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C M Y CM MY CY CMY K
I N V E S T I G A C I Ó N
4
TE-64-04-151-ES-C
h t t p : / / o s h a . e u . i n t
ISBN 92-95007-88-3
Compuesta
.
Investigación sobre
el estrés relacionado
con el trabajo
Agencia Europea
para la Seguridad y la Salud
en el Trabajo
I N V E S T I G A C I Ó N
Europe Direct es un servicio destinado a ayudarle a encontrat respuestas
a las preguntas que pueda plantearse sobre la Unión Europea
Puede obtenerse información sobre la Unión Europea a través del servidor Europa
en la siguiente dirección de Internet: http://europa.eu.int
ISBN 92-95007-88-3
Printed in Belgium
Tom Cox
Amanda Griffiths
Eusebio Rial-González
Institute of Work, Health & Organisations
University of Nottingham Business School
Jubilee Campus, Wollaton Road
Nottingham NG8 1BB
United Kingdom
Este informe ha sido traducido por el Centro de Traducción de los Órganos de la Unión
Europea a partir de un original en inglés. Además, la Agencia reconoce el apoyo
del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) en la preparación
de esta versión lingüística.
3■
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Índice PRÓLOGO 7
RESUMEN EJECUTIVO 9
1. CAMPO DE ACCIÓN 21
2. INTRODUCCIÓN 23
2.1. La naturaleza del estrés relacionado con el trabajo
desde una perspectiva de vida 24
2.2. La magnitud del problema 27
2.3. Resumen 30
3. DEFINICIÓN DEL ESTRÉS 31
3.1. Conceptualización y enfoques 32
3.1.1. Enfoque técnico 32
3.1.2. Enfoque fisiológico 33
3.1.3. Enfoque psicológico 35
3.2. Teorías interaccionales sobre el estrés 37
3.2.1. Adaptación persona-entorno 37
3.2.2. Modelo demanda-control 38
3.3. Definiciones transaccionales 41
3.3.1. Teorías sobre la valoración y las estrategias
de afrontamiento 41
3.4. Resumen: enfoques, teorías y definiciones 44
3.5. Estrategias de afrontamiento 46
3.5.1. Taxonomías del afrontamiento 46
3.5.2. Afrontamiento como resolución de los problemas 47
3.6. Diferencias individuales y de grupo 49
3.6.1. Comportamiento de tipo A 50
3.6.2. Grupos vulnerables 52
3.6.3. Selección 52
3.7. Resumen: diferencias individuales. Capacidad de trabajo
y de afrontamiento 53
4. CUESTIONES METODOLÓGICAS 55
4.1. Mediciones 56
4.2. Datos de autoevaluación y triangulación 57
4.3. Resumen 60
5■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
PRÓLOGO
El estrés en el trabajo es una cuestión priori- pea, a los agentes sociales europeos y a
taria para la Agencia Europea para la Segu- otros expertos en la materia. Asimismo, el
ridad y la Salud en el Trabajo. Como parte proyecto de informe se presentó en un taller
del programa de la Agencia para 1999, se organizado por el Instituto Nacional de Sa-
puso en marcha un proyecto de información lud Laboral (Dinamarca) y el Instituto de Tra-
con objeto de recopilar, evaluar y examinar bajo, Salud y Organizaciones (Reino Unido)
los datos de las investigaciones sobre el es- en Copenhague los días 25 y 26 de octubre
trés laboral y las causas que lo determinan, de 1999. Una vez finalizado este proceso
así como los datos de los estudios de inter- consultivo, el informe final fue elaborado y
vención. publicado.
El Instituto de Trabajo, Salud y Organizacio- La Agencia Europea expresa su agradeci-
nes (Institute of Work, Health and Organisa- miento a los autores por su exhaustivo tra-
tions) de la Universidad de Nottingham, bajo, así como a los participantes en el taller
Reino Unido, fue designado para llevar a de Copenhague y a todas las partes que han
cabo este proyecto en el marco de las activi- participado en el proceso de revisión.
dades del Centro Temático de Investigación
Mayo de 2000
sobre Trabajo y Salud. Este informe sobre la
investigación relativa al estrés en el trabajo Agencia Europea para la Seguridad y la Sa-
ha sido elaborado por el profesor Tom Cox lud en el Trabajo
CBE, la Dra. Amanda Griffiths y el Sr. Euse-
bio Rial-González, de este instituto.
Durante el otoño de 1999 se llevó a cabo un
proceso especial de consulta mediante el en-
vío del borrador del documento a los miem-
bros del Centro Temático de Investigación
sobre Trabajo y Salud, a la Comisión Euro-
7■
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Introducción
Durante las tres últimas décadas, en todos
los sectores de empleo y a nivel guberna-
RESUMEN EJECUTIVO mental se ha extendido la creencia de que el
fenómeno del estrés en el trabajo tiene con-
secuencias no deseadas para la salud y la se-
guridad de las personas y para la salud de
sus organizaciones. Esta creencia se ha visto
reflejada en el interés mostrado por la ciu-
dadanía y los medios de comunicación, así
como en la creciente preocupación expresa-
da por las organizaciones sindicales, profe-
sionales y científicas.
Se plantean tres cuestiones fundamentales
La Agencia Europea para la Seguridad y la que exigen respuestas:
Salud en el Trabajo encargó el presente in- 1. ¿Cuál es la naturaleza del estrés en el tra-
forme de situación sobre el estrés en el tra- bajo?
bajo en el marco de las actividades del 2. ¿Afecta el estrés en el trabajo a la salud y
Centro Temático de Investigación sobre Tra- al bienestar? En caso afirmativo, ¿cómo?
bajo y Salud. El informe tiene en cuenta los 3. ¿Cuáles son las repercusiones de la inves-
estudios científicos, antiguos y contemporá- tigación existente en la gestión del estrés
neos, sobre la naturaleza del estrés en el tra- relacionado con el trabajo?
bajo, sus consecuencias para la salud y la En el presente informe se abordan estas
forma en que los conocimientos en la mate- cuestiones tras examinar brevemente las di-
ria se están aplicando con objeto de abordar ficultades que conlleva enmarcar el estrés la-
este problema. El Centro Temático sobre boral en el contexto de otros elementos
Buenas Prácticas-Estrés en el Trabajo recopi- estresantes de la vida.
la y evalúa información sobre buenas prácti-
cas en materia de estrés en el trabajo tanto
La magnitud del problema
en la UE como en el resto del mundo. Por lo
tanto, en este informe se abordan los resul- No resulta fácil determinar la magnitud de
tados de las investigaciones relativas a la los problemas de salud relacionados con el
evaluación y la gestión del estrés en el tra- estrés en el trabajo. En la mayoría de los pa-
bajo, pero no se examina la gestión del es- íses se recopilan automáticamente datos so-
trés en la práctica. No obstante, se estudian bre las jubilaciones por problemas de salud,
los marcos conceptuales utilizados en la ges- los días de trabajo perdidos por causa de en-
tión del estrés en el trabajo y en la legislación fermedad, daños y discapacidad, etc. No
vigente en materia de salud y seguridad, obstante, estos datos son imprecisos y poco
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Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
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efectos fisiológicos comunes de una amplia bien inferido a partir de la existencia de inte-
gama de estímulos aversivos o nocivos. Con- racciones problemáticas entre la persona y el
sidera el estrés como una variable depen- entorno o se mide en términos de procesos
diente, es decir, como una respuesta cognitivos y reacciones emocionales en las
fisiológica particular a un entorno amena- que se sustentan tales interacciones. Este
zante o perjudicial. Este segundo plantea- planteamiento se denomina «enfoque psi-
miento se denomina «enfoque fisiológico». cológico».
Y el tercero conceptualiza el estrés laboral
Hasta cierto punto, el desarrollo de modelos
como la interacción dinámica entre la perso-
psicológicos ha representado un intento por
na y su entorno de trabajo. Este último plan-
superar las críticas vertidas sobre los enfo-
teamiento se denomina «enfoque
ques anteriores. Actualmente, se está desa-
psicológico».
rrollando un consenso en torno a este
Los dos primeros enfoques han sido objeto enfoque de la definición del estrés. Por
de dos críticas específicas: la primera es em- ejemplo, los enfoques psicológicos de la de-
pírica y la segunda conceptual. En primer lu- finición del estrés coinciden, por lo general,
gar, tanto el modelo técnico como el con la definición que hace la Organización
fisiológico no tienen en cuenta adecuada- Internacional del Trabajo de los riesgos psi-
mente los datos existentes. Por ejemplo, ha- cosociales (Organización Internacional del
cen caso omiso de la intervención de Trabajo, 1986: véase más abajo) y con la de-
poderosos factores, tanto cognitivos como finición del bienestar recomendada por la
contextuales, en el proceso global del estrés. Organización Mundial de la Salud (1986) (1).
La segunda crítica es que los modelos técni- Asimismo, están en consonancia con el de-
co y fisiológico están anticuados desde el sarrollo de publicaciones sobre la evalua-
punto de vista conceptual, ya que se enmar- ción de los riesgos personales (véase, por
can en un paradigma estímulo/respuesta re- ejemplo, Cox y Cox, 1993; Cox, 1993; Cox
lativamente sencillo y, en gran parte, pasan y Griffiths, 1994, 1996). Estas concordan-
por alto tanto las diferencias individuales de cias y solapamientos indican una coheren-
carácter psicológico como los procesos per- cia cada vez mayor en el pensamiento
ceptivos y cognitivos que puedan existir en actual en materia de salud y seguridad en
un segundo plano. el trabajo.
Estos dos enfoques, por lo tanto, consideran En la teoría contemporánea sobre el estrés
a la persona como un vehículo pasivo para predominan variantes de este enfoque psi-
traducir las características del estímulo del cológico, entre las cuales pueden identifi-
entorno en parámetros de respuesta psico- carse dos tipos distintos: la interaccional y
lógicos y fisiológicos. En gran parte, ignoran la transaccional. La primera se centra en
las interacciones entre la persona y sus dis- las características estructurales de la inte-
tintos entornos, que constituyen una parte racción de la persona con su entorno de
esencial de los enfoques de biología, com-
portamiento y psicología basados en siste- (1) El bienestar es un estado mental dinámico caracteri-
mas. No obstante, el tercer enfoque de la zado por una armonía razonable entre las capacida-
definición y el estudio del estrés presta espe- des, las necesidades y las expectativas de una
persona, y las exigencias y oportunidades del entorno
cial atención a los factores ambientales y, en (Organización Mundial de la Salud, 1986). La evalua-
particular, a los contextos psicosociales y or- ción subjetiva del individuo es la única medida válida
ganizativos del estrés laboral. El estrés es o del bienestar (Levi, 1992).
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Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
trabajo, mientras que la segunda presta nocido a pesar de los numerosos años dedi-
más atención a los mecanismos psicológi- cados a su investigación. Se ha sugerido que
cos en los que se sustenta esta interacción. el afrontamiento se caracteriza por tres ele-
Los modelos transaccionales se refieren mentos principales. En primer lugar, se trata
principalmente a la evaluación cognitiva y de un proceso: es lo que la persona real-
a la capacidad de afrontamiento (coping). mente piensa y hace en una situación estre-
En cierto modo, representan una evolución sante. En segundo lugar, depende del
de los modelos interaccionales y, en gran contexto: el afrontamiento está influido por
parte, van en la misma línea. una determinada experiencia o valoración
Existe un consenso cada vez mayor en tor- que lo inicia y por los recursos disponibles
no a la definición del estrés como un esta- para gestionar dicha experiencia. Por último,
do psicológico negativo con componentes el afrontamiento como proceso es y debería
cognitivos y emocionales, y sobre sus con- definirse como «independiente del resulta-
secuencias para la salud tanto de trabaja- do»; es decir, independientemente de que
dores individuales como de sus su resultado sea positivo o negativo. Son dos
organizaciones. Además, actualmente los enfoques adoptados para estudiar las es-
existen teorías sobre el estrés que pueden trategias de afrontamiento: uno intenta cla-
utilizarse para relacionar la experiencia y sificar los distintos tipos de estrategias de
los efectos del estrés laboral con la exposi- afrontamiento y da lugar a una amplia taxo-
ción a los riesgos laborales y a los efectos nomía, y otro considera el afrontamiento
perjudiciales para la salud que podrían de- como un proceso de resolución de proble-
rivarse de dicha exposición. La aplicación mas.
de estas teorías al entendimiento del estrés
en el trabajo permite desarrollar un enfo-
La mayor parte de las teorías actuales sobre
que para la gestión del estrés laboral me-
el estrés tienen en cuenta las diferencias in-
diante la aplicación del concepto del ciclo
dividuales en la experiencia sobre el estrés, el
de control. Este enfoque ha demostrado
modo en que se afronta y con qué resulta-
ser eficaz en otros ámbitos de la salud y de
la seguridad. Además, ofrece un sistema dos. Las variables relativas a las diferencias
para la resolución sistemática de proble- individuales han sido investigadas como: 1)
mas que permite aportar mejoras conti- componentes del proceso de evaluación, o
nuas en el ámbito del estrés relacionado 2) moderadores de la relación entre el estrés
con el trabajo. Existen varios ámbitos dife- y la salud. Por lo tanto, los investigadores se
rentes en los que es necesario seguir inves- han preguntado, por ejemplo, en qué medi-
tigando: algunos se refieren al individuo, da los trabajadores particulares son vulnera-
otros a la planificación y organización del bles a una experiencia de estrés o hasta qué
trabajo y las intervenciones destinadas a punto la «fortaleza» modera la relación en-
mejorar el entorno de trabajo. tre las características del trabajo y la salud del
trabajador. El presente informe sostiene que
esta distinción entre las diferencias indivi-
Diferencias individuales: capacidad
duales, como componentes del proceso de
de trabajo y afrontamiento
evaluación y moderadores de la relación es-
El afrontamiento representa una parte im- trés-resultado, puede entenderse fácilmente
portante del proceso global del estrés. No en relación con los modelos transaccionales
obstante, tal vez sea el elemento menos co- de estrés.
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
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Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
riesgos percibidos y los resultados percibi- dos de este modo viene avalada por una se-
dos. rie de estudios que han evidenciado un buen
nivel de convergencia entre los datos de au-
En la literatura de investigación se expresan
toevaluación y los referidos por un superior
pareceres diversos sobre la medida en que la
y un subordinado. La utilización de cualquier
afectividad negativa o el método común de
medida debe estar respaldada por datos re-
la varianza distorsionan la evaluación de la
ferentes a su fiabilidad y validez, así como su
relación estrés-tensión. Sin embargo, existen
idoneidad y adecuación a la situación en la
modos en los que el diseño de los instru-
que se utiliza. Disponer de estos datos se
mentos y los procedimientos de evaluación
adecuaría a las buenas prácticas tanto en la
pueden contribuir a asegurar la buena cali-
psicología del trabajo como en la psicome-
dad de los datos recabados. Es obvio que
tría (por ejemplo, Cox y Ferguson, 1994), y
una valoración basada únicamente en la
asimismo podría ser necesaria si cualquier
apreciación puede proporcionar pruebas
decisión se impugna con arreglo a la ley.
muy débiles y convendría que estuviera ba-
sada en los datos recabados en otros ámbi-
tos. Riesgos laborales y estrés
En cierta medida, la triangulación de las
pruebas resuelve los problemas potenciales De conformidad con la literatura científica y
de la «afectividad negativa». El principio de con la legislación actualmente en vigor, el
triangulación mantiene que, para estar se- presente informe tiene en cuenta las prue-
guros, un potencial riesgo psicosocial u or- bas relacionadas con todos los riesgos labo-
ganizativo debe ser identificado mediante rales. Estos pueden dividirse, de modo
referencias cruzadas de, al menos, tres dife- general, en riesgos físicos, que incluyen ries-
rentes tipos de pruebas. El grado de consen- gos biológicos, biomecánicos, químicos y ra-
so entre estos puntos de vista diferentes diológicos, y los riesgos psicosociales. Estos
proporciona alguna indicación de la fiabili- últimos pueden definirse como «los aspec-
dad de los datos y, dependiendo de las me- tos relativos al diseño del trabajo, así como a
didas utilizadas, de su validez concurrente. su organización y gestión, y a sus contextos
sociales y ambientales, que tienen el poten-
La aplicación de este principio requiere que
cial de causar daños de tipo físico, social o
los datos sean recopilados en, al menos, tres
psicológico».
ámbitos distintos. Esto puede lograrse exa-
minando las pruebas que se refieren a:
1. Los precedentes objetivos y subjetivos de La exposición a riesgos psicosociales y físicos
la experiencia de estrés de la persona. puede influir tanto sobre la salud psicológica
como sobre la física. Las evidencias indican
2. Su autoevaluación del estrés.
que tales efectos sobre la salud pueden es-
3. Cambios eventuales en su comporta-
tar mediados, por lo menos, a través de dos
miento, fisiología o estado de salud (que
procesos: un mecanismo físico directo y un
pueden estar correlacionados con 1 y/o
mecanismo psicológico en el que media el
2).
estrés. Estos dos mecanismos no ofrecen ex-
Asimismo, es posible evaluar también la in- plicaciones alternativas de la asociación exis-
fluencia de los factores moderadores, como tente entre el riesgo y la salud; en la mayoría
las diferencias individuales y de grupo. La de las situaciones de riesgos ambos operan
confianza en la validez de los datos recaba- e interactúan en modos diversos.
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Los aspectos psicológicos del trabajo han • El trabajo autónomo y trabajo de equipo.
sido investigados desde los años cincuenta.
En un principio, los psicólogos se concentra- La investigación en estos ámbitos sigue to-
ron principalmente en los obstáculos de davía en fase de desarrollo (por ejemplo,
adaptación y de adecuación de los trabaja- véase Rosenstock, 1997), pero existen datos
dores al entorno de trabajo, y no tanto en las preliminares que muestran que algunos
potenciales características de riesgo para el cambios que se considera que mejoran el
trabajador de dicho entorno. No obstante, entorno de trabajo pueden provocar el efec-
con la aparición de las investigaciones sobre to contrario. Por ejemplo, Windel (1996)
el entorno psicosocial de trabajo y de la psi- realizó estudios sobre la introducción de
cología del trabajo en el decenio de los se- grupos de trabajo autorregulados en la ofici-
senta, el centro de atención se ha desviado na de una empresa fabricante de equipos
de la perspectiva individual hacia la conside- electrónicos. Aunque el trabajo autorregula-
ración del impacto en la salud ejercido por do puede ser una fuente para aumentar la
algunos aspectos del entorno de trabajo. autoeficacia y puede ofrecer un mayor apo-
Actualmente, existen considerables pruebas yo social, Windel halló que, después de un
que identifican como potencialmente peli- año de trabajo, las exigencias laborales ha-
grosas, un conjunto de características de tra- bían aumentado, mientras que había dismi-
bajo. nuido el bienestar con respecto a los datos
de referencia iniciales. Los datos indicaron
Además, a lo largo de los últimos años, los que el aumento del apoyo social generado
cambios socioeconómicos y tecnológicos a por grupos autónomos no era suficiente
gran escala han influido de forma conside- para contrarrestar el aumento de exigencias
rable en los lugares de trabajo. Comúnmen- determinado por la combinación de una re-
te se les llama «el cambiante mundo del ducción del personal con un aumento de las
trabajo». Este concepto comprende una funciones directivas. Estudios meta-analíti-
amplia variedad de nuevos modelos de or- cos también han mostrado las consecuen-
ganización del trabajo distribuidos en varios cias mixtas (Bettenhausen, 1991; Windel y
niveles, como, por ejemplo: Zimolong, 1997) o bien las tasas más eleva-
• Un número creciente de trabajadores de das de absentismo y de fluctuación de per-
mayor edad. sonal (Cohen y Ledford, 1994), como
• El teletrabajo y el aumento en la utiliza- consecuencia de la introducción del trabajo
en equipo o del trabajo autorregulado. Es
ción de las tecnologías de la información
evidente que los cambios que tienen un im-
y la comunicación (TIC) en los lugares de
pacto tan profundo en el modo de funcionar
trabajo. de las organizaciones pueden conllevar ries-
• Redimensionamiento, contratación exter- gos potenciales para la salud y el bienestar
na, subcontratación y globalización, con que deben ser tenidos en cuenta.
el consiguiente cambio de los modelos de
empleo. A modo de resumen, sobre la base de la li-
teratura disponible, es posible explorar los
• Las demandas de flexibilidad de los traba-
efectos de los riesgos del trabajo más tangi-
jadores tanto en número como en funcio- bles sobre la experiencia de estrés y sobre la
nes o habilidades. salud, e identificar aquellos riesgos psicoso-
• Un porcentaje creciente de población que ciales que representan una amenaza para
trabaja en el sector servicios. los trabajadores. Gran parte de los estudios
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escasos, sugieren que las intervenciones, es- de estrés laboral como ámbito de la ciencia
pecialmente a nivel organizativo (por ejem- aplicada. Dos asuntos deben ser evidentes
plo, Ganster et al., 1982; Shinn et al., 1984; para el lector de este informe. Primero, exis-
Dollard y Winefield, 1996; Kompier et al., te una cantidad considerable de datos cien-
1998), son beneficiosas para la salud indivi- tíficos sobre el estrés en el trabajo, sus
dual y organizativa y deberían ser investiga- causas y sus efectos, y sobre algunos de los
das y evaluadas con mayor detalle. mecanismos que sustentan el vínculo entre
estos elementos. Por lo tanto, no son nece-
En resumen, los datos científicos disponibles
sarias más actividades de investigación. Lo
permiten respaldar lo siguiente:
que se necesita es una respuesta a las cues-
• El estrés en el trabajo representa una te- tiones metodológicas pendientes y a las
mática actual y futura en materia de salud cuestiones más específicas relativas a los as-
y seguridad. pectos concretos del proceso de estrés y a
• Es posible tratar el estrés en el trabajo del los mecanismos subyacentes. En segundo
mismo modo lógico y sistemático que lugar, a pesar de la presencia de una canti-
otras cuestiones en materia de salud y se- dad considerable de datos científicos, es ne-
guridad. cesario que éstos sean traducidos a la
• La gestión del estrés en el trabajo podría práctica, y evaluar después la eficacia de la
basarse en la adaptación y la aplicación de misma. Se trata de un tipo de necesidades
que pueden definirse únicamente fuera del
un ciclo de control como el que ya se uti-
laboratorio y mediante el desarrollo de un
liza en los modelos contemporáneos utili-
consenso y de procedimientos comunes.
zados para la gestión de los riesgos.
• Existen ejemplos concretos de la adop-
ción de este enfoque en varios países de Mientras que el estrés relacionado con el tra-
bajo sea un reto prioritario para la salud en
la Unión Europea.
el trabajo, nuestra capacidad para entender
La última observación se refiere a la madurez y gestionar dicho reto mejorará. Se presenta
de la actividad de investigación en materia un futuro mejor.
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do de la literatura científica relativa a la in-
vestigación sobre la naturaleza y los efectos
del estrés relacionado con el trabajo y sobre
las intervenciones para la gestión del estrés.
1.
presentar una evaluación detallada de una
hipótesis específica. Los primeros corren el
riesgo de ser demasiado superficiales o se-
lectivos a favor de una visión global; los se-
gundos, por el contrario, pueden resentirse
de que, al no lograr enmarcar las hipótesis
en su contexto más amplio, no ofrecen una
evaluación de conjunto. Asimismo, gran
parte del material disponible para el análisis
ha sido considerado metodológicamente
débil. Según Kasl (1992), el principal proble-
ma metodológico es que las pruebas dispo-
CAMPO DE ACCIÓN nibles se basan en gran medida en estudios
transversales, en los que las variables funda-
mentales se miden y se relacionan en térmi-
nos subjetivos. Aunque no tiene sentido
rechazar a priori todos los estudios de este
La Agencia Europea para la Seguridad y la tipo, cabe decir, no obstante, que a menudo
Salud en el Trabajo, en línea con el programa falta la complejidad metodológica necesaria
de trabajo para 1999, encargó la elabora- para su correcto diseño, análisis e interpreta-
ción del presente informe en el marco del ción. Un segundo problema es que la mayor
Centro Temático de Investigación sobre Tra- parte de lo que se publica es redundante, ya
bajo y Salud (véase el apéndice 1). El estrés que simplemente demuestra teorías ya esta-
relacionado con el trabajo se considera una blecidas y hechos presupuestos (Cox, 1993).
En muchos casos no aportan ningún benefi-
cuestión de salud laboral y las consideracio-
cio en cuanto a la adquisición de conoci-
nes actuales, así como la legislación en vigor
mientos.
en materia de salud y seguridad, se han uti-
lizado como base para la elaboración del Existen asimismo algunas temáticas impor-
presente informe. Su principal objetivo con- tantes que, por motivos de espacio, no pue-
21■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
den examinarse con detalle. Se sabe por da en lengua inglesa. Los autores reconocen
ejemplo, que los factores socioeconómicos y la imposibilidad de cubrir la totalidad de las
culturales –como las desigualdades en el investigaciones en otras lenguas distintas del
campo de la salud y de las formas asisten- inglés a causa de los límites de tiempo y de
ciales, particularmente en relación con el en- recursos disponibles. No obstante, el inglés
vejecimiento y el estatus socioeconómico, se ha convertido en la lengua oficial para las
nuevos modelos de trabajo y la «economía publicaciones científicas en Europa y, por lo
global», diferencias culturales en las actitu- tanto, resulta poco probable que el informe
des frente al trabajo y la salud, etc.– influyen haya pasado por alto contribuciones impor-
en el estrés relacionado con el trabajo. El es- tantes.
trés está asimismo relacionado con el bur-
Por lo tanto, este informe es selectivo en
nout, la falta de seguridad en el trabajo y la
cuanto a los datos en los que se basa y es
aparición de transtornos en los miembros
conforme con las indicaciones precedentes
superiores debidos al trabajo. Aunque éstas
sobre el control y la supervisión de los ries-
son cuestiones significativas que deberían
gos psicosociales y organizativos preparadas
tenerse en cuenta al considerar las causas y
por los autores para la Organización Mun-
consecuencias del estrés en el trabajo, el pre-
dial de la Salud (Región Europea) y publica-
sente informe sólo puede abordarlas breve o
das en Occasional Series in Occupational
indirectamente en el espacio disponible (por
Health no. 5 (Cox y Cox, 1993), para la He-
ejemplo, véanse las secciones 5.1, 5.2.1 y
alth and Safety Executive of Great Britain
5.4). Por lo tanto, se anima a los lectores a
(Cox, 1993; Cox et al., 2000), y para el Loss
consultar otras fuentes incluidas en la sec-
Prevention Council (Reino Unido) (Griffiths
ción de Referencias del informe (por ejem-
et al., 1998).
plo, Agencia Europea, 1999).
El Centro Temático sobre Buenas Prácticas
Por lo tanto, este informe se centra en lo que
de la Agencia Europea recopila, evalúa y di-
es:
vulga la información disponible sobre el es-
• Importante para su objetivo manifestado. trés y el trabajo en la UE y fuera de las
• Importante para el tratamiento del estrés fronteras de la Unión. Por lo tanto, tras exa-
relacionado con el trabajo como una minar las investigaciones sobre la naturale-
cuestión de salud laboral. za, las causas y los efectos del estrés
• Mejor conocido. relacionado con el trabajo, este informe
• Más adecuado, en lugar de menos, tanto aborda brevemente las pruebas procedentes
de las investigaciones realizadas sobre la
metodológica como teóricamente.
evaluación y la gestión del estrés en el tra-
Por necesidad, el informe se centra asimis- bajo, pero no examina en detalle los actua-
mo, principalmente, en la literatura publica- les procedimientos de gestión del estrés.
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
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2.
INTRODUCCIÓN
23■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
2.1
realizado algunos progresos en la determina-
ción de la importancia relativa de los diversos
tipos de eventos. A continuación se examina
un ejemplo en particular.
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
25■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
petti, 1987; Repetti y Crosby, 1984; Voyda- están asociados al riesgo de trastornos psi-
noff y Kelly, 1984). Una encuesta realizada cológicos (por ejemplo, Lennon, 1999;
por la Canadian Mental Health Association Cobb y Kasl, 1977; Feather, 1990; Jackson y
(1984) halló que el 56 % de los encuesta- Warr, 1984; Kasl, 1980b; Warr, 1982, 1983,
dos apreciaba «alguna» o «mucha» interfe- 1987). Asimismo, pueden estar relacionados
rencia entre el propio trabajo y la vida con un mayor riesgo de enfermedades car-
familiar. De particular preocupación fue la diovasculares, pero las pruebas en este caso
«cantidad de tiempo exigida por el trabajo» siguen siendo poco claras (Kasl y Cobb,
y la «irregularidad de las horas de trabajo» 1980). Al mismo tiempo, las características
(incluido el trabajo por turnos). La interfe- específicas del trabajo pueden ejercer un
rencia incidía en los eventos y rutinas fami- efecto positivo en la salud, especialmente en
liares, en la educación de los hijos y en las lo que respecta al gasto de energía (Fletcher,
responsabilidades domésticas, empeoraba 1988). Los estudios realizados por Paffen-
el estado de ánimo de los trabajadores en su barger et al. (1977, 1984) pusieron de mani-
casa y entraba en conflicto con las activida- fiesto que el elevado gasto de energía puede
des de ocio y con la vida social. estar relacionado a una disminución de los
riesgos de ataques cardíacos mortales.
La atención que el presente informe presta
al estrés relacionado con el trabajo puede in- La definición del estrés relacionado con el
ducir a pensar que el trabajo ejerce sólo un trabajo y su medición son fundamentales
efecto negativo sobre la salud, pero no es para determinar la importancia y los efectos
así. Existen pruebas de que, en determina- de transmisión, tanto positivos como nega-
das condiciones, el trabajo puede tener tivos. Las siguientes secciones examinan las
beneficios positivos para la salud, pro- primeras teorías sobre el estrés y las más re-
moviendo el bienestar psicológico (Baruch cientes, explorando sus implicaciones para la
y Barnett, 1987) y la salud física (Repetti medida.
et al., 1989). El desempleo y la jubilación
■26
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
2.2
ropea. En un informe de la Fundación Euro-
pea para la Mejora de las Condiciones de
Vida y de Trabajo de 1997 sobre el entorno
de trabajo europeo, European Working Envi-
ronment in Figures, se señala que, si bien
existen algunas fuentes de información, por
el momento no se dispone de suficientes da-
tos cuantitativos y comparables sobre la salud
y la seguridad en el trabajo a escala europea
(Fundación Europea, 1997).
LA MAGNITUD DEL PROBLEMA
Las condiciones de trabajo en la Unión Euro-
pea de la Fundación de Europea de 1996 re-
veló que el 29 % de los trabajadores
encuestados consideraban que su trabajo
afectaba a su salud. Los principales proble-
mas de salud relacionados con el trabajo son:
trastornos musculoesqueléticos (30 %) y es-
trés (28 %). El 23 % de los encuestados res-
pondió que había faltado al trabajo por
problemas de salud relacionados con el tra-
No resulta fácil determinar la magnitud de los bajo en los últimos doce meses. La media de
problemas de salud relacionados con el estrés días de ausencia por trabajador fue de cuatro
en el trabajo. En muchos países se recopilan al año, lo que representa aproximadamente
habitualmente datos sobre las jubilaciones y 600 millones de días laborables perdidos
el absentismo laboral por problemas de sa- anualmente en toda la UE.
lud, enfermedad, lesiones o discapacidad.
Por ejemplo, entre 1981-1994, en los Países Las enfermedades relacionadas con el traba-
Bajos se registró un aumento del 21 % al jo siguen siendo motivo de preocupación en
30 % en el porcentaje de trabajadores que toda la Unión Europea. El gráfico 1, por ejem-
recibieron una pensión por discapacidad de- plo, indica como –a pesar de los recientes
bido a trastornos relacionados con el estrés descensos– el número de enfermedades pro-
(ICD-9, 309, trastorno de adaptación), y «el fesionales registrado en Alemania creció
número de los que regresaron al trabajo en el drásticamente durante los años noventa y si-
grupo de diagnóstico es menor que en cual- gue siendo muy alto (Bundesministerium für
quier otro grupo» (Van der Hek y Plomp, Arbeit und Sozialordnung, 1999).
1997). Para poner otro ejemplo, en el Reino Unido se
No obstante, estos datos son imprecisos y pierden anualmente cerca de 40 millones de
poco fiables para describir las tendencias de- jornadas laborales debido a trastornos rela-
bido a los cambios en, por ejemplo, los mé- cionados con el estrés (Kearns, 1986; Health
todos de registro empleados (véase, Marmot & Safety Executive, 1990b; Jones et al.,
y Madge, 1987; Fletcher, 1988; Jenkins, 1998). En 1994, la organización británica He-
1992, Griffiths, 1998). Por este motivo, sólo alth & Safety Executive publicó la estimación
sirven para hacer «conjeturas con fundamen- (conforme a los datos de 1990) del coste to-
to» sobre la magnitud o el coste del estrés la- tal de los accidentes y enfermedades relacio-
boral. Resulta incluso más difícil obtener nados con el trabajo para los empresarios, la
datos válidos, fidedignos y normalizados en economía y la sociedad (Davies y Teasdale,
los quince Estados miembros de la Unión Eu- 1994). En el estudio se intentó cuantificar los
27■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
120000
Enfermedades profesionales registradas
80000
60000
40000
20000
0
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995
costes para todas las partes afectadas, inclui- fico puede utilizarse asimismo para calcular
dos los empresarios (daño, pérdida de pro- los costes derivados de determinadas enfer-
ducción, costes por absentismo), los servicios medades (por ejemplo, la Confederación de
sanitarios, la seguridad social y los sistemas Sindicatos del Reino Unido calculó que el cos-
de seguros, así como los costes para las vícti- te por las lesiones por movimientos repetiti-
mas de accidentes y enfermedades profesio- vos ascendía a 1 000 millones de libras
nales, teniendo en cuenta también «una anuales).
suma para el resarcimiento del dolor, moles-
tia o sufrimiento». En el estudio se evidenció Cifras más actuales presentadas por la Con-
que en el Reino Unido, en 1990 el coste a car- federación de la Industria Británica (1999) in-
go de los empresarios de los accidentes en el dican que en 1998 se perdieron 200 millones
trabajo y las enfermedades profesionales es- de días de trabajo a causa de las ausencias
taba entre los 4 500 millones y los 9 000 mi- por enfermedad, una media de 8,5 días por
llones de libras esterlinas (entre 6 840 y trabajador. Esto representa una pérdida del
13 700 millones de EUR aproximadamente). 3,7 % de horas de trabajo. La ausencia del
Los costes para las víctimas y sus familias ron- trabajo costó a las empresas británicas
daban los 4 500 millones de libras esterlinas. 10 200 millones de libras esterlinas en 1998
El coste total para la economía variaba entre (aproximadamente 15 500 millones de EUR),
los 6 000 millones y los 12 000 millones de li- un coste medio de 426 libras por trabajador
bras esterlinas (entre 9 120 y 18 240 millones (aproximadamente 647 EUR). De la investiga-
de EUR, aproximadamente, 1 %-2 % de la ción se desprende que las enfermedades me-
producción nacional). Añadiendo la cantidad nos graves constituyen la principal causa de
destinada al resarcimiento relativo al dolor y baja entre el colectivo de los trabajadores ma-
el sufrimiento se alcanza un coste total para nuales y de los no manuales, si bien para los
la sociedad de entre 11 000 millones y manuales las enfermedades graves y las res-
16 000 millones de libras esterlinas (entre ponsabilidades familiares y domésticas de-
16 720 y 24 320 millones de EUR). Este grá- sempeñan un papel importante. Para los
■28
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
29■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
2.3
RESUMEN
■30
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
I N V E S T I G A C I Ó N
3.
DEFINICIÓN DEL ESTRÉS
La definición del estrés no representa sim- peor, que el estrés es absolutamente indefi-
plemente una cuestión de semántica –un nible e inmensurable. Esta creencia denota
juego de palabras– y es importante ponerse una falta de conocimiento de las publicacio-
de acuerdo, al menos en términos genera- nes científicas en la materia.
les, sobre su naturaleza. La falta de tal en-
tendimiento podría obstaculizar de modo
preocupante la investigación sobre el estrés
y el consiguiente desarrollo de estrategias
eficaces para su gestión. Así pues, con fre-
cuencia se considera erróneamente que
existe poco consenso sobre la definición del
estrés como concepto científico o, todavía
31■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
3.1
persona y su entorno de trabajo. Según in-
dican los estudios, el estrés es inferido a par-
tir de la existencia de interacciones
problemáticas entre la persona y el entorno
o es medido por los procesos cognitivos y las
reacciones emocionales en las que se funda-
mentan tales interacciones. Este último en-
foque se ha denominado «enfoque
psicológico». Los primeros dos enfoques, el
CONCEPTUALIZACIÓN técnico y el fisiológico, pertenecen a las pri-
meras teorías sobre el estrés, mientras que
Y ENFOQUES los enfoques más psicológicos caracterizan
la teoría actual sobre el estrés.
■32
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
de pensamiento y las diferencias individuales desventajas a largo plazo (aumento del ries-
relativas a este umbral se han utilizado para go de determinadas enfermedades «relacio-
explicar las diferencias en la resistencia y la nadas con el estrés»).
vulnerabilidad al estrés.
Según Scheuch (1996), el estrés es una de
las actividades psicofisiológicas realizadas
3.1.2. Enfoque fisiológico por los seres humanos en un intento por
adaptarse a los cambios del entorno interno
La aproximación fisiológica a la definición y y externo. Esta actividad se refiere a la canti-
el estudio del estrés recibió el impulso inicial dad y la calidad de la relación entre exigen-
a partir del trabajo de Selye (1950, 1956). cias y capacidades o recursos individuales, ya
Selye definió el estrés como «un estado ma- sean somáticos, psicológicos o sociales en
nifestado por un síndrome específico que un entorno material y social específico.
consiste en todos los cambios no específicos Scheuch concibe el estrés como una activi-
en el sistema biológico» y que aparece al en- dad de reacción frente a un estado homeos-
frentarse a estímulos aversivos o nocivos. El tático alterado de las funciones orgánicas,
estrés se trata como un síndrome de res- funciones psicológicas y/o en la interacción
puesta fisiológica generalizado y no específi- entre el ser humano y su entorno social. La
co. Durante muchos años, la respuesta al adaptación sigue los principios de economi-
estrés ha sido considerada en gran parte zación de la función, el principio de minimi-
como la activación de dos sistemas neuro- zación del esfuerzo y el principio de
endocrinos: hipófisis anterior-adreno-córti- bienestar. El estrés de por sí representa la ex-
co-suprarrenal (anterior pituitary-adrenal presión de un trastorno de estos principios
cortical system) y el sistema simpático-supra- (Scheuch, 1990, 1996).
rrenal (sympathetic-adrenal medullary sys-
tem) (Cox y Cox, 1985; Cox et al., 1983). La
psicofisiología del estrés se aborda con más Críticas a los enfoques técnico
detalle en la sección 6.3.1. Selye (1950, y fisiológico
1956) afirmó que la reacción fisiológica es Los dos primeros enfoques han sido objeto
trifásica por naturaleza, con una fase inicial de dos críticas específicas: la primera, empí-
de alarma (activación simpático-suprarrenal) rica, y la segunda, de carácter conceptual.
seguida de una fase de resistencia (activa-
ción adreno-córtico-suprarrenal) dando lu- En primer lugar, tanto el modelo técnico
gar, en algunas circunstancias, a una fase como el fisiológico son incapaces de explicar
final de agotamiento (reactivación terminal adecuadamente los datos existentes. En lo
del sistema simpático-suprarrenal). Se ha su- que respecta al modelo técnico, éste tiene
gerido que la manifestación reiterada, inten- en cuenta los efectos del ruido sobre el ren-
sa o prolongada de esta respuesta fisiológica dimiento y el bienestar. Los efectos del ruido
aumenta el desgaste del cuerpo y contribu- sobre la ejecución de las tareas no son una
ye a lo que Selye (1956) llamó «enfermeda- simple función de su volumen o frecuencia,
des de adaptación». Este término, en sino que están sujetos tanto a su naturaleza
apariencia paradójico, surge del contraste como a diferencias individuales y a los efec-
entre las ventajas inmediatas y a corto plazo tos del contexto (véanse, por ejemplo, Cox,
generadas por las reacciones fisiológicas al 1978; Flanagan et al., 1998; Ahasan et al.,
estrés (movilización de las energías hacia 1999). Los niveles de ruido que normalmen-
una respuesta conductual activa) frente a las te son considerados molestos pueden ayu-
33■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
dar a mantener la ejecución de las tareas cey (1967) sostuvo que las bajas correlacio-
cuando los sujetos están cansados o fatiga- nes observadas entre diversos componentes
dos (Broadbent, 1971), mientras que niveles fisiológicos de la reacción al estrés no son
más elevados de música pueden ser elegidos coherentes con la noción de un síndrome de
libremente en situaciones sociales o de ocio. reacción identificable. Asimismo, resulta difí-
cil distinguir entre los cambios fisiológicos
Scott y Howard (1970) escribieron: «Deter- que representan el estrés y los que no, parti-
minados estímulos, en virtud de su significa- cularmente porque los primeros pueden es-
do específico para determinados individuos, tar disociados del estresor en el tiempo
podrían ser considerados como problemáti- (Fisher, 1986).
cos sólo para ellos; otros estímulos, en virtud
de su significado común, pueden represen-
Actualmente existen varias investigaciones
tar problemas para una mayor cantidad de
que sostienen que, cuando se produce el
personas.» Esta afirmación implica la media-
síndrome de la reacción al estrés, éste no es
ción de fuertes factores cognitivos y contex-
específico. Existen sutiles pero importantes
tuales en el proceso global del estrés (véase
diferencias en el patrón global de respuesta.
abajo). Este punto fue sostenido vehemen-
Por ejemplo, existen pruebas de las diferen-
temente por Douglas (1992) en relación con
cias en la reacción de las catecolaminas (que
la percepción de los riesgos (y peligros). Esta
reflejan la activación simpático-suprarrenal)
autora mantiene que estas percepciones y
a las situaciones estresantes (Cox y Cox,
comportamientos derivados no son explica-
1985). Como base para esta diferenciación
dos adecuadamente por la ciencia natural
se han propuesto varias dimensiones, pero la
del riesgo objetivo y están fuertemente de-
mayoría se refieren a la realización de es-
terminados por prejuicios culturales y grupa-
fuerzos de distintos tipos, por ejemplo, físi-
les.
cos frente a psicológicos (Dimsdale y Moss,
La simple equiparación de la exigencia con el 1980a, 1980b; S. Cox et al., 1985). Dimsda-
estrés ha sido asociada con la convicción de le y Moss (1980b) examinaron los niveles de
que un cierto nivel de estrés está relaciona- catecolaminas del plasma utilizando una
do con un rendimiento máximo (Welford, bomba de extracción de sangre no invasiva
1973) y, posiblemente, con un buen estado y un análisis radioenzimático. Se sometió a
de salud. En algunas ocasiones, para justifi- examen a diez médicos jóvenes que debían
car procedimientos de gestión mediocres, se hablar en público y se descubrió que, aun-
ha recurrido a esta convicción. que los niveles tanto de adrenalina como de
noradrenalina aumentaron ante esta serie
Del mismo modo, el modelo fisiológico está de exigencias, los niveles de adrenalina eran
sujeto a críticas. Se ha demostrado que tan- mucho más sensibles. Esta sensibilidad esta-
to la no especificidad como los tiempos de la ba asociada a sentimientos de excitación
reacción fisiológica a estímulos aversivos o emocional inherentes al acto de hablar en
nocivos son distintos de los descritos por Sel- público. S. Cox y sus compañeros (1985)
ye (1950, 1956) y de los requeridos por el examinaron la respuesta fisiológica a tres ti-
modelo (véase Mason, 1968, 1971). Mason pos distintos de tareas asociadas a trabajos
(1971), por ejemplo, demostró que algunos repetitivos de ciclo corto: las tasas de excre-
estímulos físicos nocivos no determinan una ción de las catecolaminas en orina fueron
reacción de estrés en su totalidad. En parti- medidas utilizando una adaptación de la
cular, citó los efectos del calor. Asimismo, La- técnica de análisis de Diament y Byers
■34
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
(1975). S. Cox descubrió que tanto la adre- se fundamentan tales interacciones. Este ha
nalina como la noradrenalina eran sensibles sido denominado el «enfoque psicológico».
a las características del trabajo, tales como el
Hasta cierto punto, el desarrollo de modelos
nivel retributivo y el ritmo de trabajo, pero
psicológicos ha representado un intento por
de modo diferencial. Se propuso como hi-
superar las críticas vertidas sobre los enfo-
pótesis que la activación de la noradrenalina
ques anteriores. Actualmente, existe un con-
estaba relacionada con la actividad física in-
senso creciente en torno a este enfoque de
herente a las distintas tareas y a las limitacio-
la definición del estrés. Por ejemplo, los en-
nes y frustraciones presentes, mientras que
foques psicológicos de la definición del es-
la adrenalina estaba más relacionada con los
trés van en línea con la definición que hace
sentimientos de esfuerzo y estrés.
la Organización Internacional del Trabajo de
La segunda crítica se refiere al hecho de que los riesgos psicosociales (Organización Inter-
los modelos técnico y fisiológico del estrés nacional del Trabajo, 1986) y con la defini-
están conceptualmente anticuados, ya que ción del bienestar recomendada por la
se inscriben en un paradigma estímulo-reac- Organización Mundial de la Salud (1986) (5).
ción relativamente sencillo e ignoran en gran Asimismo, estas definiciones son conformes
medida las diferencias individuales de natu- con las publicaciones elaboradas sobre la
raleza psicológica y los procesos perceptivos evaluación de los riesgos personales (véase,
y cognitivos (Cox, 1990; Sutherland y Coo- por ejemplo, Cox y Cox, 1993; Cox, 1993;
per, 1990; Cox, 1993). Estos dos enfoques Cox y Griffiths, 1994, 1996). Estas concor-
consideran a la persona como un vehículo dancias y solapamientos indican una cohe-
pasivo para traducir las características del es- rencia cada vez mayor en el pensamiento
timulo del entorno en parámetros de res- actual en materia de salud y seguridad en el
puesta psicológicos y fisiológicos. Ignoran trabajo.
en gran medida las interacciones entre la Las variantes de este enfoque psicológico
persona y sus distintos entornos, que consti- dominan la teoría contemporánea sobre el
tuyen una parte esencial de los enfoques en estrés y, entre éstas, pueden identificarse
el ámbito de la biología, el comportamiento dos tipos distintos: la interaccional y la tran-
y la psicología, basados en sistemas. No obs- saccional. La primera se centra en las carac-
tante, el tercer enfoque de la definición y el terísticas estructurales de la interacción de la
estudio del estrés presta especial atención a persona con su entorno de trabajo, mientras
los factores ambientales y, en particular, a los que la segunda presta más atención a los
contextos psicosociales y organizativos del mecanismos psicológicos en los que se fun-
estrés laboral. damenta esta interacción. Los modelos tran-
saccionales se refieren principalmente a la
evaluación cognitiva y las estrategias de
3.1.3. Enfoque psicológico
afrontamiento. En cierto modo, representan
El tercer enfoque conceptualiza el estrés la-
boral con arreglo a la interacción dinámica (5) El bienestar es un estado mental dinámico caracteri-
entre la persona y su entorno de trabajo. El zado por una armonía razonable entre las capacida-
estrés es inferido por la existencia de inte- des, las necesidad y las expectativas de una persona,
y las demandas ambientales y las oportunidades (Or-
racciones problemáticas entre la persona y el ganización Mundial de la Salud, 1986). La valoración
entorno o es medido por los procesos cog- subjetiva del individuo es la única medida válida del
nitivos y las reacciones emocionales en que bienestar disponible (Levi, 1992).
35■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■36
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
3.2
teoría sobre el estrés laboral basada en el
concepto explícito de la adaptación entre la
persona y el entorno (véase French et al.,
1982). Se establecieron dos aspectos básicos
de adecuación:
• El grado en que las actitudes y habilidades
de un trabajador satisfacen las exigencias
del trabajo.
• La medida en que el entorno de trabajo
TEORÍAS INTERACCIONALES satisface las necesidades de los trabajado-
res, y en particular, la medida en que se
SOBRE EL ESTRÉS
fomenta y se permite al individuo utilizar
sus propios conocimientos y capacidades
en la organización del trabajo.
La falta de adecuación en uno o ambos as-
pectos puede dar lugar a situaciones de es-
trés y puede afectar al bienestar (French et
al., 1974). En esta teoría se realizan dos dis-
tinciones: la primera, entre la realidad obje-
tiva y las percepciones subjetivas, y la
Las teorías interaccionales en materia de es-
segunda, entre las variables ambientales (A)
trés se centran en las características estruc-
y las variables personales (P). Dada esta sen-
turales de las interacciones de un individuo
cilla configuración 2 x 2 de interacción P x A,
con el propio entorno de trabajo. En parti-
en realidad la falta de adaptación puede
cular, entre las distintas teorías propuestas,
producirse en cuatro modos diferentes y
dos emergen como las más acreditadas: la
cada uno parece amenazar la salud del tra-
teoría basada en la adaptación persona-en-
bajador. Puede producirse una falta de
torno de French et al. (1982) y la teoría de-
adaptación P-A, tanto objetiva como subje-
manda-control de Karasek (1979). No
tiva. Se trata de aspectos relevantes en los
obstante, ninguna de las dos están exentas
que se presta una atención particular en la
de críticas: véase, por ejemplo, Edwards y
falta de adaptación subjetiva: cómo el traba-
Cooper (1990) y Warr (1990).
jador ve su propia situación laboral. Esto pro-
porciona un vínculo sólido con otras teorías
3.2.1. Adaptación persona-entorno psicológicas en materia de estrés. Puede
producirse asimismo una falta de adapta-
Varios investigadores han sugerido que la ción entre el entorno objetivo (realidad) y el
bondad de la adecuación entre la persona y entorno subjetivo (de ahí la falta de contac-
su entorno (de trabajo) a menudo ofrece to con la realidad) y también una falta de
una explicación mejor del comportamiento adaptación entre las personas objetivas y las
que la ofrecida por las diferencias individua- subjetivas (de ahí, la escasa autovaloración).
les o situacionales (véase, por ejemplo, Bo-
wers, 1973; Ekehammer, 1974). En gran French et al. (1982) pusieron de manifiesto
parte como resultado de estas observacio- los resultados de una amplia investigación
nes, French y sus colegas formularon una sobre el estrés laboral y la salud en 23 ocu-
37■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
paciones distintas en los Estados Unidos y toma de decisiones escasa y por exigencias
sobre una muestra de 2010 hombres traba- laborales elevadas (6) manifestaban estados
jadores. Esta investigación fue llevada a cabo de malestar y un bajo nivel de satisfacción.
sobre la base del modelo de adaptación P-A, Algunos estudios realizados más tarde pare-
y, en su resumen, los autores presentaron cen confirmar la teoría. Por ejemplo, se so-
sus propios comentarios sobre cuestiones de metió a examen una muestra representativa
relevancia teórica y práctica. En particular, de trabajadores suecos, considerando: la de-
argumentaron que sus medidas subjetivas presión, el cansancio excesivo, las enferme-
habían servido de mediadores de los efectos dades cardiovasculares y la mortalidad.
del trabajo objetivo sobre la salud. Sus datos Aquellos trabajadores cuyos empleos esta-
evidenciaron la existencia de un buen nivel ban caracterizados por unas pesadas cargas
de correspondencia entre medidas objetivas de trabajo asociadas a una escasa autono-
y subjetivas y el hecho de que los efectos de mía de toma de decisiones estaban repre-
tales medidas objetivas sobre la salud de los sentados de forma desproporcionada en
individuos podrían ser explicados amplia- todas estas variables de resultado. Las pro-
mente por las medidas subjetivas. Esto se ha babilidades más bajas en cuanto a enferme-
reflejado más recientemente en los trabajos dades y mortalidad se detectaron entre los
de varios investigadores (véanse, por ejem- grupos con cargas de trabajo moderadas
plo, Bosma y Marmot, 1997; Jex y Spector, asociadas a un control elevado de las condi-
1996; Chen y Spector, 1991; Spector, ciones de trabajo (Ahlbom et al., 1977; Ka-
1987b). En el estudio de French et al., la ocu- rasek, 1981; Karasek et al., 1981). El efecto
pación objetiva sólo explicaba del 2 al 6 % combinado de estas dos características de
de la varianza en la salud referida por los in- trabajo a menudo se describe como una in-
dividuos más allá que la explicada por las teracción real, pero a pesar del gran atracti-
medidas subjetivas. vo popular de esta propuesta, las pruebas
que la respaldan son escasas (Kasl, 1989;
3.2.2. Modelo demanda-control Warr, 1990). Los análisis realizados por Kara-
sek (1979) sugieren un efecto aditivo en lu-
Según Karasek (1979), las características del gar de sinérgico y reconoció que «existen
trabajo pueden no estar asociadas lineal- sólo pruebas limitadas de un efecto de inte-
mente con la salud del trabajador y pueden racción, entendido como una desviación de
combinarse de modo interactivo en relación un modelo aditivo lineal». Algunos investi-
con la salud. Inicialmente, Karasek demostró gadores han presentado combinaciones adi-
esta teoría mediante análisis secundarios de tivas sencillas, por ejemplo Hurrell y
datos procedentes de los Estados Unidos y McLaney (1989), Payne y Fletcher (1983),
Suecia, descubriendo que era muy probable Perrewe y Ganster (1989), y Spector
que los trabajadores cuyo empleo estaba ca- (1987a).
racterizado por una latitud (o autonomía) de
El modelo de Karasek ha sido objeto de otras
(6) Karasek (1979) definió la «autonomía en la toma de críticas. Por ejemplo, se ha mantenido que el
decisiones» como el control potencial de los trabaja- modelo era demasiado sencillo y que no te-
dores sobre las tareas que les son asignadas y su com- nía en consideración el efecto moderador
portamiento durante la jornada laboral. Karasek
definió las «exigencias» laborales como los factores
del apoyo social sobre las variables principa-
de estrés psicológicos que intervienen en la realización les. Johnson (1989) y Johnson et al. (1991)
de la carga de trabajo. ampliaron el modelo de Karasek mediante la
■38
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
39■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
berse al hecho de que la condición socioe- forma aditiva o mediante una interacción
conómica en las muestras heterogéneas o la verdadera, desde el trabajo de Karasek es
falta de sensibilidad de las medidas utiliza- obvio que se trata de factores importantes
das en las muestras homogéneas pueden que determinan los efectos del trabajo sobre
conducir a equivocaciones. En segundo lu- la salud de los trabajadores.
gar, algunas incongruencias pueden derivar
del modo en que las exigencias laborales y la
autonomía en la toma de decisiones (deci-
sion latitude) se conceptualizan y se miden.
Karasek concibió la autonomía de decisión
como una combinación de autoridad de de-
cisión (análoga al control o autonomía) y la
discreción de habilidad (similar a la utiliza-
ción de las capacidades). En estudios poste-
riores se han incluido un gran número de
medidas para la autonomía de decisión y,
por lo tanto, es posible que los estudios que
utilizan medidas más focalizadas comprue-
ben los efectos del «control» en contraposi-
ción con los efectos de la «autonomía de
decisión», que constituye una mezcla de
control y complejidad del trabajo. Del mismo
modo, en lo que respecta a las «exigencias»,
las medidas originales se centraban sobre un
aspecto principal, la «carga de trabajo»,
pero en estudios posteriores se tendió a em-
plear una gama más amplia de medidas. Las
medidas han variado considerablemente y a
menudo se han alejado de las formulaciones
iniciales de Karasek. En tercer lugar, gran
parte de las investigaciones realizadas sobre
este modelo se basan en medidas de auto-
valoración de variables tanto dependientes
como independientes; la «satisfacción labo-
ral» es un ejemplo donde el contenido se so-
lapa entre las medidas. Una cuestión
relacionada se refiere a la prevalencia de da-
tos transversales más que longitudinales,
que limitan las interpretaciones como causa
y efecto. En cuarto lugar, Carayon sugiere
que pueden existir motivos de naturaleza es-
tadística y metodológica para el fracaso en
hallar efectos interactivos. Sin embargo, tan-
to si la combinación de demandas de traba-
jo y autonomía de decisión se produce de
■40
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
3.3
sobre la salud, como el riesgo de enferme-
dades cardiovasculares, son más prevalentes
en empleos en los que las limitaciones situa-
cionales impiden a los trabajadores reducir el
desequilibrio en la relación «elevado esfuer-
zo-baja recompensa».
3 . 3 . 1 . Te o r í a s s o b r e l a v a l o r a c i ó n
y las estrategias de afrontamiento
DEFINICIONES
Parece que la mayor parte de los modelos
transaccionales se basan en marcos concep-
TRANSACCIONALES
tuales propuestos en los modelos interaccio-
nales de la escuela de Michigan y de Karasek
y sus colegas. Éstos se centran en el posible
desequilibrio entre las exigencias y la habili-
dad o competencia. Ello resulta más eviden-
te en los modelos propuestos por Lazarus y
Folkman en los Estados Unidos (por ejemplo,
Lazarus y Folkman, 1984) y Cox y Mackay en
el Reino Unido (por ejemplo, Cox, 1978;
Gran parte de las teorías transaccionales so- Cox, 1990; Cox y Mackay, 1981). De con-
bre el estrés se centran en los procesos cog- formidad con los modelos transaccionales,
nitivos y en las reacciones emotivas en las el estrés constituye un estado psicológico (7)
que se fundamentan las interacciones entre negativo que conlleva aspectos cognitivos y
la persona y el propio entorno. Por ejemplo, emocionales. Estos modelos consideran la
según el modelo transaccional de Siegrist de condición de estrés como la representación
«desequilibrio esfuerzo-recompensa» (Sie- interna de transacciones particulares y pro-
grist, 1990), la experiencia de estrés crónico blemáticas entre la persona y su entorno.
puede ser mejor definida como un desequi- La valoración representa el proceso de eva-
librio entre los elevados costes invertidos y luación que atribuye a estas transacciones
las bajas ganancias percibidas. En otras pala- entre la persona y el entorno su significado
bras, según este modelo, el estrés relaciona- (Holroyd y Lazarus, 1982). Algunas precisio-
do con el trabajo es consecuencia del nes posteriores de esta teoría proponen
elevado esfuerzo realizado en combinación componentes primarios y secundarios para
con una baja recompensa obtenida. Se dife- el proceso de valoración (Lazarus, 1966;
rencian dos fuentes de esfuerzo: una fuente Folkman y Lazarus, 1986). La valoración pri-
extrínseca, las exigencias del empleo, y una maria comporta un control continuo de las
fuente intrínseca, la motivación del trabaja- transacciones de la persona con el entorno
dor en una situación exigente. Existen tres
dimensiones de recompensa importantes:
las gratificaciones económicas, las recom- (7) El término estrés psicológico es ambiguo. Mientras
que la experiencia del estrés es de naturaleza psico-
pensas socioemocionales y el control del es-
lógica, sus precedentes y sus resultados no se limi-
tatus (es decir, perspectivas de ascenso e tan a ningún ámbito en particular, ya sea
inseguridad laboral). Los efectos negativos psicológico o de otro tipo.
41■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
(en cuanto a exigencias, habilidades, com- ción de estrés. En tal caso, los efectos del es-
petencia, limitaciones y apoyo), centrándose trés pueden dar lugar a una ulterior reduc-
en la pregunta: «¿Tengo un problema?». El ción del rendimiento que se añade a la
reconocimiento de una situación problemá- causada por la falta de capacidad.
tica viene acompañado, en general, por
La cuestión de la «consciencia» ha sido plan-
emociones desagradables o malestar gene-
teada en relación con el estrés y con el pro-
ral. La valoración secundaria está subordina-
ceso de valoración (Cox y Mackay, 1981). La
da al reconocimiento de que existe un
valoración es un proceso consciente. No
problema y conlleva un análisis más detalla-
obstante, en sus fases iniciales, es posible
do y la formulación de eventuales estrate-
demostrar algunos cambios característicos
gias de afrontamiento: «¿Qué voy a hacer al
del estado de estrés, aunque es probable
respecto?».
que no se reconozca la existencia de un pro-
blema o que se reconozca sólo vagamente.
El estrés se manifiesta cuando las personas Se ha propuesto la existencia de distintos ni-
perciben que no pueden hacer frente ade- veles de consciencia durante el proceso de
cuadamente a las exigencias externas o a lo valoración que se describen de la siguiente
que amenaza su propio bienestar (Lazarus, manera:
1966, 1976; Cox, 1990), cuando el afronta- 1. Creciente consciencia de los indicadores
miento es importante para ellas (Sells, 1970; del problema, ya sean individuales o si-
Cox, 1978) y cuando advierten una sensa- tuacionales, que incluyen sensaciones de
ción de ansiedad o de depresión al respecto desasosiego, insomnio, cometer errores,
(Cox y Ferguson, 1991). Por lo tanto, la ex- etc.
periencia de estrés se define, en primer lu- 2. Reconocimiento de la existencia de un
gar, por la toma de conciencia de la persona «problema» de modo general o vaga-
en cuanto a la dificultad para hacer frente a mente.
las exigencias y a lo que amenaza su propio 3. Identificación del área del problema y va-
bienestar y, en segundo lugar, por el hecho loración de su importancia.
de que el afrontamiento es importante para
4. Análisis detallado de la naturaleza del
ellos y la dificultad que conlleva el afronta-
problema y de sus efectos.
miento les preocupa o les deprime. Este en-
foque permite realizar una clara distinción Resulta útil pensar en el estado de estrés
entre los efectos de la falta de capacidad de como radicado en un proceso sistemático
rendimiento y los del estrés. Si una persona que afecta a la persona que interactúa con
no tiene la capacidad o la competencia ne- su entorno, haciendo valoraciones de esa in-
cesaria –el conocimiento o el nivel de des- teracción e intentando hacer frente a los
treza– para llevar a cabo una tarea, entonces problemas que surgen y, en algunos casos,
su rendimiento será escaso. Estas personas fallando en ese intento. Cox (1978) descri-
pueden no darse cuenta de ello o no consi- bió ese proceso sobre la base de un modelo
derar este hecho como importante y digno compuesto por cinco fases. La primera fase
de atención. Ello no representa una situa- representa las fuentes de exigencias a las
ción de estrés. Sin embargo, si la persona: a) que la persona debe hacer frente y que for-
se da cuenta de que no logra hacer frente a man parte de su entorno. La percepción que
las exigencias de una tarea, y b) se preocupa la persona tiene de estas exigencias en rela-
por este fracaso porque es importante, en- ción con su propia capacidad para afrontar-
tonces sí nos encontramos ante una situa- las representa la segunda fase: de hecho, se
■42
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
trata de una valoración primaria. De confor- plo, Aspinwall y Taylor, 1997; Guppy y We-
midad con las teorías de Lazarus y Folkman atherstone, 1997). Aunque probablemente
(Lazarus, 1966; Folkman y Lazarus, 1986) y útiles a corto plazo, estos cambios a la larga
French et al. (1982), el estrés se define como pueden representar una amenaza para la sa-
el estado psicológico que se produce en pre- lud. La experiencia de estrés y sus correlatos
sencia de una falta de adaptación o un de- de comportamiento y psicofisiológicos me-
sequilibrio significativo entre las dian (8), en parte, en los efectos sobre la sa-
percepciones de la persona de las exigencias lud de muchos tipos distintos de exigencias
impuestas y su capacidad para afrontarlas. laborales. Este concepto ha sido sostenido
Los cambios fisiológicos y psicológicos aso- por muchos autores a lo largo de los últimos
ciados al reconocimiento de un estado de treinta años (por ejemplo, Levi, 1984; Szabo
estrés de este tipo, incluida la capacidad de et al., 1983; Scheck et al., 1997).
afrontamiento, representan la tercera fase
del modelo. Los cambios emocionales son
una parte importante del estado de estrés.
Éstos tienden a ser negativos en su naturale-
za y a menudo definen la experiencia de es-
trés para la persona. La cuarta fase se refiere
a las consecuencias del afrontamiento. La
quinta fase es la información general que se
transmite en ambos sentidos en relación con
las demás fases del modelo. Este modelo ha
sido posteriormente desarrollado de varias
formas. La importancia de las percepciones
del control y del apoyo social han sido evi-
denciadas como factores del proceso de va-
loración, y asimismo se ha debatido el
problema de cómo medir el estrés con arre-
glo a este enfoque (Cox, 1985a, 1990) me-
diante el desarrollo de posibles medidas
subjetivas de la vivencia personal (estado de
ánimo) del estado de estrés (véase Mackay
et al., 1978; Cox y Mackay, 1985).
43■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
3.4
El estrés puede definirse como un estado
psicológico que forma parte y refleja un pro-
ceso más amplio de interacción entre la per-
sona y su entorno de trabajo. Es posible
concluir que existe un consenso creciente
sobre la adecuación y la utilidad del enfoque
psicológico del estrés. Para sintetizar el pro-
ceso de estrés se han propuesto varios mo-
delos descriptivos. El más importante es el
RESUMEN: ENFOQUES, de Cooper (véase, por ejemplo, Cooper y
Marshall, 1976), tal como se representa en
TEORÍAS Y DEFINICIONES el gráfico 2. El modelo de Cooper se centra
en la naturaleza y la tipología de las presio-
nes del trabajo y sus resultados, tanto indivi-
duales como organizativos.
Enfermedad
Intrínseco
al trabajo Síntomas individuales
Infarto
■ Aumento de la presión
sanguínea
■ Estado de depresión
Enfermedad ?
Función en la mental
organización ■ Beber en exceso
■ Irritabilidad
■ Dolor de pecho
Relaciones
en el trabajo
INDIVIDUO
Carrera
profesional
Síntomas organizativos Huelgas
prolongadas
■ Absentismo elevado
Ambiente y
estructura ■ Elevada fluctuación Accidentes
organizativa de personal frecuentes
y graves
?
■ Dificultades en las
relaciones industriales
■ Control de calidad escaso Apatía
Interfaz
casa-trabajo
■44
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
45■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
3.5
to: uno intenta clasificar los distintos tipos de
estrategias y da lugar a una amplia taxono-
mía, y otro considera el afrontamiento como
un proceso para resolver los problemas
(Dewe, 2000).
3 . 5 . 1 . Ta x o n o m í a s d e l a f r o n t a m i e n t o
Según Lazarus (1966), en general, la perso-
na utiliza estrategias de afrontamiento que
ESTRATEGIAS se centran en las tareas y en las emociones.
Las primeras se refieren a algunas formas de
DE AFRONTAMIENTO acciones dirigidas directamente a la fuente
del estrés (adaptación del entorno), mientras
que las segundas intentan atenuar la expe-
riencia emocional asociada con ese estrés
(adaptación al entorno). El éxito percibido, o
el fracaso, de estas estrategias influye en el
proceso de valoración para alterar la percep-
ción de la situación que tiene la persona.
Asimismo, Lazarus y sus colaboradores (La-
El afrontamiento representa una parte im- zarus, 1966; Lazarus y Folkman, 1984) des-
portante del proceso global relativo al estrés. tacan que la importancia de la situación para
No obstante, tal vez sea el elemento menos el individuo es crítica a la hora de determinar
conocido a pesar de los numerosos años de la intensidad de su respuesta.
investigación. Este punto viene recogido en En un estudio representativo, Dewe (1987)
la literatura científica sobre la materia (véase, examinó las fuentes de estrés y las estrate-
por ejemplo, Dewe et al., 1993, 2000). Se- gias de afrontamiento empleadas por los
gún Lazarus (1966), el afrontamiento tiene pastores religiosos en Nueva Zelanda. Utili-
tres características principales. En primer lu- zando técnicas analíticas de factores, identi-
gar, se trata de un proceso: es lo que la per- ficó cinco grupos de estrategias de
sona realmente piensa y hace en una afrontamiento: búsqueda de apoyo social,
situación estresante. En segundo lugar, de- aplazamiento de la acción mediante la rela-
pende del contexto: el afrontamiento está jación y distracción de la atención, desarrollo
influido por una determinada experiencia o de una mayor habilidad para hacer frente al
valoración que lo inicia y por los recursos dis- problema, explicación racional del problema
ponibles para gestionar dicha experiencia. y búsqueda de apoyo mediante el compro-
Por último, el afrontamiento como proceso miso espiritual. Fue posible clasificar el 33
es, y debería definirse como, «independien- % de las estrategias que componen los gru-
te del resultado»; es decir, independiente- pos como centradas en la tarea y el 67 %
mente de si este resultado fue positivo o como centradas en las emociones. La fuen-
negativo (véase Folkman, 1984; Folkman et te más frecuente de estrés experimentada
al., 1986a, 1986b; Lazarus y Folkman, por los pastores religiosos estaba relaciona-
1984). Son dos los enfoques adoptados da con las dificultades emocionales y de
para estudiar las estrategias de afrontamien- tiempo asociadas a un tipo de trabajo críti-
■46
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Por lo general, las descritas y las innumera- La adaptación puede considerarse una es-
bles clasificaciones disponibles en la literatu- trategia para resolver problemas (Cox, 1987;
ra científica no son contradictorias ni Fisher, 1986; Dewe, 1993; Aspinwall y Tay-
excluyentes. Gran parte de los autores pone lor, 1997). Cox (1987), por ejemplo, descri-
de relieve que, para resolver un problema, bió un ciclo de actividad que se inicia con el
ningún tipo de estrategia de afrontamiento reconocimiento y el diagnóstico (análisis) se-
es necesariamente mejor que otra. Las per- guido de acciones y valoraciones mediante
sonas utilizan una mezcla de estrategias en un nuevo análisis, que podría representar el
un gran número de situaciones, aunque al- proceso ideal de solución de los problemas.
gunas situaciones suelan estar relacionadas No obstante, Schonpflug y Battmann (1988)
con tipos particulares de estrategias. Algu- señalaron que mediante la realización de ac-
nos estudios han intentado explorar la exis- ciones erróneas o mediante el fracaso, una
tencia de vínculos sistemáticos entre los persona puede crear más problemas y situa-
factores de estrés y los estilos de afronta- ciones de estrés. Al mismo tiempo, según
miento, pero han hallado escaso apoyo em- Meichenbaum (1977), adoptar una actitud
pírico para sus hipótesis. Salo (1995) catastrofista o reaccionar de forma muy
identificó diferencias en las formas de afron- enérgica ante dichos fracasos no tiene senti-
tamiento de los profesores, pero se trata de do y, a menudo, se considera que uno de los
diferencias relacionadas con la cantidad de pocos aspectos positivos de afrontar el es-
estrés, no con la fuente del mismo, y con los trés es que la persona aprende de esta expe-
horarios (cambiados durante el trimestre riencia. No obstante, Einhorn y Hogarth
otoñal). Wykes y Whittington (1991) estu- (1981) señalan que existen al menos tres
diaron las distintas formas en que el perso- problemas relacionados con esta propuesta:
47■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■48
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
3.6
examinado como: 1) componentes del pro-
ceso de evaluación, o 2) moderadores (9) de
la relación estrés-salud (véase Cox y Fergu-
son, 1991). Por lo tanto, los investigadores
se han preguntado, por ejemplo, en qué
medida los trabajadores particulares son vul-
nerables a una experiencia de estrés o hasta
qué punto la «fortaleza» (Kobasa, 1979; Ko-
basa y Pucetti, 1983; Kobasa et al., 1981,
DIFERENCIAS INDIVIDUALES 1982) modera la relación entre las caracte-
rísticas del trabajo y la salud del trabajador.
Y DE GRUPO Esta distinción entre las diferencias indivi-
duales, como componentes del proceso de
evaluación y moderadores de la relación es-
trés-resultado, puede entenderse fácilmente
en relación con los modelos transaccionales
de estrés (por ejemplo, Cox y Griffiths,
1996).
49■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
nía del conflicto de funciones. En la misma lí- do por Friedman y Rosenman (1974) como
nea, Payne y Hartley (1987) pusieron de ma- una descripción del comportamiento explíci-
nifiesto una correlación positiva entre las to pero desde entonces ha sido ampliado
percepciones de la gravedad de los proble- notablemente y, según algunos estudiosos,
mas a los que deben hacer frente los traba- de resultas de dicha ampliación ha acabado
jadores y una medida de locus de control. debilitándose (Arthur et al., 1999; Powell,
Cuanto más se convencían de que los acon- 1987). Friedman y Rosenman (1974) descri-
tecimientos importantes de la vida no esta- bieron el comportamiento de tipo A como
ban bajo su control personal, tanto más un factor principal de riesgo de comporta-
percibían sus problemas como graves. En se- miento para las enfermedades cardiovascu-
gundo lugar, las personas difieren en la ca- lares. Existen al menos tres características
pacidad para afrontar las exigencias y en el que distinguen al individuo de tipo A, cuyo
modo de percibir las capacidades que pose- riesgo de sufrir enfermedades coronarias,
en. Esta diferencia puede depender de su in- según estudios realizados en los Estados
teligencia, de la experiencia y de la cultura, Unidos, parece ser al menos el doble respec-
así como de la confianza que tienen en sus to del de otros que no son tipo A:
capacidades de afrontamiento (autoeficacia: • Un fuerte compromiso y un elevado gra-
Bandura, 1977; autoeficacia laboral: Schau- do de implicación en su trabajo.
broeck y Merritt, 1997). Tercero, las perso-
• Un sentido bien desarrollado de las ur-
nas pueden diferir en cuanto al grado de
gencias temporales (siempre consciente
control que pueden ejercer sobre cada situa-
ción, no sólo en función de la situación en de las presiones ejercidas por el tiempo y
cuestión, sino también de sus convicciones trabajando bajo presión por querer respe-
en materia de control. Cuarto, las personas tar los plazos específicos).
pueden variar en cuanto a sus necesidades • Un fuerte sentido de competencia y una
de apoyo social, y sus capacidades para uti- marcada tendencia a la agresividad.
lizar tal apoyo y sus percepciones del apoyo.
Por último, es evidente que la relación es- Un comportamiento de este tipo probable-
trés-salud está moderada por las diferencias mente se aprende, y a menudo se valora y se
individuales que caracterizan no sólo a la va- mantiene a través de determinadas culturas
loración secundaria, sino también la con- organizativas.
ducta de afrontamiento y las tendencias, las En la literatura existe todavía cierta confu-
latencias y los esquemas de reacción fisioló- sión en relación con el comportamiento an-
gicos y emocionales. tes mencionado, su importancia y la de los
constructos relacionados. Algunos se refie-
3.6.1. Comportamiento de tipo A ren al comportamiento de tipo A como un
estilo aprendido, mientras que otros lo con-
En los últimos treinta años, se ha prestado sideran un modelo de afrontamiento, y
mucha atención a la vulnerabilidad indivi- otros un rasgo de personalidad (Powell,
dual en relación con la enfermedad corona- 1987). Al mismo tiempo, se han sugerido di-
ria y al papel desempeñado por los factores versas hipótesis sobre su dimensión más im-
psicológicos y de comportamiento en la re- portante. Según Glass (1977), por ejemplo,
acción a las situaciones de estrés y en su el control es el factor determinante, mien-
afrontamiento. El concepto de comporta- tras que Williams et al. (1985) y otros se han
miento de tipo A fue inicialmente desarrolla- pronunciado a favor de la hostilidad o la
■50
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
agresión (véase, por ejemplo, Dembroski et turada para el comportamiento del tipo A
al., 1985; MacDougal et al., 1985), y otros a (véase Jenkins et al., 1968) de los 186 casos
favor de una baja autoestima (Friedman y y controles en el Western Group Collabora-
Ulmer, 1984). Se han desarrollado varias me- tive Study (véase, por ejemplo, Rosenman et
didas, no todas fuertemente interrelaciona- al., 1964a y 1964b).
das (por ejemplo, Arthur et al., 1999;
Powell, 1987), cuestionando de este modo
su precisión operativa y su validez de cons- Siete de las diez respuestas discriminaban
tructo. entre casos y controles y la mayor parte de
éstas se relacionaban con la ira y la hostili-
Tal vez, de las tres dimensiones expuestas, dad. Otros han encontrado asimismo prue-
las dos que más han llamado la atención bas que sugieren que las medidas de
son: i) el control y ii) la ira y la hostilidad. hostilidad, de hostilidad reprimida u de hos-
tilidad potencial permiten hacer firmes pre-
Control dicciones sobre la salud cardiovascular
(Dembroski et al., 1985; Arthur et al., 1999;
El control es importante para comprender la MacDougall et al., 1985; Williams et al.,
naturaleza del comportamiento de tipo A. El 1980; Barefoot et al., 1983; Shekelle et al.,
individuo de tipo A se siente siempre en lu- 1983). Pérez et al. (1999) han descubierto
cha para mantener el control sobre los acon- recientemente que la manifestación de ira
tecimientos que a menudo percibe que discriminaba entre pacientes coronarios, por
están fuera de su alcance. Enfrentados a es- una parte, y pacientes no coronarios y per-
tas situaciones, los individuos dedican más sonas sanas, por otra.
tiempo y mayores esfuerzos a intentar
«mantener bajo control los acontecimien-
tos», teniendo siempre la sensación de que La relación existente entre el comportamien-
no lo consiguen (Glass y Singer, 1972). La to de tipo A y la salud cardiovascular se ve
cuestión del control, y de estar bajo control, potencialmente moderada por un gran nú-
es importante y puede distinguir entre la vul- mero de factores como la edad, el sexo, la
nerabilidad del tipo A y la resistencia de los posición socioeconómica y el nivel educati-
tipos «fuertes» (Kobasa, 1979; Weinberg et vo, la situación laboral, la medicación y el re-
al., 1999; Kobasa y Pucetti, 1983; Kobasa et sultado cardiovascular elegido para el
al., 1981, 1982). En los tipos «fuertes» de estudio (Powell, 1987). Curiosamente, Kittel
Kobasa se señalan sentimientos de control y sus colegas (1983) llegaron a la conclusión
de sus trabajos y de sus vidas. El comporta- de que existen notables diferencias entre los
miento del tipo A pronostica enfermedad estudios realizados en los Estados Unidos y
cardiovascular, mientras que la fortaleza pro- los llevados a cabo en Europa. Los resultados
nostica buena salud general. europeos no parecen haber cumplido la
promesa inicial de los realizados en Estados
Unidos. Pueden existir diferencias sociolin-
Ira y hostilidad
güísticas y culturales que pueden influir en la
Los índices de ira y hostilidad han sido vali- validez de los instrumentos de medida o en
dados en la investigación prospectiva como la validez o la función del concepto (por
predictores de enfermedad cardiovascular. ejemplo, Lu et al., 1999; Martínez y Martos,
Por ejemplo, Matthews et al. (1977) regis- 1999; Mudrack, 1999; Kawakami y Harata-
traron diez respuestas a la entrevista estruc- ni, 1999).
51■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■52
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
3.7
RESUMEN: DIFERENCIAS
INDIVIDUALES.
CAPACIDAD DE TRABAJO
Y DE AFRONTAMIENTO
53■
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
I N V E S T I G A C I Ó N
4.
CUESTIONES METODOLÓGICAS
55■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
4.1
Lógicamente, la medición del estado de es-
trés debe basarse principalmente en medi-
das subjetivas (autoinformadas) que se
centran en el proceso de evaluación y en la
experiencia emocional del estrés (Cox,
1985a; Cox y Ferguson, 1994). Las medidas
que se refieren a la evaluación deben tener
en cuenta las percepciones del trabajador en
relación con las exigencias que se le formu-
MEDICIONES lan, su capacidad para afrontar tales exigen-
cias, sus necesidades y la medida en que
vienen satisfechas por el trabajo, el control
que el trabajador ejerce sobre el trabajo y el
apoyo que recibe. Según Dewe (1991), no
se debe simplemente preguntar a los traba-
jadores si en su entorno de trabajo existen (o
no) exigencias particulares, sino que es ne-
cesario medir dimensiones particulares de
las exigencias tales como la frecuencia, la
duración y el nivel. Asimismo, estas medidas
deben emplearse de forma que se posibili-
Se ha sugerido que las pruebas disponibles ten eventuales interacciones entre las per-
avalan un enfoque psicológico para la defi- cepciones, tales como exigencia con control
nición del estrés y que los modelos transac- (Karasek, 1979; Warr, 1990) o la exigencia y
cionales están entre los más adecuados y el control con el apoyo (Payne y Fletcher,
útiles de los actualmente existentes. En este 1983; Cox, 1985a; Karasek y Theorell,
contexto, el estrés viene definido como un 1990). Asimismo, es oportuno tener en
estado psicológico (véase la sección 3.1.3) cuenta la importancia que tiene para el tra-
que es parte de un proceso más amplio de bajador hacer frente a determinadas combi-
interacción entre la persona y el entorno de naciones y expresiones de las características
trabajo y que refleja dicho proceso. Este pro- laborales (Sells, 1970; Cox, 1978).
ceso se basa en una secuencia de relaciones:
entre el entorno de trabajo objetivo y las per-
cepciones del trabajador; entre estas per-
cepciones y la experiencia de estrés; y entre
esta experiencia, los cambios del comporta-
miento y de la función fisiológica, y la salud.
Esta secuencia proporciona una base de me-
dición, pero las distintas mediciones que se
pueden derivar de dicha secuencia no se
pueden combinar de un modo sencillo o jus-
tificable en un único índice de estrés (véase
más abajo).
■56
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
4.2
puede ser definida como «un rasgo de la
personalidad general que refleja las diferen-
cias individuales en la emotividad negativa y
en el concepto de uno mismo, es decir, el
concentrarse en los aspectos negativos de
cada cosa y experimentar una dosis conside-
rable de distres en todas las situaciones»
(Watson y Clarke, 1984). La NA podría afec-
tar no sólo a la percepción que los trabaja-
DATOS DE AUTOEVALUACIÓN dores tienen de su entorno de trabajo, sino
también a la apreciación de su propio esta-
Y TRIANGULACIÓN do de salud psicológica o de bienestar, con-
virtiéndose así en una variable de confusión
que podría explicar una cantidad considera-
ble de las correlaciones que existen entre los
riesgos percibidos y los resultados percibi-
dos. Kasl (1987) se refirió a este punto débil
metodológico cuando escribió sobre la
«trampa de la trivialidad» (es decir, la con-
fianza de algunos investigadores en correla-
ciones triviales que pueden justificarse por el
Dado que los datos sobre los riesgos psico- método común de la varianza): «El conjunto
sociales y organizativos del trabajo de más de los estudios que han sido generados me-
fácil acceso suelen ser datos subjetivos pro- diante diseños retrospectivos transversales,
porcionados por los trabajadores, la obten- en los que sólo son correlacionadas entre sí
ción y la conformación de los conocimientos las declaraciones subjetivas de variables in-
y de las percepciones de los trabajadores son dependientes, de resultado y de interven-
fundamentales para el proceso de evalua- ción, es tan amplio que han creado su
ción. A pesar de su evidente centralidad e propio estándar de «metodología aceptable
importancia, las medidas subjetivas de auto- (Kasl, 1987).
evaluación y la experiencia emocional del es-
trés son, por sí solas, insuficientes. Aunque En la literatura de investigación vienen ex-
es posible establecer su fiabilidad con arre- presados pareceres diversos sobre la medida
glo a su estructura interna o a su comporta- en que la afectividad negativa o el método
miento a lo largo del tiempo sin hacer común de la varianza distorsionan la evalua-
referencia a otros datos, el mismo principio ción de la relación estrés-tensión (por ejem-
no puede aplicarse a la validez. plo, Jex y Spector, 1996; Stansfeld et al.,
1995; Heinisch y Jex, 1998). Sin embargo,
En particular, la validez de los datos de auto- existen modos en los que el diseño de los
evaluación ha sido puesta en tela de juicio instrumentos y los procedimientos de eva-
en relación con la cuestión de la «afectividad luación pueden contribuir a asegurar la bue-
negativa» (negative affectivity, NA) (por na calidad de los datos recabados. Es obvio
ejemplo, Heinisch y Jex, 1998; Kristensen, que una valoración basada únicamente en la
1996; Beehr, 1995; Sheffield et al., 1994; apreciación puede proporcionar pruebas
Frese y Zapf, 1988). La afectividad negativa muy débiles y convendría que estuviera ba-
57■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
sada en los datos recabados de otros ámbi- multi-método para la medición del estrés.
tos. En cierta medida, la triangulación (10) de Éstos se declararon a favor de equilibrar la
las pruebas resuelve los problemas potencia- evidencia a partir de medidas subjetivas de
les de NA (Jick, 1979; Cox y Ferguson, autoevaluación y medidas fisiológicas no in-
1994). El principio de triangulación mantie- trusitas. Estas últimas se refieren a lo que Fol-
ne que, para estar seguros, un potencial ries- ger y Belew (1985) y Webb et al. (1966) han
go psicosocial u organizativo debe ser denominado «medidas no reactivas», e in-
identificado mediante referencias cruzadas cluyen: indicios físicos (como una casa desa-
de, al menos, tres tipos distintos de pruebas. tendida), datos de archivo (como los
El grado de consenso entre estos puntos de relativos al absentismo), datos privados
vista diferentes proporciona alguna indica- (como los diarios), así como actividades de
ción de la fiabilidad de los datos y, depen- observación y registro no intrusivos. Bailey y
diendo de las medidas utilizadas, de su Bhagat (1987) pusieron asimismo de mani-
validez concurrente. La aplicación de este fiesto el problema relativo al hecho de que
principio requiere que los datos sean recopi- las medidas invasoras a menudo modifican
lados en al menos tres ámbitos distintos la naturaleza real del comportamiento o las
(Cox, 1990). Esto puede lograrse examinan- demás respuestas objeto de valoración. Por
do las pruebas que se refieren a: 1) los pre- otro lado, es necesario elaborar procedi-
cedentes objetivos y subjetivos de la mientos uniformes para la corroboración de
experiencia de estrés de la persona, 2) su au- los datos cualitativos con medidas cuantita-
toevaluación del estrés, y 3) posibles cam- tivas, y entre grupos de datos cualitativos
bios en su comportamiento, en la fisiología procedentes de diversas fuentes.
o en el estado de salud (11) que pueden estar
relacionados con 1) y/o 2). Asimismo, es po- La confianza en la validez de los datos reca-
sible evaluar la influencia de los factores mo- bados de este modo viene respaldada por
deradores, como las diferencias individuales varios estudios que han puesto de manifies-
y de grupo (véase la sección 3.6). to un buen nivel de convergencia entre valo-
raciones subjetivas y valoraciones por parte
Varios autores han propuesto estrategias de de un superior o de un subordinado (por
medición en sintonía con el concepto de ejemplo, Bosma y Marmot, 1997; Jex y
triangulación. Por ejemplo, Kristensen Spector, 1996; Spector et al., 1988).
(1996) propone una «matriz 3-S» (stressor,
stress, sickness) la cual aplicaría los principios Para la triangulación son necesarias pruebas
de la triangulación a los tres elementos prin- recabadas a partir de una auditoría del en-
cipales de la «ecuación del estrés» (factores torno de trabajo (incluyendo tanto sus as-
de estrés, estrés y enfermedad). Bailey y Bha- pectos físicos como psicosociales: véanse las
gat (1987) han recomendado un enfoque secciones 5.1 y 5.2), de una encuesta de las
percepciones de los trabajadores y de sus re-
acciones con respecto al trabajo, de las me-
(10) El concepto de triangulación en la medición se refie- diciones del comportamiento de los
re a la estrategia de establecer una determinada po-
trabajadores y de sus condiciones fisiológi-
sición o resultado examinándolo desde al menos tres
puntos de vista distintos. cas y de salud (véase la sección 6). No es po-
sible ofrecer una visión exhaustiva del
(11) Los cambios de comportamiento, fisiológicos y de
salud que pueden estar relacionados con preceden-
conjunto de medidas que podrían utilizarse
tes y/o la experiencia del estrés se abordan en la sec- en dichas auditorías y encuestas. Sin embar-
ción 6. go, en la sección 5 se presentan los diversos
■58
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
precedentes físicos y psicosociales del estrés Es necesario resaltar que lo que está midien-
que podrían medirse en el entorno de traba- do es un proceso: antecedentes-percepcio-
jo, mientras que sobre la medición del esta- nes y experiencia (y factores mode-
do de estrés se ha hablado anteriormente. radores)-resultados inmediatos-estado de
Las medidas del tercer ámbito (comporta- salud. Este enfoque destaca tanto la com-
miento, fisiología y estado de salud) están plejidad de la medición, cuando se aborda
bien representadas en la literatura general desde un punto de vista científico, como la
en materia de psicología del trabajo y de psi- poca idoneidad de solicitar o utilizar medi-
cofisiología. La utilización de cualquier me- das únicas y exclusivas del estrés (aunque
dida debe estar respaldada por datos definidas). Este proceso se puede simplificar
relativos a su fiabilidad y validez, así como a desde un punto de vista conceptual en «ries-
su idoneidad y adecuación a las situaciones gos (laborales)-estrés-daño», y este es el es-
en las que se utiliza. La aportación de estos quema utilizado para estructurar las pruebas
datos debe ser conforme a las buenas prác- relacionadas con el estrés en el trabajo y la
ticas tanto en materia de psicología laboral salud en las secciones sucesivas de este in-
como en psicometría (por ejemplo, Cox y forme. Todo esto presenta la ventaja prácti-
Ferguson, 1994), y puede ser necesaria en el ca de circunscribir la cuestión del estrés
caso de que determinadas decisiones pue- laboral en un marco familiar para las perso-
dan ser jurídicamente discutibles. Es preferi- nas que se dedican a los problemas de salud
ble que la recopilación de datos se realice y seguridad, y coherente con la legislación
mediante un control continuo que permita europea actual. En las siguientes secciones
trazar los cambios relacionados con el traba- del informe se consideran los riesgos labora-
jo en los tres ámbitos. les y el estrés (sección 5) y el estrés y la salud
(sección 6).
Idealmente, el principio de la triangulación
se debería aplicar en cada ámbito y entre
unos y otros. Ello ayudaría a superar el pro-
blema de la falta de datos y a resolver las in-
coherencias de los mismos, siempre que
éstas no sean extremas. Su utilización entre
ámbitos ha sido abordada brevemente con
anterioridad. En los distintos ámbitos, debe-
rían adoptarse varias medidas y, preferible-
mente, éstas deberían elegirse entre diversas
modalidades de medición a fin de evitar pro-
blemas del método común de la varianza.
Ello puede ser más fácil e importante de ob-
tener en relación con la medición de los
cambios del tercer ámbito: comportamien-
to, fisiología y estado de salud. No existen
estudios disponibles que indiquen que las
distintas medidas procedentes de los diver-
sos ámbitos puedan ser combinadas estadís-
ticamente en un único y sostenible «índice
de estrés».
59■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
4.3
con tal fin y se ha señalado la necesidad de
elaborar procedimientos estandarizados
para la validación de los datos cualitativos
con medidas cuantitativas y referidas a gru-
pos de datos cualitativos recopilados de
fuentes diversas. Por último, cabe señalar la
importancia de los conceptos de proceso e
interacción para hacer operativa la teoría del
estrés: desde el punto de vista científico, la
RESUMEN medición del «proceso de estrés» resulta ser
inevitablemente compleja, de modo que no
es posible abordarla a través de medidas úni-
cas y exclusivas. Las siguientes secciones del
informe describen un marco para la valora-
ción y la gestión del estrés relacionado con el
trabajo que refleja la naturaleza dinámica
del proceso.
■60
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
I N V E S T I G A C I Ó N
Aquellas interacciones que resultan ser peli-
grosas influyen en la salud de los trabajado-
res a través de sus percepciones y de la
experiencia (Organización Internacional del
Trabajo, 1986). Aunque esta definición es co-
herente con los modelos transaccionales del
estrés, asocia de un modo muy sólido la ex-
posición a los riesgos psicosociales a la expe-
riencia de estrés. En este informe se sostiene
que los riesgos psicosociales pueden tener
efectos directos sobre la persona, efectos en
los que no media la experiencia de estrés. En
consecuencia, una definición más satisfacto-
ria de los riesgos psicosociales podría ser:
«Aquellos aspectos del diseño del trabajo y la
5.
organización y gestión del trabajo, y sus con-
textos sociales y ambientales, que tienen el
potencial de causar daño psicológico, social
o físico» (Cox y Griffiths, 1995).
61■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
ENTORNO ENTORNOS
DE TRABAJO DE TRABAJO
FÍSICO PSICOSOCIALES
Recorrido Recorrido
físico EXPERIENCIA de estrés
directo DE ESTRÉS indirecto
Muchos de los debates que existen en rela- expuesto al daño. Esto último puede dar lu-
ción con la relación riesgo-estrés-salud se gar a la experiencia de estrés. Por ejemplo, la
han centrado en los riesgos psicosociales y exposición a disolventes orgánicos puede te-
tienden a omitir las referencias a los riesgos ner un efecto psicológico sobre el trabajador
físicos en el trabajo (Levi, 1984). Los efectos a través de sus efectos directos sobre el ce-
psicológicos de los riesgos físicos reflejan no rebro, a través de su olor desagradable y del
sólo su acción directa sobre el cerebro y su temor del trabajador a que dicha exposición
desagrado, sino también la consciencia, la pueda ser perjudicial (Levi, 1981; Kasl,
sospecha o el temor del trabajador de estar 1992). Este temor podría repercutir en el
■62
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
63■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
5.1
sobre la salud pueden con frecuencia reflejar
las reacciones psicológicas al ruido –estrés–,
así como los niveles de exposición objetiva».
Niveles elevados de ruido dañan el oído me-
dio e interno con una consecuente reduc-
ción de la audición (Jones, 1983). El ruido
menos intenso puede obstaculizar la comu-
nicación y la percepción del habla (Jones,
1999) y, particularmente si es prolongado,
RIESGOS FÍSICOS puede dar lugar a una experiencia de estrés,
y a estados de ansiedad, irritabilidad y ten-
sión, aumento de la fatiga y comprometer la
eficacia del rendimiento (véase, por ejemplo,
Cohen, 1969, 1974; Barreto et al., 1997;
Glass y Singer, 1972; Miller, 1974; Cohen,
1980; Ahasan et al., 1999). No obstante, se-
gún Jones (1983), las pruebas de la relación
entre el ruido y la salud física y psicológica
(más allá del daño al oído y la pérdida audi-
tiva) son poco claras: mientras que los efec-
tos sobre la salud han sido recogidos en
Se han realizado numerosos estudios sobre varios estudios, éstos no pueden asociarse
los riesgos físicos a fin de examinar los efec- de modo inequívoco a la exposición a eleva-
tos sobre la experiencia psicológica del es- dos niveles de ruido. Jones sostiene que, en
trés y sobre la salud (véase, por ejemplo, muchos estudios, los efectos del ruido se
Gobel et al., 1998; Departamento de Sani- confunden con los de otros riesgos: el traba-
dad de los Estados Unidos, 1980; Holt, jo ruidoso suele ser peligroso en otros ámbi-
1982; Neale et al., 1983). La mayoría pue- tos. Aunque estos argumentos son válidos,
den ser medidos de modo objetivo y con un deben ser considerados desde una perspec-
cierto grado de fiabilidad y validez, y por lo tiva adecuada, dada la complejidad del dise-
tanto pueden considerarse de fácil control ño del trabajo y la disponibilidad de otros
en el lugar de trabajo. En algunos casos, datos (por ejemplo, Landstrom et al., 1995).
existen normas que pueden emplearse en la Smith (1991) llegó a la conclusión de que
regulación de la exposición a estas potencia- existen pruebas consistentes de que la expo-
les fuentes de daño. Se ha prestado una sición a ruido agudo produce respuestas fi-
atención especial al ruido como fuente de siológicas que, de prolongarse, pueden
estrés y amenaza para la salud (Holt, 1982), tener efectos perjudiciales para la salud. Asi-
y se muestra como ejemplo de riesgo físico. mismo, sostiene que de los datos epidemio-
lógicos existentes se puede deducir que el
5.1.1. Ruido ruido representa un factor de riesgo para la
salud. Por otro lado, diversos estudios epide-
El ruido puede actuar como estímulo físico y miológicos y de intervención indican que el
psicológico (Akerstedt y Landstrom, 1998; ruido puede producir efectos perjudiciales
Kryter, 1972; Kasl, 1992). Según Smith sobre la salud (véase, por ejemplo, Cohen,
(1991), «los efectos (no auditivos) del ruido 1976; Wallhagen et al., 1997). Como ocurre
■64
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
con gran parte de las cuestiones inherentes 5.1.2. Otros factores físicos
a la salud en el trabajo, se trata de integrar
los diversos tipos de pruebas a fin de llegar a En conjunto, existen muchas pruebas que
una conclusión objetiva. demuestran que, por lo general, unas malas
condiciones físicas de trabajo pueden afec-
tar tanto a la experiencia de estrés de los tra-
Cohen (1974) examinó los efectos del ruido bajadores como a su salud psicológica y
en relación con la ausencia del trabajo por física (Warr, 1992). Sin embargo, se han rea-
motivos de enfermedad, los accidentes y los lizado numerosos estudios que establecen
problemas médicos diagnosticados durante directamente el recorrido riesgo-estrés-
cinco años en dos empresas de gran tama- daño. En algunos estudios se ha manifesta-
ño. Los datos se recabaron de los archivos de do que los efectos de los riesgos físicos sobre
las empresas. En una de ellas se fabricaban la experiencia de estrés y sobre la salud no
calderos y en la otra componentes electróni- están relacionados. Althouse y Hurrell
cos para armas y misiles. Se sometieron a es- (1977), por ejemplo, compararon 486 mine-
tudio trabajadores que operaban en áreas ros en los Estados Unidos con 452 trabaja-
con un elevado nivel de ruido (95 dBA o dores que tenían unas condiciones similares
más) y se compararon con trabajadores de de trabajo. A pesar de las diferencias en los
áreas con niveles de ruido bajo (80 dBA o niveles de peligrosidad física de los dos tipos
menos). En los trabajadores procedentes de de trabajo (exposición de los trabajadores a
áreas con un elevado nivel de ruido se regis- posibles lesiones mortales), no había dife-
tró una mayor incidencia de problemas en rencia alguna en relación con la experiencia
todas las medidas. Especialmente frecuentes de estrés, aunque en el grupo de los mine-
en los expuestos a mayor ruido eran: las aler- ros se registraron más síntomas de mala sa-
gias, los trastornos de las vías respiratorias y lud como irritación y otros problemas
del aparato digestivo y otros asociados a somáticos.
problemas cardiovasculares y musculoes-
queléticos. No obstante, diferencias mayo- En el caso de algunos riesgos, como tempe-
res en la incidencia de estos problemas ratura y humedad (Biersner et al., 1971), son
aparecían cuando la comparación se realiza- las condiciones extremas de trabajo físico las
ba según el tipo de trabajo (y no tanto con que están asociadas con la experiencia de
el ruido), y aunque se realizaron intentos estrés y con efectos sobre la salud: los traba-
para controlar el tipo de trabajo en los análi- jadores son capaces de adaptarse a menudo
sis de los efectos provocados por el ruido, és- a condiciones medias sin esfuerzo ni aten-
tos no constituyeron un éxito rotundo ción (Holt, 1982; Szabo et al., 1983). En
(Jones, 1983). Si se atribuye al ruido una sig- otros casos, se trata simplemente de la pre-
nificación etiológica, entonces sus efectos sencia de un riesgo o incluso la percepción
resultan ser inferiores –o secundarios– con de una amenaza las que se relacionan con la
respecto a los relacionados con el diseño y la experiencia de estrés. Un ejemplo son los es-
organización del trabajo. Sin embargo, los tados de ansiedad manifiesta de médicos y
efectos del ruido no eran insignificantes y un enfermeras que deben atender a pacientes
estudio de seguimiento realizado por Cohen que podrían estar infectados con el virus de
(1976) puso de manifiesto la reducción por- inmunodeficiencia adquirida (Kegeles et al.,
centual de la tasa de accidentes y de la inci- 1989; Cox et al., 1993). Los riesgos físicos,
dencia de problemas médicos a raíz de la además de interactuar unos con otros a la
introducción de protectores auditivos. hora de producir sus efectos, pueden asimis-
65■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■66
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
5.2
tencialmente pueden acarrear daños físicos
o psicológicos» (Cox y Griffiths, 1995). Ac-
tualmente, existe un número considerable
de pruebas (por ejemplo, Cox, 1993; Landy
et al., 1994; Kasl, 1987 y 1990) que identifi-
can como potencialmente peligrosas una se-
rie de características del trabajo (véase el
cuadro 1).
67■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
tes y/o conllevan un potencial de daño (Ba- conforme al contexto de trabajo o al conte-
ker, 1985; Blohmke y Reimer, 1980; Cooper nido de trabajo. En determinadas condicio-
y Marshall, 1976; Cox, 1978, 1985b; Cox y nes, cada uno de estos diez aspectos de
Cox, 1993; Frankenhauser y Gardell, 1976; trabajo ha resultado estresante y dañino
Karasek y Theorell, 1990; Kasl, 1992; Levi, para la salud: también estas condiciones se
1972, 1984; Levi et al., 1986; Loher et al., reflejan en el cuadro 1. La mayoría de las
1985; Marmot y Madge, 1987; National Ins- pruebas se refieren a la salud psicológica y al
titute, 1988; Sauter et al., 1992; Sharit y Sal- riesgo de enfermedades cardiovasculares
vendy, 1982; Szabo et al., 1983; Warr, 1987, (véase la sección 6).
1992). En el cuadro 1 se han resumido diez
diferentes categorías de características del 5.2.1. Contexto del trabajo
trabajo, entornos de trabajo y organizacio-
nes que pueden ser peligrosas. Se ha pro- La siguiente sección describe los riesgos psi-
puesto (Hacker, 1991; Hacker et al., 1983) cosociales relacionados con el «contexto de
concebir estas características del trabajo trabajo» y que se experimentan como es-
Contexto de trabajo
Función y cultura organizativas Comunicación pobre, bajos niveles de apoyo para la resolución
de problemas y el desarrollo personal, falta de definición de ob-
jetivos organizativos.
Función en la organización Ambigüedad y conflicto de funciones, responsabilidad por otras
personas.
Desarrollo profesional Estancamiento profesional e inseguridad, promoción excesiva o
insuficiente, salario bajo, inseguridad laboral, escaso valor social
del trabajo.
Autonomía de toma de decisiones Baja participación en la toma de decisiones, falta de control
(latitud de decisión)/Control sobre el trabajo (el control, particularmente en forma de partici-
pación, es asimismo un contexto y una cuestión organizativa más
amplia).
Relaciones interpersonales en el trabajo Aislamiento social y físico, escasa relación con los superiores, con-
flicto interpersonal, falta de apoyo social.
Interfaz casa-trabajo Exigencias en conflicto entre trabajo y casa, escaso apoyo en
casa, problemas profesionales duales.
Contenido de trabajo
Entorno laboral y equipo de trabajo Problemas relacionados con la fiabilidad, disponibilidad, adecua-
ción y mantenimiento o reparación del equipo y las instalaciones.
Diseño de las tareas Falta de variedad y ciclos de trabajo cortos, trabajo fragmentado
o carente de significado, infrautilización de las capacidades, in-
certidumbre elevada.
Carga de trabajo/Ritmo de trabajo Exceso o defecto de carga de trabajo, falta de control sobre el
ritmo, niveles elevados de presión en relación con el tiempo.
Horario de trabajo Trabajo en turnos, horarios inflexibles, horarios impredecibles,
horarios largos o que no permiten tener vida social.
■68
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
tresantes y/o conllevan un potencial de ries- 1992; Corey y Wolf, 1992). Esta influencia
go. puede ser en parte un reflejo de su gestión
de las cuestiones de contexto y contenido
Función y cultura organizativa del trabajo enumeradas en el cuadro 1. So-
bre esta base, cualquier efecto de estilo po-
El mismo hecho de trabajar en una organi- dría representar en buena medida
zación, como es el caso de la mayor parte de cuestiones más generales de relaciones in-
los trabajadores europeos (Cox et al., 1990), terpersonales.
puede percibirse como una amenaza para la
libertad individual, la autonomía y la identi-
Función en la organización
dad (Hingley y Cooper, 1986). Los estudios
sobre las percepciones y las descripciones de Las pruebas que reconocen en la «función
los trabajadores en relación con sus organi- (rol) en la organización» un potencial riesgo
zaciones indican que estas giran en torno a psicosocial se refieren en su mayoría a cues-
tres aspectos distintos de cultura y función tiones de ambigüedad y de conflicto de fun-
organizativa: la organización como entorno ciones (roles) (Kahn et al., 1964; Kahn,
de trabajo, como entorno para la resolución 1973; Ingersoll et al., 1999; Jackson y Schu-
de problemas y como entorno de desarrollo ler, 1985). No obstante, se han establecido
(Cox y Howarth, 1990; Cox y Leiter, 1992). otros aspectos potencialmente peligrosos de
Las pruebas disponibles indican que, si se la función, incluida la sobrecarga de funcio-
perciben carencias en la organización en re- nes, la insuficiencia de funciones y la res-
lación con estos entornos, es probable que ponsabilidad por otras personas (véase
ello esté relacionado con un aumento de los abajo). French et al. (1982) concluyeron que
niveles de estrés. Por otro lado, si la percep- estas variables se encuentran entre los indi-
ción de la organización en relación con estos cadores más útiles de la salud psicológica.
aspectos es positiva, entonces la relación en- Bhalla et al. (1991) utilizaron las medidas de
tre la experiencia de estrés y la aparición de los cinco aspectos del rol en un estudio con
síntomas de un estado de enfermedad re- personal de oficina. Estos hacían referencia a
sulta atenuada (Cox y Kuk, 1991). la información proporcionada por los traba-
jadores en relación con la tensión, la satis-
Kasl (1992) enumeró varios aspectos de la
facción en el trabajo y el compromiso en la
organización que considera que pueden ser
organización. Los datos evidenciaron que,
peligrosos; por ejemplo, el tamaño de la or-
en general, la ambigüedad de función, el
ganización y su estructura (una estructura
conflicto de funciones y la insuficiencia de
plana con relativamente pocos niveles), pro-
funciones estaban más fuertemente relacio-
cedimientos farragosos y arbitrarios y cues-
nadas con las variables de resultado que la
tiones relacionadas con la función. Estas
sobrecarga de funciones o la responsabili-
últimas se abordan más abajo. Gran parte
dad por otras personas.
del efecto ejercido por la organización, la
función y la cultura sobre los trabajadores se
Ambigüedad de la función
transmitirá a través del comportamiento de
los directivos y supervisores. Por ejemplo, La ambigüedad de la función (rol) se produ-
hay evidencia de que el comportamiento de ce cuando un trabajador no dispone de la
la dirección y el estilo de los supervisores tie- debida información sobre su función. Tal
nen un impacto considerable sobre el bie- como Warshaw (1979) manifestó, «el indivi-
nestar emocional de los trabajadores (Landy, duo no sabe cómo encaja en la organización
69■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■70
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
71■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
tajo) y pueden interactuar en sus efectos con La experiencia de un escaso control en el tra-
el índice de trabajo (Kasl, 1992). bajo o de una pérdida de control (baja auto-
nomía de decisión) se ha asociado en
Incongruencia de la posición numerosas ocasiones con la experiencia de
estrés, y con ansiedad, depresión, apatía y
agotamiento, baja autoestima y un aumen-
El coste de la incongruencia de la posición o
to de la incidencia de los síntomas cardio-
de estatus ha sido objeto de numerosos es-
vasculares (Terry y Jimmieson, 1999; Ganster
tudios en los Estados Unidos. Por ejemplo,
y Fusilier, 1989; Sauter et al., 1989; Karasek
en un estudio realizado entre personal naval,
y Theorell, 1990). Resulta interesante señalar
Arthur y Gunderson (1965) pusieron de ma-
que, en un estudio referido a 244 profesio-
nifiesto que el retardo en la promoción esta-
nes en Suecia, los hombres registraban con-
ba estrechamente relacionado con
sistentemente mayores niveles de control
trastornos psiquiátricos. Resulta interesante
que las mujeres, incluso en empleos típica-
señalar que la literatura sobre la incon-
mente femeninos (Hall, 1991).
gruencia de la posición indica asimismo un
efecto considerable de factores no relacio- A raíz del trabajo de Karasek entre otros es-
nados con el trabajo. Por ejemplo, Kasl y tudios, a menudo se da a entender que el
Cobb (1967) llegaron a la conclusión de que creciente control de los trabajadores presen-
el estrés relacionado con el estatus parental ta muchas ventajas. Por ejemplo, según Cox
tenía «efectos importantes a largo plazo so- (1990) y Warr (1992), los trabajadores debe-
bre la salud mental y física de los hijos adul- rían, idealmente, estar autorizados para pla-
tos». Shekelle et al. (1969) demostraron que nificar su propio trabajo y controlar sus
su muestra de hombres en los Estados Uni- cargas de trabajo, a tomar decisiones sobre
dos, cuya clase social en el momento de la cómo se debe realizar dicho trabajo y cómo
investigación era sustancialmente distinta abordar los problemas que puedan surgir.
con respecto a la de su infancia, corría un Sin embargo, Neufeld y Paterson (1989)
riesgo mayor de sufrir cardiopatías corona- consideran que el control puede ser un arma
rias que los hombres cuya situación social no de doble filo: las exigencias que conllevan las
había sufrido cambios importantes. elecciones implicadas en el control de las si-
tuaciones pueden ser en sí mismas fuente de
estrés.
Autonomía de toma
de decisiones y control Participación
■72
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
tra una fuerte relación con la insatisfacción cados (Cobb y Kasl, 1977; Cohen y Willis,
con el trabajo, pero este efecto puede estar 1985; House y Wells, 1978). Karasek y otros
mediado por otras variables asociadas a la compañeros (1982), en un estudio realizado
adaptación general persona-entorno. con 1 000 trabajadores masculinos en Sue-
cia, mostraron que el apoyo de los supervi-
Relaciones interpersonales sores y de los compañeros atenuaba los
en el trabajo efectos ejercidos por las exigencias del tra-
bajo sobre la depresión y la satisfacción la-
Se ha sostenido con convicción que unas boral.
buenas relaciones entre trabajadores y
miembros de los grupos de trabajo son fun- No obstante, otras investigaciones señalan
damentales para la salud individual y de la un efecto más directo de apoyo social a la
organización (Cooper, 1981). Una encuesta hora de compensar los efectos negativos de
realizada por el Ministerio de Trabajo japo- las condiciones de trabajo (Ganster et al.,
nés (1987) reveló que el 52 % de las muje- 1986). En un estudio metaanalítico realizado
res entrevistadas había experimentado recientemente a partir de 68 trabajos prece-
ansiedad o estrés a causa de unas relaciones dentes, Viswesvaran et al. (1999) confirma-
interpersonales insatisfactorias en el trabajo ron la presencia de tres constructos
(61 %). Del mismo modo, Jones et al. (1998) generales (factores de estrés, tensiones y
demostraron que los trabajadores con eleva- apoyo social). Conforme a sus resultados, el
dos niveles de estrés y enfermedades rela- apoyo social ejercía un triple efecto sobre las
cionadas con el estrés tenían una relaciones estresor laboral-tensión: reducía
probabilidad 6,5 veces mayor, con respecto las tensiones experimentadas, atenuaba los
a la población activa general, de acusar la factores de estrés percibidos y moderaba la
«falta de apoyo por parte de las personas relación factor de estrés-tensión. Según Lob-
responsables en el trabajo». ban et al. (1998), los estilos de supervisión
(entendidos como la comunicación y la
Se han establecido tres grupos importantes aportación de indicaciones a los trabajado-
de relaciones: relaciones con los superiores, res) pueden desempeñar un papel de mayor
con los subordinados y con los compañeros relieve en el proceso de estrés de lo que ac-
(Sauter et al., 1992). Se ha demostrado que tualmente se considera. Asimismo, sugieren
un apoyo interpersonal bajo en el trabajo es- que las relaciones de supervisión, de forma
taba asociado con ansiedad elevada, agota- directa o mediatizada por otras característi-
miento emocional, tensión y poca cas del trabajo, tienen una influencia adicio-
satisfacción laborales y un riesgo elevado de nal considerable sobre el estrés laboral, que
enfermedad cardiovascular (por ejemplo, no puede explicarse a través de la función o
Beehr y Newman, 1978; Davidson y Cooper, de las variables de exigencia/autonomía. Se-
1981; Pearse, 1977; Warr, 1992). gún Fielden y Peckar (1999), aunque existe
un vínculo directo entre el número de horas
Existe una convicción generalizada de que trabajadas y los niveles de estrés, el número
las relaciones sociales, tanto en el trabajo de horas trabajadas estaba relacionado posi-
como fuera, desempeñan un papel de mo- tivamente con la disponibilidad percibida de
deración y que, cuando las relaciones ofre- apoyo social.
cen poco apoyo, los efectos negativos
derivados de la exposición a otros riesgos Buck (1972) ha informado que el comporta-
psicosociales son más probables o más mar- miento «atento» (considerado) de los supe-
73■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■74
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
mayoría de las esposas de clase media pare- reas más duras y fatigosas mostraban menos
cía ver su función, en relación con el empleo implicación en el tiempo de ocio que los que
de los maridos, como esencialmente «do- ejercen otros trabajos. Según Gardell (1973)
méstico y de apoyo» (Pahl y Pahl, 1971). Al- y Cox (1980), hay otros aspectos en juego
gunos años después, Cooper y Hingley distintos de la fatiga física, y Cox ha relacio-
(1985) encontraron un modelo análogo en nado el desperdicio del tiempo libre con la
las esposas de su muestra de ejecutivos en el adaptación psicológica y de comportamien-
Reino Unido, aunque parecía que las actitu- to de los trabajadores a las exigencias del
des estaban cambiando. El fracaso en resol- trabajo repetitivo de ciclo corto. Wilensky
ver adecuadamente exigencias con- (1960) ha ofrecido una explicación de la re-
trapuestas entre la familia y el trabajo podría lación entre trabajo y tiempo libre en térmi-
dañar el apoyo disponible por parte de los nos de compensación, y este concepto ha
cónyuges, en particular, y de la familia, en sido utilizado asimismo para justificar los
general. efectos del trabajo repetitivo sobre el em-
pleo del tiempo libre. En línea con las hipó-
En un estudio realizado con directores ejecu- tesis de Wilensky (1960), según Strauss
tivos, Handy (1975) examinó la naturaleza (1974), los trabajadores pueden adaptarse a
de algunas posibles combinaciones «matri- un trabajo no estimulante reduciendo el ni-
monio-función». En línea con otras investi- vel de sus expectativas, modificando la es-
gaciones, la combinación más frecuente era tructura de sus necesidades y disfrutando al
«hombre ambicioso-mujer dedicada», que máximo de las oportunidades sociales en el
resulta más ventajosa para el marido traba- trabajo y fuera del mismo. No obstante,
jador. Otra combinación que va en aumento Kornhauser (1965) propuso una explicación
está representada por la pareja en la que los análoga, pero que enfatiza en mayor medi-
dos trabajan. En esta combinación, las ex- da los aspectos negativos, en línea con las
pectativas de los roles tradicionales parecen hipótesis de Gardell (1973) y Cox (1980).
haber sido cuestionadas con la posibilidad Para Kornhauser «la salud mental insatisfac-
de que uno de los dos o ambos experimen- toria de los trabajadores debe relacionarse
ten sentimientos de amenaza y ansiedad con una situación caracterizada por una re-
(Hingley y Cooper, 1986). ducción de los deseos y de las iniciativas, una
reducción de los objetivos y por las restric-
Síndrome del tiempo libre
ciones de los esfuerzos hasta un punto tal
desperdiciado que su vida resulta relativamente vacía y sólo
Los efectos que del trabajo se transmiten a en parte significativa».
otros ámbitos pueden explicar el eventual
desperdicio de tiempo libre entre algunos
grupos de trabajadores (Gardell, 1973; Cox, Cambio
1980). El síndrome del «tiempo libre desper-
diciado» fue descrito por Gardell (1973) en El cambio se considera a menudo un riesgo
relación con trabajadores que en el tiempo psicosocial. No obstante, no resulta claro a
libre no hacen más que holgazanear en partir de los estudios disponibles si el cambio
casa, hojear periódicos, ver la televisión, co- per se resulta estresante o peligroso, o si su
mer y dormir. En su estudio realizado en Sue- eventual naturaleza estresante se debe a la
cia, Lundahl (1971) ha observado que incertidumbre o a la falta de control que a
aquellos empleados que desempeñaban ta- menudo representa.
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Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
rarios de trabajo prolongados sobre el rendi- narias que los individuos con características
miento y sobre la salud de médicos jóvenes. análogas que trabajaban 40 horas a la se-
En el Reino Unido, determinadas listas de mana o menos. Otro estudio realizado entre
turnos en los hospitales indicaban que, has- pacientes jóvenes con enfermedades coro-
ta no hace mucho tiempo, los médicos más narias reveló que uno de cada cuatro había
jóvenes hacían turnos de unas 102 horas. desempeñado dos trabajos y que dos de
Spurgeon y Harrington (1989) concluyeron cada cinco había trabajado más de 60 horas
que muchos estudios han mostrado que un semanales (Russek y Zohman, 1958).
gran número de médicos recién licenciados
El control sobre los horarios de trabajo cons-
desarrolla algún tipo de trastorno psicológi-
tituye un factor importante en el diseño de
co. Según los investigadores, esto puede es-
las tareas y en la organización del trabajo.
tar relacionado con la pérdida de sueño que,
Este control puede ejercerse mediante
con toda probabilidad, aumenta la vulnera-
acuerdos de horarios flexibles (Landy, 1989).
bilidad de los médicos frente a otros riesgos
Es interesante señalar que, aunque la intro-
profesionales. Las horas de trabajo de los
ducción de horarios flexibles podría asociar-
médicos más jóvenes se redujeron conside-
se a pequeños cambios de comportamiento
rablemente gracias a la creación de una uni-
(Ronen, 1981), estos pueden, no obstante,
dad operativa, pero Fielden y Peckar (1999)
tener efectos positivos sobre los trabajado-
encontraron todavía una relación directa en-
res (Narayanan y Nath, 1982; Orpen, 1981).
tre el número de horas trabajadas y los nive-
En este caso, es probable que sea el control
les de estrés (aunque el número de horas
percibido ofrecido por tales acuerdos lo que
trabajadas estaba positivamente relaciona-
sea importante, más que el ejercicio efectivo
do con la disponibilidad percibida de apoyo
del control en cuestión (Landy, 1992). La fal-
social). Los médicos de hospital más jóvenes
ta de control sobre los horarios de trabajo
utilizaban el apoyo social como estrategia de
puede representar una fuente de estrés para
adaptación, con una frecuencia notable-
los trabajadores.
mente superior a la de sus colegas de mayor
antigüedad, considerando ambos grupos
que el ambiente hospitalario era una fuente 5.2.3. Nuevos riesgos: «el cambiante
de apoyo social más efectiva que el entorno mundo del trabajo
doméstico. A pesar de tener acceso a niveles Los cambios tecnológicos y socioeconómi-
más altos de apoyo social eficaz, los médicos cos a gran escala acaecidos a lo largo de los
más jóvenes se han enfrentado a fuentes de últimos años han afectado a los lugares de
estrés considerablemente mayores y peores trabajo de forma considerable. Comúnmen-
condiciones de salud mental en compara- te se les llama «el cambiante mundo del tra-
ción con sus compañeros de más antigüe- bajo». Este concepto comprende una
dad. amplia variedad de nuevos modelos de or-
ganización del trabajo distribuidos en varios
Existe una relación entre los horarios de tra- niveles: teletrabajo y utilización masiva de las
bajo prolongados y las muertes por enfer- tecnologías de la información y la comuni-
medades cardiovasculares. Breslow y Buell cación (TIC) en el lugar de trabajo; redimen-
(1960) descubrieron que los individuos con sionamiento de plantillas, contratación
menos de 45 años que trabajaban más de externa y globalización, con el consiguiente
48 horas semanales corrían un riesgo dos cambio de los modelos de empleo; exigen-
veces mayor de morir por cardiopatías coro- cias de flexibilidad de los trabajadores tanto
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
81■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
5.3
Parece que existen dimensiones temporales
críticas relacionadas con las tareas más aver-
sivas que definen el intervalo entre aconteci-
mientos aversivos, y dichos intervalos no
siempre son lo más breves posible. Varían
con las tareas y los resultados (véase, por
ejemplo, Brady (1958) y Rice (1963) en rela-
ción con los efectos de una falta de planifi-
cación horaria sobre la ulceración en
ESTUDIOS EN ANIMALES animales de laboratorio). Van Raaij et al.
(1996) estudiaron los efectos de un régimen
de sonido impredecible, intermitente y cró-
nico de baja intensidad sobre varios paráme-
tros de la función inmunitaria. Varios
ejemplares de ratas Wistar machos fueron
expuestos a un protocolo de ruido aleatorio
(ruido blanco, 85 dB, 2-20 kHz) durante 10
horas al día, 15 minutos cada hora, durante
un período de 3 semanas. Los animales de
control fueron expuestos únicamente al rui-
do ambiental. La función inmunitaria fue
controlada a las 24 horas, a los 7 días y a los
En general, el presente informe no contem- 21 días de la exposición al ruido. El ruido de-
pla los estudios sobre el comportamiento de terminó algunos cambios significativos en la
los animales. No obstante, tales estudios función inmunitaria, en un esquema dife-
también han señalado las características que rencial dependiente del tiempo, que incluía
definen situaciones estresantes para muchas tanto la inmunosupresión como una mejora
especies distintas (Turkkan et al., 1982). La del sistema inmunitario. Sus resultados de-
mayor parte se refiere a factores de estrés muestran que los diversos parámetros de la
agudos y bien definidos presentes en el lu- función inmunitaria se ven afectados de for-
gar de trabajo. Estos incluyen: el intervalo ma distinta a lo largo del tiempo en un pe-
entre acontecimientos aversivos, la disponi- ríodo de estrés de ruido leve crónico,
bilidad de señales de aviso, la disponibilidad posiblemente a causa de la activación se-
de ocasiones de fuga o escape, cambios en cuencial de distintos mecanismos fisiológi-
los procedimientos establecidos, y la dura- cos.
ción de la exposición al acontecimiento aver-
sivo y su gravedad. Mientras que la La disponibilidad de una señal de aviso pare-
importancia de estas características ha sido ce atenuar la respuesta fisiológica a un acon-
confirmada mediante estudios sobre el com- tecimiento aversivo (por ejemplo, Weiss,
portamiento de los animales, mayormente 1972; Miller et al., 1978), al igual que ocurre
en el contexto de un paradigma de condi- con la disponibilidad de ocasiones de fuga o
cionamiento, estas son válidas en relación evasión (por ejemplo, Anisman et al., 1980;
con el lugar de trabajo y algunas se corres- Sklar y Anisman, 1981). La modificación de
ponden con las características enumeradas los procedimientos definidos o aprendidos
en el cuadro 1. provoca cambios endocrinológicos notables
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
83■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
5.4
25 %) y «horarios de trabajo prolongados».
El 16 % de los hombres y el 7 % de las mu-
jeres declararon trabajar más de 50 horas se-
manales. Los resultados de estudios más
recientes son muy similares (Fundación Eu-
ropea, 1996, 1997).
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Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
5.5
RESUMEN
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
I N V E S T I G A C I Ó N
te en los límites homeostáticos normales del
cuerpo y, aunque ponen a prueba los meca-
nismos psicofisiológicos implicados, no con-
llevan necesariamente molestias o lesiones
duraderas.
6.
es posible que la experiencia pueda influir en
la patogénesis: el estrés puede afectar a la
salud. Al mismo tiempo, no obstante, un es-
tado de mala salud puede actuar como
fuente significativa de estrés y puede hacer
a la persona más sensible frente a otras
fuentes de estrés al reducir su capacidad de
afrontamiento. Dentro de estos límites, pa-
rece justificada la hipótesis común de una re-
lación entre la experiencia de estrés y una
mala condición de salud (Cox, 1988a).
ESTRÉS Y SALUD En esta sección se presenta una breve revi-
sión de los efectos sobre la salud que se han
asociado de forma muy diversa a la expe-
riencia de estrés. En otros estudios se desa-
rrollan debates más detallados (por ejemplo,
A lo largo de los últimos veinte años, ha ido Cox, 1978; Kristensen, 1996; Cincirpini et
ganando peso la convicción de que la expe- al.., 1984; Stainbrook y Green, 1983; Millar,
riencia de estrés tiene, necesariamente, con- 1984, 1990). La atención se centra en los
secuencias indeseables para la salud. Hoy en cambios de salud y de conductas relaciona-
día es una suposición común, si no un «tó- das con la salud y de la función fisiológica
que, conjuntamente, pueden explicar todos
pico cultural» (Leventhal y Tomarken, 1987),
los vínculos que existen entre dicha expe-
que el estrés laboral está relacionado con
riencia y la salud física y psicológica (Cox et
problemas de salud. A pesar de ello, la evi-
al., 1983).
dencia es que la experiencia de estrés no tie-
ne necesariamente secuelas patológicas. Este informe también se refiere al concepto
Muchas de las reacciones de las personas a de salud de la organización. Este concepto
este tipo de experiencia, ya sean psicológi- (véase Cox y Thomson, 2000) está basado
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Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■88
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6.1
Conviene agrupar los posibles efectos del
estrés en la salud y en relación con ésta en
dos tipos: efectos psicológicos y sociales y
efectos fisiológicos y físicos.
89■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
6.2
de hacer una referencia específica a la de-
pendencia psicológica del alcohol o del ta-
baco. El comportamiento social y las
relaciones interpersonales pueden verse de-
teriorados por la experiencia de estrés, refle-
jando posiblemente cambios psicológicos
más fundamentales en relación con, por
ejemplo, la irritabilidad, la duración de la
atención y la memoria. Las distorsiones, re-
EFECTOS PSICOLÓGICOS lacionadas con el estrés, de las relaciones so-
ciales pueden crear problemas secundarios y
Y SOCIALES reducir la disponibilidad de apoyo social.
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
91■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
6.3
(Pollard, 1997). Son necesarias más investi-
gaciones sobre la vida de las personas, ya
sea en el trabajo o fuera de él, para estable-
cer si aparecen las mismas respuestas en la
vida diaria. Para esta investigación son nece-
sarias nuevas metodologías y una recopila-
ción precisa de datos. Hasta el momento, se
ha demostrado que la adrenalina y la presión
sanguínea parecen variar en el modo previs-
EFECTOS FÍSICOS to. Otras respuestas en la vida cotidiana, in-
cluidas las del colesterol, el cortisol y el
Y FISIOLÓGICOS sistema inmunitario, están menos caracteri-
zadas.
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
pueden transformar una respuesta fisiológi- cuales son importantes para la salud (Antel-
ca normal y pasajera en una reacción con re- man y Caggiula, 1977).
levancia patológica. Muchos de estos
mecanismos parecen vincular la interacción Hay un reducido número de estudios sobre
entre las reacciones al estrés y otros sistemas sujetos expuestos a situaciones de estrés, se
fisiológicos, en particular los de control. Pri- que han medido una amplia gama de res-
mero, la experiencia de estrés puede provo- puestas de naturaleza fisiológica, en gran
car una respuesta severa e inapropiada parte bioquímica, y se han sometido estos
debido a una carencia en los sistemas de datos a un análisis factorial. Dado que este
control relevantes, o bien la respuesta al es- tipo de estudios requiere una notable dosis
trés puede estimular otras reacciones menos de control y de recursos, suele ser difícil lo-
benignas, de nuevo por una falta de control grar recopilar datos suficientes (por caso)
en otros ámbitos. para cumplir los requisitos contemplados en
los procedimientos de análisis factorial (véa-
se, por ejemplo, Ferguson y Cox, 1993). Sin
Zegans (1982) afirmó asimismo que los efec- embargo, se trata de estudios interesantes, y
tos potencialmente patógenos de la reac- los que se han señalado presentan resulta-
ción al estrés se manifiestan estimulando los dos similares. Rose et al. (1967) analizaron
distintos sistemas del organismo que com- los niveles de hormonas circulantes en 46
ponen y definen la función fisiológica, y que varones sometidos a un adiestramiento mili-
consolidan su relación con el comporta- tar básico. Encontraron cinco factores: un
miento. Estos sistemas incluyen el eje corti- factor cortisol, un factor catecolamina, dos
co-renal-pituitario-hipotalámico, el eje factores relacionados con andrógenos y es-
sistema nervioso autónomo-suprarrenal, el trógenos y uno relacionado con la función ti-
sistema inmunitario, el sistema reticular acti- roidea. Un estudio realizado por Ellertsen et
vador, y los centros cognitivos y emocionales al. (1978) sobre 115 reclutas militares identi-
del cerebro (Zegans, 1982). En el pasado, se ficó tres factores: un factor cortisol, un fac-
ha dedicado mucha atención al papel de las tor catecolamina y un factor ácido graso
glándulas suprarrenales en la fisiología del libre de testosterona. Ryman y Ursin (1979)
estrés, con respecto a la que existen varios estudiaron a 31 comandantes de compañía
estudios (por ejemplo, Selye, 1950; Levi, de la marina estadounidense en condiciones
1972; Cox y Cox, 1985; Szabo et al., 1983). de estrés y, también en este caso, se detectó
El estrés puede causar tanto hipo como hi- un modelo de factores de sus respuestas fi-
peractividad endocrina (Lipton, 1976) y alte- siológicas en línea con las evidenciadas por
rar el equilibrio del control autónomo de los Ellertsen et al. (1978). Según Ursin (1979),
sistemas cardiovascular, respiratorio, excre- estos tres factores de respuesta fisiológica
tor y gastrointestinal (Lisander, 1979). Pare- podrían estar relacionados con la patología
ce que el estrés puede asimismo dañar o de modo diferente. Según el modelo de
alterar la respuesta inmune (Stein et al., Henry y Stephens (1977), los sujetos que re-
1981; Kawakami y Haratani, 1999). Puede accionan con una respuesta prevalente de
distorsionar la percepción visceral (Brener, cortisol podrían estar más expuestos a de-
1978), alterar los esquemas de sueño con presiones, trastornos del sistema inmunita-
efectos en cadena sobre otras actividades rio y a úlceras gástricas o duodenales.
(Weitzman et al., 1975), e inducir cambios Siguiendo el mismo argumento, Ursin
en otros comportamientos, algunos de los (1979) relacionó a los que presentaban una
93■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■94
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
6.4
conexión entre IgA (celular) y varios aspectos
del estrés laboral percibido. Las medidas in-
munológicas estaban relacionadas con los
problemas de la salud asociados a la activi-
dad del sistema inmunitario.
95■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
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atención, existen pareceres diversos sobre el menor medida. Estos grupos pueden coinci-
hecho de que la enfermedad esté relaciona- dir con los descritos por Crown et al. (1975).
da con el estrés. En 1967, Susser llegó a la Estos autores trazaron una distinción entre
conclusión, tras analizar los estudios en la pacientes con arreglo a la presencia o au-
materia, de que existe un vínculo, mientras sencia del factor reumatoide (FR). El grupo
que algún tiempo después Weiner (1977) seropositivo, con FR, demostró un perfil psi-
afirmó que este vínculo todavía no ha sido copatológico más negativo en comparación
demostrado. No obstante, al mismo tiempo, con el grupo sin FR. Estos resultados se ob-
House et al. (1979) establecieron un vínculo tuvieron asimismo para otros trabajadores,
entre el estrés laboral –particularmente las como hicieron Gardiner (1980) y Volhardt et
relaciones estresantes con terceros– y las úl- al. (1982).
ceras, tras controlar siete variables que po-
drían crear confusión.
97■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
6.5
1990; Lippe, 1990; Neary et al., 1992). Para
algunos, las estrategias de fuga no pueden
ser aceptadas desde un punto de vista per-
sonal o profesional: las personas seguirán
yendo al trabajo con estrés, pero su rendi-
miento será escaso: se trata del fenómeno
conocido como presentismo (17).
EFECTOS ORGANIZATIVOS
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
6.6
RESUMEN
99■
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
I N V E S T I G A C I Ó N
7.
EVALUACIÓN Y GESTIÓN
DEL ESTRÉS RELACIONADO
CON EL TRABAJO
El Centro Temático sobre Buenas Prácticas- que, una vez analizados en las secciones an-
Estrés en el Trabajo (CT/BP-ET) recopila y eva- teriores la naturaleza, las causas y los efectos
lúa la información existente en materia de del estrés relacionado con el trabajo, se
buenas prácticas sobre el estrés relacionado abordarán brevemente las pruebas obteni-
con el trabajo tanto en la UE como en el res- das en la investigación en materia de eva-
to del mundo. Por lo tanto, el presente in- luación y gestión del estrés relacionado con
forme no examinará la práctica actual, sino el trabajo.
101■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
7.1
Un corolario prácticamente inevitable de la
escasez de evaluaciones de riesgo adecua-
das es que gran parte de las intervenciones
para la «gestión del estrés» se dirigen a la
persona antes que a la organización (lo pri-
mero es considerado, en general, más eco-
nómico y menos complicado: veáse la
sección 7.5), a menudo se trata de diseños
corrientes, inespecíficos, y son totalmente
LA EVALUACIÓN DEL ESTRÉS independientes del proceso de diagnóstico
de los problemas, si es que se realiza dicho
RELACIONADO diagnóstico (Cox, 1993). Por lo tanto, es ne-
cesario un tipo distinto de enfoque a fin de
CON EL TRABAJO: llevar a cabo evaluaciones de los riesgos que
después puedan dar información para la pla-
EL CICLO DE CONTROL nificación de las intervenciones, en otras pa-
labras, una estrategia que realmente
formule la pregunta antes de dar la respues-
ta. Una estrategia de este tipo ya ha sido
propuesta para la gestión de los peligros físi-
cos (por ejemplo, la Directiva marco
89/391/CEE del Consejo y la Comisión Euro-
Como se ha puesto de manifiesto anterior- pea, 1996): el ciclo de control, que ha sido
mente, existen numerosas reseñas de inves- definido como «el proceso sistemático me-
tigación sobre los riesgos psicosociales y diante el cual se identifican los peligros, se
sobre el estrés (por ejemplo, Cox, 1993; analizan y se gestionan los riesgos y se pro-
Cartwright y Cooper, 1996; Borg, 1990; tege a los trabajadores» (Cox y Griffiths,
Hiebert y Farber, 1984; Kasl, 1990; Cooper y 1995). Comprende seis fases:
Marshall, 1976), y muchísimos estudios so- 1. Identificación de los peligros.
bre los factores de estrés en casi todos los es- 2. Evaluación de los riesgos asociados.
cenarios de trabajo y profesiones 3. Aplicación de las estrategias de control
imaginables. Sin embargo, como indica Cox pertinentes.
(1993), «la investigación sobre la naturaleza 4. Supervisión de la eficacia de las estrate-
y los efectos de un peligro no coincide con la gias de control.
evaluación del riesgo asociado». De hecho, 5. Reevaluación del riesgo.
muchos de los estudios publicados ofrecen 6. Revisión de las necesidades de informa-
pocos datos que podrían utilizarse en la eva- ción y de formación de los trabajadores
luación de riesgos. Muchas «encuestas so- expuestos a los peligros.
bre el estrés» suelen identificar sólo los
peligros o sólo las consecuencias, mientras Las fases 1 a 5 son recurrentes y están dise-
que una evaluación de los riesgos tiene por ñadas para garantizar una mejora continua
objetivo establecer una asociación entre los de la salud y la seguridad en el trabajo. Es
peligros y las consecuencias para la salud, y posible conceptualizar cada fase como un ci-
evaluar el riesgo para la salud derivado de la clo ulterior de actividad similar a un proceso
exposición a un peligro. de búsqueda de objetivos, como describió
■102
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Schott (1992). En cuanto enfoque sistemáti- gos físicos (18). Los estudios señalan que exis-
co y exhaustivo de evaluación de los riesgos te un consenso razonable sobre las defini-
en el entorno de trabajo, el ciclo de control ciones de la terminología básica. Por
cumple los requisitos jurídicos actualmente ejemplo, los Estados miembros de la UE se
en vigor. Sin embargo, sigue siendo necesa- han puesto de acuerdo sobre definiciones
rio evaluar si representa una estrategia cien- «aceptadas y prácticas» en relación con los
tíficamente válida y fiable para valorar los siguientes términos fundamentales:
peligros psicosociales.
Peligro: la propiedad o capacidad intrínseca
La psicología de la salud en el trabajo ha to- de una determinada entidad (por ejemplo,
mado prestado el concepto de evaluación materiales o equipo de trabajo, métodos y
de los riesgos desde el ámbito del control de prácticas de trabajo) con el potencial de cau-
los peligros físicos (Cox y Cox, 1993). El en- sar daño.
foque exigido por la legislación comunitaria
en materia de riesgos físicos (por ejemplo, la Riesgo: la probabilidad de que se alcance el
Directiva 98/24/CE del Consejo) se aplica potencial de daño en las condiciones de uti-
mediante un enfoque de solución de los lización y/o exposición y la posible extensión
problemas como el del ciclo de control. Por del daño.
ejemplo, el documento guía de la CE suscri-
be claramente el concepto del ciclo de con- (Comisión Europea, 1996, artículo 1.2)
trol como el enfoque preferido en su
Aunque dichas definiciones son aceptables
definición de la evaluación de riesgos: «un
a un nivel básico y como directriz para los
examen sistemático de todos los aspectos
empresarios, desde una perspectiva científi-
del trabajo emprendido para definir cuáles
ca existe el peligro de extender excesiva-
son las causas probables de lesión o de
mente el paralelismo cuando se presente la
daño, si es probable eliminar los riesgos y, en
necesidad de hacer operativas estas defini-
caso contrario, qué medidas preventivas o
ciones. Por ejemplo, persisten algunas dudas
de protección deben o deberían adoptarse
sobre la inclusión en la definición antes men-
para controlar los riesgos» (Comisión Euro-
cionada de «peligro» de algunas caracterís-
pea, 1996, artículo 3.1). El enfoque de la
ticas del entorno de trabajo como «claras
evaluación de riesgos presenta asimismo la
políticas corporativas: permisos de ausencia
ventaja de ser una estrategia que los empre-
remunerados, promoción, cobertura del se-
sarios conocen. Por otro lado, ofrece una es-
guro sanitario, etc.» (Landy et al., 1994). Asi-
tructura integrada que podría clasificar los
mismo, no es posible establecer una simetría
riesgos psicosociales como una categoría
exacta práctica o conceptual entre peligros
adicional de peligros que pueden encontrar-
físicos y psicosociales. La exposición a deter-
se en el lugar de trabajo.
minados niveles de radiación es reconocida
Sin embargo, surgen dificultades considera- como un riesgo indiscutible para la salud de
bles cuando se trata de ampliar el enfoque
de la evaluación de los riesgos a fin de incluir (18) Véase, por ejemplo, el proyecto basado en Internet
los peligros psicosociales. La primera tarea es patrocinado por la Organización para la Cooperación
lograr una definición de los términos em- y el Desarrollo Económicos para armonizar las defini-
ciones de los términos genéricos fundamentales que
pleados en la evaluación de riesgos. Esto dis- hacen referencia a la evaluación de los peligros quí-
ta de ser sencillo y ha resultado complicado micos (Organización para la Cooperación y el Desa-
incluso en el ámbito más tangible de los ries- rrollo Económicos, 1997).
103■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
cada trabajador, mientras que se puede afir- los peligros. Las actividades de investigación
mar tranquilamente que otras sustancias en materia de evaluación de los peligros psi-
son seguras para todos. Sin embargo, no re- cosociales se encuentran, claramente, en
sulta obvio que estas afirmaciones puedan una fase muy temprana, lo que no permite
generalizarse con tanta seguridad para la la utilización experta del sistema tal como
mayor parte (si no para todos) de los peligros describen Kang et al.
psicosociales. ¿Podría cualquier cosa en el
En lo que respecta al «daño», a fin de cate-
entorno de trabajo constituir un posible pe-
gorizar «la extensión del daño» a la que se
ligro psicosocial? De ser así, la definición del
hace referencia en la definición del riesgo, el
peligro no tendría sentido. En caso contra-
documento guía comunitario indica la si-
rio, ¿qué aspectos del trabajo podrían no ser
guiente diversidad de resultados:
nunca peligrosos y por qué motivo? De
modo similar, mientras que los peligros psi- Daño leve.
cosociales pueden ser conceptualizados Accidente que no provoca lesiones.
como parte de un continuum que está re- Lesiones leves (moretón, golpe, herida).
presentado, por un extremo, por el «peligro Lesiones graves (fractura, amputación, en-
psicosocial» y, por el otro extremo, por el fermedad crónica).
«factor saludable» (por ejemplo, de un con-
Mortal.
trol sobre el trabajo muy bajo a un control
Daño mortal múltiple.
muy elevado), los riesgos físicos, como el
amianto, parecerían negativos de por sí y (Comisión Europea, 1996, artículo 4.8.3)
privados de un posible papel saludable (in-
cluso su ausencia no representaría una me- No resulta fácil alcanzar un consenso sobre
jora de la salud, sino que sería simplemente una jerarquía de «grados de daño psicológi-
neutral). co» similar a la que hay disponible para el
daño físico. Por otro lado, en una serie de es-
tudios (Landy et al., 1994; Kasl, 1987, 1990;
Un estudio realizado por Kang et al. (1999)
Johnson, 1996) se han evidenciado las difi-
en el ámbito de los riesgos físicos explica es-
cultades afrontadas por los investigadores y
tas diferencias conceptuales y prácticas en-
médicos a la hora de decidir qué indicadores
tre peligros físicos y psicosociales. Se
del bienestar físico y psicológico utilizar: «En
examinó la utilidad de un analizador auto-
un escenario, que se repite continuamente,
mático de peligros (automatic hazard analy-
se ha considerado bastante razonable un
ser, AHA). Este sistema realiza análisis de los
enfoque concreto para la vigilancia de las le-
peligros en términos tanto de fallos funcio-
siones, útil para un pequeño grupo de en-
nales como de desviaciones variables en la
fermedades profesionales, pero inadecuado
búsqueda de posibles causas de accidentes.
para un espectro más amplio de tales enfer-
El resultado del análisis ofrece un recorrido
medades, y totalmente inútil para controlar
que conduce a un accidente y, por lo tanto,
los trastornos psicológicos» (Landy et al.,
no ofrece una plena explicación del mismo,
1994).
sino información útil para la evaluación de
los peligros. Kang et al. aplicaron AHA a la Claramente, no se trata sólo de consensuar
sección de alimentación de una planta de di- cuáles son los índices más adecuados (¿Sa-
merización de olefinas, y las prestaciones del lud individual o funcionamiento organizati-
sistema fueron mejores que las de cualquier vo? ¿Ambos? ¿Por qué motivos? ¿Deberían
método tradicional de análisis cualitativo de los índices seleccionados tener en cuenta la
■104
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
cultura de la organización y/o del grupo pro- mencionados (por ejemplo, la amplia litera-
fesional, o más bien la propia cultura debe- tura acumulada sobre los efectos del control
ría ser un índice de la buena salud del trabajo sobre las enfermedades cardio-
organizativa?). Asimismo, se puede decir vasculares: véase la sección 6.3).
que resulta más difícil encontrar fuentes de
Por último, gran parte de la dificultad en-
información fiables y válidas para estos indi-
contrada a la hora de establecer un parale-
cadores: diagnósticos psiquiátricos, docu-
lismo exacto y científicamente válido con la
mentación sobre el tratamiento y la cura,
evaluación de riesgos de los peligros físicos
listas de control de los síntomas, índices de
reside en los problemas encontrados por los
la eficacia funcional, medidas de «salud
investigadores a la hora de intentar medir el
mental positiva», indicadores de «calidad de
entorno de trabajo. Estos aspectos se han
vida», comportamientos vinculados a la sa-
examinado de manera exhaustiva en la sec-
lud, documentación de empresarios y sindi-
ción 4.
catos (si están disponibles), datos sobre la
utilización de los servicios de medicina del A modo de resumen, el modelo para la eva-
trabajo y datos sobre indemnizaciones y liti- luación de los riesgos resulta muy útil como
gios son todos deficitarios en parte o en su analogía y representa una estrategia valiosa
totalidad a causa de problemas de autose- para la evaluación de los peligros psicosocia-
lección, registro y presentación, de compleji- les en el trabajo. Sin embargo, existen una
dad en términos operativos o de variables serie de elementos que hay que tener pre-
que crean confusión. En honor a la verdad, sentes: a) la necesidad de hacer operativas
estas dificultades también surgen en la eva- las definiciones de peligro, b) la identifica-
luación de los riesgos físicos (por ejemplo, ción de índices adecuados del daño que
documentación sobre la organización im- puedan ser controlados de forma fiable, c)
precisa, reticencia de las empresas o de los pruebas satisfactorias de la relación causal, y
individuos a informar los accidentes o inci- d) problemas de medición del entorno de
dentes que pueden revelar defectos en sus trabajo.
sistemas de control, etc.). Sin embargo, los
problemas relacionados con los peligros psi-
cosociales están agravados por las dificulta-
des inherentes al control de los resultados
que son menos obvios, desde un punto de
vista perceptivo, con respecto a las lesiones
físicas o mortales.
105■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
7.2
los riesgos descrita por Cox et al. (2000) se
encuentran dos ciclos de actividad distintos
pero íntimamente relacionados: evaluación
de los riesgos y reducción de riesgos. Estos
dos ciclos constituyen los componentes ele-
mentales del modelo representado de ges-
tión de los riesgos. Sin embargo, además de
la evaluación y de la gestión de los riesgos,
se especifican otros tres componentes. Se
UN ENFOQUE PARA trata de la «evaluación» y la «formación y
aprendizaje de la organización». El modelo
LA GESTIÓN DE LOS RIESGOS introduce asimismo una nueva fase de vín-
culo entre la evaluación y la reducción de los
RELACIONADOS CON riesgos, la del «proceso de traducción».
Dado que todos los aspectos del proceso de
EL ESTRÉS EN EL TRABAJO gestión de riesgos deben ser evaluados, y no
simplemente los resultados de la reducción
de los riesgos, se considera que la fase de
«evaluación» abarca a las demás y está por
encima de ellas. Este modelo de gestión de
riesgos se muestra en el gráfico 4. En la prác-
Cox et al. (2000) han descrito un marco de tica, la fase de reducción del riesgo suele im-
trabajo que tiene en consideración los pro- plicar no sólo la prevención, sino también las
blemas descritos en la sección precedente y acciones principalmente orientadas a la sa-
que tiene por objetivo superar las dificulta- lud y al bienestar individual.
des de adaptar el ciclo de control a la eva-
luación y a la reducción de los riesgos Existen paralelismos entre este modelo y el
psicosociales. En el centro de la gestión de proceso de intervención organizativo que ha
EVALUACIÓN
INFORMACIÓN
DE REACCIÓN
APRENDIZAJE Y FORMACIÓN
DE LA ORGANIZACIÓN
■106
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
sido elaborado por investigadores en los Es- los datos de la evaluación para informar a las
tados Unidos. El «equipo de intervenciones» fases precedentes en el ciclo completo de in-
que trabaja en el marco del NORA (National tervención-análisis (Goldenhar et al., 1998)
Institute, 1999) también destaca la necesi- (véase el gráfico 5).
dad de evaluación y de la información sobre
Gráfico 5. Investigación de intervención sobre la seguridad y la salud
en el trabajo: un modelo conceptual (de Goldenhar et al.,1998)
Investigación
de la eficacia
Recopilación de información
Investigación 1 de antecedentes (conduce
de actuación la evaluación de
las necesidades)
Investigación
de desarrollo
2 Desarrollo
de relaciones
Informe
5 y difusión
Elección de
3 los métodos
4 o diseños
Desarrollo completo,
actuación o evaluación
Cox et al. (2000) describieron asimismo la en la práctica. Las diversas fases se resumen
estrategia articulada en cinco fases para rea- en el gráfico 6.
lizar un proceso de evaluación de los riesgos
Las cinco fases para la evaluación de los riesgos relacionados con el estrés en el trabajo:
• Fase1: Familiarización
• Fase 2: Entrevistas de análisis del trabajo
• Fase 3: Estudios de evaluación
• Fase 4: Comprobación del control de gestión existente y de los sistemas de apoyo
para los trabajadores
• Fase 5: Análisis e interpretación de los datos de evaluación
107■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
Cada fase se basa en información recopilada sistemas de apoyo de los trabajadores (fase
durante la fase precedente. Las fases inicia- 4) puede realizarse en paralelo a la fase «En-
les (fases 1 y 2) están diseñadas para realizar trevistas de análisis del trabajo» o a conti-
un modelo de trabajo y de las condiciones nuación del «Análisis e interpretación de los
de trabajo del grupo de evaluación que sea datos» de la evaluación. A menudo, resulta
suficientemente válido para sostener la ela- más oportuno realizarla en paralelo con las
boración y el posterior uso del instrumento «Entrevistas de análisis del trabajo». En este
de evaluación (fase 3). Este instrumento en caso, la información recopilada puede con-
cuestión se utiliza para cuantificar la exposi- tribuir de forma útil al modelo de trabajo de
ción de los trabajadores (en grupo) a todos la evaluación de la situación del grupo, que
los factores de estrés relevantes relacionados se ve acrecentada en las primeras fases de la
con su trabajo y con sus condiciones de tra- evaluación. Por último, toda la información
bajo y para evaluar su salud. se analiza y se interpreta (fase 5).
Las cinco fases son secuenciales, con una Es posible trazar estas cinco fases en una es-
posible excepción. La comprobación del sis- trategia de evaluación global, como se ilus-
tema de control de gestión existente y de los tra en el gráfico 7.
Verificación del
control de gestión Recomendaciones
existente y de sobre
los sistemas de los riesgos
Identificación y apoyo para residuales
evaluación los trabajadores
del grupo expuesto
a peligros
relacionados
con el estrés
Identificación
de probables
factores
de riesgo
Identificación y
evaluación de
los indicadores clave
de la salud de los
trabajadores y de
la organización
■108
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
7.3
riesgos en el trabajo de 1996 ofrece un rápi-
do examen de la gestión de riesgos en la sec-
ción 5, «Acciones que deben adoptarse a
raíz de una evaluación de los riesgos en el
trabajo». Aunque puede resultar útil como
instrumento para las organizaciones que lle-
van a cabo evaluaciones de riesgos, el docu-
mento –como cabe esperar dado su
objetivo– sólo ofrece un esquema de flujo
LA GESTIÓN DEL ESTRÉS genérico de las alternativas que pueden ele-
girse dependiendo del éxito de la evalua-
RELACIONADO ción. Asimismo, la falta de examen de la
eficacia de los programas de gestión del es-
CON EL TRABAJO trés sigue siendo una de las limitaciones
principales de la literatura científica (van der
Hek y Plomp, 1997).
109■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
7.4
mediante el diseño y la formación de los
trabajadores para reducir la posibilidad de
que estos trabajadores sufran estrés.
2. Reacción puntual: a menudo se basa en la
gestión y la resolución de los problemas
de grupo, a fin de mejorar la capacidad de
la organización (o de los empresarios)
para reconocer y abordar los problemas
conforme van surgiendo.
PRINCIPIOS DE GESTIÓN
3. Rehabilitación: a menudo implica mejorar
DEL ESTRÉS el apoyo (incluido el asesoramiento) para
ayudar a los trabajadores a hacer frente a
los problemas y a resolverlos.
En el marco de este modelo, muchos auto-
res hacen una distinción entre los objetivos
que afectan o se centran en la organización
(gestión del estrés organizativo) y los que se
refieren y se centran en el individuo (gestión
del estrés personal) (por ejemplo, De Frank y
En uno de los primeros informes sobre este Cooper, 1987; Ivancevich y Matteson, 1986;
ámbito, Newman y Beehr (1979) sugirieron Ivancevich et al., 1990; Keita y Sauter, 1992;
que la gestión del estrés puede ser clasifica- Matteson y Ivancevich, 1987; Murphy,
da con arreglo a sus objetivos y estrategias, 1984, 1988; Murphy y Hurrell, 1987; New-
sus prioridades, así como al agente a través man y Beehr, 1979; Quick y Quick, 1984;
del cual se lleva a cabo. En esta sección se Quick et al., 1992a; Schwartz, 1980).
examinan estos elementos por separado. Aunque en los estudios (y en la legislación)
se presta igual atención a ambos aspectos, la
7.4.1. Objetivos mayoría de la práctica está sesgada hacia el
enfoque personal (y más clínico). Al mismo
Mientras que sólo algunas organizaciones tiempo, mientras que se está prestando
parecen afrontar de modo directo y delibe- atención a las estrategias de prevención y re-
rado la gestión del estrés relacionado con el habilitación, el interés es menor por las es-
trabajo, las acciones que se están empren- trategias reactivas. Una excepción es la de
diendo pueden clasificarse con arreglo a sus Cox y Cox (1992), que han descrito un «kit
objetivos implícitos. Existen, al menos, tres de instrumentos para el estrés» para ayudar
grupos distintos de objetivos que han sido a los directivos a reconocer los problemas re-
adoptados por las organizaciones para la lacionados con el estrés que afectan a los
gestión del estrés laboral y de sus efectos so- trabajadores y poder resolverlos.
bre la salud (Cox et al., 1990; Dollard y Wi-
nefield, 1998): 7.4.2. Agente y objetivo
1. Prevención: control frecuente de los peli- Dada la clara distinción que se establece en-
gros y de las exposiciones a los peligros tre los distintos objetivos, Cox et al. (1990)
■110
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
111■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
7.5
programas, principalmente debido a las de-
ficiencias metodológicas inherentes a gran
parte de los estudios y a la falta de evalua-
ciones adecuadas (por ejemplo, Briner,
1997; van der Hek y Plomp (1997) (véase asi-
mismo la sección 7.1). Murphy et al. (1992),
Kompier et al. (1998) y van der Hek y Plomp
(1997), por ejemplo, consideran que las eva-
luaciones deberían incluir análisis de la ren-
INTERVENCIONES COMUNES: tabilidad y evaluaciones de la satisfacción de
los trabajadores, los factores de estrés en el
SU EFICACIA trabajo, el rendimiento, el absentismo y el
estado de salud. No obstante, rara vez lo ha-
cen. Van der Hek y Plomp (1997) descubrie-
ron que, de 342 estudios científicos sobre las
intervenciones para la gestión del estrés,
sólo 37 hacían referencia a algún tipo de in-
vestigación en materia de evaluación, de los
que 7 fueron «evaluados» con arreglo a co-
mentarios anecdóticos (no científicos) de los
participantes.
A modo de resumen, existen tres tipos co-
munes de intervención en los estudios sobre Beehr y O’Hara (1987), Burke (1993), Do-
la gestión del estrés (véase, por ejemplo, llard y Winefield (1996) han examinado las
Murphy, 1988; Cooper y Cartwright, 1997; dificultades implicadas en el diseño y la eva-
Dollard y Winefield, 1996; Kompier et al., luación de las intervenciones para la gestión
1998): del estrés. Muchos diseños son «pre-experi-
1. Primaria: alguna forma de desarrollo de la mentales» o «cuasi-experimentales» (ya que
organización o del trabajo que intenta re- es difícil llevar a cabo auténticos experimen-
ducir los factores de estrés (control de tos en las organizaciones) y varían conside-
riesgos), incluyendo el diseño del trabajo rablemente en su capacidad para controlar
y la ergonomía (por ejemplo, Jones et al., las distintas «amenazas» a su validez. Por
1988; Golembiewski et al., 1987). ejemplo, en el estudio de los efectos del ase-
2. Secundaria: formación del trabajador ya soramiento sobre los niveles de ansiedad de
sea fomentando la salud o sus destrezas los trabajadores, parece que las puntuacio-
psicológicas (por ejemplo, Lindquist y nes de ansiedad vuelven a ser normales des-
Cooper, 1999). pués de la repetición de la prueba pero, si se
3. Terciaria: asistencia a los trabajadores seleccionara a los trabajadores desde un
(principalmente centrada en el asesora- principio (o se ofrecieran voluntarios) con
miento). arreglo a las puntuaciones extremas, esto
sencillamente podría reflejar una regresión a
Estos tres tipos se describen con más detalle los valores medios. Dado que la mayoría de
a continuación. Sin embargo, a pesar de la los programas de gestión del estrés secun-
copiosa literatura al respecto, resulta compli- darios y terciarios son voluntarios, se pueden
cado establecer la eficacia relativa de estos producir efectos de selección: las caracterís-
■112
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
ticas de los participantes y de los que no par- lliams, 1997) se ha puesto de manifiesto que
ticipan podrían ser bastante distintas. Los gran parte de las intervenciones para la ges-
efectos de selección han sido abordados en tión del estrés están centradas en el indivi-
detalle en la evaluación de los programas de duo, diseñadas para los trabajadores de
fitness de los trabajadores (véase, por ejem- oficina y los directivos y destinadas a cambiar
plo, Jex, 1991). al trabajador con respecto al trabajo o al en-
torno de trabajo. Por ejemplo, Williamson
Una de las ventajas de las intervenciones (1994) halló que de 24 estudios de evalua-
para la reducción de los factores de estrés es ción de intervenciones para la gestión del es-
que intentan cambiar los factores de estrés trés realizados al mismo tiempo, 21 se
comunes a todos, esquivando de este modo centraban en el individuo (por ejemplo, pro-
los efectos de selección (Burke, 1993). Asi- gramas de gestión del estrés, relajación, etc.)
mismo, muchos estudios dicen mostrar me- y sólo 3 se centraban en el cambio en de la
joras como resultado de intervenciones que, organización. Kompier et al. (1998) ofrecen
de hecho, podrían deberse a efectos no es- cuatro motivos principales por los que las in-
pecíficos como la credibilidad del tratamien- tervenciones que se centran en el individuo
to, las expectativas o el simple hecho de parecen ser más numerosas en la literatura
estar sentado tranquilamente. En las conta- científica: «Las opiniones e intereses de la di-
das ocasiones en que se han incluido grupos rección de la empresa, la naturaleza psicoló-
de control en las intervenciones para la ges- gica, la dificultad de llevar a cabo estudios de
tión del estrés relacionado con el trabajo, intervención “sólidos” desde el punto de
tanto en los grupos de tratamiento como en visto metodológico y la segregación (deno-
los de control se han registrado mejoras. De minational segregation) de las investigacio-
forma similar, en aquellos casos en los que se nes sobre el estrés». Briner (1997) señaló
han comparado tipos distintos de progra- asimismo que las intervenciones «primarias»
mas para la gestión del estrés, suele suceder son las menos populares y propuso que «en
que todos proporcionan mejoras similares un contexto organizativo […] cambiar la na-
(por ejemplo, Hart, 1987). Estas reservas, turaleza del trabajo o de la organización
junto con otras, han sido puestas de mani- puede ser considerado más desalentador y
fiesto en las publicaciones de Keita y Sauter complicado que recurrir a otro tipo de inter-
(1992) y Quick et al. (1992b). Considerando vención».
los pocos datos válidos sobre los resultados
de estas intervenciones, no sorprende la di-
ficultad para emitir un juicio sobre la renta- Puede que esto sea un reflejo de la naturale-
bilidad de dichos programas (las ventajas de za y la influencia de los enfoques de gestión
una intervención desde el punto de vista adoptados en algunos países. Varias encues-
económico) o sobre la rentabilidad de los tas realizadas en los Estados Unidos entre
costes (ventajas en comparación con las al- grupos de empresarios y organizaciones sin-
ternativas disponibles). Esta cuestión se dicales han demostrado claras diferencias en
aborda igualmente más adelante en esta sus opiniones sobre el estrés (por ejemplo,
sección junto con los programas de ayuda a Singer et al., 1986). Mientras que los directi-
los trabajadores. vos destacan las intervenciones individuales
(secundarias y terciarias), considerando la
En un gran número de estudios (Murphy, personalidad, los problemas familiares y el
1988; Ivancevich et al., 1990; Burke, 1993; estilo de vida como importantes fuentes de
Dollard y Winefield, 1996; Cooper y Wi- estrés, los grupos de organizaciones sindica-
113■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
les consideran que los factores sociales y or- El estudio realizado por Wall y Clegg (1981)
ganizativos, tales como el diseño del trabajo alteraba el control de los trabajadores sobre
y el estilo de gestión, son los objetivos más aspectos importantes del proceso de traba-
responsables y más adecuados para la inter- jo; la alteración en el estudio Jackson (1983)
vención. Dollard y Winefield (1996) sugirie- daba lugar a aumentos modestos del control
ron que «en Australia, la política basada en del trabajador; es posible afirmar que la ma-
la conceptualización del problema del estrés nipulación en el estudio realizado por Pierce
y en el reconocimiento de los trastornos psi- y Newstrom (1983) –introducción de siste-
cológicos como cuestiones importantes en mas de horarios flexibles– aumentaba el
relación con la salud en el trabajo, ha perju- control del trabajador sobre determinados
dicado los avances en su prevención y trata- aspectos de su propio trabajo. Los tres estu-
miento y la condición del estrés laboral dios demostraron la eficacia de las alteracio-
como cuestión de política nacional». Se ha nes relacionadas con el control en la
sugerido que en Escandinavia, donde la res- reducción de los factores de estrés, así como
ponsabilidad por las condiciones de trabajo aspectos de su experiencia de estrés.
es compartida por igual entre los grupos de
trabajadores y de empresarios, los enfoques Jackson (1983) presentó una evaluación
organizativos sobre la gestión del estrés son bien articulada de un estudio de interven-
más comunes que en otras partes (Lands- ción realizado con el personal laboral de 25
bergis, 1988). La prevalencia de los puntos ambulatorios británicos e ideado para redu-
de vista de gestión, particularmente en los cir el conflicto y la ambigüedad de las fun-
Estados Unidos, ha contribuido al desarrollo ciones. La hipótesis examinada era que un
de programas de ayuda a los trabajadores y aumento de la participación en el proceso de
de formación para la gestión del estrés cen- toma de decisiones disminuiría los proble-
trados en la reducción de los factores de es- mas relacionados con las funciones (roles).
trés y en las técnicas de control de los Los responsables de los ambulatorios reci-
riesgos. bieron una formación adecuada sobre la
participación y se aumentó el número de
reuniones del personal celebradas en los
hospitales. Se evaluaron los efectos de estas
Intervenciones para la intervenciones en relación con una serie de
reducción de los factores de medidas de resultado utilizando un diseño
estrés (control de los riesgos) de Solomon de cuatro grupos. Se observó
una reducción significativa de la ambigüe-
dad y el conflicto de funciones en las inter-
Murphy (1988) identificó y reexaminó varias venciones en las clínicas tras un seguimiento
intervenciones centradas en la naturaleza y de seis meses.
la planificación del entorno de trabajo o de
la organización (Jackson, 1983; Wall y Un estudio realizado por Jones et al. (1988),
Clegg, 1981; Pierce y Newstrom, 1983). La centrado en el número de quejas por negli-
interpretación de estos estudios se basó en gencia médica recibidas en un ambulatorio,
el concepto de control en relación con el es- produjo resultados positivos. Se llevaron a
trés y la salud (véase Averill, 1973; Miller, cabo cuatro estudios para examinar tanto la
1979; Thompson, 1981; Cox y Ferguson, relación entre el estrés y las negligencias mé-
1991). El control representa un argumento dicas y el impacto de los programas de ges-
presente en toda la literatura sobre el estrés. tión del estrés sobre la reducción del riesgo
■114
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
115■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■116
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
117■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
■118
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Murphy et al. (1992) señalaron que la pres- cualificados o mal preparados o de ofrecer
tación y la gestión de estos programas no es un acceso desigual.
tan sencilla como podría parecer a primera
Aunque estos programas se han limitado
vista: existe un delicado equilibrio entre la
por dificultades metodológicas y por cues-
asistencia a los individuos y la protección y el
tiones de confidencialidad, se ha afirmado
fomento de los intereses de las organizacio-
que existen ventajas financieras considera-
nes. Berridge y Cooper (1993) se refieren a
bles. En Estados Unidos, se calcula que el
esto como «una alianza precaria» en la que
programa General Motors, que asiste a cer-
«el equilibrio de los intereses puede mante- ca de 100 000 trabajadores cada año, aho-
nerse por la falta de análisis fundamentales rra a la empresa 37 millones de dólares
de las actividades y de las funciones de cada anuales (Feldman, 1991). Un estudio realiza-
grupo por parte del otro». En lo que respec- do por la Paul Revere Life Insurance Com-
ta a la gestión del estrés, los datos recabados pany señala la existencia de un ahorro de
de un programa de ayuda al trabajador (ga- 4,23 dólares por cada dólar gastado (Intin-
rantizando el anonimato de las personas) dola, 1991). Revisando este ámbito, Berrid-
podrían ser una fuente de información útil ge y Cooper (1993) señalan que se han
que permita a la organización identificar los vertido numerosas críticas sobre los funda-
procedimientos y los departamentos con mentos de estas afirmaciones y muchas opi-
«estrés elevado» (Murphy et al., 1992) y tal niones sobre el método de evaluación más
vez programar intervenciones organizativas. adecuado: análisis sobre la rentabilidad, so-
bre la eficacia, análisis de utilidad, revisión
por pares (peer review), encuestas sobre la
En Estados Unidos se ha registrado un fuer-
actitud de los trabajadores o muestreos es-
te interés por las implicaciones jurídicas de
tadísticos. «En todas estas evaluaciones, la
los programas de ayuda al trabajador. Mien-
independencia del analista se debe combi-
tras algunos ven dichos programas como un
nar con el mantenimiento de la confidencia-
reflejo de una tendencia general «asisten-
lidad y la integridad de los datos del
cial» en las relaciones laborales, algunos programa. La reconciliación de estos requisi-
otros se preguntan qué evolución habrían tos, unidos a las necesidades de gestión,
seguido estos programas sin una legislación complican extremadamente la evaluación
de apoyo y sin el movimiento sindical (Be- de los programas de ayuda al trabajador, ex-
rridge y Cooper, 1993), y para otros los pro- poniéndolos a las críticas de las partes inte-
gramas de ayuda al trabajador representan resadas» (Berridge y Cooper, 1993).
un «expediente jurídico que permite ofrecer
a los trabajadores una oportunidad, de Un componente de estos programas de am-
modo que el empresario que sigue el pro- plio espectro es a menudo la formación para
grama al pie de la letra satisface los criterios la gestión del estrés. No obstante, estas in-
de arbitraje cuando el despido es inevitable» tervenciones suelen ofrecerse sin ningún
para los trabajadores con problemas (Nobile, tipo de asesoramiento y otras formas de
1991). Algunas personas han sostenido que ayuda al trabajador.
la actuación del programa de ayuda puede
en realidad aumentar la responsabilidad civil
de la organización, por ejemplo, acusándola
de realizar evaluaciones incorrectas de un
problema, de trabajar con proveedores no
119■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
7.6
(organización y/o trabajadores) y destinata-
rios (organización y/o individuos). La literatu-
ra científica indica que las intervenciones en
la organización (por lo menos los programas
de intervención que tienen como objetivo la
organización así como los trabajadores) pue-
den ser las más beneficiosas para los indivi-
duos y las organizaciones. A menudo se
considera oportuna una evaluación de las in-
RESUMEN tervenciones para la gestión del estrés. Este
aspecto es fundamental para un adecuado
desarrollo del sector en examen. No obstan-
te, del estudio de la literatura sobre la ges-
tión del estrés se desprende que gran parte
de las intervenciones presentan carencias, al
tener como objetivo sólo al individuo y son
pocos los estudios estructurados de modo
adecuado o evaluados en términos científi-
cos. La presente sección ha examinado algu-
nas de las razones de esta disparidad entre
los requisitos científicos y los procedimientos
Muchos de los estudios actuales sobre el es- en uso. Por último, los tres tipos de interven-
trés no proporcionan una base suficiente- ción (primaria, secundaria y terciaria) han
mente detallada para la aplicación de sido evaluados en función de su eficacia. Las
programas eficaces de intervención. Esta pruebas disponibles, examinadas en detalle,
sección ha examinado las ventajas y las difi- evidencian que, aunque reducidas, las inter-
cultades de la ampliación de los paradigmas venciones en la organización, destinadas a
de gestión de los riesgos del sector de los eliminar o controlar los riesgos en el entorno
riesgos físicos a los riesgos psicosociales. Es- de trabajo, presentan ventajas significativas
tudios recientes realizados en la UE y en Es- y representan el mejor modo de actuación.
tados Unidos han descrito un marco de
evaluación y de intervención que tiene en
cuenta los problemas presentados en la sec-
ción precedente del presente informe y que
tiene como objetivo superar las dificultades
de adaptar un enfoque del ciclo de control a
la gestión del estrés en el trabajo. Este mar-
co de trabajo incluye asimismo aspectos de
aprendizaje y formación organizativa que
pueden generar ulteriores ventajas para las
organizaciones. Los programas para la ges-
tión del estrés se han clasificado con arreglo
a algunos principios de intervención funda-
mentales: objetivos (prevención, reacción in-
mediata o rehabilitación), agentes
■120
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
I N V E S T I G A C I Ó N
8.
CONCLUSIONES
121■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
8.1
intervenciones para mejorar el entorno de
trabajo.
■122
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
8.2
ces necesarios. Por ejemplo, ¿se podría sus-
tituir en la literatura el concepto de afronta-
miento por el de control? ¿Las estrategias de
afrontamiento representan una tentativa de
establecer el control percibido en una o más
esferas de la experiencia: cognitiva, emocio-
nal, fisiológica o de comportamiento? ¿Cuá-
les son los efectos ejercidos por las variables
ontológicas, como el envejecimiento, sobre
DIFERENCIAS INDIVIDUALES: el afrontamiento y sobre la experiencia de
estrés?
CAPACIDAD DE TRABAJO
Y DE AFRONTAMIENTO
123■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
8.3
tos sobre el progreso científico. Lo que sí se
defiende es la introducción de procedimien-
tos de medición mejores, de conformidad
con todos los procedimientos óptimos reco-
nocidos en las áreas de interés y aplicados en
un contexto teórico bien definido.
■124
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
8.4
cesiva atención en la «asistencia o cura» del
individuo. En muchas situaciones, esto lo ha
reducido todo a una mera cuestión de ad-
ministración, bienestar y asesoramiento per-
sonales. En segundo lugar, gran parte de lo
que se ha ofrecido, incluso en este ámbito
reducido, presenta una base teórica débil o
ha sido desarrollado a partir de teorías fuera
de la investigación en materia de estrés la-
INTERVENCIONES PARA boral. Tercero, se ha desarrollado una ten-
dencia a considerar las estrategias para la
LA GESTIÓN DEL ESTRÉS gestión del estrés como acciones indepen-
dientes y a escindirlas de cualquier proceso
precedente de diagnóstico del problema.
Cuarto, las estrategias para la gestión del es-
trés se suelen concentrar en tipos únicos de
intervención y en raras ocasiones ofrecen es-
trategias múltiples. Por último, estas inter-
venciones rara vez están sujetas a una
evaluación que vaya más allá de las reaccio-
nes inmediatas de los participantes o de las
Se ha realizado una amplia variedad de in- medidas de validez aparente (véase la sec-
tervenciones diferentes que han sido pre- ción 8.5).
sentadas como «gestión del estrés», y Existen varios motivos importantes por los
muchas otras que habrían podido clasificar- que la práctica de la gestión del estrés no ha
se del mismo modo, pero que no lo han sido muy brillante: la mayor parte se refiere
sido. Se puede realizar una primera distin- a la falta de impacto en la práctica de la
ción entre las centradas en la organización y teoría contemporánea sobre el estrés. La teo-
las que se centran en los trabajadores indivi- ría informa a la práctica, y ante la falta de
duales, y, entre estas últimas, las intervencio- avances en la teoría no puede existir un fuer-
nes destinadas a los trabajadores de oficina te desarrollo lógico en la práctica. La falta de
y directivos son las más comunes que las que impacto, a su vez, puede justificarse en par-
conciernen a los trabajadores manuales. Se te por el estancamiento de la teoría a la que
han propuesto varias explicaciones, en gran se hace referencia en la sección 3, y en par-
parte centradas en cuestiones económicas y te a la falta de un marco de trabajo que per-
políticas, para justificar esta diferencia (véa- mita traducir la teoría en práctica. Como
se asimismo la sección 8.6). afirma Kurt Lewin: «Nada es más práctico
que una buena teoría».
Ciertos estudios científicos indican la presen-
cia de una serie de problemas relacionados
con la investigación sobre la gestión del es-
trés en el trabajo. En primer lugar, con fre-
cuencia se ha tenido una visión demasiado
limitada de lo que realmente es la gestión
del estrés, mientras que se ha prestado ex-
125■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
8.5
cos. Los estudios relativos a los costes-bene-
ficios y a la rentabilidad son más bien esca-
sos en comparación con los estudios
realizados sobre la eficacia global de los pro-
gramas o sobre la eficacia relativa de algunas
de sus partes (véase la sección 7.5). Los ele-
mentos de los que se dispone indican que
los programas de gestión del estrés pueden
resultar eficaces para mejorar la calidad de la
EVALUACIÓN DE vida laboral de los trabajadores y su salud
psicológica inmediata, aunque autoinforma-
LAS INTERVENCIONES da. La evidencia que relaciona estas inter-
venciones con las mejorías de la salud física
del trabajador es débil, principalmente por
motivos metodológicos. En los últimos diez
años, han sido objeto de estudio diversos
programas de gestión del estrés individuales
y organizativos en los que, en general, se ha
llegado a conclusiones análogas. La publica-
ción de la Organización Internacional del
Trabajo en 1992, titulada Prevención del es-
La evaluación ha sido definida de varios mo- trés en el trabajo, recoge una amplia varie-
dos. Nutt (1981) habló de ella en términos dad de intervenciones, tanto concluidas
de medición del grado en que se alcanzaban como en desarrollo, y las resume con arreglo
los objetivos, y Green (1974), como la com- al modelo de exigencias del trabajo/latitud
paración de un objeto de interés con un es- de decisión, de Karasek (1979).
tándar de aceptabilidad. A diferencia de la
Hay una necesidad obvia de fomentar activi-
investigación básica, la evaluación comporta
dades de investigación atractivas desde el
y requiere desde el principio criterios y re-
punto de vista teórico y adecuadas metodo-
querimientos para emitir juicios de mérito,
lógicamente en este ámbito de la práctica.
de valor o de consideración (Scriven, 1967).
Los principales problemas, que de nuevo se
Existen tres objetivos comunes para la eva- reconocen ampliamente, se refieren a: la fal-
luación de los programas de gestión del es- ta de aplicación de la teoría en la práctica, la
trés. El primero consiste en preguntarse si el falta de una estructura, un marco de trabajo
programa es eficaz, en particular si se han para la práctica, la falta de estudios de eva-
cumplido sus objetivos. Un segundo propó- luación adecuadamente diseñados y signifi-
sito es determinar la eficacia o la eficiencia cativos, así como a la falta de equilibrio entre
comparativa de dos o más programas o mé- el número de intervenciones centradas en el
todos en el marco de un programa. El terce- individuo y las centradas en la organización.
ro se refiere a la evaluación de los
En materia de formación para la gestión del
costes-beneficios, costes-eficacia del progra-
estrés se puede concluir que, si bien parece
ma.
lógico suponer que las intervenciones de
Los datos de evaluación sobre los programas este tipo podrían promover la salud de los
de gestión del estrés son relativamente po- trabajadores, no existe todavía una cantidad
■126
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
127■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
8.6
en el diseño del entorno de trabajo, y
Murphy (1988) señala que, teniendo en
cuenta los múltiples factores de estrés que
han sido identificados, existen muchos otros
tipos de acciones relacionadas con el desa-
rrollo y la organización del trabajo que po-
drían ser eficaces para reducir el estrés
laboral. Van der Hek y Plomp (1997) asimis-
mo llegaron a la conclusión de que «existe
INTERVENCIONES evidencia de que los enfoques de amplitud
organizativa obtienen los mejores resultados
INDIVIDUALES sobre el individuo, sobre la interfaz indivi-
duo-organización y sobre los parámetros or-
Y ORGANIZATIVAS ganizativos (medidas de resultado); estos
programas de amplio espectro ejercen un
fuerte impacto en el conjunto de la organi-
zación y requieren el pleno apoyo de la di-
rección».
■128
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
129■
Investigación sobre el estrés relacionado con el trabajo
8.7
se en la adaptación y la aplicación de un ci-
clo de control como el que ya se utiliza en los
modelos contemporáneos utilizados para la
gestión de los riesgos (véase la sección 7.1).
Esto ya está ocurriendo en varios países de la
Unión Europea, como en el Reino Unido
(Cox et al., 2000; Griffiths et al., 1996), los
Países Bajos (Kompier et al., 1998) y Finlan-
dia (Elo, 1994). En cada país este enfoque
CONCLUSIONES GENERALES recibe un nombre distinto y se han adopta-
do distintas iniciativas a escala local para
apoyar su aplicación. Sin embargo, la filoso-
fía subyacente es la misma y este enfoque
representa la mejor forma de actuación.
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Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Dr. A. Brouwers
TNO Work and Employment (TNO)
P. O. Box 718
2130 AsHoofddorp
Nederland
APÉNDICE 1. ORGANIZACIÓN
Dr. K. Kuhn
DEL PROYECTO Bundesanstalt für Arbeitsschutz
und Arbeitsmedizin (BAuA)
Friedrich-Henkel-Weg 1-25
D-44149 Dortmund
Dr. M. Neboit
Jefe de proyectos de la Agencia Dr. P. Méreau
Dr. M. Aaltonen Institut National de Recherche
Agencia Europea para la Seguridad et de Sécurité (INRS)
y la Salud Centre de Recherche et de Formation
en el Trabajo Avenue de Bourgogne, P. O. Box 27
Gran Vía, 33 F-01 Vandoeuvre Cedex
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ISBN 92-95007-88-3
I N V E S T I G A C I Ó N
4
TE-64-04-151-ES-C
h t t p : / / o s h a . e u . i n t
ISBN 92-95007-88-3
Compuesta