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AVANZADOS PARA
CIENCIAS E INGENIERÍAS
Manuel Gadella
Luis Miguel Nieto
UNIVERSIDAD DE VALLADOLID
A Marisa y Elena.
Índice
1 LA FUNCIÓN GAMMA 25
1.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
1.2 Productos infinitos. Teorema de Weierstrass . . . . . . . . . 26
1.3 La función gamma Γ(z) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
1.3.1 Definición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
1.3.2 Propiedades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
1.3.3 Fórmulas de Euler . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
1.4 Otras funciones especiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
1.4.1 La función beta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
1.4.2 La función psi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
1.4.3 Funciones “incompletas” . . . . . . . . . . . . . . . . 45
1.4.4 Integrales exponenciales y otras . . . . . . . . . . . . 47
1.4.5 Integrales del seno y del coseno . . . . . . . . . . . . 48
1.4.6 Integrales de Fresnel . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
1.5 Función zeta de Riemann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
1.6 Integrales elı́pticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
1.7 Series asintóticas: la fórmula de Stirling . . . . . . . . . . . 57
1.8 Problemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
9
10 ÍNDICE
1.9 Bibliografı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
3 SERIES DE FOURIER 93
3.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
3.2 Definiciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
3.3 Serie de Fourier asociada a una función . . . . . . . . . . . 104
3.3.1 Obtención de la serie de Fourier mediante un proceso
de minimización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
3.3.2 Obtención alternativa de los coeficientes de Fourier . 108
3.3.3 Coeficientes de Fourier para funciones pares e impares 108
3.3.4 Coeficientes de Fourier en forma compleja . . . . . . 111
3.3.5 Coeficientes de Fourier para un intervalo genérico [a, b]111
3.4 Convergencia de las series de Fourier . . . . . . . . . . . . . 113
3.4.1 Convergencia en media . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
3.4.2 Convergencia puntual . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
ÍNDICE 11
19
ciales ordinarias, resultando fácilmente extensibles a sistemas de ecuaciones
del mismo tipo. Se recomienda al lector que en principio se concentre en
comprender los resultados, dejando el estudio de las demostraciones de los
mismos para una lectura posterior más pausada. El tema dedicado a las
ecuaciones lineales y a los sistemas lineales es de capital importancia para
todo estudiante de materias cientı́ficas, y en él se usan algunos conceptos de
álgebra lineal que se suponen conocidos. Las ecuaciones no lineales se abor-
dan con un enfoque pensado para resaltar sus aplicaciones en mecánica y en
la teorı́a de ecuaciones en derivadas parciales, no en los aspectos numéricos
o computacionales. Los dos temas que siguen se dedican a la resolución de
ecuaciones mediante series de potencias, introduciendo las funciones espe-
ciales básicas de la fı́sica matemática, que son una herramienta fundamental
para todo aquel que realice un estudio profundo de disciplinas tales como
las mecánicas clásica y cuántica, el electromagnetismo, la quı́mica cuántica
o la teorı́a de estructuras, por poner sólo algunos ejemplos. El lector podrá
familiarizarse ası́ con las funciones de Bessel, las hipergeométricas y las
diversas familias de polinomios ortogonales clásicos (Hermite, Laguerre,
Legendre y Chevichev).
20
Es obvio que este libro contiene material que en esencia puede conside-
rarse clásico (si bien es cierto que también se incluyen algunos comentarios
a ciertos temas de reciente publicación en revistas especializadas), que ha
sido reelaborado por los autores con el fin de adaptarlo a lo que nosotros
consideramos más adecuado para la formación y las necesidades de nues-
tros alumnos. La bibliografı́a utilizada ha sido muy amplia y hemos optado
por exponer los libros más relevantes al final de cada capı́tulo. Uno de los
pilares de la presente obra han sido los Apuntes de ecuaciones diferenciales
de Antonio Pérez-Gómez, escritos entre 1967 y 1968, y nunca publicados.
Para finalizar indicar solamente que esta obra ha sido escrita utilizando
el programa de escritura cientı́fica LATEX, habiéndose realizado la mayor
parte de las figuras con el programa de cálculo simbólico Mathematica.
Cualquier comentario o sugerencia será muy bien recibido y puede ser envia-
do a la siguiente dirección electrónica luismi@metodos.fam.cie.uva.es.
1
Se da la feliz circunstancia de que éste es el Año Mundial de las Matemáticas, de
manera que sirva la publicación de este libro como nuestra modesta contribución a los
diversos actos que con este motivo se están organizando por doquier.
21
Agradecimientos
Queremos expresar nuestra sincera gratitud en primer lugar a nuestros
queridos compañeros del Departamento de Fı́sica Teórica de la Universidad
de Valladolid Mariano Santander, Mariano del Olmo, Javier Negro, José
Oscar Rosas-Ortiz, David González, Luis Enrique González, Jose Manuel
López y Alberto Gómez, ası́ como a nuestros colegas Angel Ballesteros y
Francisco José Herranz, del Departamento de Fı́sica de la Universidad de
Burgos, por su ayuda e interés durante el largo proceso de elaboración
de este libro, y también por su amistad constante y lo mucho que hemos
aprendido trabajando con ellos.
Mención especial merecen aquellos que han sido nuestros alumnos du-
rante estos años y con los cuales hemos ido “experimentado” la forma de
presentar de manera concreta la mayor parte del temario que compone esta
obra. Saben que nuestro deseo ha sido siempre ofrecerles una enseñanza de
calidad, que pudiera serles de utilidad en su etapa formativa en la Universi-
dad. A todos ellos nuestra gratitud y nuestra esperanza de que se sientan,
al menos en parte, copartı́cipes del libro.
23
Capı́tulo 1
LA FUNCIÓN GAMMA Y
OTRAS FUNCIONES
RELACIONADAS
1.1 Introducción
25
26 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA
mos por la aquı́ indicada por ser la más completa). La función gamma
surge de manera natural al intentar extender las propiedades de los fac-
toriales a valores no naturales. Sus interesantes propiedades le hacen ser
la herramienta adecuada para describir muchas de las funciones especiales
que irán apareciendo a lo largo del temario que vamos a desarrollar. Otras
funciones relacionadas con la función gamma se introducen en la sección
cuarta. Dedicamos la sección quinta a definir la función zeta de Riemann2 ,
ζ(z). En la sección sexta se definen las integrales elı́pticas que, aunque
no guardan una relación directa con la función gamma, deberı́an resultar
familiares para todo cientı́fico o ingeniero, ya que aparecen en la resolución
de destacados problemas tanto de matemática pura como aplicada. Para fi-
nalizar, se efectúa una breve introducción a la teorı́a de las series asintóticas;
sin entrar en los detalles matemáticos delicados de la teorı́a, se pretende
al menos motivar un resultado de tanta utilidad como es la fórmula de
Stirling3 (que no es otra cosa que el desarrollo asintótico para la función
gamma).
2
Georg Friedrich Bernhard Riemann (1826–66), fue uno de los matemáticos más bri-
llantes del siglo XIX, realizando importantı́simas contribuciones en campos como teorı́a
de números, funciones de variable compleja, series de Fourier o geometrı́a (de hecho
sus innovadoras ideas sobre los fundamentos de la geometrı́a fueron el punto de partida
que permitió desarrollar el aparato matemático necesario para formular la teorı́a de la
relatividad general).
3
James Stirling (1692–1770), matemático escocés.
1.2. PRODUCTOS INFINITOS. TEOREMA DE WEIERSTRASS 27
siguiente:
n
#
pn (z) = an (z − α1 )(z − α2 ) · · · (z − αn ) = an (z − αk ). (1.2.2)
k=1
Cuando alguno de los ak sea igual a −1, el producto vale 0. Si sucede ésto, o
si el lı́mite (1.2.4) vale cero, diremos que el producto diverge a cero. Como
dato anecdótico, la convergencia del producto en el que ak = −(k + 1)−2
fue investigada por Wallis4 en 1655.
Consideremos a continuación unos ejemplos de productos numéricos
(más adelante consideraremos también productos en los que intervienen
funciones).
4
John Wallis (1616–1703), matemático inglés.
28 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA
Al igual que sucede con las series absolutamente convergentes, hay cier-
tas operaciones que es lı́cito efectuar para los productos absolutamente
convergentes, pero no para aquellos que no lo son. En particular, para los
primeros se puede cambiar el orden de los factores, ya que el resultado no se
altera (esto no es cierto para los que no son absolutamente convergentes).
Hasta ahora hemos considerado únicamente productos numéricos. A
continuación vamos a introducir los productos infinitos de funciones.
encontarse diferentes versiones del teorema, daremos aquı́ una versión sim-
plificada que es suficiente para lo que más tarde precisaremos: la definición
de la función gamma.
Para demostrar esta igualdad se utiliza el teorema de Weierstrass que acabamos de enun-
ciar. Como la función sen πz es entera y tiene ceros simples en {n ∈ Z }, siendo cierto
además que
&∞
1
2
< ∞,
n=−∞
n
n#=0
el teorema nos asegura que existe una función entera g(z), que habrá que determinar, tal
que
∞
#
sen πz = πz eg(z) (1 − z/n) ez/n
n=−∞
n#=0
32 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA
Obsérvese que hemos podido reordenar los productos por existir convergencia uniforme.
Consideremos ahora los productos parciales
N
#
PN (z) = πz eg(z) (1 − (z/n)2 ) → sen πz.
n=1
&N
1 2z
= + g $ (z) + 2 − n2
.
z n=1
z
tenemos:
$ & ∞
PN (z) 1 2z
π cot πz = lim = + g $ (z) + 2 − n2
= g $ (z) + π cot πz.
N →∞ PN (z) z n=1
z
Por tanto g $ (z) = 0, es decir g(z) = C. Para determinar el valor de esta constante
calculamos el lı́mite z → 0 de
#∞
sen πz
lim = lim eC (1 − (z/n)2 ) = eC .
z→0 πz z→0
n=1
Pero es bien sabido que este lı́mite vale 1, de manera que finalmente obtenemos
∞
#
sen πz = πz (1 − (z/n)2 ),
n=1
1.3.1 Definición
8
Johann Carl Friedrich Gauss (1777–1855), matemático y fı́sico alemán, llamado en
su tiempo “el prı́ncipe de las matemáticas”. Trabajó en gran variedad de temas, tanto
puramente matemáticos como fı́sicos: fue uno de los creadores de la geometrı́a no euclı́dea,
demostró el teorema fundamental del álgebra, desarrolló la teorı́a de superficies, trabajó
en astronomı́a, en óptica y en magnetismo, y también perfeccionó la telegrafı́a.
34 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA
donde g(z) es una función entera sin determinar por el momento. Vamos a
ver que se trata de una constante. En efecto, sabemos que el producto que
define H(z) converge uniformemente en discos cerrados, por tanto, según
el teorema 1, podemos tomar logaritmos en esa expresión, conservando
la convergencia uniforme, lo cual nos permite a su vez derivar término a
término la expresión resultante:
∞ - '
& z( z.
log H(z) = g(z) + log z + log 1 + − , (1.3.3)
k k
k=1
∞ ! "
d log H(z) ! 1 & 1 1
= g (z) + + − . (1.3.4)
dz z k+z k
k=1
+ ∞ '
,−1
# z ( −z/k
Γ(z) = z e γz
1+ e . (1.3.7)
k
k=1
1.3.2 Propiedades
4 ImHzL
2
0
-2
--4
6
4 » HzL»
2
0
4
2
0
-22 ReHzL
2
HxL
-4 -2 2 4
1ê HxL
-2
-4
es decir
Γ(n + 1) = n!, n ∈ {0, 1, 2, 3 . . .}. (1.3.9)
Con esto (2n)! = (2n)!! (2n − 1)!! y (2n + 1)! = (2n + 1)!! (2n)!!.
Por lo tanto
π
Γ(z) Γ(1 − z) = . (1.3.10)
sen πz
De aquı́ se deduce que Γ(z) != 0, ∀z ∈ C.
z(z + 1)(z + 2) · · · (z + n)
= lim ,
n→∞ n! nz
que es lo que pretendı́amos demostrar.
n!
= nz = Fn (z).
z(z + 1)(z + 2) · · · (z + n)
Por otro lado, sea p = Re(z)−1. Si p > −1 (o lo que es lo mismo, Re z > 0),
la siguiente integral converge
1 1 1 21
1
−t Re(z)−1
1 1
1 2
p+1 2
e t dt ≤ t Re(z)−1
dt = t dt =
p
t 2 . (1.3.22)
0 0 0 p+1 0
i) F (t) ≥ 0, ∀t ∈ R.
12
Diremos que f (x), definida en un cierto conjunto A ⊂ R , está acotada en módulo
por F (x) en A, si F (x) ≥ 0, ∀ x ∈ A, y además |f (x)| ≤ F (x), ∀ x ∈ A.
13
Henri Léon Lebesgue (1875–1941), matemático francés que en 1901 formuló la teorı́a
de la medida definiendo después la integral que lleva su nombre y que generaliza la noción
de integral de Riemann.
14
Esto significa que para cada t ∈ R la sucesión de números complejos {fn (t)} converge
a f (t) en el sentido de la convergencia de sucesiones en el plano complejo.
15
Véase la definición precisa de este tipo de funciones en el Capı́tulo 3.
1.3. LA FUNCIÓN GAMMA Γ(Z) 43
Evidentemente, fn (t) → e−t tz−1 δ[0,∞) (t), que es integrable (¿por qué?).
Además, del curso elemental de análisis matemático o cálculo, sabemos
que si t ≤ n, $ %
t n
0≤ 1− ≤ e−t . (1.3.25)
n
Por lo tanto
|fn (t)| ≤ e−t tRe(z)−1 δ[0,∞) (t). (1.3.26)
Luego, si escribimos
-4 -2 2 4
-2
-4
ψ(z) = ψ(z).
ImHzL
4
3
2
1
0
» HzL» 4
2
0
-2
0
2
4
ReHzL
Su complementaria es
1 ∞
Γ(a, x) = Γ(a) − γ(a, x) = ta−1 e−t dt. (1.4.5)
x
γ ∗ (−n, x) = xn , (1.4.6)
1 x
3 4 2 √
γ 1/2, x2 = 2 e−t dt ≡ π erf (x), (1.4.7)
0
1 ∞
3 4 2 √
Γ 1/2, x 2
= 2 e−t dt ≡ π erfc (x), (1.4.8)
x
2
erfHxL
1
erfcHxL
gaussiana
-3 -2 -1 1 2 3
-1
Figura 1.5: La función error, su complemen-
2
taria y la gaussiana e−x .
Una generalización es
1 ∞
e−x t
En (x) = dt, n = 0, 1, 2, . . . , x > 0. (1.4.10)
1 tn
E1 HxL
E2 HxL
0.5 1 1.5
EiHxL
-5
Una función relacionada con las anteriores y que aparece con frecuencia
en problemas de astrofı́sica cuando se trabaja con un gas que verifica la
distribución de Maxwell17 -Boltzmann18 es
1 ∞ −t 1 x t
e e
Ei (x) = −V P dt = V P dt, x > 0, (1.4.11)
−x t −∞ t
17
James Clerk Maxwell (1831–79), gran fı́sico y matemático escocés, considerado el
fundador del Electromagnetismo.
18
Ludwig Eduard Boltzmann (1844–1906), fı́sico austrı́aco que aplicó los métodos es-
tadı́sticos a la teorı́a de los gases.
48 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA
1
CiHxL
-14 -7 7 14
SiHxL
-1
-2
Figura 1.7: Las funciones y = Si (x) e y = Ci (x).
19
Augustin-Louis Cauchy (1789–1857), matemático francés que, como muchos de sus
contemporáneos, trabajó también en diversos problemas de fı́sica teórica.
1.4. OTRAS FUNCIONES ESPECIALES 49
Al igual que sucede con las integrales del seno y del coseno, pueden hallarse
desarrollos en serie para estas integrales de Fresnel, cuyas gráficas aparecen
representadas en la Figura 1.8.
0.75
0.5
0.25
CHxL
-4 -2 2 4
-0.25 SHxL
-0.5
-0.75
luz (la llamada difracción de Fresnel, que es más realista que la de Fraun-
hofer22 ). Unas interesantes representaciones de estas espirales pueden verse
en las Figuras 1.9 a 1.11.
SHtL
0.6
0.4
0.2
CHtL
-0.75 -0.25 0.25 0.75
-0.2
-0.4
-0.6
CHtL 0.6
0.4
0.2
0
0.6
SHtL0.4
0.2
0
0
0.25
0.5
tê5 0.75
1
22
Joseph von Fraunhofer (1787–1826), fı́sico alemán que descubrió las lı́neas de ab-
sorción atómica en el espectro solar.
1.5. FUNCIÓN ZETA DE RIEMANN 51
CHtL
SHtL
tê5
# $ %
1 1
= 1− z . (1.5.2)
ζ(z) p
p∈ primos
2z−1 π z ζ(1 − z) πz
ζ(z) = πz = 2 π
z z−1
Γ(1 − z) ζ(1 − z) sen . (1.5.3)
Γ(z) cos 2 2
1 1
ζ(0) = − , ζ(−1) = − , ζ(−2n) = 0, n = 1, 2, . . .
2 12
q
L
1 θm
dθ
= 7 .
0 2 sen2 θm
2 − 2 sen2 θ
2
o bien 1 5
1 − m t2
x
E(x|m) = dt, 0 ≤ m ≤ 1. (1.6.10)
0 1 − t2
Para ϕ = π/2 ó x = 1 tenemos la integral elı́ptica completa de segunda
especie:
1 π/2 6 1 15
1 − m t2
E(m) = 1 − m sen θ dθ =
2 dt. (1.6.11)
0 0 1 − t2
3
KHmL
2
EHmL
1
1.8 Problemas
1. Evalúense los siguientes productos:
#∞ $ % #∞ $ % ∞ $
# %
1 2 1
a) 1+ 2 , b) 1− , c) 1− 2 ,
n=2
n −1 n=2
n(n + 1) n=2
n
∞ $
# % ∞ $
# % ∞ $
# %
2 1 (−1)n
d) 1− 3 , e) 1+ n , f) 1+ .
n=2
n +1 n=2
2 −2 n=2
n
3. Calcúlese el producto
∞ $
# %
n1/111
1+ .
n=2
ln n
4. Demuéstrese que
∞
& ∞
1 e & (−1)n
= , z != −1, −2, . . .
n=1
Γ(z + n) Γ(z) n=0 n!(z + n)
5. Evalúese el producto
#∞
n(a + b + n)
.
n=1
(a + n)(b + n)
6. Pruébese que
∞ ' ∞ $ %
# z ( z # z2
sen z = z 1− e nπ = z 1− ,
n=−∞
nπ n=1
(nπ)2
n#=0
1 · 2···n
c) B(p, n + 1) = ; d) Γ(z) = lim nz B(z, n).
p(p + 1) · · · (p + n) n→∞
18. Pruébese que el momento de inercia respecto del eje z de un elipsoide ho-
mogéneo de densidad unidad y semiejes a, b, c es
4 2
(a + b2 )πa b c .
15
62 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA
19. Pruébese que el área de la hipocicloide x2/3 + y 2/3 = l2/3 es 3πl2 /8.
20. Evalúese |Γ(3/2 + ix)| , x ∈ R.
21. Sea Ψ("r ) la función de onda mecanocuántica de una partı́cula que ha sufrido
un proceso de difusión (“scattering”) por un potencial de Coulomb34 . En el
origen, la función de onda es
Pruébese que
2πβ
Ψ(0)Ψ∗ (0) = .
e2πβ − 1
22. Una partı́cula de masa m, que se mueve en un pozo de potencial simétrico
de la forma V (x) = A|x|n , tiene una energı́a total E = 12 m(dx/dt)2 + V (x).
Despejando dx/dt e integrando, se encuentra que el perı́odo del movimiento
es 1 xm
√ dx
τ = 2 2m √ ,
0 E − Axn
donde xm es el “punto de retroceso”, que verifica V (xm ) = E. Pruébese que
5 $ %1/n
2 2πm E Γ(1/n)
τ= .
n E A Γ( 12 + 1/n)
1 ' πz ( & ∞
ζ(2n) 2n
log = z , |z| < 1.
2 sen πz n=1
2n
π2 π4 π6 π8 π 10
ζ(2) = , ζ(4) = , ζ(6) = , ζ(8) = , ζ(10) = .
6 90 945 9450 93555
47. La curva que en polares tiene por ecuación rm = 2m−1 am cos mθ está for-
mada por m lazos cerrados iguales. Pruébese que la longitud de la mitad
de uno cualquiera de esos lazos es
1
a π/2 ' cos x ( m1 −1
dx.
m 0 2
Hállese la longitud total de la curva.
48. Pruébese que la función definida como
∞ ;'
2 # z (n −z+z2 /(2n) <
g(z + 1) = (2π)z/2 e−z(z+1)/2−γz /2
1+ e
n=1
n
satisface
(n!)n
g(1) = 1, g(z + 1) = Γ(z)g(z), g(n + 1) = .
11 · 22 · 33 · · · nn
49. Pruébese que
8
# 'r( $ %3
640 π
Γ = 6 √ .
r=1
3 3 3
58. Hállese la curva plana que en cada punto tiene curvatura proporcional a la
longitud del arco recorrido desde el origen de coordenadas. Supóngase que
en el origen el vector tangente a la curva es (1, 0).
1 ∞
q
59. Calcúlese, para todo valor real de q, la integral e−x dx.
0
Hállese el valor de 1 ∞
2 sen x
B= e−x dx.
0 x
¿Cuál es el valor del cociente A/B?
61. Calcúlese el valor de la integral
1 ∞
n
I(a, n) = xa e−x dx; a, n > 0.
0
67. Evalúese
∞ $
# %$ %
1 1
1− 1+ .
n=2
n n
1.9 Bibliografı́a
1. Abramowitz, M., and Stegun, I.A., Handbook of Mathematical functions,
Dover, 1972.
2. Arfken, G., Mathematical Methods for Physicists, Academic Press, 1985.
3. Ayant, Y. et Borg, M., Fonctions Speciales à l’usage des étudiants en phy-
sique, Dunod, 1971.
4. Erdélyi, A., Magnus, W., Oberhettinger, F., and Tricomi, F.G., Higher
Transcendental Functions, Vols. I-III, MacGraw-Hill, 1953.
5. Erdélyi, A., Asymptotic expansions, Dover, 1956.
6. Kline, M., Mathematical Thought from Ancient to Modern Times, Oxford
Univ. Press, 1972.
7. Markushevich, A.I., Theory of Functions of a Complex Variable, Chelsea,
1977.
70 CAPÍTULO 1. LA FUNCIÓN GAMMA
TEORÍA ELEMENTAL DE
DISTRIBUCIONES
2.1 Introducción
71
72 CAPÍTULO 2. TEORÍA ELEMENTAL DE DISTRIBUCIONES
2
Laurent Schwartz (1915–), matemático francés que creó la teorı́a de las distribuciones
a finales de la década de 1940, poniendo ası́ sobre una base firme los cálculos formales
que hasta entonces se realizaban. Recibió la Medalla Fields (el equivalente del premio
Nobel en Matemáticas) en 1950.
3
Para más información al respecto puede consultarse el Apéndice D del libro de
Galindo y Pascual citado en la bibliografı́a.
2.2. ESPACIOS DE FUNCIONES DE PRUEBA 73
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
-2 -1 1 2
dp ϕ(x)
|x|m (2.2.2)
dxp
es una función acotada en R, y ésto ∀ m, p ∈ N. Obsérvese que D(R) ⊂ S(R)
2 2
y que, por ejemplo, la función e−x ∈ S, pero sin embargo e−x ∈ / D.
4
Jean Baptiste Joseph Fourier (1768–1830), matemático francés y destacado consejero
de Napoleón.
74 CAPÍTULO 2. TEORÍA ELEMENTAL DE DISTRIBUCIONES
Observaciones:
i) Se puede demostrar que el espacio D es denso en S.
ii) También se puede demostrar que S es estable bajo la transformación
de Fourier.
Un estudio más exhaustivo del espacio de Schwartz se realizará en el Capı́-
tulo 12.
Por razones que se podrı́an ver más claras al estudiar la teorı́a de los
2.3. DISTRIBUCIONES O FUNCIONES GENERALIZADAS 75
.T |αϕ1 + βϕ2 / = α.T |ϕ1 / + β.T |ϕ2 /; .T |ϕn /−→.T |ϕ/. (2.3.2)
Este resultado nos permite usar cualquiera de las dos notaciones equiva-
lentes
Ta (x) = T (x − a).
dH(x − x0 )
= δ(x − x0 ). (2.5.8)
dx
Este resultado es muy útil y permite derivar funciones que presenten dis-
continuidades de salto finito, cosa que hasta ahora no podı́amos hacer (en
los cursos de cálculo o de análisis matemático se nos decı́a que una función
no era derivable en los puntos de discontinuidad). La derivada de una
función que presente una discontinuidad de salto finito nos dará una δ en
la discontinidad, ¡una distribución!
Ejemplo: derivación de funciones con discontinuidades. Consideremos la
función f (x) definida por la gráfica que aparece en la Figura 2.2. Se trata
de una función definida a trozos que es igual a g(x) para x < 0 y vale h(x)
para x > 0. Observando que H(−x) = 1 − H(x), podemos escribir esta
7
El que en x0 la función valga 1/2 es una pura conveniencia y no es relevante para lo
que sigue; de hecho en algunos libros se prescinde del valor en este punto y en otros se le
asigna el valor 1; en cualquier caso, tendrı́amos dos funciones cuyos valores difieren sólo
en un punto, que es un conjunto de medida nula, y son por tanto equivalentes
80 CAPÍTULO 2. TEORÍA ELEMENTAL DE DISTRIBUCIONES
g(x) h(x)
4
3
2
1
-3 -2 -1 1 2 3
-1
-2
-3
Para tener una imagen más precisa de estas sucesiones de funciones, se han
dibujado tres curvas correspondientes al caso a) en la Figura 2.3, y otras
tres correspondientes al caso b) en la Figura 2.4.
-2 -1 1 2
2
x2
√
Figura 2.3: fn (x) = n e−n / π, para n = 1, 3, 10.
82 CAPÍTULO 2. TEORÍA ELEMENTAL DE DISTRIBUCIONES
-4 -2 2 4
Aunque no exista este lı́mite puntual, se puede probar que existe otro
que se denomina lı́mite débil, y que es precisamente el que aparece en la
ecuación (2.6.7):
1 ∞
lim fn (x)ϕ(x) dx = lim .fn |ϕ/ = ϕ(0) = .δ|ϕ/, ∀ ϕ(x) ∈ S.
n→∞ −∞ n→∞
(2.6.9)
Fı́sicamente a este lı́mite se le puede dar un sentido muy claro: pensemos
en los conceptos de masa puntual, carga puntual, fuerza que actúa sólo
en un instante de tiempo, etc. Todos ellos son idealizaciones que pueden
considerarse como casos lı́mite del tipo de los anteriores lı́mites débiles. Por
ejemplo, consideremos una densidad de masa 3("r ) que está concentrada en
una cierta región del espacio. La masa total asociada a esa densidad será
1
m= 3("r ) d"r. (2.6.10)
R3
1. δ(−x) = δ(x).
1
2. δ(ax) = δ(x), a ∈ R, a != 0.
|a|
3. Si g(x) es una función bien definida en el punto x = a, entonces
g(x) δ(x − a) = g(a) δ(x − a). En particular x δ(x) = 0, y por
tanto f (x) = k δ(x), con k una constante arbitraria, es solución de la
ecuación x f (x) = 0.
84 CAPÍTULO 2. TEORÍA ELEMENTAL DE DISTRIBUCIONES
1 )
c ϕ(a), si a ∈ (b, c),
4. Si [b, c] ⊂ R, entonces δ(x − a)ϕ(x) dx =
b 0, si a ∈
/ [b, c].
Cuando a = b ó a = c esta integral no está bien definida (y puede
tomar cualquier valor, según la sucesión fn (x) → δ(x) que se elija; si
se toman todas las fn (x) pares, entonces se puede asignar a este caso
especial a = b ó a = c el valor ϕ(a)/2).
1 ∞
5. δ(x − y) δ(x − z) dx = δ(y − z).
−∞
2.8 Problemas
1. Considérense las distribuciones asociadas a las siguientes funciones:
n 1
a) fn (x) = .
π 1 + n2 x2
n 2 2
b) fn (x) = √ e−n x .
π
1 sen2 (nx)
c) fn (x) = .
nπ x2
Demuéstrese que no existe lim fn (x) en el sentido normal de las funciones,
n→∞
pero que sus distribuciones asociadas convergen a δ(x). Verifı́quese que
1 x
lim fn (y) dy = H(x),
n→∞ −∞
12. Calcúlese en R2 $ %
1
∇ 2
log .
r
13. Considérese una viga delgada con sus extremos apoyados en los puntos x = 0
y x = L, como se indica en el dibujo. Hállese el perfil cuando se coloca un
peso en su punto medio, lo cual quiere decir que q(x) = P δ(x − L/2).
1 $ %
12
7π
b) δ x+ cos x dx.
−9 2
1 13
b) δ (x + 4π) cos x dx.
−12
.θ|f (x + T ) − f (x)/ = 0.
2.8. PROBLEMAS 91
(∇2 )k (r2k−n ln r)
2.9 Bibliografı́a
1. Arfken, G., Mathematical Methods for Physicists, Academic Press, 1985.
2. Butkov, E., Mathematical Physics, Addison-Wesley, 1968.
3. Cohen-Tannoudji, C., Diu, B. et Laloë, F., Mécanique Quantique, Hermann,
1973.
4. Dirac, P.A.M., Principios de Mecánica Cuántica, Ariel, 1968.
5. Galindo, A. y Pascual, P., Mecánica Cuántica, Alhambra, 1978.
6. Gasquet, C., et Witomski, P., Analyse de Fourier et applications, Masson,
1990.
7. Mathews, J. and Walker, R.L., Matemáticas para fı́sicos, Reverté , 1979.
8. Schwartz, L., Métodos matemáticos para las ciencias fı́sicas, Selecciones
Cientı́ficas, 1969.
9. Wunsch, A.D., Variable compleja con aplicaciones, Addison-Wesley Iberoa-
mericana, 1997.
Capı́tulo 3
SERIES DE FOURIER
3.1 Introducción
1
Daniel Bernouilli (1700–82), eminente cientı́fico miembro de una destacada familia
de matemáticos suizos. Entre sus muchos descubrimientos cabe indicar que fue él quien
introdujo la noción de modos normales de vibración de sistemas oscilatorios (campo
en el que colaboró activamente con Euler); también trabajó en hidrodinámica y sentó
las bases de la teorı́a cinética de los gases; impartió clases de fı́sica en Basilea, y de sus
experimentos intuyó lo que después se ha denominado ley de Coulomb de la electrostática;
realizó además destacadas contribuciones en magnetismo, naútica, teorı́a de las mareas,
astronomı́a, etc.
2
Jean Le Rond d’Alembert (1717–83), matemático y hombre de letras francés, que co-
laboró de forma activa en la elaboración de la famosa “Enciclopedia”, junto con Diderot.
Estableció la ciencia de la mecánica como una rama de las matemáticas (“mecánica
racional”), siendo un pionero en el estudio y la utilización de las ecuaciones en derivadas
parciales. Fue uno de los primeros en darse cuenta de la trascendencia del concepto de
función, y de la necesidad de definir adecuadamente la noción de lı́mite, introduciendo
la derivada como el lı́mite de un cociente de incrementos.
3
Joseph-Louis Lagrange (1736–1813), matemático francés (aunque nacido en Turı́n)
que realizó importantes contribuciones al cálculo variacional, a la teorı́a de las ecuaciones
diferenciales, a la astronomı́a y a la mecánica (su obra Mecánica Analı́tica resume todo
el trabajo efectuado en este campo desde Newton, destacando el uso que se hace de las
ecuaciones diferenciales). También trabajó en temas de matemática pura, como la teorı́a
de números, siendo un precursor de la teorı́a de grupos.
93
94 CAPÍTULO 3. SERIES DE FOURIER
siendo
ak − ibk ak + ibk
ck = , c−k = , b0 = 0; k = 0, 1, 2, . . . (3.1.3)
2 2
Los matemáticos del siglo XVIII también usaron de manera asidua este tipo
de series en sus estudios de problemas astronómicos. La utilidad de estas
series en astronomı́a es evidente por el hecho de que se trata de funciones
periódicas y los fenómenos astronómicos son esencialmente periódicos. Una
de las aplicaciones de las series trigonométricas en este campo está rela-
cionada con la necesidad de interpolar para conocer las posiciones de los
planetas entre ciertas posiciones conocidas por observación directa.
Estos debates generaron una de las crisis más profundas en el desarrollo
del análisis matemático4 . Para hacernos una idea, pensemos que en aquella
época la propia definición de “función” no estaba aún completamente es-
tablecida y matemáticos tan eminentes como Euler y d’Alembert discrepa-
ban bastante en este punto. Los resultados de esta polémica dieciochesca
no fueron definitivos. Como ya se ha mencionado, uno de los mayores
escollos guardaba relación con la posibilidad de representar una función
arbitraria mediante una serie trigonométrica. La resolución de este proble-
ma se debe a Fourier. En 1811, Joseph Fourier anunció su convicción de
que una representación del tipo indicado en (3.1.2) es posible. Su trabajo
“Théorie Analytique de la Chaleur” (1822) contiene muchos casos particu-
lares de tales representaciones trigonométricas, de las que se hace amplio
uso a lo largo de la obra. Debido a esto, el nombre de Fourier se asocia
usualmente al problema de hallar la representación trigonométrica de una
4
Para más información véase la obra de Kline citada en el Capı́tulo 1.
3.1. INTRODUCCIÓN 95
integrables en (−π, π), incluso si no hay indicios claros para intuir estas
diferencias. Ası́ por ejemplo, la serie trigonométrica
∞
& sen nx
, (3.1.7)
ln n
n=2
10
-6 -4 -2 2 4 6
-5
-10
Definición 1: sea f (x) una función de variable real. Diremos que el lı́mite
lateral por la derecha en x0 de f (x) es f (x0 +), y lo denotaremos
si ∀0 > 0, ∃δ > 0 tal que si 0 < x − x0 < δ, entonces |f (x) − f (x0 +)| < 0.
f(xo -)
f(x o +)
xo
si ∀0 > 0, ∃δ > 0 tal que si 0 < x0 − x < δ, entonces |f (x) − f (x0 −)| < 0. Si
la función es continua en x0 , entonces existen los lı́mites laterales y además
f (x0 +) = f (x0 −) = f (x0 ).
Definición 2: diremos que una función univaluada f (x) es continua a
trozos en el intervalo [a, b] si existe un número finito de puntos
f(x)
0.5
0.5 1 1.5 2
-0.5
-1
f (x0 + h) − f (x0 +)
f ! (x0 +) = lim , h > 0.
h→0 h
f (x0 −) − f (x0 − h)
f ! (x0 +) = lim , h > 0.
h→0 h
Está claro que si f (x) admite derivada en x0 , las derivadas laterales existen
y coinciden con f ! (x0 ). Pero la afirmación recı́proca no es cierta, como
demuestra el contraejemplo que se muestra en la Figura 3.5.
Observación: en el ejemplo que aparece representado en la Figura 3.5 se
verifica que f ! (0+) = 1 = f ! (0−), pero no existe8 f ! (0) ya que f (x) es
discontinua en x = 0.
8
No existe en el sentido de la teorı́a ordinaria de funciones, pero ya sabemos que sı́
existe en el sentido de las distribuciones.
3.2. DEFINICIONES PREVIAS 99
-2 -1 1 2
No insistiremos aquı́ en que, para ser estrictos, las funciones que se usan
han de ser medibles en el sentido de Lebesgue, porque suponemos que este
concepto no es conocido por la mayor parte de los lectores, y porque las
funciones integrables Riemann lo son. En particular, toda función continua
a trozos (con saltos finitos) es medible en el sentido de Lebesgue.
Definición 8: la función f (x) se dice que es de cuadrado integrable en
[a, b] si existe la integral
1 b
|f (x)|2 dx, (3.2.7)
a
Si una serie converge uniformemente en [a, b], entonces converge en [a, b],
pero el recı́proco no es cierto. Damos a continuación un criterio muy útil,
y a la vez sencillo, para verificar la convergencia uniforme de una serie de
funciones; es el llamado criterio M de Weierstrass:
Teorema 1: si la serie de números positivos M1 + M2 + M3 + · · · converge
∞
&
y si además ∀ x ∈ [a, b], |fk (x)| ≤ Mk , entonces la serie fk (x) converge
k=1
absoluta y uniformemente en [a, b].
Demostración: como la serie numérica M1 + M2 + M3 + · · · converge, fijado " > 0, ∃ N
tal que si n > N , entonces MN +1 + MN +2 + · · · + Mn < ". Llamemos
Tenemos lo siguiente
|sn (x) − sN (x)| = |sn (x) − sn−1 (x) + sn−1 (x) − sn−2 (x) + · · · + sN −1 (x) − sN (x)|
≤ |sn (x) − sn−1 (x)| + |sn−1 (x) − sn−2 (x)| + · · · + |sN −1 (x) − sN (x)|
= |fn (x)| + |fn−1 (x)| + · · · + |fN +1 (x)|
= ≤ Mn + Mn−1 + · · · + MN +1 < ", ∀ x ∈ [a, b].
Por tanto,
sup |sn (x) − sN (x)| < "
x∈[a,b]
∞
&
Teorema 3: si la serie fn (x) converge, si las funciones fn! (x) existen
n=1
∞
&
y si la serie fn! (x) converge uniformemente en [a, b], entonces podemos
n=1
derivar término a término:
9∞ : ∞
d & &
fn (x) = fn! (x). (3.2.13)
dx
n=1 n=1
siempre y cuando esta integral exista (para lo cual basta que f (x), g(x) y
ω(x) estén acotadas y sean continuas a trozos).
Definición 11: bajo las condiciones de la definición precedente, diremos
que f (x) y g(x) son ortogonales, respecto a la función de peso ω(x), si
.f |g/ = 0.
Definición 12: consideremos ahora {φn (x)} una sucesión (finita o infinita)
de funciones de [a, b] en R o en C. Diremos que esas funciones son orto-
gonales entre sı́, respecto de la función peso ω(x) ≥ 0, y que forman un
conjunto ortogonal en el intervalo [a, b] si
indicando con el sı́mbolo “∼” que a cada función f (x) le asociamos los
números {a0 , ak , bk }k∈N de una manera unı́voca que mostraremos a con-
tinuación. No usamos el signo “=” ya que, como veremos, la serie puede
converger o no a f (x). Respecto al término constante, por comodidad
resulta conveniente escribirlo como a0 /2.
Definamos la suma parcial n-ésima de la serie trigonométrica que tene-
mos en (3.3.1) como
n
a0 &
sn (x) = + (ak cos kx + bk sen kx) . (3.3.2)
2
k=1
1 + n
,
∂In π
a0 &
= −2 f (x) − − (ak cos kx + bk sen kx) sen lx dx
∂bl −π 2
k=1
1 π
= −2 f (x) sen lx dx + 2πbl .
−π
Los valores de los coeficientes que anulan estas derivadas primeras son:
1
1 π
ka = f (x) cos kx dx,
π −π
1 k = 0, 1, 2, . . . (3.3.4)
1 π
bk = f (x) sen kx dx,
π −π
∂ 2 In ∂ 2 In ∂ 2 In
= π, = = 2π, ∀ l ∈ N, (3.3.5)
∂a20 ∂a2l ∂b2l
Por tanto el valor mı́nimo se obtiene para los valores de ak y bk que tenemos
en las fórmulas (3.3.4), que se llaman coeficientes de Fourier de f (x). La
serie trigonométrica que se obtiene con ellos es la serie de Fourier de f (x).
Nota importante: el hecho de representar f (x) mediante una serie de
Fourier no implica que esta serie converja a f (x) en cada punto del intervalo
3.3. SERIE DE FOURIER ASOCIADA A UNA FUNCIÓN 107
0.5
-4 -2 2 4
Si damos por válido que la serie puede integrarse término a término (ve-
remos con posterioridad cuáles son las condiciones suficientes para poder
hacer ésto), tenemos:
1 π & ∞ 1 π
a0
f (x) dx = 2π + (ak cos kx + bk sen kx) dx = a0 π. (3.3.8)
−π 2 −π
k=1
Hemos usado los resultados de (3.2.20). Por otro lado, multiplicando f (x)
por cos lx y por sen lx e integrando, se obtiene lo siguiente:
1 π 1
a0 π
f (x) cos lx dx = cos lx dx
−π 2 −π
&∞ 1 π
+ (ak cos kx + bk sen kx) cos lx dx = πal ;
k=1 −π
1 π 1 π
a0
f (x) sen lx dx = sen lx dx
−π 2 −π
∞ 1
& π
+ (ak cos kx + bk sen kx) sen lx dx = πbl .
k=1 −π
Fijémonos que si fp (x) es una función par definida en el intervalo [−π, π], las
integrales que permiten calcular bk en (3.3.4) se anulan por tener integrando
3.3. SERIE DE FOURIER ASOCIADA A UNA FUNCIÓN 109
Por otro lado, si fi (x) es una función impar definida en el mismo intervalo,
son todos los coeficientes ak los que se anulan, y su serie de Fourier será
∞
&
fi (x) ∼ bk sen kx. (3.3.10)
k=1
15
10
∞
& (−1)k
π2
x =
2
+4 cos kx, x ∈ [−π, π]. (3.3.11)
3 k2
k=1
6
3 sumandos
4 6 sumandos
30 sumandos
2
-4 -2 2 4
siendo
1
a0 1 π
c0 := = f (x) dx,
2 2π −π
1
ak − ibk 1 π
ck := = f (x) e−ikx dx,
2 2π −π
1
ak + ibk 1 π
c−k := = f (x) eikx dx, k = 1, 2, . . .
2 2π −π
En forma abreviada,
∞
& 1
1 π
f (x) ∼ ck eikx
; ck = f (x) e−ikx dx, k ∈ Z. (3.3.13)
2π −π
k=−∞
reducir este nuevo problema al ya estudiado sin más que realizar un sencillo
cambio de variable lineal. En efecto, si hacemos
b+a b−a
x= + t, (3.3.14)
2 2π
el intervalo a ≤ x ≤ b se transforma en −π ≤ t ≤ π y la función f (x) se
transforma en $ %
b+a b−a
f (x) = f + t := F (t), (3.3.15)
2 2π
que se define ∀ t ∈ R al extenderla fuera de [−π, π] por periodicidad. Ahora
se calcula la serie de Fourier de F (t):
∞
a0 &
F (t) ∼ + (ak cos kt + bk sen kt)
2
k=1
con 1
1 π
ak = F (t) cos kt dt;
π −π
1 π
1
bk = F (t) sen kt dt.
π −π
El último paso de este proceso consiste en deshacer el cambio de variable,
pasando de t a x, lo que nos proporciona el desarrollo de la función f (x)
en el intervalo [a, b]:
∞ / ! " ! "0
a0 & kπ(2x − b − a) kπ(2x − b − a)
f (x) ∼ + ak cos + bk sen ,
2 b−a b−a
k=1
(3.3.16)
donde
1 b $ %
2 kπ(2x − b − a)
ak = f (x) cos dx,
b−a a b−a
$ % k = 0, 1, 2, . . .
1 b
2 kπ(2x − b − a)
bk = f (x) sen dx,
b−a a b−a
(3.3.17)
Es frecuente que el intervalo sea simétrico, de la forma [−', '], en cuyo caso
el resultado precedente adopta la forma siguiente:
∞ / $ % $ %0
a0 & kπx kπx
f (x) ∼ + ak cos + bk sen , (3.3.18)
2 ' '
k=1
3.4. CONVERGENCIA DE LAS SERIES DE FOURIER 113
con
1 %
$
1 "
kπx
ak = f (x) cos dx,
' −" '
1 $ % k = 0, 1, 2, . . . (3.3.19)
1 " kπx
bk = f (x) sen dx,
' −" '
Sea f (x) una función real continua a trozos en [−π, π] y que se extiende a
todo R por periodicidad. Consideremos la suma parcial n-ésima de la serie
de Fourier asociada (3.3.2)
n
a0 &
sn (x) = + (ak cos kx + bk sen kx) , (3.4.1)
2
k=1
& n
a20 π
= +π (a2k + b2k ).
2
k=1
es completo.
1 n 1
1 π
1& π
= f (y) dy + f (y) [cos ky cos kx + sen ky sen kx] dy
2π −π π
k=1 −π
1 + n
,
1 π 1 &
= f (y) + cos[k(y − x)] dy. (3.4.7)
π −π 2
k=1
A continuación usamos la identidad trigonométrica (3.2.23). Tomando allı́
α = a/2 y β = ka, tenemos:
a
2 sen cos ka = sen [(k + 12 )a] − sen [(k − 12 )a] .
2
Por tanto
+ n
, n
a 1 & a & a
2 sen + cos ka = sen + 2 sen cos ka
2 2 2 2
k=1 k=1
n
&
a
= sen + 2 { sen [(k + 12 )a] − sen [(k − 12 )a]}
2
k=1
Pero
1 E F
1 0
sen (n + 12 )s
I1 (x, n) = [f (x−) − f (x−) + f (s + x)] ds
π −π 2 sen 2s
1 E F 1 ! "
f (x−) 0
sen (n + 12 )s 1 0
f (s + x) − f (x−) 1
= ds + sen (n + )s ds
π −π 2 sen 2s π −π 2 sen 2s 2
1 E 1
F 1 ! " ! "
π 0
f (x−) sen (n + 2
)s 1 f (s + x) − f (x−) 1
= ds + sen (n + )s ds.
2π −π 2 sen 2s π −π 2 sen 2s 2
Ya hemos visto en (3.4.9) que la primera integral vale π. Por otro lado, la función
! "
f (s + x) − f (x−)
2 sen 2s
es continua a trozos. En efecto, el único problema podrı́a estar en s = 0, pero
! " ! "
f (s + x) − f (x−) f (x + s) − f (x−) s/2
lim = lim = f $ (x−), (3.4.14)
s→0− 2 sen 2s s→0− s sen 2s
que existe pues hemos supuesto que f (x) es regular a trozos. Por tanto, podemos aplicar
el lema de Riemann-Lebesgue a I1 (x, n):
1 0 ! " ! "
f (x−) 1 f (s + x) − f (x−) 1 f (x−)
lim I1 (x, n) = + lim sen (n + )s ds = .
n→∞ 2 π n→∞ −π 2 sen 2s 2 2
(3.4.15)
Análogamente se demuestra que
f (x+)
lim I2 (x, n) = , (3.4.16)
n→∞ 2
con lo cual el lim sn (x) nos da efectivamente el importante resultado que ya enunciamos
n→∞
en el teorema:
∞
a0 & 1
+ (ak cos kx + bk sen kx) = [f (x+) + f (x−)].
2 2
k=1
El criterio M de Weierstrass nos dice que esta serie converge absoluta y uniformemente
en [−π, π] (y por tanto también puntualmente) si podemos encontrar unas constantes
positivas Mk , k = 1, 2, . . . tales que
|ak cos kx + bk sen kx| ≤ Mk , ∀ x ∈ [−π, π],
siendo, además, M1 + M2 + M3 + · · · una serie convergente. Veamos que, en efecto,
podemos construir esta serie numérica convergente. En primer lugar, consideremos las
series de Fourier de f (x) y f $ (x):
∞
a0 &
f (x) ∼ + (ak cos kx + bk sen kx) , (3.4.17)
2
k=1
Los coeficientes de cada serie se calculan usando las bien conocidas fórmulas (3.3.4). En
particular,
1 π
1 1 1
ã0 = f $ (x) dx = [f (x)]π−π = [f (π) − f (−π)] = 0,
π −π π π
ya que f (x) es continua en [−π, π] y periódica. Los otros coeficientes se calculan análo-
gamente, integrando por partes:
1 π / 1 π 0
1 1
ãk = f $ (x) cos kx dx = [f (x) cos kx]π−π + k f (x) sen kx dx
π −π π −π
1
= [f (π) cos kπ − f (−π) cos kπ + kπbk ] = k bk ;
π
1 π / 1 π 0
1 1
b̃k = f $ (x) sen kx dx = [f (x) sen kx]π−π − k f (x) cos kx dx = −k ak .
π −π π −π
Ası́ pues, podemos acotar de manera trivial utilizando estos resultados y obtenemos:
|ãk | |b̃k |
|ak cos kx + bk sen kx| ≤| ak | + |bk | = + := Mk .
k k
Falta probar que la suma de estas constantes Mk , que acabamos de definir, converge.
Pero eso se sigue con facilidad de lo siguiente:
$ %2
1 1 2|ãk |
0≤ |ãk | − = |ãk |2 + − ,
k k2 k
120 CAPÍTULO 3. SERIES DE FOURIER
de modo que
|ãk | 1 1 1 1 1 1
≤ |ãk |2 + = (ãk )2 + .
k 2 2 k2 2 2 k2
Lo mismo es válido con b̃k en lugar de ãk , de modo que
1 1 1 1 1 1
Mk ≤ (ãk )2 + + (b̃k )2 + ,
2 2 k2 2 2 k2
pero entonces
∞
& ∞ ∞
1 & & 1
Mk ≤ [(ãk )2 + (b̃k )2 ] + < ∞,
2 k2
k=1 k=1 k=1
Se denomina ası́ al hecho de que las sumas parciales de una serie de Fourier
no puedan aproximarse uniformemente a f (x) en intervalos en los que la
función presente discontinuidades. El primero en demostrar la existencia
de este tipo de fenómenos fue un matemático irlandés poco conocido de
nombre Wilbraham, en 1848, aunque su trabajo pasó completamente de-
sapercibido. Fue el fı́sico estadounidense Michelson15 quien, de forma ca-
sual, redescubrió este hecho en 1898. Michelson habı́a diseñado un aparato,
15
Albert Abraham Michelson (1852–1931), premio Nobel de Fı́sica en 1907, bien cono-
cido por la realización del famoso experimento de Michelson-Morley para determinar la
existencia del éter. Edward Williams Morley (1838-1923) fue un destacado quı́mico y
fı́sico estadounidense.
3.4. CONVERGENCIA DE LAS SERIES DE FOURIER 121
0.5
-4 -2 2 4
-0.5
entonces
ã0 & ' (
∞ ∞
&
f $ (x) ∼ + ãk cos kx + b̃k sen kx = (−kak sen kx + kbk cos kx) ,
2
k=1 k=1
& 1 ∞
A0
= (q − p) + [Ak ( sen kq − sen kp) − Bk (cos kq − cos kp)] .
2 k
k=1
es decir, F (x) tiene también perı́odo 2π. Por tanto, como F (x) es continua, de perı́odo
2π y con derivada continua a trozos, según el teorema 7, admite una serie de Fourier que
converge absoluta y uniformemente:
∞
α0 &
F (x) = + (αk cos kx + βk sen kx) .
2
k=1
124 CAPÍTULO 3. SERIES DE FOURIER
Estableciendo un paralelismo entre la notación allı́ usada y la que hemos adoptado ahora,
hemos de efectuar los cambios siguientes:
Teorema 7 → Teorema 10
f (x) → F (x)
ak → αk
bk → βk
A0
f $ (x) → ϕ(x) −
2
ãk = kbk → Ak = kβk
b̃k = −kak → Bk = −kαk
Por tanto
∞
α0 & 1
F (x) = + (−Bk cos kx + Ak sen kx) .
2 k
k=1
Ası́ pues,
1 ∞
x
A0 α0 & 1
ϕ(t) dt = x+ + (−Bk cos kx + Ak sen kx) , (3.5.5)
0 2 2 k
k=1
y finalmente, como 1 1 1
q q p
ϕ(t) dt = ϕ(t) dt − ϕ(t) dt,
p 0 0
y tras reordenar las series (cosa que se puede hacer porque hay convergencia absoluta),
se obtiene
1 q & 1 ∞
A0
ϕ(t) dt = (q − p) + [Ak ( sen kq − sen kp) − Bk (cos kq − cos kp)] ,
p 2 k
k=1
Los coeficientes cm,n tienen parte real y parte imaginaria, de modo que
al llevarlos a (3.6.3) resulta una función real. Estos desarrollos en serie de
Fourier se pueden escribir usando exclusivamente funciones trigonométricas
reales, aunque las expresiones resultan más complicadas que la forma com-
pleja comentada con anterioridad, por lo que remitimos al lector interesado
en ellas a la bibliografı́a recomendada al final del capı́tulo.
126 CAPÍTULO 3. SERIES DE FOURIER
3.8 Problemas
1. Sea f : R → C una función de perı́odo 2π. Pruébese que ∀ α, β ∈ R se
verifica: 1 α+2π 1 β+2π
f (x) dx = f (x) dx.
α β
∞ $ % $ %
2 & nπ nπ
b) δ(x − µ) = sen x sen µ ; 0 < µ < L.
L n=1 L L
15. Calcúlese la serie de Fourier de la función f (x) = |x|3 en (−1, 1), y también
de sus cuatro primeras derivadas. Analı́cense con cuidado los resultados.
16. Hállense las relaciones entre los coeficientes de las series de Fourier cuando
éstas se expresan en las tres formas más usuales:
∞
a0 &
a) Serie trigonométrica: + (an cos(ωn x) + bn sen(ωn x)).
2 n=1
∞
&
b) Serie compleja: cn e−iωn x .
n=−∞
∞
a0 &
c) Serie de amplitudes y fases: + hn cos(ωn x − φn ).
2 n=1
&∞
(−1)n+1
sen nx sen ny = 0
n=1
n2
&∞
(−1)n+1
sen nx cos ny = 0.
n=1
n3
32. Calcúlese la serie de Fourier de la función f (x) = |x|3 en (−1, 1), y también
la serie de Fourier de sus cuatro primeras derivadas. Analı́cense con cuidado
los resultados. Recuérdese que las gráficas de las funciones suelen ayudar a
entender mejor el problema.
33. Considérese la función f (x) = (x + π)x(x − π).
a) Dibújese con precisión esta función en toda la recta real, determinando
sus puntos crı́ticos.
b) Calcúlese el desarrollo en serie de Fourier de la función f (x) en el intervalo
[−π, π].
c) Dibújese en R la gráfica del desarrollo en serie obtenido y compárese con
la representada en el apartado a).
d) ¿Qué puede decirse respecto de la serie de Fourier de
34. Dibújese la función |sen 2x|. Calcúlese su serie de Fourier comentando dónde
converge o no converge la serie de Fourier a la función, y dónde se presenta
el fenómeno de Gibbs.
132 CAPÍTULO 3. SERIES DE FOURIER
a) sen2 x.
b) cos2 x.
c) senx cos x.
3.9 Bibliografı́a
1. Broman, A, Introduction to Partial Differential Equations from Fourier Se-
ries to Boundary-value Problems, Addison-Wesley, 1970.
2. Butkov, E., Mathematical Physics, Addison-Wesley, 1968.
3. Carslaw, G.P., An Introduction to the Theory of Fourier’s Series and Inte-
grals, Dover, 1950.
4. Churchill, R.V., Series de Fourier y problemas de contorno, Ediciones del
Castillo, 1966.
5. Churchill, R.V., Operational Mathematics, McGraw-Hill, 1972.
6. Edwards, R.E., Fourier Series. A Modern Introduction, Springer, 1979.
7. Edwards Jr., C.H. y Penney, D.E., Ecuaciones diferenciales elementales y
problemas con condiciones en la frontera, Prentice-Hall Hispanoamericana,
1993.
8. Hsu, H. P., Análisis de Fourier , Fondo Educativo Interamericano, 1973.
134 CAPÍTULO 3. SERIES DE FOURIER
LA TRANSFORMACIÓN
DE FOURIER
4.1 Introducción
135
136 CAPÍTULO 4. LA TRANSFORMACIÓN DE FOURIER
real sea representada por una integral, en lugar de por una serie. Como
veremos, estas integrales son, en muchos aspectos, análogas a las series de
Fourier. La idea básica de esta generalización se debe a Fourier, Cauchy y
Poisson, siendo difı́cil asignar a uno de ellos la prioridad del descubrimiento,
pues los tres presentaron diversas comunicaciones orales sobre el tema en
la Académie des Sciences de Paris en la segunda decena del siglo XIX.
La transformación de Fourier es una de las herramientas más útiles en
el campo de la matemática aplicada, y su conocimiento y buen uso re-
sulta fundamental para todo cientı́fico teórico o aplicado, ya que aparece
una y otra vez en los campos más diversos, por ejemplo en electromag-
netismo, en óptica (donde existe una rama denominada óptica de Fourier)
o en aplicaciones técnicas, sin olvidar el uso esencial que de ella se hace en
mecánica cuántica. En los últimos años han surgido interesantes desarro-
llos matemáticos relacionados con este tema, como son la transformada de
Fourier discreta, la transformada de Fourier rápida y la teorı́a de onditas
(wavelets en inglés y ondelettes en francés), todos ellos implementables de
forma numérica y con interesantes aplicaciones prácticas.
∞ / $ % $ %0
a0 & kπx kπx
f" (x) = + ak cos + bk sen . (4.2.1)
2 ' '
k=1
&∞ $ %
' cn
f" (x) = ei(nπ/")x ∆k, (4.2.5)
n=−∞
π
siendo 1
' cn 1 "
= f" (x) e−i(nπ/")x dx. (4.2.6)
π 2π −"
f" (x) → f (x), ya que la extensión periódica deja paso a la función original.
Con esto, (4.2.7) nos proporciona
1 ∞
1
c(k) ≡ lim c" (k) = f (x) e−ikx dx, (4.2.9)
"→∞ 2π −∞
2
fHxL
1
2
f10 HxL
1
2
f20 HxL
1
2
f30 HxL
1
2
f40 HxL
1
Una vez que hemos comentado la relación que existe entre las series de
Fourier y la transformación de Fourier, en la siguiente sección daremos, de
manera más formal, las definiciones que manejaremos en lo sucesivo.
140 CAPÍTULO 4. LA TRANSFORMACIÓN DE FOURIER
Definición 1: dada una función real o compleja f (x), definida para valores
x ∈ R, se introduce una nueva función (dependiente de una variable real
que llamaremos k), denominada la transformada de Fourier de la función
f (x), como sigue:
1 ∞
1
F{f (x)} ≡ F{f } ≡ F (k) := √ f (x) e−ikx dx. (4.3.1)
2π −∞
La transformada de Fourier inversa de una función F (k) se define
1 ∞
−1 −1 1
F {F (k)} ≡F {F } ≡ f (x) := √ F (k) eikx dk. (4.3.2)
2π −∞
Para llegar a este resultado hemos usado el hecho de que cos[k(x − y)] y
sen [k(x − y)] son dos funciones respectivamente par e impar en la variable
k. Además, si f (x) es integrable, el teorema de Fubini1 debe ser válido
aquı́. La igualdad (4.4.1) sirve para demostrar el llamado teorema de la
integral de Fourier , que nos limitamos a enunciar:
1
Guido Fubini (1879–1943), matemático italiano.
4.4. EL TEOREMA DE LA INTEGRAL DE FOURIER 143
2. Propiedad de desplazamiento:
3. Cambio de escala:
1
F{f (ax)} = F (k/a), a ∈ R − {0}. (4.5.3)
|a|
2 2
1.5 1.5
1 1
0.5 0.5
-6 -4 -2 2 4 6 -6 -4 -2 2 4 6
11. Si se está trabajando con una función de varias variables, puede ha-
llarse la transformada de Fourier respecto de una de ellas solamente.
Por ejemplo, dada la función f (x, y), pueden calcularse
1 ∞
1
F1 {f (x, y)} ≡ F1 (k, y) = √ f (x, y) e−ikx dx; (4.5.9)
2π −∞
1 ∞
1
F2 {f (x, y)} ≡ F2 (x, k) = √ f (x, y) e−iky dy. (4.5.10)
2π −∞
Puede usarse este artificio para evaluar soluciones de ecuaciones or-
dinarias o en derivadas parciales, ya que, por ejemplo,
/ 0 1 ∞
∂f (x, y) 1 ∂f (x, y) −ikx
F1 =√ e dx = ik F1 (k, y);
∂x 2π −∞ ∂x
/ 0 1 ∞
∂f (x, y) 1 ∂f (x, y) −ikx ∂F1 (k, y)
F1 =√ e dx = .
∂y 2π −∞ ∂y ∂y
es la función escalar
siendo "ı, ", "k los vectores unitarios en la dirección de los ejes coorde-
nados. Se puede demostrar fácilmente que
" × f"("x )} = i "k × F" ("k ).
F{∇ (4.6.6)
En todos los casos se supone que las funciones involucradas tienden a cero
cuando |"x | →∞ . Estos resultados son de gran utilidad al realizar cálculos
en electromagnetismo, en fı́sica atómica y en fı́sica del estado sólido.
4.7 La convolución
que es muy útil para evaluar ciertas integrales no triviales. Esta relación
sólo nos dará un resultado relevante si las funciones f (x) y F (k) pertenecen
al espacio L2 (R), ya que de otro modo las integrales tendrán un valor
infinito.
1
(F{δ(x − a)})(k) = √ e−iak . (4.9.5)
2π
1
(F{δ(x)})(k) = √ , (F −1 {(2π)−1/2 })(k) = δ(x), (4.9.6)
2π
Esto hace pensar que serı́a muy útil contar con una descripción de la función
o señal f (x) que efectuara a la vez un análisis en “tiempo” (nuestra varia-
ble x) y en “frecuencia” (nuestra variable k), como lo hace, por ejemplo,
una partitura musical, que nos da a la vez la frecuencia de las notas musi-
cales y su duración temporal. Las onditas o wavelets son una herramienta
diseñada para cumplir esta misión, capaces de descomponer de manera efi-
ciente funciones no periódicas de campos muy diversos, como pueden ser
soluciones de ecuaciones diferenciales con discontinuidades bruscas, señales
unidimensionales o bidimensionales correspondientes a sonidos o imágenes,
soluciones de ecuaciones integrales para operadores singulares, etc. Cu-
riosamente, la teorı́a de wavelets, o transformada en wavelets, es esen-
cialmente una sı́ntesis de los trabajos desarrollados durante la década de
1980 en campos aparentemente tan dispares como la fı́sica cuántica, las
matemáticas puras o la ingenierı́a eléctrica. Vamos a comentar a continua-
ción, de manera muy breve y esquemática, el fundamento que subyace a
esta nueva transformación, o descomposición en “tiempo-frecuencia”.
Consideremos una función f (t) que depende del tiempo. Si nos interesa
su “contenido en frecuencias”, tambien llamado “espectro”, hemos visto
que debemos recurrir a calcular su transformada de Fourier (4.3.1)
1 ∞
1
F (k) = √ f (x) e−iks ds.
2π −∞
4.11. LA TRANSFORMACIÓN EN “ONDITAS” 157
Al igual que todos los armónicos están presentes en f (t), pero no se sabe
cuánto contribuye cada uno, lo mismo sucede con la información temporal
que está presente en F (k), pero que no se puede conocer a primera vista.
¿Cómo realizar la descripción o descomposición de la función en tiempo
y en frecuencia a la vez, al modo de un pentagrama musical? La idea básica
generaliza la transformación de Fourier usando lo que se llama una familia
de funciones ventana ψm,n (t) con las que se muestrea la señal f (t) mediante
el cálculo de productos escalares
1
Wm,n (f ) = f (s) ψm,n (s) ds, (4.11.1)
R
Prácticamente cualquier función ψ que sea oscilante, tal que tanto ella como
su transformada de Fourier estén bien localizadas, y que además su integral
sea nula, será útil como ondita madre. Ası́ por ejemplo, la derivada segunda
de una gaussiana, que es un “sombrero mexicano”
2 2
ψ(t) = √ (1 − t2 ) e−t /2 .
3π 1/4
Pues bien, en la práctica dada una ondita madre como las mostradas en los
ejemplos anteriores o similares, sı́ es posible construir algoritmos explı́citos
que permiten cumplir los dos objetivos anteriormente indicados. Para más
información, se recomienda consultar los libros de Daubechies y Gasquet-
Witomski que se citan al final del capı́tulo, ası́ como la bibliografı́a ofrecida
en ellos.
4.12. PROBLEMAS 159
4.12 Problemas
1. Considérense las funciones:
2
a) f (x) = N e−αx ; N, α = ctes. > 0.
a
b) f (x) = ; a = cte. > 0.
x2 + a2
Hállese la transformada de Fourier de ambas, F (k) = F{f (x)}, compárese
con la función original f (x) y compruébese que F −1 {F (k)} = f (x).
2. Calcúlese la transformada de Fourier de las siguientes funciones:
a) f (x) = cte.; b) f (x) = H(x);
)
b, 0 < x ≤ T,
e) f (x) = k) f (x) = sen ax;
0, en el resto de R;
c) f (x) = signo (x); d) f (x) = xH(x);
)
1, |x| ≤ a,
f ) f (x) = rect (x/a) = h) f (x) = exp(iax);
0, |x| > a;
j) f (x) = cos ax rect(x/d); l) f (x) = x−n ;
)
a − |x|, |x| ≤ a,
g) f (x) = tri (x, a) = i) f (x) = cos(x2 );
0, |x| > a;
m) f (x) = |x|; n) f (x) = cos ax;
ñ) f (x) = xn .
1 ∞
1
3. Si F (k) = F{f (x)}, k != 0 y F (0) = √ f (u) du != 0, demuéstrese
2π −∞
que /1 x 0
F (k)
F f (u) du = −i + πF (0) δ(k).
−∞ k
Hállese el resultado cuando k = 0.
4. Si F (k) = F{f (x)}, demuéstrese que F{F (x)} = f (−k) y aplı́quese este
resultado para hallar la transformada de Fourier de
sen (ax)
f (x) = sinc (ax) = , a = cte.
ax
5. Evalúense las transformadas de Fourier en coseno y en seno de la función
f (x) = e−ax , x > 0, a > 0.
160 CAPÍTULO 4. LA TRANSFORMACIÓN DE FOURIER
6. Sea f (x) una función tal que ella y su derivada primera se anulan cuando
x → ∞. Si Fc (k) y Fs (k) son sus transformadas de Fourier en coseno y en
seno respectivamente, demuéstrese que
5 5
2 % 2
Fc {f (x)} = −k Fc (k) −
%% 2
f (0) Fs {f (x)} = −k Fs (k) +
%% 2
kf (0).
π π
10. Sea f ("r ) : R3 → R una función con simetrı́a esférica. Demuéstrese que
5 1 ∞
2
F{f ("r )} = r2 f (r) sinc (kr) dr.
π 0
e−λr
f (r) = .
r
16. Dibújese la función f (x) = e−α |x| rect (x), (α ≥ 0) y calcúlese su transfor-
mada de Fourier.
162 CAPÍTULO 4. LA TRANSFORMACIÓN DE FOURIER
1 )
∞ 1 − a, 0 ≤ a ≤ 1;
c) f (x) sen ax dx =
0 0, a > 1.
1 ∞
2
d) y(u) y(x − u) du = e−x .
−∞
1, 0 ≤ t < 1;
1 ∞
e) y(x) sen xt dx = 2, 1 ≤ t < 2;
0
0, t ≥ 2.
4.12. PROBLEMAS 163
20. Utilı́cense algunos de los resultados del problema 14 para calcular la “integral
de solapamiento”:
1
e−αr e−β|*r−*x | d3"r, α, β > 0.
es
fo (t) = S[fi (t)] = a1 fo1 (t) + a2 fo2 (t).
Por “S” indicamos la actuación del sistema sobre la entrada.
La respuesta de un sistema lineal cuando la entrada es el impulso δ(t) se
denota como g(t) y se denomina “función respuesta impulso” del sistema.
La transformada de Fourier de g(t) se denomina “función de transferencia”
del sistema y se denota por G(ω).
Si la respuesta del sistema a la excitación fi (t − t0 ) es
fo (t) = S[fi (t − t0 )] = fo (t − t0 ),
23. El “filtro ideal para frecuencias bajas” o filtro “pasa-baja”, se define como
un sistema cuya función de transferencia G(ω) está dada por:
1
√ exp{−iωt0 }, |ω| ≤| ωc |,
G(ω) = 2π
0, |ω| > |ωc |,
donde ωc es la llamada “frecuencia de corte”. Hállese la función respuesta
impulso del sistema g(t) y la respuesta al escalón unitario, comentando el
resultado obtenido.
24. Un sistema fı́sico pasivo tiene la propiedad de que si la fuente es nula para
t < t0 , entonces la respuesta también es nula para t < t0 . Un sistema que
satisface esta condición se denomina causal. Se puede demostrar que todos
los sistemas fı́sicamente realizables son causales. Si G(ω) = R(ω) + iI(ω)
es la función transferencia de un sistema lineal, invariante en el tiempo y
causal, hállese la respuesta del sistema a la función salto y la transformada
de Fourier de la respuesta en función de R(ω) e I(ω).
25. Teorema del muestreo en el dominio de la frecuencia. Demuéstrese que
si una función f (t) es nula en todo su dominio excepto en el intervalo
−T < t < T , entonces su transformada de Fourier F (ω) se puede deter-
minar unı́vocamente a partir de sus valores F (nπ/T ), localizados en puntos
equidistantes separados en π/T . De hecho, F (ω) está dada por:
&∞ $ %
nπ
F (ω) = F sinc (ωT − nπ).
n=−∞
T
26. Se denomina modulación al método de procesar una señal para obtener una
transmisión más eficiente. Un tipo de modulación comúnmente utilizado
(modulación de amplitud) se basa en el “teorema de traslación de la fre-
cuencia”, algunas veces llamado “teorema de modulación”. Este teorema
establece que la multiplicación de una señal f (t) por otra sinusoidal o cosi-
nusoidal de frecuencia ωc traslada su espectro en ±ωc radianes. Verifı́quese
este teorema y demuéstrese que si f (t) es una señal de banda limitada (sin
componentes espectrales por encima de una frecuencia dada ωm ), entonces
el espectro de la seǹal f (t) cos(ωc t) es también de banda limitada.
27. Se puede suponer que un átomo de hidrógeno en su estado de energı́a más
baja consiste en una carga nuclear +0 y una distribución de carga negativa
α3 −αr
ρ("r ) = −0 e .
8π
Evalúese la energı́a potencial total de la interacción coulombiana entre dos
átomos de este tipo. Para ello tómese como origen de coordenadas uno de
los átomos, denótese por "x el vector de posición del otro átomo con respecto
a él y utilı́cense unas nociones elementales de electromagnetismo.
4.12. PROBLEMAS 165
32. Dada una función f (x) ∈ L2 (R), que puede representar cierta magnitud
fı́sica, se definen el valor medio de la variable x con esta función, denotado
x̄, y la dispersión de f (x) alrededor de x̄, denotada ∆x, del siguiente modo:
1 ∞ 1 ∞
1 1
x̄ = x |f (x)|2 dx, (∆x)2 = (x − x̄)2 |f (x)|2 dx,
||f ||2 −∞ ||f ||2 −∞
1 ∞
siendo ||f ||2 = |f (x)|2 dx. Definiciones análogas sirven para la trans-
−∞
formada de Fourier F (k), el valor medio k̄ y la dispersión ∆k.
1
(∆x)(∆k) ≥ ,
2
demuéstrese que
5
π
F (k) = −i (1 − e−|k| ) signo (k).
2
36. Sea f (x, y) una función de dos variables reales. Para cada tres valores fijados
(k1 , k2 ; q) consideremos las rectas γ(k1 , k2 ; q) := k1 x + k2 y = q en el plano
R2 . Se define la transformada de Radon8 de la función f (x, y) como9
1
1 1
R{f (x, y)}(k1 , k2 ; q) = √ 6 f (x, y) d' ≡ FR (k1 , k2 ; q),
2π k12 + k22 γ(k1 ,k2 ;q)
6 (4.12.1)
siendo d' el elemento de lı́nea d' = (dx)2 + (dy)2 .
8
Johann Radon (1887–1956), matemático austrı́aco.
9
La transformada de Radon es el fundamento matemático que explica una técnica
llamada tomografı́a, que es usada en medicina, en concreto en los aparatos denominados
“scanners”. Para más detalles véase el artı́culo de Cormack que se cita en la bibliografı́a.
168 CAPÍTULO 4. LA TRANSFORMACIÓN DE FOURIER
4.13 Bibliografı́a
1. Arfken, G., Mathematical Methods for Physicists, Academic Press, 1985.
2. G.D. Bergland, A Guided Tour of the Fast Fourier Transform, IEEE Spec-
trum, pp. 41-52 (1969).
3. E.O. Brigham and R.E. Morrow, The Fast Fourier Transform, IEEE Spec-
trum, pp. 63-70 (1967).
4. Butkov, E., Mathematical Physics, Addison-Wesley, 1968.
5. Churchill, R.V., Series de Fourier y problemas de contorno, Ediciones del
Castillo, 1966.
6. Cooley, J.W. and Tukey, J.W., An algorithm for the machine calculation of
complex Fourier series, Math. Comput. 19, 297-301 (1965).
7. Cormack, A.M., Representation of a function by its line integrals with some
radiologycal applications, J. Appl. Phys. 34, 2722-2727 (1963).
8. Daubechies, I., Ten lectures on wavelets, CMBS Lecture Notes 61, SIAM,
1992.
9. Daubechies, I., Different perspectives on wavelets, Proceedings of Symposia
in Applied Mathematics, Vol. 47, AMS, 1993.
10. Gasquet, C., et Witomski, P., Analyse de Fourier et applications, Masson,
1990.
11. Hsu, H. P., Análisis de Fourier , Fondo Educativo Interamericano, 1973.
12. Lévy-Leblond, J.M. and Balibar, F., Quantics: rudiments of quantum phys-
ics, North-Holland, 1990.
13. J.E. Marsden and M.J. Hoffmann, Basic Complex Analysis, Freeman and
Co., 1987.
14. Spiegel, M.R., Análisis de Fourier , McGraw-Hill, 1976.
15. M.R. Spiegel, Transformadas de Laplace, Colección Schaum, McGraw-Hill,
1970.
16. Whittaker, E.T. and Watson, G.N., A Course of Modern Analysis, Cam-
bridge Univ. Press, 1988.
17. C.R. Wylie, Matemáticas superiores para ingenierı́a, E. del Castillo, 1969.
Capı́tulo 5
LA TRANSFORMACIÓN
DE LAPLACE
5.1 Introducción
1
Pierre Simon de Laplace fue el primero que usó este tipo de expresiones en sus
estudios sobre la teorı́a de las probabilidades.
169
170 CAPÍTULO 5. LA TRANSFORMACIÓN DE LAPLACE
integración, tampoco existirá la integral que nos ocupa. Otra pregunta que
habrá que responder es la siguiente: ¿bajo que condiciones nos permite la
fórmula de inversión (5.2.9) obtener f (t) a partir de F (s) por integración en
la recta a + ik, (k ∈ R)?; y aún más: ¿qué papel juega a para el cálculo de
la transformada de Laplace y de su inversa? Analizaremos estas cuestiones
a continuación de manera un poco más detallada. Pero antes necesitamos
introducir algunas definiciones y resultados para precisar un poco más una
clase de funciones para las cuales podemos efectuar la integral (5.2.8), es
decir, funciones para las cuales vamos a poder encontrar su transformada
de Laplace.
Definición 1: sea f (t) una función medible real o compleja definida para
t ∈ [0, ∞). Diremos que f (t) es de orden exponencial si existen dos cons-
tantes A > 0 y b ∈ R tales que
Teorema 1: sea f (t) una función real o compleja definida en R+ y tal que
Entonces existe un único número real que depende de f (t), y que llamare-
mos σ(f ), que verifica −∞ ≤ σ(f ) < ∞ y es tal que la integral que nos
proporciona la transformada de Laplace de f (t)
1 ∞
L{f (t)}(s) := F (s) = e−st f (t) dt, (5.3.3)
0
5.3. PRINCIPALES RESULTADOS 173
converge si Re(s) > σ(f ), diverge si Re(s) < σ(f ) y, en general, no podemos
afirmar nada cuando Re(s) = σ(f ). Por tanto F (s) es una función de
variable compleja definida en el abierto Re(s) > σ(f ). Resulta además que
F (s) es analı́tica, en el sentido de las funciones de variable compleja, en ese
abierto y ahı́ se verifica
1 ∞
dF (s)
=− t e−st f (t) dt. (5.3.4)
ds 0
No obstante, hay que decir que funciones de este tipo es poco probable que
aparezcan en las aplicaciones fı́sicas. Otros resultados de interés son los
siguientes:
1 1 ∞'
∞
u (3 −u du
L[t3 ] = t3 e−st dt = e
0 0 s s
1
1 ∞
Γ(4) 3!
= u3 e−u du = = 4.
s4 0 s4 s
Para efecectuar este cálculo hemos supuesto en primer lugar que la variable
s es real; luego hemos efectuado el cambio de variable u = st y hemos
integrado usando las propiedades de la función Γ(z) vistas en el Capı́tulo 1.
De forma implı́cita se está usando una hipótesis adicional: que s > 0, para
que la integral sea convergente; éste es precisamente el valor de la abscisa
de convergencia: σ(t3 ) = 0. Que el resultado obtenido sigue siendo válido
cuando la variable s ∈ C, Re (s) > 0 se puede demostrar por continuación
analı́tica, pero aquı́ es suficiente con mostrar cómo efectuar el cálculo para
s real.
5.4. PROPIEDADES FUNDAMENTALES 175
12. Teorema del “valor final”. Permite obtener f (∞) ≡ lim f (t), cuando
t→∞
este lı́mite exista, a partir de la transformada de Laplace de f (t):
5.5 La convolución
Teorema 3: si F (s) = L{f (t)}, entonces la función L−1 {F (s)} viene dada
por la expresión
1
1 a+i∞ f (t+) + f (t−) , t ≥ 0,
−1
L {F (s)} = e F (s) ds =
st 2 (5.6.1)
2πi a−i∞
0, t < 0.
Por supuesto, si la función f (t) es continua en el punto t0 , entonces allı́ la
integral vale f (t0 ). La integración ha de efectuarse en el plano complejo a
lo largo de una recta s = a + iy, y ∈ R, eligiéndose a de tal modo que todas
las singularidades de F (s) (polos, puntos de ramificación o singularidades
esenciales) queden a la izquierda de la recta s = a + iy; por lo demás, a es
arbitrario.
y
J B
a+iT
R
a x
K O
a-iT
A
L
D B
R a+iT
E H J
L K e a x
a-iT
A
N
Se supone que a y b son constantes reales y que g(x) es una función conocida.
Las constantes C0 y C1 nos ayudan a elegir una de las infinitas soluciones
de la ecuación, fijando lo que se llaman las condiciones iniciales. Hemos
escrito la variable independiente como x en lugar de t para insistir en el
hecho de que se trata de variables mudas, y que por tanto podemos usar la
que convenga en cada caso. Una observación importante es que si usamos
la transformada de Laplace para hallar y(x) estamos dando por supuesto
que esta función es tal que y(x < 0) = 0 (recordemos que las funciones
para las que se calcula la transformación se suponen nulas en el semieje
real negativo; estrictamente hablando, no importa el valor que tenga ahı́ la
función, pero como luego habremos de efectuar una transformación inversa,
ahı́ sı́ es crucial el hecho de que la función que obtengamos haya de ser nula
para x < 0, según afirma el teorema 3).
Para hallar la solución de nuestro problema, evaluamos la transformada
de Laplace de los dos miembros de esta ecuación teniendo en cuenta que
L{y(x)} := Y (s),
L{g(x)} := G(s),
L{y ! (x)} = s L{y(x)} − y(0) = s Y (s) − y(0),
L{y !! (x)} = s L{y ! (x)} − y ! (0) = s(s Y (s) − y(0)) − y ! (0).
de donde
C0 (s + a) + C1 G(s)
Y (s) = + 2 .
s + as + b
2 s + as + b
Fijémonos en que hemos sido capaces de determinar Y (s) sin necesidad
de resolver ninguna ecuación diferencial, tan sólo una ecuación algebraica.
Pero no nos engañemos: no buscamos esta función sino y(x), de manera
que para decir que hemos resuelto el problema aún hay que calcular la
transformada de Laplace inversa de esta función Y (s), y en ese cálculo
podemos encontrarnos con algunas dificultades.
Observemos también que la solución hallada se compone de la suma
de dos términos claramente diferenciados: uno de ellos contiene la depen-
dencia en la función inicial g(x) mientras que el otro depende sólo de la
parte homogénea de la ecuación, es decir, de los términos que contienen la
función y(x) y sus derivadas. Este tipo de ecuaciones diferenciales lineales,
que estamos analizando con un ejemplo, aparecen en muchos problemas
prácticos, sea como las ecuaciones de movimiento de un sistema fı́sico, sea
como la salida de una caja negra arbitraria. Por ejemplo, en teorı́a de con-
trol, en electrónica, y también en biologı́a y en medicina, a veces se trabaja
con sistemas que están sometidos a una entrada o excitación y que pro-
ducen una determinada salida o respuesta. Generalmente se denomina a
g(x) la función de entrada o de excitación y a y(x) la función respuesta. Se
denomina función de transferencia o función del sistema a la que aparezce
multiplicando a G(s), en nuestro caso serı́a (s2 + as + b)−1 . Se puede de-
mostrar que precisamente la situación de los polos de la función de transfe-
rencia en el plano complejo informa sobre la estabilidad o inestabilidad del
sistema descrito por la ecuación diferencial9 . El estudio de la estabilidad
de soluciones usando transformada de Laplace es una lı́nea de estudio muy
interesante, pero en la que no profundizaremos en el presente libro.
5.9 Problemas
1. Sean f, g dos funciones de tipo exponencial y α, β ∈ C. Pruébese que:
10
Pueden verse más detalles en el libro de Jeffrey citado en la bibliografı́a.
5.9. PROBLEMAS 187
c) xy %% + y % + xy = 0; y(0) = 1.
1 )
t 0, 0 ≤ t < 1; t ≥ 2,
f) y +y+
%
y(τ ) dτ = y(0) = 1.
0 1, 1 ≤ t < 2,
5.9. PROBLEMAS 189
1 − cos t
c) f (t) = Si (t); d) f (t) = ;
t2
a
e) f (t) = Ci (t); f ) f (t) = 2 , a > 0;
t + a2
√
g) f (t) = E1 (t); h) f (t) = erf ( t);
1 ∞ x
t g(x)
i) f (t) = dx.
0 Γ(x + 1)
2
Demuéstrese que su transformada de Laplace es L{D(t)} = 4es /4
E1 (s2 /4).
15. Resuélvase la ecuación diferencial
∂u ∂u
x + = x,
∂t ∂x
para x > 0, t > 0 y con las condiciones siguientes: u(x, 0) = 1, u(0, t) = et .
16. Encuéntrese la fórmula que da los números de Fibonacci11 , definidos por la
ley de recurrencia siguiente:
xy %% + y % + xy = 0, y(0) = 1, y % (0) = 0,
y pruébese que
1
L{f (t)} = .
s senh ks
22. Hállese la solución de la ecuación diferencial
d2 y
+ w02 y = senh wt.
dt2
Resuélvase dicha ecuación diferencial usando la transformación de Laplace
y exigiendo las siguientes condiciones: y(0) = 0, y % (2) = 1.
34. Pruébese que
/ 0
1 1 t3 t5
L−1 sen =t− + + ···,
s s (3!)2 (5!)2
5.10 Bibliografı́a
1. Alonso, M., y Finn, E.J., Fı́sica, Fondo Educativo Interamericano, 1970.
2. Arfken, G., Mathematical Methods for Physicists, Academic Press, 1985.
3. Butkov, E., Mathematical Physics, Addison-Wesley, 1968.
4. Churchill, R.V., Series de Fourier y problemas de contorno, Ediciones del
Castillo, 1966.
5. Garnir, H.G., Fonctions de variables réelles, Vol. II, Gauthier-Villars, 1965.
6. Jeffrey, A., Linear Algebra and Ordinary Differential Equations, Blackwell
Scientific Publications (1990).
7. Kreyszig, E., Advanced Engineering Mathematics, John Wiley & Sons, 1993.
8. Marsden, J.E., and Hoffmann, M.J., Basic Complex Analysis, Freeman and
Co., 1987.
9. Spiegel, M.R., Análisis de Fourier , McGraw-Hill, 1976.
194 CAPÍTULO 5. LA TRANSFORMACIÓN DE LAPLACE
ECUACIONES
DIFERENCIALES
ORDINARIAS: MÉTODOS
ELEMENTALES DE
INTEGRACIÓN
6.1 Introducción
195
196 CAPÍTULO 6. MÉTODOS ELEMENTALES DE INTEGRACIÓN
$ % $ %$ %
∂ 3 u(x, y) ∂u(x, y) ∂u(x, y)
u(x, y) = .
∂ 2 x∂y ∂x ∂y
198 CAPÍTULO 6. MÉTODOS ELEMENTALES DE INTEGRACIÓN
Sólo nos interesarán las ecuaciones diferenciales ordinarias, que son rela-
ciones que involucran únicamente una variable independiente.
y2 x2
⇒ = − + C ⇒ x2 + y 2 = 2C ≥ 0. (6.2.2)
2 2
Obsérvese que hemos efectuado algunas manipulaciones en la ecuación; de
hecho la hemos reescrito en forma diferencial, para ası́ hacer más evidente
el proceso de integración que nos lleva a la solución. Hemos obtenido una
familia uniparamétrica de √
circunferencias, todas ellas centradas en el origen
y de radio variable R = 2C. √ Estas curvas √en R , vienen dadas por la
2
Por cada punto del plano, excepción hecha del origen, pasa una de estas
circunferencias. Vemos que las soluciones de (6.2.2) no vienen dadas por
funciones de la forma y = y(x), lo cual justifica√la distinción entre soluciones
de la ecuación diferencial (las funciones y = ± R2 − x2 ) y curvas integrales
(o integral completa) de la ecuación diferencial (en este caso x2 + y 2 = R2 ).
Estamos dando por supuesto que el problema que se nos presente en
forma de ecuación diferencial estará bien planteado, pero pudiera suceder
que, por algún motivo (por ejemplo, por un error en el planteamiento del
modelo con el que estemos trabajando), no fuera éste el caso. Si el problema
de ecuaciones diferenciales que se está estudiando no está correctamente
planteado, pudiera ser que la ecuación en cuestión no tuviera solución o
bien que esta solución no fuese única (intuitivamente lo “razonable” serı́a
pensar que un problema concreto posee una única solución). En el capı́tulo
siguiente daremos algunos resultados que nos informan sobre ciertas condi-
ciones bajo las cuales podemos asegurar que una ecuación diferencial tiene
solución con unas condiciones iniciales dadas, y ésta es única.
Antes de pasar a analizar los diversos casos especiales que se mostrarán
en el resto de este tema, queremos hacer un último comentario, a guisa de
consejo, referido a la conveniencia de verificar las soluciones: debido a las
manipulaciones algebraicas que se efectúan durante el proceso de resolución,
a veces sin darnos cuenta puede introducirse como supuesta solución alguna
función que no lo sea (en muchas ocasiones simplemente por errores en
los cálculos), por lo que resulta deseable que siempre se verifique que las
soluciones obtenidas satisfacen la ecuación diferencial de partida.
F (x, y, y ! ) = 0. (6.3.1)
Siempre que sea posible, conviene despejar la derivada de mayor orden (en
este caso el orden es uno) y escribir la ecuación anterior en su forma normal:
En general, una ecuación diferencial de este tipo, por sencilla que en prin-
cipio pueda parecer, es difı́cil de resolver y no existen procedimientos gene-
rales para tratarla. En caso necesario, y como ya hemos comentado, puede
recurrirse a efectuar un cálculo numérico aproximado.
Hay algunos casos sencillos, pero muy útiles, para los cuales sı́ se conocen
métodos de resolución. La existencia de estos métodos está ligada a la
presencia de ciertas simetrı́as en la ecuación, lo que permite utilizar las
técnicas matemáticas de la teorı́a de grupos de Lie 7 para explicar por qué
es posible encontrar solución a esos tipos de ecuaciones. No obstante, no
es éste nuestro objetivo, pues en muchos casos pueden obtenerse resultados
usando métodos no muy complicados, como los que vamos a explicar, de
manera que nos centraremos en mostrar cómo proceder ante determinadas
ecuaciones, en concreto cómo hallar las soluciones generales en los casos
que siguen.
Son de la forma
dy g(x)
y ! (x) = = o bien g(x) dx = h(y) dy. (6.3.3)
dx h(y)
Son aquellas en las que la función f (x, y) que aparece en la forma normal
de la ecuación (6.3.2) es una función homogénea de grado n = 0, es decir,
-4 -2 2 4
-2
-4
y ! + P (x) y = 0, (6.3.9)
y = Cx4 − x3 .
0.2
C=!2
0.1
C=!1
C=1
-1 -0.5 0.5 1
C=2
-0.1
-0.2
-3 -2 -1 1 2 3
C=0.4
-2
C=0.1
-4 C=0
C=!0.1
-6
C=!10
-8
-10
4 C=1
2
C=5
-3 -2 -1 1 2 3
-2 C=15
-4
-6
4
C=2
2
C=0.9
-3 -2 -1 1 2 3
C=!0.884
-2
C=!0.9
-4
-6
Ahora se pasa a la función incógnita z(x) relacionada con v(x) por la relación v = −z $ /z,
y tras algunas operaciones simples se llega a la forma final
$ %
A$ (x)
z $$ − + B(x) z $ + C(x) A(x) z = 0.
A(x)
o bien, de forma más general, y siendo f (w) una función de una variable,
$ %
! a1 x + b1 y + c1
y =f . (6.3.15)
a2 x + b2 y + c2
dy dw
w = y − y0 , t = x − x0 , = ,
dx dt
dv 1 + v2
t =2 .
dt 3 − 2v
10 -6 -4 -2 2 4
-2
5
-4
-6
-4 -2 2 4
-8
-5
-10
-10 -12
Las ecuaciones de Clairaut11 son del tipo de las de Lagrange, con g(y ! ) = y ! :
y = x y ! + f (y ! ). (6.3.19)
y = C x + f (C),
y = Cx + ln C,
y = −1 − ln(−x).
Véanse las gráficas que ilustran lo que acabamos de explicar en la Figura 6.7.
6.3. MÉTODOS ELEMENTALES DE INTEGRACIÓN 215
-4 -3 -2 -1 1
-2
∂f (x, y, C)
f (x, y, C) = 0, = 0, (6.3.20)
∂C
y también
2 2
2 ∂f (x, y, C) ∂f (x, y, C) 2
2 2
∂ 2 f (x, y, C)
det 2 2 ∂x ∂y
2 2
2 %= 0, %= 0, (6.3.21)
2 ∂ f (x, y, C) ∂ 2 f (x, y, C) 2 ∂C 2
2 2
∂x∂C ∂y∂C
0.5
-3 -2 -1 1 2 3
∂f (x, y) ∂f (x, y)
= M (x, y), = N (x, y). (6.3.24)
∂x ∂y
f (x, y) = C. (6.3.25)
6.3. MÉTODOS ELEMENTALES DE INTEGRACIÓN 217
df ∂f ∂f
0= = dx + dy = M (x, y) dx + N (x, y) dy,
dx ∂x ∂y
-10
0
4
-50
-2
-4 0
0 -4
-4
4 -4 -2 0 2 4
no depende de la elección del camino γ. Como D es un conjunto conexo, dos puntos cua-
lesquiera pueden unirse mediante una linea poligonal cuyos segmentos están contenidos
en D. Además la poligonal puede ser escogida de tal forma que los segmentos que la
constituyen sean paralelos a los ejes. Vamos a tomar el camino γ de esta manera. Para
mayor sencillez vamos a suponer que es de la forma que aparece en la Figura 6.10.
(x o,y) (x,y)
(x o, y o)
Nos aparecen unas funciones arbitrarias φ(y) o ψ(x) debido a que sólo
se integra respecto de una de las variables, no respecto de la otra; estas
funciones se calculan imponiendo la condición de que f (x, y) en (6.3.31)
sea la función potencial (6.3.24).
y2
f (x, y) = x3 + x2 y + .
2
La solución general de la ecuación diferencial es: x3 + x2 y + y 2 /2 = C.
Algunas curvas solución se muestran en la Figura 6.11.
-2
-4
-6
-8
dy dp dp p − (∂x f )
= y ! = p = (∂x f ) + (∂p f ) ⇔ = = ϕ(x, p).
dx dx dx (∂p f )
224 CAPÍTULO 6. MÉTODOS ELEMENTALES DE INTEGRACIÓN
6.4 Problemas
1. Calcúlese la solución general de las siguientes ecuaciones diferenciales:
a) (cos2 y − x sec y)y % = sen y. b) (x + ln y)y % = 1.
e) xy % − 4y = x3 . f ) y % (x + y) = x − y.
g) y % = xy 2 + 2xy. h) y % + y = ex .
k) xy % − y = (x2 − y 2 )1/2 . l) y % = lx + my + n.
k) xy % + (x2 + y 2 )1/2 = y. l) (1 + x2 )y % + xy = xy 2 .
m) (3x + y − 3)y % = y − x + 2.
e) 2xyy % + (1 + x)y 2 = ex . f ) ey (y % + 1) = ex .
g) xy % + y = x2 (1 + ex )y 2 . h) xy % + y = (x2 + y 2 )1/2 .
a) x2 + y 2 = C, b) y 2 = 2xC − C 2 ,
21. Pruébese que las rectas tales que su intersección con los ejes de coordenadas
determinan un segmento de longitud unidad satisfacen
y%
y = xy % ± 6 .
1 + (y % )2
Hállense las soluciones del par de ecuaciones diferenciales y véase que apare-
ce una “astroide” de ecuación x2/3 + y 2/3 = 1.
22. Un paracaidista salta desde un avión que se mueve horizontalmente a una
gran altura. Tras 10 segundos en caı́da libre, abre el paracaı́das. Hállese
su velocidad a los 15 s de haber saltado y la velocidad aproximada que
tendrá al llegar al suelo. Supóngase que el peso del intrépido individuo
junto con el paracaı́das es de 100 kg La fuerza de resistencia del aire se
supone proporcional a la velocidad, siendo el coeficiente 10 kg/s cuando el
paracaı́das está cerrado y 200 kg/s cuando está abierto. Despreciamos el
desplazamiento horizontal.
23. Un objeto esférico proveniente del espacio interestelar se precipita sobre la
tierra desde una altura r0 de su centro. Encuéntrese su velocidad como
función de su distancia r al centro de la tierra. Hállese también la velocidad
con la que llega a la superficie del planeta y la ecuación del movimiento. Por
último, estı́mese el número
√ de humanos supervivientes teniendo en cuenta
que el radio del objeto es 3πR/5, con R el radio de la tierra. Despréciese
la resistencia del aire.
6.4. PROBLEMAS 229
24. En dı́as de fuerte viento, al barón von Richthofen le gustaba volar de modo
tal que la hélice de su avión siempre estuviera dirigida hacia la torre del
campo de aterrizaje. Suponiendo que el movimiento se efectúa en un plano
horizontal, que la velocidad del viento es constante en módulo y sentido, y
que el módulo de la velocidad del avión es también constante, encuéntrese
la trayectoria del barón en una de sus excursiones.
25. Una gota de lluvia cae desde una nube que se encuentra en reposo. Calcúlese
su velocidad en función de la distancia que recorre. Supóngase que está
sujeta a una fuerza de resistencia que es proporcional al cuadrado de la
velocidad.
a) y % + y = 2 + 2x. b) (y % )2 − xy % + y = 0.
e) x2 (y % )2 + xyy % − 6y 2 = 0. f ) yy % − xy 2 + x = 0.
n) (y − y % x + 2y % )(y − yx + 1) = 0.
31. Sean φ(x), P (x) y Q(x) funciones reales. Resuélvase la ecuación diferencial
dφ(y) %
y + φ(y)P (x) = Q(x).
dy
yf (xy)dx + xg(xy)dy = 0,
33. Resuélvanse las siguientes ecuaciones por el método del factor integrante:
34. Resuélvanse las siguientes ecuaciones diferenciales sin recurrir al método del
factor integrante:
c) x = (y % )3 + 1. d) 3xy 2 y % = −(x2 + y 3 ).
e) y % + y = ex y 2 . f ) yy % − xy 2 + x = 0.
6
g) xdy − ydx = x x2 − y 2 dy. h) y % (1 + ey ) = e−x − ey − y.
40. Sea y(x) la función que representa el coste total para producir x unidades
de un determinado producto (se supondrá que esta variable es continua, en
lugar de discreta). Hállese esta función sabiendo que la razón con la que
varı́a la pendiente de la recta tangente en cualquier punto de la curva y(x) es
constante e igual a −2, y que además la curva pasa por los puntos (1, −15)
y (2, 0). Coméntese el resultado obtenido.
41. La tasa con la que cambia el precio de venta y(x) de un producto con
respecto a su demanda x, está dada por la ecuación diferencial
3x2 + 2xy
y% = − .
x2 + 1
Hállese el precio en función de la demanda si cuando la demanda es de dos
unidades el precio es de 100.000 euros. Coméntese el resultado.
232 CAPÍTULO 6. MÉTODOS ELEMENTALES DE INTEGRACIÓN
45. Existe un modelo debido a von Bertalanffy que da una ley para crecimiento
de un pez en la forma
m% = am2/3 − bm,
donde m(t) es la masa de un pez joven y a, b son constantes positivas.
Resuélvase esta ecuación y hállese la solución que verifica m(0) = 0. In-
terprétese el resultado.
46. Un modelo de crecimiento económico predice la llamada ley de Solow para
la productividad p(t) de un operario:
y coméntese el resultado.
52. Encuéntrese la solución general de la ecuación
yy %% + (y % )2 − 2yy % = 0 .
15
Benjamin Gompertz (1779–1865), pionero inglés en el desarrollo de técnicas
matemáticas aplicadas a los seguros. Introdujo las curvas que llevan su nombre, del
tipo y = Cabx , para analizar tablas de mortalidad.
234 CAPÍTULO 6. MÉTODOS ELEMENTALES DE INTEGRACIÓN
xy % − 2y = x3 f (x).
6.5 Bibliografı́a
Existe una cantidad ingente de libros que abarcan el contenido de este
capı́tulo. Nos limitaremos aquı́ a una selección de los que consideramos
más interesantes.
14. Marsden, J.E. and Hoffmann, M.J., Basic Complex Analysis, Freeman,
1987.
15. Morga, S., Matemáticas aplicadas a la Economı́a, Editorial AC, 1997.
16. Mielnik, B., J. Math. Phys. 25, 3387 (1984).
17. Minorsky, V.P., Problems in Higher Mathematics, Mir, 1981.
18. Nagle, R.K. y Saff, E.B., Fundamentos de ecuaciones diferenciales, Addison-
Wesley, 1992.
19. Novo, S., Obaya, R. y Rojo, J., Ecuaciones y sistemas diferenciales, Edito-
rial AC, 1992.
20. Pérez, A., Apuntes de Ecuaciones diferenciales, Valladolid 1968 (no publi-
cados).
21. Ross, S.L., Ecuaciones diferenciales, Reverté, 1981.
22. Simmons, F., Ecuaciones diferenciales con aplicaciones y notas históricas,
Editorial McGraw-Hill, 1977.
23. Spiegel, M.R., Transformadas de Laplace, McGraw-Hill, 1970.
24. Spiegel, M.R., Matemáticas superiores para ingenieros y cientı́ficos, Mc-
Graw-Hill, 1971.
25. Zwillinger, D., Handbook of Differential Equations, Academic Press, 1992.
Capı́tulo 7
TEOREMAS DE
EXISTENCIA Y
DEPENDENCIA
7.1 Introducción
237
238 CAPÍTULO 7. TEOREMAS DE EXISTENCIA Y DEPENDENCIA
1
El material de este capı́tulo ha sido tomado esencialmente de dos fuentes: el libro de
Coddington & Levinson, y los apuntes del Profesor A. Pérez-Gómez, ambos citados en
la bibliografı́a.
2
Joseph Liouville (1809–82), matemático francés.
3
Giuseppe Peano (1858–1932), matemático italiano, bien conocido por dar un ejemplo
de curva que llena completamente una parte del pano R 2 .
4
Charles Emile Picard (1856–1941), matemático francés.
5
Rudolph Lipschitz (1831-1904), matemático alemán.
7.2. ALGUNOS RESULTADOS CLÁSICOS 239
Como por hipótesis |f ! (ξ)| está acotada en I, existe una constante K > 0
tal que |f ! (x)| < K. Como ξ ∈ I, entonces
Ejemplo 3: hay funciones que no son derivables pero que, sin embargo,
son lipschitzianas, por ejemplo f (x) = |x| en un entorno al origen, pues
||x| −| y|| ≤ |x − y|. En virtud del resultado anterior, las funciones no
lipschitzianas no serán derivables en algún punto del intervalo considerado
(hablamos aquı́ de derivada como función, no como distribución); un ejem-
√
plo es f (x) = x, que no es derivable en 0 y no es lipschitziana en [0, ∞).
||f (x, "y1 ) − f (x, "y2 )|| ≤ k ||"y1 − "y2 ||, (7.2.6)
• PASO 1.
Definición 4: sea I un cierto intervalo real. Diremos que una función
ϕ(t) definida en I es una solución 0-aproximada de y ! = f (x, y) si:
a) (t, ϕ(t)) ∈ D, ∀ t ∈ I.
b) ϕ ∈ C 1 (I), aunque se puede admitir que exista en I un con-
junto finito de puntos para los cuales ϕ! (t) tenga discontinuidades
de primera especie10 . Llamaremos S a dicho conjunto.
c) |ϕ! (t) − f (t, ϕ(t))| ≤ 0, ∀ t ∈ I − S.
Consideremos ahora un punto (x0 , y0 ) ∈ D. Debido a que D es
abierto, existe un rectángulo cerrado R centrado en (x0 , y0 ) y total-
mente contenido en D. Este rectángulo está formado por el siguiente
conjunto de puntos:
(x 0 ,y 0 )
x1 x2 x3 x 0+a
• PASO 2.
Definición 5: sea F = {fj }j∈J una familia de funciones definidas
en un intervalo I ⊂ R, siendo R, la recta real. Diremos que F es
equicontinua en I, si para cada 0 > 0, existe δ > 0, que es indepen-
diente de j ∈ J, tal que si |t − t! | < δ, entonces |fj (t) − fj (t! )| < 0,
∀ j ∈ J, ∀ t, t! ∈ I.
7.2. ALGUNOS RESULTADOS CLÁSICOS 245
• PASO 3.
Proposición 3: si f (x, y) ∈ C 0 (R), es decir, la función es continua
en nuestro rectángulo original R, existe una solución, y = ϕ(x), de
la ecuación diferencial y ! = f (x, y) con ϕ ∈ C 1 ([x0 − α, x0 + α]) e
y0 = ϕ(x0 ).
Demostración: tomemos la sucesión 0n = 1/2n . Según lo que hemos
visto anteriormente, para cada n existe una solución 0n -aproximada,
ϕn (x), de la ecuación diferencial. Esta solución 0n -aproximada está
definida en el intervalo [x0 − α, x0 + α] y verifica ϕn (x0 ) = y0 . Ten-
gamos ahora en cuenta que la ecuación (7.2.13) también es válida si
x, x! ∈ [x0 − α, x0 ]. De aquı́, que para cualquier x ∈ [x0 − α, x0 ], se
cumpla:
b
|ϕn (x) − ϕn (x0 )| ≤ M |x − x0 | ≤ M α ≤ M = b.
M
La última desigualdad proviene de (7.2.8). Por otro lado, sabemos
que:
• PASO 4.
Sea ahora g(x) una solución 0-aproximada cualquiera de nuestra ecua-
ción diferencial. Para x > x0 , podemos escribir
1 x
g(x) = y0 + (f (t, g(t)) + ∆(t)) dt, (7.2.18)
x0
Como las gráficas de las funciones yi (x), i = 1, 2, pasan por el punto (x0 , y0 ),
entonces −y1 (x0 ) + y2 (x0 ) = 0. Tomando módulos y usando la condición
de Lipschitz con respecto a y (que se verifica por la hipótesis del teorema)
se obtiene que
1 t
|y1 (t) − y2 (t)| ≤ K |y1 (x) − y2 (x)| dx. (7.2.21)
x0
1 t
Llamando p(t) = y1 (t) − y2 (t) y R(t) = |p(x)| dx, por (7.2.21) tenemos
x0
de donde
R! (t) − KR(t) ≤ 0, t ∈ (x0 , b),
siendo b es un cierto número real mayor que x0 . Multipliquemos ahora
esta última expresión por e−Kt e integremos entre x0 y x, (x ∈ (x0 , b)).
Obtenemos lo siguiente
1 x 2x
−Kt !
2
−Kt 2
0 ≥ e {R (t) − KR(t)} dt = R(t) e 2
x0 x0
Teorema 2 (de Picard): sea f (x, y) una función de clase C 1 (D), siendo
D un dominio del plano real. Entonces, dado (x0 , y0 ) ∈ D, existe una única
solución y = y(x) de la ecuación diferencial y ! = f (x, y), tal que y0 = y(x0 ).
Esta solución está definida en un cierto entorno de x0 .
250 CAPÍTULO 7. TEOREMAS DE EXISTENCIA Y DEPENDENCIA
ϕ(x) := yi (x).
Esta función está bien definida, como puede demostrarse fácilmente usando
la unicidad de las soluciones en cada uno de los Ii . Es además una solución
de la ecuación diferencial pasando por el punto (x0 , y0 ) que verifica la si-
guiente propiedad: yi (x) ≺ ϕ(x), ∀ yi ∈ P. La función ϕ(x) es un extremo
superior15 de H, según la relación de orden ≺ de P.
y(x) − y(a) = y ! (ξ) (x − a) ⇒ |y(x) − y(a) − A(x − a)| = |(y ! (ξ) − A) (x − a)|,
donde ξ ∈ (a, x). Si x ∈ (a, a + δ), entonces 0 < x − ξ < δ y |y ! (ξ) − A| < 0.
Por lo tanto, la igualdad de la derecha en la ecuación anterior es menor que
0|x − a|, lo cual implica que
2 2
2 y(x) − y(a) 2
2 − A22 < 0.
2 x−a
(x 0 ,y 0 )
I»J
Como β < x0 + α, para todos los puntos del intervalo [x0 , β) se verificará
(7.3.2). Ası́, la gráfica de la función y(x) en [x0 , β) está contenida en S. De
esta manera, si x ∈ [x0 , β) se tiene que
|y ! (x)| = |f (x, y(x))| ≤ M =⇒ ±y ! (x) ≤ M.
Integrando estas dos últimas desigualdades entre x0 y β, obtenemos
|y(β) − y(x0 )| ≤ M (β − x0 ) < M α. (7.3.5)
Hemos llegado a una contradicción entre (7.3.4) y (7.3.5), debido a nues-
tra hipótesis según la cual en el intervalo (x0 , b) existen puntos x para los
cuales (x, y(x)) no está contenido en el rectángulo S. Para eliminar la con-
tradicción hemos de aceptar la falsedad de esta hipótesis. Un razonamiento
análogo serı́a válido en el intervalo (a, x0 ].
Definición 8: diremos que B = (b, β) ∈ R2 es un valor de adherencia
de (x, y(x)) cuando x → b si existe una sucesión convergente {xi }, for-
mada por puntos del intervalo de definición de la solución y(x), tal que
{(xn , y(xn ))} → B. Nótese que entonces si B = (b, β), y(xn ) → β.
Teorema 3 (teorema fundamental de la prolongación de solu-
ciones): consideremos la ecuación diferencial y ! = f (x, y), donde f (x, y)
es una función continua en un dominio D del plano real. Sea y = y(x) una
solución de esta ecuación diferencial definida en un intervalo abierto (a, b),
tal que (x, y(x)) ∈ D, ∀ x ∈ (a, b).
Es condición necesaria y suficiente para que la prolongación de la solución
más allá del punto b sea posible, que uno de los valores de adherencia de
(x, y(x)) cuando x → b esté en D.
7.3. TEOREMAS DE PROLONGACIÓN DE SOLUCIONES 255
Demostración:
• Suficiencia.
Sea (b, β) un valor de adherencia de (x, y(x)) cuando x → b y supon-
gamos que este punto está en D. Sabemos que existe un rectángulo
de seguridad S centrado en este punto. Por supuesto S ⊂ D. S está
definido mediante las desigualdades (véase la Figura 7.3)
|x − b| ≤ α, |y − β| ≤ M α.
S
Ma
(b, b)
α Mα
|b − b1 | < , |β − β1 | < . (7.3.6)
3 3
De esta forma, el rectángulo S1 de centro en (b1 , β1 ) y definido me-
diante
2α 2M α
|x − b1 | < , |y − β1 | <
3 3
está contenido en S y es un rectángulo de seguridad para el punto
(b1 , β1 ). Como este punto pertenece a la gráfica de y(x), está claro que
b1 < b. Por la ecuación (7.3.6) sabemos que b < b1 + α/3 < b1 + 2α/3.
256 CAPÍTULO 7. TEOREMAS DE EXISTENCIA Y DEPENDENCIA
• Necesidad.
Si la prolongación de y(x) al otro lado de b es posible, esta función
ha de ser continua en b. Por lo tanto debe de existir el lı́mite de y(x)
cuando x → b, llamémosle β. Entonces el punto (b, β) pertenece a
la gráfica (o al grafo) de y(x), el cual debe de estar contenido en D.
Claramente debe de existir una sucesión xn → b tal que
Nota. Este tipo de resultados no nos garantizan que las soluciones sean
prolongables hasta la frontera de D. Por ejemplo, aunque f (x, y) esté
definida y sea continua en todo el plano real, esto no significa que toda
solución y = y(x) de la ecuación diferencial y ! = f (x, y) pueda ser in-
definidamente prolongable. Pudiera suceder que y(x) tendiera a infinito
cuando x tienda hacia un valor finito a y, en este caso, no existen valores
adherentes interiores al dominio.
donde hemos definido F" (x, p, t) en la lı́nea precedente. Este tipo de ecua-
ciones obedece un teorema de existencia y unicidad análogo al estudiado
hasta ahora. En efecto, si F es de clase C 1 (D) donde D es un dominio de
R3 y (x0 , p0 , t0 ) ∈ D, entonces existe una única solución en D x = x(t),
p = p(t), verificando las condiciones iniciales x0 = x(t0 ), p0 = p(t0 ).
260 CAPÍTULO 7. TEOREMAS DE EXISTENCIA Y DEPENDENCIA
Vemos que V ! (x) = |φ(x) − y0 |, lo que implica que V ! (x) ≤ kV (x) + ϕ(x)
(por (7.4.3) y (7.4.4)) y V (x0 ) = 0. Entonces, el lema 5 nos dice que
21 x 2 1 x 21 u 2
2 2 2 2 −ku
2 |φ(u) − y | du 2 ≤ ekx 2 f (s, y ) ds 2e du.
2 0 2 2 0 2
x0 x0 x0
que tiene un lı́mite finito cuando x → b−. Sea lim φ(x) = H. Vemos
x→b−
que (b, H) pertenece obviamente a la banda y es un valor de adherencia de
φ(x) cuando x → b−, luego, puede ser prolongado por la derecha. Hemos
llegado a una contradicción que se resuelve si b = B. Si razonamos de
manera análoga por la izquierda concluimos que el soporte de φ(x) es el
intervalo [A, B].
g(x)
B
b
w0
b
u0-a u0 u+a
Sea ahora (x0 , y0 ) otro punto interior de la banda, tal que cumpla las
siguientes condiciones:
|x0 − u0 | < δ1 , |y0 − w0 | < δ2 . (7.4.6)
264 CAPÍTULO 7. TEOREMAS DE EXISTENCIA Y DEPENDENCIA
Más tarde veremos como se fija δ2 . Una vez que tenemos δ2 , por la con-
tinuidad de la función g(x), debe de existir un δ1 tal que si |x0 − u0 | < δ1 ,
entonces, |g(x0 ) − w0 | < δ2 . Este es el δ1 que aparece en (7.4.6).
El criterio para elegir el δ2 es que la solución h(x) pasando por el punto
(x0 , y0 ) esté definida en el intervalo [u0 −α, u+α] y permanezca en la banda
cuando x ∈ [u0 − α, u + α]. Vamos a ver como es esto posible (Figura 7.5).
(x 0,y 0)
h(x)
x g(x)
x
(u 0,w 0)
Figura 7.5: Segundo esquema de la demostración
del teorema 5.
Los dos últimos módulos han sido escogidos menores que δ2 . Por otro lado,
como B es un conjunto convexo y ∂f /∂y está acotada en B, resulta que f
satisface la condición de Lipschitz para y en B. Esto quiere decir que existe
una constante positiva K tal que
de manera que
V ! (x) ≤ K V (x) + 2δ2 . (7.4.8)
Aplicando ahora el lema 5, con ϕ(x) = 2δ2 , resulta que
2δ2 ' K|x−x0 | (
V (x) ≤ e −1 . (7.4.9)
K
Aplicando (7.4.7), (7.4.8) y (7.4.9) vemos que
se tiene que
Pero entonces
∗ −t
f (t∗ ) = g(t∗ ) eµ(t 0)
• PASO 1.
Tomemos el punto (x0 , y0 , µ0 ) ∈ Γ. Como Γ es abierto, existe un para-
lelepı́pedo cerrado P centrado en (x0 , y0 , µ0 ) totalmente contenido en
Γ (véase la Figura 7.6). Supongamos que la longitud de los lados de
P es 2a, 2b y 2ρ, de tal manera que está caracterizado por:
|x − x0 | ≤ a, |y − y0 | ≤ b, |µ − µ0 | ≤ ρ.
7.5. DEPENDENCIA RESPECTO A LOS PARÁMETROS 269
2r
. (x 0,y 0,m 0)
2b
G
2a
K = {|x − x0 | ≤ r, |µ − µ0 | ≤ ρ} .
270 CAPÍTULO 7. TEOREMAS DE EXISTENCIA Y DEPENDENCIA
Notemos que
1 x
ϕn = y0 + f (t, ϕn−1 (t, µ), µ) dt. (7.5.6)
x0
• PASO 3.
Fijémonos ahora en que
1 x
b
|ϕ1 (x, µ) − y0 | ≤ |f (t, y0 , µ)| dt ≤ M r < M = b.
x0 M
Estas desigualdades son inmediatas. la primera es consecuencia de
(7.5.6), la segunda de (7.5.4) y del hecho que |x − x0 | ≤ r y la tercera
de (7.5.5).
Por lo tanto, ϕ1 (x, µ) está en el cuadrado {|x − x0 | < r, |y − y0 | < b}.
Para ver que todas las ϕn están en el mismo cuadrado, utilizaremos
el método de inducción fijándonos en que
1 x
|ϕn (x, µ) − y0 | ≤ |f (t, ϕn−1 (t, µ), µ)| dt ≤ M r < b.
x0
• PASO 4.
Demostremos ahora que existe el siguiente lı́mite:
Sea φ ∈ F. Definamos
Tomando módulos
1 x
|Bφ − Bψ| ≤ |f (t, φ(t, µ), µ) − f (t, ψ(t, µ), µ)| dt. (7.5.7)
x0
∂f
f (t, φ(t, µ), µ) − f (t, ψ(t, µ), µ) = (t, θ, µ) (φ − ψ), (7.5.8)
∂y
donde θ está comprendido entre φ(t, µ) y ψ(t, µ) (que son dos números
reales). Tomemos φ y ψ como funciones de {|x−x0 | < r, |y−y0 | < b},
lo cual va a ser el caso de las φ y ψ que hemos de considerar. Entonces
θ ∈ (y0 − b, y0 + b) y, por lo tanto, (t, θ, µ) ∈ P. De esta suerte
2 2
2 ∂f 2
2 (t, θ, µ)2 ≤ K,
2 ∂y 2
|f (t, φ(t, µ), µ) − f (t, ψ(t, µ), µ)| ≤ K |φ(t, µ) − ψ(t, µ)|
≤K sup |φ(t, µ) − ψ(t, µ)| ≤ K ||φ − ψ||.
(x,µ)∈K
Ası́, como |x − x0 | ≤ r:
1 x
|f (t, φ(t, µ), µ) − f (t, ψ(t, µ), µ)| dt ≤ Kr ||φ − ψ||,
x0
19
Definimos la norma de una función continua f (x, µ) en el compacto K como
Dado que K es un compacto, el supremo siempre existe. Sabemos que ||f || es efectiva-
mente una norma en F , lo que confiere a F la estructura de espacio normado. Es más,
se trata de un espacio de Banach (véase el libro de Burkill and Burkill), es decir, en él
toda sucesión de Cauchy por la norma de F admite lı́mite.
272 CAPÍTULO 7. TEOREMAS DE EXISTENCIA Y DEPENDENCIA
De este modo
• PASO 5.
La función ϕ(x, µ) es solución de la ecuación diferencial y ! = f (x, y, µ)
para este valor fijo de µ.
En realidad aquı́ no hará falta demostrar nada, pues la afirmación
anterior es consecuencia del teorema del punto fijo (que se comentará
en la sección siguiente), dado que B es una aplicación contractiva20 .
20
Véase el libro de Burkill & Burkill, pág. 52.
7.5. DEPENDENCIA RESPECTO A LOS PARÁMETROS 273
||Bϕ − ϕ|| = ||Bϕ − ϕn+1 + ϕn+1 − ϕ|| ≤ ||Bϕ − ϕn+1 || + ||ϕn+1 − ϕ||
= ||Bϕ − Bϕn || + ||ϕn+1 − ϕ||
≤ α ||ϕ − ϕn || + ||ϕn+1 − ϕ|| → 0.
• PASO 6.
Finalmente démonos cuenta que ya hemos demostrado el teorema,
pues y0 = ϕ(x0 , µ) y ϕ(x, µ) es una función continua de las dos vari-
ables x y µ.
Φi (x1 , x2 , . . . , xn , y1 , y2 , . . . , yn , z1 , z2 , . . . , zm ), i = 1, 2, . . . , n,
tales que
n
&
F (x1 , . . . , xn , z1 , . . . , zm ) − F (y1 , . . . , yn , z1 , . . . , zm ) = (yi − xi ) Φi .
i=1
como una función de t cuando las demás variables quedan fijas. Llamemos
Ft a su derivada con respecto a t y Fi , i = 1, 2, . . . , n, a sus derivadas
parciales con respecto a las n primeras variables. Por la regla de la cadena
= F (y1 , . . . , yn , z1 , . . . , zm ) − F (x1 , . . . , xn , z1 , . . . , zm )
&n 1 1
= (yi − xi ) Fi (x1 + t(y1 − x1 ), . . . , xn + t(yn − xn ), z1 , . . . , zm ),
i=1 0
|x − x0 | ≤ r, |u1 − µ0 | ≤ ρ y |u2 − µ0 | ≤ ρ.
Con frecuencia las ecuaciones diferenciales pueden aparecer bajo una forma
más general que la considerada anteriormente
F (x, y, y ! ) = 0,
Una versión del teorema del punto fijo, suficiente para lo que queremos
demostrar, es la siguiente.
Teorema 9 (del punto fijo): sea (E, d) un espacio métrico completo y
sea T : E → E una aplicación contractiva de constante a. Existe un único
punto fijo de la aplicación T en E, es decir, existe un único x ∈ E tal que
T (x) = x.
||f"(x, "y1 ) − f"(x, "y2 )|| ≤ k||"y1 − "y2 ||, ∀x ∈ [a, b], ∀"y1 , "y2 ∈ Rn . (7.6.6)
Existe entonces una única solución "y (x) que satisface la condición inicial
"y ! (x0 ) = "y0 y está definida en [a, b]. La demostración se efectúa probando
que la aplicación T definida como
1 x
T : "y (x) → (T "y )(x) = "y0 + f"(u, "y (u)) du (7.6.7)
x0
es contractiva y posee, por tanto, un punto fijo que será la única solución
del problema. (Observación: si n = 1 en lugar de un sistema tenemos
simplemente una ecuación.)
26
Ernst Leonard Lindelöf (1870–1946), matemático finlandés.
280 CAPÍTULO 7. TEOREMAS DE EXISTENCIA Y DEPENDENCIA
en concreto
1 x
x2
y1 (x) = (u + 0) du = ;
0 2
1 x
u2 x2 x3
y2 (x) = (u + ) du = + ;
0 2 2 2·3
1 x
u2 u3 x2 x3 x4
y3 (x) = (u + + ) du = + + ;
0 2 3! 2! 3! 4!
... ... ... ...
1 x
u2 un x2 x3 xn+1
yn (x) = (u + + ··· + ) du = + + ··· .
0 2 n! 2! 3! (n + 1)!
x2 x3 xn
y(x) = lim yn (x) = + + ··· + · · · = ex − 1 − x,
n→∞ 2! 3! n!
7.7 Bibliografı́a
1. Burkill, J. C., and Burkill, H., A Second Course in Mathematical Analysis,
Cambridge University Press, 1970.
2. Coddington, E.A., and y Levinson, N., Theory of Ordinary Differential
Equations, TMH, 1985.
3. Elsgoltz, L., Ecuaciones diferenciales y cálculo variacional , MIR, 1969.
4. Ince, E.L., Ordinary Differential Equations, Dover, 1956.
5. Novo, S., Obaya, R. y Rojo, J., Ecuaciones y sistemas diferenciales, Edito-
rial AC, 1992.
6. Pérez-Gómez, A., Apuntes de Ecuaciones diferenciales, Valladolid 1968 (no
publicados).
Capı́tulo 8
SISTEMAS Y
ECUACIONES
DIFERENCIALES
LINEALES
8.1 Introducción
283
284 CAPÍTULO 8. SISTEMAS Y ECUACIONES LINEALES
x!1 (t) = a11 (t) x1 (t) + a12 (t) x2 (t) + · · · + a1n (t) xn (t),
x!2 (t) = a21 (t) x1 (t) + a22 (t) x2 (t) + · · · + a2n (t) xn (t), (8.2.1)
.. .. ..
. . .
x!n (t) = an1 (t) x1 (t) + an2 (t) x2 (t) + · · · + ann (t) xn (t),
o más explı́citamente:
!
x1 (t) a11 (t) · · · a1n (t) x1 (t)
.. .. .. .. ..
. = . . . . . (8.2.3)
xn (t)
! an1 (t) · · · ann (t) xn (t)
En forma desarrollada:
Teorema 1: si todas las funciones aij (t) del sistema (8.2.1) están definidas
y son continuas en un cierto intervalo I ⊂ R, entonces, dados τ ∈ I y un
vector ξ" T = (a1 , a2 , . . . , an ) ∈ Rn (aquı́ ξ" T = (ξ1 , ξ2 , . . . , ξn ) es el vector fila
que se obtiene por transposición del vector columna ξ" ), existe una única
solución "x(t) del sistema definida en todo el intervalo I y tal que "x(τ ) = ξ. "
El teorema tiene dos consecuencias inmediatas:
i) Si una solución "x(t) del sistema verifica "x(t0 ) = "0 para un cierto
t0 ∈ I, entonces "x(t) es igual a "0 para todo valor de t. El motivo es
que la solución "x(t) coincide con la solución idénticamente nula del
sistema para t = t0 , y por el teorema anterior deben de coincidir.
ii) Si dos soluciones "x1 (t) y "x2 (t) coinciden en un cierto t0 ∈ I, han de
coincidir en todo I. En efecto, la diferencia "x1 (t) − "x2 (t) es solución
del sistema y se anula en t0 , de modo que por el comentario precedente
ha de ser "x1 (t) − "x2 (t) = "0, ∀t ∈ I.
S
pondrı́amos t = τ , quedando nk=1 ck ξ"k = "0. Como, por hipótesis,
los vectores ξ"i son linealmente independientes, resulta que
c1 = c2 = . . . cn = 0,
del sistema (8.2.1). Como sus columnas verifican el sistema, ella habrá de
verificar la ecuación del mismo en forma matricial, es decir:
x!1 (t) = a11 (t) x1 (t) + a12 (t) x2 (t) + · · · + a1n (t) xn (t) + b1 (t),
x!2 (t) = a21 (t) x1 (t) + a22 (t) x2 (t) + · · · + a2n (t) xn (t) + b2 (t),
··· ··· ···
x!n (t) = an1 (t) x1 (t) + an2 (t) x2 (t) + · · · + ann (t) xn (t) + bn (t),
donde tanto las funciones aij (t) como las bi (t) son conocidas y están defi-
nidas en un cierto intervalo I ⊂ R. Le llamaremos un sistema lineal no
homogéneo y puede ser escrito también en forma vectorial:
donde "b es el vector columna cuyas componentes son las funciones bi (t).
Para este tipo de sistemas también puede probarse el siguiente teorema de
existencia y unicidad (que no demostraremos).
Proposición 4: sea Φ(t) una matriz fundamental del sistema lineal ho-
" h (t) una solución del mismo verificando
mogéneo "x ! (t) = A(t) "x(t) y sea φ
" " "
la condición inicial φh (τ ) = ξ. La solución φ(t) del sistema lineal no ho-
mogéneo "x (t) = A(t)"x(t) + "b(t) verificando φ(τ
! " ) = ξ" es:
1 t
" "
φ(t) = φh (t) + Φ(t) Φ−1 (s) "b(s) ds. (8.3.2)
τ
L
Demostración. En primer lugar veamos que ψ(t) " = Φ(t) t Φ−1 (s)"b(s) ds
τ
es la solución del sistema no homogéneo que cumple ψ(τ " ) = "0. Para ello
"
derivemos esta ψ(t):
1 t
" ! −1 "
ψ (t) = Φ(t) {Φ (t) b(t)} + Φ(t) !
Φ−1 (s) "b(s) ds
τ
1 t
= "b(t) + A(t) Φ(t) Φ−1 (s) "b(s) ds = "b(t) + A(t) ψ(t).
"
τ
"
Luego ψ(t) es una solución. Tomando t = τ resulta
1 τ
" ) = Φ(t)
ψ(τ Φ−1 (s)"b(s) ds = "0.
τ
A = S−1 B S. (8.4.1)
n = n1 + n2 + · · · + np .
∞
& ∞
&
Am Am
eA = I + ≡ , (8.4.5)
m! m!
m=1 m=0
es decir √ √ √
cosh 2 2 sinh 2
eA = √ √ .
sinh
√ 2
2
cosh 2
N
& An
SN = .
n!
n=0
Con estos vectores propios formamos la matriz invertible P que nos sirve
para establecer semejanza:
$ % $ √ %
2 2 −1 1 2 2
P= √ √ , P = √ √ .
2 − 2 4 2 2 −2
Se comprueba fácilmente que el producto P−1 AP nos da la forma de Jordan
de la matriz A, que en este caso es puramente diagonal y llamaremos D:
$ √ %
2 0
D= √ .
0 − 2
Por tanto, usando (8.4.8) se llega a que
$ % 9 √2 :$ √ %
1 2 2 0
e =Pe P = √
A D −1 √ √ e √ √2 2 ,
4 2 2 − 2 0 e− 2 2 −2
I1 + J1 + 12 J21 + . . .
= ..
.
Ip + Jp + 12 J2p + . . .
eJ1
= ..
. .
eJp
Calculemos ahora las exponenciales en cada una de las cajas, teniendo en
cuenta que Ji = λi Ii + Ni , y que las matrices Ii , Ni conmutan:
eJi = eλi Ii +Ni = eλi Ii eNi ;
296 CAPÍTULO 8. SISTEMAS Y ECUACIONES LINEALES
1 2 1
eλi Ii = Ii + λi Ii + λi Ii + · · · + λni Ii + · · · = eλi Ii ;
2! n!
1 1
eNi = Ii + Ni + N2i + · · · + Nni −1 .
2! (ni − 1)! i
De esto se sigue que eJi es una matriz triangular del siguiente tipo:
1 λi 1
eλi eλi 2! e ... (ni −1)! eλi
0 eλi eλi ... 1
(ni −2)!eλi
.
... ... ... ... ...
0 0 0 ... eλi
Con estas cajas calculamos la matriz eJ . Por todo lo comentado, vemos que
se trata de una matriz triangular superior, cuyos elementos en la diagonal
principal son exactamente
Vamos a estudiar ahora los sistemas lineales, homogéneos o no, para los
cuales la matriz A es independiente de t. Para el caso homogéneo, el teo-
rema de existencia y unicidad nos asegura que, en este caso, las soluciones
están definidas para todo valor t ∈ R. Estudiaremos separadamente las dos
situaciones.
4
Es decir: tr {A1 A2 · · · An } = tr {An A1 A2 · · · An−1 } = tr {An−1 An A1 A2 · · · An−2 },
etc.
8.5. SISTEMAS LINEALES DE COEFICIENTES CONSTANTES 297
Demostración.
a) Probemos en primer lugar que et A es realmente una matriz solución del
sistema. Para ello es preciso comprobar que
d tA
e = A et A = et A A.
dt
eA+B = eA eB .
e(t+τ ) A − et A eτ A − I eτ A − I t A
= etA = e .
τ τ τ
Escribamos
22 τ A 22 2222 ∞ k k 2222 ∞
22 e − I 22 22 1 & A τ 22 1 & ||Ak || |τ |k
22 − A 22 = 22 2 2 ≤
22 τ 22 22 τ k! 22 |τ | k!
k=2 k=2
1 ; ||A|| |τ | <
∞
&
1 ||A||k |τ |k
≤ = e − 1 − ||A|| |τ |
|τ | k! |τ |
k=2
e||A|| |τ | − 1 τ →0
= − ||A|| −→ 0,
|τ |
obtenemos:
x!1 (t) x1 (t)
!
x2 (t) x2 (t)
"
" ! (t) = M(t) φ(t)
φ =⇒ . = M(t) . ,
.. ..
x!n (t) xn (t)
o lo que es lo mismo:
" ) = ξ,
que verifica φ(τ " es decir, y1 (τ ) = ξ1 , y2 (τ ) = ξ2 , . . . , yn (τ ) = ξn . Pero
(n−1)
y1 (t) es una solución de la ecuación e y2 (t) = y1! (t), . . . , yn (t) = y1 (t),
con lo que existe una solución de (8.6.1) verificando
(n−1)
y1 (τ ) = ξ1 , y1! (τ ) = y2 (τ ) = ξ2 , . . . , y1 (τ ) = yn (τ ) = ξn .
Veamos que esta solución es única con estas condiciones iniciales. Si hubiera
otra h(t) verificando h(τ ) = ξ1 , . . . , h(n−1) (τ ) = ξn , entonces el vector
h(t)
h! (t)
" =
ψ(t)
..
.
h (n−1) (t)
"
serı́a una solución del sistema asociado verificando ψ(t) " Pero esta
= ξ.
" = φ(t)
solución es única, lo que implica que ψ(t) " ⇒ y1 (t) = h(t) ∀ t ∈ I.
α1 = α2 = . . . = αn = 0,
W (y1 , y2 , . . . , yn )(t),
Demostración. Sea y(t) una solución de la ecuación Ln y(t) = 0 y sea ψ(t) "
la correspondiente solución del sistema asociado. Sabemos que ψ(t) " es una
combinación lineal de n soluciones del sistema, linealmente independientes:
"
ψ(t) " 1 (t) + α2 φ
= α1 φ " 2 (t) + . . . + αn φ
" n (t). Esta es una igualdad entre
vectores que debe de verificarse componente a componente. La igualdad de
las primeras componentes nos da
y(τ ) = ξ1 , y ! (τ ) = ξ2 , . . . , y (n−1) (τ ) = ξn .
Contamos también con un teorema que nos permite hallar dicha solución,
y que probaremos a continuación.
Teorema 7: la solución general de (8.7.1) viene dada como la suma de
la solución general de la ecuación homogénea más una solución particular
de la no homogénea. Para ser más precisos, si y1 (t), y2 (t), . . . , yn (t) es una
base del espacio de soluciones de la ecuación diferencial Ln y(t) = 0, la
solución, y(t), de la ecuación no homogénea Ln y(t) = b(t) que verifica
y(τ ) = ξ1 , y ! (τ ) = ξ2 , . . . , y (n−1) (τ ) = ξn , viene dada por
n !
& 1 t$ % "
Wk (y1 , y2 , . . . , yn )(s)
y(t) = yh (t) + yk (t) b(s) ds , (8.7.3)
τ W (y1 , y2 , . . . , yn )(s)
k=1
Calculemos b1n (t, s). Como Φ(t) es una matriz fundamental arbitraria del sistema ho-
x$ (t) = M(t) +
mogéneo + x(t), tendrá la forma siguiente:
y1 (t) y2 (t) ... yn (t)
y1$ (t) y2$ (t) ... yn$ (t)
Φ(t) = .. .. .. ,
. . ... .
(n−1) (n−1) (n−1)
y1 (t) y2 (t) ... yn (t)
donde y1 (t), y2 (t), . . . , yn (t) son n soluciones linealmente independientes de la ecuación
homogénea Ln y(t) = 0. Evaluemos Φ−1 (s):
α11 α12 ... α1n
1 α21 α22 ... α2n
Φ−1 (s) =
,
det Φ(s) ... ... ... ...
αn1 αn2 ... αnn
8.8. ECUACIONES CON COEFICIENTES CONSTANTES 307
donde:
2 2
2 y1 ... yi−1 yi+1 ... yn 2
2 2
2 2
2 .. .. .. .. .. .. 2
2 . . . . . . 2
2 2
2 (j−2) (j−2) (j−2) (j−2) 2
2 y ... yi−1 yi+1 ... yn 2
2 1 2
αij = (−1)i+j aji ; aji =2 2.
2 y (j) ...
(j)
yi−1
(j)
yi+1 ...
(j)
yn 2
2 1 2
2 2
2 .. .. .. .. .. .. 2
2 . . . . . . 2
2 2
2 (n−1) (n−1) (n−1) (n−1)
2
2 y ... yi−1 yi+1 ... yn 2
1
con
2 2
2 y1 ... yk−1 yk+1 ... yn 2
2 2
2 2
2 .. .. .. .. .. .. 2
(−1)k+n ank (s) = (−1)k+n 2 . . . . . . 2
2 2
2 (n−2) (n−2) (n−2) (n−2)
2
2 y ... yk−1 yk+1 ... yn 2
1
2 2
2 y1 ... yk−1 0 yk+1 ... yn 2
2 2
2 2
2 .. .. .. .. .. .. .. 2
=2 . . . . . . . 2 = Wk (y1 , y2 , . . . , yn ). (8.7.6)
2 2
2 (n−1) (n−2) (n−2) (n−1)
2
2 y ... yk−1 1 yk+1 ... yn 2
1
dn dn−1
y(t) + a1 y(t) + . . . + an y(t) = b(t), (8.8.1)
dtn dtn−1
308 CAPÍTULO 8. SISTEMAS Y ECUACIONES LINEALES
yλk (t) = (Ck,0 +Ck,1 t+Ck,2 t2 +· · ·+Ck,mk −1 tmk −1 ) eλk t = pk (t) eλk t ,
o bien
yλ (t) = (rm (t) cos b t + sm (t) sen bt) ea t , (8.8.5)
siendo rm (t) y sm (t) polinomios de grado (m − 1) como los anteriores, cada
uno con m constantes arbitrarias que podemos elegir reales para que la
solución lo sea también.
Si los coeficientes de la ecuación caracterı́stica fueran complejos, no
podrı́amos hacer esta transformación. No obstante, los casos a) y b) estu-
diados en esta sección serı́an válidos, con la única modificación de que ahora
habrı́amos de permitir soluciones complejas para la ecuación caracterı́stica.
dn dn−1
y(t) + a1 y(t) + . . . + an y(t) = b(t), (8.8.6)
dtn dtn−1
será la suma de la solución general de la ecuación diferencial homogénea
asociada, más una solución particular de la no homogénea. Hemos indicado
en el apartado anterior cómo calcular la solución general de la homogénea.
Para hallar la solución particular de la no homogénea contamos con dos
métodos que se describirán en la sección siguiente.
8.8. ECUACIONES CON COEFICIENTES CONSTANTES 311
= C1 + C3 x2 + C2 ln x + C4 x2 ln x.
y !! − 2y ! + 4y = t3 e2t .
20A = 1, 12B = 0, 6C = 0, 2D = 0,
o bien
[(v1! y1 + v2! y2 )! + v1! y1! + v2! y2! ] + a1 (v1! y1 + v2! y2 ) = b(t). (8.9.2)
8.9. A LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES PARTICULARES 315
Para evitar tener una derivada de orden dos en v1 (t) y v2 (t), hacemos
uso de la libertad que nos queda en la elección de estas funciones y
tomamos
v1! y1 + v2! y2 = 0, (8.9.3)
con lo cual (8.9.2) se reduce a
v1! y1 + · · · + vn! yn = 0,
v1! y1! + · · · + vn! yn! = 0,
v1! y1!! + · · · + vn! yn!! = 0, (8.9.7)
.. .. .. ..
. . . .
(n−1)
v1! y1 + · · · + vn! yn(n−1) = b(t),
316 CAPÍTULO 8. SISTEMAS Y ECUACIONES LINEALES
cos2 t
C1! (t) = − cos t, C2! (t) = .
sen t
8.10. REDUCCIÓN DEL ORDEN 317
(1 − t2 ) y !! − 2t y ! + 2y = 0,
que, como no tiene término en u(t), pasa a ser de primer orden tomando
u! (t) = z(t):
$ %
2 dz dz 1 t
(1 − t )t + 2(1 − 2t ) z = 0 ⇒
2
= −2 − dt,
dt z t 1 − t2
ecuación que se integra fácilmente:
C1 C1 C1 1 C1 1 du
z(t) = = 2 + + = ,
t2 (1−t )
2 t 2 1−t 2 1+t dt
de modo que la solución general buscada es
$ %
C1 C1 1+t
u(t) = C2 − + ln .
t 2 1−t
8.11 Problemas
1. En el circuito de la figura suponemos que el generador tiene una f.e.m.
ε = E sen wt, donde E y w son constantes. Si la resistencia y la capacidad
son constantes, calcúlese sin hacer uso de la transformada de Laplace la
intensidad como función del tiempo.
M1
R ε
g
ω
M2
C
Prob. 1 Prob.2 Prob. 3
2. Determı́nese usando el formalismo hamiltoniano,8 el movimiento del sistema
de dos masas que se muestra en la figura. Estas masas están cayendo en el
campo gravitatorio terrestre que supondremos constante. El muelle que las
une tiene constante de recuperación k. La distancia de equilibrio entre estas
masas es l.
8
Sir William Rowan Hamilton (1805–65), matemático irlandés que inventó una ex-
tensión de los números complejos, los cuaterniones.
8.11. PROBLEMAS 319
a) ẋ = 5x + 2y + 5t, ẏ = 3x + 4y + 17t.
c) 3ẋ + 2ẏ − x + y = t − 1, ẋ + ẏ − x = t + 2.
e) 2ẋ + ẏ − x − y = −2t, ẋ + ẏ + x − y = t2 .
f) 2ẋ + ẏ − x − y = 1, ẋ + ẏ + 2x − y = t.
g) ẋ + ÿ = e2t , ẋ + ẏ − x − y = 0.
h) ẋ + ÿ + x − y = 1, ẋ + ẏ + x − y = 0.
i) −ẋ + ÿ = t + 1, ẋ + ẏ + x − 3y = 2t − 1.
j) 4ẋ + ÿ − 4x + y = 0, ẋ + ẏ + 9x − y = e2t .
det(eA ) = etrA .
18. Dar un ejemplo de una matriz B para la cual no exista ninguna otra matriz
A tal que B = eA .
0 0 0
19. Dada la matriz A = 1 0 0 , hállense: sen A, cos A y exp A.
0 1 0
20. Dar un método para el cálculo de una raı́z cuadrada de una matriz cualquiera
de M (n, C).
322 CAPÍTULO 8. SISTEMAS Y ECUACIONES LINEALES
a) y %% + 2y = ex + 2; b) y %% − y = ex sen 2x.
a0 (ax + b)n y (n) + a1 (ax + b)n−1 y (n−1) + . . . + an−1 (ax + b)y % + an y = f (x)
d
D= y F (D) = a0 Dn + a1 Dn−1 + . . . + an .
dt
La ecuación
a0 y (n) + a1 y (n−1) + . . . + an y = f (x)
puede escribirse en la forma F (D)y = f (x). Pruébese que
a) Si f (x) = eαx , entonces una solución particular de la ecuación viene dada
por y(x) = eαx /F (α) siempre que F (α) != 0.
F (α) = a0 αn + a1 αn−1 + . . . + an .
a) y %% − 4y % + 3y % = 1; b) y %% − 6y % + 9y = e2x ;
32. Hállese una matriz tal que al exponenciarla nos de la del caso d) en el
problema anterior. Hállese otra cuyo cuadrado sea de nuevo la misma matriz
que aparece en d).
17 3 −6
d"x
33. Resuélvase el sistema = −4 0 2 "x.
dt
28 5 −9
8.11. PROBLEMAS 325
L
34. Dada la matriz A(t), se considera la matriz B(t) = A(t)dt y se supone
que estas dos matrices conmutan para todo t. Demuéstrese que eB(t) es una
matriz fundamental del sistema "x% (t) = A(t)"x(t).
35. y (iv) − 3y %%% + 2y %% = 3e−x + 6e2x − 6x.
36. a) y %% + 4y = 12x2 − 16x cos 2x; b) y %% + y = x sen x.
37. y (iv) + 2y %%% − 3y %% = 18x2 + 16xex + 4e3x − 9.
38. Considérese la ecuación diferencial de orden n
44. Sean a(t), b(t) funciones de perı́odo T . Sean ψ1 (t), ψ2 (t) soluciones de la
ecuación x%% + a(t)x% + b(t)x = 0, con las condiciones ψ1 (0) = 1, ψ1% (0) = 0,
ψ2 (0) = 0, ψ2% (0) = 1. Pruébese que los multiplicadores son las soluciones
de la ecuación algebraica λ2 − Aλ + B = 0, siendo
) 1 *
T
A = ψ1 (T ) + ψ2% (T ) y B = exp − a(t)dt .
0
46. Sean a, b constantes reales y p(t) una función real y continua de perı́odo T .
Consideremos la ecuación x%% + [a + bp(t)]x = 0. Sean ψ1 (t), ψ2 (t) como en
el problema anterior. Sea F (a, b) = ψ1 (T ) + ψ2% (T ). Pruébese que:
• Si −2 < F (a, b) < 2, los multiplicadores son complejos conjugados de
módulo unidad y toda solución está uniformemente acotada, ası́ como
su primera derivada, en (−∞, ∞).
• Si F (a, b) > 2 ó F (a, b) < −2, no existen soluciones uniformemente
acotadas en (−∞, ∞).
• Si F (a, b) = 2 hay al menos una solución de perı́odo T y si F (a, b) =
−2, hay al menos una solución de perı́odo 2T .
47. Obténgase la solución general de los sistemas asociados a las matrices:
1 −1 1 0 −1 0 1 0
−1 0 1 0 0 0 2 1
A= 1
. B =
1 2
.
1 1 1 0 0
0 0 1 −1 0 1 0 1
"x%% = A "x,
y %% − ay % − a2 y = 0, a ∈ R.
Según los posibles valores del parámetro a, ¿qué soluciones están acotadas
cuando x → +∞?
81. Encuéntrese la solución general de la ecuación y %% + 2y % + y = ex sen 2x.
82. Utilizando el método matricial, determı́nese la solución general del sistema
$ % $ %$ %
d x 0 i x
= .
dt y −i 0 y
y (iv) − 16 y = e−x
d3 y(t)
+ y(t) = 0, y(0) = 1, y % (0) = −1, y %% (0) = 1; y(t < 0) = 0.
dt3
330 CAPÍTULO 8. SISTEMAS Y ECUACIONES LINEALES
Dése una solución para la cual las componentes del vector no divergen
cuando el tiempo va hacia infinito.
87. Considérese el siguiente sistema de ecuaciones diferenciales con coeficientes
variables
ẋ = (cos t)y , ẏ = (cos t)x.
Encuéntrese la solución que verifica la condición inicial x(0) = 1, y(0) = 0.
Para resolverlo se recomienda:
a) Escribir el sistema en forma matricial.
b) Efectuar una sencilla transformación de la variable independiente para
obtener un sistema de coeficientes constantes.
c) Resolver el sistema de coeficientes constantes anteriormente obtenido us-
ando el método matricial habitual, y no de otra forma.
d) Obtener finalmente la solución x(t), y(t) que verifica las condiciones ini-
ciales exigidas.
88. Hállese la solución general de la siguiente ecuación diferencial, comentando
los aspectos más relevantes del proceso de resolución:
y %% − 6y % + 9y = xe−3x .
97. Hállese la solución de y %%% − 9y %% + 15y % + 25y = 0 que verifica y(0) = 0 y está
acotada cuando x → ∞.
98. Dada la ecuación y %% + ay % + by = f (x), donde a y b son constantes y f (x)
es una función continua a trozos y de orden exponencial, demuéstrese que
el efecto de substituir f (x) por f (x) + c δ(x) tiene el mismo efecto que
aumentar el valor de y % (0) en la constante c. El mismo resultado es válido
para ecuaciones de orden superior.
99. Siendo A, a, b, c > 0 constantes, considérese el siguiente problema de condi-
ciones iniciales:
8.12 Bibliografı́a
SISTEMAS NO LINEALES
Y ECUACIONES
DIFERENCIALES DE
PFAFF
9.1 Introducción
333
334 CAPÍTULO 9. SISTEMAS NO LINEALES Y EC. DE PFAFF
dn y(t)
= F (t, y, y ! , y !! , . . . , y (n−1) ). (9.2.4)
dtn
Si definimos las nuevas variables
y1 (t) = y(t),
y2 (t) = y ! (t),
..
.
yn (t) = y (n−1) (t),
336 CAPÍTULO 9. SISTEMAS NO LINEALES Y EC. DE PFAFF
t = t, x1 = x1 (t), . . . , xn = xn (t).
lo cual está prohibido por el teorema de unicidad. Sin embargo, las solu-
ciones respectivas a la ecuación del movimiento en el espacio de fases, "xa (t)
y "xb (t), sı́ pueden cortarse (véase la Figura 9.1, donde de hecho las dos
curvas no sólo se cortan, sino que coinciden al proyectarlas sobre el espacio
de fases bidimensional). Pero si sucede esto, debe producirse en tiem-
pos distintos, es decir que eventualmente tendrı́amos "xa (ta ) = "xb (tb ), con
ta != tb .
p
x
xn (t) xn0
Este par de funciones nos dan las ecuaciones de las curvas integrales en
R3 o de las trayectorias en el plano de fases R2 (bien en paramétricas, con
parámetro t, o bien en implı́citas, ya que en este caso es posible eliminar t
entre las dos ecuaciones solución). Observemos que hay dos posibilidades
para x1 , y también que aparecen dos constantes arbitrarias C y K.
Ejemplo 2: el caso anterior no era autónomo, debido a la presencia
explı́cita de la variable t en las ecuaciones diferenciales. Analicemos ahora
el sistema autónomo que resulta al eliminar el término que contiene t, es
decir
1
x!1 = , x!2 = −x22 .
x1 x2
Procediendo como en el caso anterior, podemos llegar a la siguiente solución:
6 1 1
x1 = ± (t + C)2 + K, x2 = ⇒ x21 = K + .
t+C x22
Observemos aquı́ un hecho destacado: la dependencia en la variable t es tal
que va siempre asociada a una constante arbitraria aditiva (t+C), cosa que
no ocurrı́a para el ejemplo no autónomo. Este hecho es una manifestación
palpable de la Proposición 1 que acabamos de demostrar. Se recomienda al
lector realizar una representación gráfica de las soluciones de este ejemplo,
al menos en el caso particular K = 0 (podrá comprobar entonces que todas
las curvas integrales se proyectan sobre una misma trayectoria en el espacio
de fases, que resulta ser una rama de hipérbola).
9.4.1 Definición
Las integrales primeras pueden servir además para otras cosas, como por
ejemplo reducir el número de ecuaciones diferenciales del sistema. Pero
también pueden tener un significado fı́sico en sistemas mecánicos. De todo
esto hablaremos en el siguiente apartado.
9.4.4 Aplicaciones
una fórmula que nos de las soluciones, contrariamente a lo que sucede con las ecuaciones
de grado inferior a cinco.
346 CAPÍTULO 9. SISTEMAS NO LINEALES Y EC. DE PFAFF
G1 (t, x1 , . . . , xn ) = C1 ,
.. ..
. .
Gp (t, x1 , . . . , xn ) = Cp .
G1 (t, x1 , . . . , xn ) = G1 (t0 , a1 , . . . , an ),
.. ..
. . (9.4.4)
Gp (t, x1 , . . . , xn ) = Gp (t0 , a1 , . . . , an ).
x1 = ϕ1 (t, xp+1 , . . . , xn ),
.. ..
. . (9.4.5)
xp = ϕp (t, xp+1 , . . . , xn ).
G1 (t, x1 , . . . , xn ) = G1 (t0 , a1 , . . . , an ) = C1 ,
.. .. ..
. . . (9.4.7)
Gn (t, x1 , . . . , xn ) = Gn (t0 , a1 , . . . , an ) = Cn .
x1 = x1 (t, C1 , C2 , . . . , Cn ), . . . , xn = xn (t, C1 , C2 , . . . , Cn ),
p2
+ V (x) (9.4.9)
2m
es independiente de t, es decir, es constante cuando reemplazamos x
y p en (9.4.9) por una solución "x(t) = (x(t), p(t)) del sistema (9.2.7).
De aquı́ se seguirı́a que (9.4.9) es una integral primera del sistema.
La demostración es la siguiente: reemplazando en (9.4.9) el par (x, p)
5
Suponemos que f (x) es localmente integrable, es decir, es integrable en todo com-
pacto de R .
9.4. INTEGRALES PRIMERAS DE UN SISTEMA 349
∂G ∂G ∂G
φ0 + φ1 + · · · + φn = 0. (9.4.14)
∂t ∂x1 ∂xn
Tanto (9.4.11) como (9.4.13) son las formas llamadas canónicas de es-
cribir el sistema. De este modo todas las variables son equivalentes, lo que
suele facilitar la búsqueda de integrales primeras. El análisis de las ecua-
ciones escritas en esta forma nos lleva de modo natural a considerar las
llamadas ecuaciones en diferenciales totales o de Pfaff6 .
9.5.1 Definiciones
∂U
= µfi , i = 1, 2, . . . , m,
∂xi
La última igualdad es debida a que las n últimas expresiones que definen una curva
integral son las ecuaciones de una solución del sistema. Usando (9.4.12) tenemos
φk (t, x1 , . . . , xn )
x$k (t) = fk (t, x1 , . . . , xn ) = ,
φ0 (t, x1 , . . . , xn )
dG φ0 φ1 φn
= M0 + M1 + . . . + Mn = 0,
dt φ0 φ0 φ0
debido a la definición de sistema de multiplicadores. Esto significa que la derivada total
de G a lo largo de la curva es nula, lo que implica que
Como estamos trabajando con una curva integral arbitraria, este resultado significa que
G(t, x1 , . . . , xn ) es una integral primera de nuestro sistema.
9.6.1 Generalidades
dU (S, V, N ) = 0.
U (S, V, N ) = U0
" · rot (µ X)
(µ X) " = (µ X)
" · (µ rot X
" + (grad µ) × X)
" = µ2 X
" · rot X.
"
" · rot X
De aquı́ se sigue también que X " = 0 si y solamente si
" · rot (µ X)
(µ X) " = 0.
" · rot X
X " = 0. (9.6.3)
Como todas estas ecuaciones son ecuaciones de Pfaff en dos variables, admitirán factor
integrante. De esta manera, para cada valor de z existe una función µz (x, y) cumpliendo
este papel. Pongamos µz (x, y) = µ(x, y, z), teniendo muy presente que µ(x, y, z) repre-
senta una familia de funciones en x e y indiciada mediante el parámetro z. Igualmente,
para cada valor de z, existe la función potencial Uz (x, y) = U (x, y, z). Para cada una
de las ecuaciones (9.6.4) hemos obtenido su solución general dada por U (x, y, z) = C.
Entonces podemos escribir
∂U ∂U
= µP ; = µQ.
∂x ∂y
Escribamos ahora la ecuación (9.6.2) de la siguiente manera:
$ %
∂U ∂U ∂U ∂U
0 = µP dx + µQ dy + µR dz = dx + dy + dz + µR − dz,
∂x ∂y ∂z ∂z
o lo que es lo mismo dU + K dz = 0, donde K es la función
∂U
K = µR − .
∂z
Como X + · rot X
+ = 0, el lema nos dice que esto es posible si y sólo si (µX)
+ · rot (µX)
+ = 0.
Partiendo de esta idea, escribamos:
$ %
+ = (µP, µQ, µR) = ∂U ∂U ∂U
µX , ,K + = grad U + (0, 0, K).
∂x ∂y ∂z
Operando
2 2
2 +i +j +k 22
2 $ %
2 2 ∂K ∂K
+
rot (µX) = rot (0, 0, K) = 22 ∂x
∂ ∂ ∂ 2= ,− ,0 ,
∂y ∂z2 ∂y ∂x
2 2
2 0 0 K 2
de donde
(µX) + = ∂U ∂K − ∂U ∂K = 0.
+ · rot (µX) (9.6.5)
∂x ∂y ∂y ∂x
9
El término “familia” significa que estas ecuaciones no forman un sistema. La dife-
rencia consiste en que en un sistema las mismas soluciones han de verificar todas las
ecuaciones del mismo. En una familia cada solución satisface su ecuación y nada más.
356 CAPÍTULO 9. SISTEMAS NO LINEALES Y EC. DE PFAFF
se anula. Esto quiere decir que, en una cierta región, las funciones U y K son funcional-
mente dependientes, en el sentido siguiente: para cada z existe una relación funcional
entre ambas, es decir, K = Fz (U ). En el mismo sentido que anteriormente podemos
escribir que K = F (U, z). De esta manera, la ecuación dU + K dz = 0 puede ponerse
como:
dU
+ F (U, z) = 0. (9.6.6)
dz
Si F es suficientemente regular, existen soluciones a esta ecuación diferencial. Sea
ϕ(U, z) = C su integral general. Como (9.6.6) y (9.6.2) son equivalentes, resulta que
ϕ(U (x, y, z), z) = C es una familia de soluciones a nuestra ecuación de Pfaff original.
Aquı́
" · rot X
De esta manera, X " = 0. Considerando z como un parámetro se
obtiene:
(y 2 + yz) dx + (xz + z 2 ) dy = 0.
Un factor integrante y una función potencial son en este caso:
1 y(x + z)
µ= , U (x, y, z) = .
(y + z)2 y+z
y(x + z)
= C.
y+z
9.6. MÉTODOS DE RESOLUCIÓN DE EC. DE PFAFF 357
" = 0, entonces X
2. Si rot X " = grad U , y la forma diferencial de Pfaff
correspondiente a esta ecuación es exacta, siendo U su función poten-
cial. De esta manera
∂U ∂U ∂U
= P; = Q; = R,
∂x ∂y ∂z
y la obtención de U es trivial.
con lo que
$ % $ %
" = ∂Q ∂P " · rot X
" =R ∂Q ∂P
rot X 0, 0, − =⇒ X − ,
∂x ∂y ∂x ∂y
que ha de ser cero si queremos que sea integrable. En estas circuns-
tancias, si en un punto R != 0, por continuidad R != 0 en un cierto
entorno de dicho punto, en el cual la condición de integrabilidad será
∂Q ∂P
− = 0. (9.6.7)
∂x ∂y
358 CAPÍTULO 9. SISTEMAS NO LINEALES Y EC. DE PFAFF
ω = P (x, y) dx + Q(x, y) dy
es exacta, y por lo tanto existe una función potencial U (x, y) tal que
dU = P dx + Q dy. De esta manera, la ecuación original toma la
forma dU + R(z) dz = 0, que una vez integrada da:
1
U (x, y) + R(z) dz = C.
y = ux ⇒ dy = u dx + x du; z = vx ⇒ dz = v dx + x dv.
dx
+ A(u, v) du + B(u, v) dv = 0,
x
que tiene la variable x separada (caso estudiado anteriormente).
6. Método de Natani. Es una variante del método anterior. Una vez cal-
culada la función potencial U (x, y, z) = C(z), el problema es evaluar
C(z). Este método consiste en fijar un valor numérico concreto de x (o
de y, según convenga), llamémosle α. Tendremos U (α, y, z) = C(z),
pero además Q(α, y, z) dy + R(α, y, z) dz = 0, cuya integración nos
dará una relación V (y, z) = K. Eliminando y entre el par de ecua-
ciones U (α, y, z) = C(z), V (y, z) = K, podremos obtener en algunas
ocasiones la forma explı́cita de C(z), y el problema estarı́a resuelto.
∂z U = −µ != 0,
y − y0 = m(x − x0 ), dy = m dx,
z = ϕ(x, m, z0 ), y = y0 + m(x − x0 ),
A(a, b) da + B(a, b) db = 0,
U (x, y, z) = C. (9.6.20)
∂U ∂U ∂U
= µP ; = µQ; = µR.
∂x ∂y ∂y
Estas relaciones son válidas para todos los puntos de una cierta región
en la que están definidas la soluciones de la ecuación. Ası́ pues, en cada
punto P0 perteneciente a la superficie solución (9.6.20) de nuestra ecuación
diferencial (9.6.21), podemos determinar un vector ortogonal a la superficie
dx dy dz
= = = dt. (9.6.22)
P (x, y, z) Q(x, y, z) R(x, y, z)
"ijk = (Xi , Xj , Xk ),
Y
por tanto
∂U
= µ Xk , k = 1, . . . , n,
∂xk
de donde las parciales segundas resultan ser
A veces puede ocurrir que alguna de las ecuaciones (9.6.27) pueda resol-
verse y permita determinar µ. Además, al igual que sucedı́a con las formas
diferenciales en dos variables, dados dos factores integrantes µ1 y µ2 , una
solución de (9.6.24) es µ1 /µ2 = C.
Ejercicio: demuéstrese que la solución de la siguiente ecuación de Pfaff en
cuatro variables
yzu dx + xzu dy + xyu dz + 2xyz du = 0
es precisamente
U (x, y, z, u) = xyzu2 = cte.
9.7 Problemas
1. Resuélvase la ecuación diferencial
(x2 z − y 3 )dx + 3xy 2 dy + x3 dz = 0,
demostrando primeramente que es integrable.
2. Resuélvanse las siguientes ecuaciones en diferenciales totales, comprobando
previamente su integrabilidad:
a) (2zx + y)dx + (x + z 3 )dy + (x2 + 3yz 2 )dz = 0.
b) a2 z 2 y 2 dx − b2 z 2 x2 dy + c2 x2 y 2 dz = 0.
c) x(y 2 − a2 )dx + y(x2 − z 2 )dy − z(y 2 − a2 )dz = 0.
d) yz(y + z)dx + xz(x + z)dy + xy(x + y)dz = 0.
368 CAPÍTULO 9. SISTEMAS NO LINEALES Y EC. DE PFAFF
dy az − cx dz bx − ay dx dy dz
a) = , = . b) = = .
dx cy − bz dx cy − bz z xy z
" · rot X
X " = 0 ⇐⇒ (µX)
" · (rot (µX))
" = 0, en D.
1 2
g1 = (p + p22 ) + (αq1 + βq2 ),
2 1
g2 = βp1 − αp2 ,
g3 = p2 + βt,
α
g4 = q1 − t2 − p1 t,
2
son cuatro integrales primeras (independientes) del conjunto de las ecua-
ciones canónicas de Hamilton.
9. Un punto material de masa unidad se mueve libremente en el espacio atraı́do
por el origen con una fuerza directamente proporcional a la distancia (cons-
tante de proporcionalidad unitaria). Realı́cese un estudio general de las
integrales primeras de este “oscilador armónico isótropo tridimensional”.
9.7. PROBLEMAS 369
dx dy dz
g) = = .
x(z 2 − y 2 ) y(x2 − z 2 ) z(y 2 − x2 )
dx dy dz
h) = = .
x(y − z) y(z − x) z(x − y)
11. Intégrense, cuando sea posible, las siguientes ecuaciones diferenciales:
a) 2y(a − x)dx + [z − y 2 + (a − x)2 ]dy − ydz = 0.
b) (y 2 + yz + z 2 )dx + (z 2 + zx + x2 )dy + (x2 + xy + y 2 )dz = 0.
c) (1 + yz)dx + x(z − x)dy − (1 + xy)dz = 0.
d) yzdx + (x2 y − zx)dy + (x2 z − xy)dz = 0.
e) y(1 + z 2 )dx − x(1 + z 2 )dy + (x2 + y 2 )dz = 0.
f) (cos x + ex y)dx + (ex + ey z)dy + ey dz = 0.
g) x2 dx − z 2 dy − xydz = 0.
h) (x + z)2 dy + y 2 (dx + dz) = 0.
i) 2x(y + z)dx + (2yz − x2 + y 2 − z 2 )dy + (2yz − x2 − y 2 + z 2 )dz = 0.
j) xdx + ydy + (x2 + y 2 + z 2 + 1)zdz = 0.
k) z(x2 − yz − z 2 )dx + xz(x + z)dy + x(z 2 − x2 − xy)dz = 0.
l) 2xdx + (2x2 z + 2yz + 2y 2 + 1)dy + dz = 0.
m) (y 2 + z 2 )dx + xydy + xzdz = 0.
n) x(y 2 − z 2 )dx + y(z 2 − x2 )dy + z(x2 − y 2 )dz = 0.
ñ) (y 2 − z 2 )dx + (x2 − z 2 )dy + (x + y)(x + y + 2z)dz = 0.
370 CAPÍTULO 9. SISTEMAS NO LINEALES Y EC. DE PFAFF
ydx − xdy + dz = 0
(y 2 + yz + z 2 ) dx + (z 2 + zx + x2 ) dy + (x2 + xy + y 2 ) dz = 0.
17. Utilizando, bien la teorı́a general, bien uno de los métodos estudiados,
resuélvase la ecuación diferencial en diferenciales totales:
x dx + y dy + (x2 + y 2 + z 2 + 1)z dz = 0.
9.7. PROBLEMAS 371
18. Considérense las funciones P (x, y, z)=y 2 +z 2 , Q(x, y, z)=xy, R(x, y, z)=xz.
a) Calcúlese la solución de P (x, y, z) dx + Q(x, y, z) dy + R(x, y, z) dz = 0.
¿Qué representa geométricamente?
b) Calcúlense dos integrales primeras funcionalmente independientes de
dx dy dz
= = .
P (x, y, z) Q(x, y, z) R(x, y, z)
dx y dy −x
= , = .
dt 2x − 3y dt 2x − 3y
zx2 dx + zy 2 dy + (x3 + y 3 ) dz
dx dy dz
= = .
3y − 2z z − 3x 2x − y
dz
= (x + y) (1 + 2xy + 3x2 y 2 ),
dx
dz
= (x + y) (1 + 2xy + 3x2 y 2 ).
dy
372 CAPÍTULO 9. SISTEMAS NO LINEALES Y EC. DE PFAFF
dx x (t2 − y 2 ) dy y (x2 − t2 )
= , = .
dt t (y 2 − x2 ) dt t (y 2 − x2 )
9.8 Bibliografı́a
1. Burkill, J. C., and Burkill, H., A Second Course in Mathematical Analysis,
Cambridge University Press, 1970.
2. Elsgoltz, L., Ecuaciones diferenciales y cálculo variacional , MIR, 1969.
3. Ince, E.L., Ordinary Differential Equations, Dover, 1956.
4. Pérez, A., Apuntes de Ecuaciones diferenciales, Valladolid 1968 (no publi-
cados).
5. Tejerina, F., Termodinámica, Ed. Paraninfo, 1976.
6. Zwillinger, D., Handbook of Differential Equations, Academic Press, 1992.
Capı́tulo 10
SOLUCIONES DE
ECUACIONES
DIFERENCIALES EN
SERIE DE POTENCIAS
10.1 Introducción
373
374 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
tipo de ecuación, por ejemplo cuando P (x) y Q(x) son constantes. Sin
embargo, en la mayorı́a de los casos en los que se presenta este tipo de
ecuaciones hemos de recurrir al procedimiento de desarrollos en serie para
hallar la solución.
Lo que se pretende es encontrar una solución y(x) de la ecuación dife-
rencial (10.2.1) como una serie de potencias en (x − x0 ), desarrollo que
será válido en un entorno (que habrá que determinar) de un cierto punto
x0 , escogido bajo determinados criterios que luego se comentarán. El he-
cho fundamental, descubierto por Fuchs es que el comportamiento de las
soluciones de la ecuación en torno a x0 depende de cómo sea el compor-
tamiento de las funciones P (x) y Q(x) en torno a ese mismo punto x0 . Por
este motivo introducimos los siguientes conceptos:
Definición 1: si las funciones P (x) y Q(x) son desarrollables en serie de
Taylor en torno a un punto x = x0 diremos que x0 es un punto ordinario
de la ecuación diferencial (10.2.1). En caso contrario diremos que x0 es un
punto singular de la ecuación diferencial.
Definición 2: si x = x0 es un punto singular, diremos que es un punto
singular regular si las funciones
(x − x0 ) P (x), (x − x0 )2 Q(x) (10.2.2)
son desarrollables en serie de Taylor en torno a la singularidad x0 . De no
ser ası́, diremos que x = x0 es un punto singular irregular .
Este análisis se puede efectuar para todo valor x0 finito. Para analizar el
comportamiento en el infinito, podemos hacer el cambio de variable x = 1/z
y estudiar el comportamiento de la ecuación diferencial resultante en torno
a z = 0. Veámoslo en detalle: al hacer el cambio indicado la variable
dependiente pasa a ser y(x) = y(1/z) := w(z). Derivando y aplicando la
regla de la cadena:
dy dw dz dw
= = −z 2 ;
dx dz dx dz
! " ! "
d2 y d dy d 2 dw d 2 dw dz
2
4 d w dw
2
= = −z = −z = z 2
+ 2z 3 .
dx dx dx dx dz dz dz dx dz dz
Con esto, la ecuación (10.2.1) se transforma en
$ %
d2 w 2z − P (1/z) dw Q(1/z)
+ + w = 0. (10.2.3)
dz 2 z2 dz z4
376 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
α0 = a0 [λ(λ − 1) + p0 λ + q0 ] = 0;
α1 = a1 [(λ + 1)λ + p0 (λ + 1) + q0 ] + a0 [p1 λ + q1 ] = 0;
.. .. .. ..
. . . .
10.3. EL MÉTODO DE FROBENIUS 379
y la solución general
α1 = α2 = · · · = 0,
Lo que a priori parece más sorprendente es que las soluciones de los casos B) y C)
no sean del tipo serie de Frobenius sino que tengan un término logarı́tmico. ¿Cómo
surge este extraño factor? La respuesta es sencilla. Ya se ha visto en el capı́tulo
dedicado a los sistemas y a las ecuaciones de orden n que es posible reducir el orden
de una ecuación diferencial en una unidad si se conoce una solución yp (x), haciendo
el cambio de variable y(x) = u(x) yp (x). Apliquemos este procedimiento a nuestra
ecuación (10.2.1) suponiendo que conocemos la solución y1 (x) = xλ1 f (x), siendo
f (x) una función analı́tica en x = 0 y con f (0) = a0 %= 0. Buscamos la segunda
solución linealmente independiente en la forma y2 (x) = u(x) y1 (x). Derivando,
y2$ = u$ y1 + u y1$ y2$$ = u$$ y1 + 2u$ y1$ + u y1$$ ,
4
Aunque en general no podremos escribir “λ1 > λ2 ”, por tratarse de dos números
complejos, abusando del lenguaje hablaremos de la “mayor” y la “menor” de las raı́ces.
10.3. EL MÉTODO DE FROBENIUS 381
Pero sabemos cuál es la forma de la función P (x), (10.3.2), de manera que ten-
dremos
1 ' (
p0
ln C = ln w + ln(y12 ) + + p1 + p2 x + · · · dx
x
x2
= ln(w y12 ) + p0 ln x + p1 x + p2 + ···.
2
Por tanto, tomando exponenciales en los dos miembros de la ecuación:
$ %
x2
w y12 xp0 = C exp −p1 x − p2 − ··· ,
2
o bien, usando la forma de la función y1 (x) = xλ1 f (x),
' (
x2
exp −p1 x − p2 2
− ··· g(x)
w(x) = C := , (10.3.7)
xp0 x2λ1 f (x)2 x2λ1 +p0
siendo
' (
x2
exp −p1 x − p2 2
− ···
g(x) = C := c0 + c1 x + c2 x2 + c3 x3 + · · ·
f (x)2
una función analı́tica (desarrollable en serie de Taylor) en x = 0. Analicemos
ahora el exponente del denominador de w(x) en (10.3.7). Aparece la variable
x elevada al exponente 2λ1 + p0 . Pero recordemos la ecuación indicial (10.3.4):
λ2 + (p0 − 1)λ + q0 = 0. Como λ1 y λ2 son sus dos raı́ces, esta ecuación se factoriza
en la forma
(λ − λ1 )(λ − λ2 ) = 0 = λ2 − (λ1 + λ2 )λ + λ1 λ2 ,
por lo que p0 − 1 = −λ1 − λ2 o bien 2λ1 + p0 = λ1 − λ2 + 1. Ası́ pues
du c0 + c1 x + c2 x2 + c3 x3 + · · · c0 c1 c2
=w= = λ −λ +1 + λ −λ + λ −λ −1 + · · · .
dx x2λ1 +p0 x 1 2 x 1 2 x 1 2
(10.3.8)
Integrando término a término la serie hallamos
c0 xλ2 −λ1 c1 xλ2 −λ1 +1 c2 xλ2 −λ1 +2
u(x) = + + + ···
λ2 − λ1 λ2 − λ1 + 1 λ2 − λ1 + 2
3 4
= xλ2 −λ1 c̃0 + c̃1 x + c̃2 x2 + c̃3 x3 + · · · := xλ2 −λ1 h(x),
382 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
siendo h(x) una función analı́tica. Con este resultado, la segunda solución resulta
ser
y2 (x) = u(x) y1 (x) = xλ2 −λ1 h(x) xλ1 f (x) = xλ2 f˜(x),
que es otra serie de Frobenius. Las manipulaciones anteriores son válidas sola-
mente si λ1 − λ2 ∈/ Z ; si por el contrario sucede que λ1 − λ2 = k ∈ {0, 1, 2, 3, . . .},
hay que tener cuidado al hacer la integral (10.3.8) que permite hallar u(x), ya que
ahora
du c0 c1 c2 ck
= k+1 + k + k−1 + · · · + + ck+1 + ck+2 x + ck+3 x2 + · · ·
dx x x x x
y al integrar resulta
−c0 −c1 −c2 x2
u(x) = k
+ k−1
+ k−2
+ · · · + ck ln x + ck+1 x + ck+2 + ···
kx (k − 1)x (k − 2)x 2
! "
1 c0 c1 x ck+2 k+2
= ck ln x + k − − − · · · − ck−1 xk−1 + ck+1 xk+1 + x + ···
x k k−1 2
= ck ln x + x−k β(x),
siendo β(x) una serie de Taylor. En este caso, recordando que k = λ1 − λ2 , la
segunda solución adopta la forma
y2 (x) = u(x) y1 (x) = xλ1 f (x)[ck ln x + x−k β(x)]
= ck y1 (x) ln x + xλ2 f (x) β(x) := ck y1 (x) ln x + xλ2 η(x).
Por tanto, si ck %= 0, y2 (x) es proporcional a y1 (x) ln x + xλ2 η(x), solución que
diverge en el origen. Si resulta ser ck = 0, entonces la segunda solución no contiene
el logaritmo y es proporcional a la serie de Frobenius xλ2 η(x).
Para finalizar queremos indicar que hemos obviado en todo momento las cuestiones
relativas al intervalo de validez de los desarrollos en serie que hemos manejado. A
este respecto nos remitimos a lo que ya hemos comentado con anterioridad: son
válidos allı́ donde lo sean a la vez los desarrollos de las funciones P (x) y Q(x).
1 x2 − ν 2
P (x) = , Q(x) =
x x2
y se cumplen las condiciones estipuladas para decir que x = 0 es un punto
singular regular (se deja al lector la comprobación de que existe también un
punto singular irregular en el infinito). Por tanto, buscamos una solución
de la forma
∞
&
y= an xn+λ , a0 != 0;
n=0
&∞
y! = (n + λ) an xn+λ−1 ;
n=0
&∞
y !! = (n + λ)(n + λ − 1) an xn+λ−2 .
n=0
o bien
∞
& ∞
&
an [(n + λ)2 − ν 2 ] xn+λ + an xn+λ+2 = 0.
n=0 n=0
Separando los dos primeros sumandos del primero de los sumatorios, ha-
ciendo el cambio de ı́ndice n + 2 = m en el segundo y agrupando tenemos:
∞
&
a0 (λ2 −ν 2 ) xλ +a1 [(λ+1)2 −ν 2 ] xλ+1 + {an−2 +an [(n+λ)2 −ν 2 ]} xn+λ = 0.
n=2
a0 (λ2 − ν 2 ) = 0, a0 != 0, (10.4.2)
a1 [(λ + 1)2 − ν 2 ] = 0, (10.4.3)
an−2 + an [(n + λ)2 − ν 2 ] = 0, n = 2, 3, . . . (10.4.4)
n = 2k + 1 : a2k−1 = 0; k = 1, 2, 3, . . . (10.4.7)
(−1)k a0
n = 2k : a2k =
2 · 4 · · · (2k − 2) · 2k (1 + ν)(2 + ν) · · · (k + ν) 2k
(−1)k a0 Γ(ν + 1)
= ; k = 1, 2, 3, . . . (10.4.8)
22k k! Γ(k + ν + 1)
Como vemos todos los coeficientes impares se anulan y sólo quedan los
pares. La solución que hemos hallado es:
∞
& ∞
&
y1 (x) = an x n+λ
=x ν
a2k x2k
n=0 k=0
∞
& (−1)k ' x (2k
= a0 Γ(ν + 1) xν .
k! Γ(k + ν + 1) 2
k=0
La serie que define las funciones de Bessel de primera especie permite que
la variable x tome valores complejos, extendiendo ası́ su definición a C.
386 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
0.5 J2 HxL
J1 HxL
3 6 9
J0 HxL
-0.5
a1 = a3 = a5 = · · · = 0,
/ N entonces las funciones Jν (x) y J−ν (x) son dos soluciones li-
Si 2ν ∈
nealmente independientes de la ecuación diferencial de Bessel (10.4.1),
cuya solución general (con las correspondientes constantes arbitrarias
C1 y C2 ) será
y(x) = C1 Jν (x) + C2 J−ν (x).
Obsérvese que si como hemos supuesto ν ≥ 0, 2ν ∈ / N, la función
Jν (x) es regular en x = 0, pero J−ν (x) presenta una singularidad en
el origen, que es un punto de ramificación.
388 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
que se convierten en
a1 [1 − p] = 0, an−2 + an n(n − p) = 0, n = 2, 3, . . .
Hay que estudiar ahora dos situaciones que pueden presentarse: que
p sea par o que sea impar.
a2k−4 = a2k−6 = · · · = a2 = a0 = 0,
10.4. ECUACIÓN DE BESSEL 389
0.5
3 6 9
N2 HxL
-0.5
N1 HxL
-1
N0 HxL
-1.5
+ ,
−π sen νπ Jν (x) + cos νπ ∂J∂ν
ν (x)
− ∂J−ν (x)
= lim ∂ν
ν→k π cos νπ
/ 0
1 ∂Jν (x) k ∂J−ν (x)
= − (−1) .
π ∂ν ∂ν ν=k
6
Guillaume François Antoine Marquis de l’Hôpital (1661–1704) fue un noble francés
(marqués) discı́pulo de Johann Bernouilli (1667-1748). Johann fue quien realmente des-
cubrió este resultado que se hizo popular gracias a un libro de l’Hôpital dedicado al
análisis matemático.
10.4. ECUACIÓN DE BESSEL 391
1. Representación integral.
Las funciones de Bessel de primera especie pueden ser expresadas en
la forma
1
(x/2)ν 1 1
Jν (x) = √ (1 − t2 )ν− 2 eitx dt, (10.4.14)
Γ(ν + 12 ) π −1
' x (ν 1 π
1
= √ (sen θ)2ν cos(x cos θ) dθ (10.4.15)
2 π Γ(ν + 12 ) 0
' x (ν 1 π ∞
&
1 n (x cos θ)
2n
= √ (sen θ) 2ν
(−1) dθ
2 π Γ(ν + 12 ) 0 (2n)!
n=0
' x (ν ∞
& (−1)n x2n 1
1 π
= √ (sen θ)2ν (cos θ)2n dθ.
2 π Γ(ν + 12 ) n=0 (2n)! 0
7
Un libro clásico al respecto es el de Watson citado en la bibliografı́a.
392 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
La última integral se puede expresar como una función beta; para ello
hacemos el cambio de variable θ = α + π2 :
1 π 1 π
2
(sen θ) (cos θ) dθ =
2ν 2n
(cos α)2ν (−sen α)2n dα
0 − π2
1 π
2 1 1
=2 (sen α)2n (cos α)2ν dα = B(n + , ν + )
0 2 2
Γ(n + 12 ) Γ(ν + 12 )
= .
Γ(n + ν + 1)
Usando este resultado, podemos finalmente probar (10.4.14)
' x (ν 1
∞
& (−1)n x2n Γ(n + 1 ) Γ(ν + 1 )
Jν (x) = √ 2 2
2 π Γ(ν + 12 ) n=0 (2n)! Γ(n + ν + 1)
' x (ν &∞
(−1)n x2n (n − 12 )(n − 32 ) · · · 12 Γ( 12 )
= √
2 (2n)! π Γ(n + ν + 1)
n=0
' x (ν &
∞
(−1)n x2n (2n − 1)(2n − 3) · · · 1
=
2 (2n)! 2n Γ(n + ν + 1)
n=0
' x (ν &
∞
(−1)n x2n 1
=
2 22n n! Γ(n + ν + 1)
n=0
' x (ν &
∞
(−1)n ' x (2n
= ,
2 n! Γ(n + ν + 1) 2
n=0
∞
1 1 & (−1)n 2n x2n−1
=−
x 2ν n! Γ(n + ν + 1) 22n
n=0
∞
1 & (−1)n+1 x2n−2
= ν
2 (n − 1)! Γ(n + ν + 1) 22n−1
n=1
&∞
1 (−1)m x2m
=
2ν m! Γ(m + ν + 2) 22m+1
m=0
1
∞
& (−1)m ' x (2m
=
2ν+1 m! Γ(m + ν + 1 + 1) 2
m=0
Por tanto
∞
&
cos(x sen θ) = J0 (x) + 2 J2n (x) cos 2nθ; (10.4.23)
n=1
∞
&
sen (x sen θ) = 2 J2n−1 (x) sen (2n − 1)θ. (10.4.24)
n=1
Las fórmulas anteriores pueden ser vistas como dos desarrollos en serie
de Fourier. Dando a θ el valor π/2 obtenemos un par de desarrollos de
las funciones trigonométricas en términos de las funciones de Bessel
de ı́ndice natural:
∞
&
cos x = J0 (x) + 2 (−1)n J2n (x);
n=1
∞
&
sen x = 2 (−1)n+1 J2n−1 (x).
n=1
5 / ! $ % " ! $ % "0
2 1 π 4ν 2 − 1 1 π
Jν (x) ∼ cos x − ν + − sen x − ν + ;
πx 2 2 8x 2 2
5 / ! $ % " ! $ % "0
2 1 π 4ν 2 − 1 1 π
Nν (x) ∼ sen x − ν + + cos x − ν + .
πx 2 2 8x 2 2
2 K0 HxL
K1 HxL
1
I0 HxL
I1 HxL
1 2 3
Figura 10.3: Algunas funciones de Bessel
modificadas. Las curvas que crecen para x
creciente son In y las que decrecen son Kn .
Tomando el primer sumando de cada una de las dos series que presentan
potencias del tipo xn+λ−1 y agrupando los restantes términos con igual
potencia de x
∞
&
0 = (a0 λ(λ − 1) + c a0 λ) xλ−1 + an (n + λ)(n + λ − 1 + c) xn+λ−1
n=1
∞
&
− an [(n + λ)(n + λ − 1 + a + b + 1) + ab] xn+λ ,
n=0
que, con un cambio de ı́ndice en el primer sumatorio, puede escribirse
0 = a0 λ(λ − 1 + c)xλ−1
&∞
+ {an+1 (n + λ + 1)(n + λ + c) − an [(n + λ)(n + λ + a + b) + ab]}xn+λ .
n=0
10
La denominación “hipergeométrica” se debe a Pfaff, amigo y profesor de Gauss.
10.5. ECUACIÓN HIPERGEOMÉTRICA 399
a0 λ(λ − 1 + c) = 0, a0 != 0; (10.5.2)
an+1 (n + λ + 1)(n + λ + c) = an [(n + λ)(n + λ + a + b) + ab], (10.5.3)
de donde
a·b
n = 0 : a1 = a0 ;
1·c
(a + 1)(b + 1) (a + 1)a (b + 1)b
n = 1 : a2 = a1 = a0 ;
2(c + 1) 2 · 1 (c + 1)c
(a + 2)(b + 2) (a + 2)(a + 1)a (b + 2)(b + 1)b
n = 2 : a3 = a2 = a0 ;
3(c + 2) 3! (c + 2)(c + 1)c
.. .. .. ..
. . . .
(a + n − 1)(a + n − 2) · · · a (b + n − 1)(b + n − 2) · · · b
an = a0
n! (c + n − 1)(c + n − 2) · · · c
Γ(c) Γ(a + n) Γ(b + n) a0
= , (10.5.5)
Γ(a) Γ(b) Γ(c + n) n!
Por tanto,
(n + a − c)(n − 1 + a − c) · · · (1 + a − c)(n + b − c)(n − 1 + b − c) · · · (1 + b − c)
an =
n! (n + 1 − c)(n − c) · · · (2 − c)
Γ(2 − c) Γ(n + 1 + a − c)Γ(n + 1 + b − c) a0
= .
Γ(1 + a − c)Γ(1 + b − c) Γ(n + 2 − c) n!
Γ(c) 1
= ,
Γ(c + n) (c + n − 1)(c + n − 2) · · · c
y en la segunda
Γ(2 − c) 1
= ,
Γ(2 − c + n) (1 − c + n)(−c + n) · · · (2 − c)
con lo cual
(a) Si c ∈ {2, 3, 4, . . .}, los términos del segundo tipo se hacen in-
finito a partir de uno dado, lo que significa que la segunda serie
hipergeométrica no será la solución.
(b) Si c ∈ {0, −1, −2, −3 . . .}, los términos del primer tipo se hacen
infinito a partir de uno dado, de modo que la primera función
hipergeométrica tampoco será la solución.
402 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
2 2 2 2
2 an xn 22 2 Γ(a + n) Γ(b + n) (n − 1)! Γ(c + n − 1) 2
lim 22 n−1 2 = lim 22 x22
n→∞ an−1 x n→∞ n! Γ(c + n) Γ(a + n − 1) Γ(b + n − 1)
2 2
2 (a + n − 1) (b + n − 1) 2
= lim 22 x22 = |x|.
n→∞ n (c + n − 1)
∞
dm Γ(c) & Γ(a + n)Γ(b + n)
2 F 1 (a, b; c; x) = n . . . (n − m + 1)xn−m
dxm Γ(a)Γ(b) n=0 Γ(n + 1)Γ(c + n)
∞
Γ(c) & Γ(a + n)Γ(b + n) n . . . (n − m + 1) n−m
= x
Γ(a)Γ(b) n=m Γ(c + n) n!
∞
Γ(c) & Γ(a + m + k)Γ(b + m + k) (k + m) . . . (k + 1) k
= x
Γ(a)Γ(b) Γ(c + m + k) (k + m)!
k=0
∞
Γ(c) & Γ(a + m + k)Γ(b + m + k) 1 k
= x
Γ(a)Γ(b) Γ(c + m + k) k!
k=0
∞
Γ(c)Γ(a + m)Γ(b + m)Γ(c + m) & Γ(a + m + k)Γ(b + m + k) k
= x
Γ(a)Γ(b)Γ(c + m)Γ(a + m)Γ(b + m) Γ(k + 1)Γ(c + m + k)
k=0
ln(1 − x)
2 F1 (1, 1; 2; x) =− ;
x
$ % $ %
1 3 2 1 1+x
2 F1 , 1; ; x = ln ;
2 2 2x 1−x
$ %
1 3 arctan x
2 F1 , 1; ; −x = 2
;
2 2 x
$ % 6 $ %
1 1 3 2 3 2 arcsin x
F
2 1 , ; ; x = 1 − x 2 F
2 1 1, 1; ; x = ;
2 2 2 2 x
2 F1 (a, b; b; x) = (1 − x)−a .
404 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
∞
& ∞
&
y(x) = (1 − x) λ
an (1 − x) =
n
an (1 − x)n+λ .
n=0 n=0
y(x) = A 2 F1 (a, b; a + b + 1 − c; 1 − x)
+B (1 − x)c−b−a 2 F1 (c − b, c − a; 1 + c − a − b; 1 − x), |x| < 1.
xy !! + (c − x)y ! − ay = 0. (10.6.1)
Sustituyendo en (10.6.1)
∞
& ∞
&
an (n + λ)(n + λ − 1) xn+λ−1 + c an (n + λ) xn+λ−1
n=0 n=0
∞
& ∞
&
− an (n + λ) xn+λ − a an xn+λ = 0,
n=0 n=0
o bien:
∞
& ∞
&
an (n + λ)(n + λ − 1 + c) x n+λ−1
− an (n + λ + a) xn+λ = 0.
n=0 n=0
13
Ernst Eduard Kummer (1810–93), matemático alemán recordado por sus trabajos
sobre series hipergeométricas, teorı́a de números y funciones algebraicas.
10.6. ECUACIÓN HIPERGEOMÉTRICA CONFLUENTE 407
Fijémonos que esta solución no tiene sentido para c ∈ {2, 3, 4, . . .}, y que
para c = 1 tenemos de nuevo la solución correspondiente a λ1 . En estos
casos sigue siendo válido el comentario que ya hemos hecho anteriormente:
la función hipergeométrica confluente no aporta la solución completa y hay
que buscarla con término logarı́tmico. No nos preocuparemos del caso c ∈ Z
ya que la solución resulta excesivamente complicada. Para c ∈ / Z la solución
general es
dm Γ(a + m) Γ(c)
1 F1 (a; c; x) = 1 F1 (a + m; c + m; x). (10.6.6)
dxm Γ(a) Γ(c + m)
4. La igualdad
1 F1 (a; c; x) = ex 1 F1 (c − a; c; −x) (10.6.8)
∞
Γ(21 ) · · · Γ(2q ) & Γ(a1 + n) · · · Γ(ap + n) xn
p Fq (a1 , . . . , ap ; 21 , . . . , 2q ; x) = ,
Γ(a1 ) · · · Γ(ap ) n=0 Γ(21 + n) · · · Γ(2q + n) n!
10.8 Problemas
y %% − xy = 0.
x2 y %% + (x2 + x)y % + y = 0
x2 y %% + x2 y % − 2y = 0
y %% + x−1 y % − y = 0.
d2 z 1 − 2a dz a2 + λ2 b2 x2b
+ + z = 0.
dx2 x dx x2
y %% + x−1 y % + (1 − x−2 )y = 0.
La solución que verifica y(0) = 0, y % (0) = 1/2 se designa por J1 (x). Pruébese
que
J1 (x) = −J0% (x).
10.8. PROBLEMAS 413
En este apartado se toma una rama concreta del logaritmo, la que más
apetezca.
22. Las funciones de Bessel modificadas de segunda especie, para ı́ndice ν no
entero se definen como
π
Kν (z) = [I−ν (z) − Iν (z)].
2 sen πν
Pruébese que en este caso la solución general de la ecuación de Bessel modi-
ficada puede ponerse en la forma AIν (z) + BKν (z), siendo A y B constantes
arbitrarias. Para n entero, las funciones Kn (z) se definen como Kn (z) =
lim Kν (z). Pruébese que
ν→n
! "
(−1)n ∂I−ν (z) ∂Iν (z)
Kn (z) = lim − .
2 ν→n ∂ν ∂ν
Utilizando esta última fórmula, hállese una expresión explı́cita para Kn (z),
similar a la obtenida en el problema anterior para Nn (z).
23. Sea f ("r) : R2 → R una función con simetrı́a cilı́ndrica, es decir, tal que
f ("r) = f (r). Demuéstrese que
1 ∞
F{f ("r)} = r f (r) J0 (kr) dr
0
24. Compruébese que las siguientes funciones de Bessel tienen las transformadas
de Laplace que se indican:
√
( s2 + a2 − s)n
a) L{Jn (at)}(s) = √ ;
an s2 + a2
√ 1 2
b) L{J0 (a t)}(s) = e−a /(4s) .
s
6
25. Hállese la transformada de Fourier de J0 (2 |x|).
√
26. Encuéntrese la transformada de Laplace de xν/2 Jν (2 x).
27. Demuéstrese que
x3 x5 209 x7
y(x) = x + − − − ···
2 40 5040
es una solución de la ecuación diferencial y %% +(cosh 2x−4)y = 0. Indicación:
antes de aplicar el método de Frobenius, desarróllese cosh 2x en serie de
potencias.
28. Pruébese que la ecuación x4 y %% − y = 0 no tiene solución en forma de serie
de Frobenius en torno al origen. No obstante, puede buscarse solución en
torno al punto del infinito. Pruébese que la solución es
29. Verifı́quese que la ecuación diferencial (x4 +2x2 )y %% +3xy % −6x2 y = 0 admite
como soluciones
3 2 1 4 1 6 1
y1 (x) = 1+ x + x − x + x8 − · · ·
5 15 195 1105
$ %
1 7 2 21 4 7 35
y2 (x) = √ 1+ x + x − x +
6 8
x − ··· .
x 8 128 1024 32768
x4 y %% + 2x3 y % − y = 0.
y %% + P (x)y % + Q(x)y = 0
(1 − x2 )y %% − (a + b + 1)y % − aby = 0
d2 y dy
+ (a + b) cot θ − aby = 0
dθ2 dθ
cuando a + b no es un entero impar.
40. Demuéstrese que la ecuación
∂2V 1 ∂V
2
=
∂x k ∂t
posee soluciones de la forma
42. La ecuación de Schrödinger para la rotación de una molécula con una de-
terminada simetrı́a es
$ % $ %
1 ∂ ∂ψ 1 ∂2ψ A ∂2ψ
sen θ + + cot θ +
2
sen θ ∂θ ∂θ sen 2 θ ∂θ2 C ∂χ2
2 cos θ ∂ 2 ψ 2AW
− + ψ = 0,
sen 2 θ ∂χ∂φ !2
A 2 2AW
z 2 − (2n + 1)z + n +n− = 0.
C !2
d3 y(t) d y(t)
+ = 0, y(0) = 1, y % (0) = y %% (0) = 0; y(t < 0) = 0.
dt3 dt
1 ∂2G 1 ∂G 3
− 2G= + G.
8 ∂r2 4r ∂β 2β
Para ello, seguiremos los siguientes pasos:
1.– Aplı́quese el método de separación de variables (llamando γ a la cons-
tante que aparece), buscando soluciones de la forma
2.– De aquı́, hállese la solución general para B(β) de la manera que parezca
más sencilla (nótese que esta solución dependerá del parámetro γ).
3.– Después búsquese la solución general para la función R(r), solución en
la cual también aparecerá el parámetro γ.
4.– Dado que la función buscada G(r, β) ha de tomar un valor finito en
r = 0, ¿cómo ha de ser la parte fı́sicamente relevante de la función radial
R(r) en la forma factorizada?
47. Calcúlese la solución general de la ecuación
d2 y(x)
= (a2 + b2 e−2x − 2b2 e−x ) y(x), a, b > 0; x ∈ R.
dx2
Para ello se propone seguir las siguientes indicaciones:
1.– Efectúese en la ecuación el cambio de variable independiente z = e−x ,
hallando la nueva ecuación diferencial que satisface la función y(x) ≡ ϕ(z).
Indı́quese claramente cuál es el rango de variación de la nueva variable z.
2.– La ecuación ası́ obtenida es más fácil de resolver. En primer lugar
discútanse las singularidades que presenta y de qué tipo son. Teniendo
ésto en cuenta, explı́quese someramente qué método de resolución se podrı́a
utilizar para hallar su solución alrededor de z = 0.
3.– Ahora, para resolver la ecuación diferencial en la variable z, se sugiere
buscar la solución ϕ(z) en la forma factorizada
x2 y %% + x2 y % − 2y = 0.
10.8. PROBLEMAS 421
d2 y
+ (cos x) y = 0.
d x2
Se pretende efectuar un estudio elemental de sus soluciones, sin pretender
hallar la más general, que es complicada. Se propone el siguiente esquema
de trabajo:
a) Coméntese cuántas soluciones linealmente independientes tiene esta ecua-
ción, y por qué.
b) Demuéstrese que si y = ϕ(x) es una solución de la ecuación, entonces
y = ϕ(x + 2π) también es solución. ¿Qué quiere decir este resultado?,
¿quizá que todas las soluciones son funciones periódicas?
c) Búsquese la solución general en forma de serie de potencias en torno a
x = 0. ¿Qué tipo de serie se elegirá, de Taylor o de Frobenius, y por qué?
d) Obténganse los coeficientes del desarrollo en serie de la solución general,
pero sólo hasta el orden 7.
e) De la solución general ası́ obtenida, obténgase la solución que cumple las
condiciones y(0) = 1, y % (0) = 0.
20
George William Hill (1838–1914), matemático estadounidense que estudio en profun-
didad los efectos gravitatorios de los diversos planetas sobre la trayectoria de la luna.
424 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
x3 x5 x7
arctan x = x − + − + ···
3 5 7
dy
= x2 + y 2 .
dx
d ln u
i) Efectúese el cambio de variable dependiente y = − para obtener
dx
una ecuación de segundo orden muy sencilla.
ii) En la ecuación ası́ obtenida (que podrı́a resolverse por la técnica de de-
u x2
sarrollos en serie), háganse los cambios w = √ , z = , para obtener una
x 2
nueva ecuación de segundo orden de un tipo que debiera ser sobradamente
conocido. Obténgase la solución general de esta ecuación.
iii) Efectúense las transformaciones necesarias para pasar de la solución ge-
neral w = w(z) a la que nos interesa y = y(x). ¿Cuántas constantes aparecen
en esta solución? ¿Cuántas ha de haber en realidad? Analı́cese con cuidado
la solución para ver que la contradicción es sólo aparente.
61. Encuéntrese la solución general de la ecuación diferencial
d2 y 1 dy x2 − 3
+ + y = 0.
dx2 2x dx 2x2
ty %% + (1 − t)y % + ky = 0,
y % = xy 2 + x2 .
z(x) = xa g(x),
69. Evalúese / $ %0
−1 1 2
L J0 √ .
s s
70. Demuéstrese que la expresión siguiente puede escribirse en términos de una
función especial bien conocida:
1 d
[x J1 (x)].
x dx
d2 y(x)
= (cos x) y(x),
dx2
buscándolas en forma de serie de potencias del término cos x. Como la ley
de recurrencia no es sencilla, bastará con dar los primeros términos de la
serie, hasta la potencia (cos x)7 .
Tras lo anterior debe resultar bastante evidente que mediante una sencilla
transformación la ecuación anterior puede convertirse en una de coeficientes
constantes. Efectúese este cambio de variable y hállese la solución de la
ecuación resultante, comparándola con la hallada anteriormente.
73. ¿Existen soluciones de la ecuación y %% = x y de la forma
∞
&
y(x) = an xn ?
n=0
10.9 Bibliografı́a
1. Abramowitz, M., and Stegun, I.A., Handbook of Mathematical functions,
Dover, 1972.
2. Arfken, G., Mathematical Methods for Physicists, Academic Press, 1985.
3. Ayant, Y. y Borg, M., Fonctions Speciales à l’usage des étudiants en physi-
que, Dunod, 1971.
4. Butkov, E., Mathematical Physics, Addison Wesley, 1968.
5. Dennery, P., Krzywicki, A., Mathematics for Physicists, Harper & Row,
1969.
428 CAPÍTULO 10. SOLUCIONES EN SERIE DE POTENCIAS
6. Erdélyi, A., Magnus, W., Oberhettinger, F., and Tricomi, F.G., Higher
Transcendental Functions, Vols. I-III, MacGraw-Hill, 1953.
7. Hochstadt, H., Special Functions of Mathematical Physics, Holt, Rinehart
and Winston, 1966.
8. Lebedev, N.N., Special Functions and their Applications, Dover 1972.
9. Simmons, F., Ecuaciones diferenciales con aplicaciones y notas históricas,
McGraw-Hill, 1977.
10. Sneddon, I.N., Special functions of mathematical physics and chemistry,
Longman, 1980.
11. Spiegel, M.R., Matemáticas superiores para ingenieros y cientı́ficos, Mc-
Graw-Hill, 1971.
12. Watson, G. N., A Treatise on the Theory of Bessel Functions, Cambridge
University Press, 1966.
13. Wyld, H.W., A Mathematical Methods for Physics, Benjamin/Cummings
Publishing Co., 1976.
Capı́tulo 11
POLINOMIOS
ORTOGONALES
CLÁSICOS
11.1 Introducción
1
Charles Hermite (1822–1901), uno de los matemáticos franceses más influyentes de
finales del siglo XIX. Realizó importantes contribuciones en teorı́a de matrices, teorı́a de
números y funciones elı́pticas. En 1873 probó que el número e es transcendente, es decir,
no es la raı́z de ninguna ecuación algebraica (polinómica) con coeficientes racionales (los
números trascendentes se llaman ası́ porque, en palabras de Euler, “trascienden el poder
de los métodos algebraicos”.
2
Edmond Laguerre (1834–86), matemático francés.
3
En 1872, estudiando las fuerzas con que se atraen ciertos sólidos de revolución, Le-
gendre introdujo los polinomios que hoy llevan su nombre.
429
430 CAPÍTULO 11. POLINOMIOS ORTOGONALES CLÁSICOS
1, x, x2 , x3 , . . . ,
donde Cn son ciertas constantes que se fijarán más adelante, y las funciones
ω(x) y s(x) deben ser reales y tales que:
9
Olinde Rodrigues (1794–1851), matemático y banquero francés.
10
Francesco Giacomo Tricomi (1897–1978), destacado matemático italiano que rea-
lizó importantes contribuciones en campos diversos, siendo destacable el estudio de la
ecuación en derivadas parciales que lleva su nombre, y uxx + uyy = 0, y que aparece al
describir un objeto que se mueve a velocidad supersónica. Escribió varios libros realmente
excelentes sobre funciones especiales.
11
Seguiremos esencialmente el libro de Dennery et al .
12
Por ejemplo el bien conocido de Erdélyi et al .
432 CAPÍTULO 11. POLINOMIOS ORTOGONALES CLÁSICOS
dm
(ω sn ) = ω sn−m qm . (11.2.7)
dxm
Teniendo en cuenta (11.2.2), queda probado el resultado.
Teorema 1: pn (x) es un polinomio de grado n que es además ortogonal,
con peso ω(x) a cualquier polinomio qm (x) de grado igual a m < n, es decir
1 b
pn (x) qm (x) ω(x) dx = 0, m < n. (11.2.8)
a
Por hipótesis sabemos que s(x) puede ser un polinomio de grado cero, uno
o dos. Examinaremos una a una estas tres posibilidades, obteniendo para
cada caso particular los correspondientes valores de ω(x), a y b, verificando
(11.2.2).
1 dω x 2
= − =⇒ ω(x) = ζ e−x /2α . (11.3.3)
ω dx α
436 CAPÍTULO 11. POLINOMIOS ORTOGONALES CLÁSICOS
p 1+ν − α+p
Si ν > −1, el primer término del segundo miembro da (1+ν) e β y,
por otro lado, la segunda integral está bien definida en el sentido de
Riemann, pues se trata de la integral extendida a un intervalo com-
pacto de una función continua. Por otro lado, tampoco hay problemas
de integrabilidad en la zona de valores grandes de x (x >> 1), ya que
allı́ domina la exponencial decreciente. De esta manera la integral
1 ∞
−x
(x − α)ν e β dx (11.3.9)
α
s(x) = (1 − x2 ), a = 1, b = −1,
(11.3.16)
ω(x) = (1 − x)ν (1 + x)µ , ν, µ > −1.
2
1 (−1)n (−∞, ∞) e−x Hermite: Hn (x)
1 Legendre: Pn (x)
2 λ−1/2
(1 − x ) , λ > −1/2 Gegenbauer: Cnλ (x)
(1 − x2 )−1/2 Chevichev de primera clase: Tn (x)
(1 − x2 )1/2 Chevichev de segunda clase: Un (x)
11.4. RELACIONES DE RECURRENCIA 439
Estas son las llamadas relaciones de recurrencia, que como vemos in-
volucran tres términos distintos y consecutivos de la familia pn (x). Las
constantes An , Bn y Dn dependen exclusivamente de n y cambian según
la familia de polinomios que se considere. Todos las familias de polinomios
ortogonales (sean o no los clásicos) satisfacen relaciones de recurrencia del
tipo anterior.
kn+1
pn+1 (x) − x pn (x), (11.4.5)
kn
Como hemos visto en la ecuación (11.2.8) del teorema 1, las dos primeras
integrales son cero. Por el mismo motivo, las que aparecen en el segundo
miembro también lo serán salvo en el caso en que i = m, lo que implica
(n)
ai = 0 para i = 0, 1, 2, . . . , n − 2, con lo que reuniendo (11.4.5) y (11.4.6)
queda:
kn+1 (n)
pn+1 (x) − x pn (x) = a(n)
n pn (x) + an−1 pn−1 (x). (11.4.8)
kn
Esta es justamente una relación de recurrencia del tipo buscado, pero para
(n)
completar el resultado ahora hay que determinar los coeficientes an y
(n)
an−1 . Observemos en primer lugar que si tomamos uno de los polinomios
pn (x) y lo expresamos como la suma de su monomio de mayor grado kn xn
más un polinomio de grado n − 1, qn−1 (x), tenemos lo siguiente
1 b 1 b
hn := p2n (x) ω(x) dx = pn (x) kn xn ω(x) dx (11.4.9)
a a
1 b 1 b
+ pn (x) qn−1 (x) ω(x) dx = kn pn (x) xn ω(x) dx,
a a
11.4. RELACIONES DE RECURRENCIA 441
donde hemos tenido en cuenta que qn−1 (x) y pn (x) son ortogonales. Multi-
plicando la relación de recurrencia (11.4.8) por ω(x) pn−1 (x) e integrando,
obtenemos
1 b 1
kn+1 b
pn+1 (x) pn−1 (x) ω(x) dx − x pn (x) pn−1 (x) ω(x) dx (11.4.10)
a kn a
1 b 1 b
(n)
= a(n)
n p n (x) p n−1 (x) ω(x) dx + a n−1 p2n−1 (x) ω(x) dx.
a a
de donde
(n) hn kn+1 kn−1
an−1 = − . (11.4.12)
hn−1 kn2
(n)
Para obtener an basta igualar los coeficientes de xn en los dos miembros
de la relación de recurrencia (11.4.8). Hecho esto, se tiene que
! kn+1 !
kn+1 − k = a(n)
n kn . (11.4.13)
kn n
(n)
siendo λi ciertos números. Si multiplicamos ambos lados de la ecuación
(11.5.2) por pm (x) e integramos entre a y b, obtenemos
1 b / 0
d dpn
pm (x) s(x) ω(x) dx = −λ(n)
m hm , m ≤ n. (11.5.3)
a dx dx
Esta última integral puede ser resuelta para m < n integrando por partes
dos veces consecutivas y teniendo en cuenta que la función s(x) ω(x) se
anula en los extremos del intervalo de integración:
1 b / 0
d dpn
pm (x) s(x) ω(x) dx =
a dx dx
2 1 b
dpn 22b dpm dpn
= pm (x) s(x) ω(x) − s(x) ω(x) dx
dx 2a a dx dx
2
dpm 22b
= −pn (x) s(x) ω(x)
dx 2a
1 b $ / 0%
1 d dpm
+ pn (x) ω(x) s(x) ω(x) dx = 0. (11.5.4)
a ω(x) dx dx
La última integral es nula puesto que
/ 0
1 d dpm
s(x) ω(x) = qm (x)
ω(x) dx dx
es un polinomio de grado menor o igual que m < n, que es por tanto
ortogonal a pn (x).
11.5. ECUACIÓN DIFERENCIAL DE LOS POLINOMIOS 443
Consideremos como hasta ahora que {pn (x)} es una familia de polinomios
ortogonales en el intervalo [a, b]. Se verifica lo siguiente:
Teorema 2: los ceros de los polinomios pn (x) son reales, simples y están
contenidos en el abierto (a, b).
Demostración: como ω(x) ≥ 0 en (a, b) y la integral
1 b
ω(x) pn (x) dx = 0 si n > 0,
a
11.7. SERIES DE POLINOMIOS ORTOGONALES 445
pn (x) debe cambiar de signo al menos una vez en (a, b). Sean x1 , . . . , x" ,
con 1 ≤ ' ≤ n los puntos de (a, b) en los cuales pn (x) cambia de signo
(es decir, son ceros de pn (x) en (a, b) y como hemos visto son un número
mayor que 1 y obviamente menor o igual que el grado del polinomio, n).
Introducimos ahora el siguiente polinomio auxiliar
"
#
π" (x) = (x − xk ).
k=1
Por construcción, resulta claro que el polinomio pn (x) π" (x) tiene signo
constante en (a, b) (salvo en los puntos x1 , . . . , x" , donde se anula), por
tanto 1 b
ω(x) pn (x) π" (x) dx != 0. (11.6.1)
a
Pero como π" (x) es un polinomio de grado ' ≤ n, debe ser ortogonal a
pn (x), y la única manera de evitar la contradicción con (11.6.1) es que
justamente ' = n, con lo que el teorema queda probado: hay n puntos en
(a, b) en los cuales pn (x) cambia de signo, y son por tanto n ceros reales y
simples del polinomio.
También puede demostrarse el siguiente resultado, aunque no ofrecere-
mos aquı́ la prueba:
Teorema 3: entre dos ceros consecutivos de pn (x) hay exactamente un
cero de pn+1 (x) y al menos un cero de pn+k (x), k > 0.
Definición 1: sea L2ω (a, b) el espacio de las funciones reales f (x) para las
cuales existe en el sentido de Lebesgue la integral
1 b
ω(x)[f (x)]2 dx < ∞. (11.7.1)
a
1 + n
,2
b &
= ω(x) f (x) − ak p̃k (x) dx
a k=0
1 b n
&
= ω(x)[f (x)] dx − 2
a2k ≥ 0
a k=0
para toda función f (x) ∈ L2ω (a, b) diremos que la familia {p̃n (x)} es un
conjunto ortonormal cerrado en L2ω (a, b). En este caso
lim In (ak ) = 0
n→∞
.f (x)|p̃n (x)/ = 0, ∀n ∈ N,
entonces f (x) = 0 casi en todo punto de (a, b) (se darán más detalles en el
Segundo Volumen, al analizar la teorı́a de espacios de Hilbert).
448 CAPÍTULO 11. POLINOMIOS ORTOGONALES CLÁSICOS
6
Teorema 4: las funciones { √1h pn (x) ω(x), n ∈ N} forman un conjunto
n
ortonormal completo en L2 (a, b). Esto significa que toda función f (x) de
cuadrado integrable en el intervalo (a, b) puede ponerse como
∞
& 6
1
f (x) = fn √ pn (x) ω(x) , (11.7.5)
n=0
hn
donde 1 b
1 6
fn = √ pn (x) ω(x) f (x) dx, (11.7.6)
a hn
y la serie converge en la norma de L2 (a, b).
manera:
1 b 1 b
hn = p2n (x) ω(x) dx = kn xn pn (x) ω(x) dx
a a
1 b
kn dn
= xn (ω(x) sn (x)) dx, (11.9.1)
Cn a dxn
de donde al integrar por partes resulta
1
(−1)n kn n! b n
hn = s (x) ω(x) dx. (11.9.2)
Cn a
Constantes relevantes:
√ n
Cn = (−1)n , kn = 2n , kn! = 0, hn = π 2 n! (11.9.3)
Fórmula de Rodrigues:
2 dn −x2
Hn (x) = (−1)n ex (e ). (11.9.4)
dxn
14
Además de los llamados polinomios clásicos, existen otras familias de polinomios
ortogonales que han sido estudiadas con detalle, como son los polinomios de Bernstein
(Sergi Natanovich Bernstein (1880–1968), matemático ruso) y Szegö (Gábor Szegö (1895–
1985), matemático húngaro, autor de un excelente libro sobre polinomios ortogonales), los
de Heine (Heinrich Eduard Heine (1821–81), matemático alemán que efectuó importantes
contribuciones al Análisis) y Akhiezer (Naum Il’ich Akhiezer (1901–80), matemático
ruso), o los de Pollaczek. Otro tipo de polinomios que aparecen a veces son unos en los
cuales la variable no toma valores continuos, sino discretos; mencionemos entre estos los
polinomios de Hahn (Hans Hahn (1879–1934), matemático austrı́aco), Charlier, Meixner,
Chevichev y Krawtchouk (Mikhail Philipovich Krawtchouk (1892–1942), matemático
ucraniano, fallecido en el campo de trabajo de Kolyma, en Siberia). Para más información
sobre este tema, consúltese el libro de Erdélyi.
15
Leopold Bernhard Gegenbauer (1849–1903), matemático austrı́aco.
11.9. POLINOMIOS CLÁSICOS 451
donde ['] representa la parte entera de '. En esta fórmula son evidentes las
propiedades de paridad que tienen estos polinomios: son pares para n par
e impares para n impar. De aquı́ se deduce también que
(−1)n (2n)!
H2n (0) = , H2n+1 (0) = 0. (11.9.7)
n!
En términos de funciones hipergeométricas confluentes, los polinomios de
Hermite se expresan ası́:
(2n)!
H2n (x) = (−1)n 1 F1 (−n; 1/2; x ).
2
(11.9.8)
n!
2(2n + 1)!
H2n+1 (x) = (−1)n x 1 F1 (−n; 3/2; x2 ). (11.9.9)
n!
Relación de recurrencia:
Hn (x)
H0 (x) = 1
H1 (x) = 2x
H2 (x) = 4x2 − 2
H3 (x) = 8x3 − 12x
H4 (x) = 16x4 − 48x2 + 12
H5 (x) = 32x5 − 160x3 + 120x
150
100
50 H3 HxL
-2 -1 1 2
H4 HxL
-50
-100 H5 HxL
-150
siendo qn−2 (x) un polinomio de grado n−2. Partiendo de esta situación como hipótesis de
inducción (hipótesis que se cumple para los polinomios que tenemos en la tabla anterior),
escribamos la ecuación (11.9.13) con ı́ndice n + 1 como
(−1)n+1 ω(x) Hn+1 (x) = Dn+1 ω(x) = D(Dn ω(x)) = D((−1)n ω(x) Hn (x))
dω(x) dHn (x)
= (−1)n Hn (x) + (−1)n ω(x)
dx dx
2 2 dHn (x)
= −(−1)n 2x e−x Hn (x) + (−1)n e−x
dx
2
= (−1)n {−2x(2n xn + qn−2 (x)) + n 2n xn−1 + qn−3 (x)} e−x .
La fórmula de recurrencia se deduce de las ecuaciones (11.4.14), que en este caso son
An = 2, Bn = 0, Dn = 2n. De modo que
Para obtener la ecuación diferencial que satisfacen los polinomios de Hermite usamos
(11.5.5) y (11.5.12). Falta fijar λn , dada por (11.5.12). Los datos que precisamos son
Constantes relevantes:
$ %
(−1)n n+ν Γ(n + ν + 1)
Cn = n!, kn = , kn! =− kn , hn = .
n! n n!
(11.9.25)
Fórmula de Rodrigues:
1 −ν x dn −x n+ν
Lνn (x) = x e (e x ). (11.9.26)
n! dxn
Ecuación diferencial:
d2 ν d ν
x L (x) + (ν + 1 − x) L (x) + n Lνn (x) = 0. (11.9.27)
dx2 n dx n
Se pueden expresar en términos de funciones hipergeométricas confluentes:
Γ(n + ν + 1)
Lνn (x) = 1 F1 (−n; ν + 1; x). (11.9.28)
n! Γ(ν + 1)
Relación de recurrencia:
Obsérvese que Lν0 (0) = L0n (0) = 1. He aquı́ una tabla con polinomios de
Laguerre.
Ln (x)
L0 (x) = 1
L1 (x) = 1 − x
L2 (x) = 12 [2 − 4x + x2 ]
L3 (x) = 16 [6 − 18x + 9x2 − x3 ]
L4 (x) = 1
24
[24 − 96x + 72x2 − 16x3 + x4 ]
10
5
L3 HxL
2 4 6 8 10
L4 HxL
-5
L5 HxL
-10
Lνn (x)
L11 (x) = 2 − x
L12 (x) = 3 − 3x + 12 x2
L31 (x) = 4 − x
L32 (x) = 10 − 5x + 12 x2
L51 (x) = 6 − x
30
20
L3 4 HxL
10
L4 1 HxL
2 4 6 8 10
L5 2 HxL
-10
Relación de recurrencia:
Pn (x)
P0 (x) = 1
P1 (x) = x
P2 (x) = 12 [3x2 − 1]
P3 (x) = 12 [5x3 − 3x]
P4 (x) = 18 [35x4 − 30x2 + 3]
0.5
P3 HxL
-1 -0.5 0.5 1
P4 HxL
-0.5
P5 HxL
-1
Fórmula de Rodrigues:
2n n! dn
Tn (x) = (−1)n (1 − x2 )1/2 n ((1 − x2 )n−1/2 ). (11.9.44)
(2n)! dx
d2 d
(1 − x2 ) 2
Tn (x) − x Tn (x) + n2 Tn (x) = 0. (11.9.45)
dx dx
20
Pafnuti Lvovich Chevichev (1821–94), matemático ruso bien conocido por sus traba-
jos en teorı́a de aproximación de funciones, geometrı́a diferencial, polinomios ortogonales
y probabilidad. El nombre “Chevichev” es una transliteración del alfabeto cirı́lico, por
lo que a veces se encuentran grafı́as diferentes, como por ejemplo Chevyshev, Tchebyshef
y otras similares.
21
La transformada de Radon es la herramienta matemática en la que se basa la técnica
médica denominada tomografı́a realizada con los scanners, como ya se comentó en el
último problema del tema 4. Para más detalles véase el artı́culo de Cormack que se cita
en la bibliografı́a.
22
Esto fue demostrado por Fock (Vladimir Alexandrovich Fock (1898–?), fı́sico teórico
ruso que impulsó el desarrollo de la mecánica cuántica de los sistemas multielectrónicos
y realizó también importantes contribuciones a la teorı́a de la relatividad general). Los
detalles puede verse en el libro de N. March mencionado al final del capı́tulo.
23
Podemos citar, por ejemplo, la inversión de matrices, la evaluación numérica de inte-
grales, la integración numérica de ecuaciones diferenciales, o la más precisa aproximación
a una función en el intervalo [−1, 1] (más precisa en el sentido que la máxima magnitud
del error en la aproximación se minimiza).
11.9. POLINOMIOS CLÁSICOS 461
d2 y
+ n2 y = 0, (11.9.47)
dx2
que admite como soluciones linealmente independientes cos nθ y sen nθ.
Por tanto, la solución general de (11.9.45) se escribe como una combinación
lineal de las funciones cos(n arccos x) y sen (n arccos x). La función cos nθ
es un polinomio de grado n en la variable cos θ, que es precisamente el
polinomio de Chevichev de primera especie
Relación de recurrencia:
[n/2]
& n!
Tn (x) = xn−2r (1 − x2 )r . (11.9.50)
(2r)! (n − 2r)!
r=0
La función generatriz es
& ∞
1 − t2
= T0 (x) + 2 Tn (x) tn . (11.9.51)
1 − 2tx + t2
n=1
Tn (x)
T0 (x) = 1
T1 (x) = x
T2 (x) = 2x2 − 1
T3 (x) = 4x3 − 3x
T4 (x) = 8x4 − 8x2 + 1
T5 (x) = 16x5 − 20x3 + 5x
0.5
T2 HxL
-1 -0.5 0.5 1 T3 HxL
-0.5
T4 HxL
-1
Figura 11.5: Algunos polinomios de Chevichev
de primera especie.
Constantes relevantes:
(2n + 1)! π
Cn = (−1)n , kn = 2n , kn! = 0, hn = . (11.9.53)
2n (n + 1)! 2
Fórmula de Rodrigues:
2n (n + 1)! dn
Un (x) = (−1)n (1 − x2 )−1/2 n ((1 − x2 )n+1/2 ). (11.9.54)
(2n + 1)! dx
Ecuación diferencial:
d2 d
(1 − x2 ) 2
Un (x) − 3x Un (x) + n(n + 2) Un (x) = 0. (11.9.55)
dx dx
11.9. POLINOMIOS CLÁSICOS 463
Relación de recurrencia:
Un+1 (x) = 2x Un (x) − Un−1 (x). (11.9.58)
La forma explı́cita de estos polinomios es:
[n/2]
& (n + 1)!
Un (x) = (−1)r xn−2r (1 − x2 )r . (11.9.59)
(2r + 1)! (n − 2r)!
r=0
La función generatriz es
& ∞
1
= Un (x) tn . (11.9.60)
1 − 2tx + t 2
n=0
Un (x)
U0 (x) = 1
U1 (x) = 2x
U2 (x) = 4x2 − 1
U3 (x) = 8x3 − 4x
U4 (x) = 16x4 − 12x2 + 1
U5 (x) = 32x5 − 32x3 + 6x
464 CAPÍTULO 11. POLINOMIOS ORTOGONALES CLÁSICOS
2
U2 HxL
Obviamente se verifica que Pl0 (x) = Pl (x), son los polinomios de Legendre.
Para valores enteros impares
√ de m, las funciones asociadas de Legendre
contienen potencias de 1 − x2 , y por tanto no son polinomios. Las fun-
ciones asociadas de Legendre son las soluciones regulares en el intervalo
[−1, 1], convenientemente normalizadas, de la ecuación diferencial25
d2 m d m m2
(1 − x2 ) Pl (x) − 2x Pl (x) + l(l + 1) Plm (x) − P m (x) = 0,
dx 2 dx 1 − x2 l
(11.10.3)
y verifican la siguiente relación de ortogonalidad:
1 1
2 (l + m)!
Plm (x) Plm
$ (x) dx = δl,l$ . (11.10.4)
−1 2l + 1 (l − m)!
Ylm (θ, ϕ)
1
Y00 (θ, ϕ) = √
5 4π
0 3
Y1 (θ, ϕ) = cos θ
4π
5
3
Y11 (θ, ϕ) = − sen θ eiϕ
8π
5
5
Y20 (θ, ϕ) = (3 cos2 θ − 1)
16π
5
15
Y21 (θ, ϕ) = − sen θ cos θ eiϕ
8π
5
15
Y22 (θ, ϕ) = sen2 θ e2iϕ
32π
26
Se dará la definición de esta estructura matemática en el capı́tulo 13.
11.10. ARMÓNICOS ESFÉRICOS 467
-0.2
0.2
-0.2
-0.2
0 Y10 H , L
-0.2
0.5
0.25
-0.25
-0.5
468 CAPÍTULO 11. POLINOMIOS ORTOGONALES CLÁSICOS
Y1 1 H , L
0.1
-0.1 0.2
0
-0.2
0 -0.2 Y20 H , L
0.2 0.2 -0.2
0
0 0.2
-0.2
0.5
-0.5
Y2 1 H , L
0.2
-0.2
0.2
-0.2
-0.2
0
0.2
11.10. ARMÓNICOS ESFÉRICOS 469
Y2 2 H , L
0.1
0.4
0
0.2
-0.1
-0.4
.4 0
-0.2
0 -0.2
0.2 Y3 0 H , L
-0.2
0.4 -0.4 0.2 0
0.2
0
-0.2
0.5
-0.5
Y3 1 H , L
-0.2
0.2 0
0 0.2
-0.2
0.4
0.2
-0.2
-0.4
470 CAPÍTULO 11. POLINOMIOS ORTOGONALES CLÁSICOS
Y3 2 H , L
0.2
-0.2
0.2
-0.2
-0.2
0
Y3 3 H , L
0.2
0.1 0.4
0
0.2
-0.1
-0.4
.4 0
-0.2
0 -0.2
0
Y4 H , L 0.2
-0.2 -0.4
0.2 0 0.4
0 4
0.2
0
-0.2
2
0.5
-0.5
11.11. APÉNDICE 471
11.11 Apéndice
o bien
∞
&
[(m + 2)(m + 1) cm+2 + 2(α − m) cm ]xm = 0. (11.11.3)
m=0
(−1) 2 (α − 1)
3 · 2 c3 + 2 (α − 1) c1 = 0 ⇒ c3 = c1 , (11.11.6)
3·2
mientras que el de x2p−1 viene dado por
de donde
(−1)2(α − 2p + 1)
c2p+1 = c2p−1
(2p + 1)(2p)
(−1)2 22 (α − 2p + 1)(α − 2p + 3)
= c2p−3 = · · ·
(2p + 1)(2p)(2p − 1)(2p − 2)
(−1)p 2p (α − 2p + 1)(α − 2p + 3) . . . (α − 1)
= c1 . (11.11.8)
(2p + 1)!
La solución general de la ecuación de Hermite en un entorno del origen
dependerá de los coeficientes c0 y c1 y podrá ponerse bajo la forma
&∞
(−1)k 2k (α − 2k + 2) (α − 2k + 4) . . . α 2k
y(x) = c0 x (11.11.9)
(2k)!
k=0
∞
& (−1)k 2k (α − 2k + 1) (α − 2k + 3) . . . (α − 1)
+c1 x2k+1 .
(2k + 1)!
k=0
Vemos aparecer de manera natural dos soluciones linealmente indepen-
dientes de la ecuación de Hermite, una par y otra impar, que son:
&∞
(−1)k 2k (α − 2k + 2) (α − 2k + 4) . . . α 2k
Hα (x) =
p
x ,
(2k)!
k=0
∞
& (−1)k 2k (α − 2k + 1) (α − 2k + 3) . . . (α − 1)
Hαi (x) = x2k+1 .
(2k + 1)!
k=0
A continuación expresaremos estas dos soluciones de una manera más com-
pacta. En la primera de ellas Hαp (x) multipliquemos y dividamos el coefi-
ciente de x2k por Γ(α/2 − k + 1), y observemos que
'α (
(α − 2k + 2) (α − 2k + 4) . . . α Γ −k+1
2
'α ( 'α ( 'α ( α
= 2k Γ −k+1 −k+1 − k + 2 ...
2 2 2 2
'α ( 'α ( α ' α (
=2 Γk
−k+2 − k + 2 ... = 2 Γ k
+ 1 . (11.11.10)
2 2 2 2
Notemos que la última expresión en (11.11.10) no depende para nada de k,
de tal manera que Hαp (x) se puede escribir como
'α (& ∞
(−1)k (2x)2k
Hαp (x) = Γ +1 3α 4. (11.11.11)
2 (2k)! Γ 2 − k + 1
k=0
11.12. PROBLEMAS 473
11.12 Problemas
1. Desarróllese en serie de polinomios de Legendre la función
)
−1, −1 < x < 0
f (x) =
1, 0<x<1
2. Dada una familia de polinomios ortogonales {pn (x)}, demuéstrese que entre
dos raı́ces consecutivas de pn (x) se encuentra una raı́z de pn−1 (x).
3. Obténgase una expresión de los polinomios de Legendre en forma de integral
en el plano complejo.
474 CAPÍTULO 11. POLINOMIOS ORTOGONALES CLÁSICOS
Los polinomios de Hermite son, por tanto, casos particulares de los poli-
nomios generalizados de Laguerre.
11.12. PROBLEMAS 475
siendo "r1 y "r2 dos vectores arbitrarios, θ el ángulo que forman entre sı́, r>
el mayor de los módulos de "r1 y "r2 , y r< el menor de dichos módulos. Se
sugiere desarrollar en serie el primer miembro de la igualdad en función de
(r< /r> ), agrupar las potencias de (r< /r> ) y tratar luego de identificar allı́
el desarrollo de los polinomios de Legendre.
13. Pruébense las fórmulas
a) Hn% (x) = 2nHn−1 (x),
b) xHn% (x) = nHn−1
%
(x) + nHn (x),
c) Hn (x) = 2xHn−1 (x) − Hn−1
%
(x).
Esta última relación nos permite escribir los polinomios de Hermite en la
forma $ %n
d
Hn (x) = 2x − 1.
dx
14. Se demuestra que los polinomios de Legendre admiten la siguiente función
generatriz:
∞
&
(1 − 2xz + z 2 )−1/2 = Pn (x)z n , (|z| < 1).
n=0
17. Compruébese que la función asociada de Legendre Pnm (x) satisface la ecua-
ción $ %
m2
(1 − x )y − 2xy + n(n + 1) −
2 %% %
y = 0.
1 − x2
18. Sean (θ1 , φ1 ) y (θ2 , φ2 ) los ángulos que caracterizan dos direcciones cua-
lesquiera en el espacio. Si α es el ángulo que forman esas dos direcciones,
demuéstrese la relación siguiente
l
&
(2l + 1)
Pl (cos α) = (−1)m Ylm (θ1 , φ1 ) Yl−m (θ2 , φ2 ),
4π
m=−l
1 1
x+1 = − √ (x1 + ix2 ), x0 = x3 , x−1 = √ (x1 − ix2 ).
2 2
Compruébese que
5
1 3
Y1m (θ, φ) = xm , m = −1, 0, 1.
r 4π
siendo θ el ángulo formado por los vectores "k y "r. Desde un punto de vista
fı́sico este problema consiste en desarrollar una onda plana en términos de
ondas esféricas libres, cuestión que aparece al estudiar el scattering.
11.12. PROBLEMAS 477
a) f (x) = (1 − x)−1/2 ;
! "
1 1+x
b) f (x) = ln .
2 1−x
(1 − x2 )y %% − 2xy % + λy = 0
&∞
√ (−1)n
ez cos(2x z) = H2n (x)z n ,
n=0
(2n)!
&∞
1 √ (−1)n
√ ez sen (2x z) = H2n+1 (x)z n ,
z n=0
(2n + 1)!
d
(1) H2n (x) = 4nH2n−1 (x).
dx
1 x
1
(2) H2n (t)dt = [H2n+1 (x) − H2n+1 (0)].
0 2(2n + 1)
1 x
2 2
(3) e−t Hn (t)dt = Hn−1 (0) − e−x Hn−1 (x).
0
Por último, hallar la ecuación diferencial que verifican las funciones Wn (x)
definidas como
2
Wn (x) = e−x /2 Hn (x).
11.13 Bibliografı́a
1. Abramowitz, M., and Stegun, I.A., Handbook of Mathematical functions,
Dover, 1972.
2. Arfken, G., Mathematical Methods for Physicists, Academic Press, 1985.
3. Ayant, Y. y Borg, M., Fonctions Speciales à l’usage des étudiants en physi-
que, Dunod, 1971.
4. Cormack, A.M., Representation of a function by its line integrals with some
radiologycal applications, J. Appl. Phys. 34, 2722-2727 (1963).
5. Dennery, P., Krzywicki, A., Mathematics for Physicists, Harper & Row,
1969.
6. Erdélyi, A., Magnus, W., Oberhettinger, F., and Tricomi, F.G., Higher
Transcendental Functions, Vols. I-III, MacGraw-Hill, 1953.
7. Galindo, A. y Pascual, P., Mecánica Cuántica, Alhambra, 1978.
8. Hochstadt, H., Special Functions of Mathematical Physics, Holt, Rinehart
and Winston, 1966.
9. Jackson, J.D., Classical Electrodynamics, J. Wiley & Sons, 1975.
10. Lebedev, N.N., Special Functions and their Applications, Dover 1972.
11. March, N.H., Electron Density Theory of Atoms and Molecules, Academic
Press, 1992.
12. Markushevich, A.I., Theory of Functions of a Complex Variable, Chelsea,
1977.
13. Simmons, F., Ecuaciones diferenciales con aplicaciones y notas históricas,
McGraw-Hill, 1977.
14. Sneddon, I.N., Special functions of mathematical physics and chemistry,
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15. Spiegel, M.R., Matemáticas superiores para ingenieros y cientı́ficos, Mc-
Graw-Hill, 1971.
16. Watson, G. N., A Treatise on the Theory of Bessel Functions, Cambridge
University Press, 1966.
17. Wyld, H.W., A Mathematical Methods for Physics, Benjamin/Cummings
Publishing Co., 1976.
Capı́tulo 12
COMPLEMENTOS SOBRE
DISTRIBUCIONES
481
482 CAPÍTULO 12. COMPLEMENTOS SOBRE DISTRIBUCIONES
(i) Las funciones f (x) son indefinidamente derivables en todos sus pun-
tos, o lo que es equivalente, son de clase C ∞ (R).
dm
lim xn f (x) = 0. (12.1.1)
x→ ±∞ dxm
Esto significa que las funciones f (x) y sus derivadas a todos los
órdenes tienden a cero en el infinito más rápidamente que el inverso
de cualquier polinomio.
es decir,
ε 2k
pk (fn − f ) < ,
1 − ε 2k
que puede hacerse tan pequeño como queramos, ya que 2k es un número fijo.
Obsérvese que el denominador es siempre positivo y tiende a uno cuando
ε → 0. De esta manera demostramos que, para este especı́fico valor de k,
pk (fn − f ) → 0. Esto lo podemos hacer también para cualquier otro valor
de k ∈ N. Como conclusión, tenemos entonces que:
d(fn , f ) → 0 =⇒ pk (fn − f ) → 0, k = 1, 2, 3 . . .
Nota: observemos que las pα,β son realmente normas en S. Estas normas
las vamos a escribir de esta manera o bien como pn , según lo que nos
convenga resaltar en cada caso. Es importante señalar que la definición
anterior nos dice que fn (x) → f (x) si y sólamente si pα,β (f − fn ) → 0, para
todas las normas pα,β .
1.– Si f (x) ∈ S, sabemos que es continua y que todas sus derivadas son
continuas en todos sus puntos.
Puesto que f (x) es además continua, no sólo existe la integral impropia, sino
12.2. PROPIEDADES DEL ESPACIO DE SCHWARTZ S 485
manera, en Cb0 (R) la sucesión {xp Dq fn (x)} admite un lı́mite, que es una
fución gp,q (x) continua y acotada. En particular, fn (x) → g0,0 (x). Si con-
siguiéramos demostrar que gp,q (x) = xp Dq g0,0 (x), habrı́amos probado la
completitud del espacio R. Pues bien, por un lado, si fn (x) → g0,0 (x),
Sea ahora
fn
gn := .
n {p1 (fn ) + p2 (fn ) + . . . + pn (fn )}
Como toda norma tiene la propiedad pk (λf ) = |λ| pk (f ) y los números
pk (f ) son reales y positivos, sucede que si k = 1, 2, . . . n
pk (fn )
pk (gn ) = .
n {p1 (fn ) + p2 (fn ) + . . . + pn (fn )}
Esto es obviamente menor o igual a 1/n. Ahora bien, para cada n existe un
fn , de tal manera que tiene sentido decir que cuando n → ∞, pk (gn ) → 0
para todas las normas pk que configuran la topologı́a de S. Obsérvese que
entonces pk (gn − 0) → 0, lo que equivale a decir que gn → 0 en la topologı́a
de S. Por la continuidad de F , se tiene que F (gn ) → 0, pero debido a la
hipótesis de absurdo planteada en (12.2.6) y a la linealidad de F :
|F (fn )|
|F (gn )| = > 1.
n {p1 (fn ) + p2 (fn ) + . . . + pn (fn )}
488 CAPÍTULO 12. COMPLEMENTOS SOBRE DISTRIBUCIONES
por lo tanto
21 x 2 1 x
2 2
2
sup |f (x)| ≤ sup 2 ! 2
f (s) ds2 ≤ sup |f ! (s)| ds
x∈R x∈R −∞ x∈R −∞
1 ∞ 1 ∞
dx
= |f ! (x)| dx = (1 + x2 ) |f ! (x)| . (12.2.9)
−∞ −∞ 1 + x2
Esta integral es el producto escalar .g|h/ de las funciones
1
g(x) := (1 + x2 ) |f ! (x)| y h(x) := ,
1 + x2
ambas de cuadrado integrable, como es fácil demostrar. Podemos aplicar a
este producto escalar la desigualdad de Schwarz5 para obtener:
!1 ∞ "1/2 +1 ∞ 2 2 ,1/2
2 1 22
.g|h/ ≤ ||g|| ||h|| = 2 !
|(1 + x )f (x)| dx
2 2 2 dx .
2 22
−∞ −∞ 1 + x
(12.2.10)
Observemos que el último factor es justamente K. Uniendo las fórmulas
(12.1.2), (12.2.9) y (12.2.10), finalmente obtenemos:
/1 ∞ 01/2
p0,0 (f ) ≤ K |(1 + x2 ) f ! (x)|2 dx .
−∞
5
Esta desigualdad se supone conocida, no obstante la revisaremos en el capı́tulo si-
guiente, en el párrafo que sirve como recordatorio también al concepto de producto escalar
en espacios vectoriales complejos. No confundir a L. Schwartz, matemático francés, con
H. Schwarz, matemático alemán.
490 CAPÍTULO 12. COMPLEMENTOS SOBRE DISTRIBUCIONES
0 ≤ (a − b)2 = a2 + b2 − 2ab,
Pero como
pα,β (f ) = sup |xα Dβ f | = p0,0 |xα Dβ f |,
x∈R
y además
- .
|D[x D f ]| =|αx
α β 2 α−1
D f +x D
β α β+1 2
f | ≤2 |αx α−1
D f | +|x D
β 2 α β+1 2
f| ,
aplicación de S en C:
1 ∞
Ff1 (g) := f ∗ (x) g(x) dx, (12.3.1)
−∞
Pero
1 1
∞
1
∞
||g|| =
2
|g(x)| dx =
2
|(1 + x2 ) g(x)|2 dx
−∞ −∞ (1 + x2 )2
1 ∞
dx
≤ sup |(1 + x ) g(x)|
2 2
. (12.3.5)
x∈R −∞ (1 + x2 )2
7
Esta integral existe en el sentido de Lebesgue. Si además f (x) fuera una función
continua, tendrı́amos garantizada la existencia de la integral impropia en el sentido de
Riemann.
8
De hecho esta es la razón por la cual, tanto en el Ejemplo 1 como en éste, las
definiciones que se dan incluyen el complejo conjugado de la función f .
12.3. DISTRIBUCIONES TEMPERADAS 493
De aquı́:
2 2 2 1 x 2 1 x
21
2 {g(x) − g(−x)}2 = 2 1 1
2 2 2
! 2
g (s) ds2 ≤ |g ! (s)| ds
2x 2 2x |x| −x
−x
2|x|
≤ sup {|g ! (s)|} = 2 p0,1 (g).
s∈R |x|
y a un monomio
1 ∞
Fxn (g) := xn g(x) dx ⇒ |Fxn (g)| ≤ qn,0 (g).
−∞
Obviamente, esta integral se puede poner como suma de dos. Para estu-
diar la convergencia cuando ε → 0 de la primera de ellas, consideremos la
siguiente integral:
1 $ %
x − x0 1
− g(x) dx.
|x−x0 |≥δ |x − x0 | + ε
2 2 x − x0
No hay nada que nos asegure que aquı́ podamos invertir el orden de los
lı́mites, ası́ que tendremos que hacer primero el de δ y luego el de ε. Pero el
de la δ ya lo hemos hecho, en realidad en el Ejemplo 4. Si operamos como
lo hicimos allá, utilizando el cambio w = x − x0 y luego deshaciéndolo, la
ecuación (12.3.17) quedará
1 ∞$ %
(x − x0 )2 g(x) − g(2x0 − x)
lim − 1 dx. (12.3.18)
ε→0 x
0
(x − x0 )2 + ε2 x − x0
g(x) − g(2x0 − x)
h(x) := ,
x − x0
es integrable en el intervalo [x0 , ∞), tal y como probamos en el Ejem-
plo 4. Además la función entre paréntesis en (12.3.18) tiene, en el intervalo
[x0 , ∞), un valor mı́nimo −1 y uno máximo, cero. Por consiguiente, la
función bajo el signo integral en (12.3.18) está acotada por el módulo de
h(x).
Podemos estar tentados en introducir sin más el lı́mite dentro del signo
integral en (12.3.18). Si ası́ procediéramos, obtendrı́amos el valor cero
para el lı́mite y, por lo tanto, para la integral. Pero este tipo de procedi-
mientos formales no son siempre correctos, por lo que hemos que tener un
criterio para decidir, al menos en determinadas circunstancias, cuando es
posible intercambiar el orden del lı́mite y la integral. Posiblemente el más
poderoso de todos ellos sea el teorema de la convergencia mayorada
de Lebesgue que, para lo que necesitamos, se podrı́a enuciar como sigue.
Teorema 5: sea fε (x) una familia de funciones integrables11 con las si-
guientes condiciones:
1.– Existe una función integrable G(x) tal que |fε (x)| ≤| G(x)|, ∀ε.
2.– Existe el lı́mite lim fε (x) = f (x) en el sentido puntual, es decir este
ε→0
lı́mite existe para cada x, en el sentido ordinario de los números com-
plejos12 .
11
La integrabilidad que debe usarse aquı́ es la de Lebesgue.
12
En realidad para casi todo x, es decir, puede que este lı́mite no exista para una
colección de x formando un conjunto de medida de Lebesgue nula.
12.3. DISTRIBUCIONES TEMPERADAS 499
Lo primero que hay que averiguar es si Flog (g) está bien definida. Procede-
mos como en el caso anterior:
1 1 ∞ 1 −ε
log |x| g(x) dx = log |x| g(x) dx + log |x| g(x) dx;
|x|≥ε ε −∞
No cabe duda que la integral está bien definida, pues la función bajo el
signo integral es continua, está acotada y tiende rápidamente a cero en el
13
Es ésta una propiedad bastante general, cuya demostración para funciones lineales y
continuas de S en C se propone al lector.
12.3. DISTRIBUCIONES TEMPERADAS 501
infinito. Otra cosa es que exista el lı́mite. Para verlo, vamos a integrar por
partes:
1 ∞ 2∞
2
(log x) {g(x) + g(−x)} dx = (x log x − x) {g(x) + g(−x)}22
ε ε
1 ∞
− (x log x − x) {g ! (x) − g ! (−x)} dx.
ε
Finalmente queda
1 ∞
Flog (g) = − (x log x − x) {g ! (x) − g ! (−x)} dx.
0
≤ 2M |g ! (x)| dx.
−∞
502 CAPÍTULO 12. COMPLEMENTOS SOBRE DISTRIBUCIONES
Por tanto,
1 ∞ 1 ∞
! !
x |g (x) − g (−x)| dx ≤ 2 |x g ! (x)| dx.
0 −∞
y también
21 ∞ 6 2 1 ∞
2 2
2 log x + ε {g(x) + g(−x)} dx22 ≤
2 2 (x2 + ε2 ) |g(x) + g(−x)| dx
2
1 1
1 2 2
∞2 4
x 2 + 2ε2 x2
+ ε4 2 2 |g(x) + g(−x)| dx
= 2 2
1 x +ε
2 2
! "1 ∞
dx
≤ 2 sup |x g(x)| + 2ε sup |x g(x)| + ε sup |g(x)|
4 2 2 4
x∈R x∈R x∈R −∞ x2 + ε2
2π
= [p4,0 (g) + 2ε2 p2,0 (g) + ε4 p0,0 (g)].
ε
ε (g) existe un término de la forma
Finalmente recordemos que en Flog
1 ∞'
ε(
i arctan g(x) dx.
−∞ x
Teniendo en cuenta que el arco tangente está acotado en módulo por π,
proponemos al lector que complete la demostración de la continuidad de
ε (su linealidad es trivial).
Flog
Ejemplo 10: como veremos más adelante, nuestro último ejemplo es el
lı́mite del anterior cuando ε tiende a cero. Sea
1 ∞
0
Flog (g) = log−π (x + i0) g(x) dx, ∀ g ∈ S. (12.3.28)
−∞
F (g) = .F |g/.
1 ∞
2∞
2
ε
.DFlog |g(x)/ =− log−π (x + iε) g (x) dx = − log−π (x + iε) g(x)22
!
−∞ −∞
1 ∞ 1 ∞
1 1
+ g(x) dx = 0 + g(x) dx. (12.4.8)
−∞ x + iε −∞ x + iε
n
ϕn (x) := δ 1 1 (x), (12.5.1)
2 [− n , n ]
12.5. LÍMITE DE SUCESIONES EN S × 509
donde E F
0 si x∈/ − n1 , n1 ,
δ[− 1 , 1 ] (x) = E F (12.5.2)
n n 1 si x ∈ − n1 , n1 ,
es la llamada función caracterı́stica del conjunto [−1/n, 1/n]. Es muy fácil
comprobar que estas funciones son integrables, por lo que definen distribu-
ciones según estudiamos en el Ejemplo 1:
1 ∞ 1 1/n
n
Fn (g) := ϕn (x) g(x) dx = g(x) dx, ∀ g ∈ S. (12.5.3)
−∞ 2 −1/n
εn
ϕn (x) = . (12.5.4)
(x − x0 )2 + ε2n
2 2
2
2 εn 2
2 ≤ εn sup 1 εn
sup 2 2 + ε2 2
≤ 2 → 0, si n → ∞.
x∈K (x − x0 ) n x∈K (x − x0 )2 h
1 2
∞
εn (x − x0 ) 22∞
dx = arctan = π.
−∞ (x − x0 )2 + ε2n εn 2−∞
17
Sean A y B dos subconjuntos de un espacio métrico. Definiremos distancia entre A
y B como
d(A, B) := inf d(x, y), x ∈ A, y ∈ B.
-2 -1 1 2
Antes de finalizar este ejemplo, queremos hacer notar como han de ser
las funciones ϕn (x) en general. A medida que avancemos en la sucesión, los
valores de ϕn (x) lejos de x0 irán tendiendo a cero, mientras que ϕn (x0 ) de-
berá tender hacia infinito, pues la integral de las ϕn (x) debe de mantenerse
constante para todo valor de n (véase la Figura 12.1). Cabe pensar que en
el lı́mite obtenemos un objeto que vale cero en todos los puntos, salvo en
el x0 que vale infinito. Este objeto no puede ser una función ya que, si lo
fuera, serı́a idénticamente nula, salvo en un punto, que es un conjunto de
medida nula. Entonces el producto de una tal función por cualquier otra
es la función nula, salvo en un punto, y su integral serı́a cero y no el valor
de la función en x0 . De aquı́ que δ(x − x0 ) no pueda ser considerada una
función en el sentido ordinario.
Ahora bien,
1 ∞ 6
I1 = log x2 + ε2n {g(x) + g(−x)} dx.
0
De aquı́ obtenemos:
1 ∞
|I1 | ≤ {| log x| + (x2 + 1)} |g(x) + g(−x)| dx.
0
Vamos a ver lo que pasa con I2 . La función arctg (εn /x) g(x) está aco-
tada en módulo por π |g(x)|, que es una función integrable. Podemos aplicar
de nuevo el teorema de la convergencia mayorada de Lebesgue, para obtener
1 ; 1
∞
εn < 0
lim I2 = lim arctan g(x) dx = π g(x) dx,
n→∞ −∞ n→∞ x −∞
La integral está bien definida pues la función x−1 sen λ x está acotada18 .
Para todo λ, F [λ] (g) es una aplicación continua. Demostrar la continuidad
18
Aplicando la regla de l’Hôpital, vemos que vale la función toma el valor λ en el origen.
514 CAPÍTULO 12. COMPLEMENTOS SOBRE DISTRIBUCIONES
es fácil. Si llamamos ψ(x) := sen λx g(x), donde g(x) es una función arbi-
traria de S, teniendo presente el Ejemplo 4, vemos fácilmente que
2 2 2 $1% 2 2 $ %
1
2
2 [λ] 2 22 2 2 2
2F (g)2 = 2P [sen λx g(x)]22 = 22P ψ(x)22 ≤ 2 {p1,0 (ψ) + p0,1 (ψ)}
x x
/ 0
!
= 2 sup |x sen λx g(x)| + sup |λ cos λx g(x)| + sup |sen λx g (x)|
x∈R x∈R x∈R
/ 0
!
≤ 2 sup |xg(x)| + |λ| sup |g(x)| + sup |g (x)|
x∈R x∈R x∈R
usando las técnicas derivadas del teorema de los resı́duos en variable com-
pleja:
1 ∞ 1 ∞ 1 ∞
sen λx sen λx sen w
dx = d(λx) = dw = π. (12.5.11)
−∞ x −∞ λx −∞ w
4.– Todas las funciones de S(R2 ) son de cuadrado integrable, lo que quiere
decir que la integral20
1 ∞ 1 ∞
dx dy |g(x, y)|2
−∞ −∞
existe y es finita. El conjunto de funciones medibles que verifican esta
propiedad forma un espacio de Hilbert21 que llamamos L2 (R2 ). Lo que
acabamos de decir significa que S(R2 ) ⊂ L2 (R2 ); pero además se puede
demostrar que S(R2 ) es denso en L2 (R2 ).
5.– El conjunto de los funcionales lineales y continuos en S(R2 ) (aplica-
ciones lineales y continuas de este espacio en C) forma un espacio vectorial
denotado como S × (R2 ), llamado el espacio dual de S(R2 ). Este es el espacio
de las distribuciones temperadas en dos dimensiones. Estas distribuciones
tienen las mismas propiedades que las distribuciones en S × . Un ejemplo
tı́pico es el de la delta de Dirac bidimensional F *x0 = δ(x − x0 ) δ(y − y0 ), la
cual se define como
F *x0 (g) = g(x0 , y0 ), ∀ g ∈ S(R2 ),
y habitualmente se escribe en forma integral de la siguiente manera:
1 ∞ 1 ∞
F (g) =
*
x0
dx dy g(x, y) δ(x − x0 ) δ(y − y0 ) = g(x0 , y0 ).
−∞ −∞
La demostración que esto es una distribución se basa en una generalización
inmediata de lo que hicimos en una dimensión.
Nota. No debemos de confundir la distribución δ(x − x0 ) δ(y − y0 ) con el
cuadrado de la delta δ 2 (x − x0 ), objeto que no existe en este contexto. En
general, el producto de dos distribuciones puede no estar definido. Exis-
ten, no obstante, algunos casos particulares en los cuales se puede definir
el producto de distribuciones. Por ejemplo, cuando estas distribuciones
estén representadas por funciones integrables cuyo producto sea también
integrable.
Para definir las derivadas parciales de una distribución bidimensional F
utilizamos la siguiente fórmula:
X 2 Y X 2 n Y
∂n 2 2 ∂ g(x, y)
2g(x, y) = (−1) 2
2 ∂xk ∂y n−k , ∀ g(x, y) ∈ S(R ).
n 2
F F
∂xk ∂y n−k 2
20
En el sentido de Lebesgue.
21
Un espacio de Hilbert es un espacio de Banach cuya norma proviene de un producto
escalar. Para más detalles, véase el capı́tulo siguiente.
518 CAPÍTULO 12. COMPLEMENTOS SOBRE DISTRIBUCIONES
Por la forma en la que las definimos, vemos que estas derivadas parciales
siempre existen.
La generalización de las ideas que acabamos de exponer en R2 a RN es
inmediata. De esta manera podemos definir distribuciones temperadas en
N dimensiones.
Ejemplo 20: sea F1/|*x| la distribución tridimensional asociada a 1/|"x|, es
decir 1
g("x) 3
F1/|*x| (g) = d "x, ∀ g("x) ∈ S(R3 ). (12.6.3)
R 3 |"
x |
Veamos que se trata de una verdadera distribución. Escribamos:
1 1 1
g("x) 3 g("x) 3 g("x) 3
d "x = d "x + d "x.
R 3 |"
x| x|≥ε |"
|* x| x|≤ε |"
|* x|
Tomando módulos
3 2
&
2
2 ∂ϕ 2
" − ϕ("z )| ≤
|ϕ(w) 2 2 |wi − z i |.
2 ∂xi 2
i=1 w+θ
* z −w)
(* *
" − ϕ("z )| ≤ 6M ε = Kε
|ϕ(w)
de radio ε, de modo que el vector "n es radial, pero está dirigido hacia el
origen24 :
1 1 $ % 1
∇2 g("x) 3 1 1 ∂g("x) 2
d "x = ∇2 g("x) d3 "x − d S
1≥ε 3 1≥ε 3 1=ε 3 ∂3
1 / 0
∂ 1
+ g("x) d2 S (12.6.7)
1=ε ∂3 3
Recordemos que el laplaciano en coordenadas esféricas es
/ 2 0
1 ∂2 1 ∂ 1 ∂ 1 ∂2
∇ =
2
3+ 2 + + , (12.6.8)
3 ∂32 3 ∂θ2 tan θ ∂θ sen 2 θ ∂ϕ2
que aplicado a 3−1 , nos da
$ %
1 1 ∂2
∇ 2
= 1 = 0. (12.6.9)
3 3 ∂32
Por lo tanto, la primera integral en (12.6.7) se anula. Como g("x) ∈ S(R3 ),
la función ∂g/∂3 está acotada por una constante H en todo R3 y la segunda
integral da
1 2 2 1
1 2 ∂g 2 2
2 2d S≤H H 4πε2
d 2
S = → 0, si ε → 0.
ε 1=ε 2 ∂3 2 ε 1=ε ε
En cuanto a la tercera integral, podemos poner,
1 ! " !1 1 "
g("x) 2 1
− 2 d S=− 2 [g("x) − g(0)] d S +
2 2
g(0) d S .
1=ε 3 ε 1=ε 1=ε
(12.6.10)
A causa del Lema, la primera integral del miembro de la derecha en la
ecuación precedente está acotada en módulo por
1
1
Kε d2 S = 4πεK → 0.
ε2 1=ε
En cuanto a la segunda integral en la ecuación (12.6.10), es inmediata
y vale −4πg(0). De todas estas consideraciones, obtenemos el resultado
anunciado en (12.6.4).
24
Es decir +n = −+ 2/2, mientras que al calcular el gradiente en (12.6.6) la componente
radial, que es la única relevante, va en la dirección de 2
+/2. Por esto, al hacer los productos
escalares aparecen en (12.6.6) surge un signo negativo extra, que ya se ha tenido en cuenta
en (12.6.7).
522 CAPÍTULO 12. COMPLEMENTOS SOBRE DISTRIBUCIONES
12.8 Bibliografı́a
1. Asplund, E., and Bungart, L., A First Course in Integration, Holt,
1966.
2. Bachman, G., and Narici, L., Functional Analysis, Academic Press,
1966.
3. Burkill, J. C., and Burkill, H., A Second Course in Mathematical
Analysis, Cambridge University Press, 1970.
4. Garnir, H.G., Fonctions des Variables Réelles, Gauthier-Villars, 1965.
5. Gelfand, I.M., and Shilov, G. E., Generalized Functions: Properties
and Applications, Academic Press, 1964.
526 CAPÍTULO 12. COMPLEMENTOS SOBRE DISTRIBUCIONES
8. Reed, M., and Simon, B., Functional Analysis, Academic Press, 1972.
10. Schwartz, L., Métodos matemáticos para las ciencias fı́sicas, Selec-
ciones Cientı́ficas, 1969.
COMPLEMENTOS SOBRE
TRANSFORMACIÓN DE
FOURIER
527
528 CAPÍTULO 13. COMPLEMENTOS SOBRE T. DE FOURIER
2
En nuestro caso, esto es suficiente porque el módulo de las derivadas sucesivas de
la función subintegral con respecto a k es integrable y no depende de k. Véase Garnir,
vol. II, p. 210.
13.1. LA TRANSFORMACIÓN DE FOURIER 529
1
1 ∞
−√ e−ikx g ! (x) dx = −F[g ! ](k).
2π −∞
De aquı́ obtenemos
&n $ %
n
|k n
Dkm g\(k)| ≤ m(m − 1) . . . (m − s + 1)
s
s=0
1 ∞
dx
× |1 + x2 | |xm−s Dxn−s g(x)| . (13.1.6)
−∞ 1 + x2
3
La regla de Leibniz para la derivada n-ésima de un producto de funciones es:
n $ %
dn & n ds f (x) dn−s g(x)
(f (x) g(x)) = .
dxn s dxs dxn−s
s=0
530 CAPÍTULO 13. COMPLEMENTOS SOBRE T. DE FOURIER
m(m − 1) . . . (m − s + 1) < m!
Luego, $ %
n
m(m − 1) . . . (m − s + 1) < 2n m!.
s
Podemos relacionar esta última desigualdad con (13.1.6), para final-
mente obtener:
! 1 ∞ "&n
dx
|k Dk g\(k)| ≤ 2 m!
n m n
[pm−s,n−s (g)+pm−s+2,n−s (g)].
−∞ 1 + x
2
s=0
(13.1.7)
La expresión en la derecha de (13.1.7) es un número positivo que no
depende de x. Por lo tanto, es una cota superior de
Fg = 0 ⇒ ||g|| = 0 ⇒ g = 0,
de donde se deduce que .Ff2 |g/ no es otra cosa que el producto escalar de
las funciones f (x) y g(x) (por este orden). La transformación de Fourier
conserva este producto escalar, según vimos en la fórmula (13.2.7). Luego
.Ff |Fg/ = .f |g/. Como identificamos la función f con la distribución Ff2 ,
parece natural definir la transformada de Fourier de Ff2 como la distribución
asociada a la transformada de Fourier de f . De esta manera definamos
1 ∞ 1 ∞
.FFf |Fg/ :=
2 \∗
f (k)\ g (k) dk = f (x)∗ g(x) dx = .f |g/, ∀ g(x) ∈ S.
−∞ −∞
(13.3.1)
Pero como la transformada de Fourier de una función de S siempre existe,
podemos intentar generalizar esta definición a toda distribución temperada
F ∈ S × de la misma forma:
Pero
1 1
1 ∞
1 ∞
g(x) = √ g\(k) e
ikx
dx ⇒ g(0) = √ g\(k) dk,
2π −∞ 2π −∞
y por lo tanto
−1
√ √ 1 ∞
.F F1 |g/ = 2π g(0) = 2π δ(x) g(x) dx, ∀ g(x) ∈ S.
−∞
Una vez que tenemos resuelta esta integral, ya podemos decir que
/1 ∞ 1 0 0
314 1
.F P x |g/ = √ −iπ g(x) dx + iπ g(x) dx ,
2π 0 −∞
13.4. LA CONVOLUCIÓN 543
13.4 La Convolución
Propiedades
1.– La convolución existe para todo x ∈ R, pues la integral que la define es
siempre convergente, al ser integral de dos funciones integrables y acotadas.
2.– La convolución es una operación conmutativa. Para demostrarlo, basta
hacer el cambio de variable y = x − t:
1 ∞ 1 ∞
(f ∗ g)(x) = f (t) g(x − t) dt = g(y) f (x − y) dy = (g ∗ f )(x).
−∞ −∞
(13.4.2)
3.– La transformada de Fourier del producto de dos funciones del espacio
de Schwartz tiene la siguiente propiedad:
1
[F(f g)](k) = √ (Ff ∗ Fg)(k), f (x), g(x) ∈ S. (13.4.3)
2π
La demostración está basada en el teorema de Plancherel. Consideremos
1 ∞ √
itx ∗
I := .e g (x)|f (x)/ = e−itx g(x) f (x) dx = 2π F(f g)(t).
−∞
14
En ciertos libros antiguos la convolución recibe el nombre de dobladura: folding en
inglés y Faltung en alemán.
544 CAPÍTULO 13. COMPLEMENTOS SOBRE T. DE FOURIER
4.– Las dos propiedades anteriores tienen sus inversas. La primera dice lo
siguiente: dadas dos funciones ψ(x), ϕ(x) ∈ S, entonces,
√
[F(ψ ∗ ϕ)](k) = 2π{Fψ(k) Fϕ(k)}. (13.4.5)
|(F ∗f )(g)| = |F (fZ∗g)| ≤ H {pn1 ,m1 (fZ∗g)+pn2 ,m2 (fZ∗g)+. . .+pnk ,mk (fZ∗g)}.
(13.4.9)
Es un hecho evidente que F ∗f , definida en (13.4.7), es una aplicación lineal
de S en C. Ahora uniendo este hecho con (13.4.8) y (13.4.9), obtenemos
que además de lineal es continua. Además es posible demostrar, aunque no
lo vamos a hacer aquı́, que
√
F(F ∗ f ) = 2π (Ff ) (FF ). (13.4.10)
13.5 Bibliografı́a
8. Reed, M., and Simon, B., Functional Analysis, Academic Press, 1972.
549
550 ÍNDICE TERMINOLÓGICO
ultradistribución, 541
1-forma, 216, 350