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Clase 2: Introducción al contexto domiciliario

La Ley de Educación Nacional 26.206, que fue sancionada en 2006 incluyó, por
primera vez a la Educación Domiciliaria y Hospitalaria como una Modalidad dentro de los
niveles obligatorios (Inicial, Primario y Secundario) de la educación común;
independizándola de la Educación Especial, a la que se la asimilaba desde sus
comienzos, permitiendo que se reconozca su especificidad. Y, al mismo tiempo, reforzar
la idea de que los alumnos pertenecen a los distintos niveles de educación obligatoria, y
no son alumnos de la Modalidad.

De este modo, el Estado Nacional se propone garantizar el derecho a la


educación de niños y los jóvenes que, por razones de salud, se ven imposibilitados de
asistir a la escuela en los niveles de la educación obligatoria, por períodos de treinta días
corridos o más. De esta manera, se implementan diferentes propuestas y estrategias
que permitan el sostenimiento de las trayectorias escolares de los alumnos y alumnas
que atraviesan una situación de enfermedad.

Entonces, considerando que el objetivo de esta modalidad es garantizar la


igualdad de oportunidades de los niños, niñas y jóvenes en situación de enfermedad, se
plantea la necesidad de asegurar la continuidad de sus estudios y su reinserción en el
sistema de educación común, cuando ello sea posible. (Ley de Educación Nacional
26.206, art. 61). Para ello, se hace necesario ofrecer diferentes opciones organizativas y
formatos institucionales que permitan adquirir los aprendizajes necesarios para
insertarse en la sociedad actual.
En este apartado se hará referencia específicamente a la Educación Domiciliaria,
en la que se apunta a fortalecer las prácticas educativas llevadas a cabo en cada
domicilio en donde los alumnos y alumnas se encuentran en reposo.

El contexto Domiciliario

El servicio de educación Domiciliaria se pone en acción a partir de las


derivaciones provenientes, generalmente, de la escuela de origen, de la familia y de los
profesionales médicos.

Al ejercer la tarea educativa al pie de cama en un domicilio, se ponen en juego


concepciones del aprendizaje que plantean que el conocimiento trasciende las paredes de
una aula tradicional, por ello podemos pensar en la importancia de la tarea docente como
promotora de salud desde la mirada educativa. “Para que el aprendizaje se produzca,
basta con que coexistan en un mismo espacio y tiempo, un docente, un alumno y el deseo
de aprender.”1

De esta manera, consideramos que el abordaje pedagógico es personalizado y


transversal, ya que se produce en la intersección de los discursos pedagógico, médico,
socio-económico, subjetivo, y, además, donde se pone en juego la historia singular de
cada alumno y alumna, lo cual va a ir definiendo las características de la tarea.

La irrupción de la enfermedad en la vida de un niño, niña o adolescente genera


efectos en su subjetividad, por su carácter inesperado o traumático, por la vivencia de
dolor que conlleva, o por la amenaza que puede significar para la vida, lo que incide en la
construcción de los aprendizajes y demanda una atención especializada, con recursos y
estrategias pedagógicos específicos.2

El servicio educativo domiciliario, través del trabajo del docente en cada domicilio
realiza un abordaje multi e interdisciplinar que incluye a todos los actores involucrados
(docentes de la modalidad, familia, docentes y directivos de la escuela de origen),

1
Educación primaria. Educación Domiciliaria y Hospitalaria. Ministerio de Educación de la Nación. Argentina.
Disponible en: http://portal.educacion.gov.ar/primaria/modalidades/educacion-domiciliaria-y-hospitalaria/
2
Educación primaria. Educación Domiciliaria y Hospitalaria. Ministerio de Educación de la Nación. Argentina.
Disponible en: http://portal.educacion.gov.ar/primaria/modalidades/educacion-domiciliaria-y-hospitalaria/
contemplando la globalidad de la persona, más allá de sus problemas de salud. Por eso,
nos referimos a los niños, niñas y adolescentes que atraviesan una situación de
enfermedad como alumnos y no como pacientes, promoviendo su carácter activo dentro
del proceso de aprendizaje.

¿De qué hablamos cuando hablamos de trayectorias escolares?

La modalidad se propone llevar la escuela al pie de cama de los domicilios,


desplegando diferentes estrategias para acompañar y sostener las trayectorias escolares
de los niños y adolescentes, teniendo en cuenta que se pueden producir distintas
circunstancias que obstaculizan o ponen en riesgo su escolaridad.

En cuanto al concepto de trayectoria escolar, nos dice Flavia Terigi,


“El sistema educativo define, a través de su organización y sus
determinantes, lo que llamamos trayectorias escolares teóricas. Las
trayectorias teóricas expresan recorridos de los sujetos en el sistema que
siguen la progresión lineal prevista por éste en los tiempos marcados por
una periodización estándar. Tres rasgos del sistema educativo son
especialmente relevantes para la estructuración de las trayectorias teóricas:
la organización del sistema por niveles, la gradualidad del curriculum, la
anualización de los grados de instrucción.”3 (Terigi, 2009)

Estas son las trayectorias escolares teóricas, ahora bien, ¿qué sucede con esos
niños y adolescentes que por motivos de estar atravesando una situación de enfermedad
no pueden concurrir a la escuela cumplimentando estas trayectorias “ideales”?

Flavia Terigi (2009) en su escrito “Las trayectorias escolares”, nos convoca a


pensar en otras trayectorias,
“…analizando las trayectorias reales de los sujetos, podemos reconocer
itinerarios frecuentes o más probables, coincidentes con o próximos a las
trayectorias teóricas; pero reconocemos también itinerarios que no siguen
ese cauce, “trayectorias no encauzadas”, pues gran parte de los niños y
jóvenes transitan su escolarización de modos heterogéneos, variables y
contingentes. Un conjunto complejo de factores incide en “las múltiples
formas de atravesar la experiencia escolar, muchas de las cuales no
implican recorridos lineales por el sistema educativo” (DINIECE-UNICEF,
2004: 8).4

La autora considera que estas miradas donde lo válido era el cumplimiento de las
trayectorias teóricas, se planteaba la diferencia como desvío y se justificaba el fracaso
escolar desde la óptica de la individualidad, colocando la responsabilidad en los sujetos y
responsabilizando a los sujetos por tales desvíos. Actualmente, considera la autora que
“la transformación de la mirada sobre el problema de la inclusión trae consigo una

3
Terigi, F. (2009), “Las trayectorias escolares: del problema individual al desafío de política educativa”,
Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires, pág.: 19. Disponible en:
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL004307.pdf
4
Terigi, F. (2009), “Las trayectorias escolares: del problema individual al desafío de política educativa”,
Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires, pág.: 19. Disponible en:
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL004307.pdf
preocupación por asegurar, desde las políticas educativas, que los sujetos realicen
trayectorias escolares continuas y completas.”5 (Terigi, 2009)

En base a estos conceptos, compartimos con uds. una conferencia llamada “Las
cronologías del aprendizaje: un concepto para pensar las trayectorias escolares” en la que
Flavia Terigi (2014) pone en entredicho una serie de supuestos que han dado
estructuración a nuestro sistema educativo.

Disponible en: https://youtu.be/yqrhhwbVFGo

Considerando a la educación domiciliara como el resultado de estas


preocupaciones es que, a partir de la Ley de Educación Nacional 26.206, se comienzan a
remover barreras que impiden el cumplimiento de los derechos educativos adoptando
medidas en favor de los que ven vulnerados sus derechos, en este caso los niños y
adolescentes en situación de enfermedad, reconociendo que los aprendizajes pueden
producirse por distintas vías y en diferentes contextos.

Continuando en la misma línea que venimos sosteniendo, Terigi (2009) considera


que,

5
Terigi, F. (2009), “Las trayectorias escolares: del problema individual al desafío de política educativa”,
Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires, pág.: 19. Disponible en:
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL004307.pdf
“Hoy estamos en condiciones de sostener que, excepto en condiciones
muy extremas de lesiones u otros compromisos biológicos, todos los niños,
niñas y adolescentes pueden aprender, bajo las condiciones pedagógicas
adecuadas; y que, en la mayor parte de los casos, estas condiciones están
al alcance del sistema educativo, que debe encontrar, definir, producir
(según se trate) las condiciones pedagógicas para el aprendizaje de todos
y todas.”6 (Terigi, 2009)

Si centramos la mirada en la Modalidad EDyH es posible percibir cómo estas trayectorias


realizan recorridos variables y fluctuantes en relación al ambiente físico en donde se lleva
a cabo el acto educativo.
La trayectoria de un alumno en situación de enfermedad ya no se ve interrumpida. Los
alumnos son escolarizados en el lugar en donde se encuentro realizando su tratamiento o
reposo médico. Así, un alumno que hasta ayer concurría a su escuela puede ser hoy
escolarizado en el hospital en donde se encuentre internado, y mañana lo haga en su
domicilio mientras dure su reposo.
Trabajar en el contexto domiciliario no significa necesariamente que el alumno se
encuentra cercano al retorno a su escuela ya que, bajo algunas patologías, los alumnos
pueden presentar recidivas y necesitar una nueva internación.
El docente que se desempeñe en este ámbito o contexto debe poder ajustarse a las
variaciones que presentan sus alumnos, a las revisiones periódicas en el centro de salud,
a los cambios en las medicaciones y sus consecuencias, etc.

Características de la inclusión en el servicio educativo domiciliario:

En cuanto al ingreso, la mayoría de las escuelas y servicios realizan entrevistas


de admisión, en las que se acuerda el encuadre de trabajo, en el que se da prioridad y se
resguarda la tarea en sí misma y el estado integral del docente.

6
Terigi, F. (2009), “Las trayectorias escolares: del problema individual al desafío de política educativa”,
Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires, pág.: 15. Disponible en:
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL004307.pdf
Este primer encuentro es de suma importancia ya que el cumplimiento de lo allí
pautado permitirá que la docente pueda realizar su trabajo de forma efectiva. También
este acuerdo actúa como respaldo ante cualquier inconveniente.

Pensemos que los docentes que concurren a un domicilio se encuentran


vulnerables a las situaciones que allí puedan presentarse. Por ello, es necesario que los
acuerdos de trabajo y responsabilidades estén claros y plasmados en el acta resultante
de la entrevista inicial.

Una vez plasmado el acuerdo, el siguiente elemento esencial para el adecuado


trabajo en la educación domiciliaria se relaciona con la comunicación con la escuela de
origen del niño o adolescente en situación de enfermedad. Es de vital importancia la
sostenida relación con las escuelas de origen, acordando contenidos, registro de
asistencias, promociones y calificaciones. Además, realizando el acompañamiento del
alumno para su reingreso escolar.7

Por último, para una mejor presentación del ingreso en el servicio educativo
domiciliario, se pueden considerar una serie de pasos a seguir:
 La presentación de un certificado médico donde se exprese el tipo de enfermedad
y periodo de reposo que impide la concurrencia al establecimiento educativo.
 La presencia de un adulto en el hogar mientras se encuentre presente el docente
domiciliario, plasmado en el acta de la entrevista inicial.
 La definición de un encuadre de trabajo entre todos los actores involucrados, para
clarificar roles, funciones y acciones del docente.
 La atención domiciliaria varía de acuerdo al estado de salud del alumno a
escolarizar.

Silvia Bleichmar considera que al pensarnos como docentes de esta modalidad, nos
centraremos en una educación en la cual “desplegaremos una tarea de humanización
en la que el cuidado y la preservación del semejante en situación de enfermedad se
fundamenten en la profunda convicción del encuentro y del lazo solidario

7
Educación Domiciliaria y Hospitalaria argentina. Relevamiento de datos aportados por los
referentes jurisdiccionales. (Año 2010) Ministerio de Educación de la Nación. Disponible en:
http://portal.educacion.gov.ar/modalidades/files/2010/12/EDUCACI%C3%93N-HOSPITALARIA-Y-
DOMICILIARIA-ARGENTINA-a%C3%B1o-2010.pdf
contribuyendo a resignificar la enfermedad, pensando la educación como la
construcción del futuro”.8

La tarea en la Educación Domiciliaria:

Cuando el docente se hace presente por primera vez en un hogar, se enfrenta al


desafío de constituir una escuela en ese hogar con la presencia de su propuesta
pedagógica. En el desempeño en el ámbito domiciliario los espacios que se asignen para
el trabajo del docente con el alumno serán nuestras aulas. Por lo tanto, una habitación,
una sala y hasta una cocina pueden transformarse en aula mientras se dicte la clase del
día.

Aquí vale señalar que muchas veces la distribución de los espacios y el mobiliario
se encuentran modificados por el reposo del alumno. Por ejemplo, cuando se requiere la
inclusión de una cama ortopédica, ésta ocupa mayor espacio y, por lo tanto, se la ubica
en el espacio disponible.

De este modo, todo el funcionamiento del hogar se encuentra modificado.


También es muy posible encontrar la cama en el comedor /living y la mesa de trabajo en
la cocina. En cualquier situación es importante tener en cuenta que para la escolarización
de un alumno solo se requiere un espacio luminoso o iluminado, un lugar para apoyar el
material ( en algunos casos, por falta de este elemento los docentes se presentan con un
atril o mesa desplegable) y un lugar para sentarse.

Por otra parte, es importante aclarar que el hogar es el espacio de intimidad de la


familia, por lo que los docentes que concurren a los domicilios deben ser respetuosos de
esa intimidad y de cada persona, evitando emitir juicios de valor. Esta mirada es central
en la construcción del vínculo necesario para poder llevar adelante la tarea educativa.

Tal como lo platea el texto Aportes para la construcción de la MEDyH, ante la llegada
al hogar, hay algunas cuestiones a tener en cuenta:

 No hay una familia igual a otra.

8
Educación Domiciliaria-Hospitalaria. Argentina. Disponible en: http://educacion-domiciliaria-
hospitalaria.blogspot.com.ar/ (2014)
 Los usos de los espacios son particulares.

 El impacto de la enfermedad en el núcleo familiar es singular.

 Es necesario respetar la organización y dinámica familiar.

 El docente debe adaptarse al mobiliario a disposición ya que muchas veces se


reasignan los espacios ante la nueva situación.

 Se altera el clima emocional ante la aparición de la enfermedad.

 El tiempo está condicionado por las prescripciones médicas y condiciones en las


que se encuentre el niño, niña o adolescente.

Muchas familias se sienten invadidas, juzgadas y estas situaciones atentan a la


continuidad de la atención domiciliaria ya que en esas ocasiones suelen generar malestar
ante la presencia del docente, suspender la escolarización, y finalmente dejar de
recibirnos.

Sobre la llegada a un domicilio es importante resaltar dos situaciones:

Primero, el alumno puede estar realizando el reposo en su domicilio, junto con los
familiares con quienes convive. Como ya mencionamos, el espacio se puede encotarr
modificado.

O, segundo, puede estar transitoriamente habitando un espacio distinto a su hogar


familiar. En este caso, los alumnos y sus familias suelen vivir en zonas alejadas de la
capital y, por ende, de los principales centros de salud de la provincia. Por ello, el
alumno suele mudarse transitoriamente a albergues, residencias, hoteles, hostales,
pensiones, etc., junto a alguno de sus padres.

En esta opción, los docentes se desempeñan en un ámbito que es ajeno tanto para
ellos como para el alumno y su familiar.

También en esta ocasión debe tener en cuenta que la familia se encuentra partida,
dividida o fragmentada. Los padres suelen ser quienes se quedan en el lugar de
residencia habitual junto con sus otros hijos por motivos laborales mientras que la
madre es quien acompaña al niño o adolescente en situación de enfermedad en su
nueva morada. Estos movimientos también afectan al alumno ya que en tratamientos
prolongados se puede sentir desarraigo, extrañar a sus familiares, compañeros,
lugares, rutinas …

Ya teniendo en cuenta los parámetros presentados, para una mejor organización


de la tarea docente podemos proponer la consideración de los siguientes puntos:

 Mantener contacto con los docentes/ profesores del alumno/a, para revisar y
ajustar la planificación, en caso de ser necesario.
 Llevar un registro semanal de las actividades permitirá dar cuenta de los progresos
para realizar el proceso evaluativo.

Es sabido que muchas veces los docentes de la escuela de origen “reniegan” o no


respetan las calificaciones que reciben los alumnos durante su estadía en la modalidad.
Esto sucede porque la interacción entre ambos no ha sido la adecuada.
Comprendamos que no es sencillo recibir a un alumno con calificaciones de otro
docente como respuesta final, sin tener mayor información sobre el contenido, la didáctica
y los procesos realizados. Esto ocurre sobretodo en alumnos que, durante su estadía en
la modalidad, varían radicalmente su rendimiento y calificación llamando la atención y
sembrando desconfianza en el trabajo realizado.
Esta situación tiene sus raíces en la vieja Pedagogía hospitalaria y sus
propuestas terapéuticas y recreativas destinadas a asumir y tramitar los efectos
subjetivos consecuentes de las diferentes prácticas médicas en el marco de la
hospitalización. Bajo este posicionamiento, las prácticas educativas se vieron relegadas y
los docentes se encargaban del entreteniendo de los alumnos.
Con aquellas prácticas en el historial y la memoria colectiva, hoy aún se perciben
las resistencias.
También es cierto que, a pesar de los mandatos que supone la Ley de Educación
Nacional, es posible encontrar estas prácticas en la actualidad.
¿Entonces? En el trabajo al pie de cama es esencial la articulación y
comunicación con la escuela de origen ya que se hace necesario tomar decisiones sobre:

 Los objetivos, la selección y secuenciación de los contenidos.


 Las actividades y los materiales.
 La evaluación.
 La promoción.
Si el contacto es fluido y adecuado, los docentes acuerdan un modo de trabajo. A
su vez, el alumno regresa a su escuela con el material realizado, cuaderno o carpeta de
clase y evaluaciones y/o informes.
Todo lo antes dicho cobra sentido considerando el objetivo último de la educación
domiciliaria que es preservar la continuidad de los aprendizajes.

Melania Ottaviano (2013), coordinadora académica del curso virtual de


Especialista Universitario en «uso de las TIC para la atención educativa hospitalaria y
domiciliaria» plantea que “La idea es que el docente domiciliario y el hospitalario tengan
un marco legal de cómo hacer la admisión de un chico hospitalizado o que tiene que estar
en su domicilio, porque muchas veces el termina cumpliendo un rol más asistencial y se
pierde el fin pedagógico. Entonces, cuando el chico vuelve a la escuela parece no hizo
9
nada.”

9
Ottaviano, M. (2013) “Aportes a la Educación Domiciliaria y Hospitalaria en Argentina” Sobre Tiza.
Disponible en: http://www.sobretiza.com.ar/2013/05/03/aportes-a-la-educacion-hospitalaria-y-domiciliaria-
en-argentina/
Para esta semana se espera que:
1. Lean el material de la clase
2. Participen en el foro de la semana respondiendo la siguiente consigna:
Dada la siguiente afirmación “Cuando un docente llega a un domicilio hace
institución (escuela) dentro de otra institución ( familia)”, seleccionar una frase de
la Clase 2 y vincularlas.

Bibliografía
 Educación Domiciliaria y Hospitalaria argentina. Relevamiento de datos aportados
por los referentes jurisdiccionales. (Año 2010) Ministerio de Educación de la
Nación. Disponible en:
http://portal.educacion.gov.ar/modalidades/files/2010/12/EDUCACI%C3%93N-
HOSPITALARIA-Y-DOMICILIARIA-ARGENTINA-a%C3%B1o-2010.pdf
 Ottaviano, M. (2013) “Aportes a la Educación Domiciliaria y Hospitalaria en
Argentina” Sobre Tiza. Disponible en:
http://www.sobretiza.com.ar/2013/05/03/aportes-a-la-educacion-hospitalaria-y-
domiciliaria-en-argentina/
 Terigi, F. (2009), “Las trayectorias escolares: del problema individual al desafío de
política educativa”, Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires. Disponible
en: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL004307.pdf
 Educación Domiciliaria-Hospitalaria. Argentina. Disponible en: http://educacion-
domiciliaria-hospitalaria.blogspot.com.ar/ (2014)
 Educación primaria. Educación Domiciliaria y Hospitalaria. Ministerio de Educación
de la Nación. Argentina. Disponible en:
http://portal.educacion.gov.ar/primaria/modalidades/educacion-domiciliaria-y-
hospitalaria/

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