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Ese crimen contra los intereses de la Patria, esa traición contra el legado del
Presidente mártir, y todos los patriotas que hicieron posible nuestra segunda
independencia, tiene nombre y apellidos.
Acaso el principal entre esta gavilla de sujetos, por ser el ideólogo y arquitecto de
la argucia que permitió iniciar la segunda desnacionalización del cobre, se llama
José Piñera Echenique, autor intelectual de la Ley Orgánica Constitucional 18.097
sobre Concesiones Mineras, de enero de 1982, como antes lo fue del Código
Laboral y del sistema privado de pensiones.
La singular ley lleva la firma del jefe de Estado de facto y de los singulares
“parlamentarios” de la época, vale decir, Augusto Pinochet U., José Toribio Merino
C., Fernando Matthei A., César Mendoza D. y César Benavides E. Como Ministro
de Hacienda oficiaba Sergio de Castro S. y en el de Minería, lo hacía Hernán
Felipe Errázuriz T.
En grado de autoría directa, también cabe mencionar a Hernán Büchi B., Rodrigo
Alamos M. y Arturo Marín V., integrantes de la comisión redactora.
Grado de complicidad les cabe a José María Eyzaguirre E., Enrique Correa L.,
Enrique Ortúzar E., Eugenio Valenzuela S., Julio Philippi I., José Vergara V.
y José R. Larraín C., integrantes del Tribunal Constitucional que le dio la pasada a
la ley.
Para que se entienda la gravedad del asunto, Escondida registró cinco mil 325
millones de dólares de utilidades en 2006, con un 63,4% de rentabilidad sobre el
capital, mientras que sólo en el primer trimestre de 2007, se embolsó otros mil 135
millones de dólares. Esos guarismos la situaron como la tercera entre las
empresas latinoamericanas de mejores resultados, inmediatamente después de
las brasileñas Petrobras y Vale Río Doce.
Programa traicionado
Piñera sabía que eso es una falacia, y ahí están los números para demostrarlo.
En 2006, Codelco, con un tercio de la producción, tuvo excedentes por 9 mil 215
millones de dólares, la totalidad de los cuales traspasó al presupuesto nacional.
Esas cifras bastan para demostrar el “negocio” que ha hecho el país con la
desnacionalización encubierta del cobre.
Doble militancia
Entre ellos cabe mencionar a Jorge Bande B, Juan Eduardo Herrera, Roberto
Souper R., Iván Valenzuela R., Patrick Cussen M., Carlos Vignolo, Owen Guerrini
G., Isabel Marshall L., Juanita Gana Q., Gustavo Lagos C., Joaquín Vial R., José
Luis Mardones Santander y Juan Carlos Guajardo.
Para muestra, solo algunos botones.
Iván Valenzuela Rabi fue Subsecretario de Minería entre 1990 y 1994, es decir,
participó en la elaboración de la Ley 19.137. Desde marzo de 1994 a marzo del
2000, desempeñó la Vicepresidencia de Exploraciones y Asociaciones Mineras de
Codelco, es decir, era el responsable de negociar las ventas de las pertenencias
mineras de Codelco, justo cuando se enajena El Abra. Luego, hasta 1999,
aparece figurando en el directorio de la Compañía Minera Los Andes, una
sociedad mixta entre Codelco y la transnacional AMP, dedicada a la exploración y
prospección de minerales en Chile, y desde ahí salta a otra empresa mixta público
privada, toda vez que en 2004 aparece como gerente general de Alliance Copper
Limited, un joint venture de Codelco y BHP, dedicado a la biolixiviación de
concentrados de cobre. O sea, no es que este señor haya alternado cargos a
ambos lados del mostrador, sino que los desempeñó de manera simultánea,
aparentemente con interesantes réditos personales.
Pero acaso el caso más emblemático sea el de Jorge Bande Bruck. Ingresó a
Codelco en 1974, donde se desempeñó durante todo el período de la dictadura en
la Gerencia de Ventas. En el Gobierno de Aylwin fue promovido a la
Vicepresidencia de Desarrollo, desde la que participó en la elaboración de la Ley
19.137 y la enajenación del porcentaje mayoritario de El Abra. Expulsado de
Codelco a consecuencia del “davilazo”, pasó a ser gerente general de la filial AMP
Chile Investment, en cuya calidad participa en la creación de la Compañía Minera
de Los Andes, en asociación con Codelco. Luego, pasó al directorio de otra
empresa generada por la privatización de una dependencia de Codelco, como la
Central Termoeléctrica de Tocopilla, de la ex división Tocopilla, actual
Electroandina. No por ello ha abandonado su vocación por el “servicio público”.
Nombrado por Ricardo Lagos como Director de la Empresa Nacional de Minería,
la actual Presidenta, Michelle Bachelet lo repuso en el directorio de Codelco.
Otros ilustres integrantes del club de la doble militancia son Eduardo Loyola, que
de ex Subsecretario del Trabajo en el gobierno de Aylwin, pasó a Codelco, y de
ahí a la minería transnacional, donde llegó a ser Gerente General del Consejo
Minero; Nelson Pizarro, ex Gerente de División de Codelco, reclutado por el Grupo
Luksic, para su proyecto Los Pelambres; Juan Salazar, asesor internacional
Ministerio de Hacienda, que de Director General económico de la Chancillería,
pasó a la Vicepresidencia Regional de BHP Billiton; Francisco Tomic, quién desde
Cyprus Amax y el Consejo Minero pasó a Codelco; Sergio Jarpa, quién desde la
gerencia general de Minera El Indio, de Barrick Gold, pasó a la Vicepresidente de
Codelco Norte; Marcos Lima, que de Presidente Ejecutivo de Codelco, pasó a
vender servicios como asesor de compañías transnacionales, entre ellas,
Escondida, y la actual Ministra de Minería, Karen Poniachick, que llegó al cargo
impulsada por sus contactos con las transnacionales, adquiridos durante su
desempeño como Directora de Asuntos Empresariales y Financieros del Council of
the Américas, institución dedicada a promover el comercio y las inversiones entre
Estados Unidos y América Latina, y como Vicepresidenta Ejecutiva del Comité de
Inversiones Extranjeras durante el gobierno de Lagos.