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Grupos de ayuda mutua: una respuesta alternativa en la practica... 195 GRUPOS DE AYUDA MUTUA: UNA RESPUESTA ALTERNATIVA EN LA PRACTICA DEL TRABAJO SOCIAL SONIA RODENAS PICARDAT. “rabajadora Social. Coordinadora de la See de Elche de la Asocacién Cudadana cons el SIDA ée a provincia de Alicante (A.CoS.PA). 1, INTRODUCCION cesde hace varios afios vengo aplicando en diferentes reas del trabajo social, como son las drogodependencias y el trabajo con enfermos afectados porel VIH/SIDA, un tipo statar en mis encuentros con n, resulta por todos conoci- do, pero poco empleado por no saber exactamente en qué consiste. Ast, y acogiéndome al nombre de la revista que public la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Alicante, he deci do escribireste articulo en base a mi experiencia y ala teoria a partir de la cual me he ido formando, para asi poder brindar a los profesionales, «que lo deseen una respuesta ALTERNATIVA a los problemas y necesi- dades que presentan algunos de nuestros usuarios, La evolucién de nuestra profesién ha hecho que, todavia hoy en dia, el enfoque principalmente individual tenga un peso considerable en {a prictica del trabajo social. Y aunque progresivamente, influenciados por las recientes circunstancias que nos rodean y por las nuevas cortientes provenientes de otros paises, de otras profesiones y de los propios trabajadores sociales, el segundo nivel de intervencién, es decir, el grupal, se emplea cada vez més, aiin no se recurre al mismo lo que se deberia y se podrfa, Una muestra de ello es la formacién en Jos campos de précticas donde los alumnos suelen intervenir en su gran mayorfa en el primer nivel. Con todo ello, el resultado es que los traba- adores sociales disponen de una cherramienta» que en numerosos ca- sos resulta muy eficaz, aunque poco empleada. Y dentro de este tipo de respuesta se encuentra el GAM. Y el otro motivo, ya dentro de esta clase de grupo, por el cual los profesionales suelen tener dificultades a la hora de llevarlo a la précti- ca, es que tratan de hacerlo de un modo terapéutico cuando su finali- dad no es ésta, 0 de incluirse ellos en el mismo cuando su lugar no es, ése, Sin embargo, me gustaria aclarar que no por no participar directa- 196 Sonia Rédenas Picardat ‘mente en los GAM, éstos dejan de tener una relacién muy estrecha con ‘nuestra profesién como quedaré aclarado tras la lectura del articulo, 2. ,QUE ES UN GRUPO DE AYUDA MUTUA?! Como cualquier grupo, el GAM es una pequefia reunién de perso- nas. Pero en este caso, sus miembros se retinen de forma voluntaria y ibre, movidos por la necesidad de dar respuesta o encontrar tna solti- ci6n a un problema compartido por todos ellos, de afrontar y superar ‘una misma situacién conflictiva, 0 de lograr cambios personales y/o sociales. En este tipo de grupo, no estd presente ningiin profesional externo (al menos que el grupo lo llame de forma puntual para pedirle algtin tipo de informacién técnica). Sus componentes se ayudan los tunos a los otros a través de las interacciones que, entre ellos y en el ‘marco del grupo, se producen. De ello deducimos que este tipo de gru- po facilitael crecimiento individual de sus miembros en cuanto a asun- cidn de responsabilidades y adquisicién de nuevos valores, ya que fa- cilita la toma de decisionés pero nunca decide por el otro 0 le da la respuesta a su problema. Por otro lado, sus miembros aprenden a escu- char, a valorar los problemas de los demés y a ayudarles. Los GAM proporcionan principalmente apoyo emocional y, ocasionalmente, ma-. terial. La autoayuda es pues un estilo de entender la comunicacién. 3. COMO FUNCIONA? Los GAM estén formados por un grupo de personas que se retinen sin la presencia de un profesional. Y ello porque una de las premisas de los GAM es que todos sus miembros se sittien al mismo nivel y no sean dirigidos. La presencia de un profesional, aunque éste quisiera situarse a la misma altura que los dems miembros, impediria el co- rrecto funcionamiento del grupo, puesto que generalmente los otros ‘componentes piensan que sus aportaciones pesan més y tienen tenden- cia a dirigirse a él y no al conjunto de los asistentes. Ello sin olvidar que, en la préctica, al profesional le es dificil desligarse de su papel directivo. ‘Los propos de ayuda matua también pueden encontrar to el nombre de: Grupo de autoayuda Grupo de auteapoyo Grupo de soporte Grupos de ayuda mutua: una respuesta alternativa en la prictica..._| 197 Sin embargo, para poder funcionar correctamente, hace falta la pre- sencia de una persona que posibilite la marcha del grupo. De entre los miembros del grupo, y elegido por éste de forma democratica, surge la figura del facilitador cuyas funciones son: a) La de moderador, imando las asperezas que puedan existir entre las personas y potenciando la participacién de todos los miembros; a veces, ciertas personas mds timidas 0 reservadas no participan y ello zno es conveniente ni para ellas, que no pueden compartir su problema, desahogarse y tratar de encontrar una solucién al mismo, objetivos Ultimos de los GAM, ni para los demis, porque no s6lo no reciben ayuda por parte de esas personas sino que pueden llegar a experimen- tar una sensacién de vacfo, de «desnudez>, de entrega sin recibir nada a cambio. Es decir, en esta clase de grupos, la base, como ya hemos visto, es la interaccién entre sus miembros. Si, por algdn motivo, la retroalimentacin resulta deficitara, ello perjudica gravemente el buen funcionamiento del grupo. Esta cuesti6n es delicada y requiere de una gran habilidad por parte del que leva el grupo, pues tampoco se puede forzar a las personas a hablar. Una buena forma de «enganchar» a los miembros no participa- tivos es la de hacerlo a través de la comunicacién no verbal. También hay que comprender que cada personas tiene su momento y que hay dias mejores que otros. Pero siempre hay que tener en cuenta que el GAM se ha de llevar a cabo entre todos. Puede entonces surgir la duda de cmo una persona, que no ha reci- bido una formacién profesional, puede dirigir convenientemente el gru- po. Por una parte, y al ser elegido por el propio grupo, se supone que la figura del facilitador surge de entre uno de sus Ifderes, lo cual facilita Ja tarea. Por otra, 1o id6neo es que esa persona haya recibido una for- ‘macién previa por parte de la organizacién a la que pertenece y/o a través de cursos de formacién de voluntariado. b) La de nexo de unién entre el interior y el exterior del grupo, invi- tando a los profesionales y/o haciendo posible que entre Ja informa- cidn que el grupo necesite y demande o que salga aquella que facilite las necesidades del grupo, posibilitando el contacto de este grupo con otros, haciendo que el grupo se dé a conocer para que otros interesados sepan de su existencia o facilitando la llegada de nuevos components. Con relacién a este diltimo aspecto, diremos que, puesto que la con- fianza es la base de estos grupos, hay que ayudar a ese nuevo miembro ‘a romper el hielo y a integrarse, pero también hay que lograr que el propio grupo se abra a él y le deje un espacio. Y ello no siempre es facil. Por un lado, porque las personas ya estén acomodadas al grupo conformado hasta el momento y readaptarse cuesta y, por otro lado, porque supone un breve retroceso y una repeticién cada vez que uno ‘nuevo se incorpora.

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