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APLICACIONES DE LA COMPUTACIÓN

Informática. Conceptos fundamentales Las posibles aplicaciones de la Informática


se agrupan en:
1. Procesamiento de datos administrativos - Contabilidad. Stock. Facturación.
Gestión de Personal - Control de producción y de productividad - Planificación y
control de proyectos, Programación lineal - Modelos financieros y predicción (de
bolsa, por ejemplo) - Gestión bancaria, Gestión bibliotecaria - Seguros, Sistemas de
reserva y expedición de pasajes. - Paquetes integrados de Oficina Electrónica u
OFIMATICA (incluye Procesadores de texto, Hoja electrónica de cálculos, Gestión
de bases de datos, etc.)
2. Ciencias físicas e ingeniería - Resolución de ecuaciones y de problemas
matemáticos. - Análisis de datos experimentales utilizando técnicas estadísticas. -
Realización de tablas matemáticas.
3. Ciencias de la vida y médicas - Investigación médica, biológica y farmacéutica.
- Ayuda al diagnóstico (sistemas expertos para diagnóstico médico). - Base de datos
con historias clínicas, Medicina preventiva (control de vacunación).
4. Ciencias sociales y del comportamiento - Análisis de datos (evaluación de
encuestas). - Bases de datos jurídicas (legislación, jurisprudencia, etc.). - CAI
(Enseñanza asistida por computadora), la computadora como herramienta
pedagógica, Juegos (video juegos, ajedrez, etc.).
5. Arte y humanidades - Aplicaciones al arte: composición de cuadros,
composición musical, películas de dibujos animados, etc. - Análisis automático de
textos (determinación de frecuencia de uso de palabras, etc.) (FA.CE.NA.)
6. Ingeniería asistida por computadora - Diseño, fabricación y test con ayuda de
computadora. Estas aplicaciones se identifican como CAD, CAM y CADMAT, se
realizan con estaciones de trabajo con altas prestaciones gráficas. - Informática
Industrial: Control o monitoreo de unidades individuales (encendido de una
lámpara).
Computo en la nube
Antecedentes

Se usa el término “en la nube” para hacer alusión al dinamismo, la flexibilidad y la


escalabilidad de los recursos compartidos de trabajo sobre la información y sus
beneficios. El cómputo en la nube se asocia a Internet, que puede tomar formas
diferentes como las propias nubes. Es así como se utiliza la metáfora de Internet
como “nube”.
Concepto

El término de “cómputo en la nube” ha sido definido por una de las instituciones de


mayor reconocimiento en torno a las tecnologías: el Instituto Nacional de Estándares
y Tecnología (NIST, por sus siglas en inglés), como:

El cómputo en la nube es un modelo que permite el acceso ubicuo, conveniente y


bajo demanda de red a un conjunto de recursos informáticos configurables (por
ejemplo, redes, servidores, almacenamiento, aplicaciones y servicios) que puedan
ser rápidamente proveídos con esfuerzos mínimos de administración o interacción
con el proveedor de servicios. Este modelo en la nube promueve la disponibilidad y
se compone de cinco características esenciales, tres modelos de servicios y cuatro
modelos de implementación.
Objetivo

La idea básica detrás de la nube es que todo lo que pueda hacerse en los sistemas
informáticos en una empresa u organización –desde el almacenamiento y la
colaboración hasta el procesamiento y la comunicación–, se pueden desplazar
hacia la nube. Esencialmente, el cómputo en la nube es un servicio o conjunto de
servicios prestados por medio de internet, bajo demanda del usuario y desde una
ubicación remota, en lugar de residir en un equipo de escritorio, una laptop o los
servidores de la organización. Así, las organizaciones contratan a un proveedor de
servicios que ofrezca almacenamiento, procesamiento y aplicaciones a través de la
web. Los recursos del cómputo en la nube están disponibles bajo demanda para
acceder a información, aplicaciones y procesamiento, independientemente de la
ubicación y de los dispositivos de acceso.
Características esenciales
1. Autoservicio a la carta

Un consumidor puede abastecerse unilateralmente de capacidades de


computación, como tiempo de servidor y almacenamiento en red, según sus
necesidades, de forma automática, sin requerir la interacción humana con cada
proveedor de servicios.
2. Amplio acceso a la red

Las capacidades están disponibles en la red y se accede a ellas a través de


mecanismos estándar que promueven el uso de plataformas heterogéneas tanto
ligeras como pesadas (por ejemplo, teléfonos móviles, computadoras portátiles y
otros dispositivos).
3. Reservas de recursos en común

Los recursos computacionales del proveedor proponen servir en común a varios


consumidores que utilicen un modelo de multiposesión, con diferentes recursos
físicos y virtuales dinámicos y reasignados de acuerdo con la demanda de los
consumidores. Existe un sentido de independencia de la ubicación física en la que
el cliente generalmente no requiere tener control o conocimiento sobre la ubicación
exacta de los recursos suministrados, aunque se puede especificar una ubicación a
un nivel más alto de abstracción (por ejemplo, país, estado, o centros de datos).
Algunos ejemplos de recursos son: almacenamiento, procesamiento, memoria,
ancho de banda de red y máquinas virtuales.
4. Rapidez y elasticidad

Las capacidades pueden suministrarse de manera rápida y elástica, en algunos


casos, de manera automática, para poder realizar de forma rápida el
redimensionado correspondiente. En cuanto al consumidor, las capacidades
disponibles para abastecerse a menudo aparecen como ilimitadas y se pueden
adquirir en cualquier cantidad y en cualquier momento.
5. Servicio supervisado

Los sistemas de nube controlan y optimizan el uso de los recursos de manera


automática, utilizando una capacidad de medición en un cierto nivel de abstracción
adecuado para el tipo de servicio (por ejemplo, almacenamiento, procesamiento,
ancho de banda, y cuentas de usuario activas). El uso de recursos puede seguirse,
controlarse y notificarse, lo que aporta transparencia tanto para el proveedor como
para el consumidor del servicio utilizado.
Ventajas y Desventajas

El cómputo en la nube y la sustentabilidad ambiental La nube está basada en el


aprovechamiento de economías de escala, que reduce los costos e incrementa la
eficacia de los recursos y las soluciones tecnológicas. Estas ventajas también se
traducen en un beneficio al medio ambiente. De acuerdo con el estudio preparado
por la firma Accenture, “El cómputo en la nube y sustentabilidad: los beneficios
ambientales de moverse hacia la nube”,5 el uso de la nube contribuye a que las
organizaciones usuarias consuman menos energía y, en consecuencia, que con ello
se produzcan menos emisiones de carbono a la atmósfera. El estudio destaca tres
factores como los responsables principales de esta reducción de consumo de
energía global:

a) La provisión dinámica de los recursos. La nube aprovecha los recursos


disponibles de acuerdo con las necesidades y con la demanda de los usuarios. Para
los usuarios, esto significa que no necesitan mantener sistemas o equipos propios
de gran consumo de energía, que en muchas ocasiones únicamente operan con
capacidad ociosa.

b) Multi posesión (Multi-Tenancy). La infraestructura compartida de la nube permite


que los “picos” de demanda de recursos (es decir, cuando más usuarios están
demandando más capacidad de los servidores) puedan ser aprovechados al mismo
tiempo por un mayor número de usuarios. Bajo el paradigma previo al cómputo en
la nube (esto es, que cada usuario tiene sus propios recursos), cada “pico” de
demanda de cada usuario significa un gran consumo de energía y emisiones de
carbono, que no puede ser aprovechado al mismo tiempo por otro usuario a pesar
de que la capacidad de los equipos así lo permite.

c) Uso de servidores a mayor tasa de aprovechamiento. Bajo el principio de la


economía de escala, el cómputo en la nube puede aprovechar mejor las
capacidades de los servidores, de tal forma que es posible optimizar el uso de los
servidores y evitar el consumo energético de otros que solo funcionarían como
capacidad ociosa.

d) Eficiencia de los centros de datos. El uso de infraestructura avanzada en los


centros de datos permite reducir pérdidas de energía y aprovechar recursos
compartidos de aire acondicionado y sistemas de enfriamiento.
Los beneficios potenciales para una organización en una eventual migración de su
información y procesos de negocio hacia la nube son numerosos; sin embargo,
mucho depende del contexto organizacional en el que los servicios en la nube se
implementan y la elección de los servicios y modelos elegidos. Migrar información y
servicios a la nube no está exento de riesgos y desafíos. Por lo general, las
cuestiones de seguridad y disponibilidad son preocupaciones comunes en este
tema; otros desafíos dependerán del entorno de nube y servicios elegidos por el
usuario. Aquellos usuarios que consideran la posibilidad de migración de
información y servicios hacia la nube deben comprender totalmente los beneficios y
riesgos asociados con el cómputo en la nube y disminuir las contingencias mediante
la adopción de un enfoque basado en el riesgo y una planificación que considere
cuáles de sus registros y/o procesos son los más adecuados para el ambiente de la
nube.
Escalabilidad
El empleo del cómputo en la nube permite a las organizaciones aprovechar la
infraestructura compartida y beneficiarse con las economías de escala. “El cómputo
en la nube lleva la economía de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) a la cabeza, debido a una elasticidad de recursos sin
precedentes” (Wyld, 2009). Los usuarios pueden proveerse de recursos
computacionales bajo demanda, eliminando el requisito de proyección de usos
predeterminados, escalando los servicios que requiere la organización cuando
están en su máximo y reduciéndolos durante periodos con menos demandas. La
escalabilidad es “la capacidad de un sistema informático para crecer con relativa
facilidad en respuesta a una Puntos clave en la adopción de cómputo en la nube 24
creciente demanda” (Langley, 2008). Este cambio en las TIC como modelo de
consumo “tipos de servicios públicos” puede proporcionar beneficios a las
organizaciones por medio del intercambio de recursos agregados a lo largo de
plataformas y puede eliminar grandes inversiones en infraestructura y aplicaciones
dentro de la empresa. Las soluciones de cómputo en la nube son ideales en
situaciones que experimentan picos en la demanda de recursos informáticos, tanto
en el sector público como en el privado, en las cuales esos cambios en los
requerimientos de recursos pueden variar desde poca o ninguna a la necesidad de
manejar grandes cantidades de datos o de procesamientos. Los beneficios de
escalabilidad se pueden garantizar siempre que el uso del cómputo en la nube se
controle y, si es necesario, se regule por las organizaciones para asegurar que la
relación costo-beneficio es adecuada (Convery, 2010).
Flexibilidad y confiabilidad del servicio

Los proveedores de cómputo en la nube pueden ofrecer a menudo una mayor


confiabilidad con respecto a servicios considerados tradicionales dentro de una
empresa de servicios de TIC. Debido a que ellos poseen grandes recursos de
computación, cuando una eventual falla en su servidor afecta los servicios prestados
a los usuarios, las aplicaciones y servicios pueden ser automáticamente redirigidos
a otros servidores. Además, la información de un usuario se almacena, por lo
general, de forma redundante en varios servidores en múltiples ubicaciones lo que
ayuda en la prevención de pérdida de información en caso de interrupción o caída
de un centro. Esta idea de que no exista un único punto con posibilidad de falla
proporciona a los usuarios un alto grado de flexibilidad en los recursos informáticos.
Los proveedores de servicios de cómputo en la nube con frecuencia garantizan un
cierto punto de referencia de la disponibilidad de los servicios en lo que se 25 conoce
como Acuerdo de Nivel de Servicio o Service Level Agreements (SLA), a menudo
hasta un máximo de 99.99% del tiempo posible, lo cual se traduce a sólo 52 minutos
o menos de inactividad del servicio al año. La adición de más “nueves” en el
porcentaje de tiempo garantizado operativo tiene un impacto considerable en los
costos del acuerdo de nivel de servicio.
Eficiencia y facilidad de uso

La naturaleza del cómputo en la nube permite el acceso fácil y casi inmediato a los
servicios y aplicaciones, en comparación con el modelo de organización tradicional
de compra, instalación y despliegue de equipo y programas. Dado que los servicios
y aplicaciones se encuentran en la nube, los usuarios pueden tener acceso a ellos
desde prácticamente cualquier lugar en donde haya acceso a internet. Además, el
cómputo en la nube permite a las organizaciones probar los servicios y aplicaciones
cuando así lo decidan sin grandes gastos y con una mínima pérdida financiera. El
entorno de la nube puede permitir a algunos usuarios usar soluciones tecnológicas
nuevas y económicas que de otra forma no serían viables, y la eficiencia
proporcionada por la nube puede permitir esta reasignación de los recursos de TIC
a otras tareas. Costos Debido a que los recursos de infraestructura se comparten
entre un gran número de aplicaciones y usuarios, el cómputo en la nube puede
disminuir o eliminar en gran medida la compra de infraestructura organizativa y los
costos de mantenimiento; asimismo puede implicar una reducción del gasto en TIC
ya que 27 las organizaciones no están obligadas a hacer grandes gastos porque
pueden emplear un modelo de compra bajo demanda, es decir, adquirir sólo los
recursos informáticos que necesitan para desarrollar su negocio en cualquier
momento.
Interoperabilidad e integración

El cómputo en la nube es una industria emergente. Actualmente existe una falta de


normalización, y el uso de interfaces propietarias y de software en la industria de la
nube está orientado hacia los mejores intereses de sus proveedores, ya que trabaja
para mantener a los clientes cautivos (Convery, 2010). Esta falta de interfaces
estandarizadas y procedimientos pueden obstaculizar la capacidad de una
organización para combinar con eficacia una variedad de servicios en la nube e
intercambiar información entre múltiples proveedores de ese entorno. Las
organizaciones deben emplear estrategias de estándares abiertos, interoperabilidad
y portabilidad de la información con el fin de evitar y mitigar el hecho de quedar
anclados con un determinado proveedor. A pesar de la subcontratación de
aplicaciones y servicios, el nivel de gestión y mantenimiento por parte de la
organización puede fluctuar dependiendo del modelo de nube elegido.
Cumplimiento y hallazgo electrónico

El almacenamiento de la información en la nube debe considerar el cumplimiento


de la normativa de protección de datos aplicable al contexto jurídico de la
organización. Los temas relativos sobre dónde se almacena la información, las
medidas de seguridad para protegerla, la capacidad de acceso y la capacidad para
asegurar su autenticidad son cuestiones que deben ser tomadas en cuenta por las
organizaciones usuarias de la nube.
Continuidad de negocio y recuperación ante desastre
El cómputo en la nube puede proporcionar a las organizaciones estrategias de
continuidad de negocio y de recuperación ante desastres de manera eficaz y a bajo
costo. Las organizaciones pueden utilizar la infraestructura de la nube para facilitar
la redundancia de la información almacenada fuera del sitio, lo que reduce
enormemente los costos del material asociado con el respaldo tradicional y los
modelos de recuperación ante desastres.
LA PEDAGOGÍA EN LA RED

La pedagogía tiene el reto de entender la oportunidad educativa que supone


internet. No obstante, el reto no implica una tarea mecánica. Existen muchos
intentos bajo distintos nombres que dan cabida a este proceso (ciberpedagogía,
pedagogía online y otros genéricos) que, estricto sensu, no representan una nueva
pedagogía, sino más bien el afianzamiento de visiones educativas, algunas ya
enunciadas o perfiladas, que empiezan a tomar fuerza en el entorno educativo que
describe internet. Por tanto, en el continuum que representa el desarrollo de la
pedagogía, internet es un estadio de desarrollo en el que utopías –y distopías–
educativas encuentran rasgos de verisimilitud. Pero la reflexión pedagógica sobre
internet es un ejercicio que no solo busca dar respuestas, sino también plantear
preguntas. Muchos entienden internet como la respuesta adecuada a las
inconsistencias educativas –más en el ámbito de la educación formal–, pero
plantear buenas y adecuadas preguntas quizás sea el ejercicio menos común,
aunque el más rico y complejo, en este proceso de apropiación de la tecnología por
la cultura educativa. La pedagogía también tiene esa vocación por buscar, gracias
a las preguntas, la movilidad de las ideas y la crítica para ir más allá de la moda o
el automatismo con que a veces se puede asumir internet en la educación. Por ello,
la necesidad de pensar en internet no solo como la respuesta didáctica a la pregunta
¿con qué aprender?, sino ¿dónde está el cambio educativo con internet? Ni los
recursos, ni los flujos de comunicación, ni el lenguaje, ni las dinámicas de
interacción social en internet son las mismas que los recursos, flujos, lenguaje y
dinámicas del aula. El cambio está en el modo de acción y pensamiento en red.
Internet viene afianzando visiones y acciones que favorecen aprender –y también
enseñar– en un entorno y flujos de comunicación distintos a la organización escolar
clásica. Como aprender no es aséptico al entorno donde sucede, algo debemos
exigir a la reflexión educativa para ir más allá de la sustitución de un recurso por
otro. Lo radical del cambio es comprender que aprender puede estar enmarañado
en una nueva capa de acción y representación en red. Pues bien, alojados en esta
nueva capa tecnológica en red, otros procesos sociales vienen experimentado una
serie de replanteamientos de la interacción en los procesos productivos y laborales,
en el ejercicio de la democracia y la ciudadanía, en las manifestaciones artísticas,
en el gobierno, en los modelos de consumo y producción cultural, en las alternativas
de expresión afectiva, en las formas de comunicación periodística, en las opciones
recreativas y en otras formas de participación social que, de forma general se puede
reconocer, como señala Castells, en una sociedad red. Por ello, ¿qué sucede
cuando internet empieza a formar parte de la visión del aprendizaje y de la
educación? Esta es la pregunta que motiva las otras preguntas que mueven este
libro. Es así que, en vez de ir directamente a la herramienta –el camino habitual–,
en este libro se ha querido aprovechar internet desde las preguntas. Con la actitud
de dejar abierta la puerta a la reflexión se ha convocado a investigadores de
distintas especialidades para que añadan su comprensión en torno al potencial
educativo de aprender en red.
Bibliografía
FA.CE.NA., C. . (s.f.). exa.unne.edu.ar. Obtenido de exa.unne.edu.ar:
http://exa.unne.edu.ar/ingenieria/computacion/Tema1.pdf

Juridicas, I. d. (2013). Computo en la Nube. En I. d. Juridicas. Universidad Nacional Autónoma de


México.

Pedagogía red. Una educación para tiempos de internet. (Diciembre 2016). En J. C. Elena Barberà,
Pedagogía red. Una educación para tiempos de internet (págs. 8 - 10). Bailén, 5 - 08010
Barcelona: Primera Edición.

Vega, M. d. (Octubre del 2016). Introducción al Cómputo en la Nube. En M. d. Vega, Archivo


General de la Nación (págs. 23 - 30). México: Primera edición.

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