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para que la regla de oro de amar a nuestros hermanos como a nosotros mismos, logre
hacerse realidad en nuestras vidas.
Consciente del apuro y la vorágine con la cual hoy en día se vive, he escrito estas citas
con pequeños comentarios, porque a veces es preferible un poco de conocimiento bien
digerido por nuestra mente y aprovechado por nuestra alma, que grandes verdades difíciles
de comprender, que sólo se quedan en nuestro intelecto, sin que seamos capaces de
sacarles el significado necesario para que nuestra alma las asimile.
La imagen de Jesús que se expone en la tapa del libro, llegó a mí sin buscarla, y me
parece que es la precisa, porque las citas nos hablan de la Luz que Jesús nos trajo al
cambiar el concepto de ese Dios selectivo, iracundo y castigador, por la imagen de un Dios
misericordioso y amoroso como sólo lo puede ser un Padre, que viene a decirnos que las
puertas están abiertas para todos sin excepción.
“Las puertas de la vida eterna están abiertas para todos, el que quiera puede venir, no
hay restricciones ni calificaciones, sólo la fe y el deseo del que quiera entrar” Por eso las
enseñanzas del Libro de Urantia, están libres de dogmas, porque la Buena Nueva que
Jesús nos trajo es que todos los hombres somos iguales ante Dios y que todos somos sus
hijos.
“Proclamamos una nueva religión, una religión que no es tal, según el significado que hoy
se le da a esta palabra, pues es una religión que apela principalmente al Espíritu divino del
Padre que reside en la mente del hombre, Una religión que derivará su autoridad de los
frutos de su aceptación, que tan certeramente aparecerán en la experiencia personal de
todos los que realmente se vuelvan creyentes de las verdades de esta comunicación
espiritual más elevada”
Una religión que considera que “todas las religiones son buenas, en cuanto acercan al
hombre a Dios, porque es un error para cualquier grupo religioso concebir que su Credo sea
la Verdad, pues esta actitud habla más de arrogancia teológica que de certidumbre en su
fe” pues el verdadero conocimiento es una búsqueda eterna, siempre estás aprendiendo,
pero jamás puedes llegar al conocimiento de la Verdad absoluta” por tanto “la fe viva no
fomenta el fanatismo, la persecución, ni la intolerancia”
Por tanto lector amigo, siéntete libre de espíritu mientras lees la citas, busca en ellas tu
propia verdad, quédate con lo que sientes que llega a tu corazón, porque la religión del
espíritu “es la actitud de un alma individual, en sus relaciones conscientes con su Creador.”
Yo puedo tratar de mostrarte la verdad, pero no te la puedo enseñar ni mucho menos
imponer, porque ella nace de lo profundo de nuestro ser, cuando logramos comprender lo
que leemos o lo que nos dicen, porque ella “es una forma de vida y una técnica de
pensamiento”
Estas citas son como perlas que se pueden ir engastando en el collar de tu sabiduría, en la
medida que las vayas comprendiendo y en la medida que ellas sean capaces de
transformar tu vida, porque ¿de qué vale la enseñanza si no se puede poner en práctica?
Jesús nos dijo: “tu salvación nace, no de conocer como otros adoran a Dios o donde,
sino de recibir en tu corazón el agua viva que Yo te ofrezco” por eso lo único que se nos
pide es que abramos nuestra mente, que dejemos de lado los prejuicios y que tratemos de
comprender, porque “escuchar la enseñanza de Jesús no equivale a conocer a Dios”
porque el conocimiento es una posesión de la mente, la verdad es una experiencia del
alma, del yo en evolución” que se obtiene cuando las verdades se comprenden, porque
para comprender es preciso estar dispuesto a considerar y ser consciente de la propia
ignorancia.
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Comprender es tratar de quinta esenciar la enseñanza, en vez de seguir buscando
nuevos derroteros. Es poder aplicar lo aprendido a las situaciones difíciles de nuestra vida,
porque es “en los momentos de prueba cuando la persona demuestra lo que
verdaderamente alberga su corazón” por eso, el comprender es algo tangible que pasa a
ser parte de nosotros y que por lo mismo, nos obliga a cambiar nuestras pautas erróneas de
conducta, no por miedo al castigo, sino por el amor que nuestro Padre nos inspira.
Cuando contemples la imagen de Jesús, recuerda que te está ofreciendo una nueva vida,
de paz interior y de alegría pues “la felicidad en crecimiento constante es siempre la
experiencia de todos los que están seguros de Dios.”
Si traspasas esa puerta abierta, te vas a dar cuenta que para entrar en el Reino, sólo
necesitas tener ganas de vivir tu vida cotidiana con plenitud, porque “mientras te dedicas a
la obtención de tus realidades eternas, debéis también disponer para las necesidades de la
vida temporal” pues nada espiritual se obtiene si no es a través de lo material.
Recuerda que el Dios que buscas “mora en el Paraíso, pero también está en tu corazón”
y es allí donde lo debes buscar por ti mismo, porque “cada ser define la religión en términos
de su propia interpretación experiencial de los impulsos divinos que emanan del Espíritu
que en él reside y por tanto esa interpretación debe ser única y totalmente distinta de la
filosofía religiosa de todos los demás seres humanos”
Con mucho cariño te entrego este libro para que seas tan feliz como yo he logrado serlo,
en Jesús y por Jesús
Todas las frases entre comillas pertenecen en forma casi textual al Libro de Urantia.
Cualquier consulta o comentario lo pueden hacer a yosis282@vtr.net
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Índice.
Prólogo 1
Jesús y el contratista 9
Tened paciencia 10
Amor paterno 11
No te preocupes 12
El amor divino 13
La alegría del Espíritu 14
Vivir en Dios 15
Los credos y las tradiciones 16
Sólo el amor 17
Conscientes de Dios 18
Compresión de la realidad 19
Pereza mental 20
Conciencia del Padre 21
El hombre inventó a Dios 22
El espacio se mide por el tiempo 23
Tácticas despreciables 24
Las religiones de autoridad 25
Una nueva vida 26
Interpretación personal 27
El Reino crea unidad 28
No puedes escapar 29
Nuestro origen es animal 30
La religión de Jesús 31
La fe genuina 32
Las tradiciones 33
Acción y reacción 34
La fe y el fanatismo 35
Ubicuidad de Dios 36
La naturaleza 37
El cosmos evolutivo 38
La sabiduría del hombre 39
La verdad no se define 40
Los conflictos no resueltos 41
Nada se iguala al Presente 42
El espíritu divino 43
El impulso de la oración 44
Dios nos conoce de cerca 45
La espiritualidad y la alegría 46
Jesús se mezclaba con la gente 47
La verdad se experimenta 48
4
Ayuda solidaria 49
Alcanzar la perfección 50
El amor puede ser egoísta 51
Credos y tradiciones 52
El hombre sabio 53
Todo sirve 54
Refugio interior 55
Quien busca a Dios 56
Los acontecimientos inusitados 57
Todos somos hijos de Dios 58
Amar a los enemigos 59
La experiencia 60
El más grande en el Reino 61
Empezar de nuevo 62
La monotonía 63
La paz del alma 64
Nadie puede dar lo que no tiene 65
La amistad 66
Lo vulnerable 67
El Universo maestro 68
El matrimonio 69
Todas las cosas son sagradas 70
El amor 71
La bondad 72
Ser padres 73
La fe verdadera 74
Cuando perdonamos 75
El verdadero Maestro 76
Libertad y libertinaje 77
Lo que la mente comprende 78
Guía del Serafín 79
Cuando el hombre muere 80
Discernimiento interior 81
Cuando entiendes a tu prójimo 82
Atención personalizada 83
La amistad con Dios 84
Los hombres no son malos 85
Sentir la presencia divina 86
Los ojos de la fe 87
La fe de un niño 88
Jesús habla al espíritu 89
La voluntad de Dios 90
No basta no hacer el mal 91
5
La religión del espíritu 92
Mensaje de buenas noticias 93
La impaciencia 94
Cuando el evangelio se divulgue 95
El precio de entrar en el Reino 96
El ejemplo 97
Poder de elección 98
El bien y el mal 99
El propósito de la evolución 100
Al observar el mundo 101
El perro 102
Jesús no tuvo una vida fácil 103
La esperanza en un mundo mejor 104
La religión de los sentidos 105
Comprensión del cosmos 106
Tiempo para los incrédulos 107
Socios con Dios 108
Jesús no tenía prisa 109
Demostraciones positivas 110
La presencia de un amigo 111
Los mundos de estancia 112
Finalidad de la adoración 113
Incapacidad de comprender 114
Logros progresivos 115
Las mujeres y Jesús 116
Según la ocasión 117
La paz de Jesús 118
La cosecha 119
Los actos de Dios 120
No juzguéis 121
Si no te amas 122
Idealismo espiritual 123
Profetas y contactados 124
El Universo está de nuestra parte 125
¿Quién conoce a Dios? 126
La familia 127
Recargar las baterías 128
Arrogancia teológica 129
Maestro e Instructor 130
La puerta está abierta 131
Experiencia personal 132
Compartir con Jesús 133
El aislamiento 134
6
Respetar la libertad ajena 135
La importancia del hacer 136
La ciencia 137
La belleza del amor 138
Convicciones morales 139
El hombre primitivo 140
La soberbia 141
Dueños de nuestro destino 142
Efectos de la oración 143
Las tribulaciones 145
El servicio 146
Descubrimientos científicos 147
Penas y alegrías 148
Guardián del Destino 149
La comprensión 150
La humanidad está en marcha 151
Cuando te hagan preguntas 152
Conciencia moral 153
Crecimiento espiritual 154
La variedad 155
Se cosecha lo se siembra 156
Los que aceptan la enseñanza 157
Ayúdate que yo te ayudaré 158
Las manchas oscuras 159
Regar el corazón 160
La búsqueda del milagro 161
Jesús está con nosotros 162
El amor del Padre 163
El respeto de los hijos 164
La fe nos da paz 165
Los resultados de la religión 166
El mundo espiritual 167
Capacidad de perdonar 168
Una vida alegre 169
Un logro progresivo 170
Desafío religioso 171
Proclamar el evangelio 172
Se requiere valentía 173
El Espíritu vive en nosotros 174
Jesús es la nueva senda 175
Cercanía con el Padre 176
La oración no cambia a Dios 177
El destino del planeta 178
7
Las dudas y el temor 179
El fracaso 180
La ley natural 181
Episodios desafortunados 182
Entender al prójimo 183
Dar y recibir 184
Servicio desinteresado 185
Fuego templador 186
La mente y el espíritu 187
Las decisiones son nuestras 188
De lo parcial a lo absoluto 189
El impulso de la amistad 190
Los valores 191
Impasibles ante el mundo 192
La vida y la muerte 192
La paz de Jesús y su alegría 194
La cristalización de los conceptos 195
La mediocridad 196
Este mundo no es valle de lágrimas 197
No existen atajos 198
El hombre tiene derecho a ser feliz 199
Comprensión energética del cosmos 200
Este es el camino 201
La voluntad del Padre 202
Destino evolucionario 203
El tino de Jesús 204
Es más noble dar que recibir 205
Darle tiempo a la evolución. 206
8
Al contratista y constructor griego, Jesús le dijo: amigo mío, así
como construyes las mansiones materiales de los hombres, erige también un
templo espiritual semejante al espíritu divino dentro de tu alma.
9
Tened paciencia y sed sabios en vuestros consejos y elocuentes en vuestras vidas,
para que vuestro hermano menor pueda conocer primero el mejor camino, y luego se
sienta obligado a seguiros por él.
Jesús nos aclara que los consejos a nuestros hermanos pueden ser muy sabios, pero
para que tengan valor y puedan llegar al corazón de quien los recibe, deben estar avalados
por nuestro ejemplo de vida, porque de lo contrario seremos como el padre Gatica que
predica pero no practica, y desgraciadamente los cristianos ¡hacemos esto con tanta
frecuencia! porque si en verdad no fuese así, tampoco el mundo estaría como lo vemos.
Hablamos de Jesús y sus enseñanzas, pero en nuestra vida cotidiana no damos testimonio
de ellas con nuestras acciones. Jesús nos dijo: "amad a vuestros enemigos, haced bien a
los que os odian, bendecid a los os maldicen y orad por los que os ultrajan y todo lo que
vosotros creáis que haría Yo por los hombres, hacedlo vosotros" ¿Es esto lo que hacemos
en forma habitual? Bien sabemos que ni siquiera tenemos esta actitud de amor y
misericordia con los más cercanos y a veces con nuestros familiares somos más
intolerantes y mal genio de lo que lo somos con los extraños, porque ante ellos, nos
interesa que nuestro ego quede bien parado y actuamos sin filtros ni máscaras.
Jesús nos pide que unamos la sabiduría a la paciencia, porque ella va de la mano de la
tolerancia y la empatía necesaria, para poder llegar a comprender a nuestros hermanos sin
juzgarlos, ni encasillarlos por una sola de sus actuaciones. "No juzguéis el valor de un alma,
ni midáis su destino por un sólo episodio desafortunado"
Paciencia que incluso debemos tener con nosotros mismos, porque la evolución es
paulatina, el extraer la esencia del significado de todo lo que ocurre en nuestra vida, es una
tarea diaria, porque cuesta aprender las lecciones que la maestra vida nos enseña a cada
minuto. Conocemos las enseñanzas de Jesús, pero olvidamos su petición:"debéis prestad
oído a mis palabras, para no cometer nuevamente el error de escuchar mis enseñanzas con
la mente, mientras vuestro corazón no comprende el significado" Las enseñanzas las
podemos recibir de cualquiera, pero el significado es un asunto absolutamente personal,
porque es lo que nos permite incorporarlas a nuestra vida no como enseñanza muerta, sino
como agua viva, capaz de cambiar nuestra vida. Mientras nuestra religión no se traduzca
en cambios positivos, nos estamos auto engañando al creer que somos espirituales, porque
de nada sirve tener conocimientos si no podemos llevarlos a la práctica. “la cristalización
intelectual de los conceptos, invalidan el verdadero conocimiento y nos impiden llegar a la
sabiduría” a la perfección que el Padre espera de nosotros.
Debemos recordar las palabras de Jesús cuando nos dijo:"Reflexionad bien sobre mis
palabras, hasta que cada uno de vosotros, halle el verdadero significado" cosa que por
siglos la cristiandad no ha hecho, porque las religiones nos han enmarcados en dogmas y
nos han dicho que hacer. Tal vez por temor a que si dejaban libres a sus feligreses, ellos se
pudieran extraviar o ignorar las leyes impuestas, en vez de estimular la religión del espíritu
que es la que nos da el propio discernimiento. Avalemos nuestras palabras con nuestras
acciones positivas, actuemos de manera tal, que seamos capaces de mostrar la Enseñanza
y cambiar el mundo.
10
Si nuestros padres terrenales que tienen tendencia al mal, saben amar a sus hijos y
concederles buenas cosas, cuánto más debe saber el buen Padre celestial amar
sabiamente a sus hijos terrenales y otorgarles las bendiciones que les convienen.
Lo primero que debemos considerar, es que el amor que nuestro Padre nos tiene es
universal, ama a todos los hombres sin distinción alguna, pero a la vez nos ama a cada uno
en particular como persona, sin duda que esto sólo lo puede hacer él, que es Dios y de una
forma incomprensible para el ser humano de mente finita, pues "la Deidad es personalizable
como Dios, es prepersonal y superpersonal de manera no comprensible para el hombre"
Como estos términos no arrojan mucha luz a nuestras mentes limitadas, Jesús vino a
Urantia a simplificarnos la comprensión de Dios, al mostrarnos a un Padre similar a
nuestros padres terrenos. Si ellos nos aman y son capaces de perdonar nuestros errores
¡cuánto más no lo hará nuestro Padre del cielo!
"El amor del Padre está en nosotros ahora y a través del círculo sin fin de las edades
eternas. Al comprender la naturaleza amante de Dios, sólo hay una reacción razonable y
natural de parte vuestra: amar cada vez más a vuestro Hacedor y otorgar a Dios un afecto
análogo al de un niño para con su padre terrenal, porque como un padre verdadero y
sincero ama a sus hijos, del mismo modo el Padre Universal procura el bienestar de sus
hijos creados."
Nuestros padres terrenales nos aman, y porque lo hacen, es que se preocupan de
nuestra educación y corrigen nuestras faltas y estimulan nuestras potencialidades. Dios
hace exactamente lo mismo, El sabe lo que a cada uno, en forma particular le conviene
para su evolución espiritual, porque cada ser es diferente a todos los demás, por tanto la
educación debe ser personalizada, pues "no podemos percibir la verdad hasta que no la
experimentamos con los sentimientos y muchas verdades no son realmente sentidas, si no
es a través de las adversidades"
"La mayor manifestación del amor divino para con los seres humanos es la dádiva del
Espíritu, es él quien individualiza el amor de Dios para cada alma humana y de esta forma,
"el amor del Padre actúa directamente en el corazón del individuo, independientemente de
las acciones o reacciones de todos los demás individuos, la relación es personal, el hombre
y Dios" y por lo mismo, nosotros debemos estar atentos a lo que nos ocurre en el día a día,
porque en él se está manifestando el amor de Dios y también lo que él espera de nosotros
en forma particular.
Es en nuestra vida cotidiana donde se manifiesta la voluntad de Dios y en donde nos
convertimos en hacedores de nuestro propio destino, porque nadie puede evolucionar por
nosotros, ni siquiera Dios puede intervenir en nuestra sobre vivencia eterna, por eso,
cuando "los hombres oran, para requerir la intervención divina en las circunstancias de la
vida, muchas veces la respuesta a sus oraciones, es su propia actitud cambiada ante la
vida." No desaprovechemos el amor de nuestro Padre, sintámoslo cerquita de nosotros, El
más que una adoración lejana, nos pide una amistad motivadora, un amor que nos impulse
a amarlo y verlo en cada uno de nuestros hermanos porque ”la única prueba válida de que
amamos verdaderamente a Dios a quien no vemos, es amando a nuestros hermanos a
quienes sí podemos ver y haciendo por ellos lo que haríamos por nuestro Creador.
11
No os preocupéis constantemente por vuestras necesidades ordinarias. No sintáis
aprensión por los problemas de vuestra existencia terrestre; en todas estas cosas,
mediante la oración y la súplica, con un espíritu sincero de acción de gracias,
exponed vuestras necesidades ante vuestro Padre que está en los cielos.
Un niño, no duda en pedir a su padre lo que necesita, pues tiene el convencimiento que
él hará cualquier esfuerzo por complacer sus deseos porque sabe que lo ama. Ese mismo
sentimiento es el que debemos tener nosotros ante nuestro Padre de los cielos, exponerle
nuestros deseos y nuestras peticiones, pero sin angustia en nuestro corazón, porque Dios
sabe mejor que nosotros lo que necesitamos.
Pero si bien nuestra oración debe ser llena de fe y confianza, también debemos tener el
convencimiento que somos nosotros, a través de nuestro libre albedrío, los que vamos
construyendo nuestro propio destino, día tras día, el refrán popular dice con razón: a Dios
rogando y con el mazo dando. Por eso "no seas tan perezoso como para pedir a Dios que
solucione tus dificultades, pero no vaciles en pedirle sabiduría y fuerza espiritual, para
guiarte y sostenerte mientras atacas con resolución y valor los problemas que debas
resolver."
La oración no sólo debe ser una súplica de ayuda para solucionar problemas y carencias,
sino que también debe ser nuestra manifestación de agradecimiento por lo mucho que
tenemos y el deseo sincero de hacer la voluntad de Dios, cualquiera sea la situación que
nos toque vivir. "Los creyentes deben comprender que la oración, no es un proceso para
conseguir lo que uno quiere, sino más bien un programa para aceptar el camino de Dios y
una experiencia de aprendizaje para reconocer y cumplir la voluntad del Padre"
Debemos evitar las oraciones musitadas sólo con nuestros labios, como un lorito bien
entrenado, porque ellas no tienen ningún valor ni ante los ojos de Dios ni tampoco nos
sirven para nuestra sobre vivencia eterna, porque a ella sólo le sirven nuestros actos
conscientes,
Antes de elevar nuestra súplica, debemos estar conscientes si lo que pedimos es lógico,
no se puede pedir ir a la luna en bicicleta, porque “la oración puede ser un ruego infantil de
lo imposible, o la súplica madura de crecimiento moral y poder espiritual. Puede ser un
pedido totalmente egoísta o un gesto verdadero hacia la realización de la fraternidad
altruista. Puede ser el ruego para pedir el pan de cada día o el anhelo sincero de hacer la
voluntad de Dios”
Cuando en nuestra oración hay primacía por esto último, podemos tener la seguridad que
todo lo demás se nos dará por añadidura, porque nuestro Padre sabe lo que es mejor para
nuestra evolución espiritual, por eso, la mejor oración es la que nos induce a entregarnos a
El con plena confianza en su amor paternal, porque nuestro presente y nuestro futuro lo
ponemos en sus manos, porque sabemos que como Padre sólo puede desear para
nosotros, aún cuando a nosotros no nos parezca de la misma manera, recordemos que el
tiempo de Dios no es el nuestro, nosotros vemos lo mediático, El ve la eternidad.
12
El amor divino no se limita a perdonar las ofensas; las absorbe y las destruye
realmente. El perdón del amor trasciende totalmente el perdón de la misericordia.
¡Cuánta diferencia entre este amor infinito de Dios y nuestro mezquino "perdono pero no
olvido" que no es más que un tremendo autoengaño porque perdonar es hacer cuenta que
nunca se recibió la ofensa o el daño. Mantener el recuerdo vivo de las ofensas recibidas, es
alimentar el odio y el rencor hacia quien nos las infirió, olvidando que "el odio es la sombra
del temor y la venganza la máscara de la cobardía" y quienes salen más dañados son los
que sienten odio y rencor, porque muchas veces el agresor ni siquiera se entera que es
odiado.
Si tuviésemos más presente que nuestras culpas y ofensas a Dios y a nuestros
semejantes nos serán perdonadas en la medida que nosotros perdonemos a los que nos
ofenden, tal vez seríamos más generosos en prodigar el perdón y en olvidar la ofensa.
Esto lo repetimos cada vez que rezamos el Padre Nuestro, pero como lo hacemos en
forma automática, igual que un papagayo que repite lo que se le enseña, no deja huella en
nuestra alma, no se traduce en obras, ni en una experiencia personal y así seguimos siendo
cristianos de boca, pero no de obras, porque "la belleza del amor divino, una vez que entra
en el corazón humano, destruye para siempre el encanto del pecado y el poder del mal" La
falta de perdón hacia nuestros hermanos y el guardarles rencor impide que la luz de la
misericordia alumbre nuestra alma y nos impide evolucionar.
Deberíamos aprender de Jesús, porque él reveló a este mundo una calidad más alta de
rectitud que la justicia. El amor divino no sólo perdona las faltas, las absorbe y las destruye
porque el amor del perdón trasciende el perdón de la misericordia. Jesús trajo a Urantia un
nuevo método de vivir, nos enseñó a no resistir el mal, sino a encontrar a través de él, la
bondad que destruye el mal eficazmente” por eso “cada día que vive un verdadero creyente,
le resulta más fácil el hacer lo que es recto”
Si queremos verdaderamente tener paz interior, no permitamos que el rencor ni el odio se
aniden en nuestro corazón y no nos cansemos de perdonar y de amar, recordemos que
cuando le preguntaron a Jesús cuantas veces había que perdonar, Él contestó que setenta
veces siete, como una forma de decir siempre, sin embargo eso no significaba que “apoyara
la sumisión negativa ante los que quisieran aprovecharse, sino más bien quería que sus
seguidores fueran sabios y estuvieran alertas para reaccionar positivamente con el bien,
frente al mal con el fin de conquistar eficazmente el mal con el bien.”
13
Cuando la alegría de este Espíritu derramado se experimenta conscientemente en la
vida humana, es un tónico para la salud, un estímulo para la mente y una energía
inagotable para el alma.
Muchos piensan que el ser muy religioso, significa una vida sacrificada y triste que lo
priva de los mejores placeres de esta vida humana, sin embargo es todo lo contrario,
porque cuando el espíritu de nuestro Padre se hace presente en nuestra existencia en
forma real y participativa, nuestra vida comienza a cambiar en forma sustantiva, pues hay
una mayor armonía en todo lo que hacemos porque reconocemos en todo la voluntad
divina, a la vez que nos hacemos responsables de nuestro propio destino.
Pero no sólo es paz lo que nos ofrece esa mayor unión con el espíritu, también nos
proporciona una profunda alegría, porque actuamos no por temor al castigo, ni por
obligación a los mandamientos, sino que actuamos por amor, porque "cada paso que des,
debe ser de buena voluntad, cooperación inteligente y alegre pues la dominación del
Espíritu no está jamás matizada por la coerción ni por la compulsión." Por eso "la rectitud
experiencial es un placer, no un deber. No es del tipo de rectitud del mandato negativo del
no harás" por eso la espiritualidad lleva a “la felicidad más elevada porque ella está
indisolublemente vinculada al progreso espiritual.”
La alegría de vivir es lo que caracteriza a los verdaderos hijos de Dios, porque saben
encontrarlo en las cosas pequeñas y aparentemente insignificantes. Jesús fue un hombre
alegre, prueba de ello es que su primer "milagro" lo realizó a petición de su madre, para que
la falta de vino en un matrimonio, no afectara el seguir celebrándolo. Si a través de todos
estos siglos, las religiones no se hubiesen aferrado a un modelo de austeridad no pedido
por Dios, tal vez seríamos más y mejores cristianos, porque el verdadero ejemplo de Jesús,
nos hubiese motivado a llevar una vida recta, pero sin restricciones impuestas por las
jerarquías humanas.
Jesús le pidió a los apóstoles: "no describáis a vuestro maestro como un varón de
dolores. Las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el
entusiasmo de nuestra buena voluntad y la inspiración de nuestro buen humor.
Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador.
Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan esta enseñanza
se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre. Una felicidad en
crecimiento constante, es siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios"
Si creemos que la vida es un valle de lágrimas, si vivimos quejándonos por lo que no
tenemos, sin observar lo mucho que poseemos, si siempre estamos criticando y culpando a
los otros de lo que nos pasa, si frecuentemente estamos mal humorados, cansados,
deprimidos y víctimas del estrés ¡debemos hacer un buen examen de conciencia pues no
estamos viviendo como un hijo de Dios! y nuestra religiosidad es sólo una farsa y un
autoengaño que nos impide evolucionar.
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Sois de Dios porque quien vive en el amor vive en Dios, y Dios en él.
“El amor es la fuerza que lo cambia todo, porque emana de Dios, Él es amor, por tanto
su actitud personal única hacia los asuntos del universo, es siempre una reacción de afecto
divino" y "la mayor manifestación del amor divino para con los seres humanos, es la dádiva
del Espíritu que mora en vosotros, pero vuestra mayor revelación del amor del Padre, se ve
en la vida de otorgamiento de su Hijo Miguel que vivió en la tierra el ideal de la vida
espiritual."
Jesús, con su vida en la tierra, nos enseñó como amar a Dios y a los hombres, nos
enseñó que el uno no es posible sin el otro, porque se retroalimentan mutuamente. Nadie
puede decir que ama a Dios, si ignora a sus hermanos, porque "el amor es el deseo de
hacer el bien a los demás" El refrán popular dice: ama y haz lo que quieras y encierra una
gran verdad, porque el amor verdadero impide cualquier acción deshonesta, y "cada día
que vive un verdadero creyente, le resulta más fácil hacer lo que es recto" y hacer por sus
hermanos lo que quisiera que hicieran con él.
No hay rectitud, ni presencia del Espíritu, si la criatura no está dispuesta a amar a sus
hermanos como ella misma es amada por su Creador, pues "a medida que la comprensión
y amor de la Deidad encuentra expresión espiritual en la vida de los mortales que conocen
a Dios, se producen los frutos de la divinidad que son: paz intelectual, progreso social,
satisfacción moral, felicidad espiritual y sabiduría cósmica"
El amor debe manifestarse en todas las etapas y trabajos de un alma en evolución,
porque es el amor el que nos permite ser Personas y asemejarnos a nuestro Padre de los
cielos, porque “en la vida física, los sentidos se percatan de la existencia de las cosas, la
mente descubre la realidad de los significados, pero la experiencia espiritual revela al
individuo los verdaderos valores de la vida” sin los cuales no es posible evolucionar, ni
alcanzar la sobrevivencia eterna, porque es el amor quien nos abre las puertas del cielo.
Debemos tener claro, que no hay espiritualidad posible sin un cambio real en nuestra
personalidad, por algo Jesús nos decía que debemos renacer, dejar todo aquello que nos
mantiene atados a las conductas indebidas, para poder avanzar con paso decidido hacia las
metas de la perfección.
Pero esta meta es paulatina, la vamos ganando día a día y a través de nuestras tareas
comunes pues “en tu ascenso al Paraíso, jamás te ganarás nada intentando
impacientemente el designio divino, mediante atajos, invenciones personales u otros
artificios” porque la perfección es nuestra meta pero no nuestro origen” y por lo mismo
requiere de nuestra constancia.
La tarea de perfeccionarnos es diaria y permanente, las acciones esporádicas lo único
que consiguen, es auto engañarnos, haciéndonos creer que somos espirituales cuando no
lo somos. La perfección debe darse en todos los ámbitos de nuestra vida, no podemos ser
justos con los demás, pero a la vez indolentes con nosotros mismos.
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Jesús, repetidas veces les dijo a sus apóstoles, que no era su deseo que los que
creyeran en él, se volvieran dogmatizados y estandarizados según las
interpretaciones religiosas de los hombres, aun de los hombres buenos. Una y otra
vez los amonestó contra la elaboración de credos y el establecimiento de tradiciones
como medio para guiar y controlar a los creyentes en el evangelio del reino.
Que diferente es lo que Jesús predicó, a lo que la mayoría de las religiones practican. El
dogma y la intolerancia son factores que han impedido que la verdadera hermandad reine
entre los hombres, porque cuando la criatura se aferra a su verdad como la única, deja de
ser objetivo y empático con sus semejantes, porque olvida que "la religión no es una
función específica de la vida, sino una forma de vida" y por tanto propia y personal, diferente
a la de cualquier otro ser humano.
Cuando tratamos de definir nuestra religión en palabras, cuando tratamos de imponerla a
otros, inconscientemente la estamos destruyendo, porque "la verdad es siempre más que
conocimiento, es una experiencia de vida" que no es posible entregar ni regalar porque hay
que vivir la experiencia en la vida cotidiana y personal.
"La verdadera religión es amor vivo, es una vida de servicio. La separación de lo que es
temporal y trivial, no debería conducir al aislamiento social y no debería destruir nunca el
sentido del humor. La religión genuina no quita nada a la existencia humana, sino que
agrega nuevos significados a la vida entera y genera nuevos tipos de entusiasmo y fervor."
Jesús no nos pide una religión universal e igualitaria porque sabe que cada hombre es
diferente a los demás porque "el verdadero hijo del discernimiento, busca el Espíritu vivo de
la Verdad en toda palabra sabia. La persona conocedora de Dios, está constantemente
elevando la sabiduría a los niveles de la verdad viva de alcance divino, en cambio el alma
no progresiva, arrastra hacia abajo la verdad hacia los niveles de verdad muerta y del
dominio del sólo conocimiento exaltado" que sólo conduce a la intolerancia que tanto daño
causan
Jesús nos pide respetar la fe de nuestros hermanos y nos advierte: "no cometas el error
de juzgar la religión de otro con vuestras propias normas de conocimiento y verdad” porque
Dios no juzga al ser humano solamente por sus acciones, sino que lo juzga esencialmente
por sus motivaciones e intenciones. En cambio nosotros somos muy dados a encasillar a la
gente, muchas veces con un solo adjetivo descalificativo, ignorando los motivos que esa
persona tiene para actuar como lo hace.
Recordemos que Jesús nos dijo que no fuésemos dogmáticos, ni estandarizados,
acostumbrémonos a ver a nuestros hermanos como Él nos ve, es decir no como partes de
una masa humana, sino como seres con un alma individual y soberana, pues si
aprendemos a hacerlo tendremos mucha mayor empatía y comprensión hacia todos y nos
será mucho más fácil el amarlos y servirlos como Dios nos lo pide y como El lo hace, que a
cada uno de nosotros nos prodiga su amor en forma individual y particular.
16
Sólo el amor y la hermandad, pueden impedir que los fuertes opriman a los débiles.
No bastan los decretos ni las leyes para evitar las injusticias, lo único realmente eficaz es
el amor que nace de lo más profundo del corazón, cuando nos hacemos conscientes que
cada uno de nuestros semejantes, sin importar la raza, la religión, ni su condición social es
nuestro hermano, porque todos sin excepción somos hijos del mismo Padre.
El amor hacia nuestros hermanos es la condición ineludible que Jesús nos puso para
entrar en el reino de Dios, si no amamos a nuestros hermanos que vemos, tampoco
podemos amar a la divinidad que es invisible a nuestros ojos, y "el espíritu del Dios
verdadero que está en el corazón del hombre quiere que todos los seres humanos sean
hermanos "no de palabra sino de sentimientos, es fácil hablar de hermandad, pero nuestras
palabras deben estar avalas por nuestras obras las cuales deben ser motivadas por el amor
y la comprensión.
Nuestras acciones por buenas que ellas aparenten ser, si no están impregnadas de
amor y motivadas por su fuerza, no tienen el más mínimo valor espiritual, porque "el reino
de los cielos no es un orden social ni económico, es una fraternidad espiritual de los
individuos que conocen a Dios. Pero también es verdad que la hermandad es en sí misma
un nuevo y sorprendente fenómeno social, que produce asombrosas repercusiones políticas
y económicas"
Si cada uno de los que nos llamamos cristianos, no nos limitáramos a pagar a nuestros
obreros, a nuestras asesoras del hogar un salario, sino que compartiéramos con ellos parte
de nuestra abundancia pagando un salario más digno y generoso de lo que la ley nos
impone, no sólo estaríamos practicando la hermandad que Jesús nos pide, sino que
también estaríamos evitando que el más fuerte oprima al más débil.
"La persona religiosa, no debiera ser insensible al sufrimiento social, ni a la injusticia
civil, ni al pensamiento económico ni a la tiranía política. La religión influye directamente
sobre la reconstrucción social, porque espiritualiza e idealiza al ciudadano común"
No podemos olvidar que la caridad, comienza donde termina la justicia y la justicia debe
estar regulada por el amor, para que además de justa sea generosa. "La verdadera religión
es una manera significativa de vivir en forma dinámica frente a frente con las realidades
comunes de la vida diaria "y no solamente en el templo una vez a la semana para que nos
vean. Recordemos que Jesús nos dijo que lo que hiciera nuestra mano derecha, no lo debía
saber la izquierda. El bien mientras más silencioso sea, será más real y sincero porque
estaremos actuando por amor y no motivados por nuestro ego.
Recordemos que el amor es el deseo de hacer el bien a los demás y que este deseo es
contagioso, no nos cansemos de hacer el bien sin esperar recompensa porque "el fruto que
no recibamos en este mundo por nuestra siembra, lo recibiremos en el venidero"
17
Una vez que mis hijos se hagan conscientes de la certeza de la presencia divina, esa
fe abrirá su mente, ennoblecerá su alma, fortalecerá su personalidad, aumentará su
felicidad, intensificará su percepción espiritual y realzará su poder para amar y ser
amados.
La presencia divina está presente en el alma humana desde temprana edad, sin
embargo para que ella pueda actuar y entregarnos sus dones es preciso "hacernos
conscientes de esta presencia" Esto no significa ver a nuestro Espíritu, ni mucho menos el
poder comprender su presencia en nuestra mente, porque "el más grande de todos los
misterios impenetrables de Dios, es el fenómeno de la residencia divina en la mente de los
mortales"
Esta divina presencia, no puede ser comprendida por la mente finita, "no podemos
buscar a Dios por medio del conocimiento, pero podemos conocerlo en nuestro corazón por
medio de la experiencia personal" Por eso,"no es tan importante que conozcáis el
hecho de Dios, como que crezcáis cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de
Dios." y ella puede ser sentida en forma de fe y en el deseo sincero de ser perfectos como
El lo es, porque sin este anhelo del alma humana, sin la aceptación de su libre albedrío,
Dios no puede manifestarse en nosotros "de este modo, el espíritu de la divinidad se vuelve
humildemente obediente a la elección de la criatura"
Cuando entregamos a Dios nuestra voluntad, él hace maravillas en nosotros, nos hace
mucho más de lo que somos por origen, porque "la religión consiste, no en proposiciones
teológicas, sino en el discernimiento espiritual interior y de la confianza del alma, porque la
única seguridad que tienes de un Dios personal, consiste en tu propio discernimiento en
cuanto a tu creencia en las cosas espirituales y tu experiencia con ellas"
Una prueba de que hemos entregado nuestra voluntad a Dios y que le estamos
permitiendo actuar en nuestra mente, es nuestra alegría interior y en la paz profunda que
nos acompaña, aún en medio de los problemas cotidianos, porque sabemos que todo lo
que le ocurre a un hijo de Dios, redunda en su beneficio espiritual y en el de sus hermanos
en la carne, pues "no es posible regocijarse en la paternidad de Dios si se abandona o
rechaza la fraternidad del hombre"
En la medida que sepamos sacar el significado a lo que nos ocurre en nuestra vida
cotidiana, en la medida que en cada uno de nuestros hermanos veamos a un hijo de
Dios, nuestra percepción de la presencia de la dádiva del Padre en nosotros, se irá
aumentando y seremos cada día más felices y plenos porque “la religión no es una técnica
para llegar a una paz mental estática, sino que es un impulso hacia la organización del alma
para el servicio dinámico, pues los valores no pueden ser estáticos, la realidad significa
cambio y crecimiento espiritual” y es en este renacer cada día, en esta capacidad de
asombro siempre latente es donde se encuentra la verdadera felicidad, porque ella no está
fuera, está dentro de nuestra mente y de nuestro corazón.
18
La comprensión progresiva de la realidad, es el equivalente de acercarse a Dios. La
conciencia de la identidad con la realidad, es el equivalente de experimentar el yo
completo. La experiencia de la realidad total es la realización plena de Dios y la
finalidad de la experiencia conocedora de Dios.
19
El hombre tiende a cristalizar la ciencia. a formular la filosofía y a dogmatizar la
verdad, porque tiene pereza mental para ajustarse a la lucha progresiva del vivir y
que también teme terriblemente lo desconocido. El hombre es lento para iniciar
cambios en sus hábitos de pensamiento y en su técnica de vivir.
Es mucho más fácil el seguir a las masas y el quedarse con lo conocido y establecido,
porque para hacerlo no se necesita pensar, ni mucho menos tomar decisiones y esto no
solamente en el campo religioso, sino también en el plano científico donde cada nuevo
experimento requiere de mucho tiempo para ser aceptado por la ciencia.
En cambio la religión que Jesús nos trajo, la religión del espíritu, no pone la
responsabilidad individual en nada ni en nadie, porque se tiene la certeza que cada
individuo es dueño de su propio destino, porque es precisamente el uso de su libre albedrío
lo que lo diferencia del resto de los animales.
La religión del espíritu no fructifica en medio del dogma y las presiones jerárquicas
porque ella nos deja "libres para buscar la verdad donde quiera que ella se encuentre, sin
importar si el canal de su transmisión es aparentemente humano" no busca doctrinas
determinadas que le enseñen donde está la Verdad, porque sabe que la mejor maestra es
la Vida y es ella quien le dará a cada uno lo que precisa para evolucionar.
La religión personal es siempre una búsqueda, porque sabe que toda verdad estática al
igual que el agua detenida, muere más temprano que tarde y por lo mismo esa búsqueda
no se limita a un libro, ni a un concepto, ella no tiene límites, se busca y se encuentra en
donde quiera que nuestro espíritu sea capaz de rebélanosla, porque “la religión de
revelación deberá siempre limitarse por la capacidad del hombre para recibirla,
La búsqueda de la verdad se transforma entonces en algo vivo y apasionante, donde el
conocimiento se convierte en un medio para llegar a ella, pero no en un fin, porque "la
verdad no se puede definir en palabras, sino solamente viviéndola, porque el conocimiento
tiene que ver con los hechos, la sabiduría con los significados y la verdad con los valores de
la realidad.”
La Verdad es una sola, pero nosotros los humanos, tenemos que llegar a ella en forma
paulatina, armando cada uno su propio puzzle, lo cual sin duda requiere de una conciencia
despierta y de una disposición de entrega a la voluntad de Dios porque la fe que nos lleva a
la verdad debe ser "reflexiva y profunda, tener capacidad de autocrítica sincera y una moral
intransigente con uno mismo." porque "la evolución espiritual es una experiencia de
elección creciente y voluntaria de hacer el bien, asistida por una disminución progresiva de
la posibilidad del mal" pues "cada día que vive un verdadero creyente, le resulta más fácil
hacer lo que es recto" porque lo anima el amor al Padre y no el temor al castigo.
No se puede despertar la conciencia interior, si tenemos pereza mental y no somos
capaces de darle tiempo a nuestra mente para que sea ella quien en forma volitiva y
consciente guíe nuestras acciones y decisiones.
20
La conciencia de Dios equivale a la integración del yo en el universo y en sus niveles
más altos de la realidad espiritual porque todo lo verdadero, bello y bueno no puede
perecer. Si el hombre no elige sobrevivir, el Espíritu conservará esas realidades
nacidas del amor y alimentadas en el servicio.
Tener conciencia de Dios, significa sentir que él no es un Dios lejano que tengamos que
ir a buscar en lugares y horas determinados, sino que es nuestro Padre que no nos
abandona ni de día ni de noche, porque por amor, una partícula de su esencia se ha
quedado para siempre en toda alma que desee sobrevivir más allá de su estadía en esta
tierra.
"No podemos buscar a Dios por medio del conocimiento, pero podemos conocerlo en
nuestro corazón por medio de la experiencia personal" pues en la medida que su presencia
se manifiesta en nuestra vida cotidiana, ella comienza a cambiar en forma sustancial,
porque todo, hasta lo más mínimo tiene un significado especial para nosotros, porque
somos capaces de reconocer en todo, la voluntad divina en nuestras vidas y somos
capaces de decir: "si Dios está conmigo, he determinado que no albergo dudas en mi
corazón" por tanto, estoy pronta a "entregarle mi voluntad para que se haga su voluntad"
porque mi mañana está totalmente en manos de mi Padre"
Cuando estos sentimientos mueven nuestras acciones, nada de ellas puede perderse,
porque todas nuestras experiencias concientes no sólo nos sirven en forma individual para
nuestra sobrevivencia eterna, sino que también son acumuladas como experiencias por
nuestro Espíritu residente en nuestra alma.
"Una personalidad que conoce a Dios y que desea hacer su voluntad y que tiene
discernimiento espiritual, es divinamente estable y eternamente existente" y por lo mismo,
su vida en esta tierra deja de ser un valle de lágrimas y pasa a convertirse en un valle
florido de oportunidades que le llenan de una alegría profunda, porque tiene la certeza que
no está solo y que todo le sirve en su camino evolutivo porque " todo trabajo es sagrado
pues nada de lo que hace un hijo de Dios es ordinario"
Tener conciencia de Dios es encontrarlo por nosotros mismos, en nuestra propia alma y
también en el alma de los demás, porque todos somos hermanos y Dios habita en todos
ellos, aun cuando muchas veces nos resulte difícil el creerlo por sus malas acciones, pero
no olvidemos que “Dios no tolera el pecado, pero que ama al pecador” y lo mismo
deberíamos hacer nosotros, porque nadie necesita tanto de nuestra comprensión y de
nuestro amor, como aquél que no lo merece.
Si tuviésemos presente estos pensamientos, la hermandad no nos resultaría algo difícil
de practicar, sino por el contrario, el amar a nuestros hermanos sería la mayor motivación,
porque es en el trato con ellos en donde estamos evaluando constantemente nuestro grado
de espiritualidad y de amor a Dios.
21
El Dios eterno es incapaz de cólera ni de ira... Estos sentimientos son bajos y
despreciables, indignos de ser llamados humanos, mucho menos divinos; y tales
actitudes son absolutamente ajenas a la naturaleza perfecta y al carácter
misericordioso del Padre Universal.
22
El espacio se mide por el tiempo, no el tiempo por el espacio. El espacio no es
solamente un concepto intelectual de la variación en la relación entre los objetos del
universo. El espacio no está vacío y la única cosa que el hombre conoce que puede
llegar a trascender parcialmente el espacio, es la mente. Ella puede funcionar
independientemente del concepto de que los objetos materiales están relacionados
con el espacio.
El tiempo es lo más relativo que existe para el ser humano, puede parecer una eternidad
cuando se está afrontando una situación difícil y parece un segundo cuando ese mismo
tiempo está lleno de felicidad. "El tiempo es la corriente de acontecimientos temporales
percibidos por la conciencia de la criatura" es nuestra mente quien regula nuestro tiempo
personal, que sin duda difiere mucho del tiempo real.
Sin embargo, esto tan relativo como es el tiempo, es todo lo que tenemos los seres
humanos para evolucionar, porque del empleo que hagamos de él dependerá nuestra sobre
vivencia eterna. El ser humano, suele olvidar que su tiempo en esta envoltura mortal es
limitado y vive como si fuese inmortal, postergando muchas veces cosas importantes para
un mañana que no sabe si llegará, porque hay una sola certeza: tenemos que morir.
"Los mortales de los dominios del tiempo y el espacio, pueden diferir en capacidades
innatas y en dotes intelectuales, pueden contar con una ambiente favorable al avance social
y al progreso moral, o bien pueden sufrir de carencia de casi toda ayuda humana a la
cultura y a los supuestos avances en las artes de la civilización, pero las posibilidades del
progreso espiritual en la carrera de la ascensión, son iguales para todos"
Las posibilidades de crecimiento son iguales para todos, pero no así el tiempo, porque
desconocemos cuando la muerte, terminará nuestra carrera en este mundo material, por
eso es que debiéramos vivir cada día como si fuese el último. Si lo hiciéramos, nuestra vida
sería mucho más plena, porque no perderíamos el tiempo en cosas inútiles como por
ejemplo almacenar rencores u orgullos que de nada nos servirán en los mundos de
estancia.
Vivir el presente, es la mejor manera de aprovechar el tiempo de nuestra estadía en la
tierra, porque él es el único que en verdad nos pertenece pues "este mundo es sólo un
puente, podéis pasar por él, pero no debéis pensar en construir sobre él vuestra morada" ya
que "la metamorfosis de la muerte, constituye el único procedimiento posible, a través del
cual puedes escapar de las cadenas del tiempo y las ataduras de la creaciones material,
pudiendo así marchar al ritmo espiritual de procesión progresiva de la eternidad"
Aprovechemos el tiempo en forma consciente pues es la única forma de asegurarnos la
sobre vivencia eterna, es Aquí y Ahora todo lo demás son excusas y atajos para eludir el
trabajo diario.
23
No cometáis el error de utilizar tácticas despreciables como por ejemplo, la de
intentar por medio del terror, que los hombres entren al reino. Un padre amante no
aterroriza a sus hijos para conseguir que obedezcan sus exigencias justas.
Jesús vino a cambiar completamente el antiguo concepto del Dios castigador y selectivo,
por el de un Padre que en vez de imponer el rigor de la ley, apela a su comprensión y a su
amor.
La religión de Jesús, la religión del espíritu, no nos pide una fe ciega sino que busca que
cada uno de nosotros, encuentre el verdadero significado a lo que dice creer, pues sólo
cuando algo se comprende se convierte en una experiencia personal, que a su vez deriva
en los frutos del espíritu.
Así como las frutas de un árbol, no maduran por la presión de los extraños, sino que lo
hace, por el calor del sol y el agua del riego, las almas tampoco evolucionan por el temor al
castigo divino, sino que lo hacen motivadas por la luminosidad que le proporciona su propio
espíritu y por sus ansias del beber el agua viva de las enseñanzas de Jesús.
El alma que busca el camino de su superación personal, sabe que "al entrar en el reino
no puede escapar a sus responsabilidades, ni evitar sus obligaciones, pero a la vez
también recuerda, que el yugo del evangelio es fácil y la carga de la verdad es ligera"
porque en su lucha por la perfección no está nunca sola, pues el Espíritu guía sus pasos.
"El creer en el evangelio, no prevendrá los problemas, pero sí asegurará que vosotros
actuaréis sin miedo, cuando los problemas ocurran, Si os atrevéis a creer en mí y
procedéis de todo corazón en seguir mis huellas, vosotros al así hacerlo os encamináis sin
lugar a dudas por una senda acertada. No os prometo liberaros del mar de las
adversidades, pero si os prometo que navegaré a través de todas ellas con vosotros." Estas
palabras de Jesús deberían estar siempre presentes en nuestra mente cuando algo nos
agobia o no sabemos como resolver, porque nuestra confianza en el amor de nuestro Padre
nos ayudará a encontrar la solución adecuada.
Recordemos que “la mejor manera de resolver los problemas enmarañados, consiste en
alejarse de ellos por un tiempo” porque así le damos espacio a la razón y calmamos a la
impaciencia y al ego, que son los peores consejeros.
Si aprendemos a no temer a las dificultades porque sabemos que Dios como todo buen
padre, no nos va a enviar nunca una prueba que exceda a nuestra capacidad de soportarla,
nos será mucho más fácil el sacarle el significado y aprovecharla para nuestro crecimiento
espiritual, porque no hay duda que “la sabiduría del hombre, nace de las pruebas y los
errores de la experiencia humana.”
Para quien se considera un hijo de Dios, nada debería atemorizarlo porque sabe que en
medio de las más fuertes tormentas, El siempre está presente.
24
Cada raza de la humanidad, tiene su propio enfoque mental sobre la existencia
humana, por consiguiente la religión de la mente, siempre debe ser fiel a estos varios
puntos de vista raciales. Las religiones de autoridad no pueden llegar jamás a la
unificación. La unidad y la hermandad de los mortales, sólo pueden ser alcanzadas
por la religión del espíritu y a través de ella. Las mentes raciales pueden diferir, pero
la toda la humanidad está habitada por el mismo espíritu divino y eterno.
¿Han visto mayor comprensión y falta total de dogmatismo que lo que se enuncia en
esta cita? El respeto por la forma de pensar y sentir de cada raza, debería ser también
nuestra norma de conducta en vez de creernos dueños de la verdad y mirar con
desconfianza y falta de respeto a los que no creen lo mismo y de igual forma que nosotros.
La mayoría hemos crecido escuchando que la única religión verdadera era la católica,
sin embargo las enseñanzas de Jesús son muy diferentes, El nos enseña no sólo a respetar
la religión de nuestros hermanos, sino también a no juzgarlos, nos advierte:"no cometas el
error de juzgar la religión de otro, con vuestras propias normas de conocimiento y
verdad." Porque como cada ser tiene un alma individual, nadie puede pensar de la misma
manera, así como hay un ADN físico, también hay uno a nivel del alma.
"Debéis dejar de buscar la palabra de Dios, sólo en las páginas de los viejos libros de
autoridad teológica. Los que han nacido del espíritu de Dios, de ahora en adelante
discernirán la palabra de Dios, sea donde fuere que ésta aparezca originarse pues la
verdad divina, no debe ser desechada porque el canal de su transmisión sea
aparentemente humano" Muchas veces los Power que recibimos encierran grandes
verdades, que si los pusiéramos en práctica seríamos un poco mejor.
Si tuviésemos esta disposición interior, nos sería mucho más fácil el encontrar la verdad
en las cosas simples de nuestro acontecer diario y sentirnos mucho más cerquita de
nuestro Padre de los cielos, también aprenderíamos de todos nuestros hermanos, sin
importar cual sea su religión, su clase social o su partido político.
Siempre he pensado que cuando lleguemos a los mundos de estancia nos vamos a
llevar muchas sorpresas porque nos vamos a encontrar con muchos a quienes nuestros
prejuicios nos hicieron descalificar. No olvidemos nunca que "la habilidad es la medida
práctica de las oportunidades de la vida. No serás nunca responsable por cumplir con lo
que está más allá de tus habilidades, porque Dios otorga la misma recompensa por igual
fidelidad, cuando hay menos oportunidad" Nosotros, hemos tenido mayores
oportunidades de evolucionar, que los que no han tenido la dicha de conocer las
enseñanzas de Jesús, sin embargo éste nunca será un obstáculo para que otras razas y
otras religiones encuentren su salvación con las herramientas que ellos hayan recibido.
25
Rogaré por vuestra orientación espiritual, mientras hacéis planes para una vida
nueva y mejor en la tierra y para la vida eterna en el gran más allá.
La cita que hoy comentamos encierra muchas lecciones, ya que ella fue dicha por Jesús
a dos mujeres cortesanas, a quienes no solamente no condena, sino que las llena de
esperanza de una vida mejor en esta tierra y en la venidera en el cielo.
No importa el pasado, ni cuan bajo hayamos podido caer, porque siempre tendremos el
presente para reparar con sinceridad nuestras faltas, porque el Dios que mora en nuestra
alma, siempre estará pronto a ayudarnos en nuestra rehabilitación pues "en la mente de
cada ser humano vive un espíritu divino, la dádiva del Padre y este espíritu lucha
constantemente por conducirnos a Dios, por ayudarnos a encontrarlo y conocerlo"
De nuestra disposición interna depende el encontrar a Dios, no esperemos conocerlo a
través de hechos extraordinarios pues "los hombres no hallan al Supremo en forma
repentina y espectacular como un terremoto abre abismos en las rocas, sino que lo
encuentra lenta y pacientemente, como un río que desgasta quietamente las rocas de su
lecho"
"Escuchar las enseñanzas de Jesús, no equivale a conocer a Dios, pero ver a Jesús es
una experiencia que en sí misma, es una revelación del Padre al alma" Ver a Jesús
significa ser capaces que su ejemplo y sus enseñanzas se hagan parte de nuestra vida
cotidiana y se manifiesten en obras tangibles que sean favorables a nuestra evolución
espiritual y que ayuden a nuestros semejantes. "Pero todo esto debe consistir en la
experiencia personal de cada creyente"
Cada uno de nosotros debe aprender a encontrar a Dios por sí mismo y a su propio ritmo,
todo lo que pueda aprender o le puedan enseñar sobre El lo debe tomar a modo de
inventario y como un conocimiento útil y necesario, pero lo único que en verdad tiene valor
de sobre vivencia es lo que cada uno pueda vivenciar y sentir en lo más íntimo de su ser, es
la única forma de no recibir el reproche de Jesús cuando dijo: “debéis prestad oído a mis
palabras, para no cometer el error de escuchar mis enseñanzas con la mente, mientras
vuestro corazón no comprende el significado”
Ese es el gran mal de la gran mayoría de los creyentes, nos quedamos en la parte
intelectual de la religión, pero no somos capaces de incorporarla a nuestra vida cotidiana.
Hay una gran dicotomía entre lo que decimos creer y nuestra forma de actuar, si no fuese
así habría mucho más amor en el mundo y muchísima menos injusticias.
Se nos olvida que la vida eterna a la cual aspiramos, la tenemos que ganar en el Aquí y
Ahora porque “a Dios tan sólo se le puede conocer por las realidades de la experiencia, no
se le puede comprender nunca por la sola enseñanza de la mente.
26
Puesto que la verdadera religión es asunto de experiencia personal espiritual, es
inevitable que cada creyente en forma individual tenga su propia interpretación
personal de la realización de la experiencia espiritual.
27
El reino del cielo en el corazón de los hombres, creará la unidad religiosa, no
necesariamente la uniformidad, porque todos y cada uno de los grupos religiosos,
estarán libres de toda noción de autoridad eclesiástica y soberanía religiosa. Dios es
espíritu y dispensa un fragmento de su ser espiritual para que resida en el corazón
del hombre. Espiritualmente, todos los hombres son iguales, el reino del cielo no
reconoce castas, clases, niveles sociales, ni grupos económicos. Todos vosotros
sois hermanos.
Si desde un comienzo los cristianos hubiesen tenido presente estas palabras de Jesús
¡qué diferente podría ser hoy nuestro planeta! ¡Cuántas guerras llamadas "santas" nos
hubiésemos evitado, cuantas muertes llevadas a cabo por defender la fe, cuantas
intolerancias no habrían asolado al mundo!
Sin embargo, desde el Concilio II algo se han mejorado las cosas, porque ahora hay una
visión más ecuménica de las religiones y las jerarquías se han convencido que pueden
haber diferencias de interpretación, pero que eso no quiere decir que creen abismos de
incomprensión porque "si las diferentes religiones reconocen la soberanía de Dios Padre,
todas ellas permanecerán en paz. Sólo cuando una religión supone que de alguna manera
es superior a las otras y que posee una autoridad exclusiva sobre los otras, se vuelve
intolerante si se atreve a perseguir a otros creyentes religiosos"
Es bueno echar las barbas en remojo, porque muchas veces los urantianos, también
pecamos de intolerantes y exclusivistas, al querer seleccionar a los lectores del Libro ya sea
por su poder económico o cultural, olvidando que el reino que Jesús nos trajo está abierto
para todos los hombres sin distinción alguna.
Nosotros, más que cualquier otro grupo debemos aceptar y comprender a los hermanos
que no conocen o no aceptan nuestro Libro, porque deberíamos saber que "la religión de
revelación deberá siempre limitarse por la capacidad del hombre para recibirla" porque "la
comprensión de la religión no ha sido nunca ni lo será jamás dependiente del gran saber o
de lógica ingeniosa. La fe está al alcance tanto de los cultos como de los incultos. La
religión debe ser siempre su propio crítico y juez, no puede ser observada ni mucho menos
comprendida desde afuera. La única seguridad que tienes de un Dios personal, consiste en
tu propio discernimiento en cuanto a la creencia en las cosas espirituales y tu propia
experiencia con ellas."
Jesús "que no cometió el error de enseñarles más, no precipitó su confusión
presentándoles una verdad que rebasara su capacidad de comprensión” es posible que
muchos no estén preparados para el Prólogo o para la comprensión del universo, pero no
olvidemos que sí podemos hablarles de Jesús porque "de todo conocimiento humano, el
que tiene mayor valor es conocer su vida y cómo El la vivió" y su ejemplo es atrayente y
comprensible para cualquier ser humano
28
Recuerda que hay dos seres de quienes no puedes escapar: Dios y tú mismo. Donde
quiera que vayas, tu yo va contigo, asimismo va el espíritu de mi Padre que habita
dentro de tu corazón. Hijo mío, no trates más de engañarte; se valiente y enfréntate a
los hechos de la vida; aférrate a la seguridad de la filiación con Dios y a la certeza de
la vida eterna. Un hombre verdadero es el que se decide a encarar la vida con valentía
e inteligencia.
Cada vez que nos dejamos llevar por el consumismo, los prejuicios o el temor, estamos
huyendo de Dios y de nosotros mismos, porque Dios es amor y quien tiene a Dios en su
corazón goza de paz y de serenidad, aún en medio de los problemas y sufrimientos, porque
la unión con nuestro Padre, sólo nos puede dar armonía, ya que voluntariamente le hemos
entregado nuestra voluntad, para que se haga la suya.
El confiar en su amor, nos da la confianza que vamos por buen camino, porque en esta
lucha por superarnos, no estamos nunca solos, nuestro Espíritu residente está siempre
pronto a ofrecernos toda la ayuda necesaria para alcanzar nuestras metas de perfección.
Pero recordemos, que él tiene sus manos atadas a nuestras decisiones. Ellos nos
sugieren que hacer, pero no nos obligan, porque si lo hicieran dejaríamos de ser personas
individuales y con libre albedrío y nos convertiríamos en animalitos amaestrados, en robots
planificados con funciones específicas.
La evolución, no es algo éterico que se pueda conseguir con oraciones o sacrificios, por
algo Jesús nos pide que no seamos “místicos pasivos ni ascetas insulsos” porque la
salvación, la evolución espiritual, sólo se consigue “encarando la vida con decisión, valentía
e inteligencia” Por eso, antes de actuar deberíamos saber muy bien lo que queremos y
para qué.
El tener claro los objetivos es aprender a usar nuestro libre albedrío y también nuestra
inteligencia, porque es a través de nuestra mente despierta, que el Espíritu pueden ejecutar
su labor de guiarnos, porque “aunque la tarea de ellos es de naturaleza espiritual, deben
por fuerza, hacer todo su trabajo sobre una base intelectual”porque nosotros somos materia
y por lo tanto todo lo espiritual debe pasar primero por nuestra mente, ella es “ la arena en
la cual viven las personalidades humanas, tienen autoconciencia, toman las decisiones y
eligen a Dios o lo abandonan, se eternizan o se destruyen a sí mismos.”
De allí la importancia de mantener nuestra mente libre de todo pensamiento negativo y a
nuestro corazón de toda emoción que signifique descontrol emocional, porque donde no
hay paz interna, no puede haber unión con Dios, pues el espíritu no se manifiesta en medio
del bullicio de la ira, los rencores o simplemente de la impaciencia.
Dios está en el cielo, pero también habita en más profundo de nuestra alma, pero para
que su presencia pueda manifestarse es preciso que nosotros tengamos una disposición
interna tal, que nos permita escuchar sus murmullos.
29
En verdad, que vosotros los mortales sois de origen animal, vuestro cuerpo en
realidad es de polvo, pero si realmente lo queréis, seguramente la herencia de las
edades será vuestra y algún día serviréis a lo largo y a lo ancho de los universos en
vuestro carácter verdadero de hijos del Dios Supremo de la experiencia e hijos
divinos del Padre del Paraíso.
No podemos negar que nuestra naturaleza es débil y que nuestra permanencia en este
planeta está limitada por la muerte física y para los que no creen en Dios, debe ser algo
muy frustrante el pensar que sólo somos polvo, creo que por algo grandes ateos en sus
últimos momentos han vuelto su mirada hacia Dios. Los que estamos seguros que la
muerte es sólo un paso, no tememos la extinción física, porque sabemos que en los
mundos de estancia continuaremos con nuestra evolución, porque nada de lo que aquí
hacemos se pierde y es más, en ellos podremos experimentar las experiencias que en
Urantia no tuvimos, como por ejemplo la de ser padres o madres, porque "ningún mortal
ascendente puede escapar a la experiencia de criar hijos, los propios o los ajenos, sea en
los mundos materiales o posteriormente en el mundo de los finalistas de Jerusem"
"El hombre puede ser un gusano en el polvo por su naturaleza y origen” pero eso no
asusta a los que nos sentimos hijos de Dios, porque podemos vivir esta vida mortal llenos
de esperanza, porque sabemos que cuando lo habita el espíritu del Padre, ese hombre se
hace divino en su destino" por eso, nuestra vida está llena de posibilidades que pueden ser
nuestras, con sólo desearlas y al poner nuestra voluntad al servicio de la voluntad divina. En
nuestras manos está el dejar nuestra envoltura humana y al igual que lo hace la crisálida
convertirnos en una mariposa capaz de remontar las alturas, pues "la vida humana es un
cambio incesante de los factores de la vida, unificados por la estabilidad de una
personalidad incambiable"
Recordemos que la Personalidad del hombre, no es ni su cuerpo, ni su mente, ni su
espíritu, tampoco lo es el alma. La personalidad es la única realidad invariable en una
experiencia por otra parte constantemente cambiante de la criatura. La Personalidad une
todos los factores asociados de la individualidad, es el don único que el Padre Universal
hace a las energías vivientes y asociadas de materia, mente y espíritu y que sobrevive con
la supervivencia del alma"
¿Cómo entonces podemos vivir aferrados a lo material y caduco, sabiendo que nuestro
destino es eterno y divino? No se trata de renunciar ni de condenar lo material, sino de ser
capaces de sacarle el significado a todo lo que nos ocurre porque de esta manera
transmutamos lo material en espiritual, pues nada de lo que hace en forma consciente un
hijo de Dios carece de importancia, pues todo tiene un valor intrínseco de sobre vivencia
eterna.
30
La religión de Jesús es la influencia unificadora más poderosa que el mundo ha
conocido jamás.
La religión que Jesús vino a traernos la verdadera unión, la cual se concretó con la
llegada del Espíritu de la Verdad. Es unificadora porque este Espíritu "fue otorgado a todos
los creyentes sinceros. El día de Pentecostés la religión de Jesús rompió todas las
restricciones nacionales y las cadenas raciales. Se liberó de la custodia de los sacerdotes y
de todas las castas sagradas y encuentra su manifestación real en el alma de cada
hombre."
Sin embargo es una paradoja, porque en la medida que el cristianismo fue tomando
fuerza, se fue perdiendo a la vez la religión de Jesús, esa que "nos deja por siempre libres
de buscar la Verdad donde quiera que nos lleve la guía del espíritu" porque ella "es válida,
sólo cuando revela la paternidad de Dios e intensifica la hermandad de los hombres" pero
desgraciadamente estos principios básicos se fueron quedando entrampados solamente en
los “no harás”
"Hasta el día de Pentecostés, la religión tan sólo había revelado a Dios a los hombres
que lo buscaban. Después de Pentecostés, el hombre aún busca a Dios, pero brilla sobre
el mundo, el espectáculo de Dios que también busca al hombre y que envía a su espíritu
para que more en él, cuando lo haya encontrado"
El Espíritu de la Verdad, nos permite buscar a Dios y encontrarlo en nosotros y por
nosotros mismos porque nada ni nadie puede reemplazar a la experiencia personal. Si
queremos que el mundo cambie, primero tenemos que cambiar nosotros desde nuestro ser
interno porque "la moralidad nunca se puede promover por ley ni por la fuerza. Es un asunto
personal de libre albedrío, que debe diseminarse mediante el ejemplo de las personas
moralmente atrayentes, con aquellas que responden menos moralmente" porque “la religión
de Jesús es "la actitud de un alma individual, en sus relaciones conscientes con su
Creador" que tiene la fuerza de irradiar lo que siente en su alma y en su corazón en sus
actividades cotidianas, sin importar cual sea su religión o su raza.
Debemos pues olvidar las diferencias de toda clase y trabajar por unificar los espíritus
solamente en torno al amor, la belleza y la verdad, porque solamente cuando estos sean los
parámetros por los cuales se rija nuestra espiritualidad, ella será verdaderamente real,
porque podremos ser Uno en Todos y Todos en Uno.
Unidad no significa necesariamente igualdad de criterios ni de pensamientos, porque
debemos siempre respetar la personalidad y las creencias de los demás, pues para
alcanzar “una causa recta, no se debe avanzar jamás por la fuerza, las victorias espirituales
sólo se pueden alcanzar mediante el poder espiritual” el cual lo poseemos cuando
permanecemos unidas al Espíritu que en nosotros mora y seguimos sus insinuaciones.
31
La genuina fe espiritual, la conciencia moral auténtica, se revela en que: produce una
confianza sublime en la bondad de Dios, aun frente a un amargo desencanto y una
derrota total. Genera profundo valor y confianza a pesar de las adversidades
naturales y calamidades físicas
"En los momentos de prueba es cuando se revela el alma del hombre, la prueba revela
lo que verdaderamente alberga su corazón" porque es fácil reconocer a Dios en la belleza
de un atardecer o ante una gran alegría, pero lo importante es reconocer su amor y su
bondad cuando nuestro corazón ha sido herido por el desengaño, la traición o lo
que erróneamente, solemos llamar "mala suerte"
La mala o la buena suerte no existe, todo obedece a Efectos producidos por nuestras
propias Causas pues "la naturaleza no ofrece más que una clase de justicia, y ella es la
conformidad inevitable de los resultados de las causas" si nos convenciéramos de este
principio, no habrían quejas, ni el preguntarnos ¿por qué a mí? Cuando los problemas nos
visitan.
Por tanto, "mucho de lo que un mortal llamaría buena suerte, puede ser en realidad mala
suerte, por ejemplo la sonrisa de la fortuna que dona tiempo libre no ganado y la riqueza no
merecida, puede convertirse en la mayor de las aflicciones, en cambio la crueldad aparente
de los actos perversos que acumulan tribulaciones sobre un mortal sufriente, puede ser en
realidad un fuego templador que está transmutando el hierro blando de la personalidad
inmadura, en el acero duro del verdadero carácter"
Para un verdadero creyente, todo es digno de ser analizado y aprovechado para la
evolución personal, pues "ninguna experiencia valiosa, ocurre jamás en vano, ningún
significado verdadero o valor real se pierde jamás" la Vida es nuestra verdadera Maestra y
nos da a cada uno, la lección que necesitamos para crecer en amor y en sabiduría.
Nuestra confianza en el amor y la bondad de Dios, se debiera acrecentar en los
momentos de prueba para tener el criterio para no perder la confianza y aprovechar lo que
nos ocurre, como una nueva oportunidad de renacer, como el ave Fénix que renace de sus
cenizas nosotros debiéramos salir fortalecidos después de cada prueba y poder decir desde
el fondo de nuestro corazón "he aprendido a contentarme con todo, cualquiera sea nuestra
situación" porque "es mi voluntad que se haga la voluntad de mi Padre".
Esta confianza nace de la seguridad de sentirnos amados por El, de saber que debemos
dejarle la mano libre para que actúe, porque el tiempo de Dios es diferente al nuestro,
nosotros vemos sólo lo mediático, el en cambio ve lo que es bueno para nuestra sobre
vivencia eterna, que es nuestro verdadero destino, porque “esta vida es sólo un puente,
podemos pasar por él, pero no podemos fijar en él nuestra morada.”
Aprender a confiar en Dios, como un niño confía en su padre, es lo que nos da la
verdadera paz espiritual que tanto anhelamos sobre todo en medio de las tribulaciones.
32
No permitáis que la reverencia por las tradiciones, pervierta vuestra comprensión que
vuestros ojos no vean y vuestros oídos no oigan. No es propósito de la religión
verdadera solamente traer paz, sino también asegurar el progreso. No puede haber
paz en el corazón, ni progreso en la mente, a menos que os enamoréis de todo
corazón de la verdad.
Cuando la religión se sigue por la tradición del país o de la familia, se convierte en una
religión de rutina que nos impide tomar conciencia de la religión personal "que es una forma
de vida y una técnica de pensamiento" que cada uno debe practicar a su propia manera.
La religión personal es la única que nos `permite tener nuestros propios pensamientos y
nuestro propio discernimiento, porque en ella "cada ser humano define la religión en sus
propios términos, según los impulsos divinos que emanan del Espíritu de Dios que en él
reside y por tanto esta interpretación, debe ser única y totalmente distinta de la filosofía
religiosa de todos los demás seres humanos"
La religión personal no sólo busca la paz espiritual individual, sino que como
consecuencia lógica de su amor a la voluntad de Dios, procura no interferir, sino por el
contrario avalar todo lo que signifique un progreso real para la sociedad, pues "el nivel de
cultura de un mundo, se mide por el legado social de sus seres nativos y el grado de
expansión cultural depende exclusivamente de la capacidad de sus habitantes para
comprender ideas nuevas y avanzadas"
En este mundo, en donde el progreso avanza a pasos agigantados, no permitamos que
una falsa religión y el temor a lo desconocido lo frenen, por el contrario que nuestra
conciencia despierta y muestra mente abierta, sean puntales para el avance científico y
tecnológico porque "la sociedad no es una institución divina, es un fenómeno en evolución
progresiva y la civilización en avance siempre se encuentra retrasada, si sus líderes son
lentos en efectuar cambios"
Por eso "no nos dejemos enceguecer por el prejuicio, ni paralizar por el miedo" porque
mientras el amor a la Verdad sea quien nos guíe, nuestros pasos estarán bien
encaminados, porque al ser humano le queda aun mucho por descubrir y conquistar, en el
campo de la ciencia y de la tecnología y también en el plano espiritual porque “la ciencia
enseña al hombre a hablar el lenguaje de las matemáticas y adiestra sus pensamientos
sobre líneas de precisión cada vez más exactas y es también la ciencia quien estabiliza a la
filosofía a través de la eliminación del error y a la vez purifica a la religión al destruir la
superstición”
Para enamorarnos de la verdad como nos lo dice la cita, es preciso estar dispuestos a
ser dúctil con nuestras creencias y estar dispuestos a cambiarlas por verdades más
recientes que nacen de la experiencia de vivir sin permanecer aferrados a viejas tradiciones
o hábitos que lo único que hacen es detener nuestro paso y descubrir nuevos caminos de
superación espiritual y material, por algo Jesús nos repitió una y otra vez que si queríamos
entrar en el Reino debíamos renacer
33
Recordad que toda acción recibirá su recompensa. El mal acaba en aflicción y el
pecado termina en dolor. La alegría y la felicidad son el resultado de una vida buena.
Lo que haces, te será hecho en el juicio de la sabiduría. La injusticia hecha a tus
semejantes volverá a caer sobre tu cabeza, porque el hombre no puede evadir el
destino de sus acciones.
34
La fe, nunca escapa del deber de solucionar los problemas del vivir. La fe viva no
fomenta el fanatismo, la persecución ni la intolerancia. Tampoco ella encadena la
imaginación creadora, ni mantiene un prejuicio irrazonable hacia los descubrimientos
de la investigación científica.
La fe ciega no debiera existir, porque ella nos impide buscar el significado de las cosas.
Puede que muchas cosas no sean plenamente comprensibles a nuestra mente finita y
limitada, pero eso no quiere decir que tengamos que aceptar todo lo que se nos dice sin
procesarlo. Muchas veces, nos refugiamos en una falsa fe, para omitir nuestro propio
trabajo de investigación y proceso de asimilación.
Dejar todo en las manos de Dios, puede ser un gran escapismo para no hacernos
responsables de la parte que nos toca en la solución de los problemas. "No seas tan
perezoso como para pedir a Dios que soluciones tus dificultades, pero no vaciles jamás en
pedirle sabiduría y fuerza espiritual para guiarte y sostenerte, mientras atacas con
resolución y valor los problemas que enfrentas"
Tampoco es fe, la que nos ciega y nos hace creer que nuestra verdad es la única
verdadera, porque la fe viva, respeta y comprende la del prójimo y jamás actuará con
intolerancia, ni mucho menos empleará la violencia para imponerse, por eso que las
llamadas "guerras santas" no existen, sólo son producto de la estrechez humana de
pensamiento, porque "el sectarismo es una enfermedad de la religión institucional, el
dogmatismo es el avasallamiento de la naturaleza espiritual."
En cambio la religión del espíritu, comprende y acepta la forma de ver y de actuar de
otras personas religiosas porque “porque la mente de mayor esclarecimiento espiritual debe
ser paciente y tolerante de los intelectos menos dotados que necesitan el simbolismo de los
ritos” sabe muy bien que cada persona tiene su propia capacidad de contención de la
verdad, de la misma manera que un botella de medio litro jamás podrá contener un litro, por
tanto “el concepto espiritual no puede ser forzado en forma mecánica dentro del molde de la
memoria material”
La fe verdadera, es dinámica, no se aferra a nada ni a nadie, está consciente de los
avances de la humanidad y no se opone a ellos, por el contrario va a la vanguardia de los
nuevos descubrimientos científicos y culturales porque sabe que "el nivel de cultura de un
mundo, se mide por el legado social de sus seres nativos y que del grado de expansión
cultural, depende exclusivamente de la capacidad de sus habitantes para comprender ideas
nuevas y avanzadas"
Debemos estar muy conscientes que todo lo que ahora la ciencia y la tecnología están
descubriendo con una aceleración nunca antes vista, ha estado por siempre en los planes
de divinos, pero era necesario que la mente humana estuviese capacitada para utilizar
dichos descubrimientos.
“La curiosidad, el espíritu de investigación, el instinto de exploración, son parte de la dote
innata y divina de las criaturas evolutivas del espacio y estos impulsos naturales, no nos
fueron dados para reprimirlos.”
35
Dios posee un poder ilimitado para saber todas las cosas, su conciencia es universal.
El Espíritu Infinito está presente constantemente en todas partes. No estamos
completamente seguros de si Dios elige o no conocer de antemano los sucesos
pecaminosos. Pero aunque Dios preconozca las acciones de libre albedrío de sus
hijos, tal preconocimiento no influye en lo más mínimo la libertad de ellas. Una cosa
es segura, a Dios no le sorprende nada.
Los hombres especulamos muchas cosas e imaginamos muchas otras, pero pocas
veces somos capaces de confesar que algo no lo sabemos, que no tenemos ninguna
seguridad de lo que solemos afirmar. Sin embargo las Personalidades que nos relata la
omnipresencia de Dios, no tiene ningún inconveniente en decir "no estamos seguros"
reconociendo así que nadie puede realmente conocer a Dios en toda su magnitud.
Deberíamos aprender de esta humildad, y no sentirnos menoscabados por lo que como
criaturas finitas, somos incapaces de comprender porque, "Ocurre que vuestro punto de
vista aislado, seccional, finito, burdo y materialista sumado a las limitaciones inherente a la
naturaleza de vuestro ser, constituyen tal impedimento, que sois incapaces de ver,
comprender o conocer la sabiduría y bondad de los actos divinos, que os parecen cargados
de una gran crueldad y aparente indiferencia por el bienestar, felicidad planetaria y la
prosperidad de los mortales" Nosotros vemos los efectos mediáticos, Dios ve el bien de
todo el universo y sus futuras consecuencias.
"No podemos percibir la verdad, hasta que no la experimentamos con los sentimientos y
muchas verdades, no son realmente sentidas si no es en medio de las adversidades" Si no
debemos juzgar las intenciones de nuestros hermanos porque las desconocemos, mucho
menos podemos juzgar las acciones aparentemente divinas, porque bien sabemos que gran
parte de lo que ocurre en la naturaleza es más la obra del hombre haciendo uso de su libre
albedrío, que de la voluntad de Dios.
"No ocurren accidentes ciegos e impredecibles en el cosmos, como tampoco ayudan los
seres celestiales a los seres inferiores que se niegan a guiarse por la luz de la verdad"
porque "el ciclo está predestinado, pero la participación del hombre en él, es facultativo,
personal y experiencial" Por eso antes de culpar a Dios de lo que ocurre en el mundo,
pensemos en que forma estamos contribuyendo nosotros para que así sea, o de lo que
hacemos para cambiar lo negativo en positivo. Tratemos de corazón de ser parte de las
soluciones y no ahondemos los problemas con nuestras quejas inútiles, pues siempre
valdrá más encender una velita que maldecid las tinieblas. No culpar a terceros de lo que
nos pasa es muy sabio, porque el reconocer nuestras culpas, es el primer paso para poder
remediarlas y cambiar el negativismo en algo positivo, debemos ser alquimistas y aprender
a transmutar el plomo en oro, si en verdad queremos evolucionar y poder llamarnos con
justicia, hijos de Dios, porque es por nuestros frutos que seremos reconocidos como tales.
36
Dios no está personalmente presente en la naturaleza, ni en cualquiera de las fuerzas
de la naturaleza, porque ellas se deben a las imperfecciones de la evolución
progresiva y a veces la insurrección a la Ley universal de Dios. La naturaleza no
puede ser nunca la expresión adecuada, ni la representación verdadera, ni el fiel
retrato de un Dios omnisapiente e infinito
Cuando uno contempla un hermoso atardecer, tiende a asociar esa maravilla con Dios, y
es natural porque a no ser en forma virtual, ni la sabiduría del hombre, ni toda la alta
tecnología podrá nunca crear algo semejante en forma real.
Pero Dios no es la naturaleza, ni ella es Dios, sin embargo ella "trae un hilo de
perfección uniforme, invariable, majestuoso y maravilloso desde el círculo de la eternidad,
pero en cada universo, en cada planeta y en cada vida individual, esta naturaleza es
modificada, desfigurada por las acciones y los errores de las criaturas de los sistemas y
universos evolutivos, por eso la naturaleza es cambiante y caprichosa, aún cuando su fondo
es estable, varía de acuerdo con los procedimientos operativos de un universo local"
"La materia más la energía, bajo ciertas condiciones, se manifiesta en formas vivas,
pero aunque la vida natural sea de esta manera relativamente continua, es totalmente
transitoria en cuanto a las individualidades. La naturaleza no proporciona base para la
creencia lógica en la supervivencia de la personalidad humana. Pero el hombre religioso
que encuentra a Dios en la naturaleza es porque primero ya ha encontrado a este mismo
Dios personal en su propia alma."
Afortunadamente, Dios no nos pide que lo comprendamos, porque nuestra mente finita
es incapaz de hacerlo, El nos pide que lo amemos y que este amor filial pueda ser
traspasado a nuestros hermanos con nuestra fraternidad permanente y sin distinciones de
ninguna especie, porque desde el día de Pentecostés todos los hombres somos iguales
porque el Espíritu de la Verdad “rompió todas las restricciones nacionales y las cadenas
raciales. Este día el Espíritu de la Verdad se tornó un don personal del Maestro para cada
mortal.”
“Por fin la religión verdadera se libera de la custodia de los sacerdotes y de todas las
castas sagradas y encuentra su manifestación real en el alma de cada ser humano”porque
“en realidad es él quien define la religión en términos de la propia interpretación de sus
experiencias, que emanan de los impulsos divinos que en él reside y por tanto, esta
interpretación debe ser única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de todos los
demás hombres.” Lo cual nos permite tener la tremenda libertad de buscar a Dios en
nosotros y por nosotros mismos. En los libros sagrados podemos encontrar mucha ayuda,
pero en definitiva somos nosotros los que tenemos que saber usar en forma personal las
herramientas que la vida nos entrega, porque la evolución espiritual es un asunto
absolutamente personal, nadie ni siquiera Dios lo puede hacer por nosotros.
37
En el cosmos evolutivo, la energía materia es dominante, excepto en la personalidad,
donde el espíritu a través de la mediación de la mente, lucha por imponerse. El
espíritu es la realidad fundamental de la experiencia de la personalidad de todas las
criaturas, porque Dios es espíritu. El espíritu es inmutable y por lo tanto, en todas las
relaciones personales, trasciende tanto a la mente como a la materia, que son
variables y de logro progresivo.
38
La sabiduría del hombre nace de las pruebas y los errores de la experiencia humana.
39
La verdad no se puede definir con palabras, sino solamente viviéndola.
Esta cita es muy corta y casi no necesita mayores comentarios porque habla por sí
misma, sin embargo los humanos somos muy dados a definir la verdad según nuestros
propios conceptos y descalificamos las verdades que no se encuadran con la nuestra,
olvidando que la Verdad es una sola y que cada ser posee un pequeño fragmento de algo
que es tan inmenso e indescifrable como lo es Dios y que por lo tanto la mente humana, es
incapaz de comprenderla en toda su magnitud.
"La verdad existe sólo en los altos niveles espirituales de la comprensión de la divinidad
y de la conciencia de la comunión con Dios" y de la capacidad de asimilación de nuestra
mente, porque "la pequeña verdad es para las mentes pequeñas y la gran verdad es para
las mentes grandes" porque la revelación deberá siempre limitarse a la capacidad del
hombre para recibirla.
Por tanto las verdades que los hombres poseemos son transitorias y relativas, pues
"todo conocimiento finito y toda comprensión de la criatura son relativos. La información y la
inteligencia, aunque procedan de altas fuentes, son tan sólo relativamente completos y
localmente precisos y solo personalmente verdaderos"
Y justamente porque la verdad es real sólo a nivel personal, es que Jesús nos advertía:
no cometáis el error de juzgar la religión de otro, con nuestras propias acciones de
conocimiento y verdad" porque "puedes conocer la verdad, vivir la verdad y experimentar el
crecimiento de ella en el alma y disfrutar del esclarecimiento de la mente, pero no puedes
aprisionar la verdad en fórmulas, códigos, credo o esquemas intelectuales de conducta
humana, por eso, cuando intentas una formulación humana de la verdad divina, ella muere
rápidamente"
Precisamente porque las distintas religiones han pretendido aprisionar y adueñarse de la
verdad, que ella hasta el día de hoy no da los verdaderos frutos del espíritu, porque en
medio de ellas hay luchas y descalificaciones porque se busca más el poder y la
competencia, que el Amor que Jesús nos dejó como única herencia para una vida mejor y
más plena de los valores eternos.
La verdad es algo vivo, por lo tanto no puede ser permanente y estática, ella al igual que
nosotros tiene que ir adaptándose a los cambios y enriqueciéndose con los nuevos
descubrimientos. El día que de buen grado no nos aferremos a ninguna verdad
preconcebida y que nos sintamos libres de encontrarla donde quiera que ella se encuentre,
habremos dado un gran paso en nuestro camino evolutivo, no nos olvidemos que Jesús nos
dijo que para entrar en el Reino teníamos que renacer y esto significa no perder la
capacidad de asombro ante la vida y ante el mundo, al comprender la relatividad de las
verdades porque ellas dependen de nuestra capacidad de comprender el significado y éste
se va ampliando en la medida que vamos comprendiendo, es una auto alimentación entre la
verdad y el significado que seamos capaces de comprender, pues la verdad no se define
con palabras, se vive cuando ella se refleja en nuestra forma de vida.
40
Los conflictos no resueltos destruyen la unidad y pueden dar lugar a la dislocación
de la mente. Pero la posibilidad de supervivencia de un alma, no se favorece
intentando asegurarse la paz mental a cualquier precio, ni abandonando las nobles
aspiraciones o transigiendo con los ideales espirituales. La verdadera paz se alcanza
más bien, afirmando constantemente el triunfo de lo que es verdadero, es decir
venciendo el mal con la poderosa fuerza del bien.
Nada desgasta más que la indecisión y las situaciones no resueltas, por eso una de las
cosas que el ser humano debe aprender es a tomar conciencia de lo que le toca vivir y
tomar las decisiones necesarias en el momento oportuno en vez de dilatarlas en el tiempo,
porque aún cuando estas experiencias no sean necesariamente religiosas, nos acercan a
Dios, porque "en el terreno evolucionario de la mente del hombre, es donde germina la
semilla de la religión personal y donde nace la conciencia social."
Si nos acostumbramos a tomar nuestras propias decisiones, nos va a ser más fácil el
descubrir a tiempo la diferencia entre el bien y el mal y tomaremos el camino adecuado que
nuestro espíritu nos señale y que favorezca nuestro crecimiento espiritual y nos conduzca al
bien social que es el fundamento de la hermandad, sin el cual no hay evolución posible
porque "no puedo regocijarme en la paternidad de Dios si olvido o rechazo la fraternidad del
hombre"
Con cada toma de decisión que hagamos libremente, estamos dando un paso hacia el
crecimiento espiritual, aún cuando algunas veces nos podamos equivocar porque "cuando
la mente elige un juicio moral justo por la acción del libre albedrío, esa decisión constituye
en sí misma una experiencia religiosa" porque recordemos que "el alma en evolución no se
vuelve divina por lo que haga, sino por lo que trata de hacer" Lo que importa en nuestra
toma de decisiones, es el deseo sincero de hacer la voluntad de nuestro Padre, más que el
éxito o el fracaso de las mismas, porque "la sabiduría del hombre nace de las pruebas y los
errores de la experiencia humana"
Muchas veces podemos errar el camino y equivocarnos en nuestros juicios, pero como
dice tan bien el gran poeta Machado “caminante no hay camino, se hace camino al andar”
Los senderos recorridos por otros, nos sirven como señuelos, pero somos nosotros, cada
uno en particular el que debe elegir por donde quiere transitar, porque nadie puede vivir por
nosotros, ni tampoco podemos pretender el hacerles a otros el camino, esto debemos
tenerlo muy en cuenta los padres, especialmente las madres, que deseamos proteger a los
hijos de las experiencias de la vida, que es preciso que ellos vivencien para que sean
capaces de crecer como personas.
La paz mental, al igual que la verdad no puede ser estática, ella tiene valor cuando en
medio de la oscuridad encontramos la luz de la fe, cuando en medio de los problemas,
confiamos en el amor de nuestro Padre porque con El todo es posible.
41
La tarea de preparación para la próxima esfera es muy importante, pero nada iguala la
importancia de la tarea del mundo en el cual estás viviendo actualmente.
Si en verdad queremos ser espirituales, no debemos olvidar jamás que nuestro origen y
nuestra meta, es la perfección, La cual no la podemos alcanzar si no es a través de nuestra
mente humana, porque "aun cuando la mente no es el asiento de la naturaleza espiritual, es
por cierto la compuerta"
Para ser espirituales, tenemos que tener una mente activa y dinámica, libre de prejuicios
y dispuesta a los nuevos descubrimientos y desafíos, tanto a nivel personal, como hacia el
mundo científico y tecnológico que hoy nos invade y sorprende cada día con mayor
frecuencia.
“La curiosidad, el espíritu de investigación, el instinto de descubrimiento, el impulso a la
exploración, son parte de la dote innata y divina de las criaturas evolucionarias del espacio.
Estos impulsos naturales, no te fueron dados para que sean reprimidos, sino por el
contrario, te fueron dados para que fuesen realizados y gratificados durante las largas
edades por venir"
Es bueno saber que nuestro renacer en los mundos de estancia, nos permitirá seguir
con nuestros planes de evolución, porque "la vida después de la muerte no es
esencialmente distinta de la existencia mortal. Todo lo bueno que hagamos en esta tierra,
contribuye directamente al enaltecimiento de nuestra vida futura" porque en los mundos de
estancia los creyentes que hayan sobrevivido “reanudan la vida exactamente donde los
sobrecogió la muerte física y el Espíritu residente, recordará para ti aquellos recuerdos y
experiencias que son parte de la carrera universal. Pero mucho de tu vida pasada y los
recuerdos que no han tenido significado espiritual, ni valor de sobre vivencia, perecerán
junto al cerebro mental que desaparece con la muerte.
Por eso, lo único realmente importante, es vivir el Presente, como si fuese el último de
nuestros días pues "la verdad es relativa y siempre vive en el presente, logrando nuevas
expresiones en cada generación de hombres y en cada individuo." Nuestros días deberían
estar llenos de optimismo y alegría, porque todo lo que hagamos, sin importar lo valioso o lo
insignificante que sea, tiene un valor invaluable si lo hacemos en forma consciente y
buscando hacer la voluntad de nuestro Padre.
El Presente es lo único que en verdad nos pertenece, el pasado huyó ojalá dejándonos
experiencias conscientes y valiosas, el futuro es demasiado incierto, porque nadie tiene la
vida comprada, sabemos que tenemos que morir, pero no sabemos cómo, ni cuando…por
eso, ante esta incertidumbre, debiéramos vivir cada día como si fuese el último, llenos de
alegría y plenitud, porque sabemos que la muerte no es algo trágico, sino que es la puerta
que nos abre el camino hacia la eternidad, en donde estaremos más cerca de nuestro
Padre que nos ama y en donde continuaremos nuestra carrera ascendente hacia el
Paraíso.
42
Dios, habiendo mandado al hombre que sea perfecto, así como él es perfecto, ha
descendido en forma de Ajustador, para tornarse en el socio experiencial del hombre
en el logro del destino excelso que le ha sido ordenado. El fragmento de Dios que
reside en la mente del hombre, es la posibilidad segura, de que el hombre puede
encontrar al Padre universal en asociación con este Ajustador divino.
En todas las religiones y filosofías, se reconoce este fragmento de Dios, unos lo llaman
chispa divina, otros Yo Superior, nosotros lo llamamos Ajustador, pero todos concuerdan
que sin esta partícula, entregada generosamente al hombre por el Padre Universal, sería
imposible alcanzar la perfección que en el tiempo y en la eternidad, algún día con la ayuda
de nuestro Ajustador alcanzaremos.
"Es él, quien crea dentro de nosotros, ese deseo insaciable y ese incesante anhelo de
ser como Dios y alcanzar el Paraíso. El Ajustador es la presencia viva que efectivamente
vincula al hijo mortal con su Padre" porque "el hombre no podría amar en forma altruista y
espiritual, si no viviera en su mente un amante divino. No podría comprender
verdaderamente la unidad del universo si no viviera en su mente un intérprete. No podría
estimar los valores morales y reconocer los significados espirituales, si no viviera en su
mente un evaluador"
Gracias a esta partícula del Padre en nosotros, es que podemos superar nuestro origen
animal y convertirnos verdaderamente en hijos de Dios y esto tenemos que agradecérselo a
Jesús que con su auto otorgamiento "preparó eficazmente la mente de todos los hombres
normales, para el otorgamiento universal subsiguiente del espíritu del Padre, el Ajustador."
Pero aún cuando nos parezca increíble, esta partícula de Dios en nuestra mente, nada
puede hacer por nuestra evolución personal si nosotros no lo deseamos en forma
sincera, él respeta nuestro libre albedrío porque este "Espíritu de la divinidad, se vuelve
humildemente obediente a la elección de las criaturas."
Nuestra salvación eterna, nuestra evolución espiritual no depende de ninguna religión, ni
de ningún gurú, ni de ningún libro por santo o revelado que él sea, nuestra superación
depende exclusivamente de nuestro trabajo permanente en nosotros mismos por superar
nuestras faltas y deficiencias, pues tenemos la facultad de "acercarnos o abandonar la
voluntad divina, mientras conservemos la facultad de elegir"
El trabajo en nosotros mismos, debe ser permanente, porque "la perfección es nuestra
meta eterna, no nuestro origen, y la personalidad espiritual es absoluta sólo en el Paraíso"
por tanto la evolución es una forma de vivir el día a día y bajo cualquiera circunstancia en
unión con nuestro Padre, no por temor al castigo sino por el amor que El nos inspira, por
eso “cada día que vive un verdadero creyente le resulta más fácil hacer lo que es recto” y
por lo mismo su alegría de vivir aumenta con el correr de los días, pues quien a Dios tiene,
nada le falta.
43
Existe un aspecto verdaderamente espontáneo de la oración, ya que el hombre
primitivo se encontró orando, mucho antes de tener un concepto claro de Dios. El
hombre primitivo solía orar en dos situaciones distintas: cuando sufría grandes
penurias, experimentaba el impulso de pedir ayuda y cuando se regocijaba, se dejaba
llevar por la expresión impulsiva del regocijo.
El hombre actual sigue recurriendo a Dios en sus penurias en la misma forma un tanto
infantil que lo hicieron nuestros antepasados, sin embargo lo que ha perdido con el paso de
los años, es el deseo de agradecer y de recordar a Dios en medio de la alegría y el regocijo,
exceptuando en algunas fiestas religiosas en donde se baila y se canta por lo menos en
Chile, en honor curiosamente más que a Dios, a la Virgen.
La espiritualidad y la evolución, se asocian muy poco con la alegría de vivir. No es
común que cuando estamos en una fiesta, bebiéndonos unos tragos y comiendo una buena
comida, nos acordemos de Dios y que desde lo profundo de nuestro corazón, lo
incorporemos a la reunión y sin embargo el brindar con él en esas ocasiones, estaría
probándonos que Dios, no es para nosotros algo lejano a quien acudimos en ciertos
momentos determinados, sino que nuestra unión es algo vivo y real que llevamos con
nosotros en nuestro corazón.
Compartir con Dios en medio de nuestras alegrías y esparcimientos es sentir su
presencia incorporada a nuestra vida cotidiana, porque El nos dijo: "no recordéis a vuestro
Maestro como un varón de dolores. Las futuras generaciones, deben conocer nuestra
felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad y la inspiración de nuestro buen
humor. Proclamad un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador"
Jesús disfrutaba de comer y lo hacía incluso con los fariseos, no tuvo ningún problema
en ayudar a una familia en donde en la fiesta de matrimonio se había acabado el
vino...porque él sabía que "no es lo entra por la boca, lo que ensucia espiritualmente al
hombre, sino más bien lo que procede de su boca y de su corazón"
"Jesús trascendió todas las enseñanzas de sus precursores, cuando se atrevió a
reemplazar las manos limpias, por un corazón limpio, como marca de la religión verdadera.
Puso la realidad en el lugar de la tradición y eliminó toda pretensión de vanidad e
hipocresía." Con su vida, nos enseñó como debiera ser la nuestra, por eso nos aconsejó
que no fuésemos “místicos pasivos ni ascetas insulsos” porque hasta la virtud, cuando se le
lleva a extremos puede convertirse en vicio.”
Aprendamos pues a regocijarnos con Jesús y a buscarle a la vida el resquicio legal para
ser felices, porque de esta forma estaremos demostrándonos a nosotros mismos, que esta
vida no es un valle de lágrimas, sino una pradera de oportunidades
44
Puesto que Dios conoce todo acerca de sus hijos, es fácil para él perdonar. Cuanto
mejor comprenda el hombre a su semejante, tanto más fácil le será perdonarlo, e
incluso amarlo.
¡Cuánta sabiduría en tan pocas palabras! Dios "ama a cada uno de sus hijos en forma
individual, como una personalidad sin duplicado en el infinito, como a una criatura
irreemplazable." y por lo mismo, sabe que a pesar de nuestras buenas intenciones y de
nuestros deseos sinceros de perfección, solemos faltar a nuestros propósitos y caemos
en faltas repetitivas, pero él está siempre pronto a perdonarnos porque sabe que "la
perfección es nuestra meta eterna, pero no nuestro origen"
Nuestro Padre, está siempre pronto a perdonarnos, pues "su corazón no se cierra jamás
a las necesidades y solicitudes de sus hijos, son ellos quienes se alejan de él" Si siempre
está dispuesto a perdonarnos, se debe a que no solamente nos conoce, sino principalmente
a que nos conoce en forma personal, sabe de nuestras limitaciones.
En cambio a nosotros, nos cuesta tanto perdonar a los que nos hieren u ofenden, porque
el que se siente es nuestro ego vanidoso y orgulloso, y por eso pensamos en nosotros pero
no nos damos ni un minuto de tiempo para pensar en lo que ocurría en la mente de nuestro
enemigo o adversario, no tenemos la menor empatía hacia él.
Cuando uno se pone en los zapatos del otro, es mucho más fácil el comprender los
motivos de las conductas ajenas y al comprenderlas nos resulta fácil el perdonar, porque la
gran mayoría de las veces no hay maldad, sino que son las circunstancias de la vida que
hacen que las personas actúen mal, hasta sin darse cuenta.
Si practicáramos la empatía con nuestros semejantes, nuestra vida podría ser mucho
más serena y feliz, porque "puedes descubrir los valores de las personas, descubriendo sus
motivaciones. Si alguien te irrita y te produce resentimientos, debes buscar con simpatía el
discernimiento de su punto de vista y las razones que lo impulsan a una conducta
reprochable. Una vez que entiendas a tu prójimo te volverás tolerante y esta tolerancia
crecerá en amistad y madurará en amor" porque al comprender a la otra persona, nos
daremos cuenta que es más digna de lástima que de rencor.
Para perdonar, no exijamos que sea el agresor quien cambie, pues ¡somos nosotros los
que debemos cambiar! mientras no tengamos empatía y amemos a la gente...nuestro
perdón más bien será una farsa para acallar la conciencia...pero no será sincero, porque
perdonar es sinónimo de amar...y sobre todo de olvidar, no sólo por el bien de quien nos ha
ofendido, sino por nosotros mismos, porque al no poder olvidar la ofensa quedamos atados
a ella.
“La futilidad del mal, el agravio, no se corrige con la venganza. No cometáis el error de
combatir el mal con sus propias armas. Tened fe y confianza en el triunfo final de la justicia
divina y de la bondad eterna”
45
El esfuerzo dedicado y determinado a la realización del destino eterno es totalmente
compatible con una vida regocijada y alegre y con una carrera de éxito y honorable
en la tierra.
Nuestra alegría de vivir, debería ser un signo que nos distinguiera como hijos de Dios,
porque sería una demostración que en verdad " hemos aprendido a conformarnos con todo,
cualquiera se nuestra situación" porque " nuestro mañana, está totalmente en manos de
nuestro Padre."
Cuando se tiene ese tipo de confianza en Dios, todo lo que nos ocurre tiene un
significado que podemos aprovechar para evolucionar pues " una persona que conoce a
Dios y que desea hacer su voluntad y que tiene discernimiento espiritual, es divinamente
estable y eternamente existente."
“La felicidad humana, se alcanza tan sólo cuando el deseo egoísta del yo y el impulso
altruista de yo superior (espíritu divino) están coordinados y reconciliados por la voluntad
unificada de la personalidad integrante y supervisora” Por eso se dice que la felicidad es un
estado de conciencia, que nace desde lo más profundo de nuestro yo, y que no está fuera,
sino dentro de nosotros.
No olvidemos que Jesús no consideraba este mundo como un valle de lágrimas, sino
como una esfera donde nacen los espíritus eternos e inmortales, por lo tanto el valle para
forjar almas para su ascensión al Paraíso." Los obstáculos y las pruebas no son castigo de
Dios, sino la oportunidad que la Maestra Vida nos da para aprender de nuestros fracasos y
dificultades, de la misma manera que un atleta no podría conocer sus fortalezas, si no fuese
por las vallas que debe saltar antes de llegar a la meta deseada.
El no quiere que seamos "místicos pasivos, ni ascetas insulsos" sino personas alegres
que sabemos disfrutar plenamente de todo lo mucho que la vida nos regala, porque en la
medida que tomemos conciencia de ello, sabremos agradecer y compartir nuestros dones
materiales y espirituales con los más necesitados, porque todo hijo de Dios debería
"proclamar un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador, pues una
felicidad en crecimiento constante, es siempre la experiencia de todos los que están
seguros de Dios."
Esto no quiere decir que no tengamos problemas y que en muchas ocasiones las lágrimas
no inunden nuestros ojos, porque somos humanos y tenemos sentimientos, de lo que se
trata es que en esos momentos de prueba recordemos que no estamos solos, porque
nuestro Padre siempre nos acompaña y nos protege con su amor.
“El llanto puede durar una noche, pero la alegría vendrá por la mañana. Un corazón
alegre hace bien como una medicina” porque nos sitúa en el otro extremo del problema y la
mejor manera de solucionar una dificultad es alejándose un tanto de ella, para con
objetividad buscar la mejor solución.
46
Cuando Jesús se mezclaba con la gente, todos lo encontraban completamente
liberado de las supersticiones de la época. Estaba libre de prejuicios religiosos y
nunca era intolerante. No había nada en su corazón que se pareciera al antagonismo
social.
Jesús se mezclaba con la gente, no era elitista en su trato, tan pronto conversaba con la
viuda afligida, como con el más rico de los fariseos, el no hacía distingo entre creyentes y
profanos, entre judíos y gentiles, para El todos eran hijos de Dios y como tal los amaba y les
prestaba toda su atención.
Si nuestra vida religiosa, si nuestra evolución espiritual, la centráramos en esto tan
concreto, como es el ver a todos los hombres como nuestros hermanos ¡qué diferente sería
no sólo nuestra vida, sino también la de nuestro planeta Urantia.
A veces desatendemos a nuestros familiares, los privamos de nuestra compañía y de
mostrarle a Dios con nuestro ejemplo de vida, porque ¡estamos demasiado ocupados
leyendo el LU o meditando! Sin pensar que el primer deber es cuidar lo que se nos ha
encomendado que es nuestra familia, especialmente nuestros hijos que en cada etapa de
su vida, necesitan de una educación diferente.
Jesús, no se aislaba por grandes períodos, El se mezclaba con la gente, convivía con
ella, porque vino a enseñarnos a conocer a Dios como nuestro Padre y a todos los hombres
como nuestros hermanos en el trato con ellos en nuestra vida cotidiana, porque “aislar parte
de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión.
"Seguir a Jesús, significa compartir personalmente su fe religiosa y entrar en la vida
altruista del Maestro, de servicio altruista al hombre,"porque la regla de oro nos pide amar a
nuestros hermanos, y no puede haber amor sin el servicio y la preocupación por los demás,
porque comprender a nuestros hermanos y aprender a amarlos y a empatizar con ellos es
uno de los mayores logros espirituales que podemos alcanzar.
Las oraciones sirven de poco o nada, si ellas no son el fiel reflejo de nuestro amor a Dios,
de nuestra comunicación con él, y a la vez ella no es real si no tenemos en mente a nuestro
prójimo porque no es posible regocijarse en la paternidad de Dios, si se nos olvida la
fraternidad con los hombres, pues “la adoración es la técnica de buscar en el Único, la
inspiración para servir a muchos”
Debemos grabar en nuestra mente y en nuestra conciencia estos conceptos, porque sólo
el amor y el servicio pueden sacarnos del egoísmo del consumismo para pensar en los que
necesitan de nuestra ayuda material y también espiritual.
Convenzámonos que obras son amores y no buenas razones, la fe sin obras está muerta
y no tiene valor de vida eterna, no sigamos engañándonos que somos espirituales, si no
somos capaces de comprender, amar y perdonar a nuestros hermanos.
47
No podemos percibir la verdad, hasta que no la experimentamos con los
sentimientos, y muchas verdades no son realmente sentidas, excepto en las
adversidades.
48
Ayudad a todos los que puedan estar enfermos de la mente o del cuerpo. Habéis
recibido gratuitamente las buenas cosas del reino; dad gratuitamente.
,
El Libro de Urantia. Pág. 1801
Se imaginan lo que podría ser el mundo si cada uno de los que nos consideramos hijos
de Dios, viviéramos la regla de oro, preguntándonos constantemente ¿qué bien puedo
hacer yo aquí? ¿Cómo puedo ayudar a mi hermano que sufre tanto en el cuerpo como en la
mente?
Los males del cuerpo son más evidentes y por lo mismo, estamos más prontos a ayudar,
pero hay males mucho más grandes que se ocultan en unos ojos tristes y que muchas
veces, con nuestra prisa no somos capaces de advertir. La caridad no siempre se ejecuta a
través de una ayuda monetaria o de una visita al hospital. Muchas veces al tener la
sensibilidad para dar un apretón de manos, un abrazo silencioso pero cargado de amor,
puede ser un acto de caridad mayor a los ojos de Dios y de verdadero consuelo para quien
lo recibe.
Otra manera eficaz de ayudar a nuestros semejantes, es enseñándoles a capacitarse en
su trabajo para que puedan tener un mejor salario, más que entregarles el pescado,
debemos enseñarles a pescar o a reparar las redes, sobre todo en estos tiempos en que el
fantasma del desempleo vuelve a estar presente.
"No basta con adiestrar a los hombres a que trabajen en una sociedad compleja, también
se requieren métodos eficientes para que encuentren su lugar. Antes de adiestrar a los
ciudadanos en técnicas altamente especializadas de ganarse la vida, habría que
capacitarlos en uno o más métodos de trabajo no especializado, oficio o vocación como
solución transitoria en caso de que dichos ciudadanos se encuentren temporalmente
desempleados en su tarea específica. Ninguna civilización puede sobrevivir sosteniendo por
largo tiempo la existencia de grandes grupos de desempleados. Con el tiempo, aun los
mejores ciudadanos llegan a distorsionar sus principios y desmoralizarse cuando aceptan el
apoyo del tesoro público. Aun la caridad privada se torna perniciosa cuando se la otorga a
largo plazo a ciudadanos sanos y capaces."
No olvidemos que la caridad, sólo comienza donde termina la justicia, por eso lo
importante es que nos sintamos partícipes de lo que ocurre en el mundo y que estemos
alertas para ayudar con amor en todas y en cualquier ocasión, nos sentiremos mucho más
motivados a hacerlo si nos detenemos a pensar en lo mucho que hemos recibido en forma
gratuita de nuestro Padre.
Jesús necesita que nosotros seamos su voz, sus manos y su corazón porque "esta
verdad se multiplicará al ser dada y se mostrará en una luz de gracia salvadora, en la
medida que vosotros la ministráis." porque el amor y la caridad llevan en sí su propia
plenitud.
49
Para alcanzar la sobre vivencia, el ser humano, debe cumplir con la tarea de alcanzar
la perfección. Pero el hombre, aun ahora, puede saborear por adelantado esta
providencia, en sus significados eternos, cuando discurre en el hecho universal de
que todas las cosas, ya sean buenas o malas, cooperan para el avance de
los mortales que conocen a Dios, en su búsqueda del Padre de todo.
Nuestra vida podría ser muy diferente si tuviésemos en cuenta, que "todas las cosas, las
buenas y las malas, cooperan para el avance espiritual de los que conocen a Dios."
porque "el bien y el mal, no son sino palabras que simbolizan niveles relativos de la
comprensión humana. Si eres éticamente holgazán y socialmente indiferente, puedes tomar
como tu norma del bien, las costumbres sociales corrientes. Si eres espiritualmente
indolente y sin anhelos espirituales, puedes contentarte como norma del bien, las prácticas
y tradiciones religiosas de tus contemporáneos."
"Pero el alma que sobrevive más allá del tiempo y que emerge en la eternidad, debe
hacer una elección viviente y personal entre el bien y el mal, como están definidos, por los
verdaderos valores establecidos por el espíritu divino, que el Padre ha enviado a residir
dentro del corazón del hombre"
Por tanto, no es lo que nos sucede o lo que hacemos lo que tiene un real valor
experiencial, sino lo que volitivamente cada uno haga, siguiendo la guía de su Espíritu. El
saber sacarle el significado a todo lo que nos ocurre, es lo que nos da las herramientas para
evolucionar, pues tanto el bien como el mal, son energías que nuestra mente puede
manipular y vivenciar para su propia experiencia espiritual, porque "el alma en evolución, no
se vuelve divina por lo que hace, sino por lo que trata de hacer" porque Dios ve las
intenciones íntimas y secretas que motivan los actos del ser humano.
Pero para ser capaces de sacarle el significado a lo que nos ocurre, es preciso estar en
un estado de alerta espiritual, que nos permita despertar de las ilusiones que muchas veces
nos embargan al creer que para evolucionar basta con rezar o meditar, eso sólo nos hace
pensar que somos espirituales y duerme más nuestra conciencia, porque nadie busca lo
que ya cree tener.
La evolución siempre requerirá de todo nuestro esfuerzo por vencer nuestros defectos y
expandir nuestras virtudes, porque sólo nuestras obras y el amor que profesemos a
nuestros hermanos, podrán atestiguar que en verdad somos espirituales y como tales, hijos
de Dios, dispuestos a hacer siempre su Voluntad, porque estamos seguros que él como un
buen Padre sólo desea lo mejor para nosotros.
50
El amor, es la realidad suprema cuando proviene de seres sabios, pero puede ser un
rasgo peligroso y aun casi egoísta, como se presenta en algunos padres. Cuando
tengas hijos, asegúrate que tu amor por ellos, sea controlado por la sabiduría y
guiado por la inteligencia.
Pareciera ser que el amor que profesamos a nuestros hijos es lo más noble y puro que el
ser humano puede sentir ya que ellos son carne de nuestra carne, sin embargo muchísimas
veces ese amor se ve teñido por el egoísmo y la falta de criterio.
Es común ver a los padres esforzarse porque el hijo cumpla sus propios sueños
irrealizados, se pretende que ellos sean, lo que por alguna razón no pudimos ser
nosotros. También hay casos en que se les obliga seguir la misma carrera del padre o del
abuelo, porque se transforma en tradición familiar.
Por otro lado las madres, en un amor exagerado, miman a sus hijos de tal manera que
les impiden su crecimiento y transforman a sus hijos en personas dependientes e inútiles.
En todos estos casos, el amor más que un bien se transforma en un verdadero
impedimento para el desarrollo de la verdadera personalidad del hijo, haciéndole un
tremendo daño.
Los padres deberíamos estar siempre atentos a la calidad del amor que le estamos
entregando a nuestros hijos, nuestra misión no es solamente amar, sino también educar y
guiar, pero sin hacer sentir nuestra mano. Hay que dejarles su propio espacio, para que
sean lo que realmente son: una personalidad única e irrepetible.
Es cierto que nadie nos puede enseñar a ser padres, porque cada hijo es diferente, pero
debemos poner todo nuestro empeño en hacer lo mejor, pues es una misión tan importante
que “ningún mortal ascendente puede escapar a la experiencia de criar hijos, los propios o
los ajenos, sea en el mundo material o posteriormente en el mundo de los finalistas de
Jerusem. Los padres deben pasar por esta experiencia esencial”
Aprender amar a nuestros hijos es la gran tarea, amarlos sin apegos, porque como dice el
gran poeta Kalil Gibran “vuestros hijos no son vuestros hijos. Llegan a través de vosotros,
pero no llegan a vosotros. Y aunque estén junto a vosotros, no os pertenecen. Podéis
darles vuestro amor, pero no vuestro pensamiento. Podéis albergar sus cuerpos, pero no
sus almas, porque ellas viven en la casa del futuro, cerrada para vosotros y vuestros
sueños, Luchad si queréis por pareceros a ellos, pero pretendáis que ellos se os parezcan.”
Nada fácil la tarea encomendada porque “el amor es la realidad suprema del universo,
cuando proviene de seres conscientes, pero puede ser un rasgo peligroso y egoísta tal
como se manifiesta en muchos padres. Asegúrate pues que el amor por tus hijos sea
controlado por la sabiduría y guiado por la inteligencia” para que aprendan a amar a Dios
como tú los amas a ellos
51
Una y otra vez, Jesús amonestó a los apóstoles contra la elaboración de credos y el
establecimiento de tradiciones, como medio para guiar y controlar a los creyentes en
el evangelio del reino.
¿Qué hubiese pasado si los sucesores de los apóstoles hubiesen seguido los consejos
de Jesús, en vez de hacer todo lo contrario? Tal vez habríamos menos cristianos de
nombre, pero nuestra religión sería más consecuente con nuestros actos y sin duda que la
humanidad se habría librado de tantas guerras "santas" y de tantas discusiones estériles en
los Foros modernos de Internet, en donde es muy raro el permitir que puedan convivir en
paz, sin discutir ni agredirse, posiciones diferentes entre los que debiéramos recordar que
por sobre las religiones y los partidos políticos, somos hermanos.
En el mejor de los casos no discutimos, pero si con bastante prepotencia tratamos de
mostrar lo mucho que sabemos y lo que los otros ignoran y presentamos verdades que
pueden estar en el Libro de Urantia pero que no son plenamente comprensibles a nuestras
mentes finitas, ya que ni siquiera lo son para las Personalidades, quienes no vacilan en
confesar con gran humildad "no estamos seguros..." "no sabemos mucho sobre este
asunto..." "no tenemos libertad para anticipar los descubrimientos científicos..." "los
ciudadanos excelsos del Paraíso, tienen opiniones muy diversas sobre la naturaleza del
propósito eterno de las Deidades..."y así tantas otras citas en donde nos demuestra su
incapacidad de conocer los verdaderos designios de Dios.
En cambio el ego del ser humano lo ciega y habla de las verdades incomprensibles como
si las conociera y descalifica con gran facilidad a los que las ignoran y se encierra en la
burbuja de creer que sólo lo que él cree conocer es lo verdadero, olvidando que en "el
estado mortal, nada puede ser probado en forma absoluta"
Creo sinceramente que el LU no es lo suficientemente conocido hasta ahora, porque se
le ha mantenido poco menos que en secreto, fue Benítez quien sin querer queriendo se
transformó en su emisario, al basar sus famosos Caballos de Troya en el LU.
Tengamos en cuenta todo esto y no apabullemos a los que no conocen el Libro, dándoles
a conocer los capítulos más difíciles de comprender, recordemos otro de los consejos de
Jesús cuando dijo: "cuando veas que un hombre está a salvo y seguro en el reino, recién en
ese momento y cuando él te pregunte, impártele la instrucción relacionada con el avance
progresivo del alma dentro del reino divino" Que no se nos olvide que la comprensión de
las carencias ajenas, es una prueba de amor y de hermandad que nos debe motivar a una
mayor comprensión por los más débiles de alma y de cuerpo.
52
El hombre sabio es un alma noble que sabe ser amistosa en medio de sus enemigos,
tranquila entre los turbulentos y generosa entre los avaros.
La cita de hoy parece tan simple, sin embargo si la meditamos un poco, llegaremos a la
conclusión que en el mundo y en nuestra sociedad hay muy pocos hombres sabios, porque
lo que se requiere para serlo no son grandes conocimientos, ni menos una gran erudición,
lo que se nos pide para ser sabios es no enganchar con nada de lo negativo que nos rodea,
sino por el contrario transmutar el medio ambiente en algo positivo.
Ser amistoso en medio de los enemigos, eso significa no discutir, no enfrentarnos a su
enojo. Jesús nos recomienda: "No luchéis con los hombres, ni siquiera con los incrédulos.
Manifestad misericordia y simpatía aún con quienes os insultan o atacan. Mostrad que sois
ciudadanos leales, artesanos nobles, vecinos dignos de encomio, parientes cariñosos,
padres comprensivos y creyentes sinceros en la hermandad del reino" porque "un hombre
que quiere tener amigos, debe mostrarse amistoso"
No se trata de no poder manifestar nuestras opiniones, sino que al hacerlo recordar que
"estáis comisionados para salir a predicar sólo la buena nueva. No debéis atacar las viejas
costumbres, más bien habéis de mezclar la levadura de la nueva verdad en la masa de las
antiguas creencias, dejad que el Espíritu de la Verdad realice su obra"
Debemos recordar que "aun la expresión de un pensamiento bueno debe ser modulado
de acuerdo con el estado espiritual del oyente, porque la sinceridad cumple mejor su
función en el trabajo del reino, cuando está unida a la discreción" pues muchas almas
pueden ser conducidas mejor a amar a un Dios invisible, si se les enseña primero a amar a
sus hermanos a quienes si, pueden ver" y la única manera de enseñar a amar es predicarlo
con nuestro ejemplo.
La otra condición para ser sabios es mantenernos tranquilos frente a los peleadores y a
los acontecimientos turbulentos. No enganchar con las discusiones estériles o las críticas
mal intencionadas, al igual que no involucrarnos con todos los acontecimientos negativos
que suceden o lo que es peor, que anuncian que van a suceder...y que nunca suceden.
Mantener la serenidad cuando las aguas están turbulentas es sin duda una muestra de
autodominio y por tanto de sabiduría.
Ser generoso entre los avaros...tampoco es nada fácil, porque el hombre está
acostumbrado al amor mercantilista, tanto te doy, tanto recibo...olvidando que el dar lleva en
sí su propia plenitud, porque quien siempre recibirá más, es aquel que es capaz de dar sin
esperar la recompensa.
Esforcémonos en ser sabios, pero no según lo que los hombres llaman sabiduría, sino
como Jesús nos enseñó con su ejemplo.
53
Todas las cosas, ya sean buenas o malas, cooperan para el avance de los mortales
en su búsqueda del Padre.
Si pudiéramos hacer nuestra esta cita, si ella fuese comprendida desde el interior de
nuestro Yo ¡qué diferente sería nuestra existencia! Cesarían los reclamos, las quejas los
interrogantes ¿por qué a mí? pues comprenderíamos que lo que llamamos bueno es tan
relativo como lo que llamamos malo, pues todo depende del uso que nosotros le demos a
las circunstancias que nos tocan vivir.
En esta vida nada es definitivo, todo es relativo y el refrán popular es muy cierto:
todo depende del cristal con que se mira y de lo se anida en nuestro corazón. Por eso
Jesús nos advierte: "debéis prestar oído a mis palabras, para no cometer el error de
escuchar mis enseñanzas con la mente, mientras vuestro corazón no comprende el
significado"
Comprender el significado es ir más allá de las apariencias, es ser capaz de mantener la
calma en medio de la tormenta, porque "la religión vive y prospera, no por el conocimiento
ni por sentimiento, sino más bien por la fe y el discernimiento interior. Consiste no en el
descubrimiento de nuevos hechos o hallazgos de una experiencia única, sino de los
descubrimientos de significados nuevos y espirituales de los hechos ya bien conocidos"
El gran error es que las religiones se han quedado en los conocimientos estáticos y bien
conocidos, en vez de buscar a Dios en el diario vivir personal, porque "el que es fiel en las
pequeñas cosas, lo más probable es que también exhibirá fidelidad en todo lo que sea."
Nuestra tarea debería ser buscar y encontrar a Dios, donde nunca antes lo habíamos ni
siquiera imaginado, en las ocupaciones más sencillas y humildes que nos toque realizar.
Como lo hizo Jesús, durante los 30 años que vivió como el simple carpintero de Nazaret,
porque no es lo que se hace lo que tiene valor, sino el cómo lo hacemos y las motivaciones
que impulsan nuestras acciones.
"El espíritu divino hace contacto con el hombre, no mediante sentimientos o emociones
momentáneas, sino en el dominio del pensamiento más elevado y espiritual. Son vuestros
pensamientos los os conducen a Dios, porque sólo se puede percibir la naturaleza divina
con los ojos de la mente, porque es ella quien discierne a Dios y es capaz de escuchar al
Espíritu divino residente."
No busquemos pues los acontecimientos especiales para evolucionar, sino que
aprendamos a aprovechar lo ordinario para transmutarlo en extraordinario, gracias a
nuestra conciencia alerta que nos permite encontrar el significado en lo pequeño e
insignificante, porque la conciencia de lo que hacemos es lo que le da valor de sobre
vivencia a todas nuestras obras y lo único que nos permite tener una vida espiritual real,
pues sin cambios no hay evolución posible. La sabiduría consiste en hacer lo ordinario en
forma extraordinaria por amor a nuestro Padre.
54
Cuando las mareas de la adversidad humana, el egoísmo, la crueldad, el odio, la
maldad y los celos golpean el alma mortal, podéis reposar en la seguridad de que
existe un bastión interior, la ciudadela del espíritu, que es absolutamente inatacable...
Jesús, no consideraba este mundo “un valle de lágrimas, más bien lo consideraba la
esfera donde nacen los espíritus eternos e inmortales, en la ascensión al Paraíso, por lo
tanto este mundo es el valle para forjar almas" Pero aún cuando esto lo sepamos en forma
intelectual, cuando estamos pasando por un proceso desconcertante y doloroso, muchas
veces nos cuesta aceptar la realidad y darnos cuenta que la aflicción es sólo eso, un
proceso momentáneo para que aprendamos algo importante para nuestra superación
espiritual y evolución eterna.
Nada de lo que nos ocurre es por casualidad, todo tiene una Causa o un propósito
específico, por eso es tan importante el encontrar el verdadero significado a lo que nos pasa
en nuestra vida cotidiana, pues "no podemos percibir la verdad hasta que no la
experimentamos con los sentimientos y muchas verdades no son realmente sentidas, más
que en las adversidades" Es fácil amar a Dios y acatar su voluntad cuando en nuestra vida
todo va bien, pero lo importante es tener los mismos sentimientos hacia El cuando todo
parece estar mal, porque "la derrota es el espejo verdadero en el cual puedes
honestamente contemplar tu auténtico yo. La medida de tu fuerza de carácter es la
capacidad para resistir el resentimiento y soportar las cavilaciones, cuando te enfrentas con
la pesadumbre más profunda"
Los sufrimientos, las pruebas a que nos vemos sometidos, no son en ningún caso un
castigo, sino que son el precio que paga nuestra condición humana cuyo origen no es la
perfección, por eso las dificultades siempre serán oportunidades para despertar de nuestro
letargo espiritual y tomar lo que nos está pasando, como una experiencia positiva, porque "
es en los momentos de prueba cuando se revela el alma del hombre, la prueba revela
verdaderamente lo que alberga su corazón" ella es el barómetro de nuestra verdadera
espiritualidad, de nuestra fe y confianza en el amor de nuestro Padre.
Por eso, si queremos algún día llegar a las moradas que Jesús nos prometió, como hijos
ascendentes del tiempo, "debemos aprender a disfrutar de la incertidumbre, alimentarnos
de la desilusión, entusiasmarnos ante la derrota aparente, vigorizarnos ante la presencia de
las dificultades, exhibir valor frente a la inmensidad y ejercer una fe inquebrantable ante los
desafíos inexplicables" porque sólo entonces "la espiritualidad se vuelve de inmediato, el
indicador de la propia cercanía con Dios y la medida de nuestra propia utilidad para con
nuestros semejantes.
55
Cuando los hombres buscan a Dios, lo están buscando todo. Y cuando encuentran a
Dios, lo han encontrado todo.
La búsqueda de Dios, para que sea real y tenga significado en nuestra vida cotidiana,
debe ser una búsqueda en nosotros y por nosotros mismos, porque ninguna oración
aprendida y recitada en forma mecánica, ni ningún sermón por bueno que sea, nos puede
enseñar lo que es Dios, porque es muy diferente saber acerca de Dios, que el sentirlo en
nuestro corazón, porque esa es una experiencia absolutamente personal.
D Dios, siendo inmutable, es diferente para cada persona, porque "la religión de revelación,
deberá siempre limitarse por la capacidad del hombre para recibirla" porque Dios ama a
todos los hombres, pero a cada uno en forma particular, por tanto "cada ser humano debe
definir la religión, en términos de su propia interpretación experiencial de los impulsos
divinos, que emanan del Espíritu de Dios, que en él reside y esta interpretación debe ser
única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de todos los demás seres humanos"
"El Padre Universal, nunca impone ninguna forma de reconocimiento arbitrario de
adoración formal, ni de servicio servil a las criaturas volitivas inteligentes del universo. Los
habitantes evolucionarios de los mundos del tiempo y espacio, deben por sí mismos
reconocerle en su corazón y amarlo voluntariamente. El Creador rehúsa ejercer coerción o
imponer la sumisión del libre albedrío espiritual a sus criaturas materiales"
Encontramos a Dios, cuando él deja de ser algo lejano, digno solamente de temor o de
adoración y nos preocupamos de encontrar en él al mejor Padre y también al mejor amigo y
socio de nuestras empresas. En el plano humano, podemos ver que diferente son las
relaciones de un joven, cuando en su padre ve no solamente a su sustentador y a la
autoridad, sino que también existe entre ellos esa amistad que los une y permite una mayor
comprensión a todo nivel.
Lo mismo ocurre en nuestra relación con la divinidad pues "no sólo existe la criatura en
Dios, sino que Dios también vive en la criatura. El don del Padre del Paraíso es el
compañero inseparable del hombre. Es el Dios siempre presente y que lo abarca todo. El
Espíritu del Padre se oculta en la mente de todos sus hijos.
El hombre sale a buscar a un amigo y ese mismo amigo, vive dentro de su propio
corazón. El verdadero Dios no está lejos, es parte de nosotros, su espíritu habla desde
dentro de nosotros" y lo único que debemos hacer, es aprender a escucharlo, aún en
medio de los apuros de la vida diaria, porque El no tiene día ni hora fija, está siempre en
nosotros y con nosotros, lo único que necesita es de nuestra buena disposición para tener
un silencio mental que nos permita escucharlo en la armonía de nuestro ser interno y que
seamos consecuentes con lo que decimos creer.
56
“Muchos acontecimientos inusitados han acaecido en este mundo, y no es raro que
todos los hombres pensadores se preocupen por el espectáculo que presencian de
sufrimiento y aflicción. Pero puedes estar seguro de una cosa: el Padre no envía
aflicción como castigo arbitrario de la fechoría.”
57
“El evangelio del reino os enseña que todos los hombres son hijos de Dios, y esta
buena nueva sobre el amor del Padre celestial por sus criaturas en la tierra, debe ser
difundida por todo el mundo. El momento ha llegado en que adoréis a Dios, donde
estéis y como estéis, porque es vuestra fe y vuestras obras las que salvan vuestra
alma, pues aunque la salvación es un don de Dios, es otorgada a los que se
esfuerzan por rendir los frutos del espíritu, pues la doctrina de la paternidad de Dios,
implica que también aceptéis la verdad asociada a la hermandad del hombre.”
Si las diferentes iglesias a través de los siglos hubiesen puesto más atención a este
mensaje de Jesús, el mundo sería distinto, pero desgraciadamente han dado más
importancia al culto organizado, a los dogmas y al diezmo, que a la religión del espíritu "que
nos deja por siempre libres de buscar la verdad donde quiera que ella se encuentre" y de
adorar a Dios en lo íntimo de nuestro corazón y en medio de nuestras tareas cotidianas.
Las iglesias se han preocupados que sus creyentes cumplieran sus preceptos y asistieran
al templo en días determinados, pero han descuidado lo principal del mensaje de Jesús en
cuanto a la paternidad de Dios y la hermandad de los hombres y que ambas cosas se vean
reflejadas en los frutos del espíritu.
La dicotomía entre la vida religiosa y la vida cotidiana, es lo que ha impedido que las
enseñanzas se conviertan en realidad, poco o nada se nos ha enseñado a sacar el
significado de todo lo que nos ocurre, hemos olvidado las palabras de Jesús cuando nos
dijo: "debéis prestar oído a mis palabras, para no cometer nuevamente el error de escuchar
mis enseñanzas con la mente, mientras vuestro corazón no comprende el significado"
Reflexionad bien sobre mis palabras en vuestro corazón, hasta que cada uno encuentre el
verdadero significado"
Ya es hora que dejemos de tener la fe del carbonero y creer lo que otros nos dicen que
debemos creer, nuestra religión debe ser la del espíritu, porque ella "es una forma de vida y
una técnica de pensamiento que debería liberar a los mortales de toda dependencia de
intermediarios en la comunión con la Deidad" Ojalá no olvidáramos que "la verdadera
religión, es una manera significativa de vivir en forma dinámica y frente a frente con las
realidades comunes de la vida diaria, porque ella debe estimular la evaluación de la
experiencia y servir como señuelo que en sí mismo sea un valor y no necesite ser
estereotipado ni formalizado"
Nadie puede vivir la vida por nosotros, tampoco nadie puede evolucionar si nosotros no lo
hacemos, “ni siquiera Dios puede otorgar la salvación a quien no la desee” por eso,
debemos de seguir los “no harás” más por temor que por convicción y vivir una vida
espiritual plena, en donde nuestro único guía sea el Espíritu divino que en nosotros vive.
58
“Haré mis actos en secreto, también oraré, especialmente cuando me encuentre a
solas. No juzgaré para no caer en la injusticia para con mis semejantes. Voy a
aprender a amar a mis enemigos, porque aún no domino la práctica de ser semejante
a Dios.”
El hermoso pavo real, es considerado el símbolo del orgullo por la forma maravillosa que
él despliega su cola que sólo el genio pictórico de Dios pudo crear. En el camino espiritual
es muy fácil el caer en el síndrome de pavo real y porque sabemos más, creernos mejores
que los demás, por eso la cita de hoy deberíamos adoptarla como una oración diaria que
nos impida caer en el pecado del orgullo y digo pecado a sabiendas que él es, cuando una
mala acción o conducta es consciente y reiterativa.
El orgullo, por su misma naturaleza, nos impide reconocerlo, porque soñamos que lo que
pensamos de nosotros no es una ilusión, sino que es real. Por eso, hay que prevenir caer
en él, porque después es difícil reconocer la falta. "Se requiere valentía para efectuar la
conquista de la naturaleza y trascenderse a sí mismo y ella puede sucumbir a las
tentaciones del orgullo, porque en la naturaleza humana, el mal es potencial y cuando el yo,
se vuelve orgulloso y arrogante, es posible que derive en pecado"
Por eso Jesús nos dice que:"el orgullo de la erudición no espiritualizada, es cosa
traicionera en la experiencia humana. El verdadero maestro mantiene su integridad
intelectual y espiritual, tan sólo si sigue siendo aprendiz" reconociendo con humildad que "si
hubiese en mí una virtud, es la manifestación del cielo que permanece conmigo"
La línea divisoria entre la humildad y el orgullo tiene el filo de una navaja, porque a
veces casi sin darnos cuenta, nos convertimos en seres "humildemente orgullosos" al ser
humildes por fuera y para los demás, pero en nuestro interior ser tremendamente orgullosos
de las virtudes que cual pavo real mostramos a los otros.
A los demás, e incluso a nosotros mismos nos podemos engañar, pero no podemos
engañar a Dios que ve nuestras intenciones y nos juzga por ellas. "De vuestros conceptos
erróneos sobre el Padre, surgen vuestras falsas ideas de humildad y nace mucha de
vuestra hipocresía. Las prácticas vacías y necias de una humildad ostentosa y
falsa son incompatibles con el destino de vuestras almas nacidas del espíritu de la humildad
ante Dios.
La mansedumbre ante los hombres es loable, pero la hipocresía de la humildad auto
conciente y ostentosa es infantil e indigna de un hijo de Dios" "Sabéis que los reyes de los
gentiles tienen señorío ante sus súbditos y que los que ejercen la autoridad son llamados a
veces benefactores. Pero en el reino del cielo es diferente, el que quiere ser grande entre
vosotros, que sea como el más joven y el que quiere ser jefe, que sea como el que le sirve.
No nos dejemos pues, engañar por nuestro ego vanidoso.
59
La experiencia, la sabiduría y el juicio son los concomitantes de la prolongación del
tiempo. A medida que la mente humana piensa hacia atrás, evalúa la experiencia
pasada con el propósito de aplicarla a la situación presente. Habiendo tomado en
cuenta tanto la experiencia como la sabiduría, la voluntad humana, despliega una
decisión y juicio en el presente y el plan de acción así nacido del pasado y del futuro
se vuelve existente.
Ciertamente que el pasado puede ser muy necesario e importante en nuestra vida, para
no volver a tropezar con la misma piedra en el presente o para repetir los éxitos obtenidos,
pero estas experiencias, en ambos casos sólo nos pueden servir como referencias, porque
el presente es el único realmente importante, porque es el único que nos pertenece, no hay
dos situaciones idénticas, porque el tiempo, como todo es dinámico, cada momento es
único.
El pasado, es útil cuando los momentos vividos en él, han tenido verdadero significado
para nosotros, lo cual no quiere decir necesariamente que hayan sido importantes, sino que
nosotros hayamos trascendido las apariencias y en forma consciente hayamos aprendido la
lección que la maestra vida en ese momento nos enseñó, sobre todo si esas experiencias
han sido dolorosas, porque "la sabiduría del hombre nace de las pruebas y los errores de la
experiencia humana" porque "no podéis percibir la verdad espiritual, hasta que no la
experimentéis con los sentimientos y muchas verdades no son realmente sentidas excepto
en las adversidades"
Pero estas experiencias conscientes, no tienen nada que ver con el guardar los
recuerdos dolorosos para seguir atados a ese dolor, alimentando nuestra autocompasión o
alimentando rencores pues "madurar significa vivir intensamente en el presente,
escapándose al mismo tiempo de las limitaciones de él, Los planes de madurez, fundados
en la experiencia pasada, se concretan en el presente para de esta manera, enaltecer los
valores futuros"
Recordemos, que no es lo que hacemos, lo que tiene real importancia para nuestra
sobre vivencia eterna, sino el estado de conciencia y las motivaciones que tengamos al
hacerlo, porque "cuando el hombre no consigue discriminar los objetivos de sus luchas
mortales, se encuentra funcionando en el nivel animal de la existencia. No ha conseguido
aprovechar sus ventajas superiores de esa agudeza material, discriminación moral y
discernimiento espiritual, que son parte integral de su dotación de su mente cósmica
personal."
Lo único verdaderamente productivo y nuestro es el Aquí y Ahora, porque en él podemos
aprovechar las experiencias del pasado y proyectarnos hacia el futuro, pero sin quedarnos
fijos en ninguno de ellos pues no existen, el único tiempo útil es el instante. Cada minuto es
diferente e irrepetible porque “las relaciones con el tiempo no existen sin movimiento en el
espacio, pero sí existe la conciencia del tiempo.”
60
“Quienquiera que se humille y se vuelva como este pequeño, se convertirá en el más
grande en el reino de los cielos”.
A las palabras humilde, humildad, humillación, se le suele dar un sentido peyorativo, que
no es al que se refería Jesús, porque los niños más que ese tipo de humildad, tienen la
espontaneidad, inocencia y frescura en su actuar y a ellos esto les resulta fácil porque no
tienen ningún ego que alimentar, no les preocupa aparentar lo que no son, ni temen no ser
queridos si se muestran como son.
Esa simplicidad es la que Jesús nos pide a todos y a cada uno de nosotros, es reconocer
que "si hay una virtud en nosotros, es porque la manifestación del cielo permanece en
nosotros" pues nuestro origen es humano, pero se convierte en divino, cuando permitimos
que nuestro Espíritu nos guíe en nuestras acciones comunes y cuando no permitimos que
el conocimiento adquirido nos envanezca, pues el conocimiento si es mal empleado, se
puede volver peligroso si es administrado por el orgullo de creernos superiores a los demás.
"Los que aspiran a la grandeza, deben aprender de la humildad. Es sabio el hombre que
considera todas las partes desde el punto de vista del todo. Relaciónate con cada ser, como
si estuvieses en su lugar. Recompensa la injuria con la bondad, porque si amas a la gente,
la gente se sentirá atraída por ti y no tendrás dificultad alguna en atraerla" pues "el que
desea tener amigos, debe mostrarse amistoso"
Lo que nos hace grandes a los ojos de Dios, no son nuestros conocimientos
intelectuales, porque muchos de eso morirá con la muerte de nuestro cerebro, lo que
perdura y nos acompaña a los mundos de estancia, son las cosas que hayamos hecho en
forma consciente y volitiva, las que hayan sido inspiradas por nuestras intenciones sinceras
ya que "el alma en evolución no se vuelve divina por lo hace, sino por lo que trata de hacer"
Jesús muchas veces, reprendió a los fariseos porque se preocupaban solamente de las
formas externas y les dijo: “¡cuán cuidadosamente limpiáis lo de afuera de los vasos y de
los platos, mientras que las vasijas del alimento espiritual están sucias e impuras. Os
aseguráis de presentar una apariencia piadosa y santa ante los demás, pero vuestra alma,
interiormente está llena de mojigatería, codicia y manipulación. ¿Acaso no comprendéis que
el Dios del cielo ve tanto los motivos íntimos del alma, así como de vuestras pretensiones
externas y manifestaciones de devoción?"
Estemos alertas, para no hacernos acreedoras a una crítica semejante, despertemos de
nuestro letargo espiritual y renazcamos cada día, para volver a tener la frescura, la
humildad y la alegría que tienen los niños que confían plenamente en el cariño de sus
padres, de la misma forma que nosotros debiéramos confiar en nuestro Padre de los cielos.
No olvidemos que nuestras intenciones y motivaciones íntimas son por las cuales evalúa
el Padre nuestros actos, la acción más pequeña e insignificante la podemos convertir en
experiencia de eternidad.
61
Quiero liberar a los hombres para que puedan empezar de nuevo como niños
pequeños en una vida nueva y mejor.
Jesús vino a enseñarnos que para entrar en el reino teníamos que asemejarnos a los
niños en su sinceridad al preguntar lo que ignoran, en su espontaneidad al entregar su
cariño sin esperar la recompensa, a aprender a caerse sin quedarse llorando largo rato, a
vivir con alegría y a aprender a jugar con las cosas más simples, más que con los juguetes
costosos.
Jesús vino a liberarnos de todos nuestros prejuicios sobre un Dios castigador, vengativo
y selectivo y nos enseñó cómo amar a Dios, nuestro Padre, que no está lejos sino en el
fondo del corazón y la mente de cada criatura humana, por tanto, todos los hombres somos
hermanos.
"Mientras aprendéis a pensar como hombres, también debéis aprender a rezar como
niños" es decir poniendo toda nuestra fe y confianza en nuestro Padre, porque él sabe lo
que necesitamos, aún antes que se lo pidamos.
"La oración no es un proceso para conseguir todo lo que uno quiere, sino más bien un
programa, para aceptar el camino de Dios, una experiencia de aprendizaje para reconocer y
cumplir la voluntad del Padre. Cuando tu voluntad esté verdaderamente aliada con su
voluntad, podrás pedir todo lo que sea concebido por esa unión de voluntades y te será
otorgado.”
Tal unión de voluntades, se efectúa por Jesús y a través de él, así como la vida de la vid,
fluye por las ramas vivas y a través de ellas. Si lo hacemos sin duda nuestra existencia
tomará otro rumbo porque cada día estaremos viviendo una vida nueva y creciendo en
Amor y Sabiduría, no en algunas horas y días determinados, sino que toda nuestra vida se
verá alumbrada por la fe viva que es capaz de mover montañas.
La nueva vida que Jesús nos propone es para que seamos mejores en todos los
aspectos porque “mientras nos dedicamos a la obtención de las verdades eternas, debemos
también disponer para las necesidades de la vida temporal” porque aislar parte de la vida y
llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión”
En la medida que nuestra mente y nuestro corazón permanezcan unidos al Espíritu divino
que está en nuestra alma, no habrá ninguna dicotomía entre lo que deseamos y lo que
hacemos, porque tenemos la seguridad “que todo lo que hace un hijo de Dios es sagrado a
los ojos de su Padre”
Nos sentiremos libres de buscar la Verdad donde quiera que ella se encuentre, sin
importar que el vehículo de su transmisión sea aparentemente humano, porque la Verdad
es algo vivo que no se puede aprisionar en dogmas ni en doctrinas, porque ella es la íntima
comunión entre la criatura y su Creador y por lo tanto es única y personal
62
La variedad descansa; la monotonía es la que cansa y agota.
63
Cuando la fe de vuestra religión ha emancipado vuestro corazón, cuando la mente
está estabilizada e inmutable como una montaña, entonces la paz del alma fluye
tranquilamente como las aguas de un río.
La fe de la cual nos habla la cita, es la fe viva que es capaz de sentir la presencia divina en
el interior de nuestro propio corazón y por lo tanto, nuestra unión con Dios se ve reflejada
en nuestras reacciones en medio de una crisis material o espiritual, en donde nuestro auto
dominio predomina y nos permite afrontar los peligros con serenidad, porque sabemos que
no estamos solos, nuestro Padre nos acompaña y nos guía en la búsqueda de las
soluciones requeridas.
Cuando la presencia divina se hace real en nuestras vidas, es imposible no estar en paz,
pues aún en medio de la tormenta sentimos que la calma llegará porque los problemas sólo
son herramientas para avanzar en el camino evolutivo.
La paz, la serenidad no es un don gratuito, tenemos que saber ganarlo con nuestra
confianza en el amor que nuestro Padre nos profesa, porque "el verdadero estado espiritual,
es la medida en que uno se aproxima y se sintoniza con el Espíritu que en nosotros mora."
y esta unión nos permite ir más allá de las apariencias y encontrar el verdadero significado
a lo que nos está ocurriendo y nos permite "contemplar más allá de las nieblas de la
incertidumbre mortal, el brillo claro del sol de la rectitud eterna"
Mantener la paz en medio de las preocupaciones es vivir la oración que tantas veces
repetimos, es hacer realidad ese "hágase tu voluntad" que casi siempre musitamos sin
darnos cuenta de su trascendencia. Hacer la voluntad de nuestro Padre es "haber
aprendido a contentarnos con todo, cualquiera sea la situación" porque hemos puesto
nuestra confianza en el amor incondicional de nuestro Padre.
Cuando el amor a la Divinidad y a nuestros hermanos está vivo en nuestro corazón,
nuestra vida cambia y se llena de armonía y de bienestar espiritual y material porque "la
comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar, pues los creyentes del
reino tienen sed de rectitud y hambre de perfección"
"Los candidatos para la vida eterna, practican una técnica vigorizante y constructiva para
enfrentarse a todas las dificultades y a todos los agobios de la vida mortal porque "cada día
que vive un verdadero creyente encuentra más fácil hacer lo que es recto" porque la paz y
la fe van siempre de la mano y fluyen en forma natural, al igual que lo hace el agua del río
que sabe sortear las piedras del camino.
La conclusión es que si la vida nos está resultando demasiado agotadora, si el estrés nos
tiene bajoneados y sin ánimo, más que quejarnos o tomar medicamentos, deberíamos
revisar que clase de creyentes estamos siendo...porque a lo mejor lo que llamamos fe, en
nosotros no es más que una simple creencia...que no es capaz de dar los frutos del espíritu,
pues la paz es uno de ellos.
64
El esfuerzo que tengáis que hacer para llegar al pueblo con vuestro mensaje, es en
cierto modo, la medida de vuestra eficiencia para vivir una vida plena, recta y
coordinada con la verdad.
Nadie enciende una luz para ponerla debajo de la cama, por lo mismo, los que hemos
tenido la dicha de recibir y comprender más las enseñanzas de Jesús, debemos
esforzarnos por compartir esa luz con tantas personas que aún no comprenden que las
enseñanzas que nos trajo nuestro Maestro, no son algo negativo enmarcados en los "no
harás" sino que son agua viva que calma la sed de espiritualidad y de la búsqueda de Dios.
Pero nadie puede dar lo que no tiene, para entregar luz primero tenemos que haber
encendido la llama de nuestro propio corazón y haber alimentado nuestra alma con una
vida no solamente recta, sino también alegre y plena, porque en verdad somos portadores
de buenas nuevas porque "proclamamos una nueva religión, que no es una religión según
el significado que hoy se le da a esta palabra, pues es una religión que apela principalmente
al Espíritu divino del Padre que reside en la mente del hombre. Una religión que derivará su
aceptación, de los frutos que certeramente aparezcan en la experiencia personal de todos
los que realmente se vuelvan creyentes de las verdades de esta comunión más elevada"
"La búsqueda personal de la verdad, la alegría de enfrentar los peligros del
descubrimiento intelectual, la determinación de explorar las realidades de la experiencia
religiosa personal, la satisfacción de alcanzar la comprensión real de la fe espiritual sobre
las dudas intelectuales, lleva al ser humano a la mayor aventura de la existencia humana,
que es el buscar a Dios y encontrarlo por sí mismo"
Y cuando hemos encontrado a Dios en nuestro propio corazón "nuestra tarea
verdadera en la tierra es vivir de modo tal, que el Padre pueda revelarse en nuestra vida, y
así todas las personas que buscan a Dios, verán al Padre y pedirán nuestra ayuda, para
averiguar más acerca de ese Dios, que de ese modo encuentra expresión en nuestra vida"
Las personas que nos rodean ¿encuentran a Dios en nuestra forma de actuar? ¿Somos
capaces de transmitirles la enseñanza a través de nuestra vida?
“Jesús se empeñó en aclarar a sus discípulos, que deseaba que habiendo probado las
realidades buenas del espíritu del Reino, vivieran su vida en tal forma, que al verlos, los
hombres se tornaran conscientes del reino y fueran conducidos por esa conciencia a
preguntar por el Camino hacia el Reino.”
Pero también les dijo: “no debéis tratar de promulgar la verdad, ni de establecer la
rectitud por el poder de los gobiernos ni de las jerarquías, siempre podéis laborar para
persuadir la mente de los hombres, pero no debéis atreveros nunca a forzarlos” porque no
será necesario, pues “si amas a la gente, las personas se sentirán atraídas a ti y no tendrás
dificultad alguna en atraerla hacia mi.”
65
Por medio de símbolos inteligentes, el hombre es capaz de acelerar y ampliar la
capacidad de la amistad.
66
A un creyente del reino de Dios, no le importa si se arruinan las cosas terrenales,
porque sabe que ellas son vulnerables, pero las certezas espirituales son eternas.
67
En el Universo Maestro existen tantos soles como vasos de agua hay en los océanos
de vuestro mundo.
El ser humano se ufana por conocer lo desconocido y emplea grandes sumas de dinero
en la investigación de nuevos mundos y hacemos bien, aún cuando reconozcamos que "la
inmensidad de la vasta creación del Padre Universal, está totalmente más allá del
entendimiento de la imaginación finita. Sin embargo podéis conocer algo de su organización
física y de su maravillosa administración, podéis aprender mucho acerca de los diversos
grupos de seres inteligentes que habitan los siete universos del tiempo y del Universo
Central de la Eternidad"
A estas alturas creo que nadie puede dudar que el ser humano esté lejos de ser el centro
del universo y que estemos rodeados de seres mucho más inteligentes y evolucionados que
nosotros. Los urantianos sabemos muy bien que no estamos solos. El universo está lleno
de planetas habitados, formas de vida en proceso evolutivo, civilizaciones en varias etapas
de desarrollo, esferas celestiales y personalidades espirituales "las cuales no habitan en el
espacio nebuloso, ni moran en mundos etéreos, sino que están domiciliados en esferas
reales de naturaleza material, mundos tan reales, como los que habitan los mortales"
En las exploraciones que se hacen tanto a la Luna como a Marte, se pretende encontrar
vida similar a la nuestra, olvidando que puede haber vida, pero que ella no tiene por qué ser
similar a la nuestra, porque "todos los mundos de un sistema local revelan un parentesco
físico inconfundible, sin embargo, cada planeta tiene su propia escala de vida y no existen
dos mundos que sean exactamente idénticos, en sus dotaciones vegetales y animales
porque estas variaciones planetarias en los tipos de vida del sistema, son el resultado de
las decisiones de los Portadores de Vida"
Cuando el hombre se convenza que no somos producto del Bing Bang, sino "que el
proceso de evolución planetaria es ordenado y controlado y que el desarrollo de organismos
más elevados a partir de las agrupaciones más bajas de vida no es accidental" va a poder
valorar y cuidar más lo que tiene, porque todo obedece a un orden divino porque no
estamos solos "todos formamos parte de un proyecto eterno que los dioses están
supervisando, por tanto los acontecimientos del tiempo y las luchas de la existencia material
no son otra cosa que andamios transitorios que tienden un puente hacia la tierra prometida
de la realidad espiritual"
Debemos mantener nuestra mente abierta y libre de prejuicios porque "el Universo
Maestro puede parecer casi infinito a nuestros ojos, pero dista mucho de estar terminado,
aún existen límites físicos a la creación material y a la revelación experiencial de Dios” y por
el momento a nosotros nos corresponde cuidar en forma debida a nuestro Planeta para que
nuestras vibraciones positivas le permitan alcanzar toda la plenitud para la cual fue creado.
68
El matrimonio, con sus múltiples relaciones, es el más apropiado para hacer surgir
los preciosos impulsos y los motivos más elevados, indispensables para el
desarrollo de un carácter fuerte.
Sin lugar a dudas que el matrimonio es donde mejor se puede evolucionar y conseguir
cambiar las cosas no deseadas de nuestro carácter, pero hay que reconocer que la tarea no
es nada fácil, porque es justamente en el matrimonio donde se caen todas las caretas y
aflora el verdadero yo, que no siempre es el más atractivo y dicta mucho de ser el yo que
ambos cónyuges mostraron durante el noviazgo.
La convivencia requiere de una gran paciencia y tolerancia para aceptar al otro tal como
es y no cómo nosotros quisiéramos que fuese, por eso el matrimonio debe fundarse en algo
más sólido que la simple atracción sexual "el matrimonio ideal debe ser fundado en algo
más estable que las fluctuaciones del sentimiento y la transitoriedad de la atracción sexual,
debe basarse en la devoción personal genuina y mutua"
Hoy en día la juventud está más reacia a contraer el vínculo del matrimonio, las parejas
se conforman con vivir juntos, en parte como un período de prueba antes de consolidar la
unión con el matrimonio. Personalmente, creo que en esto hay una gran parte de madurez,
porque antaño las parejas se unían porque era la única manera de poder tener relaciones
sexuales, lo cual era bien nefasto, porque pasaba el entusiasmo y seguían unidos "para
toda la vida" por costumbre o necesidad económica ya que la mujer no trabajaba.
Jesús "se negó a participar en la controversia con los fariseos sobre el divorcio, pero si
proclamó una enseñanza positiva de los ideales más altos del matrimonio y reprobó la
práctica injusta del divorcio que aplicaban en esos días los judíos, que permitían que el
hombre se divorciara por las razones más insignificantes en contra de la mujer. Nunca
sancionó la práctica del divorcio que otorgaba ventajas al hombre sobre la mujer, el Maestro
tan sólo aprobaba aquellas enseñanzas que otorgaban igualdad entre hombres y mujeres"
El verdadero amor no necesariamente tiene que estar aprisionado por las leyes dictadas
por los hombres, lo esencial de la unión es la armonía, la dedicación y comprensión que se
logre en la pareja para que ella logre "exaltar su ideales de unión social e incrementen el
respeto de ellos para con las mujeres, los niños y el hogar"
El verdadero amor debe estar extenso de egoísmo y el no ser egocéntrico es una tarea
permanente para el ser humano, que está muy lejos de amar los demás como se ama a sí
mismo. La comprensión y la comunicación son vitales para crecer individualmente y a la
vez fortalecer los lazos de la unión matrimonial. Demos a la pareja lo mismo que deseamos
para nosotros como nos lo dijo nuestro Maestro: “No debéis olvidar la gran ley de justicia
humana que os he enseñado en forma positiva: cualquier cosa que queráis que los
hombres hagan por vosotros, lo mismo haced por ellos”
69
Todas las cosas son sagradas en la vida de aquellos que están dirigidos por el
espíritu.
A simple vista pareciera que esta cita nos hace idólatras, al llamar sagradas a todas las
cosas, sin embargo el hacerlo es el mayor tributo que un ser humano le pueda hacer a su
Creador, pues el verdadero amor hacia El está precisamente en no hacer una separación
entre la vida espiritual y nuestra vida material, pues esta dicotomía entre lo uno y lo otro es
lo que tiene al mundo como lo está.
Es muy consolador y edificante el pensar, que no importa si lo que hacemos es
trascendente o aparentemente sin importancia, porque para Dios, nada absolutamente nada
de lo que hacemos le es indiferente, todo tiene un valor de sobre vivencia eterna, para
quien sabe permanecer junto a ese Dios que "mora en el Paraíso, pero también su divina
presencia mora en la mente de los hombres"
El peor error es separar lo material de lo espiritual, porque es a través de lo material que
podemos llegar a lo espiritual, porque la espiritualidad no es algo éterico, sino algo tangible
que tiene que manifestarse a través de nuestras acciones materiales, pues de nada me
sirve una meditación de media hora si durante el resto del día, actúo como cualquier
pagano que no conoce a Dios.
La espiritualidad es encontrar constantemente a nuestro Padre, donde nunca antes lo
habíamos encontrado, por ejemplo en medio de una fiesta, de un partido de fútbol, mientras
vemos la TV, cuando salimos de compras, cuando hacemos el amor...si Dios mora en
nuestro interior porque ignorarlo mientras nos distraemos y disfrutamos sanamente?
"Dios se ha embarcado en una aventura eterna con el hombre. Si cedéis a las fuerzas
espirituales que moran dentro y en torno a vosotros, no podréis dejar de alcanzar el alto
destino establecido para las criaturas ascendentes de los mundos evolutivos del espacio"
para conseguirlo sólo tenemos que "dedicar nuestra vida diaria a la elevación de la tarea
diaria y común, porque para aquel que conoce a Dios, no hay tareas comunes, ni tareas
seculares"
Recordemos que mientras "nos dedicamos a la obtención de las realidades eternas,
debemos también disponer para las necesidades de la vida temporal" porque "nada de lo
que haga un hijo de Dios es ordinario" y de ello nos dio ejemplo Jesús que vivió gran parte
de su vida en la tierra como una persona común y corriente. Trabajó como carpintero y
cuidó con esmero a su madre, sintiendo que era la mejor manera de hacer la voluntad de su
Padre, mientras se preparaba para su vida pública de evangelización.
Sigamos las huellas de Jesús y dignifiquemos el trabajo que hacemos, cualquiera que él
sea, porque nuestra herencia eterna, pues nuestro espíritu sólo recordará los actos
conscientes de nuestra vida, todos los otros recuerdos de nuestra mente, perecerán como
andamios inservibles en la etapa de Luz y Vida.
70
El amor es el deseo de hacer el bien a los demás.
Dios nos pide que aprendamos a amar a los demás y la cita en forma muy concreta, nos
dice que amar es hacer el bien. Pero ¿qué es hacer el bien? ¿Es dar limosnas? ¿Es
colaborar en obras de beneficencia o en organizaciones que se preocupan de salvar al
planeta de la contaminación y de salvar a los animales en peligro?
Sin duda que todo esto es hacer el bien, pero con la vida ajetreada de hoy y con la crisis
económica no siempre podemos hacer lo antes dicho, sin embargo hay un bien mucho más
sutil si se quiere, pero que podemos ejercer todos y siempre, sin importar donde o con
quien estemos.
Y ese bien es aprender a entregarnos nosotros mismos, es tener gestos de amabilidad
con aquellas personas que de una u otra manera están a nuestro servicio: con las nanas
que cuidan nuestra casa, con el jardinero, con la cajera o la promotora del súper mercado,
con la persona que nos limpia y cuida el auto...personas anónimas que están cansadas y a
quienes una palabra, una sonrisa las puede sacar de su rutina y contactarlas con una
energía positiva. Una buena manera anónima como debe ser el bien que hacemos, es
pagar sueldos un poquito más alto que lo estrictamente justo y dar buenas propinas, a
nosotros unas monedas más o menos no significan gran cosa, en cambio ellos no sólo
valoran el dinero sino el gesto nuestro porque los hace sentirse tomados en cuenta como
seres humanos, porque lo que realmente vale no es lo que damos en sí mismo, sino en
cómo hacemos sentir a la gente.
Se da la paradoja, que muchas veces somos muy buenas personas con los extraños,
pero se nos olvida serlo con los más cercanos, con nuestros familiares. Es como si al llegar
a casa nos sacáramos la máscara de las buenas costumbres y del buen trato y saliera a
relucir sin filtro alguno todo nuestro cansancio, mal humor, gritos y malos modales...
"El bien y el mal no son palabras que simbolizan niveles relativos de la comprensión
humana" por eso el hacer el bien es un estado de conciencia que nace en forma natural y
espontánea cuando estamos bien en nuestro interior, hay un axioma que dice con mucha
verdad "yo estoy bien, tú estás bien" porque si en nosotros hay paz interna, si nos sentimos
unidos al Espíritu divino que en nosotros mora, vamos a tener la comprensión y la empatía
suficiente para comprender y perdonar cualquier falta de nuestro prójimo y va a primar en
nosotros el amor.
El amor es tan valorado por Dios, que Jesús nos dice que "la adoración es la técnica de
buscar en el único, la inspiración para servir a muchos." así de simple, no se nos pide que
nos extasiemos en los dones inigualables de Dios que son incomprensibles para nuestra
mente finita, se nos pide algo aparentemente mucho más simple y efectivo, como es el
preocuparnos de servir a los demás, porque el hacerlo es la mejor manera de demostrar el
amor a nuestro Creador, porque si no amamos a nuestros hermanos que vemos ¿cómo
vamos a amar a un Dios que no vemos?
71
La bondad impone siempre el respeto, pero cuando está desprovista de agrado, a
menudo repele el afecto. La bondad sólo es universalmente atractiva cuando es
agradable. La bondad sólo es eficaz cuando es atrayente.
"Toda virtud llevada a los extremos puede convertirse en vicio" y eso ocurre muchas
veces con la bondad cuando ella no nace del fondo del corazón, o cuando está revestida
del ego que insita a demostrar a los demás lo bueno que uno puede ser y se tiene un
actitud altanera, pasando a llevar la sensibilidad de las personas a quienes suponemos que
estamos ayudando.
Hay que tener muy presente que "la sinceridad cumple mejor su función en el trabajo del
reino, cuando está unida a la discreción" y lo mismo debemos aplicarlo a la bondad. Jesús
insistía en que tuviésemos tino en el trato con nuestros semejantes, especialmente cuando
queremos ejercer la caridad para no herir la autoestima de los demás, por eso debemos
guardar el mayor respeto y también el silencio de lo bueno que podamos entregar, porque
al pregonarlo estamos poniendo en evidencia las carencias ajenas y a la vez dando de
comer a nuestro ego, haciéndolo que se sienta importante, cuando en verdad al ejercer la
bondad, la caridad no hacemos nada más que cumplir con nuestro deber de hijos de Dios,
porque Jesús nos dijo: "Recordad que todo lo que hacéis al más humilde tus hermanos, a
mí me lo hacéis."
También debemos estar conscientes que muchas veces lo que consideramos un acto de
bondad o de generosidad no son una dádiva, sino más bien un acto de justicia, porque la
caridad sólo comienza donde termina la justicia. Si tenemos más, en cualquier sentido,
intelectual, religioso o monetario nuestro deber es compartir lo que tenemos con nuestros
hermanos `porque lo que Jesús nos demanda es lealtad no sacrificio. La idea del deber es
propia de la mentalidad del siervo y por ende, le falta el estímulo poderoso de hacer tu
servicio como amigo y para un amigo. El impulso de la amistad trasciende todas las
convicciones del deber, por eso lo que se hace por un hermano, por un amigo, nunca será
un sacrificio"
La bondad para que sea tal, debe ir siempre acompañada de la ternura, la cual se
manifiesta en gestos sutiles como son la sonrisa, el tono de voz, la caricia sincera, todas
ellas manifestaciones de una sensibilidad a flor de piel, la cual deberíamos poner en
práctica tanto hombres como mujeres, porque "tener sensibilidad y saber responder a las
necesidades de los hombres, genera una felicidad genuina y duradera y estas actitudes
cordiales a la vez salvan el alma de las influencias destructoras de la ira, el odio y la
venganza"
La bondad es el perfume sutil que emana una persona que es capaz de amar sin esperar
la recompensa, porque ya la tiene en la unión con su Espíritu divino
72
Cuando perdonáis a vuestro hermano en la carne, creáis así en vuestra propia alma la
capacidad para recibir la realidad del perdón de Dios por vuestras propias fechorías.
73
El verdadero maestro mantiene su integridad intelectual permaneciendo siempre
como un alumno.
Sabio consejo el que nos entrega la cita de hoy, porque es tan fácil el creerse maestro
porque se sabe un poquito más de algo y lo peor es que al caer en este juego del ego, al
dormirse en los laureles, lo poco que podíamos saber pierde su brillo, porque se deja de
aprender y de buscar la verdadera evolución, pues ella tiene una meta muy alta: ser
perfectos como lo es nuestro Padre y por lo mismo, al igual que nos pasa cuando miramos
el océano, podemos ver su comienzo pero no su término, siempre será más un logro que
una meta, porque "el conocimiento es una búsqueda eterna, siempre estás aprendiendo,
pero jamás puedes llegar al conocimiento de la Verdad absoluta" porque ella simplemente
no existe en este plano humano, en donde todo es momentáneo pues "en el estado mortal,
nada puede ser probado en forma definitiva, tanto la ciencia como la religión se basan en
suposiciones"
El comunicar, el tratar de mostrar a otros lo que hemos encontrado y nos hace felices, es
una de las tareas más lindas que un ser humano pueda realizar, porque es como continuar
la obra de Dios y entregar un poco de nosotros mismos, porque "conocer a nuestros
hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es la suprema experiencia de la
vida" por eso, mientras pensemos más en a quien enseñamos que en nosotros mismos,
nuestra enseñanza va estar liberada del orgullo que es el que muchas veces ensucia
nuestras mejores intenciones.
Todos y cada uno de nosotros, de una u otra manera somos maestros, porque siempre
habrá quien sepa más que nosotros y también quien sepa menos y necesite de nuestra
ayuda, porque "la educación es tarea de toda la vida y ha de continuar sin detenerse para
que la humanidad pueda experimentar gradualmente los niveles ascendentes de la
sabiduría que son; el conocimiento de las cosas, la comprensión de los significados, la
apreciación de los valores, la nobleza del trabajo y el deber cumplido, la motivación de las
metas, la moralidad, el amor al servicio y la visión cósmica que nos da el discernimiento
espiritual"
Recordemos que no es lo mismo el saber que el comprender, porque el conocimiento es
una posesión de la mente y la verdad es una experiencia del alma, del yo en progresión.
El mundo podría cambiar en forma radical si cada uno de nosotros, nos propusiéramos
ser maestros y enseñáramos lo que hemos tenido a bien aprender, pero haciéndolo con
amor y humildad, siguiendo el ejemplo de Jesús que no apabullaba a su auditorio
enseñándoles lo que no estaban capacitados para recibir, porque sabía que “hasta un
pensamiento bueno, debe ser dicho de acuerdo al estado intelectual y el desarrollo
espiritual del oyente” “No cometió el error de enseñarles más, ni precipitó su confusión
presentándoles una verdad que rebasara su capacidad de comprensión, porque “el
concepto espiritual no puede ser forzado en forma mecánica, dentro del molde de la
memoria material”
74
Disfrutar de privilegio sin abuso, contar con libertad sin libertinaje, poseer poder y no
utilizarlo nunca para el propio engrandecimiento. Estas son las señas de la
civilización elevada.
75
No es tanto lo que la mente comprende, sino más bien lo que desea comprender,
aquello que asegura la supervivencia; no es tanto cómo es la mente, sino cómo está
tratando de ser la mente lo que constituye la identificación espiritual.
¡Cómo nos conoce nuestro Padre y cómo nos ama! el no nos juzga a todos por igual,
porque como todo buen padre, sabe que cada hijo es diferente en personalidad y también
en actitudes, por eso El ve más el fondo del corazón de sus hijos que lo que hacen, porque
"para entrar en el reino del cielo el motivo es el que cuenta y el Padre nos juzga por
nuestros deseos íntimos y nuestras acciones sinceras."
Nuestro Padre, no nos pide cosas imposibles, cada prueba viene calibrada para lo que
somos capaces de sufrir y de sacar el significado a lo que nos está ocurriendo. Sacar el
significado a lo que nos ocurre, no es precisamente el comprender, porque muchas veces
nuestra mente es incapaz de hacerlo porque está nublada por lo mediático. Pero Dios no
nos pide comprender, nos pide hacernos conscientes y entregarnos a Él confiando en que
con su ayuda vamos a ser capaces de desafiar cualquier cosa, porque con El todo es
posible.
El deseo sincero de hacer la voluntad de nuestro Padre, el saber confiar en que su
voluntad es lo mejor para nosotros, es lo que le da otro sentido a nuestros problemas, ellos
dejan de ser pruebas dolorosas y se transforman en obstáculos necesarios para nuestro
crecimiento espiritual.
Un músculo que no se usa se atrofia, de la misma manera la mente que no se usa y no
se pone a prueba, pierde su capacidad de comunicarse con el Espíritu de Dios que habita
dentro de su alma y que es quien nos ayuda a que nuestra vida cotidiana sea el camino
para llegar a la sobre vivencia eterna.
Nuestras acciones no tienen mayor importancia, lo que sí son verdaderamente
importantes son nuestras intenciones, nuestros deseos íntimos, eso que sólo Dios y
nosotros conocemos, podemos engañar a nuestros semejantes con nuestras acciones
aparentemente edificantes y piadosas, pero si la motivación no es pura, si es el ego quien
nos induce a hacerlas, ellas no tendrán ningún valor de súper vivencia eterna, por el
contrario hasta pueden convertirse en un lastre que nos lleve al autoengaño y al
adormecimiento de nuestra conciencia.
Mantener nuestra mente alerta para descubrir la verdad y a la vez cerrada a todo
pensamiento negativo o destructivo, es lo que nos permite ser espirituales y permanecer en
íntima comunión con nuestro Padre, porque "es dentro de la mente y con la mente que
tomas las decisiones morales que te permiten alcanzar la semejanza con Dios" pero es la
unión con el espíritu divino que en nosotros habita quien le da el verdadero significado a lo
que nuestra mente piensa, porque “el hombre no podría amar en forma altruista, ni podría
comprender espiritualmente los valores morales, si no viviera en su mente, un amante
divino”
76
Aceptar la guía de un serafín raramente significa conseguir una vida fácil. Al seguir
esta guía, con seguridad encontrarás, y si tienes la valentía, atravesarás, las
empinadas colinas de la elección moral y del progreso espiritual.
Si leemos esta cita sin sacarle el significado, pareciera ser que sólo un masoquista podría
desear tener su propio serafín, porque en verdad a nadie le gusta sufrir por gusto, sin
embargo los sufrimientos que se desprenden de la unión con un serafín, no son amarguras
sino ese sufrimiento que requiere del esfuerzo personal para triunfar en lo que
verdaderamente se desea.
Un deportista, mientras más práctica su deporte favorito, más tiene que sufrir con su
entrenamiento para cumplir con las metas propuestas, es impresionante ver los esfuerzos
que tienen que hacer, como sudan y sus miembros se agarrotan con el trabajo duro, pero
ellos no se asustan, porque saben que es la única forma de alcanzar la meta tan anhelada.
Lo mismo ocurre con la vida espiritual, quien crea que es fácil y que ella se consigue con
unas cuantas oraciones o meditaciones en posición de loto, está muy equivocado, porque
ese es sólo el comienzo para tomar fuerzas para vivir la vida con toda su intensidad y con
todos los problemas y vicisitudes que el estar vivos conlleva.
Los serafines no nos libran de nada de lo que la maestra vida tiene que enseñarnos, pero
sí nos ayudan a ver esas realidades desde otro punto de vista, a ver el sufrimiento como un
crisol para aprender a transmutar el plomo de lo negativo, en oro de valoración eterna,
porque "el verdadero estado espiritual es la medida que uno se aproxima a la Deidad. La
vida eterna es búsqueda interminable de los valores infinitos. La espiritualidad eleva la
habilidad de descubrir la belleza en las cosas, de reconocer la verdad en los significados y
la bondad en los valores"
"Cuando los hombres caen víctimas de una ansiedad excesiva y se vuelve realmente
dolorosa, inhibe la actividad e intuye infaliblemente los cambios evolutivos y las
adaptaciones biológicas, sin embargo el dolor y el sufrimiento son esenciales para la
evolución progresiva" del mismo modo que el deportista no podría alcanzar el éxito sin los
dolores de su entrenamiento.
Los serafines, no nos evitan los sufrimientos, porque una vida fácil lleva a esa monotonía
que cansa y agota y que la vemos a diario en las personas que parecen tenerlo todo, pero
que se sienten tan vacíos interiormente que tienen que recurrir a las drogas o los fármacos.
Lo que sí hacen nuestros amigos serafines, es iluminar nuestra mente para que sepamos
sacarle el significado a cada prueba, a cada sufrimiento porque es él quien hace que
nuestras acciones ordinarias, se conviertan en gananciales para la vida eterna.
77
Cuando el hombre muere, el espíritu empieza a desplegar su largo vuelo en el gran
viaje de regreso al hogar.»
Si los seres humanos tuviéramos presente esta cita, no le tendríamos miedo a la muerte
y nos preocuparíamos mucho más, de vivir intensamente y lo mejor posible cada día de
nuestra existencia, para que cuando la Muerte nos venga a buscar, nos encuentre con
muchas cosas buenas que nos sirvan de pasaporte para volver con plena tranquilidad a la
casa de nuestro Padre, que es también la nuestra y que nos está esperando desde el día
que nacimos.
"Este mundo es tan sólo un puente, podéis pasar por él, pero no podéis pensar en fijar
sobre él vuestra morada" Por tanto todo lo humano nos es útil y necesario para nuestra
evolución, porque mientras estemos en esta tierra tenemos que vivir como tales porque "el
hombre crece conscientemente desde lo material hacia lo espiritual, por la energía, poder y
persistencia de sus propias decisiones"
La vida es el puente que nos señala el camino y nos lleva hacia la eternidad, pero
nuestro viaje es transitorio, no podemos fijar aquí nuestra morada, no podemos apegarnos
a nada ni a nadie, porque todo lo humano más temprano que tarde perece, sólo las
acciones hechas en forma conscientes y nuestros pensamientos positivos pueden perdurar
más allá de nuestra corta vida.
"La estabilidad de la personalidad, tan sólo puede ser experimentada por los que han
descubierto y abrazado al Dios viviente, como meta eterna de alcance infinito. El transferir
de este modo el propio objetivo del tiempo a la eternidad, de la tierra al Paraíso, de lo
humano a lo divino, requiere que el hombre se regenere, se convierta y nazca nuevamente
y se vuelva el hijo recreado por el espíritu divino y así gane el ingreso a la hermandad del
reino"
No es lo que hacemos lo que tiene valor de sobrevivencia, sino las intenciones y
motivaciones que nos impulsan al hacerlas, incluso las más sencillas. "El hombre sabio
universaliza su corazón y aprende con humildad, porque es sabio el ser, que considera a
todas las partes desde el punto de vista del todo."
Dejemos de ver a la señora Muerte como nuestra enemiga, porque "ella es la
metamorfosis que constituye el único procedimiento posible a través del cual podemos
escapar de las cadenas del tiempo y las ataduras de la creación material, pudiendo así
marchar al ritmo espiritual de la procesión progresiva de la eternidad"
No olvidemos que “cuando se agota la vida otorgada, el cuerpo vuelve al seno del
universo material de donde fue tomado en préstamo por los Portadores de Vida para servir
como vehículo transitorio para esa dotación de vida donde convergen la energía y la
materia. La supervivencia mortal se basa en la evolución de un alma inmortal, dentro de la
mente mortal” quien desaparece de la misma forma que la oruga abandona su envoltura
que ya no le sirve, para transformarse en mariposa. Pero la paradoja es que la mariposa no
hubiera llegado a serlo si antes no hubiese sido oruga.
78
La verdadera religión es discernimiento interior de la realidad, es hija de la fe y de la
conciencia moral y no un simple consentimiento intelectual a un conjunto de
doctrinas dogmáticas.
79
Una vez que entiendas a tu prójimo, te volverás tolerante, y esta tolerancia crecerá en
amistad y madurará en el amor.
Cuando logramos practicar la empatía, esa virtud maravillosa que nos permite
comprender a nuestro prójimo y ponernos en el lugar de él, la tolerancia nace en forma
espontánea, porque la gran mayoría de las veces el hombre no es malo por naturaleza, sino
más bien por debilidad, inconsecuencia ignorancia.
"Si alguien te irrita o te produce sentimientos de resentimiento, debes buscar con empatía
el discernimiento desde su punto de vista y buscar las razones que lo indujeron a su
conducta censurable" Si actuáramos de esta forma, nos veríamos libres de muchos
resentimientos y dolores y seríamos mucho más pródigos en el amor y la tolerancia y por
ende conservaríamos nuestra armonía y podríamos ser mucho más felices, porque cuando
el "hombre vislumbra el círculo de la eternidad, se motiva a dar lo mejor que hay en él a su
máxima expresión y puede vivir entonces de manera más generosa y para el bien de los
demás" en cada momento de su día.
Cuando no somos capaces de comprender y perdonar es simplemente porque somos
seres inmaduros, en donde nuestro ego tiene prioridad ante nuestro espíritu. "Sois
rencorosos y vengativos en proporción directa a vuestra ignorancia de la naturaleza interior
y de los deseos verdaderos de vuestros semejantes"
Comenzamos a amar en forma verdadera y desinteresada, cuando pensamos más en los
demás y menos en nosotros mismos, deberíamos recordar a menudo lo que Jesús le dijo a
Ganid y que también nos lo dice a nosotros: "Interésate por tus semejantes, aprende a
amarlos y aguarda la oportunidad de hacer algo por ellos, algo que verdaderamente ellos
deseen" lo cual no siempre es lo que nosotros deseamos para ellos, pues hasta en el dar
solemos ser egoístas. Regalar un hermoso vestido de seda, puede ser un lindo gesto, pero
no si la persona a quien se lo regalamos está muriendo de frío o de pobreza.
Deberíamos esforzarnos por trabajar en la empatía como una de las principales virtudes,
si realmente queremos evolucionar y seguir las huellas de nuestro Maestro Jesús, porque
ella encierra mucho más que comprensión hacia los demás, pues para llegar a sentirla, se
necesita tener a raya a nuestro ego, para poder salir de ese “primero yo” que tanto perjudica
nuestras relaciones y nuestra evolución.
La empatía requiere haber alcanzado incierto grado de autodominio, para recordar que
todo lo que hacemos por nuestros hermanos, es a Jesús a quien se lo hacemos…
“Libremente habéis recibido, por lo tanto libremente debéis dar la verdad y esta verdad se
multiplicará al ser dada y se mostrará en una luz creciente de gracia salvadora en la medida
que la sepáis compartir con vuestros semejantes.”
Compartir no es dar limosna, compartir es dar una parte de uno mismo, se comparte con
un gesto amable, con una sonrisa, con un perdón, con un gracias…gestos que no cuestan
nada y significan tanto para quien los da, como para quien los recibe.
80
Jesús, siempre estaba preparado y dispuesto a interrumpir un sermón o a hacer
esperar a una multitud, mientras atendía las necesidades de una sola persona, o
incluso de un niño pequeño.
Me parece que esta cita no es sólo para leerla, sino para releerla y ponerla en práctica,
porque hoy en día que todo va tan de prisa y en donde la individualidad ha sido
reemplazada por la globalización, es urgente que aprendamos de Jesús y estemos
dispuestos a dejar la vorágine de la vida, para atender y escuchar a nuestros hermanos en
forma personal, porque cada ser tiene su propio ADN espiritual y emocional.
Los niños, tanto los que son pequeños por edad, como aquel niño interno que todos
tenemos, necesitan de nuestra atención personalizada, de esa conversación mirando a los
ojos del interlocutor, en vez de fijar la vista en el reloj y desesperarnos porque el tiempo
corre, o porque nos parece poco interesante lo que nos exponen.
Jesús tenía esa empatía, que le permitía entender los problemas o las demandas de sus
seguidores, en forma individual y que si nosotros nos esforzáramos en imitar, podríamos
hacer que el mundo fuese un lugar mucho más amable y feliz.
A veces nos creemos buenos, porque no le hacemos el mal a nadie, pero El Maestro nos
dijo claramente: "mis discípulos no sólo deben de cesar de hacer el mal, sino que deben
aprender a hacer el bien" y este bien, se puede hacer a través de un gesto cariñoso, de un
palabra amable, de una sonrisa y sobre todo prestando atención a todo aquel que lo
necesite, teniendo en cuenta que muchas veces los gritos de auxilio no son verbales, sino
silenciosos y por lo mismo debemos aprender a leer el rostro de nuestros semejantes y a
comprender sus inquietudes ocultas.
Todo esto nos sería mucho más fácil de realizar, si tuviésemos en cuenta que " el Padre
requiere que todos sus hijos crezcan en la gracia y en el reconocimiento de la verdad.
Vosotros, que conocéis estas verdades, debéis rendir cada vez más, los frutos del espíritu y
manifestar una devoción creciente al servicio altruista de vuestros hermanos, porque todo
cuanto hagáis al más humilde de los hombres, a Mí me lo hacéis."
Si en cada ser humano, pudiéramos ver el rostro de Jesús, seríamos mucho más
amables y comprensivos, trataríamos de ayudarlos y no seríamos injustos en ningún
sentido, porque “sólo la hermandad puede impedir que los fuertes opriman a los débiles”
“La aparición de la verdadera hermandad significa que ha llegado un orden social en el
cual se deleitan todos los hombres, sobrellevando los unos las cargas de los otros” en
donde la caridad sea un solamente un acto de amor, pues ella comienza sólo donde termina
la justicia.
81
Nuestro Dios es el divino y santísimo Espíritu del Paraíso, y sin embargo es más
amistoso para el hombre que la más amistosa de todas las criaturas.
82
Jesús guiaba a los hombres a sentirse en el mundo como en su propio hogar; los
liberaba de la esclavitud de los tabúes y les enseñaba que el mundo no es
fundamentalmente malo. Dominó la técnica de hacer la voluntad de Dios, mientras
vivía su vida corriente. No era un escéptico moral, consideraba al hombre en forma
positiva. Veía a la mayoría de los hombres, más como débiles que como malvados.
83
No es tan importante que conozcáis el hecho de Dios, como que desarrolléis cada vez
más la habilidad de sentir la presencia de Dios.
Una cita muy corta la de hoy, pero ¡tan importante! A veces gastamos horas y
malgastamos nuestra vida, en tratar de explicarnos el cómo y los por qué de Dios, como si
fuese posible comprender lo infinito, con nuestra mente finita y nos olvidamos que cualquier
estudio que hagamos de Dios, siempre será incompleto.
Pero esta inmensidad que nos separa de la comprensión de Dios, desaparece, cuando
escuchamos que Jesús nos dice que más importante que conocer a Dios, es sentirlo.
Sentir a Dios, es incorporarlo a nuestra vida cotidiana, conversar con El en medio de
nuestras tareas ordinarias, de la misma forma informal, que lo hacemos con nuestro padre
terrenal cuando lo tenemos cerca.
En este tiempo, que salir de compras muchas veces se vuelve caótico, por el tráfico, las
muchedumbres de las tiendas y todo lo que conlleva el consumismo, hagamos la prueba de
hacer nuestras compras "sintiendo a Dios" es un ejercicio maravilloso que nos puede
acercar realmente al espíritu que nuestro Padre espera de nosotros que somos sus hijos.
Para algunos puristas, esta relación con Dios puede parecerles una falta de respeto a su
divinidad, sin embargo es Jesús quien nos enseñó a actuar así. Si lo hacemos, veremos la
tremenda diferencia entre hablar de Dios y llevar a Dios en nuestra mente y sentirlo con el
corazón en medio de las cosas comunes y corrientes, porque para un hijo de Dios, todo
debiera ser sagrado.
Sentir a Dios, es elevar nuestro estado de conciencia para ser capaces de discernir el
bien del mal, para acordarnos de los buenos propósitos hechos y tener la fuerza necesaria
para ser capaces de cumplirlos, siendo consecuentes y respetando así nuestra propia
palabra.
Sentir a Dios, es poder verlo en nuestros hermanos para poder amarlos, para poder
perdonarlos y tenerles empatía para comprenderlos mejor.
Sentir a Dios es tenerlo presente, como la fuente y el motor de todas nuestras acciones y
sentimientos, como algo natural y espontáneo que no necesita de oraciones aprendidas, ni
mandamientos obligados, porque nuestro trato con él, es la de un hijo y es más, es la de un
hijo pequeño, que ignora la gran mayoría de las cosas y que le falta mucho por aprender,
pero... ¡que ama y quiere que su Padre lo guíe! Porque tiene la certeza, que la perfección a
la cual aspira es un largo camino que debe recorrer a través del tiempo y el espacio, pero
que debe comenzar Aquí y Ahora pues para eso estamos en esta vida y en este cuerpo
humano, lleno de limitaciones físicas y mentales, pero divino a la vez, porque en él mora la
chispa divina, el Ajustador que suavemente guía hacia la perfección y nos permite sentir en
nosotros la presencia divina.
84
Jesús dijo: hijos míos, no estáis viendo con los ojos de la fe, ni oyendo con la
comprensión del espíritu. Yo os declaro que el reino del cielo es la comprensión y la
aceptación del gobierno de Dios en el corazón de los hombres.
El reino de Dios no es visible para quien no ve con los ojos de la fe, ni escucha con la
comprensión del espíritu, porque el reino de Dios aun cuando no es de este mundo, se
realiza en el corazón de los seres humanos y este Rey no necesita de súbditos que acaten
órdenes, sino de hijos que actúen movidos por el amor hacia el Padre, lo cual permite que
"la rectitud experiencial sea un placer y no un deber"
El hombre, a través de las edades ha vivido esperando que el Reino llegue, como si
fuese algo externo, que tiene que hacer en algún momento su aparición con
acontecimientos extraños, y ha ignorado que el reino está en su propio corazón y que se
manifiesta en la medida que somos capaces de hacer nuestra, la voluntad de nuestro
Padre, porque " nuestro mañana está totalmente en las manos de nuestro Padre.”
Ese es el reino que debemos crear nosotros mismos, dentro de nuestro propio corazón
pues "la gran aventura universal del hombre, consiste en el tránsito de su mente mortal,
desde la mecánica, a la dinámica espiritual de la divinidad y esta transformación, la logra
por la fuerza y la constancia de sus propias decisiones, declarando en cada una de las
situaciones de su vida: es mi voluntad que se haga tu Voluntad."
El establecimiento del reino, no depende de los otros, sino de cada uno de nosotros en la
medida que reconozcamos a Dios como nuestro Padre y al prójimo como nuestros
hermanos, pero no de palabra, sino de hecho y con gestos y acciones concretas.
"La obediencia a la voluntad del Padre, produce los frutos del espíritu en la vida personal
y esta es la ley del reino" que no necesita de la amenaza del castigo eterno, pues brota en
forma espontánea del amor hacia Dios y hacia nuestros hermanos, de allí “que cada día
que vive un verdadero creyente, le resulta más fácil hacer lo que es recto”
Debemos buscar la verdad en donde quiera que ella se encuentre, sin importar que el
vehículo de su transmisión sea aparentemente humano, pero esa verdad la debemos
buscar en forma personal, sin aferrarnos a nada ni a nadie, porque la evolución es un
proceso y un trabajo absolutamente individual, “ni siquiera el amor infinito de Dios, puede
imponer la salvación a quien no la desee.”
Cuando comprendemos que el Reino no es una alegoría, ni tampoco algo que algún día
llegará, sino que es algo real y concreto que nosotros debemos descubrir en nuestra vida
cotidiana, ésta toma otro sentido porque nos damos cuenta que nada ocurre por casualidad
y que toda tarea y todo acontecimiento debiera llevarnos a vivir en plenitud en el Reino y ser
felices.
85
La fe de Jesús alcanzó la pureza de la confianza de un niño, era tan absoluta y
certera, que se manifestaba en la relación con sus semejantes y con las maravillas
del universo. Su sentimiento de dependencia de lo divino era tan completo y
confiado, que producía como fruto la alegría y la certeza de una gran seguridad
personal
86
Jesús hablaba directamente al alma de los hombres. Enseñaba al espíritu del hombre,
pero a través de la mente y vivía con los hombres.
Cuando pensamos que la espiritualidad está reñida con la materia y con el intelecto,
estamos en un grave error, pues "la fe salvadora nace en el corazón del hombre, cuando la
conciencia moral comprende que los valores humanos, pueden ser transformados en
experiencia inmortal, de lo material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la
eternidad." Porque si estamos en este planeta es para vivir y aprender lo que la
Maestra Vida nos tiene que enseñar y el peor daño que ha sufrido y sufre la espiritualidad
verdadera, es la dicotomía entre la mente y el espíritu.
"Aislar parte la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y distorsionar la religión"
Jesús, al hacerse uno de nosotros, quiso enseñarnos que el Camino hacia el Padre, lo
teníamos que realizar en este mundo y viviendo con nuestros hermanos, porque el
aislamiento más que una realización espiritual, es un escapismo de nuestras propias
realidades.
Es mucho más fácil el dedicarnos a leer el Libro de Urantia o la Biblia en el silencio de
nuestro cuarto, que el enfrentarnos a nuestros hijos adolescentes y hablarles de los
problemas del sexo sin control y del peligro de las drogas, o entablar con la pareja un
diálogo que ayude a superar las diferencias o los problemas que puedan existir.
Ningún libro ni maestro, puede darnos la experiencia que nos dan los hechos puntuales
que nos toca vivir, ni menos reemplazarnos en nuestras misiones específicas y comunes,
porque la verdadera espiritualidad es hacer lo ordinario en forma extraordinaria y para ello
necesitamos de nuestra mente para poder razonar con cordura y de nuestro espíritu
para poder actuar con justicia y sabiduría, como lo hacía Jesús cuando vivía y hablaba con
los hombres.
"El hombre moderno se enfrenta con la tarea de hacer más adaptaciones de los valores
humanos, en esta generación de lo que hubo de hacer en dos mil años y sin duda que esto
influye sobre la actitud social hacia la religión, porque ella debiera ser una forma de vida y
una técnica de pensamiento. Debería ser siempre y al mismo tiempo, el cimiento eterno y la
estrella guiadora de toda civilización duradera" porque la evangelización de Jesús al mundo
no pude continuar sin nuestra colaboración activa.
¿Nuestra espiritualidad está cumpliendo este rol o nos limitamos a unas cuantas teorías
que están en nuestra mente, pero no en nuestro espíritu? La espiritualidad que creemos
tener ¿es visible a los ojos de nuestros hermanos? ¿Salen beneficiados con los frutos de
nuestro espíritu?
Recordemos que todo árbol que no da fruto debe ser podado y que cada ser humano
tiene una misión específica en la vida que no puede ser reemplazada por nadie, y es por
ella que tendremos que dar cuenta.
87
Jesús guiaba a los hombres a sentirse en el mundo como en su propio hogar; los
liberaba de la esclavitud de los tabúes y les enseñaba que el mundo no es
fundamentalmente malo. Dominó la técnica de hacer la voluntad de Dios, mientras
vivía su vida corriente.
El Libro de Urantia,
Pág. 2093
88
La fortaleza de carácter no se deriva de no hacer el mal, sino de hacer el bien. La
generosidad, es la marca de la grandeza humana. Los niveles más altos de auto
realización se obtienen mediante la adoración y el servicio. La persona feliz y
eficiente, está motivada, no por el temor de hacer mal, sino por el amor a hacer el
bien.
La religión del espíritu, radica precisamente en que las actuaciones de las personas no
tienen como referente el " no harás" por miedo al pecado, sino en el hacer el bien como una
consecuencia lógica de quien ama a su Padre.
"Cada día que vive un verdadero creyente le resulta más fácil hacer lo que es recto"
porque " la rectitud es el fruto natural de la vida nacida del espíritu de la filiación en el reino.
No seréis salvados porque viváis una vida recta, sino que viviréis una vida recta porque ya
habéis sido salvados. Cuando los hombres creen que este evangelio, es una revelación de
la bondad de Dios, son conducidos al arrepentimiento voluntario de todo pecado conocido,
pues la comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar. Los creyentes
del reino, tienen sed de rectitud y hambre de perfección divina."
Cuando se ama a Dios, también se ama a los hombres porque " no veo como puedo
regocijarme en la paternidad de Dios, si rechazo la fraternidad del hombre" porque Dios no
acepta una adoración hacia él y a la vez el olvido o la ofensa al hermano.
Desgraciadamente hoy en día, casi todo el mundo dice creer en Dios y amarlo...pero no
hacemos lo mismo con el prójimo y de esta dicotomía, entre lo que decimos creer y lo que
hacemos, es lo que hasta ahora impide que el reino de Dios se manifieste en la tierra.
Este mundo sería diferente, si nos preguntáramos a menudo ¿ Qué bien puedo yo hacer
aquí ? no sólo se trata de dar dinero, podemos dar empatía a nuestros hermanos, podemos
aprender a tener amabilidad con todos, sonreír con frecuencia...acciones que no cuestan
nada y ¡qué hacen tanto bien!
Es bueno, recordar que "la adoración a Dios, no es más que la técnica de buscar en el
Único, la motivación para servir a muchos." Y el amor siempre llevará implícito la
preocupación por el otro, pues el egoísmo es incompatible con el amor verdadero, del
mismo modo que la espiritualidad sin amor al prójimo es el mayor del auto engaños, porque
no es posible amar a Dios y no amar a nuestros hermanos.
Los males del mundo, en gran parte se deben a que hay millones que se llaman
cristianos, pero muy pocos que vivan las enseñanzas de Jesús. Es preciso que la vida de
los creyentes, sean un ejemplo para quienes no lo conocen y los frutos del espíritu se
manifiesten en los seres humanos, para que sea posible el advenimiento del Reino de Dios.
Decimos que el mundo tiene que cambiar, pero se nos olvida que él cambiará en la
misma medida que nosotros lo hagamos.
89
La religión del espíritu os deja eternamente libres para seguir la verdad, dondequiera
que os lleven las directrices del espíritu.
La religión del espíritu nos permite ser libres, con esa alegría sana y constructiva que
tienen los niños. Evita que nos enredemos en tratar de comprender o buscar explicaciones
humanas, a lo que no está al alcance de nuestra mente finita. Nos permite sentir a Dios en
nuestro corazón, más que definirlo por medio de la teología.
La relación que entablamos con Dios, no es la de un siervo con su señor, sino la de un
hijo con su padre. Sabemos que la libertad que nos da la religión del espíritu no puede
convertirse jamás en libertinaje, ya que ella es monitoreada por lo mejor de nosotros
mismos, por nuestro Ajustador, que en todo momento está dispuesto a guiarnos, pero que
no se nos olvide que él nos señala el Camino, pero no nos obliga a caminar por él.
Esta libertad de espíritu, tampoco quiere decir que nos transformemos en seres egoístas
que sólo nos importa lo que cada uno piensa, muy por el contrario, ella nos enseña "que la
religión debe volverse una influencia poderosa para la estabilidad moral y el progreso
espiritual, que funciona dinámicamente en medio de las condiciones cambiantes y de las
adaptaciones económicas interminables” del mundo en que vivimos.
"La religión debe actuar como sal cósmica, que previene de la destrucción del sabor
cultural de la civilización por los fermentos del progreso. Estas nuevas relaciones sociales y
revoluciones económicas, pueden dar como resultado, una fraternidad duradera” porque
siempre tendrán muy en cuenta el bien común, sin el cual no hay fraternidad posible,
porque los fuertes no deben oprimir a los débiles bajo ningún pretexto.
La religión del espíritu, no se encasilla en teorías por buenas que ellas sean, porque sabe
que la Verdad es una sola, pero con múltiples caras que el ser humano debe ir
descubriendo en forma paulatina en la medida que su compresión y su discernimiento
espiritual se lo permita, porque “la religión de revelación deberá siempre limitarse a la
capacidad del hombre para recibirla.”
La religión del espíritu, no se limita a buscar a Dios en los libros sagrados, sino que
aprende a encontrar la verdad en todo lo que esté al alcance de su intelecto y que sea
capaz de discernir con su corazón, porque el conocimiento es la puerta por la cual entra la
verdad, pero es nuestra alma la que debe apoderarse de lo que le presenta la mente,
porque la religión del espíritu, traspasa los conocimientos y los convierte en agua viva,
porque es “una forma de vida y una técnica de pensamiento”
La religión del espíritu, crea la unidad en lo esencial, la libertad en lo personal y la
tolerancia hacia todos, porque en cada ser humano es capaz de reconocer a un hijo de Dios
y lo ama como tal.
90
Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en poder transformador.
Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los que aceptan esta
enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a regocijarse para siempre.
El mensaje de Jesús está muy lejos de las sentencias condenatorias y de los sacrificios
extremos, por el contrario, en la medida que seguimos sus enseñanzas, nuestro corazón se
va llenando de paz y de alegría, pues aprendemos a tener una mejor convivencia con
nuestros semejantes y además tenemos la capacidad de ir más allá de las apariencias,
descubriendo ý disfrutando de esas pequeñas, grandes cosas que la Vida nos regala.
"El desafío religioso de esta era, pertenece a aquellos hombres y mujeres visionarios y
progresistas, que se atrevan a construir una nueva y atrayente filosofía de vida, a partir de
los conceptos modernos de la verdad cósmica, la belleza universal y la bondad divina. La
salud, la cordura y la felicidad, son integraciones de la verdad, la belleza y la bondad, según
se mezclan en la experiencia humana" por lo tanto el verdadero creyente no se aleja de los
placeres de la vida, sino que los aprovecha con la alegría y el agradecimiento propio de un
hijo que agradece los regalos de su Padre.
Un hijo de Dios, que es consciente de esta filiación, vive su vida de forma tal, que la
armonía es su tónica, permitiéndole sacar el significado de todo lo que le ocurre, no vive ni
en el pasado, ni en el futuro, porque tiene la certeza que a cada día le basta su propio afán
porque "acepta su destino, después de haber cumplido fielmente con el propio deber" pues
está consciente que en esta vida nada es fortuito, todo obedece a una Causa creada por
nosotros mismos y por tanto debemos asumir los Efectos y pensar que todo lo que nos
ocurre, es lo que la Maestra Vida nos entrega para que aprendamos a evolucionar a través
de los acontecimientos corrientes de nuestra vida.
Es a través de nuestra propia vida, que debemos transmitir “ese mensaje de buenas
noticias y de poder transformador”que le da un nuevo sentido no solamente a nuestra vida,
sino también a todos los que nos rodean, porque a través de nuestra alegría constante, les
estamos enseñando que el Camino de la superación es cuesta arriba y lleno de obstáculos
por vencer porque “la perfección es nuestra meta y no nuestro origen” pero a pesar de todo
lo que pueda costar está lleno de inmensas satisfacciones y de una gran paz y armonía con
el universo.
“La futuras generaciones deben conocer nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de
nuestra buena voluntad y la inspiración de nuestro buen humor” porque “disfrutar de los
privilegios sin abuso, contar con libertad sin libertinaje, poseer poder y no utilizarlo para el
propio engrandecimiento, son las señales de una civilización elevada” que los hijos de Dios
debemos exhibir para el ejemplo de nuestros hermanos
91
La impaciencia es un veneno del espíritu; la ira es como una piedra arrojada en un
nido de avispas.
La impaciencia y la ira van de la mano, porque una persona que se impacienta casi sin
darse cuenta, comienza a acumular enojo por no poder realizar sus deseos cómo y cuándo
quiere y esta espera prolongada, se va convirtiendo en ira que ciega el intelecto y se
transforma en una fuerza avasalladora muy difícil de controlar, como lo dice la frase es
"como arrojar una piedra a un nido de avispas." las cuales solo pretender herir, incluso
matar a todo el que se cruce en su camino, cuando se siente atacada.
El impaciente olvida que todo en la vida, tanto lo vegetal como lo humano incluyendo
también lo espiritual, tienen un período de gestación, nada nace por generación
espontánea. "Jamás en tu ascenso al Paraíso te ganarás nada intentando impacientemente
eludir el designio divino, intentando atajos, invenciones personales u otros artificios para
facilitar el avance en el camino de la perfección, para la perfección y hacia la perfección
eterna"
Esto lo deberían tener muy en cuenta todos los "contactados" que predican apurar el
proceso redentor de Jesús. Lucifer no comenzó su rebelión con odio, sino motivado por la
impaciencia de ver que los planes divinos, que según él eran lentos, "durante un período se
convenció de que su idea rebelde, realmente redundaría en el bien del sistema y del
universo entero"
En el fondo fue lo mismo que ocurrió con Adán y Eva, ellos trataron de experimentar
"nuevos y mayores conocimientos sobre los asuntos humanos y comprensión más rápida
de la naturaleza humana, como suplemento a la comprensión de la naturaleza adámica"
"Si bien se había concebido y ejecutado este proyecto para modificar el designio divino
con entera sinceridad y sin más que motivos sublimes, respecto del bienestar del mundo,
constituyó un acto del mal, porque representaba el camino errado para lograr fines justos,
porque se desvió del camino acertado, el designio divino"
No nos dejemos ilusionar por cantos de sirenas, la evolución espiritual no se alcanza por
medio del misticismo exagerado, ni por revelaciones extraordinarias, sino por el trabajo
personal, consciente y permanente de cada ser humano que trabaja en su propia
superación, teniendo como meta hacer de todo corazón la voluntad del Padre, porque "la
perfección es nuestra meta, no nuestro origen" porque el cambio que debe experimentar
nuestro espíritu "es personal y progresivo, no solamente mecánico ni pasivamente
perfecto."
A Dios no se le encuentra en forma repentina, "los hombres no hallan al Supremo en
forma repentina y espectacular como un terremoto abre abismos en las rocas, sino que lo
encuentran, lenta y pacientemente como un río va desgastando quietamente su lecho." La
verdadera evolución está en el día a día de nuestra vida cotidiana.
92
A medida que el evangelio de este reino se divulgue por el mundo con su mensaje de
felicidad y de buena voluntad para todos los hombres, nacerán unas relaciones
mejores y superiores entre las familias de todas las naciones.
93
Todo lo que os cueste en cosas del mundo, cualquier precio que paguéis por entrar
en el reino de los cielos, lo recibiréis multiplicado en alegría y en progreso espiritual
en este mundo, y la vida eterna en la era por venir.
94
Si vosotros, mediante la coordinación en la verdad, aprendéis a ejemplificar en
vuestras vidas la totalidad de la rectitud, vuestros semejantes os seguirán entonces,
para ganar lo que vosotros habéis adquirido. La medida en que atraéis a los
buscadores de la verdad, representa la medida de vuestra entrega a la verdad y a la
rectitud en vuestra vida.
Nuestra vida cotidiana no la conforma una sola cosa, sino muchas, están nuestros seres
amados, nuestro trabajo, nuestras emociones y sentimientos, nuestros éxitos y también
nuestros desaciertos y para que en ella haya paz y rectitud, es preciso que Dios esté
presente no en un aspecto de nuestra vida, sino en toda ella, que esté en nuestro corazón,
para que El motive y guíe nuestras acciones, no sólo en los momentos de meditación u
oración, sino también en medio de las tareas rutinarias.
Cuando el hombre separa a Dios de su vida cotidiana y lo transfiere a un día o a una hora
determinada, está anulando su presencia en donde más lo necesitamos, que es en medio
de nuestras tareas comunes y corrientes, porque sin la ayuda del Espíritu nos será muy
difícil hacer lo que es recto, no por maldad, sino más bien porque al estar dormidos
espiritualmente, no somos capaces de discernir lo que es mejor para nuestra propia
evolución.
En el mundo los que nos decimos creyentes sumamos billones, pero hasta ahora no
hemos sido capaces de instaurar en la tierra el Reino de Dios, porque desgraciadamente
nuestras vidas están parceladas, nuestra religión no es lo bastante viva y atrayente como
lograr la justicia social, el amor a la hermandad y mucho menos es lo suficientemente
motivadora como para atraer a otros a nuestra fe. En verdad, no somos buen ejemplo para
nadie, porque “hemos cristalizado la verdad en un credo, en vez de servir como signo de
guía y progreso espiritual, las enseñanzas han perdido su poder creador y dador de vida y
se han tornado en algo muerto.”
Es el momento de hacer una reflexión ¿cómo estoy viviendo lo que llamo mi religión?
Ella ¿tiene ingerencia en mi vida interior, en mi vida familiar, en mi trabajo? ¿Es “una forma
de vida y una técnica de pensamiento” o sólo se resume en unas cuantas lecturas o rezos?
¿Mi vida está motivando a alguien a ser mejor, a vivir con mayor plenitud y alegría?
"Si conocemos a Dios, nuestra tarea verdadera en la tierra, debería ser vivir de modo tal,
que el Padre pueda revelarse en nuestra vida, así todas las personas que buscan a Dios,
verían al Padre y pedirían nuestra ayuda para averiguar más acerca del Dios, que de ese
modo encuentra expresión en nuestra vida."
Estamos a tiempo de cambiar nuestra actitud y eso no significa cambiar nuestra vida,
sino cambiar la actitud y recordar constantemente que Dios no está lejos pues el mora en el
interior de cada uno de nosotros.
95
La volición en cualquier nivel que no llegue al Absoluto encuentra limitaciones, las
cuales son constitutivas en la persona que ejerce el poder de elección. El hombre no
puede elegir más allá de lo que es elegible.
Si bien es cierto que Dios dotó al hombre con el don del libre albedrío, no por eso el ser
humano puede escoger cualquier cosa, por ejemplo no puede elegir ser o no ser humano
en cuanto a su contextura física, pero sí puede "elegir ser más que un hombre, puede
embarcarse en el viaje de la ascensión en los universos" o perecer como si nunca hubiese
existido, porque "el hombre puede acercarse a Dios y puede abandonarlo en forma
reiterada, mientras conserve la facultad de elegir." El ser humano "tiene la real elección de
aceptar o rechazar su destino eterno, pues el ciclo está predestinado, pero la participación
del hombre en él, es facultad personal y experiencial"
La salvación, la evolución no pueden ser impuestas a ningún ser humano, "ni siquiera el
amor infinito de Dios puede imponer la salvación a una criatura mortal que no elija
sobrevivir" de este modo "el espíritu de la divinidad se vuelve humildemente obediente a la
elección de las criaturas del reino"
Lo que nos abre las puertas de la eternidad, debe ser el fruto del verdadero esfuerzo del
hombre por alcanzar la perfección en forma voluntaria y no guiado por el temor al castigo,
sino motivado por el amor a su Padre, por que aún cuando "el Espíritu divino es el camino al
Paraíso, es el hombre quien debe tomar el camino por su propia decisión y elección de su
libre albedrío"
El hombre no puede escoger ni su nacimiento, ni su muerte, ambas situaciones escapan
a su decisión, porque forman parte del plan divino que Dios tiene para cada uno de
nosotros, porque nada de lo que nos ocurre es por casualidad y por lo mismo, debemos ser
consciente de lo que nos toca vivir sin que nosotros lo hayamos elegido, porque escapa a
nuestra decisión, es lo Dios tiene preparado y quiere que aprovechemos para crecer
espiritualmente en amor y en sabiduría.
Ciertamente que no da lo mismo, nacer en una tribu de África o en Haití, que en cualquier
otra ciudad donde la miseria y la falta de cultura no sea la tónica general, pero no debemos
olvidar que cada uno tiene sus responsabilidades, conforme a lo que haya recibido, pues
Dios "otorga la misma recompensa por igual fidelidad, cuando hay menos oportunidad"
pues por mucho que "los mortales puedan diferir en sus oportunidades y dotes intelectuales,
sociales, económicas e incluso morales, el dote espiritual es uniforme y único. Todos ellos
disfrutan de la misma presencia divina de la dádiva del Padre y todos cuentan con el igual
privilegio de poder procurar una íntima comunión personal con el espíritu residente."63
96
El Padre, al dotarte de la facultad de elegir, entre la verdad y el error, creó el negativo
potencial del camino positivo de la luz y la vida, pero estos errores del mal, son
inexistentes, hasta el momento en que una criatura inteligente los acepte en forma
deliberada. Es por ésto, que nuestro Padre permite que el bien y el mal, marchen uno
al lado del otro hasta el fin de la vida, así como la naturaleza permite que el trigo y la
cizaña crezcan juntos, hasta la siega.
El bien y el mal son sólo palabras extremas de una misma recta, pues ellos dependen de
la comprensión de cada ser humano y de su libre albedrío para aceptar lo uno o lo otro.
"Si eres éticamente holgazán y socialmente indiferente, puedes tomar como tu norma del
bien, las costumbres socialmente aceptables. Si eres espiritualmente indolente y sin
anhelos de progreso moral, puedes tomar como norma del bien, las prácticas y tradiciones
religiosas de tus contemporáneos. Pero el alma que sobrevive más allá del tiempo y emerge
en la eternidad, debe hacer una elección viviente y personal entre el bien y el mal, tal como
los sugiere el espíritu divino, que el Padre ha enviado a residir dentro del corazón del
hombre."
No basta no hacer el mal o seguir lo que los otros nos dicen que debemos hacer, cada
quien debe saber el por qué hace, lo que hace. Son nuestras decisiones conscientes y
volitivas, las que nos indican que es bueno y que no lo es, y es esta misma libertad de
elección la que debemos también aprender a respetar en nuestros semejantes y por lo
mismo, no debemos juzgar a los otros "con nuestras propias normas de conocimiento y
verdad"
"La evolución espiritual, es una experiencia de la elección creciente y voluntaria de la
bondad, asistida por una disminución progresiva de la posibilidad del mal. Con el logro de la
elección de la bondad y de una plena capacidad de apreciación de la verdad, surge una
perfección de la belleza y de la santidad, cuya rectitud inhibe la posibilidad que surja el
concepto del mal potencial" porque nuestras acciones, nuestra moral está basada en el
amor hacia nuestro Padre, y ellas no deben ser impuestas por criterios ajenos, sino que
deben nacer de nuestras motivaciones volitivas.
“Los individuos espiritualmente ciegos, siguen los dictados de la ciencia, las costumbres
sociales y los dogmas religiosos, están en grave peligro de sacrificar su libertad moral y
perder su libertad espiritual, convirtiéndose en un papagayo intelectual, un autómata social
y un esclavo de la autoridad religiosa.” Dios nos quiere personas individuales con criterios y
decisiones propias, porque cualquier programación, por buena que ella pueda ser, nos
convierte en robot bien adiestrados y dejamos de ser personas con su propio ADN, que nos
identifica como hijos de Dios, únicos e irreemplazables en todo el orbe. Aprendamos a
distinguir el trigo de la cizaña por nuestros propios medios, para que la cosecha sea
abundante en los frutos del espíritu
97
El propósito de la evolución, consiste en adquirir la unidad de la personalidad, a
través de un dominio cada vez mayor del espíritu, de una respuesta volitiva a la
enseñanza y conducción del Ajustador de Pensamiento. La personalidad se
caracteriza por una cualidad cósmica inherente que es la expansión del control tanto
del yo como del medio ambiente.
98
Al observar el mundo, recordad que las manchas oscuras de maldad que veis
resaltan sobre un fondo blanco de bondad última. No observáis unas simples
manchas blancas de bondad que destacan pobremente sobre un fondo oscuro de
maldad.
Los seres humanos, somos dados a ver con mucha mayor facilidad el mal que el bien.
Añoramos lo que no tenemos y pocas veces nos damos cuenta de lo mucho que poseemos.
Deberíamos acostumbrarnos a dar más veces las gracias a Dios, en vez de estar siempre
pidiéndole lo que creemos necesitar. Por ejemplo cuando vamos al supermercado y salimos
con un carro lleno de paquetes ¿le damos las gracias por poder hacer todas esas
compras? Una manera de agradecer a Dios en forma efectiva, es dar una propina
adecuada a la compra, a las personas que nos ayudan, en vez de dar una moneda a
regañadientes. Recordemos que Jesús nos dijo que todo lo que hacíamos a los demás, a El
se lo hacíamos.
No nos cansamos de quejarnos de cuanta maldad hay en el mundo, pero ¿quién habla
del bien? En Chile, en época de vacaciones son miles los jóvenes que en vez de irse a
divertir, entregan su tiempo a edificar casas para los pobres. Médicos, arquitectos,
ingenieros etc. recién recibidos que entregan un año de su profesión a los más
necesitados... así como estos casos de verdadera hermandad podría nombrar muchos pero
¿a quién le interesa lo bueno? No es noticia, por eso nadie habla de ello. Cito lo que hacen
los jóvenes, no porque ellos sean los únicos, sino porque son la promesa de un futuro más
armonioso y justo.
Esforcémonos porque nuestra mirada sea optimista, busquemos siempre la mancha
blanca, en medio de la negrura del mal. Tengamos la seguridad que:" ni la muerte, ni la
vida, ni los ángeles, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni
ninguna otra cosa nos podrá separar del amor de Dios" si nosotros no lo permitimos, porque
nadie nos puede arrebatar lo que hay dentro de nuestro corazón.
Deberíamos acostumbrarnos a esparcir las buenas noticias y a vivir con alegría, de
manera que pudiéramos demostrar que el Camino de la perfección, no es algo árido y lleno
de sacrificios, sino que es hermoso como es el camino de un escalador de montañas. Es
cuesta arriba, requiere estar consciente de donde se ponen los pies para no caer, es
agotador, porque la cuesta está lejos y requiere de un esfuerzo constante, sin embargo el
escalador sabe sacar fuerza de sus propias flaquezas, porque su propósito de llegar a la
cumbre lo acompaña. No camina quejándose sino que lo hace lleno de brío y alegría
interna.
Así debiéramos actuar siempre, porque la religión verdadera es “la actitud de un alma
consciente e individual en sus relaciones con su Creador” por tanto esta relación íntima
debería llenarnos de paz y alegría.
99
El perro tiene una mente que puede conocer al hombre, pero no puede conocer a
Dios que es espíritu, por lo tanto el perro no puede disfrutar de una experiencia
espiritual. El perro puede tener una voluntad derivada de su naturaleza y aumentada
por el adiestramiento, pero no es comparable a la voluntad humana, porque no es
reflexiva.
La voluntad humana para que sea digna de ser llamada así, debe ser reflexiva, no puede
ser el producto de un entusiasmo o el arrebato del momento, porque ella es "el resultado de
la comprensión de los significados más elevados y morales, o de la elección de valores
espirituales eternos. Es la posesión de estos poderes de discriminación espiritual y de
elección de la verdad, lo que hace al hombre, un ser moral y una criatura dotada con los
atributos de la responsabilidad espiritual y el potencial de la supervivencia eterna." Que nos
diferencia de los animales.
¿Cuánto de lo que llamo mi voluntad cumple con estos requisitos? ¿Cuántas de mis
acciones son reflexivas? Si no lo son, quiere decir que estoy actuando como un buen perro,
bien amaestrado, para hacer lo que los otros quieren de mí....pero no lo que realmente
quiere mi alma... mi ser superior e inmortal....y por tanto, nada de eso que hago, me sirve
para sobrevivir a este mundo, porque " mucho de tu vida pasada y sus recuerdos, que no
han tenido significado espiritual, ni valor moroncial, perecerá en tu cerebro material, mucho
de la experiencia material desaparecerá como antiguos andamios que habiéndote ayudado
a pasar al nivel moroncial, ya no tienen un propósito en el universo" Si hoy tuviera que
traspasar el umbral de esta vida ¿cuánto de mí, podría acompañarme? ¿Cuál sería mi
herencia espiritual?
Para alcanzar la sobrevivencia eterna, no se me pide que muestre haber hecho grandes
obras, ni tampoco que tenga grandes conocimientos y sea capaz de exponerlos con
elocuencia, no, lo único que se me pide es que lo mucho o lo poco, lo grandioso y lo
insignificante, que haya hecho, sea consciente y reflexivo, lo cual no necesariamente quiere
decir que haya sido exitoso, porque un fracaso asumido tiene muchísimo más mérito que un
éxito en donde el principal protagonista ha sido el ego.
Estar consciente, es darme cuenta, es ir más allá de las apariencias mediáticas y por
sobre todo, es haber actuado unida al Espíritu que en mí mora, es haber sido dócil a sus
sugerencias, porque “el hombre no puede decidir sabiamente sobre los asuntos temporales,
ni trascender el egoísmo de los intereses personales, a menos que medite en presencia de
la soberanía de Dios y tome en cuenta las realidades de los significados divinos y de los
valores espirituales”
A simple vista, esto puede parecer difícil, pero en la practica no lo es, porque Dios no es
algo lejano que esté esperando nuestras palabras rimbombantes de adoración a su
divinidad, sino que es nuestro Padre que sólo desea que lo hagamos nuestro Socio y que
trabajemos juntos en lo espiritual y también en lo material.
100
Jesús vivió en medio de la tensión y de la tempestad, pero nunca vaciló. Sus
enemigos le tendieron trampas continuamente, pero nunca lo cogieron.
Jesús, al elegir hacerse hombre, no tomó sólo un cuerpo similar al nuestro, sino que tomó
todo lo que implica el vivir una vida humana, en donde el trabajo y las vicisitudes, son el pan
de cada día. El supo de escasez económica y de tener que reordenar sus planes y
ajustarlos a la falta de dinero de su familia, al igual que la gran mayoría de nosotros, en
algún momento lo ha tenido que hacer.
El probó el sabor amargo de la incomprensión, el abandono y hasta la traición de los que
más amaba, supo lo que es sentirse solo y abandonado, incluso en un momento, en el
Getsemaní se sintió abandonado de su propio Padre, pero su amor hacia Él pudo más que
su agonía y supo entregarle su voluntad humana dolida.
Jesús tuvo que enfrentarse continuamente a la sagacidad de sus adversarios y a las
dudas de sus discípulos, sin embargo a pesar de todo, nunca renegó de esta vida, ni se
dejó vencer por el desamparo o la traición. Quiso ser uno de nosotros y conocer toda la
amplia gama de sentimientos humanos, para enseñarnos que mientras más grande es la
tormenta, más hermoso es el arco iris que anuncia su término, porque Dios nunca nos envía
una prueba, sin enviarnos también la fuerza necesaria para soportarla.
Cuando en nuestro cielo se acumulen de nubes, no tengamos miedo, acerquémonos a
Jesús con la plena seguridad que puede entender lo que nos está pasando y transmutemos
nuestra desazón en confianza en El y también en nosotros, en el poder de nuestra mente
creadora que es capaz de transmutar el plomo en oro. Seamos alquimista de nuestro propio
destino, no dejemos que las circunstancias nos manejen, sepamos luchar con lo que nos
agobia, pero no lo hagamos solos, pues Jesús está siempre dispuesto a ayudarnos y a
hacer que la tempestad amaine.
Es en los momentos de angustia, cuando el ser humano demuestra lo que
verdaderamente hay en el corazón, demostremos nuestra confianza y nuestra fe en el amor
paterno de Dios para que nuestra oración sea verdadera y que de corazón podamos decir:
"he aprendido a contentarme con todo, cualquiera sea mi situación, porque mi mañana está
totalmente en manos de mi Padre, pues he puesto mi confianza en Aquel que puede
sostener mi cuerpo y salvar mi alma"
Cada vez que los problemas nublen nuestro horizonte, pensemos que tenemos la fuerza
para superarlos porque a través del sufrimiento consciente podemos avanzar en nuestra
evolución espiritual y podremos sentir “una paz en el alma que sobrepasará a toda
comprensión humana”porque comprenderemos que lo que ocurre no es un castigo de Dios,
sino una prueba para que crezcamos en amor y en sabiduría, de la misma forma que
nosotros le ponemos obstáculos a nuestros hijos para que sean más fuertes y puedan
desempañarse bien en los avatares de esta vida.
101
¿Acaso no os dais cuenta que la esperanza de un mundo mejor está vinculada con el
progreso y el esclarecimiento del individuo?
Es tan fácil el quejarnos de todo lo malo que ocurre en el mundo y culpar a los
gobiernos, al sistema económico, a la juventud, a la droga y no se cuantas cosas más...pero
qué pocas veces nos detenemos a pensar en la cuota de culpa tenemos cada uno en forma
individual, frente a todo lo que ocurre
Los políticos se ufanan en dictar leyes, que al poco tiempo ellos mismos se dan cuenta
que no sirven porque fueron mal redactadas y es muy fácil ampararse en cualquier
resquicio legal, porque no son las leyes las que pueden cambiar al mundo, sólo el cambio
de mentalidad de cada ser humano lo puede conseguir.
Es preciso que aprendamos a ser honestos con nosotros mismos para que nuestras
acciones obedezcan a nuestras intimas convicciones y no al temor de ser sorprendidos
contraviniendo la ley humana o religiosa. Nuestra honestidad debe nacer de nuestro deseo
sincero de ser perfectos como lo es nuestro Padre, porque "los candidatos para la vida
eterna practican una técnica vigorizante y constructiva para enfrentarse a todas las
vicisitudes y agobios de la vida mortal, pues cada día que vive un verdadero creyente, le
resulta más fácil hacer lo que es recto"
Si realmente tomáramos conciencia de que somos hijos de Dios y que la hermandad es
algo que debería estar intrínsicamente unida a nuestra condición de humanos, porque aun
cuando somos individualidades con una personalidad única e intransferible, también es
cierto que formamos un Todo, del cual no podemos escapar, pues lo que le afecta a una
parte, compromete al Todo, si nos diéramos cuenta de esto, nuestra vida tomaría otra
dimensión y nos sentiríamos responsables de lo que todo lo que ocurre en Urantia.
La gran mayoría de nosotros, aparentemente no puede producir grandes cambios en
nuestra sociedad, sin embargo si recordáramos que cada pensamiento, cada intención,
cada deseo nuestro tiene una repercusión cósmica, nos daríamos cuenta que es mucho lo
que podemos hacer por cambiar a nuestro Planeta, porque empezaríamos a cambiar
nosotros, para no contaminarlo con nuestros pensamientos y acciones negativas.
Dios nos necesita no sólo para cambiar Urantia, sino para la expansión del todo el
Universo porque "cuando una mente en evolución se sincroniza con los circuitos de la
mente cósmica, cuando un universo en evolución se vuelve estabilizado, cuando una
personalidad ascendente se sincroniza con la guía divina del Ajustador residente, entonces
la actualidad del Supremo se torna mas real en los universos, porque las partes e individuos
del gran universo, evolucionan como reflejo de la evolución del Supremo"
No desperdiciemos el honor que Dios nos ha hecho y aprovechemos de ser cocreadores
con Él, nuestro planeta está a la espera de lo que hagamos por él.
102
El Maestro se negó a menospreciar la religión de los sentidos físicos y los temores
supersticiosos del hombre. Aunque deploró el hecho, que esta forma primitiva de
adoración, hubiera de persistir en las formas religiosas de las razas más inteligentes
de la humanidad. Jesús aclaró que la gran diferencia entre la religión de la mente y la
religión del espíritu, es que mientras la primera es sostenida por la autoridad
eclesiástica, la última está completamente basada en la experiencia personal.
Si bien es cierto, que "las muchas religiones de Urantia son todas buenas, en cuanto
llevan al hombre hacia Dios" no por eso, deja de haber una gran diferencia entre la religión
de la mente y la del espíritu.
La mayoría de la gente, comienza su ascenso evolutivo a través de las religiones
tradicionales de la mente, y es natural que así sea, pues es a través de ellas, su espíritu se
va desarrollando y en la medida que lo hace, va encontrando que su unión con el Padre
"que en ella reside, debe ser única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de todos los
demás seres humanos."
Pero este es un proceso lento y por lo mismo debemos saber respetar el tiempo, que
cada persona necesita para pasar de la religión de la mente a la religión del espíritu, la cual
" os deja por siempre libres para seguir la verdad, donde quiera que os lleve el espíritu"
La religión del espíritu, se caracteriza porque no es intolerante ante las otras religiones,
porque sabe que "no nos hacemos merecedores del reino, si nuestro servicio, consiste en
gran parte, en una actitud de deplorar el pasado, lamentar el presente y una vana esperaza
del futuro."
Por eso debemos acostumbrarnos a que " no podemos enseñar las cosas profundas del
espíritu, a los que tan sólo han nacido de la carne, primero haced que los hombres nazcan
del espíritu, antes de instruirlos sobre los caminos avanzados del espíritu. No tratéis de
mostrar a los hombres, las bellezas del templo, antes de llevarlos al templo. Presentad los
hombres a Dios como hijos de Dios, antes de hablarles de las doctrinas de la paternidad de
Dios y la filiación divina. No disputéis con los hombres, sed siempre pacientes. No es
vuestro el reino, sólo sois sus embajadores.”
Saber dosificar el conocimiento según a quien se lo deseamos entregar es indispensable
si no queremos hacer más mal que bien, porque de la misma manera que un golpe de
energía puede ser peligroso, la luz divina entregada a quien no está preparado puede cegar
espiritualmente, debemos imitar a nuestro Maestro que “no cometió el error de enseñar más
a sus seguidores, no precipitó su confusión presentándoles una verdad que rebasara su
capacidad de comprensión” pues “no se pueden exceder las capacidades inherentes, el
concepto espiritual no puede ser forzado en forma mecánica dentro del molde de la
memoria material.
103
A medida que el hombre ascendente se acerca interiormente hacia el Paraíso,
buscando la experiencia con Dios, del mismo modo se acercará hacia afuera y hacia
el espacio, buscando la comprensión energética con el cosmos material.
104
No puedes revelar a Dios a los que no lo buscan, no se puede conducir al regocijo de
la salvación a las almas que no lo quieren ser salvadas, Es necesario que el hombre
llegue a anhelar la verdad como resultado de las experiencias de la vida.
Esta es una recomendación que debemos tener muy en cuenta, los que tenemos ansias
de dar a conocer el evangelio del reino, porque a veces sin querer queriendo, tratamos de
entregar la verdad a quien no tiene el menor interés de escucharnos.
No siempre esos seres son ateos o mal intencionados, puede que simplemente no sea el
momento adecuado, y “es preciso darles más tiempo, para que las pruebas y las
dificultades de la vida, lo preparen para recibir la sabiduría de la verdad y un conocimiento
superior de ella.” Ahí es donde debe primar en nosotros la empatía, para ser capaces de
comprenderlos, más que nuestro entusiasmo por comunicar nuestras ideas y sentimientos.
No debemos olvidar que “comprender a nuestros hermanos y aprender amarlos es una de
las mejores experiencias de la vida”
Pensar primero en los demás que en nosotros es siempre válido, incluso cuando
queremos transmitir la enseñanza, por eso Jesús nos decía:"deberías aprender, que aun la
expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulado de acuerdo con el estado
intelectual y el desarrollo espiritual del oyente. La sinceridad cumple mejor su función,
cuando está unida a la discreción" El, "no cometió el error de enseñar más a sus
discípulos, no precipitó su confusión presentándoles una verdad que rebasara su capacidad
de comprensión" lo mismo deberíamos hacer nosotros.
No podéis enseñar cosas profundas del espíritu, a los que tan sólo han nacido de la
carne, haced que primero los hombres nazcan del espíritu, antes de instruirles sobre los
caminos avanzados del reino”
La luz, favorece nuestra capacidad de ver, pero el exceso de luz ciega e impide ver. Por
eso, nuestra misión apostólica la debemos practicar con el tino necesario, para saber cómo,
cuando y a quién entregar la enseñanza, pensando que el reino no es nuestro y que la
verdad es como una semilla de mostaza que requiere de un período de tiempo adecuado
para que sea posible su germinación.
Sin embargo, el discurso silente de nuestro ejemplo, siempre será la mejor de exponer la
enseñanza, porque como le dijo Jesús a Ganid “si pudiéramos llevarlo a vivir con nosotros,
tal vez mediante nuestra manera de vivir, podríamos mostrarle al Padre celestial” Nada es
más convincente y motivador que el ejemplo, por eso "si conocemos a Dios, nuestra tarea
en la tierra, es vivir de modo tal, que el Padre pueda revelarse en nuestra vida y así todas
las personas que buscan a Dios, verán al Padre y pedirán nuestra ayuda para averiguar
más acerca del Dios, que así encuentra expresión en nuestra vida." ¿Nuestra vida es un
ejemplo motivador o nuestra fe se reduce a prácticas y oraciones? Una pregunta que
debiéramos hacernos cada día si realmente nos sentimos hijos de Dios.
105
Los hombres y las mujeres, son los socios de Dios, en el sentido que cooperan para
crear seres que crecen y que también llegan a poseer el potencial de un alma
inmortal.
Socios de Dios, qué gran título y que gran responsabilidad. Tener hijos no es
simplemente traerlos al mundo material, sino poner lo mejor de nosotros como padres y
madres para que esos hijos, puedan conocer a Dios. El ambiente del hogar es esencial,
porque es en él, donde el niño aprende a través de nuestro ejemplo. "La vida subsiguiente
del niño será feliz o infeliz, fácil o difícil, según haya sido su vida mental y emocional en sus
primeros años, condicionada por estas relaciones sociales y espirituales de su hogar. La
vida entera de un ser humano, está enormemente influenciada por lo que sucede en su
niñez."
La ciencia ha descubierto que los niños carentes de amor son mucho más propensos a
las enfermedades y su desarrollo es mucho más lento y las cicatrices de la falta de amor y
comprensión marca por siempre a la criatura, de allí que la violencia familiar sea una
cadena que ata a sus miembros de generación en generación, porque repetirán las escenas
vividas y como no supieron lo que era sentirse amados, tampoco saben como amar,
aumentando la soledad y el miedo a la vida. Pero no solamente el castigo físico daña a los
niños, los gritos, las descalificaciones, el sentirse ignorados producen daños a veces mucho
más profundos que una golpiza deleznable. Los niños que no se sienten amados, en
general son muy rebeldes porque en forma inconsciente hacen lo imposible por ser
rechazados, como para justificar internamente el trato que reciben.
Pero así como la falta de amor marca para siempre, de la misma forma pasa con lo
contrario, con esos excesos de un amor protector, que especialmente las madres otorgan a
sus hijos varones, porque les anulan la propia personalidad, los hacen dependientes e
inútiles, bien conocidos son “los hijitos de mamá” porque no son buenos para nada.
En la educación de nuestros hijos debería ser donde los seres humanos actuáramos con
mayor conciencia de que somos socios con Dios, que él nos ha confiado a esas almas
inocentes para que nosotros suavemente las vamos moldeando y les enseñemos a crecer
en amor y sabiduría, pero teniendo siempre presente que no son un apéndices de nosotros,
sino que son personas individuales a quienes debemos aprender a respetar en su
autonomía.
La misión de ser padres es sin duda la mayor y más importante de todas las experiencias
del ser humano, y tanto es así que "ningún mortal ascendente, puede escapar a la
experiencia de criar hijos, los propios o los ajenos, sea en los mundos materiales o
posteriormente en el mundo de los finalistas de Jerusem" por eso bien vale permanecer
unidos a nuestro Espíritu divino para que él nos guíe en esta difícil pero maravillosa misión
de ser padres y socios de Dios.
106
Jesús nunca tenía prisa. Tenía tiempo para confortar a sus semejantes «mientras iba
de paso.» Siempre procuraba que sus amigos se sintieran a gusto.
Que simple y hermosa es la cita de hoy, en pocas palabras nos enseña toda una forma de
vida, no tener prisa, y en un mundo acelerado como en el que vivimos es poco menos que
una hazaña, sin embargo es tan inmensamente necesaria si no queremos ser devorados
por la masa exitista y egoísta que sólo piensa en consumir.
La prisa es la que nos hace ver a las personas, incluso muchas veces a nuestra propia
familia, como entes desconocidos y no como los hermanos que en verdad somos.
La prisa camina de la mano de la impaciencia, la cual es muy mala consejera porque nos
hace actuar motivados por los impulsos del momento y nos impide que razonar con nuestra
mente, como seres inteligentes. La prisa también nos convierte en seres egoístas, porque
nos hace pensar sólo en nosotros y no en los demás, no hay tiempo para escuchar esos
silencios de la gente que son verdaderos gritos de auxilio...La prisa nos convierte en ciegos,
porque no nos permite ver lo mucho bello que la naturaleza nos regala en un bello
atardecer, en una noche estrellada después de una lluvia…y lo que es peor, nos impide ver
lo mucho bueno que hay en el corazón de nuestros hermanos, pero que hay que saber
encontrar, porque la prisa hace que sólo se resalten las faltas y los defectos.
Jesús nunca tenía prisa, se quedaba hasta tarde en una fiesta de matrimonio y se daba el
tiempo de acceder a los deseos de su madre para que los novios no sufrieran un bochorno
y luego, pedir que llenaran las vasijas de agua, para enseñarnos que hasta los "milagros"
necesitan a la materia como base para poder transmutar sus vibraciones.
Jesús se preocupaba de que la gente se sintiera a gusto...porque la amaba, pretendía
ayudarla y enseñarle, pero jamás imponía nada porque respetaba por sobre todo su libre
albedrío, tampoco hacía sobresalir su superioridad como Maestro, más bien se adaptaba a
sus necesidades y a sus condiciones incluso intelectuales, por eso les hablaba en
parábolas, para que pudieran entender las grandes verdades.
Jesús tampoco tuvo prisa en su misión apostólica, vivió 30 años como cualquier maestro
carpintero, para enseñarnos que para poder entregar el evangelio y enseñar a los hombres
que Dios es nuestro Padre, primero tenemos que haber aprendido a comunicarnos con El,
en medio de nuestro trabajo y de nuestras acciones cotidianas.
Esforcémonos por imitar a Jesús, bajemos nuestras revoluciones, no vivamos con prisa,
ni demasiado preocupados por lo que ocurrirá mañana, porque a cada día le basta su
propio afán y nada es más importante que preocuparnos de hacer el bien a nuestros
hermanos
107
Existen dos demostraciones positivas y poderosas del hecho de que conocéis a Dios,
y son las siguientes:
1. La manifestación de los frutos del espíritu de Dios en vuestra vida diaria habitual.
2. El hecho de que todo el plan de vuestra vida proporciona una prueba positiva de
que habéis arriesgado sin reserva todo lo que sois y poseéis en la aventura de la
supervivencia después de la muerte, persiguiendo la esperanza de encontrar al Dios
de la eternidad, cuya presencia habéis saboreado anticipadamente en el tiempo.
108
La amistad, intensifica el gozo y glorifica los triunfos de la vida. Las asociaciones
humanas amantes e íntimas, tienden a liberar al sufrimiento de su pesadumbre y a las
dificultades, de mucho de su amargura. La presencia de un amigo aumenta toda
belleza y exalta toda bondad.
La amistad es un divino tesoro, porque más vale tener amigos que tener plata, porque
ellos nos dan, lo que no se puede comprar ni con todo el oro del mundo: cariño y
comprensión. Es un verdadero privilegio el poder contar con amigos y debemos hacernos
conscientes de ello, para saber cuidar y alimentar la amistad que nos brindan, porque la
amistad, no puede ser unilateral ni egoísta porque al igual que una plantita, debe ser
cuidada con esmero y en forma ser espontánea y sincera, como son los niños, que no
distinguen clases sociales, ni color de piel.
La amistad no necesita de máscaras, porque sabemos que la otra persona nos acepta tal
cual somos, con nuestras carencias y defectos y también con todas nuestras
potencialidades, las cuales nos ayuda a desarrollar, para que cada día seamos un poquito
mejor, porque el verdadero amigo, siempre deseará nuestro bien, espiritual y material.
La amistad verdadera, sabe darnos la voz de alerta cuando se da cuenta que no
estamos obrando bien, porque un consejo a tiempo dado con mesura y respetando siempre
el libre albedrío, ayuda mucho a ver con mayor claridad los errores que cometemos y no
vemos en toda su dimensión.
Contar con amigos es un verdadero privilegio, pero hay algo que sobrepasa cualquier
don y este es el saber que contamos con un amigo muy especial y que jamás nos
abandona y a quien no tenemos que llamar porque está en nuestro propio corazón y se
llama Dios Padre. Lo cual solemos olvidar, porque se nos ha enseñado que Dios tiene la
capacidad de estar presente al mismo tiempo en todas partes, lo cual constituye su
omnipresencia. Este concepto es absolutamente incomprensible para la mente humana y es
normal, porque “El Infinito sólo se puede revelar plenamente en el infinito, la causa nunca
puede ser comprendida plenamente por un análisis de los efectos.”
Jesús vino a la tierra, justamente para cubrir esa tremenda brecha entre lo Infinito y lo
finito del ser humano, Él “bien sabía que Dios tan sólo puede ser conocido, por las
realidades de la experiencia, no se le puede comprender nunca por la sola enseñanza de la
mente” por eso nos enseñó a amar al Padre, quien no es un Dios lejano, que no sólo está
en el Paraíso, ni en los templos, sino que desde el día de Pentecostés, mora en la mente de
cada ser humano.“El don del Padre, es el compañero inseparable del hombre, su Espíritu
se oculta en la mente de todos los hijos mortales. El hombre sale a buscar un amigo y ese
mismo amigo, vive dentro de su propio corazón. El verdadero Dios, no está lejos, es parte
de nosotros, su espíritu habla desde dentro de nosotros” esperando que seamos capaces
de escucharlo y amarlo como El nos ama.
109
En los mundos de estancia, reanudarás tu capacitación intelectual y desarrollo
espiritual, en el nivel exacto en que se te interrumpiera debido a la muerte.
Comienzas allí, donde te interrumpes aquí.
Los mundos de estancia son efectivamente esferas de capacitación, no solamente
planetas de detención.
Los mundos de estancia, no son ese cielo tocando trompetas o arpas, que nos muestran
las imágenes, ellos son lugares donde continuamos cumpliendo nuestra meta de ser
perfectos como lo es nuestro Padre. Como esta meta es altísima, es natural que no
podamos cumplirla en una corta vida terrenal y ella debe continuar en forma continua a
través del tiempo y el espacio y en la medida que vamos evolucionando, pues 2no se
pueden exceder las capacidades inherentes, una botella de medio litro no podrá jamás
contener un litro. El concepto espiritual no puede ser forzado en forma mecánica dentro del
molde de la memoria material” y la revelación deberá siempre limitarse a la capacidad del
hombre para recibirla”
En el primer mundo de estancia, comenzaremos nuestra evolución “exactamente donde
la dejamos en el momento de nuestra muerte física,
Entre el momento de la muerte planetaria, el traslado y la resurrección en el mundo de
estancia, el hombre mortal no gana absolutamente nada, aparte de experimentar el hecho
de la supervivencia. Comienzas donde interrumpiste tu vida, por eso es tan importante el
preocuparnos y hacer méritos Aquí y Ahora pues " la supervivencia de las criaturas
mortales, se basa enteramente en la evolución de un alma inmortal, dentro de la mente
mortal" 404 que ha cumplido con su misión en la tierra.
No debemos despreciar nada de lo que nos ocurre, por simple que aparentemente sea,
pues si lo hacemos en forma consciente y en unión con nuestro Espíritu será nuestra
herencia espiritual al llegar a los mundos de estancia. Debemos estar muy conscientes que
mientras estemos en nuestro cuerpo físico, es lo material lo que nos lleva a lo espiritual,
porque la evolución es la transmutación de lo vulgar y cotidiano en energía positiva, lo que
nos lleva a la divinidad porque "el hombre crece conscientemente desde lo material, hacia lo
espiritual por la fuerza, poder y persistencia de sus propias decisiones."
Debemos tener claro que de nada nos sirve ser expertos en el Libro de Urantia, la Biblia
o cualquier otro libro sagrado, si no somos capaces de corregir nuestras pautas erróneas de
conducta, pues lo que se nos pide en los mundos de estancia no son los conocimientos,
sino la forma como los hemos puesto en práctica.
Mientras más nos preocupemos de aumentar en esta tierra nuestra herencia espiritual,
más fácil nos será el ir avanzando a través de los siete mundos de estancia que nos
esperan para llegar por fin al Paraíso junto a nuestro Padre Universal, recordemos que por
nuestros frutos podrán reconocernos como sus hijos, porque la fe sin obras es una fe
muerta.
110
La adoración tiene la finalidad de anticipar la vida mejor del futuro, y luego reflejar
estas nuevas significaciones espirituales en la vida presente.
111
No podemos comprender plenamente como Dios puede ser inmutable, todopoderoso
y perfecto y al mismo tiempo estar rodeado de un universo en mutación constante y
aparentemente limitado por la ley, un universo evolutivo e imperfecto.
112
Con excepción del gobierno central, la perfección es un logro progresivo.
113
En la época de Jesús, las mujeres no podían ni siquiera ser admitidas al atrio
principal de la sinagoga.
¡Que lento ha sido el hombre para poner en práctica las enseñanzas de Jesús! Recién a
fines del siglo XIX se instauró un día para reconocer los derechos de la mujer, en
conmemoración de aquellas que habían muerto pidiendo ser respetadas con salario y trato
justo. Mucha agua ha corrido bajo el río, sin embargo hasta el día de hoy, la mujer sigue
siendo discriminada en muchos aspectos. Se ha incorporado al campo laboral con gran
eficiencia, pero sus sueldos siguen siendo considerablemente más bajos que lo que gana
un hombre haciendo el mismo trabajo.
Las luchas feministas al respecto no han sido todo lo fructíferas que pudieron haber sido,
porque se han convertido en una lucha contra el sexo opuesto, en luchar por una igualdad,
imposible de alcanzar, en vez de centrarse en el propio reconocimiento de nuestra
condición de mujer. Se ha intentado erradicar el machismo, pero la verdad es que sólo se le
ha cambiado por el feminismo que es tan nefasto como el machismo, porque "Los derechos
de la mujer, no son de ninguna manera los derechos del hombre. La mujer no puede
florecer con los derechos del hombre, ni puede el hombre, prosperar con los derechos de la
mujer"
Los sexos somos complementarios, no iguales, por eso todo lo que no tienda a una
mayor comprensión entre ambos, siempre será una lucha estéril. Las mujeres tenemos una
tremenda responsabilidad ante el mundo, porque como alguien dijo: "Quien educa a un
hombre, educa a un individuo, quien educa a una mujer, educa a una generación" y el
machismo ha sido y sigue siendo inculcado por las madres protectoras, aún cuando hay
que reconocer que las nuevas generaciones lo están asimilando bastante mejor
No perdamos el norte, pretendiendo ser iguales al hombre, más bien tratemos de ser
cada día más Mujer con todo lo positivo que ello implica. Agradezcamos a Jesús que fue
el primer hombre en dar a la mujer el sitial que le corresponde cuando desafiando las
costumbres de la época habló con la Samaritana y nombró a un grupo de mujeres para que
trabajaran de igual a igual que los apóstoles en la propagación del Reino, con ello
“proclamaba la emancipación de la mujer y liberó a la mujer de todos los tiempos, porque a
partir de ese momento los hombres no debían considerar inferiores espiritualmente a las
mujeres”
Desgraciadamente los apóstoles y especialmente Pablo no siguió las enseñanzas de
Jesús y hasta el día de hoy sobre todo en la Iglesia católica la mujer sigue siendo
discriminada sin razón alguna.
No olvidemos las mujeres que nuestro rol no es la competencia con el hombre, sino la
colaboración mutua, porque cada día tenemos que ser más Mujer, haciendo resaltar todos
los dones que nos han sido regalados como tales.
114
Jesús no enseñaba en forma sistemática, lo hacía según se presentara la ocasión.
Enseñaba no tanto basándose en la ley sino en la vida misma mediante parábolas.
Jesús no enseñaba en forma sistemática, porque él sabía que cada hombre es diferente
a los demás y por eso " la religión de revelación, deberá siempre limitarse por la capacidad
del hombre para recibirla" porque "no se pueden exceder las capacidades inherentes, una
botella de medio litro, no podrá contener jamás un litro. El concepto espiritual no puede ser
forzado en forma mecánica dentro del molde de la memoria material."
En nuestro camino evolutivo debemos darle tiempo al tiempo y Jesús nos tranquiliza
ante nuestra lentitud para comprender:" No os preocupéis si no conseguís captar el pleno
significado del evangelio. Vosotros no sois sino hombres mortales y finitos y lo que yo os
he enseñado es infinito, divino y eterno. Sed pacientes y valerosos, porque ante vosotros se
abren las eras eternas, en las que continuaréis vuestro logro progresivo de la experiencia
de volveros perfectos, así como lo es el Padre."
Me parece que este consejo, también nos viene muy bien en cuanto a la lectura del LU
se refiere, porque a veces su lectura nos parece incomprensible, difícil de asimilar y sacarle
el verdadero significado, para que nos sirva en nuestra evolución en el Aquí y Ahora. Lo
digo por propia experiencia, pues yo fui reacia al Libro por mucho tiempo, porque lo
encontraba interesante pero poco operativo, ¡¡¡poco útil para mi evolución!!!
Necesite tiempo, para descubrir los tesoros que él encierra, menos mal que mi Ajustador
me tuvo paciencia y me dio el tiempo para que llegara a conocer la religión del espíritu y me
decidiera a buscar a Dios por mi misma.
El refrán dice que no hay que apurar el tranco del ganado flaco, en esta frase hay mucha
sabiduría, pues en la medida que nuestra alma se va alimentando de la comprensión de
nuestras experiencias personales, el paso se va haciendo más ligero y también más liviano,
a la vez que la comprensión de la enseñanza nos resulta más fácil de aplicar en nuestra
vida.
La evolución es progresiva, "los hombres no encuentran al Supremo en forma repentina y
espectacular como un terremoto abre los abismos en las rocas, sino que lo encuentran lenta
y pacientemente como un río va desgastando quietamente su lecho." Por eso no debemos
imponer a nadie el como se debe leer el LU o cualquier otro libro que contenga verdades,
cada uno debe ir buscando su propio ritmo e ir viendo lo que es capaz de comprender y
sacarle provecho.
Debemos imitar a Jesús que no forzaba la comprensión de su auditorio, él adaptaba sus
sermones, según fuese la gente que lo escuchaba, porque “en cuerpo, mente y
emocionalmente el hombre reacciona como individuos, lo único uniforme que tienen los
hombres es el Espíritu residente”
115
La paz de Jesús era la alegría y la satisfacción de una persona que conoce a Dios, y
que ha logrado el triunfo de aprender plenamente a hacer la voluntad de Dios
mientras vive la vida mortal en la carne.
El ser humano, tiende a quejarse por lo malo que le ocurre ocasionalmente, y olvida las
muchas cosas buenas que tiene en forma permanente, como son la salud, el poder hacer
uso de los cinco sentidos y el libre albedrío de escoger y distinguir el negro del blanco.
Jesús, se hizo uno de nosotros para enseñarnos a estar en paz, sin importar lo que nos
ocurra, porque nuestra confianza está en creer firmemente en el amor del Padre, quién aun
en las horas más sombrías, nos ama y está junto a nosotros.
Cuando nuestra entrega a la voluntad del Padre es total, la paz del alma se hace
permanente en nuestro corazón, porque "cuando se acumulan las nubes, nuestra fe acepta
el hecho de la presencia del Espíritu residente y así podemos contemplar más allá de las
nieblas de la incertidumbre mortal, el brillo claro del sol de la rectitud eterna."
"La paz de Jesús, no es del tipo pacífico y negativo. Frente a las pruebas y
persecuciones El dijo: Mi paz os dejo con vosotros. No se turbe vuestro corazón, ni tengáis
miedo. Esta paz es la que previene conflictos desastrosos. La paz personal se integra a la
personalidad. La paz social previene el temor, la codicia y la ira. La paz política previene los
antagonismos raciales y la guerra y evita la suspicacia entre las naciones. Trabajar por la
paz, es la cura de las desconfianzas y las sospechas."
Pero nadie puede dar lo que no tiene, por eso la paz es un proceso interno que debe
comenzar por estar en paz con nosotros mismos y para estarlo es preciso conocernos y
aceptarnos tal cual somos, querernos como hijos de Dios que merecen respetarse y
hacerse respetar y esto sólo puede suceder cuando en nosotros no hay contradicciones
internas, cuando no hay una dicotomía entre lo que pensamos y lo que hacemos.
Nada es más desgastador que pretender aparentar lo que no se es, por eso para poder
tener paz es preciso estar conscientes de las múltiples máscaras que usa nuestro ego para
tratar de impresionar a los demás y en forma volitiva proponernos dejar de usarlas, para
que así la gente nos valores por lo que realmente somos y no por lo que aparentamos, pues
este esfuerzo desgastador, más temprano que tarde queda al descubierto.
La paz es sinónimo de armonía, no puedo pretender entregar paz a los demás si soy
intolerante ante mis defectos y los de los demás, porque la paz tiene sus cimientos y se
recrea en la aceptación, en la comprensión, en la empatía, en la acción solidaria no de
palabra sino de obras, en el diálogo que reemplaza a la intransigencia y que acepta las
diferencias.
La paz es el camino y la meta, no se puede llegar a ella si no la tenemos mientras
caminamos, hay que dejar sólo espacio para que el Amor reine y se multiplique al ser
compartido.
116
No debéis preocuparos de cuanto falta para la cosecha, cuando los campos
blanqueen será la hora de cosechar. Aquél que siega, recibe salario y recoge estos
frutos para la vida eterna, así pues los sembradores y los segadores, se alegran
juntos, porque a veces, uno es el que siembra y otro es el que cosecha.
Este mensaje nos demuestra que tanto en las cosas terrenales, como en las divinas, no
debemos esperar resultados inmediatos, debemos darle tiempo al tiempo, para que la
semilla germine y tampoco debe importarnos mayormente, si es otro y no nosotros el que
recibe el fruto de la siembra, porque nuestro esfuerzo personal, jamás se pierde. Porque
"Dios es justo y el fruto que no recibamos de nuestra siembra en este mundo, lo recibiremos
en el venidero." Además que nunca debemos perder de vista, que nosotros podemos
difundir la enseñanza y poner en eso todo nuestro empeño, pero sin olvidar nunca que no
somos los dueños del Reino, sólo somos sus embajadores y que la semilla no es nuestra,
sólo se nos ha entregado para que la sembremos, por tanto no podemos estar a la espera
de la recompensa personal. Ya bastante agradecidos debemos estar de haber sido elegidos
para colaborar con Jesús en la difusión de su evangelio.
Hoy en día, Internet es el mejor de los terrenos para sembrar nuestras semillitas de
verdad en el corazón de muchos, a quienes no conocemos, ni vemos, pero que existen y
que tal vez, sin saberlo están esperando esa siembra, porque la tierra de su alma ya está
arada por la búsqueda y abonada por el sufrimiento o los problemas.
Nuestra misión, no es estar a la espera de la cosecha, lo más probable es que no
podamos ver los frutos, pero eso no debe desanimarnos para entregar una palabra de
aliento, para compartir nuestra verdad momentánea, porque la ganancia de haber
sembrado, está más allá de la obtención de los frutos, porque "Dios ve tanto los motivos
íntimos del alma, así como vuestras pretensiones exteriores y vuestras manifestaciones de
devoción."
Esto debiera animarnos para escribir en forma constante en la Red, sin importarnos si no
lo hacemos tan bien como quisiéramos, o si los otros irán o no a comprender nuestras
palabras, lo importante es sembrar...lo demás, está en las manos de nuestro Padre. Si no
nos sentimos capaces de escribir nuestras propias palabras, es fácil el copiar y pegar lo que
a nosotros nos haya llegado al corazón, porque a lo mejor el mismo efecto puede producir
en otras personas, que de este modo pueden sentir cuan cerca está Dios de nosotros.
No podemos quedar indiferentes ante los dones que hemos recibido, que no se nos
olvide la parábola de los talentos, el siervo fue reprendido no por haber perdido el talento
recibido, sino porque no lo hizo fructificar…No desperdiciemos lo mucho que hemos
recibido y sepamos compartirlo con amor y generosidad, porque el hacer el bien lleva en sí
su propia plenitud y nada de lo que hace un hijo de Dios en pos de sus hermanos se pierde.
117
Para las criaturas, muchos de los actos del Creador, parecen arbitrarios, indiferentes
y con frecuencia insensibles y crueles, pero no es así. Todos los actos de Dios son
intencionales, inteligentes, sabios, generosos y persiguen eternamente el mayor bien
posible. No siempre para un ser específico, una raza determinada o un planeta en
especial incluso a un universo...
Es difícil para la mente humana y limitada el imaginar siquiera, la razón que motiva los
actos del Creador, el querer hacerlo, es pretender que somos dios. Si no somos capaces de
descubrir todas las áreas de nuestro cerebro cómo entonces podemos pretender
comprender ni mucho menos juzgar los actos de nuestro Hacedor? En el mejor de los
casos, nosotros podemos tener una vaga idea, de lo que ocurre con nosotros mismos y con
nuestro planeta, pero Dios ve la infinidad de todo el Universo, en un tiempo ilimitado.
"Dios posee un poder ilimitado para saber todas las cosas, su conciencia es universal. Su
circuito personal, incluye a todas las personalidades y su conocimiento hasta de las
criaturas inferiores, es complementado indirectamente mediante la serie descendente de
Hijos divinos y directamente a través de los Ajustadores de Pensamiento. Además, el
Espíritu Infinito está presente constantemente en todas partes"
Estos conceptos, por más que lo intentemos los podemos vislumbrar solamente por la fe,
pero no los podemos llegar a comprender con nuestro intelecto, Jesús se hizo uno de
nosotros, para enseñarnos que ese mismo Dios de los cielos, es también nuestro Padre y
que no está lejos, sino que mora en el corazón de cada uno de nosotros y que nuestro trato
con El, debe ser el que un hijo tiene con su padre, lleno de amor y confianza, porque sin
duda que el siempre va a desear lo mejor para todos y cada uno de sus hijos.
“Hay en la mente divina, un plan que involucra a cada criatura de todos sus vastos
dominios y este plan consiste en un propósito eterno de oportunidades ilimitadas, progreso
sin límites y una vida sin fin y ¡estos tesoros inigualables son vuestros con sólo luchar” Se
nos dan todas las oportunidades posibles, se nos entregan toda clase de herramientas para
que seamos los artífices de nuestro propio destino, pero debemos saber ganarnos estos
premios, porque en la naturaleza nada es gratuito y todo requiere de la voluntad y el
esfuerzo personal.
Cuando el sufrimiento y las pruebas nos visitan y arañan nuestro corazón, muchas veces
nos resulta muy difícil el comprender realmente los designios de Dios, pero sí podemos
cerrar los ojos y sentir que no estamos solos porque el amor que nuestro Padre está con
nosotros y él no nos envía nunca una prueba sin enviarnos también la fuerza para vivirla y
aprender de ella, de manera tal, que se convierta en una herramienta de santificación,
porque "el amor del Padre actúa directamente en el corazón del individuo.”
118
No juzguéis el alma ni evaluéis su destino, sobre la base de un solo episodio humano
desafortunado.
Este es un sabio consejo, porque los seres humanos, somos muy dados no sólo a juzgar
a nuestros hermanos, sino también a encasillarlos de una forma determinada, por el
conocimiento de un sólo episodio desafortunado, impidiéndole el derecho que todos
tenemos de corregir nuestros errores y la posibilidad de un cambio real.
Antes de emitir juicios, deberíamos conocer a fondo toda la película y ni siquiera así
podría acertar plenamente, pues ¿quién puede conocer las verdaderas intenciones íntimas
de la otra persona? Sólo Dios, puede hacerlo. "Mi Padre mira dentro del corazón de los
hombres y juzga sus deseos íntimos y sus intenciones sinceras." Sin embargo nosotros no
buscamos pruebas, ni atenuantes porque pareciera que es más fácil el condenar las
acciones ajenas, olvidando que con la misma vara que medimos seremos medidos.
La crítica, muchas veces sin fundamento y despiadada sólo se basa en rumores no
confirmados, por lo que muchas veces suele ser totalmente injusta y posteriormente es
desmentida, pero ya es tarde, porque las palabras y especialmente los juicios son como un
vaso de agua que cuando se derrama es imposible borrar la mancha, ni recoger toda el
agua. La crítica es igual, aún cuando sea desmentida siempre queda algo en contra de la
persona afectada, porque desgraciadamente los seres humanos somos más dados a
recordar las cosas malas que las buenas.
Por eso Jesús nos aconseja: “si deseas verdaderamente sobreponerte al hábito de
criticar, la forma más rápida y segura de alcanzar un cambio de actitud, es orando por la
persona que deseamos criticar” y poniéndonos en el lugar de ella, en lo que nosotros
sentiríamos si estuviésemos en su lugar. La empatía es la mejor forma de comprender a
nuestros hermanos y el “entender sus problemas y aprender a amarlos y perdonarlos es
una de las mejores experiencias de la vida” porque sólo cuando practicamos la verdadera
hermandad, Dios está con nosotros.
Los hijos de Dios, deberíamos esmerarnos en destacar las cosas buenas de las personas
y hacérselas saber a ella y a los demás, porque al hacer resaltar una virtud le damos mayor
fuerza a la persona para que la siga practicando, el estimular las buenas acciones es una
manera de valorarlas. Los niños son muy dados a recibir estos estímulos y a reforzar así su
autoestima, y todas las personas tenemos un niño interno que necesita del halago y el
estímulo.
Las buenas noticias no se publican porque dicen que no venden, eso prueba el morbo del
ser humano para enganchar con lo negativo, la crítica positiva es igual, no se habla de ella,
no se hace resaltar porque pareciera ser que a nadie le interesa. Los hijos de Dios, quienes
deseamos seguir las huellas de Jesús debemos acostumbrarnos a resaltar lo bueno.
119
No es posible estimarse más a sí mismo de lo que se ama al prójimo; lo uno mide la
capacidad para hacer lo otro.
El Libro de Urantia,
Pág. 1740
Jesús nos dijo que debíamos amar al prójimo como a nosotros mismos, pero a la vez la
medida de nuestra propia estimación es nuestro amor a nuestros hermanos, es un círculo
que sólo el amor puede hacer posible, porque veces el amarse a uno mismo, resulta tanto o
más difícil como amar a los demás.
No nos amamos cuando nos indignamos ante nuestros fracasos, y nuestro ego herido es
incapaz de reconocer que no somos perfectos y que por lo mismo debemos aprender a vivir
con nuestras carencias y defectos y también perdonar nuestros errores.
No nos amamos cuando dañamos nuestra salud ingerimos drogas o bebemos más de la
cuenta, cuando el humo del cigarro daña nuestros pulmones y cuando irritamos nuestro
colón llenándolo de odios y rencores... olvidando que nuestro cuerpo es el templo donde
Dios habita, porque “El está en el cielo, pero también habita en lo profundo de nuestra
mente”
El cuidado de nuestro cuerpo físico debería ser una prioridad porque él es el vehículo en
donde se manifiesta nuestra mente y nuestro espíritu, él es el puente que conecta lo
espiritual con la materia, porque “el hombre crece conscientemente desde lo material hacia
lo espiritual, por la fuerza, poder y persistencia de sus propias decisiones.” Y sin duda que
la mente, el espíritu y la voluntad funcionan mejor cuando tienen como soporte un cuerpo
sano y vigoroso.
Jesús nos dice que debemos amarnos, pero sin egocentrismo, pues nuestro amor no
tiene razón de ser si no sabemos amar a los que nos rodean.
No amamos a nuestro prójimo cuando lo juzgamos con ligereza, cuando no escuchamos
sus descargos o cuando simplemente lo ignoramos, cuando somos intolerantes con sus
ideas, con su forma de ser y no mostramos la menor empatía hacia su forma de ser,
olvidando que “podemos descubrir los valores de nuestro prójimo cuando descubrimos sus
motivaciones”
Nuestro prójimo es nuestro espejo, todo lo que a él le hagamos o le neguemos, nos lo
estamos haciendo y negando a nosotros mismos y por supuesto , todo lo que hagamos por
él, nos lo estamos también auto regalando y la vida nos lo devolverá con creces, porque
siempre el dar encierra abundancia y plenitud.
Saber amar y amarnos, no es fácil, es algo que debemos aprender de la mano de nuestro
Espíritu, porque sólo él nos permite traspasar las apariencias y alcanzar el significado de
todo lo que nos ocurre, porque de lo que podemos estar seguros es que nada es por
causalidad, de allí la importancia de tener una conciencia despierta para reconocer las
Causas de los Efectos que nos toca vivir y poder así aprovechar cada una de nuestras
experiencias para crecer en amor y en sabiduría.
120
La inteligencia podrá controlar el mecanismo de la civilización, la sabiduría podrá
dirigirlo, pero el idealismo espiritual es la energía que realmente eleva y avanza la
cultura humana de un nivel de logro a otro.
121
El futuro de Urantia, indudablemente se caracterizará por la aparición de maestros de
la verdad religiosa, la paternidad de Dios y la fraternidad de los hombres. Pero es de
esperar, que estos esfuerzos ardientes y sinceros de estos futuros profetas, se dirijan
menos al fortalecimiento de las barreras interreligiosas y más, hacia la fraternidad
religiosa de la adoración espiritual, entre los muchos seguidores de las distintas
teologías intelectuales de Urantia.
Jesús, previó la aparición de las muchas religiones y también de los muchos contactados
como hoy se les llama a los profetas. El no se opuso a que así fuese, lo único que pedía es
que no crearan barreras entre ellos, que no se sintieran dueños de la verdad, porque sólo
Dios la posee."La personalidad espiritual, es absoluta, sólo en el Paraíso"
Cada quien tiene la libertad de expresar su verdad e incluso tratar de comunicar a otros
lo que él cree haber encontrado, pero al hacerlo hay que tener cuidado de no caer en el
engaño y el fanatismo, de creer que su verdad es la única, porque con ello sólo conseguirá
ser intolerante y privarse él mismo la oportunidad de ampliar su propia verdad con nuevos y
mejores conocimientos, pues la verdad no es algo estático, es siempre algo más que un
conocimiento porque ella trasciende los niveles puramente intelectuales o materiales,
porque se asocia con la sabiduría y abarca las realidades de la experiencia humana.
Por eso "las religiones de autoridad no pueden llegar jamás a la unificación, porque la
unidad humana y la hermandad de los hombres, sólo pueden ser alcanzadas por la religión
del espíritu y a través de ella." "La religión del espíritu, atraerá progresivamente a los
hombres, y hará que se tornen compasivamente comprensivos unos a otros, “aceptando
que todas las religiones son buenas, en cuanto llevan al hombre hacia Dios y traen la
comprensión del Padre al hombre”
Lo importante no es el nombre de quien entregue el mensaje, ni siquiera la forma, lo
único realmente importante es que sus frutos sean para la gloria del Padre y el
reconocimiento de Jesús como el Hijo que dio todo por amor a nosotros, por eso “si las
diferentes religiones reconocen la soberanía espiritual del Padre, ellas permanecerán en
paz” pues cuando una religión supone que de alguna manera es superior a todas las otras
y desea ejercer su autoridad se vuelve intolerante y sectaria y muy lejos de ejercer el
verdadero rol de acercar a las almas a Dios.
El personalismo es dañino para la enseñanza, porque sólo somos sus embajadores.
Debemos dedicarnos a hacer la voluntad del Padre. Nuestro trabajo consiste en ser los
embajadores del Reino pero no debemos perder nunca de vista, que la semilla que
deseamos sembrar no es nuestra sino de Dios y que nosotros sólo somos sus
colaboradores en su obra redentora en el mundo, tarea que debe colmarnos de alegría.
122
Puedes estar rodeado de enemigos mezquinos y muchos obstáculos pueden retrasar
tu marcha, pero las cosas importantes y reales de este mundo y del universo están de
tu parte.
Cuando en lo íntimo de nuestro corazón tenemos la certeza que Dios mora en nosotros y
que nos ama, estamos seguros que ningún obstáculo nos puede separar de El y que
cualquiera que sea la dificultad, podremos salir adelante porque "Con Dios todo es posible"
y nadie nos puede herir o retrasar nuestro andar por el Camino, sin nosotros no se lo
permitimos, porque nadie puede interferir en nuestra mente sin nuestro consentimiento, el
cual muchas veces no es explícito sino tácito, cuando no tenemos la voluntad suficiente
para dirigir nuestro propio destino y por desidia nos dejamos conducir como lo hace el
ganado que no le queda más que obedecer al arriero.
"La conciencia de una vida humana victoriosa en la tierra, nace de esa fe de la criatura,
que se atreve a desafiar cada recurrente episodio de su existencia, cuando se enfrenta con
el pavoroso espectáculo de las limitaciones humanas, pero es capaz de hacer la firme
declaración: aunque yo no pueda hacer ésto, en mí vive alguien que puede y que lo hará,
porque el Padre-Absoluto de los universos, vive en mí" Esta conciencia de la presencia de
Dios en nosotros es la mejor de nuestras fortalezas y la mejor motivación para continuar en
el Camino, haciendo caso omiso a las dificultades que se nos presentan, pues ellas no son
para un hijo de Dios más que oportunidades para demostrarle nuestra plena confianza en
su amor.
Cuando hay esta disposición para enfrentar los problemas, se produce un verdadero
renacimiento de fe y confianza porque "estos individuos nacidos del espíritu, reciben una
nueva motivación para vivir y son capaces de presenciar con calma, la destrucción de sus
ambiciones más caras y de sus esperanzas más profundas, porque saben, en forma
categórica que tales catástrofes, no son sino pequeños cataclismos temporales, previos al
inicio de las realidades más nobles y perdurables de un nivel nuevo y sublime, de logro
universal."
No se trata de ser masoquista y disfrutar del sufrimiento, sino de trabajar en paz para
encontrar la solución con entereza, visión y convicción de que él, es una forma de
evolucionar, pues el amor del Padre nos acompaña siempre para que sepamos extraer
lecciones de cada uno de los problemas que nos toque enfrentar, transmutando el
sufrimiento en confianza y amor hacia nuestro Creador, con la certeza que ninguna
experiencia consciente se pierde, porque ella pasa a formar parte de nuestra herencia
espiritual, que nos acompañará en los mundos de estancia como un capital adquirido en
nuestra estadía en Urantia.
No olvidemos que “El Padre del cielo no aflige a propósito a los hijos de los hombres. El
hombre sufre primero, por los accidentes del tiempo y por las imperfecciones que se
originan del mal en una existencia inmadura”. 1778
123
El hombre que conoce a Dios describe sus experiencias espirituales, no para
convencer a los incrédulos, sino para la edificación y la satisfacción mutua de los
creyentes.
Quien conoce a Dios, no pretende que todos lo vean de la misma manera, ni que piensen
de la misma manera, para ser "iguales espiritualmente" porque ha aprendido que nuestro
Padre ama a todos los hombres sin excepción y que en su casa "hay muchas moradas" y
también sabe que "El tiene otras ovejas que no son de este rebaño" Por tanto quien conoce
a Dios, tiene amor y tolerancia hacia todos sus hermanos y "no comete el error de juzgar la
religión de otros con sus propias normas de conocimiento y verdad" sino que los respeta
porque “todas las religiones son buenas, en cuanto acercan al hombre a Dios”
Quien conoce a Dios, no necesita alardear de su religión y sus creencias, porque ellas
se reflejan en su ejemplo de vida. "La conciencia esclarecida del hombre civilizado, no se
preocupa tanto por una creencia intelectual específica o por un modo particular de vida, sino
por descubrir la verdad del vivir, la técnica buena y justa de reaccionar a las situaciones
recurrentes de la existencia mortal."
Porque una enseñanza que no es capaz de mostrar en la vida diaria de sus creyentes
los frutos del espíritu es una enseñanza muerta, porque es en los momentos de prueba
cuando el hombre demuestra lo que en verdad alberga su corazón.” “El hombre no debe
culpar a Dios por sus aflicciones ya que son el resultado natural de la vida que elige vivir,
tampoco el hombre debe quejarse de esas experiencias que son parte de la vida tal como
se vive en este mundo”
Conocer a Dios es encontrarlo tanto en medio de la alegría como del sufrimiento, porque
ambos son extremos de la misma recta que nos entrega la vida, porque en ella todo es
dual, todo necesita de su opuesto, para que de esta forma, el ser humano pueda usar el
don de su albedrío en forma volitiva, porque nadie puede evolucionar por nosotros, cada
uno debe escoger entre el bien y el mal.
Conocer a Dios, no es un proceso que se pueda realizar de una vez y para siempre, muy
por el contrario, es una meta pero en esta vida jamás podrá ser un logro, porque la criatura
finita no puede llegar a conocer al Infinito, pero Dios no nos pide imposibles, él no nos pide
que lo conozcamos en toda su magnitud, sólo quiere que lo sintamos en nuestro corazón y
que cada día, en cada circunstancia lo encontremos donde nunca antes lo habíamos
encontrado.
Conocer a Dios no es un proceso intelectual, aún cuando nuestra mente sana es
indispensable para acercarnos a él sin embargo no es suficiente porque “la cristalización
intelectual de los conceptos, es el equivalente a la muerte espiritual. No se puede concebir
una religión sin ideas, pero cuando ella se reduce a tan sólo unas cuantas ideas, deja de
ser religión y se convierte simplemente en una filosofía humana” e inerte pues la verdadera
religión es “la actuación de un alma individual en sus relaciones conscientes con su
Creador”
124
Casi todo lo que es de valor duradero en la civilización tiene sus raíces en la familia.
Ella fue el primer grupo pacifista y exitoso, pues en su seno, tanto el hombre como la
mujer, aprenden a adaptarse a sus antagonismos y al mismo tiempo a enseñar a sus
hijos a ir en pos de la paz.
125
Al igual que la oración se puede asemejar a la recarga de las baterías espirituales del
alma, la adoración se puede comparar al acto de sintonizar el alma para captar las
emisiones universales del espíritu infinito del Padre universal. La oración es el
proceso psicológico de intercambio de la voluntad humana por la voluntad divina, es
una parte del plan divino, para transformar lo que es, en lo que debería ser.
La oración, no es sólo el acto de pedir algo, como habitualmente se hace, ella recarga
nuestra batería espiritual que se gasta con el bullicio y el apuro diario y la adoración, que
debiera estar íntimamente unida a la oración, nos contacta con el éter que rodea nuestro
universo, "la adoración se puede comparar al acto de sintonizar el alma para captar las
emisiones universales del espíritu infinito del Padre" Tanto la oración como la adoración son
una forma que el ser finito ocupa para contactarse con lo que está más allá de sus
facultades normales en busca de su acercamiento hacia el Infinito.
"Cuando la oración no busca nada para que el que ora, esa actitud del alma, tiende
hacia la verdadera adoración" desgraciadamente no es lo más frecuente, porque nuestras
oraciones suelen ser recitadas casi en forma mecánica o son ruegos al Padre para que
escuche nuestras peticiones las cuales muchas veces van acompañadas de promesas de
hacer esto o aquello si el favor es concedido, como si existiese la posibilidad de manipular
la voluntad divina, en vez de entregarnos confiada a ella
La oración como la adoración cuando son sinceras y conscientes nos unen a las energías
superiores, de allí su valor y su poder. No estamos nunca solos, el espíritu del Padre no
sólo mora en el interior de nuestra alma y mente, sino también en todo el universo y sus
vibraciones llegan a nosotros, con sólo ponernos en sintonía con la armonía del infinito y de
esta forma podemos "transformar lo que es, en lo que debería ser" a través del poder de
nuestra mente y la fuerza de la divinidad que en nosotros mora.
"La oración y la adoración, son una técnica para apartarse de la rutina diaria de la vida,
del agobio y de la monotonía de la existencia material. Son un camino para acercarse a la
auto realización de la individualidad espiritualizada, que constituye un logro intelectual y
religioso."
Pero eso no quiere decir que debamos aislarnos en forma permanente porque “mientras
os dedicáis a las realidades eternas, debéis también disponer tiempo y esfuerzo para las
necesidades temporales” por eso la mejor oración y adoración será la que nos permita unir
lo material a lo espiritual, porque “la adoración es la técnica de buscar en el Único, la
inspiración para servir a muchos” pues no es posible regocijarse en la paternidad de Dios si
olvidamos la fraternidad humana, por eso antes de orar es conveniente revisar nuestra
mente para calibrar como está nuestra fraternidad, si en nuestra mente no hay rencores ni
resentimientos hacia nuestros hermanos, porque en eso caso Jesús nos dice que antes de
orar debemos reconciliarnos con nuestros hermanos.
126
Es un error para cualquier grupo religioso concebir que su Credo sea la Verdad, esa
actitud habla más de arrogancia teológica que de certidumbre en su fe.
Es bueno tener en cuenta esta cita y muchísimas otras similares que nos entrega el LU
porque estos conceptos se nos suelen olvidar y miramos con desconfianza o con un cierto
desprecio cualquier conocimiento que no provenga de las páginas del Libro, lo cual es un
gran error y tal vez sea la causa por la cual sólo en estas últimas décadas él se ha hecho
conocido en forma masiva y esto no gracias a la difusión de los urantianos, sino gracias a
JJ Benitez que se atrevió a usar la enseñanza y la difundió en sus famosos Caballos de
Troya, probando con ello que "la verdad divina no debe ser desechada porque el canal de
su transmisión sea aparentemente humano"
Jesús nos dio como siempre el ejemplo de como comportarnos ante las otras religiones,
él no las descalificaba sino que aprovechaba lo mejor de ellas y "tenía una habilidad única
para reconocer la verdad y no vacilaba en abrazarla, sin importar la fuente de la cual
pareciera emanar" en cambio nosotros parece que si aceptamos escritos sicológicos,
científicos, intelectuales o religiosos que no tengan que ver con el LU estamos traicionando
a la enseñanza, practicando con ésto un sectarismo totalmente contrario a lo que el Libro
nos enseña en forma reiterada.
Se nos olvida con demasiada facilidad, que "en realidad cada ser humano define la
religión en términos de su propia interpretación experiencial, a los impulsos divinos que
emanan del Espíritu de Dios que en él reside y que por lo tanto esta interpretación debe ser
única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de los demás seres humanos"
El Libro de Urantia sin duda que hay que estudiarlo porque son muchos los capítulos que
requieren más de una lectura y aún así esos conocimientos no pueden ser del todo
comprendidos por nuestra mente finita, y para consuelo de nuestro ego, esta imposibilidad
de comprender muchas verdades no sólo nos atañe a los humanos, sino también a
Personalidades muy superiores a nosotros en la escala evolutiva y que sin embargo no
dudan en confesar."Francamente no lo sabemos o no estamos totalmente seguros" pues
"incluso los ciudadanos excelsos del Paraíso tienen opiniones muy variadas sobre la
naturaleza del propósito eterno de las Deidades" entonces ¿cómo pretendemos los
humanos saberlo todo?
Deberíamos imitar a estos Seres y aumentar nuestra humildad y abrir nuestra mente a
nuevos conocimientos sin importar su procedencia, pues si estamos unidos a nuestro
Espíritu residente, él se encargará de filtrar lo que nos pueda dañar y quedarnos con la
Verdad que ampliará las nuestras, porque "la religión descubre para el alma aquellos
valores supremos que contrastan con los valores descubiertos por la mente” Elección que
se debe hacer en forma personal.
127
Era maestro e instructor, pero también un amigo y un vecino, un compañero
comprensivo.
El Libro de Urantia.1430
"De todo conocimiento humano, el que tiene mayor valor es conocer la vida de Jesús y
cómo él la vivió" porque a través de ella podemos aprender a vivir la nuestra, pues la vida
de Jesús fue muy similar a la nuestra, porque él no se apartaba de la gente, por el contrario
convivía con todos los hombres, no solamente con sus apóstoles y seguidores, el comía
con los fariseos y con los publicanos, tenía amigos y amigas como Lázaro y sus hermanas,
asistía a las bodas, conversaba con la samaritana y con la mujer adúltera con la misma
sencillez que lo hacía con los niños a quienes amaba en forma predilecta, porque en cada
uno de ellos era capaz de reconocer a un hijo de su Padre.
Jesús vivió intensamente su vida como ser humano, para justamente enseñarnos a
nosotros que nuestra espiritualidad no la debemos expresar solamente cuando estamos en
el templo o en reuniones filosóficas sino en la vida diaria, con nuestros familiares y con
todos los que a nosotros se acerquen, porque el mejor templo de Dios es nuestro propia
alma.
Jesús hablaba en parábolas porque amaba a la gente y por lo mismo no pretendía
apabullar a nadie con su retórica, lo que le interesaba era que comprendieran sus palabras,
porque sólo cuando ellas llegan al corazón del oyente se pueden convertir en enseñanza
viva, capaz de hacer los cambios necesarios para cambiar las pautas erróneas de
conducta. Jesús ponía la enseñanza al alcance de la gente, porque sabía que "hasta la
expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulado de acuerdo con el estado
intelectual y el desarrollo espiritual del oyente, porque la sinceridad cumple mejor su función
en el trabajo del reino, cuando está unida a la discreción"
Deberíamos imitar a Jesús, porque muchas veces, nuestro celo por comunicar nuestras
verdades nos hace ser imprudentes y hacemos todo lo contrario que el Maestro hacía y
más que ver con empatía a nuestros hermanos y ver su grado de receptividad a la
enseñanza, hablamos de lo que a nosotros nos interesa y muchas veces se cuela nuestro
ego y tratamos de deslumbrar al auditorio, dando conceptos que muchas veces ni nosotros
mismos logramos entender, pero que al decirlos nos hacen ver importantes.
Es un privilegio que Jesús nos haya escogido para ayudarle a sembrar al hacerlo que no
se nos olvide nunca, que no somos los dueños del Reino sino sus colaboradores y que
debemos actuar con sencillez y humildad, imitando a nuestro Maestro que “no cometió el
error de enseñarles más de lo que podían recibir, no precipitó su confusión presentándoles
una verdad que rebasara su capacidad de comprensión" tengamos el mismo criterio y el
mismo amor, al acercarnos a nuestros hermanos.
128
La puerta de la vida eterna está abierta de par en par para todos. El que quiera puede
venir, no hay restricciones ni calificaciones.
Que diferente es este lenguaje, al que han usado por siglos los diferentes credos y
religiones que orgullosamente han querido apropiarse de la Verdad, cuando en realidad
nadie puede sentirse poseedor absoluto de ella, pues sólo el Padre Universal la posee y fue
Jesús quien nos trajo la Buena Nueva de que el Padre no hacía diferencia ni de raza,
pueblo ni religión, porque para entrar en Reino sólo había que tener el deseo de amar a
Dios, sin importar el nombre con el cual se le denominara.
En los mundos de estancia, me imagino que nos vamos a llevar grandes sorpresas al
encontrarnos con seres que aquí en la tierra los hombres condenaron o trataron de herejes,
porque no comulgaban con los preceptos establecidos por las religiones. Jesús nunca nos
enseño que "debíamos ver las cosas de la misma manera, por el contrario dijo: he venido al
mundo para proclamar la libertad espiritual para que los mortales tengan la fuerza de vivir
su vida individual con originalidad y libertad ante Dios. Lo que os pido es unidad espiritual, y
esa la podéis experimentar en el regocijo de vuestra dedicación a hacer de todo corazón la
voluntad de Dios. No hace falta que veáis las cosas de la misma manera, ni que sintáis de
igual forma, para ser iguales espiritualmente, pues la unidad espiritual deriva de la
conciencia de que cada uno de vosotros, está habitado por el don espiritual del Padre
celestial. Vuestra armonía apostólica debe crecer del hecho de que la esperanza espiritual
de cada uno es idéntica en origen, naturaleza y destino”
Esta es una de las tantas amonestaciones de Jesús para que no enmarcáramos la
verdad en dogmas, ritos, ni preceptos para que no nos convirtiéramos "en místicos pasivos
ni ascetas insulsos" porque "la verdad divina es una realidad discernida por el espíritu.
Puedes conocer la verdad, puedes vivirla y disfrutar del crecimiento de ella en tu alma y
disfrutar del esclarecimiento en tu mente, pero no puedes aprisionar la verdad en códigos,
credos o esquemas intelectuales de conducta humana. Cuando intentas una formulación
humana de la verdad divina, ella muere rápidamente" y esta es la principal razón por la cual
el Reino aun no se manifiesta en Urantia.
Hemos relegado a Dios a los templos materiales y lo visitamos días y horas
determinadas, olvidando que el verdadero templo es nuestro propio cuerpo, en donde el
Espíritu divino mora y quien está siempre aguardando que conversemos con El como lo
hacemos con el mejor de nuestros amigos, porque Dios no necesita nuestra adoración sino
nuestro amor.
Acostumbrémonos a tratar a Dios no como algo lejano sino como nuestro Padre amante,
dispuesto siempre a abrirnos las puertas de la perfección para que con la ayuda de nuestro
espíritu residente podamos algún día llegar a ser como él.
129
No hay nada en toda la existencia universal que pueda tomar el lugar de la auténtica
experiencia personal.
Los seres humanos podemos tener el mismo origen y ser a la vez todos iguales ante Dios,
sin embargo cada uno de nosotros somos únicos en esencia, así como tenemos un ADN
que nos diferencia físicamente, también tenemos un ADN espiritual que nos hace diferentes
y por lo mismo, tanto la evolución como la religión son un asunto absolutamente personal,
en el cual nadie puede intervenir, porque nuestro libre albedrío para escoger entre el bien y
el mal en forma volitiva no lo permite.
"Ni siquiera el amor infinito de Dios, puede imponer la salvación de la vida eterna a quien
no elija sobrevivir" y "de este modo, "el espíritu de la divinidad se vuelve humildemente
obediente a la elección de la criatura" pues es "el hombre quien debe tomar el camino de la
salvación por su propia decisión, por su elección de libre albedrío"
De allí, que todo lo que las personas o los Libros Sagrados le puedan enseñar al ser
humano, sólo le sirven como referencias para formar su propio criterio, pero sólo las
experiencias vividas en forma consciente, le sirven realmente para su evolución, porque
nadie puede vivir la vida por el otro. "La experiencia es inseparable de la existencia viva, es
lo único que ninguna magnitud divina puede absorberte de la necesidad de obtener
mediante la vida real" por eso cada acontecimiento que nos toca vivir es una experiencia
que nosotros debemos potenciar dándole el significado que él encierra, porque nada de lo
que nos ocurre es por casualidad, sino fruto de una causalidad.
Podemos aprovechar nuestras diarias experiencias, cuando nos hacemos concientes que
"la fe salvadora, nace en el corazón humano, cuando la conciencia moral del hombre,
comprende que los valores humanos pueden ser transformados en experiencia, de lo
material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la eternidad" porque nada de
lo humano y material es ordinario a los ojos de Dios y por tanto nuestra fuerza espiritual y
nuestra propia evolución deben nacer de las experiencias comunes y corrientes de nuestra
vida diaria.
La verdadera espiritualidad, no nace de las revelaciones espectaculares, ni de
acontecimientos extraordinarios, sino de la fidelidad y el amor que pongamos en las
pequeñas cosas de nuestro quehacer cotidiano, como lo hizo Jesús de Nazaret que vivió 30
años como lo hace cualquiera de nosotros...para enseñarnos como debíamos amar a
nuestro Padre y hacer su voluntad en nuestra vida cotidiana.
No permitamos ser marionetas movidas por los hilos de las creencias, porque por buenas
que ellas sean, sólo son herramientas que nosotros, en forma individual debemos saber
usar, porque el conocimiento que no ha sido digerido por el espíritu no nos sirve para
nuestra vida eterna.
130
Si queréis compartir el gozo del Maestro, tenéis que compartir su amor. Y compartir
su amor significa que habéis compartido su servicio. Esta experiencia de amor no os
libera de las dificultades de este mundo; no crea un mundo nuevo, pero hace con
toda seguridad que el viejo mundo resulte nuevo.
"La felicidad más elevada está indisolublemente vinculada con el progreso espiritual,
porque él produce un deleite duradero, una paz que trasciende toda comprensión" porque
el buscar a Dios en nosotros y por nosotros mismos, cambia en forma radical nuestra vida y
no porque dejemos de tener conflictos o problemas porque ellos son inherentes a nuestra
condición de humanos, sino porque esos mismos acontecimientos aparentemente
desfavorables, para el creyente se transforman en desafíos para crecer espiritualmente y
acrecentar nuestra fe y confianza en el amor de nuestro Padre, porque es en los momentos
de prueba cuando aparece lo que verdaderamente hay en el corazón.
Cuando somos capaces de sentir a la divinidad, no en la montaña, ni en el templo sino
en nosotros mismos y estamos motivados por su amor que nos induce al servicio generoso
con nuestros hermanos, se hacen realidad las palabras de Jesús cuando nos dijo: "buscad
primero el reino de Dios y cuando halláis encontrado la puerta de entrada, todas las cosas
necesarias os serán dadas. No os pongáis ansiosos por el mañana, pues a cada día le
basta su propio afán"
Cuando arrancamos de nuestra mente el miedo al mañana y nos dedicamos a vivir
intensamente el Hoy, nuestra vida se hace mucho más rica en experiencias, porque no
estamos proyectados hacia lo incierto que no sabemos si llegará y dedicamos toda nuestra
energía a realizar lo mejor posible la tarea encomendada Hoy, porque ellas son efectos de
las causas originadas en el pasado y que están siendo a su vez los cimientos del futuro,
porque "nadie siega lo que no siembra"
"El tiempo condiciona las cosas, pero la verdad no conoce el tiempo. Cuanto más verdad
conozcas, más verdad serás y más entenderás del pasado y más comprenderás el futuro"
pero para que esto se haga realidad es preciso estar consciente de lo que somos y de lo
que sentimos, porque sólo en la medida que estemos despiertos podremos cambiar las
cosas viejas y crear ese mundo nuevo interior y exterior que permitirá que el Reino de Dios
se manifieste en nosotros y en el mundo entero.
Nuestra cercanía con nuestro Padre, no nos libera de los accidentes del tiempo y de las
tribulaciones propias a nuestra condición de seres humanos, pero sí nos permite que a
través de todas ellas sepamos conservar el equilibrio emocional y la sabiduría para saber
extraer las enseñanzas que la Vida quiere enseñarnos, porque no debemos olvidar que la
escuela del dolor es la que más nos enseña, porque “muchas verdades no son
comprendidas más que en medio de las tribulaciones.”
131
El aislamiento tiende a agotar la carga de energía del alma.
132
Si un hombre desea ardientemente su independencia y la libertad, debe recordar que
todos los demás hombres anhelan la misma independencia.
¡Es tan fácil el pensar en el bien personal y olvidar el bien común! y no sólo con respecto
a la libertad sino que a todo orden de cosas, con razón Jesús nos dice: "cualquiera que sea
lo que queréis que los hombres os hagan, hacedlo también vosotros por ellos"
Si los que nos decimos hijos de Dios y creyentes, tuviésemos presente este consejo y
más que un consejo fuese para nosotros una ley nacida del amor ¡qué diferente sería el
mundo! nadie sería capaz de enriquecerse a costa de los pobres, ni tampoco nadie
pensaría en crecer cortando las cabezas de quienes lo rodean.
La propia libertad sin frenos, la auto expresión no regulada se igualan al egoísmo y a la
falta de caridad, porque esta comienza donde termina la justicia y “la libertad es un suicidio
cuando se divorcia de la justicia material, de la rectitud intelectual, la paciencia social, el
deber moral y los valores espirituales”
El egoísmo y la falta de empatía, es lo que provoca las diferencias sociales
y monetarias, porque "la mente de mayor esclarecimiento debe ser paciente y tolerante con
los intelectos menos dotados. Los fuertes no deben mirar con desprecio a los débiles" ni
mucho menos aprovecharse de su falta de cultura y educación, pues ante Dios todos los
hombres somos iguales, por tanto “la verdadera hermandad significa que ha llegado un
orden social, en el cual se deleitan todos los hombres, sobrellevando los unos las cargas de
los otros con amor”
La libertad, también la debemos tener presentes con respecto a la parte religiosa y
espiritual, no debemos imponer nuestras creencias por buenas que ellas nos parezcan,
debemos aprender que "las almas pueden ser conducidas mejor a amar al Dios invisible, si
primero se les enseña a sus hermanos a quienes si pueden ver" y esto es mejor decirlo con
el ejemplo, que con las pláticas sobre la hermandad o sobre una tolerancia intelectual y
religiosa que no practicamos cuando nos sentimos dueños de la Verdad.
“Ningún ser en todo el universo tiene libertad para privar a otro ser de la verdadera
libertad, al derecho de amar y ser amado, el privilegio de adorar a Dios y de servir a sus
semejantes” según su propio modo de hacerlo, por eso debemos tratar de mostrar el
Camino, “pero no debéis atreveros nunca a forzarlos a seguiros, más bien recordad que lo
que queréis que los hombres hagan por ti, lo debes hacer por ellos”
Respetar el albedrío de los demás y el ser generosos con ellos, nos resultaría mucho
más fácil si recordáramos que "todo lo que hacemos por el más pequeño de nuestros
hermanos, se lo hacemos a Jesús" que es nuestro hermano mayor que nos ama.
133
Nada iguala la importancia de la tarea del mundo en el cual estás viviendo
actualmente. Pero aunque la tarea es importante, el yo no lo es. Cuando te sientes
importante, pierdes energía a través del desgaste de la dignidad del ego, de manera
que queda poca energía para realizar la tarea.
Esta cita es una paradoja, porque por una parte debemos darle una gran importancia a la
tarea que hoy nos toca realizar, sin importar lo que ella sea, pues "nada de lo que hace un
hijo de Dios es ordinario" por tanto debemos sentirnos orgullosos de lo que estamos
haciendo, ya que más allá de las apariencias, todo tiene un valor especial pues cada uno de
nosotros es único e irreemplazable en los planes divinos, nadie la puede ejecutar por
nosotros, por humilde que sea el trabajo cumple una función social cósmica.
Sin embargo, la importancia de lo que hacemos, no debe alimentar nuestro ego, al punto
de creernos superiores a los demás, porque el orgullo hecha por tierra las mejores buenas
intenciones, pues "el orgullo es engañoso e intoxicante, tanto como en el individuo, el grupo,
la raza o la nación, porque va de la mano de la soberbia" y a su vez, la soberbia está
íntimamente ligada a nuestro ego vanidoso, el cual nos hace creer mejores de lo que en
verdad somos y tiende a mirar en menos a los demás.
El mantener una autoestima alta, el estar pendiente de lo que los otros opinan de lo que
somos, o de lo que hacemos, es un tremendo desgaste emocional, que la gran mayoría de
las veces, deriva en cansancio y depresión. Debemos hacer nuestra tarea lo mejor posible,
pero no esperando recibir la aprobación de los hombres, sino la de Dios, quien "mira dentro
del corazón de los hombres y juzga por sus intenciones sinceras"
No debemos olvidar, que sin importar cual sea la tarea que realicemos, ella puede tener
un valor de sobre vivencia eterna, porque "el hombre crece conscientemente, desde lo
material a lo espiritual, por la energía, el poder y la persistencia de sus propias decisiones"
Lo importante es que ninguna experiencia que nos toque vivir, tanto en el plano material
como en el espiritual se pierde, siempre y cuando al realizarla nuestra conciencia haya
estado consciente de lo que hacía, porque "ninguna experiencia valiosa ocurre en vano,
ningún significado verdadero o valor real perece jamás." Mantengamos nuestra conciencia
despierta, para que sin importar lo que hagamos, eso nos sirva para nuestra salvación
eterna, porque para entrar en Reino el motivo es el que cuenta, porque "la moralidad de
cualquier acción está determinada por la motivación del individuo"
134
La ciencia, guiada por la sabiduría, puede tornarse el gran liberador social del
hombre.
Los seres humanos somos cocreadores con Dios, él no sólo nos ha confiado la
reproducción de la especie, sino también el destino y el futuro de nuestro planeta Urantia,
por eso debemos estar atentos y abiertos a todos los múltiples adelantos tanto de la ciencia
como de la tecnología, porque si ellos se realizan con sabiduría, nos acercan realmente al
destino que Dios tiene predestinado para sus criaturas humanas y que está muy lejos de
ser el valle de lágrimas, que erróneamente se nos ha hecho creer.
"El aumento de discernimiento, más el aumento del logro experiencial humano lo
lleva hacia una armonía más estrecha con la Divinidad" por eso todo descubrimiento debe
ser bienvenido porque "la curiosidad, el espíritu de investigación, el instinto de
descubrimiento, el impulso a la exploración, es parte innata y divina de las criaturas
evolutivas del espacio"
Es el ser humano quien debe emplear todo el potencial de su mente para construir un
mundo mejor en todos los aspectos, pues "el género humano en Urantia ha de resolver sus
problemas de desarrollo mortal con la descendencias humana con la que ya cuenta, pues
no evolucionarán más razas de las fuentes prehumanas por todo el tiempo futuro"
Hace unas décadas jamás hubiésemos imaginado que el hombre podría salvar y alargar
su vida con el trasplante de órganos, con el descubrimiento de las células madres, del ADN
y tantos otros descubrimientos que están potenciando la vida. Mucho se ha descubierto,
pero aún queda mucho más por descubrir porque "en general el destino evolucionario del
hombre está en sus propias manos y la inteligencia científica, tarde o temprano, tiene que
reemplazar el funcionamiento aleatorio de la selección natural incontrolada y de la
supervivencia casual."
Sintámonos verdaderamente cocreadores con Dios, es posible que no tengamos una
acción directa con la ciencia o la tecnología pero nuestra mente es eminentemente creadora
y nuestras buenas intenciones, la energía positiva que enviemos al cosmos es una manera
de contribuir a que la ciencia esté cada vez más al servicio no sólo del bienestar del
hombre, sino que también sirva para la gloria de Dios y de esta forma hagamos de este
mundo una antesala al Paraíso cuidando al hombre y a la naturaleza, porque ambos fueron
creados por Dios y ambos tienen repercusión cósmica, porque nuestro planeta es sólo una
parte pequeñita del vasto Universo que nos rodea y que tal vez en nuestra carrera
ascendente de perfección no sólo conoceremos sino que también podremos aportar
nuestras experiencias, las cuales son canalizadas por el Ser Supremo, es una maravilla que
el hombre en medio de su pequeñez sea necesario para el crecimiento divino.
135
El perdón proporcionaba la salvación. Cuando el amor divino ha sido aceptado
plenamente en el corazón humano, su belleza destruye para siempre el encanto del
pecado y el poder del mal.
El amor es el motor que hace andar todas las cosas buenas que somos capaces de
sentir y de hacer, él le da otro sentido a nuestra vida, y ella deja de ser un valle de lágrimas
y se convierte en una pradera de oportunidades para crecer y para amar a Dios y a
nuestros semejantes.
La religión de preceptos ayuda a no pecar por temor al castigo, en cambio la religión del
espíritu, inspirada por el amor libre y volitivo hacia nuestro Padre de los cielos, no sólo
impide que no hagamos el mal, sino que nos inspira a hacer el bien, por eso Jesús nos dijo:
mis discípulos deben no sólo cesar de hacer el mal, sino que deben aprender a hacer el
bien, debéis no solamente limpiaros de todo pecado consciente, sino también negaros a
albergar los sentimientos de culpa."
El amor nos enseña y nos ayuda no sólo a perdonar a nuestros enemigos, sino también a
perdonarnos a nosotros mismos, porque el sentimiento de culpa es tan paralizante como el
miedo, pues mientras pensamos en él, estamos impidiéndonos el ser mejores al confiar en
el amor, la compasión, la misericordia y el perdón de nuestro Padre. El sentimiento de culpa
es en el fondo puro orgullo, no nos perdonamos no ser tan buenos o capaces como
creíamos serlo.
Cuando el amor de Dios se apodera con nuestro pleno consentimiento, de nuestra mente
y de nuestro corazón, no es que no cometamos falta alguna, caemos igual en el error y las
contradicciones porque somos humanos y falibles, pero no caemos en el pecado que es el
mal conscientemente aceptado y cometido en forma reiterada y deliberada, porque nuestro
amor a nuestro Padre nos lo impide.
Cuando amamos a Dios desde lo profundo de nuestro ser, no dejamos de caernos...pero
lo hacemos más a lo lejos y lo principal ¡aprendemos a levantarnos más rápido! no nos
quedamos compadeciéndonos ni recriminándonos, sino que seguimos adelantes confiando
que ¡con Dios todo es posible! Y que para la próxima vez que nos enfrentemos al mal,
vamos a estar más alertas para no cometerlo.
No olvidemos que Dios aborrece al pecado, pero ama al pecador porque es su hijo y le
perdona porque sabe que el hombre en general es débil, pero no es eminentemente malo y
que si sabe usar la materia y sus debilidades humanas en unión con el espíritu divino,
puede llegar a ser también perfecto con el correr del tiempo, porque esa es la meta para la
cual fuimos creados.
136
Las convicciones morales basadas en la iluminación espiritual y arraigadas en la
experiencia humana son tan reales y seguras, como las deducciones matemáticas
basadas en las observaciones físicas, pero se encuentran en un nivel diferente y más
elevado.
Cuando nuestras convicciones no son motivadas por lo que la masa piensa o los
reglamentos imponen, sino que son el producto de una experiencia personal volitiva y
nacen de nuestro espíritu, ellas a la vez que son firmes, son dúctiles...no nos aferramos a
ellas con una pasión desmedida e intolerante, porque sabemos que en este mundo, todo lo
rígido y estático muere, porque "en el estado mortal, nada puede se probado en
forma absoluta, tanto la ciencia como la religión, se basan en suposiciones".
A lo mejor esta última frase nos sabe a blasfemia ¿qué la religión se basa en
suposiciones, no puede ser! pero sin embargo es, porque la religión del espíritu, esa que
nos permite buscar la espiritualidad y la verdad donde quiera que ella se encuentre, está
muy lejos de ser estática, porque ella va cambiando en la medida que nuestra comprensión
crece, porque "la religión de revelación deberá siempre limitarse por la capacidad del
hombre para recibirla" por tanto nuestras verdades, siempre serán verdades provisorias y
relativas porque siempre estarán sujetas al cambio, lo cual es muy bueno, porque todo lo
estático muere.
"La pequeña verdad, es para las mentes pequeñas, la gran verdad es para las mentes
grandes" y nadie tiene que sentirse menoscabado ante esto, porque al igual que un niño de
primaria no tiene porque competir con un universitario porque le falta tiempo y
conocimientos, en la vida espiritual también vamos escalando los niveles de comprensión
peldaño a peldaño, según sea el significado que vayamos sacándole a todo lo que nos
ocurre, porque sin duda que nada es por casualidad y todo lo que nos toca vivir es justo y
preciso que necesitamos para crecer y evolucionar.
En la medida que nuestras convicciones van pasando por el tamiz de la comprensión,
ellas se van haciendo más firmes, pero a la vez menos arraigadas, lo cual es muy bueno,
porque nos permiten cambiarlas y crecer, por eso no nos aferramos a ellas por buenas que
ellas sean, porque sabemos que el desapego es el gran paso, para cualquier avance en la
comprensión de los acontecimientos de la vida misma, porque cuando estamos aferrados a
algo o a alguien somos incapaces de ver la realidad tal cual es. Es preciso tomar distancia
de las cosas para poder verlas, es como mirarse en el espejo que si lo tienes demasiado
cerca no logramos vernos.
137
Recordad, aunque la oración no cambia a Dios, muy frecuentemente efectúa cambios
grandes y duraderos en el que ora con fe y confianza.
Los seres humanos, muchas veces usamos la oración como un medio de manipular a
Dios de manera tal, que el cambie su voluntad por la nuestra y no trepidamos en pedir
cosas absurdas, como si fuese posible llegar a la luna en bicicleta. Para Dios sin duda que
todo es posible, pero dentro de un rango racional. ¿Cuánto le llevará al mundo de los
creyentes, comprender que la oración no es un proceso para conseguir lo que uno quiere,
sino más bien un programa para aceptar el camino de Dios y una experiencia de
aprendizaje para reconocer y cumplir la voluntad del Padre?"
Dios es nuestro Padre y conoce lo íntimo de nuestros corazones, lo hemos dicho muchas
veces, nuestra religión debe ser la que tenemos con un Amigo y como tal podemos confiarle
nuestros deseos, nuestros planes cualquiera que ellos sean, pero teniendo presente que no
basta orar, no basta conversar con él...también hay que saber escuchar sus respuestas y
sobre todo darnos cuenta que nuestra oración no puede ser pasiva y que como principal
parte interesada debemos actuar. "No seas tan perezoso como para pedir a Dios que
solucione tus dificultades, pero no vaciles jamás en pedirle sabiduría y fuerza espiritual para
guiarte y sostenerte mientras atacas con resolución y valor los problemas que te enfrentan"
Nuestra disposición de amor y entrega a la voluntad de nuestro Padre es lo que en
verdad le da poder a nuestras oraciones porque "Al abrir el terminal humano del canal de
comunicación entre Dios y el hombre, los mortales ponen inmediatamente a su disposición
la corriente constante del ministerio divino para con las criaturas de los mundos. Cuando el
hombre escucha hablar al espíritu de Dios dentro de su corazón humano, en esa
experiencia se encuentra inherente el hecho de que Dios escucha simultáneamente la
oración de ese hombre."
No siempre Dios nos dará lo que le pedimos, de la misma forma que un padre terrenal no
entrega un arma mortal a su hijo por mucho que este se la pida. Dios siempre nos dará lo
justo y preciso que necesitamos porque El ve no sólo lo mediático como lo hacemos
nosotros, sino que el ve el conjunto y la eternidad.
No debemos cansarnos de orar porque "los hombres deberían orar siempre sin dejarse
desanimar, pero vuestra insistencia no es para ganar el favor de Dios, sino para cambiar
vuestra actitud terrestre y aumentar la capacidad de vuestra alma para recibir el espíritu." y
ser capaces de aceptar la voluntad de Dios porque "Una personalidad que conoce a Dios y
que desea hacer su voluntad, que tiene discernimiento espiritual, es divinamente estable y
eternamente existente.” Porque los que siguen estas enseñanzas se llenan de la alegría y
la paz permanente que se encuentra en la filiación divina.
138
Existe un aspecto verdaderamente espontáneo de la oración, ya que el hombre
primitivo se encontró orando, mucho antes de tener un concepto claro de Dios. El
hombre primitivo solía orar en dos situaciones distintas: cuando sufría grandes
penurias, experimentaba el impulso de pedir ayuda y cuando se regocijaba, se dejaba
llevar por la expresión impulsiva del regocijo.
El hombre actual sigue recurriendo a Dios en sus penurias en la misma forma un tanto
infantil que lo hicieron nuestros antepasados, sin embargo lo que ha perdido con el paso de
los años, es el deseo de agradecer y de recordar a Dios en medio de la alegría y el regocijo,
exceptuando en algunas fiestas religiosas en donde se baila y se canta por lo menos en
Chile, en honor curiosamente más que a Dios, a la Virgen, pero en estas demostraciones al
igual que antaño, está el deseo de alabar y unirse a Dios.
La espiritualidad y la evolución, se asocian muy poco con la alegría de vivir. No es común
que cuando estamos en una fiesta, bebiéndonos unos tragos y comiendo una buena
comida, nos acordemos de Dios y que desde lo profundo de nuestro corazón, lo
incorporemos a la reunión y a nuestra sana alegría y sin embargo el brindar con él en esas
ocasiones, estaría probándonos que Dios, no es para nosotros algo lejano a quien
acudimos en ciertos momentos determinados, sino que nuestra unión es algo vivo y real
que llevamos con nosotros en nuestro corazón y lo hacemos partícipe no de una parte, sino
de toda nuestra vida.
Compartir con Dios en medio de nuestras alegrías y esparcimientos es sentir su
presencia incorporada a nuestra vida cotidiana, porque El nos dijo: "no recordéis a vuestro
Maestro como un varón de dolores. Las futuras generaciones, deben conocer nuestra
felicidad radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad y la inspiración de nuestro buen
humor. Proclamad un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder transformador"
Jesús disfrutaba de comer y lo hacía incluso con los fariseos, no tuvo ningún problema en
ayudar a una familia en donde en la fiesta de matrimonio se había acabado el vino...porque
él sabía que "no es lo entra por la boca, lo que ensucia espiritualmente al hombre, sino más
bien lo que procede de su boca y de su corazón"
"Jesús trascendió todas las enseñanzas de sus precursores, cuando se atrevió a
reemplazar las manos limpias, por un corazón limpio, como marca de la religión verdadera.
Puso la realidad en el lugar de la tradición y eliminó toda pretensión de vanidad e
hipocresía."
Aprendamos pues a regocijarnos con Jesús, porque de esta forma estaremos
demostrándonos a nosotros mismos, que Dios es nuestro Padre y que todos somos
hermanos.
139
No empleéis sarcasmo con mis hermanos de mente sencilla, no os mostréis cínicos
con los débiles.
La soberbia, va íntimamente ligada a nuestro ego vanidoso, que nos hace creer que
somos mucho mejores de lo que realmente somos, por tanto si queremos deshacernos de
este defecto que tanto daño nos hace a nosotros y a los que nos rodean, deberíamos
trabajar más en conocer que es lo que gatilla nuestra soberbia y luego trabajar en la
humildad.
La soberbia anda siempre de la mano del orgullo, el cual "es engañoso e intoxicante,
porque cuando el yo se vuelve orgulloso y arrogante es posible que evolucione en pecado
tanto en el individuo como en el grupo" porque no se trata solamente de la sobre valoración
de uno mismo, sino que ella deriva en el desprecio por los demás, mirándolos como seres
inferiores y tratándolos como a tales.
Ser soberbio es básicamente el deseo de ponerse por encima de los demás, consiste en
una autoestima exagerada. No es malo que un individuo tenga una buena opinión de sí
mismo, pero cuando cada vez que puede, habla de sus hazañas reales o inventadas, se
vuelve fastidioso y poco creíble, pero lo peor es que como se cree superior, no escucha
razones ni opiniones ajenas, colocándose el mismo las anteojeras de la ignorancia y de la
intolerancia, haciendo casi imposible la armonía y la buena convivencia, porque no hay
duda “que el que quiere tener amigos debe mostrarse amistoso”y esto es imposible de
conseguir con arrogancia.
El soberbio, se cree superior, sin embargo su ego necesita de la aprobación y de la
atención y reconocimiento de los demás, lo cual demuestra claramente su inseguridad
interna, es en sí mismo una paradoja, pues por un lado se siente superior y por el otro su
autoestima es baja y trata de ocultarla tras la soberbia y la arrogancia y muchas veces la
manera de hacerlo es con el sarcasmos del cual Jesús nos previene: “Cuidad de no herir el
respeto propio de las almas humildes o miedosas. No empleéis sarcasmo con mis
hermanos de mente sencilla, no os mostréis cínicos con los débiles.”
La soberbia encabeza la lista de los siete pecados capitales. La causa por la que la
soberbia ocupa este lugar tan principal, se debe a que fue ella quien provocó la rebelión y
caída de Lucifer, quien pretendía que él podía hacer las cosas mejor de lo que Dios las
tenía dispuestas y fue esta soberbia la que provocó su caída. Los seres humanos
seguimos siendo soberbios cuando nos revelamos ante la voluntad divina ignorando que
nosotros vemos lo mediático pero Dios que siempre desea nuestro bien, ve el infinito.
Deberíamos recordar que el que desea ser grande, primero debe haber servido a los
demás.
140
El hombre, en su dominio espiritual, verdaderamente tiene una voluntad libre.... El
hombre es en verdad el arquitecto de su propio destino eterno.
Es cierto que nuestra libertad en el plano humano es relativa, porque son muchas las
cosas que no han sido elegidas en forma personal, como es el lugar donde nacimos, la
educación y los bienes materiales recibidos, que son factores determinantes en nuestro
desarrollo, porque no es lo mismo nacer en África o en Haití, en donde aunque nos parezca
mentira sobreviven con un dólar diario, que en cualquier otro país con menos miseria. Este
sólo hecho nos debe hacer pensar porque "no se puede recibir tanto y no dar nada"
Pero si bien en el plano material, hay muchas cosas que escapan a nuestro control, no
resulta lo mismo en el plano espiritual, porque aquí si estamos dotados del libre albedrío
para escoger entre el bien y el mal. "Los hombres deben tomar su decisión, porque las
fuerzas del mundo espiritual, no obligan al hombre, le permiten tomar el camino de su
elección" ni siquiera "el amor infinito de Dios, podrá imponer la salvación a una criatura
que no elija sobrevivir"
Además de tener la libertad de escoger entre el bien y el mal, los humanos somos
cocreadores con Dios, porque al igual que lo hace un escultor, nosotros debemos tallarnos
a nosotros mismos y transformar nuestra arcilla humana en una obra de arte digna de
llamarse hijo de Dios. La libertad espiritual, no se adquiere por un decreto, tampoco lo hace
con rezos aprendidos, la libertad espiritual se adquiere en la medida que vamos trabajando
día a día en nuestra evolución personal en el quehacer diario, porque contrariamente a lo
que se suele pensar, nada espiritual se consigue si no es a través de lo material, pues "el
hombre crece conscientemente desde lo material hacia lo espiritual, por la fuerza y
persistencia de sus propias decisiones"
Ser dueños de nuestro destino, implica una tremenda responsabilidad, pues significa que
no podemos culpar a nadie de lo que nos ocurre, no podemos atribuir lo que nos pasa a la
buena o mala suerte, porque todo lo que nos pasa, no es más que el fruto de lo que hemos
sembrado, porque toda Causa tiene su Efecto.
"Seguir atribuyendo a causas sobrenaturales, lo que resulta difícil de entender, no es más
que una manera perezosa y conveniente de evitar el trabajo intelectual" La evolución
espiritual precisa de nuestra mente alerta para comprender el significado de todo lo que nos
ocurre, porque nada es por casualidad, sino que es fruto de la causalidad.
Antes de quejarnos, antes de culpar a terceros, veamos que es lo que nosotros no
estamos bien...si queremos buenos frutos, examinemos con cuidado las semillas que
estamos plantando... pero no basta el solamente sembrar buena semilla, también debemos
preocuparnos de desmalezar y regar para que la semilla se pueda desarrollar.
141
Cuando el hombre ora para requerir la intervención divina en las circunstancias de la
vida, muchas veces, la respuesta a sus oraciones, es su propio cambio de actitud
ante la vida.
La oración verdadera, no los rezos recitados como loritos, ciertamente que nos une a
nuestro Padre y como con él, todas las cosas son posibles, su amor permite que nosotros
seamos capaces de ver y asumir la realidad que estamos viviendo y al verla con la
serenidad de quien está unido a su espíritu, permite que seamos capaces de cambiar
nuestras pautas habituales y que asumamos los problemas desde otro punto de vista y que
encontremos la solución casi en "forma milagrosa"
Si bien es cierto que "el hombre no podría amar en forma altruista y espiritual, si no
viviera en su mente el Espíritu divino y no podría comprender verdaderamente la divinidad
si no viviera en su mente un intérprete y no podría estimar los valores morales y reconocer
los significados espirituales si no viviera en su mente un evaluador como es el Espíritu
divino" no es menos cierto, que nada de esto es posible si la criatura no abre su mente y su
corazón para escuchar las inspiraciones divinas, las cuales no se manifiestan en forma
extraordinaria ni con acontecimientos sobrenaturales, sino que actúan silenciosamente en
nuestra alma, cuando la disposición del ser humano es la de hacer la voluntad de su Padre.
En la medida que nuestra conciencia está despierta y nuestro deseo de alcanzar la
perfección es sincero, "aumenta su comprensión del mundo en el cual vive, su capacidad se
va ampliando para comprender los hechos materiales del tiempo, las ideas significativas del
pensamiento y los ideales valiosos del discernimiento espiritual. Mientras los hombres
midan sólo con la vara de las cosas de naturaleza física, no pueden esperar jamás
encontrar unidad en el tiempo y en el espacio"
Nuestra oración, no debe ser nunca un monólogo, ni un pliego de peticiones, debe ser
una conversación , una comunión con Dios para ver el modo de como resolver nuestros
problemas, los cuales muchas veces son creados por nosotros mismos, por tanto para su
solución basta un cambio de actitud de nuestra parte para enfrentarlos y solucionarlos.
"¿Cuánto le llevará al mundo de los creyentes comprender que la oración no es un
proceso para conseguir lo que uno quiere, sino más bien, un programa para aceptar el
camino de Dios, una experiencia de aprendizaje para reconocer y cumplir la voluntad del
Padre?"
Que no se nos olvide que "la oración tiene el objeto de hacer que el hombre piense
menos y comprenda más, no está hecha para aumentar el conocimiento, sino más bien
para ampliar el discernimiento" porque la conciencia de lo que hacemos es lo que las hace
reales y les da valor de eternidad.
142
Los mortales tan sólo aprenden la sabiduría a través de la experiencia de las
tribulaciones.
Todos sin excepción, tenemos una Maestra que nos enseña lo que necesitamos para
nuestra evolución, la Vida se encarga de darnos a cada uno lo que precisamos para crecer
en amor, en sabiduría y en la espiritualidad que nos permitirá algún día, ser perfectos como
lo es nuestro Padre de los cielos.
Los padres y las madres sabemos que educar a nuestros hijos y a nuestros nietos no es
nada fácil, por mucho que los amemos en más de una ocasión tenemos que emplear la
disciplina y negarles muchas de las cosas que nos piden, si es que en verdad queremos
que sean personas de valores y principios. Lo mismo le pasa a la Maestra Vida, muchas
veces nos da tribulaciones y problemas, porque sabe muy bien que es la mejor manera de
que crezcamos y saquemos esas fuerzas ocultas que sólo se manifiestan cuando llegamos
a situaciones límites.
El sufrimiento no es un castigo de Dios, ni menos mala suerte, porque ella no existe ya
que "mucho de lo que un mortal llamaría buena suerte puede en realidad ser mala suerte, la
sonrisa de la fortuna que dona tiempo no ganado y riqueza no merecida, puede ser la
mayor de las aflicciones humanas, del mismo modo que la crueldad aparente que acumula
tribulaciones sobre el mortal sufriente, puede ser en realidad fuego templador que está
transmutando el hierro blando de la personalidad inmadura en el acero del verdadero
carácter."
Aprender de las dificultades y de los sufrimientos es el mejor camino hacia la evolución
espiritual, al igual que los deportistas deben ejercitar su cuerpo para poder realizar su
deporte favorito, nosotros debemos entrenar nuestra mente, para saber sortear los
obstáculos que se nos presentan en el camino. El primer ejercicio debe ser aprender a no
quejarnos, ni mucho menos culpar a terceros por lo que nos pasa, porque las lecciones que
la Vida nos da son siempre personalizadas y están programadas para que rindamos más
como seres humanos y como hijos de Dios. "El mortal consciente de Dios, sabe como
soportar valientemente los sufrimientos inevitables, no se queja al enfrentarse con las
dificultades inevitables, porque sabe que ellas inflaman el ardor del amante de la verdad,
mientras que los obstáculos sólo sirven de reto a los esfuerzos del constructor intrépido del
Reino."
El sufrimiento es el crisol que purifica nuestra alma, porque nos acerca a nuestro Padre y
aprendemos a confiar en él como tal, pues "a través de cada prueba, frente a cada penuria,
las almas nacidas del Espíritu están sostenidas por esa esperanza que trasciende todos los
temores.” Y que nos da paz aún en medio de las lágrimas porque si son serenas ellas
limpian el alma y alivianan la pena sin que haya auto compasión, ni menos rebeldía.
143
Jesús enseñó que el servicio al prójimo es el concepto más elevado de la fraternidad
de los creyentes en el espíritu.
Si durante todos estos siglos, los que nos llamamos cristianos porque decimos seguir las
enseñanzas de Jesús, lo hubiésemos hecho en forma real y no habernos quedado en la
parte intelectual del concepto, ciertamente que el mundo sería algo muy diferente a lo que
ahora vemos, porque "la amistad humana y la religión divina se ayudan mutuamente y son
significativamente esclarecedoras, si el crecimiento de cada uno, está equilibrado y
armonizado. La religión da nuevo sentido a todas las asociaciones de grupo, llámense
familias, escuelas o clubes"
Desgraciadamente no es esto lo que ha sucedido, pues bien sabemos que incluso entre
las diversas religiones lo que existe es más una competencia y un dogmatismo exagerado
que ha provocado el odio y las famosas "guerras santas" en vez de practicar la verdadera
hermandad cristiana.
La hermandad, debe trascender las religiones, los credos, las filosofías y las razas
porque todos los hombres somos hijos de un mismo Padre celestial, sin importar el nombre
que a El le demos, porque "la religión de Jesús es la influencia más dinámica que haya
activado a la raza humana, porque destruyó la tradición, el dogma e invitó a la humanidad al
logro de sus ideales más elevados en el tiempo y en la eternidad, porque la meta es ser
perfectos como lo es nuestro Padre"
La hermandad no consiste en palabras de buena crianza, sino en hechos concretos que
se deben manifestar en el servicio a nuestros hermanos y éstos no sólo tienen que ver con
movimientos ambientalistas, sino con la actuación personal con cada uno de los seres
humanos. Tampoco basta dar una limosna en forma ocasional...el servicio va mucho más
allá, él requiere de ojos para ver y oídos para escuchar lo que pasa a nuestro alrededor.
Está muy bien el saber lo que pasa en el mundo y adherirnos a campañas contra el hambre
en el mundo y el calentamiento global, pero ¿qué pasa con nuestro entorno más cercano?
¿Somos capaces de darnos cuenta de lo que está pasando en el alma de nuestros
familiares? ¿Empatizamos con sus problemas, son sus sentimientos?
La hermandad es un sentimiento que debe nacer de lo profundo de nosotros mismos, no
puede ser un decreto, ni siquiera la obediencia a una ley divina, la hermandad tiene que ser
sinónimo del amor que sentimos por Dios y por nuestros hermanos, "La aparición de la
verdadera hermandad, significa que ha llegado un orden social, en el cual se deleitan todos
los hombres, sobrellevando los unos las cargas de los otros, poniendo en práctica la regla
de oro"
No esperemos que otros tomen la iniciativa, aprendamos nosotros a practicar la
verdadera hermandad, con todo aquél que a nosotros se acerque, no se necesitan
ocasiones especiales, porque la hermandad es más bien una actitud que nos permite ser
amables, tiernos y comprensivos con nuestros hermanos en medio de la vida diaria.
144
En general, el destino evolucionario del hombre, está en sus propias manos y la
inteligencia científica, tarde o temprano, tiene que reemplazar el funcionamiento
aleatorio de la selección natural involucrada y la supervivencia casual.
Está claro que la evolución de lo científico y tecnológico está totalmente en manos de los
seres humanos y por lo mismo no debemos temer a los nuevos descubrimientos aun
cuando lo desconocido siempre produce temor en las almas pusilámines y aferradas a lo
conocido y a lo que ellos consideran verdades absolutas, pero ya sabemos que esas
verdades no existen, porque "las enseñanzas asociadas al mundo físico, varían de día a día
y de año en año. La ciencia y la religión son como el río, que siendo el mismo, no es nunca
igual.
Por eso, cuanto más sepas de ciencia, menos podrás esta seguro, en cambio cuanto
más te rijas por el Espíritu que en ti reside, más seguro estarás" porque en tu interior sabes
que hay una porción de Dios que está pendiente de cada uno de sus hijos y si tú lo dejas, te
guiará siempre hacia el bien y el progreso.
"La curiosidad, el espíritu de investigación, el instinto de descubrimiento y el impulso de
exploración, son parte de la dote innata y divina de las criaturas evolutivas del espacio y
estos instintos naturales, no nos fueron dados para reprimirlos" muy por el contrario, nos
han sido otorgados como todos los dones, para que los hagamos fructificar, no sólo en
nuestro beneficio, sino también en el bien de la humanidad.
De allí que nuestra postura debe ser de total apertura a los nuevos conocimientos
científicos, sólo debemos rogar para que nuestros científicos sean iluminados en todos y en
cada uno de sus revolucionarios descubrimientos, como por ejemplo el de las células
madres que se obtienen de la sangre del cordón umbilical y que ya están ayudando a sanar
múltiples enfermedades.
Las células madres tienen la capacidad de producir células nerviosas, pulmonares,
hepáticas, sanguíneas, cardíacas o cartilaginosas. Esto significa que podrían producir
órganos completos, como el riñón y el corazón; curar la diabetes por medio del trasplante
de células pancreáticas; regenerar el tejido nervioso destruido por enfermedades como el
Alzheimer y el Parkinson.
"En la medida que los científicos sepan más acerca de estos métodos curativos, serán
más eficientes en el tratamiento de las lesiones y sabrán más acerca del control de ciertas
enfermedades graves" usando su mente y también su espíritu en bien de toda la
humanidad, porque "el hombre es un hecho material de la naturaleza, pero su vida es un
fenómeno que trasciende los niveles materiales, porque exhibe los atributos de control de la
mente y de las cualidades creadoras del espíritu" Cuando ambos caminan al mismo ritmo
evolutivo se pueden esperar grandes descubrimientos en beneficio de todo el universo,
porque lo que hace la parte, beneficia al Todo.
145
Aunque descienda a las profundidades de lo oscuridad y de la muerte, no dudaré de
ti, ni te temeré. Porque sé que en la plenitud del tiempo y en la gloria de tu nombre,
me levantaré hasta sentarme junto a ti en las alturas.
146
El guardián del destino te influye de toda manera posible que siempre esté de
acuerdo con la dignidad de tu personalidad; bajo ninguna circunstancia interfieren
estos ángeles con la libre acción del libre albedrío humano.
¡Cuánto nos ama nuestro Padre! El sabe que su mandato de ser perfectos como él lo
es, sería absolutamente imposible, ni siquiera a través del tiempo y el espacio, si no
tuviésemos por compañeros a estas Personalidades que nos guiaran y nos ayudaran a
seguir las insinuaciones del Espíritu, pues las vibraciones del ser humano, en sí misma son
tan bajas que para poder tener un acercamiento a la Divinidad, necesitamos acercarnos a
seres con una vibración un poco más acorde con la nuestra. Perdonando la comparación,
creo que ellos cumplen la misma función de un transformador de corriente, que nos ayuda a
conectarnos con un voltaje de mayor potencia.
"El guardián seráfico se vuelve el custodio personal de los esquemas mentales, de las
fórmulas de la memoria y de las realidades del alma mortal sobreviviente, durante este
intervalo entre las realidades del alma del mortal, durante este intervalo entre la muerte
física y la resurrección moroncial" ellos son los coordinadores y los intérpretes y "en un nivel
físico manipulan el medio ambiente terrestre mediante su vinculación con los Controladores
Físicos Decanos y a través del ministerio cooperativo de los seres intermedios."
Los serafines son estimuladores de la mente, intentan continuamente promover en la
mente humana, las decisiones que cumplen los círculos. Lo hacen no de la manera que lo
hace el Ajustador, quien lo hace desde adentro y a través del alma, sino más bien desde
afuera hacia dentro, trabajando a través del medio ambiente social, ético y moral de los
seres humanos."
Aún cuando el guardián del destino ha sido creado para ayudarnos en nuestro camino
evolutivo, "ni ellos, ni ninguna otra orden de personalidad universal, tiene poder ni autoridad
para limitar o cercenar las prerrogativas de la elección humana" porque el don de nuestro
libre albedrío siempre será respetado, nuestra sobrevivencia eterna, siempre será una
elección personal motivada por el amor a nuestro Padre, y de este modo “el espíritu de la
divinidad se vuelva humildemente obediente a la elección de las criaturas de los reinos”
“Las enseñanzas sobre los ángeles guardianes, no es un mito, ciertos grupos de seres
humanos, en realidad tienen ángeles personales. Cuando una mente mortal rompe la
inercia de la herencia animal y alcanza el tercer círculo de la intelectualidad humana y
espiritualidad adquirida, dos ángeles se dedicarán desde ese momento se dedicarán
exclusivamente a ese mortal ascendente” pero para alcanzar estos privilegios es preciso
ocuparnos en forma seria en nuestra evolución en esta vida, porque ella es el comienzo de
todo lo que puede estar por venir.
147
Como el Padre es infinito en sus planes y eterno en sus propósitos, es
intrínsicamente imposible para cualquier ser finito llegar a comprender o entender
estos planes y propósitos en plenitud.
No sólo los planes de Dios son incomprensibles para nuestra mente humana, pues
comprensión del universo y de todo lo que él involucra, incluyendo al hombre, requiere de
un gran grado de apertura de mente, para no quedarnos aferrados a lo conocido, incluso a
los que creemos nuestros valores. La comprensión, precisa dejar de lado los prejuicios e
investigar por uno mismo, porque la verdad, siempre será el producto de la capacidad de la
mente de cada individuo para comprender y del alma para convertir en experiencia personal
lo comprendido, por eso la revelación dependerá siempre de la capacidad individual de
recibirla.
La comprensión es más que nada, la capacidad de saber sacarle el significado a lo que
nos pasa, a lo que sabemos y a lo que creemos, es una tarea personal de investigación,
que va más allá de la conciencia, porque la que es verdaderamente auto reflexiva, no es la
conciencia sino el alma, pues ella "es aquella parte del hombre, que es auto reflexiva y que
discierne la verdad y percibe el espíritu, elevando al ser humano, por encima del mundo
animal. La autoconciencia por si sola, no es el alma"
Es difícil describir y aún más demostrar el alma evolutiva de un ser humano, porque no
puede ser descubierta por los métodos de investigación material, ni por pruebas
espirituales, pero todo mortal moralmente consciente, conoce la existencia de su alma,
como una verdadera y real experiencia personal que es intransferible pues sólo se puede
sentir por sus efectos.
“El conocimiento es la esfera de la mente material o discernidora de los hechos. La
verdad es de dominio del intelecto espiritualmente dotado que está consciente de conocer a
Dios. El conocimiento se puede demostrar, la verdad se experimenta. El conocimiento es
una posesión de la mente, la verdad es una experiencia del alma, del yo en progresión”
Entonces ¿cómo a veces nos atrevemos a juzgar los actos de Dios? Y ¿cómo podemos
juzgar con la liviandad que solemos hacerlo, juzgar la mente de nuestros hermanos y
condenar su alma? Si tomáramos conciencia de nuestra incapacidad de comprender,
seríamos mucho más tolerantes y sabríamos respetar más a los demás, porque nadie
puede saber lo que realmente encierra el alma de otro ser, porque “la Personalidad es esa
dote cósmica, esa fase de la realidad universal que puede coexistir con cambios ilimitados y
a la vez conservar su identidad”
Esta Personalidad va mucho más allá que la personalidad que nos identifica como seres
humanos, ella no es ni el cuerpo, ni la mente, ni el espíritu ni el alma. Ella es la única
realidad invariable en una experiencia constantemente cambiante”
148
Las invenciones mecánicas y la diseminación del conocimiento, están modificando la
civilización, son imperativos ciertos cambios sociales y adaptaciones económicas. La
raza humana debe reconciliarse con este proceso de cambios y adaptaciones. La
humanidad está en marcha hacia un nuevo destino no revelado.
Nadie podría dejar de reconocer los inmensos cambios que en muy corto tiempo se están
produciendo en Urantia en relación a la ciencia, la tecnología y la mecánica y como estos
mismos descubrimientos son puestos en conocimiento de cada vez más personas, gracias
a las comunicaciones en donde Internet ha jugado un rol importantísimo que ha globalizado
al mundo en todos los sentidos.
Este conocimiento global, crea una presión ante los nuevos descubrimientos, pues antes
pasaban años para que fuesen conocidos, en cambio ahora van creando una conciencia
mucho más fuerte de lo que ocurre en el planeta, como por ejemplo la utilización de una
energía limpia que sustituya al petróleo y que salvaría al planeta de su muerte por
contaminación.
Sin duda, que un nuevo futuro nos espera, " un nuevo destino planetario no revelado" nos
aguarda y él depende en gran parte de lo que cada uno de nosotros haga con el presente.
No debemos perder nunca la visión de que no somos entes aislados, sino que todos somos
responsables de lo que ocurre en nuestro planeta, pues el macrocosmos está representado
por el microcosmos que somos nosotros y la energía que emanamos fortalece o debilita al
macrocosmos.
“Existe un gran propósito en la marcha de los universos a través del espacio. Todas
nuestras luchas mortales no son en vano. Todos formamos parte de un plan inmenso, una
empresa gigantesca es la vastedad de esta empresa, la que convierte en imposible el poder
ver mucho más de ella en nuestro estado mortal.”
Todos los adelantos y descubrimientos humanos, tienen poco valor si no están
sustentados por un ideal de superación espiritual y unión con Dios, pues " el propósito
eterno de Dios, es un ideal altamente espiritual. Los acontecimientos del tiempo y las luchas
de la existencia material, no son otra cosa que el andamio transitorio que tiende un puente
hacia el otro lado, hacia la tierra prometida de la realidad espiritual y la existencia celestial."
“La espiritualidad, debe volverse una influencia poderosa para la estabilidad moral y el
progreso espiritual que debe funcionar en forma dinámica en medio de estas condiciones
constantemente cambiantes y de adaptación”, por eso hoy más que nunca cobra vigencia la
frase de Jesús “si queréis entrar en el Reino debéis renacer cada día” para no perder la
capacidad de asombro ante lo mucho que nos queda por descubrir, tanto en el plano
material como en el plano mental y espiritual.
149
"Una personalidad que conoce a Dios y que desea hacer su voluntad, que tiene
discernimiento e Cuando un hombre te haga preguntas, entonces y no
antes, impártele la instrucción relacionada con el avance progresivo del alma dentro
del Reino.
Cómo siempre los consejos de Jesús son tan lógicos como sabios, lástima que los
urantianos no siempre los ponemos en práctica y nos empeñamos en entregar de la
enseñanza lo que a nosotros nos parece mejor, muchas veces para satisfacer nuestro ego
que se siente importante en creer saber lo que los otros desconocen y hablamos del
número de los universos, de las diversas Personalidades e incluso de Dios, como si
pudiéramos manejar los conceptos infinitos con nuestra mente finita, sin tomar en cuenta
para nada la capacidad de interés y de comprensión de nuestro oyente, olvidando que "no
se pueden exceder las capacidades inherentes pues una botella de medio litro, jamás podrá
contener un litro. El concepto espiritual no puede ser forzado en forma mecánica dentro de
la memoria material" por eso "la religión de revelación deberá siempre limitarse por la
capacidad del hombre para recibirla"
Jesús, siempre tuvo en cuenta las capacidades intelectuales y espirituales de sus
oyentes, no les hablaba para deslumbrarlos, ni para hacer resaltar su capacidad de orador,
ni siquiera la de Maestro. El sabía "que hasta la expresión de un pensamiento bueno, debe
ser modulado de acuerdo con el estado emocional y el desarrollo intelectual del oyente,
porque la sinceridad cumple mejor en el Reino, cuando está unido a la discreción" por eso
lo habitual era que hablara en parábolas de las cosas sencillas de la vida, para que todos
pudieran entender mejor sus enseñanzas.
Es cierto que nuestra misión en la tierra es expandir el Reino, Jesús nos necesita de la
misma forma que en vida necesito de la ayuda de los apóstoles, pero este encargo
es ineludible pues "no se puede recibir tanto y no dar nada" porque "mucho se os ha dado,
por tanto mucho se espera de vosotros" Libremente habéis recibido, dad pues libremente"
Como vemos el llamado a dar a conocer la enseñanza es perentorio y obligatorio para quien
ama al Padre, pero hay que aprender a hacerlo.
"El hombre bueno no intenta guardarse la verdad, sino más bien desea donar esta
riqueza a sus semejantes" pero sin olvidar que no se es dueño de la verdad y que no es
nuestro el Reino, porque en él hay muchas moradas. "El objetivo del verdadero creyente es
actuar siempre, pero no forzar nunca" porque debemos respetar el albedrío de nuestros
hermanos en la misma forma que Dios respeta el nuestro, porque “si queréis guiar a otros al
reino, debéis primero caminar vosotros en la luz clara de la verdad viviente” porque ninguna
plática se puede comparar a la que ofrece la sinceridad de nuestro ejemplo en el deseo de
evolucionar y de hacer en todo momento la voluntad de nuestro Padre.
150
La conciencia moral es una reacción humana, no debe despreciarse, pero no es la
voz de Dios en el alma.
La moral es completamente relativa, como todo lo humano que depende del tiempo y de
las circunstancias, lo que ahora vemos con toda naturalidad, no hace mucho hubiese sido
considerado altamente inmoral y condenado como tal.
La moralidad más que en las costumbres vigentes, reside en el interior de cada ser
humano pues "la moralidad de cualquier acción está determinada por la motivación del
individuo" pues hasta una aparente buena acción puede llegar a convertirse en inmoral si la
motivación no es la debida porque "el Padre mira dentro del corazón de los hombres y juzga
por sus deseos íntimos y sus intenciones sinceras"
Jesús se atrevió a desafiar lo que en su tiempo era llamado inmoral y prohibido, como era
hablar en público con una mujer y más aún si ella era samaritana, sin embargo él no vaciló
en ofrecerle el agua viva de su enseñanza. También desafió a los fariseos cuando
dijo:¡cuán cuidadosamente limpiáis vuestras manos y lo de afuera de los vasos y platos,
mientras que las vasijas del alimento espiritual están sucias e impuras"
Con respecto a los alimentos también advirtió: no es lo que entra por la boca lo que
ensucia espiritualmente al hombre sino más bien, lo que procede de la boca y del corazón"
Jesús trascendió todas las enseñanzas de sus precursores cuando tuvo la osadía de
reemplazar las manos limpias por un corazón limpio como marca de la religión
verdadera. Puso la realidad en el lugar de la tradición e eliminó toda pretensión de vanidad
o hipocresía." porque Jesús "enseñó la religión como causa y la ética como resultado"
La ética y la moral se refieren a lo que debe ser, discriminan entre lo que es aceptable y
lo que no lo es, pero hoy en día lo que más vemos es la amoralidad, es decir la ausencia de
un juicio moral o ético.
La ética y la moral exciten sin la espiritualidad sería un error y un gran sectarismo el
pensar que todo el que no tiene una inquietud religiosa es inmoral o poco ético. En cambio
la espiritualidad no existe sin moral y sin ética, porque "la filiación en el reino desde el punto
de vista de la civilización en avance, debería ayudarnos a volvernos ciudadanos ideales,
puesto que la hermandad y el servicio, son el pilar del evangelio del reino." y no es posible
respetarse a sí mismo, más de lo que se ama al prójimo, pues el uno es la capacidad del
otro"
La moralidad más importante es la que reside en los pensamientos e intenciones que
motivan nuestras acciones y que sólo son conocidas por Dios y a veces por nosotros. Digo
a veces, porque los seres humanos somos expertos en el auto engaño de nuestras
verdaderas motivaciones, por tanto debemos estar alertas para que nuestras acciones sean
motivadas no sólo por nuestros intereses personales, sino pensando en el bien común que
nos demanda la hermandad, porque motivados por ella es donde podemos escuchar la voz
del espíritu divino que en nosotros habita.
151
Para el hombre finito, la existencia equivale al crecimiento.
152
La variedad descansa; la monotonía es la que cansa y agota.
153
Los hombres indudablemente terminan por cosechar lo que sembraron, pero debes
saber que el sufrimiento humano no siempre es castigo por un pecado anterior.
Se cosecha lo que se siembra no es más que el resultado de una de las leyes ineludibles
de la Naturaleza: "El principio de Causa y Efecto dice que toda causa tiene su efecto y todo
efecto tiene su causa, todo sucede de acuerdo con la Ley." El Kybalión.
Esta ley nos dice claramente que la casualidad no existe, es sólo un término que
indica una causa desconocida o no percibida por el intelecto humano, lo mismo ocurre
con la suerte, pues "la mayor parte de lo que el hombre llama providencial no lo es. Su
juicio en estos asuntos está muy dificultado por la falta de visión perspicaz en los
significados de las circunstancias aparentes de la vida."
"Seguir atribuyendo a causas sobrenaturales lo que resulta difícil de comprender, no es
más que una manera perezosa y conveniente de evitar toda forma de trabajo duro e
intelectual. El azar es una palabra que significa que el hombre es demasiado ignorante o
demasiado indolente para determinar las causas."
Las Leyes de la Naturaleza son ineludibles, siempre una Causa creará un Efecto "la
naturaleza no ofrece más que una justicia, que es la conformidad inevitable de los
resultados de las causas" por eso cuando nos ocurre algo desagradable no debemos culpar
a nadie de lo que nos pasa, menos al destino o a Dios, sino que debemos hacer un examen
sincero y ver cual fue la Causa que creamos para recibir estos Efectos, teniendo en cuenta
que no siempre el sufrimiento es un castigo, sino que puede ser una oportunidad para
crecer porque "el dolor y el sufrimiento son esenciales para la evolución progresiva" porque
"no podemos percibir la verdad hasta que no la experimentamos y muchas verdades no son
realmente sentidas si no es en la adversidad"
"Mucho de lo que el hombre llamaría buena suerte puede ser mala suerte. La fortuna que
regala tiempo libre no ganado y riqueza no merecida, se puede convertir en la mayor de las
aflicciones humanas. Del mismo modo la crueldad aparente, que debe soportar un
hombre cuando se acumulan los sufrimientos, puede ser en realidad el fuego templador que
está transmutando el hierro blando de la personalidad inmadura en el acero duro del
verdadero carácter" porque podemos estar seguros que “El Padre del cielo no aflige a
propósito a los hijos de los hombres. El hombre sufre primero, por los accidentes del
tiempo y por las imperfecciones que se originan del mal en una existencia inmadura”.
Es muy importante, cuando queremos evolucionar en el camino espiritual, buscar
siempre el significado de lo que nos ocurre, para averiguar en forma consciente, la forma de
aprovechar las experiencias, no viendo en el sufrimiento un castigo, ni en la prosperidad un
premio, sino más bien queriendo hacer la voluntad de Dios en cualquier ocasión.
154
Los que aceptan estas enseñanzas se llenan de alegría y su corazón los impulsa a
regocijarse, porque una felicidad en crecimiento constante es la experiencia de todos
los que están seguros de Dios.
La alegría debería ser siempre lo que nos identificara como hijos de Dios que buscamos
no sólo la salvación, sino la evolución y la superación espiritual. El no hacer el mal para
salvarse, es como ser estudiante y pasar el año a penas con un cuatro en vez de
siete. Pero Dios no nos pide eso, él requiere mucho más porque " no basta no hacer el mal,
no es suficiente, debes aprender a hacer el bien"
Y este bien que debemos hacer, tampoco debe estar motivado por la obligación sino que
debe ser espontáneo, libre y lleno de alegría, porque "comprender a nuestros hermanos,
entender sus problemas y aprender a amarlos es una de las experiencias sublimes de la
vida"
Muchas veces cuando se habla de hacer el bien, se piensa en la limosna generosa y se
pone como excusa para no hacerlo el carecer de dinero, ignorando que si bien es cierto
que debemos ayudar con dinero, hay otra forma tanto o más necesaria que podemos
realizar siempre, porque hay muchos que no necesitan de nuestra ayuda monetaria
solidaria, pero si están pidiendo con gritos silenciosos, una ayuda espiritual, emocional y
moral y que nosotros podríamos ayudar con sólo saber escucharlos, en vez de limitarnos a
oír e ignorar sus angustias, a quienes podríamos aliviar de sus males y abandonos con una
sonrisa nuestra, con un gesto amable, con una palabra de cariño.
Jesús nos pide que comprendamos y entendamos sus problemas, porque si no nos
empeñamos en esto, difícilmente podremos amarlos, porque muchas veces la crítica a una
conducta indebida, ahogará nuestros sentimientos de comprensión y empatía, antes de
averiguar el por qué de su accionar.
"No cometáis el error de juzgar a otro con vuestras propias acciones de conocimiento y
verdad" más bien abramos nuestro corazón y procuremos entender y motivar a la otra
persona para que aprenda a encontrar las muchas cosas buenas que la vida nos regala.
La alegría al igual que el amor es contagiosa, son vibraciones que se pueden entregar en
forma muchas veces silenciosa, porque son como la luz que ilumina a quien está cerca.
Nuestras vibraciones con certeza y en forma efectiva llegan al corazón de los que nos
rodean, cuando "primero hemos aprendido a amar más a nuestro Padre de los cielos y
cuando nos interesamos más profundamente por el bienestar de nuestros hermanos,
porque “los intereses humanos se fomentan mediante la compasión, la comprensión, el
servicio y el perdón sin condiciones."
155
Un hombre que había sufrido por años depresiones y enfermedades graves de su
mente atribulada, se regocijó al escuchar las de Jesús y levantándose de su lecho
salió caminando a su casa.
La cita continúa: "ese pobre hombre espero por años que alguien viviera a ayudarlo, su
sensación de inutilidad era tal, que no se le había ocurrido el pensar que se podía ayudar a
sí mismo, lo cual debía haber hecho desde un comienzo"
¡Cuantas veces los seres humanos hacemos exactamente lo mismo que lo que este
hombre hacía! Permanecemos inmóviles quejándonos de lo que nos pasa, vivimos
esperando que sean otros los que nos digan que es lo que debemos hacer, o lo que
debemos consumir tanto a nivel material como espiritual. Nos pasamos la vida esperando lo
que va ocurrir, durante años se esperó con angustia el año 2000 ahora ocurre lo mismo con
el 2012
¿Cuándo aprenderemos que cada uno es artífice de su propio destino y que no debe
estar a la espera de absolutamente nada que no haya merecido, sin importar que ello sea
positivo o negativo?
Jesús nos dice ayúdate que yo te ayudaré pero "no seas tan perezoso como para pedir a
Dios que solucione tus dificultades. Pero no vaciles jamás en pedirle sabiduría y fuerza
espiritual para guiarte y sostenerte mientras atacas con resolución y valor los problemas
que te aquejan."
Debemos convencernos que como hijos de Dios no somos una masa maleable por los
más fuertes, sino que somos una individualidad, porque Dios nos ama en forma personal,
por tanto también requiere de nosotros una religión que no esté basada en los juicios ni en
los mandatos de terceros, sino una religión que nazca de lo profundo de nuestro corazón y
que sólo esté motivada por el deseo sincero de amar a nuestro Padre y hacer su voluntad.
Jesús vino a proclamar una religión que no es tal, según el significado que se le da esta
palabra, pues es "una religión que apela principalmente al Espíritu divino del Padre que
reside en la mente del hombre y que deriva su autoridad de los frutos de aceptación que
aparecen en la experiencia personal"
En realidad "cada ser humano debería definir la religión en términos de su
propia interpretación experiencial y a los impulsos divinos que emanan del Espíritu y por
tanto, esta interpretación debe ser única y totalmente distinta de la filosofía religiosa de los
demás hombres"
Hagámosle caso a Jesús y dejemos de ser veletas movidas por el viento de los agoreros
y contactados y aprendamos a buscar a Dios en nosotros y por nosotros mismos siguiendo
las huellas trazadas por Jesús, porque no debemos olvidar nunca, que ni siquiera Dios
puede evolucionar por nosotros ni salvarnos, si nosotros no lo deseamos verdaderamente.
156
Recordad que las manchas oscuras de maldad que veis, resaltan sobre un fondo
blanco de bondad última. No observáis unas simples manchas blancas de bondad
que destacan pobremente sobre un fondo oscuro de maldad.
Los ejemplos que nos da esta cita los deberíamos tener muy presente, porque muchas
veces ante todo lo negativo que vemos a diario, pareciera que el Bien va perdiendo terreno
y que el reino de Dios ha sido reemplazado por el reino del demonio.
Olvidamos que lo que el hombre llama demonio o diablo "no tiene ningún poder para
entrar en la mente de los hombres, ni tampoco puede acercarse a sus almas para tentarlas
o corromperlas, a menos que realmente deseen ser maldecidas por su malvada presencia"
Un hijo de Dios está protegido por la fe, ni Satanás ni Caligastia tienen poder sobre él,
porque "la fe es una armadura contra el pecado y la iniquidad" "En general cuando se
supone que los mortales débiles y disolutos están bajo la influencia del diablo, se está en un
error pues esas criaturas sólo están siguiendo sus tendencias más bajas, siendo
descarriados por sus propias propensiones naturales. Al diablo se le ha asignado mucho
mal que no le pertenece, porque a partir de la cruz de Cristo, Caligastia a sido impotente."
Desgraciadamente aún hoy en día muchas religiones siguen hablando del demonio para
crear en sus fieles el temor al pecado debido al castigo eterno, lo cual es una gran falacia,
pues el hombre que voluntariamente y en forma reiterada y consciente hace el mal no se va
a ningún infierno, porque "el ser identificado con el pecado instantáneamente se vuelve
como si nunca hubiese existido. No hay ninguna resurrección, su destino es sempiterno" así
pues "los que logran la unión cósmica perduran, en tanto que los que se quedan cortos en
esta meta, dejan de ser."
"Los hombres son inducidos a la tentación por el ímpetu de su propio egoísmo y los
impulsos de su naturaleza animal. Cuando te sientas tentado de esta manera, te
recomiendo que, al mismo tiempo que reconoces honrada y sinceramente la tentación
exactamente por lo que es, reorientes de manera inteligente las energías espirituales,
mentales y corporales que intentan expresarse, hacia unos canales superiores y unas
metas más idealistas. De esta manera podrás transformar tus tentaciones en los tipos más
elevados de servicio humano edificante, y al mismo tiempo evitarás casi por completo los
conflictos destructivos y debilitantes entre la naturaleza animal y la naturaleza espiritual."
“ Lo antiguo y lo inferior serán olvidados en el amor por lo nuevo y lo superior. La belleza
siempre triunfa sobre la fealdad en el corazón de todos los que están iluminados por el
amor a la verdad.”
157
Deberías aprender a regar el jardín de tu corazón así como también a buscar las
tierras áridas del conocimiento.
Debemos regar el jardín de nuestra alma para que en él florezcan las virtudes y
tengamos los frutos del espíritu que nuestra fe nos inspira, pero esto no es suficiente, no
basta tener la fe del carbonero, ni creer todo lo que nos parece bueno porque otros nos lo
dicen, debemos además dedicarnos a la tarea más difícil, como es la de buscar el
conocimiento por nosotros mismos, lo cual requiere de nuestro tiempo, dedicación y sobre
todo comprensión de lo que conocemos.
La mente y el espíritu no debieran nunca caminar separados, porque "el conocimiento se
puede demostrar pero la verdad se experimenta. El conocimiento es una posesión de la
mente, la verdad es una experiencia del alma, del yo en progresión" ambos se
complementan en la evolución hacia la perfección
La fe no debe ser ciega, porque cuando ella no es razonada solemos volvernos
intolerantes, la fe debe ser puesta a prueba a través del discernimiento de nuestro espíritu
divino, porque sólo "cuando nuestra fe es viviente, nos hacemos conscientes de Dios y
podemos nacer del espíritu, porque este tipo de fe, no fomenta el fanatismo, la persecución
ni la intolerancia"
La fe cuando no es consciente, se convierte en costumbre y se transforma en ritos y
ceremonias que con el tiempo van perdiendo su vigencia y se cristalizan en creencias sin
vida, en cambio "el verdadero conocimiento es una búsqueda eterna, siempre estás
aprendiendo, pero jamás puedes llegar al conocimiento de la Verdad absoluta"
Así como la fe no debe ser ciega, tampoco lo debe ser el conocimiento, el también
necesita que el Espíritu divino que en nosotros mora vaya filtrando lo verdadero de lo falso,
e incluso más, nuestro espíritu debe ir evaluando el conocimiento que nos hará bien según
sean nuestras capacidades del momento, porque así como el sol es maravilloso y de él
depende toda la vida en este planeta, si lo miramos de frente al mediodía nuestros ojos
pierden la visión y se dañan, del mismo modo que la electricidad con un mayor voltaje no
sólo daña los artefactos eléctricos sino que también puede provocar la muerte del ser
humano.
Por eso el conocimiento, al igual que la evolución deben ser paulatinos, no queramos
saltarnos etapas, no busquemos atajos fáciles, vamos paso a paso dejando que nuestro
espíritu se vaya apropiando del conocimiento en la medida que sea capaz de discernirlo,
porque si no lo hacemos, corremos el riesgo de decir con los labios lo que rechazamos con
el corazón. No temamos ir despacio, sólo preocupémonos de avanzar a nuestro propio
ritmo y en nuestra vida cotidiana, porque "el concepto espiritual no puede ser forzado en
forma mecánica dentro del molde de la memoria material" pues la espiritualidad se debe
practicar en la vida cotidiana.
158
Jesús trataba de desviar la búsqueda del milagro y en cambio dirigir el pensamiento
hacia el hallazgo de una experiencia verdadera y personal en la satisfacción y
seguridad que el espíritu de amor y misericordia de Dios, reside en el hombre.
El ser humano es dado a buscar lo que está fuera de su alcance, prueba de ello son los
endeudamientos innecesarios que contrae en aras de seguir al consumismo desmedido.
De la misma manera como lo hace en el plano material, también lo hace en el plano
espiritual y a través de la Red lee y cree sin discriminar cuanta profecía o anuncio llega a
sus manos.
Debemos imitar a Jesús quien "cumplía con lo que había de bueno en la religión de sus
padres, pero no vacilaba en hacer caso omiso de las tradiciones supersticiosas y
esclavizantes inventadas por el hombre. Se atrevió a enseñar que las catástrofes de la
naturaleza, los accidentes del tiempo y otros acontecimientos calamitosos, no son el
resultado del juicio divino, ni dispensaciones misteriosas."
Es cierto que hay que buscar la verdad donde quiera que ella se encuentre y que "no
debe ser desechada porque el canal de su transmisión sea aparentemente humano" pero
también hay que discernir que es lo que tiene real valor como para archivarlo en nuestra
mente, no como una experiencia paranormal o milagrosa, sino como una experiencia
personal, capaz de producir los frutos del espíritu en nuestra vida.
Todo mensaje que nos motive a ser mejores no por miedo al 2012 sino por amor a
nuestro Padre es beneficioso, porque ese amor libre y deseoso de hacer la voluntad de
Dios, va a provocar en nosotros el deseo de cambiar nuestras pautas habituales por las de
un perfeccionamiento constante, porque "la experiencia de una vida dinámica transforma al
individuo mediocre en una personalidad de poder idealista, porque ennoblece la rutina
común de vida diaria"
Debemos esforzarnos para mantener nuestra individualidad de mente, no debemos
permitir ser uno más de la masa maleable que cree todo lo que le dicen, cada uno de
nosotros debe buscar en unión con el espíritu divino, lo que realmente nos llega al alma que
sabe discernir, más que al corazón que muchas veces se deja llevar por los sentimientos
desbocados del miedo, del temor o del misticismo engañoso.
Trabajemos sea nuestro espíritu libre y soberano quien decida que es lo mejor para
nuestra evolución, sin olvidar que esta relación íntima con nuestro Padre, nos tiene que
llevar necesariamente a una mejor relación con los seres humanos y a un mejor servicio
social en bien de la humanidad, porque "cuando la mente elige un juicio moral justo por
acción del libre albedrío, esa decisión constituye una experiencia religiosa."
159
Actualmente sólo puedo estar con vosotros en persona. En los tiempos venideros
estaré con vosotros y con todos los demás hombres que deseen mi presencia,
dondequiera que estéis, y con cada uno de vosotros al mismo tiempo.
Jesús en su estadía entre nosotros aprendió a amarnos como nadie más puede
hacerlo, y como conocía nuestra naturaleza humana y rebelde, supo que sus enseñanzas
pronto serían olvidadas, si no había alguien que nos enseñara como acercarnos a Dios
como a nuestro Padre y nos ayudara a amar a todos los hombres como nuestros hermanos,
por eso antes de partir físicamente de este mundo, nos prometió que nos enviaría al
Espíritu de la Verdad para que nos acompañara por siempre.
Jesús dijo: "Cuando haya regresado al Padre, y él haya aceptado plenamente la obra que
he realizado por vosotros en la tierra, y después de que haya recibido la soberanía final
sobre mi propio dominio, le diré a mi Padre: Como he dejado solos a mis hijos en la tierra,
es conforme a mi promesa enviarles a otro instructor. Y cuando el Padre lo apruebe,
derramaré el Espíritu de la Verdad sobre todo el género humano. El espíritu de mi Padre ya
está en vuestro corazón, y cuando llegue ese día, también me tendréis con vosotros como
ahora tenéis al Padre.”
"Este nuevo instructor es el Espíritu de la Verdad que vivirá con cada uno de vosotros,
en vuestro corazón, y así todos los hijos de la luz serán como uno solo y serán atraídos los
unos hacia los otros. De esta manera concreta mi Padre y yo podremos vivir en el alma de
cada uno de vosotros, y también en el corazón de todos los demás hombres que nos aman
y hacen real ese amor en sus experiencias, amándose los unos a los otros como yo os amo
ahora."
Jesús, se preocupó expresamente de nosotros y nos dejo el mejor Socio que podemos
encontrar en nuestro camino evolutivo, el mora permanentemente en nuestro interior,
esperando que nosotros le abramos la puerta de nuestro corazón y le demos nuestro
consentimiento para poder guiarnos en nuestro camino ascendente hacia el Padre,
entonces ¿por qué tendríamos que estar a la espera de lo que los migueles, de los avatares
y de los miles de contactados que pululan en la Red tienen que decirnos? ¿Por qué
preocuparnos de sus predicciones inciertas y de sus promesas incumplidas? ¿No es más
lógico el buscar esta unión cercana y amistosa dentro de nosotros mismos y por nosotros
mismos, en vez de estar esperando recibir nuevos mensajes de seres desconocidos?
No nos cerremos al conocimiento, pero tengamos cuidado con los cantos de sirena que
nos apartan de los verdaderos objetivos, no sea que por estar a la espera de ese despertar
y salvación selectiva y grupal, nos encontremos repentinamente con nuestra amiga cercana
la muerte y ella nos encuentre con las manos vacías de logros personales, adquiridos con
verdadero esfuerzo, constancia y conciencia que son los únicos que tienen valor de
sobrevivencia eterna.
160
El amor del Padre sólo se convierte en una realidad para el hombre mortal cuando
pasa a través de su personalidad, y lo regala a sus semejantes.
Una vez a la semana, los templos de todas las religiones, a lo largo y ancho del
planeta, se repletan de creyentes que de buena fe, acuden en busca de Dios para honrarlo
según lo manda su fe. "Todas las religiones son buenas en cuanto llevan al hombre a Dios y
traen la comprensión del Padre al hombre" entonces ¿por qué en el mundo hay tanta
miseria y tantos crímenes horribles? ¿Por qué en tantos hombres se anida el odio y la
venganza?
Creo que la cita de hoy nos da la respuesta: "El amor del Padre sólo se convierte en una
realidad para el hombre mortal cuando pasa a través de su personalidad, y lo regala a sus
semejantes."Desgraciadamente la religión que profesan los creyentes de las diferentes
iglesias es una religión devocional y emotiva que no tiene la fuerza suficiente para
transformarse en obras concretas y tangibles, no cambia su personalidad, ni aumenta el
amor por sus hermanos.
Se busca la adoración de Dios, porque no es difícil el elevar por algunos minutos el alma y
rezar unas cuantas oraciones repetidas de memoria, pero se ignora completamente que la
adoración "es la técnica de buscar en Dios, la inspiración para servir a muchos, porque es la
vara que mide el grado de desprendimiento del alma material y la vinculación simultánea y
segura con las realidades espirituales de toda la creación."
El mundo sería muy diferente si aprovecháramos el tiempo que estamos en la iglesia
para practicar este tipo de adoración, porque "no es posible regocijare en la paternidad de
Dios si se ignora la fraternidad del hombre" Sería bueno hacer un examen de conciencia y
revisar si nuestra mente está limpia de todo rencor, de todo pensamiento negativo, de toda
rabia, de todo pecado...
Pero Jesús nos dijo que "no es suficiente dejar de hacer el mal, sino que es preciso
aprender a hacer el bien" Con cuanta frecuencia nos preguntamos ¿qué bien puedo hacer
yo aquí? ¿A quién le estoy entregando mi ayuda desinteresada y solidaria? ¿Estoy dando
un ejemplo de amor y de ternura a los que me rodean? ¿Quién se beneficia con mis obras?
¿Soy capaz de demostrar el amor, la compasión o la admiración que siento por alguien, o
soy incapaz de dejar aflorar mis buenos sentimientos hacia los demás?
Preguntas simples pero con respuestas complejas, pues si somos sinceros nos daremos
cuenta que ellas no son todo lo reales y fraternas que debieran ser, porque son el reflejo de
nuestra vida y ella no es precisamente un conjunto de virtudes...ni tampoco de hermandad,
porque vivimos encerrados en nuestro yo egoísta y pusilámine que nos impide vivir una vida
plena como la que debiera tener un hijo de Dios, porque "la religión verdadera, ennoblece la
rutina común de la vida diaria"
161
El respeto del hijo por sus padres surge, no del conocimiento de la obligación
implícita en la procreación, sino naturalmente del resultado del cuidado, educación y
afecto otorgados con amor por los progenitores al ayudar al hijo a ganar la batalla de
la vida.
De las tareas encomendadas por Dios al hombre, la más difícil sin lugar a dudas es la de
ser padres porque nadie nos puede enseñar, porque cada hijos es diferente y necesita de
un trato especial. La misión de ser padres siempre ha sido difícil, pero creo que nunca tanto
como lo que es ahora, cuando la juventud parece no conocer el respeto ni por los padres, ni
por nada que huela autoridad, y cuesta reconocer que en gran parte somos los padres los
culpables que la educación de los hijos se haya escapado de nuestras manos. La vida
agitada de hoy en día, el exceso de trabajo para darles lo mejor que nos ofrece el mercado,
ha hecho que nuestras casas estén llenas de tecnología y adelantos, pero cada vez son
menos "hogar dulce hogar" porque no hay tiempo para convivir y conversar entre los
miembros que la componen.
Pareciera ser que el amor que profesamos a nuestros hijos es lo más noble y puro que el
ser humano puede sentir, ya que ellos son carne de nuestra carne, sin embargo
muchísimas veces ese amor se ve teñido por el egoísmo y la falta de criterio.
Los padres deberíamos estar siempre atentos a la calidad del amor que le estamos
entregando a nuestros hijos, nuestra misión no es solamente amar, sino también educar y
guiar, pero sin hacer sentir nuestra mano. Hay que dejarles su propio espacio, para que
sean lo que realmente son: una personalidad única e irrepetible
Es común ver a los padres esforzarse porque el hijo cumpla sus propios sueños
irrealizados, se pretende que ellos sean, lo que por alguna razón no pudimos ser
nosotros. También hay casos en que se les obliga seguir la misma carrera del padre o del
abuelo, porque se transforma en tradición familiar.
Por otro lado las madres, en un amor exagerado, miman a sus hijos de tal manera que
les impiden su crecimiento y transforman a sus hijos en personas dependientes e inútiles.
En todos estos casos, el amor más que un bien se transforma en un verdadero
impedimento para el desarrollo de la verdadera personalidad del hijo, haciéndole un
tremendo daño.
El amor es la realidad suprema cuando proviene de seres sabios, pero puede ser un
rasgo peligroso y aún egoísta como se manifiesta en algunos padres. Asegúrate que tu
amor por tus hijos sea controlado por la sabiduría y guiado por la inteligencia" para que sea
el mejor ejemplo que le puedas entregar.
162
Cuando sabéis que es la fe la que os salva, tenéis una verdadera paz con Dios.
Al leer esta frase parece todo tan simple, porque es difícil el no creer en Dios, pero la
fe de que nos habla la cita, no es la que se conforma con rezar algunas oraciones e ir de
vez en cuando a la iglesia, porque eso no es fe, son creencias que nos enseñaron en la
niñez y que nosotros casi por inercia seguimos practicando. Son millones los que dicen
creer en Dios pero entonces ¿por qué el mundo está cómo lo vemos? ¿Qué hacen los hijos
de Dios ante la miseria material, espiritual y ecológica que azota al planeta?
La fe que nos da la paz con Dios, es la que no se queda en las fórmulas ni en los
dogmas, sino que se traduce en los frutos del espíritu que son: " el amor, la alegría, la paz,
la resignación, la dulzura, la bondad, la fe, la humildad y la templanza" todos ellos
manifiestos en la convivencia con nuestros hermanos como nuestra cosecha espiritual
¿cuántos de estos frutos permanecen con nosotros en forma habitual?
Jesús dijo: "si los creyentes no rinden los frutos del espíritu en sus vidas, están muertos.
El espíritu de la verdad no está en ellos, son ramas inútiles de un vid que pronto será
podada, Mi Padre requiere que todos los hijos de la fe rindan muchos frutos del espíritu, por
tanto si vosotros no sois fructíferos, él cavará alrededor de vuestras raíces y podará
vuestras ramas estériles." porque si bien es cierto que la salvación es un don divino,
requiere de nuestra pleno consentimiento y colaboración porque "ni siquiera el amor infinito
de Dios, puede imponer la salvación de la vida eterna a una criatura mortal que no elija
sobrevivir" porque debe prevalecer la justicia.
"No os engañéis, no es posible mofarse de Dios, porque lo que el hombre siembra, eso
también segará, pero también es verdad que aun al cosechar con justicia el fruto del mal, la
justicia divina siempre está atemperada por la misericordia y la sabiduría infinita es el árbitro
quien determina las proporciones de justicia y misericordia, que se repartirán en cualquier
circunstancia."
La justicia no es igual para todos, porque cada persona es una individualidad única que
tiene sus propias motivaciones e intenciones, pero sin duda que los que hemos recibido
más, debemos también rendir más, porque "Dios otorga la misma recompensa por igual
fidelidad, cuando hay menos oportunidad" pero tenemos que reconocer que si estamos
leyendo estas líneas, es porque hemos tenido mayores oportunidades de conocer la
verdadera fe y por lo mismo, nuestros frutos deben ser más y mejores.
No nos conformemos con las creencias, bebamos de esa agua viva que Jesús le ofreció
a la Samaritana, porque "la religión no es una técnica para llegar a la paz mental estática y
dichosa, sino que es un impulso hacia la organización del alma para el servicio dinámico"
No hay fe verdadera sin el servicio a nuestros hermanos, es el barómetro de nuestra
espiritualidad.
163
La religión del Reino es personal e individual, los frutos y los resultados son
familiares y sociales.
164
El mundo espiritual está gobernado por el principio del respeto de tu selección de
libre albedrío, siempre y cuando el curso que puedas elegir no sea perjudicial para ti
o dañino para tus compañeros.
El libre albedrío es un don que nuestro Padre gratuitamente nos ha dado, para que
voluntariamente podamos elegir entre el bien y el mal, condición innata a nuestra condición
humana, pero esta libertad está muy lejos de darnos carta blanca para hacer lo que se nos
venga en gana, porque lo que se nos ha entregado es libertad para elegir, no libertinaje
para delinquir.
"La libertad verdadera es la búsqueda de las edades y la recompensa del progreso
evolucionario. La libertad falsa es la decepción sutil del error del tiempo y del mal del
espacio. La libertad duradera se basa en la realidad de la justicia -inteligencia, madurez,
fraternidad y equidad."
"La libertad es una técnica autodestructora de la existencia cósmica cuando su
motivación no es inteligente, es incondicionada, e incontrolada. La verdadera libertad está
progresivamente relacionada con la realidad y es por siempre respetuosa de la equidad
social, la justicia cósmica, la fraternidad universal, y las obligaciones divinas.
“La libertad es suicidio cuando se divorcia de la justicia material, la rectitud intelectual, la
paciencia social, el deber moral, y los valores espirituales. La libertad no existe fuera de la
realidad cósmica, y toda realidad de la personalidad es proporcional a sus relaciones con la
divinidad.
"El libre albedrío sin frenos y la auto expresión no regulada se igualan al egoísmo sin
mitigación, la ausencia máxima de santidad. La libertad sin una conquista asociada y
creciente del yo, es una invención de la imaginación mortal egoísta. La libertad auto
motivada es una ilusión conceptual, una cruel decepción. El libertinaje que se enmascara en
el manto de la libertad es el precursor de la esclavitud."
“La verdadera libertad es socia del genuino auto respeto, la falsa libertad es cónyuge de
la auto admiración. La verdadera libertad es el fruto del autocontrol; la falsa libertad, la
suposición de la autoafirmación. El autocontrol lleva al servicio altruista; la auto admiración
tiende a la explotación de los demás para el engrandecimiento egoísta del individuo errado
que está dispuesto a sacrificar el logro recto para tener poderío injusto sobre sus
semejantes."
Me he limitado a copiar la descripción que hay en el Documento 54 del LU pues
define muy bien la diferencia entre libertad y libertinaje, por tanto el agregar mayores
comentarios está totalmente demás. Solamente agregar que antes de proclamar la libertad
y querer hacer gala de ella, debemos ver cuan libre está nuestro espíritu de todo lo negativo
que nos ata.
165
Cuando perdonáis a vuestro hermano en la carne, creáis así en vuestra propia alma la
capacidad para recibir la realidad del perdón de Dios por vuestras propias fechorías.
166
Un esfuerzo dedicado y determinado a la realización del destino eterno es totalmente
compatible con una vida regocijada y alegre y con una carrera de éxito y honorable
en la tierra.
167
Con excepción del universo central, la perfección es un logro progresivo. En la
creación central tenemos un modelo original de perfección, pero todos los reinos
deben alcanzar esa perfección, con los métodos establecidos para el progreso de
esos particulares mundos o universos.- Cuando se alcanzan las cimas de la
perfección y la eternidad, hay mucho más motivo de orgullo, en el caso de los que
comenzaron desde abajo y alegremente ascendieron en la escala de la vida, peldaño
tras peldaño, porque obtienen una experiencia personal que encierra un
conocimiento real de cada fase de la vida, desde abajo hacia arriba.
168
El desafío religioso de esta era, pertenece a aquellos hombres y mujeres visionarios,
progresistas y con discernimiento espiritual, que se atrevan a construir una nueva y
atrayente filosofía de la vida, a partir de los ampliados e integrados conceptos
modernos, de verdad cósmica, belleza universal y bondad divina.
169
Os exhorto a que recordéis siempre que vuestra misión entre los hombres consiste
en proclamar el evangelio del reino, la realidad de la paternidad de Dios y la verdad
de la filiación de los hombres.... La filiación con Dios, por la fe, sigue siendo la verdad
salvadora del evangelio del reino.
¿Cuántos de los que nos decimos cristianos, proclamamos el evangelio? Creo que en
verdad somos muy pocos, porque si fuésemos muchos, el mundo no estaría como está. No
se trata de salir a predicar por las calles, ni de hablar de Dios cada vez que podemos, sino
más bien de dar testimonio del Reino, con nuestra propia vida, comportándonos como
verdaderos hijos de Dios y amando a todos los hombres como nuestros hermanos.
Jesús nos pide obras, más que palabras y nos dice: "no cometáis el error de tratar de
probar a otros hombres que habéis encontrado a Dios, no podéis producir conscientemente
tal prueba válida, aunque existen dos demostraciones positivas y poderosas del hecho de
que conocéis a Dios y estas son:
1.- Los frutos del espíritu que se muestran en vuestra vida rutinaria diaria
2.- El hecho que todo el plan de vuestra vida ofrece una prueba positiva de que aspiráis a la
sobrevivencia eterna.
El reino de Dios no puede implantarse en Urantia sin nuestra entrega a la voluntad de
Dios y sin el amor manifiesto a nuestros hermanos ¡Dios nos necesita! No sólo para dar
testimonio de sus enseñanzas con nuestra vida diaria y atraer con nuestro ejemplo a
nuestros hermanos, nuestras experiencias positivas van mucho más lejos, tienen valor
cósmico, pues “en la medida en que nosotros hagamos la voluntad de Dios, en esa misma
medida el potencial todopoderoso del Supremo, se acercará un paso más a su propia
realización. Las partes e individuos del gran universo evolucionan como reflejo de la
evolución del Supremo. Desde el punto de vista mortal, ambos son recíprocos,
evolucionarios y experienciales”
Verdaderamente somos un Todo y es maravilloso el saber que a pesar de nuestro
humilde origen animal, tenemos una misión extraordinaria, pues ninguna experiencia
consciente se pierde, todo cambia y se transmuta en parte de la divinidad y esto se lo
debemos a Jesús que reveló el amor divino del Padre Creador para sus hijos terrestres y
habiendo conocido el hombre este afecto divino, puede aspirar a revelar este mismo amor a
sus hermanos. Este afecto de la criatura, es un reflejo auténtico del amor del Supremo.”
¿Cómo no trabajar por ser cada día un poco mejor, si sabemos que tras nuestros
esfuerzos hay todo un plan universal que aguarda nuestra comprensión y que la realización
de nuestra vida tiene repercusión en todo el Universo?
170
La valentía que se requiere para efectuar la conquista de la naturaleza y trascenderse
a sí mismo, puede sucumbir ante las tentaciones del orgullo.
El camino espiritual no es nada fácil, hay que tener valentía para estar continuamente
venciendo nuestra naturaleza humana, porque la perfección siempre será más una meta
que un logro, porque no es algo que se adquiera de una vez y para siempre, es una lucha
constante entre nuestra naturaleza animal y nuestro espíritu de origen divino.
Continuamente tenemos que estar eligiendo entre el bien y el mal potencial.
"Muchos de los problemas temporales del hombre, surgen de su relación dual con el
cosmos. El hombre es parte de la naturaleza, existe en ella pero también es capaz de
trascender la naturaleza. El hombre es finito, pero dentro de él reside un destello de la
infinidad de Dios"
En la medida que vamos acercándonos a la Verdad y nos vamos enamorando de nuestra
unión con nuestro Espíritu, el camino de la perfección nos resulta más fácil, porque "cada
día que vive un verdadero creyente encuentra más fácil hacer lo que es recto" y no por
temor al pecado, sino porque el amor a Dios es incompatible con el deseo de pecar.
Pero, al cabo de un tiempo nos acostumbramos a esta paz interior que nos da el amar a
nuestro Padre y lo consideramos un logro adquirido y dejamos de trabajar en nosotros
mismos y como no es suficiente el no hacer el mal pues un hijo de Dios debe trabajar por
hacer el bien, nuestra alma empieza a languidecer, porque hasta la monotonía de ser
espiritual es dañina cuando no se realiza en forma consciente y volitiva. Lo que en un
tiempo fue una motivación, se convierte en un rito sin significado, rutinario y sin contenido,
el cual aprovecha nuestra parte animal y porque cree saber un poco más del común de las
personas, comienza a sentirse orgulloso y dueño de la verdad, mirando con intolerancia y
hasta con desprecio a quienes no piensan como él.
"El dilema del hombre consiste en el doble hecho de que está encadenado a la
naturaleza, mientras que al mismo tiempo posee la libertad de elección y acción espiritual.
Dicha paradoja es inseparable de la tentación, del mal potencial y de los errores de
decisión, porque cuando el yo se vuelve orgulloso y arrogante es muy fácil caer en pecado"
De todos los orgullos, el peor de todos es el orgullo espiritual, porque el alma en vez de
contactarse con Dios, lo hace con la soberbia de creerse mejor que los demás. Por eso
debemos estar continuamente revisando nuestras motivaciones, para que sea el amor a
nuestro Padre lo que motive nuestras obras y no el deseo de figurar y complacer nuestro
ego creyéndonos superiores.
No debemos jamás cansarnos de sembrar...pero sin olvidar que la semilla no es
nuestra... como tampoco lo es la cosecha...de ella se encarga Jesús…de todas formas los
frutos que no recibamos en esta vida, .o recibiremos en la vida venidera”
171
Aunque el Padre llena el universo, vive también en nuestro corazón. La mente del
hombre es humana, mortal, pero el espíritu del hombre es divino e inmortal.
El Padre mora en nuestro corazón y esta maravillosa verdad se la debemos a Jesús, que
después de haber conocido al hombre en su personalidad humana, con sus muchas
debilidades y también con todas sus posibilidades, antes de irse de este mundo, no nos
quiso dejar en la orfandad y nos dejó el Espíritu de la Verdad, que "es el espíritu tanto del
Padre Universal, como del Hijo Creador."
Con este hecho se culmina el auto otorgamiento de Jesús a Urantia pues "antes de
Pentecostés, la religión tan sólo había revelado al hombre que buscaba a Dios, a partir de
Pentecostés, el hombre aun está buscando a Dios, pero brilla sobre el mundo el
espectáculo de Dios que también busca al hombre y que envía su espíritu para que more en
él, cuando ya lo haya encontrado"
Sí Dios mora en nosotros, pero no puede actuar libremente, si nosotros no se lo
permitimos, él necesita que le abramos la puerta, que nos hagamos conscientes de su
presencia, porque siendo Dios, “El se hace humildemente obediente al libre albedrío del ser
mortal y finito” porque no busca su sumisión de siervo, sino que aspira a ser amado como
Padre amante de sus hijos.
La revelación de que Dios es nuestro Padre y que todos los hombres somos hermanos
es la mayor revelación que Jesús nos trajo y en lo que se funda la nueva religión, que “no
es tal en el sentido que se le ha dado a esta palabra, pues es una religión que apela
principalmente al Espíritu divino del Padre, que reside en la mente del hombre. Una religión
que derivará su autoridad de los frutos de su aceptación y que se manifestarán en la
experiencia personal, de todos los que se vuelvan creyentes de las verdades de esta
comunión espiritual más elevada”
El reconocer la paternidad de Dios cambia completamente los antiguos paradigmas, pues
ya no es necesario que el hombre busque la protección de las iglesias para encontrar a
Dios, porque lentamente, gracias a su religión personal lo encuentra en su vida y en su
propio corazón, encontrando en él la fuerza para desafiar cualquier dogma o sectarismo
porque comprende que “la verdad no se puede aprisionar en fórmulas, credos, código o
esquemas intelectuales de conducta humana, porque la verdad estática es verdad muerta,
en cambio la verdad viva es dinámica y tan sólo puede tener una existencia experiencial en
la mente humana.”
Cuando el creyente ha encontrado a Dios, se da a sí mismo el permiso de buscar la
verdad donde quiera que lo lleve su espíritu, pues todas las religiones y filosofías son
buenas si acercan al hombre a Dios, de cualquier planteamiento podemos aprender algo
bueno, pero lo importante que esa verdad sea descubierta por nuestra propia mente.
172
Jesús es la senda nueva y viviente que va del hombre a Dios, desde lo parcial hasta
lo absoluto, de lo terrenal a lo celestial, del tiempo a la eternidad.
Sin duda que "de todo conocimiento humano, el que tiene mayor valor es conocer la vida
de Jesús y como él la vivió." porque al querer ser uno más de nosotros en esta tierra llena
de dificultades, pero también llena de oportunidades y de bellezas, quiso mostrarnos el
verdadero Camino hacia el Padre de los cielos. Ya no más ese Dios selectivo y racista que
se acercaba al ser humano sólo para juzgarlo y castigarlo por su condición inferior y
pecaminosa. Ese hombre que no osaba mirar el Arca de la Alianza por temor a ser
destruido por su osadía.
Jesús vino a decirnos que en esta vida, nada es pecaminoso en sí mismo, porque es el
hombre quien gracias a su libre albedrío no sólo escoge sino que le da valor y moral a sus
decisiones, pues para un hijo de Dios, si él así lo decide, todo puede adquirir el valor de
sobre vivencia eterna, porque "todas las cosas son sagradas en la vida de los que son
conducidos por el espíritu, o sea que están subordinadas a la verdad, ennoblecidas por el
amor, dominadas por la misericordia y controladas por la ecuanimidad y la justicia"
Nuestras verdaderas herramientas para evolucionar no están en el cielo sino en esta
tierra, en el Aquí y Ahora por eso no podemos mirar con desprecio nada de lo que es
material y propio de la personalidad humana, muy por el contrario es a través de lo material
que podemos ascender a lo espiritual, porque no es lo que hacemos lo que tiene valor, sino
las intenciones que nos motivan, porque "la moralidad de cualquier acción, está
determinada por la motivación del individuo. Jesús liberó a la moral de todas las reglas y
ceremonias y la elevó a los niveles nobles del pensamiento espiritual y de una vida
verdaderamente recta"
Jesús siempre se valió de la materia para hacer sus obras prodigiosas, cuando sanó al
ciego "hizo arcilla con su saliva, le ungió los ojos y le mandó que se lavara los ojos en el
estanque de Siloé" Algo similar hizo en las bodas de Canaa, pidió que llenaran las tinajas
de agua y cuando le dio de comer a la multitud preguntó que tenían de comer y de los
pocos panes y peces hizo su milagro. El siempre usó la materia como su aliada, para
demostrarnos que para ser perfectos como lo es nuestro Padre, no es necesario renunciar,
ni menospreciar la materia, ni nuestra condición humana, sino por el contrario debemos
aprender a usarla en nuestra ascensión, porque Jesús no nos quiere ´"místicos pasivos ni
ascetas insulsos" porque "las obras de mojigatería no compran el favor de Dios, las
oraciones públicas no expían la falta de fe viviente en el corazón"
Jesús vino a enseñarnos que la verdadera religión, no funciona separada del individuo y
que mientras nos dedicamos a la obtención de las verdades eternas, debemos también
disponer para las necesidades de la vida temporal" porque todo lo demás es auto engaño.
173
La espiritualidad se vuelva el indicador de la propia cercanía con Dios y la medida de
nuestra utilidad con el prójimo.
Esta cita no nos deja escapatoria, no vale el darnos importancia sabiendo todo acerca de
los Universos y de las Deidades, tampoco nos sirven las prolongadas meditaciones, ni las
posturas especiales para contactarnos con nuestro Yo...el único y verdadero barómetro de
nuestra espiritualidad es nuestra conducta en la vida diaria, nuestra consecuencia entre el
pensar, el creer y el hacer.
No hay cercanía posible con Dios, si no tenemos un trato cariñoso y preocupado por
nuestros semejantes, porque "no es posible regocijarse en la paternidad divina si se
rechaza la fraternidad del hombre" y desgraciadamente esto es lo que ha ocurrido a través
de los siglos, la religión se ha transformado en algo ritual, con días y horas determinadas
para contactarse con Dios, casi por obligación a la fe que se dice tener, olvidando que "la
adoración es la técnica de buscar en Dios, la inspiración para servir a muchos" porque "la
religión no es una técnica para llegar a una paz mental estática, sino que es el impulso
hacia la organización del alma para el servicio dinámico. Es poner la totalidad del yo al
servicio de la divinidad para así poder servir al hombre"
Por eso, antes de considerarnos personas espirituales pensemos como están siendo
nuestras relaciones con los seres humanos...si hay rencores, si decimos perdonar pero no
podemos olvidar, si somos indiferentes hacia lo que pasa en el mundo...quiere decir que
nuestra espiritualidad no es más que un sepulcro blanqueado...podemos engañar a los
hombres, incluso nos podemos engañar nosotros mismos...pero ¡a Dios no lo podemos
engañar! porque "para entrar en el reino, el motivo es el que cuenta, el Padre mira dentro
del corazón de los hombres y los juzga por sus deseos íntimos y sus intenciones sinceras."
El mundo podría ser completamente diferente, si cada uno de los que nos llamamos
creyentes fuésemos consecuentes, porque "la experiencia de una vida religiosa dinámica,
transforma el individuo mediocre en una persona de poder idealista" capaz de traspasar su
egoísmo y pensar que todos los seres humanos son nuestros hermanos, y que mientras no
los amemos y tratemos como a tales, nuestra religión sólo será paja molida.
Si viviéramos lo que decimos creer, podríamos ser verdaderos faros para la humanidad,
porque "la religión sirve al progreso de todos, porque fomenta el progreso de cada individuo
y el progreso de cada uno, es aumentado por el logro de todos" pero desgraciadamente los
que nos llamamos cristianos aún no somos capaces de asumir esta visión cósmica de
nuestros actos y seguimos diciendo cosas muy bonitas acerca de la caridad y el servicio,
pero nuestras obras carecen de sentido comunitario y por eso no logramos ser la luz que el
mundo reclama de los hijos de Dios.
174
Jesús sembraba la alegría por dondequiera que iba. Estaba lleno de benevolencia y
de verdad. Sus compañeros nunca dejaron de maravillarse de las palabras
agradables que salían de su boca. Podéis cultivar la gentileza, pero la dulzura es el
aroma de la amistad que emana de un alma saturada de amor.
Se supone que los que nos llamamos cristianos deberíamos seguir el ejemplo de Jesús
pero ¿cuánto de lo que nos enumera la cita hacemos nosotros?
¿Es la alegría nuestra fiel compañera durante nuestras jornadas diarias, o más bien lo
que nos caracteriza son las quejas y el ceño fruncido? ¿Trabajamos sólo para ganarnos el
sustento o tratamos de darle sentido de servicio comunitario y con conciencia a lo que
hacemos? ¿Solemos recordar que “nada de lo que hace un hijo de Dios es ordinario,
porque todo nos sirve para evolucionar si lo sabemos aprovechar?
¿Somos benevolentes y nos resulta fácil el excusar las faltas de nuestros hermanos y
perdonar las ofensas como si no las hubiésemos recibido? ¿Nuestro corazón sigue
cargando con la mochila del rencor y el dolor de haber sido ofendidos? ¿Estamos
conscientes que si no perdonamos a nuestros hermanos, no seremos tampoco perdonados
nosotros?
De nuestra boca ¿salen palabras amables o más bien lo que está a flor de labios es la
descalificación y el garabato frecuente y gratuito que enrarece el ambiente? ¿Tenemos
presente que la palabra es eminentemente creadora y que por lo mismo debe ser usada
con prudencia y sobre todo con conciencia?
¿Cultivamos la gentileza y sabemos agradecer los servicios que nos hacen nuestros
empleados o somos altaneros en nuestra forma de dar órdenes? ¿Somos justos en el pago
de sus salarios o siempre pagamos el mínimo posible?
¿Cuál es el tono de voz que empleamos cuando hablamos con nuestros hijos?
¿Somos capaces de ser dulces y dejar aflorar nuestros sentimientos y mostrar nuestra
sensibilidad? ¿Somos capaces de decir seguido "te quiero" "estás bien" "me gusta lo que
haces" o un simplemente decir un "gracias" arropado por un gesto cariñoso y lleno de
amor?
Creo que deberíamos a menudo hacernos todas estas preguntas y muchas otras que nos
permitieran darnos cuenta si nuestra vida es un reflejo de la vida de nuestro Maestro, quien
se hizo uno de nosotros, para enseñarnos que para llegar al Padre, era preciso
santificarnos haciendo bien nuestras tareas habituales.
Llamarnos cristianos o urantianos es fácil, lo importante es vivir como tal, porque “¿de
que sirve la enseñanza si no se puede llevar a la práctica?
“El plan de la enseñanza es aprender, para luego poner en práctica lo aprendido”
175
Recordad, aunque la oración no cambia a Dios, muy frecuentemente efectúa cambios
grandes y duraderos en el que ora con fe y confianza.
Los seres humanos, muchas veces usamos la oración como un medio de manipular a
Dios de manera tal, que el cambie su voluntad por la nuestra y no trepidamos en pedir
cosas absurdas, como si fuese posible llegar a la luna en bicicleta. Para Dios sin duda que
todo es posible, pero dentro de un rango racional. ¿Cuánto le llevará al mundo de los
creyentes, comprender que la oración no es un proceso para conseguir lo que uno quiere,
sino más bien un programa para aceptar el camino de Dios y una experiencia de
aprendizaje para reconocer y cumplir la voluntad del Padre?"
Dios es nuestro Padre y conoce lo íntimo de nuestros corazones, lo hemos dicho muchas
veces, nuestra religión debe ser la que tenemos con un Amigo y como tal podemos confiarle
nuestros deseos, nuestros planes cualquiera que ellos sean, pero teniendo presente que no
basta orar, no basta conversar con él...también hay que saber escuchar sus respuestas y
sobre todo darnos cuenta que nuestra oración no puede ser pasiva y que como principal
parte interesada debemos actuar.
"No seas tan perezoso como para pedir a Dios que solucione tus dificultades, pero no
vaciles jamás en pedirle sabiduría y fuerza espiritual para guiarte y sostenerte mientras
atacas con resolución y valor los problemas que te enfrentan"
Nuestra disposición de amor y entrega a la voluntad de nuestro Padre es lo que en
verdad le da poder a nuestras oraciones porque "Al abrir el terminal humano del canal de
comunicación entre Dios y el hombre, los mortales ponen inmediatamente a su disposición
la corriente constante del ministerio divino para con las criaturas de los mundos. Cuando el
hombre escucha hablar al espíritu de Dios dentro de su corazón humano, en esa
experiencia se encuentra inherente el hecho de que Dios escucha simultáneamente la
oración de ese hombre."
No siempre Dios nos dará lo que le pedimos, de la misma forma que un padre terrenal no
entrega un arma mortal a su hijo por mucho que este se la pida. Dios siempre nos dará lo
justo y preciso que necesitamos porque El ve no sólo lo mediático como lo hacemos
nosotros, sino que el ve el conjunto y la eternidad.
No debemos cansarnos de orar porque "los hombres deberían orar siempre sin dejarse
desanimar, pero vuestra insistencia no es para ganar el favor de Dios, sino para cambiar
vuestra actitud terrestre y aumentar la capacidad de vuestra alma para recibir el espíritu." y
ser capaces de aceptar la voluntad de Dios porque "Una personalidad que conoce a Dios y
que desea hacer su voluntad, que tiene discernimiento espiritual, es divinamente estable y
eternamente existente y le permiten declarar en cada una de las situaciones de su vida: "Es
mi voluntad que se haga tu voluntad".
176
En los asuntos del corazón de los hombres, puede que el Padre universal, no siempre
obtenga lo que quiere, pero en la conducta del destino de un planeta el plan divino
prevalece, por tanto el propósito eterno de sabiduría y de amor triunfa.
Dios ama al ser humano y "hay en la mente divina un plan que involucra a cada criatura y
que consiste en un propósito eterno de oportunidades ilimitadas, progreso sin límite y una
vida sin fin. Y estos tesoros infinitos de esta carrera inigualable son vuestros con sólo
luchar"
El Padre universal nos lo ofrece todo, pero es preciso luchar para conseguirlo, la
evolución, la salvación eterna no es arbitraria ni gratuita, el hombre debe saber ganársela
día tras día, viviendo conforme a su calidad de hijo de Dios no por temor al castigo, sino por
amor hacia su Padre. Dios nos proporciona todas las motivaciones posibles para querer ser
perfectos como él lo es, pero la decisión de actuar es absolutamente nuestra, es nuestro
libre albedrío el que debe decidir si acepta o rechaza las insinuaciones de su Espíritu.
"La personalidad del hombre es eterna, pero en cuanto a la identidad, es una realidad
eterna condicionada, pues es el hombre quien debe elegir si estará o no presente en el
momento del logro de tal destino. El ciclo está predestinado, pero la participación del
hombre en él es facultativo, personal y experiencial" pues "ni siquiera el amor infinito de
Dios, puede imponer la salvación de la vida eterna a una criatura que no elija sobrevivir"
Pero, no ocurre lo mismo con el destino de los planetas pues "el Padre Universal tiene un
propósito eterno relacionado con los fenómenos materiales, intelectuales y espirituales del
universo, porque El no se ha retirado de la administración de los universos, él no es
una Deidad inactiva. Al universo no se le da cuerda como a un reloj que anda por un tiempo
determinado y luego cesa de funcionar, todas las cosas están siendo continuamente
renovadas."
Estos planes divinos por su misma magnitud, no son comprensibles por las
Personalidades, mucho menos lo puede ser para la mente finita y limitada, por eso resulta
tan absurdo el que algunos de los llamados Cristos o Contactados, determinen el día y la
forma en que ocurrirán cosas trascendentes en nuestro planeta y que no se cansen de
predecir tragedias que nunca ocurren.
No debemos estar a la espera de acontecimientos especiales, pues lo más probable es
que la señora Muerte nos visite en forma individual y entonces deberemos rendir cuenta de
nuestras acciones y sólo nos servirán para nuestra vida eterna, las que hayamos realizado
en forma consciente, sabiendo el por qué y para qué las hicimos porque la motivación de
ellas es lo que realmente tiene valor. Todas esas cosas a las cuales con tanto apego como
inconciencia nos aferramos en esta vida, no nos servirán para nada porque morirán junto
con nuestro cerebro físico.
177
La creencia tal vez no pueda resistir a la duda y hacer frente al temor, pero la fe
siempre triunfa sobre la duda, porque la fe es tanto positiva como viva.
Habitualmente las creencias son débiles porque son algo heredado del ambiente o de
la familia cuando niños, no son convicciones propias analizadas por nuestra mente y
nuestro espíritu, por eso no tienen fuerza y temen enfrentarse a la duda o al análisis de las
mismas, es preferible seguir la rutina y seguir creyendo que somos religiosos, olvidando que
"la cristalización intelectual, invalidan el verdadero conocimiento e impiden llegar a la
sabiduría"
En cambio la fe verdadera, no teme los cambios ni se asusta ante las dudas que pueda
tener, por el contrario hace de ellas su verdadero desafío espiritual, porque no le interesa
creer porque los demás dicen que es así, la fe necesita sentir con su corazón y con su
espíritu que está en la razón. Pero la verdadera fe no se aferra a sus certezas, porque sabe
que en este mundo nada es definitivo, porque "tanto la ciencia como la religión se basan en
suposiciones" por eso se siente con la plena libertad de considerar que sus verdades son
momentáneas, lo cual a la vez le impide ser intolerante con los que no piensan de la misma
manera.
La fe no es creer con los ojos cerrados, porque las dudas que puedan surgir en el
Camino, demuestra que la fe está viva, por eso "las dudas honestas y las preguntas
sinceras no son pecado, ellas simplemente demuestran que hay que buscar una mayor
comprensión" La verdadera fe es la que busca el discernimiento de lo que cree por eso no
huye de las dudas sino que las analiza y no cree mientras no comprende. Muchas veces en
la fe hay verdades que no son comprensibles a nuestro intelecto limitado, pero en esas
ocasiones es preciso escuchar a nuestro corazón, porque Dios no nos pide que lo
conozcamos sino que lo amemos.
"La fe salvadora nace en el corazón humano, cuando la conciencia moral del hombre,
comprende que los valores humanos pueden ser transformados en experiencia mortal, de lo
material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la eternidad." el mejor
barómetro para medir si lo que estamos sintiendo es fe o simplemente creencias, es ver
cuanta separación hacemos entre nuestra fe y el cómo la practicamos en nuestra vida
diaria.
La fe requiere de acciones consecuentes, las creencias se conforman con los rezos y los
ritos de costumbre. La fe nos impulsa a los cambios, porque es en ellos donde se pone a
prueba lo que decimos creer.
178
Si fracasas, ¿te levantarás para probar de nuevo?
Si triunfas, ¿mantendrás una actitud bien equilibrada, una actitud estabilizada y
espiritualizada...
La cita de hoy, una vez más nos ayuda a calibrar el grado de espiritualidad que hay en
nosotros, porque nos pone en los dos extremos de una misma recta, el éxito y el
fracaso...ambos no se nos dan por casualidad y de ambos debemos aprender a sacar
conclusiones que vayan más allá de lo mediático, para que al saber sacarles el verdadero
significado, se transformen en experiencias de vida que nos sirvan para después de la
muerte.
El fracaso es la gran prueba para nuestro ego que suele creerse imbatible, nuestro
orgullo es quien sale más lastimado cuando se ve enfrentado tanto al fracaso espiritual
como al material y nos cuesta perdonarnos a nosotros mismos, nos duele no ser capaces
de ser mejores de lo que esperábamos.
Sin embargo, "los individuos conocedores de Dios, no se desalientan por la desgracia, ni
se deprimen por las desilusiones y los fracasos. Los candidatos para la vida eterna,
practican una técnica vigorizante y constructiva para enfrentar todas las vicisitudes y todos
los agobios de la vida mortal" porque saben que "las dificultades pueden desafiar la
mediocridad y derrotar al temeroso, pero sirven de estímulo para los verdaderos hijos de
Dios"
El fracaso es una prueba necesaria si queremos alcanzar la perfección, porque sin él
nos volveríamos insoportablemente orgullosos, porque al enfrentarse al fracaso y adaptarse
a la derrota es donde se demuestra si nuestra espiritualidad es verdadera. "La carrera del
hombre que busca a Dios, puede ser triunfal a la luz de la eternidad, aunque toda su vida
temporal parezca un rotundo fracaso, siempre y cuando cada uno de sus fracasos haya
producido sabiduría para su espíritu"
El éxito también se puede ver afectado en su verdadero significado si dejamos que
nuestro ego se pavonee por haberlo alcanzado y se olvide que sin la ayuda divina
difícilmente lo hubiese alcanzado. El éxito es peligroso porque nubla nuestra visión de la
realidad y es engañoso porque es muy fácil de creer y aceptar como algo propio y al
aferrarnos a él, casi sin darnos cuenta, comenzamos a perderlo.
Debemos saber aprovechar el éxito como una experiencia que podemos volver a repetir
pero con humildad, porque "el éxito puede generar valor y promover confianza, pero la
sabiduría, solo proviene del ajuste al resultado de los propios fracasos. Los hombres que
prefieren las ilusiones optimistas a la realidad, jamás podrán ser sabios pues sólo los que
se enfrentan a los hechos y los adaptan a los ideales pueden llegar a la sabiduría"
179
Es muy difícil para el hombre, comprender mucho de lo que ocurre en el mundo en
evolución, porque la ley natural frecuentemente parece ser cruel y sin corazón e
indiferente al dolor humano.
Ante los desastres de la naturaleza y ante los crímenes de los hombres, muchas veces
nos quedamos sin aliento y es casi imposible el no preguntarnos ¿por qué? Pareciera que
el mal crece mientras el bien pasa desapercibido, pero estamos equivocados, es
simplemente que el Bien no lo vemos porque no se publicita ni se publica como lo hace el
mal.
"El reino de Dios está en el corazón de los hombres y cuando este reino se vuelve actual
en el corazón de cada individuo, la regla de Dios, se hace realidad en el planeta" por eso
ante el mal no debemos acobardarnos sino pensar en que forma podemos reforzar el bien,
lo cual no es tan difícil si pensamos que somos cocreadores con Dios y que con el poder de
nuestra mente, de nuestra palabra, de nuestras acciones, podemos reciclar lo negativo y
transformarlo en positivo.
"Esta fe salvadora nace en el corazón humano, cuando la conciencia moral del hombre,
comprende que los valores humanos, pueden ser transformados en experiencia mortal, de
lo material a lo espiritual, de lo humano a lo divino, del tiempo a la eternidad" Cuando nos
convencemos que no estamos solos, pues en nosotros mora el Espíritu de Dios, sentimos
esa fuerza interna que nos permite seguir creyendo que con Dios todo es posible y que a
pesar de nuestro origen animal y de nuestra estrechez de mente, si nos lo proponemos
podemos cambiar lo negativo, tanto en lo personal, como a nivel cósmico, porque !ninguna
experiencia valiosa ocurre jamás en vano, ningún significado verdadero perece"
Para que estas palabras dejen de ser sólo frases y se conviertan en vivencias
personales, lo único que tenemos que hacer es tener una conciencia alerta para darnos
cuenta de lo que ocurre dentro y fuera de nosotros y a eso darle el verdadero significado, lo
cual no requiere tampoco de un gran análisis filosófico, sino más bien de un deseo sincero
de hacer la voluntad de Dios. Con el sólo hecho de acordarnos que no estamos solos y que
el Espíritu mora en nosotros, le estamos dando una dimensión muy diferente a lo que
hacemos y a toda nuestra vida.
Basta con recordar que "Dios y los hombres se necesitan mutuamente para el alcance
pleno y final de la experiencia de la personalidad eterna en el destino divino de la finalidad
universal" para que nuestro destino se torne lleno de posibilidades y de alegría porque "la
aventura de construir una sociedad nueva y transformada por medio del renacimiento de la
hermandad, debería causar emoción a todos los que creen en Jesús" porque una felicidad
en crecimiento constante es siempre la experiencia de todos los que están seguros de
Dios."
180
No juzguéis el alma ni evaluéis su destino sobre la base de un solo episodio humano
desafortunado.
Los seres humanos solemos hacer lo contrario de lo que nos aconseja la cita, porque la
mayoría de las veces juzgamos severamente a nuestro prójimo por una de sus
equivocaciones y lo que es mucho peor lo encasillamos en ese juicio, sin darle la posibilidad
del cambio. Se nos olvida muy fácilmente que con la misma vara que medimos, seremos
medidos.
Lo curioso es que nos suele resultar fácil el encasillar a una persona por lo que ha hecho
mal, pero no ocurre lo mismo cuando sus acciones son buenas o destacadas, somos
tacaños con la gratitud y el reconocimiento.
Estas actitudes prueban nuestra falta de hermandad, porque si tuviésemos presente las
enseñanzas de Jesús recordaríamos que "debemos pasar por la vida, tratando a nuestros
semejantes como nos gustaría que a nosotros nos trataran." y que "cualquiera que sea lo
que deseáis que los hombres hagan con vosotros, lo mismo haced por ellos"
Si los que nos llamamos cristianos cumpliéramos estas simples reglas de convivencia
humana, el mundo podría ser muy diferente porque nuestras acciones cotidianas estarían
impregnadas de ese amor puro y desinteresado que Jesús vino a enseñarnos cuando nos
dijo que "todo lo que hiciéramos por el más pequeño de nuestros hermanos a él se lo
hacíamos"
Pero en vez de vivir nuestra fe en la práctica de nuestras acciones, preferimos quedarnos
en la costumbre de nuestras oraciones cuando pretendemos tener un contacto con Dios, sin
darnos cuenta que es imposible "regocijarse en la paternidad de Dios si se olvida la
fraternidad entre los hombres" porque la religión "es válida sólo cuando revela la paternidad
de Dios e intensifica la hermandad entre los hombres"
La hermandad debe dejar de ser un concepto, una palabra y traducirla en obras
concretas y permanentes porque ella no requiere de tiempo extra, basta con ser amables,
cariñosos, espontáneos con quienes nos rodean. A veces una sonrisa puede ser un
bálsamo para quien está triste y un gracias afectuoso por un servicio recibido, puede ser un
regalo para quien está cansado... porque la vida, la espiritualidad, la evolución no está
hecha de cosas espectaculares, sino de pequeños detalles hechos en forma consciente,
pensando en los otros, más que en nosotros.
"Conocer a nuestros hermanos y aprender a amarlos es una suprema experiencia, porque
al hacerlo descubrimos que ellos son nuestros hermanos porque Dios es nuestro Padre, por
tanto ningún hombre es extraño para quien conoce a Dios" por eso, "cuando los
sentimientos del servicio para con vuestros hermanos surja en vuestra alma, no los
ahoguéis, cuando las emociones del amor por vuestros semejantes desborden vuestro
corazón, expresad estos impulsos de afecto en un ministerio inteligente para con las
necesidades de ellos
181
Una vez que entiendas a tu prójimo, te volverás tolerante y esta tolerancia crecerá en
amistad y madurará en amor.
Pero para entender a nuestro prójimo es preciso el darnos el tiempo y poner nuestra
voluntad en escucharlo, en vez de estar a la defensiva de lo que él pueda decir, por el
hecho que no comulga con nuestras ideas y puntos de vista. Escuchar significa llenarnos de
empatía para ponernos en sus zapatos y tratar de comprender el por qué de la forma de
pensar y de actuar de la otra persona...
Escuchar significa acallar nuestro ego sábelo todo y abrirnos a nuevos planteamientos y
a nuevas verdades, no necesariamente religiosas, sino a la forma de ver la vida en general.
Escuchar es tener el deseo sincero de aprender lo que los otros nos pueden enseñar,
porque los encuentros no son casuales...la Maestra vida nos pone por delante a las
personas que nos pueden ayudar a evolucionar y también a quienes nosotros podemos
ayudar.
El azar no existe, todo responde a las leyes naturales de Correspondencia y de Causa y
Efecto, por citar algunas, porque la verdad es que todas ellas se entrelazan con el único
propósito de mostrarnos el Camino.
"Ningún hombre es extraño para quien conoce a Dios, porque en la experiencia de
encontrar al Padre, descubres que todos los seres humanos son tus hermanos y por lo
mismo, conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos, es
una suprema experiencia de la vida" la cual no sólo nos hace más felices en forma
particular, sino que es una semilla que va creciendo en hermandad y en amor, preparando
el corazón de los hombres para entrar en el Reino, porque "cuando el creyente de este
modo llega a su mejor potencial, vive de manera más generosa para el bien de los demás"
Entonces la tolerancia es una consecuencia lógica que no requiere de mayor esfuerzo
para practicarla, porque el saber escuchar, el empatizar requiere "tener sensibilidad y saber
responder a las necesidades de nuestros semejantes y el hacerlo, genera una felicidad
genuina y duradera y a la vez estas actitudes cordiales salvan el alma de las influencias
destructoras de la ira y la intolerancia"
Aprendamos de Jesús, él no tenía prisa, siempre se daba el tiempo para escuchar a la
gente, hagámonos expertos en escuchar esas palabras que no se dicen, en esas lágrimas
que no salen de los ojos, sino del corazón herido de nuestros hermanos. Muchas veces un
gesto cariñoso abre el camino para que las personas que lo necesitan, confíen en nosotros,
porque la vibración del amor es como la luz del día ilumina a todos por igual. Seamos luz y
esperanza para todos los que nos rodean, que ellos sientan que pueden contar con
nosotros, porque es Jesús quien nos inspira a amarlos.
182
¿Cómo podéis acudir a Dios para pedirle que tenga consideración con vuestros
defectos, si tenéis la costumbre de castigar a vuestros hermanos por ser culpables
de esas mismas debilidades humanas? Os lo digo a todos: Habéis recibido
generosamente las cosas buenas del reino; dad pues generosamente a vuestros
compañeros de la tierra.»
No es la primera vez que Jesús nos recuerda que no veamos la paja en el ojo ajeno
mientras ignoramos la viga en el propio, es que ¡es tan fácil el ver hasta los más mínimos
defectos en los otros e ignorar los nuestros! Para nuestras faltas siempre tenemos a mano
una justificación, en cambio somos jueces severos con los errores ajenos, porque se nos
olvida que con la misma vara que medimos seremos medidos.
Esta conducta inconsecuente solemos practicarla mucho con nuestros hijos, les exigimos
que tengan una conducta que ellos ven que nosotros no observamos, les pedimos que no
mientan pero nosotros lo hacemos, que sean puntuales pero nosotros nos atrasamos al
pasar a buscarlos al colegio, le decimos que es malo engañar, pero ellos ven que tratamos
de evadir los impuestos... (Aun cuando dicen que quien le roba a un ladrón tiene cien años
de perdón jajaja)
Fuera de bromas, la conducta que nosotros observamos es primordial si queremos ser
respetados, el ser consecuentes con lo que hacemos y lo que decimos es una de las
virtudes más necesarias en estos días, sobre todo en cuanto a religión y espiritualidad se
refiere, porque muchas veces nos quedamos en las fórmulas pero olvidamos que la fe sin
obras es algo sin valor porque "El plan de la enseñanza es aprender y luego poner en
práctica lo aprendido"
Jesús en la cita no solamente nos pide que no juzguemos a nuestros hermanos, sino que
también nos pide que nos acostumbremos a dar de lo mucho que hemos recibido y se
refiere no solamente a los bienes materiales que deben ser compartidos con los que tienen
menos, sino también a las enseñanzas recibidas.
El dar lleva siempre implícita la propia recompensa, mientras más damos, más
tendremos...lo mismo ocurre con el conocimiento porque "él tan sólo se posee si se lo
comparte y está protegido por la sabiduría y es socializado por el amor" Recordemos que
Jesús nos necesita para que demos testimonio de la enseñanza del mismo modo que un
día necesito de sus apóstoles. No nos pide que salgamos a predicar sino que demos
testimonio de su evangelio con nuestra propia vida, porque es por nuestros frutos del
espíritu que el mundo sabrá que lo amamos y somos sus discípulos.
Dar no es lo mismo que darse, porque esto último implica nuestro compromiso volitivo
con lo que damos, es entregar no solamente una dádiva, sino también la mejor parte de
nosotros mismos, que es la ternura y el amor.
183
La verdadera religión tiene el propósito de disminuir el esfuerzo de la existencia,
libera la fe y da valor para la vida diaria y el servicio desinteresado.
Cuando nos convencemos que la religión no es un conjunto de prácticas religiosas sino que
"es una forma de vida y una técnica de pensamiento" nuestra vida cotidiana cambia en
forma radical, porque todas las cosas que hacemos por humildes e intrascendentes que a
siempre vista parezcan, para nosotros toman trascendencia, porque sabemos que "nada de
lo que hace un hijo de Dios es ordinario"
"De todo conocimiento humano, el que tiene mayor valor es conocer la vida de Jesús y
como él la vivió" y de sus 33 años de vida terrenal hay que pensar que 30 de ellos, los vivió
como cualquiera de nosotros, y con propiedad podía decir que el que no trabaja no come,
porque él pasó necesidades económicas ... para demostrarnos que el camino hacia el
Padre no es el que está extenso de dificultades, ni es un éxtasis de adoración, sino que es
un lucha constante que requiere de todo nuestro autodominio, porque sin duda que él es "la
medida de la naturaleza moral del hombre y el indicador de su desarrollo espiritual"
Una religión que no se manifiesta en nuestra conducta amigable y empática con
nuestros semejantes, una religión que no es capaz de analizar y sacarle el significado a las
dificultades, no es religión, es simplemente una creencia religiosa que más que despertar
nuestra conciencia, la adormece con prácticas religiosas intrascendentes, pues "la fe
verdadera promueve la vitalidad espiritual y produce los frutos del espíritu y de la rectitud"
Pongamos atención a lo que estamos llamando nuestra religión, imitemos a Jesús que
supo santificar cada uno de los días que vivió en Nazaret siendo un simple carpintero y un
Hijo de Dios, porque es justamente esta amalgama la que tiene verdadero valor de
eternidad, porque el camino espiritual debe necesariamente que comenzar con la materia
de la cual estamos hecho, nuestro origen es animal y es a este animal al que no hay que
matar, sino domesticar y ponerlo al servicio de nuestro espíritu.
Jesús vino a cambiar los “no harás” por el positivismo del hacer muchas más cosas, pero
no por temor al castigo, ni por la moral que los hombres imponen, sino simplemente porque
amamos a nuestro Padre y no se ofende a quien se ama, por eso “cada día que vive un
verdadero creyente, le resulta más fácil hacer lo que es recto”.
184
La crueldad aparente del hado perverso que acumula tribulaciones sobre un mortal
sufriente, puede ser en realidad un fuego templador que está transmutando el hierro
blando de la personalidad inmadura, en el acero duro del verdadero carácter.
Esta cita no es fácil de asimilar, sobre todo cuando se está pasando por una verdadera
tormenta emocional debido a los problemas que nos aquejan, pero es justamente en estos
momentos cuando debemos recordar que no estamos solos, porque en medio de todo
sufrimiento Jesús se aflige con nosotros y nos comprende porque en su vida mortal él pasó
por toda clase de pruebas y sufrimientos, desde las necesidades económicas de su familia,
que lo obligaron a retardar su misión apostólica hasta el olvido, la negación y la traición de
quienes amaba.
Jesús voluntariamente abrazó la cruz de la vida, para enseñarnos que "la sabiduría del
hombre nace de las pruebas y de los errores de la experiencia humana, porque la
conciencia de una vida humana victoriosa en la tierra, nace de la fe de la criatura que se
atreve a desafiar los episodios negativos, con la convicción que en ella vive alguien que la
sostiene"
"Jesús ilustró la profunda seguridad del mortal que siente a Dios en su corazón cuando
dijo: para un creyente que ama Dios, no le importa si todas las cosas terrenales se arruinan,
porque sabe que las cosas temporales son vulnerables, pero a la vez tiene la certeza que
las realidades espirituales son eternas."
"Cuando las mareas de la adversidad, del egoísmo, la crueldad, el odio, la maldad y los
celos golpean el alma del mortal, podéis reposar en la seguridad de que existe un bastión
interior que es el Espíritu residente en quien puedes confiar" 1096 porque está siempre
dispuesto a ayudarnos, pero no siempre en la forma que nosotros quisiéramos liberándonos
de los sufrimientos, pues a nuestro Espíritu "no le interesa hacer fácil la carrera mortal, más
bien le interesa hacer vuestra vida razonablemente difícil y áspera para que las decisiones
están estimuladas y multiplicadas. La presencia divina en nosotros, no significa una vida
fácil, ni la liberación de los sufrimientos, pero su presencia nos confiere una paz profunda
de mente y una extraordinaria tranquilidad de espíritu."
Los masones tienen un símbolo muy lindo en la cruz tapizada de rosas, como
demostración que si nosotros sabemos aprovechar nuestras pruebas ellas pueden florecer
en rosas de eternidad, porque el hecho de que las rosas tengan espinas, no les impide
deleitarnos con su perfume y hermosura.
Cuando la amargura nos visite, no le demos con la puerta en las narices, porque si le
abrimos la puerta ella puede ser el crisol que purifique nuestra alma y nos prepare a crecer
en amor y en sabiduría, con la convicción que el sufrimiento no es un castigo de Dios, sino
la oportunidad de demostrarle nuestro amor y el deseo de hacer su Voluntad.
185
Aunque el Padre llena el universo, vive también en nuestro corazón. La mente del
hombre es humana, mortal, pero el espíritu del hombre es divino, inmortal.
186
El Espíritu no intenta controlar vuestro pensamiento, sino más bien espiritualizarlo
para eternizarlo, te guía pero no te obliga, las decisiones son prerrogativas de tu
personalidad.
Sin duda que la sabiduría divina no tiene límites y escapa a nuestra comprensión humana,
porque nos parece incomprensible que un Dios que nos pide ser perfectos como él lo
es, para que esto pueda llegar a ser posible, nos dona su Espíritu para que habite en la
mente de todo ser humano. Pero esta presencia divina se podría decir que es pasiva,
porque el Espíritu no nos obliga absolutamente a nada, nos envía sutilmente sus
insinuaciones para que sepamos distinguir el bien del mal, pero la decisión final de nuestras
acciones e incluso de nuestros pensamientos tiene que nacer de nuestra propia voluntad,
somos criaturas libres, sólo de nosotros depende que alcancemos o no la sobrevivencia
eterna, porque "el Espíritu respeta vuestra soberanía de la personalidad, y siempre está
sometido a vuestra voluntad"
Si Dios no respetara de esta manera el albedrío con el cual nos dotó y el Espíritu en vez
de guiarnos nos obligara, es probable que fuésemos mucho mejor de lo que somos, pero
seríamos un animalito más amaestrado, que hace lo que su amo le indica, o un robot que
obedece al programa para el cual fue diseñado.
Dios nos quiere criaturas libres, que nos acerquemos a él no por programación
dogmática, ni menos por el temor al castigo, Dios envió a su Hijo para que nos enseñara
que él nos ama como a hijos y que por tanto sólo pide nuestro amor hacia él y hacia
nuestros hermanos.
Deberíamos aprender de este amor paterno que Dios nos brinda, para amar en la
misma forma a nuestros hermanos, sin egoísmos ni exigencias, dejar que ellos nos amen
en la medida de sus posibilidades, aun cuando esa forma no sea precisamente la que
nosotros deseamos.
Dejar hacer, no es nada fácil porque requiere de mucho auto control, para no imponer lo
que nosotros consideramos correcto. Jesús nos decía que “el que sepa gobernarse a sí
mismo, es más grande que el que conquista una ciudad” y es esa clase de autodominio el
que debemos ejercer para respetar en los demás la misma libertad que exigimos para
nosotros.
Este dejar hacer debe estar impregnado de juicio interno, porque el dejar hacer el mal sin
hacer nada por evitarlo, nos puede convertir en cómplices de él. Hay ocasiones en que en
forma volitiva y consciente debemos poner límites y hacer prevalecer nuestro criterio, por
ejemplo con nuestros hijos, ellos necesitan tener el camino ligeramente trazado, no es
posible dejarlos hacer, pues su discernimiento del bien y el mal es aún incipiente.
187
Jesús es la senda nueva y viviente que va del hombre a Dios, desde lo parcial hasta
lo absoluto, de lo terrenal a lo celestial, del tiempo a la eternidad.
Sin duda que "de todo conocimiento humano, el que tiene mayor valor es conocer la vida
de Jesús y como él la vivió." porque al querer ser uno más de nosotros en esta tierra llena
de dificultades, pero también llena de oportunidades y de bellezas, quiso mostrarnos el
verdadero Camino hacia el Padre de los cielos. Ya no más ese Dios selectivo y racista que
se acercaba al ser humano sólo para juzgarlo y castigarlo por su condición inferior y
pecaminosa. Ese hombre que no osaba mirar el Arca de la Alianza por temor a ser
destruido por su osadía.
Jesús vino a decirnos que en esta vida, nada es pecaminoso en sí mismo, porque es el
hombre quien gracias a su libre albedrío no sólo escoge sino que le da valor y moral a sus
decisiones, pues para un hijo de Dios, si él así lo decide, todo puede adquirir el valor de
sobre vivencia eterna, porque "todas las cosas son sagradas en la vida de los que son
conducidos por el espíritu, o sea que están subordinadas a la verdad, ennoblecidas por el
amor, dominadas por la misericordia y controladas por la ecuanimidad y la justicia"
Nuestras verdaderas herramientas para evolucionar no están en el cielo sino en esta
tierra, en el Aquí y Ahora por eso no podemos mirar con desprecio nada de lo que es
material y propio de la personalidad humana, muy por el contrario es a través de lo material
que podemos ascender a lo espiritual, porque no es lo que hacemos lo que tiene valor, sino
las intenciones que nos motivan, porque "la moralidad de cualquier acción, está
determinada por la motivación del individuo. Jesús liberó a la moral de todas las reglas y
ceremonias y la elevó a los niveles nobles del pensamiento espiritual y de una vida
verdaderamente recta"
Jesús siempre se valió de la materia para hacer sus obras prodigiosas, cuando sanó al
ciego "hizo arcilla con su saliva, le ungió los ojos y le mandó que se lavara los ojos en el
estanque de Siloé" Algo similar hizo en las bodas de Canaa, pidió que llenaran las tinajas
de agua y cuando le dio de comer a la multitud preguntó que tenían de comer y de los
pocos panes y peces hizo su milagro. El siempre usó la materia como su aliada, para
demostrarnos que para ser perfectos como lo es nuestro Padre, no es necesario renunciar,
ni menospreciar la materia, ni nuestra condición humana, sino por el contrario debemos
aprender a usarla en nuestra ascensión, porque Jesús no nos quiere ´"místicos pasivos ni
ascetas insulsos" porque "las obras de mojigatería no compran el favor de Dios, las
oraciones públicas no expían la falta de fe viviente en el corazón" Lo único que tiene
verdadero valor son nuestras acciones conscientes y las motivaciones que nos impulsan a
realizarlas.
188
El impulso de la amistad trasciende todas las convicciones del deber, y el servicio
que un amigo hace por un amigo nunca se puede llamar sacrificio.
Esta cita es un lindo reflejo de lo que es la amistad pues sin duda que entre los dones
que Dios nos ha regalado este es uno de los más valiosos, porque lo que dice el refrán de
que "más vale tener amigos que plata" es muy cierto, porque el dinero va y viene, pero la
amistad permanece en las buenas y en las malas.
La amistad es uno de los sentimientos más puros, porque el amor de pareja muchas
veces está teñido por los celos, la posesión, el egoísmo y desgraciadamente muchas veces
también por la rutina y la costumbre. En cambio la amistad se escoge libremente y nadie
nos obliga a mantener el lazo de unión, se es amigo porque así uno lo desea y por lo
mismo, todo lo que hacemos por amistad lo hacemos de corazón y con agrado.
La persona que tiene amistades debe ser muy agradecida por tener este tesoro y lo digo
con conocimiento de causa...pero entre todos nuestros amigos hay uno que merece
especial atención y él es Jesús, quien no dudó en hacerse uno de nosotros para poder
conocernos mejor y así podernos amar y ayudar más y mejor con un amor totalmente
individualizado, porque tanto él como nuestro Padre nos aman en forma personalizada.
"Dios ama a cada criatura como a un hijo y ese amor acompaña a la criatura a lo largo de
todo el tiempo y la eternidad"
"El don del Padre del Paraíso es el compañero inseparable del hombre. Es el Dios
siempre presente y que lo abarca todo. El espíritu del Padre sempiterno se oculta en la
mente de todos los hijos mortales. El hombre sale a buscar un amigo y ese mismo amigo
vive, dentro de su propio corazón. El verdadero Dios no está lejos, es parte de nosotros, su
espíritu habla desde adentro de nosotros”
No más un Dios lejano y ajeno a nuestra vida cotidiana, no más ese Dios inalcanzable
para nuestra pobre naturaleza animal. No más, porque Jesús se hizo carne para ser uno de
nosotros y mostrarnos el camino hacia el Padre y “un padre amante no aterroriza a sus hijos
para conseguir que obedezcan sus exigencias justas”.
La amistad no se impone, se escoge, por eso debemos buscar la amistad con Dios, por
nuestros propios medios, no basta que nos digan que la Verdad esta allí o acá, esa puede
ser una referencia, pero quien debe de encontrarlo es cada uno y cuando lo encontremos
en la rosa del jardín, en la piedra que nos hizo tropezar, en el hermano que nos ofendió...es
porque Dios nos ha encontrado primero
Tener amistad con Dios es pues sentirse parte real y activa de todo el Universo, la frase
"no estamos solos" se hace una realidad y nuestros actos más simples, adquieren una
connotación divina y comprendemos que "Como es arriba es abajo" y que “la verdadera
religión es la devoción del yo, al servicio de los valores significativos y supremos”.
189
En la vida física, los sentidos se percatan de la existencia de las cosas, la mente
descubre la realidad de los significados, pero es la experiencia espiritual quien revela
al individuo los valores de la vida.
190
Vuestra filiación está fundada en la fe, y debéis permanecer impasibles ante el miedo.
Vuestra alegría nace de la confianza en la palabra divina.
La filiación divina es mucho más que llamar a Dios, Padre Nuestro, porque "la filiación es
la relación suprema de la criatura con su Creador" es sentir en forma profunda que "Dios
nos ama a cada uno en forma absolutamente personal e individual" aun cuando este sea el
más grande de todos los misterios, "el hombre no necesita ir más allá de su propia
experiencia interior para que esta presencia de la realidad espiritual le permita encontrar a
Dios e intentar la comunión con él" y sintiéndolo así en su ser, cambiar el temor de ser
juzgado, por la alegría de ser amado.
El sentirnos verdaderamente hijos de Dios, crea en nosotros el deseo de ser perfectos
como él lo es, porque "la comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar.
Los creyentes del Reino, tienen sed de rectitud y hambre de perfección divina" no por
temor al castigo, sino porque nadie desea alejarse de quien uno ama y por lo mismo los
esfuerzos para alcanzar la perfección no son dolorosos, sino plenos de la alegría que
provoca el deseo de superación sincera, por eso "cada día que vive un hijo de Dios,
encuentra más fácil el hacer lo que es recto"
La filiación divina nos compromete en todos los sentidos, no solamente en el religioso,
porque "la filiación en el reino, desde el punto de vista de la civilización en avance, debería
ayudaros a volveros ciudadanos modelos en este mundo, puesto que la hermandad y el
servicio son el pilar del evangelio del Reino. El llamado al amor del reino espiritual, debería
actuar como destructor eficaz del impulso al odio que motiva las guerras."
Las preguntas que deberíamos hacernos son ¿soy un ciudadano modelo? Con mi vida,
con mi actuar cotidiano ¿les estoy entregando algo positivo a mis hermanos? ¿Hago algo
concreto por mejorar el mundo que nos está tocando vivir? ¿Soy un factor que contamina al
planeta, o por el contrario estoy reciclando mi vida, mis pensamientos, mis obras, para que
ellas sean un factor que lo purifique?
Recordemos que decir el Padre Nuestro debería implicar un compromiso nuestro, más
que ser una súplica repetida de memoria que no nos ayuda a perdonar a nuestros
hermanos ni a santificar el nombre del Señor, ni menos ayudamos con este tipo de oración
a que el Reino de Dios se haga visible, porque lo único que conseguimos es auto
engañarnos al pensar que rezando somos espirituales.
191
La vida después de la muerte no es esencialmente distinta de la existencia mortal.
Todo lo bueno que hagamos en esta vida contribuye directamente al enaltecimiento
de la vida futura.
En general el ser humano le tiene terror a la muerte, más que todo por lo desconocido,
sin embargo para un hijo de Dios no debería haber temor alguno, porque al dejar el cuerpo
físico que nos ata a la tierra, estamos realizando el mismo proceso que hace la oruga para
transformarse en mariposa...sólo abandonamos nuestra envoltura, pero nuestra alma
vuelve feliz a la casa de su Padre.
“La muerte es tan sólo el comienzo de una interminable carrera de aventura, una vida
sempiterna y un viaje lleno de descubrimientos.” Es cierto que todo es desconocido y que
sólo lo podremos descubrir después de haber traspasado el umbral de la muerte, pero
cuando viajamos a un país que no conocemos ¿no es la novedad por conocer a su gente y
el paisaje lo que más nos atrae? De la misma forma, deberíamos considerar nuestro viaje
hacia la eternidad, cómo la gran aventura con la cual culmina nuestra vida terrenal y
comienza una nueva aventura.
La muerte es simplemente la otra cara de la vida, el nuevo camino que tenemos que
seguir en nuestra ascensión a los cielos. De ninguna manera es un término, sino por el
contrario es el comienzo de una vida superior y más plena, porque el Camino es
ascendente, nadie vuelve a este mundo a repetir el curso, sino que asciende a los mundos
de estancia, en donde deberá continuar su perfección en el mismo punto en que la dejó
aquí en la tierra.
En los mundos de estancia no se va a tocar el arpa, sino que se sigue trabajando en la
superación espiritual, porque ser perfectos como lo es nuestro Padre, no es una meta que
se pueda alcanzar en una sola existencia. Los mundos de estancia son nueve, así es que
aún nos queda mucho camino por recorrer...pero lo importante es que esa ascensión a los
cielos debemos comenzarla Aquí y Ahora y en verdad esto es lo único que realmente
debiera importarnos para poder llegar algún día a la eternidad.
Llegaremos a "una familia planetaria central llamada Havona y que está muy distante del
universo local de Nebadón. Es de dimensiones enormes y de una masa casi increíble, y
consta de mil millones de esferas de belleza inimaginable y de majestuosa grandeza, pero
la verdadera magnitud de esta vasta creación excede totalmente la comprensión de la
mente humana.”
"Los seres espirituales no habitan en el espacio nebuloso; no moran mundos etéreos;
están domiciliados en esferas reales de naturaleza material, mundos tan reales como
aquellos en los que viven los mortales. Los mundos de Havona son reales y literales,
aunque su sustancia literal difiere de la organización material de los planetas de los siete
súper universos."
192
La paz de Jesús es la alegría y la satisfacción de una persona que conoce a Dios, y
que ha logrado el triunfo de aprender plenamente a hacer la voluntad de Dios
mientras vive la vida mortal en la carne.
La paz de Jesús no era la paz estática, que se supone se adquiere con la meditación o la
adoración, porque sabía que "la adoración es la técnica de buscar en el Único la inspiración
para servir a muchos" Jesús sabía mantener la paz y la calma en medio de los situaciones
más difíciles porque: "La paz de Jesús, no es del tipo pacífico y negativo. Frente a las
pruebas y persecuciones El dijo: Mi paz os dejo con vosotros. No se turbe vuestro corazón,
ni tengáis miedo".
La paz espiritual no existe cuando hay miedo, porque el miedo es carencia de confianza
en el amor de nuestro Padre y en la plena aceptación a su voluntad, porque cuando nuestra
entrega a la voluntad del Padre es total, la paz del alma se hace permanente en nuestro
corazón, porque "cuando se acumulan las nubes, nuestra fe acepta el hecho de la
presencia del Espíritu residente y así podemos contemplar más allá de las nieblas de la
incertidumbre mortal, el brillo claro del sol de la rectitud eterna."
Jesús, se hizo uno de nosotros para enseñarnos a estar en paz, sin importar lo que nos
ocurra, porque nuestra confianza está en creer firmemente en el amor del Padre, quién aun
en las horas más sombrías, nos ama y está junto a nosotros. "Esta paz es la que previene
conflictos desastrosos. La paz personal se integra a la personalidad." por tanto no se está
en paz en algunos momentos determinados, sino que ese ser humano se convierte en una
persona pacífica en todas sus actuaciones, promoviendo la paz social y alejando de su vida
el temor y la ira.
Nadie puede dar lo que no tiene, por eso la paz es un proceso interno que debe
comenzar por estar en paz con nosotros mismos y para estarlo es preciso conocernos y
aceptarnos tal cual somos, querernos como hijos de Dios que merecen respetarse y
hacerse respetar y esto sólo puede suceder cuando en nosotros no hay contradicciones
internas, cuando no hay una dicotomía entre lo que pensamos y lo que hacemos, cuando
somos sinceros con nosotros mismos y con el prójimo.
La paz es sinónimo de armonía, no puedo pretender entregar paz a los demás si soy
intolerante ante mis defectos y los de los demás, porque la paz tiene sus cimientos y se
recrea en la aceptación, en la comprensión, en la empatía, en la acción solidaria no de
palabra sino de obras, en el diálogo que reemplaza a la intransigencia y que acepta las
diferencias, porque "trabajar por la paz, es la cura de las desconfianzas y las sospechas"
193
La cristalización intelectual de los conceptos, invalidan el verdadero conocimiento y
nos impiden llegar a la sabiduría.
194
Las dificultades pueden desafiar la mediocridad y derrotar al temeroso, pero sirven
de estímulo para los verdaderos hijos de Dios
195
Jesús no consideraba este mundo como un «valle de lágrimas.» Más bien lo
consideraba como «el valle donde se forjan las almas», la esfera de nacimiento de los
espíritus eternos e inmortales destinados a ascender al Paraíso.
Jesús quiso hacerse hombre y vivir como lo hacemos nosotros, para enseñarnos que el
Camino hacia el Padre no tiene por qué ser considerado como un valle de lágrimas,
sufrimientos y renuncias, no porque ellas no sean una realidad, sino porque es muy
diferente el sufrir en forma positiva, sacando el significado de los problemas que nos tocan
vivir, a pensar que ellos son una maldición merecida por nuestros pecados, o la
manifestación de la ira de Dios.
Cuando las pruebas y los sufrimientos dejan de ser vistos bajo este prisma, ellos se
convierten en oportunidades para crecer espiritual y moralmente, porque para crecer y
fortalecernos como personas maduras, debemos aprender que "el dolor y el sufrimiento son
esenciales para la salvación progresiva”
El niño, antes de aprender a caminar se cae muchas veces, algunas veces estas caídas
provocan su llanto, pero esto no lo intimida y luego de algunos momentos sigue
intentando, porque su deseo de caminar es mayor que cualquier cosa. Jesús nos dijo que
debíamos ser como niños, pues bien, aprendamos entonces también de ellos a caer sin
perder las ganas de continuar en el Camino... pues de la misma forma que los padres
terrenales saben que el hijo debe aprender en forma paulatina y no lo culpan por sus
caídas, de la misma forma lo hace nuestro Padre de los cielos. El sabe que la mejor manera
de que nos hagamos fuerte ante las problemáticas de la vida es ¡sufriéndolas! porque la
perfección a la cual aspiramos es paulatina y requiere de esfuerzo y constancia.
"Los seres humanos, tienen el deber para consigo mismos, de hacer lo mejor que pueden
con sus vidas en la tierra, pero habiendo hecho ese sincero esfuerzo, deberían aceptar su
destino con alegría y aplicar su ingenio en sacar el mejor provecho de todo lo que les tocó
en suerte, porque muchísimos de los problemas de los hombres se originan en el temor que
albergan en su propio corazón"
Veamos nuestra vida como el mayor y más hermoso desafío que tenemos que superar,
aprendamos a reconocer la voluntad divina y aprovechemos las oportunidades que se nos
brindan para ser cada día un poquito mejor y que de cada prueba nuestro espíritu salga
fortalecido en su experiencia en la filiación divina.
196
No existen caminos reales, atajos ni senderos fáciles al Paraíso.
Es muy bueno tener presente esta cita, porque si el Reino aún no se manifiesta
plenamente en el mundo, es precisamente porque la mayoría de los creyentes se han
quedado en el Camino fácil, ese que se conforma con las oraciones recitadas sin conciencia
alguna, con los rituales y los momentos "exclusivos para Dios" en días y horas
determinados, que luego nada tienen que ver con la realidad de nuestra vida cotidiana,
olvidando que: "la verdadera religión no funciona separada del individuo"
El gran error, es separar lo espiritual de lo material porque ambos deberían
retroalimentarse porque: "mientras os dedicáis a la obtención de las realidades eternas,
debéis también disponer para las necesidades de la vida temporal" porque también es fácil
caer en el misticismo de creer que para dedicarse a lo espiritual se deben abandonar las
tareas diarias, porque esto no es más que huir de las propias responsabilidades.
Para un padre o una madre que llegan cansados después de un día de trabajo, puede
que sea mucho más agradable buscar su tranquilidad en una lectura del LU o de la Biblia, o
en una meditación, que el dedicar ese tiempo a ayudar a sus hijos a hacer sus tareas o
contestar sus inquietudes, pero en este caso ¿cual es la verdadera responsabilidad a los
ojos de Dios? Pienso que lo más importante es cumplir con nuestra misión de padres, aun
cuando más de una vez nos pueda parecer tediosa y cansadora, porque es una misión
irremplazable que todo ser humano debe vivir, en esta tierra o en los mundos de estancia...
Pienso que si esas tareas cotidianas y poco agradables, las cumplimos como si fuesen
para Dios, dejarían de ser agotadoras y le darían a nuestro espíritu más fuerza y
comprensión de la Verdad que cualquier lectura u oración hecha por costumbre o por
escapismo, porque no es lo que hacemos lo que tiene valor de sobrevivencia eterna, sino la
motivación que tengamos al hacer lo que hacemos.
Es cierto que el Camino evolutivo no es nada fácil, pero tampoco es de sufrimiento, muy
por el contrario, es el esfuerzo y el cansancio que siente un atleta o deportista cuando
entrena con alegría en la disciplina que ha escogido. La motivación de llegar a la meta y
cumplir sus sueños es tan grande, que ningún esfuerzo le parece suficiente. Lo mismo
debería ocurrirnos a los hijos de Dios, nuestra motivación a llegar a ser perfectos para estar
cerquita de nuestro Padre, debiera ser tan grande, que ningún esfuerzo ni trabajo debería
asustarnos, porque la alegría de estar de él, es el mejor de los premios.
El Camino no se realiza en un día, ni en un año...la evolución requiere de tiempo, porque
la evolución es progresiva, debemos vivir cada día intensamente y lo más concientemente
que nos sea posible, porque "la religión verdadera ennoblece la rutina común de la vida
diaria"
197
El hombre tiene derecho a gozar de los placeres físicos y a satisfacer los afectos
humanos y se beneficia con las asociaciones humanas y a las instituciones
temporales.
Personalmente esta cita me encanta, porque por mucho tiempo se nos enseñó que todo
lo que oliera a placer y auto gratificación estaba alejado de la espiritualidad, pues ella
significaba sacrificio y abstinencia.
Jesús nos enseñó que la verdadera espiritualidad jamás debe estar separada de las
ocupaciones y diversiones de nuestra vida cotidiana, él asistía a bodas y banquetes, comía
con los ricos, con los publicanos y los fariseos con el mismo espíritu que lo hacía con
sus apóstoles y con los pobres. El sabía como divertirse y como conservar su buen humor y
les advirtió a sus discípulos:"no describáis a vuestro Maestro como un varón de dolores, las
futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad radiante, el entusiasmo de
nuestra buena voluntad y la inspiración de nuestro buen humor. Proclamamos un mensaje
de buenas noticias, contagioso en su poder transformador, Nuestra religión late con nueva
vida y nuevos significados. Los que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su
corazón los impulsa a regocijarse para siempre. Una felicidad en crecimiento constante es
siempre la experiencia de todos los que están seguros de Dios"
Deberíamos empaparnos de estos conceptos y a la vez hacer nuestro examen de
conciencia, porque si en vez de disfrutar de los placeres de la vida, ocupamos nuestro
tiempo en quejarnos, quiere decir que algo no anda bien en nosotros y que estamos bien
lejos de tener la espiritualidad que Jesús nos enseñó que debíamos tener para acercarnos
a nuestro Padre.
"Los seres en avance, disfrutan del descanso y todos los esfuerzos para obtener una
diversión sana y participar en un esparcimiento elevado son legítimos. El sueño reparador,
el descanso, la recreación y todos los pasatiempos que previenen el aburrimiento y la
monotonía son valiosos, al igual que el gusto por la buena comida, puede servir como forma
de auto gratificación."
No separemos pues nuestra espiritualidad de nuestros momentos de diversión y
esparcimiento, pues "aislar parte de la vida y llamarla religión es desintegrar la vida y
distorsionar la religión"
Que sea nuestra alegría contagiosa la que de testimonio de nuestro amor a nuestro
Padre, porque ¿quién que en verdad se sienta su hijo puede estar amargado y disconforme
con lo que la Maestra Vida pretende enseñarle? Ninguna experiencia deja de tener valor
para un hijo de Dios que busca ser perfecto.
198
En la medida que el hombre ascendente se acerca interiormente hacia el Paraíso,
buscando la experiencia con Dios, del mismo modo se acercará hacia afuera y hacia
el espacio, buscando la comprensión energética del cosmos material.
Que bueno es recordar que nada de lo material es ajeno a lo espiritual, porque el ser
humano se ha acostumbrado a hacer una gran diferencia entre lo uno y lo otro, como si lo
material y lo espiritual fuesen irreconciliables, cuando en verdad están íntimamente unidos
en toda mente que en verdad quiera evolucionar, pues lo espiritual por sus propias
características no es posible manifestarse si no es a través de la materia y de nuestra forma
de comportarnos en la vida cotidiana.
"La creencia llega a nivel de fe, cuando motiva la vida y da forma a la manera de vivir. La
aceptación de la enseñanza como verdadera no es fe, es solamente creencia, tampoco lo
es la certidumbre, ni la convicción. Un estado mental llega a los niveles de fe, tan sólo
cuando domina efectivamente la manera de vivir. La fe es un atributo vivo de la experiencia
religiosa personal genuina. Las creencias pueden volverse posesiones del grupo, pero la fe
ha de ser personal"
Tal vez esto explica el por qué el mundo está como lo vemos, las creencias son
muchas...pero los creyentes con una auténtica fe personal que rija sus actos y su amor a
sus hermanos, desgraciadamente son muy pocos, porque al hombre no le apetece el
trabajo duro sobre si mismo y sus costumbres y tendencias erróneas y por eso "trata de
escapar a los rigores de las verdaderas actividades religiosas, mediante un tipo de
autoengaño ingenioso, recurriendo al retiro en el falso refugio de las doctrinas y los dogmas
religiosos" que adormecen su conciencia haciéndole creer que tienen una fe religiosa que
los salvará.
La verdadera religión es algo vivo que necesariamente tiene que manifestarse en obras
tangibles y concretas en la propia vida del creyente, como en el trato con sus semejantes,
porque "la cristalización de los conceptos religiosos es el equivalentes de la muerte
espiritual. No se puede concebir la religión sin ideas, pero cuando la religión se reduce tan
sólo a una idea, ya no es religión, se vuelve solamente en una especie de filosofía humana"
Debemos estar atentos para que nuestra religión no se convierta en algo convencional
que practicamos a ciertas horas y en días determinados, sino que ella sea algo siempre
presente en medio del mundo material en el cual nos toca vivir y en donde debemos
alcanzar nuestra salvación, no con rezos monótonos y sin sentido, sino con la eficacia de
nuestros actos concretos, porque "no es tanto lo que aprendes, sino la experiencia de vivir
esta vida lo que la hace importante"
199
No vaciles ni interrogues tu estado y situación porque en las horas sombrías, en cada
encrucijada de la lucha por progresar, el Espíritu de la Verdad siempre hablará,
diciendo: «Éste es el camino».
Los problemas y las dificultades toman otro sentido, cuando en vez de preguntarnos ¿por
qué a mí? sentimos que en medio de la noche emocional o espiritual que podamos estar
pasando, no estamos solos porque el Espíritu de la Verdad está junto a nosotros
diciéndonos, por ahora "este es el Camino" que debes recorrer para poder crecer, porque
detrás de todos esos nubarrones está la Luz del amor y de la sabiduría que volverá a
alumbrar tu vida con mayor fuerza que antes.
Esta posición de entrega a la voluntad de Dios es la que le da serenidad al alma, aún en
los momentos más cruciales, porque tenemos la certeza que nuestro Padre nos ama y que
ninguna prueba ni sufrimiento es un castigo divino, sino una oportunidad para que nos
superemos.
El Camino evolutivo es cuesta arriba, no es fácil pero a la vez está lleno de logros que
nos llenan de una paz profunda que rebasa lo conocido, por eso "cuando las nubes se
acumulan, vuestra fe debe aceptar el hecho de la presencia del Espíritu residente y así
poder contemplar más allá de las nieblas de la incertidumbre mortal, el brillo claro de la
rectitud eterna"
Entonces "la espiritualidad se vuelve de inmediato el indicador de la propia cercanía con
Dios y la medida de nuestra propia utilidad para con los semejantes." Esto no quiere decir
que los problemas desaparezcan como por encanto, sino que nuestra visión de ellos es
diferente, aprendemos a erradicar el miedo y a tomar distancia para poder verlos con mayor
objetividad.
El dolor de una pérdida puede arrancar lágrimas de nuestros ojos porque nuestro
corazón es humano y Jesús dignificó las lágrimas serenas cuando las derramó por su
amigo Lázaro, enseñándonos que la sensibilidad y la ternura no es algo que debamos
reprimir ni tampoco tenemos por qué avergonzarnos.
“Jesús comprendía a los hombres, por lo tanto podía manifestar su compasión genuina y
mostrar comprensión sincera” por eso “cuando surjan en vuestra alma los sentimientos del
servicio para con tu prójimo, no los ahoguéis, cuando las emociones de amor por tus
semejantes desborden vuestro corazón, expresa estos impulsos de afecto” porque tener
sensibilidad y saber responder a las necesidades de los hombres, genera una felicidad
genuina y verdadera”
200
La vida terrenal de Jesús estuvo consagrada a una sola gran finalidad: hacer la
voluntad del Padre, vivir la vida humana religiosamente y por la fe.
Los seres humanos nos empeñamos en considerar que una es nuestra vida material y
otra diferente nuestra vida espiritual y es justamente por esta dualidad de nuestra mente,
que el mundo está como lo vemos. Un día a la semana los templos están repletos de
creyentes, leemos con cierta frecuencia libros llamados sagrados, pero no se titubea al
enviar correos pornográficos que degradan a la mujer...o seguir avivando el rencor hacia
alguien...incluyendo hijos...
Mientras esto siga ocurriendo, será muy difícil que el mundo pueda cambiar, porque lo
que llamamos religión no es más que una farsa que adormece, en vez de despertar nuestra
conciencia como debiera ser, porque la verdadera religión que nos vino a enseñar Jesús es
la que santifica la vida corriente, el conjunto de nuestras acciones diarias y no la que se
practica por costumbre y como un rito más para acallar nuestro espíritu sediento de agua
viva.
La religión de Jesús se funda en el amor que nos inspira el hacer la voluntad de nuestro
Padre, no por un decreto sino porque es la manera en que nos sentimos unidos a ese
Padre que no nos ama de vez en cuando, ni que tampoco está en un lugar lejano, sino que
está siempre presente en nuestro propio corazón.
"El evangelio del reino que os enseño es que todos los hombres son hijos de Dios y esta
buena nueva sobre el amor del Padre celestial por sus criaturas en la tierra, debe ser
difundida por todo el mundo. El momento ha llegado en que ya no adoraréis a Dios en
Jerusalén, sino donde estéis y como estéis en espíritu y en verdad, porque es vuestra fe la
que salva vuestra alma. No os engañéis porque aún cuando la salvación es un don gratuito
de Dios y es otorgada a los que la aceptan por la fe, lo que sigue es la experiencia de rendir
los frutos de esta vida espiritual, tal como se la vive en la carne. La aceptación de la
doctrina de la paternidad de Dios implica que también aceptéis libremente la verdad
asociada a la hermandad del hombre"
El mensaje es muy claro, hacemos la voluntad de Dios cuando amamos a nuestros
hermanos en forma real, respetándolos, perdonándolos y sobre todo dándoles el ejemplo
edificador de nuestra conducta, en vez de ser una piedra en su camino debido a nuestra
falta de comprensión y amor.
201
El barco de la sociedad ha zarpado de las bahías protegidas de la tradición
establecida, navegando en los mares del destino evolucionario y el alma del hombre
como nunca antes en la historia del mundo necesita estudiar cuidadosamente sus
mapas de moralidad y observar con gran cuidado la brújula de la guía religiosa.
En unas cuantas décadas el mundo ha cambiado con una rapidez más vertiginosa que
en toda su historia. los cambios esencialmente de las nuevas tecnologías y la facilidad de
las comunicaciones, ha destruido miles y miles de barreras que alejaban al ser humano
de sus propios congéneres. Hoy lo queramos o no, es imposible nos sentirnos más
hermanos y con intereses de todo tipo, cada vez más comunes.
Europa con dificultades y deficiencias ha logrado mantener un Gobierno Unitario y una
moneda común, ojalá América Latina algún día también realice algo similar, pero lo que es
cierto es que ante todos estos cambios radicales y cambios de paradigmas, la
religión enmarcada en la tradición, los dogmas y los rituales debe cambiar y convertirse en
lo que realmente predicó Jesús, que nos entregó la religión del espíritu, la cual es "una
forma de vida y una técnica de pensamiento"
Los "no harás" usados por siglos por las religiones no han dado el resultado esperado,
ahora se necesita que los creyentes no actúen por coerción ni por temor al castigo, sino
que actúen por convicción y por amor a ese Dios que está en el cielo, pero también en la
mente y en el alma de cada uno de nosotros y que esa presencia debe manifestarse en
nuestros actos comunes, en el trabajo, en el hogar, en donde quiera que estemos.
Nuestra brújula religiosa deben ser nuestros actos y la alegría y el optimismo que
pongamos en nuestra vida cotidiana, porque el mundo actual no quiere más quejas, el
mensaje de Jesús, su Buena Nueva es "una manera significativa de vivir en forma dinámica
y frente a frente con las realidades comunes de la vida diaria" porque la religión debe actuar
como la sal cósmica que le de el verdadero sentido a esta nueva sociedad, pero si en vez
de esto la sal pierde su sabor ¿quién va a poder hacer algo por nuestra Urantia?
No estemos a la espera que del mundo exterior vengan los galácticos a salvarnos, porque
la salvación es personal y porque ella es algo vivo que hay que ganar cada día, con cada
actuación nuestra, porque todo lo que queramos para nosotros mismos y para nuestro
planeta, no está lejos ni afuera, sino dentro de nosotros, porque es en nuestro interior que
habita el espíritu divino capaz de guiarnos a la verdadera paz y alegría para la cual fuimos
creados. El mundo sólo puede cambiar cuando yo, tú y todos cambiemos las quejas por la
acción optimista y sana.
202
Jesús, cuando confortaba a las mentes hambrientas y ayudaba a las almas, los que
recibían su misericordia no tenían el sentimiento de estar confesándose, sino más
bien de estar conversando con él. Tenían una confianza ilimitada porque veían que él
tenía también mucha fe en ellos.
Esta cita es digna de leerse despacito porque nos demuestra el tino y la sutileza con que
Jesús se acercaba a la gente, no apabullaba a nadie con su sabiduría, tampoco condenaba
a nadie, si siquiera a la mujer adúltera o a la Magdalena. "Ni siquiera denunció con
vehemencia a los fariseos, como lo hizo Juan" porque comprendía que "en verdad los
hombres son malos por naturaleza, pero no necesariamente son pecadores" porque él
"condena el pecado pero no a quien lo comete" porque "no hay pecado auténtico a menos
que haya deslealtad consciente y continua hacia la Deidad"
Jesús era "un maestro positivo de la virtud, evitaba cuidadosamente el método negativo
de impartir instrucción, se negaba a publicar el mal. No era ni siquiera un reformador moral,
pues bien sabía y así enseñó a sus discípulos que los impulsos sensuales de la humanidad,
no se reprimen mediante el reproche religioso, ni las prohibiciones legales"
"La gente no sentía estar confesándose con él sino conversando" eso mismo es lo que
debemos sentir nosotros cada vez que nos acercamos a Jesús, conversar es tan diferente a
sentir el remordimiento de la culpa o el ansia de la súplica... Cuando conversamos con un
amigo no buscamos las estridencias ni las cosas rebuscadas, simplemente decimos lo que
sentimos con sencillez, es así como debe ser nuestro trato con Jesús y con nuestro Padre.
"Cuando estudiéis la vida del Maestro, buscad no tanto lo que él enseñó sino como lo
hizo. El no oraba porque fuera un deber religioso, sino que la oración era una expresión
sincera de gratitud, una prevención de los conflictos y las tensiones emocionales, un
enriquecimiento de los pensamientos, la proclamación de un descubrimiento, una
afirmación de confianza, una técnica para aprender de las dificultades el ajuste entre el
alma y las tendencias humanas. El secreto de la religión de Jesús fue la conciencia de la
presencia de Dios y la alcanzó no por medio de augurios, voces, visiones, apariciones o
prácticas religiosas extraordinarias"
¡Tenemos tanto que aprender de Jesús! la gente confiaba en él porque sentían su amor
y su comprensión, el hacía realidad "el que quiera tener amigos debe mostrarse
amistoso...Tal vez ser amistosos con todo lo que la amistad conlleva, es lo que más nos
falta, no sólo en nuestro trato con nuestros hermanos, sino también en nuestro trato íntimo
con Jesús y con nuestro Padre. Dejar las apariencias y los estereotipos y hablar solamente
con el corazón
203
Es más noble dar que recibir y dijo Jesús: El que sea más grande entre vosotros, que
sea el servidor de todos.
Si aprendiéramos a dar sin esperar la recompensa no sólo nuestra actitud sería más
noble sino que nosotros seríamos mucho más felices, porque el dar lleva en sí su propia
plenitud. Pero desgraciadamente no siempre nuestro dar es así de desinteresado, en forma
casi inconsciente siempre estamos esperando que la otra persona reconozca lo que le
estamos dando y nos agradezca como creemos que corresponde y ese deseo de
recompensa empaña nuestro dar, deja de tener la pureza que Jesús nos pide y que él con
su vida nos enseñó.
Si al dar sintiéramos que estamos cumpliendo con nuestra obligación de servir y amar a
nuestros hermanos, no estaríamos a la espera de ningún reconocimiento, por el contrario
nos sentiríamos agradecidos que se nos de la oportunidad de cumplir con la regla de oro.
Jesús nos dijo:"libremente habéis recibido, por tanto libremente también debéis dar la
verdad del cielo y esta verdad se multiplicará al ser dada y se mostrará en una luz creciente
de gracia salvadora, en la medida que sepáis darla"
Hay una gran diferencia entre Dar y Darse, el primero puede ser un acto mecánico que
obedece a una programación de nuestra personalidad y eso lo hacemos con frecuencia,
pero Darse significa involucrarnos en lo que hacemos, poner nuestra mente y nuestros
sentimientos, es actuar con generosidad, un concepto poco usual en nuestra sociedad
mercantilista que hace que muchas veces cuando recibimos algo inesperado, de inmediato
pensamos que es lo que esa persona pretenderá pedirnos. No sólo no sabemos dar, sino
que tampoco sabemos recibir.
La generosidad es un término casi desconocido que va mucho más allá de la simple
ayuda o limosna, es dar con el corazón, es dejar nuestro egocentrismo y pensar en el bien
ajeno, incluso a costa de algún esfuerzo de nuestra parte y trasciende lo material, porque es
dar con delicadeza para no ofender a quien recibe, es entregar ternura, es dejar aflorar
nuestra sensibilidad para escuchar al anciano que nos repite historias contadas ya cien
veces como si nunca las hubiésemos escuchado, es dedicar tiempo a los niños para
responder sus por qué antes que tengan que ir a Internet a preguntar...es sonreír cuando no
tenemos ganas de hacerlo pero alguien necesita de consuelo o amistad...es saber callar
para no herir con una crítica ácida...
Dicen que hay que dar hasta que duela...pero no es el dolor del sacrificio, sino de esa
entrega que va más allá de lo que estrictamente se nos pide... dar, darse, es extralimitarse
en el amor... como lo hizo nuestro Maestro que "dispensaba salud y esparcía felicidad en
una forma natural y llena de generosidad mientras pasaba por la vida, es literalmente
verdad que El caminaba haciendo el bien al pasar" como deberíamos aprender también a
hacerlo nosotros.
204
Hay un intervalo de tiempo entre el establecimiento del reino en el alma del hombre y
la hora en que la semilla de la enseñanza madure hasta llegar a su plena fructificación
de la justicia perdurable y la salvación eterna.
Muchas veces el ser humano pierde el norte de su búsqueda espiritual, porque espera
resultados inmediatos, se desanima porque después de un tiempo de haberse empeñado
en leer libros, hacer unos cuantos ejercicios y otras tantas oraciones, siente que su vida no
ha cambiado mayormente y que sigue cometiendo los mismos errores y no logra sentir la
presencia divina en su ser. Esta sensación de inutilidad de la espiritualidad, es la que San
Juan de la Cruz llamaba noche oscura.
Cualquier semilla necesita de la oscuridad de estar bajo la tierra y de tiempo para poder
germinar y comenzar a transformarse en fruto. Lo mismo ocurre con la Verdad, ella no llega
al alma humana con estrépito porque "los grandes circuitos de energía mente y espíritu, no
son nunca posesiones permanentes de la personalidad" pues "la perfección siempre será
más una meta que un logro" y porque ella no está en nuestros genes mortales, es que su
búsqueda debe ser permanente y llena de paciencia y aceptación de nosotros mismos.
Ni los dioses ni menos nosotros, podemos "transformar a una criatura de naturaleza
animal grosera, en un espíritu perfeccionado por un acto misterioso de magia creadora"
esas conversiones místicas y milagrosas si no van acompañadas de un trabajo serio en
nosotros mismos por buscar la perfección, sólo son volares de luces que luego de unos
momentos o días de exaltación religiosa se van diluyendo como todas las fantasías.
A la verdad, a la perfección hay que dedicarle tiempo y esfuerzo para que el Espíritu nos
vaya guiando, porque cuando logremos dejarnos conducir volitivamente por él,
comenzaremos "a rendir abundantes frutos del espíritu en nuestra vida diaria" en la medida
que seamos capaces de irradiar “amor, alegría, paz, resignación, dulzura, bondad, fe,
humildad y equilibrio” y de esta forma estaremos confirmando que la semilla del reino de
Dios está germinando en nuestro corazón y entonces estaremos capacitados para
sembrarla en el terreno fértil del corazón de nuestros hermanos, dándoles también a ellos el
tiempo necesario para que la semilla fructifique.
Como podemos ver, los frutos del espíritu están al alcance de cualquier ser humano, para
hacerlos fructificar sólo se necesita el abono del amor, porque no se nos pide
conocimientos intelectuales, ni erudición, porque es nuestro espíritu quien guía nuestras
acciones y nos conduce a la verdadera amistad con nuestro Papá del cielo.
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