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Para dar respuesta a todo ello, debe- dinámico, condicionado por la conciencia
mos, en primer lugar, exponer un marco histórica, contextual y cultural del lector.
teórico de partida inspirado principalmen- En virtud de estos factores, este fija y crea
te en la Teoría de la Recepción; en segun- el sentido potencial del texto. Con esto se
do lugar, debemos analizar teóricamente le adjudica al lector un papel relevante y
el concepto de adaptación ilustrándolo con activo, pues es quien completa el texto a
la casuística que ha habido a través de la partir de una respuesta estética que com-
historia de la adaptación en la Literatura pleta los espacios en blanco y los rellena
Infantil; solo después podremos extraer de conjeturas, inferencias, relaciones in-
algunas conclusiones y redactar unas tertextuales y suposiciones según su for-
orientaciones generales que cualquier mación y su biblioteca lectora.
proyecto de adaptación, si no debe seguir,
al menos debe tener en cuenta. Dentro del ámbito de la teoría de la re-
cepción, conviene también aludir al con-
cepto de ‘campo literario’ acuñado por Pie-
2. Método. Marco teórico rre Bourdieu [3]. Este autor recomienda
Coincidimos con Donald Haase [2], el la aproximación a la obra de arte a partir
cual se apoya a su vez en Bruno Bettel- de la construcción de la realidad social,
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sa del reader’s response criticism. Estas Por otro lado, las interrelaciones entre
teorías subyacen en cualquier proceso de modelos de mundo sociales, culturales y li-
adaptación porque este se opera pensando terarios son muy ricas y complejas, y casi
en el lector o en la idea que el adaptador siempre están teñidas por la ideología de
tiene de quién puede constituir su lector las clases dominantes. Autores como Jack
modelo o lector ideal. La Teoría de la Re- Zipes en su Breaking the Magic Spell: Ra-
cepción pone el énfasis en el destinatario, dical Theories of Folk and Fairy Tales [4] o
el receptor, frente a los criterios inma- Lennard G. Davis desvelan las claves ideo-
nentistas y estructurales de concepciones lógicas de estas relaciones, lo cual convie-
lingüísticas y literarias anteriores. Cual- ne relacionar con el proceso de adaptación
quier obra de arte no tiene una exégesis de cuentos infantiles. La cuestión, según
unívoca, sino que puede ser interpretada Davis, no es preguntarse qué se ha produ-
de una forma distinta en virtud del bagaje cido en una representación, sino cómo se
cultural y del contexto histórico en que el ha producido: ‘No podemos conformarnos
receptor se halle. La lectura es un proceso simplemente con el hecho de la represen-
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¿Educación frente a cultura? El problema de la adaptación de cuentos tradicionales
tación, sino que debemos analizar el modo lugar a una tipología de lecturas: infantil,
de representación: lo que se incluye, lo que juvenil, progresista, feminista, etc. Más
queda fuera o lo que no se puede represen- allá encontramos la figura del lector pre-
tar’ [5], ya que, como defiende este autor, tendido (Intended reader), que es el lector
en ese juego de dejar, tomar o transformar en quien el emisor ha pensado como tal a
la realidad se hallan profundas razones la hora de escribir el texto. A pesar de sus
ideológicas que sostienen o defienden un paralelos evidentes, no conviene confun-
modelo determinado de mundo. Ese mo- dir este tipo con el lector modelo o ideal
delo, por supuesto, puede ser también el que el texto necesita para ser descodifica-
modelo de educación que quiere transmi- do, es decir, el que posee la competencia
tirse a la infancia, lo que condicionará los suficiente para interpretar el texto. Y aún
mecanismos de la adaptación (supresión, cabría añadir una categoría más, el Infor-
censura, modificación, transformación, med reader, que sería el lector que puede
presentación) de los textos que se preten- realizar una lectura especializada. Todo
de destinar a los niños. La lógica de la eco- ello nos proporciona una idea de lo condi-
nomía y de las relaciones con el poder y las cionado que está el autor, tanto el del hi-
instituciones penetra en la composición, potexto como el de cualquier adaptación,
edición, recepción y distribución de las a la hora de escribir su obra si piensa en a
Alicia para los pequeños, o Ana María Ma- la capacidad de comprensión de los recep-
tute cuando reescribe adaptando el cuento tores. Y también, muy especialmente, el
de Perrault La bella durmiente en el bos- Psicoanálisis, fundamentalmente a partir
que para convertirlo en La verdadera his- de las aportaciones de Bruno Bettelheim
toria de la bella durmiente. en su ya clásico Psicoanálisis de los cuen-
tos de hadas, que nos ha ofrecido las cla-
Volviendo a Genette, en Palimpsestos ves del sentido profundo de los cuentos de
(1989), el investigador francés puso cier- hadas. Bettelheim afirma que los cuentos
to orden conceptual y terminológico en la tradicionales y de hadas ayudan a los ni-
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Se suele hablar de versiones cuando res de épocas y lugares diferentes), etc. que
existen distintas variaciones sobre un mis- son adaptaciones realizadas por individuos
mo hipotexto que han llegado hasta hoy. pertenecientes a las clases intelectuales
No está claro, y habría que analizar caso que decidieron llevar estos relatos desde la
por caso, si las versiones fueron ‘adapta- tradición oral a la escritura. Buena parte de
ciones a...’ De cualquier manera, adaptar estos intelectuales están relacionados con el
tiene siempre detrás una connotación cul- mundo de la educación. No se limitaron solo
ta, una expectativa de destinatario y, casi a recopilar sino que fueron también, en su
siempre, un horizonte, un fin específico, ge- mayor parte, adaptadores; adaptan, en ma-
neralmente educativo y moral, como afir- yor o menor grado, esas obras de la tradi-
maba más arriba Sotomayor. Ahora bien, ción a partir de las versiones que les ofrecen
existen versiones de un mismo cuento tra- los informantes y podemos decir que de este
dicional que responden sencillamente al modo re-crean los textos recogidos.
proceso de difusión oral de relatos popula-
res desde orígenes remotos, pero en el aná- Estos cuentos, originalmente orales, no
lisis de las mismas no se percibe en abso- estaban pensados para niños. Los niños
luto un fin educativo o moral, sino simples eran parte del público que asistía al audi-
modificaciones geográficas, argumentales, torio, sea la plaza de un pueblo o el calor
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Sí son cuentos escritos para niños, en Entre ellos podemos citar algunos casos
cambio, los de Andersen y Collodi (Pino- de adaptación regional en los que los rela-
cho), conocidos como ‘cuentos literarios’; tos se reubican en lugares concretos. Así
sin embargo, también han sufrido miles existe, por ejemplo, la colección ‘A leer con
de adaptaciones, simplificaciones, censu- pictogramas. Cuentos regionalizados’ de
ras, etc. Estos son, por tanto, de autoría la editorial Albatros, en Argentina, con
culta, si bien no se libran de unas adapta- libros como La sirenita en Patagonia [22].
ciones tan o más integrales o severas.
Otras producciones intentan adaptar
Por otro lado, coincidiendo fundamen- el contenido a nuevos valores morales y
talmente con la implantación de la ins- sociales que superen ciertas connotacio-
trucción pública, el sistema educativo y nes machistas o xenófobas que poseen
la necesidad de unas lecturas escolares, la algunos cuentos tradicionales. Carmen
literatura infantil adaptó obras clásicas y Cascajosa [23], Coronada Carrillo [24] o
de prestigio adultas, tanto antiguas como Tiana Vekic [25] han analizado algunas
contemporáneas. Algunos estudios han de estas adaptaciones en el ámbito de la
profundizado en las lecturas y autores literatura infantil y juvenil centrándose
seleccionados en este proceso canónico, y en el cuento de Caperucita Roja. Se tra-
ilustrativo, que durante el periodo fran- los cuentos de ‘El dragón’, ‘La flor de Li-
quista en España el cuento de Caperuci- lilón’ y ‘El zurrón del pobre’. En esta co-
ta Roja pasó de denominarse ‘Caperuci- lección se han adaptado las versiones re-
ta encarnada’ a causa de las consabidas cogidas en su día por algunos de los más
connotaciones ideológicas del color rojo. prestigiosos folkloristas españoles: Curiel
Dentro de este contexto, Xavier Etxaniz Merchán, Hernández de Soto, Rodríguez
[27] ha revelado el poder de la literatura Pastor, José Sendín, etc. Observamos en
infantil y juvenil para modelar o fomentar estos cuentos que, una vez seleccionada
una determinada ideología y transmitir la fuente, las adaptaciones no edulcoran
diversos valores, sean estos actuales o no- el contenido, sino que se mantienen tanto
vedosos (ecología, amistad, defensa de la la densidad semántica como los aspectos
libertad, solidaridad) o bien estereotipos macabros y «políticamente incorrectos»
tradicionales (la supremacía de la fuerza que contenían las versiones recogidas por
física, la pasividad de la mujer, el valor los folkloristas, probablemente debido a
de la tradición, el uso de la fuerza para que el objetivo fundamental de la colec-
resolver problemas, etc.). Este autor pone ción es rescatar esos cuentos lo más fiel-
unos ejemplos muy interesantes del uso mente posible.
de las adaptaciones de cuentos infantiles
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escolar entre los alumnos. Estos proyec- cuentos ‘políticamente correctos’ como los
tos, cada vez más numerosos, presentan que escribieron Roald Dahl en sus Cuen-
un alto valor educativo con el objetivo de tos en verso para niños perversos y, espe-
hacer frente a los abusos en edad escolar. cialmente, Finn Garner con sus Cuentos
Generalmente, están destinados a padres infantiles políticamente correctos, llenos
y educadores que actúan de mediadores. de un lenguaje contemporáneo coloquial,
sin complejos ni prejuicios y con una alta
Hay excepciones, pocas, que intentan carga de ironía [30].
preservar fielmente las características ori-
ginales de los cuentos tradicionales. Pon- No podemos entrar, en estas breves pá-
gamos como ejemplo la reciente colección ginas, en el análisis de otras propuestas
de Literatura Infantil y Juvenil llamada de adaptación que provienen de la conve-
‘El Pico de la Cigüeña. Cuentos populares niencia de la lectura en voz alta en Educa-
extremeños ilustrados’ (2013) [28]. En el ción Infantil [31], o bien de las relaciones
primer volumen de la colección se recogen recíprocas entre cine y cuentos infantiles
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[32] en todas sus direcciones [33], algunos rrafos descriptivos, el empleo de palabras
verdaderamente interesantes, como el que más sencillas, la introducción directa de la
propone Marina Warner en su ya clásico acción, el uso del estilo directo y la utiliza-
estudio sobre el mito de La Bella y la Bes- ción de fórmulas de apertura y cierre. El
tia [34]. Ni siquiera debemos entrar en el primero de ellos es, sin duda, medular: el
asunto de la variedad de mundos imagina- respeto a las fuentes. Una vez recogidas las
rios y las funciones de lo fantástico desde distintas versiones de determinado modelo
las producciones cinematográficas centra- de cuento y seleccionada la versión sobre la
das en el mundo de las sagas [35]. No obs- que realizar la adaptación, deben respetar-
tante, sí creemos necesario apuntar que a se escrupulosamente secuencias, persona-
veces la adaptación de los cuentos infan- jes, alternancia narración/diálogo, rasgos
tiles la protagonizan las ilustraciones que de estilo, fórmulas de comienzo y final, ele-
acompañan a los textos. Como es sabido, mentos orales, etc. Por otro lado, a nuestro
ilustrar hace alusión al componente grá- juicio, no deben atenuarse, suprimirse ni
fico que realza, acompaña o complementa edulcorarse aspectos macabros, tenebro-
a un texto, de modo que en ese proceso el sos, terroríficos, políticamente incorrectos
dibujo aporta interesantísimas connota- (sobre la pobreza, la muerte, las enferme-
ciones a la letra. Los ilustradores adaptan dades, sobre modelos de familia no con-
condiciones que establece Marc Soriano bito de los cuentos tradicionales, como de-
[38]: la adaptación debe estar anuncia- muestran las numerosas colecciones que se
da claramente en el libro; con ella no se han publicado en el último siglo por parte
ha reescrito (en el sentido periodístico de de reconocidos recopiladores y folkloristas,
rewriting) el texto. numerosos cuentos no han sido jamás ilus-
trados, y la ilustración, al acompañar al tex-
Lógicamente, cualquier adaptación to, también comunica, aportando matices,
contiene una serie de modificaciones sobre desvelando informaciones ocultas o hacien-
los originales. En cuanto a las modifica- do una relectura o resignificación del texto.
ciones, el adaptador puede encontrarse a
menudo con la necesidad de afrontar cues- En respuesta a las preguntas que ex-
tiones de corrección lingüística y de la re- pusimos al principio, creemos que cual-
ducción o síntesis de los textos con el objeto quier cuento tradicional puede releerse en
de dar más protagonismo a la ilustración. la actualidad y continúa siendo significa-
tivo: son intemporales, universales. Si en
En lo que se refiere a la corrección lin- algún momento nos parece que no lo sean
güística, es común encontrarse en bastan- ya, no es porque hayan dejado de serlo,
tes ocasiones con faltas de ortografía o bien sino porque no se los leemos a los niños.
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con una escritura no adaptada a las nue- En cuanto al diseño de sus protagonistas,
vas normas ortográficas institucionales constituyen caracteres arquetípicos uni-
contemporáneas; sin salir de esta labor de versales [39] que son retenidos fácilmente
corrección, pueden y deben adaptarse pala- por los jóvenes lectores o auditores.
bras y expresiones lingüísticas arcaicas de
difícil comprensión para los niños así como El criterio general en las adaptacio-
rasgos dialectales al lenguaje estándar. En nes debe ser siempre el escrupuloso res-
casos concretos, frente a algún cuento es- peto con las fuentes, guiados en esto por
crito íntegramente con rasgos dialectales, las líneas rojas que se deducen de las
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como puede ser el caso del cuento extreme- aportaciones psicológicas de Bettelheim:
ño ‘El cabreru tontu’, el adaptador puede secuencias, personajes, estereotipos, ma-
comprobar que, una vez realizada la adap- niqueísmo, linealidad, justicia poética,
tación a un nivel de lengua estándar priva- finales cerrados y tranquilizadores, alter-
do de rasgos dialectales, algunos cuentos nancia narración/diálogo, rasgos de estilo,
pierden buena parte de su eficacia comu- fórmulas de comienzo y final, repeticiones,
nicativa y su gracia, lo cual puede llegar a conservación elementos orales, e incluso
hacer desestimar su selección. la conservación de otros componentes más
densos como pueden ser la crítica social, la
Otro factor importantísimo de la adap- ironía o la sátira. La reducción de conte-
tación de los cuentos tradicionales es la nidos, el acompañamiento de ilustraciones
incorporación de ilustraciones para acom- y la adaptación del lenguaje (ortografía y
pañar la letra. Debe saberse que, aunque eliminación de numerosos rasgos dialecta-
muchas regiones europeas cuenten con un les) pueden ser interesantes si se tienen en
importantísimo acervo cultural en el ám- cuenta los lectores a quienes va destinado,
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de adaptar los textos de un modo severo contemporary child psychology, of certain
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