Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Santiago 4:17 dice: "Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado".
Dios quiere que seamos libres del pecado, pero nosotros podemos tomar dos actitudes frente al
mismo:
a) Echarle la culpa a otros, tal como lo hizo Adán, quien culpó a la mujer por su
pecado. Génesis 3:12: "...La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y
yo comí".
b) Nos permite testificar con poder. Es irreal decir a otras personas que se
arrepientan de sus pecados si nosotros tenemos situaciones que arreglar con Dios.
El apóstol Pablo, a pesar de estar en el banquillo de los acusados, pudo mirar
fijamente a los ojos de sus acusadores y predicarles, porque tenía una buena
conciencia (Hechos 23:1).
- Leamos el Salmo 32:1-7. Allí, David describe la dicha del perdón. Señala que el
hombre que ha sido perdonado es feliz. En su espíritu no hay engaño, porque no tiene
nada que esconder.
- Mientras que él no confesó, sino que calló, sus huesos se envejecieron; es decir, hubo
una consecuencia física y también espiritual y emocional, ya que su verdor se convirtió
en sequedades de verano. Sin embargo, cuando él declaró su pecado recibió el perdón
de Dios y comenzó a entonar cánticos de liberación. Este es el efecto espiritual que
produce la confesión.
B.- RESTITUIR
Restituir es poner la situación, hasta donde sea posible, tal cual estaba antes
de mi pecado. Levítico 6:4 y 5.
1. "Lo hago mañana". Es importante tener cuentas cortas con Dios y con
nuestro prójimo. Debemos arreglar lo más pronto posible esa situación.
Cuando nos demoramos, corremos el peligro de olvidarnos y la situación
permanecerá sin resolver.
2. "No tengo dinero". Aunque esto sea así, debemos ir a nuestro acreedor y
explicarle la dificultad haciéndole saber nuestra intención de pagar. Debemos
enfrentar la situación y no huir de la misma. Seguramente, podremos
llegar a un nuevo arreglo con nuestro acreedor. Dios nos honrará.
3. "Fue algo muy chiquito" o "Fue hace mucho tiempo". Pero si Dios lo trae a
nuestra conciencia es importante confesarlo para ser libres de condenación.
4. "La otra persona tuvo más culpa que yo". Nuestra responsabilidad es
confesar la parte en que nosotros hemos pecado. Si la otra persona no
reconoce su culpa, es una situación entre esa persona y Dios.
5. "Para qué confesar si lo voy a hacer otra vez". La confesión implica un
rechazo al pecado y al poner a éste en la luz seremos más fuertes para vencer
dicho pecado en nuestras vidas.
EXAMEN DE CONCIENCIA
- A continuación damos una lista de algunos pecados que pueden estar atándonos. Esta
lista es sólo a vía de ejemplo. El Espíritu Santo puede guiarnos a otras situaciones no
contempladas aquí.
Falta de perdón.
Rebeldía y desobediencia.
Calumnias y chismes. Palabras groseras.
Robo. Incluye la no devolución de lo que nos fue prestado y la falta de pago
de los diezmos.
Inmoralidad sexual. Incluye los malos pensamientos en esta área.
Mentiras. Incluye las medias verdades y las mentiras "blancas".
Vicios.
Actitudes de orgullo. Incluye el no pedir perdón por la ofensa cometida.
CONCLUSION
Una vez realizados estos pasos, sólo nos queda perdonarnos a nosotros mismos,
tomando la promesa del Señor que dice: "¿Qué Dios como tú, que perdona la
maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para
siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.
PREGUNTAS
* El perdón.
* El tiempo a solas con Dios.
* El temor de Dios.