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Resumen: Si bien es cierto que en México existen pocos arqueólogos dedicados a la investigación
forense, su participación es indispensable y de vital importancia durante el proceso de prospec-
ción, excavación y recuperación de indicios, ya que su conocimiento aplicado a esos contextos
aportan resultados acertados y precisos, con el propósito de resolver casos con la mayor brevedad,
certeza legal y académica. En el presente texto se aborda el papel de la arqueología en contex-
tos forenses, su definición, objetivos, métodos y técnicas, así como su aplicación en el caso de
Rosendo Radilla Pacheco, en colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia con
la Procuraduría General de la República.
Palabras clave: investigación forense, estudio de caso, contextos forenses.
Abstract: Currently in Mexico, relatively few archaeologists formally conduct forensic research;
nevertheless their participation is indispensable and of vital importance in the prospection, exca-
vation, and evidence recovery process, given their knowledge applied to these contexts produces
appropriate and accurate results aimed at resolving cases as quickly as possible with legal and
academic certainty. This article addresses the role of archaeology in forensic contexts, its defini-
tion, objectives, methods and techniques, as well as its application in the Rosendo Radilla Pache-
co case, which was carried out in interagency collaboration between the Instituto Nacional de
Antropologia e H istoria and the Procuraduria General de la Republica.
Keywords: forensic investigation, case study, forensic contexts.
como una rama de la arqueología, otros la consi- limitando el trabajo del antropólogo forense a la
deran una disciplina independiente que, además, tarea de identificar cadáveres en avanzado estado
adapta y elabora sus propias técnicas en la inves- de putrefacción, esqueletizados o con diferentes
tigación de contextos forenses. alteraciones tafonómicas —cremados o disueltos
Quizás tales diferencias radican en la forma de en sustancias corrosivas—, sin dar reconocimien-
entender la antropología forense en general. Así, to a otras disciplinas de la antropología.
Rodríguez (1994), Talavera et al. (1999), Snow Tampoco se comprende que, al menos en Mé-
(2003), Talavera y Rojas (2006) y Lara (2009) xico, la formación académica del antropólogo
plantean que la antropología forense no debería parte de una serie de subdivisiones de la antropo-
limitarse al quehacer “tradicional” de la antropo- logía general (Stocking, 2002: 34): antropología
logía física forense, es decir a la identificación social, antropología física, etnología, etnohistoria,
humana; por el contrario, debería integrar disci- arqueología, lingüística e historia, cuyos planes
plinas como la etnología, la antropología social, de estudio son muy distintos entre sí.
la lingüística y la arqueología. El problema de la formación del arqueólogo
Este concepto interdisciplinario lleva distintos forense no es exclusivo de México. Por ejemplo,
nombres “La experiencia o el modelo latinoame- hasta 2005 sólo tres universidades en el Reino
ricano de la antropología forense” (Snow, 2003 Unido ofrecían en su mapa curricular al menos
citado en Parra y Palma, 2005) o “Modelo de un módulo completo para el estudio de la arqueo-
análisis bioarqueológico para contextos forenses” logía forense (Hunter y Cox, 2005: 3). Esto cobra
(Talavera y Rojas, 2006), y surge de la necesidad especial importancia al considerar que desde hace
de un enfoque metodológico particular, que res- 30 años esta disciplina participa activamente en
ponda a ciertas características históricas que com- la investigación forense (Hunter y Cox, 2005: 2).
parten los países latinoamericanos: genocidios, Pero, ¿qué conocimientos debe tener un arqueó
guerrillas, desapariciones forzadas, regímenes logo para su óptima intervención en la investi
autoritarios y guerras civiles., entre otros. gación de un hecho de interés forense? Skinner
Si bien ambas denominaciones se refieren más et al. (2003) y Dupras et al. (2006) destacan los
o menos a la misma idea; en opinión de Skinner siguientes:
et al. (2003) el término más adecuado para nom-
brar a la participación interdisciplinaria de dife- 1) Conocimientos de métodos de búsqueda en el
rentes áreas de la antropología es “bioarqueología subsuelo: análisis de suelos y sedimentos, y cam-
forense”, término que permite la intervención de bios diferenciales en la vegetación asociados con
diferentes especialidades fuera de la antropología depósitos de restos orgánicos en el subsuelo, entre
per se. Además señalan que debe enfatizarse el otras.
papel que juega cada disciplina en la investiga- 2) Técnicas de estudio y registro arqueológico:
ción, así como de sus limitaciones y alcances. Así, uso de teodolitos, estación total, escáner 3D, brú-
la forma de entender la arqueología forense es julas y dispositivos gps, entre otros implementos.
muy distinta en diversas regiones del mundo, lo 3) Métodos de búsqueda geofísica, uso de geora-
cual cobra especial importancia cuando se con- dar (gpr), estudios electromagnéticos y detectores
forman equipos internacionales de trabajo. de metales.
A pesar de que en diferentes publicaciones (Ta- 4) Análisis estratigráficos (edafología forense).
lavera et al., 1999; Talavera y Rojas, 2006), tra- 5) Uso de mapas.
bajos de tesis (Jácome, 2000), diplomados, y 6) Conocimientos de control y registro espacial,
hasta en la especialidad que ofrece la Escuela uso de geoposicionadores, retículas, niveles, brúju-
Nacional de Antropología e Historia, reconocen la, etcétera.
la importancia de la participación de arqueólogos 7) Técnicas de excavación y cribado manual.
forenses en instituciones de procuración e impar- 8) Técnicas de excavación controlada y manejo
tición de justicia, queda mucho por hacer. Por de maquinaria pesada como retroexcavadoras (en
ejemplo, en muchas de esas Instituciones se sigue casos específicos).
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LA ARQUEOLOGÍA EN CONTEXTOS FORENSES
rresponde a las policías bajo la conducción del cavación, o al laboratorio donde tendrá lugar el
Ministerio Público. Esto significa que la función análisis de los elementos o indicios para su dicta-
policial estará bajo la conducción y mando del men; ahora su actuación se amplía al acudir al
Ministerio Público. Lo anterior viene a replantear tribunal de juicio oral a explicar y defender su
la actuación de los órganos garantes de la inves- dictamen y las conclusiones emitidas en el mismo.
tigación de un hecho presuntamente delictuo- Así, la expresión oral deberá ser una cualidad adi-
so. Para ello dicho actuar deberá ser de manera cional de quien sea designado como arqueólogo
coordinada, además de observar una serie de prin- forense para intervenir en la investigación de un
cipios (legalidad, objetividad, eficiencia, profe hecho delictuoso.
sionalismo, honradez, y respeto a los derecho A su vez, la antropología física forense se de-
humanos) que vienen a legitimar dichas insti sarrolla a partir de los trabajos de anatomistas
tuciones. De ahí la necesidad de tener protocolos europeos del siglo xix, retomados y ampliados for
de actuación homologados que permitan el éxi- malmente por investigadores estadounidenses
to de los resultados. en las primeras décadas del siglo pasado. Esta
Ahora la participación del perito se extiende y labor condujo a la integración de colecciones
puede ser requerido para presentarse en la audien- óseas como la Terry del Instituto Smithsoniano,
cia de juicio oral, pues la misma reforma consti- o la colección Hamman-Todd de la Universidad
tucional introduce el nuevo sistema de justicia de Ohio, sobre las que se realizaron estudios que
penal acusatorio y adversarial, en el cual se esta- llegarían a la determinación de los indicadores del
blece la obligación de que el perito intervenga en sexo, edad, estatura y afinidad biológica (Luy
la investigación de los hechos; pueda ser llamado Quijada, 1998), conocidos como la cuarteta bási-
a la audiencia de juicio oral para la defensa de su ca para la identificación en contextos forenses
dictamen, mediante una respuesta puntual a las (Boyd, 1991; Rodríguez, 1994; Ubelaker, 1998).
preguntas formuladas por el fiscal y del contrain- En nuestro país esta práctica es oficial desde
terrogatorio por parte de la defensa. Las preguntas hace 40 años, gracias al trabajo conjunto de la
versarán sobre su experiencia: los años que tiene medicina forense y la antropología física, donde
de ejercicio profesional; la cantidad de casos en se desarrollaron metodologías para la identifica-
que ha intervenido con similares características; ción de los individuos mediante la superposición
su reconocimiento profesional, cualquier aspecto radiológica y fotográfica del cráneo. En enero de
negativo en el ejercicio de su profesión puede ser 1975 —gracias al entonces director de Servicios
valorado por el juez para su descalificación como Periciales de la Procuraduría General de Justicia
perito en el caso. Luego se plantearán preguntas del Distrito Federal (pgjdf), doctor Rafael More-
sobre su intervención en el hecho propiamente no González— se incluye como parte de la crimi-
investigado: técnica, método empleado, herra- nalística e interviene en la dictaminación y
mientas utilizadas, forma utilizada para el registro tipificación de delitos (Romano, 1999). Actualmen
de los restos o indicios, resultados, bibliografía, te la pgjdf dispone de especialistas encargados
si utilizó protocolos. Como el especialista que de realizar peritajes correspondientes a su dis
interviene en el lugar de hechos o hallazgo —ade- ciplina. Sin embargo, la correcta interpretación de
más de ser perito— se convierte en testigo de los datos provenientes de una prospección, exca-
todas las actividades realizadas por autoridades y vación y registro de campo recae en la arqueolo-
operadores en el lugar, su dicho será confrontado gía, donde ésta resulta ser experta.
con el de los demás intervinientes. Lo anterior
está previsto en el Código Federal de Procedi-
mientos Penales. Objetivos de la arqueología en
En consecuencia, si el arqueólogo va a partici- contextos forenses
par en un caso forense, es importante que com-
prenda que su intervención no estará limitada al Si bien la arqueología forense se refiere a hechos
terreno donde se realizará la prospección y/o ex- relativamente recientes, para Dirkmaat y Adovasio
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LA ARQUEOLOGÍA EN CONTEXTOS FORENSES
(1997: 40) el contexto que estudia esta disciplina que la interpretación y reconstrucción de los he-
hace referencia a un “lugar en tiempo y espacio”, chos se sustentan en los mismos principios:
ya sea una habitación, hace una hora o a un espa-
cio abierto: hace decenas de años. 1) Principio de Intercambio. Permite demostrar que
La arqueología forense tiene como objetivos al cometerse un delito se realiza una cesión múltiple
principales: 1) la localización de restos humanos; y recíproca de material sensible, entre el participan-
2) la maximización de la recuperación de éstos; te (victimario), el lugar de los hechos, y el sujeto
3) asignar relaciones espaciales y temporales de pasivo (víctima).
los restos, los objetos asociados y el entorno; 2) Principio de correspondencia de característi-
4) diferenciar movimientos y modificaciones ocu- cas. Permite relacionar las propiedades de comuni-
rridas ante, peri o posmortem y 5) interpretar la cación de las características de dos objetos.
información del contexto (Blau, 2004; Dirkmaat 3) Principio de reconstrucción de hechos. Per-
y Adovasio, 1997; Dirkmaat et al., 2008; Dupras mite hacer inferencias del material sensible y sig-
et al., 2006; Fairgrieve y Duday, 2008; Haglund nificativo encontrado en el lugar de los hechos o
y Sorg, 2001; Harrison, 2013; Holck, 2008; Hun- hallazgo, tomando en cuenta su ubicación, natura-
ter y Cox, 2005; Jhun, 2005; Lara, 2009; Mays, leza, cantidad, morfología, así como de su situación
2003; Morse et al., 1983 ; NFI, 2013; Olson, 2009; cronológica.
Skinner et al., 2003; Symes y Dirkmaat, 2012; 4) Principio de probabilidad. Nos permite de
Thomas, 1979; Talavera y Rojas, 2006; Warren y ducir técnico-científicamente, tomando en cuenta
Shultz, 2002; Waterhouse, 2009). y con base en el número de características o par
La arqueología forense se encarga de la detec- ticularidades encontradas u objetadas durante el
ción, ubicación, exploración, registro y levanta- cotejo en el escenario del crimen, o en su caso co-
miento de los indicios en los lugares específicos rroborando la imposibilidad (Aguilar et al., 2009:
de hechos conocidos como fosas o tumbas clan- 31-32).
destinas, así como de restos humanos esqueleti-
zados o en avanzado estado de putrefacción Además, la correcta interpretación de los he-
expuestos en superficie. Dado su conocimiento en chos forenses depende de a) seguir estrategias de
diversos tipos de artefactos y su ubicación crono- investigación bien definidas; b) el uso de técnicas
lógica, puede dictaminar si el hallazgo es de ori- que maximicen la recuperación y documentación
gen prehispánico, histórico o reciente, información de la escena a indagar; c) el empleo de datos ta-
indispensable para saber a quién turnar —en su fonómicos para la distinción de cambios en los
caso— los restos localizados. restos ocurridos posmortem, y d) efectuar infe-
El enfoque arqueológico trata de recuperar rencias correctas acerca de los hechos que se in-
la conducta cultural del pasado. El enfoque de la vestigan (Haglund, 2001: 28).
arqueología forense es tratar de reconstruir la con-
ducta criminal y recuperar evidencia asociada a
su contexto, de manera que permita reconstruir Cómo trabaja la arqueología
los eventos finales de los hechos presuntamente forense
delictivos, un proceso que va de atrás hacia delan-
te (Talavera y Rojas, 2006). Como toda investigación, el trabajo en gabinete
Para lograr sus objetivos, la arqueología foren- se hará previo al trabajo de campo; mediante la
se participa activamente con diversas disciplinas revisión bibliográfica se obtendrá la mayor in
científicas, tales como la tafonomía, geología, formación posible sobre el caso y la zona de los
edafología, genética, la antropología física, antro- hechos o del hallazgo, a fin de diseñar los proce-
pología social, entre otras, pero sobre todo con la dimientos e integrar la estrategia de investigación.
criminalística, como señalan Lara (2009) y Tala- Por ejemplo, revisión cartográfica del lugar de los
vera y Rojas (2006): “sus métodos y técnicas son hechos, la cual servirá para definir característi-
muy similares entre sí”. A ello se podría añadir cas geomorfológicas, ecológicas, climáticas, del
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ARQUEOLOGÍA 52 • abril de 2017
paisaje, así como definir posibles rutas de acceso hecho; según el avance de la investigación, éstos
al sitio, entre otras. serán integrados o descartados durante los análi-
Una vez recopilada y procesada la información, sis en laboratorio. Cabe señalar que el registro
es posible pensar que se dispone del conocimien- debe realizarse con el mayor cuidado para no al-
to básico para enfrentarse a la realidad en el cam- terar el área de investigación.
po de trabajo y tener un primer acercamiento a las En esta misma etapa se pueden llevar a cabo
características del hecho. En la zona a intervenir entrevistas con los lugareños, por parte de un an-
se registrarán de manera minuciosa todos los ras- tropólogo cultural, a fin de recabar información
gos observables y se ubicarán espacialmente con de eventos relevantes en el lugar. Con base en lo
el auxilio de cartas topográficas o un gps, con el anterior es posible delimitar el área a sondear, y
fin de crear una estrategia de prospección o reco- en ella cada especialista del equipo de trabajo ten-
rrido acorde a las condiciones del sitio, ya sea en drá un interés particular para el caso.
un espacio abierto o cerrado.
Como principal herramienta tenemos la observa- Dentro de esta fase se cuenta con el auxilio de
ción, para determinar las alteraciones o anomalías técnicas y herramientas aplicadas a la prospección
evidentes en el terreno a prospectar: depresiones, que permiten ubicar la evidencia:
elevaciones, perturbaciones del suelo, crecimien-
to diferencial de la vegetación, entre otras. Su 1) La fotografía aérea en blanco y negro, color e
identificación se hará a través del “peinado” de la infrarroja, a través de drones o helicópteros tripu-
zona y el establecimiento de rutas de sondeo, que lados a control remoto. El desarrollo de los vehícu-
suelen orientarse de norte a sur y de oriente a los aéreos no tripulados (uav por sus siglas en
poniente (fig. 2); las observaciones se realizan en inglés, y que en México se conocen como drones)
un ángulo de 180°. Conforme aparecen los proba- va de la mano de las innovaciones tecnológicas pro-
bles indicios, se marcan y se registran, así como ducto de la guerra. Los europeos fueron los prime-
los objetos que no tengan relación aparente con el ros en desarrollar los principios de la aeronáutica
y, al tratar de aplicarlos a aeronaves viables, volaron
modelos no tripulados que podrían ser considerados
los primeros vehículos aéreos no tripulados de la
historia. Si bien podría parecer que el empleo de
este tipo de vehículos es reciente, se tiene noticias
de su uso desde la segunda mitad del siglo pasado.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Uni-
dos desarrolla el proyecto Operación Afrodita,
donde se intentó guiar un avión contra el enemigo
usando un radio control. En la guerra de Vietnam,
el ejército estadounidense empleó más de 3 400
veces a los drones espías denominados Firebee.
Posteriormente, en el marco del programa uav Pio-
neer, los drones son utilizados para obtener infor-
mación estratégica de varias zonas y países: el
Golfo Pérsico, Bosnia, Yugoslavia y Somalia. Ya
en el siglo xxi se realiza el primer ataque con bom-
Fig. 2 Patrones de búsqueda visual a pie: (a)
lineal, (b) en cuadrícula, (c) espiral. Fuente: bas utilizando el dron Predator (Austin, 2010;
Dupras et al. (2006: 26). Newcome, 2004).
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LA ARQUEOLOGÍA EN CONTEXTOS FORENSES
En los últimos años la tecnología de los drones nos. Los vehículos aéreos no tripulados también
fue liberada para su uso civil, abriéndose su utilidad son de utilidad para inspeccionar áreas de difícil
a disciplinas como la agronomía, la biología, la acceso: cuevas, abrigos rocosos, acantilados, monu
geografía, la ingeniería, la arquitectura y la arqueo- mentos de altura considerable; en contextos foren-
logía. El empleo de esas pequeñas naves en la in- ses se han utilizado para buscar fosas clandestinas,
vestigación arqueológica brinda la oportunidad de así como para realizar vuelos de inspección en
registrar casi de manera inmediata el estado que áreas de alto riesgo; en estos casos el uso de un dron
guardan los monumentos arqueológicos e históri- es fundamental para evitar riegos de accidentes
cos, además de ofrecer una visión general de las (Domínguez, 2015).
áreas que ocupan los inmuebles y su entorno. El empleo de drones en la investigación de con-
Los drones ofrecen la posibilidad de realizar de textos en arqueología forense se ha generalizado en
manera rápida y económica fotografías aéreas de varios países con óptimos resultados, sobre todo en
gran calidad y precisión, pues los vehículos están Estados Unidos, Inglaterra, España y Argentina.
equipados con navegadores gps que pueden ser ma- El Equipo de bioarqueología de la Dirección de
nipulados previamente; es decir, pueden establecer Antropología Física del inah adquirió de manera
con antelación al vuelo las rutas y puntos donde la reciente un Dron Phantom 2 Vision + DJI (fig. 3),
cámara deberá accionarse. Con las imágenes obte- para ser aplicado a contextos forenses. Las imáge-
nidas, y mediante un software especializado en nes térmicas permiten detectar las diferencias entre
fotogrametría se generan ortofotos y modelos digi- las densidades de compactación del suelo (fig. 4),
tales de elevación (mde) que pueden ser empleados asociadas a la descomposición de organismos por
para hacer levantamientos topográficos de gran ejemplo, fosas clandestinas.
precisión, en tanto están geo-referenciados de ma- 2) Los análisis geofísicos por medio del electro-
nera precisa (Domínguez, 2015). magnetómetro, que mide las diferencias de resistivi
También se pueden generar modelos 3D de mo- dad y campos eléctricos, así como el resistivímetro
numentos arqueológicos en ruinas, excavados, res- y el radar de penetración (gpr), que registran infor-
taurados, consolidados y/o para documentar el mación del subsuelo, permiten conocer la profun-
proceso de trabajo en ellos; levantamientos topo-
gráficos con planimetría y altimetría, además de la
creación de poligonales de protección, entre otros
aspectos. Los drones también se ocupan para el
registro de excavaciones arqueológicas mediante
fotografías áreas a muy baja altura, para luego pro-
cesarlas mediante técnicas fotogramétricas, con el
consecuente ahorro de recursos materiales y huma-
Fig. 3 Dron para la toma de fotografías aéreas del Fig. 4 Imagen térmica donde se reporta la
terreno a intervenir. Equipo de Bioarqueología. presencia de fosas clandestinas.
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ARQUEOLOGÍA 52 • abril de 2017
Delimitación de la zona a
intervenir
versos esquemas, para tener una perspectiva es- nir. Se limpia la superficie de la fosa y se realiza
pacial sobre la que podamos establecer rutas de una micro topografía donde se registra todo, así
acceso, a fin de evitar la alteración y contamina- como el contorno de la fosa. Se traza una retícula
ción del contexto (Talavera y Rojas, 2006). (fig. 8) tridimensional (X, Y, Z) que corresponda
a los lados del cuadrante y a la profundidad (Boyd,
1991).
Excavación La remoción del suelo será de forma gradual y
progresiva, cada 5, 10 o 20 cm, lo cual dependerá
Este proceso es el más importante de todo el tra- de la profundidad y características de la fosa, así
bajo desempeñado por el arqueólogo forense; ahí como de las características propias del sedimen-
se detecta, identifica, registra y recupera informa- to, siempre respetando el contorno de la misma
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CAJETILLA DE
CIGARROS
BOTÓN
Fig. 11 Perfil de la fosa clandestina con cuerpo y objetos asociados (Boyd, 1991).
23 de noviembre de 2009, misma que condenaba malías en el subsuelo, ocho con resistivimetría
al Estado mexicano a diversas reparaciones esta- (tres en la Zona 1, donde se encontraba el área de
blecidas en el Resolutivo 9. La solicitud al inah entrenamiento del ex Cuartel Militar; dos en el
se fundamentaba en el Artículo 225 del Código Campo de Tiro y tres en la Zona Ampliada). Ade-
Federal de Procedimientos Penales: más se detectaron nueve anomalías con el Geo
rradar en la Zona I, en el área de prácticas y
Artículo 225. La designación de peritos hecha por entrenamiento, y otra en la Zona 2, junto a un
el Tribunal o por el Ministerio Público deberá re- montículo de tierra a espaldas del Campo de Tiro
caer en las personas que desempeñen ese empleo (fig. 13). Todas estas anomalías se verificaron a
por nombramiento oficial y a sueldo fijo, o bien en través de una excavación arqueológica controlada.
personas que presten sus servicios en dependencias
del Gobierno Federal, en Universidades del país, o
que pertenezcan a asociaciones de profesionistas Excavación forense, 31 de octu-
reconocidas en la República. bre-12 de noviembre de 2011
Proceso de
individualización Confronta Datos antemortem
Edad y sexo
Radiografía
Estatura Identificación
Fotografías
Características Filiación étnica
físicas Robustez Datos odontológicos
Historial clinico
Tatuajes
Lunares o ADN
manchas Koloides
Características Cicatrices Quirúrgicas
particulares Patología ósea y marcas de
actividad
Modificaciones Naturales
corporales Culturales
Resultados interdisciplinarios que permiten entender los hechos con una visión integral e interpretativa
Fig. 14 Modelo de análisis bioarqueológico para la investigación forense (Talavera et al., 2012).
datos aportados por el estudio de la biología del estudio de presuntos hechos delictivos, sino tam-
esqueleto humano contribuyen a 1) documentar bién en la investigación de batallas históricas y
de manera específica cómo la biología antropoló- exhumación de personajes notables (Talavera
gica puede coadyuvar a los estudios de los proce- y Rojas, 2006).
sos culturales; 2) ilustrar la interrelación entre lo El antropólogo forense se encarga de identificar
biológico, lo cultural e infinidad de variables que restos humanos esqueletizados o en avanzado es-
afectan a la adaptación y a una mala adaptación tado de descomposición, para lo cual aplica su
de poblaciones prehistóricas, y 3) demostrar la amplia experiencia con la biología y variabilidad
necesidad de cooperación entre antropólogos fí- del esqueleto humano. También puede determinar
sicos, arqueólogos, etnólogos y otros expertos —en caso de que hayan dejado marcas sobre los
investigadores para encontrar una solución en la huesos— las causas de muerte, con miras a recons
conducta antropológica. truir —en colaboración con arqueólogos forenses,
El concepto de bioarqueología surge en los Es- criminalistas de campo y médicos legistas— la
tados Unidos de Norteamérica, ante la preocupa- mecánica de hechos y de lesiones, así como apor-
ción por dotar de significado a la enorme cantidad tar, de ser posible, elementos sobre la conducta
de datos descriptivos sobre la biología del esque- del victimario en función de los indicios y del
leto humano. Fue propuesto en 1977 por Jane tratamiento perimortem y posmortem dado a la
Ellen Buikstra, en un simposio sobre “Adaptacio- víctima (Talavera y Rojas, 2006).
nes bioculturales en América prehistórica”; en su El antropólogo físico forense se auxilia con las
ponencia “Dimensiones bioculturales del estudio técnicas de la tafonomía forense, estrategia de
arqueológico: una perspectiva regional” menciona investigación de reciente aplicación en crimina-
que la nueva arqueología creó nuevos objetos en lística. Engloba las técnicas de la arqueología y
el estudio de la osteología humana, cultural y del de la antropología forense en la investigación so-
ambiente. bre el proceso tanatológico. El uso de modelos
En 1996 se formó el Equipo de Bioarqueología tafonómicos en el análisis de contextos forenses
en la Dirección de Antropología Física del inah, permite estimar el tiempo transcurrido desde la
abocado al estudio interdisciplinario implantado muerte, reconstruir las circunstancias antes y des-
en Estados Unidos, pero aplicado a la realidad pués de la depositación del cadáver, y discrimina
mexicana. En 1998 fue creada la sección de An- los factores que son producto de la conducta hu-
tropología forense, y para ello se adaptó el mode- mana de aquéllos producidos por los sistemas
lo original de la bioarqueología a contextos biológicos, físicos, químicos y geológicos.
forenses, cuya base de operación es el ya mencio- Las técnicas tafonómicas indican si los cadá-
nado “Protocolo modelo para la investigación de veres fueron atacados por carnívoros o roedores,
muertes sospechosas de haberse producido por o bien si fueron asesinados. Las diferentes formas
violación a los derechos humanos”. en que los criminales disponen de los cadáveres
Para el Equipo de Bioarqueología la antropo- y segmentos de los mismos pueden confundirse
logía forense involucra tres subespecialidades: fácilmente con la acción de diferentes tanatófagos.
arqueología, antropología física y la antropología La conducta de los homicidas puede introducir
social o cultural, aun cuando también puede in- variaciones extremas de transporte, desmembra-
volucra a disciplinas como la lingüística, la etno- miento y otras alteraciones en restos humanos.
logía o la historia. Hay una gran diferencia entre los grados de in-
La arqueología forense se define como la apli- temperismo y los tanatófagos respecto del patrón
cación de las técnicas de la arqueología tradicio- de dispersión de cuerpos en desiertos, bosques,
nal modificadas con base en los requerimientos bajo el agua o bajo tierra, diferencia que el método
del registro del lugar de los hechos, o lugar del tafonómico puede ayudar a describir y explicar.
hallazgo, en que uno o varios cuerpos, o esquele- El antropólogo cultural forense, se encarga de
tos, se hallan enterrados. Esas técnicas de la ar- auxiliar al psicólogo forense en la interpreta-
queología tradicional no sólo se han aplicado al ción de la conducta del victimario tal y como se
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LA ARQUEOLOGÍA EN CONTEXTOS FORENSES
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