Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Curso: 4° año
San Lorenzo - Paraguay
2016
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Tutor:
Responsables:
Julio César Amarilla Acosta.
Walter Blas Guillén.
Arturo Trinidad.
Violeta Ricart Mas.
Oscar Ruiz Diaz Politeo Smith
Página 1 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Índice
Introducción……………………………………………………………………….......…….3
Marco Teórico
Evolución histórica del perfil criminal. La psicología en el crimen……………….........…..4
Ámbitos de aplicación del perfil criminológico………………………………………....…..7
Diferentes modelos, resultados y controversias............................................................8
Tipos de perfiles criminales…………………………………………………………………15
Principales aplicaciones de perfiles criminales……………………………………………..17
Problemas con el perfil criminológico…………………………………………………...…18
Conclusión………………………………………………………………………………..…21
Anexos………………………………………………………………………………………23
Bibliografía…………………………………………………………………………………27
Página 2 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Introducción
El término offender profiling («perfil del delincuente») fue creado por los agentes del
FBI en el centro de entrenamiento de Quantico (Virginia Oeste) en los años 70, para designar
la técnica de describir el comportamiento y características probables del autor desconocido de
un asesinato. El primer caso que se conoce es el de Susan Jaeger, una niña que desapareció en
1973 en el estado de Montana (EE.UU.), y a la que la policía llevaba más de medio año
buscando infructuosamente. Había sido secuestrada mientras dormía en su tienda de campaña,
haciendo camping con sus padres. Siete meses más tarde apareció muerta en un bosque cercano,
gravemente mutilada.(1)
El FBI sugirió que el asesino era un varón blanco, que vivía cerca del camping, y que
posiblemente contara con algún arresto previo. Probablemente, se anotó también, habría
guardado algún recuerdo físico del hecho. El perfil condujo ante un sospechoso, David
Meirhofer, quien sin embargo, negó los cargos. Cuando, más tarde, la madre grabó una llamada
anónima que recibió, en la que se le informaba de que su hija había sido secuestrada, se
comprobó que el sospechoso había hecho esa llamada. Antes de que se ahorcara en su celda, la
policía comprobó que también había cometido otros tres asesinatos.(1)
Tal y como escriben Holmes y Holmes en su libro clásico Profiling violent crimes («La
perfilación de los delitos violentos»), la técnica del perfil, o la evaluación aplicada a la
investigación criminal, es un «intento elaborado de proporcionar a los equipos de
investigación con la información específica en torno al tipo de individuo que ha cometido un
cierto crimen». Usualmente los perfiles son más eficaces en aquellos casos en los que un
delincuente desconocido ha mostrado indicios de psicopatología. En esta categoría
incluiríamos delitos como el asesinato serial, la violación, la piromanía, robos de bancos y el
secuestro y abuso sexual de niños.(1)
Página 3 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
En junio de 1992, el Comité Policial ACPO Association of Chief Police Officers del
Reino Unido concluyó que era viable el desarrollo de la elaboración del perfil criminal como
herramienta operacional. La evaluación de la técnica aportó 26 recomendaciones que
contribuirían a fortalecerla, las principales fueron:
Es muy importante tener en cuenta que para realizar un perfil criminal se necesita del
personal entrenado y capacitado científicamente, el cual debe reunir una serie de características
como un investigador con especial capacidad de análisis, con experiencia práctica de casos
trabajados para conocer cada tipo de delincuente y poder reproducirse mentalmente lo que
sienten.(1)
Página 4 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
El uso de la psicología para combatir y estudiar el crimen debe estar relacionado desde
el inicio mismo de ésta, sin embargo, ha sido relativamente reciente en el tiempo la intención
de algunos expertos de elaborar una metodología más o menos sistemática que nos ayude a
capturar a criminales usando las aportaciones que la psicología nos brinda. Esta metodología
ha estado basada principalmente en la creación, desarrollo y uso de técnicas clasificatorias y
de etiquetajes del delincuente criminal, teniendo inicialmente como principal objetivo la
captura del criminal. El acopio de datos ha posibilitado un estudio más en profundidad, que ha
dado lugar a diversas teorías psicológicas del crimen, teorías que tratan de explicar el hecho
criminal al igual que hace con cualquier patología mental. El desarrollo de técnicas terapéuticas
y de rehabilitación del crimen está en un estadio muy precoz: (2)
• 1888. Gran Bretaña. El Dr. George B. Philips diseña el método “modelo-herida”, basado en
la relación que existe entre las heridas que sufre la víctima y su agresor. En función de las
características de éstas, se podría diseñar un perfil del delincuente.
• 1870. Italia. Lombroso es considerado el padre de la criminología. Estudia desde el punto de
vista evolutivo y antropológico prisioneros, dando lugar a una clasificación de delincuentes
que tienen en cuenta características físicas:
• 1955. Alemania. Kretschmer hace un estudio de más de 4.000 casos y diseña una clasificación
basada también en características físicas:
4. Leptosómico: Delgado y alto.
5. Atlético: Musculoso, fuerte.
6. Pícnico: bajos y gordos.
7. Mixtos: no puede encajar completamente en ninguna de las anteriores y sí en
varias de ellas.
Según esta clasificación cada tipo de delincuente se relacionaría con un tipo de delito,
así los leptosómicos son propensos al hurto, los atléticos a crímenes donde se use la violencia
y los pícnicos al engaño y el fraude.(2)
Las anteriores aportaciones tienen un fuerte componente biologicistas y fueron siendo
abandonadas por la poca utilidad que ofrecía, así como por sus carencias científicas.
Página 5 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Posteriormente y junto con el desarrollo que la psicología iba atesorando, las teorías dejaron a
un lado las características físicas para detectar a criminales y empezaron a usar características
psicológicas.(2)
• 1957. USA. Brussel compara conductas delictivas con conductas de pacientes mentales. Su
perfil del Bonbardero de Nueva York puede ser considerado el primer perfil psicológico
criminal.
32 paquetes explosivos en Nueva York en ocho años. Brussel examinó las escenas de
los crímenes y dio un perfil a la policía. El bombardero es un inmigrante de Europa de entre
40- 50 años que vivía con su madre. Hombre que era muy aseado y que por la forma redondeada
de sus “w” adoraba a su madre. y detestaba a su padre. Predijo que en su detención vestiría un
traje cruzado y abotonado.Poco más tarde, y tras las pistas aportadas por Brussel, George
Metesky, un empleado enfadado de la compañía donde puso el primer artefacto fue detenido,
llevaba un traje cruzado y abotonado.
Según Brussel, su perfil fue fruto del uso del razonamiento deductivo, su experiencia y
el cálculo de probabilidades. Brussel apuntó hacia un hombre paranoico, trastorno que tarda
alrededor de 10 años en desarrollarse, lo que, junto a la fecha de la primera bomba le llevó a la
edad del perfil. Este trastorno explica el resentimiento perdurable, la pulcritud y perfección de
sus acciones y artefactos, así como su vestimenta. Las notas que dejaba permitieron evaluar su
procedencia, parecía como si estuviera traduciendo, lo que nos lleva a un inmigrante, en
concreto del Este de Europa, donde históricamente se ha usado las bombas como armas de
terrorismo.(2)
La exactitud del perfil tuvo una gran repercusión en la policía, que empezó a respetar
y a usar las aportaciones que la psicología podía hacer en este tipo de casos.
A pesar de que era aún una técnica poco precisa y con fallos, como se demostró entre
otros, en los casos del Estrangulador de Boston, el perfil criminal fue ganando aceptación y
demanda. A esto ayudó el aumento de homicidios en los que el asesino no era una persona
conocida para la víctima, lo que complicaba su resolución a la policía.
• 1970.USA. A partir de esta fecha, resulta vital para el desarrollo de esta técnica las
aportaciones y desarrollos realizados por el FBI. El perfil psicológico del criminal queda
establecido como técnica de investigación policial para resolver los casos difíciles, se crea la
Unidad de Ciencias del Comportamiento en el FBI, unidad especializada en el diseño de este
tipo de perfiles. Agentes del FBI se preocupan por este tema y se van especializando, entre
ellos Robert Ressler. Ressler entrevistó a cientos de criminales violentos en las cárceles, analizó
y sistematizó toda esa información en el Proyecto de Investigación de la Personalidad Criminal,
creado por él mismo y empezaron a documentar ciertos patrones y comportamientos de
asesinos.(2)
Una de sus mayores aportaciones fue la del término de “asesino en serie”, que veremos
más adelante y su clasificación de asesinos en serie.(2)
Página 6 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
1. Asesinos en serie Organizados: Muestran cierta lógica en lo que hacen, no sufren trastornos
mentales que puedan explicar en parte lo que hace, planifican sus asesinatos, son premeditados
y nada espontáneos, suelen tener inteligencia normal o superior, eligen a sus víctimas y las
personaliza para que exista una relación entre él y su presa.
2. Asesinos en serie no Organizados: Sus actos no usan la lógica, suelen presentar trastornos
mentales que se relacionan con sus aberrantes actos, tales como la esquizofrenia paranoide. No
selecciona ni elige a sus víctimas, ya que sus impulsos de matar le dominan tanto que
improvisa, actúa espontáneamente y con una mayor carga de violencia y saña sin ningún
mensaje. Su deterioro mental hace también que no se ocupe de la escena del crimen ni haga
nada especial para no ser detenido. No quiere relacionarse con su víctima, solo destruirla.
En otras ocasiones, el perfil ayuda a conocer ante qué tipo de personas nos enfrentamos
y éste arma puede usarse antes de su captura, provocando por ejemplo al agresor en los medios
de comunicación, y después de su captura, preparando los interrogatorios.
Otro ámbito de aplicación del perfil es su función teórica, en cuanto a que el análisis y
evaluación de casos sirven para aumentar el conocimiento que se tiene sobre la propia técnica
y sobre el hecho criminal.(2)
Página 7 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Con los datos recabados en esta línea se han propuesto diversas tipologías que clasifican
a los delitos y a los delincuentes teniendo en cuenta los motivos que tuvieron para cometerlos
(8, 9)
o sus características (5, 6).
Quizás la tipología más reconocida y utilizada en el mundo es la del FBI, que propone
el estudio de escenas organizadas y desorganizadas. Este modelo puede enmarcarse en lo que
se ha denominado la metodología clínica. De acuerdo con esta propuesta, las escenas
organizadas indican la planeación y los esfuerzos del agresor por ocultar evidencias. Los
agresores responsables de este tipo de escenas son descritos como metódicos, inteligentes,
controlados y competentes en su interacción social y sexual. En general, esta categoría se
refiere a delitos cometidos por psicópatas. (6, 7, 10, 11).
A pesar de la popularidad de los modelos descritos, vale la pena señalar que en el ámbito
académico han recibido fuertes críticas. Por ejemplo, dado que la metodología empleada suele
ser la entrevista, se han encontrado sesgos en la información proporcionada por los delincuentes
(12)
Otra crítica, con relación a la clasificación propuesta por el FBI, argumenta que la
mayoría de los homicidios tiene características organizadas y por eso mismo, éste no sería un
Página 8 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
criterio fiable para clasificar las escenas de los homicidios. En la investigación de Canter,
Alison, Alison y Wentink (14) se evaluó la co-ocurrencia de 39 aspectos de 100 casos de
homicidios seriales. Los resultados señalaron que las características típicas de la categoría
organizadas se encuentran en la mayor parte de los homicidios y que las características
relacionadas con la categoría de desorganizadas, no llegaron a ser tan claras como para
conformar una categoría independiente. De igual forma, en la investigación de Busch y
Cavanaugh (13), la clasificación de homicidios seriales del FBI también fue cuestionada debido
a su carácter descriptivo pero no generalizable.
Los investigadores también encontraron poco apoyo para las categorías hedonista y de
crímenes cometidos por odio. Además, estos autores no hallaron diferencias en la organización
y la desorganización de los delitos, pero sí las encontraron en la manera en que el agresor
establecía relación con la víctima. Estos resultados han llevado a proponer tipologías de delitos
y de delincuentes con base en el tipo de relación que el agresor establece con la víctima, lo que
hace evidente una clasificación no dicotómica de acuerdo a las categorías conductuales
fácilmente observables a través del análisis de la forma en que se comete un delito o un conjunto
de ellos.(15)
Investigaciones como las descritas han dado origen a un modelo diferente y menos
difundido que opta por la lógica inductiva y los análisis estadísticos.(15)
Página 9 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
un delito. El principal objetivo de este enfoque es someter a prueba empírica los supuestos de
la elaboración de perfiles criminológicos: (23, 24, 25).
Así, la información relacionada con estas variables muestra mayor poder predictivo con
respecto de las características o el perfil del responsable de los hechos, que las clasificaciones
con base en los motivos o las propuestas de tipologías dicotómicas. En este sentido, la
investigación arroja datos sobre el tipo de información útil para la identificación y la captura
de agresores desconocidos. Por ejemplo, los hallazgos sobre el tipo de violencia indican dos
temas predominantes: expresivo e instrumental. En el primero, la violencia es el resultado de
un estado emocional del delincuente en el que la conducta se presenta como respuesta a
situaciones que inducen ira o frustración y cuyo objetivo es herir a la víctima. En estos delitos
es frecuente que la víctima sufra un gran número de heridas, que el agresor se aproxime de
manera sorpresiva y que se utilice un arma de oportunidad. (23, 29, 30, 24).
Por otro lado, la violencia instrumental se ejerce como medio para satisfacer alguna
necesidad del agresor. Por ejemplo, la satisfacción sexual, el dinero, el reconocimiento, etc. A
su vez, los resultados de este método de análisis sugieren la existencia de relaciones entre el
tipo de violencia ejercida sobre la víctima y las características propias de los agresores, como
el historial delictivo y las estrategias de interacción social, además de las variables
sociodemográficas como edad, ocupación y estado civil (23, 29, 30, 24).
Las conductas en la comisión del delito también han permitido identificar niveles
distintos de planeación que indican la preparación o la impulsividad con la que se cometieron
los actos delictivos. La planeación se ha asociado con agresores auto-controlados, inteligentes
y con mayor probabilidad de estar integrados en el ámbito social y laboral. La impulsividad en
cambio, se asocia con personas poco controladas, que aprenden con mayor dificultad de la
experiencia y por lo mismo no perfeccionan de manera substancial su carrera delictiva (23).
Por último, en cuanto al nexo agresor-víctima se han identificado las siguientes formas
en que el primero trata a la segunda. Cuando la víctima es tratada como objeto, existe una
Página 10 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
En esta línea de investigación se han estudiado las relaciones entre las zonas donde se
cometen los delitos y las posibles características de los delincuentes. Una de las teorías más
importantes en esta aproximación es la de actividades. Esta teoría propone que los crímenes
son cometidos en sitios conocidos y convenientes (en términos de ganancias y riesgos
percibidos por los agresores) para que los delincuentes encuentren a sus víctimas, y que éstos
se ubican donde confluyen las actividades diarias de unos y otros (30). Por ejemplo, en los
datos de abusadores sexuales de niños analizados por la «Far County Law Enforcement
Agencie» (32), el mapa de los sitios donde vivían los agresores y cometían sus delitos mostró
que las casas de los delincuentes estaban ubicadas muy cerca de los colegios, probablemente
porque allí tenían mayor posibilidad de contacto con sus víctimas potenciales.
Las investigaciones sobre la distribución geográfica de los delitos seriales y de las casas
de los perpetradores de homicidio, violación, piromanía y robo, han encontrado que las
actividades delictivas suelen acontecer alrededor de un sitio base (hipótesis de
domocentricidad) y que el delincuente establece una distancia alrededor de su foco central (que
puede ser su casa) a manera de anillo de seguridad, en el que no se cometen delitos (33, 28, 34, 35,
36, 37).
Otro aporte importante en esta área ha sido el de Kim Rossmo, quien desarrolló un
modelo matemático denominado "Criminal Geographic Targeting" –CGT– (Blanco
Geográfico Criminal). El perfil geográfico se realiza teniendo en cuenta datos como la
Página 11 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
ubicación del área donde los homicidas buscan a sus víctimas, las asesinan y se deshacen de
sus cuerpos. Este modelo genera una superficie tridimensional que indica la probabilidad de
que un área sea significativa para el asesino serial (porque vive, trabaja o pasa la mayor parte
de su tiempo allí). Su utilización ha permitido reducir las listas de sospechosos teniendo en
cuenta el área de búsqueda sugerida por el modelo tanto a nivel geográfico como a través de
códigos postales o telefónicos; asimismo, este modelo ha sido útil para sugerir ubicaciones
geográficas y estratégicas para los patrullajes de la policía (37, 35).
En general, los resultados anteriores indican que la elección de los lugares y de las
víctimas no se debe al azar, incluso en delitos que pudieran catalogarse como impulsivos.
Aunque es posible que no haya un proceso consciente por parte del agresor, se pueden
identificar criterios de elección del lugar y de la víctima con base en una racionalidad
reconocible (33, 23, 34).
Otro factor relacionado con los perfiles criminológicos ha sido el "momento" en que se
cometen los delitos. Este punto se ha estudiado poco y aún menos en el contexto de la
cronoecología. El principal supuesto de la cronoecología es que los patrones conductuales son
el resultado de la interacción entre los programas temporales endógenos de los organismos (que
son la causa de los ritmos biológicos) y las modificaciones causadas por los estímulos externos
ambientales y sociales (38, 39).
La investigación sobre los ciclos anuales señala que los delitos de violación (42) y homicidio (44)
están asociados con estos ritmos. Estos resultados sugieren que este tipo de delitos pueden estar
asociados con los ritmos observados en la transmisión de la serotonina. En cuanto al nexo entre
patrones estacionales y la comisión de delitos, también se han encontrado correlaciones, en
especial con aquellos delitos que implican un alto grado de violencia. Por ejemplo, Tiihonen,
Räsänen y Hakko (44) encontraron que en Finlandia, durante el invierno, la tasa de homicidio
fue 6% más baja y durante el verano 6% más alta que las tasas esperadas. Aunque la variación
estacional en la agresión impulsiva se relaciona con los ritmos anuales, aún hay poco
conocimiento sobre la estacionalidad en la ocurrencia de homicidios.
Aunque se ha hecho investigación sobre ritmos anuales, mensuales y semanales, aún es fuente
de curiosidad saber cómo los ciclos lunares (29,5 días) pueden afectar la fisiología humana y
la conducta en general (45), así que esta pregunta también está vigente en el caso de las
actividades delictivas.Tal como lo sugieren Michael y Zumpe (46), la violencia humana como
la agresión en los primates no humanos, puede estar influenciada por factores ambientales
Página 12 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
exteroceptivos. Estos hallazgos podrían ser importantes para sugerir áreas y fechas que
requerirían mayor atención policial y para recomendar estrategias no convencionales en la
prevención y el tratamiento de la delincuencia.
Por otro lado, estudios como los de Hicks y cols (47) que han estudiado la conducta agresiva en
mujeres hospitalizadas que presentaban retardo mental, sugieren una alta relación causal con
la luna llena. Este punto indica la importancia de estudiar las diferencias entre hombres y
mujeres en función de sus ritmos cronoecológicos y de las relaciones con las actividades
delictivas (nivel de violencia) cometidas.
Criminogenia(48)
Si bien el hombre es dotado de libre albedrío, es decir de voluntad libre para hacer o no
hacer, se reconocen factores de criminalidad y que el crimen tiene doble origen: es el resultado
de factores o fuerzas originados en el propio individuo; factores endógenos, u originados en
el ambiente físico o social en que viva, factores exógenos. Entre los factores individuales,
biológicos o endógenos, se considera la raza, la herencia, el sexo, la edad, la constitución o
perfil endocrinológico; entre los factores mesológicos se consideran: (48)
Del estudio de estadísticas de varios países se deduce la importancia variable de estos diversos
factores, así: (48)
La raza: se sabe que en ciertos pueblos son más frecuentes los crímenes pasionales,
por venganza; en otras razas prevalecen los delitos contra las personas, y en algunas
contra la propiedad.
Herencia: hay predisposiciones familiares para el crimen, como las hay para el
alcoholismo, las enfermedades mentales, la prostitución, etc.
Sexo: entre las mujeres es menos frecuente la delincuencia; ellas cometen con más
frecuencia crímenes pasionales, envenenamientos, el infanticidio; es delito más
frecuentemente femenino, el aborto.
Edad: los menores cometen más delitos contra la propiedad; la delincuencia es más
frecuente entre las edades de 18 a 30 años.
Constitución endocrina: los delitos sexuales y atentados contra el pudor son más
frecuentes en individuos de constitución hipersexual e hipercórtico-suprarrenal, los
hipertiroideos son más emotivos e impulsivos.
Página 13 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Clima: en general, en verano y en países cálidos son más frecuentes los delitos de
sangre; y en países fríos, son más frecuentes los delitos contra la propiedad.
Educación: tiene gran influencia la educación, como factor de formación del carácter.
Página 14 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Delincuente por taras psíquicas: son los que caen en la delincuencia por razones de
anormalidad psíquica (congénita o adquirida), poco o nada reeducables, muy
peligrosos.
(49,50)
TIPOS DE PERFILES CRIMINALES
● Perfiles de agresores conocidos, perfil psicológico o método inductivo
● Perfiles de agresores conocidos, perfil psicológico o método deductivo
● Perfil geográfico.
Método inductivo
Se conoce por Perfiles de agresores conocidos, perfil psicológico método inductivo:
Consiste en la caracterización de los agresores conocidos o población carcelaria para
extraer características generales; es decir, se parte de lo particular a lo general; por ejemplo: si
el investigador está elaborando perfiles de agresores dentro de una cárcel, entonces entrevistará
a un violador y nota que no es asertivo, luego a otro y observa lo mismo entonces, si se repite
el patrón, el investigador podrá extraer una característica general de los violadores.
Para obtener estos datos, los investigadores realizan entrevistas de criminales violentos
condenados sin posibilidades de salir de la cárcel, para que así brinden amplia información y
con esta no tengan nada que ganar o perder. Además, se basan en la observación conductual y
en informes de la conducta del delincuente brindada por otras personas (allegados, víctimas o
guardianes penitenciarios). También se nutren los investigadores de datos provenientes del
expediente judicial y con base en todas estas fuentes se construye el perfil inductivo. Este perfil
se usa para la estrategia de entrevista y testimonios de individuos, determinando si sus
características emparejan con las características de una base de datos de una clase de agresores
determinada. La ventaja de este modelo es que es un gran facilitador de características, pues
Página 15 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
ofrece premisas con características básicas del agresor que permiten perfilarlo y predecir su
comportamiento.
Método deductivo
El método deductivo también no es más que los Perfiles de agresores conocidos, perfil
criminal o método deductivo.
Para realizar este perfil resulta de mucha utilidad hacer comparaciones con las
características de otros comportamientos criminales similares de población conocida
(penitenciaria o carcelaria) obtenida mediante el método inductivo
.
Este método se puede usar como un tipo investigativo y adjudicativo, ya que como
primera medida, el análisis de la evidencia conductual puede ser sistemáticamente examinada
e interpretada para los hechos del caso, y después de esto puede ser usado para asistir en el
proceso que se ponga a disposición en una corte legal. El perfil criminal deductivo no implica
un individuo específico ni un crimen específico. Puede ser usado para sugerir un tipo de
individuo con características psicológicas y emocionales específicas; describe solo las
características evidentes en la conducta criminal a la mano, así como las circunstancias de tal
conducta.
Página 16 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
la fantasía en la mente del ofensor, para este fin se debe ser imparcial, es decir, tener
una mente abierta y un pensamiento crítico, se debe pensar como delincuente, en sus
necesidades, experiencias y motivaciones, por último se debe tener en cuenta la
experiencia de vida pues esto puede influir de manera determinante en las personas.
Perfil geográfico
Está relacionado con las características físicas del lugar, podría llamarse perfil de la
escena del crimen, ya que intenta generalizar la vinculación de las localizaciones de la escena
del crimen con la probable residencia de un agresor desconocido. Aunque este tipo de perfil es
primordialmente empírico, emplea el concepto de mapa mental y trata de reconstruir una
representación psicológica relevante de las áreas del crimen en donde el agresor se sienta
confortable. Un perfil geográfico es de gran ayuda para refinar el perfil de la escena del crimen,
ya que lo que se intenta es generalizar la vinculación de la localización de la escena del crimen
con la posible residencia del agresor, además de ayudar a formular el mapa mental. Para el caso
colombiano, es importante mencionar que La Policía Nacional está utilizando técnicas de
georeferenciación, es decir que se está implementando la técnica del perfil geográfico.
(49,50)
PRINCIPALES APLICACIONES DE PERFILES CRIMINALES
Principales aplicaciones de la técnica de elaboración de perfiles criminales son:
● Crímenes violentos y seriales.
● Identificación del autor y eliminación de sospechosos.
● Técnicas investigativas con base en la identificación del tipo decriminal.
Página 17 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
(49,50)
ELEMENTOS DE PERFILACIÓN CRIMINAL
Elementos que integran la perfilación criminal son:
● Estudio del lugar del hecho.
● Fotografía y Fílmica forense.
● Autopsia médico legal.
● Autopsia psicológica.
● Infografía forense.
● Levantamiento operativo o situación criminológica.
● Evidencia recolectada y posteriormente revisada o analizada más sus resultados.
● Planimetría forense.
Página 18 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Para determinar ambos tipos de consistencia resulta crucial el análisis del modus
operandi, de la «firma» del delincuente y del perfil geográfico. Así —a modo de ejemplo—, se
puede llegar a precisar que un asesino ha cometido cinco crímenes porque identificamos, a
pesar de las variaciones o diferencias que se aprecien en cada una de ellos, un mismo modus
operandi y una misma firma, y se entiende que su ubicación habitual estimada (residencia o
lugar de trabajo) está dentro de los parámetros espaciales predichos. Pero, por otra parte, si se
llega a poder afirmar que —de nuevo como ejemplo— «el asesino debe tener experiencia
delictiva dado que las conductas que vierte en las escenas son todas muy controladas y
muestran una clara premeditación», entonces esta afirmación sólo será verdadera si hay una
correspondencia (o consistencia) entre «tener experiencia delictiva» y «actuar de forma
controlada y premeditada en la comisión del crimen».Esto es justamente lo que permite definir
un perfil, la convicción de que determinados asesinos (o violadores, incendiarios, etc.) se
expresan de un modo peculiar en la escena del crimen.
Se ha definido el proceso por el que el perfilador realiza el paso del estudio de la escena
del crimen a la descripción del delincuente desconocido como un proceso hipotético
denominado de «abducción», según el cual de los antecedentes o datos de que se dispone nunca
se tiene la seguridad de que lo que se concluye sea cierto. Por ello, en su opinión, la veracidad
de los hallazgos de los perfiladores siempre será una cuestión de probabilidad. Ellos plantean
el siguiente ejemplo para ilustrar por qué el modelo de inferencia seguido en el perfil
criminológico es el «abductivo» o probabilista:
Página 19 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
organizar la información dentro de un todo orgánico mediante su encaje dentro de una trama
(plot) de acciones y eventos que no es sólo estructuralmente similar a una narración, sino que
“es” una narración. El perfilador, en su esfuerzo por comprender la conducta de un delincuente
en la escena del crimen, recoge, evalúa y conecta diferentes conjuntos de datos, crea una
narración la cual nunca se podrá corresponder del todo a los hechos realmente acaecidos.
Ahora bien, el perfilador no necesita que su narración sea «completamente» cierta en relación
con lo que realmente sucedió, sino que basta, para probar su utilidad o eficacia, que los hechos
que suministre a la policía con su relato supongan un impulso en la dirección correcta hacia la
resolución del caso, es decir, hasta la captura del delincuente desconocido. (51)
Página 20 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Conclusión
Una de las funciones que se puede desempeñar, en el área de la Psicología Forense, es
la elaboración de perfiles psicológicos. En la técnica de elaboración de perfiles se pueden
identificar algunos supuestos que son base o punto de partida, entre ellos están: la posibilidad
de una clasificación de las escenas del crimen en función de características de lugar, del
momento, del arma utilizada, de la víctima, de la evidencia física recogida en el caso, con ello
es posible caracterizar a los delincuentes, y estas categorías a su vez están relacionadas con
diferentes escenas del crimen y con el tipo y características específicas del delito cometido.
La técnica del perfil criminológico es una ciencia joven en metodología, pero senil en
cientificidad, siendo la criminología y las ciencias sociales (psicología y psiquiatría) las que le
han tendido su mano para realizar su objetivo. Así el mismo, no es otro que elaborar una serie
de datos a través de un método deductivo/inductivo/mixto que llevará a un patrón de conducta
de un autor criminal desconocido, siendo elaborado por un equipo multidisciplinar. Este patrón
tendrá mayor o menor fiabilidad en relación directa con la preparación de los investigadores
que lo realicen, y está, se constatará en el momento de la detención del autor. Ello se producirá
cuando el perfil criminológico realizado por el equipo multidisciplinar se aporte a las Fuerzas
policiales encargadas del caso y se relacione con los datos de la investigación. Por último, se
debe de señalar la satisfacción que produce a los investigadores que han elaborado un perfil
criminológico que da como resultado la detención del autor.
Pero es evidente que los perfiladores más modernos son conscientes del difícil salto que
tienen que realizar para determinar las características del delincuente a partir de los datos de la
escena del crimen. Ante esto, no cabe sino seguir procedimientos que, disponiendo del mayor
conocimiento posible acerca del tema estudiado, permitan que las deducciones de los analistas
se integren dentro de un equipo de investigación donde pueda decidirse cuál es el grado de
validez con el que se formulan. Sin embargo, ésta es la grandeza y al mismo tiempo la miseria
del perfil criminológico moderno: el conocimiento científico —que en ciencias sociales
determina patrones sobre lo general— no basta para asegurar que la deducción del investigador
sea necesariamente cierta.
Por otra parte, no debe olvidarse que la propia investigación criminal procede siempre
con hipótesis provisionales mediante el cual los policías realizan una inferencia a través de la
cual perciben las relaciones entre los hechos (en el curso de una investigación dada) mediante
la selección de vínculos causales y/o analogías, formulando hipótesis para el desarrollo de la
situación. Nunca se puede tener la certeza absoluta de que una hipótesis va a ser necesariamente
verdadera; pueden aparecer aspectos excepcionales que escondan una verdad que no fue
prevista en la inferencia de investigación que impulsó el trabajo policial, dejando frustrados y
desolados al equipo.
Página 21 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Sin embargo, la técnica del perfil criminológico goza de buena salud: abundan los
artículos y libros especializados, y progresivamente un mayor número de policías en el mundo
están incorporando esta disciplina forense. A partir de las aportaciones del FBI, la técnica del
perfil criminal ha ido evolucionando y adoptándose por otros cuerpos de policía de otros países;
se han creado diversas titulaciones académicas, agencias y organizaciones privadas encargadas
de realizar perfiles criminales y aunque no hay y, posiblemente no haya; una sistematización
absoluta de esta técnica, es en gran parte un arte, el perfil ha quedado incluido como una técnica
de investigación criminal. Hace tan poco tiempo que se está empleando, poco más de veinte
años, que podemos permitirnos ser pacientes.
Página 22 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Anexos
Figura 1. Tipología de agresores con base en la escena del crimen de acuerdo al Análisis de
Investigación Criminal del FBI53
Página 23 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Perfil
5. Características físicas
6. Antecedentes delictivos
7. Características psicológicas
9. Ubicación geográfica
1.Características demográficas
2.Características físicas
4.Ubicación geográfica
5.Evidencia de las reacciones que pudo tener la víctima durante el delito (especialmente
útil cuando las víctimas sobreviven, como es el caso de las víctimas de violadores en
serie)
1.Ubicación temporal
2.Ubicación geográfica
Página 24 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Página 25 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
- El tiempo: se tiene en cuenta el tiempo necesario para: matar a la víctima, cometer actos
adicionales con el cuerpo, deshacerse del cadáver. El momento en que se comete el delito si
es de día o de noche también es importante para conocer estilos de vida y la ocupación del
sospechoso.
- El lugar: el lugar donde la víctima fue abordada, el lugar donde ocurrió el crimen y el
lugar de la muerte, no siempre es uno solo, sino varios lugares que sirvieron de contexto para
el hecho. El hecho de que se utilicen varios lugares para cometer el hecho implica planeación
del delito, mayor edad cronológica y mayor tiempo trascurrido en la carrera delictiva.
4. El perfil criminal
En esta fase se procede a la elaboración del perfil criminal, trata el tema del tipo de persona
que ha cometido el crimen y su manera de comportarse en relación al mismo.
Se incluyen las características físicas, costumbres, creencias, comportamiento antes, durante y
después del crimen.
Igualmente e incluyen recomendaciones para la investigación, específicamente en entrevistas,
interrogatorios, estrategias para la captura del criminal.
5. La Investigación
Una vez el perfil criminal tiene congruencia, se remite un informe escrito al departamento que
lo solicitó y se incorpora a la investigación se efectúan las actuaciones recomendadas y los
sospechosos que encajan en el perfil son evaluados.
Si este proceso termina con la identificación, detención y confesión del asesino, el perfil ha
cumplido su objetivo.
6. La detención
Una vez detenido un sospechoso, se compara el resultado con lo que indican las distintas etapas
de la elaboración del perfil.
Cuando el sospechoso confiesa, es importante hacerle una entrevista detallada para controlar
que todo el proceso del perfil ha sido válido.
Por último y como conclusión podemos afirmar: Siempre el victimario se lleva algo de su
víctima, y la víctima se queda con algo de su victimario, y esta es la clave para descubrir que
lo paso: Milton Cubillos.
Página 26 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
Bibliografía
3. MORALES LA: La técnica del perfil en la investigación criminal. En: Garrido V: Psicópatas
y otros Delincuentes Violentos.Tirant Lo blanch, Valencia, 8:305–368, 2003.
8. HAZELWOOD RR, WARREN J: Serial rapist, FBI. Law Enforcement Bulletin, 2:1825,
1989.
9. HOLMES RM, HOLMES ST: Profiling Violent Crimes. Segunda edición. Sage, Thousand
Oaks, 1996
10. RESSLER RK, BURGESS AW, DOUGLAS JE: Sexual killers and their victims:
Identifying patterns through crime scene analysis. J Interpers Violence, 1:288-308, 1988.
11. RESSLER RK, BURGESS AW, HARTMAN CR, DOUGLAS JE: La investigación del
asesinato en serie a través del perfil criminal y el análisis de la escena del crimen. Documento
presentado en el IV Encuentro Internacional sobre Psicópatas y Asesinos en Serie. Centro
Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.Valencia, 2000
Página 27 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
13. BUSH KA, CAVANAUGH JL: The study of multiple morder: Preliminary examination of
the interface between epistemology and methodology. J Interpers Violence, 2:5–23, 1986.
15. CANTER D, WENTINK N: An empirical test of Holmes and Holmes’s serial murder
typology. Criminal Justice Behavior,31(4):489–515, 2004.
16. CANTER D: Criminal Shadows: Inside the Mind of the Serial Killer. Harper Collins.
Glasgow, 1995.
17. CANTER D, ALISON L: Profiling in policy and practice. Offender Profiling Series, II.
Aldershot. Dartmouth, 1999.
18. ALMOND L, DUGGAN L, SHINE J, CANTER D: Test of the arson action system model
in an incarcerated population. Psychol Crime Law, 11(1):1–15, 2004.
19. BENNEL C, ALISON LJ, STEIN KL, SLIDON RK, CANTER DV: Sexual offenses
against children as the abusive exploitation of conventional adult child relationships.
J Social Personal Relationships, 18(2):155–171, 2001.
21. FRITZON K, CANTER D, WILTON Z: The application of the action system model to
destructive behavior: The examples of arson and terrorism. Behavioral Sciences Law, 19:657–
690, 2001.
22. YOUNGS D, CANTER D, COOPER J: The facets of criminality: A cross-modal and cross-
gender validation. Behaviometrika, 31(2):99–111, 2005.
24. SALFATI CG, CANTER DV: Differentiating stranger murders: profiling offender
characteristics from behavioral styles. Behav Sci Law, 17:391-406, 1999.
Página 28 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
28. GODWIN M, CANTER D: Encounter and death: the spatial behaviour of United States
serial killers. Policing, 20:24-38, 1997.
29. HODGE SA: Multivariate model of serial sexual murder. En: Canter DV, Allison LJ (eds.).
Profiling Rape and Murder (Offender Profiling Series, V). Aldershot. Dartmouth (en prensa)
2007.
30. SALFATI CG: Offender interaction with victims in homicide: A multidimensional analysis
of frequencies in crime scene behaviors. J Interpers Violence, 18(5):490–512, 2003.
31. BRANTINGHAM PL, BRANTINGHAM PJ: Nodes, paths and edges: considerations on
the complexity of crime and the physical environment. J Environ Psychol, 13:3-28, 1993.
33. CANTER D, LARKIN P: The environmental range of serial rapist. J Environ Psychol,
13:63-69, 1993.
34. GOODWILL AM, ALISON LJ: Sequential angulations, spatial dispersion and consistency
of distance attack patterns from home in serial murder, rape and burglary. Psychol Crime Law,
11(2):161–176, 2005.
36. ROSSMO DK: Geographic profiling: Target patterns of serial murders. Dissertation
Abstracts International Section A. Humanities and Social Sciences, 58(5A), 1997.
36. STANGELAND P: El Mapa del Crimen: Herramientas Geográficas para Policías y
Criminólogos. Tirant lo Blanch. Valencia, 2003.
37. ROSSMO DK: Place, Space, and Police Investigations: Hunting Serial Violent Criminals.
En: Eck JE, Weisburd D (eds.). Crime and Place, Crime Prevention Studies. 4. Criminal Justice
Press, Monsey, 1995.
Página 29 de 31
El Perfil Criminal – Medicina Legal y Deontología – 2016
38. BARTNES TJ, GOLDMAN BD: Mammalian pineal melatonin: a clock for all seasons.
Experientia, 45:939-945, 1989.
39. DE CASTRO JM: Circadian rhythms of the spontaneous meal pattern, macronutrient intake
and mood of humans. Physiol Behav, 40(4):437-446, 1987
41. LIEBER A, SHERIN C: Homicides and the lunar cycle: Toward a theory of lunar influence
on human emotional disturbance. Am J Psychiat, 129(1):69-74, 1972
42. TASSO J, MILLER E: The effects of the full moon on human behavior. Am J Psychol,
93:81-83, 1976
43. PORKONY AD: Moon phases, suicide, and homicide. Am J Psychiat, 121:66-67, 1964.
45. MUÑOZ J, SANTILLAN AM, MONDRAGON R: Moon cycle effects on humans: myth
or reality? Salud Mental, 23(6):33- 39, 2000.
46. MICHAEL RP, ZUMPE D: Sexual Violence in the United Status and the role of season.
Am J Psychiat, 140:883–886, 1983.
49. La perfilación criminal como técnica forense en la investigación del homicidio intencional
con autor desconocido. Jorge, Dr Ricardo Rodríguez. Santa Clara, Cuba : Revista de la Escuela
de Medicina Legal,ISSN 1885-9577, Febrero 2011.
50. Libro: HOLMES, R & HOLMES. Profiling Violent Crimes: An Investigative Tools. United
Kingdom : Sage Publications Inc., 2002.
Página 30 de 31