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AS CINCO INTERPRETAÇÕES PARA “ DIA DO SENHOR”, DE APOCALIPSE 1:10

La frase “el día del Señor” (gr. hē kuriakē hēméra) aparece solo aquí en toda la Biblia. Se
sugirieron cinco propuestas para el significado probable de la frase.

Primera, la mayoría de los comentadores toman la frase como que se refiere al domingo, el
primer día de la semana. Quienes proponen este concepto alegan que la frase “el día del
Señor” se usaba en los escritos cristianos de comienzos del siglo segundo con referencia al
domingo, por cuanto Jesús resucitó ese día. Sin embargo, el original griego de esas fuentes no
apoya este concepto. Las dos obras cristianas de comienzos del segundo siglo Didajé y la carta
de Ignacio de Antioquía a los Magnesios, que se consideran como las evidencias más sólidas
para esta idea, realmente no utilizan kuriakē hēméra (“ el día del Señor”) sino kata kuriakē (
según el Señor). La evidencia interna no indica que se haya querido decir el día del Señor; la
frase significa, más bien, “la enseñanza del Señor”, o “los mandamientos del Señor”. La
primera evidencia concluyente del uso de kuriakē hēméra (“ el día del Señor”) con referencia al
domingo, viene de la última parte del siglo segundo en la obra apócrifa El Evangelio de Pedro.
El primer padre de la iglesia que usó el término “el día del Señor” con referencia al domingo
fue Clemente de Alejandría (ca. 190 d. C.). Siendo que documentos como éste aparecieron casi
un siglo después que se escribió el Apocalipsis, no pueden admitirse como evidencia para
entender la frase el “día del Señor” como el domingo en el Apocalipsis. Por el contrario, podría
ser que estos autores tomaron la frase del libro del Apocalipsis y lo aplicaron al domingo como
el primer día de la semana. El Nuevo Testamento se refiere al domingo como el “primer día de
la semana” (Mat. 28: 1; Mar. 16: 2; Luc. 24: 1; Juan 20: 1, 19; Hech. 20: 7; 1 Cor. 16: 2) en
forma consistente, en vez de “el día del Señor”.

Segunda, unos pocos eruditos creen que “el día del Señor” se refiere al Domingo de
Resurrección, como un evento anual, en vez de referirse al domingo semanal. Se alega que en
ese día de celebración anual de la resurrección, Juan estaba en el Espíritu para encontrarse con
el Cristo resucitado. La evidencia de los escritos de los padres de la iglesia confirman que el
“día del Señor” se usaba para designar el Domingo de Resurrección, especialmente en el Asia
Menor donde los cristianos celebraban el domingo de Resurrección en memoria de la
resurrección de Jesús. Sin embargo, esta evidencia también es de fecha muy posterior (ca.
siglo 2do. d. C.); como tal, no puede ser usado como prueba para un uso muy anterior de esta
frase del libro del Apocalipsis.

Tercera, algunos autores creen que la referencia es al día del Emperador. Adolf Deissman
muestra que la palabra kuriakós era común en el primer siglo, denotando lo que pertenecía al
emperador romano que pretendía el título de kúrios (“ señor”). Aunque las inscripciones
confirman que Egipto y Asia Menor tenían un día conocido como Sebaste que estaba dedicado
al emperador romano, es difícil ver una conexión entre el “día del Señor” y el “día de Sebaste”.
Primero de todo, las dos frases son completamente diferentes; no se ha descubierto ninguna
evidencia concluyente que indique que la frase kuriakē hēméra se usara para un día imperial
que honrara al emperador. Además, es poco probable que Juan se refiriera al día del
Emperador en Apocalipsis 1: 10, en un tiempo cuando los cristianos en Asia eran perseguidos
por rehusar llamar kúrios al emperador y a adorarlo.

Cuarta, otro concepto sostiene que “el día del Señor” significa el sábado, el séptimo día de la
semana. Tal comprensión refleja la fuerte tradición de la interpretación Adventista del Séptimo
Día. Elena G. de White también sostenía esta idea. La frase “el día del Señor” no se usa en
ninguna otra parte de la Biblia; no obstante, el sábado del séptimo día se llama “mi día santo”
y “el día santo de YHWH” (Isa. 58: 13). Los tres evangelios sinópticos citan a Jesús diciendo: “El
Hijo del Hombre es Señor del sábado” (Mat. 12: 8; Mar. 2: 27–28; Luc. 6: 5). La frase “el día del
Señor” puede, por lo tanto, indicar que Juan recibió su visión en un sábado, el séptimo día de
la semana, en vez del domingo. Aun J. Massynberde Ford, quien lucha con el significado de la
expresión, admite: “Lo más probable es que el cristiano debería todavía guardar el sábado, el
séptimo día”. Quinto, varios eruditos sostienen que Juan puede haber usado la frase “el día del
Señor” con referencia el día escatológico del Señor (gr. hēméra tou kuríou o hēméra kuríou).
Juan fue llevado en visión a ese día para presenciar los eventos que conducen hacia el día
escatológico del Señor que se desenvolvía delante de él. La frase “el día del Señor” la usan a
menudo los profetas en la traducción griega del Antiguo Testamento (LXX, Joel 2: 11, 31; Amós
5: 18–20; Sof. 1: 14; Mal. 4: 5) así como los escritores del Nuevo Testamento (Hech. 2: 20; 1
Tes. 5: 2; 2 Ped. 3: 10) con referencia al tiempo del fin. No obstante, Juan no usa la frase del
Antiguo Testamento “el día de YHWH” en esta forma, sino en la forma “the Lord’s day” [en
inglés hay esas dos formas de indicar la posesión. N. del tr.]. Este problema desaparece a la luz
del hecho de que Juan pudo haber tomado la expresión familiar del Antiguo Testamento y
modificar la frase. El uso que hace Juan del adjetivo (“ Lord’s day”) en vez del sustantivo en
genitivo (“ day of the Lord”) no hace un cambio sustancial en el significado, sino más bien en el
énfasis entre las dos palabras. Es plausible que la frase “the Lord’s day” es sencillamente una
de muchas designaciones diferentes: p. ej., “el día del Señor” (1 Tes. 5: 2; 2 Ped. 3: 10), “el día
de nuestro Señor” Jesucristo” (1 Cor. 1: 8; 2 Cor. 1: 14), “el gran día” (Jud. 6), “el gran día de su
ira” (Apoc. 6: 17), “el gran día del Dios Todopoderoso” (Apoc. 16: 14) para el día de la venida
de Cristo. Una objeción a este concepto es que siendo que Juan indica el lugar específico (“ la
isla llamada Patmos”) y las circunstancias (“ por causa de la palabra de Dios y el testimonio de
Jesucristo”) en las que recibió la visión, sería lógico concluir que la frase “el día del Señor” se
refiere al tiempo específico cuando Juan vio la visión. Sin embargo, el texto no declara que
Juan estaba en Patmos el día del Señor cuando recibió la visión, sino más bien que mientras
estaba en Patmos llegó a estar en el Espíritu en el día del Señor. Y en esto Juan es consistente
en todo el libro; siempre que está “en el Espíritu” (cf. 4: 2; 17: 3; 21: 10), lo que continúa en el
texto siempre se refiere a un lugar/ tiempo simbólico en vez de literal. Si Apocalipsis 1: 10
tiene la intención de indicar un tiempo específico y literal, sería muy inconsistente con el resto
del libro. Así que, ¿cuándo Juan recibió la visión? El domingo, como el día del Señor, es muy
poco probable, porque no puede ser apoyado por evidencias bíblicas ni extra bíblicas. La
evidencia más fuerte favorece el séptimo día, sábado, como el día del Señor. Por otro lado, el
carácter escatológico del libro como un todo, también está en favor de un día escatológico del
Señor (cf. 1: 7). Aunque escrito “para la orientación y el aliento de la iglesia durante toda la
dispensación cristiana”, el libro del Apocalipsis fue compuesto con la perspectiva del día
escatológico del Señor y los eventos que conducen a él. Sin embargo, considerando el rol
central que el sábado mismo, el séptimo día de la semana, desempeñaría en esos eventos
escatológicos (“ las cosas que deben suceder pronto”, 1: 1), como se verá, no es irrazonable
ver un significado doble en la enigmática frase de Juan. En otras palabras, Juan puede haber
querido que sus lectores supieran que la visión le vino en “el día del Señor” (el sábado) porque
la visión trataba del “día del Señor” (el juicio del tiempo del fin), en el cual el sábado sería un
foco importante.

Ranko Stefanovic, “La Revelación de Jesucristo”.


(Compilado por Adolfo Suárez)

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