Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica, acerca del propósito que debemos cifrarnos para el nuevo año.
Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica, acerca del propósito que debemos cifrarnos para el nuevo año.
Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica, acerca del propósito que debemos cifrarnos para el nuevo año.
MEDICO ACUPUNTURISTA Doctor en Medicina y Cirugía en la Universidad Central del Ecuador Especialización de dos años de postgrado en la República de China en ACUPUNTURA Y MOXIBUSTIÓN
“Siempre pa’ adelante”
Tomando en cuenta que un año más de vida es un gran regalo divino, un privilegiado permiso de estadía, debemos empezar el 2019 con ese deseo profundo y enorme de mejorar o de cambiar, pues hoy no lo dejemos escapar porque no todos los días lo sentiremos, reunamos todas las fuerzas y toda esa ilusión para comenzar un mejor año de vida. El futuro lo construimos en el día a día de nuestro presente, mediante nuestras palabras y acciones, que, si las fortalecemos y las hacemos conscientes, creativas y constructivas, veremos que somos dueños de nuestro destino, pues la vida no es casualidad, sino causalidad, no es “suerte”, es sacrificio, disciplina, voluntad y perseverancia, Los obstáculos y las caídas son sólo situaciones para aprender y superarlos, que la seguridad y la confianza superen al miedo y a las culpas. Me gusta un dicho caribeño que dice: “Siempre pa’ adelante, pa’ atrás ni pa’ impulso”. Cada uno de nosotros tenemos algo que contar, algo que queremos olvidar, que al recordar ya no nos haga daño, quizás pasamos por una desgracia o un evento desgarrador que nos produjo rencor y de éste tal vez lastimamos a alguien. La vida no es perfecta, son sólo lecciones que Dios nos ofrece día tras día, lo más importante es saber superar nuestras desgracias y si logramos ver a través de los ojos de Él diremos: ¡No me resignaré, quiero una vida mejor, quiero luchar, quiero volver a empezar! La vida sólo hay tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud, como resignación o como una pasión llena de desafíos. Cada uno de nosotros es el resultado de lo que pensamos: si pensamos que el mundo es un infierno, lo será, si pensamos que este mundo es un gran argumento, una gran razón para el cambio radical positivo, lo será. Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una pasión con convicción, sentirnos parte de las buenas obras... ¡De nosotros depende! El inicio de un nuevo año es el momento para reunir las fuerzas para comenzar el mejor año de la vida, en el trabajo, la familia y en nosotros mismos. Siempre podemos escoger entre vivir el mundo tal cual lo conocemos o cambiarlo en el que deseamos, la decisión al final es de cada uno según decida ejercitar o no su libre albedrío. Salvando las enfermedades mentales de la conducta y del comportamiento, genéticas y/o ambientales, cada uno elige la vida que quiere para su futuro, el que hace bien las cosas con perseverancia, sacrificio y voluntad no tendrá más tarde que arrepentirse, pues se dice que la mejor forma de predecir el futuro es creándolo. Lo que verdaderamente debe preocuparnos es ¿Cómo estoy aprovechando mi vida?, ¿Cuáles son mis prioridades?, ¿Cuáles son los valores que presiden mis acciones? Casi siempre cuando una puerta se cierra, otra se abre. Pero con frecuencia miramos tanto a la puerta cerrada que no somos capaces de ver la puerta que se ha abierto frente a nosotros. La principal causa de la infelicidad no es la situación, son nuestros pensamientos sobre ella, pues la vida es 10% de lo que nos ocurre y 90% de como reaccionamos a tal o cual situación. Para lograr grandes cosas, no solo debemos actuar, también debemos soñar, no solo es necesario planear, también debemos creer ya que nunca es demasiado tarde para ser la persona que podrías haber sido. En la base de toda gran conquista siempre se encuentra la perseverancia. Detrás de cada gran idea hay mucho trabajo, que a menudo no se ve, pero es lo que marca la diferencia entre cumplir un sueño y quedarse a mitad. Por eso, si tenemos grandes proyectos, debemos ser conscientes de que tendremos que realizar grandes sacrificios en términos de tiempo y energía. La mejor manera para no perder la brújula durante el camino, es asegurarnos de ser nosotros mismos e intentar superarnos cada día, con modestia y humildad sacar nuestra mejor versión. La motivación externa, material no dura, la motivación intrínseca con pundonor y amor propio es una enorme fuente de energía que se recarga fácilmente. Se dice que no puede dar nada quien no tiene nada… Los líderes políticos, religiosos, y todos aquellos hombres y mujeres que tienen suficiente poder para influir en las masas, esperamos que se motiven a renacer su conciencia para restablecer una convivencia armoniosa, en paz, que resulta no sólo posible, sino inevitable. Nuestra idiosincrasia, impuesta por esta globalización, ha convertido esta sociedad en zoociedad, de solapada inconformidad permanente, de salvaje mercantilismo, la prisa por ser “rico”, el agobio, la desconexión afectiva, los problemas financieros, la vulnerabilidad emocional, la ansiedad, la irritabilidad, la intolerancia, el complejo de superioridad/inferioridad, el fomento del egoísmo individualista en base a la polarización de los niveles económicos, nos está engullendo, arrebatándonos el amor al prójimo, el sentido de comunidad, de humanidad, nuestro juicio cabal, nuestra prudente cordura, inmovilizando nuestro sentido de esfuerzo, haciéndonos creer que progreso, adelanto y superación tienen que ver sólo y exclusivamente con obtener bienes materiales envenenando nuestro sentido de hacer el bien y presionándonos a ser deshonestos, injustos, explotadores y cada vez más insatisfechos. ¡Feliz año de corazón a todos!