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La Corporeidad

TEMA 1: LA CORPOREIDAD.
José Mª Pazos Couto; Ana Rey Cao

“Ten una idea de ti mismo que corresponda lo mejor posible a


lo que tu realmente eres” (Lain Entralgo, 1995: 183)

Piensa
Comunica
Siente
Hace Quiere
Evolución del Ser Humano

CORPOREIDAD

SER HUMANO

Estres,
prisas,
Producción.
Tener más,

Búsqueda de Valores sociedad


la felicidad moderna
OBSTACULOS

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La Corporeidad

0. Empecemos por el principio.

La Corporeidad, …¿Que se puede decir de la corporeidad? ¿Quién habla de ella


y que importancia puede tener? Cómo si la vida no tuviese ya bastantes complicaciones,
no se nos ocurre otra cosa que ponernos a pensar en la corporeidad, ¡¡Eso a pensar!!
Pero… ¿quién piensa, ¿Yo? ¿El que lee estas palabras? En todo caso, ¿quien es ese yo?
Sin ninguna duda ese yo es una persona (¡vaya!, ¡una persona!, ¿qué había de ser sino?).
Todos tenemos en mente lo que es una persona, hasta seríamos capaces de dibujarla,
pero, ¡que curioso!, seguro que no somos capaces de dibujar dos personas iguales,
incluso haciéndolas la misma persona. Pero si seríamos capaces de dibujar infinidad de
personas con una gran cantidad de rasgos diferentes.

Y seguimos hablando de la persona, esa persona que vive, siente, piensa, hace
cosas, se mueve, se relaciona con el medio, los objetos, las personas, en definitiva: con
el mundo que la rodea. Si en verdad vive todas estas cosas, entonces podremos hablar
de su cuerpo, de su corporeidad, su movimiento, su motricidad, su educación, sus
formas de vida y de cual es el camino que sigue el hombre, hacia donde se dirige. A
veces, parece que todo está muy bien pensado, y que la incertidumbre sólo existe para
unos pocos despistados que se paran a mirar en exceso lo que pasa a su alrededor y
fuera de ellos mismos.

El sentido de las palabras que tratamos de hacerle llegar a usted, se encuentra


dentro de un contexto definido: la motricidad. Ese nuevo paradigma emergente que nos
anunció hace algún tiempo Manuel Sergio, con una nueva ciencia, la Ciencia de la
Motricidad Humana. Y hablamos de anunciarla, pues es más lícito hablar de
descubrimiento que de creación. Solo podemos considerar creación el concepto, su
definición, y todos los nuevos términos que constituyen el vocabulario de esta “nueva
ciencia”. El resto es descubrimiento, porque de lo contrario, estaríamos suponiendo que
no existía. Pero el Humano existe desde que nosotros nos acordamos y con él nació la
motricidad y todo lo que esta conlleva.

El desarrollo de esta ciencia, al menos en sus principios, ha sido llevado a cabo


por estudiosos de otras áreas diferentes de la tradicional “educación física”, filósofos,
psicólogos, médicos, pedagogos, … y otros pensadores y hombres de ciencia. ¿Cuándo
llegará el momento en que además de estas personas, seamos los profesionales de la
intervención educativa con el cuerpo (la paidomotricidad) los que continuemos su
desarrollo? El hecho de ser una ciencia práxica, condiciona o al menos debería
condicionar el que la evolución teoría-practica fuese pareja..., pero lo cierto es que no
nos ponemos de acuerdo ni en el nombre de la ciencia, ni en el de los profesionales de la
misma. Si un profesional de la medicina se llama médico en el mundo entero, ¿como se
llama un profesional de la motricidad humana? Eso aun está por definir, mientras tanto,
sigamos indagando en nuestro interior, y pensemos en algo que nos decía el profesor
Manuel Sergio en una charla durante una de sus estancias en A Coruña “los verdaderos
filósofos de la motricidad humana son los que se dedican a estudiarla”. ¿Seremos esos
nosotros?

En medio de tanta revolución, ¿hacia donde camina el hombre?, ¿qué es ese


hombre lúdico del qué nos hablan algunos pensadores?. En este capitulo, trataremos de
hacer un recorrido a lo largo de la persona y su concepción como tal. Su evolución y

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desarrollo, abordando los conceptos de cuerpo, corporeidad y motricidad. Hablaremos


también de su evolución terminológica.

1. El hombre y su realidad humana.

La realidad del ser humano es compleja y su concepción ha ido variando desde


hace miles de años de forma paulatina, siendo tema de discusión de los pensadores más
diversos. El hombre y su existencia: su diferencia con respecto a los animales, el
concepto de cuerpo y de la vida, los planteamientos religiosos y no religiosos sobre sus
orígenes, la concepción de la realidad humana, etc… Todo ha ido cambiando a medida
que la sociedad avanza y las necesidades humanas se han ido modificando.

El hombre como ser viviente se halla entre cosas internas y externas que le
mantienen en actividad constante y primaria. Instalado y situado en un espacio y en un
tiempo, a diferencia de los animales, que perciben estímulos interpretados por el sistema
nervioso con una sensibilidad difusa (sentiscencia); para el hombre el estímulo no es
sólo estimulante, sino realidad estimulante. Esto es el sentimiento. El hombre se hace
cargo de la realidad cuando no le basta con sentir, la propia la inteligencia está basada
en la sensibilidad. Es la “inteligencia sentiente” (Zubiri, 1998).

Sergio (1986) añade que la esencia, el sentido y el significado del mundo y de


las cosas se alcanza a través de la percepción. Esta es la consciencia de nuestra
existencia: ni somos ni estamos, sino que somos nuestro cuerpo. Cómo dice Moreira de
Mello, (1998) el hombre es una única cosa (un cuerpo), un solo sistema a través del cual
puede actuar, conocer, y transformar el mundo, construyendo y recreando, pues es así
como puede planear y soñar.

Christofoletti (1998) y Zubiri (1998) hablan de la multidimensionalidad humana:


afirman que el hombre es un sistema estructural de notas, psíquicas unas, corporales
otras: un cuerpo biológico, social, cultural, político y afectivo, en continua
transformación dentro del continuum espacio-tiempo. Las notas son la estructura (hay
una unidad estructural), pero no hay unión, sino unidad sistemática. En su virtud, todo
lo psíquico es corpóreo y lo corpóreo psíquico. Así, la psique, es “la psique de este
organismo”.

Pero no siempre fue la misma concepción holística del hombre la que existió
entre los pensadores y hombres de ciencia, pues en algún tiempo (Souza de Oliveira,
1998) el saber corpóreo y los sentidos fueron considerados engañosos, convirtiendo al
cuerpo en instrumentos, integrando el cuerpo en la visión dualista del universo. Sobre el
dualismo del cuerpo y la mente ya se manifestaba Ortega y Gasset (1959) haciendo
referencia al cuerpo y alma, cosas que nos hemos encontrado al encontrarnos viviendo.
Así decir que somos materia ó espíritu es expresar mitos, o como mucho hipótesis, pero
nada más. Cuando hablamos del “yo”, éste no es materia ni es espíritu, pues es algo
previo a esas respuestas teóricas: el “yo” es sencillamente el que tiene que vivir una
cierta vida. Ahí está, queramos o no tenemos que ser. El “yo” es un proyecto de vida
(intentar ser de hecho lo que somos en proyecto, eso es la vida).

Para unos filósofos, el alma es una sustancia y ésta sustancialidad se identifica


con la del hombre, ya que este sólo llega al alma por la verdad (Platón, Descartes,

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Leibniz, etc.). Y otros hablan del hombre como un ser que es elemento del mundo
(Nietzsche, Marx, Freud, etc.)

Nuestro concepto del hombre, y de su realidad es algo que marcará el camino a


seguir cuando intervengamos con él de una u otra manera. Según sea nuestro objetivo:
la producción, rendimiento, eficacia, o por el contrario buscar la creatividad,
transformación, praxis, etc… pues realmente no es lo mismo tratar con un cuerpo
que pertenece a una persona y quiere conseguir algo de él, que trabajar con un
cuerpo que es una persona. La diferencia de matiz es importante, y marca diferencias
importantes en cuanto al modo de actuar con uno y otro, pues no es lo mismo sentir a
través de un cuerpo, que sentir con el cuerpo, siendo este el origen y manifestación
de la persona, el cuerpo es el que atrae las miradas, y por lo tanto todo tiene su origen y
manifestación en él (Gomes de Freitas, 1998).

Tener un cuerpo supone querer someterlo al dominio de quien lo posee. Sin


embargo es el hombre quien está en los dominios del cuerpo, es corporal y solo se
comunica porque tiene un cuerpo que se expresa. En la complejidad es donde se
encuentra la unidad del hombre. El creer que tenemos un cuerpo y que podemos
disponer de él como nos plazca, nos puede llevar al estrés y a la desintegración. Tenerlo
implica no ser consciente de él, por lo tanto no conocerlo con profundidad (Gómes de
Freitas, 1998).

Lain Entralgo (1995) en uno de sus comentarios sobre la naturaleza del hombre,
afirma que el hombre actual tiene que verse a sí mismo como titular de una vida en cuya
trama de alguna manera perduran modos de vivir iniciados por los hómines hábiles que
hace 30.000 siglos tallaban piedras para cazar y defenderse. El cuerpo del hombre es el
hombre mismo, y a él pertenecen la conciencia de la autoposesión y la capacidad para la
autoexpresión. El cuerpo ha llegado a ser lo que es como el resultado de un proceso
ontogenético (inmediato) y filogenético (remoto).

La antropología reciente pone de manifiesto que el hombre para llegar a ser


hombre necesita unir sus aspectos instintivo y cultural (Gehlen y Portman citado en
Trigo y Cols, 1999). Pues lo cultural es una condición esencial, por tanto podemos
afirmar que el hombre es la suma de instinto más cultura (Trigo y Cols., 1999). Ya
Savater (1997) nos dice que llegar a ser humano del todo es siempre un arte. Esta
afirmación se ve reforzada cuando nos dice que el hombre posee una disposición
inacabable para aprender todo tipo de mañas. Destacando que la principal asignatura
que nos enseñamos los unos a los otros es precisamente en que consiste ser hombres.
Por tanto podemos afirmar que también se aprende a ser hombre … Y la cultura no es
más que el proceso de civilización por el cuál el hombre llega a su humanización.

2. Cuerpo, corporeidad y motricidad

Ahora vamos a tratar con los conceptos, pero no con los conceptos aislados. Los
conceptos de cuerpo, corporeidad y motricidad, se necesitan unos a otros cuando nos
referimos al ser humano. Sergio (1986) nos habla de las dimensiones de la persona
haciendo referencia a términos cómo corporeidad, motricidad, comunicación y
cooperación, historicidad, libertad, noosfera y transcendencia. Destacando que la
motricidad emerge de la corporeidad. Está en el mundo como señal de un proyecto.

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La motricidad acompaña a la corporeidad, y ambas no se distinguen (Gomes de


Freitas, 1998), pues cuando nos movemos es el cuerpo el que se mueve y nuestra
corporeidad la que se manifiesta. Ser cuerpo implica habitar con otros cuerpos en la
dimensión de la intercorporalidad (Bosi, 1995). Podemos entender que la corporeidad
implica la inserción de un cuerpo humano en un mundo significativo, en la relación
dialéctica del cuerpo consigo mismo, con otros cuerpos y con los objetos (Gomes de
Freitas, 1998)

Brandâo cavalcanti (1998), nos habla de la motricidad como una energía


ontológica y de la corporeidad cómo la materialización de esa energía. La motricidad es
la capacidad del hombre para moverse en el mundo, y la corporeidad es el modo del
hombre de estar en el mundo. Wey Moreira (1995) nos dice que si asumimos que el
hombre es un cuerpo, y es a través de este como conocemos actuamos, y transformamos
el mundo, nos comprometeremos con la motricidad y con la educación motora,
cuestionando los actuales paradigmas en ciencia y en educación, …

Para Trigo y Colaboradores (1999) confundir, el cuerpo con la corporeidad, es


limitar el ser humano a un animal u objeto. La persona se manifiesta a través y con su
cuerpo, pero esas mismas manifestaciones -emociones, sentimientos, pensamientos- son
parte de ese cuerpo. De esta manera, hablar del cuerpo humano en toda su amplitud es
transcender del sistema orgánico (lo único que podría denominarse “cuerpo”) para
entender y comprender al propio “humanes” (su corporeidad, su todo yo). El yo implica
el HACER, el SABER, el PENSAR, el SENTIR, el COMUNICAR y el QUERER y no
hay ser humano sin la unidad entre estos seis aspectos. Esto es la corporeidad humana
(pienso y siento al tiempo que hago; actúo porque siento y pienso) y no el cuerpo
humano (sólo hace). Referido al ser humano definimos la corporeidad como “la
vivenciación del hacer, sentir, pensar y querer” de manera que podemos identificar
corporeidad con humanes (Zubiri, 1986), ya que el ser humano es y se vive sólo a
través de su corporeidad.

Estamos hablando de lo que nos dicen los estudiosos, y eso no está mal. Si nos
paramos un momento a ver como nosotros podríamos identificar todos estos conceptos
dentro de nuestra persona, ¿sería factible?. Seguro qué si. Si miramos un momento en
nuestro interior, nos daremos cuanta de situaciones que nos estaban implicando de tal
manera que seríamos capaces de identificar todas las sensaciones que teníamos en ese
momento. Pero lo más curioso, es que en la mayoría de las situaciones teníamos un reto
por delante…, o una situación que nos implicaba junto a otras personas y nos obligaba
en cierta manera a ser nosotros mismos.

Hablamos principalmente de los momentos previos, el antes de la acción. Para


unos pueden ser los días previos a dar una charla delante de un grupo de personas, para
un deportista puede ser los segundos anteriores a un gran esfuerzo o una gran
competición… para toda persona esta situación se puede poner de manifiesto antes
durante o después de tener que "poner en juego" a nuestro yo. En este momento parece
que nos es más fácil ser conscientes de lo que realmente somos, de esa unidad integral
que conformamos como personas humanas. Podemos identificar lo que pensamos,
sabemos, sentimos, queremos y comunicamos.

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Chirpaz (1969, citado por Gomes de Freitas, 1998) afirma que no podemos
comprender un acto corporal sin referirnos al hombre. Y no podemos referirnos al
hombre sin referirnos a su corporeidad, pues hablamos de un hombre corporal en el
mundo. El cuerpo es corporeidad, y por ello no termina en los límites anatómicos y
fisiológicos. La corporeidad se extiende a través de la cultura, las ropas, instrumentos
creados por el hombre…, el cuerpo les da significado y su uso pasa por un proceso de
aprendizaje (Gomes de Freitas, 1998).

Según Merleau Ponty (1945, citado por Gomes de Freitas, 1998) “el cuerpo se
caracteriza por una motricidad particular, en dirección a un movimiento abstracto,
superando al concreto del animal, creando una zona de reflexión, de subjetividad”.
Pues el hombre no es un sistema cerrado, y demuestra infinidad de posibilidades de
movimiento a la hora de realizar las tareas que se propone (excepto en el deporte
reglado), esta es una de las facetas que le distingue del resto de animales.

Zubiri (1998) hace referencia a un concepto que denomina “momento de


corporeidad”. Este momento es "el estar presente" en la realidad física, es tomar
cuerpo. Es nuestra propia existencia, nuestra vida. Y la expresión es consecuencia de la
corporeidad (entendiendo la expresión en el sentido de lo expreso por la persona). El
principio de la expresión es su corporeidad. Y Corporeidad es el abstracto de corpóreo,
y pertenece por su carácter al sistema psico-orgánico entero. Así, vida y corporeidad son
distintos, pero inseparables.

Entrando un poco más profundamente en lo que algunos estudiosos entienden


por motricidad, podemos destacar que Sergio (1986) la define como “proceso
adaptativo, evolutivo y creativo de un ser práxico, carente de los otros, del mundo y de
la transcendencia”. Así podemos destacar también la característica que le dan Trigo y
cols (1999) cuando dicen que “solo podemos denominar motricidad, a las acciones que
tienen una significación para el sujeto”. Esta motricidad simbólica es la verdadera
motricidad, porque es la única donde el ser humano actúa con todo su yo.

Trigo y cols. (1999) siguiendo a Sergio (1996) clasifican la motricidad de la


siguiente manera:

Ludomotricidad. Las acciones provenientes de actividades que realiza el ser humano sin
ningún fin fuera de ellas mismas. Se relaciona con la teoría del ocio (Trigo, 1990) y
como tal no sirven para nada útil. Son las acciones más lúdicas, aquéllas que se llevan a
cabo por puro placer, por expresarse o por agonismo. Su fin, nace y muere en sí
mismas.

Ergomotricidad. Acciones relacionadas con el mundo laboral. Pero, según la teoría que
venimos defendiendo, no todas las acciones laborales son motricidad. Solamente
aquéllas que permitan a la persona que las realiza ser más humano, seguir creciendo en
su proceso de humanización. Las acciones del mundo del trabajo que no cumplan estas
características son meros movimientos y, por ello, no constituyen nuestro objeto de
estudio.

Ludoergomotricidad. Acciones a caballo entre lo lúdico y lo ergonómico. Es decir, son


aquellas acciones que realiza el Hombre que implican placer y al mismo tiempo una
eficacia y rendimiento. Es el caso del deporte de competición, danza escénica, circo, etc.

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Pero, por lo mismo apuntado más arriba, sólo constituye “motricidad” cuando la
persona que las realizan está toda ella en acción. No es motricidad, sino simple
movimiento las acciones repetitivas de un entrenamiento deportivo o de danza que no
impliquen el pensamiento criti-creativo, la afectividad y voluntad del sujeto.

3. La llegada del Homo lúdico.

Desde el principio de la historia, el hombre actúa adaptando el medio a sus


necesidades, pues es un ser práxico dotado de inteligencia inventiva y lenguaje (Sergio,
1986). Esa adaptación siempre se ha realizado teniendo presentes unos valores y
creencias alrededor del hombre y su realidad corpórea. Por lo tanto, si hoy en día
pretendemos cambiar el concepto de cuerpo, la forma de verlo, esto implica repensar los
valores de la sociedad, una sociedad en cambio permanente. No es esta una tarea fácil, y
mucho menos si tenemos en cuenta que vivimos en una sociedad dominada por las
prisas y el estrés. Parece que nos lleva a la pérdida del hombre por el propio hombre en
un proceso de saturación de las relaciones sociales (Christofoletti, 1998). A medida que
la sociedad avanza tenemos más tiempo libre, y no sabemos que hacer con él. Pero
nosotros pensamos que esto no del todo cierto, a pesar de la liberación de tiempo de
trabajo que proporciona el avance tecnológico, buscamos trabajar más, para producir
más, consumir más, y ahí se pierde el hombre, ahí confundimos la felicidad con el afán
de tener “más”.
Lo lúdico, es negado actualmente en muchas sociedades en nombre de la funcionalidad,
la utilidad, la seriedad; como si alguien serio no pudiese ser alegre. Cuando realmente lo
lúdico esta relacionado con la diversión, la alegría, los valores estéticos, las emociones,
y escapa de la lógica racional

Christofoletti (1998) nos dice que buscar nuestra corporeidad implica participar
de una forma de vida que ocupa todos los momentos y todos los lugares. Se concretiza
en una actitud que prima por rescatar la alegría de la participación, de la creación, de la
contemplación; el placer de hacer o no las cosas, de conocerse y expresarse.

Wey Moreira (1998) nos dice que la tecnología, que aliena y nos aleja de los
hombres dificulta el entendimiento y la acción de asumir y vivenciar el concepto de
corporeidad. A veces parece que perdemos la noción sobre el verdadero valor de
nuestro cuerpo. Csikzentmihalyi (1997) nos lo recuerda, destacando que el valor del
mismo es el hecho de que sin él no viviríamos ninguna experiencia, sería como ponerle
precio a la vida. Las experiencias de flujo las vivimos con el cuerpo, y así podemos
alcanzar la felicidad. Pero el flujo no es producido por el cuerpo, por su movimiento,
sino que implica la participación de la mente, pues el disfrute tiene lugar en la mente.
Los momentos de felicidad están en el ser humano.

En esa evolución del hombre, ¿hacia donde se dirige?, ¿Cuál es la dirección?


Nadie como el tiempo para indicárnoslo, pero lo cierto es que nos encontramos en el
medio de una revolución tecnológica. Y en esta sociedad postmoderna, parece que al
hombre cada vez le gusta más jugar. Orr (1994, citado por camerino y Miranda, 1996)
nos dice que quizás nos agrade tanto jugar porque en el juego tenemos permiso para
ganar o perder, pues nos sabemos en un mundo nuestro y podemos probar nuestras
habilidades en un entorno protegido.

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A la par de este hombre lúdico, que parece cada vez trabajará más en el propio
hogar, existe un desarrollo tecnológico espectacular. Esta afirmación se torna peligrosa
cuando estamos en el medio de una revolución de las dimensiones de esta, pues al ritmo
que van los cambios tecnológicos, lo que hoy es revolucionario mañana es obsoleto…,
Ha llegado o está llegando la sociedad de la comunicación, podríamos estar
construyendo casi sin querer un mundo donde la comunicación humana a distancia es
más fácil y económica, pero corriendo el riesgo de alienarnos en nuestro entorno. ¿No
estará llegando la hora de cambiar también el sentido de la educación e ir preparándonos
para esa sociedad? Si el tiempo dedicado al ocio y la forma de vivirlo, se van a
modificar, ¿no tendríamos que prepararnos para asumir ese cambio? Quizás ya lo
estemos haciendo…

“Todo enriquece la vida. Sueños y acciones, producción y recreación forman


parte de una única realidad humana. Todo se coaliga, se complementa, enriquece.”
(Camerino y Miranda, 1996: 305)

ACTIVIDADES DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
TEMA 1: LA CORPOREIDAD
1. Resumen del día anterior.
2. La profesora escribe en el encerado las palabras:
cuerpo - corporeidad - movimiento - motricidad
3. Formación de grupos. Discusión sobre estas palabras.
4. Lectura en grupo del capítulo “I cuerpo y mente, pgs. 21-26” (Dychtwaldyken, 1993:
Cuerpo -mente. Hacia el pleno conocimiento de uno mismo. Madrid: Temas de Hoy.
• ideas que se extraen del texto;
• interpretación de los conceptos anteriores;
5. Diferencias - semejanzas entre cuerpo / corporeidad.
a) los alumnos comentan en voz alta los resultados de su discusión;
b) la profesora explica el concepto de “psicosocioafectivocognitivomotricio” =
corporeidad = ser humano;
6. Ejemplificación:
a) Combate de Judo.
b) Combate de Lucha Extrema.
• Pregunta: ¿las dos situaciones son motricidad?
7. trabajo para casa:
a) reflexión sobre el ejemplo;
b) buscar en la/s biblioteca/s todo lo que se encuentre sobre las palabras escritas en la
pizarra. Realizar una completa revisión bibliográfica, anotando las definiciones de los
diferentes autores y tomando nota del campo de procedencia del autor;
c) exponer una definición personal de “motricidad”.

1. Resumen día anterior.


2. Se juntan dos grupos:
a) un grupo cuenta al otro, el procedimiento llevado a cabo en la búsqueda bibliográfica
b) qué encontramos
c) compartir la reflexión
d) exponer en público lo obtenido
3. Reflexión en grupo sobre el ejemplo dado el día anterior:
• para quién es lo mismo?
• para quién es diferente?

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La Corporeidad

• comentario de la profesora sobre el concepto de motricidad como construcción humana y


por tanto basado en la ética de una determinada cultura.
4. La profesora explica algunos modelos de los componentes de la motricidad humana.
5. Se explica el procedimiento para preparar los trabajos de los temas específicos de la
asignatura.

Aportaciones de los alumnos.

Aportaciones de los alumnos:


!. DEFICINICIONES:
1.1. CUERPO:
Tal como se expone a continuación podemos encontrar varias definiciones de
cuerpo:
"parte material de los seres animales" (Diccionario Xerais da Lingua)
"es lo físico, un cuerpo puede ser un animal, un hombre, un objeto; se
diferencia de la corporeidad en que se puede ver, tocar" (Rigal, motricidad
humana)
"es lo que tiene extensión limitada y produce impresión en nuestros sentidos
por cualidades que le son propias" (Diccionario de la Lengua Castellana)
"entendido como objetivo es la parte de un espacio perceptivo, mensurable,
sensible con envoltura tangible, suficiente, perecedera, temporal, en oposición
al espíritu, pisquis, mente abstracta, elevada, perpetua y atemporal" (Chokler:
los organizadores del desarrollo psicomotor)
En teoría lo único que podemos definir como cuerpo humano es lo que
transciende del cuerpo orgánico, pero para describir las sensaciones,
pensamientos y sentimientos, tenemos que hablar de corporeidad; nuestro
siguiente apartado.
1.2. CORPOREIDAD
Ahora abordamos un término que resulta mucho más difícil de comprender: la
corporeidad. Las acepciones encontradas son las siguientes:
"es algo que se encuentra dentro del cuerpo, podemos decir que es el conjunto
de receptores que reciben del mundo exterior y que permiten responder a
dichos estímulos para ejecutar acciones, respecto al mundo exterior" (Rigal:
motricidad humana).
Para Schopenhauer "los cuerpos animados ejecutan movimientos gracias a la
corporeidad que se expresan un motivo, sin embargo los cuerpos físicos
(inertes, objetos) están sometidos al principio de causalidad"
El cuerpo se va conformando en corporeidad a través de la acción y de la
percepción sensorial y cuando aprendemos a sentir y a pensar en ese
momento es cuando vamos tomando conciencia de nosotros mismos.
1.3. MOTRICIDAD
Como en los casos anteriores, hemos encontrado distintos significados para
este concepto.
"Conjunto de funciones que permiten los movimientos" (Rigal: motricidad
humana)
"Engloba el conjunto de mecanismos fisiológicos implicados en la ejecución de
movimientos por el cuerpo o sus segmentos" (Thinés y Lempereru)
"La motricidad, en las más variadas formas de la ejercitación física, es el punto

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de partida inmediato, un instrumento específico y dominante del maestro, con


cuya ayuda intenta influenciar, formar y educar al ser humano en su totalidad"
(Meinel y Schnabel: teoría del movimiento)
"La motricidad se desencadena en función de la obtención de un fin y un
resultado, de un programa, de un efecto, que obviamente la anteceda y
justifica, convirtiéndola en praxis" (Da Fonseca: ontogénesis de la motricidad)
"La motricidad es en sus características específicas, un producto de la vida
humana, en especial al trabajo" (Meinel y Schnabel: teoría del movimiento)
"La motricidad presta especial interés a la prestación y dirección de los
movimientos, desde los ámbitos neorofisiológico y psicomotor (perspectiva
desde el análisis del movimiento, la cinesiología).
"La motricidad, comprendida aquí como motricidad humana, abarca por el
contrario, la totalidad de los procesos y funciones del organismo y la regulación
psíquica (psicomotricidad) que tienen por consecuencia el movimiento humano.
Un acto motor representa por su parte:
a) un componente o forma de conducta regular, planeada conscientemente,
cuyo resultado (objetivo) se prevé mentalmente;
b) un proceso conducido y regulado sobre la base de sistemas regulativos
sensomotrices;
c) un complejo de procesos fisiológicos y bioquímicos (procesos energéticos)
que provocan el movimiento (externo) por medio de contracciones y
relajaciones musculares;
d) cambios de lugar del cuerpo y /o sus partes, o sea movimientos desde el
punto de vista de la mecánica " (Meinel y Schnabel: teoría del movimiento)
La palabras movimiento y motricidad humana contienen por consiguiente dos
aspectos del mismo fenómeno en el marco de la actividad humana. En cierta
forma se puede hablar de su aspecto externo e interno. Sin embargo, es muy
difícil trazar un límite claro.
1.4. MOVIMIENTO
Se puede definir como:
"cambio en la posición de un cuerpo, de un lugar a otro o de una postura a
otra" " (Meinel y Schnabel: teoría del movimiento)
"comprendido aquí como movimiento humano y a menudo como movimiento
específicamente deportivo. Es el comportamiento externo, ambiental de la
actividad humana el cual se expresa en los cambios de posición del cuerpo
humano o de sus partes y en la interacción de fuerzas mecánicas, entre el
organismo y el medio ambiente" " (Meinel y Schnabel: teoría del movimiento)
"movimiento entendido como una acción motora y/o un aspecto ideacional
anticipativo; sin movimiento no hay desarrollo ni pensamiento" (Da Fonseca:
ontogénesis de la motricidad)
2. CONCLUSIONES:
Tras ésto, sólo nos queda exponer las conclusiones a las uque ha llegaod el
grupo:
En cuanto al dilema cuerpo-corporeidad, todos tenemos claro que el cuerpo es
algo físico, tangible, palpable y que la corporeidad se encuentra dentro de él.
Se puede decir que todo es cuerpo, pero la corporeidad nos hace conscientes
de que tenemos un esquema corporal; es exclusiva del hombre, es lo que nos
diferencia, nos hace humanos.
Por otra parte, ante el debate movimiento-motricidad, creemos que un
movimiento (por ejemplo un objeto que se cae) es un hecho aislado, sin un fin.

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La Corporeidad

Sin embargo, darle un significado cuando nos movemos para conseguir algún
objetivo en concreto estamos hablando de motricidad.

Cuerpo
Corporeidad

Movimientos Motricidad
(Alex González, César Crende, Antonio Liste, Pablo Fadeville, Juan Fernández,
Daniel Campanero; curso 1999-200

4. Bibliografía específica.

BRANDÂO CAVALCANTI, K. (1997): Perspectivas pedagógicas em educaçâo física:


Motricidade/Corporeidade como referencia epistemológica. En GUEDES (Org) (1997):
Actividad Física: Uma abordagem multidimensional. Joao Pessoa
CAMERINO, O. Y MIRANDA, J. (1996): La recreación y la animación deportiva.
Sonrisa y esencia de nuestro tiempo. Salamanca: Amaru
CHRISTOFOLETTI, J. (1998): Natureza: Um caminho para o corpo lúdico. Foz do
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CSIKSZENTMIHALYI, M. (1997): Fluir (flow). Una psicología de la felicidad.
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GOMES DE FREITAS OLIVIER, G (1998): Corpo vivido-corpo no mundo: A
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