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La invasión europea del espacio caribe: las Antillas y la

Tierra Firme

El Caribe: el mediterráneo americano.

Luego de la llegada e instalación de los colonos castellanos surgieron, en las Antillas, en las
costas de Centroamérica, Tierra Firma y Venezuela, localidades aisladas que funcionaban como
centros de acopio de productos para que luego fueran remitidos a Europa; con el tiempo se
convirtieron en centros de intercambio de productos americanos por mercancías europeas. En los
años miserables, estos centros de acopio, tomaron la forma de factorías que concentraban los
productos rescatadas por los indios esclavizados, estos últimos eran también considerados como
mercancías. En los puntos de costa se realizaban los “rescates” que consistían en intercambiar oro u
objetos preciosos por mercancías comunes; así es que perlas, oro, esclavos indígenas, metal oro,
cuero, carne salada, maderas o tintes fueron intercambiados por mercancías europeas de escaso
valor.

Los primeros colonos no entendían ni aceptaban el modelo agrario de explotación por lo tanto
hubieron quejas relacionadas a que las riquezas prometidas no existían, que los productos de
subsistencia, como ser el trigo, aceite y vid, no se encontraban en las islas y que, las enfermedades los
iban matando de a poco. Por esto muchos decidieron volver a España, los que se quedaron
encontraron como solución esclavizar a los indios, o reprimirlos, para que trabajasen la tierra. Los
primeros años de captura de esclavos indios fueron coordinados por Colón que terminó recolectando
4000 esclavos para que fueran vendidos a España, Portugal, Italia, Madeia, Cabo Verde o Canaris. No
solamente fueron capturados indios sino también que cualquier nativo que no estuviera adscrito a un
español podía ser enviado a Europa o utilizado en trabajo forzoso en las Antillas. Para evitar el
esclavismo ilegal de indios, la Corona, autorizó los repartimientos de tierras e indígenas a los colonos
durante cuatro años para que produjeran la tierra.

Los colonos estaban interesados prioritariamente en los indios, de modo que se abandonó el
reparto de tierras; este fue el origen de la Encomienda como institución que entregaba indios
trabajadores a colonos que debían cuidarlos y evangelizarlos. Incluso a algunos se les entregaban
cacicazgos completos que eran, normalmente, enviados a las zonas auriferas. Los caciques
presentaron un problema en cuanto a que su poder impedía el acopio de un numero mayor de indios,
por esto se los comenzó a exterminar por Colón, Ovando, Velazquez y Ponce de León. Así los indios
fueron repartidos en masa como “naborias”: siervos del señor español, hasta que se logró la extinción
de los indios.

Dado que la mayor parte de la población se encontraba en el sur y los placeres auríferos al norte,
se autorizó el desplazamiento de indios dando como resultado que estos pasaran de seis a ocho años
trabajando en los ríos y muy poco tiempo en sus lugares. Esto significó un cambio rotundo pues la
producción de alimentos para sus subsistencia disminuyó porque no podían cultivarla y, otro factor
que ayudo, a que una parte de la producción era tomada por los españoles quienes las vendían en los
mercados isleños. Debido a que en las Antillas la población indígena comenzó a menguar
considerablemente, Ovando propuso realizar excursiones a las islas inútiles, que no tenían oro, con el
fin de conseguir más esclavos, Fernando de Aragón, no enterado de lo que sucedía en realidad,
aceptó con la condición de que se les proporcionará, a los indios, un salario. Así fue que a partir de
1509 se trasladaron decenas de miles de indios del litoral continental y por las demás islas devastando
las tierras y poblados en lo que se hacían con los indios, los caballos y los perros que llevaban los
españoles causaron estragos.

En Puerto Rico, donde dirigía Ponce de León, se mantuvo el modelo de búsqueda de placeres
auríferos, Ponce trasladó a los arahuacos locales cerca de los placeres auríferos obligándolos a
abandonar sus lugares, esto motivó una sublevación que terminó en una sangrienta represión; para
1520 Puerto Rico estaba vacío tanto de oro como de indios transformándose en otra isla inútil. Lo
mismo sucedió en Cuba, donde, Diego Velázquez y Pánfilo de Narváez, arrasaron a la población en
busca de oro dejando a la isla vacía; Jamaica siguió el mismo modelo de indígenas raptados y
obligados a instalarse en los placeres auríferos con lo cual en 1520 inclusive los españoles la dejaron
para ir a Cuba.

Cuando en la corte fueron consciente de que si continuaban con la sangría demográfica


perderían cualquier actividad económica en las islas, enviaron visitadores y autoridades para que
resguardaran a los naturales, de esta forma estos pasaron a ser respetados y no esclavizados
convirtiéndose en trabajadores asalariados. La administración de las islas, en 1518, fue
entregada a los padres jerónimos; las condiciones para sobrevivir de los naturales se suponía
que debían mejorar pues se los instaló en pueblos y conucos protegidos por el rey en 30
asentamientos.

Entre 1492 y 1540, es decir, en menos de cincuenta años, casi dos millones de indígenas,
antillanos y del litoral continental, fueron exterminados, por las razones arriba descritas, y por
las epidemias que el segundo viaje de Colón trajo, entre ellas la influencia que era la gripe
porcina; también la viruela, sarampión, malaria y fiebre amarilla. Aquí es donde encontramos las
formas en que los indios fueron exterminados directa e indirecta. Los conquistadores se llevaron
cantidades grandes de metal, azúcar, tintes, cueros, y provocaron catástrofes demográficas de
tal magnitud que obligaron a repoblar la región con esclavos africanos modificando la fisonomía
étnica y cultural.

Los mayores envíos de oro se dieron en los primeros años del siglo XVI, en 1501
llegaron276 kilogramos de oro a España desde La Española; después de 1515, sin indios y con los
placeres agotados, la cantidad disminuyó. Con respecto al azúcar, el primer molino funcionó en
concepción de la Vega en 1503, de inmediato se presentó el problema de que la mano de obra
estaba siendo usada en los lavaderos de oro por lo que trajeron a esclavos africanos para
solucionar el problema. Otro problema fue que la capacidad de molienda de los complejos era
bastante poca de manera que se incorporaron molinos de rodillos verticales: el ingenio que
funcionaba con agua y el trapiche que funcionaba con fuerza animal. Además del molino en el
lugar se encontraban las viviendas de los esclavos y la sala de calderas; en cuanto a la tierra se
sembraba la mitad de caña y la otra de alimentos para el consumo. Durante los siglo XVI Y XVII,
la caña de azúcar fue, junto con la ganadería, la principal actividad económica de las Antillas.
Otro producto que se exporto fue el palo de tinte hallado al suroeste de La Española, la corona
busco reservarse los derechos de explotación así que se los arrendó a particulares.

El crecimiento de las ciudades se dio mientras se abandonaban las prácticas agrícolas. El


establecimiento de los primeros cabildos creados por los vecinos, con status económico y social,
que se convirtieron en la primera élite local de la América colonial. Muchas de estas ciudades
fueron también puertos en donde se intercambiaban los productos entre las islas, el continente
y los puertos europeos, en ellas se instalaron comerciantes y mercados; el peligro de los piratas
fue un motivo para que se fortificaran las ciudades del Caribe.

El fracaso absoluto de la organización de Colón y la devastación de la población indígena


fueron resultado de un proceso anunciado que los colonos y las autoridades no buscaron evitar
pero que provocó ciertas repercusiones: como ser el dominico Miguel de Salamanca quien
afirmó que los repartimientos iban en contra de la voluntad de Dios. Nicolas de Ovando era un
fraile que esclavizaba y repartía indios; el franciscano Alonso de Eso se formó como defensor de
encomenderos. En síntesis no se llevaron a cabo muchos empredimientos para evitar lo que
sucedía con los nativos siendo que estos ya eran cristianos. En España también hubieron críticas
a la situación de América: el fray Bartolomé de las Casas, quien en principio recibió como regalo
paterno un indio esclavizado, después fue encomendero de Cuba y después haber visto todo los
horrores comenzó una campaña contra las carnicerías y la tiranía. Las denuncias fueron negadas
clasificadas como exageraciones. Las denuncias tuvieron más eco en Roma en donde el papa
Paulo III condenó la esclavitud de los indios; las Leyes Nuevas de 1542 fijaban las condiciones del
trabajo de los indios pero motivaron sublevaciones de colonos y encomenderos de toda América
que lograron la anulación de las leyes luego de tres años.

La desaparición de mano de obra obligó a buscar otras fuentes: importación de esclavos


africanos, hasta 1518 estas traslaciones se hicieron bajo la licencia de la Casa de Contratación en
Sevilla. Esclavistas de Guinea y Cabo Verde vendían esclavos en las Antillas Mayores en donde
eran usados por los productores de azúcar, al principio eran pocos pero conforme creció la
producción también creció la demanda de esclavos.

El despoblamiento de las Antillas paso tanto por la extinción de los indígenas como por la
deserción de lo colonos europeos que, o bien regresaban a España, se asentaban en las costas
continentales y o se alistaban para nuevas empresas como las de Cortés en México, Pedro a
Cartagena de Indias y muchas que se realizaron en Centroamérica y Panamá.

Las costas del caribe continental:

Entre 1500 y 1515, en terrenos costeros de América del sur y el litoral caribeño, se encontraron
unos accidentes en las costas que formaban una barrera, a este lugar se lo llamó Tierra Firme. Las
incursiones, empezadas por Ojeda, Yáñez Pinzón y Lepe, con licencias reales y capitulaciones
otorgadas y concedidas al margen de los privilegios colombianos, le permitieron a la Corona tener una
buena información sobre el alcance de los tratados con Portugal. En 1500 Cristóbal Guerra y Andrés
Niño reconocieron las costas de las actuales Venezuela y Colombia. Un año después, Rodrigo de
Bastidas y Américo Vespucio llegaron, por Santa Marta, a las costas de Colombia prosiguiendo la
devastación de los pueblos costeros y la recolección de esclavos para las actividades agrarias de Santo
Domingo.

En la zona de Guajira, en las costas venezolanas, se consiguieron perlas mediante rescates hasta
que su explotación comenzó cuando se encontraron los depósitos de Cubagua, par su explotación
primero utilizaron a los indios de la región, después llevaron nativos de otras zonas y, cuando no
quedaron más indios para capturar en las islas, trajeron esclavos negros. Durante dos décadas la
ciudad de Nueva Cádiz fue el sueño de los conquistadores: la riqueza manaba de las aguas, era un
paraíso, tenían juegos de azar y prostitutas, también tenían alcohol y grades comilonas. Pero para la
riqueza en perlas no se hizo ninguna inversión y, una vez agotadas, se trasladaron a Rio del Hacha
donde el negoció de las perlas no funcionó; luego Nicolás Federman fundó una ciudad que terminó
dedicándose al contrabando como negocio fácil y lucrativo. Pinzón y Solis navegaron las costas de
Honduras y Yucatán desde 1508, mismo año en donde se firmó en la corte las capitulaciones que
establecían, de manera oficial, dos gobernaciones en las costas continentales: la Nueva Andalucia,
hoy la costa caribe colombiana, a Alonso de Ojeda; el Darién, en Panamá, a Diego de Nicuesa, este
también fundó Nombre de Dios en el Istmo, de esta manera la Tierra Firme se convirtió en el primer
núcleo colonizador del continente.

El modelo de fundación en el Caribe resultó ser similar al modelo antillano; estaba el deseo de
consolidar el espacio fundando ciudades para ejercer desde ellas la actividad agraria para la cual
usaron la abudante mano de obra indígena; asimismo estas ciudades funcionaban como puertos para
el intercambio de metal y perlas por productos europeos como tejidos, vinos, hierro y ganado. Estos
europeos intentaron hacerse también con encomiendas de indios o de empleados públicos, pero
después de un periodo de enfrentamiento entre los clanes de conquistadores y de estos con las
autoridades metropolitanas, decidieron abocarse a la tarea de consolidar territorio. Gente
procedente de las Antillas, o de España fueron llegando a estos lugares, como el caso de Balboa que
se internó en el territorio buscando el metal precioso pero, en su lugar, se encontró con el Pacífico en
1513 al que nombró “la mar del sur”, en poco se formó como una nueva vía para los aventureros y
navegantes.

Una vez que la costa fue conquistada se volcaron al interior, allí la conquista de los grandes
imperios de México y Perú cambió por completo el escenario; después de 1540 el régimen de
factorías se disolvió, se perdió el interés por los esclavos indígenas debido a un incremento de la trata
negrera; con la producción de perlas agotada la costa pasaba a tener otra función: allí debían situarse
los puertos que permitieran la salida de oro y plata y la llegada de productos europeos. La nueva
función de la costa era la de servir de intermediaría entre la economía andino-mexicana y la economía
atlántica-europea. Tierra Firme había suplantado a La Española como base de operaciones de grupos
constituidos por socios de diversas compañías entre conquistadores con el objetivo de explotar minas,
adquirir barcos para la trata de esclavos, abastecer los puertos vendiendo alimentos, ropa,
herramientas europeas, explotar ingenios de azúcar, financiar expediciones; ante el éxito de estos
empredimientos, los que habían intentado el asentamiento agrario y otros volcados a las
encomiendas de indios y tierras fértiles, abandonaron todo eso interesados ahora en las empresas
comerciales.

A los puertos del Caribe continental llegaron mercancías desde España como telas, herramientas,
ganado, vinos, aguardientes, inclusive papel, trigo y pólvora; los precios que tenían dependían de la
cantidad y calidad de los metales a intercambiar asi como también de la cantidad y calidad de las
mercancías de Europa. Muy pronto estos puertos quedaron como colectores del tráfico comercial de
productos y de personas. Se comenzaron a consolidar las compañías que tenían conexiones con los
puertos andaluces para la recepción y envío de mercancías, esclavos y metales hasta que tomaron la
forma principal del intercambio y del juego económico, a este se le unieron hombres de negocios del
sur de Europa, se incorporaron al negocio otros productos americanos además del metal como ser
perlas, ámbar, esmeraldas, cueros, azúcar, maderas, tintes, todos estos fueron exportados en grandes
cantidades. Las demás ciudades antillanas fueron alcanzando un nivel similar de desarrollo creando
un cordón de enclaves costeros conectado mediante pequeñas embarcaciones que cruzaban el Caribe
en todos lo sentidos y direcciones. Así surgieron redes mercantiles que fueron las bases para la
construcción de las relaciones comerciales.

Durante siglos el Caribe actuó como un mediterráneo americano siendo el núcleo de una gran
esfera de circulación, operando como espacio de intercambio en el comercio a larga distancia, con
Europa, África, y en el comercio a nivel regional. La mercancía regional se repartía por los puertos y se
enviaba a los mercados del interior en donde se extraían las mayores cantidades de metal para que,
luego, este se enviará nuevamente a los puertos para reiniciar el ciclo. Por esto en el Caribe la
integración regional paso por la circulación de productos en intercambios que, muchas veces, eran
llevados a cabo por intermediarios comerciales. Los intercambios y la circulación constituyeron el
nervio fundamental por el cual es espacio de contrabando del Caribe, al margen del monopolio
mercantil impuesto por la Corona, fue una parte fundamental del volumen de los negocios.

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