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AGORA —Papeles de Filosofta—~ (1995), i411: 165-174 ISSN 0211-6642 RICHARD RORTY Y EL ESPEJO DE LA FILOSOFIA Joaquin Rodriguez-Toubes Muniz Abstract Richard Rorty's Philosophy and the Mirror of Nature could be viewed as ‘a mirror itself reflecting Philosophy and thereby exposing also its own phi- losophieal approach. Rorty’s attack on analytical epistemology appears to be itself an exercise in epistemology within the same analytical paradigm. A dilemma is involved here. On one hand, if Rorty’s thesis are a criticism from outside the analytical paradigm, they will be ignored by the latter as irre- evant and unintelligible. On the ether hand, if they are actually another brick in analytical philosophy, many of those thesis will be somehow self: defeating. Rorty’s perception of Philosophy as edification faces a double paradox. First, it proposes itself as the proper philosophical approach, but, does not accopt any standard of accuracy. Second, it dismisses the epistemo- logical conventions as invalid, but uses the only language that can be un- derstood by participants in those cenventions: the language of epistemology. Richard Rorty emplea Ia expresién sespejo de la naturaleza- en su libro Philosophy and the Mirror of Nature (Princeton, 1979)' para aludir a una concepeién de la mente propia de un modo, a st juicio inadecuado, de en- tender la filosofia, He parafraseado ese uso en el titulo de este comentario porque Ia reticencia que me inspiran las tesis de Rorty se refuerza intuiti- vamente con el t6pico del espejo: imagino enfrentados dicho espejo de a naturaleza y aquél en el que Rorty nos muestra, criticamente, un reflejo de Ja filosofia analitiea. Esta Sigura sugiere una multiplicacién infinita de ima- genes, y también de espejos (pues cabria afiadir el sostenido por los comen- tadores de Rorty, y asi sucesivamente); y leva a pensar en paradojas y acaso cn sinsontidos. Ahora bien, advirtemos que aunque Rorty anima al pensa- miento metaférico, su propia eritiea es notablemente sistematica y precavida 2 Hay trad cast. de J Ferndnes Zac: La Flos oles dela Noturater, Madi, Catedra, 1985, estan que mango: a ela covrespmnden los nameroe de pagina. Original de relereacia: Philosophy ant the hirer of Noire, Oxor, Basil Blackwell, 190 reimpr de 1983), 165, Aceptacén: VII1995. Joaquin Rodrigues Toubes Richard Rorty ye espeio (lo cual a su ver refuerza el caricter especular y paradéjieo de su ataque a la filosofia sistemstica y espocular). Y asi, al final del libro citado, Rorty nos recomienda «eliminar completamente de la conversacién las metiforas vi- ssuales, y en especial las del espejor (p. 335). ¥ a continuacién, como si quisiera disuadirnos del uso de esta metéfora procisamente contra él, observa que oponer a los filésofos que combaten la idea de tener una opinién el que tengan a su vez una opinién (eritiea) demuestra mal gusto y falta de tacto, ‘mis que ignorancia. Si es asi, tal vez el titulo de estas Iineas sea de mal gusto, pero expresa parte de lo que quiero decir’ 1. El programa de Rorty Rorty declara querer continuar el trabajo de Wittgenstein, Heidegger y Dewey, cuyo logro fundamental habria sido emanciparse de la concepeién kantiana de la filosofia on cuanto disciplina bésiea, constructiva y sistemé- tica, de forma que sus dltimos escrito, terapéuticos y edificantes, nos ense- fian «a ponernos en guardia frente a las mismas tentaciones en las que ellos habian caidos (p. 15). La intencién de Rorty es aplicar esa ensefianza a un ‘campo especialmente hostil: la filosofia analitica; y para él la filosofia ana- Iitiea es una nueva variante de la filosofia kantiana, Kant es, en ultimo 2 Rte trabajos debe in uriasidad said tne Ja letra de um article sabre un toma en prncpioajena al carter eninentemeate (anth) epatemoligice de La Flos y el Espejo ide la Naturalsa: A Belli, “adie! Politis and Nenfoondatonal Morality Tatrnational Phulosphicel Quarterly, vol XXDUI, nim 115, 1089, pp 39-51-Se trata de la deerpetin de oe rial Lege! Studies (CLS), una corrientenoreametieana de Hlsofl jursieneuyo presupuesto epistemic Bisco es aegar que exist un procedimientoracional objetivo para conocer Ine Fespuesiasorrctas sobro cutstiones pretices, dado quo no has tale reepurstas eorectas Presisentay al debate soil gla devin poten. El ariel afirma que algunoe enoques Fecientes sobre In moral se resentan como sco-funaionalistam sin serio en el sentido radial ‘que dewanda el CLS (as los propeeton por A MacIntyre, J Habermas iaclaao MM. Unger padee del CLS). Finalmente expone ia vision -neonitescheana- del CLS,yconaluye que i ay gn filisofo peofesanal eontemporinea que pueda verse como el canipein del CLS, éte es Richard Ror: Las Hamadas de Rorty al dogo sia conclusions astray ‘nla prolongada conversacin dels husiasos a In edifsasign mejor que alo ui objtrae, ‘8a no exclusion do voos en nombre de alginsstema do valores sustastive que denunda come i humane Jo que x diornte sos toda llega las anpracones neo. nesachesnas. LA ‘Mimistn do Rorty de quo las prctienseosales san radealinonte contingents su recopod™ ‘nicno de ue la historia el coateto siempre enn configuranda Toque moos eal proceso ‘de llegar a sera son certamentereciidaseslureamnete por el CLS. op elt, pp. SUED), Sin ‘entrar comentar el artes eitada —que no hace mas refrensas a Rory ave In regi Pemos sin embargo nolar que una preferenca tan seaulada por un enfoque flosten 2¢ ‘ompadece mal con Ta radiilidad -no-fundacioalistae que presniza, Como pos enseia la noida even al eaceptiimo, para que el stague Goose al eagniociviamo tenga etidad ‘dbo eetar al fin y al cabo bastdo en algdn conoimieato de que los enfogues que Tecusa son tvinso, pov eile conocmionio debe ser sa vex blanco del ataque anticagsnsiliista, Ba Sera moda, este ese] mismo problema al que se eafrenta Rory. parte dela tarea que éste Sram es procumentedesmontar lor prenpuestorfundamtadores Que rspaldan sl Angi tents conten al expan, 166 AGORA 1995), Vuk. 4, n° 1165-174 Joaquin Rodrigues Toubes Richard Rorty ye xpeto ‘término, el enemigo. Fue él —dieo Rorty— quien recogiendo y reformulando ‘de modo duradero las ideas creadas en el siglo XVI, especialmente por Locke y Descartes, sobre la existencia de una entidad no corporal en la que ocurren, ‘procesos (raciocinio, sensaciones...), situé la mente y sus procesos en el centra de la filosofia. Bsta pasé asf a ser sustancialmente una teorta del eonocimien- to, y por tanto la disciplina basiea por excelencia, ya que estudiaba pre mente el fandamento de las pretensiones de conocimiento, Y esta tradicién Kantiana continué presidiendo el grueso de la filosofia profesional hasta nuestros dias, en que ha sido acogida por In poderosa corriente analitica, sin que las protestas de Nietzsche, James, Heidegger, Dewey 0 Wittgenstein hayan conseguido alterar aquella provalencia. Seguin Rorty, Ia imagen de la ‘epistemologia-y-metafisica’ como ‘eentro de Ia filosofi’ (y de la ‘metatisica’ como algo que surge de la epistemologia y no al revés), que establecioron los nneo-kantianos, es la que reflejan los programas de filosofia de la actualidad (p. 129); pero es una imagen optativa, basada en una idea optativa: «cansi- derar el conocimiento como una agrupacisn de representacioness (p. 131). La filosofia analitien —senala Rerty— conserva la pretensién ilusoria de construir un marco de referencia permanente y neutral para la investigacién, ¥ por tanto para toda Ia cultura. Sin embargo —contintia— Quine y Sellars hos muestran que la verdad no es la representacidn exacta de la realidad, sino mas bien lo que nos es mis eonveniente creer y que por ello premiamos ‘con un términe leno de connotaciones positivas como verdad. La perspectiva holista y pragmatista de estos autares revela que el intent de la flosofia analitica por definir un marco neutral desde el que explicar la racionalidad y la objetividad sélo trata de prolongar el diseurso normal del momento, que ‘es aquel cuyos eritorios permiten llegar a un acuerdo. En definitiva, la filosofia normal pretende ofrecer un enfoque racional y objetivo de Ia reali dad (mediado por el estudio de la mente y de las posibilidades de conocimien- to), pero en el fondo lo que hace es justificar los presupuestas, conveneiones ¢ intuicionos de las comunidades y de sus miembros en cada momento his- torico. Esta supuesta actitud dominante es lo que Rorty quiere combatir: la filosofia debe ayudar a crear —edifiear— convenciones, en lugar de limitarse a dar cuenta de las existentes. La filosofia no debe ver la mente como un cespejo en el que se tienen lugar representaciones de la realidad euya correc: cidn ha de valorar e! fildsofo. El ansia de conocimiento objetivo es una ilusién cengafiosa, y debemos sustituirla por un sentido més abierto de cultura, mas prdximo a los valores estéticos que al supuesto rigor de la epistemologia. Estas tesis programaticas, ciertamente sugerentes, son una importante amada de atencién, pues atacan alzunas eoncepriones basicas de la cultura occidental que a través de la socializacién pasan a formar parte de nuestras intuiciones mas profundas e ineuestionadas. Por ejemplo, ataean el supuesto fundamental de que existe un modo correcto y otro incorreeto de razonar, ¥ que sélo el primero permite alcanzar resultados rigurosns, eientificos, de validez intersubjetiva (no ya de validez abjetiva, In eual parece presuponer ‘un punto de vista suprahumano). A mi entender combatir este supuesto es 167 AGORA (1905), Vat. 24,n° 1: 105-174

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