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Gonorrea
Es de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) más frecuentes y es causada por la bacteria
Nelsseria gonorrhoese.
La mujer infectada, puede no tener síntomas o presentar ligeras molestias al orinar o flujo.
Sífilis
Es una enfermedad de transmisión sexual ocasionada por la bacteria Treponema pallidum. Esta
bacteria necesita un ambiente tibio y húmedo para sobrevivir, por ejemplo, en las membranas
mucosas de los genitales, la boca y el ano. Se transmite cuando se entra en contacto con las heridas
abiertas de una persona con sífilis. Esta enfermedad tiene varias etapas, la primaria, secundaria o
principios de la latente. En la etapa secundaria, es posible contagiarse al tocar la piel de alguien que
tiene una erupción en la piel causada por la sífilis. Esta no se contagia al tocar el asiento del baño o
una toalla que ha sido usada por la persona infectada.
Clamidia
La mayoría de las personas que tienen clamidia tienen pocos o ningún síntoma hasta que la
enfermedad está en una etapa más o menos avanzada. Cuando se presentan síntomas, éstos
usualmente aparecen de una a tres semanas después de haberla contraído.
Papiloma humano
Este virus es el responsable de las verrugas genitales y también ha sido la causa de algunos casos de
cáncer cervical y de otros tipos de cáncer genital.
Se desconoce qué es lo que produce este virus. El papiloma humano produce las verrugas genitales
que son altamente contagiosas.
Herpes genital
SIDA.
Multadas por ejercer la prostitución en el espacio público. Ocurre en muchas ciudades españolas
que en los últimos años han aprobado ordenanzas municipales que prohíben la prostitución
callejera. A ellas se ha sumado la Ley de Seguridad Ciudadana de julio de 2015, conocida como 'Ley
Mordaza', que también se ha utilizado para sancionar a las mujeres. El resultado, con la aplicación
de esta norma a nivel estatal, es el mismo en todas partes: Mujeres sujetas a la presión policial y a
la criminalización por ejercer la prostitución.
Las ordenanzas se reparten por la geografía española con distinto ánimo. Algunos ayuntamientos,
como el de Granada, Murcia o Alcalá de Henares (Madrid), multan a clientes y a prostitutas y otros,
como el de Sevilla, solo lo hacen con ellos.
Las leyes que sancionan la prostitución han vuelto a colarse en el debate público después de que el
PSOE de Madrid haya presentado una ordenanza que pretende multar a los demandantes y que
también incluye alternativas laborales para las mujeres. Aunque el Ayuntamiento ya ha enviado
instrucciones a la Policía Municipal para que investigue los anuncios de prostitución que se
distribuyen en la calle, los grupos municipales están estudiando la propuesta socialista.
Pero, ¿cómo afectan a las mujeres las leyes que las sancionan? "Las normas que son
fudamentalmente punitivas y sancionadoras acaban generándoles a ellas mayor vulnerabilidad y
exclusión", dice Martina Kaplún, educadora social de la Fundación Cruz Blanca. Estas leyes "no las
protegen, les generan más problemas que beneficios y realmente no acaban con la prostitución,
que se supone que es el objetivo de las medidas, sino que la trasladan a otro sitio".
Esta es una de las principales conclusiones a las que llegan las organizaciones que trabajan en la
calle con las prostitutas: "La prostitución se va a lugares más aislados, de los centros urbanos a pisos,
locales o espacios apartados en los que las mujeres están en una situación de mayor vulnerabilidad.
Por otro lado, es mucho más difícil localizarlas para poder ofrecerles ayuda", prosigue Kaplún.
La prostitución ha sido calificada eufemísticamente como la “profesión más antigua del mundo”, ya
que se conoce prácticamente desde que existen registros históricos de algún tipo, y en
prácticamente todas las sociedades.
Etimología de la Palabra
• El término prostitución proviene del término latino, prostituere, que significa literalmente “exhibir
para la venta”.
• El término “loba” como equivalencia de prostituta viene de los ritos producidos en febrero en
honor al dios romano de los campos y los pastores, Fauno Luperco (Lupus-lobo). Eran llamadas lobas
u originalmente lupas las que ejercían la prostitución sagrada con los sacerdotes de este dios, los
luperci, en el Ara Máxima.
• En el panteón romano de deidades una diosa menor de la agricultura era llamada “Puta”, aunque
es pura coincidencia.
• Las prostitutas, así como hoy ocultan sus negocios haciéndolos pasar por casas de masajes o los
anuncian con luces rojas, en la Edad Media (s.XII) los disimulaban como si se tratara de tabernas,
colgando en su puerta un ramo. Por esa razón, empezaron a llamarlas coloquialmente “rameras”.
Prostitución en la Historia
• En el tercer milenio antes de Cristo, en Babilonia todas las mujeres tenían la obligación, al menos
una vez en su vida, de acudir al santuario de Militta (la Afrodita griega) para practicar sexo con un
extranjero como muestra de hospitalidad, a cambio de un pago simbólico. Este rito tiene su origen
en la diosa de la cultura sumeria Innana, diosa de la belleza y la sensualidad. Sus sacerdotisas, que
se habían consagrado vírgenes al servicio del templo, fornicaban con aquellos que habían dejado en
el templo una ofrenda económica a la diosa. En la Biblia hay numerosas referencias a los actos
“abominables” de estas sacerdotisas, las canaanitas.
• En la Grecia clásica, la prostitución era practicada tanto por mujeres como por hombres jóvenes.
El término griego para la prostitución es porne, derivado del verbo pernemi (vender), lo que
derivado en la acepción moderna. Las prostitutas debían vestirse con ropas distintivas y estaban
obligadas a pagar impuestos. En la iglesia tenían un lugar reservado e incluso, al morir, eran
enterradas separadas del resto.
• Se cree que fue en la antigua Atenas donde se estableció el primer burdel, en el siglo VI a.C., como
local de negocio (un servicio equivalía al salario medio de un día).
• En Imperio Romano, la prostitución era habitual y había nombres distintos para las mujeres que
ejercían la prostitución según su estatus y especialización. Las cuadrantarias eran llamadas así por
cobrar un cuadrante (una miseria). Las felatoras eran practicantes expertas de la fellatio,
considerado como el acto más degradante.
• En la Roma Clásica, algunos prostitutos masculinos esperaban en las esquinas de los baños a
mujeres que solicitaran sus servicios. Según la jerarquía romana de la degradación sexual, un
hombre sospechoso de practicar cunnilingus a una mujer se rebajaba más que uno que fuera
penetrado por otro hombre. Se le imponía el estatus legal de infame, al mismo nivel que prostitutas,
gladiadores y actores, lo cual le impedía votar y representarse a sí mismo ante un tribunal.
• Los egipcios fueron los primeros en prohibir las relaciones carnales con las mujeres nativas o
peregrinas domiciliadas en los templos y demás lugares sagrados de la época. En el antiguo Egipto,
algunas mujeres, no siempre prostitutas, conocidas como felatrices, se pintaban los labios de un
determinado color para dar a conocer su inclinación por esta práctica.
• En la cultura fenicia surgió la celebración de una serie de fiestas o ceremonias en honor de las dos
divinidades del amor. En estas fiestas, las mujeres se golpeaban duramente el cuerpo, para más
tarde ofrecer sus cabellos a la diosa. Las mujeres que querían conservar su cabellera, con evidente
menosprecio de su pudor, abandonaban el templo y se dirigían a una especie de mercado donde
sólo tenían acceso ellas, además de los extranjeros. Estaban obligadas a entregarse tantas veces
como fueran requeridas. La recaudación de aquel comercio carnal se destinaba a adquirir ofrendas
para las imágenes de la diosa. Con el tiempo adquirió un sentido comercial que se extendió por todo
el mediterráneo.
• En la Edad Media, la recesión económica hizo que las prostitutas se establecieran en urbes
grandes, generalmente villas universitarias, por la gran afición de los estudiantes a sus servicios. Era
deber de los rectores vigilar que los estudiantes no frecuentasen los dominios de estas mujeres,
aunque tenían muy poco éxito. Las meretrices también acudían con las ferias ambulantes y las
grandes fiestas populares, como el carnaval o los torneos.
• En la Edad Moderna, entre las gentes acaudaladas y la clase nobiliaria, el hábito de las cenas
ostentosas contribuyó a difundir la prostitución con apariencias más puritanas. En las grandes
capitales, como Roma o Venecia, el número de cortesanas era tal que tuvo que ser reglamentada
administrativamente bajo la dirección de una mujer a quien llamaban “reina”, que se encargaba de
hacer respetar en forma estricta los reglamentos policiales.
• Dentro del reino animal también se da la prostitución. Algunas especies de pingüinos intercambian
sexo por piedras adecuadas para la construcción de nidos, y entre los bonobos las hembras ofrecen
sexo a cambio de comida, y como mecanismo de resolución de conflictos.
Culturas que rechazan y aceptan la prostitución
Desde 2002 la prostitución es en Alemania un negocio legal y regulado que factura al año unos
16.000 millones de euros. El entonces Gobierno de socialdemócratas y verdes del canciller Gerhard
Schröder buscaba "mejorar la situación legal y social" de las personas que ejercen la prostitución,
según el propio texto de la ley. En concreto, mejorar las condiciones laborales de las personas que
venden su cuerpo y asegurarles acceso a la seguridad social, así como la posibilidad de aportar a un
fondo para obtener una pensión en el futuro. Además, se buscaba así acabar con los proxenetas que
muchas veces abusan de las personas que ejercen la prostitución.
Alemania tiene así una de las leyes de prostitución más liberales del mundo por una reforma que,
según sectores críticos, ha convertido al país en el burdel de Europa. El posicionamiento legal de
Alemania es similar al de vecinos continentales como Holanda (famosa por el barrio rojo de
Ámsterdam), Austria y Suiza. Pero a sólo unos kilómetros del Pascha club de Colonia, cruzando las
fronteras belga o francesa, el contexto regulatorio cambia de forma radical. Mientras Bélgica
permite la prostitución pero prohíbe -al menos en el papel- los prostíbulos y el proxenetismo,
Francia dio un vuelco a su legislación al respecto cuando en 2016 ilegalizó esta práctica.
La sociedad rechaza a las mafias que trafican con mujeres y a los proxenetas, pero aún existe una
gran tolerancia social a la prostitución. Por una parte, el imaginario social aún no vincula las mujeres
prostituidas con penuria. Todavía pesa la falsa idea de la señora que se prostituye por gusto. Por
otra par-te, hay una gran comprensión a los clientes. Se habla incluso de la función social de la
prostitución: prostitutas para hombres tímidos, enfermos, acomplejados, para hombres inmaduros
que no quieren compli-carse la vida con relaciones reales, para maridos que no saben tirar una
canita al aire si no es pagando... También hay mujeres tímidas, enfermas, acomplejadas, inmaduras,
solitarias... pero ellas gestionan sus frustraciones e incapacidades sin comprar personas por horas.
Por otro lado, en esta sociedad tan mercantilizada, el acuerdo entre dos personas mayores de edad
parece que legitima cual-quier transacción. Pero ¿reglamentaríamos acaso la venta de órganos
entre adultos? Precisamente está prohibida para proteger a los más débiles, a los más pobres.
Por eso, la reglamentación de la prostitución genera tanto rechazo, porque supone legitimar, e
incluso banalizar, la vejación sistemática de miles de mujeres. Considerar a las mujeres prostituidas
trabajadoras sexuales y darles un carné supondría que la sociedad no sólo permite la prostitución,
como pasa ahora, si-no que no la considera denigrante. De hecho, Anela (Asociación de Clubes de
Alterne) quiere que se cree la rama de las trabajadoras sexuales, porque «es necesario ofrecer al
cliente una mercancía limpia, sana y siempre renovada». Querrían que aquí se siguieran los
ejemplos alemán y holandés, donde los estudios demuestran que la regulación condujo al aumento
explosivo de la industria del se-xo, a una mayor participación del crimen organizado en sus
empresas, a un dramático aumen-to en la prostitución infantil y a un incremento de la violencia
contra las mujeres.
Religiones que rechazan y aceptan la prostitución
Por regla general, las religiones que rechazan el sexo sin intención reproductiva condenan
abiertamente la prostitución, aunque su actitud hacia las prostitutas puede estar sujeta a cambios
a lo largo de la historia.
La Iglesia católica, después de haber pasado por etapas de intransigencia total hacia las prostitutas,
ahora incluso las considera sometidas a una forma de esclavitud de la que deben ser liberadas.44
En el libro publicado en 2010, cuyo autor es el periodista alemán Peter Seewald, titulado La luz del
mundo. El Papa, la iglesia y las señales del tiempo, el Papa Benedicto XVI admite el uso de
preservativos en determinados usos como, por ejemplo, la prostitución.
La figura de la prostituta está frecuentemente ligada a la del proxeneta, persona que induce a la
prostitución obteniendo un beneficio económico de ello.45 Los proxenetas obtienen una parte de
los beneficios de la prostitutas. Esta relación se puede dar de mutuo acuerdo a cambio de un servicio
de mediación o protección, o bien se puede dar mediante extorsión,6 violencia física o secuestro.7
La prostitución forzada se engloba dentro del comercio ilegal de personas conocido como trata de
personas.
Existen cristianos que todavía defienden la prostitución como un hecho inherente a la condición
humana y que en este sentido no debería ser reprimida, y en todo caso sí delimitada y
regulada.Algunos, más preparados, utilizan argumentos procedentes de la escolástica medieval sin
considerar que el contexto es radicalmente diferente. Entonces existía una sociedad cristiana y hoy
el contexto es, sin exageración, más bien neopagano.
Por otra parte, que un hecho malo esté generalizado no significa olvidarse de desarrollar el hábito
bueno, sino al contrario, propagarlo. Y esto no se remonta sólo a San Agustín, sino a los grandes de
la filosofía helénica.
San Pablo en su primera carta a los corintios (6,12-20) dice “no se trata de saber qué es aquello que
está permitido o aquello prohibido, sino saber qué está de acuerdo con la vida nueva transformada
por Cristo… vuestros cuerpos son miembros de Cristo ¿Puedo, entonces coger los miembros de
Cristo y hacerlos miembros de una prostituta? De ninguna manera… ¿No sabéis que no sois
vuestros? Habéis sido comprados (por Cristo) pagando un precio muy alto”. Los Papas lo han dicho
en más de una ocasión, el cristianismo no es tanto un sistema de prohibiciones y reglas, un juego
contra el tótem y el tabú, sino el seguimiento de la persona de Jesucristo, que dice que “perdona
los pecados a la adúltera” pero añade, “y no peques más”.
Panel de discusión
Un panel es una reunión entre varios expertos que hablan sobre un tema específico. Los
miembros del panel, que suelen recibir el nombre de «panelistas», exponen su opinión y punto
de vista sobre el tema que se va a plantear.
Cada uno de los expositores presenta un punto del mismo, completando o ampliando, si es
necesario el punto de vista de los demás.
Algunas veces en la medición de un panel se diferencia entre las personas, como observadores,
a personas ajenas al panel; este público puede realizar preguntas para aclarar el contenido o la
posición de algún miembro del panel. El panel tiene el sentido de una consulta a los expertos
mundiales en un tema.
Si todos los presentes en la reunión debaten entre sí los diferentes , ya no se trata de un panel
sino de una mesa redonda. Otra diferencia entre «panel» y «mesa redonda» es que en un panel
los expertos conocen el tema en profundidad, mientras que en una mesa redonda tanto la gente
que debate como los que oyen y preguntan conocen el tema de forma suficiente para participar
en el debate. La mesa redonda suele conducir a discusiones a seguir para poder hacer el cambio
de conducta.
Funcion
Describir las metodologías y materiales usados; el estado ex-ante del comportamiento y la
demanda de la misma como resultado de la introducción del proyecto, dando un nuevo enfoque
del tema elegido
Participantes
Un moderador que:
Anuncia el tema y el problema en forma concreta.
Determina el tiempo de la discusión y el de la realización de las preguntas.
Debe permanecer neutral a la información o ideas de los expertos.
Mantiene activa la discusión. Un secretario relator.
Resume los aspectos más importantes del tema expuesto.
Los expertos o panelistas , de tres a siete especialistas en el tema, que desean participar
como consultores de un determinado tema tratado
Cada panelista explica su punto de vista respecto al tema
Deben de conocer bien el tema para que la discusión beneficie al público
Desarrollan un intercambio de ideas formulando preguntas.
El equipo o persona que necesita consultar sobre un tema, define el asunto a tratar,
selecciona a los participantes del panel y al moderador.
Todos los participantes deben ser expertos sobre el tema
El público es quien realiza las preguntas a los expertos sobre el tema tratado.
Deben discutir para el público.
El moderador inicia presentando a los miembros y formula la primera pregunta sobre el tema
a desarrollar.
Los miembros del panel hacen sus presentaciones.
Cuando cada uno de los miembros del panel ha intervenido, el moderador realiza nuevas
preguntas, con el fin de ayudar a desarrollar puntos no mencionados.
Para finalizar, el moderador solicita a los expositores que realicen un resumen de sus ideas
y posteriormente dará sus conclusiones y dará paso al grupo de preguntas de los miembros
del auditorio para los integrantes del panel.
Se llega a un acuerdo.