Você está na página 1de 7

Rev Chil Pediatr 2008; 79 (6): 607-613 ARTÍCULO ORIGINAL

RESEARCH REPORT

Prevalencia de trastornos depresivos e impedimento


asociado en adolescentes de sexo femenino

FÉLIX COVA S.1a, PAULINA RINCÓN G.1a, MARIO VALDIVIA P.2b, ROBERTO MELIPILLÁN A.3c

1. Departamento de Psicología, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Concepción.


2. Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina, Universidad de Concepción.
3. Universidad San Sebastián, Concepción.
a. Doctor en Psicología, Psicólogo.
b. Médico Cirujano, Psiquiatra Infantil.
c. Magíster, Psicólogo.

ABSTRACT

Depressive disorders prevalence and associated impediments in female adolescents


Background: From early adolescence, depressive disorders experience a significant increase, especially in
female population, showing not only immediate adverse consequences, but also at later stages in adult
development. Although its importance, there are few studies regarding the prevalence of these disorders
in chilean adolescents. Methods: Estimation of prevalence of major depression and dysthymic disorders in
172 students from first year of secondary education. The computerized interview DISC-IV obtained a
diagnosis based on DSM-IV criteria. Results: 10% of the population showed a depressive episode in the
last year and more than 5% in the last month. The incidence of dysthymic disorder was low (1.2%). The
incidence of major depressive subthreshold in the last year was 11.6% and 8.5% for subthreshold
dysthymic disorder. Conclusions: Most of female with depressive disorders and subthreshold disorders
presented impediments related to symptoms experienced. Although these high rates might suggest
problems in the conceptualization of depressive disorders, they constitute the result of strict DSM-IV
criteria application, including clinical significant criteria. These results are indicative of the need to pay
attention to emotional wellbeing of female adolescents.
(Key words: adolescence, epidemiology, depressive disorder).
Rev Chil Pediatr 2008; 79 (6): 607-613

RESUMEN

Introducción: Los trastornos depresivos se incrementan de modo notorio a partir del inicio de la adoles-
cencia, especialmente en las mujeres, con efectos adversos tanto inmediatos como en el desarrollo
posterior. Pese a su importancia, en Chile existen pocos estudios de la prevalencia de estos trastornos en

Trabajo recibido el 16 de septiembre de 2008, devuelto para publicación el 22 de octubre de 2008, segunda versión el 05 de
noviembre de 2008, aceptado para publicación el 19 de noviembre de 2008.
Financiamiento Proyecto: Fondecyt 11060059

Correspondencia a:
Félix Cova S.
E-mail: fecova@udec.cl

Volumen 79 - Número 6 607


COVA F. y cols.

adolescentes. Método: Se estimó la prevalencia de último mes y de último año de depresión mayor y de
distimia, en una muestra de 172 estudiantes mujeres de primero medio de liceos de Concepción. Se utilizó
la entrevista digitalizada DISC-IV que permite obtener diagnóstico según criterios DSM-IV. Resultados:
Casi un 10% de las niñas presentaron un episodio depresivo mayor en el último año y poco más de un 5,0%
en el último mes; la prevalencia de trastorno distímico fue muy baja, 1,2%. La prevalencia de último año de
episodio depresivo mayor subumbral fue de 11,6% y la de distimia de 8,5%. En la mayoría de las niñas con
trastornos depresivos y con trastornos subumbrales se observó presencia de malestar o impedimento
asociado a los síntomas experimentados. Conclusiones: Si bien estas tasas tan elevadas pueden estar
sugiriendo dificultades en la conceptualización de los trastornos depresivos, son el resultado de la
aplicación estricta de los criterios DSM-IV, incluyendo el criterio de significación clínica, e indican la
necesidad de poner atención en el bienestar emocional de las adolescentes.
(Palabras clave: Adolescencia, epidemiología, trastornos depresivos).
Rev Chil Pediatr 2008; 79 (6): 607-613

Introducción tos adversos tanto inmediatos como en el desa-


rrollo posterior de los adolescentes4.
La conceptualización de los trastornos de- La mayoría de las investigaciones sitúan la
presivos en la adolescencia, en particular de los prevalencia anual del trastorno depresivo ma-
trastornos depresivos “unipolares”, que son el yor entre 4 a 7% en adolescentes5. Las estima-
objeto de atención del presente artículo, ha sido ciones de prevalencia de distimia son semejan-
un tema complejo y controversial. Dos aspec- tes a las del trastorno depresivo mayor aunque
tos centrales de las controversias han sido: a) se trata de un trastorno menos estudiado4. Es-
cómo diferenciar en los adolescentes estados tas cifras corresponden a estudios que se han
depresivos con significación clínica efectiva, realizado utilizando instrumentos especialmente
que puedan ser conceptualizados como un tras- construidos para evaluar, del modo más confiable
torno psicopatológico propiamente tal, de esta- posible, el cumplimiento de los criterios diag-
dos de ánimo negativos transitorios y relaciona- nósticos DSM o CIE en muestras poblacionales
dos con los estresores psicosociales habituales o, en su defecto, en población escolar.
de este momento del ciclo vital1; y b) hasta La investigación de los trastornos mentales
dónde son aplicables a esta etapa de la vida los basada en criterios DSM-IV, incluyendo con
criterios aceptados para diagnosticar trastornos especial relevancia la centrada en los trastor-
depresivos, generados originalmente a partir de nos depresivos, está examinando cada vez más
población adulta2. la significación clínica de los síntomas y/o impe-
Pese a que ambos temas continúan sin ser dimento como una variable complementaria al
resueltos claramente, los investigadores y pro- diagnóstico6. Estudios con adolescentes han
fesionales del ámbito de la salud mental han mostrado que jóvenes con diagnósticos sub-
optado mayoritariamente por identificar los tras- umbrales de trastornos depresivos pueden te-
tornos depresivos en niños y adolescentes si- ner consecuencias adversas en sus vida y nive-
guiendo los criterios establecidos por la Asocia- les de impedimento equivalentes a las de quie-
ción Psiquiátrica Americana –en particular, los nes reúnen todos los criterios diagnósticos7,8;
expresados en la cuarta edición del DSM3–. por el contrario, también se ha observado que
Estos criterios son, excepto aspectos específi- cumplir los criterios diagnósticos de un trastor-
cos, los mismos para niños, adolescentes y adul- no no es por sí mismo indicador de la presencia
tos2. La investigación basada en estos criterios de un trastorno incapacitante ni de necesidad
ha establecido que la prevalencia de trastornos de tratamiento9,10.
depresivos se incrementa de modo notorio a En nuestro país, existen muy pocos estudios
partir del inicio de la adolescencia, pasando a de los trastornos depresivos en niños y adoles-
constituir uno de los trastornos psicopatológicos centes que se hayan realizado en muestras no
más frecuentes en los adolescentes, con efec- clínicas. Un estudio de seguimiento en escola-

608 Revista Chilena de Pediatría - Noviembre - Diciembre 2008


TRASTORNOS DEPRESIVOS

res de Santiago de 1º y 6º básico con criterios brales se hace también una estimación de la
CIE-10, mostró que quienes recibían el diag- prevalencia de éstos. Se indican y comparan
nóstico de trastorno depresivo eran los que los resultados obtenidos incluyendo y excluyen-
tenían más discapacidad asociada –del conjun- do la consideración de los niveles de malestar o
to de trastornos evaluados–6. impedimento asociados a la presencia de sínto-
Sin emplear instrumentos que permitan eva- mas.
luar trastornos, sino exclusivamente sintoma-
tología, sí se han realizado estudios de preva-
lencia de sintomatología depresiva en escola- Métodos
res. Estos estudios han utilizado cuestionarios
que permiten cuantificar frecuencia y/o intensi- Ciento ochenta y ocho niñas de primero
dad de sintomatología depresiva, pero no hacer medio, correspondientes al total de niñas de
diagnósticos de trastorno propiamente según primero medio de tres establecimientos educa-
criterios DSM-IV o CIE-10. Los resultados cionales (7 cursos en total), fueron las partici-
obtenidos han indicado la presencia de signifi- pantes consideradas originalmente en el estu-
cativos niveles de sintomatología depresiva en dio; la muestra total efectivamente obtenida fue
los grupos estudiados11,12. de 172. De éstas, 39 pertenecían a un colegio
En una muestra representativa de adoles- particular subvencionado, 54, a una escuela-
centes de enseñanza media, empleando el liceo mixta municipal y 79, a una escuela liceo
puntaje de corte original del Inventario de De- sólo de niñas, también municipal. Todos los
presión de Beck II para sintomatología depresi- establecimientos correspondían a unidades edu-
va moderada o grave, se encontró que poco cativas que atienden a población de sectores
más del 30% de los adolescentes calificaba en bajos y medio bajos, pero no de extrema pobre-
estas categorías13. La misma cifra de sintoma- za (Índices de Vulnerabilidad entre 42,3% y
tología depresiva fue obtenida en la Encuesta 54,9%, de acuerdo a la estadísticas de la Junta
de Salud Escolar del año 2004 aplicada en Nacional de Auxilio Escolar y Becas)18. El
cuatro regiones de Chile a una muestra amplia rango de edad osciló entre 13 a 17 años, estan-
de adolescentes entre 13 y 15 años14. La com- do más del 90% de las niñas entre 14 y 15 años;
parabilidad de estos resultados con los de estu- un 2,7% tenían 13 años.
dios internacionales es limitada, pero sugieren A todas las niñas se les solicitó su consenti-
una mayor presencia de autoinforme de miento informado para participar del estudio.
sintomatología depresiva en los adolescentes Los padres también fueron informados de la
chilenos, sin que exista claridad respecto de investigación. No existió rechazo a participar
cómo explicar estos resultados13. de la investigación. A las niñas (y a sus padres)
A partir de la adolescencia los trastornos que aparecieron con diagnóstico positivo de
depresivos aumentan en ambos géneros, pero trastorno depresivo se las contactó en forma
lo hacen de modo mucho más acentuado en las escrita y confidencial indicando la posible exis-
adolescentes15. Entre los 13 y 14 años es ya tencia de un problema que podría requerir aten-
observable que las niñas presentan tasas de ción profesional y se les ofreció apoyo para
depresión más elevadas que los niños16, estas obtener ésta.
diferencias de género se continúan acentuando Para el estudio se empleó el módulo referido
entre los 15 y 18 años para luego estabilizarse17. a trastornos del estado de ánimo de la versión
La presente investigación tiene como objeti- española de la entrevista estructurada National
vo estimar las tasas de depresión (episodio Institute of Mental Health Diagnostic Interview
depresivo mayor y distimia) que son observa- Schedule for Children Version IV (NIMH
bles en adolescentes mujeres estudiantes de DISC-IV), en su modalidad digital19. Se empleó
primer año de enseñanza media al aplicar un la versión que es respondida por los propios
instrumento especialmente diseñado para ha- adolescentes.
cer diagnóstico según criterios DSM-IV. Dada El NIMH-DISC-IV es una entrevista alta-
la relevancia indicada de los trastornos subum- mente estructurada, diseñada para ser adminis-

Volumen 79 - Número 6 609


COVA F. y cols.

trada por entrevistadores legos, que permite dio o severo en al menos un área de funciona-
obtener diagnóstico de acuerdo a los criterios miento, asociada a la presencia de los síntomas,
DSM-IV20. Se trata de una de las entrevistas siguiendo los criterios empleados en otras in-
más empleadas actualmente en la investigación vestigaciones21. A fines de un análisis de la
internacional actualmente en epidemiología psi- prevalencia con un criterio más estricto de sig-
quiátrica infantojuvenil. Se han obtenido niveles nificación clínica (“significación clínica acen-
comparables de confiabilidad test-retest entre tuada”) también se estimó la significación clíni-
la versión original en inglés y la española19. ca dada por la presencia de al menos un área
Esta entrevista incluye la consideración de la de funcionamiento con malestar o impedimento
significación clínica de los síntomas (malestar severo, o de al menos dos con malestar o
asociado o impedimento a su presencia), pero impedimento intermedio y/o severo.
no utiliza la significación clínica como criterio
diagnóstico (esto es, se asigna diagnóstico si se
cumplen los criterios diagnósticos sin conside- Resultados
rar la significación clínica de los síntomas, que
viene a ser considerada así otro eje o dimen- La tabla 1 muestra las tasas de prevalencia
sión). La significación clínica es evaluada en de último mes y de último año del trastorno
función del informe de malestar o de impedi- depresivo mayor. Se indica además, la tasa de
mento en distintos ámbitos de desenvolvimien- prevalencia del trastorno depresivo mayor con
to, asociados a la presencia de síntomas (rela- significación clínica y con significación clínica
ciones con cuidadores o familiares, participa- “acentuada”. En la tabla 2 se indican las tasas
ción en actividades familiares y con amigos, de prevalencia del trastorno distímico. Los
adaptación escolar y relaciones con profesores, algoritmos diagnósticos usados en el DISC-IV
distrés atribuible a los síntomas). Para opera- excluyen la posibilidad de diagnosticar depre-
cionalizar la significación clínica, en el presente sión doble, dado que el diagnóstico de episodio
estudio se utilizó como indicador de ésta la depresivo mayor excluye la posibilidad de diag-
presencia de malestar o impedimento interme- nóstico de distimia20.

Tabla 1. Prevalencia de trastorno depresivo mayor

Prevalencia último Prevalencia último Prevalencia último Prevalencia último Prevalencia último Prevalencia último
año año con significa- año con significa- mes mes con significa- mes con significa-
ción clínica ción clínica ción clínica ción clínica
acentuada acentuada

9,3% 9,3% 8,7% 5,2% 5,2% 4,7%

Tabla 2. Prevalencia de trastorno distímico

Prevalencia último año Prevalencia último año con significación Prevalencia último año con significación
clínica clínica acentuada

1,2% 1,2% 1,2%

Tabla 3. Prevalencias de trastorno depresivo mayor y de trastornos distímicos subumbrales

Trastorno depresivo mayor subumbral Trastorno distímico subumbral


Prevalencia último Prevalencia último Prevalencia último Prevalencia último Prevalencia último Prevalencia último
año año con significa- año con significa- año año con significa- año con significa-
ción clínica ción clínica ción clínica ción clínica
acentuada acentuada

11,6% 11,0% 8,7% 8,5% 8,5% 8,5%

610 Revista Chilena de Pediatría - Noviembre - Diciembre 2008


TRASTORNOS DEPRESIVOS

La tabla 3 indica las tasas de prevalencia de resultados obtenidos. Se trata, además, de una
último mes y de último año de episodio depresi- población bien específica: niñas de 14-15 años,
vo mayor y de distimia subumbral, esto es, estudiantes de primero medio, provenientes de
existe sintomatología, pero no se satisfacen to- hogares con condición socioeconómica baja
dos los criterios DSM-IV para el diagnóstico (pero no extrema) o media baja. La metodolo-
propiamente de cada trastorno respectivo. No gía seguida se basa en el informe de síntomas
existe exclusión entre los síntomas de depre- exclusivamente por parte de las niñas, a dife-
sión mayor y de distimia. rencia de otros estudios que utilizan a los pa-
dres como fuente de información, o a los niños
y a los padres.
Discusión Pese a esta dificultad para hacer compara-
ciones, las cifras tienden a ser más altas que las
De acuerdo a los algoritmos de análisis del observadas en otras sociedades. El reciente
NIMH DISC-IV, fundamentados a su vez en estudio de González-Tejera et al22 obtuvo, en
los criterios DSM-IV, casi un 10% de las niñas una muestra nacional de niñas portorriqueñas
de la muestra estudiada presentó un episodio de 11 a 17 años (donde también se empleó el
depresivo mayor en el último año y poco más DISC-IV en su versión de autoinforme), una
de un 5% estaría presentando o habría presen- tasa de prevalencia de un año de trastorno
tado un episodio depresivo en el último mes. En depresivo mayor de 7,23% y de trastorno de-
todos los casos, la presencia de los síntomas presivo mayor subumbral de 5,95%. Estudios
tuvo alguna significación clínica en términos de de prevalencia de sintomatología depresiva tam-
generar malestar o impedimento en el funcio- bién han mostrado un mayor nivel de informes
namiento social en los ámbitos evaluados; en de síntomas en los adolescentes chilenos23.
más de un 90% de los casos, esta significación Con esas consideraciones, los resultados in-
clínica fue acusada en términos de implicar al dican que ya en adolescentes chilenas de 15
menos dos áreas afectadas o una severamente. años las cifras de trastornos depresivos son
La prevalencia de trastorno distímico observa- relevantes al aplicarse estrictamente criterios
da fue muy baja, 1,2%, y no presentó variacio- DSM-IV. Aun cuando el uso de estos criterios
nes en función de la significación clínica de los de modo estricto podría estar generando una
síntomas. La exclusión de la depresión doble sobreestimación de la tasa de trastorno depre-
como posibilidad diagnóstica es un factor que sivo que es efectivamente relevante desde el
puede influir en acentuar la baja tasa de trastor- punto de vista clínico24, debe tenerse presente
no distímico. que los resultados obtenidos muestran que con
Tanto las tasas de prevalencia de un año de altísima frecuencia los diagnósticos aparecen
trastornos depresivos mayores subumbrales asociados a la presencia de malestar o impedi-
como de trastorno distímico subumbral que se mento, incluso cuando éste es evaluado con
observaron fueron elevadas (11,6% y 8,5%, criterios más estrictos. Una explicación posible
respectivamente). La aplicación de criterios de es que en nuestra cultura exista una tendencia
significación clínica no disminuyen de modo mayor a la aquiescencia a la hora de responder
relevante estas tasas de trastornos subumbrales. autoinformes de síntomas y al valorar la signifi-
De hecho, la prevalencia de distimia subumbral cación de éstos, pero ello no ha sido evaluado.
no es afectada por la significación clínica y la Es importante destacar que no existe evi-
presencia de trastorno depresivo mayor subum- dencia que las entrevistas estructuradas aplica-
bral sólo experimenta una reducción a una pre- das por entrevistadores legos sobreestimen la
valencia de 8,7% cuando se utiliza el criterio de presencia de síntomas respecto a las entrevis-
significación clínica acusada. tas clínicas, más bien la evidencia existente es
Dado que no existen en Chile estudios que la contraria25,26. De allí que la discusión actual
usen criterios diagnósticos DSM-IV a través respecto de las elevadas tasas de trastornos
de una evaluación altamente estructurada como que ofrecen los estudios epidemiológicos esté
es el NIHM DISC-IV, es difícil comparar los centrada en los criterios diagnósticos mismos,

Volumen 79 - Número 6 611


COVA F. y cols.

más que en las supuestas sobreestimaciones de estudio presenta otras limitaciones, en particu-
las entrevistas diagnósticas empleadas24. lar, las relativas a lo pequeño del tamaño mues-
Las cifras de trastornos subumbrales obte- tral, que impiden generalizar los hallazgos. In-
nidas son elevadas, tanto para la depresión vestigaciones con muestras más amplias per-
mayor como para la distimia. Es de alta rele- mitirán tener más claridad respecto de la vali-
vancia que el cumplimiento o no de los criterios dez de los resultados obtenidos. Sin embargo, el
diagnósticos no muestra ninguna relación con desafío mayor de la investigación futura parece
los grados de malestar o impedimento que ge- estar en el plano conceptual, en particular, en
neran los síntomas. Esto implica que cumplir deslindar adecuadamente las implicaciones del
cabalmente con los criterios diagnósticos de concepto de trastorno.
depresión mayor o distimia o presentar el tras-
torno en un grado subumbral no hace diferencia
respecto del grado de malestar o impedimento Referencias
que las adolescentes atribuyen a los síntomas
1.- Kessler RC, Avenevoli S, Ries Merikangas K: Mood
presentados. Ello pone un signo de interroga- disorders in Children and Adolescent: An epidemio-
ción respecto de la validez de los criterios para logical perspective. Biol Psychiatry 2001; 49: 1002-
diferenciar presencia y no presencia de trastor- 14.
no depresivo, fenómeno que ya ha sido obser- 2.- Avenevoli S, Knight E, Kessler R, Merikangas KR:
vado por otros investigadores8,22. Epidemiology of depression in children and adolescent:
A developmental Psychopathological Approach. En
La investigación internacional es consisten- Abela JRZ, Hankin BL, editores. New York: Guildford
te en demostrar el sostenido incremento que Press 2008; 6-32.
tiene la prevalencia de sintomatología y trastor- 3.- Asociación Psiquiátrica Americana: Manual Diagnós-
nos depresivos en mujeres luego de la puber- tico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Barce-
tad. Los datos obtenidos corroboran la relevan- lona: Masson; 1994.
4.- Harrington RC: Affective disorders. En Rutter, M.,
cia del fenómeno incluso en niñas que están en Taylor, E., editores. Oxford: Blackwell Publishing
la fase temprana de la adolescencia y obligan a Science; 2002. p. 463-85.
generar estrategias pertinentes para esta reali- 5.- Short A, Spence S: Risk and protective factors for
dad. Dada la naturaleza masiva del fenómeno y depression in youth. Behaviour Change 2006; 23: 1-
la probable incidencia de un conjunto de facto- 30.
6.- De la Barra F, Toledo V, Rodríguez J: Revista Chile-
res socioculturales, no parece apropiado que na de Neuro-Psiquiatría 2004; 42: 259-72.
dichas estrategias se focalicen en medicalizar 7.- Kessler RC, Zhao S, Blazer DG, Swartz M: Prevalence,
el malestar adolescente sino en fortalecer las correlates, and course of minor depression and major
capacidades de los adolescentes para abordar depression in the National Comorbidity Survey. Journal
las dificultades de la vida y en mejorar los of Affective Disorders 1997; 45: 19-30.
8.- Pickles A, Rowe R, Simonoff E, Foley D, Rutter M,
sistemas de soporte a que acceden. Silberg J: Child psychiatric symptoms and psychosocial
Es ampliamente discutido qué significa, con impairment: relationship and prognostic significance.
los conceptos e instrumentos empleados hoy, British Journal of Psychiatry 2001; 179: 230-5.
satisfacer los criterios diagnósticos de un tras- 9.- Spitzer R, Wakefield J: DSM-IV diagnostic criterion
torno determinado27,28. Un aspecto importante for clinical significance: Does it helpe solve the false
positives problem? Am J Psychiatry 1999; 156: 1856-
al respecto es que si bien existe cierto consenso 64.
en la relevancia de acompañar los diagnósticos 10.- Kendell R, Jablensky A: Distinguishing between the
con una evaluación de la significación clínica de validity and utility of psychiatric diagnoses. Am J
los síntomas, no se ha desarrollado una metodo- Psychiatry 2003; 160: 4-12.
logía para hacerlo suficientemente elaborada. 11.- Cumsille P, Martínez M: Síntomas de depresión en
estudiantes de enseñanza media de Santiago. Rev Chil
De hecho, la metodología que emplea el DISC- Pediatr 1997; 68: 74-7.
IV al respecto, y que fue la utilizada en la 12.- Salvo L: Ideación e intento de suicidio en adolescen-
presente investigación, todavía no recibe un tes de enseñanza media en la comuna de Concepción.
estudio psicométrico cuidadoso de sus caracte- Tesis para optar a la especialización en psiquiatría.
rísticas. Concepción: Facultad de Medicina, Universidad de
Concepción; 1995.
Aparte de esta última limitación, el presente 13.- Cova F, Melipillán R, Valdivia M, Bravo E, Valenzuela

612 Revista Chilena de Pediatría - Noviembre - Diciembre 2008


TRASTORNOS DEPRESIVOS

B: Sintomatología depresiva y ansiosa en estudiantes Diagnostic Interview Schedule for Children Version IV
de enseñanza media. Revista Chilena de Pediatría 2007; (DISC-IV); 2000. Columbia University: New York.
78: 151-9. 21.- Canino G, Shrout P, Rubio-Stipec M, et al: The DSM-
14.- Ministerio de Salud Chile: Encuesta Mundial de Salud IV rates of child and adolescent disorders in Puerto
Escolar Chile 2004-2005. Disponible en http:// Rico. Arch Gen Psychiatry 2004; 61: 85-93.
epi.minsal.cl/epi/html/invest/EMSE/INFORME%20 22.- González Tejera G, Canino G, Ramírez R, et al:
EMSE%202004-2005%20final.pdf . Obtenido 01/11/ Examining minor and major depression in adolescent.
2008. Journal of Child Psychology and Psychiatry 2005;
15.- Hankin BL, Wetter E, Cheely C: A Sex differences in 46: 888-99.
child and adolescent depression: A developmental 23.- Cova F, Bravo E, Valenzuela B, Henríquez ML: Pre-
Psychopathological Approach. En Abela, J.R.Z., valencia de síntomas depresivos en adolescentes de
Hankin, B.L. editores. New York: Guildford Press 2008; Concepción, Revista Chilena de Pediatría 2007; 78:
377-414. 151-9.
16.- Wade T, Cairney J, Pevalin D: Emergence of gender 24.- Cova F: La epidemiología psiquiátrica y el debate ac-
differences in depression during adolescence: National tual respecto al concepto de trastorno mental. Revis-
panel results from three countries. J Am Acad Child ta de Psiquiatría Clínica 2006; XLIII: 31-6.
Adolesc Psychiatry 2002; 41: 190-8. 25.- Eaton Ww, Neufeld K, Chen Ls, Cai G: A comparison
17.- Hankin B, Abramson L, Moffitt T, Silva P, Mcgee R, of self-report and clinical diagnostic interviews for
Angell K: Development of depression from depression: Diagnostic Interview Schedule for Clinical
preadolescence to young adulthood: emerging gender Assessment in Neuropsychiatry in Baltimore Epide-
differences in a 10-yera longitudinal study. J Abnorm miological Catchment Area follow-up. Arch Gen
Psychol 1998; 107: 128-40. Psychiatry 2000; 57: 217-22.
18.- Junta Nacional Auxilio Escolar y Becas: http:// 26.- Wing JK, Babor T, Brugha T, et al: SCAN: Schedules
www.junaeb.cl/focalizacion/ive.htm; 2007. for clinical assessment in neuropsychiatry. Arch Gen
19.- Bravo M, Ribera J, Rubio-Stipec M, et al: Test- Psychiatry 1990; 47: 589-93.
retest reliability of the Spanish version of the 27.- Regier DA, Narrow WE: Defining clinically significant
Diagnostic Interview Schedule for Children (DISC-IV). psychopathology with epidemiological date. En Helzer
Journal of Abnormal Child Psychology 2001; 29: 433- JE, Hudziac JJ, editors. Washington, DC: American
44. Psychiatric Publishing Inc.; 2002, p. 19-30.
20.- Shaffer D, Fisher P, Lucas C, Dulcan M, Schawb- 28.- Allan V, Horowitz Y, Wakefield J: The loss of sandness.
stone M: National Institute of Mental Health Oxford University Press. New York; 2007.

Volumen 79 - Número 6 613

Você também pode gostar