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HISTORIA Y CIENCIA DESDE JUAN CRUZ CRUZ

1. La historia
En el antiguo griego se pronunciaba historia para hacer referencia a la investigación
científica o descripción de las cosas.1 En un primer momento significo la narración de la
historia de los animales, minerales, etc. Luego dio un brinco, ya no teniendo sólo en cuenta
lo anterior, sino puso interes a los sucesos acontecidos del ser humano; hablando ahora de
los hechos religiosos, civiles. Pero ha de surgir la pregunta ¿Existe algun sentido en recordar
los hechos históricos?
El hombre se percata del mundo y de sí mismo, se sabe que esta inundado de
instituciones, reacciones, leyes, restricciones, religión, tradición, historia, sin darse cuenta
que fue forjado por su entorno, que está arraigado con severa profundidad en su vida
psicológica que no se siente extraño a ellas.2 El hombre está tan envuelto en su entorno que
cuando entra en contacto con otras tradiciones, no puede evitar ver la dierencia y hace
comparaciones. Se pregunta por la verdad, a lo que hay pues relación existente con la
reflexión filosófica.
Para conocerse a sí mismo, el hombre ha de estar en buscada de conocer su pasado,
interrogando a las generaciones que le han precedido el por qué así de las instituciones y no
otras, es decir, por qué ha recibido estas tradiciones y no otras. La historia nace de la
curiosidad de sí mismo del hombre, de conocer lo que hay detrás del presente. «Somos
historiadores porque somos herederos»3.
Hacer investigación historica supone tener imaginación, no entiendose la capacidad
de hacer de los relatos novelas ficiticias con desarrollo creativo, y supuestos no verdaderos,
sino entendiendose algo más complejo que la elaboración de una narrativa comercial, a lo
que sería: «imaginar lo que sucedió realmente exige mayor contracción de espíritu que
inventar sucesos fantasticos»4 A lo que es pues, la capacidad de recrear los hechos con todo
lo implicado o aportado por medio del contexto.

1
Cfr. Cruz, J. Filosofía de la historia, EUNSA, España, p. 11
2
Íbid, p.11
3
Cruz, J. Filosofía de la historia, EUNSA, España, p. 11
4
M. De Unamuno, Historia y novela, 1811; Cfr. Cruz, J. Filosofía de la historia, EUNSA, España, p. 11
Esta en el hombre el impulso de comprender el pasado para entender que fue
preparación del presente. Este deseo por conocer las vinculaciones que los hechos humanos
tienen en el tiempo (historia) va ligado de un impulso a la comprensión del significado que
tales sucesos tienen en el ser humano y su destino; a este impulso responde una «teoría de la
historia»5.
La filosofía de la historia no se ha de confundir con la historia de la filosofía, puesto
que no trata vivienciar la realidad histórica; y no es tampoco un relato de historia con sucesos
sino más bien es buscar la esencia y sentido de la historia en dos vertientes «acaecer real» y
«narración de ese acaecer»6
¿Cuál es la esencia de realidad histórica? Se pregunta Juan Cruz en su libro. Y se
refiere que la realidad histórica ofrece forma, configuración, que es la permanencia del
pasado en el presente. La realidad histórica es propia de los actos, de la operatividad humana.
Es decir, a los que incluyen los sieuintes elementos: temporalida, libertad y socialidad. A lo
primero haciendo referencia a lo que no es repetible. El segundo a la capacidad del hombre
de tomar decisiones que dejarán una marca, lo inesperado de su realizar. El tercero aludiendo
la historicidad exclusivo a lo social, apartando lo individual y aislado. En esta última, puede
resultar conflictuante, puesto que, habrá quien consideré sucesos personales tan importantes
o hechos aislados como dignos de ser historicos y no es así, la historia va unida a un contexto
social, no individual.
El hombre por su libertad se encuentra abierto a posibilidades. Eligiendo una se
cierran las demás posibilidades, pero, creando con su decisión otro marco de posibilidades.
El ser humano opta en las elecciones de un futuro considerando las opiniones basadas
anteriores a su generación y acciones o sucesos eficaes aun en su presente, es decir, que es
esencial del hombre como ser histórico tener siempre presente la historia. No es ajeno de ella
aunque este así lo quisiera. No puede escapar y dar una mirada hacia atrás para considerar el
camino que ya le han dejado sus predecesores. Le inquieta el futuro y con ello recurre al
pasado para ver su presente y encontrar las mejores decisiones de su libertad.
El pasado como pasado no es consitutivo formal o esencial de lo histórico; lo es en
tanto que es fecundo, que influye en el presente. Lo verdadero histórico no es simplemente

5
Cfr. Cruz, J. Filosofía de la historia, EUNSA, España, p. 13
6
Íbid. p. 13.
el pasado, sino que es el pasado influyendo en presente, y es claro que no todo el pasado es
así .
Se corre el riesgo de creer que el pasado es a la memoria, reduciendola a un mero
recuerdo. El problema sería hacer de la historia sólo una narración. Sin embargo, no es esta
la fundamentación de la historia, es decir, no es sólo recordar el hecho, sino como pervivencia
realmente en el presente7

2. La verdad del juicio histórico


La historia no es perfecta, pero si perfectible ya que, continuamente se corrigen hechos que
son probables y se aportan nuevas circunstancias. Cada momento histórico o acción del
sujeto, surge en un ambiente espiritual como social, es decir, posee un estilo de vida.8 A lo
cual el historiador al momento de realizar su investigación queda marcado por su «estilo de
vida». Esa marca ha de tratar de corregirse con la observación y crítica propia de un buen
trabajo de estudio. Esta indagación histórica ha de tener por inspiración un grado de
confiabiliad y exactitud: «la suficiente para restituir aquel hecho a su intrahistoria propia, a
su estilo de vida original»9. El historiador es buscador y se debe apoyarse en el testigo, quien
es fuente de relato, o más bien con un suficiente numero de testigos para tratar alcanzar una
visión global del pasado. Es un estilo de dialectica hegeliana: el primer testigo aporta, un
segundo amplia el conocimiento, el tercero posibilita una mayor comprensión de los
anteriores y asi sucesivamente. El relato histórico no será absoluto, pero siempre susceptble
a incrementar su acierto a la realidad pasada.10
El hecho histórico carece de certezas metafísicas o físicas, más posee una certeza moral, ya
que refiere a los hechos libres del hombre11. Pero no por ello siginifca que se pretenda que
es un juicio moral. Se limita el juicio [histórico] a dar cuenta de enseñanzas morales. La
historia entonces es, para identificar mejor, es un conocimiento por las acciones libres
efectuadas por el hombre. 12

7
Íbid. p.20
8
Íbid. p.51
9
Íbid p.51
10
Íbid. p. 52
11
Íbid. p.52
12
Íbid. p. 52
3. La historia como ciencia
La ciencia clásica exigía que el saber fuera argumentación a comprobarse, que
remitiese a sus razones de conclusión de manera coherente.
En la ciencia se busca lo universal y necesario, y sin embargo, es claro que en la
historia hay un reto imposible por lograr ya que es imposible deducir los hechos de
universaliad.
En el caso de que la historia tuviese sentido absoluto, es sólo posible en el final de los
tiempos: unicamente cuando la historia estuviera acabada existiría un curso objetivable.13
Cuando los hechos pasados sigan produciendo efectos en el presente, imprevisibles, no es
posible establecer leyes de uniformidad con validez general.
A considerar en el problema la historia como ciencia, se considera la aportación de
los filósofos griegos: Platón y Aristóteles. Para el primero sería no επιστεμε (verdad) sino
δοζα (opinión). En el segundo sería más bien a la τεχνη (técnica) cuya función es exaltar la
gloria una persona o pueblo.14
Juan Cruz señala que el problema de la historia se ciñe, o ha ceñido, es en la
universalidad del objeto, a lo cual para comprobar la historia como verdadera ciencia, y no
mera opinión, o técnica, utiliza el ejemplo siguiente: “César cruza el Rubicón”. Y para
recordar el sentido de la verdad se vuelve al atributo: en cuanto una cosa es, no puede a la
vez no ser. Hay que exaltar que si la afiramción de la existencia es necesaria, será falsa su
negación. Dos tipos de necesiad: 1) antecedente, necesidad fundada en sus causas y;
consiguiente, necesidad fundada en un sucedido, que fue así y no de otra manera. Si la
existencia se debe a lo primero no se puede hablar de un dato histórico. La segunda, afirma
un hecho, e incluye un dato espistemológico, fue así y no de otra manera.
Lo segundo a señalar por Juan Cruz es que de los hechos humanos se puede adquirir
afirmaciones, certezas válidas para todos. No en conceptos, pero si en datos con valor
irreirerables, : “cruza el Rubicón” es una expresión o proposición tan valida para todos, como
la ley de la gravedad. No se puede que el cruze del Rubicón es ya una verdad cuando ha
sucedido así.

13
Íbid. p.53
14
Íbid. p.54
Lo tercero es la verdad duradera. No es el lapso del tiempo de lo sucedido lo que da
la duración de la verdad sino el hecho cierto. Así pues, el cruze del Rubicón que sucedió más
de diez siglos no ha de dejar ser verdadero, puesto que no es lapso de segundos, minutos,
horas del momento a considerar sino más bien el contenido de la expresión, en este sentido
sería la adecuación de la mente a la realidad, así pues, cruzo el río y fue verdadero porque
sucedió así y no de otra manera, si no fuese esto cierto, sería falso.
Por último, la historia logra seguridad en su conocer. En la historia se considera
primariamente la verdad del juicio singular acompañada de la adhesión de la mente al real
15
despliegue humano. La historia es conocimiento explicativo, según las exigencias de su
objeto, que es pasado y no observable directamente.

Objeciones hacia la historia


Se objeta que la historia no posee la certeza de las ciencias positivas, porque no accede
a la observación directamente de los hechos estudiados, es decir, el historiador sólo posee
testigos del fenómeno pasado, restos y no puede experimentar con los datos, no llega repetir
los momentos para analizarlos tal cual es en las ciencias positivas.
Contra esta postura, el método del historiador coinide sustancialmente con el de la
ciencias positivas ¿por qué? Porque el trabajo del historiador no parte de hechos completos
que reflejan en su mente, sino que se aproxima lentamente a la real de la historia desde la
actitud reflexiva, intelectual.16
El historiador para comenzar su investigación ha de tener formulada una
problemática, lo que conlleva a realizar un método para aumentar el conocmiento, entrando
en contacto cona archivos, que libera operaciones de critica e intepretación. El historiador
pregunta a lo investigado, a la respuesta se podra decir que tiene un hecho, que no es dato
inicial, sino el resultado de un trabajo de elaboración de manera analoga a las ciencias
positivas.

15
Íbid. p.55
16
Íbid. p. 56
Para que un hecho sea científico bien elaborado necesita estar precedido de dos
operaciones: 1) plantear problemas y formular hipótesis. La observación es ya interpretar.17
Porque el historiador es capaz de observar y plantear preguntas y formular hipotesis es ya
abstraer la realidad. No hay pues verdadero historiador sino se busca un resultado. No se
busca a lo que salga, sino más bien, se tiene ya un presupuesto sobre el cual caminar, citando
textualmente el texto de Juan Cruz :
«No se plantea problemas -dice L. Febvre-, o planteandoselos no formula hipótesis
para resolverlos, está atrado con respecto al último de los campesinos. Porque los campesinos
saben que no es conveniente llevar a los animales a la buena de Dios para que pasten en el
primer campo que aparezca: los campesinos apriscan el ganado, lo aten a una estaca y le
obligan a pacer en un lugar mejor que otro. Y saben por qué»18.
No se ha de pretender que la historia, o más bien el historiador, ha de comenzar en un
sendero oscuro, sino que más bien siempre va acompañado de una guía que conducirá hasta
el final. En el camino la hipótesis a seguir siempre podrá ser modificada a perfeccionar, sin
embargo, no quita el punto de partida creado por el esfuerzo del historiador.19
La tarea del historiador es pues comenzada por una cuestión, que seguirá el momento
de comenzar una investigación seria, reunión de documentos, archivos, etc., a lo cual reunira
grado de credibilidad del analisis hecho. La pregunta frente a los datos revelados por la
investigación tiende siempre a transformarse.20
Hay una verdad encontrada por parte de la historia, pero, no por ella absoluta,
imperfeccionable, al contrario, como se ve afectada por la «historicidad» es finita, inacabada,
perfectible.

17
Íbid, p.56
18
L. Febvre, Combates por la historia, p. 44; Cruz, J. Filosofía de la historia, EUNSA, España, p. 56
19
Íbid. p.56
20
Íbid. p,57
Conclusión
A forma de concluir, habrá pues considerar la ciencia no sólo como una manera
narrativa del pasado, de la cual se puede recordar conforme a hechos y sucesos por parte
del hombre. No es la intención de estudiar un hecho histórico. El filósofo al contrario
historiador, ve en el dato histórico la influenza que perdura en el presente. No es pues
simple anecdotas con fin de conocer el pasado.
La ciencia positiva consiste en un método; la historia tiene el propio suyo a manera
de analogía de las positivas. Luego es ciencia. El sujeto que parte no lo hace desde el vacío,
hay ya algo que lo precede o más bien guía. Es la razón por la cual en la historia hay
manera de encontrar verdad, puesto que hay indagación en lo que se desea llegar. Es decir,
la historia, tiene un presupuesto con lo cuál pretende llegar a una conclusión. Y esta verdad
no ha de querer pretender ser «absoluta» pero si «perfectible» y es que es esto la condición
del hombre. Conoce finitamente, ninguna ciencia ha de pretender alcanzar el conocimiento
pleno de la realidad, y mucho menos de la histórica.
No son los hechos aislados los que hacen lo histórico, sino lo social, y cuan errado
puede estar el sujeto de la actualidad que pretende hacer conmemorativo todo suceso, por
eso, siempre es recordar que es lo social, o mejor, dicho, es la actividad social (abierta) con
trascendencia capaz de influenciar el futuro en sus decisiones para ser considerada como un
suceso digno de estudiar. No es estudiar el pasado por simple capricho. Mucho se entiende
del presente mirando el presente. La historia nos presenta una sintesis del presente. Es un
esqueleto que esta conformado de distintas acciones o decisiones que conforman el
presente.

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