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El jabón de cal es un antiguo recurso, muy barato, que garantiza la nula penetración
de la humedad a través de una pared exterior.
Todas las paredes de mampostería que están en contacto con la tierra en sus
cimientos, no tienen suficiente sol diario o se encuentran expuestas a los elementos sin
defensa, sufren en relativamente poco tiempo, filtraciones de humedad que favorecen
la proliferación de hongos, bacterias y la penetración del agua hacia el interior de la
construcción.
Manchones de humedad en la pared, las criptoflorescencias
También el uso de aguas salobres o arenas salitrosas en el levantamiento de la misma
pared, afecta los compuestos calcáreos al entrar en contacto con el agua, formando
otros compuestos que aumentan su volumen. Esto trae como consecuencia el
desprendimiento de los revoques comunes e incluso socava la estructura interna de la
pared.
En otros casos, los compuestos ferrosos solubles latentes en los revoques se
manifiestan los días de humedad cristalizando sobre la superficie y producen
eflorescencias con el aspecto de una pelusa blanca, así como manchones
desagradables conocidos con el nombre de criptoflorecencias.
El jabón de cal permite no sufrir estas inconveniencias
Un método tradicional de impermeabilizar esas paredes y evitar esta serie de
inconvenientes es el uso del jabón de cal en la argamasa para revocarlas. Es un
método utilizado en Europa desde la Edad Media y durante cientos de años ha
permitido la supervivencia de construcciones casi precarias.
La argamasa para revoque de esta pared problema reemplaza la cal por el compuesto
llamado jabón de cal, en una parte, además de tres partes de arena lavada, una parte
de cemento portland y agua en cantidad suficiente. Si se quiere mejorar aún más el
producto, se aconseja agregar a la mezcla media parte de silicato de sodio (llamado
vidrio soluble), pero no es indispensable.
Preparación del jabón de cal
Los componentes de este compuesto son la cal viva y la grasa bovina, en una
proporción de 4 a 1.
En un recipiente metálico se calienta la grasa o cebo y en otro se coloca parte de la cal
viva. Se moja hasta la mitad los terrones de cal viva (recuerde trabajar con guantes y
protección ocular, pues este producto es peligroso al contacto con piel y mucosas, por
reaccionar fuertemente a la presencia de humedad).
En muy poco tiempo, se nota un florecimiento del mineral y un calentamiento del
agua. Se continúa agregando cal y agua para dilatar el proceso de “apagado”, mientras
se va incorporando también la grasa bovina, ya líquida. Todo se lleva a cabo
revolviendo la mezcla con una madera, con el fin de obtener una mezcla homogénea
del compuesto.
Como resultado final, debe quedar una masa compacta y uniforme, que se empleará
en vez de cal común en la mezcla general de revoque.
Recomendaciones para un buen acabado del revoque de la pared
Cuando se prepare la argamasa de acuerdo con la fórmula dada, debe utilizarse
enseguida. Si después de aplicada se tiene planeado pintar esa pared con pinturas de
látex o de cal, antes de que se seque debe aplicarse por lo menos un blanqueo de cal a
fin de que después se fijen las siguientes manos.
Si no se procede de esta manera y se deja secar la pared, resultará que las siguientes
manos de pintura ya no “muerden”, y cuando se seca, se descascara y cae, pues la
terminación del revoque es liso y muy poco poroso.
EN LA IMPERMEABILIZACIÓN
Al igual que con las pinturas, existen diversas fórmulas y técnicas de
impermeabilización, aquí nos basaremos en una de las técnicas más efectivas que
utilizan cal, jabón de cebo animal y alumbre.
Aplicación del Alumbre (Diluida en agua)