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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES Y POLITICAS

Materia: SOCIOLOGIA
CATEDRA A
TRABAJO PRÁCTICO

VIH y SIDA en una sociedad mundial del riesgo

Profesora: Dra. Patricia Noemí Ramírez


Alumnos:
Batalla Analía Teresita DNI Nº 16.441.207
Cáceres Susana DNI Nº 14.954.956
Faeif Alfonsina DNI Nº 35.882.782
Jensen Rocío Antonella DNI Nº 39.189.599
Péres Mantuani Mariana DNI Nº 32.589.982
Yudiche Ruben Antonio DNI Nº 14.238.505

EXTENSION AULICA MONTE CASEROS (CTES.)


SETIEMBRE 2018
INTRODUCCION…………………………………………………………………..………………….3

DESARROLLO

CAPITULO 1: Generalidades: Etiología, patogenia, diagnostico, prevención


y tratamiento……………….…………………………………………..…………………………..4

CAPITULO 2: EL SIDA en la Argentina: Antecedentes, estadística y


concepción social……………………………………………..………………………………….8

CAPITULO 3: Avances Jurídicos en cuanto a la detención, prevención,


promoción y tratamiento de la enfermedad. La Ley 23.798. Un antes y un
después …………………………………………………………………….…………………….…11

CAPITULO 4: Sociedad Global: VIH/SIDA Perspectivas


sociológicas………………………………..……….…………………………………………...17

CONCLUSION……………….………………………………………………….……………….19

BIBLIOGRAFIA……….…………………………………………………….……………………20

ANEXOS……………………………………………………………..…………………………….21
INTRODUCCION

El VIH-SIDA es una enfermedad infectocontagiosa, que se ha convertido en muy poco tiempo


en una pandemia y también en un problema de salud pública que ha llegado a la agenda
política en todo el mundo.

Según cifras oficiales de la OMS, se ha cobrado ya más de 35 millones de vidas. En 2016, un


millón de personas fallecieron en el mundo por causas relacionadas con este virus. 1

Desde su aparición en la esfera social (1981) hasta la actualidad, se han sucedido muchos
cambios de variada índole, en cuanto al conocimiento científico adquirido sobre su etiología,
patogenia, forma de transmisión y tratamiento. La sociedad también fue acompañando este
cambio.

La historia de esta enfermedad se comienza a escribir oficialmente el 5 de junio de 1981,


cuando, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en los Estados Unidos de
América (más precisamente en los Ángeles), convocaron a una conferencia de prensa donde
describieron, cinco casos de neumonía causada por la Pneumocystiscarinii. 2 Al mes siguiente,
se constataron varios casos de sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de piel. Lo que llamó la
atención fue la aparición conjunta de ambas enfermedades en varios pacientes. Que tenían la
particular característica de ser hombres homosexuales,(sexualmente activos), muchos de los
cuales también sufrían de otras enfermedades crónicas, que se describieron luego como
enfermedades oportunistas. Los exámenes de sangre mostraron que los pacientes carecían del
número adecuado de linfocitos TCD4, la mayoría de ellos murieron en pocos meses, por la
aparición de unas manchas de color rosáceo en el cuerpo del infectado.

La prensa comenzó a llamar al SIDA, la “peste rosa”, causando una confusión, atribuyéndola a
los homosexuales, aunque pronto se hizo notar que también lo padecían los usuarios de drogas
inyectables y los receptores de transfusiones sanguíneas. En 1982, la nueva enfermedad fue
bautizada oficialmente con el nombre de Acquired Immune Deficiency Syndrome (AIDS) o
Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.

Hasta 1984 se sostuvieron distintas teorías sobre su posible causa. La teoría con más apoyo
planteaba que era una enfermedad básicamente epidemiológica. Otras teorías, sostienen que
surgió a causa del excesivo uso de drogas y de la alta actividad sexual con diferentes parejas.
También se planteó que las prácticas homosexuales, combinado con el uso de inhalantes con
nitrito (llamados poppers), producía supresión del sistema inmunológico; pocos especialistas
tomaron en serio estas teorías.

La teoría más reconocida actualmente, sostiene que el VIH proviene de un virus llamado, virus
de inmunodeficiencia en simios, el cual es idéntico al VIH y causa síntomas similares al SIDA en

1
OMS- hiv/ sida. Datos y cifras http://www.who.int/topics/hiv_aids/es/
2
Jones, Daniel ¿Qué piensan y hacen las personas ante el VIH y el SIDA? : un estudio sobre significados
asociados al VIH y al SIDA en población general en la Argentina / Daniel Jones; Sara Barrón López; Inés
Ibarlucía. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ministerio de Salud de la Nación. Dirección de
Sida y ETS; Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Organización Panamericana de la Salud, 2017. 178 p;
ISBN 978-950-38-0243-4
otros primates. Según un estudio publicado en 2014, el virus ingresó en los seres humanos por
primera vez en los años 20 del siglo XX, en el centro de África. 3

En 1984, dos científicos franceses, Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier del Instituto
Pasteur, aislaron el virus de SIDA y lo purificaron. Robert Gallo, estadounidense, pidió muestras
al laboratorio francés, y adelantándose a los franceses lanzó la noticia de que había
descubierto el virus y que había realizado la primera prueba de detección y los primeros
anticuerpos para combatir a la enfermedad. Después de diversas controversias legales, se
decidió compartir patentes, pero el descubrimiento se le atribuyó a los dos investigadores
originales y solo a ellos dos se les concedió el Premio Nobel conjunto, junto a otro investigador
en el 2008, reconociéndolos como auténticos descubridores del virus. En 1986 el virus fue
denominado VIH (virus de inmunodeficiencia humana). 4

El descubrimiento del virus permitió el desarrollo de un anticuerpo, el cual se comenzó a


utilizar para identificar dentro de los grupos de riesgo a los infectados. También permitió
empezar investigaciones sobre posibles tratamientos y una vacuna.

En esos tiempos las víctimas del SIDA eran aisladas por la comunidad, los amigos e incluso la
familia. Los niños que tenían SIDA no eran aceptados por las escuelas debido a las protestas de
los padres de otros niños; éste fue el caso del joven estadounidense Ryan White, un
adolescente que padecía de hemofilia A, (enfermedad que causa problemas de coagulación en
sangre) y contrajo la enfermedad por medio de una transfusión sanguínea.

Por aquel entonces, las vías de transmisión del virus no estaban claras. Y al tratar de volver a su
colegio, muchos de los padres y profesores se manifestaron en contra. Medió una gran batalla
legal, que le dio repercusión y notoriedad al tema en los medios de comunicación, lo que lo
convirtió en una celebridad y portavoz sobre la investigación del HIV-SIDA y su repercusión en
la educación pública.

Luego de su fallecimiento, 5 años después de lo pronosticado por los médicos (tan solo de 6
meses), antes de terminar la escuela secundaria en 1990. El Congreso de EEUU, (el mismo año)
aprobó el mayor avance legislativo contra el SIDA, el acta White.

Otros mitos en torno a la enfermedad radicaban en el temor de acercarse a los infectados ya


que pensaban que el VIH podía contagiarse por un contacto casual como dar la mano, abrazar,
besar o compartir utensilios con un infectado.

En un principio, la comunidad homosexual fue culpada de la aparición y posterior expansión


del SIDA en Occidente. Incluso algunos grupos religiosos llegaron a decir que era un castigo de
Dios a los homosexuales. Otros señalaban que el estilo de vida depravado de los homosexuales
era responsable de la enfermedad. Aunque en un principio, si bien es cierto que la enfermedad
se expandió más deprisa a través de las comunidades homosexuales, y que la mayoría de los
que padecían la enfermedad en Occidente eran homosexuales, esto se debía, en parte, a que
en esos tiempos no era común el uso del preservativo entre homosexuales, por considerarlo
sólo como método anticonceptivo. Por otro lado, la difusión del mismo en África fue
principalmente por vía heterosexual.

3
Orígenes del VIH/SIDA Revista Clínica de la Escuela de Medicina UCR – HSJD27 febrero 2015pag 60
4
Premio Nobel- descubridores del Sida, artículo periodístico
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/10/06/medicina/1223281004.html
El SIDA pudo expandirse rápidamente al concentrarse la atención sólo en los homosexuales,
esto contribuyó a que la enfermedad se extendiera sin control entre heterosexuales,
particularmente en África, el Caribe y luego en Asia.

Según datos estadísticos de la OMS, A finales de 2016 había aproximadamente 36,7 millones
de personas infectadas por el VIH en el mundo, y en ese año se produjeron 1,8 millones de
nuevas infecciones. El 54% de los adultos y el 43% de los niños infectados están en tratamiento
antirretrovírico de por vida.5

A su vez, de acuerdo con los datos de 2016, en la Región de África había 25,6 millones de
personas infectadas. Esta Región es la más afectada y en ella se registran casi dos tercios de las
nuevas infecciones por el VIH en el mundo.

Aunque no se ha descubierto cura alguna para la infección, en la actualidad el tratamiento con


antirretrovíricos eficaces permite mantener controlado el virus y prevenir la transmisión, para
que tanto las personas infectadas como los que corren riesgo de contagio, puedan llevar una
vida saludable, larga y productiva.

El presente trabajo monográfico tiene como objetivo la descripción del origen, sobre la
etiología, patogenia y desarrollo de la enfermedad y su tratamiento dentro del ordenamiento
jurídico nacional, y cuáles son los avances que posibilito a la medicina desde la sanción de la
Ley 23.798 con sus posteriores modificaciones.

DESARROLLO
5
OMS- hiv/ sida. Datos y cifras http://www.who.int/topics/hiv_aids/es/
Capítulo 1

Generalidades: Etiología, patogenia, diagnóstico, prevención y tratamiento

1. Etiología y Patogenia:

La enfermedad es causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), hablando desde


el punto de vista de las ciencias naturales, pero con palabras simples.

Un virus se puede definir como la unidad mínima de vida, consistente en una hebra de ácido
nucleico, ya sea ADN o ARN, rodeado de una cápsula de proteínas. 6 La relación que se
establece entre un virus y una célula es la misma que hay entre una llave y una cerradura. Así
como la llave solo funciona con la cerradura correspondiente, el virus solo ataca determinados
tipos de célula, aquellas que tienen el que se denomina un receptor específico (la cerradura).

El VIH ataca fundamentalmente a las células T4 del sistema inmunitario, que tienen el famoso
receptor específico CD4. Sin embargo, otras células del cuerpo, por ejemplo las del sistema
nervioso central, los endotelios vasculares y las de la mucosa rectal lo tienen y también son
atacadas. La función inmunitaria se suele medir mediante el recuento de linfocitos T CD4.

El HIV, pertenece al grupo de los retrovirus. Estos son conocidos desde hace varios años, pero
solo habían sido asociados con animales y con patología animal. Los retrovirus, al igual que
todos los virus, no pueden replicarse sin usurpar el aparato biosintético de una célula y
utilizarlo en su propio beneficio. El material genético de un retrovirus es ARN. Además, el
retrovirus porta una enzima, la retrotranscriptasa, o transcriptasa inversa, que puede utilizar el
ARN vírico de molde para fabricar ADN. El ADN vírico puede integrarse por sí mismo en el
genoma de la célula huésped. Después de integrarse en forma de DNA a la célula, puede
transcribirse (usarse como molde) para dar origen a partículas de RNA iguales a las que
inicialmente ingresaron a la célula. Es decir, se sintetiza el RNA viral que luego es encapsulado
por proteínas y recubierto por lo que los científicos llaman una membrana bilipídica. Así,
finalmente se da origen a nuevas partículas virales que repiten el ciclo de infección.

Así se replica y ataca una parte importante del sistema inmunitario y debilita los sistemas de
defensa contra las infecciones y contra determinados tipos de cáncer. A medida que el virus
destruye las células inmunitarias e impide el normal funcionamiento de la inmunidad, la
persona infectada va cayendo gradualmente en una situación de inmunodeficiencia.

Los síntomas de la infección por el VIH difieren según la etapa de que se trate. Aunque el
máximo de infectividad se tiende a alcanzar en los primeros meses, muchos infectados ignoran
que son portadores hasta fases más avanzadas. A veces, en las primeras semanas que siguen al
contagio la persona no manifiesta ningún síntoma, mientras que en otras ocasiones presenta
un cuadro pseudo-gripal con fiebre, cefalea, erupciones o dolor de garganta.

A medida que la infección va debilitando el sistema inmunitario, la persona puede presentar


otros signos y síntomas, como inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre,
diarrea y tos. En ausencia de tratamiento pueden aparecer enfermedades graves como
tuberculosis, meningitis criptocócica, infecciones bacterianas graves o cánceres como linfomas
o sarcoma de Kaposi, entre otros.

6
OMS- hiv/ sida. Datos y cifras http://www.who.int/topics/hiv_aids/es/
La fase más avanzada de la infección por el VIH es el Síndrome de inmunodeficiencia adquirida
(SIDA) que, en función de la persona, puede tardar de 2 a 15 años en manifestarse.

La inmunodeficiencia aumenta el riesgo de contraer numerosas infecciones, cánceres y


enfermedades que las personas con un sistema inmunitario saludable pueden combatir.

1.1 Vía de Transmisión:

El VIH se transmite a través del intercambio de determinados líquidos corporales de la persona


infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales. No es
posible infectarse en los contactos ordinarios cotidianos como los besos, abrazos o apretones
de manos o por el hecho de compartir objetos personales, agua o alimentos.

1.2 Factores de riesgo:

Hay algunos comportamientos que aumentan el riesgo de que una persona contraiga el VIH:

- Tener relaciones sexuales anales o vaginales sin preservativo;

- Padecer otra infección de transmisión sexual como sífilis, herpes, clamidiasis, gonorrea o
vaginosis bacteriana;

- Compartir agujas, jeringuillas, soluciones de droga u otro material infectivo contaminado para
consumir drogas inyectables;

- Recibir inyecciones, transfusiones sanguíneas o trasplantes de tejidos sin garantías de


seguridad o ser objeto de procedimientos médicos que entrañen cortes o perforaciones con
instrumental no esterilizado;

- Pincharse accidentalmente con una aguja, lesión que afecta en particular al personal de salud.

2. Diagnóstico:

Las pruebas serológicas, entre ellas los análisis rápidos y los enzimoinmunoanálisis (EIA),
detectan la presencia o ausencia de anticuerpos contra el VIH-1, el VIH-2 y el antígeno p24 del
virus. Ninguna prueba permite diagnosticar por sí sola la presencia del VIH. Es importante
combinar estas pruebas en un orden específico que haya sido validado basándose en la
prevalencia del virus en la población objeto de examen.

Es importante señalar que las pruebas serológicas permiten detectar los anticuerpos que se
generan como parte de la respuesta inmunitaria para luchar contra patógenos externos, y no el
propio VIH.

En la mayoría de las personas, los anticuerpos contra el VIH aparecen a los 28 días de la fecha
en que se contrajo la infección y, por tanto, no se pueden detectar antes. Este lapso se
denomina periodo de seroconversión y es el momento de mayor infectividad, pero la
transmisión puede producirse en todas las fases de la infección.

La práctica más correcta es realizar una nueva prueba de detección a todas las personas que
hayan dado positivo en una primera prueba diagnóstica antes de atenderlos y tratarlos, con el
fin de descartar que los resultados sean incorrectos o se haya proporcionado una información
equivocada.
Sin embargo, una vez se ha diagnosticado la infección y se ha empezado el tratamiento no se
deben realizar nuevas pruebas diagnósticas.

Encontrar pruebas de detección que faciliten el diagnóstico de los lactantes expuestos a la


transmisión del VIH siempre ha sido difícil. Las pruebas serológicas no bastan para detectar la
infección en los lactantes y los niños menores de 18 meses de edad, por lo que se deben
realizar pruebas virológicas (a las seis semanas de edad o antes, incluso en el momento del
nacimiento) para detectar el virus en los niños de madres infectadas. No obstante, están
apareciendo nuevas técnicas que permiten hacer la prueba en el lugar donde se presta la
asistencia y obtener un resultado en el mismo día, lo cual permite también atender al paciente
e iniciar el tratamiento con mayor rapidez.

Las pruebas de detección han de ser voluntarias, se debe reconocer el derecho de las
personas a declinar someterse a ellas. La realización obligatoria o bajo coacción de estas
pruebas, ya sea por parte de un profesional sanitario, una autoridad, la pareja sexual o un
familiar es inaceptable pues es contraria a la buena práctica de la salud pública y constituye
una violación de los derechos humanos.

Las parejas sexuales de las personas a las que se ha diagnosticado la infección por el VIH y todo
aquel que consuma drogas inyectables con una persona infectada por este virus tienen una
mayor probabilidad de ser VIH-positivos. La OMS recomienda ofrecer asesoramiento a los
infectados para que informen de ello a sus parejas sexuales como forma sencilla y eficaz de
llegar hasta ellas. Muchas de estas parejas no han sido diagnosticadas y desconocen que han
estado expuestas a la transmisión, y seguramente agradecerán que se les preste apoyo y se les
ofrezca la oportunidad de someterse a pruebas de detección.

Todos los servicios de asesoramiento y detección de la infección por el VIH deben regirse por
los cinco principios fundamentales recomendados por la OMS:

- consentimiento informado;
- confidencialidad;
- asesoramiento;
- garantía de que los resultados de la prueba son correctos;
- vinculación con la asistencia, el tratamiento y otros servicios.

3. Prevención:

Una persona puede reducir el riesgo de infección por el VIH limitando su exposición a los
factores de riesgo:

- Uso de preservativos masculinos y femeninos

El uso correcto y sistemático del preservativo masculino o femenino en el curso de la


penetración vaginal o anal puede proteger de la propagación de enfermedades de transmisión
sexual, entre ellas la infección por el VIH. Los datos demuestran que los preservativos
masculinos de látex tienen un efecto protector contra la transmisión del VIH y otras infecciones
de transmisión sexual (ITS) que llega como mínimo a un 85%.

La tuberculosis es la enfermedad que padecen con más frecuencia las personas infectadas por
el VIH y la que causa más defunciones entre ellas. Es letal si no se detecta y se trata, y
constituye la principal causa de muerte en los VIH-positivos (1 de cada 3 defunciones asociadas
al VIH).

3.1 Profilaxis:

Se recomienda la profilaxis anterior a la exposición en todas las personas que corren un riesgo
sustancial de contraer la infección por el VIH como parte de un conjunto de estrategias
preventivas.

Mientras que la profilaxis posterior a la exposición al VIH, consiste en tomar antirretrovíricos en


las 72 horas siguientes a la exposición al VIH, a fin de prevenir la infección. Esta profilaxis
incluye también asesoramiento, primeros auxilios, pruebas de detección del VIH y la
administración de antirretrovíricos durante 28 días, junto con atención complementaria.

3.1.1 Eliminación de la transmisión del VIH de la madre al niño:

La transmisión del VIH de una madre infectada a su hijo durante el embarazo, el parto o la
lactancia se denomina transmisión vertical o materno infantil. Si no se interviene de ninguna
forma durante estos periodos, las tasas de transmisión pueden ser del 15% al 45%.

Es posible prevenir totalmente este tipo de transmisión administrando antirretrovíricos tanto a


la madre como al niño tan pronto como sea posible durante la gestación y el periodo de
lactancia.

4. Tratamiento:

Es posible inhibir el VIH mediante tratamientos en los que se combinan tres o más fármacos
antirretrovíricos. Aunque estos medicamentos no proporcionan la cura a la infección, frena la
replicación del virus en el organismo y permite que el sistema inmunitario recobre fortaleza y
capacidad para combatir las infecciones.

Además, una de cada tres personas infectadas por el VIH solicita asistencia en una etapa
avanzada de la enfermedad, con unos recuentos bajos de CD4 y un riesgo elevado de que la
enfermedad se agrave y resulte mortal. Para reducir este riesgo, la OMS recomienda ofrecer a
estos pacientes un conjunto de servicios que incluya, además de la medicación, pruebas de
detección y medidas de prevención de las infecciones graves más habituales que pueden
resultar mortales, como la tuberculosis y la meningitis criptocócica.

Con una detección temprana y un tratamiento oportuno, el VIH pasó a ser una enfermedad
crónica. ( en carácter de resumen: Véase Anexo 2)

Capítulo 2
El SIDA en la Argentina: Antecedentes, estadística y concepción social

Los primeros casos de VIH en Argentina se conocieron en 1982 y muchos de ellos se


concentraron en el Hospital Juan Fernández (Ciudad de Buenos Aires). En ese momento, el
hospital contaba sólo con dos médicos infectólogos que atendían un par de veces por semana,
los insumos eran insuficientes y los tratamientos tenían un costo superior a mil dólares
mensuales. A esto se sumaba un contexto de estigma y discriminación hacia quienes tenían el
virus y también hacia quienes lo trataban.

Los pacientes se encontraban con una realidad deficitaria, desfavorable y sin respuesta desde
el Estado. Por eso, en 1989 se formó la Fundación Huésped con el objeto de darle un cauce
orgánico a la voluntad de solidaridad de quienes se acercaban al Servicio de Infectología del
Hospital Fernández.7 (Véase Anexo 1)

Casi inmediatamente se incorporó Roberto Jáuregui, la primera persona con VIH en hacer
pública, su condición y una figura destacada en la respuesta a la epidemia, quien trabajó
incansablemente para instalar la temática. Roberto murió en 1994.

En años anteriores, más de la mitad de las personas con VIH desconocía su situación en el país
y más de un tercio de los nuevos diagnósticos se daban en personas con un estado avanzado
de la infección, lo que disminuía la efectividad del tratamiento. Esta situación, si bien ha
mejorado, sigue siendo una asignatura pendiente. La promoción del testeo (especialmente en
las mujeres embarazadas para evitar la transmisión a sus bebés) pasó a ser uno de los
principales objetivos en las acciones de prevención y comunicación.

Hoy la respuesta a la epidemia confronta nuevos desafíos: la condescendencia, el pensar que la


problemática “ya fue”, y el estigma y la discriminación aun persistentes, así como las absurdas
barreras para expandir el testeo y el tratamiento. Pero además queda claro que no podemos
disociar (ni en las formas ni en el fondo) el VIH de temas como la salud sexual y reproductiva y
de otras enfermedades.

En un estudio reciente de investigación, ¿Qué piensan y hacen las personas ante el VIH y el
sida? Un estudio sobre significados asociados al VIH y al sida en población general en la
Argentina. (Dirección de Sida y ETS Ministerio de Salud de la Nación). 8

Advierte que pese a que en los últimos años la Argentina ha mejorado sustancialmente su
respuesta a la epidemia de VIH, en la última década se ha advertido una situación de
estancamiento tanto en la incidencia del VIH (14,8 cada 100 mil habitantes) como en la
transmisión vertical (tasa del 4,8%) y la mortalidad por sida (3,4 por cien mil habitantes).
Además, se ha detectado un estancamiento en la proporción de diagnósticos tardíos (es decir,
en un estadio avanzado de la infección) en 30%, con un 33,3% entre los varones y un 23,8%
entre las mujeres.3

Hoy, en la Argentina viven alrededor de 126 mil personas con el VIH. De ellas, el 30%
desconoce su estatus cero positivo. Cada año se producen 6000 nuevas infecciones, 6500
7
Historia Fundación huésped https://www.huesped.org.ar/
8
Jones, Daniel ¿Qué piensan y hacen las personas ante el VIH y el SIDA? : un estudio sobre significados
asociados al VIH y al SIDA en población general en la Argentina / Daniel Jones; Sara Barrón López; Inés
Ibarlucía. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ministerio de Salud de la Nación. Dirección de
Sida y ETS; Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Organización Panamericana de la Salud, 2017. 178 p;
ISBN 978-950-38-0243-4
nuevos diagnósticos, 1400 muertes por sida y entre 80 y 100 infecciones por transmisión
perinatal, es decir, durante el embarazo, el parto o la lactancia (datos Boletín sobre el VIH-sida
en la Argentina, 2015). (También véase Anexo 3)

También es muy interesante como la sociedad asimiló (según las respuestas del grupo de
estudio personas de ambos sexos entre 18 a 55 años, residente en conglomerados urbanos de
la Argentina, que no tuviera VIH o no conociera su diagnóstico positivo en el estudio), la
problemática del HIV, desde su etiología, patogenia, y tratamiento. He aquí algunas de las
respuestas más significativas, expuestas en modo sintético los más relevantes a nuestro
criterio:

- Los mitos y leyendas (entendidos aquí como relatos colectivizados cuyo origen es
incierto) nos muestran una parte importante de las creencias de una comunidad.
Algunas personas entrevistadas desarrollan una suerte de mitología en torno al origen
del VIH-sida. En un intento por comprender el porqué de una realidad que en sus
inicios fue vivida con profundo desconcierto, algunas identifican un principio para la
epidemia: hacen referencia a África y a un virus que se habría manifestado por primera
vez en los monos; al interés del Vaticano por disminuir la población africana; a la
invención del virus como “arma biológica”, etcétera. Si bien ellos mismos ponen en
duda la veracidad de estas versiones, es innegable que ocuparon y ocupan hasta hoy
un lugar en el imaginario sobre la enfermedad y han alimentado –y arraigado en– la
sensación de que el VIH y el sida eran “cosa de otros”.
- Los primeros casos de sida a comienzos de la década de 1980 (…) en Estados Unidos
son recordados como fuente de la información que emanaba y llegaba –de manera
imprecisa y confusa– hacia el resto del mundo, incluyendo la Argentina.
- Aquella repentina aparición implicó que su imaginario social se nutriera
simultáneamente de los incipientes conocimientos científicos y de la construcción que
hicieron los medios, como una enfermedad asociada, por un lado, a la muerte y, por
otro, a determinados “grupos de riesgo” (Kornblit y cols., 2000). La doble operación
simbólica – “generación del terror” y “ajenización”– a la que refieren Kornblit y Jones
(2001) al analizar el papel de la prensa escrita en la construcción social de la epidemia,
puede rastrearse en el recorrido subjetivo que las personas entrevistadas trazaron en
su vínculo con la enfermedad a lo largo del tiempo.
- Las muertes (mediatizadas) de personas famosas perduran hasta el día de hoy en la
retrospectiva de las personas, como hitos que marcaron los inicios de la historia de la
epidemia. Varias recuerdan el caso de Rock Hudson como la primera muerte por sida
(en 1985). El fallecimiento de Freddie Mercury, en 1991, es otro caso paradigmático,
mencionado prácticamente en todas las entrevistas, incluso por los más jóvenes. A
nivel local, los mayores, aunque también algunos jóvenes, recuerdan a personalidades
del rock y del under, como los músicos Federico Moura y Miguel Abuelo, fallecidos en
1988.
- El hecho de que los primeros casos de muertes por Sida con resonancia mediática
mundial estuvieran vinculados a personas homosexuales y/o del mundo del rock o la
fama, a quienes se les adjudicaban comportamientos de riesgo (como el uso de drogas
inyectables, la “promiscuidad sexual”, etcétera) contribuyó a la imagen estigmatizadora
de la enfermedad en torno a los considerados “grupos de riesgo”. Los entrevistados lo
recuerdan de ese modo, pero en sus testimonios se observa hoy cierta conciencia
crítica de esa construcción del imaginario social de la enfermedad, que paulatinamente
se fue desarmando.
- La sensación de invisibilidad paulatina del VIH y el Sida en la vida social y en la agenda
pública puede comprenderse a la luz del concepto de “normalización”. Según
Rosenbrock (2000), el proceso de normalización supone que un fenómeno (en este
caso, el Sida) que fue previamente considerado extraordinario, pierde ese estatus y se
incorpora al mundo de lo familiar y cotidiano en cuanto a su percepción y la respuesta
social que genera. La atención pública sobre ese fenómeno decae y su carácter
excepcional es neutralizado. Siguiendo a Rosenbrock , distintos factores contribuyeron
a la normalización del VIH y el Sida, algunos no vinculados directamente con la
enfermedad y otros sí. Entre los factores inespecíficos, se encuentra el llamado “ciclo
de atención” (Downs, 1972, citado en Rosenbrock , 2000): a un período de gran
atención pública y social acompañado de fuerte debate – el “bombardeo” al que
referían las personas entrevistadas– le sigue una fase de decaimiento del interés en la
cuestión (“ya no se habla tanto”). Las personas se acostumbran a un fenómeno
inicialmente percibido como excepcional, porque en un momento u otro este
fenómeno comienza a ser tratado cada vez menos como problemática, hasta llegar
progresivamente a ser definido como “normal”.
- En sus relatos retrospectivos tampoco se refieren a los cambios en el marco normativo
de nuestro país. Por ejemplo, nadie distingue como un hito la sanción de la Ley
Nacional de Sida en 1990 (N° 23.798/90, reglamentada en 1991), ni la fecha (ni siquiera
aproximada) en que en Argentina comenzaron a estar disponibles los tratamientos
antirretrovirales. Sin embargo, existe una fuerte percepción de que estos avances
médicos y normativos se fueron produciendo con el tiempo para llegar al presente con
otro panorama en cuanto a las posibilidades de tratar la infección y vivir con el virus.

Capítulo 3

Avance Jurídicos en cuanto a la detección, prevención, promoción y tratamiento de la


enfermedad. La ley 23.798. Un antes y un después.
La Ley Nacional de Sida Nº 23.798 y su Decreto reglamentario N°1244/91 9 declara de interés
Nacional a la lucha contra el SIDA. Fue sancionada el 16 de Agosto de 1990 y promulgada de
Hecho el 14 de septiembre del mismo año. Pasa a transcribirse los artículos de la ley antes
mencionada:

ARTICULO 1º— Declarase de interés nacional a la lucha contra el Síndrome de


Inmunodeficiencia Adquirida, entendiéndose por tal a la detección e investigación de sus
agentes causales, el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, su prevención, asistencia y
rehabilitación, incluyendo la de sus patologías derivadas, como así también las medidas
tendientes a evitar su propagación, en primer lugar la educación de la población.

Se extrae del presente artículo, que todas las provincias y CABA deben tener en sus agendas la
lucha contra el sida, (es de interés nacional) para lo cual deben promover la investigación
científica en el área, para lograr primero su prevención, luego su detección temprana, con el
consiguiente diagnóstico y posterior tratamiento. Incluyendo como pilar en la educación para
la salud, entiéndase esto tanto en los establecimientos educativos (incluido en los planes de
estudio) y por parte de los profesionales de la salud saliendo a la comunidad a realizar talleres
de prevención y promoción de la salud.

Reglamentación: Incorpora la prevención del SIDA como tema en los programas de enseñanza
de los niveles primario, secundario y terciario de educación. En la esfera de su competencia,
actuará el MINISTERIO DE CULTURA Y EDUCACION, y se invitará a las Provincias y a la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires a hacer lo propio.

ARTICULO 2º — Las disposiciones de la presente ley y de las normas complementarias que se


establezcan, se interpretarán teniendo presente que en ningún caso pueda:

a) Afectar la dignidad de la persona;

b) Producir cualquier efecto de marginación, estigmatización, degradación o humillación;

c) Exceder el marco de las excepciones legales taxativas al secreto médico que siempre se
interpretarán en forma restrictiva;

d) Incursionar en el ámbito de privacidad de cualquier habitante de la Nación argentina;

e) Individualizar a las personas a través de fichas, registros o almacenamiento de datos, los


cuales, a tales efectos, deberán llevarse en forma codificada.

Reglamentación: en los incisos a) y b) Para la aplicación de la Ley y de la presente


reglamentación deberán respetarse las disposiciones de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, llamada Pacto de San José de Costa Rica, aprobada por Ley Nº 23.054, y de
la Ley Antidiscriminatoria, Nº 23.592. y el Inciso c) donde Los profesionales médicos, así como
toda persona que por su ocupación tome conocimiento de que una persona se encuentra
infectada por el virus HIV, o se halla enferma de SIDA, tienen prohibido revelar dicha
información y no pueden ser obligados a suministrarla, salvo en las siguientes circunstancias:

1. A la persona infectada o enferma, o a su representante, si se trata de un incapaz;


2. A otro profesional médico, cuando sea necesario para el cuidado o tratamiento de una
persona infectada o enferma;
9
Ley Nacional del Sida http://www.msal.gob.ar/sida/images/stories/2-informacion-general/pdf/2014-
11_ley-nacional-sida.pdf
3. A los entes del SISTEMA NACIONAL DE SANGRE, creado por el artículo 18 de la Ley Nº
22.990, mencionados en los incisos a), b), c), d), e), f), h), e i), del citado artículo, así
como a los organismos comprendidos en el artículo 7º de la Ley Nº 21.541.
4. Al Director de la Institución Hospitalaria o, en su caso, al Director de su servicio de
Hemoterapia, con relación a personas infectadas o enfermas que sean asistidas en
ellos, cuando resulte necesario para dicha asistencia;
5. A los Jueces en virtud de auto judicial dictado por el Juez en causas criminales o en las
que se ventilen asuntos de familia;
6. A los establecimientos mencionados en el artículo 11, inciso b) de la Ley de Adopción,
Nº 19.134. Esta información sólo podrá ser transmitida a los padres sustitutos,
guardadores o futuros adoptantes;
7. Bajo la responsabilidad del médico a quien o quienes deban tener esa información
para evitar un mal mayor.

Y para el Inciso e) Se utilizará un código que combine el sexo (S), las dos (2) primeras letras del
nombre (DLN), las dos (2) primeras letras del apellido (DLA), el día de nacimiento (DN), el mes
de nacimiento (MN) y el año de nacimiento (AN), éste en cuatro (4) dígitos. Los meses y días de
un (1) solo dígito serán antepuestos por el número cero (0). Además se asociará a este código
un número de control irrepetible que establezca la diferencia entre códigos idénticos. (Inciso
sustituido por art. 1º del Decreto Nº 881/2001 B.O. 12/07/2001)

ARTICULO 3º — Las disposiciones de la presente ley serán de aplicación en todo el territorio


de la República. La autoridad de aplicación será el Ministerio de Salud y Acción Social de la
Nación, a través de la Subsecretaría de Salud, la que podrá concurrir a cualquier parte del país
para contribuir al cumplimiento de esta ley. Su ejecución en cada jurisdicción estará a cargo de
las respectivas autoridades sanitarias a cuyos fines podrán dictar las normas complementarias
que consideren necesarias para el mejor cumplimiento de la misma y su reglamentación.

Reglamentación: El MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIAL procurará la colaboración de las


autoridades sanitarias de las provincias, como asimismo que las disposiciones
complementarias que dicten tengan concordancia y uniformidad de criterios. Se consideran
autoridades sanitarias de aplicación del presente al MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIAL
por medio de la SUBSECRETARIA DE SALUD, y a las autoridades de mayor jerarquía en esa área
en la Provincias y en la MUNICIPALIDAD DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES.

ARTICULO 4º — A los efectos de esta ley, las autoridades sanitarias deberán:

a) Desarrollar programas destinados al cumplimiento de las acciones descriptas en el art. 1º,


gestionando los recursos para su financiación y ejecución;

b) Promover la capacitación de recursos humanos y propender al desarrollo de actividades de


investigación, coordinando sus actividades con otros organismos públicos y privados,
nacionales, provinciales o municipales e internacionales;

c) Aplicar métodos que aseguren la efectividad de los requisitos de máxima calidad y


seguridad;

d) Cumplir con el sistema de información que se establezca;

e) Promover la concertación de acuerdos internacionales para la formulación y desarrollo de


programas comunes relacionados con los fines de esta ley;
f) El Poder Ejecutivo arbitrará medidas para llevar a conocimiento de la población las
características del SIDA, las posibles causas o medios de transmisión y contagio, las medidas
aconsejables de prevención y los tratamientos adecuados para su curación, en forma tal que se
evite la difusión inescrupulosa de noticias interesadas.

Reglamentación: Inciso f) A los fines de este inciso, créase el GRUPO ASESOR CIENTIFICO
TECNICO, que colaborará con la COMISION NACIONAL DE LUCHA CONTRA EL SIDA en el marco
del artículo 8º del Decreto 385 del 22 de marzo de 1989. Su composición y su mecanismo de
actuación serán establecidos por el MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIAL.

ARTICULO 5º — El Poder Ejecutivo establecerá dentro de los 60 días de promulgada esta ley,
las medidas a observar en relación a la población de instituciones cerradas o semicerradas,
dictando las normas de bioseguridad destinadas a la detección de infectados, prevención de la
propagación del virus, el control y tratamiento de los enfermos y la vigilancia y protección del
personal actuante.

Reglamentación: Las autoridades de cada una de las instituciones mencionadas en el artículo


5º de la Ley Nº 23.798 proveerán lo necesario para dar cumplimiento a las disposiciones de
dicha Ley y, en especial lo preceptuado en sus artículos 1º, 6º y 8º.

Informarán asimismo, expresamente a los integrantes de la población de esas instituciones de


lo dispuesto por los artículos 202 y 203 del Código Penal.

ARTICULO 6º — Los profesionales que asistan a personas integrantes de grupos en riesgo de


contraer el síndrome de inmunodeficiencia están obligados a prescribir las pruebas
diagnósticas adecuadas para la detección directa o indirecta de la infección.

Reglamentación: El profesional médico tratante determinará las medidas de diagnóstico que


deberá someterse el paciente, previo consentimiento de éste, le asegurará la confidencialidad
y, previa confirmación de los resultados, lo asesorará debidamente.

De ello se dejará constancia en el formulario que a ese efecto aprobará el MINISTERIO DE


SALUD Y ACCIÓN SOCIAL, observándose el procedimiento señalado en el artículo 8º.

ARTICULO 7º — Declarase obligatoria la detección del virus y de sus anticuerpos en la sangre


humana destinada a transfusión, elaboración de plasma u otros de los derivados sanguíneos de
origen humano para cualquier uso terapéutico. Declarase obligatoria además, la mencionada
investigación en los donantes de órganos para trasplante y otros usos humanos, debiendo ser
descartadas las muestras de sangre, hemo derivados y órganos para trasplante que muestren
positividad.

Reglamentación: A los fines de la Ley, los tejidos y líquidos biológicos de origen humano serán
considerados equivalente a los órganos. Serán aplicables al artículo 21 de la Ley Nº 22.990 y el
artículo 18 del Decreto Nº 375 del 21 de marzo de 1989.

ARTICULO 8º — Los profesionales que detecten el virus de inmunodeficiencia humana (VIH)


o posean presunción fundada de que un individuo es portador, deberán informarle sobre el
carácter infecto-contagioso del mismo, los medios y formas de transmitirlo y su derecho a
recibir asistencia adecuada.

Reglamentación: La información exigida se efectuará mediante notificación fehaciente. Dicha


notificación tendrá carácter reservado, se entenderá en original y duplicado, y se entregará
personalmente al portador del virus HIV. Este devolverá la copia firmada que será archivada
por el médico tratante como constancia del cumplimiento de lo establecido por este artículo.

Se entiende por “profesionales que detecten el virus” a los médicos tratantes.

ARTICULO 9º — Se incorporará a los controles actualmente en vigencia para inmigrantes que


soliciten su radicación definitiva en el país, la realización de las pruebas de rastreo que
determine la autoridad de aplicación para la detección del VIH.

Reglamentación: El MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIAL determinará los controles


mencionados en el artículo 9º de la Ley. El MINISTERIO DEL INTERIOR asignará a la DIRECCION
NACIONAL DE MIGRACIONES los recursos necesarios para su cumplimiento.

ARTICULO 10º — La notificación de casos de enfermos de SIDA deberá ser practicada dentro
de las cuarenta y ocho horas de confirmado el diagnóstico, en los términos y formas
establecidas por la ley 15.465. En idénticas condiciones se comunicará el fallecimiento de un
enfermo y las causas de su muerte.

Reglamentación: La notificación de la enfermedad y, en su caso, del fallecimiento, será


cumplida exclusivamente por los profesionales mencionados en el artículo 4º, inciso a) de la
Ley Nº 15.465, observándose lo prescripto en el artículo 2º, inciso e) de la presente
reglamentación.

Todas las comunicaciones serán dirigidas al MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIAL y a la


autoridad sanitaria del lugar de ocurrencia, y tendrán el carácter reservado.

ARTICULO 11º — Las autoridades sanitarias de los distintos ámbitos de aplicación de esta ley
establecerán y mantendrán actualizada, con fines estadísticos y epidemiológicos, la
información de sus áreas de influencia correspondiente a la prevalencia e incidencia de
portadores, infectados y enfermos con el virus de la VIH, así como también los casos de
fallecimiento y las causas de su muerte.

Sin perjuicio de la notificación obligatoria de los prestadores, las obras sociales deberán
presentar al INOS una actualización mensual de esta estadística. Todo organismo, institución o
entidad pública o privada, dedicado a la promoción y atención de la salud tendrá amplio acceso
a ella. Las provincias podrán adherir a este sistema de información, con los fines especificados
en el presente artículo.

Reglamentación: Las autoridades sanitarias llevarán a cabo programas de vigilancia


epidemiológica a los fines de cumplir la información. Sólo serán registradas cantidades, sin
identificación de personas.

ARTICULO 12º — La autoridad nacional de aplicación establecerá las normas de bioseguridad


a las que estará sujeto el uso de material calificado o no como descartable. El incumplimiento
de esas normas será considerado falta gravísima y la responsabilidad de dicha falta recaerá
sobre el personal que las manipule, como también sobre los propietarios y la dirección técnica
de los establecimientos.

Reglamentación: El MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIAL establecerá las normas de


bioseguridad a que se refiere el artículo 12 de la Ley. El personal que manipule el material a
que alude dicha nota será adiestrado mediante programas continuos y de cumplimiento
obligatorio, y se le entregará constancia escrita de haber sido instruidos sobre las normas a
aplicar.
ARTICULO 13º — Los actos u omisiones que impliquen transgresión a las normas de profilaxis
de esta ley y a las reglamentaciones que se dicten en consecuencia, serán considerados faltas
administrativas, sin perjuicio de cualquier otra responsabilidad civil o penal en que pudieran
estar incursos los infractores.

ARTICULO 14º — Los infractores a los que se refiere el artículo anterior serán sancionados
por la autoridad sanitaria competente, de acuerdo a la gravedad y/o reincidencia de la
infracción con: a) Multa graduable entre 10 y 100 salarios mínimo, vital y móvil; b)
Inhabilitación en el ejercicio profesional de un mes a cinco años; c) Clausura total o parcial,
temporaria o definitiva del consultorio, clínica, instituto, sanatorio, laboratorio o cualquier otro
local o establecimiento donde actuaren las personas que hayan cometido la infracción. Las
sanciones establecidas en los incisos precedentes podrán aplicarse independientemente o
conjuntamente en función de las circunstancias previstas en la primera parte de este artículo.

En caso de reincidencia, se podrá incrementar hasta el décuplo la sanción aplicada.

ARTICULO 15º — A los efectos determinados en este título se considerarán reincidentes a


quienes, habiendo sido sancionados, incurran en una nueva infracción dentro del término de
cuatro (4) años contados desde la fecha en que haya quedado firme la sanción anterior,
cualquiera fuese la autoridad sanitaria que la impusiera.

Reglamentación: El MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIAL, como autoridad competente,


habilitará un registro nacional de infractores, cuyos datos serán tenidos en cuenta para la
aplicación de las sanciones que correspondan en caso de reincidencia. Podrá solicitar a las
autoridades competentes de las Provincias

ARTICULO 16º — El monto recaudado en concepto de multas que por intermedio de esta ley
aplique la autoridad sanitaria nacional, ingresará a la cuenta especial Fondo Nacional de la
Salud, dentro de la cual se contabilizará por separado y deberá utilizarse exclusivamente en
erogaciones que propendan al logro de los fines indicados en el art. 1º.

El producto de las multas que apliquen las autoridades sanitarias provinciales y de la


Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, ingresará de acuerdo con lo que al respecto se
disponga en cada jurisdicción, debiéndose aplicar con la finalidad indicada en el párrafo
anterior.

ARTICULO 17º — Las infracciones a esta ley serán sancionadas por la autoridad sanitaria
competente previo sumario, con audiencia de prueba y defensa a los imputados. La constancia
del acta labrada en forma, al tiempo de verificarse la infracción, y en cuanto no sea enervada
por otros elementos de juicio, podrá ser considerada como plena prueba de la responsabilidad
de los imputados.

ARTICULO 18º — La falta de pago de las multas aplicadas hará exigible su cobro por ejecución
fiscal, constituyendo suficiente título ejecutivo el testimonio autenticado de la resolución
condenatoria firme.

ARTICULO 19º — En cada provincia los procedimientos se ajustarán a lo que al respecto


resuelvan las autoridades competentes de cada jurisdicción, de modo concordante con las
disposiciones de este título.

ARTICULO 20º — Las autoridades sanitarias a las que corresponda actuar de acuerdo a lo
dispuesto en el art. 3º de esta ley están facultadas para verificar su cumplimiento y el de sus
disposiciones reglamentarias mediante inspecciones y/o pedidos de informes según estime
pertinente. A tales fines, sus funcionarios autorizados tendrán acceso a cualquier lugar previsto
en la presente ley y podrán proceder a la intervención o secuestro de elementos probatorios
de su inobservancia. A estos efectos podrán requerir el auxilio de la fuerza pública o solicitar
orden de allanamiento de los jueces competentes.

ARTICULO 21º — Los gastos que demande el cumplimiento de lo dispuesto en el art. 4º de la


presente ley serán solventados por la Nación, imputados a rentas generales y por los
respectivos presupuestos de cada jurisdicción.

ARTICULO 22º — El Poder Ejecutivo reglamentará las disposiciones de esta ley con el alcance
nacional dentro de los sesenta días de su promulgación.

CAPITULO 4

SOCIEDAD GLOBAL: VIH /SIDA Perspectivas Sociológicas

Como manifestamos anteriormente, por el momento no existe ninguna cura contra la infección
por VIH o SIDA, ni tampoco una vacuna que prevenga la infección por adelantado.
La ONU estima que alrededor de 25 millones de personas murieron de problemas relacionados
con SIDA entre 1981 y 2005 lo que convierte a esta pandemia (epidemia global) en una de las
más letales de la historia humana.

Se cree que la tasa de incidencia alcanzó su pico a finales de los noventa, pero el número de
personas vivas con VIH está aumentando, en parte como resultado de la efectividad de los
tratamientos con medicamentos antirretrovirales para retrasar la aparición del SIDA. Pero estos
medicamentos resultan muy caros y, aunque muchas personas VIH positivas del mundo
desarrollado han podido acceder a ellos, no ha sido así en los países más pobres.

El SIDA se ha convertido en una de las principales causas de muertes en muchos lugares de


África y según datos recopilados cada día se producen cerca de mil muertes por su causa.

Sudáfrica experimenta en la actualidad una de las epidemias de SIDA más graves del mundo.
Casi uno de cada cinco adultos está infectado, lo que conlleva terribles consecuencias no solo
para ese individuo sino también para su familia y para la comunidad. La enfermedad modifica y
transforma las pautas de la vida cotidiana y las interacciones con los demás. Un sondeo
reciente averiguo que los sudafricanos pasan más tiempo en funerales que en la peluquería, de
compras o en barbacoas de fin de semana. Las tasas de mortalidad son tan elevadas que, en
algunas partes del país, se está acabando el espacio para enterrar los cadáveres en los
cementerios.

La enfermedad tiene dimensiones personales y también públicas. La epidemia de SIDA ha


producido un impacto significativo en el desarrollo social y económico general del país. La
esperanza media de vida es de cincuenta y cuatro años, aproximadamente diez menos de lo
que sería sin la epidemia. En términos económicos, la crisis supone una importante demanda
de recursos nacionales ya que representan entre el 60 y el 70% del gasto médico en los
hospitales sudafricanos.

El impacto sobre los jóvenes es especialmente notable. Más de la mitad de los que ahora
tienen quince años, no alcanzarán a la edad de sesenta. Aunque se calcula que la mitad de
todas las muertes en Sudáfrica están causadas por el SIDA, la cifra es aún mayor en los jóvenes.
Muchos chicos y chicas no pueden asistir a la escuela por tener que cuidar a sus familiares
enfermos o por estar enfermos ellos mismos. Los colegios tienen menos profesores ya que se
estima que el 21% de ellos vive con VIH.

Si bien existen en el mercado medicamentos antirretrovirales que permiten que las personas
VIH positivas mantengan una buena salud en el día a día y lleven vidas relativamente normales,
en Sudáfrica son pocas las personas que tienen acceso al tratamiento y esto se debe a una
serie de factores como la pobreza, la inestabilidad social y la inadecuada respuesta del
gobierno.

El SIDA suscita importantes cuestiones relacionadas con las desigualdades sociales.

La desigualdad global entre el mundo desarrollado y el más pobre se acentúa por la pandemia
del SIDA, ya que los pacientes infectados de VIH de los países relativamente ricos tienen
muchas más posibilidades de sobrevivir que los de los países pobres.

En los últimos años se ha podido incrementar la disponibilidad de medicamentos


antirretrovirales en los países en vías de desarrollo, aunque la disparidad en la provisión de
servicios sanitarios continua siendo absoluta. En este caso la desigualdad global es cuestión de
vida o muerte.
El concepto de “riesgo” se ha convertido en un elemento central en los debates sociológicos
sobre estilos de vida, salud y medicina, desde finales del siglo XX, y la aparición del SIDA ha
desempeñado un papel fundamental en la creación de una población más “consciente del
riesgo”

Se ha llegado a sugerir que estamos convirtiéndonos en una “sociedad mundial del riesgo”,
donde las personas deben dedicar más esfuerzos y recursos para tratar con los riesgos. Uno de
los peligros globales que nadie puede ignorar hoy en día es el de la infección por VIH.

CONCLUSION

Se han logrado grandes avances desde que comenzó a escribirse la historia del VIH, si nos
remontamos a aquellos tiempos, no tan lejanos, en donde nada se sabía acerca de esta
enfermedad. El desconocimiento causó estragos en la sociedad, que condenó a quienes la
padecían casi tanto como lo hizo la ausencia de recursos que proporcionaran a los portadores
la posibilidad de un tratamiento, que les permitiera mejorar su calidad y esperanza de vida.

En la actualidad, en el plano nacional e internacional, contamos con leyes que demuestran que
la lucha de tantos años no ha sido en vano. En ellas vemos protegidos los derechos de quienes
padecen la enfermedad, y encontramos a una sociedad más preparada para prevenirla o
afrontarla. Sin embargo queda mucho trabajo por hacer y es deber de cada uno de nosotros,
desde el lugar que tenemos en la sociedad, hacer lo que esté a nuestro alcance para prevenir
esta enfermedad, sea desde la toma de consciencia de la importancia de la misma, hasta
educar, o velar porque quienes estén infectados de manera que reciban el tratamiento
necesario.

Encontramos también por otra parte que hoy el VIH y el SIDA presentan nuevas concepciones
en la esfera social, entre otras cosas, las personas que conocen que se hallan infectadas no
mueren y se tratan con terapias que parecen ofrecerles una calidad de vida impensada hace
dos décadas. Así, la dimensión crónica irrumpe de manera muy definitiva en los imaginarios
sociales y hoy se especula con muchas posibilidades que trae aparejada esa cronicidad.

El entramado de significados sociales en torno al VIH y al SIDA se construye sobre una historia y
en un contexto que configuran las experiencias y prácticas cotidianas de las personas. Al
comienzo existía mucho temor, pero hoy en día con las respuestas de la sociedad civil y la
creciente responsabilidad y acción estatal para enfrentar la epidemia con políticas sanitarias y
educativas, el surgimiento y la expansión de los tratamientos antirretrovirales –cuya
accesibilidad universal en la Argentina ofrece el horizonte de extensión y mejora de la calidad
de vida para las personas que contraen el VIH–, la expansión de las fuentes de información y
los cambios en la tematización pública del VIH y el sida, el reconocimiento de los derechos
sexuales y reproductivos a grupos sociales históricamente discriminados, entre otros factores,
configuran un escenario plural, transicional y complejo en el que se inscriben hoy el VIH y el
sida.

También hay que destacar el énfasis en la vivencia del VIH, se refleja en otros saberes que
fueron adquiridos gracias a las ventajas tecnológicas contemporáneas. Internet es una fuente
primordial de información, obtenida sin mediación y percibida como confiable y segura en
varios sentidos: solventa de manera rápida, accesible y anónima inquietudes que todavía hoy
cuesta plantear en espacios de asesoramiento e información, tales como en la escuela o en la
consulta médica. Estos saberes online se obtienen de forma fragmentaria, a veces estimulados
por una preocupación momentánea o para complementar una información que ya fue provista.
En el análisis de las fuentes de información y las formas de adquisición de la misma, no es
menor cuándo y cómo se van acomodando esos saberes.

La meta que se persigue es una sociedad equitativa, saludable y sustentable con acceso a
servicios, atención y derechos humanos, donde sean garantizados los derechos a la salud en un
contexto de no discriminación.

BIBLIOGRAFIA

1. OMS- hiv/ sida. Datos y cifras http://www.who.int/topics/hiv_aids/es/

2. Jones, Daniel ¿Qué piensan y hacen las personas ante el VIH y el SIDA? : un
estudio sobre significados asociados al VIH y al SIDA en población general en la
Argentina / Daniel Jones; Sara Barrón López; Inés Ibarlucía. - 1a ed. - Ciudad
Autónoma de Buenos Aires: Ministerio de Salud de la Nación. Dirección de Sida
y ETS; Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Organización Panamericana de la
Salud, 2017. 178 p; ISBN 978-950-38-0243-4.
3. Orígenes del VIH/SIDA Revista Clínica de la Escuela de Medicina UCR – HSJD 27
febrero 2015 pág. 60.
4. Premio Nobel - descubridores del Sida, artículo periodístico
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/10/06/medicina/1223281004.ht
ml.
5. Historia Fundación huésped https://www.huesped.org.ar/
6. Ley Nacional del Sida http://www.msal.gob.ar/sida/images/stories/2-
informacion-general/pdf/2014-11_ley-nacional-sida.pdf
7. Anthony Giddens y Philip W. Sutton, Sociology, Alianza Editorial, S.A. Madrid
2014, Capitulo 11 Salud, enfermedad y discapacidad.-
ANEXOS
CASOS

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