Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Siempre me he preguntado cómo se lavarían los dientes mis abuelos, y los abuelos de mis abuelos antes de la
existencia de las cómodas pastas de dientes metidas en tubos. La respuesta estaba en la sabiduría popular y me adentré en
ella y cómo no, de nuevo las plantas eran las protagonistas.
Masticando tallos de lentisco
¿Os imagináis pasando horas y horas, días y noches en el monte cuidando de tu rebaño de cabras u ovejas?, ¿qué era lo que
más a mano tenían los pastores para pasar el rato? Contemplar el cielo nocturno durante la noche y durante el día las
plantas y los animales. Bien, pues una de las plantas con porte arbustivo muy frecuente en las orlas de bosque mediterráneo
es el lentisco (Pistacia lentiscus L.) y sus ramitas masticadas las empleaban casi de manera inconsciente para mantener la
boca fresca y limpia. De hecho hoy en día la almáciga o resina que exuda el lentisco se sigue empleando en odontología
con grandes propiedades bactericidas y antisépticas y tiene una reputada fama para desinflamar las encías, combatir
la piorrea o sangrado, la halitosis o mal aliento, úlceras etc. Podemos masticar sus tallos en nuestros paseos campestres o
bien hacer infusión de sus hojas y aplicarlas en enjuagues bucales. También podemos emplear el aceite esencial que se
obtiene de la destilación de sus hojas y tallos en las pastas dentales caseras que nos fabriquemos. Si seguís leyendo os
voy a dar una sencilla y muy útil pasta dental para que la elaboréis en casa.
Pistacia lentiscus, L. limpia dientes
Otra planta que seguro que conocéis muy bien es la Salvia officinalis L., en otro artículo os hablaré con detalle de esta
fabulosa planta medicinal de la que ya el refrán: “Cómo tienes al homebre muerto teniendo salvia en el huerto” nos augura
sus estupendas propiedades salutíferas. En este caso me voy a centrar en sus excelentes cualidades como antiséptica bucal,
gracias sobre todo a su riqueza en aceites esenciales. La infusión de sus hojas es excelente para hacer gargarismos y tratar
infecciones bucales, llagas en la boca etc.
Podemos emplear sus hojas tiernas, restregándolas por los dientes y encías a modo de cepillo, ¿sencillo verdad? Pero
también os propongo elaborar un interesante y eficaz polvo dental que va a limpiar en profundidad nuestros dientes y a
blanquearlos de manera natural.
mezclarlas con dos cucharadas rasas de bicarbonato o sal marina fina sin flúor y sin refinar.
Aplicar una pequeña cantidad de este polvo con la ayuda de un cepillo o bien con un dedo pues el cepillo será difícil de
limpiar. Restregar este polvo suavemente sobre los dientes. Emplearlo un par de veces a la semana. No es conveniente
emplearlo de manera cotidiana ya que puede rayar el esmalte dental.
Curiosamene transcurridas unas semanas después de terminado un curso de Etnobotáncia para profesores de un centro
de Valencia, una de las profesoras me escribe comentándome lo encantada que estaba con el uso del polvo dental de
salvia, incluso al contárselo a su dentista, éste le siguió recomendando su uso. ¡Sabiduría de ayer, útil hoy!
Otra planta que tradicionalmente se ha empleado para limpiar los dientes es la berenjena. Así os lo cuento al final del
artículo que le dedico a la planta en este blog. En este caso lo que empleamos es la carne de
la berenjena carbonizada triturada mezclada con sal fina.
De mondadientes ¿qué os parecería emplear los radios secos de las umbelas de las zanahorias silvestes? ¿Habéis probado
alguna vez?
Semillas de Daucus carota
Si habéis llegado leyendo hasta aquí creo que bien merecido tenéis este regalo de pasta de dientes que une la tradición y
la cosmética naturalactual de calidad. Una pasta de dientes sin flúor, sin conservantes químicos agresivos, ni parafinas ni
ningún otro derivado del peróleo, ni tricosan, ni triclocarban (considerados disruptores endocrinos), ni un largo ecétera de
ingredientes innecesarios para la correcta higiene bucal. Hace tiempo un dentista me dijo: “lo que limpia no es la espuma, lo
que limpia es la constancia y comer manzanzas”.
La pasta dental que os propongo es muy eficaz como antiséptica bucal gracias a los aceites esenciales, los hidrolatos y al
xilitol, un azúcar de abedul, que al contario de lo que cabría pensar de un azúcar, éste combate eficazmente las bacterias de
la boca responsables de las caries. También veis que empleo, carbonato de calcio en vez de arcilla blanca o caolín, me gusta
más así pues la pasta dental queda más ligera y menos “pastosa”. La sal de miswak, que os la propongo como opcional a la
sal marina, procede de una planta, Salvadora persica o árbol de Arark, conocido desde la más remota antigüedad como
antiséptica bucal por todo Oriente Medio y Asia. Hay muchas más opciones, sólo espero que ésto guste.
Ingredientes
Fase 1ª
Goma xantana 1%
Fase 2ª
Hidrolato de salvia, menta, romero o tomillo (yo empleé el de romero hecho por mi) 20 %
Mentol cristal 1%
Carbonato de calcio 15 %
Fase 3ª
Propóleo (opcional) 1
Elaboración
Desinfectar bien todos los utensilios con alcohol.
Agregar los ingredientes de la fase dos y tres y batir hasta conseguir homogeneizar la pasta.