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Impermeabilización de paredes con jabón de cal

Sábado, 02 de Julio de 2011 16:53 Orlando Ampuero

El jabón de cal es un antiguo recurso, muy barato, que garantiza la nula penetración
de la humedad a través de una pared exterior.
Todas las paredes de mampostería que están en contacto con la tierra en sus
cimientos, no tienen suficiente sol diario o se encuentran expuestas a los elementos sin
defensa, sufren en relativamente poco tiempo, filtraciones de humedad que favorecen
la proliferación de hongos, bacterias y la penetración del agua hacia el interior de la
construcción.
Manchones de humedad en la pared, las criptoflorescencias
También el uso de aguas salobres o arenas salitrosas en el levantamiento de la misma
pared, afecta los compuestos calcáreos al entrar en contacto con el agua, formando
otros compuestos que aumentan su volumen. Esto trae como consecuencia el
desprendimiento de los revoques comunes e incluso socava la estructura interna de la
pared.
En otros casos, los compuestos ferrosos solubles latentes en los revoques se
manifiestan los días de humedad cristalizando sobre la superficie y producen
eflorescencias con el aspecto de una pelusa blanca, así como manchones
desagradables conocidos con el nombre de criptoflorecencias.
El jabón de cal permite no sufrir estas inconveniencias
Un método tradicional de impermeabilizar esas paredes y evitar esta serie de
inconvenientes es el uso del jabón de cal en la argamasa para revocarlas. Es un
método utilizado en Europa desde la Edad Media y durante cientos de años ha
permitido la supervivencia de construcciones casi precarias.
La argamasa para revoque de esta pared problema reemplaza la cal por el compuesto
llamado jabón de cal, en una parte, además de tres partes de arena lavada, una parte
de cemento portland y agua en cantidad suficiente. Si se quiere mejorar aún más el
producto, se aconseja agregar a la mezcla media parte de silicato de sodio (llamado
vidrio soluble), pero no es indispensable.
Preparación del jabón de cal
Los componentes de este compuesto son la cal viva y la grasa bovina, en una
proporción de 4 a 1.
En un recipiente metálico se calienta la grasa o cebo y en otro se coloca parte de la cal
viva. Se moja hasta la mitad los terrones de cal viva (recuerde trabajar con guantes y
protección ocular, pues este producto es peligroso al contacto con piel y mucosas, por
reaccionar fuertemente a la presencia de humedad).
En muy poco tiempo, se nota un florecimiento del mineral y un calentamiento del
agua. Se continúa agregando cal y agua para dilatar el proceso de “apagado”, mientras
se va incorporando también la grasa bovina, ya líquida. Todo se lleva a cabo
revolviendo la mezcla con una madera, con el fin de obtener una mezcla homogénea
del compuesto.
Como resultado final, debe quedar una masa compacta y uniforme, que se empleará
en vez de cal común en la mezcla general de revoque.
Recomendaciones para un buen acabado del revoque de la pared
Cuando se prepare la argamasa de acuerdo con la fórmula dada, debe utilizarse
enseguida. Si después de aplicada se tiene planeado pintar esa pared con pinturas de
látex o de cal, antes de que se seque debe aplicarse por lo menos un blanqueo de cal a
fin de que después se fijen las siguientes manos.
Si no se procede de esta manera y se deja secar la pared, resultará que las siguientes
manos de pintura ya no “muerden”, y cuando se seca, se descascara y cae, pues la
terminación del revoque es liso y muy poco poroso.

EN LA FABRICACIÓN DE PINTURAS CASERAS DE ALTA


CALIDAD
Existen muchas formulaciones tradicionales y otras contemporáneas, aquí nos vamos a
basar en una formulación moderna vinílica para usos en interiores y exteriores de alto
desempeño y gran poder cubriente.
En una cubeta de 19 litros, agregue agua hasta ¾ de la cubeta y adicione un tercio de
saco de cal (aproximadamente 8kg), revuelva vigorosamente y una vez homogenizada
la lechada agregue un litro de sellador vinílico del tipo 5X1, si desea agregar color
adicione el mismo que sea colorante para cal o para cemento, también se pueden
utilizar pigmentos inorgánicos de cualquier tipo, complete el agua a los 19 litros y
revuelva hasta tener una pintura perfectamente uniforme, queda lista para la
aplicación, se recomienda aplicar con cepillo o brocha de fibra (Ixtle), se recomienda
utilizarla de inmediato y no almacenarla; es excelente como fondeo en blanco ya que
tiene una alta blancura y su poder de opacidad es muy elevado, puede aplicarse sobre
cualquier pintura vinílica, acrílica o epóxica existente y puede utilizarse de base para
las mismas.

EN LA IMPERMEABILIZACIÓN
Al igual que con las pinturas, existen diversas fórmulas y técnicas de
impermeabilización, aquí nos basaremos en una de las técnicas más efectivas que
utilizan cal, jabón de cebo animal y alumbre.
Aplicación del Alumbre (Diluida en agua)

La superficie a impermeabilizar deberá encontrarse limpia y húmeda, no es


recomendable utilizar la técnica sobre superficies con impermeabilizantes asfálticos, es
muy recomendable sobre superficies de losas de concreto, enladrillados, terminados en
afinados de cemento, pisos autonivelantes, acabados cerámicos o de barro y vigueta y
bovedilla.
La formulación se basa en 100 litros pero puede dividirse o multiplicarse de acuerdo a
los metros a impermeabilizar, el rendimiento esperado es de al menos 100 m2.
Se requiere un saco de cal, 8 pastillas de jabón de lavandería (amarillo, de cebo
animal) y 1 kg de alumbre.

Cal hidratada, Jabón Amarillo y Piedra Alumbre para la Impermeabilización

De preferencia con anticipación de 2 a 3 días se pone por un lado a disolver el alumbre


en aproximadamente 19 litros de agua (previamente molido o quebrado) y por otro
lado se corta el jabón y se pone también a disolver en 19 litros de agua.
En un recipiente de al menos 100 litros de capacidad se agrega agua hasta ¾ partes y
se adiciona un saco de cal (25 kg), se mezcla hasta tener formada una suspensión y se
completa el aforo a los 100 litros.
El alumbre disuelto se divide en dos y se toma una parte, se diluye hasta en 50 litros
de agua y se aplica con escoba o cepillo por toda la superficie.
Acto seguido se divide igualmente el jabón y se diluye para su aplicación
distribuyéndolo en toda la superficie, se deja reposar 5 minutos.
Se revuelve vigorosamente la lechada de cal y con un recipiente pequeño se comienza
a asperjar sobre toda la superficie, por medio de la escoba se barre la lechada y se
distribuye sobre toda la superficie de tal manera que se aplique aproximadamente la
mitad de la lechada, dependerá el tipo de superficie el rendimiento pero el mínimo
promedio es de 100 m2.
Se deja reposar hasta que comience a haber superficies secas y se repite el
procedimiento.
Si la técnica es ejecutada adecuadamente se logran superficies con vidas útiles de al
menos 5 años, aunque recomendamos contactar a la ANFACAL para aclarar cualquier
duda sobre la utilización de la tecnología.

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