen en las garras de la bruja, que los ha atraído las emociones-, que se carezca de un catálogo idóneo de
hasta su casa , hecha de pan de jengibre y chocolate. Muchas las diferentes emociones. Pero, la queja de Stanford es
de las interpretaciones de esta historia tienden a reducirla al también válida para la psicoterapia moderna. Necesitamos
complejo materno; es decir, a los sentimientos ambivalentes saber más acerca de las emociones y cómo diferenciarlas.
creados por la madre, como un componente en las enferme- A pesar de ello, no hay libro del que podamos aprender
dades mentales. Sin embargo , con el pasaje de Dodds, pode- sobre las emociones pues sólo nuestra propia experiencia
mos hacernos una imagen que reúne , muy estrechamente, a emocional puede enseñarnos.
la ambivalencia y al desmembramiento y que nos permite Stanford nos proporciona una síntesis retrospectiva del
imaginar el desmembramiento interno de la persona que pre- proceso de represión de las emociones por el cristianismo:
senta ambivalencia, como síntoma de una patología severa. el modo en que los Padres de la Iglesia reprimieron la emo-
ción, al centrar su censura en la tragedia. Por ejemplo,
1J En Dodds (1980) puede consultarse un pasaje parecido con el título de

"Apéndice sobre el Menadismo" . 15 Ver "The Centrality of Emotionali sm". En: W. B. Stanford , 1983, cap. l.

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Tertul iano condenó "el despe rtar de la rabia, del dolor,
del frenesí y de otras emociones violentas similares" H ay un pasaje magnífico en la Introducción de
(ob. cit., 5). El cristianismo se edificó sobre esta represión Dodds (l960: xii) a Las Bacantes, que quisiera considerar a
aunque, al mismo tiempo, debamos comprender que no fue continuación:
una prerrogativa del cristianismo. Ya en el siglo V a.c.,
uno percibe una brecha importante, por decirlo así, entre el Fueron los alejandrinos y sobre todo los romanos -con su
racionali smo griego - sin mencionar al platonismo pitagó- práctico funcionalismo y su alegre torpeza en todos los asuntos del
rico- y la poesía trágica. Psicológicamente hablando, la espíritu- , quienes 'departamentalizaron' a Dionisos como 'el alegre
represión es inherente a la dinámica de la configuración Baca' , el dios del vino que se hace acompañar por un grupo de nin-
arquetipal propia de Dionisos. Por algo, Dionisos es el dios fas y sátiros libertinos. Como tal, fue adoptado de los romanos por
más reprimido. Parece que representara una fuerza cuya los pintores y poetas del Renacimiento y fueron ellos quienes, a su
represión es inevitable. Aunque la represión histórica de vez, modelaron la imagen con la que el mundo moderno lo descri-
Dionisos ha sido colectiva, es la experiencia individual y la be. Si queremos entender Las Bacantes, nuestro primer paso debe
reflexión sobre esta experiencia lo que proporciona una ser desechar todo esto: olvidar las pinturas de Tiziano y de Rubens,
concienci a de la represión en su configuración arquetipal. olvidar a Keats y su 'dios de las copas bebidas sin respirar y de la
Paradójicamente, la conciencia sobre Dionisos sólo es alegría vivaz' , para recordar que - lo que hoy llamamos- orgías no
posible a través de la represión, que actúa como un ritual son orgías sino actos de devoción... y que, ser poseído por Dionisos
propiciatorio del dios. Un ejemplo evidente es el del aficio- no es una 'celebración' , sino un tipo particular de experiencia reli-
nado al vino, quien a fin de propiciar los beneficios del giosa, la experiencia de entrar en comunión con Dios.
vino, debe disponer las ocasione s apropiadas para beberlo
porque, de lo contrar io, se convertirá en un alcohólico. A Obviamente, Dodds tuvo un profundo interés en el
través de la represión, uno puede conectarse y domar a las aspecto místico de la experiencia dionisíaca. Aunque, de
fuerzas dionisíacas. una manera u otra, este aspecto místico ha sido reconocido
por otros estudiosos , Dodds le da un énfasis especial. Uno
siente que estaba muy preocupado por la forma en que la
historia distorsionó y le arrebató a Dionisos su signifi-
cación religiosa. En su biografía titulada Missin g Person s
( 1977), Dodds transmite su interés en las experiencias
irracionales; obviamente reflexionó mucho sobre la expe-
riencia de "la comunión con Dios"".

16 Ver "Universal Question Mark". En: Dodds, 1977, p. 97 Yss.

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Hasta donde tengo conocimiento, la epifanía de Dioni- ello es parte de su naturalez a. Si intentamos idealizar a
sos proporciona lo que puede llamarse una experiencia Dionisos, estaremos percibiéndolo desde la perspectiva de
mística, aunque bastante diferente de la tradición mística un arquetipo diferente; desde un punto de vista apolíneo, por
en la vida religiosa de la cultura occidental. En el caso de ejemplo. Ello provocará que se desdibuje la imagen , como
los místicos de la tradición cristiana, la experiencia supre- producto de la confusión de los arquetipos. En otras pala-
ma se presenta, por decirlo en forma general, como una luz bras, sería una visión ubicada fuera de los límites arqueti-
que emerge de la nada, como una iluminación o revelación, pales de Dionisos, que haría caso omiso a la distorsión
que proviene de una actitud unilateral. Algunos estudiosos natural del dios, al provocar una distorsión de naturaleza
han denominado a esta actitud, la antítesis de Dios. A diferente. Debemos mantenemos dentro de los límites ar-
través de la ascesis, el místico tenía la posibilidad de espe- quetipales de Dionisos y prestar atención al arte dionisíaco
rar hasta que la visio Dei se presentara ; el seguidor de para ver que la emoción viene acompañada por la distorsión.
Dionisos, por el contrario , parece caer en un estado repen- Pensar en la emoción per se es una simple tontería.
tino de posesión por el dios. Se trataba de una experiencia Dodds hace una excelente argumentaci ón sobre ese
emocional, vivida en el cuerpo . Dionisos "departamentalizado" que sería "el alegre
Dodds enriquece nuestra visión de la experienci a Baco"; sin embargo, desde un punto de vista arquetipal,
dionisíaca al abordarla desde un punto de vista religioso, este Dionisos, en compañía de su grupo de ninfas y sáti-
como "una comunión con Dios", una religión vital y sen- ros, tiene una existencia válida y una psicología propia .
tida por sus adeptos como pudimos ver en Las Bacantes de Dionisos es el dios de las fiestas; tradicionalmente, él y
Eurípides. Sin embargo, Dionisos hace su epifanía no sólo Afrodita son los patronos de los banquetes y simposios.
en esos estados extremos de posesión , en medio de una Un Dionisos "departamentalizado" puede considerarse
orgía báquica . Mi visión es que las epifanías de Dionisos también como una forma indirecta de represión. Cuando se
son arquetipale s y, por tanto, inconmensurables. Podemos glorifica a Dionisos como "el alegre Baco", las emociones
detectarlas de muchas formas, cuando intervienen en la religiosas de la orgía dionisíaca y el sentido trágico de la
vida de una persona, bien sea para enriquecerla o para vida son reprimidos. El pasaje de Dodds que hemos cita-
destruirla. Dentro de los límites arquetipales de Dionisos, do, estimuló mis ideas y me invita a revisar las imágene s
innumerables experiencias dionisíacas pueden suceder. de Dionisos en las obras de los grandes maestro s de la pin-
Concuerdo con la reacción de Dodds ante la manera en tura; una tarea que, sin duda, sobrepasa los límites de este
que la historia ha distorsionado ese aspecto místico y reli- libro. Por el momento, bastará con destacar que el interés
gioso de Dionisos, en el que podemos encontrar su más de Tiziano y de Rubens en Dionisos se produce, paradóji-
profundo significado y donde tenemos un modelo de pose- camente, en una época en la que hubo una reconexión con
sión causada por el dios. Con todo, yo diría que Dionisos las divinidades paganas y, pese a ello -siguiendo nuestra
siempre se manifiesta en forma distorsionada, puesto que . línea de pensamiento-, una época en la que se reprimió los

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aspectos místicos y trágicos de Dionisos al retratarlo como mos ver la diferencia entre escribir acerca de Dionisos y un
"el alegre Baco". escrito que lleve a Dionisos en su corazón.
Parece que Tiziano, en su ju ventud, fue impulsado por Estas diferencias nos ayudan a reflexionar sobre la
una especie de entusiasmo extrovertido hacia el tema perspectiva de los grandes estudiosos de los clásicos,
báquico. Debemos recordar que fue un momento histórico, respecto a Dionisos. Sin duda alguna, sus estudios sobre
en el que la psique occidental comienza a sufrir la ansiedad este dios están llenos de mérito y estamos en deuda con sus
cultural, que habría engendrado el conflicto íntimo entre el logros. Los estudios de estos hombres abarcan la filología,
monoteísmo del cristianismo y el redescubrimiento del la filosofía, la historia de la cultura y del arte y la antropo-
paganismo. Rubens ofrece un acercamiento más complejo logía, sin contar el legado de los estudios anteriores sobre
a los temas dionisíacos, como muestra la serie de pinturas los clásicos. Gran parte de nuestro conocimi ento sobre
sobre Sileno. Uno siente que, en los retratos de esta figura Dionisos se debe a estos hombres de formación raciona-
dionisíaca, intentaba conectarse con algo que, para él lista y, por tanto, alejados del ámbito arquetipal de las
mismo, era sumamente oscuro. Parece, pues, que Dionisos emociones dionisíaca s y de la irracionalidad. Es, entonce s,
representó un tema que para Tiziano fue una atracción y, evidente por qué cualquier asunto que tenga relación con
para Rubens, un tema en el que proyectó complejidades las emociones es puesto a un lado' ? A la mayoría de los
oscuras. Sus obras no fueron la expresión de naturalezas estudiosos, les resultaría imposible vivir una vida dioni-
predominantemente dioni síacas, sino la expre sión de un síaca, o tener una naturaleza dionisíaca como Picasso. En
conflicto histórico. La historia del arte ha tenido que es- este sentido, Ruth Padel (1995:26, n.16) ha escrito sobre
perar hasta el siglo XX, por la aparición de un pintor, Dodds: "su trabajo, una de las bases para la revalorización
quizás el único , cuya oeuvre es esencialmente dionisíaca. moderna de la cultura griega, lleva a Dionisos en su cora-
No hay duda de que el arte de Pablo Picasso nace de una zón". Los estudiosos dan la impresión de que Dionisos
naturaleza dionisíaca, independientemente de que el tema sólo existe en los textos griegos que sobrevivieron; mien-
que esté trabajando haya surgido de su interioridad o de un tras que, para otros, como el psicoterapeuta por ejemplo,
modelo exterior. Con Pablo Picasso, tenemos, al fin, un Dionisos es una realidad viva, que ofrece posibilidades y
gran artista cuya visión proviene de una conciencia dioni- valores más allá de los estudios clásicos sobre este dios.
síaca. Pudiéramos decir que Picasso ha sido una necesidad Respecto a la proposición de Walter Otto en la que
histórica. Desde sus primeras pinturas sobre el toreo , afirma que Dionisos es el más psiquiátrico de los dioses,
siendo un niño, hasta el autorretrato hecho hacia el final podemos apreciar que, de una manera u otra, ya sea a tra-
de su vida , en el que reflexiona su propia muerte , su obra vés de la represión que le es propia, o mediante sus muchas
se encuentra bajo la égida de Dionisos. Creo que ahora y extravagantes epifanías, Dionisos tiene una poderosa
podemos ver la diferencia entre pintar un tema dionisíaco 17 Las excepciones del caso son algunos estudiosos como E.R. Dodds, William
y pintar desde una naturaleza dionisíaca , así como pode- B. Stanford, Ruth Padel y Peter Walcott.

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presencia en la psique. Como hemos venido sugiriendo, la día, no aparentan ser sino el cumplimiento de un requisito
psicología dionisíaca no ha sido estudiada. En la literatura académico. De ninguna manera, esto puede ser dionisíaco .
. psicológica, las alusiones a Dionisos se reducen a vagas y Con la represión del Dionisos emocional, aparece la
breves referencias. Producen una impresión de desinterés represión del cuerpo. Ivan Linforth (1973:327) dice que el
o, lo que es incluso peor, de un punto de vista titánico, que cuerpo siempre es dionisíaco, de lo cual podemos deducir
sólo puede funcionar reprimiendo a Dionisos. que Dionisos siempre es el cuerpo". Esto significa abando-
Muchos de los estudios de psicología de este siglo, se nar al intelecto y estar en el cuerpo, sentir el cuerpo. Para
han realizado en Europa del Norte y en Norteamérica. La mí, el tesoro más valioso que se pueda alcanzar en psico-
mayoría de los psicólogos, en especial los junguianos que terapia es el cuerpo emocional y esto, obviamente, está
han heredado el concepto de Jung sobre los arquetipos, han relacionado con Dionisos. Podríamos decir que hay un Dio-
sido, principalmente, protestantes y judíos cuyas religiones, nisos en nuestro cuerpo, que está esperando ser contactado y
educación y modo de vida proporcionan una formación darnos acceso a la riqueza de sus emociones y sentimientos.
ética y una conciencia inclinadas a la represión o la inter- Relacionado con mis reflexiones sobre Dionisos y el
pretación errónea del aspecto dionisíaco de la vida. Se trata cuerpo, existe un legado pictórico sobre los ritos de la ini-
de un malentendido geográfico, histórico, étnico y religio- ciación dionisíaca, en las descripciones que contienen los
so. No debe ser una sorpresa que los psicólogos modernos frescos de la Villa dei Misteri en Pompeya y que revisten
encuentren difícil comprender la relevancia y la presencia un especial interés. Los estudiosos se han visto atraídos, en
de Dionisos en la psique. Arquetipalmente, Dionisos repre- su mayoría, por la flagelación representada en uno de los
senta una psicología y, si no se percibe ni respeta su frescos, aparentemente como parte de esos ritos de ini-
presencia, el conflicto psíquico que ello crea, pasa sin ser ciación. Es interesante notar que los místicos cristianos
detectado. Quisiera que el lector entienda que estoy tratan- también practicaron la flagelación como una etapa hacia la
do de traer a discusión algunas de las cualidades que visio Dei. Los místicos cristianos mortificaron al cuerpo
Dionisos puede ofrecer a la psicoterapia. Por lo general, con la idea de negar y reprimir los deseos de la carne y
estamos tan distanciados de las emociones que propician la del mundo material y así alcanzar una vida plenamente
presencia de Dionisos, que la conciencia de esta distancia espiritual. Se concibió como una ascensión y una ascesis
pudiera ser la única actitud dionisíaca posible. En este espiritual. Con todo, me atrevería a sugerir que, viviendo
sentido, es difícil imaginar, hoy en día, a un psicoterapeu- en una comunidad monástica y anhelando estar a solas con
ta que siendo sensible a la presencia de Dionisos, pudiera Dios, que era el propósito último del místico según San
ser capaz de dar respuesta desde un nivel dionisíaco de la Juan de la Cruz, la mortificación mística fue, en realidad,
psique y así propiciar un antiguo atributo del dios: la
18 Uno siente que, si bien llenos de entusiasmo, los estudios sobre Dionisos
curación. La experiencia del análisis personal del psicote- tienden a ser romántic os e intelectuales, al punto de excluir al cuerpo . Por este
rapeuta y de los estudios de psicoterapia jungianos, hoy en motivo, la contribución de Linforth es tan importante.

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una activación del cuerpo emocional inconsciente, el ve- A causa de los esfuerzos del hombre por sobrevivir,
hículo hacia la experiencia mística. La flagelación en las co- la extroversión se ha desarrollado en detrimento de la
munidades dionisíacas de Pompeya fue parte de la iniciación introversión, que pudo haberle.proporcionado un mayor
en Dionisos y esto se puede entender como una experiencia conocimiento de sí mismo y una visión interior. Este
interior del cuerpo emocional al iniciarse en Dionisos. En un enfoque evolucionista nos ayuda a percibir la torpeza y la
sentido general, la experiencia interior del místico cristiano deficiencia en todo lo relacionado con la vida interior.
apuntó a la visión contemplativa de Dios, aunque, proba- Ubicándolos en este contexto evolutivo, los tipos psicoló-
blemente, tal contemplación fue más dionisíaca de lo que gicos jungianos, extravertido/introvertido, adquieren una
acostumbramos a pensar. Podemos imaginar que, al expe- nueva dimensión. La tendencia a la extraversión se convier-
rimentar la flagelación, tanto el neófito como el místico te en una necesidad compulsiva por la supervivencia. Esto
eran inducidos hacia una especie de locura. Podríamos, podemos conectarlo con el impulso exagerado del titán.
incluso, igualar la flagelación con el desmembramiento y, en Ante esta desventaja evolutiva, no debe sorprender que
este sentido, verla como la actualización del mito dionisíaco cualquier método sea válido, incluso el de la flagelación,
(sparagmos). Visto de esta manera, la flagelación queda para la introversión, para intentar entrar en contacto con
enmarcada dentro de la locura divina de Dionisos. esa chispa divina de nuestro interior. Cobra sentido el que
El hombre occidental, en particular, ha tenido mucha Jung haya adoptado la máxima de los alquimistas sobre el
dificultad en aceptar su vida interior. Los estudios evolu- opus como un quehacer contra natura, para emplearla
cionistas modernos nos proporcionan un retrato neodar- como una metáfora de su concepción de la psicología. El
winiano, tan convincente, del modo en que esa dificultad ser humano no fue formado para la vida interior; por lo que
se fue manifestando: ésta siempre será la aventura de unos pocos, de aquellos
para los que la extraversión propia del ser humano es, por
Entre las mucha s cosas sabias que Marvin Minsky dice en su igual, un conflicto y un reto.
excelente libro The Society of the Mind (Simon & Schuster, New Los estudios sobre ' la evolución que hemos venido
York, 1985), está el que nuestro cerebro es un órgano, producto de refiriendo nos permiten aportar un enfoque más amplio a la
la evolución que ha sido seleccionado para la observación y para la represión de Dionisos, teniendo en cuenta que la vida inte-
relación con el mundo exterior y que, con seguridad , no fue selec- rior y el cuerpo emocional están relacionados. De cualquier
cionado para la auto-examinación. En resumen , somos, por condi- modo, desde un punto de vista neodarwinista, nuestras
ción innata, malos para la introspección. Nuestro fracaso en percibir especulaciones acerca de la represión en la naturaleza
la naturaleza de nuestro propio pensamiento, o la naturaleza de la dionisíaca se hacen casi superficiales, limitadas a nuestra
conciencia que nos permite acceder a ese pensamiento, o la de las historia cristiana, al relacionarlas con el impulso extraverti-
palabras que otorgan un orden a esa conciencia, es, sin duda alguna, do que ha dominado en la humanidad. Esos estudios nos
una manifestación de esa incapacidad (Tudge, 1995: 252). ayudan a percibir mejor el fracaso frente a la reflexión; nos

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ayudan también a ver, con claridad, la cantidad de grupo s Bárbara Hannah, estaba consciente de la carencia de emo-
y sectas que abundan en esta 'época de ansiedad' . Las sec- ción en la cultura moderna y percibieron que su expresión
tas prometen una visión interior pero, en verdad, sólo son era siempre negativa, ofensiva y contaminada por la his-
otra expresión del mismo impulso extravertido, que nos ha teria, la torpeza y el resentim iento. Fue un punto de vista
legado la evolución humana en la Tierra, heredado luego histórico basado en los opuestos negativo/positivo y una
de cinco u ocho millones de años. perspecti va válida. Su idea consistía en que la exteriori-
La teoría de los complejos de Jung ha establ ecido que zación de las emociones negativas debía ser vivida total-
el tono emocional de un complejo suele indicar dónde radi- mente hasta convertirla s en emociones positivas. Como
ca su patología y cuál es la herida fraguada en la historia alternativa, el método de la imaginación activa de Jung
personal. Sin embargo , debemo s diferenciar entre el tono ofrecía una técnica para relacionarse con el incon sciente.
emocional de un complejo, que nos permite hacer el Su valor radica en que ofreció una vía individual al hom-
diagnóstico, y la emoción dionisíaca, que es arquetipal y bre moderno para 'e nmendar' la brecha entre el consciente
hace la conexión entre el alma y el cuerpo ". Ahora bien, y el inconsciente. Pero , hemos visto que, en el contexto
Dionisos hace su epifanía en el cuerpo no sólo a través de junguiano, Dionisos permite una perspectiva arquetipal
las emociones fuertes. Sus vías son también sutiles; puede para relacionarse y para diferenciar nuestras emociones,
presentarse de una forma que tiene relación con la intimi- como una vía hacia la vida interior.
dad de nuestro s propios sentimientos. Con gran discreción Tradicionalmente , entre sus mucho s atributos, Sileno
y sosegadamente, Dionisos nos hace saber que se encuen- fue conocido como el tutor de Dionisos. Uno imagina que
tra justo allí, en el cuerpo. enseñó a Dioni sos todo cuanto es propio de la configu-
En la tradición oral de la psicología junguiana, se ración arquetipal y modo de vida dionisíacos. Esto es, la
recono ce a las emociones: cuando se le preguntó a Jung , naturaleza dionisíaca debe ser educada. Podríamos es-
en una ocasión, acerca de la terapia del electroshock, pecular que, de no llegar a ser educada, la naturaleza dio-
respondió que, personalmente, no había tenido necesidad nisíaca puede permanecer 'salvaje' y 'demencial' e incapaz
de emplearla porque había encontrado que el shock que de conectarse con el sentido de la realid ad inmediata. La
provocaba la emoción, producía mejores resultados. Con iconografía retrata a Sileno como un hombre de mediana
esto, Jung da una pintura vívida del impacto de la emoción edad, calvo y de nariz respingada, psíquic amente lento y
en la práctica psicoterapéutica. La primera generación de más bien grotesco, un bebedor de vino. Sileno carga con
analista s junguianos, como Irene Claremont de Castillejo y aspectos muy oscuros de la psicología dionisíaca y perso-
nifica esa especie de sombra que Rubens proyectó en él.
19 Un terapeuta experimentado está al tanto de los muchos casos en que el
Una imagen como ésta no tiene belleza apolínea; es una
paciente no es consciente de su cuerpo o, para decirl o de una manera más grá-
fica, en que está inconsciente incluso de la más común de las enfermedades
imagen que nos hace pensar en la estética dioni síaca de la
que pudiera padecer. distorsión. Sin embargo, es una imagen apropiada para el

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psicoterapeuta interesado en tener a Dionisos siempre Considero que estas palabras del Coro tienen un gran
presente . La imagen que, usualmente , tienen los terapeutas valor, en el sentido de que la psique es liberada de todo el
de sí mismos está imbuida de una fuerte personalidad lastre del conocimiento y de las ideas, cuando nuestro s
académica; es difícil encontrar terapeutas que admitan a la complejos -en otras palabras, nuestra historia- se trans-
depresión, con su lentitud, en el cuerpo y en la psique. Me forman en una conciencia de nuestro destino. Para mí, el
viene a la mente el Dr. Gachet, admirablemente retratado poder contemplar las grand es aflicciones de la vida - los
por Van Gogh , como un doctor deprimido, capaz de apoyar complej os paralizados- como destino, se traduce en una
y contener la depresión de su paciente , para constelizar, de ampliación de la concienci a, en una mayor tolerancia.
esa manera, un nivel más profundo del incon sciente. Sien-
to que ésta es una reflexión válida pues apunta a la posibilidad
de que se constelice una psicoterapia dionisíaca en la actua-
lidad. En otra parte, he trabajado la imagen hermética del
analista, capaz de constelizar a Hermes y de lidiar con ese
aspecto nada digno de la personalidad (López-Pedraza,
1991:19-20). Siguiendo con esta línea de pensamiento,
Sileno ofrece una imagen arquetipal para que el psicote-
rapeuta pueda consteli zar y 'enseñar ' una psicolog ía
dionisíaca y así mismo 'leer' y diferenciar las emociones. Si
deseamos acercamos a la psicolog ía dionisíaca, tendremos
que familiarizamo s con la imaginería dionisíaca y con las
emociones que ella contiene. Más import ante aún, debe-
mos desarrolla r una memoria de esas emociones, porque
esa mem oria es esencial para nuestro aprendizaje.
La psicología dionisíaca se arraiga en las emoci ones y
en vivir la vida como destino. Eurípides nos introduce a la
conciencia de este estado en su tragedia Alcestis, cuando el
Coro dice :
He buscado en muchos libros
He estudiado las teorías de los astrónomos
He procur ado innumerables argumentos
Sin embargo, no he encontrado nada más poderoso que el destino.
(Euripides, 1953:151)

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Walter Burkert (1987:48) describe cómo funcionaban
A lo largo de la historia de Occidente, han existido
muchas comunidades vinculadas a la cultura dionisíaca.
los antiguos cultos religiosos:

Sólo tenemos que imaginar al grupo de ménades que se La falta general de organización, de solidaridad y de coheren-
dirige a la montaña para celebrar el ritual dionisíaco como cia en los misterios antiguos, que pudiera parecer una deficiencia
las integrantes de una comunidad, de un thiasos . Este es el desde el punto de vista judío o cristiano, está más que compensada
modelo clásico de una comunidad, sociedad o club de tipo por algunos aspectos positivos con los que podríamos simpatizar de
dionisíaco. Los estudiosos modernos han prestado atención inmediato . La falta de una demarcación religiosa y de identifica-
a este aspecto colectivo de Dionisos, tanto en la época grie- ción consciente con el grupo se traduce en la ausencia de
ga como en la romana. Nilsson, en su libro The Dionysiac cualquier frontera rígida frente a los cultos rivales , así como en la
Mysteries of the Hellenistic and Roman Age (1975) estudia ausencia de cualquier noción sobre herejía , y mucho menos, sobre
el modo en que pequeñas comunidades conservaron viva la la excomunión. Los dioses paganos , incluso los dioses de los mis-
tradición dionisíaca de las iniciaciones rituales, adecuán- terios , no sentían c~los de los otros ; formaban, por decirlo así, una
dolas a los tiempos que estaban viviendo. La idea de estas sociedad abierta.
diversas comunidades dionisíacas en los tiempos antiguos
despierta nuestra imaginación. Este es un pasaje iluminador, que nos hace pensar en
Una vía para aprender acerca de la psicología y modo las posibilidades de una libertad imaginativa en tales comu-
de vida dionisíacos son las descripciones que los estu- nidades religiosas .
diosos clásicos han hecho de esas antiguas comunidades. Pasemos a considerar, a través de la indirección de las
De especial interés es el thiasos de las ménades porque es manifestaciones dionisíacas en el arte y en el sincretismo
una de las más arcaicas y porque podemos conocerlo, gra- del cristianismo, cómo sobrevive el culto religioso dionisía-
cias a la plasticidad con que Eurípides presenta el Coro de co en el mundo actual. Tengo interés en ver el modo en que
ménades en Las Bacantes. Es importante recordar que eran se vive la vida dionisíaca en pequeñas comunidades de hoy,
comunidades religiosas , aunque su religiosidad no esté para las cuales la psicología del thiasos es una realidad.
relacionada con las normas y formas de lo que hemos lla- En Andalucía, la región de España culturalmente más
mado 'grandes' religiones y, menos aún, con la psicología antigua, los andaluces viven el sincretismo de su cultura y
del sectario. El culto a Dionisos requiere de un continente, enriquecen sus vidas con dos poderosas formas del arte
uno en el que la imaginación dionisíaca pueda expresarse dionisíaco: el cante, la guitarra y el baile flamencos y el
a sí misma plenamente, y ese continente apropiado fue refinado y emotivo arte del toreo, desarrollado paciente-
encontrado en el thiasos . Debe recordarse que el culto a mente, a lo largo de los siglos, a partir del ritual del sacrifi-
Dionisos y sus festivales eran celebrados, en su mayoría, cio del toro. La muerte mantiene una poderosa presencia
como un ritual comunitario o en el teatro. en ambas manifestaciones artísticas.

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El thiasos asociado al toreo son las llamadas peñas y Consiste en un grupo (thiasos) de cantaores de flamenco y
tertulias, en las que un grupo de aficionados se reúne bajo de aficionados que cantan durante días, esperando que el
el nombre de su torero favorito. Uno percibe que hay algo duende haga su presencia, que la música propicie la emo-
del antiguo culto del héroe como matador del toro , o del ción. Esto ocurre cuando la cualidad misteriosa de un cante
sacrificio arcaico; pero , al mismo tiempo, tiene lugar allí conmueve, al mismo tiempo, a todo el grupo. Uno puede
una gran cantidad de conversaciones culturales, discusio- decir que se trata de una emoción que surge del misterio de
nes y charlas relacionadas con la historia y el arte del toreo. la estética dionisíaca.
Cuando los aficionados hablan y discuten sobre el toreo y Las emociones expre sadas en todos los cantes flamen-
los toreros , en sus peñas y tertulias, están haciendo una co- cos van desde las más superficiales en apariencia, hasta las
nexión , indirecta pero muy real, con la imagen primordial más complejas y profundas. El catálogo de los diferentes
del sacrificio del toro, que viene acompañada de una fuer- estilos desarrollados por este género de músic a es impre-
te imaginería dionisíaca. Mediante esas indirecciones y sionante; incluye las ligeras sevillanas hasta las oscuras
con la ayuda de la forma artística dionisíaca, los miembros tonás, martinetes, seguiriyas y peteneras. Este amplio
de las peñas y tertulias mantienen viva su imaginación: la espectro que recorre el flamenco muestra la riqueza de las
emoción que produce la belleza del toreo, los riesgos cons- posibilidades de Dionisos y apunta a una diferenciación
tantes que corre el torero , la memoria de las grandes faenas coribántica, en la que cada cual encuentra la música afín a
y la muerte de toreros famosos . su propia psicolog ía".
El origen histórico del flamenco que hoy conocemos, Idéntico sentimiento al del grupo dionisíaco puede
es incierto. Los historiadores del flamenco mencionan los encontrarse en las cofradías (confraternidades, asociaciones).
diversos hilos que conformaron la trama de este arte: los Estas asociaciones están vinculadas a las iglesias parroquia-
lamentos de los antiguos griegos, romanos y judíos; los les de Andalucía y son devota s de una imagen en particular,
elementos moriscos y, de mayor importancia, la contri- especialmente de una de las muchas vírgenes creadas por la
bución de los gitanos. El flamenco ha integrado todos esos imaginación andaluza o bien, de las imágenes de la Pasión
elementos y continúa demostrando su capacidad dionisíaca y Crucifixión de Jesucristo. Estas imágenes son el centro de
al incorporar influencias culturales diferentes. Estas varia- las procesiones rituales de la Iglesia Católica, durante la
das corrientes revelan los diversos niveles que el inconsciente Semana Santa. Pero, en Andalucía uno puede percibir que
colectivo andaluz abarca. 1M. Caballero Bonald (1975:23) la tradición cristiana se ha combinado con un ingrediente
anota "El andaluz .. . posee una asombrosa capacidad para asi- original del flamenco, la saeta : una voz que canta sin la
milar las más disímiles influencias externas, transformándolas
20 Ya sea al escuchar un cante ligero o un cante jondo, la emoción que producen
a la larga en auténticas manifestaciones de su propia y ances-
siempre es un acontecimiento. La rica variedad de esta música me recuerda al
tral encrucijada de culturas". coribantismo y la relación de un estilo de música con la psicología de una
La juerga es la expresión más dionisíaca de todas. personalidad.

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compañía de instrumentos mientras la procesión se detiene y el caramillo . Uno se pregunta qué clase de música están
a esperar que la canción termine. Vemos aquí un sincretis- tocando; probablemente despertaba una emoción similar a
mo, en el que prevalece la poderosa emoción dionisíaca. la que experimentamos al escuchar las flautas y caramillos
Este sincretismo con la cristiandad ha perdurado : en tiem- del Mediterráneo, que se tocan en los festivale s de hoy.
pos relativamente recientes, la misa rociera ha ganado Aquí, hay que referir otra forma dionisíaca de música,
mucha popularid ad en España. Se trata de un estilo de el jazz . Tuvo su origen como la expresión musical de una
cante flamenco asociado al culto de la Virgen del Rocío. minoría oprimida , la de los descendientes de los esclavos
Los cantos rocieros otorgan al ritual de la misa una emo- negros americano s, y desarrolló su forma básica en Nueva
ción que nos recuerda los espirituales de la comunidad Orleans. .Era una música improvisada que se tocaba
negra en Norteamérica. después de un funeral, una música con un ritmo poderoso,
En el flamenco y en el toreo, podemos percibir formas para expresar la emoción y creación de una conciencia
del arte dioni síaco muy podero sas. Con todo, estoy dionisíaca de la muerte. El jazz moderno tiene este princi-
consciente de que algunos de mis lectores pueden hallar difi- pio dionisíaco; se desarrolló y se mantuvo hasta alcanzar
cultad en aceptar esas formas del arte. No todo el mundo to- un reconocimiento universal. Para mí, el jazz ha sido la
lera escuchar un cante flamenco como el martinete, que se gran epifanía de Dionisos en este siglo. Sus comienzos
canta sin el acompañamiento de instrumentos, del mismo evocan una imagen que es la expresión moderna de la
modo en que se escucha música clásica; se trata de una música satírica dionisíaca de los tiempos antiguos.
experiencia que, justamente, me hace pensar en aquella Lo que los sátiros representaron en la imaginación dioni-
competencia, que refiere la mitología, entre Marsias, el síaca griega se impone como una suerte de reto tanto para
músico dionisíaco, y Apolo, para ejemplificar dos maneras los estudiosos como para los psicólogos. Los estudios
de sentir y expresar la música. Asimismo, en medio del sobre los sátiros han sido tan esquemáticos que ofrecen
colorido y belleza del toreo, no todos pueden tolerar la poco alimento a las intuiciones psicológicas. En contraste
matanza del toro. Puede provocar repulsión , aunque la con las ménades, que también formaban parte de la corte
repulsión, también, es parte de la experiencia dionisíaca. de Dionisos, los sátiros son, por 10 común, retratados todos
Hay mucho más que decir respecto a Dionisos en rela- con las mismas características: rostros semejantes al de
ción con la música" , En la amplia iconografía de los sátiros, Sileno, larga cabellera, orejas puntiagudas y cola de caba-
esas extrañas criaturas, con características animales, se llo; tocan sus instrumentos musicale s; muestran una
observa que quienes forman la tropa de sátiros llevan másca- conducta lasciva y están embriagados de vino. Es obvio
ras y ejecutan instrumentos musicales como la lira, la flauta que ellos representan una conexión con la esfera animal en
el hombre y debieron representar, asimismo, una faceta
21 Los griegos exaltaron a la música coral de las obras trágicas como la más

grande expresión de su arte. Desafortunadamente, sabemos poco menos que importante de Dionisos, un aspecto animal que podía ser
nada acerca de esta música dionisíaca. vivido y adquirir un significado dentro de sus límites

56 57
arquetipales-', El thiasos de los sátiros nos hace pensar en en una pieza satírica griega. Podemos imaginar que la acti-
las actuales comparsas del carnaval, en las que el traje y tud hacia la muerte en las obras satíricas expresaba el
maquillaje de todos sus integrantes son idénticos, en las que aspecto bufonesco, fatuo y caricaturesco de Dionisos". El
la individualidad de la persona queda oculta tras la máscara tratamiento satírico de la muerte a través del héroe tonto
y ello le concede licencia para toda clase de comportamien- pudiera proporcionar una imaginación bastante ajustada
tos, normalmen te, inaceptables. para mantener a la muerte cerca del aquí y ahora de la vida.
En nuestros tiempos, la palabra 'satírico' se usa en Hay algo más que considerar respecto a los sátiros. La
relación con la literatura y el teatro, para denotar el arte de naturaleza arquetipal de una personalidad puede detectarse
degradar un tema, haciéndolo objeto del ridículo, provo- en la fisionomía de la persona: un 'hijo' de Artemisa, de
cando así diversión, desprecio y burla. En esto, se distingue Hestia, o de Afrodita, por ejemplo, tiene una fisionomía y
de la comedia, que despierta la risa llana; la sátira es un arte una manera de ser específicas. Me inclino a pensar que la
burlón y, por lo general, usado como un arma. Dionisos es comparsa de ménades y sátiros que acompañan a Dionisos
el dios de la comedia así como de la tragedia. No han puede tomarse como la imagen arquetipal de los hijos del
sobrevivido piezas satíricas griegas; sin embargo, hay un dios.
fragmento magnífico de Eurípides en su obra Alcestis que Mi interés en lo que he referido ha sido mostrar cómo
proporciona una imagen de la psicología satírica en acción. la cultura dionisíaca es vivida y expresada en pequeñas
Heracles, en su camino hacia Tracia, adonde se dirigía para comunidades, ya sea en Grecia, Pompeya, Andalucía o
negociar unos caballos con Diómedes, llega a la casa de Nueva ürleans. He querido, también, propiciar un aprendi-
Admeto, justo en el momento en que se realizan los funera- zaje indirecto acerca de la forma de expresión dionisíaca
les de Alcestis, la esposa de Admeto . En una combinación en diferentes culturas, pues, de otra manera, podrían pasar
de héroe con bufón satírico, Heracles, con cierto descaro, desapercibidas. La psicología, dado su interés en las socie-
se dirige al mundo de los muertos para devolver a Alcestis dades e instituciones, debería considerar las múltiples posi-
a su apenado esposo. En esta pieza, Eurípides usa el bilidades que ofrece la agrupación denominada thiasos .
tratamiento satírico de la muerte como un recurso de la
tragedia". La forma en que retrata a Heracles, intentando
entenderse fácilmente con el mundo de los muertos es el
mejor ejemplo que tenemos de las posibilidades expresivas

22 La faceta animal de Dionisos, expresada en los sátiros, debe verse como un

contraste al aspecto animal de la locura que trataremos en la posesión de


Ágave, en la última parte de Las Bacantes de Eurípides. 24 Podemos hallar una analogía muy estrecha en esa canción de las comunida-
23 Ver T.B.L. Webster, 1976, p. 5, donde escribe: "Alcestis reemplazó a una des negras en Cuba, que se titula "El muerto se fue de rumba" , dando a enten-
pieza satírica en 438 a.C". der que el hombre muerto se despide bailando.

58 59
~ .
entiendo que la psique de esa mujer está sedienta de Dioni-
D ionisos fue venerado particularmente por las
mujeres. Su culto parece haber sido una experiencia reli-
sos. De su sufrimiento, se produce una experiencia dioni-
síaca como remedio para su sequedad y desolación. Parece
giosa orgiástica, esa "comunión con Dios" de la que hace que, a través de Dionisos, con esa experiencia corporal en
mención Dodds. Si bien no sabemos, realmente, lo que la que el dios provee éxtasis, la mujer se conecta con su
significó el entusiasmo dionisíaco para las mujeres griegas, sufrimiento . Creo que hay una diferencia muy importante
debemos preguntarnos en qué forma ese culto, a través del entre la experiencia de conectarse con el sufrimiento de
misterio y del éxtasis, las alimentaba y nutría. Podemos uno y la de sólo sufrirlo.
imaginar las almas de esas mujeres, colmadas generosa- Se suele confundir la experiencia dionisíaca con la his-
mente con la experiencia dionisíaca y, probablemente, esa teria. Por ejemplo, Dodds, interesado en los estados de
experiencia les proporcionaba intuiciones, más allá de lo posesión, menciona en Los Griegos y lo Irracional (1980),
que puede alcanzar hoy nuestra imaginación. Los misterios dos inventarios sobre los estados de posesión en la antigüe-
proveen al alma de una dimensión para vivir la experiencia dad: uno de Hipócrates y el otro, de Eurípides. Asimismo,
religiosa que, en el caso de Dionisos, significa sentirse uno trabaja sobre los estados de posesión del coribantismo;
mismo en el cuerpo, en la emoción particular del momento pero, en el Apéndice que elabora sobre el menadismo, da
que uno está viviendo. Podemos hacernos una idea de lo la impresión de que considera a la posesión dionisíaca
que Dionisos pudo haber significado para las mujeres grie- como un continente de la histeria : "lo que la parodos de
gas, cuando observamos su epifanía en la psique de una Las Bacantes nos pinta es histeria sometida al servicio de
mujer moderna . la religión" (ob. cit., 254). Para mí, esta es una forma
Permítanme ilustrar esa epifanía con dos sueños de terapéutica de ver al menadismo. Canalizándola hacia un
una mujer venezolana, de 52 años de edad, casada, madre rito religioso organizado, el culto dionisíaco contenía a la
de tres hijos y cuya vida estaba dedicada al hogar. En su histeria, cada dos años, dentro de unos límites y le propor-
sueño inicial, ella se encuentra en un desierto con un cionaba una salida, relativamente inofensiva. Sin embargo,
pequeño jarro, apenas lleno de agua hasta la mitad; una es necesario diferenciar la posesión dionisíaca de la histe-
pequeña porción de agua que no le durará mucho. Este ria, porque se trata de dos estados diferentes. Una ménade
sueño muestra una psique en una condición bastante preca- que danza está poseída por la locura divina de Dionisos, y
ria. En el segundo sueño, la mujer está vestida de blanco y no por una histeria contagiosa. Como muestra Niel Mick-
baila descalza, en éxtasis, por kilómetros y kilómetros. lem en su libro, On the Nature ofHysteria (1996), la histe-
Esta es una imagen muy precisa de una ménade. La palabra ria está relacionada con complejidades diferentes. De
'ménade' deriva de manía, que en este contexto remite a un hecho, supone una ausencia del cuerpo psíquico, mientras
estado de posesión. Jane Ellen Harrison (1957:388)dice: "Su que la posesión dionisíaca es una experiencia genuina en el
nombre... representa un estado de la mente y del cuerpo". Yo cuerpo, como vimos en el segundo sueño. Pero, podemos

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añadir, siguiendo a Mick1em, que la histeria, al ser también Ariadna y la hace su esposa. Él es, probablemente, el único
arquetipal, siempre está presente y dispuesta a manifestarse. dios que mantuvo una relación monogámica y se podría
La relación entre Dionisos y Ariadna nos cuenta algo decir que así lo imaginaron las mujeres griegas. Observan-
más sobre lo que el dios significó para las mujeres griegas. do este matrimonio más de cerca, podemos especular que
La imaginación griega alcanzó su más alto nivel de pro- Dionisos se casó con una mujer que había integrado sus
yección al igualar a la pareja Dionisos y Ariadna con Eros sentimientos y fantasías negativas, matando al Minotauro y,
y Psique. Para entender las implicaciones psicológicas de de este modo, era la esposa adecuada. Se debería presuponer
esta relación, necesitamos rastrear los orígenes de la fami- que una relación dionisíaca carga con los sentimientos
lia de Ariadna. Su madre fue Pasifae, la reina de Minos y positivos tanto como con los negativos o, para ponerlo de
su hermana, Fedra, quien se convirtió en una figura trágica. otro modo, es una relación que contiene la locura pues asi-
La dramática historia familiar comienza con la bestial mila las actitudes negativas , tanto como las positivas. Los
cópula de Pasifae con el toro, que dio lugar al nacimiento relatos acerca de Ariadna dicen que ella murió en el parto,
del Minotauro. Esta monstruosa descendencia fue retenida lo que la acerca al trágico ciclo dionisíaco. Quizás esta
en Minos, dentro de un laberinto construido por Dédalo y parte del relato fue un homenaje imaginativo que las mujeres
donde, una vez al año, se sacrificaban jóvenes de ambos griegas de la antigüedad rindieron a todas las mujeres que
sexos al Minotauro. Fue Ariadna quien dio a Teseo, el morían durante el alumbramiento.
héroe que había ido a matar al Minotauro, el hilo con que Hasta donde tengo entendido, la única novedad que
hallar la salida del laberinto. Ahora bien, el Minotauro en realmente ha ocurrido en la historia de la humanidad es el
el laberinto sirve de analogía para las fantasías negativas salto hacia delante , dado por las mujeres en tiempos recien-
que pueden abrumar emocionalmente a la psique, de una tes, al moverse, en un período muy breve, hacia campos que
forma destructiva. Ariadna tuvo la sabiduría de usar al antes eran prerrogativa de los hombres. En las universida-
héroe para la tarea de matar a su medio-hermano, el Mino- des de hoy, el número de mujeres es cada vez mayor que el
tauro. Se puede decir que se trata de la transformación de de los hombres, lo que crea una situación que habría sido
los sentimientos negativos y de las memorias de una histo- impensable unos cuantos años atrás. Con todo, al lograr
ria heredada (simbolizada por el Minotauro y el laberinto) aceptación y éxito en la vida académica, científica, política
para integrarlos a la personalidad. y de negocios, las mujeres han asumido el aspecto titánico
Después de haber matado al Minotauro, Teseo y Ariad- de la historia, con su exceso característico de facetas tecno-
na marchan en dirección a Atenas, deteniéndose antes en la lógicas, políticas y empresariales en el vivir.
isla de Naxos. Lo que allí ocurrió ha sido una inspiración Debemos preguntarnos sobre los rasgos unilaterales
para poetas y músicos. Ariadna cae en una suerte de trance, que caracterizan a esa mujer, recién exitosa y titánica . Qui-
al tiempo en que Teseo la abandona en la playa y prosigue zás la imagen de una ménade de Las Bacantes, adorando a
su rumbo hacia Atenas. Entonces, Dionisos se presenta ante Dionisos en los tiempos antiguos y que ha sido dejada atrás

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por la historia, aún está latente en algún espacio de su psi- trabajo y el de ser madres. Es válido concebir un enfoque
que inconsciente y merece reflexión . Es difícil imaginar evolutivo y postular que la biología de la mujer no está
cómo esta ménade reprimida, o la psicología que ella per- 'programada' para este modo de vida. Se trata de una
sonifica, se conduce en medio de las complejidades de la enorme brecha biológica.
mujer moderna.
Podemos observar que el instrumento que la mujer
moderna usa para enfrentar el reto que supone su incursión
en el mundo de hoy, es la aceleración titánica. Términos
como la histeria y el animus me vienen a la mente como
complementos de esa aceleración". El cuerpo de esta
mujer debe tener la condición física de la virginal Artemi-
sa para poder mantenerse trotando , con los aeróbicos , la
danza y demás. Pero, bajo ninguna circunstancia, un cuer-
po gimnástico artemisal puede confundirse con el cuerpo
emocional dionisíaco .
Se discute muchos en los encuentros de ginecólogos,
internistas, endocrinólogos y psiquiatras sobre las tenden-
cias psicosomáticas de esa mujer moderna, acelerada y
llena de tantas responsabilidades. Entre esas condiciones
psicosomáticas, por mencionar una de esas dolencias, los
problemas tiroideos han alcanzado proporciones epidémi -
cas". Nadie sabe con exactitud de qué modo están sufriendo
las mujeres su incursión histórica pues, en psicoterapia, es
común encontrar mujeres que están, de hecho, 'desmembra-
das' entre su deseo de estudiar, de competir en el lugar de
25 En este contexto , el animus significa que la mujer actúa a partir del conoci-

miento (logos ) que los hombres han logrado acumular a través de la historia .
26 Dos enfoques junguianos sobre las complejidades de los "problemas tiroi-

deos" son "Medieal and Psychiatric Diagnosis". En: H.K. Fierz. 1991. Jungian
Psychiatry. Einsielden: Daimon Verlag, cap. X, p. 203; Y "Horrori s Morbus:
Unit of Disease an Image of Ailing" de Alfred Ziegler. En: 1986. Proceeding -
s of the Ninth International Congress for Analytica l Psycholog y. Jerusalén
1983. Einsied eln: Daimon Verlag.

64 65
tección y preservación. La salv ación en la otra vida es un
La leyenda órfica en la que Dionisos es hij o del dio s
olímpico Zeus con Perséfone, la reina del mundo subterrá-
término que pertenece a la ret óri ca de los tit anes, una retó-
rica que he trabaj ado en Hermes y sus Hijos (1991 : 179), en
neo, fue, probabl emente, tom ada del fragmento de Herácli- rel ación con Don Ju an. La salvación es también un dogma
to que dice : "D ioniso s y Hades son uno y lo mismo" ; una de la cristi andad y el atractiv o fundamental de las sectas
afirmación qu e le atribuye una poderosa conexión con la modern as, algo que debe considerarse cuando aparecen, en
muerte. Podemos imaginar distintas concepciones de la la psicoterapia, fant asías similares .
muerte, acordes con los diferentes ámbitos arquetipale s de En el mundo de hoy, es ob vio que la mu erte ha perdi-
los dioses y dio sas. Di ría que, en el ca so de Dion iso s, la do el lugar que antes tenía en la cultura. La perplejidad
muerte tiene un a inmedi ate z: es vivida en el presente, en el ante la muerte es un lugar común. Los ritos dioni síacos de
aquí y ahora; su pre sen cia en la imaginación y en las muerte se han perdido y han ca ído en las manos de los opo-
emociones alimenta al alma. La muerte es la emoción más nentes de Dionisos : los titanes. Recordemos que Prometeo
fuerte y la más individual. Me gustaría diferenciar la em o- se jacta: "Sí, yo hice que lo s hombres dejaran de prever su
ción de aflicción y gemido por la muerte de un ser querido muerte" (Aeschylus, 196 1:28). Desde la Edad Media, el
de la emoción por nue str a propia muerte. Qui siera que se colorido que la muerte otorgaba a la vida, se ha ido de sva-
entienda que mi inten ción aquí no es contradecir a los estu- neciendo. De manera gen eral , la muerte se ha convertido en
diosos que han trabaj ado en los rito s dionisíacos de la muer- ape nas una palabra, sepa rada de la im agen que le otorgaba
te, basándose en la evidencia de la cultura de sarcófagos, que emoción. En la tradición católica, se conserva alguna ima-
representa a la imaginería de una vida después de la muerte. ginería. Alfred Ziegler (1983 :53) menc iona la im aginería
Ellos nos dicen que , en los tiempos griegos y romanos, las del barroco , cuando relacion a a la muerte con la medicina
sociedades dioni síacas de entonces tenían un ritual de duelo psico somática y con la psicoterapia, en una nota sobre las
para la muerte de sus miembros. Desde la perspectiva de la reliquias barrocas de San Féli x: "La veneración de los hue-
psicología, uno puede enfocar esta imagin aci ón como una sos de los mártires no só lo tiene importancia religiosa, sino
manera de propiciar la emoción dionisía ca de la muerte: el que está relacionada co n la teoría médica seg ún la cual los
aquí y ahora de la mu erte. Pero , como escribe Susan Guettel síntomas son tratados con sus semejantes, similis simile'F',
Cale: "Cuando los adoradores rueg an a Dionisos pidiéndole Zi egler vio en la preservación de las reliquias, este tipo de
seguridad o protección, su ruego se refiere a esta vida, no a la relación con la muerte; pero, yo establecería idéntica rel a-
siguiente'?'. Guettel analiza una inscripción en la que ción con las imágenes procesionales de la pasión y agonía
aparece la palabra 'salvación', con la connotación de pro- de Je sucristo. La imagen de la ago nía propicia un acceso a

28 Creo que el barroco tiene un poderoso ingrediente dionisíaco; a saber, en su

27Ver "Voices from the Grave: Dionysus and the Dead". En: Susan Guettel conexión con la muerte y con la decadencia y en su respeto por los rituales y
Cale, 1993. las imágenes.

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la muerte. La agonía es una imagen interior en la vida Sería una conciencia dionisíaca cuya vecindad con la muer-
diaria. Al ser una imagen, no sólo se trata de una palabra te, la aproxima a la depresión; la humedad pudie ra sentirse
sino que tiene una psicología propia. La medicina moderna en las lágrimas que acompañan a la emoción. La medicina
ha destruido la posibilidad de que la agonía nutra nuestra griega consideró que las lágrimas estaban relacionadas con
conciencia, al no reconocerla como una realidad psicoló- el elemento agua". La humedad, relacionada con la emo -
gica. Cuando un paciente comienza a agonizar, el médico, ción, aparece también en la imaginación alquímica de las
invariablemente, le prescribe una medicina que suavice ese lágrimas como aqua lacrimae. Hay mucho que decir acerca
tránsito. de la relación entre Dionisos y la depresión. Los estudiosos
Respecto a Dioni sos y la muerte, además del men - sienten mayor atracción por los aspectos frenéticos y ma-
cionado fragmento de Heráclito, se conoce la imaginería níacos de los rituales dionisíacos, pero mi interés está en
griega de las principales deidades del reino de los muertos . prestar atención a los movimientos lentos y a las vivencias
En una vasija griega , están representados Deméter, Hermes, que, respecto al cuerpo, propician esos rituales . Son tam-
Perséfone y Dionisos (Kerényi, 1997:249) y podemos ima- bién atributos de Dionisos y proveen a la psique de una
ginar la trinidad ctónica de Hades , Plutón y Dionisos como imaginación que la acerca mucho más a la depresión. Con
representaciones, respectivamente, de la muerte, la riqueza el movimiento lento, Dionisos nos ayuda a aceptar la
y de la traged ia y la cultura; representaciones que enrique- depresión. Existe una imagen de Dionisos en la que, re-
cen nuestra visión del mundo de los muertos, en la psique . clinado sobre el lomo de un asno, va bebiendo vino de un
Si Dionisos tiene una relación estrecha con la muerte, de cántaro y mirando lo que deja atrás. El asno es ubicuo en el
ello se desprende que tiene una relación estrecha con la escenario mediterráneo. Su lentitud proporciona la metáfo-
depresión . Tradicionalmente, Saturno, el viejo Cronos, es ra adecuada para la lentitud de la depresión y esta metáfora
la figura que ha atraído la imaginación relacionada con la propicia la incubación, ese espacio tan básico para el arte de
depresión. La iconografía lo represen ta como un lisiado la psicoterapia. Me gustaría que la imaginería dionisíaca
con el cuerpo cubierto de llagas. A su imagen se asocia una sobre el cuerpo y la muerte, que presentamos a continua-
depresión fría , seca y rígida; su cronicidad se manifiesta, a ción y que hemos tomado de Niel Micklem (1996:91), sea
menudo, físicamente como una enfermedad y, psíquica- leída con esa lentitud del cuerpo y del alma y teniendo en
mente, con una retórica repetitiva y pesimista. mente la afirmación de Heráclito respecto a que Dionisos y
Walter Otto asocia a Dionisos con la humedad". Esto Hades son uno y lo mismo:
implica que la depresión dionisíaca, al ser húmeda, puede
compensar la sequedad y rigidez de la depresión saturnina. Hades introduce el motivo de la muerte. Ninguna discusión
sobre el cuerpo estará completa sin ella. Hades y el cuerpo pue-
29 Ver "Dionysus and the Elem ent of Moisture", En: Walter Otto, 1965, capí-

tulo 14, p. 160 Y ss. 30 Ver "The Flux of Feeling ". En: Ruth Padel, 1992, capítulo 4.

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den parecer, a primera vista, muy remotos uno del otro; sin
embargo, hay una relación ese ncial y, si esto neces itara confirma- A ntes de acercarnos a Las Bacantes de Eurípides,
ción, se hace patente en dos observaciones muy conoc idas : qu e quisiera referir algun as especulaciones sobre el origen de
Hades es el dios griego de la muerte y que la muerte entra al Dionisos. Los estudiosos han rastreado sus orígenes en
mundo con el cuerpo para permanecer allí como su constante Asia o en Tracia, una teoría que ha generado mucha con-
comp añera a lo largo del trayecto de la vida. trover sia; también , ha habido mucha literalización en esos
estudios. En realidad , Dionisos es un dios definiti vamente
griego pues aparece en las tablas de escritura B, cuya data
es de alrededor de unos 1.250 años a.e. y que son el primer
testimonio escrito de los griegos. Euríp ides presenta a
Dioni sos como un dios que llega del extranjero, aunque su
madre hubiera nacido en Tebas. Por tanto, para Eurípides,
Dioni sos era un dios local y extranjero al mismo tiempo y
de esta forma se presenta, frecuentemente, en los sueños:
un extranjero que result a famili ar, paradoja aparente que
podría contribuir al movimiento psíquico. En los rituales,
Dioni sos es invocado como quien viene de afuera: "¡Ven,
ven, ven, Dionisos!" Esta es la clase de invocación que
pertenece a la mayoría de las religio nes dioni síacas. Siem-
pre es un extranjero a causa de la represión natural que es
característica a su configuración arquetipal, la que lo
presenta como si viniese de afuera. Creo que el lector no
encontrará dificult ad en apreciar cómo, psicológicamente
hablando , aquello que está más cerca de nosotros (el cuer-
po en el que hemo s nacido ) es, al mismo tiempo , lo más
extraño a nosotros.
A lo largo de este trabajo , he venido refiriéndome al
cuerpo en relación con Dioni sos. Aquí , quisiera repetir que
vivir en el cuerpo es sumamente difícil y ajeno a nosotros,
tan ajeno como la forma en que los griego s imaginaron el
origen de Dioni sos. No existe una conexión fácil con el
cuerpo psíquico. Escribir sobre la posible relac ión entre el

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cuerpo psíquico y sus implicaciones psicosomáticas, se
encuentra fuera del alcance de cualquiera; pero, podemos EuríPides escribió Las Bacantes en su vejez, cuando
comenzar a tener una conciencia del cuerpo psíquico cuan- estaba exiliado voluntariamente en Macedonia, un lugar en
do nos hacemos conscientes de nuestra alienación frente al el que los ritos dionisíacos habían conservado, sin duda,
cuerpo, cuando nos hacemos conscientes de cuán fácil rasgos más arcaicos que en Atenas, donde las emociones
resulta perder nuestra relación con él. Mediante esa con- dionisíacas estaban contenidas por el teatro y su ritual. La
ciencia podremos, pacientemente, establecer una relación base para la concepción que tuvo Eurípides del dios está en
con el cuerpo y construir quizás una conexión psicológica la segunda parte del mito órfico, que ya hemos mencio-
con él. nado, donde Dionisos aparece como hijo de Zeus y de
En la psicología moderna, cuando se trata de Dionisos, Semele.
hay poca discusión relacionada con el cuerpo psíquico y Las Bacantes comienza con la entrada de Dionisos . La
nuestra conexión con él. En el contexto del cuerpo, está el dirección de escena lo describe llevando una corona de
espacio apropiado para tratar sobre Dionisos y el teatro. El hiedra, un thyrsus en su mano y vestido con una piel de
arte de Dionisos pa r excellence se encuentra en el teatro. corzo. Tiene larga y fluida cabellera y su belleza es juve-
No podemos concebir un buen actor que no tenga una con- nil, casi femenina . Llama la atención, su androginia. La
ciencia del cuerpo. Nuestros pensamientos se mueven dirección de escena de Eurípides, que se traduce en una
hacia el fascinante campo del entrenamiento teatral, una imagen andrógina de Dionisos, abunda en las complejida-
disciplina en la que la psicología del cuerpo se hace una des de la psicología dionisíaca. Debemos recordar que el
realidad dolorosa y en la que las palabras y el cuerpo del actor llevaba una máscara para representar la belleza juvenil,
actor deben reunirse en una conciencia dionisíaca. Esta femenina, fluida de Dionisos, lo que le forzaba a expresarse
combinación de cuerpo y palabra consteliza los estratos mediante su cuerpo.
dionisíacos de la psique, no sólo en el actor, sino también Dionisos procede a presentarse a sí mismo:
en el psicoterapeuta.
Soy Dionisos, hijo de Zeus. Mi madre fue
Semele, hija de Cadmo . Hizo de partero el fuego
del relámpago. He venido aquí, a Tebas,
la de los dos ríos, Dirce e Ismeno,
para revelar mi divinidad
tomando forma humana ...
(Euripides, 1954: 91)

Se ha escrito mucho sobre esta primera aparición de

72 73
Dionisos en escena y, en particular, sobre los dos nive les, Respecto a la apariencia andrógina de Dionisos, Thomas
lo humano y lo divino, en la pre sencia y palabras de Dioni- Carpenter trabaja la transición del Dionisos barbado al Dio-
sos. Sus palabras tran smiten la paradoja de que el actor es nisos imberbe que retrata Eurípides. Parece que , de allí en
Dionisos y, al mismo tiempo, no lo es. En otras palabras, adelante, el joven Dionisos predominó en la iconografía" .
nos introduce en el secreto de la psicología dionisíaca al Uno siente que debió haberse producido un mo vimiento
enseñar cómo representar a Dionisos sin identificarse con psicológico a lo largo de la historia de la poesía trágica que
el dio s. La paradoja es expresión favorita de Hermes; ella culminó con la aparición del Dionisos de Las Bacantes.
transmite conciencia e inconsciencia, simultáneamente. Michael Jameson (1993) refiere que Esquilo pre senta, en
Por supuesto, Eurípides fue un hombre de teatro y esta Licurgo, un Dionisos andrógino, como un personaje secun-
obra enseña al actor cómo interpretar un papel sin identi- dario . Sin embargo, podemos concebir que se produjo un
ficarse con sus contenidos psíquicos; en este caso, el papel proceso colectivo que condujo a la concepción de Eurípi-
de Dionisos. A través de la obra, Eurípides insiste en esta des sobre el dios. Colocó al dios del teatro en escena y, lo
enseñanza básica. Más adelante, en el mismo parlamento, que es más, lo presentó como andrógino.
Dionisos dice: "He cambiado mi forma y he tomado la En esta transformación de Dionisos, uno imagina que
figura de hombre" (ob. cit., 193). Me parece que esta línea intervienen complejos históricos. Eurípides debió haber per-
expresa una actitud muy importante de la psicología cibido un gran sufrimiento colectivo, tras esa representación
dionisíaca. Si nos identificamos con el rol que nos toca que hizo del dios. Es casi un reto imaginar la reacción de la
interpretar en la vida nos volvemos titánicos, porque la audiencia ateniense frente al dios del teatro en una imagen
identificación es la esencia del titanismo . En otra parte de andrógina ¿Sintieron aca so la repugnancia que pro voca,
la obra, Eurípides vuelve a tocar el mismo tema cuando usualmente, esta imagen? La aparición del hermafrodita en
Dionisos responde a una pregunta de Penteo: los sueños casi siempre suele ser repugnante para quien
sueña. Las imágenes alqu ímicas del hermafrodita son, de
Penteo: igual modo, sumamente repulsivas y dementes, aunque la
¿De modo que tú has traído estos rituales a Hellas? imagen repulsiva puede ser vista como un ingrediente
Dioniso s: dionisíaco que contiene a la locura.
El mismo Dionisos, hijo de Zeus, me inició en ellos. La imagen que de Dionisos da Eurípides coloca al dios
(ibídem, 206) en el lugar más distante de la tradición heroica griega, que
estaba ejemplificada por los hombres que lucharon en la
Estas líneas tienen una amplia connotación si no redu- Guerra de Troya. Las obras del ciclo troyano, a las que de-
cimos el ritual dionisíaco tan sólo al de las ménades en la bemos conceder el crédito de haber mostrado, por primera
montaña, sino que lo vemos como la esencia de un modo
de vida, el dionisíaco. 31 Ver "On the Beardless Dionysu s". En: Thornas H. Carpenter, 1993.

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vez en la historia, la psicología psicopática de los héroes, Anaxágoras, Diágoras, Sócrates, casi seguramente Protágoras, y
estaban respaldando a Eurípides, cuando escribió sus dos posiblemente Eurípides. En todos estos casos, salvo el último,
últimas tragedias, Las Bacantes e Ifigenia en Aulis", triunfó la acusación: Anaxágoras fue probablemente multado y
El haber opuesto Dionisos a Penteo, un héroe político, desterrado; Diágoras se salvó con la huida; lo mismo, probable-
un psicópata ansioso de poder, parece reflejar lo que llevó mente, hizo Protágoras; Sócrates, que podía haber hecho lo propio ,
a Eurípides fuera de Atenas y hacia el exilio en Macedonia. o podía haber pedido una sentencia de destierro, prefirió quedarse
El modo en que hace que Dionisos destruya a Penteo en Las y beber la cicuta. Todos éstos eran hombres famosos. No sabemos
Bacantes nos obliga a considerar dos niveles psicológicos: cuántas personas, más oscuras, sufrieron por sus ideas. Pero las
un nivel íntimo de la personalidad que ha reprimido la pruebas que tenemos son más que suficientes para demostrar que
piedad y la forma de vida dionisíaca, donde tiene lugar la la Gran Época de la Ilustración griega fue al mismo tiempo, como
venganza dionisíaca que la conduce hacia la locura y la nuestra, una época de persecución, de destierro de estudiosos,
destrucción y, un nivel exterior, vivido en la Atenas domina- de trabas para el pensamiento, e incluso (si podemos creer la
da por el titanismo político y psicopático durante la Guerra tradición sobre Protágoras) de quema de libros .
del Peloponeso, que resultó ser el capítulo final de la gran
poesía trágica. Eurípides estuvo en el exilio a causa del La descripción de Dodds nos demuestra, con exacti-
poder político titánico que dominaba a su querida Atenas. tud, cuánto debió haber sufrido Eurípides en Atenas, antes
Dodds (1980: 180-81) describe la represión política y la de marcharse al exilio.
persecución de esa época en Atenas, así: Al principio, Zeus tuvo la intención de que Dionisos
.dominara al mundo (Nilsson, 1949:216), intención ésta que
Pero la prueba más impresionante de la reacción contra la nos muestra el funcionamiento de la imaginación griega.
Ilustración puede verse en el éxito de los procesos seguidos con- Nos llama la atención la relación padre/hijo. Apolo fue
tra intelectuales por motivos religiosos, que tuvieron lugar en conocido como la conciencia de Zeus, una relación en la
Atenas en el último tercio del siglo V. Hacia el 432 a.e. o un año que el hijo incorpora una nueva conciencia histórica e in-
o dos después, se declararon delitos denunciables el no creer en lo telectual ya asimilada por el padre. La relación entre Zeus
sobrenatural y el enseñar astronomía. Los treinta años siguientes, y Dionisos fue muy diferente: el padre acepta la oscuridad,
aproximadamente, fueron testigos de una serie de juicios por la androginia y la embriaguez de su hijo, que es también el
herejía, únicos en la historia ateniense. Entre las víctimas se cuen- dios de teatro, de la tragedia así como de las mujeres. Un
ta la mayoría de los jefes de la ideología progresista de Atenas: enfoque psicológico del mito vería en el dominio sobre el
mundo, el dominio sobre la psique y esto da qué pensar.
32 Veinticinco siglosmás tarde, Jung reflexionó sobreel héroe como un psicó-
Sin embargo, mi propio enfoque sería concebir la intención
pata en su obra "Tres Ensayos sobre Hechos Contemporáneos". En: CWlO. de Zeus respecto a Dionisos, en términos de una persona-
Civilization in Transition. lidad que se reconoce arquetipalmente gobernada por, o

76 77
centrada en una conciencia dionisíaca y, por tanto, con una cación del self. Debemos recordar que el rebis, así como el
conciencia trágica. Si seguimos esta línea de pensamiento, Hermafrodita, era el producto final del proceso alquímico.
sería la conciencia de un conflicto natural, personificado Quizá sería una asociación atrevida concebir la aparición
por Dionisos y los titanes; una conciencia trágica en la que del Dionisos andrógino en la tragedia, como el resultado de
una imagen conflictiva da equilibrio a la personalidad, o en un proceso similar al alquímico.
la que Dionisos ha sido asimilado junto con sus compleji- En Herme s y sus Hijos , he tratado al Hermafrodita
dades arquetipales . En cualquier caso, se trata de una ima- como el producto de la tensión psicológica creada por el
gen sumamente compleja que forma parte de nuestro ser. deseo y el rechazo y me refiero también al modo en que la
Debemos apreciar, asimismo, que, para los griegos, tensión de esa dinámica da lugar a la conjunción de los
Dionisos y su conflicto trágico fueron un momento culmi- opuestos, expresada en la unión del hombre y de la mujer
nante de la cultura: "No hay duda de que Zeus llevó a cabo en la imagen del Hermafrodita". Es posible imaginar un
el desempeño de lo divino, pero fue Dionisos quien lo proceso similar entre los poetas trágicos griegos hasta que
completó o, para usar una expresión moderna, 'el que el Dionisos andrógino de Eurípides llegó a la escena. En el
coronó la creación del mundo" (Kerényi, 1997:251-2). mismo libro, estudio la 'debilidad' del Hermafrodita, como
Esta proyección puede ser una metáfora de la posibilidad un aspecto importante de la conciencia dionisíaca. Cual-
de un equilibrio psíquico en un mundo, obviamente, gober- quier acercamiento a Dionisos debe tener en cuenta esa debi-
nado por los titanes. Otro aspecto de la relación padre/hijo lidad. Sería absurdo abordar a este dios desde la armazón de
se encuentra en el hecho de que Zeus es el hacedor de imá- un ego intelectual. Esa debilidad juega un papel importante
genes y Dionisos , su hijo, la encarnación de la imagen de en la formación del psicoterapeuta. El terapeuta que posee
la androginia en el cuerpo. Para ampliar estos dos aspectos un ego poderoso polariza el inconsciente.
de la psicología dionisíaca, se debe hacer mención, de La primera entrada de Dionisos puede ser vista como
nuevo, de la tradición que igualaba a Dionisos y Ariadna la imagen de un sueño; para acercarse a ella, la concien-
con Eros y Psique y, de este modo, concebir que el Dioni- cia debe situarse en un nivel de simetría; un nivel que yo
sos andrógino contiene en sí mismo el dinamismo de Eros asocio con la media natura alquímica, una conciencia
y Psique. que se ajusta a las demandas dionisíacas del teatro y a la
La androginia de Dionisos nos lleva a la psicología pro- visión dionisíaca del mundo. Los sueños en los que apa-
funda. Jung trabajó exhaustivamente sobre la androginia y rece el teatro tienen la connotación de ser el despertar de
le concedió una gran importancia . Estableció una sólida una conciencia y reflexión dionisíacas. Por ejemplo, no
equivalencia entre el self, que regula el equilibrio de la puedo hacerme la idea del "All the world's a stage" de
personalidad, y el Hermafrodita, que sintetiza la unión de Shakespeare, o de "El gran teatro del mundo" de
los opuestos, hombre/mujer. Esto nos permite especular 33Ver "Hermes-Psicoterapia-Hermafrodito". En: Rafael López-Pedra za,
que el Dionisos retratado por Eurípides fue una personifi- 1991, capítulo 1.

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Calderón, sin esa conciencia o sin una visión dionisíaca envidia en la comunidad, debía pagar, por ello, con el ostra-
del mundo . cismo. Walcot nota cómo la envidia se presentaba, sobre
Dionisos se presenta en el escenario lleno de celos y con todo, entre las personas estrechamente vinculadas: entre los
deseos de venganza. Ha venido a vengarse de las hermanas miembros de una familia y los amigos. Hace una excelente
de su madre porque ellas han negado su divinidad. Prosigue descripción de la envidia en los tiempos paganos, antes de
narrándonos que las ha enloquecido porque, a causa de su que el cristianismo la convirtiera en un pecado capital,
envidia, han distorsionado la verdad sobre su nacimiento, di- reprimiendo así la conciencia de ella. Más importante aún,
ciendo que no era hijo de Zeus. La envidia es una emoción; Walcot hace que uno piense en cómo diferenciar la envidia
de manera que, ya desde el principio de la obra, estamos en de los celos, dos emociones que, con frecuencia, se solapan
el ámbito de las emociones y de la locura. y crean confusión en la cultura occidental (ob. cit., 1).
En la obra, Semele tiene tres hermanas: Ágave, Autó- La envidia es una emoción más común de lo que cree-
noe e Ino. Este es un motivo conocido en la literatura de mos. Y, cuando nos domina, nos ciega frente a todas las
cuentos de hadas, donde la envidia suele aparecer. Un emociones. Para mí, envidiar la riqueza de alguien es una
modelo de un cuento de hadas es el mito de Eros y Psique. cuestión secundaria. Me interesa mucho más descifrar esa
Una de las primeras tareas de Psique es librarse de sus tres locura que tiene lugar cuando uno, al compararse con
hermanas envid iosas. El genio de Eurípides trae este mo- alguien, queda enajenado de uno mismo.
tivo a la tragedia, en justa oposición a la psicología del Así como la envidia está presente en el relato de Eros y
cuento de hadas . En lugar de librarse, de una forma mágica, Psique o en Las Bacantes, también aparece en psicoterapia;
de esas hermanas, Eurípides hace que Dionisos las haga a veces, revelándose como un aspecto de la personalidad y
enloquecer, una locura trágica: otras, como el componente dominante de una psicosis o de
una dolencia psicosomática. La envidia aparece cuando una
Por eso, he enloquec ido a sus hermanas, todas delirantes persona es incapaz de aceptar su personalidad o sus limita-
han abandonado sus casas; ahora, han hecho del monte su hogar; ciones, y puede convertirse en un complejo disociado, que
sus mentes están extraviadas. actúa de modo autónomo y hace difícil, si no imposible, la
Las he obligado a llevar los emblemas propios reflexión. Para que el psicoterapeuta pueda detectar la
de mis misterios. presencia de la envidia en la psique, debe estar familiariza-
(Euripides,1954:192) do con esa emoción y también debe tener suerte porque la
envidia, frecuentemente, suele estar muy escondida. Con
En su libro, Envy and the Greeks, Peter Walcot todo, en la tragedia de Eurípides, es obvio que Ágave, lo y
(1958:53 y ss.) señala la importancia de la envidia entre los Autónoe han sido poseídas por la locura de Dionisos porque
griegos. Por ejemplo, la envidia era objeto de atención para sienten envidia de Semele, la madre de Dionisos.
la vida en comunidad: el griego sabía que si llegaba a causar En tres líneas que son una imagen, Dionisos presenta

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al protagonista de la tragedia, Penteo, un ser mortal, hijo de dios, por otra parte, son causados por el rechazo a ese dios o
Ágave, la mayor de las hermanas: por el desconocimiento de la forma arquetipal de vida repre-
sentada por la deidad, tal y como Eurípide s lo describió en
Ahora Cadm o ha cedido su trono y honra como a un rey relación con Dionisos.
a Penteo, hijo de la mayor de sus hij as, Ágave. Él [Penteo] Aunque las actitudes de esos dos escritores frente a los
se rebela ante los dioses, me desafía, me exclu ye de sus celos son clásicas, la de Eurípides merece mayor atención de
libaci ones, jamás me nomb ra en sus oraciones. Por esto los estudiantes de psicología porque ofrece la posibilidad de
me re velaré , ante él y ante todos los tebano s, como un dios. entender exactamente lo que la represión de un dios como
(Euripides, 1954:193) Dionisos, con todas sus complejidades arquetipale s, signifi-
ca psicodinámicamente. La emoción de los celos aparece en
Con estas líneas, Dionisos, en el escenario y lleno de la psicoterapia en un rango que va desde la negación hasta
emoción, expresa abiertamente sus celos - los antiguos celos la posesión. Siendo una de las emociones más humanas, nos
de los dioses- oAl igual que la envidia, los celos de los dioses conecta con el reino animal de los instintos. Hay situaciones
aguardan por alguna diferenciación. Hablando en términ os de celos que terminan en una destrucción total. Abundan en
mitológicos, uno puede imaginar que cada dios o diosa las noticias de crímenes de los periódicos. Hay matrimonios
muestra sus celo s de maneras diferentes. Podemos ver tam- dominados por los celos. He tenido la experiencia personal
bién que el discurso de Dionisos en relación con Penteo se de una mujer, tan poseída por los celos, que sintió un gran
refiere, en el lenguaje de la psicología junguiana, a los alivio cuando murió su marido y sé de un matrimonio que ya
complejos dioni síacos que Penteo ha reprimido y, por duraba 'veintiocho años, en el que la base de la relación eran
tanto, no ha vivido . los celos obsesivos. Me pregunto si este tipo de celos no son,
Dentro de la gran tradición literaria de la cultura occi- simplemente, la cubierta o el continente de una locura
dental, Shakespeare se refiere a los celos de Otelo, como mayor.
celos sexuales; se convierten en un estado de posesión que 10 El genio de Eurípide s estaba en su cima en el momento
conduce a la destrucción trágica. En Shakespeare, los celos en que expuso los celos de los dioses. En Hipólito, muestra
se expresan en forma directa y están motivados por la sexua- cómo Afrodita toma venganza en Hipólito porque éste no
lidad, lo que los distingue de la visión que tiene Eurípides de adoraba su divin idad. Es impecable el retrato que hace del
los celos de un dios. En La Gitanilla, Cervantes escribe sobre estado de posesión de Fedra por Afrodita, junto con toda
los celos, aunque en contraste al Otelo de Shakespeare, la una serie de síntomas; es esa posesión la que genera la
gitanilla es presentada como una sabia, porque ella conoce trama de la tragedia. En Las Bacantes, mue stra a Dioni sos
los celos, sabe acerca de esa sombra de la cual provienen tomando venganza de Penteo, porque éste no le rinde
grandes conocimientos. Los celos pueden dominar a cual- culto. Ambas tragedia s ofrecen una lección sobre la repre-
quiera de nosotros, en cualquier momento. Los celos de un sión que produce los celos en los dioses: en el caso de

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Hipólito, su rigidez, al adorar sólo a Artemisa, le lleva a
reprimir a Afrodita y su carnalidad, mientras que en el caso
de Penteo, se trata de su brutal represión de Dionisos.
D ionisos abandona la escena y entra el Coro
compuesto por bacantes, o ménades , las mujeres cuya
forma de vida se centra y adquiere significación en el culto
a Dionisos . Respecto a las ménades, Kerényi (1997:257)
escribe:

El que las observara de lejos vería en ellas las formas varia-


das y apenas diferenciables de 'la manía': tal vez esta sea la mejor
traducción de la palabra mania, pero hay que tomarla como carga-
da de todos sus sentidos a la vez: el del amor vehemente y el de
la rabia colérica. Por eso las mujeres en tomo a Dionisos fueron
llamadas mainades , 'ménades' , y al dios mismo se le llamó
mainomenos o mainoles, significándose 'enrabiado' , 'poseso',
'frenético' , en el sentido amplio de la palabra ...

Deberíamos comenzar a establecer una diferenciación


entre la locura ritual de las ménades, causada y 'curada' por
el dios y la locura producto de la venganza que los dioses
toman por celos, con la cual el dios conduce al poseído a
la destrucción . La tragedia muestra estas dos clases de
locura. Es muy importante tener en cuenta esta diferencia-
ción, ya que es básica para que podamos entender la
psicología dionisíaca .
Las ménades entran al escenario bailando, moviéndose
al ritmo de las flautas y los tambores . Llevan coronas de
hiedra, blancas túnicas y portan tirsos. Imagino que avan-
zan por el escenario bailando suavemente y moviendo sus
cuerpos con lentitud.
En la primera estrofa, el Coro canta que viene desde
lejos, desde la montaña sagrada:

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Corremo s tras el dios de la risa; y, purificado por el ritual obligado,
el trabajo es alegría y la fatiga, placentera, entra en el éxtasis de la soledad de la montaña.
nuestra canción celebra a Baco. (ob. cit. , 194)
(Euripides, 1954: 193)
A partir de estas líneas, podemos pensar que Eurípides
Evidentemente, ellas no se sienten cansadas. Bailar sin conoció la experiencia mística de Dionisos . Considero que
sentir fatiga es el motivo que aparece, también, en el sueño es una estrofa muy importante porque muestra a la soledad
de la mujer venezolana. El verso "El trabajo es alegría y la no sólo como una experiencia individual, sino como algo
fatiga, placentera", nos transmite un logro psíquico de la que puede ocurrir dentro de un grupo. Las frases "la místi-
mujer dionisíaca y pertenece a la alquimia de su alma. Esta ca unión" y "purificado por el ritual" quizá apunten a un
paradoja es similar a lo que George Ripley nos refiere misticismo que no necesita ser forzado por ninguna ascesis.
como la meta final de la alquimia: "una herida dulce, un Más adelante, en una escena conmovedora, Tiresias, el
suave mal" . La alquimia nos puede ayudar a leer esta ima- viejo augur, hace su entrada en el escenario y, aunque
gen con profundidad. Trato de asimilar esa "herida dulce" ciego, recorre su camino hasta la entrada del palacio de
a una conciencia que, de cierto modo, es capaz de integrar Penteo y toca a la puerta . Ha llegado en busca de su viejo
y transformar el sufrimiento en una experiencia del alma. amigo Cadmo y pregunta por él, diciendo :
La imagen de las ménades nos descubre más sobre la
psicología dionisíaca que cualquier especulación que oO, yo soy un viejo, y él, más viejo todavía
podamos hacer. Regre sando a los titanes por un momento, pero acordamos que tomaríamos los tirsos,
la "herida dulce " está en contraste con el sufrimiento titá- vestiríamos las pieles de corzo,
nico, que es vacío, existencial, repetitivo y carente de y coronaríamos nuestras cabezas con brotes de hiedra.
cualquier posibilidad de reflexión y de conciencia. (ibídem , 197)
Uno percibe a la alegría, ese sentimiento tan podero-
so y genu ino, como atributo de Dionisos. Se trata de una Los viejos amigos se han vestido para asistir a una orgía.
Tiresias representa la sabiduría interior y el arte de la adivi-
emoción que acompaña a otras clases de sentimientos,
nación; mientras que Cadmo, el padre de Semele, la madre
como lo ejemplifica Eurípides.
de Dionisos, representa la tradición. Se han reunido para
El Coro prosigue en la segunda estrofa: celebrar a Dionisos en las montañas. Estos dos ancianos
representan la psicología de una vejez que se rinde ante
Bienaven turado es el hombre alegre Dionisos y es mi gran interés acercarme a la vejez desde el
iniciado en los misterios que los dioses han instituido, ámbito arquetipal de Dionisos. Cadmo dice: "Podría golpear
santifica su vida y reúne alma con alma en una mística unión, la tierra con el tirso durante toda la noche/ y también durante

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todo el día, sin sentirme cansado" (ídem). Su decisión de años, aún se aferran patéticamente a su juventud, aparente-
hacer el camino hacia la montaña, a pie, demuestra una mente sin conciencia de los años por venir. Hasta donde
energía dionisíaca en la vejez. Las palabras de Cadmo son tengo conocimiento, la psicología moderna no ha estudiado
imagen que ilustra de qué se trata la danza dionisíaca; una ni explorado las posibilidades de Dionisos en la vejez. En la
danza en la que cualquier rigidez del cuerpo del anciano psicología junguiana, la vejez es reflexionada a través del
desaparece. La danza no sólo es una de las más antiguas arquetipo de dos caras puer/senex, el arquetipo que gobier-
expresiones del ser humano, sino incluso de los animales. na, fundamentalmente, a la conciencia a lo largo de la vida,
En los sueños, la danza sugiere que quien sueña está un registro del almanaque, tanto cronológico como psicoló-
conectándose con una expresión del cuerpo muy arcaica, gico, por decirlo así. Los grandes pioneros de la psicología
instintiva y emocional; puede ser interpretada como la moderna han escrito muy poco acerca de sus propias psiques
imaginería dionisíaca interior del alma y del cuerpo. En en la vejez. Ante esta circunstancia, es comprensible que los
cualquier momento , podemos estar acompañados por esa psicoterapeutas se inclinen por la tendencia colectiva de
imagen interior de la danza. Al comentar sobre Teoría y reprimir cuanto esté relacionado con la psicología de la vejez.
Juego del Duende de Federico García Lorca", hice mención Pero asimismo, nos cuesta aceptar que haya personas que, a
de una anciana que ganó un concurso de flamenco con sólo sus ochenta años cumplidos, continúen discutiendo, con
ponerse de pie en el tablao y dar un giro con su cuerpo. En vehemencia, sus teorías acerca de la niñez, sin dar testimo-
este arte tan dionisíaco como es el flamenco, la vejez signi- nio de su vida emocional durante la vejez. El hecho es que
fica sabiduría y sazón. Cuando la gente mayor canta y baila la abrumadora fuerza del drama de la vejez hace de su psi-
flamenco es intensamente conmovedora porque baila de cología una tarea muy difícil, muy alejada de las palabras
acuerdo con su edad. La danza dionisíaca tiene una calidad fáciles. Las emociones que engendran las imágenes que se
atemporal, por lo que puede ser bailada en todas las eda- presentan en esta edad permanecen como experiencias
des, por un niño pequeño y por una persona mayor. No interiores, del alma, y dan lugar a la desesperación por la
existe una edad ideal para el estilo de vida dionisíaco. El incapacidad de darles expresión a través de las palabras.
baile flamenco incentiva a la imaginación y nos proporcio- Debemos notar que la aproximación a la vejez es suma-
na una idea de lo que pudo haber sido la danza de las mente racional y unilateral, dominada por la concepción
ménades en los tiempos antiguos. actual de proveer cierta calidad de vida mediante una batería
Vivimos en un mundo en el que el modelo de vida de medicamentos. Así, la edad queda circunscrita a los
predominante es el de la juventud. De este modo, vemos hoy parámetros de normalidad que define la medicina. La vida
a personas mayores en la triste condición de ser incapaces de emocional, las memorias y el alma quedan excluidas. La
vivir el aquí y ahora de la vejez; personas que, a los setenta insistencia en una imagen idealizada de la juventud sólo
exacerba la ansiedad en la vejez y bloquea la aceptación de
34 Ver "Reflexiones sobre el Duende", En: Rafael López-Pedraza, 2000 . esa depresión lenta, tan necesaria en esa época de la vida;

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justamente en la vejez, cuando el cuerpo se convierte en olvido de acontecimientos; los acontecimientos sin ima-
una vivencia incomparable y adquiere una realidad casi gen. Creo que estos trucos de la memoria, que está tan
aplastante; la presencia del cuerpo es percibida constante- cerca del alma, no han sido evaluados suficientemente".
mente y, a veces, como si fuera una trampa. Es el momento La fuerza de la depresión se siente, dolorosamente, en la
en que el cuerpo ejerce su autoridad e impone una concien- repentina disminución de la actividad física, la lentitud de
cia diferente . Sabemos muy poco sobre la psicología del los movimientos y la pérdida de la flexibilidad. Debemos
cuerpo; sin embargo , Dionisos podría ser tomado como un comprender, también, que las enfermedades, padecidas
vehículo metafórico para conectarse con el cuerpo. Las durante años, deben ser cargadas y contenidas por un cuer-
limitaciones físicas de la vejez proporcionan un campo po físico en decadencia y esta nueva realidad alimenta la
propicio para vivenciar el cuerpo psíquico emocional. La depresión . Una posible respuesta a este reto podría ser lo
vejez es una época en la que Dionisos está presente con dionisíaco como 'cuerpo psicológico', compensado y
mayor frecuencia de la que creemos: presente en el cuerpo cargando con el nuevo estado de cosas. En otras palabras,
y en las emociones que surgen frente a la enfermedad y la la vida requiere que se dé una respuesta más psíquica al
muerte. La vejez reclama una conciencia trágica. reto que significa un cuerpo en decadencia. Podría decirse
Se ha discutido poco sobre el sufrimiento de la psique que la conciencia del modo en que los dos opuestos, ansie-
durante la vejez; sobre el modo en que las fuerzas natura- dad y depresión, hacen sentir su presencia en esta época de
les de la ansiedad y'de la depresión, que lo han acompaña- la vida, será la base de lo que yo considero la iniciación en
do a uno a 10 largo de la vida, cobran en ese momento un la vejez.
nuevo estatus y requieren de una nueva iniciación y enten- Una de mis intenciones es mirar tras las imágenes
dimiento . Durante esos años, la ansiedad se presenta con distorsionadas de Dionisos, como el Baco bebedor y se-
máscaras diferentes y extravagantes. Imaginemos la ansie- xual que Dodds menciona en su pasaje, para rescatar esos
dad que produce el tratar de recordar el nombre de alguien elementos que yo considero que son valiosos para la psi-
a quien se conoció de paso o que apenas se oyó nombrar. cología profunda. El verso de Eliot que dice "Los viejos
Pero, sólo a través de tal máscara se puede detectar la pre- deberían ser exploradores?", debe ser leído pensando en la
sencia inequívoca de la ansiedad . Para mí, la importancia psicología dionisíaca de la vejez. Es la represión de la ima-
radica no tanto en la pérdida de la memoria en sí, sino en gen de la vejez lo que hace tan difícil la vida para una
la ansiedad oculta que acompaña esa pérdida. Se diría que persona mayor, justo en el momento en que nuevas limita-
la imagen está intacta pero se pierde el acceso a ella. En ciones y aflicciones deben ser aceptadas, cuando más se
esto, vemos que es más terapéutico aceptar la realidad de necesita de una auténtica imaginería dionisíaca. En otras
la ansiedad, que puede mover a la psique, que caer en la
35 Estos trucos de la memoria son bastante fáciles de distinguir de la pérdida
trampa de tratar de 'curar' la pérdida de la memoria. No real de la memoria , en el estricto sentido médico.
sólo los nombres crean confusión y ansiedad; también, el 36 Ver "East Coker" . En: T.S. Eliot. 1991, p. 43.

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palabras, la realidad psicológica de haber reprimido, da en el cuerpo. Permítanme ilustrar esto con la distinción
durante toda una vida, lo que podría aportar, en ese mo- que se hace en la lengua española entre dos verbos referi-
mento, alguna satisfacción. La plenitud de la vejez suele dos a la existencia: ser y estar. Ser se relaciona con la
encontrarse en cosas sencillas : al derramar dos lágrimas en condición permanente del vivir, mientras que estar se refie-
el teatro, cuando la música dionisíaca toca a las emociones, re a la circunstancia en que se vive. Para vivir la vejez,
al conversar con un amigo junto a una botella de vino y con dentro de los términos que describí, uno debe otorgar
la aparición, después de una noche llena de ansiedad y prioridad a la condición de estar, es decir, al aquí y ahora,
depresión, de una imagen del alma, que estremece al cuer- al estar en el cuerpo y sentirlo. Todas las especulaciones
po con emoción y da sentido a la soledad de la vejez. La filosóficas y metafísicas, todas las teorías psicológicas que
psique se sostiene y alimenta a sí misma con las emocio- hemos aprendido y que se fundamentan en el verbo ser,
nes que nacen del interior o del exterior. No es difícil reco- todas esas preguntas y especulaciones sobre 'el ser'; todas
nocerlas como dionisíacas, porque vienen acompañadas ellas deben someterse al estar. Sin embargo, vivir en el
por imágenes trágicas o estéticas. estar no es tan fácil porque es una condición compleja y,
En la vejez, las emociones son una fuente de vida; pocas veces, cómoda. Pertenece a la faceta más subjetiva
sentidas como nunca antes, con una conciencia más cerca- de la psique y a una conciencia dionisíaca de la vejez.
na a esas fuentes desconocidas de las que nacen los sueños. Comprender que la locura de uno difiere en cada etapa de
Sabemos que los sueños están en la base de la superviven - la vida y que la vejez demanda una profunda familiaridad
cia del hombre primitivo y en la fundación de la religión; con la locura, es una propuesta, en sí, dionisíaca.
también, aseguran nuestra salud psíquica. Esa conciencia
en la vejez, cercana a una parte desconocida de la natura-
leza humana, ha sido vista, tradicional e históricamente, en
las figuras del viejo sabio y del viejo bufo. También, debe-
mos ver que esa conciencia, de calidad onírica, de media
natura, al ser dionisíaca, puede resultar confusa y bastante
alejada de las certezas de los enfoques de la psicología
geriátrica.
Mi punto de vista consiste en valorar la autoridad del
cuerpo durante la vejez, central para las complejidades de
la psique . Yo me atrevería a decir que la vejez es la 'edad
de oro' para Dionisos: la época para estar a solas con el
cuerpo, solos con Dionisos. Esta es una realidad que me ha
llevado a concebir a la vejez como la edad que está centra-

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reprimir a Dionisos. En esto, Eurípides nos puede ayudar: en
P enteo hace ahora su primera aparición en escena,
acompañado de sus guardias. Da la impresión de ser un ti-
su tragedia Hipólito, describe el estado de Fedra, poseída
por la sexualidad de Afrodita. Fedra sufre una condición psi-
rano que gobierna con mano militar y posee pronunciado s cosomática compleja, creada por el conflicto entre el estado
rasgos titánicos , como se hará evidente . Veo a Penteo como de posesión inducido por Afrodita y sus complejos morales
la personificación de aquellos titanes ateniense s de la polí- - el aidos de Fedra- (Stanford, 1983:35-36). Aunque la des-
tica, cuya avidez de poder provocó la salida de Eurípides cripción es trágica, es asimismo, 'civilizada'; tuvo lugar en
al exilio. Esa combinación de titanismo y de tiranía condu- Troezen, cerca de Atenas , mientras que la posesión dioni-
ce a la represión de las formas de vida dionisíaca. Penteo síaca de Ágave es, en comparación, genuinamente arcaica
acaba de escuchar que las mujeres de Tebas, incluso su y OCUlTe en las montañas, cercanas a Tebas. La posesión de
madre y sus tías, están danzando en honor a Dionisos en Ágave pareciera resultar del conflicto entre dos fuerza s en
las montañas. Sus primeras palabra s son: "¡Ellas dicen que oposición, Dionisos y los titanes. La imagen de esta pose-
son ménades sacerdotisas, con tu permiso!! Pero Afrodita sión nos conecta con el inconsciente y con niveles de la
suplanta a Baco en sus rituales" (Euripides, 1954:198). naturaleza humana sumamente complejos . Los ámbitos
Esta confusión amerita ser discutida si se considera que arquetipales de Dionisos y de Afrodita requieren ser dife-
Penteo no puede respetar ni diferenc iar los rasgos dionisía- renciados, a pesar de que Eurípides muestra que pueden ser
cos y cae en la típica confusión de mezclar los arquetipos. presentados juntos, cuando , durante su segunda entrada, el
Penteo representa la parte titánica de la naturaleza Coro de ménades canta en honor de Afrodi ta, una canción
humana en oposición a Dionisos, y a las fuerzas de un que nace de sus cuerpos y emocione s dionisíacas:
poder y gobierno represivos. Cuando escucha que las
ménades se encuentran en las montañas, confunde el culto Oh, pisar la isla de Afrodita,
dionisíaco con el de Afrodita, diosa a quien también se le en Chipre ...
atribuyó la locura divina. Debemos conceder a Eurípides LIévame allí, Bromio, j llévame e inspira
nuestro reconocimiento por presentarnos, unos veinticinco la risa y la veneración! Allí nuestro sagrado hechizo
siglos atrás, esta confusión que se ha repetido , reiterada - y nuestro éxtasis son bienvenidos; allí tienen su hogar
mente, a lo largo de la historia. las Grac ias, y el dulce deseo.
Durante el siglo XIX, al final de la época victoriana, (Euripides, 1954:204)
cuando los pioneros de la psicología moderna estaban explo-
rando la neurosis y la psicosis, encontraron en la sexualidad Aquí, a través de este canto de las ménades, Eurípides
la causa de estos males. Hoy, podemos conjeturar que toda describe una cualidad de la sexualidad de Afrodita, que uno
la alharaca que hizo la psicología en torno a la sexualidad, entiende como una sexualidad vivida y disfrutada en un
así como su fijación en ella, fue una manera inconsciente de cuerpo dionisíaco ; una sexualidad experiment ada como un

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sacramento. Las palabras "sagrado hechizo" y "éxtasis" evo- i Pero, miren! i Otro milagro! i Veo a Tiresias, el augur
can la imagen de una sexualidad semejante a la experiencia vestido con la piel de corzo y al padre de mi madre,
mística atribuida a Dionisos, que ya hemos discutido. El como una bacante con su tirso!
Coro canta a la unión de dos deidades: Dionisos, con el iBueno, es un espectáculo tan ridículo
atributo de Bromio, y Afrodita, la señora de Chipre. Esta que causa risa!
comunión ofrece una mística exaltación sexual, vivida en un
instante; ofrece un breve instante de resplandor. Esta ima- y así prosigue insultando a los dos ancianos . Tiresias
ginería de Las Bacantes arroja alguna luz en la confusión le responde:
relacionada con la sexualidad; una confusión que existió,
evidentemente, en los tiempos paganos y que pertenece, Tu hablar fecundo promete sabiduría;
como hemos visto, a la represión de Dionisos. No creo pero no hay inteligencia en tus palabras.
equivocarme al decir que, en la psicología moderna, la El poder y la elocuencia en un hombre obstinado
sexualidad ha sido tratada desde un ego titánico, 10 que nos se traducen en locura; un hombre así es un peligro para el Estado.
aleja todavía mucho más de la imagen de Eurípides: la (ob. cit.,199-200)
ménade ansiosa de su sexualidad y experimentándola en su
cuerpo dionisíaco.
Estas líneas refuerzan la idea de que Penteo puede ser
La comunión de Afrodita y Dionisos, en la sexualidad,
considerado como modelo del político ateniense.
pudiera ser vista como una vía hacia una conciencia dionisía-
Tiresias intenta, sin éxito alguno, conseguir que Penteo
ca. La sexualidad, en sí misma, sin el cuerpo de Dionisos, se
.convierte en una frustración simplemente infantil e histérica. abandone su propósito de destruir a Dionisos y, en un largo
Otra posibilidad de esta comunión estaría en verla como una discurso con el que trata de calmar el ánimo de Penteo,
iniciación en la locura dionisíaca; en otras palabras, sería toca el origen de la cultura occidental:
aceptar la sexualidad como un vehículo imaginativo y eróti-
co que conecta con la locura dionisíaca. Este sería el enfoque Porque hay dos cosas, en los asuntos humanos.
adulto, si bien se aleja de los esquemas de la psiquiatría y de La primera: Deméter -la misma diosa que es también la Tierra,
la psicoterapia modernas. Afrodita y Dionisos ofrecen el llámala con el nombre que quieras-,
marco arquetipal adecuado para el funcionamiento de ese ins- que nutre a los hombres con el alimento seco.
tinto, con todas sus amplias posibilidades y con su fuerte Después de ella, vino Dionisos, el hijo de Semele.
presencia en la psique. La bendición que él procuró y otorgó a los hombres
Penteo jura destruir a Dionisos . Entonces, se da cuenta es el complemento del pan: el diáfano jugo de la uva.
de la presencia de Tiresias y Cadmo y les grita, en forma Cuando los mortales beben su porción
burlona:

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de vino, los sufrimientos de nuestra raza infeliz cia de las libaciones en la diaria vida familiar, en los sim-
desaparecen, los males cotidianos son olvidados con el sueño. posios y en los rituales religiosos. En la vida doméstica, el
No hay otra cura para el dolor. día comenzaba con una libación en honor a Hestia, la diosa
(ídem) del hogar, o en honor del agathos daimon, y a lo largo del
día se hacían libaciones a otra s deidades. Es digno de aten-
Tiresias ha expuesto la verdad terrenal del pan y del ción el hecho de que, con el vino de Dionisos, en un ritual
vino atribuidos, respectivamente, a Deméter y a Dionisos. religioso altamente individual, se hacía la conexión con
Se trata de una verdad de tal magnitud que el cristianismo otros dioses y diosas, es decir, con diferentes formas y esti-
ha usado el pan y el vino para expresar el misterio de la los de vida. Sin embargo, Eur ípides, en el primer par-
Eucaristía. En otro nivel y recordando la ambivalencia lamento de Las Bacantes, muestra que uno de los motivos
innata a Dionisos, notamos que lo que para Tiresias es una que enfurecen a Dionisos es que Penteo lo haya excluido
bendición, para otros es una maldición. Con esto, hemos de sus libaciones.
entrado en el terreno de la locura por adicción al alcohol. Cuando Tiresias habla de "los sufrimientos de nuestra
Uno de los nombres de Dionisos es oinos, 'vino'; el vino raza infeliz", se está refiriendo, probablemente, al sufri-
en sí es el nombre de un dios y no hay duda de que al beber miento de los titanes. Considero que la cultura dionisíaca
un vaso de vino, se tiene el acceso más inmediato a Dioni- compensa con el vino, ese sufrimiento titánico , diario y
sos en el cuerpo. repetitivo. Las líneas poéticas de Eurípides y los estudios
Estas líneas previas deben ser leídas dentro de un con- de Nilsson sobre las libaciones hablan de las raíces dioni -
texto geográfico y racial: el pan del trigo y el vino de las síacas de los pueblos mediterráneos.
uvas fueron dos logros culturales , de origen mediterráneo . En su libro Dionysos (1976:154-55 ), Kerényi ha traba-
Hesíodo alertaba, reiteradamente, de la gente que no comía jado sobre los relatos que cuentan el origen del vino, dentro
pan; esto es, de los b árbaros" . Prefiero ver a Dionisos co- del mito de la llegada de Dionisos:
mo el dios de la embriaguez y de la intox icación (estados
que se dan en todas las culturas), dentro de ese contexto A Icario le había sido concedido el don del vino. En una ca-
geográfico y dej ar fuera cualquier otra conexión que rreta de bueyes, con odres repletas de vino , iba recorriendo las
pueda tener con divinidades similares en los estudios de montañosas regiones de Ática, entonces habitadas por pastores
religiones comparadas . rústicos. Los pastores se embriagaron y pensaron que habían sido
En sus libros Greek Piety (1969) y Greek Folk Reli- envene nados oo. y asesinaron a Icario ...
gion (1961), Nilsson llama la atención sobre la importan- Es posible concebir que el vino, que llegaba desde el extran-
37 Cuando los jesuitas fueron a China, en el siglo XVI y hablaron acerca del jero, se presentó escindido en dos personas : el dios y el héroe,
misterio de la Eucaristía relacionándolo con el pan y el vino, los chinos no te- Dionisos e Icario.
nían idea de lo que le estaban diciendo.

98 99
No podemos relegar esta historia a los tiempos clási- mal viaje, con sus fantasías y emociones negativas y para-
cos. Sigue vigente en el exceso en la bebida que ocurre noicas, sería de mayor provecho para la madurez de una
hoy. Durante mi niñez, escuché relatos sobre esas fiestas en personalidad, que un 'buen viaje', con el placer de los sen-
el campo, en las que se bebía y bailaba y que terminaban tidos y el éxtasis.
con campesinos esgrimiendo un machete y con la muerte. Kerényi, en su libro Dionysos, que antes hemos men-
Esto me recuerda el pandemónium y la carnicería en la cionado, trabaja la relación entre Dionisos y la amapola y
taberna, al final de una película de vaqueros. Sin embargo, encuentra que los seguidores de Dionisos tenían la idea de
sin llegar a estas epifanías extremas y trágicas de Dionisos, que fumando opio, una droga que causa fuerte adicción,
se puede hablar de una iniciación en la bebida y los relatos podrían alcanzar una experiencia mística; pero distinta de
sobre Icario pudieran haber tenido el propósito didáctico la experiencia 'pura' y mística que celebra el Coro. No
de ser un alerta y una iniciación al mismo tiempo; con res- podemos escapar del hecho de que Dionisos podría ser el
pecto a esto último, en cómo beber vino mezclándolo con dios de las adicciones fuertes, ya sea la del alcoholo de un
agua. Muchos de nosotros somos capaces de recordar esa narcótico. Básicamente, la adicción se traduce en una
tímida iniciación en la adolescencia, cuando no sabíamos necesidad urgente de vino, de licores fuertes, o de drogas.
cómo beber y acabábamos con una fuerte resaca; también, Debe notarse que los alcohólicos y los adictos a las drogas
cuánto nos tomó aprender a beber adecuadamente, en lo no comen, como si la relación entre Deméter y Dionisos se
que se podría llamar un hábito cultural, y así eludir el peli- hubiera roto. En la estrofa de Eurípides, el vino y el pan
gro de enloquecer con la bebida. son presentados en conjunto, complementándose. Las dos
Irwin Rhode, en su libro Psyche (1948, 149 n.125), deidades contribuyen a una estructura arquetipal de cultu-
establece la conexión de Dionisos con el uso ritual de la ra: pan y vino. Aquí, podemos comenzar a reflexionar
marihuana. Se trata de una droga suave, que ha sido utili- sobre la psicología de esas personas que no han tenido
zada en los ritos iniciatorios de los pueblos primitivos. éxito en la iniciación dionisíaca a través del vino y de las
Durante los años sesenta, escuchamos muchas historias drogas y, por ello, han permanecido atrapados en la locura
sobre las emociones que acompañaban el fumarse 'la de la adicción.
yerba' y, por otra parte, sobre el llamado 'mal viaje', en el No estoy interesado aquí en ver cómo la psiquiatría
que Dionisos provoca una especie de locura paranoica. moderna ha manejado la adicción. Pero, me gustaría que la
Aunque la marihuana dé placer a algunos de sus consumi- psicología de la adicción sea totalmente concebida como
dores, yo añadiría que Dionisos hace su verdadera epifanía propia del ámbito arquetipal de Dionisos, el dios del vino
en el mal viaje, cuando se experimenta la locura. Aquí po- y de los narcóticos, porque de este modo se puede percibir
demos diferenciar dos aspectos de Dionisos: el brindar un que tiene un componente trágico. La adicción es, en reali-
estímulo para los sentidos y la inducción a una locura tran- dad, la tragedia de una persona que busca su propia
sitoria que puede procurar alguna lección a la psique . El destrucción: se trata de una condición trágica más que de

100 101
un vicio, como se ha enfocado tradicionalmente, o de una Más tarde, durante los primeros años del siglo XX,
enfermedad, como es vista desde la perspectiva de la medi- después de la aprobación de la Ley Seca que prohibió las
cina y la psiquiatría contemporáneas. bebidas, Dionisos tomó venganza con el contrabando, los
Los efectos benéficos del vino han pasado a ser parte gángsters y la violencia. Incluso hoy, a finales ya del siglo
de la obsesión con las dietas y el colesterol, en los medios XX y aunque los Estados Unidos actualmente sea un país
médicos y científicos, más que la continuación de una productor de vino, esas represiones de la cultura dionisíaca
tradición cultural que enriquece la vida. Con un poco de del vino, han dejado cicatrices que perduran en la sociedad
imaginación, podemos ver que esta retórica participa en la norteamericana. Más aún, a causa de la continua represión,
misma batalla entre Dionisos y los titanes: la peligrosa parece imposible que esta sociedad encuentre su cura. Los
aceleración de la mentalidad titánica de hoy se puede dismi- Estados Unidos, a pesar de su renombrada 'guerra contra
nuir tomando uno o dos vasos de vino durante el almuerzo. la droga', es el mayor consumidor de drogas aditivas en el
Veo en esto, la domesticación de los acelerados impulsos mundo.
titánicos. Incluso, en tiempos más recientes, se produjo un
informe sobre la piel de la uva como preventivo para el
infarto y el cáncer. Sin embargo, la profesión médica, en su
ansiedad por prevenir el alcoholismo y la adicción, se
concentra en producir una píldora que presente las mismas
propiedades de la piel de la uva. La cultura dionisíaca del
vino ha sido reprimida una vez más. La ciencia titánica
carece de la imaginación para apreciar que un vaso de buen
vino habla al corazón y, sólo con ello, puede curarlo .
Quizás sea relevante recordar un caso muy especial de
represión, histórica y colectiva, de Dionisos en relación con
la cultura del vino. En la mitad del siglo XIX, un grupo de
políticos norteamericanos visitó algunas regiones vinícolas
de Francia. Viniendo de una sociedad progresista y orientada
por el dinero, quedaron impresionados por el atraso y pobreza
en esas regiones y fueronincapaces de ver la cultura,en la vida
de la gente que allí vivía. A su regreso a los Estados Unidos,
aprobaron una ley que prohibía la producción de vino, pues
estaban convencidos de que el vino y la pobreza iban de la
mano y no percibieron la conexión entre el vino y la cultura.

102 103
es elegido como líder
DesPués que Penteo abandona la escena , Tiresias entre todos los dioses ;
hace un diagnóstico preciso de su condición mental : pues sus dones son la alegría y la unión del alma en el baile.
(ob. cit., 204)
¡Desgraciado ! No sabes lo que dices.
Si antes estabas desequilibrado; ahora estás loco. Aquí, de nuevo, observamos ese don importante de
(Euripides, 1954:203) Dioniso s -alegría al bailar, la alegría como una experiencia
del alma-o
Los dos ancianos se disponen a "pagar el servicio debi- La "unión del alma en el baile" se encuentra en la base
do a Dionisos, hijo de Zeus". Antes de marcharse, Tiresias de la experiencia mística de todas las religiones dionisía-
reza una especie de oración profética: casoPartiendo de fuentes antropológicas y de la historia de
la religión , Dodds (1980:252 ) aporta abundante s ejemplos
Cadmo, el nombre de esa "unión" y me gustaría referir la cita que él hace de
Pent eo significa dolor. Concédate Dios que él no traiga Aldous Huxley respecto a esa gente de muchas sociedades
algún duelo a tu casa. No tomes esto como una profecía ; a quienes "las danzas rituales suministran una experiencia
He juzgado sus actos. Palabras tan necias sólo revelan a un necio. religiosa que parece más satisfactoria y convincente que
(ídem) ninguna otra. Así, [algunas personas] con sus músculo s,
obtienen, fácilmente, un conocimiento de lo divino".
Con esta intervención de Tiresias, tenemo s un diagnós- Ahora hemos llegado a la parte final de Las Bacantes .
tico del estado mental de Penteo en primer lugar y, en Los guardias que han sido enviados a arrestar a Dionisos,
segundo lugar, una prognosis en forma de profecía. Sin entran a escena con su prisionero. Al mismo tiempo , Pen-
embargo, debemos entender que esta prognosis se basa en teo llega del palacio. Comienza a interrogar a Dionisos,
la conducta y discurso de Penteo; es decir, en toda su retó- como si fuera un jefe de seguridad que interroga a un
rica. Este tipo de prognosis constituye el trabajo estándar terrori sta; después de ello, envía a Dionisos preso a los
en la psicoterapia moderna. establo s.
Tiresias y Cadmo abandonan la escena , en dirección a Entonces, se oye la voz de Dionisos, entre bastidores,
la montaña y el Coro responde a la diatriba de Penteo en llamando a sus ménades:
contra de Dioni sos:
[Io, lo! ¿Reconocen mi voz? ¿Me escuchan ?
¿Escuchaste su blasfemia? ¡Seguidoras de Baca! ¡lo, lo!
Penteo se atreve -¿escuchaste?- a injuriar al dios de la alegría, (Euripides, 1954:210)
Al hijo de Semele, quien al comenzar la fiesta coronada de alegría

104 105
Pero, ocurre un milagro: un terremoto destruye el pala- ver al toreo como el encuentro del arte con lo que "no es
cio de Penteo y Dionisos queda libre. Entra de nuevo a la humano". Siguiendo a Ruth Padel, Penteo "padece de
escena y le cuenta al Coro cómo ha engañado a Penteo y phan tasmata, apariciones, visiones" (ídem) .
escapado de sus ataduras. Describe el estado mental de Pen- A continuación, Dionisos narra cómo produjo esa
tea en el momento en que intentaba atarlo en los establos: aparición que Penteo se esforzó en atrapar, pensando que
era Dionisos y en cómo destruyó los establos, dejando a
Entonces, me burlé de él. Creyendo encadenarme, Penteo afligido y aturdido.
ni siquiera llegó a tocarme o sostenerme, salvo en su Penteo regresa al escenario y, al ver a Dionisos, da un
mente alucinada. grito violento. Entra un boyero y da noticias sobre lo que
Cerca de los comederos, adonde él intentaba atarme, ocurre en las montañas:
vio un toro;
y lo ató con su cuerda alrededor de las patas y pezuñas, y ellas (las ménades) llevan coronas de hiedra, de hojas de roble
jadeando con rabia, destilando sudor o flores de brionia.
mordiéndose los labios; mientras yo permanecía Una tomó en su mano un tirso y golpeó en la roca
plácidamente sentado y lo observaba. de donde surgió un arroyo cristalino.
(ob. cit., 2 12) Otra hundió su tirso en la tierra
y una fuente de vino hizo brotar para ella el dios.
Ruth Padel (1995:142) escribe: Las que deseaban beber la blanca leche
sólo tenían que escarbar la tierra con las yemas de sus dedos,
La locura tiene una causa y efectos que no son humanos. Ni y entonces un torrente blanquecino fluía para que ellas bebieran,
la persona enloquecida, ni el dáimon que causa la locura son hu- mientras que de los tirsos goteaban dulces ríos de miel
manos. Las causas demoníacas de la locura pueden ser, en parte, (Euripides, 1954:216)
animales. Y locas, como Dionisos. E, igualmente, sus víctimas.
Cuando enloqueces, te vuelves (como) un animal. Esta es una evocación imaginativa de la jo ie de vivre
de los rituales dionisíacos en las montañas, una imagen que
Las líneas de Eurípides muestran con claridad el en- ha inspirado a muchos artistas y que pudiera ser un
cuentro entre ese dáimon que induce a la locura y Penteo, componente de la fantasía del "alegre Baca ". Sin embargo,
la persona enloquecida, que, en su alucinación, confunde a justamente después de esta pintura arcádica, el boyero
Dionisos con un toro. Este animal está estrechamente rela- describe el otro lado de la moneda:
cionado con Dionisos. Me vienen a la mente las corridas de
toros como arte dionisíaco: el sacrificio del toro, de lo que Los toros, que momentos antes, sentían la rabia orgullosa de la
no es humano, como un acto religioso. Por tanto, podemos embestida de sus cuernos

106 107
dejaban caer su cuerpo al suelo, arrastrados Dionisos sigue a Penteo hasta el palacio para vestirlo
por miríadas de manos femeninas y eran desollados como una mujer, para su viaje a la montaña . Regresa a
con mayor rapidez de la que tardan en parpade ar escena y llama a Penteo:
tus reales ojos.
(ob. cit., 217) Ven, homb re perverso, que anhela s realizar lo que no es lícito
y te afanas en lo que no hay que afanarse
Es este un retrato espantoso de los rituales dionisíacos ¡Penteo ! Sal afuera, ven delante del palacio,
más arcaicos y parece pertenecer a la matanza ritual del déjate ver por mí, usando
dios en apariencia de toro; aunque, al decir esto, nos que- las vestiduras de una bacante frenéti ca y preparado
damos cortos respecto a lo que la imagen puede transmitir. para espiar a tu madre y a todas sus compañeras bacantes.
En verdad, no podemos leerla. (ibídem, 224)
Después de escuchar al boyero, Penteo quiere organizar
una operación militar para rodear y aprisionar a las mujeres Aquí tenemos otra imagen de la locura dionisíaca .
que están en la montaña. Grita sus órdenes a los guardias. Penteo, que había encontrado repugnante la androginia de
Pero, Dionisos lo alerta: Dionisos, ahora está vestido, él mismo, como un travesti.
Dionisos es el único dios que viste como una mujer
... no es lícito que levantes tus armas (Kerényi, 1997:258). En la escena anterior, cuando Dioni-
contra el dios. Dionisos no tolerará que sos está persuadiendo a Penteo para que se vista como una
expulses, por la fuerza, a Las Bacantes ménade, podemos ir percibiendo sus artimañas. La escena
de las sagradas montañ as. puede considerarse como una metáfora de la necesidad
(ibídem, 219) inconsciente que tiene el hombre de vestirse de mujer, una
forma de locura dionisíaca, o una vía muy peculiar para
A pesar de ello, Penteo no le presta atención y, enton- conectarse con el dios. La locura aparentemente inocente
ces, Dionisos 10 conduce, paso a paso, hacia la locura, al del travestismo está, probablemente, conteniendo una lo-
persuadirlo de que debe vestirse con ropa de mujer, pieles cura que, de otra manera, pudiera ser muy destructiva. En
de corzo y sostener un tirso en su mano para ir hasta las nuestra época, el travestismo se ha manifestado de una
montañas donde están las ménades y espiarlas. Penteo sale forma muy colectiva, aunque algunos hombres lo hacen en
a vestirse, mientras Dionisos se dirige al Coro: privado, como individuos, a fin de encontrarse con la sen-
sación íntima de estarse conectando con algo desconocido.
Mujere s, este hombre está caminando hacia la red. Visitará Dionisos dice " oo. para humillarlo [a Penteo]/ A causa de la
a las bacantes; y allí la muerte habrá de ser su castigo . arrogancia que mostró la primera vez que me amenazó"
(ibídem, 222)

108 109
~.
(Euripides, 1954:222). En otras palabras, humillar al Penteo El que Penteo confunda al dios con un toro es una ima-
machista con el travestismo. gen extraordinaria de su locura. Ahora, Penteo es un ser
A continuación, se produce otro diálogo entre Dionisos completamente pasivo ("Está en paz con nosotros") y le
y Penteo, que exacerba la locura de este último. Penteo le pide a Dionisos consejo de cómo debe ser su comporta-
dice a Dionisos: miento en la montaña.
Entonces, tiene lugar un diálogo fascinante entre Dio-
y pareces un toro, que me guía nisos y Penteo , en el que éste se expresa como si fuera una
y que han nacido cuernos en tu cabeza; drag queenñ, ante el escenario:
¿Acaso antes eras una bestia?
Porque ahora te has convertido en un toro. Penteo:
(oh. cit., 225) ¿Cómo me veo? Díme, no son mi apariencia y actitud
semejantes a las de Ino o las de mi madre, Ágave?
Penteo ve a Dionisos como un toro, lo animal en la di- Dionisos:
vinidad. Ruth Padel (1995: 143) escribe: "la percepción de Viéndote, creo verlas. Espera un momento;
transmutaciones es básica para la idea trágica de la locura". este rizo se ha salido de su sitio,
y continúa: no está como lo recogí cuidadosamente
dentro de la redecilla que llevas.
El ejemplo primordial es la transmutación de lo animal y lo Penteo:
humano. La locura confunde este conocimiento básico de la civi- Adentro, mientras sacudía mi cabeza, de arriba abajo,
lización sobre lo que es animal y lo que es humano. Ájax ve a los como una bailarina báquica, lo solté de su lugar.
animales como hombres. Otros personajes enloquecidos ven a las Dionisos:
personas como animales. La invasión del ámbito humano por lo Ven entonces; yo soy quien cuida de ti.
animal está implícita en los daños que causa la locura, no sólo a Lo arreglaré de nuevo. Aquí, levanta tu cabeza .
la forma humana, sino a las maneras humanas de percibir y de Penteo :
entender. Arréglame, por favor; estoy en tus manos.
Dionisos:
Dionisos responde a Penteo: Tu faja se ha aflojado y la túnica no tiene la caída adecuada,
en pliegue s uniformes hasta el tobillo .
Antes, el dios no estaba a nuestro favor ; ahora, nos es favorable,
está en paz con nosotros; ahora lo ves como debe ser.
38 Prefiero emplear el término inglés drag queen porque está cargado de todas
(Euripides, 1954:225) las connotaciones que quiero transmitir y porque , en español , hasta donde s é,
no hay una locución tan significativa.

110 111
l'
Penteo : ¡Ven Dionisos!
También a mí me lo parece, ¡Ven, preséntate ante nosotros!
al menos por este lado, el de la pierna derecha; ¡En la apariencia de un toro o
pues en el otro lado, la túnica cae bien hasta el tobillo. de una serpiente de cien cabezas,
Dionisos: en la apariencia de un león que resopla
Vas a tenerme por el mejor de los amigos cuando llamas de fuego de sus narices!
pued as ser testigo de la inesperada modestia de las ménades. (ibídem, 228-29)
Penteo:
¿Cómo debo sostener el tirso? ¿Con la mano derecha, así Ahora, llega a la escena un mensajero para contarle al
O con la izquierda, para lucir igual a una bacante? Coro el modo en que Ágave ha descuartizado a Penteo:
Dionisos:
Debes tenerlo en alto con la mano derecha, al mismo tiempo Su madre
que levantas tu pie derecho. Te alabo porque veo que como sacerdotisa que guiaba el sacrifico,
has cambiado tu temperamento. fue la primera en embe stirlo.
Penteo: Él arrancó la cinta que recogía sus cabellos,
¿Podría yo sostener, sobre mis propios hombros, de modo que su desdichada
todo el peso del Monte Citerón, madre pudiera quizás reconocerlo y no darle muerte.
y todas las mujeres que allí están bailando? 'Madre' le gritó, tocando sus mejillas, 'Soy yo, tu hijo Penteo,
(ibídem, 225-26) a quien diste a luz en el palacio de Equi ón' .
¡Madre, ten piedad! Aunque he pecado,
Este es un diálogo en simetría y muy conmovedor, en sigo siendo tu propio hijo ¡No me arrebates la vida!
el que Dionisos y Penteo parecen seguir el mismo ritmo, y Ágave echaba espuma por la boca y revolvía sus pupilas
podemos ver el proceso de posesión; en este caso, en la en pleno desvarío, no tenía cordura pues estaba poseída
forma de travestismo. Esta clase de sugestión sutil que em- por Baca, y su hijo no lograba persuadirla.
plea Dionisos puede ser vista como una metáfora del modo Tomó con sus manos el brazo izquierdo de Penteo,
en que funciona el arquetipo de Dionisos en otros tipos de entre la muñeca y el codo y apoyando su pie
posesión, por ejemplo, en la seducción por el alcohol. en el costado, le desgarr ó y arrancó el hombro.
El Coro anticipa la llegada de Penteo a la montaña. La No usó su fuerza, sino que el dios que la poseía,
atmósfera emocional se intensifica. En el épodo, con una hizo fácil el trabajo de sus manos. Entretanto, Ino estaba frente
exaltación creciente, gritando y bailando al ritmo de sus a Penteo , desgarrando con rapidez su carne;
palabras, el Coro invoca a Dionisos para que se haga pre- cuando se les unió Autónoe y toda la hord a de bacantes.
sente y lo posea: Un grito único y continuo se oyó. Penteo daba alaridos

112 11 3
~ .
mientras le quedaba algo de vida, las mujeres servar en un museo; tampoco es el producto de una imagi-
aullaban triunfantes. Una de ellas se llevó un brazo; nación poética ; es la descripción de una locura sumamente
otra, un pie , con el calzado aún puesto. Los costados extraña que nos conecta con niveles arcaicos y desconoci-
fueron desollados, desgarrados hasta quedar desnudos, dos de la naturaleza human a. La imagin ación de Eurípides
y las manos de las mujere s espesas de sangre, fue capaz de reunir un rito muy arcaico con la traged ia. Un
lanzaban y atrapaban, como en un juego, la carne de Penteo. verdadero milagro .
(ibídem, 232) Al tratar sobre la pasión que no es humana, un poco
antes de las líneas que arriba citamos, Ruth Padel dice: "La
No hay modelo para comparar esta descripción de locura, en el último extremo, es la presencia de 10 que no
Eurípides de las ménades en las montañas. Se trata de una es humano en los seres humanos" (1995: 141). Y Eurípides,
visión poética del horror que produce un estado extremo de en Las Bacantes, presenta ese aspecto inhumano de la locu-
posesión, de locura. Uno se pregunta cuáles fueron las ra mediante una descripción poética que no tiene paralelo.
experiencias dionisíacas que tuvo Eurípides. La poesía es la via regia para conectamos con el horror y nos
Arquetipa1mente, Eurípides era un hijo de Dioni sos. prepara para leer, con una conciencia trágica, el siguiente
Fue un gran poeta trágico. No sólo fue la información que pasaje de observaciones modernas sobre el comportamiento
recogió sobre los rituales dionisíacos (en especial, el de las de los animales:
ménade s en la montaña) y su arte dramático 10 que le per-
mitió crear pasajes como el que pone en boca del boyero y Jane Goodall observó los rituales del hype en los chimpancés.
del mensajero ; debió ser algo más porque la descripción De hecho, como se ha podido observar en los filmes, la técnica que
que hace de esas terrible s posesione s parece haber surgido emplean los chimpancés para la cacería es bastante horrible. Duran-
de su interioridad. Da la impresión de que había aceptado te horas, un estado de ánimo siniestro parece apoderarse de ellos,
la contradicción propia de los rituales que incluían tanto un silencio cómplice. Luego, el ánimo se hace frenético y junto s
los golpes de los tirsos sobre las rocas para que manara de -en forma cooperativa- rodean y cercan a un mono indefenso.
ellas la leche y el vino y el desmembramiento de los toros Dando alaridos, gritando y sacudiendo las ramas de los árboles,
y las vacas. Hay abundante evidencia iconográfica de este provocan un terror frío que, a su vez, hace que la víctima cometa
desmembramiento, del sparagmo s, como era llamado; es errores. Cuando, finalmente, han atrapado al mono, lo despedazan,
una imagen de absoluto horror. Posiblemente, a través de literalmente miembro por miembro en una orgía de excitación
esta imaginería de horror podremos conectamos con esa ¡Horrendo! (Tudge, 1995: 197).
sombra que está oculta en nuestra naturaleza, esperando
ser descubierta y vivenciada . No hay duda de que Eurípides estuvo profundamente
La descripción de las ménades en las montañas no es interesado en los estados de posesión. En Hipolito, además
una simple imaginería de carácter antropológico, para con- del excelente retrato de la posesión de Fedra por Afrodita,

115
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trae a colación su propio inventario de posesiones. Dodds
(1980: 83) trabaja este inventario de Eurípides y el catálo- Mi interés fundamental es subrayar la diferencia
entre los seguidores de Dionisos, como el Coro, y quienes
go del morbo sacro de Hipócrates:
lo rechazan, Ágave, en este caso. El coro canta los senti-
Amb as listas incluyen a Hécate y a la 'M adre de los dio ses' mientos de las bacantes y las ménades, seguidoras de
o 'M adre de la Mo ntaña' (Cibeles); Eurípides añade a Pan y a los Dionisos, cuyas vidas estaban dedicadas al dios.
Coribant es; Hipócrates a Poseidón, Apolo Nomio y Ares, así
como a los 'héroes ' , que son aquí simplemente los muertos in- ¡Oh!, dur ante las largas noches de adoración, alegre s
tranquilos asociados co n Hécate. Todos estos se me ncionan com o con sus rápidos pies dan zando,
deidades que ca usan la perturbación me ntal. co n la cabeza erguida hacia el aire fresco
¡Qué placer tan misterio so y dulce !
Dodds destaca lo significativo que resulta la ausencia (Euripides , 1954:222)
de Dionisos en esas listas. Dionisos contiene, en sí
mismo , un ampli o espectro de estado s de posesión y Esta alegría que ofrece la danza es algo muy diferente
locura, el alcoholismo, el du ende y las emociones que de quienes están totalmente poseídos por el dios, como
genera la trágica imaginería dionisíaca. Uno se pregunta Ágave en el momento en que despedaza a su hijo, Penteo.
cómo habrá sido la vida de Eurípide s mientras escribía Démosle otra mirada a este estado de posesión:
Hip álito y Las Bacantes; esta última debió haber requeri-
do una larga meditación sobre los variados estados dioni- Ágave echaba espuma por la boca y revo lvía sus pupil as
síacos de posesión. Quizás esta variedad o la ambivalenci a en pleno desvarío, no tení a cord ura pue s estaba poseída
que ya hemos discutido, explica la ausencia de Dionisos en por Baca, y su hijo no logr aba persuadirla.
esos inventarios. Tom ó con sus manos el brazo izquierdo de Pent eo,
e ntre la muñeca y el codo y apoya ndo su pie
en el costado, le desgarró y arrancó el hombro.
(ibídem, 232)

Ágave había reprimido totalmente a Dionisos y a su


forma arquetipal de vida, de modo que el dios la castiga con
la locura: "a llevar los emblemas propios de mis misterios".
Dioniso s fue el dios del vino, de la tragedia y de la
cultura. Puede ser que la tarea fundamental de la cultura
sea aprender sobre la locura. El gran teatro y la literatura

116 117
siempre han sido una reflexión de la locura humana. En relata que Dionisos se dirigió al reino de los muertos para
Las Bacantes, Dionisos, el dios del teatro, y Dionisos, el rescatar a su madre Semele y llevarla hasta el cielo-". Psi-
dios de la locura se reúnen. Dionisos planea la muerte y la cológicamente hablando, esto significa una conciencia
destrucción de Penteo de manos de su propia madre. Po- profunda de la relación madre/hijo por parte del hijo.
dríamos decir, como síntesis, que la trama de la tragedia es Se nos ha dicho que, para descender al reino de los
el relato de una madre que mata a su propio hijo porque muertos, Dionisos tuvo como guía y como conductor a un
ambos rechazaron el culto a Dionisos. La imagen trágica falo (Kerényi, 1997:257), un misterio que sólo puede de-
de Eurípides puede percibirse como una metáfora que jarse a una imaginación dionisíaca. Y, según la tradición,
permite reflexionar sobre la relación entre una madre y su Dionisos regresó, una vez más, al mundo de los muertos
hijo que termina en la más terrible destrucción ; en otras para rescatar a Ariadna, la única mujer que había amado y
palabras, nos permite reflexionar a partir de una situación que había muerto de parto.
límite. Como hemos visto, Penteo tiene marcados rasgos Las Bacantes de Eurípides, escrita durante su vejez,
titánicos: no hay religiosidad en su retórica. La envidia que transmite una comprensión intrínseca de Dionisos y de la
su madre sentía hacia Semele significa que ella también tragedia. En la vejez, la tragedia es inevitable. Después que
negaba y reprimía a Dionisos . El titanismo gobierna esta Dionisos ha repartido sus castigos sobre la casa de Cadmo,
relación madre/hijo. Debemos buscar qué es lo que falta en Eurípides pone a Cadmo en el doloroso papel de ser el psi-
esa relación. Al reprimir a Dionisos, hubo una brutal repre- coterapeuta de su hija. Se trata de una escena sumamente
sión de las emociones. Dionisos tomó su venganza, o mejor conmovedora, en la que vemos el modo en que Cadmo,
dicho, esas emociones reprimidas tomaron venganza y la con una conciencia trágica, lleva a Ágave a reflexionar
madre y el hijo fueron víctimas de uno de los más extremos sobre el horror de su locura y sus terribles consecuencias:
ejemplos de destrucción.
La relación madre/hijo es arquetipal. Dentro de su Cadmo:
configuración arquetipal se encuentran todos los colores i Ven acá! Primero , dirige tu mirada al cielo...
del espectro emocional, desde el blanco al negro, de lo po- ¿ Te parece el mismo, o ha cambiado en algo?
sitivo a lo negativo y a través de las infinitas posibilidades Ágave :
de los diversos colores. Sí, está más claro que antes, más lumino so.
Siguiendo nuestra línea de pensamiento, la relación
madre/hijo entre Dionisos y Semele da una perspectiva 39 En 1952, Jung quedó sumamente impresionado cuando la Iglesia Católica

distinta a la de Penteo y Ágave. Semele muere antes del hizo de la ascensión corporal de la Virgen al cielo, un dogma . Él interpretó esta
ascensión como el elemento femenino que completaría la trinidad de Padre ,
nacimiento de su hijo Dionisos, quien queda en la trágica
Hijo y Espíritu Santo formando un quatemio, que se concebía como una tota-
condición de ser un niño huérfano de madre. El mito nos 1
lidad. Veo en el ascenso de Semele al cielo de manos de Dionisos, el antece-
dente arquetipal del dogma cristiano.

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Cadmo: que lo consideraron un racionalista". En mi opinión , sin
y esa perturbación en tu mente - ¿aún persiste? embargo, su alma oscilaba con facilidad entre la racionali-
... y ¿de quién es esa cabeza que sostienes con tus brazos? dad y la irracionalidad. Corno 'hacedor de imágenes',
... obs érvala bien . ¡Ven ! mirarla no es una dura tarea. podía modelar una imagen con esmero racional o expresar
(Eur ipides, 1954: 237-38) justamente lo opuesto, con una imagen irracional, cuyo im-
pacto emocional fuese tan abrumador que no dejase mar-
Entonces, Ágave mira y comienza a gritar. Cadmo la gen a la especulación. El clímax emocional de la tragedia
ha llevado hasta un estado de conciencia total de lo que ha fue posible porque Eurípides tuvo la concepción de que la
hecho mientras estaba poseída y ella dice: "Dionisos nos conducta de los dioses no respondía a ningún designio racio-
ha destruido. Ahora lo comprendo". He trabajado en otro nal de los mortales; esta concepción lo convirtió en el más
lugar que la reflexión de una imagen de horror es el más trágico de los poetas trágicos. Podernos aprender de Eurípi-
poderoso estímulo psíquico y de carácter terapéutico (Rafael des pues vivimos en una época en la que no hay conciencia
López Pedraza, 1991:167). En la parte final de la tragedia, trágica ni emocional. Su poesía es, quizás, el más grande
vemos el aspecto destructivo de la transitoria locura dioni- ejemplo de racionalidad e irracionalidad, paradójicamente
síaca" que afecta a Ágave: la locura que destruye a su hijo unidas de la mano, para expresar la plenitud de su persona-
Penteo y cambia el destino de la casa de Cadmo. Cuando lidad. Como está escrito en la obra, "Dionisos, hijo de
Cadmo debe enfrentar su terrible futuro en el exilio, apenas Zeus, en su naturaleza divina, es el más terrible pero el más
puede decir: "Dionisos, apiádate de nosotros". amable para los humanos" .
Thomas Rosenmeyer (1982 :86) dice: "En el drama de
Eurípides, las sorprendentes transformaciones de Alcestis
y de Hipolito y el impactante rigor de Las Bacantes dejan
al público en un fecundo estado de perturbación". Uno
puede imaginar esa perturbación corno un estado similar al
duende: la audiencia se rasga sus vestiduras mientras
abandona el teatro. Siento que, entre las emociones que des-
pierta Las Bacantes, predominan la compasión por la casa de
Cadmo y su destino y el temor ante la despiadada y terrible
venganza de Dionisos. La religiosidad de Eurípides fue muy
personal. Dodds lo consideró corno un poeta irracional, a
diferencia de los estudiosos victorianos como A.W. Verrall,

40 Ver Ruth Padel, 1995, p. 76 Y101. 41 Ver "Euripides the Irracionalist", En: Dodds, 1982,78 Yss.

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