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1.- INTRODUCCIÓN
1
Según datos difundidos en las páginas de Cibereconomía, se espera que la consolidación del sector se
produzca entre los años 2004 y 2006 en los Estados Unidos. Para Europa la fecha se sitúa entre el 2006 y
el 2009. Por madurez del sector se entiende que más del 50% de la población esté conectada a la red y la
utilice casi a diario.
2
Según un estudio realizado por Pegasus Research (consultora independiente norteamericana) las tres
cuartas partes de todas las firmas que operan en Internet están funcionando con pérdidas.
Los parámetros en los que se apoya la valoración tradicional de empresas
basados en la relación precio/ganancia, no resultan aplicables por tanto a las empresas
de Internet, para las que conseguir tráfico, comunidad y marca supone tener un valor
intrínseco importante aunque no facturen nada. De acuerdo con Mascareñas, J [2001,
pág.1], el análisis de las empresas sin beneficios y con flujos de caja negativos debe
centrarse en la forma en que dichas empresas crean valor, sabiendo que al final lo que
importa es el potencial de ingresos de la empresa y su capacidad para convertirlos en
flujos de caja para los accionistas.
El presente documento de trabajo lo hemos estructurado en los siguientes
apartados: los problemas de una valoración absoluta, identificación de variables en la
valoración, la descripción de los métodos más destacados de valoración por
comparables y tendencias futuras en la valoración, y un estudio empírico para la
valoración de empresas de Internet por comparables a partir de variables cuantitativas
como la “satisfacción del cliente”, “la imagen de marca” y “la calidad del servicio”,
que con mayor importancia se han apuntado como factor clave del éxito de una empresa
de Internet. Para todas ellas presentamos la lógica difusa o borrosa como principal
sistema capaz de tratar éstas variables de modo formal, así como las posibilidades que
en el campo de la predicción se abren si se complementaran los resultados difusos con
el aprendizaje generado por una red neuronal.
De éste modo hemos pretendido seguir un lógico hilo conductor que permita
comprender las peculiaridades valorativas del sector y la problemática que ello implica
tratando, en la medida de lo posible, de incidir en los aspectos de mejora en el
tratamiento de las variables a manejar en dicha valoración a partir de técnicas novedosas
aunque de demostrada validez y utilidad.
Tratamiento borroso del intangible
en la valoración de empresas de Internet
1
El valor terminal o residual engloba todos los flujos de caja libres hasta el infinito existentes a partir del
último flujo de caja estimado detalladamente.
reales sostiene que es posible valorar ex ante alternativas de gestión de forma que se
pueda incorporar ese valor en el precio de mercado de las acciones. Pablo Fernández
[2001] coincide con estos planteamientos al afirmar que el descuento de flujos debe
complementarse, en algunos casos, con la valoración de las opciones reales pero
introduce una primera advertencia sobre el uso de esta teoría y es que no todas las
empresas de Internet disponen de opciones reales valiosas. Sostiene que una opción real
sólo aporta valor a una empresa cuando ésta dispone de alguna exclusividad para el
ejercicio futuro de dicha opción.
Entre los métodos de valoración relativa de empresas de Internet, destaquemos
la utilización de múltiplos ó valoración por comparables, los cuales se consideran
como una metodología auxiliar con respecto a la del descuento de flujos de caja libres, y
se basan en el supuesto de que la empresa a valorar debería comportarse de forma
similar a la media de las empresas de su sector, con lo que valora a las empresas de
forma indirecta en función del valor de sus competidoras (suponiendo que las haya) y
no de su capacidad generadora de recursos financieros líquidos.
Entre los múltiplos más utilizados destacaríamos :
1.- El PER (Price Earning Ratio): se define como el precio de las acciones de una
empresa dividido por los beneficios por acción de dicha empresa, y es una herramienta
muy usada por los analistas. Refleja la cantidad de euros que los inversores están
dispuestos a pagar por cada euro de beneficios, y está directamente relacionado con el
crecimiento esperado de la empresa. Este múltiplo permite estimar el valor de las
acciones de una empresa sin más que multiplicar el PER medio de las empresas de
referencia por el beneficio obtenido de cada acción de la empresa a valorar. El principal
atractivo del PER como herramienta de valoración es su simplicidad, pero sus
inconvenientes más destacados son:
-No siempre es fácil aplicar el PER medio de las empresas de referencia porque
no siempre las hay.
-Si toda la industria está sobrevalorada, el analista estará sobrevalorando
también a la empresa analizada.
-No sería aplicable el método en empresas que no obtengan beneficios sino
pérdidas (que constituyen la mayoría de las empresas de Internet).
2.- El PBR (Price to Book Ratio): se define como el precio de las acciones de una
empresa dividido por el valor en libros por acción de dicha empresa. El mayor problema
es que en las empresas de Internet el valor en libros de sus activos tiene muy poca
relevancia ya que la mayoría tiene pocos activos tangibles y su mayor valor reside en
los intangibles (capital humano, valor de la marca..) no reflejados en los libros de la
empresa.
3.- El PSR (Price to Sales Ratio) se define como el precio de las acciones de una
empresa dividido por las ventas por acción de dicha empresa, y refleja cuánto están
dispuestos a pagar los inversores por cada euro de ventas. Permite estimar el valor de las
acciones de una empresa sin más que multiplicar el PSR medio de las empresas de
referencia por los ingresos por ventas de la acción a valorar. Tiene el inconveniente
fundamental de que ignora los márgenes de beneficio, una variable importante para
valorar cualquier empresa.
4.- El MCV (Market Cap per Visitor): se define como el valor de mercado de una
empresa dividido por el número de visitantes de la página Web de dicha empresa, y
refleja cuanto valora el mercado al visitante promedio. El inconveniente principal es que
se ignora el beneficio generado por cada visitante.
5.- El PPV (Profit Per Visitor) se define como el beneficio neto generado por cada
visitante de la página Web de una empresa y tiene en cuenta todos los costes y
beneficios relevantes generados por cada cliente. El PPV destaca por su sencillez, y
considera variables importantes de valoración como ingresos, costes y números de
clientes. Sin embargo, a diferencia de los modelos tradicionales de valoración, no llega
al valor de una empresa a través de descontar los cash flows esperados a una tasa de
descuento ajustada por riesgo, que sería tal vez lo más correcto que se podría hacer.
6.- El EBITDA (Earning before interest, taxes, depreciation and amortization) se basa
en la idea de que el valor de la empresa es un múltiplo de sus beneficios antes de
amortizaciones, intereses e impuestos. Su aplicación a las empresas de Internet
[Mascareñas,2000] se basa en que al no disponer de recursos suficientes para hacer
frente al servicio de la deuda, no van a tener beneficios netos, ni impuestos ni capacidad
de amortizar sus activos fijos. Se está utilizando otra versión del EBITDA libre de
gastos de marketing para valorar las empresas de Internet de reciente creación para las
que los gastos de marketing constituyen una partida fuerte (a veces incluso superior a
los propios ingresos por ventas).
Se han utilizado otro tipo de indicadores de medición de la actividad
desarrollada por las empresas de Internet basados en la utilización de páginas Web que
pueden utilizarse para la predicción de ingresos:
a) Número de páginas vistas: representa el número total de páginas visitadas por
los distintos usuarios que acceden a la Web a lo largo del mes; un elevado
número de visitas puede ser un indicativo del éxito de la Web y podría traducirse
en determinados casos en ingresos. Sin embargo, ésta medida puede conducir a
predicciones erróneas ya que un elevado número de visitas no se traduce en
ingresos (como en empresas de comercio y banca electrónica).
b) Número de visitantes únicos: representa el valor de mercado de la empresa
dividido por el número de personas distintas que visitan un sitio Web en un mes.
c) Número de suscriptores: representa el número de usuarios que paga una cuota
fija para acceder a los contenidos de la Web ó bien el número de usuarios
registrados que pagan en función de los contenidos visitados. Este parámetro es
un indicativo del número de clientes reales de la empresa, por tanto también es
útil para la predicción de ingresos [Alonso, A.B y Laguna, P 2002].
Aparte de éstos tres indicadores se pueden emplear otros muchos como el tiempo
promedio de visita por persona, el número promedio de páginas vistas por persona, el
número de enlaces hacia la página Web,..etc.
Existe una opinión generalizada de que las compañías de nuevas tecnologías no se
ajustan fácilmente a los métodos tradicionales de valoración debido a diversos factores
como la falta de beneficios, la falta de historia, la dificultad de predecir los flujos de
caja futuros,..etc. Los nuevos métodos de valoración que se están imponiendo en la
actualidad los podríamos agrupar en Price to revenues y en Price to “eyeballs”2. En el
primero se recogen conceptos como la marca, la experiencia, y el segundo se basa en
comparables con respecto al volumen de tráfico de un sitio web. En su trabajo sobre
eyeballs y la valoración de compañías de Internet, Elizabeth K. Keating [2001] sostiene
que la valoración de negocios puramente virtuales, como portales o webs de contenidos,
sí debe atender principalmente a los beneficios que generan pero los e-tailers deben
valorarse en función de las páginas vistas. Otro trabajo destacado en la valoración de
empresas de Internet por nuevas metodologías es el realizado conjuntamente por
Rajgopal,. S, Cota, S y Venkatachalam, M. [2001], sobre la valoración de firmas de
Internet, en el que justifican la importancia del volumen de tráfico de un sitio web para
la valoración de la compañía. Pero también sigue habiendo defensores a ultranza de los
métodos tradicionales de valoración como el método de descuento de los flujos
2
Por eyeballs se interpreta el número de visitantes únicos de un sitio web.
previsiblemente generados por la compañía en un futuro como fuente de valor de ésta.
Higson, C. y Bringinshaw, J. [2000] de la London Business School, en su trabajo sobre
la valoración de las empresas de Internet, afirman que las reglas clásicas de valoración
son válidas para la nueva economía y sostienen que lo que falla es la capacidad para
predecir los flujos de caja de esas empresas; consideran que en aquellos casos en los que
se ha sobrevalorado una compañía se ha debido a que los analistas han cometido errores
fundamentales en aspectos como la sostenibilidad del modelo de negocio, la
rentabilidad o la inversión necesaria. Damodaran, A. [2002] se sitúa en la misma línea,
ya que para él la valoración es básicamente la misma sin importar el tipo de compañía
que se analiza proponiendo, eso sí, tres tipos de correcciones sobre la valoración
tradicional:
1.- Compañías que tienen resultados negativos: propone normalizar los beneficios o
ajustar los márgenes a los niveles que se consideren sostenibles.
2.- Compañías de corta o nula historia: ésta podría ser sustituida por información de
compañías comparables, aunque ésta solución plantearía el interrogante de si son
comparables las compañías. Podríamos encontrar datos sobre compañías dedicadas a la
misma actividad pero en diferentes fases de desarrollo, lo que representaría un abismo
en la certeza y confianza que puede generar una compañía; además, no hay comparación
entre una compañía cuyo objetivo de mercado sea global y otra que enfoque su
actividad en un mercado local.
3.- Empresas para las que no existen compañías comparables: será necesario en
éstos casos el entender cuál es el plan de negocio de la empresa y cómo va a generar
ésta una rentabilidad que supere a su coste de capital, es decir, que lo relevante en éste
caso, será el potencial de ingresos de la compañía y su capacidad para convertirlos en
flujos de caja para los accionistas [Mascareñas, 2001].
Schwartz y Moon [2000], plantean la utilización del Flujo de Caja Descontado
introduciendo en él probabilidades y simulaciones. El uso de estas herramientas se ha
ido extendiendo y, por ejemplo, Fernández (2001) realiza una valoración de Amazon,
utilizando el Flujo de Caja descontando con 10.000 escenarios probabilísticos.
En la mayoría de los estudios valorativos reseñados anteriormente los analistas
coinciden en señalar que uno de los aspectos más relevantes, en la consideración del
valor de una empresa de Internet, proviene de aspectos cualitativos de difícil
tratamiento, es por ello que las empresas de Internet no siguen un criterio clásico de
valoraciones, ya que uno de los factores clave es que su valor descuenta expectativas de
lo que puede ser la red en el futuro y, evidentemente, resulta difícil medir expectativas
por la componente de subjetividad que inevitablemente acompañará a tales
valoraciones. Sin embargo, podríamos considerar variables concretas que determinen de
forma estándar la valoración de una empresa en la red, variables que podrían quedar
agrupadas en tres apartados:
• Variables de Posicionamiento
• Variables de Gestión
• Variables de Funcionamiento
Para conocer el posicionamiento de la empresa en la red las medidas más
representativas son el tamaño de la base de datos de usuarios (registrados) de la empresa
y la calidad de ésta, el tráfico (generalmente medido por el número de accesos y valor
monetario), y la imagen de marca, y las barreras de entrada.
Cuanto mayor sea la base de datos de usuarios de la empresa que acepta envíos
periódicos de correo electrónico ó boletines y más información (calidad) se aporte sobre
los usuarios registrados tanto mayor será el valor estimado de la empresa. Así en los EE
UU se están valorando las empresas de Internet poniendo un precio por cada usuario en
su base de datos.
El tráfico es otra de las variables indicativas del posicionamiento de la empresa
evaluada en el sector al que ésta pertenece. El tráfico en la red se mide a partir de
[García, J 2002] el tiempo de permanencia en el website, la segmentación del usuario, la
evolución desde el inicio de las operaciones,...etc., poniéndolo en comparación con la
competencia y con servicios similares en otros países.
La imagen de marca es la variable en la que se capta la percepción por parte del
usuario de la marca de la empresa. Constituye pues una variable subjetiva y la única
forma de medirla es a través del marketing y publicidad hechos hasta ese momento, y la
presencia de la marca en los medios de comunicación.
Con la variable “barreras de entrada” se identifica el tiempo que la empresa o
servicio ha estado en la red sin competencia. Cuanto más tiempo haya estado la marca
en solitario mayor será la barrera de entrada para la posible competencia.
En las empresas de Internet la calidad del equipo gestor y el equipo humano
juegan un papel fundamental, sobre todo si se tiene en cuenta que el sector es muy
volátil e impredecible y requiere una puesta al día constante y una flexibilidad y
capacidad de adaptación considerables.
Hay que analizar las tasas de crecimiento de facturación y comprobar que las
tasas previstas de crecimiento son razonables. En algunas empresas se suele utilizar el
índice de valoración bursátil contra facturación anual prevista.
Para las empresas de Internet el coste depende en un 70% de la tecnología
utilizada, de ahí que resulte tan importante el analizar la capacidad de la compañía para
absorber crecimientos y la facilidad de migrar su hardware, software, desarrollos
propios y ancho de banda al menor coste.
El marketing es la segunda variable empresarial básica ya que hay que saber
cómo se va a seguir creando imagen de marca y haciendo crecer las barreras de entrada
a la competencia, y también cómo generar tráfico y clientes además de fidelizarlos. Esta
parte, siendo muy subjetiva, determina en buena parte el éxito de la empresa.
Para poder llevar a cabo un análisis más profundo, en la valoración de empresas
de Internet, es necesario completar el análisis cuantitativo con la realización de un
análisis cualitativo donde se tengan en cuenta aspectos tales como la importancia de ser
el primero en entrar, el valor de la marca, la fortaleza del modelo de negocio, o el valor
del equipo gestor. Todos éstos aspectos pueden ser recogidos en la siguiente tabla:
FACTOR CRÍTICO DE
ELEMENTOS DE ÉXITO
Dirección/Gestión -Experiencia
-Cualidades específicas del gestor
-Capacidad de la dirección
-Creatividad
Modelo de Negocio -Barreras a la entrada (culturales, costes de entrada, posibilidad de copia del negocio)
-Amenaza de productos sustitutivos
-Fuentes de ingresos diversificadas
-Tamaño del mercado
-Poder de negociación de clientes y proveedores
-Tasas de crecimiento del mercado
-Innovación Tecnológica
Tecnología -Innovación de productos específicos
-Innovación de procesos específicos
3
El tratamiento de variables lingüísticas fue introducido por Zadeh en un extenso trabajo de 1975
Tratamiento borroso del intangible
en la valoración de empresas de Internet
Paso 1.- La empresa desea conocer lo que opinan sus clientes acerca de su negocio
virtual que hace poco se ha incorporado a la red. Para conocer qué es lo que opinan los
clientes deberíamos hacer un estudio para determinar qué atributos son los que se
consideran de más interés o bien establecer nosotros los que queremos consultar de
manera previa. Para hacer el proceso más sencillo, vamos a imaginar que dicha consulta
se realiza a uno de nuestros clientes potenciales al que le presentamos una lista de
catorce atributos entre los que se encuentran: la actualización del contenido, el diseño,
temas de seguridad, y alguno sobre el proceso de negocio, es decir, sistemas de pago,
facturación...etc.
Solicitamos ahora al cliente que nos indique la importancia que le otorga a cada
uno de ellos valorándolos de uno a diez; y por otro, si se detecta que dichos atributos
están presentes en la Web de nuestro negocio virtual según su propia percepción,
valorando dicha presencia en una escala de uno a cinco.
Los m atributos AC´s representativos de las necesidades del cliente para el
producto o servicio son los que a continuación se presentan, y serán estructurados e
identificados a partir de las palabras del cliente (P1,P2,P3.....,Pm):
Atributos
m
Utilidad contenido
Sencillo manejo
Alta velocidad de respuesta
Calidad diseño página
Alta actualización contenido
Seguridad
Privacidad
Certificaciones de seguridad
Confidencialidad
Facturación clara on-line
Distintas opciones de pago
Seguimiento de pedidos on-line
Cancelación de pedidos on-line
Servicio post-venta/reclamaciones
Paso 2: Realizada la encuesta a “q” clientes, se promedian las “q” valoraciones para
cada cliente Pi: Ii = PROMEDIO(I1i, I 2i, I 3i..., Iqi )
De este modo, se obtienen las valoraciones de importancia asignadas por el cliente para
todos los AC´s:
I = (I1,I2,I3....Im)
P1 P2 .. Pm
mI1 I11 I12 ... I1m
mI2 I21 I22 ... I2m
mI3 I31 I32 ... I3m
…. ... ... ... ...
mIq Iq1 Iq2 ... Iqm
Promedios (I1 I2 … Im)
P1 P2 .. Pm
CI1 x11i x12i ... x1mi
CI2 x21i x22i ... x2mi
CI3 x31i x32i ... x3mi
…. ... ... ... ...
CIj xj1i xj2i ... xjmi
Promedios (x1i x2i … xmi)
C1 C2 .. Cm
P1 x11 x12 ... x1k
P2 x21 x22 ... x2k
P3 x31 x32 ... x3k
…. ... ... ... ...
Pm xm1 xm2 ... xmk
Tabla nº 1. Resultados de las valoraciones asignadas por los clientes a los AC´s
4 [3 4 5]
5 [4 5 6]
7 [6 7 8]
∑µ A( x ) − µ C ( x)
d ( A ,C) = ≈ ≈
≈ i ≈ n
Estableciendo la distancia al real “0”, la formulación de la distancia de Hamming
respondería a : D{a,b,c},”0”}= (a+2b+c)/4. Así en el primer atributo la distancia de
Hamming se calcularía del siguiente modo:
1.
3,7 + 2 * 4,7 + 5,65
= 4,6875
4
Crisp (Ic) Fuzzy (If) Dist.Hamming Jerarquía
4 [3 4 5] 4 m8
5 [4 5 6] 5 m3
7 [6 7 8] 7 m13
Para que las valoraciones sean comparables, éstas pueden normalizarse de modo
que la máxima valoración sea la unidad; esto se consigue, en las valoraciones “crisp”,
dividiendo todas ellas por la máxima que es (7), y en las borrosas dividiendo los NBT
correspondientes a cada atributo por el máximo de sus límites superiores (8):
Ic If
AC´s normalizado normalizado
Empresas
C1 C2 C3 C4
Clientes 1 2 6 3 4 5 6 7 5 8 9 10
AC´s
m1 9 2 5 6 6 5 5 5 3 1 3 6
m2 8 4 6 7 5 4 5 7 4 6 5 5
m3 3 5 3 3 4 3 5 3 3 7 8 3
m4 5 3 6 2 5 6 4 4 4 6 4 8
m5 4 7 7 7 8 5 3 5 8 4 3 3
m6 5 6 7 4 8 5 4 6 9 5 7 1
m7 8 5 3 8 9 3 5 7 2 5 7 4
m8 9 0 2 7 6 5 7 8 4 6 7 2
m9 1 1 3 6 4 9 3 5 6 4 7
m10 2 4 5 6 7 9 7 2 5 5 3 1
m11 4 5 6 5 5 7 7 5 3 2 4 6
m12 6 7 7 4 7 5 6 7 1 1 2 7
m13 7 8 2 8 6 7 6 4 2 4 7 8
m14 6 4 1 5 4 6 4 6 4 7 8 9
donde φ k = 1 / ln(k ) es una constante positiva que garantiza que 0 ≤ E ( p1, p 2, p3,.... pk ) ≤ 1 .
Cuanto mayor es el valor de E(p1,p2,p3,...,pk) menor información contendrá la
distribución de probabilidad (entropía cero indicará máxima información y entropía 1,
mínima información.
A continuación determinaremos el valor de la entropía para cada mj, para lo cuál
k
sumaremos los componentes de dicho vector: X j = ∑ xji ., así por ejemplo para m1
i =1
m11 0,526560745
I´= (I´1,I´2,I´3,....I´m) se le denomina “valoraciones de
m12 0,521015111
m13 0,532901439
prioridad competitiva” de las necesidades de los clientes,
m14 0,516053023 donde un alto valor de I´j denotará una mayor prioridad sobre
el atributo mj.
Atributos m
E (mj )
I ´ j = E (mj ) / ∑ E (mj) LL j = 1,2,3,.....m
i =1
m1 0,516533326 0,070978509
m2 0,539839466 0,07418108
m3 0,500940308 0,068835822
m4 0,521176168 0,071616496
m5 0,525442378 0,07220273
m6 0,537047461 0,073797422
m7 0,535156616 0,073537595
m8 0,525089697 0,072154267
m9 0,477917245 0,065672148
m10 0,5016471 0,068932944
m11 0,526560745 0,072356408
m12 0,521015111 0,071594365
m13 0,532901439 0,073227704
m14 0,516053023 0,070912509
m
∑ E (mj) LL j = 1,2,3,.....m
i =1
= 7,277320084
Para obtener las prioridades finales para cada mj, debe efectuarse el producto de
las valoraciones asignadas por los clientes “i” por las que muestran la ventaja
competitiva “I´” de la sección anterior (Hwang & Yoon, 1981): I j * = I j ⋅ I ´ j en donde j =
1,2,3,....m. Por tanto, llegados a este punto, podremos considerar valoraciones finales
“crisp” “I*c “ o borrosas “I*f “ del siguiente modo:
I* c I* f
I*c I*f normalizado normalizado
Máximo:0,5011606 0.58
Existen otras técnicas que nos pueden servir para cuantificar la valoración
obtenida por los atributos. En ocasiones pueden existir atributos que impliquen
significados equivalentes con lo que tendremos información redundante, por lo que para
conseguir eliminar esta información que se encuentra de forma repetida se utiliza el
análisis factorial mediante la técnica de análisis de componentes principales o ACP, que
consiste en el tratamiento estadístico de los datos reduciendo así las dimensiones
iniciales del conjunto obtenido en un principio con variables que poseen interrelaciones
entre sí. De esta manera se sintetiza en un conjunto reducido de variables la información
esencial, denominando componentes principales o macro-características a esa
concretización de variables, que serán suficientes para dar toda la información necesaria
para contrastar los sitios observados.
A diferencia de otros modelos de cálculo de funciones de utilidad como el
modelo de atributos múltiples, basados en la misma filosofía consistente en que el
consumidor espera que la satisfacción que le genera el sitio en la red varía con la
existencia de distintos atributos, y en los que puntuaciones bajas de un atributo pueden
verse compensadas con puntuaciones altas de otro, el método empleado en el presente
trabajo de investigación, ha pretendido en todo momento que no se pierda ni un mínimo
de información cualitativa relevante.
Tratamiento borroso del intangible
en la valoración de empresas de Internet
3.- Cuando se pretende usar la marca para propósitos financieros: los bancos
consideran las empresas con marcas valoradas como candidatas más idóneas a la hora
de conceder una financiación. Además las marcas pueden darse en garantía y ser objeto
de otros derechos reales, como el regulado por la hipoteca mobiliaria, en cuyo caso se
precisa la valoración por un profesional.
1.- Costo Histórico: refleja el valor del activo intangible en base a los gastos anteriores
efectuados en relación con la marca. Este modelo presenta el inconveniente de que no
necesariamente refleja el valor actual porque no toma en consideración la calidad o
resultado obtenido sino solamente la cantidad, además se sobrevaloran marcas que no
han sido exitosas y que no ofrecen perspectivas de rentabilidad en el futuro. Desde el
punto de vista contable podríamos aplicar el concepto de costo histórico, como la
sumatoria de todos los costos de crear y mantener la marca, aunque con ello no
estaríamos representando la realidad de la marca, pues lo que importa no es lo que se
invierte sino lo que resulta de esta inversión. Del mismo modo considerar como
alternativa el costo de reemplazo en lugar del histórico resulta demasiado teórico.
Primero, no está claro lo que se reemplaza: ¿el conocimiento? ¿las ventas? ¿la
distribución? ¿cómo se reemplaza la lealtad de marca? ¿la calidad percibida?, serían
cuestiones que no quedarían resueltas, y ni siquiera contempladas en éstos métodos.
2.- Costos actuales o de reposición: el valor del activo intangible es equivalente al total
de los gastos necesarios para construir una nueva marca con el mismo valor en un plazo
determinado. Será necesario calcular el valor presente del flujo de caja determinado por
la inversión, utilizando una tasa de descuento adecuada. Aunque este método podría
proporcionar algunas luces sobre el valor actual, no ofrece ningún indicador que pueda
proyectar las probabilidades de rentabilidad en el futuro.
3.- Valoración basada en la posición en el mercado: podría darse una respuesta teórica
a través de la ponderación del grado de consolidación de la marca en el mercado,
tomando como base datos tales como la participación en el mercado, grado de
divulgación y posición competitiva en sondeos de imagen y preferencia, pero por
valiosos que sean los datos del mercado, es muy poco lo que pueden aportar para
calcular el valor financiero de una marca. Una vía para calcular el valor de la marca en
éste método sería a través de la investigación a clientes, interrogándolos acerca de
cuánto estarían dispuestos a pagar por ciertos atributos o características de un producto
o servicio (una de éstas características sería el nombre de la marca).
5.- Valoración utilizando criterios económicos: utilizando los flujos de caja proyectados
y la contribución de la marca, se pueden emplear cuatro posibles métodos para calcular
el lucro adicional: costo de utilidad, retorno sobre el capital, “lucro premium” (el
retorno sobre activos de una empresa que tiene activos intangibles es mayor que el de
una empresa del sector sin esos intangibles) y el “precio premium” (un producto que
posee una marca se comercializa con un precio adicional en relación a un producto sin
marca). El problema de éste método se plantearía en cómo determinar esta estimación.
Una posibilidad sería la de trabajar sobre el plan, a largo plazo, que se hubiera diseñado
para la marca, simplemente descontando la cascada de beneficios proyectada. Debería
considerarse la fortaleza de una marca y su impacto sobre el entorno competitivo. Otro
camino que podría utilizarse, sería estimando los ingresos actuales aplicándoles un
factor multiplicador. Si los ingresos no fueran representativos, por el problema de las
alzas y bajas del producto de acuerdo a los ciclos, se podría utilizar un promedio de los
años anteriores. El factor multiplicador de beneficios constituye una vía para estimar y
fijar un valor sobre los ingresos futuros. Para determinar el valor actual del
multiplicador, será necesario estimar la ventaja competitiva de la marca.
En los últimos años, sobre todo a partir de la publicación del libro “Managing
Brand Equity: Capitalizing on the Value of a Brand Name” de David Aaker1, han
proliferado consultoras y documentos de investigación proponiendo métodos para
determinar el valor de las marcas. Para ello es indispensable identificar los value drivers
de cada marca, esto es, los parámetros fundamentales para crear, gestionar y medir el
valor de una marca.
Diversos autores y empresas consultoras proponen distintos métodos de
valoración de la marca. Un extracto de éstos métodos aparece en Fernández, P [2002], y
queda reproducido a continuación:
Métodos utilizados para valorar marcas Variantes del método
1.- El valor de las acciones de la empresa
2.- La diferencia entre el valor de mercado y el
valor contable de las acciones de la empresa
(Market value added) o el valor ajustado de
las acciones (googwill)
3.- La diferencia entre el valor de mercado y
el valor contable de las acciones de la empresa
menos la capacidad de gestión del equipo
directivo (capital intelectual).
4.- Valor de reposición de la marca -Valor actual de la inversión histórica en
marketing y promociones
-Estimación de la inversión publicitaria
necesaria para conseguir el reconocimiento
actual.
5.- La diferencia entre el valor de la empresa -Valor actual del sobreprecio que pagan los
con marca y el de otra empresa análoga que clientes por esa marca
vendiera los productos sin marca -Valor actual del volumen de venta extra debido
a la marca
-La suma de los dos anteriores
-La suma anterior menos gastos e inversiones
diferenciales debidos a la marca.
-La diferencia entre los ratios (capitalización/ventas)
de la empresa con marca y la empresa sin marca
multiplicada por las ventas de la empresa.
-Beneficio diferencial (entre la empresa sin marca y
la empresa con marca)
1
Publicado por Free Press en 1991
6.- El valor actual del free cash flow de la empresa
menos los activos utilizados por la rentabilidad
exigida.
7.- Las opciones de vender a mayor precio y/o
mayor volumen y las opciones de crecer a través
de nuevos canales de distribución, nuevos países
nuevos productos, nuevos formatos...debidas
a la existencia de la marca.
2
En 1998 Interbrand realizó por primera vez una valoración financiera de una cartera de marcas. El
método ha alcanzado hoy un grado de desarrollo y perfeccionamiento que ha sido aceptado ampliamente
por las empresas, sus accionistas, los auditores, las autoridades fiscales y la comunidad inversionista de
países industrializados, habiéndose valorado más de 2.000 marcas a la fecha.
Estos factores dan pié para la configuración de una marca ideal contra la cual se
comparan los resultados de la marca permitiendo establecer un valor. La marca ideal es
la marca libre de riesgo para efectos de evaluación.
El método Interbrand se realiza a través de tres análisis interrelacionados:
Análisis Una marca sólo es valiosa por lo que produce en la actualidad y por lo que se espera produzca en el futuro. Las
financiero ganancias de la marca son parte de las ganancias de la operación total por loque es necesario dividir o separar las
ganancias atribuibles a las distintas marcas o a los segmentos de la misma marca. Por el uso de los activos
intangibles, la empresa debe cargar una tasa de costo de capital, lo que es equivalente a calcular un E.V.A
(Economic Value Added) que corresponde a las ganancias derivadas de todos los activos intagibles.
Análisis del A veces las ganancias de los intangibles se deben enteramente a la marca, pero a veces se deben en su mayor parte
mercado a otros intangibles. Hay que identificar que proporción de los beneficios provenientes de intangibles son
atribuibles a la marca, o que recibe el nombre de “rol de la marca”. Al aplicar este índice a las ganancias de los
intangibles, se obtienen las ganancias de la marca, lo que denominamos B.V.A (Brand Value Added).
Análisis de la Al igual que cuando se valora una empresa o un negocio, el valor de la marca debe reflejar el riesgo de las
fortaleza de ganancias de la marca. La fortaleza de la marca es inversamente proporcional al riesgo. Cuanto más fuerte sea la
marca marca menor será la tasa de descuento y viceversa.
El cálculo normalmente se basa en cinco años, período después del cuál se aplica
una anualidad (las marcas bien construidas producen ingresos por muchos años), pero
en realidad se analizan las peculiaridades presentadas en cada caso.
Este método se puede aplicar indistintamente a marcas adquiridas o
desarrolladas internamente. Permite hacer comparaciones entre industrias y entre
marcas. Determina un valor que se puede comparar directamente con el valor de la
empresa y eventualmente, si las normas contables lo permitiesen, incorporar en la
contabilidad financiera de las empresas. Además permite la revalorización periódica
permitiendo un adecuado control de gestión. Pero el método conlleva también una serie
de inconvenientes, fundamentalmente porque la determinación de la fortaleza de la
marca y del múltiplo son muy subjetivas. Por otro lado, marcas como Coca-Cola o
Pepsi-Cola no son igualmente fuertes en todos los mercados (en Canarias se consume
Pepsi Cola en cuotas de mercado cercanas al 50%, mientras que en la Península sólo
llegan al 15%) ni en todos los productos (Coca-Cola tiene en el mercado una tónica que
se conoce muy poco).
Los activos del valor de la marca como la notoriedad, la calidad percibida, la
identidad, y la fidelidad, tienen el potencial de suministrar un precio primado a la marca
(Holbrook, 1992). Las vías para medir los precios primados vinculados a la marca
serían:
1.- Observar los niveles de precio en el mercado. ¿Cuáles son las diferencias y cómo se
asocian a las diversas marcas?
2.- Otro sistema sería a través de la investigación del cliente. Estos pueden ser
interrogados sobre cuanto pagarían por ciertos atributos y características del producto,
una de las cuales deberá ser el nombre de la marca. Se utilizarían técnicas de
investigación de mercados (encuesta y panel) que proporcionara resultados sobre
porcentajes de consumidores que expresan preferencia, actitud favorable, intención de
compra, comportamiento y/o repetición de la compra de una determinada marca. Los
resultados pueden ser utilizados como indicadores que aproximen la lealtad a la marca y
la cuota de mercado. Este método tiene el problema de que es estático, en tanto que
analiza el poder actual de la marca, visión que no necesariamente toma en consideración
el impacto futuro de los cambios (como una mejora en la calidad por ejemplo).
Un método propuesto por Erloz (1995) y que podríamos incluir en este apartado
es la aproximación al valor de la marca a través del modelo de elección del consumidor.
Este método permite medir el valor que los consumidores asignan a la marca. Para
conseguir este objetivo, el modelo agrupa a los consumidores de un mercado en
segmentos cuyo comportamiento sea homogéneo en su proceso de elección de una
marca y relaciona, para cada uno de los segmentos, la utilidad proporcionada por la
compra con las asociaciones de marca-producto del consumidor, con las características
físicas de la marca del producto, y las acciones de marketing que se desarrollan a corto
plazo para dicha marca. Esta desagregación de efectos permite distinguir el capital de
marca tangible, proporcionado por las características físicas de la marca, del capital de
marca intangible que no deriva de aspectos físicos de la marca sino de percepciones de
la misma por parte del consumidor.
Cada una de éstas metodologías permiten calcular de una u otra forma el
sobreprecio que soporta la marca, por tanto el valor de la marca en un periodo puede
calcularse por el producto del sobreprecio y las unidades vendidas. Estos flujos
monetarios descontados sobre un horizonte temporal razonable podrían aproximar el
valor de la marca. Estos métodos tienen importantes limitaciones en cuanto a la validez
general de su aplicación. En primer lugar, no son aplicables a los mercados sometidos a
regulaciones de precios. Por otra parte, es necesario fijar cual es el precio que debe
tomarse como referencia para cuantificar el valor del sobreprecio que soporta una
marca. Por último, hay que tener en cuenta que, en algunos mercados, las marcas líderes
fijan precios más bajos para explotar ventajas competitivas en costes y en consecuencia,
éste método de medición la infravaloraría.
Otra vía para medir la causa del valor de marca es el análisis conjunto. Esta
técnica permite descomponer la utilidad de un producto para el consumidor en
componentes (Rangaswamy, 1993):la utilidad derivada de los atributos físicos del
producto, la derivada de la presencia de marca y la resultante de la interacción entre
marca y los atributos del producto. Como alternativa del análisis conjunto como método
de valoración del capital de marca, autores como Park y Srinivasan (1994) y Gómez
Arias (1995) proponen un método que permite estudiar simultáneamente la influencia
de la marca y de sus componentes en las preferencias de los consumidores; para ello,
analizan el componente causado por las distorsiones que ejerce la marca en la
percepción de los atributos del producto por parte de los consumidores y el componente
no basado en los atributos. El problema fundamental de éste método es que integra
información de los atributos de forma individualizada y no a través de un modelo
conjunto que contemple posibles interacciones entre ellos.
Existe una amplia literatura de investigación en marketing acerca de la modelización
que intenta explicar la elección de marca por parte de los consumidores. El modelo más
comúnmente utilizado es el estocástico3 , y en él, las respuestas de los consumidores,
sus elecciones de compra, son el resultado de procesos probabilísticos. Estas técnicas se
basan en una “realidad modificada” adaptada a los modelos matemáticos, en lugar de
hacer lo contrario, es decir, adaptar los modelos a hechos reales. Es así que la realidad,
aunque precisa en sí misma, sólo ha podido ser captada a través de alguno de sus
aspectos, lo que ha llevado a simplificarla y le ha quitado precisión. Ello no es óbice
para que el modelo elaborado sea incluso más perfecto que la propia realidad.
Uno de los rankings de marcas más conocido es el elaborado por Financial
World. Para valorar y clasificar las marcas FW utiliza una versión simplificada del
método de Interbrand. Se trata de obtener la diferencia entre los beneficios de una marca
y los beneficios que debería producir una versión básica de ese producto sin marca. A
3
En la literatura relativa a los modelos estocásticos de elección de marca nos encontramos repetidamente
con tres tipos: los modelos de orden cero, los modelos de Markov y los modelos de aprendizaje. Junto a
ellos aparecen otras construcciones como los modelos de difusión y los entrópicos. Cada grupo parte de
unas hipótesis distintas, de un proceso diferente de comportamiento del consumidor. Los modelos de
orden cero consideran que la elección de marca no tiene ningún tipo de influencia en la elección
inmediatamente futura. Los modelos de Markov suponen que existe una influencia, pero sólo respecto a la
compra más reciente. Finalmente los modelos de aprendizaje se basan en que la elección de marca
depende necesariamente del historial de compras anteriores.
esa diferencia se le denomina beneficios netos relativos a la marca. Por último FW
también aplica un múltiplo calculado en función de la fortaleza de la marca.
Este modelo establece la fortaleza de la marca analizando cinco componentes:
liderazgo, estabilidad (lealtad de los consumidores), internacionalidad, continuidad de la
importancia de la marca dentro de su sector, y seguridad de la propiedad legal de la
marca. Las limitaciones de este modelo son idénticas a las del modelo de Interbrand
(antes comentado).
La firma de Chicago Market Facts ha desarrollado un curioso método que
denomina modelo de conversión y pretende medir la fuerza del compromiso
psicológico entre una marca y los consumidores. Según la consultora, la base de este
modelo está inspirada en los estudios sobre conversión religiosa. El modelo divide a los
usuarios de una marca en cuatro grupos teniendo en cuenta la fuerza de su compromiso:
el inamovible, el medio, el superficial y el convertible. También clasifica a los no
usuarios basándose en su disposición para probar la marca en : asequibles,
ambivalentes, débilmente inasequibles y fuertemente inasequible, estableciendo que la
diferencia entre el tamaño del segmento convertible y el asequible es un gran indicador
de la salud futura de la marca.
En cualquiera de los métodos antes comentados se intenta entender cómo la
marca crea valor para la empresa y medir esta creación de valor correctamente. En la
mayoría de los métodos se intenta no incurrir en más subjetividades que las necesarias
para valorar la empresa, aunque el hecho de que la formalización de un método
valorativo, normalmente comporta una visión restringida de la realidad obliga al
investigador a elegir entre realizar desde el inicio una selección de elementos a
considerar, para poder operar después con un instrumental preciso, o bien captar la
realidad con toda su imprecisión y operar con estas informaciones “borrosas”, aún
sabiendo que los resultados vendrán dados de manera imprecisa. La decisión se reduce a
elegir entre un modelo preciso pero que no refleje la realidad y un modelo vago pero
más adecuado a la realidad.
Tratamiento borroso del intangible
en la valoración de empresas de Internet
1
Informe Interbrand 2002
universidades, acciones de marketing directo on line y off line, promociones en stands
de ferias y encuentros, relaciones públicas, etcétera. Muchas de estas acciones tenían
como destinatario final a potenciales accionistas y otras muchas tuvieron como objeto
comunicar a un público generalmente inexperto la llegada de una nueva marca llena de
promesas y expectativas. En medio de este proceso, también se crea en España una
Bolsa de Valores Tecnológicos similar a la estadounidense Nasdaq, que propició una
aceleración aún mayor. Empresas nacionales y extranjeras conscientes de la fuerte
presencia que, a medio y largo plazo tendría Internet en muchos ámbitos de la sociedad
se apresuraron a robustecer estas marcas para atraer a socios inversores y accionistas.
El sector de Internet no es tan distinto al resto de sectores de la economía; tal vez
las diferencias principales entre un cliente de una empresa de Internet y un cliente de
una empresa tradicional que encontraríamos podrían ser dos: que el cliente de una
empresa de Internet siente mayor incertidumbre o inseguridad en sus transacciones y la
mayor velocidad a la que pueden cambiar de una oferta a otra; la incertidumbre va unida
a la sensación de inseguridad por parte de los clientes de una website, y deberá ser
considerada y minimizada por una buena política de fidelidad mediante el uso de
protocolos de seguridad, implantaciones de sellos de certificación que garanticen que la
Web es segura, con la utilización de firmas digitales que encripten o codifiquen de
forma indescifrable la información avalando la integridad de los participantes, etcétera.
El segundo rasgo diferencial del usuario de una empresa de Internet respecto al de una
empresa tradicional que hemos apuntado anteriormente, es el hecho de que un usuario
de una página puede acceder a otra con un coste mínimo. Tan sólo con un clic de ratón
puede “saltar” de una empresa a otra, comparar precios, sistemas de pago, etcétera.
Los receptores, los usuarios, siguen encontrando que Internet es un lugar serio o
divertido, informativo o formativo y a pesar de no hacer compras a través de la Red, sí
que consultan a menudo las páginas oficiales de muchas marcas para conocer su manera
de comunicar (lanzamiento de nuevos productos, posibilidad de ampliar información o
establecer de alguna manera contacto con el emisor). Normalmente prefieren empresas
con renombre para sus transacciones comerciales en la red, por lo que concentran sus
visitas en dichos websites ya que se sienten más seguros y protegidos si conocen el
nombre de la empresa con la que realizan la transacción, lo que provoca que ciertas
páginas, pese a no realizar grandes políticas de fidelización, consigan concentrar un
gran número de visitantes. Así mismo para éstas empresas con una marca conocida y
renombrada, el número de ingresos totales por banner es mucho más alto que para otra
empresa de marca menos conocida, así en el sector de portales Yahoo ha sabido
aprovechar los rendimientos crecientes de escala, ha sabido crear externalidades de red
mediante la oferta de toda una serie de productos personalizados, y una fuerte imagen
de marca. En cambio Excite, no ha conseguido una adecuada diferenciación y, en las
últimas semanas ha cerrado sus negocios en diferentes mercados europeos y asiáticos
concentrándose en algunos mercados-nicho que le puedan ser rentables. Similarmente,
e-Bay, se ha situado como líder absoluto de subastas de Internet, creando comunidades
de coleccionistas, y con ello, consiguiendo la masa crítica necesaria para efectuar
subastas de todo tipo, lo que además le ha permitido crear una fuerte imagen de marca
que atrae aún más a compradores y vendedores, con lo que es un caso claro de empresa
que ha sabido crear y aprovechar el efecto red en Internet.
En la elección de un producto ó servicio ofertado por una empresa de Internet, habría
que tener en cuenta una serie de componentes o dimensiones racionales (componentes
tangibles y fáciles de medir como el producto y dinero) y emocionales (intangibles). Las
emociones juegan un papel muy importante en la percepción del valor en la mayoría de
los consumidores y en la lealtad a largo plazo, y aunque las decisiones de compra
estarán basadas en unas y otras, las decisiones influenciadas por la emoción son más
profundas que aquellas basadas únicamente en su vertiente racional. No hay que olvidar
que en especial en la empresa de Internet, la base de confianza despertada en el
consumidor no surge repentinamente sino que se va estableciendo a lo largo del tiempo.
La confianza requiere muchas experiencias positivas, muchas entradas positivas en las
cuentas emocionales de los clientes, por lo que el valor emocional no debe olvidarse en
su análisis y contemplación cuando se analice aquello que es realmente valioso para el
cliente. Por otra parte hay que tener en cuenta que la satisfacción profunda con un
producto o servicio, a pesar de ser un antecedente de la lealtad, no garantiza el pleno
compromiso de los clientes. Robinette, Brand y Lenz (2001) definen el marketing
emocional como “la búsqueda en el ámbito de toda empresa de una conexión sostenible
que haga que los clientes se sientan tan valorados y bien cuidados que se desviarán de
su camino para ser leales”. Desde esta perspectiva, el marketing de emociones se
convierte en el puente entre la satisfacción y la lealtad y otorga a la emoción un rango
estratégico, que permite reconocer su importancia en la creación y desarrollo de la
identidad de marca y en la gestión de la experiencia de los consumidores. En definitiva,
las emociones juegan un papel muy importante en la percepción del valor en la mayoría
de los consumidores y en la lealtad a largo plazo, aunque el estado actual de las
investigaciones sobre el componente emocional del valor se encuentra en una fase
incipiente, claramente exploratoria donde es necesario generar propuestas y teorí
Tratamiento borroso del intangible
en la valoración de empresas de Internet
Para poder tratar la información que proporcionan las etiquetas se asocia a cada
una de ellas un valor. Para definir ese valor (Herrera, F., Herrera Viedma, E. 2000),
habría dos posibilidades:
1.- Representar cada etiqueta por un conjunto difuso definido en el intervalo [0,1] y
descrito por funciones de pertenencia.
2.- Asignar un valor del intervalo [0,1] a cada etiqueta de acuerdo con la estructura
ordenada del conjunto de términos lingüísticos. Este valor se puede interpretar como la
intensidad de preferencia cuantitativa que representa la preferencia lingüística.
Producto A Producto B
Totalmente Mucho Bastante Poco Indiferente Poco Bastante Mucho Totalmente
3.
Establecida la representación numérica de las etiquetas, el paso siguiente del
estudio consistiría en realizar una ordenación de los productos según la importancia de
sus características y las preferencias mostradas por los agentes encuestados. De ésta
manera podemos llegar a una apreciación de la importancia relativa del producto
seleccionado respecto a la competencia, a través del establecimiento de la relación
borrosa que muestra las conexiones entre los productos, considerados dos a dos en un
referencial dado de características.
Partiremos de dos conjuntos referenciales finitos representativos de los
productos a ordenar y de las características consideradas como determinantes de la
decisión de compra: marca, características técnicas, novedad, seguridad....etcétera.
Siguiendo la nomenclatura general serán, respectivamente:
Para cada característica Cj, j= 1,2,...,n, se realiza una comparación de los productos
tomados de 2 en 2, Ci,Ck; i,k = 1,2,...,n, mediante un cociente que determine las veces
fi
que un objeto es preferido al otro. Así µ ik = para i, k = 1,2,3,...n. representará las
fk
fk 1
veces que Ci es preferible a Ck, evidentemente al ser: µ ki = = la reunión de
f i µik
todas las µ ik dará una matriz para cada característica C , las cuales por construcción
j
1
serán recíprocas. Recordemos que una matriz es recíproca si µ ii = 1 y µ ik = para
µ ki
µ ik ∈ R +
0 , i, k= 1,2,...,n. Cuando se cumple que : ∀i, k ∈ {1,2,..., n} y que
fi fk f
⋅ = i , es decir µ ik ⋅ µ k1 = µ i1 se dice que la matriz es “coherente” o
f k f1 f1
“consistente”.
Cuando una matriz en R0+ es recíproca y coherente posee unas propiedades muy
elementales, útiles para nuestros objetivos:
n n
fi
1.- ∑ µ ik ⋅ f k =∑
k =1 k =1 fk
⋅ fk = n ⋅ fi .
1
1. .- Perron, O., Zur Theorie der Matrizen, Math. Ann., vol 64. 1907
De éste modo, a partir de los referenciales de objetos a ordenar X y de las
características C se tendrá una matriz recíproca para cada característica, con un valor
propio λ 1(j) cada una y un índice de coherencia. Si éste índice de coherencia es
suficientemente reducido se aceptará como válido el vector propio correspondiente.
Una vez obtenidas la matriz [V] y el vector normalizado [N©] bastará con
realizar la multiplicación [V]* [N©] para hallar el nuevo vector [D] cuyos valores
permitirán una ordenación de los productos, teniendo en cuenta la importancia relativa
asignada a cada característica. Para la obtención del valor propio dominante y el vector
propio correspondiente, seguiremos el método propuesto por Gil Aluja [cit. ant. 1999],
que a continuación reproducimos:
A continuación se divide cada uno de los valores del vector [W1]por el mayor de
ellos w1 ∨ w2 ∨ ... ∨ wm a dicho cociente le llamaremos V1(1). De ésta forma se halla
(1) (1) (1)
w2(1) w3(1)
V2(1) = ; V3
(1)
= ...
w1(1) ∨ w2(1) ∨ ... ∨ wm(1) w1(1) ∨ w2(1) ∨ ... ∨ wm(1)
w1( r ) ∨ w2( r ) ∨ ... ∨ wm( r ) ≅ w1( s ) ∨ w2( s ) ∨ ... ∨ wm( s ) siendo r = s-1. Cuando esto sucede se dice
C
a b c d
a 1 0,8 3 0,45
b 0,32 1 0,5 0,95
c 3 4 1 2
d 1 0,8 3 1
D
a b c d
a 1 2 4 0,6
b 0,2 1 0,23 0,25
c 3 0,32 1 3
d 0,54 0,52 0,53 1
E
a b c d
a 1 3 0,32 1
b 0,5 1 2 0,32
c 0,23 0,5 1 3
d 1 0,23 0,14 1
*Pi = [W1]
1 11,67 a
1 4,84 b
1 7,6 c
1 1,707 d
Se divide cada uno de los valores del vector [W1] por el mayor de todos ellos, hallando
así un vector normalizado en el sentido de los subconjuntos borrosos. Este vector será
por el que multiplicaremos la matriz .
a b c d *Pi = W2
a 1 3 1,67 6 1 4,20942588 a
b 0,34 1 0,5 3 0,41473865 1,51917738 b
c 0,6 2 1 4 0,6512425 2,66580977 c
d 0,167 0,34 0,2 1 0,14627249 0,58453213 d
a b c d *Pi = W3
a 1 3 1,67 6 1 4,0207 a
b 0,34 1 0,5 3 0,36089895 1,43413464 b
c 0,6 2 1 4 0,63329533 2,51054393 c
d 0,167 0,34 0,2 1 0,13886267 0,55522738 d
a b c d *Pi = W4
a 1 3 1,67 6 1 4,00137197 a
b 0,34 1 0,5 3 0,3566878 1,42316651 b
c 0,6 2 1 4 0,62440469 2,49014878 c
d 0,167 0,34 0,2 1 0,13809212 0,55124691 d
a b c d *Pi = W5
a 1 3 1,67 6 1 4,0075236 a
b 0,34 1 0,5 3 0,36108404 1,43656781 b
c 0,6 2 1 4 0,63179746 2,51341226 c
d 0,167 0,34 0,2 1 0,13986168 0,55598975 d
Suma = 1
Para la característica B representativa de la satisfacción del cliente con la marca los
resultados serían:
a b c d
a 1 2,5 7,3 8
b 5 3 4 4
c 6 0,33 1 2
d 3 0,9 0,23 1
*Pi = [W1]
1 18,8 a
1 16 b
1 9,33 c
1 5,13 d
1 a
=18,8* 0,85106383 b
0,4962766 c
0,27287234 d
*Pi = [W2]
1 8,93345745 a
0,85106383 10,6297872 b
0,4962766 7,32287234 c
0,27287234 4,1529734 d
0,84041733 a
=10,6297 * 1 b
0,68890112 c
0,39069205 d
*Pi = [W3]
0,84041733 11,4949319 a
1 11,5204594 b
0,68890112 6,84278923 c
0,39069205 3,97039131 d
0,99778417 a
=11,5204594* 1 b
0,59396844 c
0,34463828 d
*Pi = [W4]
0,99778417 10,59086 a
1 11,7433477 b
0,59396844 7,59995 c
0,34463828 4,37460352 d
0,90186038 a
=11,7433477 * 1 b
0,64717065 c
0,37251758 d
*Pi = [W5]
0,90186038 11,1063468 a
1 11,5880548 b
0,64717065 7,13336809 c
0,37251758 4,12694797 d
0,95843064 a
=11,5880548 * 1 b
0,61557942 c
0,35613811 d
λ1 − n 11,5880548 − 4
Calculando el índice de coherencia I c = = = 1,89 , perfectamente
n 4
asumible para concluir en la buena coherencia de la matriz.El vector correspondiente
[V(1)] es:
0,95843064 a
1 b
0,61557942 c
0,35613811 d
Suma = 1
Para la característica C:
a b c d
a 1 0,8 3 0,45
b 0,32 1 0,5 0,95
c 3 4 1 2
d 1 0,8 3 1
*Pi = [W1]
1 5,25 a
1 2,77 b
1 10 c
1 5,25 d
0,525 a
=10* 0,277 b
1 c
0,525 d
*Pi = [W2]
0,525 3,98285 a
0,277 1,44375 b
1 4,733 c
0,525 3,98285 d
0,84150644 a
=4,733* 0,30503909 b
1 c
0,84150644 d
*Pi = [W3]
0,84150644 4,46421561 a
0,30503909 1,87375227 b
1 6,42768857 c
0,84150644 4,46421561 d
0,69452892 a
=6,42768857* 0,29151261 b
1 c
0,69452892 d
*Pi = [W4]
0,69452892 4,24027703 a
0,29151261 1,67356434 b
1 5,63869505 c
0,69452892 4,24027703 d
0,75199616 a
=5,63869505* 0,29679994 b
1 c
0,75199616 d
*Pi = [W5]
0,75199616 4,32783438 a
0,29679994 1,75183506 b
1 5,94718055 c
0,75199616 4,32783438 d
0,72771195 a
=5,9471805* 0,29456564 b
1 c
0,72771195 d
λ1 − n 5,9471805 − 4
Calculando el índice de coherencia: I c = = = 0,48 , coherencia
n 4
aceptable. El vector correspondiente [V(1)] es:
0,72771195 a
0,29456564 b
1 c
0,72771195 d
Suma = 1
Para la característica D:
a b c d
a 1 2 4 0,6
b 0,2 1 0,23 0,25
c 3 0,32 1 3
d 0,54 0,52 0,53 1
*Pi = [W1]
1 7,6 a
1 1,68 b
1 7,32 c
1 2,59 d
1 a
=7,6* 0,22105263 b
0,96315789 c
0,34078947 d
*Pi = [W2]
1 5,49921053 a
0,22105263 0,72777632 b
0,96315789 5,05626316 c
0,34078947 1,50621053 d
1 a
=5,49921053* 0,13234196 b
0,91945255 c
0,27389577 d
*Pi = [W3]
1 5,1068316 a
0,13234196 0,61228999 b
0,91945255 4,7834893 c
0,27389577 1,37002345 d
1 a
=5,1068316* 0,11989626 b
0,93668436 c
0,26827269 d
*Pi = [W4]
1 5,14749358 a
0,11989626 0,60240183 b
0,93668436 4,77986923 c
0,26827269 1,36706146 d
1 a
=5,14749358 * 0,11702819 b
0,92858187 c
0,26557808 d
*Pi = [W5]
1 5,10773071 a
0,11702819 0,59699654 b
0,92858187 4,76276513 c
0,26557808 1,35858113 d
1 a
=5,10773071* 0,11688097 b
0,93246207 c
0,26598527 d
λ1 − n 5,1077 − 4
Calculando el índice de coherencia: I c = = = 0,276 , coherencia
n 4
aceptable.
El vector correspondiente [V(1)] es:
1 a
0,11688097 b
0,93246207 c
0,26598527 d
Suma = 1
Para la característica E:
a b c d
a 1 3 2 1
b 0,5 1 2 0,32
c 4 0,5 1 3
d 1 0,23 0,14 1
*Pi = [W1]
1 7 a
1 3,82 b
1 8,5 c
1 2,37 d
1 a
=7* 0,54571429 b
1,21428571 c
0,33857143 d
*Pi = [W2]
1 5,40428571 a
0,54571429 3,58262857 b
1,21428571 6,50285714 c
0,33857143 1,63408571 d
0,83106327 a
=6,50285714* 0,55093146 b
1 c
0,25128735 d
*Pi = [W3]
0,83106327 4,73514499 a
0,55093146 3,04687504 b
1 5,35358084 c
0,25128735 1,34906485 d
0,88448183 a
=5,35358 * 0,56912843 b
1 c
0,25199299 d
*Pi = [W4]
0,88448183 4,8438601 a
0,56912843 3,0920071 b
1 5,57847051 c
0,25199299 1,40737436 d
0,86831329 a
=5,57847051 * 0,55427506 b
1 c
0,25228678 d
*Pi = [W5]
0,86831329 4,78342526 a
0,55427506 3,06916348 b
1 5,50725104 c
0,25228678 1,38808334 d
A 4,0075236
B 11,5880548
C 5,9471805
D 5,10773071
E 5,50725104
A B C D E
a 0,4688545 0,3270928 0,2644081 0,4319042 0,3243456
b 0,1693367 0,3412796 0,1071151 0,0504813 0,2081081
c 0,2962709 0,2100847 0,3636377 0,4027342 0,3734255
d 0,0655377 0,1215427 0,2646235 0,1148801 0,0941206
Cada vez más las empresas consideran Internet como un medio adicional para
expandir sus negocios, y ello implica que deberán adaptarse a los condicionamientos
intrínsecos que la red implica. No servirán los métodos de gestión tradicionales y los
clientes tampoco demandarán lo mismo ni tendrán que ser tratados de igual forma. Esto
motiva que la planificación estratégica del comercio virtual sea vital y que la empresa
tenga muy claro qué va a hacer en el ciberespacio para conseguir atraer, y lo que es más
importante, retener y motivar a los consumidores potenciales para que finalmente
realicen transacciones de forma online. .Para éstas empresas resulta especialmente
importante el emprender una serie de actuaciones encaminadas, entre otros aspectos, a
mejorar continuamente y de forma simultánea la calidad, los tiempos de entrega y el
servicio a los clientes si desean lograr y mantener posiciones competitivas duraderas,
sobre todo si se tiene en cuenta la facilidad con la que un usuario de una página puede
acceder a otra con un coste mínimo, tan sólo con un “clic” de ratón.
La calidad asociada a las organizaciones empresariales ha sufrido una
importante evolución en las últimas décadas, así, en un principio, se asociaba con la
inspección y el control de la producción obtenida. Posteriormente, el concepto de
calidad se extendió a todas las fases de la vida de un producto o servicio para el que se
exigía no sólo la necesidad de ser apto para el uso que se le había asignado sino la de
igualar e incluso superar las expectativas que los clientes habían depositado en él. Esta
nueva concepción de la calidad es lo que se conoce como “calidad del servicio”. El
servicio se entiende como el conjunto de prestaciones accesorias de naturaleza
cuantitativa o cualitativa que acompañan a la prestación principal, ya consista ésta en un
producto o en un servicio.
La calidad del servicio percibida por un consumidor la definiremos como la
valoración que éste hace de la excelencia o superioridad del servicio (Zeithaml, 1988);
la calidad del servicio también ha sido descrita como una forma de actitud, relacionada
pero no equivalente con la satisfacción1 (Parasuraman, Zeithaml, Berry, 1988), donde el
cliente compara sus expectativas con el desempeño del servicio recibido una vez que ha
llevado a cabo la transacción.
Para una empresa de Internet uno de los principales problemas que se presentan
es cómo llevar a cabo una medición de la calidad del servicio que ofrece a sus usuarios
desvinculada de la calidad de la propia red. Para que se cumpla el objetivo final de la
red, que no es otro que dar servicio a los usuarios finales (los cuales no están
preocupados por cómo se proporciona un servicio o con aspectos del diseño de red, sino
en obtener un servicio que se ajuste a sus expectativas) son necesarios tanto los
parámetros de red como los de usuario, y por lo tanto también la definición de una
relación cuantitativa entre ellos (Cedetel, 2002), así por ejemplo, para los operadores de
telecomunicaciones el llevar a cabo una gestión de la red en tiempo real es una
necesidad muy importante para el desarrollo de servicios avanzados de banda ancha.
Los nuevos servicios de banda ancha requerirán una mayor gestión de los recursos. De
ésta forma, investigar en una mejor gestión de los recursos de banda ancha puede verse
como un generador de ingresos, ya que la mejor utilización del espectro se acaba
traduciendo en mayores ingresos para los operadores.
La calidad percibida por el usuario no puede predecirse a partir de medidas
objetivas, sino que existe la necesidad de buscar métodos fiables y válidos para “medir”
la calidad subjetiva y enlazarlos a los factores objetivos que se pueden aplicar a los
servicios de red. Cualquier modelo por el que se evalúe la calidad del servicio no es más
que una representación simplificada de la realidad, en la que se toman en consideración
algunos de los elementos básicos que explican los niveles de calidad alcanzados por la
organización desde el punto de vista de sus clientes, dejando fuera del modelo, otros
elementos de naturaleza más intangible, y por tanto de más difícil cuantificación. Todos
estos estudios muestran la dificultad de “medir” la calidad percibida por el usuario, ya
que además de tener un fuerte carácter subjetivo, también se ve influenciada por
factores como el coste asociado y la tarea realizada. Ante ésta dificultad, en éstos
modelos se crea una realidad modificada en lugar de hacer lo contrario, es decir, una
adaptación de los modelos a los hechos reales. En éste sentido, la teoría de los
subconjuntos borrosos es un intento de rehabilitar el subjetivismo y la imprecisión,
1
Mientras que la consideración de una medida de la calidad del servicio se obtiene tras una larga y
completa evaluación, la satisfacción del cliente es medida para una transacción específica. (Ruíz Olalla,
2001).
considerando el fenómeno tal cual se presenta en la vida real y realizar su tratamiento
sin intentar deformarlo para hacerlo preciso y cierto. La complementariedad de éstas
nuevas técnicas con los modelos ya establecidos, permitirá aumentar la coherencia entre
la evolución de procesos reales y los esquemas elaborados para su tratamiento.
Un estudio sobre calidad del servicio ofrecido por una empresa de Internet debe
tener en cuenta que no todos los usuarios tienen los mismos requerimientos, además los
usuarios pueden tener diferentes requerimientos en función de la clase de servicio
requerido. Normalmente un usuario particular no requerirá el mismo nivel de
conectividad que un usuario corporativo. Por lo tanto, resulta evidente que al menos es
necesario definir dos tipos de perfiles con características y demandas claramente
diferentes: los usuarios particulares y los usuarios empresariales. Fundamentalmente los
usuarios particulares están enfocados más a servicios relacionados con el ocio (viajes,
juegos, televisión...) y la gestión doméstica (teléfono, telecompra..), que no van a
requerir la transmisión en el sentido ascendente de grandes cantidades de información.
En cambio, las empresas y organizaciones de todo tipo precisarán de servicios
multimedia para la transmisión bidireccional de toda clase de información y cuyos
requerimientos por parte de las redes van a ser muy superiores. Por tanto cuando se
acometa una medición de la calidad del servicio percibida por usuarios empresariales
resulta fundamental el considerar tanto los parámetros de red como los de usuario,
mientras que para un usuario particular no resulta tan importante esa relación, y sí por el
contrario cobra una especial relevancia aquellos aspectos relacionados con el servicio
ofrecido por la empresa con la que realizan una transacción.
Realizando una revisión de la literatura existente sobre el marco conceptual de la
calidad del servicio, podemos delimitar los aspectos que, en conjunto, configuran el
constructo que se desea medir, en este caso “la calidad del servicio percibida”. Estos
aspectos básicamente se centran en torno a tres dimensiones básicas: calidad técnica,
calidad funcional e imagen corporativa (Grönroos, 1988), en las que quedarán incluidos
los atributos que pueden influir en las percepciones de calidad de los clientes. Los
indicadores de la calidad técnica son los más fáciles de medir ya que vienen expresados
en unidades físicas y se refieren a lo que esperan los clientes en cuanto a
especificaciones de rendimiento del sistema; básicamente incluyen aspectos relativos al
equipamiento básico de red (DNS, routers, gateways, etc.) y los servicios externos más
utilizados por los usuarios (servidores Web, e-mail, ..etc.). Son dos los tipos de medidas
de rendimiento técnico que se realizan: el número de datagramas perdidos y el tiempo
de respuesta de las peticiones. Sirven para evaluar respectivamente las pérdidas de
información y los retardos que se producen en las comunicaciones que se realizan. Los
principales atributos considerados para el presente estudio indicadores del nivel de
calidad técnica alcanzado por una empresa de Internet van a ser:
1.- Accesibilidad al servicio: en este aspecto se medirá el nivel de facilidad en
las conexiones con la página de la empresa. Se entiende por accesible si es
viable establecer alguna conexión con el mismo.
2.- Disponibilidad del servicio: se entiende por disponible si supera un umbral
mínimo de conexiones exitosas.
3.- Duración de la indisponibilidad: en este aspecto se medirá la capacidad
técnica en la resolución de problemas de acceso.
4.- Tiempo entre indisponibilidades: permite evaluar la solidez del servicio a
la hora de mantener su red.
El buen funcionamiento de cualquier negocio virtual pasa inevitablemente por
una buena gestión. No se puede garantizar la calidad de un servicio de comercio
electrónico sin evaluar la gestión de la organización que soporta y/o mantiene dicho
website. Los indicadores de calidad funcional en este sentido recogerán aspectos
relativos a la calidad de la atención recibida, claridad y veracidad de las informaciones
(sobre precio y producto, stock, fechas de suministro, modificación y anulación de
pedidos, formas de envío, etcétera.) así como la seguridad y privacidad garantizada al
cliente. Los principales atributos considerados para el presente estudio indicadores del
nivel de calidad funcional alcanzado por una empresa de Internet van a ser:
1.- Claridad y veracidad en la información ofrecida al cliente: relativa a
precios, disponibilidad del producto, estado de los pedidos (notificación de
recepción de pedios, modificación o anulación) formas de envío, formas de
pago.
2.- Seguridad y privacidad de datos del cliente. La seguridad debe estar
presente desde el momento en que una persona accede a la web hasta que
finaliza la sesión, así como la entidad deberá adoptar las medidas técnicas y
organizativas necesarias que garanticen la seguridad de los datos de carácter
personal y eviten su alteración, pérdida, tratamiento o acceso no autorizado.
3.- Servicio de atención al cliente preventa y postventa. La empresa deberá
ofrecer todas las posibilidades de comunicación posible, comprometiéndose a
resolver dudas del cliente en el formato que éste haya elegido. El plazo de
respuesta de estas dudas deberá ser lo más breve posible con objeto de ofrecerle
al usuario un servicio de calidad que minimice su desconfianza hacia el medio
de contratación online. El servicio de postventa debe quedar perfectamente
definido en cuanto a garantía, asistencia, servicio técnico y gestión de
reclamaciones y devoluciones.
Junto a la calidad técnica y la calidad funcional, la imagen corporativa es el
tercer aspecto a considerar en un estudio sobre la calidad del servicio. Internet y los
diferentes soportes que contiene (correo electrónico, foro, chat, revista electrónica,
intranet, etc), ofrece la posibilidad de trasmitir y reforzar la imagen corporativa de la
empresa. Para ello, se debe garantizar que el entorno gráfico utilizado se corresponda
con la imagen de empresa que se desea ofrecer, por ello textos, imágenes, gráficos
deben resultar informativos y atractivos a la vez.
Una vez delimitado el marco conceptual sobre “la calidad del servicio
percibida” y los principales indicadores que lo definen, pasaremos a continuación a la
descripción de los modelos de medición de la calidad del servicio más conocidos.
2
Para un análisis más exhaustivo sobre la naturaleza y los condicionantes en la formación tanto de las percepciones como de las
expectativas puede verse Zeithaml y Binter (1996), quienes han recogido las principales aportaciones aparecidas al respecto en
EXPECTATIVAS
DIMENSIONES DE
CALIDAD:
CALIDAD
• Elementos DEL
tangibles SERVICIO
• Fiabilidad
• Capacidad
de espuesta PERCEPCIONES
• Seguridad
• Empatía
Orientación a la investigación de
mercados (-)
3
Cristóbal Fransi, E. (2001): “La influencia de la calidad percibida en el diseño del establecimiento
virtual: desarrollo de un instrumento de medida”. XI Congreso Nacional de ACEDE.
16.- Ofrecen diferentes tarifas para diferentes plazos y tipos de envío
17.- Incorporan elementos de seguridad y lo comunican a los clientes
18.- Permiten hacer pagos mediante varios medios (tarjeta de crédito, contra
reembolso...)
19.- Disponen de teléfono de contacto 24 horas
20.- Tienen accesos a otras web sites de contenidos complementarios o de interés
21.- Contiene elementos lúdicos o de entretenimiento (como juegos, vídeos...)
22.- Permite comunicarse con otros usuarios con intereses y preferencias afines
23.- Contiene información clara de cómo realizar la compra
24.- Contiene información sobre la disponibilidad de productos en el momento de la
compra
25.- Contiene información sobre la propia empresa (nombre, tipo de sociedad, razón
social, país de origen, teléfono, directorio....)
En las 25 variables planteadas se recogen los principales aspectos relacionados
con la calidad funcional y la imagen corporativa, por lo que de acuerdo con lo expuesto
en el apartado 7.1 (marco conceptual de la calidad del servicio), faltaría por añadir los
indicadores de la calidad técnica que se refieren a lo que esperan los clientes en cuanto a
especificaciones de rendimiento del sistema; básicamente incluyen aspectos relativos al
equipamiento básico de red (DNS, routers, gateways, etc.) y los servicios externos más
utilizados por los usuarios (servidores Web, e-mail, ..etc.). Así podríamos establecer 4
variables adicionales a los anteriores como serían:
C.- CALIDAD TÉCNICA:
26.-Viabilidad en la conexión con el servicio
27.- Frecuencia con la que se consiguen conexiones exitosas
28.- Duración de la indisponibilidad
29.- Frecuencia con la que ocurre una indisponibilidad
una encuesta acerca del grado de presencia de éstas en la empresa, para lo cuál quedarán
expresadas las respuestas en décimas entre 0 y 1 (no cumplimiento a cumplimiento
total). Un agregado de las respuestas obtenidas vendrá dado por un subconjunto borroso
de E, por ejemplo:
P=
≈
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29
0.8 0.2 0.4 1 0.5 0.5 0.5 0.2 0.3 0.1 0.8 0.9 1 0.3 0.5 0.6 0.8 0.3 0.4 0.5 0.6 0.3 0.2 0.1 0.3 0.5 0.6 0.1 1
Imaginemos ahora que un perfil ideal de calidad de servicio para una empresa tipo del
mismo sector al que pertenece la empresa valorada, forma también un subconjunto
borroso, al que llamaremos :
I=
≈
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29
0.9 0.9 0..9 1 1 1 1 0.9 0.8 0.1 0.8 0.9 1 0.7 0.8 0.9 0.8 0.6 0.6 0.9 0.6 0.9 0.6 1 0.9 0.7 1 1 1
Tabla nº 15
De donde se deduce que la empresa p2 es la que mejor calidad de servicio presta
según los criterios señalados. Aunque el método señalado presenta una clara limitación,
debida al hecho de que el incumplimiento en una empresa de algún aspecto relativo a la
calidad del servicio (que supondría una valoración en la variable de 0), asociado al
hecho de que en el perfil ideal tampoco se hallara precisado en un grado distinto de 0,
implicaría la obtención de un K=1 que indicaría una máxima adecuación al perfil
referente, al igual que en el caso de que la empresa presentara un grado de
cumplimiento en un aspecto por encima del ideal (ambas obtendrían el mismo nivel de
adecuación pero sin embargo en éste último caso el nivel de calidad alcanzado por la
empresa estaría por encima del ideal) . Para evitar éste problema, deberíamos enriquecer
la información con una medida más precisa que nos permitiera comparar subconjuntos
de un mismo referencial, para lo cuál disponemos del concepto matemático de
distancia., por el que se obtendrían las “diferencias” existentes entre los niveles de
calidad del servicio alcanzados por cada una de las empresas y los ideales del sector.
Se pueden utilizar distintos esquemas para determinar la distancia, por lo que
para un mismo problema se obtendrían resultados no idénticos. Uno de ellos es la
llamada distancia de HAMMING que nos suministra información sobre aquello que
diferencia a dos subconjuntos borrosos. La distancia de Hamming entre los resultados
obtenidos en las 29 variables consideradas de la empresa P1 y el ideal I se obtendrán de
la siguiente forma:
N
1
d( P , I )=
≈ ≈ N
∑µ
i =1
p
≈
(X i ) − µI (X i )
≈
Y para las 5 empresas restantes, se obtendrían las siguientes distancias (Tabla nº 16):
Distancias de Hamming
d (p1,I)= 0,29655172
d (p2,I)= 0,223
d(p3,I)= 0,31
d(p4,I)= 0,35
d(p5,I)= 0,334
d(p6,I)= 0,24
Tabla nº 16
Variables P1 P2 P3 P4 P5 P6
x1 0,3 0,7 0,6 0,5 0,3 0,2
x2 0,6 0,9 0,5 0,7 0,1 0,1
x3 0,9 1 0,1 0,2 0,7 0,2
x4 1 1 0,2 0,9 0,4 0,3
x5 0,2 0,5 0,4 0,8 0,6 0,2
x6 0,5 0,3 0,3 1 1 0,6
Tabla nº 17: Valoración obtenida en las seis empresas para las variables consideradas.
El punto de partida viene dado por la existencia u obtención en su caso de una
relación booleana de semejanza (simétrica y reflexiva), para llegar a ella comencemos
buscando la afinidad entre las dos primeras empresas, para lo cuál se determinará en
primer lugar la distancia de Hamming existente entre ellas:
d(P1,P2)= 0,21667
d(P1,P3)=0,4
d(P1,P4)=0,367
d(P1,P5)=0,368
d(P1,P6)=0,35
P1 P2 P3 P4 P5 P6
Hemos podido ver una de las varias maneras de llegar a la obtención de una relación de
semejanza. Pasamos a continuación a realizar su tratamiento para hallar las
agrupaciones por afinidad. Con objeto de hacer operativo el concepto de afinidad,
parece conveniente el establecimiento de unos procedimientos de cálculo que permitan,
con la mayor rapidez posible, la utilización de los esquemas presentados. En nuestro
estudio hemos determinado las relaciones máximas de similitud utilizando el algoritmo
de Pichat. Así, para un nivel α =1,
P1 P2 P3 P4 P5 P6
P1 1
P2 1
P3 1
P4 1
P5 1
P6 1
S=(p1+p3p4p5p6)(p2+p3p4p5p6)(p3+p4p5p6)(p4+p5p6)(p5+p6)1=
=(p1p2+p1p3p4p5p6+p3p4p5p6)(p3+p4p5p6)(p4+p5p6)(p5+p6)=
1
1. Suma de productos para cada fila
=((p1p2p3+p1p2p4p5p6+p1p3p4p5p6+p3p4p5p6)(p4+p5p6)(p5+p6)=
=(p1p2p3p4+p1p2p3p5p6+p1p2p4p5p6+p1p2p4p5p6+p3p4p5p6)(p5+p6)=
=(p1p2p3p4p5+p1p2p3p4p6+p1p2p3p5p6+p1p2p4p5p6+p1p3p4p5p6+p3p4p5p6)2
S´=p6+p5+p4+p3+p1p23
P1 P2
P1 1 1
P2 1 1
A un nivel elevado como es el 0,78, la empresa P1, presenta un alto nivel de similitud
con la empresa P2 en los 6 factores considerados como integrantes de la imagen
corporativa.
Al nivel α =0,74
P1 P2 P3 P4 P5 P6 S=(p1+p3p4p5p6)(p2+p3p4p5p6)(p3+p4)(p4+p5p6)(p5+p6)
P1 1 1
=
P2 1
P3 1 1 1 =(p1p2+p1p3p4p5p6+p3p4p5p6)(p3+p4)(p4+p5p6)(p5+p6)
P4 1 =
P5 1
=(p1p2p3+p1p2p4+p1p3p4p5p6+p3p4p5p6)(p4+p5p6)(p5+
P6 1
p6)=
=(p1p2p3p4+p1p2p3p5p6+p1p2p4+p1p3p4p5p6+p3p4p5p6)(p5+p6)=
=(p1p2p3p4p5+p1p2p3p4p6+p1p2p3p5p6+p1p2p4+p1p3p4p5p6)
S´=p4+p3p5p6+p2
P3 P5 P6
P3 1 1 1
P5 1 1 1
P6 1 1 1
A un nivel bastante alto como el 0,74, las empresas P3P5P6, presentan afinidades en
cuanto a la imagen corporativa que ofrecen a través de su página Web.
Al nivel α =0,70
P1 P2 P3 P4 P5 P6
2
2. Producto booleano en términos mínimos
3
3. Obtención del complemento de cada uno de los términos de P.
P1 1 1 S=(p1+p3p4p5p6)(p2+p3p4p5p6)(p4+p5p6)(p5+p6)=
P2 1
=(p1p2+p1p3p4p5p6+p3p4p5p6)(p4+p5p6)(p5+p6)=
P3 1 1 1 1
P4 1 =(p1p2p4+p1p2p5p6+p1p3p4p5p6+p3p4p5p6)(p5+p6)=
P5 1
=(p1p2p4p5+p1p2p4p6+p1p2p5p6+p1p3p4p5p6+p3p4p5p6
P6 1
)
S´=p3p6+p3p5+p3p4+p1p2
Al nivel α =0,65
P1 P2 P3 P4 P5 P6 S=(p1+p3p4p5)(p2+p3p4p5p6)(p4+p5p6)(p5+p6)=
P1 1 1 1
=(p1p2+p1p3p4p5p6+p3p4p5)(p4+p5p6)(p5+p6)=
P2 1
P3 1 1 1 1 =(p1p2p4+p1p2p5p6+p1p3p4p5p6+p3p4p5)(p5+p6)=
P4 1 =(p1p2p4p5+p1p2p4p6+p1p2p5p6+p1p3p4p5p6+p3p4p5)
P5 1
S´= p3p6+p3p5+p3p4+ p1p2p6
P6 1
Como se puede apreciar, ha sido necesario el descender
hasta un nivel de 0,65 para buscar una similitud entre la primera, segunda y sexta
empresa en cuanto a la calidad de servicio ofrecida por éstas contemplada desde el
aspecto de la imagen corporativa que ofrecen en sus páginas web.
Al nivel α =0,63
P1 P2 P3 P4 P5 P6 S=(p2+p3p4p5p6)(p4+p5p6)(p5+p6)=
P1 1 1 1 1 1 1
=(p2p4+p2p5p6+p3p4p5p6)(p5+p6)=
P2 1
P3 1 1 1 1 =(p2p4p5+p2p4p6+p2p5p6+p3p4p5p6)
P4 1
P5 1
S´=p1p3p6+p1p3p5+p1p3p4+p1p2
P6 1
Al nivel α =0,53
P1 P2 P3 P4 P5 P6 S=(p2+p3p4p5p6)(p4+p5p6)=
P1 1 1 1 1 1 1
=(p2p4+p2p5p6+p3p4p5p6)
P2 1
P3 1 1 1 1
P4 1 S´=p1p3p5p6+p1p3p4+p1p2
P5 1 1
P6 1
Al nivel α =0,42
P1 P2 P3 P4 P5 P6 S=(p2+p3p4p5p6)
P1 1 1 1 1 1 1
S´=p1p3p4p5p6+p1p2
P2 1
P3 1 1 1 1
P4 1 1 1
P5 1 1
P6 1
Al nivel α =0,33
P1 P2 P3 P4 P5 P6 S=(p2+p3)
P1 1 1 1 1 1 1
S´=p1p3p4p5p6+p1p2p4p5p6
P2 1 1 1 1
P3 1 1 1 1
P4 1 1 1
P5 1 1
P6 1
P2
P2 P2 P2
P3
P3 P3 P3
P4
P4 P4 P4
P5
P5 P5
P5
P6
P6 P6
P6
En la representación sagitada anterior, se observa la existencia de dos vértices (que se
corresponden con las empresas P1 y P3) de los que parten las diferentes relaciones de
similitud con el resto, por otra parte, éstas dos empresas quedaron situadas en una
posición central en el apartado anterior del estudio en el que se determinó la ordenación
por distancia al perfil ideal de calidad de servicio P2>P6>P1>P3>P5>P4
Este resultado puede obedecer en buena lógica al hecho de que situándose éstas
empresas en una situación de calidad media sus rasgos diferenciadores respecto a las
otras empresas son prácticamente nulos. Por el contrario, las empresas nombradas como
P2 y P4 se diferencian claramente del resto (la P2 guarda ciertas similitudes con la P1 en
cuanto a imagen corporativa) resultando la primera como acreedora de una excelente
calidad y la última como de una deficiente calidad de servicio en comparación con el
resto.
El algoritmo de Pichat está específicamente destinado a la obtención de
subrelaciones máximas de similitud, no proporcionando directamente el resto de
afinidades, que sí se podrían obtener a partir de otro procedimiento de cálculo de
similitudes denominado “retículo de Galois”. Con objeto de mostrar la utilización de
este algoritmo, vamos a considerar la anterior relación borrosa de semejanza a un nivel
de α ≥ 0,63:
P1 P2 P3 P4 P5 P6
P1 1 1 1 1 1 1
[S0,63]=[B]=
P2 1 1
P3 1 1 1 1 1
P4 1 1
P5 1 1 1
P6 1 1 1
P2
P3
P1 P4
P6 P5
Figura nº 5
Las conexiones B*A son las siguientes:
B* φ =E1
B*{p1}={p1,p2,p3,p4,p5,p6},B*{p2}={p1,p2},B*{p3}={p1,p3,p4,p5,p6},B*{p4}={p1
,p4},B*{p5}={p1,p3,p5},B*{p6}={p1,p3,
p6},B*{p1p2}={p1,p2},B*{p1,p3}={p1,p3,p4,p5,p6},B*{p1,p4}={p1p4},B*{p1,p5}=
{p1,p3,p5},B*{p1,p6}={p1,p3,p6},B*{p2,
p3}={p1},B*{p2,p4}={p1}.B*{p2,p5}={p1},B*{p2,p6}={p1},B*{p3,p4}={p1,p4},B*
{p3,p5}={p1,p3,p5},B*{p3,p6}=
{p1,p3,p6},B*{p4,p5}={p1},B*{p4,p6}={p1},B*{p5,p6}={p1,p3},B*{p1,p2,p3}={p1
},B*{p1,p2,p4}={p1},B*{p1,p2,p5}={p1},B*{p1,p2,p6}={p1},B*{p2,p3,p4}={p1},B
*{p2,p3,p5}={p1}.B*{p2,p3,p6}={p1},B*{p3,p4,p5}={p1},B*{p3,p4,p6}={p1},
,B*{p4,p5,p6}={p1}
B*E1= φ
Las conexiones B*A en las cuales se cumple que B*A =A son: B*{p1p2}={p1,p2},
B*{p1,p4}={p1p4}, resultando así las siguientes subrelaciones máximas de similitud:
P1 P2 P1 P4
P1 1 1 P1 1 1
P2 1 1 P4 1 1
(12,12) (13456,13) (14,14) (135,15) (136,16) (1,23) (1,24) (1,25) (1,26) (14,34) (135,35) (136,36) (1,45) (1,46) (13,56)
E1, φ
Figura nº 6
A continuación vamos a determinar todas las posibles cadenas máximas de una
relación de orden estricto como la obtenida anteriormente. Luego, todas las partes
comunes de las cadenas máximas serán unidas en un mismo trazo. La figura así
obtenida se denomina DIAGRAMA DE HASSE de la relación de orden dada. Así, sea el
referencial: E = {P1, P2, P3,....,P6}, y la relación de orden estricta obtenida
anteriormente:
P1 P2 P3 P4 P5 P6
P1 1 1 1 1 1 1
P2 1 1
P3 1 1 1 1 1
P4 1 1
P5 1 1 1
P6 1 1 1
P1 P1 P1 P1 P3 P3
P3
P2 P4 P5 P6 P5 P6
Partiendo de cada una de las cadenas máximas anteriores, del elemento que está más a
la izquierda, que lo colocaremos en la parte inferior, se formará una única cadena,
reuniendo en una las partes de cadena idénticas. Obteniendo la figura siguiente:
P6 P4 P5
P3
P1
P2
Figura nº 7
Por tanto, la cadena de máxima similitud obtenida sería la P2 <P1<P3<P4, tal y
como ya se obtuvo en el algoritmo de Pichat.
Finalmente el GAP GLOBAL sería el resultado de una inadecuada gestión de los
tras anteriores f (gap estratégico, gap técnico y funcional, gap relaciones externas) y se
plasmaría en la diferencia entre las expectativas y percepciones de los clientes. Por lo
tanto, resulta imprescindible que la dirección de la empresa realice una adecuada
gestión de todo el proceso que permita minimizar los diferentes gaps, e indirectamente,
el gap global.
Este trabajo ha presentado un modelo estratégico de calidad del servicio, en el
que se consideran tres gaps que pueden producirse en las diferentes etapas del proceso
de dirección estratégica de la calidad – denominados gap estratégico, gap técnico o
funcional y gap de relaciones externas- y cuya adecuada gestión y tratamiento permite
minimizar el gap global o discrepancia entre expectativas y percepciones de los clientes
acerca de la calidad de servicio.
La determinación de la importancia relativa de estos gaps, así como la
identificación de la totalidad de los factores que pueden influir sobre ellos, constituyen
aspectos a abordar en futuras investigaciones, al igual que la definición de las variables
más adecuadas para operativizar el modelo.
Del análisis de los métodos existentes para la obtención de medidas
representativas de la calidad del servicio, se detecta un claro problema valorativo en el
inevitable manejo de reglas intuitivas (que difícilmente pueden expresarse
matemáticamente con precisión) aplicadas a variables cualitativas. En el estudio
empírico realizado puede verse como la lógica borrosa o difusa se ajusta perfectamente
a los requerimientos no lineales de este tipo de sistemas así como a la forma de expresar
sus reglas, al mismo tiempo que facilita la obtención de los puntos óptimos de
funcionamiento (aquellos que separan las zonas en las que la calidad se mantiene
constante frente a aquellos en los que la empresa muestra una clara ventaja
competitiva).
Finalmente, señalar que en el presente estudio se ha pretendido mostrar una
metodología de aplicación de la lógica borrosa o difusa a la valoración por comparables
de empresas de Internet, y por tanto dejaremos para fases posteriores de nuestra
investigación la contrastación empírica del modelo en la que tendremos en cuenta
opiniones reales tanto de clientes actuales de la empresa valorada, sino también -lo que
ha sido mucho menos estudiado-las opiniones y comportamientos de otros grupos, tales
como clientes potenciales o antiguos clientes perdidos por la empresa, dado que esta
información puede ser relevante.
Tratamiento borroso del intangible
en la valoración de empresas de Internet
Mª Carmen Lozano Gutiérrez
Federico Fuentes Martín
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Tratamiento borroso del intangible
en la valoración de empresas de Internet
Mª Carmen Lozano Gutiérrez
Federico Fuentes Martín
14.- CONCLUSIONES:
El análisis de empresas de Internet con poca historia, sin beneficios y con flujos
de caja negativos debe centrarse en la forma en que dichas empresas crean valor,
sabiendo que al final lo que importa es el potencial de ingresos de la empresa y su
capacidad para convertirlos en flujos de caja para los accionistas. Buena parte del
potencial de la empresa para generar valor, proviene de intangibles de difícil medición
que en las compañías de Internet alcanza una singular significancia, hasta el punto de
que una buena publicidad, marketing y un sitio web atractivo unido a la destreza
personal del equipo humano que forma la empresa, garantizan que la empresa facturará
tarde o temprano, y lo que es más importante, creará una barrera de entrada frente a los
competidores extremadamente cara de romper.