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Julio Ramón Ribeyro nació en Lima el 31 de Agosto de 1929. Su producción literaria inicia
mientras estudia Derecho en la Universidad Católica del Perú. Sus primeros cuentos
aparecen en revistas literarias. En 1959 publica su primer libro “Los gallinazos sin
plumas”, donde reúne ocho cuentos de ambiente urbano. Es perteneciente a la generación
del 50, junto a Jorge Bacacorzo y Enrique Congrains; sus cuentos aparecidos a partir de la
década de 1950 funde el realismo urbano que llega a su desarrollo pleno en el Perú; para
algunos críticos es considerado el narrador más perfecto del Perú. Su obra tiene como
escenario la gran ciudad de lima, a la cual describe con mucha precisión.
El título del cuento es “La molicie”. La palabra molicie significa flojera, relajación,
abandono, pereza, ocio; haciéndonos entender el autor que el título de su cuento nos
hablará de las personas que tienen una vida sin aspiraciones y hundidas en el conformismo.
El tipo de narrador es el narrador protagonista, quien nos relatará la historia, las acciones y
la descripción del ambiente. En este caso el de un estudiante universitario que se presenta
sin decir su nombre, inicia explicando el conflicto que tienen contra La molicie, él y sus
compañeros de habitación y que deben subsistir al agotamiento de las clases, el cansancio
de la rutina y el sofocante calor del verano, resistir con ayuda de libros, tasas de cafés,
salidas al parque, o cualquier otro pasatiempo artístico que les sirva de distracción.
Breve resumen
Tema
La molicie que simboliza el letargo de los hombres que han dejado de pensar y que se
conforman con la materia que tienen.
El cuento sigue la estructura tradicional, recordemos que los cuentos de Ribeyro son
mayormente lineales. Su introducción vendría a ser, la continua lucha que los ciudadanos
tienen contra La molicie, resaltando en este caso el de los estudiantes; nos explica la causa
del por qué no quieren sucumbir a ella, haciendo todo lo posible para lograr escapar. El
desarrollo estaría ligado en que hay personas que por tener condiciones económicas
superiores pueden afrontar a La molicie con mucha más oportunidades que otras, mientras
que la mayoría, como los estudiantes, que no cuentan con poder adquisitivo, deberán crear
nuevas alternativas para no ser víctimas de La molicie, en este caso el de la socialización y
el compañerismo, pero a pesar de esto no será suficiente. El desenlace termina cuando los
estudiantes están a punto de ser derrotados por La molicie, es aquí cuando llega un agente
salvador que vendría a ser la lluvia, ocasionando la victoria del colectivo basándose en el
símbolo de la llegada del otoño.
Mi punto de vista del cuento sería que la rutina del empleo, los estudios y otro factor que
genere esfuerzo físico y mental nos produce un agotamiento descomunal, hundiéndonos en
un letargo y convirtiéndolo en una costumbre, modificando de esta manera nuestra
conducta. Y que consecuentemente afectará nuestro juicio y nuestras emociones,
renunciando al cuestionamiento y a la expresión del propio ser. Acarreando un
aniquilamiento espiritual, nos concentraremos en la mecánica y los resultados óptimos,
careceremos del anhelo de buscar nuestros propios empujes, y del temor de atrevernos a
hacer cosas distintas.