Você está na página 1de 4

D

euteronomio 8:17-18 No se te ocurra pensar: “Esta riqueza es fruto de mi


17

poder y de la fuerza de mis manos.” 18 Recuerda al SEÑOR tu Dios, porque es él


quien te da el poder para producir esa riqueza; así ha confirmado hoy el pacto
que bajo juramento hizo con tus antepasados.
Estos son dos versículos que nos recuerdan a todo nuestro ser, que nuestra
fuente de poder, que nuestra fuente de fortaleza, que nuestra fuente de
productividad, que nuestra fuente de riqueza, es el SEÑOR nuestro DIOS.

Es Dios quien nos ha creado y nos ha traído a la tierra en estos años, en estos
siglos, para que cumplamos con Sus Propósitos durante la permanencia en la
tierra, y para ello ÉL es la fuente de dotación de nuestro potencial a nivel
espiritual, a nivel de dones y talentos, a nivel de recursos y bienes materiales.

Como hemos aprendido: ÉL es el Dueño de todo y nosotros solo ejercemos como


mayordomos, y debemos ser mayordomos fieles.

Y la fidelidad incluye el vivir siendo conscientes que DIOS creó todo por medio del
Señor Jesucristo y nosotros fuimos creados para alabar, honrar y glorificar a
DIOS Padre, a DIOS Hijo y a DIOS Espíritu Santo. Y somos fieles cuando no
pensamos que las obras que hacemos son fruto de nuestro poder o de la fuerza
de nuestras manos, sino que le damos crédito a DIOS por habernos dotado de
todo el potencial para llevar a cabo las tareas a las que ÉL nos ha llamado a
realizar junto con ÉL y bajo su cobertura.

Por lo anterior podemos asegurar que si alguien nos ha dicho ó han llegado a
nuestra mente pensamientos que aseguran que no servimos para nada, que no
valemos nada, que no llegaremos a nada, que no podemos, eso no es verdad.
Pues DIOS nos ha creado y dotado de lo necesario para honrarlo y glorificarlo a
ÉL llevando a cabo lo que ÉL nos asigne aún hoy y mañana en nuestros años
dorados.

Si DIOS nos asigna una tarea para hacer o para hablar o para prestar algún
servicio ÉL ya nos ha dotado del poder necesario para que la llevemos a cabo y a
buen término.

¡CON EL PODER DE DIOS, YO TAMBIÉN PUEDO!

1 Pedro 4:11 11 El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de
Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios.
Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el
poder por los siglos de los siglos. Amén.
No debemos permitir que situaciones de fracaso en el pasado bajen
nuestra estima, pues como hemos escuchado debemos hablar o hacer con el
convencimiento que lo hacemos con la dotación que Dios nos ha dado o nos dará
en el momento de nuestra oracción, si lo hacemos con la intención en nuestro
corazón de alabarlo, honrarlo y glorificarlo.

Si a DIOS le confesamos nuestra debilidad y le pedimos Su Ayuda para llevar a


cabo la tarea que nos ha asignado, ÉL nos la dará pues es fiel a Su Palabra que
nos asegura que todo lo podemos en ÉL que nos fortalece.

No debemos sacar excusas como “No tengo buena salud”, “No tengo 20
años”, “Me da miedo hablar en público”, “Ya no tengo fuerzas”, “Mis mejores
épocas ya pasaron”, “Loro viejo no aprende a hablar”, etc. Y al final expresar o
pensar: “Mejor que lo haga otra persona.”

No abriguemos sentimientos ni pensamientos de incompetencia.


Dios nos hace competentes.
¡CON EL PODER DE DIOS, YO TAMBIÉN PUEDO!

2 Corintios 12:9 9 pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se
perfecciona en la debilidad.» Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de
mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.

Otro obstáculo que a veces aparece es el miedo, es el temor al fracaso, o


pensamos “no estoy a la altura”.

Nuestros enemigos no quieren que seamos siervos útiles a DIOS, y es por esto
que no debemos dejarnos amedrentar, sino al contrario aceptar el llamado de
DIOS y obedecerle a ÉL confiando en que Su Poder, Su Amor y el fruto del
Espíritu Santo nos acompaña, y se hace evidente, cuando aceptamos y decidimos
serle obediente.

2 Timoteo 1:7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder,
de amor y de dominio propio.

Nos debe quedar clarísimo que tenemos espíritu de poder, de amor y de dominio
propio, para vencer cualquier miedo que los enemigos pretendan infundirnos y
paralizarnos para que no utilicemos nuestro potencial espiritual, ni el potencial de
dones y talentos ni el potencial de recursos. Al contrario si nuestra decisión es ser
excelentes administradores el SEÑOR se encarga de limpiarnos de todo obstáculo
y nos guía para que utilicemos todo el potencial del que nos ha equipado.

¡CON EL PODER DE DIOS, YO TAMBIÉN PUEDO!


Para poder ser esos instrumentos que Dios está buscando, ser esos fieles
mayordomos, debemos disponer nuestra vida y nuestro corazón para que ÉL nos
moldee y poseamos el carácter del Señor Jesucristo.
¿Qué se requiere de nosotros los doraditos? Los requerimientos básicos son:

1.- Que levantemos la mano para expresarle “¡Envíame a mi!”

Isaías 6:8 8 Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A quién enviaré? ¿Quién
irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!
Isaías respondió sin conocer con exactitud en qué consistiría el trabajo, pero él confiaba
en Dios. Lo mismo debemos hacer nosotros, responder al llamado que ÉL nos haga.

2.- Humildad
1 Pedro 5:5-6 5 Así mismo, jóvenes, sométanse a los ancianos. Revístanse todos
de humildad en su trato mutuo, porque «Dios se opone a los orgullosos, pero da
gracia a los humildes». 6 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para
[a]

que él los exalte a su debido tiempo.


Sabemos que necesitamos de la Gracia que da Dios, para llevar a cabo las tareas
asignadas por ÉL, por lo tanto debo mantenerme humilde para no oponernos a
Dios y en cambio recibir Su Gracia.

Caso JAP, cuando renunció a una empresa por falta de humildad a pesar de las
bendiciones que había recibido de DIOS, y no lo reconocí en ese momento. Y me
volvieron a llamar unos años adelante y no acepté.

3.- Pureza

1 Timoteo 2:8 Quiero, pues, que en todas partes los hombres levanten las
manos al cielo con pureza de corazón, sin enojos ni contiendas.
Para mantener nuestra vida en pureza debemos mantener las cuentas bien claras
con Dios y esto lo logramos por medio de la confesión inmediata y el
arrepentimiento sincero y genuino. Si permitimos que el pecado permanezca en
nuestras vidas nos conduce al impedimento de ser útiles, pues en este estado se
adormece nuestra sensibilidad espiritual y no deja actuar al poder del Espíritu
Santo.

4.- Obediencia
Juan 3:21 En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se
vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.
La obediencia a Dios es el resultado de poner en práctica la verdad contenida en
Su Palabra y revelada por el Espíritu Santo, estos nos asegura que nuestra vida,
nuestra casa se está construyendo sobre la Roca y estamos más cerca de Dios.
Escucharemos su llamado, entenderemos las tareas asignadas y haremos las
obras en obediencia a ÉL.

¿Qué tarea Dios te ha encomendado y no le has obedecido?


Jorge A. Porras: atención a las pymes manufactureras
¿Cuál de los obstáculos mencionados, ó cuál otro, te han impedido llevar a cabo
la tarea?
Jorge A. Porras: “No tengo un buen nivel de conocimiento de la herramienta”
¿Qué actitud no has dispuesto para ser ese instrumento que Dios tiene en ti?
Jorge A. Porras: Humildad y obediencia para tomar un curso que me capacite
bien.
¿Con qué dones y talentos te ha dotado Dios, y qué buen uso les estás dando, ó
deberías darle?
Jorge A. Porras: El de aprender y resolver problemas, y un espíritu de
colaboración.
¿Con qué recursos te ha dotado Dios, y qué buen uso les estás dando, ó deberías
darle?
Jorge A. Porras: Tiempo y pensión.

¡CON EL PODER DE DIOS, YO TAMBIÉN PUEDO!

Recordemos que Dios en Su Palabra nos dice que aun en la vejez, cuando
estemos peinando canas, ÉL nos sostiene, nos cuida, nos libra, nos mantiene
vigorosos y lozanos, porque ÉL nos asegura que daremos fruto.

Você também pode gostar