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Resumo
¿Qué puede decir la ciencia sobre aquellas particularidades del “ser queerness”, no
siendo imprescindible la ubicación fiscal en la cultura de masas? Debido a que
ninguna de las nuevas parciales definiciones, no solo tienen traducción inviable, sino
que la expresión <imaginarios sociales> goza de suficiente autonomía, la mentalidad
colectiva junto a la conducta individual y social puede interpretar y representar un
cambio en el pensamiento bioético y político. La resignificación del lenguaje increpa
a unos cuantos muchos seres lingüísticos que ejercen todas las cuotas de poder,
mediante actitudes que el deber de universalidad ignora por temor a nuevas y
futuras formas de legitimación (Butler, 2009: 73)
I summarize
What can science say about those particularities of "being queerness", not being
essential the fiscal location in mass culture? Because none of the new partial
definitions, not only do they have unfeasible translation, but the expression <social
imaginaries> enjoy sufficient autonomy, collective mentality and individual and
social behavior can interpret and represent a change in bioethical and political
thinking. The resignification of the language berated a few linguistic beings who
exercise all power quotas, through attitudes that the duty of universality ignores for
fear of new and future forms of legitimation (Butler, 2009: 73)
Resumeixo
Què pot dir la ciència sobre aquelles particularitats del "ser queerness", i no és
imprescindible la ubicació fiscal en la cultura de masses? A causa de que cap de les
noves parcials definicions, no només tenen traducció inviable, sinó que l'expressió
<imaginaris socials> gaudeix de suficient autonomia, la mentalitat col·lectiva al
costat de la conducta individual i social pot interpretar i representar un canvi en el
pensament bioètic i polític. La resignificació del llenguatge increpa uns quants molts
éssers lingüístics que exerceixen totes les quotes de poder, mitjançant actituds que
el deure d'universalitat ignora per por a noves i futures formes de legitimació
(Butler, 2009: 73)
______________________________________________________________________
Superior Universitario de terapia Psicosocial. G. Antropología y Psicología, PhD en Comunicación Social. Dissabtes de ciencia.
3 Docente e investigador en la ESD de Murcia. Presidente del Observatorio Bioético de la Comunicación Creativa. Columnista.
Dr. En Ciencias Sociales, PhD en Proyectos, Máster en Bioética y en Sociología, Ldo. En Bellas Artes, D. en Pedagogía Soci al.
I. Introducción
1
En el prólogo del Tractatus, Wittgenstein da a entender que todo aquello que puede ser dicho,
puede decirse con claridad y de lo que no se puede hablar, lo inteligente es callarse.
2
Márquez, 2013: 13
Respecto a las primeras obras de estudio, el dilema queerness se perfila como la
cuestión del cuerpo en relación con la ontología de la humanidad, así como la
posibilidad de que la clásica ciencia social fuera en sí misma generada o inventara un
verbo del cuerpo. Si el cuerpo tomó parte en la más temprana antropología, porque
ofreció solución al problema del relativismo social, para nosotros el sensualismo de
Ludwig Feuerbach nos aproxima a un anhelo de libertad emocional y funcional
sobre los restos funerarios del idealismo que pretendería suplantar al hombre real -
corporal y sensible- por el espíritu y la razón. El clima de esta enajenación para la
filosofía queerness refleja en sí sus deseos no realizados, en clara deriva decadente
de quienes sufren y desde un ser ideal que todo lo fundamenta sobre acciones
prácticas o una filosofía de la praxis. Seríamos otro tipo de revelación donde no hay
necesidad de un norte ni de un pasado nefasto, del que hay que salvaguardar la
percepción y los sentidos, sobre el pensamiento.
2. Los escritos
3
Homo sapiens patriarcal: Vivimos en un gran artificio rodeados de falaces engaños para hacernos
creer mediante la versión infundada de la biología imperialista, que nacemos conflictivos, con
instinto de muerte, como un modo de justificar responsabilizándonos e intentando ocultar que la
civilización patriarcal es un culto a la muerte (Fernández Ahumada, 2016)
4
El cuerpo feminal de ocho millones de mujeres sufrió mutilación en Europa en el s. XVI.
5
El feminismo anarco queer embiste contra la sujeción, contra la sumisión de la subjetividad, contra
lo que somete a las individualidades incluso a sí mismas.
para crear nuevas definiciones de sujeto. Ciertamente, el movimiento queer viene
de la teoría queer y que ésta es heredera del feminismo, aunque lo importante para
todos es la capacidad o competencia natural de autodesignarse la identidad. La
exclusión de los transexuales sería refutable y pornográfica, ya que las percepciones
corporales al estilo bottom-up muestran toda una ambivalencia fisiológica, genética
y sociológica. En el futuro no es previsible que el estudio del genoma humano
aporte pruebas concluyentes, pues tanto el género como su sexuación van más allá
de lo teórico y el activismo de la comunidad LGTB. Tenemos que entender el libre
desarrollo intelectual, físico y emocional de una persona que sólo busca su
adaptación al orden establecido, aunque sea para pervertirlo.
Leslie Feinberg relata el cambio de sexo de una persona como una prueba bioética
de atención a personas trans, del deseo irreversible de pertenecer al sexo contrario
al genéticamente establecido y de asumir el correspondiente rol. Sin embargo, el
transgenerismo es un concepto emic6 desarrollado por las propias personas trans
para desvincularse de la gestión biomédica de sus cuerpos y subjetividades. La
biomedicina al día de hoy considera que la transexualidad es fruto de una alteración,
producida durante el desarrollo intrauterino, que provoca que el cerebro se
desarrolle en sentido inverso al sexo cromosómico, gonadal y genital. Cabe
interiorizar que su falta de correspondencia sexo/género, sin llegar a ser violencia
simbólica, supone enfatizar los designios de la naturaleza en detrimento de la
voluntad del sujeto (Mas Grau) Una forma dulce de considerarlo aceptable es
mediante los ritos de paso (Gennep, 1986) mediante el cual la persona pasa de un
6
Emic presenta la perspectiva interna de las personas que ya están integradas dentro de la cultura o
de la propia sociedad al desglosar la interpretación del significado, con sus reglas y categorías, como
el conocimiento sociocultural que rige y es común para ese grupo o sociedad. Make Google view
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lugar a otro en el sistema binario de género.7 La cuestión es si este rito liminar de
reconstrucción, en seres transicionales, está estrechamente relacionada con la
identidad social, o no es reprobada por la mirada de los otros: «En cierta medida,
nos vemos a nosotros mismos tal y como los otros nos ven» (Bolin 1988: 70)
Feinberg también escribió varias obras de no ficción que llevaron el conocimiento
de las personas transgénero, por ejemplo, En “Transgender Warriors”, el estudio
histórico de Feinberg sobre las identidades no conformes con el género a través de
las culturas y el tiempo, define de manera expansiva a "transgénero" como: "Todas
las personas que cruzan los límites culturales del género".
Pat Califia escribió, como mujer, una columna de consejos sexuales para los lectores
BDSM de la revista gay masculino Drummer. Luego, en la redacción de Coming to
Power, estudia la historia de los cambios de género a través de la biología, el
psicoanálisis, la sociología y la política. Cuando apela a la ciencia-ficción en “Boy in
the Middle: Erotic Fiction” (2005) se produce un nexo de géneros, donde los
cambios de sexo y género adquieren una dimensión ontológica, ya que el sujeto ha
de enfrentarse a la pregunta ¿quién soy? lo que equivale a situar el conflicto en el
territorio de la pura espiritualidad, allí donde las representaciones convencionales
sucumben ante la emergencia del delirio. La disforia de género y el
transgenderismo, en lugar de desvanecerse en segundo plano después de la cirugía,
está siendo objeto de ser cada vez más políticas o activistas, hacia un desafío al
sistema binario de género que es en sí mismo visto como disfuncional. Califia dedica
un capítulo a un grupo previamente descuidado, los socios de Trans Gendered o
7
La clase médica ha presentado las cirugías de reasignación genital como la última fase del proceso
transexualizador. Las popularmente conocidas como «operaciones de cambio de sexo» han sido
concebidas como el «ritual de agregación» necesario para adquirir legítimamente un nuevo estatus
de género.
8
Gender Hurts: a feminist analysis on the politics of transgenderism | Capítulo 2.
9
Kate Bornstein, fuera de la ley de género: sobre hombres, mujeres y el resto de nosotros.
personas (forajidos de género invisibles) en una relación inversa entre la identidad
de género y el deseo sexual, en la que realmente solo destaca la proliferación de
matices.
Califia nos describe su decisión de pasar por esta transición como la próxima cosa
lógica para que trate de obtener un mayor sentido de congruencia física, sexual y
espiritual, de manera que es el enfoque inteligente e informado lo que más perturba
la cultura general. Es autor de numerosos artículos y ensayos sobre sexo positivo,
colecciones de ficción erótica como No Mercy y Macho Sluts, y obras de no ficción
como “Sex Changes: The Politics of Transgenderism”. Sobre su defensa de los
derechos de los "pervertidos” nada que objetar a ser furtiva, tan invisible como sea
posible. Califia solo quiere convencer a los lectores de que tienen derecho a las
libertades sexuales que los llevan a su disfrute físico y emocional.
La obra más famosa de Butler, formada por El género en disputa (1990) Cuerpos
que importan (1993) y Deshacer el género (2004) se complejiza una desencialización
del sexo y del género.12 Desde las relaciones de poder del género a la orientación
sexual, las lógicas binarias se enfrentan a una resuelta resistencia a los regímenes de
lo normal (Warner, 1993, p.26) Butler supone que el feminismo va de la mano del
modelo ilustrado y de un autodeterminarse dentro de una disidencia normativa.
Desde una afirmación circular en la que el ser en proceso, parte del sexo como lo
dado, biológicamente hablando y el género como lo cultural, se expresa libremente,
la convocatoria de Beauvoir de convertirnos en sujetos libres capaces de ejercer
nuestra transcendencia, conlleva un plus de legitimidad etocrática. Cuando se ubica
en el postfeminismo, señala que la noción de naturaleza no es descriptiva ni
prescriptiva, sino una noción que tiene una fuerte carga valorativa, de traducción
bioética y cierta identidad exclusiva, que no debe ser ritualizada.
11
Esta modificación conceptual tiene dos consecuencias, una para la concepción ética y otra política,
dada la necesidad de construir una alternativa solvente y moderna del contractualismo.
12
Anna Livia ha publicado un trabajo lingüístico (Pronoum Envy) sobre el uso queer del género
gramatical.
13
El Manifiesto contra-sexual es una ácida crítica al mundo heterocentrista, puesto que denuncia los
mecanismos de poder cultural, social y político que, según su visión han construido los clásicos
sexos y los más recientes llamados géneros.
14
Visto como un análisis crítico de la diferencia de género y sexo, producto del contrato social
heterocentrado, cuyas performatividades normativas han sido inscritas en los cuerpos como
verdades biológicas.
15
Para Beatriz Preciado si se des-naturaliza y desmitifica la noción tradicional de sexo y de género, la
contra-sexualidad tiene por objeto...las relaciones de sexo y de género que se establecen entre el
cuerpo y la máquina… “Comprender el sexo y el género al modo de tecnologías permite zanjar la
falsa contradicción entre esencialismo y constructivismo”.
heterosexual opera por división, mientras que la tarea de identificar los espacios
erróneos va en la línea queer, donde es posible subvertir las prácticas de producción
de la identidad sexual. Preciado va más allá con la idelogía contra-sexual y desplaza
al supuesto centro orgánico de producción del placer hacia un lugar externo al
cuerpo. Critica en consecuencia a la heronormatividad, en cuanto a la asignación de
sexo al nacer y defiende la libertad, en el caso de seres intersexuales, de serlo y vivir
en un orden anatómico-político distinto del heteronormativo.
Entre las obras dedicadas a la disidencia sexual los retratos “transgénero” de ficción
de Stone Butch Blues rescatamos una noción de la diversidad del cuerpo construido
e ineludible, el del cuerpo intencional y visiblemente discordante. Que las memorias
disidentes de género se hagan visibles y se difundan, buscando que se rompan o se
fusionen; el caso es que lo que tiene que ver con el deber ser de lo masculino y lo
femenino no dependa de una apariencia ni un disciplinarse, en todo caso, la
resistencia y la transformación alimenta el deseo de transitar16 y este tránsito es
transformar y desafiar la opresión del género.17 La persistencia de géneros queer y
las formas no naturales de corporeidad (Butler, 1990) son una forma de aprovechar
una ocasión para invadir el espacio público y pasar de lo “no dicho” a la
reivindicación y la contestación (Pollak, 2006: 24) Para conectar las identidades y
memorias trans en una memoria que desborda alguno de los marcos sociales, en
principio carecería de fronteras ciertas con la fantasía (Ramos, 72) pero la creación
de múltiples androginias tampoco debe resolverse mediante una ecuación, a lo
sumo, se articula a esta dimensión performativa como estrategia de fuga del
género.
16
Como no existe una categoría en la que me dejen vivir tranquilx al medio, sin imposiciones de
género, yo me la invento y desde ahí agarro fuerza. Prefiero seguir siendo la rara, el raro, le rare,
salirme, huir (Memorias fuera del género. Cuerpos, placeres y políticas para narrarse Trans) Tesina.
17
La memoria activista para hacer un cambio de cristal en la forma de ver y de narrar una experiencia
propia, véase “Transhumantes” (2011) porque somos lo que identifiquemos de nosotrxs mismxs, y le
hagamos saber a lxs otrxs que somos,
18
La máxima queerness realiza un giro excéntrico en su posición con respecto a las relaciones
sociales, como categoría de análisis a partir de sí misma, discontinua y evasiva.
En líneas generales, se puede decir que las obras exotéricas que relacionan las
metas del surrealismo y lo queer, en contra de fórmulas aceptadas provocan nuevos
discursos sobre la multiplicidad de identidades prohibidas. Como representante de
las tensiones entre las imágenes surrealistas y la proyección de sujetos poéticos, el
personaje simbólico de Whitman, interlocutor implicado con uno de los yoes de
García Lorca, evoca lo dulce y amargo utilizando en nuevos contextos subversivos y
queeres una combinación de imágenes irreales. Lorca crea un ambiente de sueños
para también subvertir normas literarias y expresar un tipo de amor alterno, donde
el deseo queer busca realizarse, no normalizarse. El hecho antecede a la retórica
sinestética, de modo que con frecuencia ha de superponer sus sensaciones y aun de
disfrazar sus naturalezas. A manera de breve ilustración, la concentración expresiva
depende fuertemente de las imágenes sensoriales para realizar su impacto, su
emoción y su sorpresa. Luego se podrá hablar de significantes surrealistas19 que se
convierten en vehículos de autoexpresión. Estas son, una serie de hostilidades de
deseos abyectos, y que la categoría que englobaba un conjunto de desviaciones,
ahora difumina se dosis en ideas desnaturalizadoras.
3. Visión de conjunto
Las anteriores consideraciones no saben muy bien en qué nivel del pensamiento
straight (e identitario) ubicarse. A estas alturas tan bajas, no es suficiente el discurso
de la diversidad en la escuela, formando a futuros formadorxs o alienando la
responsabilidad bajo un prisma voluntarista en clave de improvisación. Las
identidades son, por tanto, una construcción histórica y social, pero de difícil encaje
político. Sin embargo, en la construcción de las subjetividades se genera la forma
elemental de asociación humana; en nuestro caso especialmente desexualizadxs y,
asimismo, con herramientas e inteligencia para prevenir y evitar las desigualdades
bioéticas. En la construcción de las subjetividades queerness, de crítica radical y de
manera transversal, es necesario analizar las complejas relaciones entre género y
sus relaciones antropológicas para superar un vector de opresión biologista, ya
exausto ante la evidencia. En otras palabras, la interseccionalidad de caracteres
transgresivos es uno de los principales ámbitos que tener en cuenta al analizar las
configuraciones identitarias.
La mayoría de los intérpretes mantiene hoy una posición más equilibrada, junto con
una constelación de voces no articuladas, donde la ausencia de imágenes de
personas trans, habría que complementarla con razonamientos y representaciones
neoidentitarias. La unidad del pensamiento queerness ha de cumplir con la lógica,
es decir, en los términos que se espera expresar de manera verificable, no
demostrable por una medicina ajena a la realidad ontológica y prejuiosa en su
estructura. En este sentido, más o menos insubordinado, la crítica central contiene
necesidades especiales y requiere atención específica, incluso ayuda y tolerancia.
Se trata de darle mayor sentido a la Cátedra de Género expuesta por la UNESCO.
19
ste juego con el lenguaje es característico de los movimientos de la modernidad, especialmente del
surrealismo y el cubismo y es, intrínsecamente un estilo literario fuera de las normas tradicionales, una
expresión queer (Alvar 221)
La pedagogía queerness viene siendo muy crítica con la educación mainstream, en
tanto en cuanto, alude a un conjunto de saberes y formas de vida que solo las
personas queerness pueden instrumentalizar. Ciertamente hoy, la diferencia
fundamental se encamina a lo "queer" siendo utilizado como una categoría
inclusiva, no exclusiva, a diferencia de "heterosexista", "gay", "lesbiana" o
"bisexual", pero sus designios suponen un cambio de mirada, un cambio
epistemológico de corte kantiano. Si el presupuesto de fondo de la distinción
aristotélica de los saberes es una visión de la realidad no dividida, para nosotrxs la
formación y categorización de los sujetos, representa apenas el uno por ciento de la
riqueza material que en este siglo vamos a ir diseñando y manifestando, con
naturalidad y aportando razones que deseamos queerizarlas sin complicarlas.
20
Áreas consideradas: 1) las influencias durante el proceso de producción de los textos; 2) las
lecturas culturales históricamente específicas y los usos de los textos por aquellos que se
autodefinen como gays, lesbianas, bisexuales, queers; y 3) la adopción de posiciones de recepción
que de alguna manera pueden ser consideradas como queer, sin importar la identificación sexual y
de género declarada por el individuo.
21
Uno de los aportes más interesante de Wen Liu (2017) es ubicar el vivirse desde los movimientos
LGBTQ desde la categoría de afectividad.
4. Lógica inmanente en lo nouménico-queerness
La inmanencia para Aristóteles y el universal no puede ser sustancia, pero hoy nos
sirve para justificar la sensibilidad trascendente de Luce Irigaray, donde lo filosófico
y lo poético se funden con cierta inteligencia.22 Según esto, se propone pasar de una
cultura de las necesidades a una cultura de la comunicación y, esto supone practicar
un poc0 de "in-dirección" más allá de esta trascendencia horizontal entre el rol de
hombre y la mujer. Por tanto. el envite de la comunicación es un diálogo de las
representaciones, de l0s derechos específicos, y de no permanecer como una
simple reivindicación subjetiva. De ahí que Butler (2006: 59) proclame «una
insurrección a nivel ontológico» y que una biopolítica feminista, abogando por
disfrutar y aprovechar las partes de su filosofía, quiera desmarcarse de su ontología
proponiendo una renaturalización de la política. Al igual que la materia ocupa un
lugar paralelo al del pensamiento (Spinoza) el aspecto encarnado de la subjetividad
debe ser entendida como una interacción compleja de fuerzas sociales y simbólicas
y una superficie de intensidades (Braidotti, 2005, 37) Pero la tarea de fundamentar
un sujeto ético femenino a partir de la ontopolítica spinoziana no estará culminado
hasta que, el supuesto sujeto universal que representaba y que ya está siendo
desplazado, sea por un transfeminismo radical que ponga fin al cancaneo furtivo y a
la gentrificación social.
Como realidad fluyente, la idea es una forma de pensar que implica la acción y, la
forma de pensar que conlleva el desarrollo o cambio de la vida, es el proceso más
sublime de la solidaridad social. La libertad no es, pues, un hecho de aislamiento,
sino de reflexión mutua, bajo la cual la idea sustancial nos comprende y determina,
22
Aceptar la diferencia significa hacerse cargo de una limitación constitutiva de la identidad. «Yo no
soy tú, hombre, yo no soy todo y, en este sentido, no represento una unidad del género humano.
23
El individuo concreto es lo que verdaderamente existe in rerum natura para los escolásticos.
24
Cf. Metafísica, VII, 3, 1028 b 33
25
Metafísica. XII, 9, 1074 b 38.
26
Aristóteles usó el término lógica en un sentido general y reservó el de Analítica para referirse a un
saber en cierta medida previo, propedéutico [Metafísica, IV, 3, 1005 b 3]
a pesar del coste y los sacrificios que conlleva la lucha contra tantos miedos en
cuanto realización de su esencia (Foucault, 155) La libertad es la razón de ser de la
expresión filosófica, infinita en posibilidades, pero la ilusión es una falsa conciencia.
Tales sustancias son necesarias, pueden ser y no ser finalistas, porque están sujetas
al cambio, y, sin embargo, el conocimiento que nosotros tenemos de ellas puede ser
universal y necesario, poco o demasiado científico. Para Aristóteles el lenguaje es
expresión adecuada del intelecto, y éste lo es de la realidad, por consiguiente, la
libertad configura códigos indispensables para sobrevivir. También el género es
objeto de falta de coherencia cuando una sociedad no admite su identificación, la
solución de la dualidad y el conflicto consigo mismo. La liberación exige de la
autenticidad, tanto como de su complejidad, la cuestión es que el hacer se convierte
en un no hacer, cada vez que se niega la verdad de géneros. La conquista de nuestra
libertad implica luchar contra el utilitarismo, la cosificación y masificación binaria,
además de no refugiarse en el universo de los pusilánimes.
5. Lógica propedéutica
27
Sabemos que la turbulencia es un fenómeno altamente estructurado, y que la transición de una
identidad de género representa a todas luces un salto cualitativo mayor, pues tras la inestabilidad
psicológica al no aceptar el género biológico se transforma en otro estado de conciencia queerness
más elevado y humano.
científicamente conocida. Sin embargo, Aristóteles entiende no tanto el conjunto
del mundo material o el cosmos, sino sobre todo el núcleo más propio de cada
realidad sensible o de un conjunto de ellas,28 aunque durante el proceso generativo
de la nueva sustancia es necesario suponer la permanencia de un sustrato, un fondo
estable y real en el que el cambio se realiza, pues de otro modo habría que admitir
que cada nueva realidad surge de la nada. De hecho, el sustrato es siempre una
sustancia corpórea a la que pueden sobrevenirle algunas modificaciones o
movimientos que no afectan su identidad.
El análisis del devenir muestra que los cambios que pueden sobrevenir a la sustancia
corpórea tienen esencialmente dos diversos grados de profundidad: el cambio
sustancial, que acabamos de ver, y el cambio accidental [Física, V, 1] Según
Aristóteles, “todo movimiento es algo imperfecto”, porque no tiene condición de
fin; al contrario, es siempre para un fin, que es la forma definitiva. Movimiento y
cambio son los fenómenos fundamentales de la naturaleza. Por una parte, para
Aristóteles “continuo” es aquello que puede ser infinitamente divisible,29 que puede
ser siempre ulteriormente dividido [Física, III, 1, 200 b 18-20] Sobre la posibilidad de
experimentar otras formas de ser y de estar, hasta el argumento del "tercer
hombre" es un resultado de la imitación de la Idea del ser, y tal Idea es entendida
como una entidad de carácter individual. Entonces, cabría validar la proposición
queer de que en lugar de anclarnos de por vida a estas etiquetas que configuran
nuestra identidad, transitemos por ellas.
Una reflexión en torno al género a propósito del tránsito, carece aún del engarce
adecuado en una sociedad de consumo y envanecida por el vicio de comparar
experiencias históricas y culturales.30 Aún así, hemos llegado a la conclusión de que
no existen estructuras estáticas en la naturaleza,31 por lo que el género binario no
tiene sentido más que correlativo. El término "materia" da sentido a las cualidades
o contrarios que están inmersos en ella y conforman su misma naturaleza en
movimiento, y lo que en ella manifieste. Lo queer es una materia fluyente, en
dirección a lo queerness, pues aquí se mueve por sí misma. En el cambio, paradójica
y complejamente, se humaniza como organismo autopoyético que contínuamente
se reorganiza y transforma. Y cuando lo aplicamos a la dimensión social-psicológica,
es la forma en que el ser humano se apropia de su humanidad, su vida, su
conciencia, su lenguaje, su identidad constitutiva de la conciencia humana.
28
Lo que define el cambio sustancial, la generación de una nueva sustancia, es la forma (μορφή) que
adquiere una vez terminado el proceso generativo; la forma es lo que define a cada sustancia en cuanto a
su naturaleza [Física, II, 1; Metafísica, VII, 7-9]
29
Sin embargo, a diferencia de lo que afirmaba Zenón en su defensa del ser-uno de Parménides, o
posteriormente la doctrina atomista, lo continuo no debe entenderse como el compuesto de partes
indivisibles, o la agregación de puntos aislados. Tanto en el espacio como en el movimiento y el tiempo
no hay lapsos de vacío, sino que cada lugar, movimiento e instante está siempre en continuidad con el
anterior y con el sucesivo. No hay, por tanto, magnitudes mínimas indivisibles —átomos— ni de
espacio, ni de movimiento ni de tiempo.
30
https://e-revistas.uc3m.es/index.php/CK/article/viewFile/1364/566
31
Dice Protágoras, que la materia es fluyente, pero que mientras ella fluye, se originan de continuo lo que
son aditamentos que sustituyen las pérdidas; y que las aistheseis se transmutan y se transforman de
acuerdo con la edad y otras condiciones del cuerpo.
6. La Metafísica queerness
Los sentidos del ser como ingénito e incorruptible, en relación con lo múltiple, no
parte de la experiencia, ni de las exigencias lógicas; ahora se habla de la
reconceptualización del diálogo como instrumento de trabajo: del diálogo
autoritario científico al diálogo transformador (Gergen, 2001: 17) Hemos prescindido
de certezas por cuadros aseptizados sobre la realidad, de más predicción y
probabilidades. Como la ciencia es inconclusa, algo así como un valor relativo del
acto intelectual, atomista y nada intemperante, el sentido de lo real está siendo
virtualizado, claramente intuido. Toda antinomia o Primado de la contemplación, en
oposición a la primacía de la acción, vería comprometida su consecución de hecho y
la superación de todo apego. Hoy, la participación de una vida absoluta se aleja de
lo heterocéntrico, para hacer consistir la analogía del ente queerness sobre una
simple relación del ens en su justa perfección material de una formalidad nueva. La
razón de perfección o razón de causa excluye toda deformidad maniqueísta,
interpersonal y todo conocimiento meramente especulativo. La desviación del
intelectualismo, en definitiva, absorbe una curiosidad que sería impertinente desde
el punto de vista binario, pero que nos hace penetrar en la intimidad de un ser
liberado y proyectado33 hacia lo erudito de un estado queerness.
32
Hablamos de cambio cualitativo cuando una cosa se transforma en otra que es esencialmente
distinta. Según la ley de transición de la cantidad a la cualidad, el aumento o disminución de la
cantidad de materia influye en la transformación de una cosa en otra distinta, ya que el cambio de
cualidad supone una modificación radical de la cosa, una revolución. Con esta ley se explica el
desarrollo de los seres y los fenómenos naturales, sociales, etc.
33
Último plano ontológico, la materia y la potencia prestan al ente perfecto su relieve.
que se trata de comprender. Los argumentos a favor, entre el apetito sensible y la
voluntad identitaria, prueba que, afectados simultáneamente por la respectiva
inclinación de una y otra potencia, cabe admitir una pluralidad de sustancia humana.
Para Aristóteles no hay más realidad que la de las cosas singulares, pues los
universales en sí mismos son abstracciones. L. Pirandello niega que haya en ningún
cuerpo algo permanente a través de sus múltiples estados y operaciones,34 por
mucho que se tratara de darle rigidez en el seno del cambio vital. En suma, la forma
sustancial es el principio de la actividad en los seres corpóreos, en cuyo caso no
habría que continuar siendo hombre o mujer tras haberlo dejado de ser.
En cuanto a la causa del ser o género accidental no puede ser el sujeto de quien se
predica su esencia y, en consecuencia, no podrá ser deducido de la consideración
del sujeto monista. Aunque sea un ser causado, no cabe establecer sus causas a
priori, sino fundamentar la resultante de la forma sustancial y la materia prima,
como Aristóteles diría, bajo el coprincipio sustancial. La figura de un cuerpo si no es
materia, sino una forma dada en la materia de una entidad corpórea, cabe
preguntarse si el género es tan solo un ser material configurado. Aun así, cabría
suponer la existencia de dos entes completos, la forma biológica y la materia en
fragmentos integrantes de un todo continuo, donde tiene cabida el cambio de
cuerpo, ya hormonado. Para la creencia ancestral, el alma humana puede ser la
forma sustancial de un ser corpóreo, y una sustancia incompleta, pero es que la
realidad queerness sustituye un concepto irreal e indeterminado anima mea por una
sustancia material completa.37
34
Este argumento, que presenta diversas variantes, según las posiciones peculiares de sus
respectivos partidarios, desconoce u olvida que la permanencia de nuestro ser no es contradictoria
con el dinamismo de este.
35
Tal problema es precisamente lo que en el círculo de los pensadores cartesianos tendrá que
debatirse como la cuestión de la "comunicación" de ambas sustancias: la pensante y la extensa.
36
De esta interpretación añadir únicamente que la "materia prima" de todo cuerpo humano, como,
en general, la de todo ser vivo no permanece enteramente idéntica en ninguno de ellos, pues se
renueva en virtud de la asimilación y desasimilación.
37
La sustancia específicamente completa (ratione speciei) o sustancia completa únicamente en el
sentido de la subsistencia (ratione subsistentiae)
Las normas del género solo funcionan si se exige la encarnación de los ideales de
una tautología, por lo que el ser veritativo posee un refrendo real; otro souvenir
concierne a un modo genérico a la cuestión de la vida como especie, donde una
mayoría persiste en cuestionar la costumbre y roles de su género y negando toda
posibilidad de inversión del mismo. En este sentido, la generación espontánea no
niega al ente vivo la capacidad de engendrar otros semejantes a él, pero es
reticente con quienes se van desarrollando conforme encuentran circunstancias
propicias. Ante todo, el género en cuanto que materia viviente, se halla vivificada en
cada caso de un modo peculiar, y esto se explica por el hecho de que la materia
prima no excluye la posibilidad de ser determinada por una forma sustancial
anímica, si lo interpretamos dentro de la teoría hilemorfista. Quiere decirse que, en
un ser viviente y en libertad, prevalece una energía de índole vital con la capacidad
de automodificarse. Cabría plantearse que lo queerness adquiriese la vida por el
influjo de otro que le dio tal potencia. La evolución y el transformismo sostienen
que todas las especies de vivientes proceden, por sinergias, de una o pocas especies
iniciales, pero que en la mezcla se desarrolla su existencia polimórfica. Hablamos de
un principio biológico básico, lucha por la vida que se extiende hasta los de variación
brusca, si vemos a lo queerness como mutación de género.
7. Bioética de género
Se puede sustituir la pregunta: ¿quién eres? por la sugerencia: «dime qué prometes»
sin que Pirandello ni Luis Landero caigan en la cuenta, primero, que una ontología
inacabada no interesa a nadie y después, que cabe admitir que nuestra condición
estriba en una situación, entre lo que fuimos y lo que seremos (Paul Ricœur) La vida
cambiante en oposición a la forma estática del hombre pirandelliano es tan esencial
como el sentimiento volitivo en oposición a la razón inflexible lo es en el humano
unamuniano. Ser y naturaleza entran a formar parte de una dialéctica queerness,
después de haber derivado de la propensión del individuo a la totalidad o
completud psíquica. Veamos el modo en que el procedimiento hermenéutico
recupera la conciencia con la idea ricoeuriana de la ontología quebrada, sabiendo
que una pluralidad psíquica no desequilibra cualquier idea de unidad. Para Ricoeur el
yo construye el texto que es su vida, mientras que su labilidad consiste en una
incoincidencia o desproporción radical consigo mismo. Asistimos cada día, por lo
tanto, a la contradicción de que, al buscarse, los personajes escapan de sí mismos y
se desdoblan, con la irrecusable obligación de transmutar de nombre.
38
Los personajes transitan el itinerario de Sísifo que incluye, en principio, una verdad que sofoca;
luego, una mentira que ilusiona y sofoca y finalmente, un regreso a una verdad que puede sofocar o
ilusionar.
construcción del género se hace a través de una mediación, por la cual nos
comprendemos a nosotros mismos. El esquema causal aplicado a la identidad de
género o personalidad contingente flotan en el aire y se incorpora para saber más
de lo que creemos, de lo que somos o seremos. Nos hacen dudar de su unidad
sustancial, pero corroboran, en cambio, una identidad narrativa que nos construye.
Esto nos permite modificar la esencia misma de la ontología y manifestar una
identidad narrativa, acorde con las partes del guion que están siempre a medio
hacer.
Una de las cuestiones básicas para indagar en esta temática es saber cuál es el fin
que ha de guiar la conducta humana, o sea, el momento que se deja atrás ese punto
de concreción de la personeidad por un “absoluto cobrado” o personalidad. Solo así
se apropia de la realidad,39 insertada en una dimensión social que no le imponga
ninguna definición de género. Cada persona busca un contenido concreto que dé
razón de la fundamentalidad de lo real a la que se encuentra religado, en tanto que,
la inteligencia sentiente solo obedece a ciertos estímulos y a su lógica. Entonces,
cada sentido de realidad cuenta con un intenso tratamiento desde el punto de vista
antropológico. La sexualidad en concreto no es una dimensión esencial de la
persona, sino una manifestación sin repercusión en el correcto y pleno desarrollo
del ser humano. Desde la bisexualidad la combinación de nuestro código genético y
de las hormonas que liberamos y a las que estuvimos expuestos en el útero,
francamente, no da lugar a ninguna conclusión. Ahora bien, cuando dicen los
neurólogos que el ser humano nace con un cerebro sexualizado que determinará
una personalidad masculina o femenina, no lo hacen de manera determinista. Al
final se deduce que un condicionamiento viene dado por la naturaleza, en el que se
puede estar cómodo o lo contrario, no olvidemos que la praxis estará la respuesta.
39
Zubiri llama “religación” a este versión constitutiva y constituyente de la persona a la realidad, por
un lado, le otorga una serie de posibilidades, reales porque de la realidad vienen dadas, y, por otro,
también le confiere el poder de apropiárselas, para hacer de este modo su personalidad.
Lo que no tiene defensa es que la fuerza física o militarizada dicte ninguna norma
racional, y en ese sentido no hay que perder más tiempo en argumentar las
desigualdades. No se entiende el pensamiento mal intencionado de seres sectarios
cuando afirman que, en el mismo Contrato Social, Rousseau se olvidaba de incluir a
cualquier tipo de sensibilidad femenina. Lo que sobran son matices de corte
igualitarista, de revolución sexual, de la maternidad, sexo débil o cualquier imagen
deteriorada en clave de virilismo. Si fuésemos realmente trasparentes, la
denominada “de-construcción” de la sociedad (queerness) se entendería como algo
básico y propio de la evolución humana, o sea razonable en todos los planos de
nuestra vida, según los nuevos presupuestos éticos. Los ideólogos de género ya han
anunciado la eliminación de las clases sexuales y con ello que la clase subyugada se
restaure sobre sus propios cuerpos. Nosotros, los adelantados o refractarios vamos
más allá de lo teorizante y de la cultura unisex o sexo ecológico, hasta converger
con la investigación-acción,40 por medio de la deconstrucción del lenguaje, las
relaciones familiares, la reproducción, la sexualidad y la educación.
40
Para Vélez (2017) la “experiencia vivida” resulta fundamental para construir el conocimiento, pues
no hay investigaciones “allá”, sino existencias humanas que tienen problemáticas y, con estas,
necesidades de transformación. Otro punto convergente se remite a la manipulación de la realidad.
Ambos ámbitos se asemejan en el carácter influenciado de lo real: el “ser en sí” escapa
inexorablemente.
41
Hay al menos tres modos de comprender la física: mediante los procesos sensoriomotores
inconscientes, mediante la representación mental y mediante el razonamiento lógico-matemático.
42
La propia palabra “persona”, como concepto, remite a una manifestación social, legal y cultural
antes que al sustrato biológico sobre el que se sustenta.
43
El poder establece una relación negativa con la libertad (a la que reprime) El poder esencialmente
dicta leyes. La forma pura del poder se encuentra por ello en la función del legislador.
Los hábitos y las virtudes44 morales no son ni un efecto innato de la naturaleza ni
algo contrario a ella, pues la sensación subjetiva de bienestar se reduce a un
instante. La razón nos dice que, al entrar en conflicto con el resto de nuestras
motivaciones, la autoimposición, tanto de la heteronormatividad como del principio
hedonista se enfrentan a nuestra naturaleza y quiebran nuestra unidad interna. Hay
que entender que el bien para Aristóteles es lo que todos apetecen (Ética a
Nicómaco, 1094a 2-3) y si esto no se manipula, no se refiere al instinto de
conservación ni a una emocionalización moderna, sino al control racional y libre de
las pulsiones, de corregir a la naturaleza allí donde falla. Cuando esta nos sitúa en un
determinado marco espacio-temporal, de autoconciencia, no ha lugar la
autoincertidumbre, sino la única objetivación de la propia subjetividad, a través de
lo que somos, seamos o no transtemporales. Para Stein, por ejemplo, la sustancia es
el “sí mismo” que contiene a la conciencia y se mantiene a través de las variaciones
en los actos. La persona es, por tanto, más que la conciencia que tiene de sí misma,
lo que imagine incluso de sí. Al final. Esta formulación no sería válida si no hay
aceptación del autor, por lo que el principio de autonomía exige sin más dilaciones
que de una vez por todas se respete al prójimo y entiendan el significado real de la
libertad.
44
Aristóteles distingue dentro del alma sensitiva las pasiones (πάθη), que son movimientos
transitorios de la afectividad; las potencias (δυνάμεις), raíz activa de los actos humanos, y las
disposiciones adquiridas o hábitos (ἕξεις), cualidades estables que otorgan al sujeto una facilidad
para realizar ciertos actos.
45
[Ética a Nicómaco, III, 7, 1114 b 16-25]
46
Ben Barres, el científico transexual que revolucionó la neurociencia gracias a sus estudios de la glía.
47
Spaemann, R. Lo natural y lo racional, op.cit., 86 y 119.
8. Bibliografía
Anexos