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¿Educación frente a cultura?

El problema de la adaptación de cuentos


tradicionales desde la Didáctica de la Literatura
por Ramón PÉREZ PAREJO
y José SOTO VÁZQUEZ
Universidad de Extremadura

año LXXIII, nº 262, septiembre-diciembre 2015, 483-498


1. Introducción conflicto entre la transmisión fiel de los tex-
La cuestión de la adaptación de obras tos y la conveniencia de realizar profundas
literarias infantiles en general y de los o severas adaptaciones para adecuarlas a la
cuentos tradicionales en particular cons- psicología infantil contemporánea, a unos
tituye uno de los temas más controver- determinados valores sociales o ecológicos,
tidos de la Literatura Infantil y Juve- o bien a lo comúnmente denominado ‘polí-
nil, el cual se ve afectado decisivamente ticamente correcto’. En este asunto parece
por nuestras preconcepciones de infancia latir un conflicto entre cultura y educación.
y por nuestras preconcepciones de apren- ¿Es preciso atenuar la densidad semántica

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dizaje. Tal como se pregunta Jon C. Stott: o la ambigüedad de los textos originales?
¿Deben adaptarse a la psicología infantil
«Crear para los niños de una deter- contemporánea? ¿Conviene eliminar de los
minada cultura versiones escritas, a textos cuestiones macabras o terroríficas?
veces ilustradas, de cuentos orales tra- ¿Qué se le debe transmitir a este segmen-
dicionales de otra cultura es una acti- to de la sociedad? ¿Quién es nuestro lector
vidad llena de dificultades. ¿Deben las modelo o pretendido? ¿Adaptamos para los
versiones modernas permanecer fieles niños o adaptamos para nuestro modelo/
a los contextos originales en los que concepto de infancia? En suma, ¿es mejor
las historias fueron concebidas y reci- ser fiel a las fuentes o modificarlas para
bidas, o deben diferir de ellas amplia- trasmitir ciertos valores contemporáneos
mente?» (La traducción es nuestra) [1]. políticamente correctos como la igualdad
entre géneros, la ecología, la fraternidad en-
Atendiendo a la casuística hallada en la tre culturas, etc., valores que muchos cuen-
historia de las adaptaciones, se percibe un tos tradicionales no contenían?
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Para dar respuesta a todo ello, debe- dinámico, condicionado por la conciencia
mos, en primer lugar, exponer un marco histórica, contextual y cultural del lector.
teórico de partida inspirado principalmen- En virtud de estos factores, este fija y crea
te en la Teoría de la Recepción; en segun- el sentido potencial del texto. Con esto se
do lugar, debemos analizar teóricamente le adjudica al lector un papel relevante y
el concepto de adaptación ilustrándolo con activo, pues es quien completa el texto a
la casuística que ha habido a través de la partir de una respuesta estética que com-
historia de la adaptación en la Literatura pleta los espacios en blanco y los rellena
Infantil; solo después podremos extraer de conjeturas, inferencias, relaciones in-
algunas conclusiones y redactar unas tertextuales y suposiciones según su for-
orientaciones generales que cualquier mación y su biblioteca lectora.
proyecto de adaptación, si no debe seguir,
al menos debe tener en cuenta. Dentro del ámbito de la teoría de la re-
cepción, conviene también aludir al con-
cepto de ‘campo literario’ acuñado por Pie-
2.  Método. Marco teórico rre Bourdieu [3]. Este autor recomienda
Coincidimos con Donald Haase [2], el la aproximación a la obra de arte a partir
cual se apoya a su vez en Bruno Bettel- de la construcción de la realidad social,
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heim y en Jack Zipes, en que el marco editorial, de las condiciones de producción


teórico más apropiado para explicar la y recepción de la obra, etc. Estas variables
cuestión de las adaptaciones literarias es condicionan la forma de ser de la obra y la
la Teoría o Estética de la Recepción, origi- interpretación que pueda llegar a tener.
nada hacia los años sesenta gracias a teó- Las obras, y también la adaptación de es-
ricos como H. R. Jauss y W. Iser, con algu- tas, muestran ineludiblemente síntomas
nas otras contribuciones paralelas como de todo ese entramado de producción, po-
el concepto de lector modelo por parte de der y realidad social.
Umberto Eco o la teoría literaria ingle-
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sa del reader’s response criticism. Estas Por otro lado, las interrelaciones entre
teorías subyacen en cualquier proceso de modelos de mundo sociales, culturales y li-
adaptación porque este se opera pensando terarios son muy ricas y complejas, y casi
en el lector o en la idea que el adaptador siempre están teñidas por la ideología de
tiene de quién puede constituir su lector las clases dominantes. Autores como Jack
modelo o lector ideal. La Teoría de la Re- Zipes en su Breaking the Magic Spell: Ra-
cepción pone el énfasis en el destinatario, dical Theories of Folk and Fairy Tales [4] o
el receptor, frente a los criterios inma- Lennard G. Davis desvelan las claves ideo-
nentistas y estructurales de concepciones lógicas de estas relaciones, lo cual convie-
lingüísticas y literarias anteriores. Cual- ne relacionar con el proceso de adaptación
quier obra de arte no tiene una exégesis de cuentos infantiles. La cuestión, según
unívoca, sino que puede ser interpretada Davis, no es preguntarse qué se ha produ-
de una forma distinta en virtud del bagaje cido en una representación, sino cómo se
cultural y del contexto histórico en que el ha producido: ‘No podemos conformarnos
receptor se halle. La lectura es un proceso simplemente con el hecho de la represen-
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tación, sino que debemos analizar el modo lugar a una tipología de lecturas: infantil,
de representación: lo que se incluye, lo que juvenil, progresista, feminista, etc. Más
queda fuera o lo que no se puede represen- allá encontramos la figura del lector pre-
tar’ [5], ya que, como defiende este autor, tendido (Intended reader), que es el lector
en ese juego de dejar, tomar o transformar en quien el emisor ha pensado como tal a
la realidad se hallan profundas razones la hora de escribir el texto. A pesar de sus
ideológicas que sostienen o defienden un paralelos evidentes, no conviene confun-
modelo determinado de mundo. Ese mo- dir este tipo con el lector modelo o ideal
delo, por supuesto, puede ser también el que el texto necesita para ser descodifica-
modelo de educación que quiere transmi- do, es decir, el que posee la competencia
tirse a la infancia, lo que condicionará los suficiente para interpretar el texto. Y aún
mecanismos de la adaptación (supresión, cabría añadir una categoría más, el Infor-
censura, modificación, transformación, med reader, que sería el lector que puede
presentación) de los textos que se preten- realizar una lectura especializada. Todo
de destinar a los niños. La lógica de la eco- ello nos proporciona una idea de lo condi-
nomía y de las relaciones con el poder y las cionado que está el autor, tanto el del hi-
instituciones penetra en la composición, potexto como el de cualquier adaptación,
edición, recepción y distribución de las a la hora de escribir su obra si piensa en a

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obras de arte en general, de modo que los quién irá destinada.
modelos de mundo que reproducen siem-
pre suelen ser interesados y parciales. Como ha señalado M. Victoria Sotoma-
yor [7], para contar con un marco teórico
El concepto de lector también se confi- completo conviene entroncar la cuestión de
gura en la estela de la recepción, pero vin- las adaptaciones literarias con el concepto
culada a la teoría literaria, concretamente de ‘palimpsestos’ de Gérard Genette [8] y,
a la narratología. Según Pozuelo [6], debe en general, con todo tipo de reescrituras.
hacerse una distinción entre destinatarios Lo primero que nos interesa señalar de las

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y receptores de cualquier obra literaria, aportaciones de Genette es la distinción
porque en muchas ocasiones difieren. El entre hipotexto (A) e hipertexto (B). Muy
destinatario se define como una entidad, sucintamente, el hipotexto sería el texto
real o imaginaria, a la que el autor empíri- que se puede identificar como la fuente
co dirige el mensaje. La figura del receptor principal, original o primera, de la que
es independiente de ese acto de comuni- derivan los hipertextos. Las motivaciones
cación y puede ser cubierta por cualquier de los autores para producir hipertextos a
entidad personal que lea el texto. Es de- partir de un hipotexto pueden ser diver-
cir, el receptor de una carta puede no ser sas. El texto B puede adoptar la forma de
el destinatario para el que había sido con- una parodia, un pastiche, un travestimien-
cebida. Por cierto, las marcas culturales, to, una adaptación infantil, etc. En cada
psíquicas, morales o ideológicas del lector caso se recurre a mecanismos diferentes
pretendido pueden ser reconstruidas a ve- como la adaptación, la reescritura, la apro-
ces a partir de las indicaciones que apare- piación, la transposición, la imitación, la
cen en el texto mismo. Todo ello puede dar condensación, la ironía, la traducción, etc.
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Como indica Sotomayor [9], la antigüedad Virgilio o el Ulysses de Joyce) y la archi-


de las reescrituras de textos orales se re- textualidad (consecuencias estéticas de la
monta a la noche de los tiempos, cuando adscripción de un texto a un género u otra
las antiguas epopeyas eran cantadas y clasificación crítica) [10]. Por supuesto,
versionadas por los rapsodas, los cuales estas ideas son claves en los procesos de
realizaban una transformación de los tex- adaptación porque plantean que la rela-
tos primigenios reinterpretándolos gene- ción entre hipertextos e hipotextos es un
ralmente en clave cómica o paródica según factor absolutamente medular en la signi-
el auditorio que concurriera en el foro o la ficación textual.
plaza. De igual modo ―continúa la auto-
ra―, el esclavo griego que compilaba tex- Por último, a fin de trazar un marco
tos clásicos para educar a los hijos de los teórico sólido que explique el modus ope-
amos romanos o el sabio renacentista que randi de las adaptaciones de cuentos in-
ordenaba manuscritos o fragmentos para fantiles, conviene detenerse en las aporta-
publicar una edición más o menos fiable ciones de la Psicología cognitiva [11], que
de los clásicos griegos y latinos recurrían define las etapas evolutivas de los niños y
a distintos tipos de reescritura. Lo mismo proporciona los criterios adecuados para la
hace Lewis Carrol al adaptar su obra en selección de las obras en consonancia con
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Alicia para los pequeños, o Ana María Ma- la capacidad de comprensión de los recep-
tute cuando reescribe adaptando el cuento tores. Y también, muy especialmente, el
de Perrault La bella durmiente en el bos- Psicoanálisis, fundamentalmente a partir
que para convertirlo en La verdadera his- de las aportaciones de Bruno Bettelheim
toria de la bella durmiente. en su ya clásico Psicoanálisis de los cuen-
tos de hadas, que nos ha ofrecido las cla-
Volviendo a Genette, en Palimpsestos ves del sentido profundo de los cuentos de
(1989), el investigador francés puso cier- hadas. Bettelheim afirma que los cuentos
to orden conceptual y terminológico en la tradicionales y de hadas ayudan a los ni-
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tipología de reescrituras diferenciando ños a resolver los conflictos existenciales


hasta cinco tipos de relaciones transtex- que afrontan durante su crecimiento para
tuales: la intertextualidad (relación de poder así alcanzar su madurez psicológi-
copresencia entre dos textos, citas, ho- ca [12]. Por su parte, Rasero y Barcia [13]
menajes, alusiones), la paratextualidad sostienen que los cuentos tradicionales
(relación del texto con títulos, subtítulos, estimulan la imaginación del niño, le ayu-
prefacios, dedicatorias, advertencias, so- dan a desarrollar su intelecto y a clarificar
lapas, notas a pie), la metatextualidad sus emociones, están de acuerdo con sus
(relación entre la obra y el discurso crítico ansiedades y aspiraciones, le hacen reco-
sobre la obra que esta genera o en la que nocer sus dificultades y le sugieren solu-
se basa), la hipertextualidad (existencia ciones a sus problemas vitales. Algunas de
necesaria y consiguiente proceso trans- las características de los cuentos infantiles
formador de un hipotexto, por ejemplo se ciñen perfectamente a la psicología in-
La Ilíada de Homero, que funciona deci- fantil, tales como el universo maniqueo, la
sivamente en la creación de la Eneida de justicia poética, la indeterminación espa-
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cio temporal, la ausencia de descripciones de secuencias; sustitución de la función


innecesarias, el predominio de la acción, narrativa por la presencia de las ilus-
el mundo mágico, la presencia (anímica traciones, y amplificación por elementos
y simbólica) de animales y objetos fami- didácticos introducidos en la narración.
liares, el uso constante de repeticiones y Pero, ¿por qué se adapta continuamente?
fórmulas recurrentes, la progresión lineal, Cada mediador, cada recitador, cada pa-
los finales cerrados, el final feliz y tran- dre y cada maestro se convierten sin que-
quilizador, etc. Todo ello se corresponde rerlo en adaptadores, y de eso sabe mu-
con la percepción infantil de la realidad. cho la escuela. Sotomayor [16] responde
Conviene tenerlo en cuenta para que las a la cuestión arguyendo que la incesante
adaptaciones no trasgredan o vulneren reescritura de obras para niños y jóvenes
esas características que se convierten en está siempre vinculada a la educación en
delgadas líneas rojas de la psicología in- su intención de facilitar la lectura, dar a
fantil contenidas en los cuentos. conocer a los clásicos e interesar a lectores
no cualificados, si bien ―añade― puede
haber razones de otra índole (comerciales,
3. Instrumentos: Versiones, adap- ideológicas, estéticas).
taciones, variantes y censura. Acla-

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ración terminológica Si atendemos a la literatura infantil,
Entonces, qué entendemos por adapta- las alteraciones sobre el hipotexto se apli-
ción. Ha habido diversas interpretaciones can sobre dos dimensiones: una, textual, la
al respecto, sobre todo porque existe mu- cognitivo-educativa; y otra, extratextual,
cha casuística, una historia de termino- la moral o ideológica. Es decir, por un lado
logías confusas, ambiguas e incluso con- se modifica considerando lo que el adapta-
tradictorias y porque, en rigor, pueden dor piensa que el lector pretendido puede
aducirse muchos matices [14]. Intentare- llegar a comprender (nivel educativo/cog-
mos aquí proporcionar unas orientaciones nitivo); por otro lado, se modifica conside-

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básicas. rando lo que el adaptador piensa que debe
transmitir en valores, moral e ideología al
Adaptar es acomodar y ajustar algo lector pretendido (nivel educativo/ideológi-
a otra cosa dando una forma diferente co). Sin embargo, el ‘lector pretendido’ no
al producto de partida. Si lo aplicamos es una entidad real, concreta, sino una re-
a una obra de arte, el Diccionario de la presentación, una idea o concepto de niño
Real Academia Española especifica que (el concepto del adaptador) que condicio-
se trata de modificar la obra original para nará cualquier proceso de adaptación que
que pueda difundirse entre un público se opere sobre el hipotexto. El concepto de
distinto al que en principio iba destina- infancia es, en primer lugar, muy reciente
do. Cabe preguntarse, por tanto, en qué (finales del siglo XVIII; solo se estabiliza
radican esas modificaciones. Ana María con la expansión del sistema educativo en
Pelegrin [15] ha sintetizado los procesos Europa a partir de mediados del siglo XIX)
de modificación en los siguientes puntos: y, en segundo, lugar, es cambiante según
reducción en el nivel verbal y supresión las épocas, culturas y contextos [17].
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Se suele hablar de versiones cuando res de épocas y lugares diferentes), etc. que
existen distintas variaciones sobre un mis- son adaptaciones realizadas por individuos
mo hipotexto que han llegado hasta hoy. pertenecientes a las clases intelectuales
No está claro, y habría que analizar caso que decidieron llevar estos relatos desde la
por caso, si las versiones fueron ‘adapta- tradición oral a la escritura. Buena parte de
ciones a...’ De cualquier manera, adaptar estos intelectuales están relacionados con el
tiene siempre detrás una connotación cul- mundo de la educación. No se limitaron solo
ta, una expectativa de destinatario y, casi a recopilar sino que fueron también, en su
siempre, un horizonte, un fin específico, ge- mayor parte, adaptadores; adaptan, en ma-
neralmente educativo y moral, como afir- yor o menor grado, esas obras de la tradi-
maba más arriba Sotomayor. Ahora bien, ción a partir de las versiones que les ofrecen
existen versiones de un mismo cuento tra- los informantes y podemos decir que de este
dicional que responden sencillamente al modo re-crean los textos recogidos.
proceso de difusión oral de relatos popula-
res desde orígenes remotos, pero en el aná- Estos cuentos, originalmente orales, no
lisis de las mismas no se percibe en abso- estaban pensados para niños. Los niños
luto un fin educativo o moral, sino simples eran parte del público que asistía al audi-
modificaciones geográficas, argumentales, torio, sea la plaza de un pueblo o el calor
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estilísticas, fónicas, de puesta en escena de una chimenea familiar. No existía, hay


e incluso estructurales. En la mayoría de que decirlo claro, un concepto de infancia
esas versiones orales que han llegado has- entre los adultos. En Perrault, de hecho, no
ta nosotros de un mismo hipotexto es difí- se observa que las adaptaciones realizadas
cil percibir un fin educativo. por él tuvieran en cuenta la infancia; sin
embargo, los hermanos Grimm, en el siglo
Se suele reservar el término ‘variante’ XIX, sí parecen tener en cuenta a los niños
a cada una de las versiones que nos han para elaborar sus adaptaciones, pues es-
llegado de una obra culta. cribieron distintas adaptaciones progresi-
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vamente más edulcoradas y simplificadas.


Por supuesto, no debemos confundir el Observemos que las fechas coinciden con
concepto de adaptación con el de la censu- la implantación y expansión de la instruc-
ra en sus múltiples formas [18], ni la gu- ción pública en la mayoría de Europa. Esta
bernamental de los regímenes totalitarios cuestión es clave. En concreto, en España
ni la ejercida por los adultos sobre ciertos desde la Ley Moyano de 1857 [19].
libros infantiles.
El caso descrito representa el grueso
de lo que nos ha llegado. Por supuesto,
4.  Muestra: Casuística hay excepciones. Juan Rodríguez Pastor
El grueso de los cuentos tradicionales transcribe los textos recogidos con la más
populares que han llegado hasta nosotros absoluta fidelidad etnográfica; y Moisés
fueron recogidos por Perrault, Grimm, Stra- Marco de Sande escribe incluso respetan-
parola, Tolstoi, Afanasiev, Curiel Merchán, do la fonética dialectal, aunque sin reali-
Sergio Hernández de Soto (por citar auto- zar una transcripción fonética profesional.
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Sí son cuentos escritos para niños, en Entre ellos podemos citar algunos casos
cambio, los de Andersen y Collodi (Pino- de adaptación regional en los que los rela-
cho), conocidos como ‘cuentos literarios’; tos se reubican en lugares concretos. Así
sin embargo, también han sufrido miles existe, por ejemplo, la colección ‘A leer con
de adaptaciones, simplificaciones, censu- pictogramas. Cuentos regionalizados’ de
ras, etc. Estos son, por tanto, de autoría la editorial Albatros, en Argentina, con
culta, si bien no se libran de unas adapta- libros como La sirenita en Patagonia [22].
ciones tan o más integrales o severas.
Otras producciones intentan adaptar
Por otro lado, coincidiendo fundamen- el contenido a nuevos valores morales y
talmente con la implantación de la ins- sociales que superen ciertas connotacio-
trucción pública, el sistema educativo y nes machistas o xenófobas que poseen
la necesidad de unas lecturas escolares, la algunos cuentos tradicionales. Carmen
literatura infantil adaptó obras clásicas y Cascajosa [23], Coronada Carrillo [24] o
de prestigio adultas, tanto antiguas como Tiana Vekic [25] han analizado algunas
contemporáneas. Algunos estudios han de estas adaptaciones en el ámbito de la
profundizado en las lecturas y autores literatura infantil y juvenil centrándose
seleccionados en este proceso canónico, y en el cuento de Caperucita Roja. Se tra-

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cómo fueron utilizados estos textos en la ta de obras que desafían ciertas normas
educación [20]. Así, por ejemplo, se adap- coercitivas en la sociedad actual. Es hasta
taron obras clásicas como el Decamerón cierto punto lógico que el cuento de Ca-
de Bocaccio o El Conde Lucanor de Don perucita Roja sea siempre uno de los más
Juan Manuel, entre otros muchos. Tam- utilizados a la hora de analizar la supe-
bién se adaptaron clásicos de aventuras ración de normas morales estrictas o de
como Robinson Crusoe de Daniel Defoe, prohibiciones a la infancia y a la mujer.
Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift, Otros proyectos se dirigen directamente
Moby Dick de Herman Melville o Alicia en a desmontar los rasgos machistas de los

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el País de las Maravillas de Lewis Carroll. cuentos populares infantiles. Ha habido
A todo esto es a lo que se conoce como ‘li- muchas propuestas en este sentido. Por
teratura ganada’ (o ‘literatura anexada’ destacar alguna, mencionamos el caso de
en los ámbitos lusoparlantes) por parte La cenicienta que no quería comer perdi-
de la literatura infantil a la adulta. Pese ces de Nunila López Salamero y Miriam
a todo, muchos de ellos no se han librado Cameros Sierra. Este libro tuvo una gran
de profundas adaptaciones que suscitan repercusión en España.
grandes controversias ‘que confirman la
dificultad de la empresa educativa’ [21]. En la línea de lo apuntado por Lennard
Davis en el marco teórico, César Sánchez
Deben añadirse además otros casos [26] ha analizado diversas adaptaciones
especiales de adaptación relacionados de cuentos tradicionales originadas en el
con la literatura infantil y juvenil con- periodo de la Guerra Civil española con
temporánea, con sus canales de edición, una voluntad claramente propagandísti-
distribución y estrategias comerciales. ca. Debe recordarse, por poner un ejemplo
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ilustrativo, que durante el periodo fran- los cuentos de ‘El dragón’, ‘La flor de Li-
quista en España el cuento de Caperuci- lilón’ y ‘El zurrón del pobre’. En esta co-
ta Roja pasó de denominarse ‘Caperuci- lección se han adaptado las versiones re-
ta encarnada’ a causa de las consabidas cogidas en su día por algunos de los más
connotaciones ideológicas del color rojo. prestigiosos folkloristas españoles: Curiel
Dentro de este contexto, Xavier Etxaniz Merchán, Hernández de Soto, Rodríguez
[27] ha revelado el poder de la literatura Pastor, José Sendín, etc. Observamos en
infantil y juvenil para modelar o fomentar estos cuentos que, una vez seleccionada
una determinada ideología y transmitir la fuente, las adaptaciones no edulcoran
diversos valores, sean estos actuales o no- el contenido, sino que se mantienen tanto
vedosos (ecología, amistad, defensa de la la densidad semántica como los aspectos
libertad, solidaridad) o bien estereotipos macabros y «políticamente incorrectos»
tradicionales (la supremacía de la fuerza que contenían las versiones recogidas por
física, la pasividad de la mujer, el valor los folkloristas, probablemente debido a
de la tradición, el uso de la fuerza para que el objetivo fundamental de la colec-
resolver problemas, etc.). Este autor pone ción es rescatar esos cuentos lo más fiel-
unos ejemplos muy interesantes del uso mente posible.
de las adaptaciones de cuentos infantiles
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para transmitir cierta ideología en torno Otras propuestas se engloban en lo que


a los temas de la mujer, la violencia, la podemos denominar adaptaciones posmo-
religiosidad o la relectura nacionalista de dernas [29] que desmontan ciertos clichés
la historia en el País Vasco. y estereotipos de los cuentos tradicionales
dándoles una interesantísima vuelta de
Existen también diversas adaptacio- tuerca bajo el prisma de la ironía y la con-
nes, talleres y recursos educativos, muchos frontación de los tópicos y estereotipos con
de ellos en Internet, mediante los cuales la realidad. No pueden faltar en este con-
se trata de combatir el bullying o acoso texto las propuestas de adaptaciones de
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escolar entre los alumnos. Estos proyec- cuentos ‘políticamente correctos’ como los
tos, cada vez más numerosos, presentan que escribieron Roald Dahl en sus Cuen-
un alto valor educativo con el objetivo de tos en verso para niños perversos y, espe-
hacer frente a los abusos en edad escolar. cialmente, Finn Garner con sus Cuentos
Generalmente, están destinados a padres infantiles políticamente correctos, llenos
y educadores que actúan de mediadores. de un lenguaje contemporáneo coloquial,
sin complejos ni prejuicios y con una alta
Hay excepciones, pocas, que intentan carga de ironía [30].
preservar fielmente las características ori-
ginales de los cuentos tradicionales. Pon- No podemos entrar, en estas breves pá-
gamos como ejemplo la reciente colección ginas, en el análisis de otras propuestas
de Literatura Infantil y Juvenil llamada de adaptación que provienen de la conve-
‘El Pico de la Cigüeña. Cuentos populares niencia de la lectura en voz alta en Educa-
extremeños ilustrados’ (2013) [28]. En el ción Infantil [31], o bien de las relaciones
primer volumen de la colección se recogen recíprocas entre cine y cuentos infantiles
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¿Educación frente a cultura? El problema de la adaptación de cuentos tradicionales

[32] en todas sus direcciones [33], algunos rrafos descriptivos, el empleo de palabras
verdaderamente interesantes, como el que más sencillas, la introducción directa de la
propone Marina Warner en su ya clásico acción, el uso del estilo directo y la utiliza-
estudio sobre el mito de La Bella y la Bes- ción de fórmulas de apertura y cierre. El
tia [34]. Ni siquiera debemos entrar en el primero de ellos es, sin duda, medular: el
asunto de la variedad de mundos imagina- respeto a las fuentes. Una vez recogidas las
rios y las funciones de lo fantástico desde distintas versiones de determinado modelo
las producciones cinematográficas centra- de cuento y seleccionada la versión sobre la
das en el mundo de las sagas [35]. No obs- que realizar la adaptación, deben respetar-
tante, sí creemos necesario apuntar que a se escrupulosamente secuencias, persona-
veces la adaptación de los cuentos infan- jes, alternancia narración/diálogo, rasgos
tiles la protagonizan las ilustraciones que de estilo, fórmulas de comienzo y final, ele-
acompañan a los textos. Como es sabido, mentos orales, etc. Por otro lado, a nuestro
ilustrar hace alusión al componente grá- juicio, no deben atenuarse, suprimirse ni
fico que realza, acompaña o complementa edulcorarse aspectos macabros, tenebro-
a un texto, de modo que en ese proceso el sos, terroríficos, políticamente incorrectos
dibujo aporta interesantísimas connota- (sobre la pobreza, la muerte, las enferme-
ciones a la letra. Los ilustradores adaptan dades, sobre modelos de familia no con-

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no solo por la secuencia o el motivo que vencionales, jerarquías o clases sociales,
seleccionan en sus dibujos sino también la marginación) ni suprimirse aspectos lin-
porque atenúan, suavizan o edulcoran la güísticos que pudieran ofrecer mayor resis-
crudeza de los textos. En cambio, otras ve- tencia interpretativa o una cierta densidad
ces, cargan sus tintas en los aspectos más semántica, ambigüedades, ironías, críticas
terroríficos, inquietantes o macabros, lo sociales, etc. Esos caracteres corresponden
que suele ocurrir especialmente con aque- de forma inmanente a los valores universa-
llos ilustradores que proceden del mundo les e intemporales de la tradición. Si nues-
del cómic, o como puede verse en cuentos tro objetivo es el aprendizaje de la lectura,

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como el de Barba-Blu de Chiara Carrer es posible que no deban tenerse en cuenta
[36]. Comoquiera, la ilustración tiende a exhaustivamente estos criterios de actua-
expandirse más allá del texto, añadiendo ción relativos a la transmisión fiel de los
información o descubriendo nuevas lectu- textos; pero si nuestro objetivo es rescatar-
ras e intenciones expresivas. los, recuperarlos y revelarlos a las nuevas
generaciones, la fidelidad debe ser una de
las prioridades para cualquier adaptador.
5. Conclusiones No existe en estos criterios un concepto ni
A la hora de establecer orientaciones restrictivo ni paternalista de la infancia y
generales para llevar a cabo una adap- la educación, sino de confianza en las capa-
tación, vamos a partir de las sugerencias cidades interpretativas, simbólicas y lecto-
aportadas por Ana Pelegrin [37] recogien- ras de los niños.
do los criterios que han seguido otros in-
vestigadores y folcloristas: no desvirtuar Por otro lado, a nivel externo, el proce-
el espíritu de la obra, la supresión de pá- so de adaptación debería contemplar las
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condiciones que establece Marc Soriano bito de los cuentos tradicionales, como de-
[38]: la adaptación debe estar anuncia- muestran las numerosas colecciones que se
da claramente en el libro; con ella no se han publicado en el último siglo por parte
ha reescrito (en el sentido periodístico de de reconocidos recopiladores y folkloristas,
rewriting) el texto. numerosos cuentos no han sido jamás ilus-
trados, y la ilustración, al acompañar al tex-
Lógicamente, cualquier adaptación to, también comunica, aportando matices,
contiene una serie de modificaciones sobre desvelando informaciones ocultas o hacien-
los originales. En cuanto a las modifica- do una relectura o resignificación del texto.
ciones, el adaptador puede encontrarse a
menudo con la necesidad de afrontar cues- En respuesta a las preguntas que ex-
tiones de corrección lingüística y de la re- pusimos al principio, creemos que cual-
ducción o síntesis de los textos con el objeto quier cuento tradicional puede releerse en
de dar más protagonismo a la ilustración. la actualidad y continúa siendo significa-
tivo: son intemporales, universales. Si en
En lo que se refiere a la corrección lin- algún momento nos parece que no lo sean
güística, es común encontrarse en bastan- ya, no es porque hayan dejado de serlo,
tes ocasiones con faltas de ortografía o bien sino porque no se los leemos a los niños.
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con una escritura no adaptada a las nue- En cuanto al diseño de sus protagonistas,
vas normas ortográficas institucionales constituyen caracteres arquetípicos uni-
contemporáneas; sin salir de esta labor de versales [39] que son retenidos fácilmente
corrección, pueden y deben adaptarse pala- por los jóvenes lectores o auditores.
bras y expresiones lingüísticas arcaicas de
difícil comprensión para los niños así como El criterio general en las adaptacio-
rasgos dialectales al lenguaje estándar. En nes debe ser siempre el escrupuloso res-
casos concretos, frente a algún cuento es- peto con las fuentes, guiados en esto por
crito íntegramente con rasgos dialectales, las líneas rojas que se deducen de las
revista española de pedagogía

como puede ser el caso del cuento extreme- aportaciones psicológicas de Bettelheim:
ño ‘El cabreru tontu’, el adaptador puede secuencias, personajes, estereotipos, ma-
comprobar que, una vez realizada la adap- niqueísmo, linealidad, justicia poética,
tación a un nivel de lengua estándar priva- finales cerrados y tranquilizadores, alter-
do de rasgos dialectales, algunos cuentos nancia narración/diálogo, rasgos de estilo,
pierden buena parte de su eficacia comu- fórmulas de comienzo y final, repeticiones,
nicativa y su gracia, lo cual puede llegar a conservación elementos orales, e incluso
hacer desestimar su selección. la conservación de otros componentes más
densos como pueden ser la crítica social, la
Otro factor importantísimo de la adap- ironía o la sátira. La reducción de conte-
tación de los cuentos tradicionales es la nidos, el acompañamiento de ilustraciones
incorporación de ilustraciones para acom- y la adaptación del lenguaje (ortografía y
pañar la letra. Debe saberse que, aunque eliminación de numerosos rasgos dialecta-
muchas regiones europeas cuenten con un les) pueden ser interesantes si se tienen en
importantísimo acervo cultural en el ám- cuenta los lectores a quienes va destinado,
492
¿Educación frente a cultura? El problema de la adaptación de cuentos tradicionales

pero nunca eliminando densidad semánti- carecían. No rechazamos tales adaptacio-


ca e incluso posibles lecturas escondidas. nes, tan solo las ponemos en su lugar por-
que su objetivo es, sencillamente, otro. Su
Por respeto a los cuentos tradiciona- objetivo no es trasmitir el cuento, sino unos
les, por convicciones académicas y por valores por medio del cuento.
confianza en la capacidad simbólica de los
lectores, pensamos que, si el objetivo de la Por supuesto, se puede o no compartir
adaptación no es otro que el de rescatar los la idoneidad de la propuesta de Andersen
cuentos y darlos a conocer a las nuevas ge- en «La Cerillera» (en su cuento original)
neraciones, no conviene eliminar, suavizar o de la colección ‘El pico de la cigüeña’
ni edulcorar componentes terroríficos, ma- (adaptando cuentos tradicionales recogi-
cabros, antisociales o políticamente inco- dos en Extremadura), pues, como hemos
rrectos: la muerte, la pobreza, la crueldad, dicho más arriba, todo mediador lleva de
el miedo, las modelos de familia no conven- serie un adaptador de relatos consigo. En
cionales, etc. no deben desaparecer de los muchas ocasiones, además, va a depender
textos. Por poner un ejemplo, la muerte, la del producto que se quiera (o se pueda)
pobreza y el intenso frío de las calles de la realizar, del destinatario al que se quiere
ciudad de Copenhague en la noche de final ofrecer y del contexto histórico cultural

año LXXIII, nº 262, septiembre-diciembre 2015, 483-498


de año no deben desaparecer de ‘La cerille- cambiante; dependerá también de nuestro
ra’ de Andersen, ni deben atenuarse, pues concepto de educación y de nuestro con-
el cuento pierde eficacia cada vez que sus cepto de infancia; y dependerá, por último,
adaptaciones lo hacen. Otra cuestión será del grado de confianza, de protección o de
si el objetivo de determinada editorial al sobreprotección a los niños que consciente
adaptar los cuentos tradicionales está con- o inconscientemente tengamos como escri-
taminado por el fomento de las primeras tores, educadores, mediadores o padres.
lecturas, o bien por otros tipos de intereses
de carácter ideológico que se desean trans- Dirección para la correspondencia:

revista española de pedagogía


mitir en la infancia. Pero estamos hablan- Ramón Pérez Parejo. Universidad de Ex-
do entonces de otro tipo de aprendizaje. tremadura. Departamento de Didáctica
Quizá pueda simultanearse, mediante un de las Ciencias Sociales, de las Lenguas y
muy hábil trabajo de adaptación, el que de las Literaturas. Facultad de Formación
combina la fiel transmisión de los textos del Profesorado. Avda. de la Universidad,
con el fomento de las primeras lecturas; s/n. 10071 Cáceres. Email: rpp@unex.es.
vemos imposible, en cambio, la simultanei-
dad de intereses cuando se trata de com- Fecha de recepción de la versión definiti-
binar la fiel transmisión de unos textos va de este artículo: 25. III. 2015.
tradicionales cargados de contenidos políti-
camente incorrectos con quienes pretenden
usar esos mismos cuentos para transmitir Notas
mediante adaptaciones edulcoradas unos [1] STOTT, J. C. (1996) The Poetics and Politics of
valores ecológicos, sociales, culturales o po- Adaptation: Traditional Tales as Children’s Litera-
líticos de los que los cuentos tradicionales ture, Children’s Literature, 24, p. 193.

493
Ramón PÉREZ PAREJO y José SOTO VÁZQUEZ

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494
¿Educación frente a cultura? El problema de la adaptación de cuentos tradicionales

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sobre la adaptación en la literatura infantil, Imagi- sobre la adaptación en la literatura infantil, Imagi-
naria. Revista quincenal sobre literatura infantil y ju- naria. Revista quincenal sobre literatura infantil y ju-
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495
Ramón PÉREZ PAREJO y José SOTO VÁZQUEZ

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11.XI.2014). rrón del pobre. Cuentos populares extremeños
ilustrados (Cáceres, Servicio de Publicaciones
CARRER, C. (2007) Barba-Blu (Roma, Donzelli de la Diputación de Cáceres).
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CARRILLO, C. (2010) La visión de lo real en la lecturas periféricas, en CERRILLO, C. (ed.)
obra de Carmen Martín Gaite (Cáceres, Ser- Literatura infantil: nuevas lecturas, nuevos
vicio de Publicaciones de la Universidad de lectores (Cuenca, Universidad de Castilla-La
Extremadura). Mancha) pp. 227-238.

496
¿Educación frente a cultura? El problema de la adaptación de cuentos tradicionales

PELEGRIN, A. M. (2004) La aventura de oír: la provincia de Badajoz durante la segunda mi-


cuentos tradicionales y literatura infantil (Ma- tad del siglo XIX (1857-1900) (Badajoz, Servicio
drid, Anaya). de Publicaciones de la Diputación de Badajoz).

PÉREZ PAREJO, R. (2001) Metapoesía y crítica SOTOMAYOR, M. V. (2005) Literatura, sociedad,


del lenguaje. (De la generación de los 50 a los educación: Las adaptaciones literarias, Revista
novísimos) (Cáceres, Servicio de Publicaciones de Educación, nº extraordinario, pp. 217-238.
de la Universidad de Extremadura).
SOTOMAYOR, M. V. (2013) ¿Qué hacemos con los
POZUELO, J. M. (2009) Teoría del lenguaje litera- clásicos? Algunas reflexiones para los futuros
rio (Madrid, Cátedra). docentes, Lenguaje y textos, 38, pp. 29-35.

PROSIC-SANTOVAC, D. (2011) Critical approaches STOTT, J. C. (1996) The Poetics and Politics of
to fairy tales from the eighteenth century to the Adaptation: Traditional Tales as Children’s Li-
present, en SUTOBIC, L. (ed.) English Langua- terature, Children’s Literature, 24, pp. 29-35.
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Filozofski fakultet u Novom Sadu) pp. 555-567. VEKIC, T. (2009) (Re) escrituras de Caperucita
Roja en la literatura hispánica de la segunda

año LXXIII, nº 262, septiembre-diciembre 2015, 483-498


RASERO, J. y BARCIA, E. (2010) Los cuentos de mitad del siglo XX que desafían normas socia-
tradición oral como dinamizadores del acto di- les coercitivas (Columbia, The University of
dáctico, en INSTITUTO DE LÍNGUA E LITE- British Columbia).
RATURA PORTUGUESAS DA FACULTADE
DE LETRAS DE COIMBRA (ed.) Actas do V WARNER, M. (1994) From the beast to the blonde on
Congresso Internacional de Didáctica da Língua fairy tales and their tellers (London, Vintage).
e da Literatura (Coimbra, Ediçoes Globo) pp.
815-25. ZIPES, J. (2002) Breaking the Magic Spell: Radi-
cal Theories of Folk and Fairy Tales (Lexing-

revista española de pedagogía


SÁNCHEZ, J. L. (2001) Las adaptaciones litera- ton, The University Press of Kentucky).
rias al cine: un debate permanente, Comuni-
car, 17, pp. 65-69.
Resumen:
SÁNCHEZ, C. (2006) Cuentos en pie de guerra: ¿Educación frente a cultura? El pro-
caperucitas y patitos feos al servicio de los más
blema de la adaptación de cuentos
diversos ideales, Revista do centro de estudios
portugueses, 26, pp. 179-189.
tradicionales desde la Didáctica de
la Literatura
SORIANO, M. (1999) La Literatura para niños y La cuestión de la adaptación de los
jóvenes. Guía de exploración de sus grandes te- cuentos populares es uno de los temas más
mas (Buenos Aires, Ediciones Colihue). controvertidos de la Literatura Infantil y
Juvenil, que afecta no solo a cuestiones
SOTO, J., PÉREZ, R. y PANTOJA, A. (2010) Catá- lingüísticas o estilísticas sino también al
logo para el estudio de la educación primaria en plano educativo de transmisión de unos
497
Ramón PÉREZ PAREJO y José SOTO VÁZQUEZ

determinados valores morales. ¿Cual- Summary:


quier cuento tradicional puede releerse o Education vs. culture? The problem
el modelo de mundo que ofrecen algunos of folk tales adaptation from Didac-
ya no es significativo? ¿Deben adaptarse
a la psicología infantil contemporánea? tics of Literature
¿Conviene eliminar cuestiones macabras The question of adapting folk tales is
o terroríficas? ¿Debe primar la ilustra- one of the most controversial issues in Li-
ción sobre el texto? ¿Qué debemos hacer terature for Children that affects not only
con cierto contenido sexista, xenófobo o linguistic or stylistic issues but also the
religioso que aparece en muchos cuentos? educational level of transmission of moral
¿Deben eliminarse los componentes satí- values. Can any traditional story be retold
ricos o irónicos? ¿Qué debemos comunicar or its vision of the world is no longer signi-
y qué valores debemos transmitir como ficant? Must the new version be adapted to
adaptadores? Considerando la casuística contemporary children’s psychology? Must
hallada en la historia de las adaptaciones macabre or too frightening passages be
de cuentos tradicionales, parece existir removed? Should we give priority to illus-
un conflicto entre la fiel transmisión de trations over text? How can we deal with
los textos y la conveniencia de realizar sexist, xenophobic or religious ideology in
año LXXIII, nº 262, septiembre-diciembre 2015, 483-498

profundas y severas modificaciones para some works? Should satirical or ironic com-
ajustarse a la psicología de la infancia, o ponent be eliminated? What should we com-
bien a ciertos valores sociales y ecológicos, municate and what we pass on morality as
o bien a lo que se conoce como lo «política- adaptors? Considering the casuistry found
mente correcto». En otras palabras, pare- in the history of adaptations, there seems
ce existir un conflicto entre la convenien- to be a conflict between the faithful trans-
cia de ser fieles a las fuentes tradicionales mission of the texts and the desirability of
(cultura) o bien la conveniencia educativa profound and severe adjustments to suit
de adaptar los textos de un modo severo contemporary child psychology, of certain
revista española de pedagogía

a la mente infantil (educación). Para ser social or ecological values, or referred to as


rigurosos, la metodología está inspira- politically correct; to put it more simply, a
da fundamentalmente en la teoría de la conflict between the faithful transmission
recepción. Como conclusión general, las of the texts (culture) and the desirability of
adaptaciones dependen del concepto de profound and severe adjustments to suit
educación o, mejor, del concepto de infan- contemporary child psychology (education).
cia del adaptador. As a conclusion, adaptations will depend
on our concept of education and our concept
Descriptores: Adaptación, cuentos tra- of the childhood.
dicionales, educación, infantil, edición.
Key Words: Adaptation, folktales, educa-
tion, children, edition.

498

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