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https://www.dw.com/es/agricultores-sicilianos-se-adaptan-al-cambio-climático-cultivando-
frutos-tropicales/a-46999546
"Quería escribir un nuevo capítulo en la historia agraria de Sicilia", cuenta. "Se trataba de
adaptación y visión de futuro".
Así que Passanisi arrancó las plantas viejas y plantó otras nuevas. Fundó Sicilia Avocado, una
empresa de cultivo ecológico y sostenible, que 17 años después exporta aguacates, maracuyá
y limones australianos a toda Europa, e incluso a China.
Aunque afirma que los consumidores aún no están acostumbrados a negocios exóticos como
el suyo, cree que tanto los consumidores como los empresarios están comenzando a
comprender lentamente que la adaptación al clima también ofrece algunas oportunidades.
La nueva situación es favorable para agricultores como Alberto Continella, en quien Passanisi
encontró un mentor para sus esfuerzos empresariales.
Su padre fundó una empresa exportadora de aguacate en los años 60, en una época en la que
estos cultivos eran muy desconocidos en Sicilia. Hoy en día, su huerto tropical es el más grande
de la isla y el hogar de exuberantes y verdes árboles de aguacate de 50 años de edad.
Con más de dos décadas de experiencia a sus espaldas, Continella está encantado de compartir
sus conocimientos.
"Los agricultores sicilianos suelen ser muy individualistas y evitan cooperar con otros en la
misma profesión porque temen la competencia", cuenta. "Nosotros defendemos lo opuesto.
Queremos dar a otros agricultores que quieran empezar a cultivar frutas tropicales el
conocimiento necesario para que no fracasen", explica.
Para nosotros, los olivos son tradicionalmente italianos pero, ¿asociaremos en el futuro el país
con el aguacate?
El agua es clave. Continella y Passanisi creen que trabajando juntos, los agricultores pueden
compartir los altos costes del agua y presionar de forma más eficaz para que se revise la
anticuada infraestructura de riego de la isla, que en la actualidad está desperdiciando agua en
lugar de distribuirla con sensatez.
Cuanto mejor comprendan los agricultores cómo utilizar las propiedades del microclima y del
suelo, mejor podrán plantar sus cultivos en los lugares que mejor se adapten a sus
necesidades.
La zona de la pequeña ciudad de Giarre, por ejemplo, situada entre el Etna y el Mar
Mediterráneo, ofrece agua suficiente para asegurar una cosecha de la fruta tropical que dio
nombre a la empresa Sicilia Aguacate.
"El suelo, enriquecido por las cenizas del Etna y la pureza del agua extraída de este subsuelo,
confiere a cada fruto propiedades organolépticas especiales y valiosas, y lo convierte en el
espacio ideal para el cultivo de estas plantas", explica Passanisi.
Alrededor del Etna, la generación de menores de 30 años siente la necesidad de ganarse la
vida en el campo, muchos lo hacen con frutas tropicales.
El empresario quiere "compartir esta nueva filosofía y espíritu emprendedor" y animar a las
generaciones más jóvenes a insuflar nueva vida a las viejas tierras familiares. Sin embargo,
también advierte en contra de subirse al carro tropical sin conocimiento. Según Passanisi,
muchos futuros agricultores se asustaron debido al cambio climático. "Pensaron que eso
resolvería sus problemas económicos". No obstante, la mayoría de las veces no tenían los
conocimientos prácticos ni la orientación para aplicar esos planes. Sabían poco sobre el clima y
sobre cómo adaptar sus cultivos a él.
Carlo Aranzulla es un agricultor de 25 años de edad, granjero de día y radiólogo de noche, que
ha desenterrado las tierras sin cultivar de su abuela en la provincia de Siracusa, al este de
Sicilia, para empezar su propia granja de naranjas y limones orgánicos. Aranzulla es
representante de Coldiretti, la asociación agrícola de Italia, y afirma que la generación joven
está interesada en tener éxito en el campo como medio de vida.
Ya existe un mercado para los productos tropicales de Sicilia en Alemania y Bélgica, pero los
consumidores locales se están adaptando cada vez más al sabor exótico de las frutas más
raras, como la annona y el guayabo.
Para Passanisi, es solo el comienzo de una nueva era en la agricultura siciliana. "Creo que esta
isla mediterránea puede ofrecer y ofrecerá algunas oportunidades interesantes de crecimiento
sostenible en el campo tropical", concluye, mientras desparece su silueta entre una arboleda
con vistas al Etna.