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Grupo 3. La praxeología como proceso.

(Ver y Juzgar)

Praxeología y praxis están íntimamente ligadas, aunque no obedezcan a las mismas lógicas. La praxis
es la ejecución de técnicas en coherencia con finalidades (lógica tecnológica); la praxeología, por su
parte, es la construcción de saberes de la acción (lógica científica). El objeto principal de la
praxeología es la elaboración, experimentación y validación de modelos de acción que sean útiles
para la gestión de la praxis: permite formalizar, validar y programar lo que generalmente se hace de
modo espontáneo, intuitivo y empírico. Ahora bien, para lograrlo, el enfoque praxeológico –que se
sitúa en el cruce de la investigación teórica, de la investigación–acción, de la investigación aplicada
e implicada, y es, además, un método multireferencial y pluridisciplinario– supone cuatro fases o
momentos, las cuales se desarrollan a continuación.

La fase del VER

Esta es una fase de exploración y de análisis/síntesis (VER) que responde a la pregunta: ¿qué sucede?
Es una etapa fundamentalmente cognitiva, donde el profesional/praxeólogo recoge, analiza y
sintetiza la información sobre su práctica profesional y trata de comprender su problemática y de
sensibilizarse frente a ella. En esta primera etapa la observación condiciona el conjunto del proceso:
retomando los datos, se trata de establecer una problemática que, por una parte, supone que la
práctica, tal como es ejercida, puede mejorarse, y, por otra, que exige una comprehensión (una
segunda mirada) que no aparece espontáneamente y que implica un segundo momento. Las
preguntas planteadas al observador se resumen así: ¿quién hace qué?, ¿por quién lo hace?, ¿con
quién?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo? y ¿por qué lo hace?

Es, pues, la fase empírica o experimental, bien si nos encontramos ante una práctica espontánea e
intuitiva, o, al contrario, ante una praxis claramente pensada y controlada en su desarrollo. En
ambos casos, el profesional/praxeólogo está frente a una acción, sea práctica espontánea o praxis,
de la cual debe comprender sus elementos, su racionalidad, su desarrollo en el tiempo y su eficacia
en función de los objetivos, a veces mal formulados o incluso sin formular, o, al contrario,
claramente definidos.
Si bien el objetivo praxeológico es el mismo en los dos casos (a saber: construir saberes y modelos
de acción transferibles), las dificultades a las que se verá enfrentado el profesional/praxeólogo y los
métodos de comprensión que deberá adoptar no van a ser los mismos. En el caso de las prácticas
espontáneas e intuitivas, las más frecuentes, tendrá que interactuar con practicantes (o él mismo
será uno de ellos) que no podrán fácilmente elaborar la racionalidad de una acción que ellos no han
construido formalmente. Su trabajo será, entonces y a la vez, descriptivo, intuitivo e interpretativo,
es decir, comparable al del etnógrafo que investiga, detrás de las prácticas, el sentido oculto que los
actores mismos no alcanzan a producir. Muy probablemente encontrará pocos documentos escritos
que definan los objetivos, las metodologías y los medios; que describan las fases del trabajo o que
prevean las formas de control y evaluación; todo esto, obviamente, no quiere decir que los modos
de acción que se estén ejecutando no sean pertinentes o no merezcan ser modelizados.

Al contrario, en el caso de una acción que se presente como praxis manifiesta, elaborada y
reflexionada, el profesional/praxeólogo tendrá a la mano datos que apoyarán el proceso de
análisis/síntesis: documentos escritos, discursos elaborados por los practicantes, resultados de
evaluaciones y, en ciertos casos, usuarios asociados a la acción que pueden ser, a la vez, sujetos y
objetos de dicha acción. Frente a esta característica manifiesta de un saber-hacer demostrado, el
quehacer praxeológico tendrá que ejercer una mirada crítica sobre el discurso, los métodos y los
resultados; una mirada más incisiva, que busque las debilidades de la acción, más allá del discurso
de los practicantes de la misma, lo que permitirá juzgar su pertinencia para una nueva
experimentación en un contexto diferente. En todo caso, en esta primera fase, se trata de establecer
(construir) una problemática a partir de diversas técnicas de observación. Aunque no lo parezca, ni
normalmente lo hagamos así, es a la fase que hay que dedicarle más tiempo y esfuerzos reflexivos.
La fase del JUZGAR

Esta es la fase de reacción (JUZGAR) que responde a la pregunta ¿qué puede hacerse? Es una etapa
fundamentalmente hermenéutica, en la que el profesional/ praxeólogo examina otras formas de
enfocar la problemática de la práctica, visualiza y juzga diversas teorías, con el fin de comprender la
práctica, conformar un punto de vista propio y desarrollar la empatía requerida para participar y
comprometerse con ella. Es la fase paradigmática, pues le corresponde formalizar, después de la
observación, experimentación y evaluación (fase empírica o experimental), los paradigmas de la
praxis, es decir, los modelos transferibles de acción que permitan que otros practicantes la puedan
realizar. A título de ejemplo se pueden señalar algunos modelos de acción educativa que se han
popularizado y transferido por todas partes: la repetición/memorización como medio de
aprendizaje, las pedagogías activas de Freinet, las ciudadelas de los niños como experiencia de base
de la ciudadanía y de la responsabilidad democrática, el análisis y el debate sobre las películas en
los cine-foros, la expresión libre y la creación colectiva en los talleres de teatro, entre otros. En todo
caso, ningún modelo de acción es universal ni permite responder a la multiplicidad y complejidad
de las situaciones educativas; de ahí la necesidad de buscar experiencias y de enriquecer el potencial
del saber-hacer.

¿Cómo se articula esta interpretación de la práctica profesional? Cuatro momentos dimensionan


este eje hermenéutico/paradigmático. El primero consiste en problematizar la propia observación,
porque cada uno tiene sus “lentes de sentido” que, conscientemente o no, condicionan su manera
de ver, de comprender y de actuar. Problematizar aquí consiste en identificar los propios lentes,
puesto que los problemas que hemos detectado tienen relación con nuestra visión del mundo, del
hombre, de la sociedad, de la educación, etcétera. El segundo momento conduce a la formulación
de una hipótesis de sentido, lo que supone que estamos dudando de la realidad tal y como fue
formulada y problematizada en el momento de la observación: sospechamos que otra cosa es
posible, que nuestra capacidad creadora e innovadora puede gestar otra acción. El tercer momento
busca formular los discursos (pedagógico, filosófico, sociológico, entre otros) que confirmarán la
situación tal como fue descrita luego de la problematización; corresponde a lo que, en otros
esquemas investigativos, se llama el marco teórico e implica una búsqueda bibliográfica básica. El
cuarto momento invita a un retorno a las fuentes, retorno crítico, distante y riguroso de lo que hasta
ahora estamos acostumbrados a hacer. Y no se trata de recurrir a la tradición para justificar el actuar
deseado; por el contrario, la mayor parte de las veces la elección de las fuentes y su análisis riguroso
obligan a una reformulación de la propia problematización. El conjunto de este proceso conducirá
a un intento de interpretación que llevará a percibir intuitivamente las acciones que hay que
promover para reorientar o mejorar la práctica profesional.
Estrategia de socialización:

Realicen un video en donde exalten el o los conceptos más relevante del tema asignado. El video
debe contar con las siguientes características:

1. Duración máxima: 50 segundos.


2. Todos los miembros del equipo deben aparecer en él.
3. Tengan en cuenta la calidad de imagen y sonido.
4. El video debe ser subido en Twitter por uno de los miembros del equipo usando el hashtag
#docentesuniminutotolima2019, con los nombres de los integrantes.

Una vez el equipo haya visto todos los videos de sus compañeros, deben escribir una reflexión
final corta en la misma red social usando el m ismo hashtag (#docentesuniminutotolima2019)

Anímense a visitar nuestro hashtag en cualquier momento de la actividad para ver los recursos allí
disponibles.

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