Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Posted by
Juan Carlos Machorro
11 May 2017
Share1
La delincuencia juvenil es un problema social complejo que ha ido en aumento en México y, es un tema en el
que convergen diversos elementos que deben analizarse en conjunto para entender porqué la violencia se
ha posicionado en los últimos tiempos como un asunto corriente en la vida de algunos adolescentes, explica
el doctor José Luis Cisneros, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Ese fenómeno que afecta a ese sector de la sociedad cobra relevancia no sólo por el aumento en la
incidencia, sino también por las formas radicales en las que se manifiesta, enraizándose en las estructuras
sociales, políticas y económicas.
En sus investigaciones ha identificado que entre las causas del problema la instalación y la propagación de
una filosofía consumista de vida, la acelerada reducción de oportunidades disponibles y la ausencia, en un
segmento creciente de la población, de perspectivas realistas para evitar o superar la pobreza.
Otros factores que agravan la situación conflictiva y violenta del entorno social son la incompetencia de los
Estados y los sistemas políticos actuales para responder de manera efectiva a las necesidades y
problemáticas de los habitantes, sobre todo de aquellos que pertenecen a estratos sociales marginados.
Además de la tendiente indiferencia y falta de acción ciudadana respecto de las condiciones, cada vez más
degradantes, en las que se desarrolla la interacción social.
La explicación más común que se da al hecho de que muchos jóvenes incursionen en actividades ilegales
tiene que ver con la percepción de que “vivimos en sociedades sin valores y sin estructuras familiares
sólidas”, dado que pierden de vista que antes de las intimidaciones que caracterizan los hechos delictivos,
hay una violencia estructural que opera en detrimento del desarrollo óptimo de las juventudes.
Esos niveles delictivos han sido posibles debido a la falta de empleos suficientes y bien remunerados, a la
desigualdad lacerante que ofende la dignidad, a la ausencia de modelos para atender los principales
problemas nacionales, a la revelación de una realidad que insulta la condición humana y divide a la sociedad
entre los que intentan continuar en el camino de la legitimidad y los que ven en la ilegalidad la única
posibilidad de subsistencia.
La agresión no es instintiva, se adquiere, se aprende y se siembra en los primeros años de vida y comienza
a dar frutos durante la adolescencia. Los menores que aprenden a socializar mediante el ejercicio de la
violencia, son la fuerza que nutre a los grupos criminales, no sólo por la ventaja de su edad, que los hace
acreedores a sanciones penales cortas, sino porque suelen mostrar un fuerte sentido de pertenencia y
lealtad a los grupos delictivos que los cobijan.
El papel de ellos es atemorizar y ejercer un control territorial, son mano de obra barata que hace el trabajo
que otros no se atreven; son leales y rudos, no cuestionan, sólo obedecen, además no sólo obtienen
beneficios económicos, sino que adquieren una sensación de grandeza y respeto social basado en el miedo
que infunden y la impunidad con la que operan, asevera el especialista
http://www.miambiente.com.mx/opinion/imparable-crecimiento-de-la-delincuencia-juvenil-en-mexico/
México ve crecer la delincuencia juvenil
fundamental es el entorno social en que viven los jóvenes, señalan expertos.
Recientemente la organización civil Causa Ciudadana encontró en Guanajuato, en el centro del país, a un
grupo de adolescentes que empezaron robando tarjetas telefónicas y al poco tiempo fueron reclutados por
una banda de secuestradores.
En Tijuana, al noroeste, el Centro Binacional de Derechos Humanos detectó a adolescentes que trafican droga y
asesinan por encargo, mientras que en la Ciudad de México el Tribunal de Justicia estableció 15 juzgados
especiales para atender los casos de jóvenes delincuentes.Son ejemplos de una nueva realidad en México, donde
según autoridades, desde hace cinco años existe un inusual repunte en el número de delitos cometidos por jóvenes.
De hecho, según la Procuraduría General de la República (Fiscalía) desde hace varios años los carteles de la droga
reclutan cada vez a más jóvenes."Cuando son cooptados por los grupos criminales el proceso es rápido. Empiezan
vigilando cargamentos de droga y terminan en sicarios", dijo Cruz en conversación con BBC Mundo.Un elemento
fundamental es el entorno social en que viven y el tipo de delincuencia a la que están expuestos.
“En Tijuana quieren ser sicarios, pero en el Estado de México aspiran a ser secuestradores”, explicó el
iNvestigador del Inacipe.
Empleo disponible
El gubernamental Instituto Mexicano de la Juventud ha dicho que existen siete millones de jóvenes que no
estudian ni trabajan.Es un caldo de cultivo para la delincuencia organizada, especialmente los carteles de la droga,
afirmó Cruz.“Los narcotraficantes sí hicieron un análisis del bono demográfico de México y encontraron que allí
hay mano de obra. Si según las autoridades este año los carteles han perdido a miles de personas, necesitan
reponerlas”.Muchos de estos jóvenes provienen de zonas marginadas, donde el acceso a empleo y educación es
limitado.Un ejemplo ocurre eN Ciudad de México, donde según la Procuraduría General de Justicia del Distrito
Federal entre enero y septiembre 2.273 menores de edad cometieron algún delito.De ellos, la mitad proviene de
barrios donde el ingreso económico promedio suele ser escaso.
“Son zonas donde vender droga o robar no es tan sancionado socialmente”, le dijo a BBC Mundo Javier Hidalgo,
director del gubernamental Instituto de la Juventud del Distrito Federal.
El futuro
¿Pueden disminuir los delitos cometidos por jóvenes?Sí, pero se necesitan acciones desde el gobierno, como
rescatar los espacios públicos en manos de la delincuencia, o aumentar apoyo en becas de estudio a los jóvenes en
riesgo, coinciden los entrevistados.Pero lo más importante es cambiar la actitud de las autoridades, subrayó el
director de Cauce Ciudadano.
“Las acciones de la sociedad civil en favor de los jóvenes no tienen fines electorales, y el gobierno mexicano lo
debe entender”, insistió.
MÉXICO
La capital tiene los índices más altos de delincuencia juvenil en México. Estas son las historias de tres
adolescentes que estuvieron en conflicto con la ley
"Si un chavo roba o se droga, es su pedo [problema], pero la verdad es que uno no nace delincuente, el
delincuente se hace", comenta Luisa, una deportista destacada que cumplió una sentencia de dos meses
por robo. A los 16 años, un amigo inculpó a Christian (quien también pide mantenerse en el anonimato). Lo
encerraron dos años y medio por vender drogas después de una redada de la policía. Ismael Corona era un
estudiante ejemplar, cuando cumplió 12 años se convirtió en el miembro más joven de la pandilla de los
Sureños Locos, ritual de iniciación incluido: una paliza de 13 segundos. A los 15 dejó la escuela y robaba
para irse a beber y ver a las chicas de la variedad. A los 17, una riña salió mal y lo condenaron a casi cuatro
años por homicidio.
En el papel, Isma, Christian y Luisa son solo parte de las estadísticas. Todos viven en la zona metropolitana
de la Ciudad de México, que tiene los índices más altos de delincuencia juvenil en el país. En los últimos
siete años, las fiscalías mexicanas investigan en promedio alrededor de 40.000 delitos cometidos por
menores de edad cada año y tres de cada 10 suceden en la capital.
Los ilícitos más comunes son robo, narcomenudeo y lesiones, de acuerdo con la Procuraduría (Fiscalía) local.
No hay patrones definidos, pero sí características comunes. "Muchos vienen de entornos de violencia o
situaciones de pobreza en casa, en los que es común que uno de los padres se drogue o delinca, buscan
atención y ayuda, pero no la encuentran porque sienten que no le importan a nadie… y en muchos casos es
cierto", explica Diego Safa, que trabajó como psicólogo en una de las comunidades para adolescentes, antes
conocidas como correccionales, de la capital. "No pueden votar, no tienen dinero y no son relevantes para
sus familias, para los políticos ni para el Estado", agrega.
Y aunque los menores son responsables de menos del 2,2% de los delitos en la capital, ellos acusan que
muchas veces levantan sospechas de las autoridades solo por el hecho de ser jóvenes. Organizaciones de la
sociedad civil han denunciado prácticas que se conocen como "la portación de cara" y que en los hechos se
traducen en extorsiones, detenciones arbitrarias y prejuicios. “Estamos estigmatizados, siempre sale en las
noticias que los que roban y los que venden drogas son jóvenes y la sociedad piensa que no tiene una deuda
con nosotros, cuando la realidad es que sí”, explica Christian. EL PAÍS buscó a la Policía capitalina para
conocer su versión, pero no pudo concertar una entrevista.
La delincuencia juvenil que está imperando en México
. Los recursos de los contribuyentes sólo sirven para que los politiqueros de
pacotilla se los roben, en lugar de invertirlos en resolver los problemas del
país. Tenemos que acabar con la maldita corrupción y con el desapego
familiar.
La delincuencia juvenil va a la alza en la CDMX; narcomenudeo y robo, los
principales delitos
Autor: Pamela Ventura
Fecha: agosto 31, 2017
Mientras los delitos por parte de adolescente crece, los especialistas señalan
una falta de programas de prevención.
La falta de programas para la prevención de delitos dirigidos a la población
juvenil en riesgo contribuye en la alza del número de menores de edad que
han tenido o tienen problemas con la justicia.En el último año, la incidencia
delictiva por parte de adolescentes en la Ciudad de México incrementó 121%,
de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de
México (SSP-CDMX).
El resultado: un documento crudo que refiere que por varios factores y por
situaciones de pobreza, muchos niños desde los ocho años caen en manos
del crimen organizado que los utiliza.
Jóvenes de México, autores y víctimas de la violencia
Marzo 05, 2013
Los jóvenes mexicanos representan un poco más del 38% de las víctimas de
homicidios en el país en la última década, según un informe.
De 2008 a 2010 se triplicó la tasa de homicidio juvenil en México.
Según una experta del Banco Mundial, la prevención es clave para evitar que
los números sigan creciendoLos jóvenes mexicanos representan un poco
más del 38% de las víctimas de homicidios en el país en la última década,
según el informe “La violencia juvenil en México”, publicado en junio 2012 por
el Banco Mundial.
Los jóvenes no han sido solamente las víctimas, sino también la mayoría de
los agresores, una tendencia común encontrada en toda la región. Más de la
mitad de los delitos en 2010 se cometieron por jóvenes, afirma el informe. De
estos jóvenes, la mayoría tenía entre 18 y 24 años y casi todos (9 de cada
10) eran hombres.