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Autores:
Docente:
Estudiantes:
Delgado Tello,Katherin
Ciclo Académico:
V-ciclo
INTRODUCCION
El estudio de la afectividad constituye una de las áreas clínicas más relevantes
de la psicopatología, tanto por las implicaciones que tiene con el resto de las
funciones psíquicas como por la trascendencia y riqueza vivencial que constituye
por sí misma. La exploración de la afectividad es uno de los aspectos
fundamentales de la evaluación del estado mental. Las emociones y el estado
de ánimo son acontecimientos psíquicos difíciles de analizar y objetivar, pero
cuya repercusión e influencia sobre otras funciones, tanto fisiológicas como
patológicas, representan un aspecto relevante de la exploración psicopatológica.
Tampoco podemos olvidar la trascendencia que adquieren las alteraciones
primarias de la afectividad y que constituyen el grupo de los trastornos afectivos
o del estado del ánimo, posiblemente los trastornos mentales con mayor
incidencia en la población general. La psicopatología de la afectividad analiza el
sistema emocional o sentimental del sujeto en general y engloba diferentes
funciones psíquicas como el estado de ánimo, los sentimientos, las emociones,
el humor, los afectos, el temple, etc. En la actualidad, no existe un área
semántica bien definida en el lenguaje científico para referirse a dichos
conceptos, por lo que es frecuente usarlos como sinónimos, aunque
estrictamente representan funciones diferentes. Así mismo confiere una
sensación subjetiva de cada momento y contribuye a orientar la conducta hacia
distintos objetivos, por lo que la vida afectiva se puede definir, siguiendo a
Bulbena (1991), como el conjunto de estados que el sujeto vive de forma propia
e inmediata (subjetividad), que influyen en toda su personalidad y conducta
(trascendencia), especialmente en su expresión verbal y no verbal
(comunicatividad) y que, por lo general, se distribuyen en términos duales como
alegría-tristeza, agradable-desagradable (J.M.Crespo, 2015)
I. MARCO TEORICO
1.1. Aspectos históricos:
Según (Berrios, 1989), el progreso de la psiquiatría clínica depende de la
fiabilidad y de la validez de la descripción psicopatológica; por este motivo, llama
la atención que al analizar el origen y evolución de la propedéutica de la
afectividad se encuentra menos información que en otras áreas, lo que
demuestra que su desarrollo histórico no ha sido paralelo al de otras áreas
psicopatológicas. A lo largo de la historia, diferentes autores han planteado una
oposición entre los aspectos cognitivos y los afectivos para describir los
trastornos mentales, pero no será hasta el siglo XIX cuando los síntomas
afectivos comiencen a aparecer en las descripciones clínicas de las
enfermedades psiquiátricas. Hasta ese momento, la afectividad tenía un papel
accesorio en detrimento de la razón o del intelecto que constituye, durante buena
parte de los siglos previos, una de las características humanas por excelencia.
1.2.1.2. AFECTO
Del uso que hacemos de la palabra 'afecto' en la vida cotidiana, se puede inferir
que el afecto es algo que puede darse a otro. Decimos que "damos afecto" o que
"recibimos afecto". Así, parece que el afecto debe ser algo que se puede
proporcionar y recibir. Por el contrario, las emociones ni se dan ni se quitan, sólo
se experimentan en uno mismo
Por otra parte, nuestra experiencia nos enseña que dar afecto es algo que
requiere esfuerzo. Cuidar, ayudar, comprender, etc., a otra persona no puede
realizarse sin esfuerzo. A veces, no nos damos cuenta de este esfuerzo (M.P.
González, 1998)
Afecto aplanado: ausencia, o casi ausencia, de cualquier signo de
expresión emocional, con voz monótona y cara inmóvil.
Afecto embotado: reducción severa de la intensidad de la
expresión del afecto.
Afecto inapropiado: discordancia entre la voz y los movimientos
de la persona y el contenido del habla o la idea.
Afecto lábil: variabilidad anormal de la expresión del afecto, con
cambios repetidos, rápidos, bruscos y repentinos.
Afecto restringido o constreñido: reducción en la gama e
intensidad del afecto.
1.2.1.3. EMOCIÓN:
Define la emoción como ‘una experiencia corporal viva, veraz, situada y
transitoria que impregna el flujo de conciencia de una persona, que es percibida
en el interior de y recorriendo el cuerpo, y que, durante el trascurso de su
vivencia, sume a la persona y a sus acompañantes en una realidad nueva y
transformada – la realidad de un mundo constituido por la experiencia emocional
(Bericar, 2012)
Pasión:
SENTIMIENTO – CLASIFICACIÓN
El sentimiento es la experiencia más destacada dentro de la vida afectiva de las
personas, definiendo este término como, “estado subjetivo difuso, que tiene
siempre una tonalidad positiva o negativa”; también es considerado es un estado
subjetivo en cuanto que la experiencia básica del sentimiento reside en el yo;
difuso porque su percepción no es muy clara ni muy específica. En los
sentimientos la neutralidad no existe, oscilan entre lo agradable o desagradable,
y desde lo positivo a lo negativo. (Rodríguez, 2002)
o LOS SENTIMIENTOS SENSORIALES.
Son inmotivados, proceden del interior o interioridad personal, aunque
pueden desencadenarse por lo que se denominan eventos de vida.
(zazueta, 2015)
o LOS SENTIMIENTOS VITALES
Es un estado afectivo que expresa la resultante psíquica final de la
interacción entre la afectividad y el funcionamiento órgano/vegetativo.
Este sentimiento vital tiene su origen en los sentimientos de placer o
displacer, procedentes del libre funcionamiento de los obstáculos y
dificultades con que se llevan a cabo los procesos biológicos. Todas esas
sensaciones son vivenciadas por la conciencia de una manera vaga e
indefinida, peor que trasunta en deseo de vivir y en desarrollo evolutivo.
(Aburto, 2012)
o LOS SENTIMIENTOS PSIQUICOS
Estos son sentimientos dirigidos por ser aquellos que reaccionan
frente a situaciones que dan en el exterior (en los que participa la
persona es decir el YO activo. Estos sentimientos están relacionados
con el significado de la situación que los despertó ,y no con la
percepción misma. (Alarcon, 2018)
o LOS SENTIMIENTOS ESPIRITUALES
Estos no surgen del YO, son estados absolutos ya que estos
representan un modo de ser y un modo de estar en el mundo, por lo
tanto son permanentes, hacen a la esencia misma de la persona. Estos
están representados por aquellos sentimientos religiosos o
metafísicos. (Alarcon, 2018)
ALTERACIONES SINTOMÁTICAS
Es un concepto que utilizó Schneider para hacer una diferencia entre la tristeza
normal y la patológica, propia de los estados melancólicos. En ésta predominan
vivencias tan penosas, profundas y persistentes, que algunos autores proponen
una distinción cualitativa respecto de la tristeza normal. El sufrimiento de los
depresivos graves es de tal magnitud, que escapa a la comprensión empática de
las personas que no han pasado por una experiencia similar. De ahí la
intolerancia de los que rodean al melancólico y la sensación de soledad del
paciente. (Hugo Marietan, 1998)
APATÍA:
ANHEDONIA
ANSIEDAD
La ansiedad es una emoción que surge ante situaciones ambiguas, en las que
se anticipa una posible amenaza, y que prepara al individuo para actuar ante
ellas mediante una serie de reacciones cognitivas, fisiológicas y conductuales.
El estado mental de miedo se acompaña de cambios fisiológicos que preparan
para esta defensa o huída, como son el aumento de la frecuencia cardiaca, la
presión arterial, la respiración y la tensión muscular, sumando al aumento de la
actividad simpática (temblor, poliuria, diarrea). Todos estos cambios son
respuestas normales ante situaciones de estrés. En ocasiones, la ansiedad no
facilita una mejor adaptación, surgiendo falsas alarmas ante posibles
amenazas que realmente no lo son, u en otras ocasiones tienden a percibir
reiteradamente una serie de amenazas magnificadas que provocan niveles
excesivamente altos de ansiedad. La ansiedad se convierte en patológica
cuando es desproporcionada para la situación y demasiado prolongada
(Orozco, 2012)
ANGUSTIA
DISFORIA
INCONTINENCIA AFECTIVA
ALEXITIMIA
RIGIDEZ AFECTIVA