Supuesto Práctico 1.

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María es una niña de 7 años que cursa actualmente 2º de primaria (Primer ciclo: 2º Nivel), y
es remitida al maestro en audición y lenguaje del centro escolar por presentar dificultades en la
pronunciación de un determinado fonema. Sigue los cursos escolares sin ninguna dificultad,
desarrollándose el aprendizaje del lenguaje escrito con total normalidad. El contenido y uso del
lenguaje es el apropiado para su edad cronológica. La adquisición de pronombres, verbos,
diminutivos, plurales,…es adecuada, al igual que la organización de las palabras y frases.
Su alimentación fue a través de biberón hasta los 3 años, costándole acostumbrarse los
alimentos sólidos. Actualmente aún es lenta en las comidas, pero su alimentación es normal. En
los datos evolutivos de su historial clínico no existe nada destacable. Se descarta que los padres
comentan el mismo error articulatorio que la niña. Asimismo también descartamos la existencia
de alguna dificultad morfológica (órganos bucofonatorios), neurológica o auditiva que justifique
la dificultad de la niña.
Durante la exploración fonética se observa, tanto en lenguaje espontáneo como en la
administración de un protocolo fonético, la sustitución sistemática del fonema alveolar fricativo
/s/ por el interdental /θ/. Esta sustitución es constante y no mejora bajo control imitativo, por lo
que hace pensar en la dificultad práxica para la ejecución de este sonido.
El resto de la conducta lingüística y comprensión verbal de esta niña se muestra adecuada
para su edad cronológica y no se considera oportuna la administración de otras pruebas.

Supuesto Práctico 2.-

Antonio es un niño de 7 años, que se vio implicado en un accidente de automóvil cuando
viajaba con sus padres de vacaciones. En el momento del ingreso, se le descubrieron múltiples
fracturas óseas en la pelvis, dedos del pie derecho y diversas costillas del lado izquierdo.
Presentaba, asimismo, dos pequeños cortes en la cabeza que precisaron puntos de sutura. Dos
días después de su ingreso el niño continúa sin mejoría, y se decide realizarle unas pruebas
neurológicas a fin de establecer el daño causado por la lesión.
Su lesión neurológica cursa con dificultades a nivel de lenguaje.
El lenguaje conversacional de Antonio es muy fluido, pero se observa que cambia unas
sílabas por otras, utiliza algunas palabras irreconocibles, y repite sílabas y palabras. Observamos
que en ocasiones no termina las frases, dada la dificultad que presenta para nombrar algunos
objetos.
En relación a la comprensión verbal del niño, es significativo destacar que su comprensión
es adecuada exclusivamente en lo que se refiere a oraciones sencillas, mostrando dificultad a la
hora de definir palabras aisladas. La lectoescritura del niño se encuentra también alterada.