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“Patagonia”

Universidad Nacional de Jujuy


Facultad de Ingeniería
Catedra de Geología Regional
Introducción

Patagonia

La comarca que se extiende al Sur de los 39ºS tiene características geológicas y


morfológicas distintivas que tempranamente propiciaron su separación. Los Andes de
estas latitudes tienen algunas características distintivas, pero no son el motivo
principal del contraste con la geología al Norte de los 39ºS. Las mencionadas
diferencias son propias de la región extraandina, al sur de la zona deprimida de los
valles de los ríos Colorado y Negro, región conocida con el nombre de Patagonia.
Se desprende de lo anterior, que la evolución de la Corteza patagónica extraandina es
la clave para diferenciar la Plataforma Patagónica respecto a la plataforma
Sudamericana.
En la Plataforma Patagónica hubo actividad orogénica durante el Paleozoico y la
estabilidad queda acreditada a partir del Triásico Medio. Ese es el criterio que se utiliza
para la separación de la Plataforma Sudamericana, que es estable desde fines del
Precámbrico.
Las diferencias en la geología de los Andes al Sur de los 39º, respecto a la de los
Andes del Norte, son explicadas satisfactoriamente estableciendo las condiciones que
fija la segmentación andina (edad de la corteza oceánica involucrada en la
subducción; ángulo de subducción; dorsales oceánicas que arriban a la trinchera;
ángulos de incidencia y velocidad de subducción).
Considerando todo el territorio, las Provincias Geológicas reconocidas son: Macizo
Nordpatagónico, Macizo del Deseado, Precordillera patagónica, Cordillera patagónica
y Cordillera fueguina. Las cuencas sedimentarias mayores son la del Golfo de San
Jorge y la Cuenca Austral o Magallánica.

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Cordillera Patagónica Septentrional

El límite más importante aceptado por la mayoría de los investigadores entre la


Cordillera Principal y la Cordillera Patagónica, es el predominio de secuencias marinas
jurásicas y eocretácicas al norte y el desarrollo del batolito andino en forma continua
hacia el sur. Si se acepta esta propuesta el límite entre ambas unidades coincide con
el inicio de la faja plutónica que al sur del Lago Aluminé, (aproximadamente 39ºS) se
continúa en los Andes Patagónicos de Argentina y Chile.
La Cordillera Patagónica Septentrional así definida comprende los Andes Patagónicos
desarrollados en Argentina y Chile entre los 39º y los 45ºS de latitud, que presenta
como rasgos distintivos un batolito continuo a lo largo de su región axial y que en su
vertiente oriental presenta un amplio predominio de rocas volcánicas paleógenas.
En esta provincia geológica se pueden distinguir dos segmentos con características
propias. Dentro de la Cordillera Patagónica se han dividido dos segmentos, una
Cordillera Patagónica Septentrional, caracterizada por el importante desarrollo de
rocas volcánicas, y una Cordillera Patagónica Austral, donde están bien desarrolladas
los depósitos marinos neocomianos.

Rasgos geológicos principales de la Cordillera Patagónica Septentrional


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Segmento Norte
El segmento norte entre los 39º y 43ºS está caracterizado por un basamento
metamórfico de mediano a alto grado y plutonitas paleozoicas, sobre el que se
depositó una extensa cubierta volcánica paleógena, cubierta por depósitos
continentales y en parte marinos de edad oligocena a miocena, e importantes
derrames basálticos.
El basamento metamórfico se extiende desde el norte hasta la latitud de Leleque.
Escasas dataciones U/Pb en circones indican edades de hasta 1.500 Ma. Las
plutonitas que intruyen este basamento son mayoritariamente neopaleozoicas en el
sector entre los lagos Lácar y Aluminé. Depósitos neopaleozoicos se conocen
exclusivamente a la latitud de Esquel (43ºS).
Las rocas volcánicas han sido tradicionalmente divididas en una serie andesítica
andina, intercalada con depósitos marinos, de una extrandina interpuesta con
depósitos continentales. Los estudios petrológicos y geoquímicos realizados muestran
que la serie andina es tipicamente calcoalcalina, con términos basálticos, andesíticos y
dacíticos de edad eocena a oligocena. La extrandina sería dominantemente bimodal,
con términos riolíticos y basálticos y más antigua, pudiendo alcanzar el Paleoceno.
Estas rocas desaparecen al sur de la latitud de Corcovado (43º30’S).
El eje de la cordillera está intruido por el Batolito Patagónico, que a la latitud de
Bariloche presenta dos pulsos, uno cretácico de mayor extensión, de otro constituido
por pequeños stocks de edad miocena.
Al pie de este segmento se desarrollan las cuencas de Collón Cura y Ñirehuao, que
son rellenadas con depósitos clásticos de edad oligocena a miocena media. Estos
depósitos se interdigitan con sedimentitas marinas que marcan la única transgresión
marina pacífica acaecida durante el Cenozoico en territorio argentio. Estas
sedimentitas marinas quedan como remanentes por encima del Batolito Patagónico al
sur del lago Puelo. Espaciados estratovolcanes de edad cenozoica superior se
desarrollan en discordancia sobre las rocas anteriores, como los volcanes Lanín,
Puyehue y Tronador, entre otros. La estructura de este segmento se caracteriza por
una fuerte inversión tectónica de las cuencas extensionales paleógenas durante el
Mioceno. El desarrollo oblicuo de las estructuras más antiguas originan importantes
fenómenos de transcurrencia como los que se observan en las márgenes del lago
Nahuel Huapi.

Segmento Sur
Este se caracteriza en primer lugar por la ausencia de volcanismo calcoalcalino de
edad paleógena, el que es reemplazado por la serie volcánica del Cretácico inferior.
El basamento de las secuencias mesozoicas no está expuesto al sur de Esquel, en la
vertiente oriental de este tramo de la Cordillera Patagónica. El substrato está
caracterizado por rocas volcánicas neojurásicas, que se interdigitan hacia el norte con
rocas sedimentarias marinas de edad tithoneocomiana. Estas secuencias son
cubiertas por volcanitas de edad cretácica inferior. En estos depósitos se puede
distinguir un arco interno, dominantemente andesítico de uno externo de naturaleza
más ácida, donde predominan las dacitas y riolitas. Entre ambos arcos volcánicos se
desarrolla la cuenca de intraarco del Katterfeld.
En la región axial de todo este segmento se emplaza el Batolito Patagónico, que en
forma continua se extiende hacia el sur. Sin embargo, dado lo sinuoso del límite
político con Chile, en territorio argentino sus afloramientos son discontínuos. El climax
de emplazamiento de este batolito se registra a los 98 Ma.
Los depósitos terciarios están escasamente desarrollados en este segmento,
compuestos por secuencias clásticas continentales con conspicuos depósitos
piroclásticos intercalados.

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El arco volcánico paleógeno no se desarrolla a estas latitudes, silencio volcánico que
ha sido explicado por la colisión de una dorsal oceánica. El arco volcánico neógeno se
desarrolla en territorio chileno a estas latitudes.
La estructura de este segmento está caracterizada por una serie de grábenes oblicuos
a la cadena andina, desarrollados durante el Jurásico y el Cretácico inferior, los que
han sido sólo parcialmente invertidos durante la orogenia ándica. No presenta los
corrimientos que se observan en el segmento norte.

Los Patagónides
Corresponde a Keidel (1921a) proponer la existencia de una cadena montañosa
elevada durante el Mesozoico en la región preandina de Neuquén y Río Negro.
Si bien se acepta el criterio geológico original propuesto por Keidel (1921a), se
seguirán principalmente los límites reconocidos por Frenguelli (1946), dado que
coinciden con el actual conocimiento de la estructura regional.
Se agrupan en esta provincia geológica los depósitos mesozoicos marinos y
continentales jurásicos y eocretácicos, con sus plutonitas y volcanitas asociadas, que
desde Piedra del Águila al sur del río Limay se extienden por las sierras de Lipetrén,
Taquetrén, Tecka, Tepuel, Languiñeo y Agnia para terminar en el sistema de San
Bernardo al norte del codo del río Senguerr.
Así definida, esta unidad geológica se caracteriza como una unidad morfoestructural
desarrollada al este de la cuenca de Ñirihuao en el norte y hacia el sur por la llanura
pedemontana que la separa del frente montañoso de la Cordillera Patagónica
Septentrional. Se reconocen dos subunidades en la misma, la Precordillera Patagónica
y los Bernárdides. La estructura de los Patagónides está caracterizada por una
importante inversión tectónica, sobreimpuesta a los sistemas de hemigrábenes
mesozoicos, que da lugar a estructuras compresivas, en parte controladas por una
importante transcurrencia dada la orientación oblicua de las fallas directas más
antiguas.

Precordillera Patagónica

Esta desarrollada en la provincia de Chubut, inmediatamente al Este de la cadena


andina. La estratigrafía distintiva le da sucesiones sedimentarias fosilíferas marinas y
continentales del Carbonífero y Pérmico (Ciclo Gondwánico), en parte relacionadas
con el glaciarismo del Supercontinente Gondwana.
Se completa la estratigrafía con sedimentitas marinas del Jurásico inferior que son
intruidas por plutones básicos y ácidos del arco magmático andino.
La sección paleozoica está afectada por pliegues y fallas y el conjunto está cortado por
un sistema de fallas inversas terciarias.
La morfología proviene del modelado maduro de los cordones N-S elevados en el
terciario, separados por valles fluviales longitudinales.

Esta denominación agrupa a las estribaciones preandinas de las provincias de Río


Negro y Chubut, cuya estratigrafía ha sido caracterizada por Franchi y Page (1980).
Sus rocas más antiguas corresponden al basamento metamórfico de la región de
Gastre, intruido por rocas plutónicas eopaleozoicas. Sobre este substrato se desarrolla
la cuenca marina neopaleozoica de Tepuel, la que fuera agrupada como una gran
cuenca geosinclinal y definida como una cuenca compuesta paleozoica-jurásica. En
esta cuenca se reconocen depósitos glaciarios, marinos y continentales de varios
miles de metros de espesor, desarrollados en un ambiente extensional de trasarco.

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A las secuencias anteriores se le sobreimpone una cuenca de intraarco liásica, donde
se encuentran depósitos continentales y marinos, representados por una transgresión
pacífica e interdigitados en el sector oriental con un arco volcánico andesítico. Éste se
interpreta como un arco intermitente externo, estando el eje volcánico principal a lo
largo del actual Batolito Patagónico, donde se han reconocido remanentes plutónicos
liásicos.
En la región comprendida entre Pilcaniyeu se definió el Batolito Central Patagónico,
para agrupar un plutonismo de edad triásica superior a jurásica inferior a media, que
habría controlado su emplazamiento por importantes fallas transcurrentes de rumbo
oeste-noroeste.
A este eje extensional jurásico inferior de intraarco de rumbo nor-noroeste se le sobre
impone un nuevo régimen extensional de rumbo noroeste. Este sistema controla el
desarrollo de la cuenca de rift de Cañadón Asfalto de edad jurásica media a superior,
oblicuo al sistema anterior. Durante la etapa de hundimiento térmico se desarrolla en
todo este sector de los Patagónides una cubierta sedimentaria correspondiente a la
cuenca del Grupo Chubut. Si bien algunos autores la asignan al Cretácico superior, las
escasas dataciones disponibles así como los restos de microflora parecerían
restringirlo a la parte superior del Cretácico inferior.
Sobre los depósitos continentales cretácicos se apoyan las sedimentitas marinas
maestrichtianas-danianas, que cubren los sectores orientales de esta unidad.
La región está parcialmente cubierta por basaltos tholeíticos cretácicos y paleógenos
principalmente. El volcanismo calcoalcalino que caracteriza el sector norte da lugar a
basaltos alcalinos eocenos al sur de los 43º que se formaron como respuesta a la
colisión de una dorsal oceánica al sur de esta latitud. Afloramientos detobas de caída
de edad paleógena y escasos depósitos de edad cenozoica superior completan la
estratigrafía de la región.

Los Berdárdides

Esta unidad está separada por la depresión del valle del río Genoa y del tramo norte
sur del río Senguerr de la Cordillera Patagónica. Su límite oriental coincide con la
depresión del lago Colhue Huapi y las nacientes del río Chico. Su límite norte es
transicional con la Precordillera Patagónica.
Los Bernárdides se caracterizan por el desarrollo de grandes estructuras anticlinales
como las del Codo del Río Senguerr y Sierra de Castillo, separadas por fallas de
rumbo nor-noroeste y formado por inversión tectónica de hemigrábenes de diferente
polaridad del Mesozoico inferior. La vergencia de las estructuras varía tanto al este
como al oeste y está controlada por la inclinación de las fallas normales.
El relleno inicial de estos hemigrábenes se encuentra aflorando al norte, en el ámbito
de la Precordillera Patagónica y está constituido por depósitos liásicos, volcanitas de
edad eo a mesojurásica y sedimentitas lacustres infracretácicas. Las rocas más
antiguas expuestas en los Bernárdides son por lo general las secuencias continentales
del Cretácico inferior, de la base del Grupo Chubut. Sus mejores exposiciones se
hallan en la sierra de San Bernardo, donde se ubica las localidades tipo de sus
principales unidades.
En esta región son frecuentes los derrames basálticos desde el Cretácico al
Paleógeno, ya descriptos por Ferello (1969) y los intrusivos básicos alcalinos en forma
de grandes cuellos volcánicos y domos de edad paleógena.
En las nacientes del río Chico se preservan los depósitos de la transgresión
maestrichtiana-daniana. Los depósitos terciarios están poco desarrollados,
encontrándose escasos remanentes marinos de la transgresión patagoniana, dado
que esta provincia geológica fue un área mayoritariamente positiva durante ese lapso.

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La estructuración compresiva de esta región se produjo en el Cretácico superior y fue
reactivada durante el Terciario.

Rasgos geológicos principales de los Patagónides, con sus dos subunidades geológicas:
la Precordillera Patagónica y los Bernárdides.

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Cordillera Patagónica Austral
Se considera tradicionalmente a la Cordillera Patagónica Austral asociada a los
depósitos de la transgresión marina cretácica correspondiente a la cuenca de
Magallanes o Austral. Así fue definida por Leanza (1972b), quien siguiendo a Groeber
(1938), estableció su límite norte a la latitud de lago Fontana. En forma similar a la
Cordillera Patagónica Septentrional, está caracterizada por el desarrollo axial del
Batolito Patagónico, aunque sus afloramientos están principalmente en la vertiente
chilena de la cordillera.
Se la puede dividir en dos segmentos de diferente comportamiento e historia
geológica, el segmento norte y el sur divididos a la latitud de 46º30' S, para separar los
Andes Centrales de los Australes, Cordillera Nordpatagónica (Sur de Neuquén hasta
los lagos La Plata-Fontana, aprox 45ºLS) y Cordillera Surpatagónica (Sur de Chubut y
Santa Cruz). Este límite coincide con el punto triple de Aysén, que en el sector
oceánico divide la placa de Nazca de la Antártica.

Ubicación y límites principales de la Cordillera Patagónica Austral (basado en Ramos et al., 1982).

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Segmento Norte
Las características principales de este segmento son su bajo relieve relativo, en
comparación al segmento sur; la existencia de un arco volcánico activo y la falta de
depósitos paleozoicos en la vertiente argentina de la cordillera.
Su basamento no aflora, con excepción de unos enclaves metamórficos en el arroyo
Flores, afluente sur del lago Fontana, dado que los depósitos más antiguos están
representados por las andesitas y dacitas de edad jurásica superior. A la latitud del
lago Fontana se registra una importante progradación deltaica desde el este hacia el
oeste que corresponde a depósitos de prodelta y frente deltaico, caracterizado por las
secuencias marinas tithoneocomianas. Estas secuencias constituirían hacia el este el
engolfamiento de Río Mayo, que a estas latitudes estaría compuesto por una serie de
hemigrábenes de orientación transversal a la cordillera, como los de Río Mayo y
Guenguel. Estos depósitos marinos y continentales están cubiertos por volcanitas y
depósitos piroclásticos de edad cretácica temprana tardía que alcanzan su máximo
desarrollo hacia el norte, en el ámbito de la Cordillera Patagónica Septentrional. A la
latitud del lago Fontana se pueden aún distinguir los arcos volcánicos interno y
externo, que se interdigitan en la cuenca de intraarco del Katterfeld. Hacia el norte esta
cuenca se acuña hasta desaparecer a la latitud de Trevelín. Hacia el sur se une con el
engolfamiento de Río Mayo, ante la desaparición del arco volcánico externo y su
reemplazo por basaltos de edad cretácica. Así se forma la cuenca de retroarco que se
extiende por la vertiente oriental de la cordillera tanto en territorio chileno como
argentino. Una serie de cuerpos intrusivos de edad cretácica inferior, de composición
granodiorítica y granítica, con escasos gabros Tholeíticos, atraviesan los depósitos
anteriores. Durante el Terciario la región fue relativamente estable, encontrándose
depósitos miocenos rellenando los valles principales y ahogando el relieve
preexistente. Estos depósitos tienen frecuentes niveles de tobas de caída pliniana
originados en los volcanes del Cenozoico superior, ubicados más al oeste y de los
cuales el volcán Hudson es el más austral.
La estructura de este sector está caracterizada por bloques de orientación oblicua al
tren principal cordillerano, los que sometidos a una leve compresión han sido
parcialmente invertidos. Las fallas mantienen en la actualidad sus rechazos directos,
aunque los indicadores cinemáticos muestran una compresión y un movimiento
inverso.

Segmento Sur
Se ubica al sur de Lago Buenos Aires y se caracteriza por una topografía más elevada
que el anterior, en promedio unos 2 km más alta, con cerros como el San Valentín,
San Lorenzo, Fitz Roy, Murallón, Stokes y las Torres del Paine; todos ellos tienen
naturaleza granítica y no corresponden a edificios volcánicos.
El basamento de esta región está caracterizado por potentes secuencias de flysch de
edad paleozoica media a superior, que constituyen el prisma de acreción del margen
pacífico a estas latitudes. En estos depósitos se distinguen facies sedimentarias sin
metamorfismo y facies leptometamórficas. Por lo general se interpreta esta diferencia
como controlada por los niveles estructurales de exposición, dado que hay pasajes
graduales entre una y otra facies. Stocks tonalíticos de edad carbonífera superior se
conocen en el lago Mogote y el río San Lorenzo, los que representarían un
magmatismo de arco neopaleozoico desarrollado en el subsuelo de las estribaciones
más orientales de la cordillera. Potentes secuencias volcánicas de edad jurásica
tardía, dominantemente ácidas, de composición dacítica a riolítica, con escasos
cuerpos andesíticos se apoyan sobre secuencias psefíticas de sinrift. Los depocentros
de estos conglomerados son oblicuos al tren andino principal, lo que explica su
naturaleza intermitente a lo largo del rumbo.
Los depósitos marinos, que se inician en el Tithoniano, muestran regresiones a
edades diferentes de norte a sur. Así a la latitud de lago Pueyrredón la progradación

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deltaica se inicia en el Barremiano; en el lago Belgrano en el Aptiano, en el lago San
Martín en el Albiano y en el lago Viedma en el Cenomaniano. Este paulatino retroceso
del mar y continentalización de la cuenca se extiende al Maestrichtiano y al Paleoceno
en y hacia el sur del lago Argentino, respectivamente.
Los depósitos continentales se interdigitan con productos volcánicos, siendo cada vez
más jóvenes hacia el sur.Aproximadamente a los 98 Ma se emplaza el Batolito
Patagónico y el área sufre la primer compresión orogénico. Transgresiones marinas
atlánticas se registran en el Eoceno y en el Oligoceno superior-Mioceno inferior.
Ambas transgresiones están separadas por depósitos parálicos carbonosos y actividad
basáltica de retroarco. En el Mioceno inferior se acumulan potentes secuencias de
depósitos sinorogénicos que marcan el levantamiento de la Cordillera Patagónica
Austral, al que se asocia el emplazamiento de una serie de stocks miocenos como los
de San Lorenzo, Fitz Roy, etc. Estos depósitos están cubiertos en discordancia por
coladas basálticas alcalinas de edad miocena tardía.
El segmento sur de la Cordillera Patagónica está caracterizado por el desarrollo de
una faja plegada y corrida que es responsable de un importante acortamiento y
levantamiento a estas latitudes. Esta faja se desarrolla al sur del punto triple de Aysén
y está generada por la colisión de la dorsal de Chile. El arco volcánico después de casi
10 millones de años sin actividad comienza a resurgir en la zona volcánica austral y
está representado por escasos y reducidos volcanes tales como el Lautaro, Aguilera,
Cook, entre otros.

Secciones estructurales representativas de la Cordillera Patagónica Austral (según Ramos, 1989).

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Macizo del Deseado

El Macizo del Deseado es una provincia geológica ubicada en el extremo sur de la


Patagonia extraandina argentina. Se caracteriza por un extendido evento volcánico
compuesto por la Formación Bajo Pobre y el Grupo Bahía Laura de edad Jurásico
medio a superior, que ha dado lugar a importantes concentraciones de minerales de
oro y plata. Desde el hallazgo del depósito Cerro Vanguardia a fines de los años 70, el
Macizo del Deseado se ha convertido en una importante región para prospección de
depósitos de metales preciosos. Hasta el momento se han determinado numerosas
manifestaciones epitermales de baja e intermedia sulfuración. Esto llevo a Schalamuk
et al.(2000) a crear la Provincia auroargentinifera del Deseado.
Constituye el antepaís andino de la Patagonia austral (Santa Cruz y Tierra del Fuego).
Hay un Basamento pre Jurásico muy poco expuesto, que incluye unidades ígneas
metamórficas del Paleozoico inferior y sedimentitas continentales fosilíferas y
plutonitas Pérmico- Triásicas.
La cobertura volcano- sedimentaria cubre prácticamente toda la Provincia y
esencialmente pertenece al plateau ignimbrítico jurásico, que permanece
subhorizontal. En el Cenozoico hubo construcción de mesetas basálticas, atribuidas a
la subducción de una dorsal oceánica pacífica.

Basamento
Su basamento está caracterizado por una secuencia de filitas y esquistos
leptometamórficos de edad proterozoica superior a eocámbrica datadas en 540 ± 20
Ma. Granitoides y rocas subvolcánicas de edad silúrica intruyen a estas rocas
metamórficas Sobre este basamento se depositan las secuencias continentales de rift
de las cuencas de La Golondrina y El Tranquilo, de edad pérmica y triásica,
respectivamente. Estos depósitos son atravesados por plutonitas ácidas
correspondientes al Batolito Patagónico Central, de edad triásica superior a eojurásica.
Estos fenómenos extensionales localizados son seguidos por una extensión
generalizada vinculada a la apertura del océano Atlántico, que lleva a la depositación
una secuencia clástica continental, interdigitada con el volcanismo riolítico de la
Formación Chon Aike. Estas riolitas y flujos piroclásticos que constituyen un extenso
plateau riolítico se relacionan arealmente con escasas volcanitas básicas alcalinas. La
edad de estas riolitas oscila entre 168 y 170 Ma en el sector oriental. Estas secuencias
epiclásticas y volcánicas están cubiertas parcialmente por nuevas secuencias clásticas
y piroclásticas de edad cretácica inferior que marcan una nueva reactivación
extensional en el sector nordeste del macizo.
Las transgresiones paleocenas, eocenas y oligocenomiocenas, procedentes del
Atlántico, se interdigitan con secuencias epiclásticas y piroclásticas en los márgenes
del macizo. La región se caracteriza por secuencias subhorizontales, desde el
Cretácico superior alto, hasta el Cenozoico superior. Una deformación penetrativa
intensa se observa en el basamento y basculaciones asociadas a fallas extensionales
en los depósitos neopaleozoicos y triásicos. Una intensa fracturación extensional
domina losbloques de rocas jurásicas y cretácicas, cuya cubierta en algunos lugares
se halla invertida tectónicamente en algunas estructuras anticlinales. El Macizo del
Deseado ha sido un área estable durante la mayor parte del Fanerozoico. Su
basamento jurásico está asociado a sistemas epitermales de baja sulfidización
responsables de los yacimientos auríferos del Cerro Vanguardia y otras
manifestaciones similares.

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Geología y mineralización
Las rocas más antiguas aflorantes en el área pertenecen a la Formación Bajo Pobre
(FBP) y al Grupo Bahía Laura (GBL), de edad jurásica media a superior. La primera
está constituida por lavas y aglomerados volcánicos de composición basandesítica a
andesítica, generalmente de colores violáceos pardos, compuestos por fenocristales
de plagioclasa y piroxeno en una base afanítica. Por su parte el GBL está compuesto
por domos lávicos, ignimbritas y pórfiros (F. Chon Aike) y por tobas de caída y rocas
piroclásticas retrabajadas (F. La Matilde) de composición dacítica a riolítica.

Rasgos geológicos principales del Macizo del Deseado (Schalamuk , 1995).

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Cuadro estratigráfico del Macizo del Deseado

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Macizo Nordpatagónico

Ocupa totalmente la región extraandina de la provincia de Rio Negro y Norte de


Chubut, entre los ríos Negro por el Norte y Chubut por el Sur.
Esta unidad está compuesta por:
1. un basamento metamórfico-ígneo de edad pre-silúrica;
2. una cubierta sedimentaria silúrico-devónica, plegada, y en fuerte discordancia sobre
el basamento;
3. un complejo plutónico compuesto por tonalitas, granodioritas y pórfidos graníticos y
un complejo plutónico-volcánico compuesto por coladas andesíticas, ignimbritas
rioliticas-daciticas y leucogranitos. La edad de este ciclo magmático se extiende desde
el Carbónico o Pérmico hasta el Jurásico Medio;
4. depósitos sedimentarios y volcánicos de edad cretácica hasta reciente depositados
sobre un basamento peneplanizado y estable.

La estratigrafía distingue un Basamento cristalino y una cobertura volcano-


sedimentaria. Además, por diferencias en el Basamento Cristalino cabe separar una
región Oriental Atlántica una región Centro Occidental. El basamento de la región
Oriental es principalmente resultado de actividad orogénica durante el Paleozoico
inferior. Incluye rocas metamórficas de alto grado (granitos sinorogénicos) y de bajo
grado metamórfico (granitos posorogénicos), separados por falla. El conjunto es
cubierto en relación de discordancia angular por sedimentitas marinas fosilíferas
silúricas, con niveles ferríferos de importancia económica, explotados en el yacimiento
de Sierra Grande. El basamento de la región Centro Occidental se debe
especialmente a la acción del Ciclo Gondwánico (Paleozoico sup). Mayoritariamente
son rocas gnéisicas de protolito granítico (ortogneis), datados radiométricamente en
alrededor de 300 Ma. Se completa con plutonitas y volcanitas ácidas postectónicas
datados en 270-250 Ma.

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En la cobertura del Macizo Nordpatagónico participan sedimentitas y volcanitas del
Mesozoico y Cenozoico. Son importantes sedimentitas continentales con flora fósil del
Triásico, el plateau volcánico ignimbrítico jurásico y las mesetas basálticas terciarias.
Las estructuras en el Basamento son complejas y contrastan con la disposición
subhorizontal de la cobertura. La morfología distintiva es la de extensas mesetas,
formadas tanto por volcánicas basálticas como por los sedimentos de agradación
fluvial del Cuaternario, conocidos como Rodados Patagónicos.

Está caracterizado por un basamento metamórfico compuesto por ectinitas, migmatitas


y granitos sintectónicos de posible edad precámbrica, sobre el que se implantó un
plutonismo de posorogénico de edad pérmica y un vulcanismo subsecuente de
composición dominantemente riolítica, cuya edad estaría comprendida entre el
Triásico y el Jurásico inferior. La escasa cubierta sedimentaria se compone de
areniscas silíceas y arcilitas portadoras de moldes pelecípodos y otras trazas fósiles
asignables a la Formación Roca, a la que se sobrepone una delgada secuencia de
otros depósitos terciarios y derrames basálticos.
La estructura de la región se caracteriza por una tectónica de basamento en bloques
de rumbo nordeste, con predominio de esfuerzos tensionales. Los movimientos
orogénicos principales son de segura edad precarbónica superior.

Basamento Metamórfico: se establece que las metamorfitas de bajo grado, ectinitas de


la formación El jgauelito son de edad pre silúrica y probablemente precámbricas. Con
respecto al Gneis Mina Gonzalito se puede afirmar que la migmatización que presenta
y el emplazamiento de intrusivos sintectónicos, (Granito Tapera) fue previa al
Carbónico superior, pero posiblemente pertenezcan a un mismo ciclo de
metamorfismo y migmatizacion precámbrico.

Magmatismo: Se han caracterizado tres unidades que configuran un magmatismo


posorogénico, compuestos por intrusiones graníticas y pórfidos graníticos pérmicos un
vulcanismo riolítico subsecuente y una secuencia de tobas e ignimbritas, que
marcarían la consolidación estructural del escudo Nordpatagónico entre el Triásico y el
Jurásico inferior.

Estructura: se puso en evidencia la existencia de una tectónica de basamento en


bloques, con predominio local de esfuerzos tensionales, que tuvieron su fase principal
antes de la intrusión de los granitos pérmicos. Los movimientos durante el Mesozoico
sólo han reactivado antiguas estructuras siendo la zona no activa durante el Terciario.

Litología: La unidad estratigráfica más antigua de la región es la formación


metaclástica Nahuel Niyeu, la cual comprende una amplia secuencia de
metagrauvacas, limolitas, lutitas, hornfels localizados y escaso material metavolcánico.
Éstas han sido datadas utilizando U-Pb en circones detríticos por Pankhurst et al.
(2006) atribuyéndole una edad de 515 Ma.
El Complejo Yaminué (CY), comprende granitoides fuertemente foliados emplazados
en gneises, esquistos y margas de edad desconocida. Los mayores y mejores
afloramientos de esta unidad se localizan al sur de las estaciones de trenes
Falkner y Nahuel Niyeu. Allí, el complejo forma cuerpos de forma laminar de escaso
buzamiento con rumbo NE cuya textura es porfídica de grano medio a grueso y de
composición granodiorita-monzogranito y en menor cantidad, tonalitas. El Complejo
Yaminué presenta contactos intrusivos y tectónicos con la Formación Nahuel Niyeu en
diferentes localidades.
Las rocas sedimentarias marinas silúricas-devónicas de la formación Sierra Grande
(FSG) sobreyacen con una disconformidad a la FNN. La FSG comprende cuarcitas,
ortocuarcitas y en menor cantidad conglomerados y pelitas. Se le ha asignado una

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edad del silúrico al devónico inferior en base a escasos invertebrados fósiles hallados.
La formación Granodiorita Tardugno (GT) está expuesta al sur de la localidad de
Nahuel Niyeu . Ésta consiste en granodioritas porfídicas deformadas e intruidas por
tonalitas pérmicas del Complejo Plutónico Navarrete (CPN) y está en contacto con la
FNN a lo largo de una superficie de gran buzamiento de rumbo NE, donde se
observan efectos de cizalla y milonitas, se habla de una edad de 300±6 para la
formación GT. El Complejo Plutónico Navarrete (CPN) es la más conspicua unidad del
Paleozoico Superior del área de estudio. Está compuesta por granodioritas, tonalitas,
granitos y microtonalitas asociadas, microgranodioritas, microdioritas y diques
leucograníticos, los cuales se sugirió que estaban relacionados a un magmatismo de
zona de subducción. Los mayores afloramientos se localizan al sur de la localidad de
Nahuel Niyeu (afloramiento este, 70 km2) y la estación ferroviaria Falkner
(afloramiento oeste, 180 km2). Diferentes facies se han identificado en este complejo,
en algunas áreas el CPN es cortado por granitos epizonales (Granito Flores) del
Jurásico Inferior o cubierto por rocas volcánicas del Triásico (Formación Treneta) o
más jóvenes como así también por sedimentos modernos. Contactos con la roca de
caja (comúnmente metasedimentos de FNN) son discordantes y agudos. Solo en
algunos lugares los bordes del plutón son predominantemente concordantes con la
foliación de la roca metasedimentaria circundante.

15
Mapa geológico (tomado de Caminos, 2001)

Cuadro estratigráfico de los diferentes sectores del Macizo Nordpatagónico.

16
Cuenca de Cañadón Asfalto

Ubicada entre el Macizo Nordpatagónico y la Cuenca del Golfo de San Jorge, presenta
una importante columna de sedimentos jurásicos y cretácicos acumulados en
hemigrábenes pertenecientes a un sistema de rift formado durante la fragmentación de
Gondwana. La Cuenca de Cañadón de Asfalto incluye varios depocentros
sedimentarios denominados: Gastre, Gan Gan, Fossatti,Valle de General Racedo,
Gorro Frigio y Paso de Indios, limitados por los bloques basamentales en zonas de
transferencia. La columna sedimentaria jurásica y cretácica puede dividirse en tres
megasecuencias principales (J1, J2 y K) separadas entre sí por discordancias de
significado regional que se apoyan sobre un basamento de metamorfitas y granitoides
del Paleozoico. La Megasecuencia J1 está constituida por la Formación Las Leoneras,
Formación Lonco Trapial y Formación Cañadón Asfalto, y su edad se extiende entre el
Hettangiano-Sinemuriano?/Pliensbachiano y el Bajociano tardío. Se acumuló en
ambientes fluvial, lacustre y volcánico durante los estadios incipientes a juvenil del rift.

La Megasecuencia J2 incluye sedimentos aluviales y lacustres continentales


correspondientes a la Formación Cañadón Calcáreo, d edad oxfordiana-
Kimmeridgiana, que se depositaron en depocentros parcialmente coincidentes con los
anteriores durante una reactivación tectónica multiepisódica del rift. Durante l
Tithoniano tardío –Hauteriviano existe un importante hiato estratigráfico. Durante este
lapso se generaron esfuerzos transpresivos-transtensivos con rotación de bloques a
escala regional, que originaron levantamientos de grandes áreas de la cuenca y la
subsecuente erosión de zonas extensas, aunque el entorno tectónico y su
correspondiente campo de esfuerzos se encuentran aún en discusión. El posterior
colapso de estas áreas elevadas, con un control tafrogénico inicial y una posterior
subsidencia termal, permitio el desarrollo del espacio disponible para la acumulación
de la Megasecuencia K, formada por los niveles continentales del Grupo Chubut del
Barremiano- Campaniano, al cual le siguieron los depósitos marinos y litorales de las
formaciones Paso del Sapo, Lefipán del Campaniano- Daniano, representativos de la
primera transgresión atlántica en cuenca. Como consecuencia de los procesos
detallados más arriba, una marcada discordancia angular separa a la base de la
Megasecuencia K de todos los depósitos más antiguos de la cuenca- Posteriormente,
durante el Paleoceno tardío- Eoceno, se produjo un episodio tectónico compresivo en
el margen occidental de la cuenca, seguido por la acumulación del Complejo Volcánico
y Piroclástico del Río Chubut Medio en ambiente de calderas asociadas a un
vulcanismo de retro arco. En el Oligoceno?- Mioceno a Reciente se produjo el
levantamiento y la inversión tectónica de la mayor parte de la Cuenca Cañadón
Asfalto, representado por fallamiento generalizado y por plegamiento localizado de
intensidad y estilo variables. En este momento se desarrollaron pequeñas cuencas
intermontanas limitadas por fallas.
El relleno de la cuenca: Por sobre el basamento cristalino-metamórfico de la cuenca se
disponen una serie de megasecuencias, entendidas como unidades sedimentarias
genéticamente relacionadas y limitadas por discordancias regionales, principalmente
de edad mesozoica, y una delgada cobertura cenozoica volcano-sedimentaria. La
acumulación de las megasecuencias mesozoicas responde a las distintas fases
evolutivas de una cuenca de rift. Estas megasecuencias agrupan a las diversas
unidades litoestratigráficas utilizadas para el mapeo geológico del área de la cuenca.
Finalmente se describen las principales unidades de la cobertura cenozoica post-
Daniana para completar la evolución geológica de la cuenca.

17
Columna estratigráfica general de la cuenca de Cañadón Asfalto

Megasecuencia J1: La está constituida por la Formación Las Leoneras, la Formación


Lonco Trapial y la Formación Cañadón Asfalto, y su edad se extiende entre el
Hettangiano-Sinemuriano?/Pliensbachiano y el Bajociano tardío.

Megasecuencia J2 : La incluye un importante espesor de sedimentos continentales


correspondientes a la Formación Cañadón Calcáreo, que aparece en los depocentros
de Paso de Indios, Gorro Frigio y Gastre, interpuesta en forma discordante entre la
Megasecuencia J1 y la Megasecuencia K. La edad de la Megasecuencia J2 es
probadamente oxfordiana-kimmeridgiana y se caracteriza por sus marcadas
variaciones de espesor en cortos trechos. Eventualmente, en las áreas inter-
depocentros esta secuencia puede desaparecer completamente.

Megasecuencia K: Dentro de la Megasecuencia Kse incluye a los niveles Grupo


Chubut sensu lato que actualmente se asignan al Barremiano-Campaniano, junto con
los depósitos marinos y litorales de las formaciones Paso del Sapo y Lefipán de edad
campaniana-daniana y representativos de la primera transgresión atlántica en la
cuenca.

18
Columna estratigráfica esquemática de las formaciones Lonco Trapial y Cañadón Asfalto
(Megasecuencia J1) y de la Formación Cañadón Calcáreo (Megasecuencia J2), integrando los
afloramientos desde el sector del Cañadón Asfalto-Sauzal hasta la zona de Puesto El Quemado
(ubicación en la figura 3) indicando los principales ambientes de sedimentación. PDC = corrientes
de densidad pirocláscticas.

19
Evolución volcano y tecto-sedimentaria de la cuenca

Contexto geodinámico

La cuenca Cañadon de Asfalto está ubicada en el extremo sur de la Placa


Sudamericana, con movimiento hacia el oeste y convergente con las placas de Nazca
y Antártida. Cuando comenzó a formarse la Cuenca de Cañadón Asfalto, en el
Jurásico más temprano, Patagonia era parte del supercontinente Gondwana al cual
podría haberse acrecionado junto con otra microplacas durante el Paleozoico tardío.

Las reconstrucciones tectonoestratigráficas temporales derivadas de las márgenes


continentales del Océano Atlántico Sur y los datos de isocronas presentan
superposiciones que indican que América del Sur y Africa no se habrían comportado
como placas continentales rígidas durante el rifting intracratónico y las fases más
tempranas de apertura del Atlántico Sur. Hacia el fin del Mesozoico, cuando ya se
había acumulado la mayor parte de la columna de la Cuenca de Cañadón Asfalto, el
Océano Atlántico se encontraba bien desarrollado y se registró la primera gran
ingresión marina de esta procedencia. La reconstrucción palinpástica a ambos
márgenes del Océano Atlántico requiere la presencia de varias zonas extendidas y/o
numerosas zonas menores de deformación intracontinental orientadas oblicuamente al
eje principal del rift Atlántico. Por ejemplo, Jacques (2003) propuso la existencia de
grandes zonas de acomodación estructural de intraplaca orientadas NO-SE
atravesando la parte sur del continente sudamericano, representadas por grandes
fallas y zonas de cizalla que controlaron la subsidencia y el levantamiento y, directa o
indirectamente, la sedimentación, el magmatismo y el metamorfismo. Otros modelos
no utilizan zonas de cizalla para acomodar el movimiento entre Sur America y los
bloques Patagónicos.
Los lineamientos NO-SE sobre grandes bloques de basamento metamórfico del
Precámbrico o del Paleozoico temprano controlaron el desarrollo de las cuencas de rift
durante el Paleozoico tardío y hasta el Jurásico temprano y se relacionaron a
esfuerzos tensionales en la corteza superior atenuada. Se vinculan el origen de estas
cuencas a la colisión entre los macizos del Deseado y Somuncurá durante el
Carbonífero (hace 320-310 Ma) que generó el desarrollo de una cuenca elongada
NNO-SSE que persistió hasta el Pérmico. Los lineamientos NO-SE parecen haber
controlado la formación de cuencas sedimentarias y zonas elevadas a través de
sucesivas reactivaciones e inversiones, por lo menos hasta el Cretácico tardío. La
ruptura de Gondwana fue acompañada por una extensión regional y el consecuente
rifting. Los magmas en ascenso generaron anatexis en niveles medios de la corteza
que fueron posteriormente extruidos como ignimbritas y lavas, bien expuestas en el
Macizo del Deseado, y que rellenaron muchos de los hemigrábenes jóvenes del este
de Patagonia. Los antiguos lineamientos NO permitieron acomodar la temprana
extensión al noreste, complementados por fallas E-O que sirvieron de vías para la
extrusión de magma en las zonas de transferencia del rift. Este evento extensional
impactó en grandes áreas del sur de Gondwana y coincidió aproximadamente con el
rifting de las cuencas Cuyana y Neuquina, y de la cuenca del Karoo en Africa del Sur.
Resultó en la acumulación de espesas sucesiones volcano-sedimentarias en cuencas
elongadas NNO con estilo de hemigrábenes y limitada interconexión.
En el caso de la Cuenca de Cañadón Asfalto la extensión que dio origen a la misma
fue probablemente controlada por fallas de basamento de bajo ángulo, y en algunos
casos con despegues subhorizontales y cizalla simple, presentando una clara similitud
a los procesos descriptos por Wernicke en los Basin and Range. El resultado de estos
procesos fue el desarrollo de depocentros con geometría de hemigrábenes,
numerosos, aislados, multiepisódicos y parcialmente diacrónicos.

20
Estos depocentros que, con distinta polaridad, se orientan en una dirección general
noroeste sudeste se desarrollaron al oriente de las sierras de Agnia y Lonco Trapial,
que actuó como un límite paleogeografico mayor (zona de break away) para la
extensión y para la posterior inversión tectónica cenozoica.

Evolución tectosedimentaria de la cuenca de Cañadón Asfalto (modificado de Figari, 2005).

21
Cuenca del Golfo de San Jorge

Desarrollada en el oriente de Chubut y Plataforma Continental contigua. Tiene relleno


Jurásico Superior- Cretácico- Terciario y es productora de hidrocarburos. Espacios
cuencales menores ubicados enteramente sobre Plataforma Marina son las Cuencas
de Valdes, Rawson y San Julian.
La Cuenca del Golfo San Jorge se encuentra ubicada en la Patagonia central, entre
los 44 y los 47° de latitud Sur y entre los 66 y 71° de longitud Oeste. Cubre una
superficie de aproximadamente 170.000 km2, de los cuales una tercera parte
corresponde al sector de costa afuera. Políticamente, se ubica en territorios que
pertenecen a las provincias del Chubut y de Santa Cruz. La cuenca se encuentra
limitada por el Macizo Norpatagónico o de Somuncurá por el Norte, por el Macizo del
Deseado por el Sur, por la Cordillera de los Andes por el Oeste y por el margen
continental del Océano Atlántico por el Este. Si bien la cuenca muestra, como
resultado de una dominante tectónica extensional, rasgos estructurales principales en
sentido E-W, la faja plegada de San Bernardo se extiende en sentido N-S, dividiéndola
en dos sectores: Este y Oeste. A su vez, en el sector Este se reconocen las zonas de
Flanco Norte, Flanco Sur, Centro de Cuenca y Costa Afuera.

Ubicación geográfica de la Cuenca de San Jorge, con las localidades anteriormente citadas.

El basamento técnico de la cuenca está dado por el denominado Complejo


Volcánico-Sedimentario Jurásico Superior, de edad jurásica media a superior. Esta es
la más extensa unidad, aunque no la única, que subyace la columna sedimentaria.
Dependiendo de la ubicación en la cuenca subyacen también rocas ígneas desde
precámbricas hasta eomesozoicas, así como también unidades sedimentarias
neopaleozoicas y mesozoicas. La columna sedimentaria adquiere un espesor máximo
de 8.000 metros en el centro de la cuenca y es, en general, dominada por sedimentos
continentales del Cretácico y del Terciario.

22
Entorno Regional
Geotectónicamente, la cuenca se encuentra ubicada en el extremo sur de la Placa
Sudamericana, la que en su movimiento hacia el Oeste converge contra las
placas de Nazca y la Antártica. Sobre la base de hallazgos de fósiles carboníferos y
pérmicos en varias localidades patagónicas, una vinculación paleogeográfica con
las Islas Malvinas en tiempos del Gondwana ha sido postulada. En adición, la
mayoría de los autores coinciden en la participación de la Patagonia en el
Supercontinente Gondwana. Por otro lado, Ramos (1984, 1996), basado en evidencias
estructurales y magmáticas, propuso que la Patagonia, y quizás la Península Antártica
y otros fragmentos menores, puedan haberse acrecionado a Gondwana a lo largo de
una zona de subducción hacia el norte, durante el Pérmico medio a Superior. Estudios
más recientes, llevados a cabo con dataciones de U-Pb en circón, geoquímica y
análisis isotópicos brindan un nuevo modelo para la colisión del Paleozoico Superior.
Estos autores, a su vez, asocian la formación de la cuenca a la colisión entre los
macizos del Deseado y Somuncurá a los 320-310 Ma (Carbonífero).

El primer evento sedimentario registrado en la región, es probablemente el


asociado al depocentro de lineamiento NNW-SSE, originado durante el
Carbonífero-Pérmico, que se interpreta como relacionado a la evolución del margen.
Se considera a este período con características transtensivas, las que habrían
perdurado hasta el Pérmico-Triásico, favoreciendo las condiciones que permitieron las
intrusiones graníticas en los macizos del Deseado y Somuncurá, y la generación de la
pequeña Cuenca El Tranquilo al sur de la Cuenca del Golfo San Jorge.

La fase tectónica Patagonídica inicial es interpretada como la responsable del evento


erosivo que subsecuentemente afectó a la totalidad de la cuenca, probablemente
causado por una aceleración de la Placa de Nazca. Este evento creó no sólo
espacio, sino también el volumen de material sedimentario disponible para dar
comienzo a un nuevo ciclo, conocido con el nombre de Chubutiano (formalmente Gr.
Chubut; Lesta, 1968). Este ciclo sedimentario se deposita sobre una discordancia
angular, con su depocentro localizado más al E, con respecto al depocentro principal
del ciclo sedimentario anterior. La orientación prevaleciente de este nuevo ciclo
sedimentario es en forma marcada E-W.

23
De acuerdo a Fitzgerald et al. (1990) este ciclo representa la fase de subsidencia
termal (sag) de la cuenca. Por otro lado, Figari et al. (1999) interpretan a este ciclo
como el resultado de esfuerzos extensionales y transtensionales diferentes a aquellos
del ciclo anterior. Estos esfuerzos habrían actuado desde el Cretácico Inferior más
tardío hasta el Paleógeno, en condiciones de retroarco.

Estratigrafía
Como consecuencia del descubrimiento de petróleo en el Flanco Norte en
1907, los estudios geológicos de la cuenca fueron promovidos por el Estado
argentino. Las descripciones y correlaciones de las unidades estratigráficas
comenzaron a realizarse tanto a nivel de afloramiento como de pozo. Posteriormente,
la exploración en otros sectores de la cuenca (Flanco Sur, zona Oeste), dio como
resultado descripciones de “nuevas” unidades litoestratigráficas, y muchas de ellas,
una vez revisadas, fueron correlacionadas con las anteriores. Este proceso dio como
resultado una nomenclatura estratigráfica que no es homogénea para toda la cuenca.
Sin embargo, algunas de las unidades más importantes son reconocidas con el mismo
nombre regionalmente.
De acuerdo a Figari et al. (1999), la siguiente nomenclatura será usada:
Basamento técnico (Megasecuencia 0), constituye el primer estadio de rift
mesozoico representado por los depósitos de Complejo Volcánico Sedimentario
Jurásico Superior. El Ciclo Neocomiano (Megasecuencia I), un estadio de
hemigrábenes maduros, asociados a cuencas hambrientas típicas (Fm. Pozo
Anticlinal Aguada Bandera; Brown et al., 1982) seguidas subsecuentemente por un
episodio de máxima inundación del Océano Pacífico .
El ciclo Chubutiano (Megasecuencia II), sobreyaciendo una discordancia angular
regional, representa una inclinación hacia el Este del eje principal de la cuenca. Este
cambio es observado en la distribución de espesores de la Fm. Pozo D-129 y
parcialmente en la Fm. Castillo; para las unidades suprayacientes, el volumen
ocupado parece ser generado por subsidencia termal. El siguiente ciclo es el Terciario
(Megasecuencia III), que representa un período de eventos extensivos (con la
excepción.

Basamento Pre-Cretácico
La Cuenca del Golfo San Jorge es de tipo intracratónico, ubicada entre dos altos
estructurales: el Macizo de Somuncurá hacia el Norte y el Macizo del Deseado, hacia
el Sur. Estos elementos positivos representan el basamento pre-Cretácico de la
cuenca. Litológicamente, están compuestos por un grupo heterogéneo de rocas
que incluyen metamorfitas e intrusivos (Paleozoico Inferior-Precámbrico), granitos
y esquistos (Devónico), unidades sedimentarias (Carbonífero-Pérmico), rocas
ígneas (Pérmico-Triásico), pelitas, psamitas y piroclastitas (Triásico), sedimentitas y
rocas volcanoclásticas, marinas y sus equivalentes continentales (Lías) y las rocas del
Complejo Volcánico Sedimentario (Jurásico Medio a Superior).Muchos autores han
llevado a cabo exhaustivos estudios sobre estas unidades pre-cretácicas. A pesar de
las litologías y edades tan diversas que componen el basamento Pre-Cretácico, es
de importancia analizar con mayor detalle al Complejo Volcánico Sedimentario, ya
que se encuentra íntimamente relacionado con los sedimentos cretácicos
suprayacientes, y es por esto que es considerado el “basamento técnico” de la cuenca.

24
Basamento Técnico
El Complejo Volcánico Sedimentario Jurásico Superior (generalmente llamado
Complejo Volcánico Sedimentario o simplemente CVS). Este consiste principalmente
en vulcanitas, volcaniclásticos y, en menor medida, sedimentitas del Jurásico
Medio a Superior. Regionalmente, este complejo se halla interdigitado con sedimentos
marinos al Oeste, mientras que acentúa su carácter continental hacia el Este. Este
complejo incluye diferentes unidades litoestratigráficas que han sido estudiadas
en diversos sectores de la cuenca, por ejemplo Fm. Lago La Plata. Están presentes en
toda la Patagonia, desde los 42° hasta los 55° de latitud Sur, con excepción de
ciertas “ventanas” donde sedimentos cretácicos yacen directamente sobre
unidades más antiguas, probablemente paleo-altos topográficos

Columna estratigráfica de la Cuenca del Golfo de San Jorge, con todas sus unidades incluidas .

25
Cuenca Austral o Meseta Patagónica

Se la define como la provincia geológica que se extiende al este de los Patagónides y


que no está comprendida en los macizos de Somún Cura y del Deseado. Así definida
arealmente abarca las mesetas de la región central del Chubut y de Santa Cruz,
continuando en la región extrandina de Tierra del Fuego.

Cuando se analiza su composición geológica se pueden distinguir dos sectores


diferentes:

Meseta Patagónica Norte


Ésta queda marginada entre los macizos de Somún Cura y del Deseado y al este de
los Patagónides. Su sector sur se desarrolla sobre la cuenca del Golfo de San Jorge,
cuyos depósitos traslapan el basamento de ambos macizos.
Las rocas más antiguas aflorantes en este sector corresponden a depósitos
paleocenos, tanto marinos como continentales. Estos últimos son portadores de una
abundante fauna de mamíferos paleógenos. Estas unidades están cubiertas por
depósitos piroclásticos eoceno-oligocenos, que en el sector más oriental están
subyaciendo a los depósitos marinos de la transgresión patagoniana.

26
Depósitos continentales, de origen fluvial, con las clásicas faunas de mamíferos,
caracterizan a la Formación Santa Cruz del Mioceno medio.
Estas mesetas se desarrollan sobre la cuenca del golfo de San Jorge, que en el
subsuelo está caracterizada por una serie de depósitos de sinrift de edad liásica a
jurásica media, que son cubiertos por secuencias neojurásicas y cretácicas tempranas
asignadas al Grupo Chubut. La estructuración extensional de la cuenca es
dominantemente este-oeste en la región de las mesetas y se extiende costa afuera
con igual constitución y diseño estructural.
El rasgo más característico de esta región lo constituyen las mesetas basálticas con
coladas y cuellos volcánicos. Las rocas más antiguas aflorantes en estas mesetas
corresponden a rocas hipabisales de la Formación Canquel, que caracterizan a los
cuerpos subvolcánicos de edad eocena, como los cuellos de los cerros El Sombrero,
Mendivé, etc. Los derrames principales corresponden a basaltos de plateau de
composición alcalina y de edad oligocena a miocena.
El sector oriental está caracterizado por planicies sobreelevadas, como las pampas de
Castillo y Salamanca, que se caracterizan por su cubierta de rodados patagónicos.
Estos se corresponden a depósitos fluvioglaciarios desarrollados durante los estadíos
de deshielo, que formaron amplias planicies fluviales de grava, actualmente disectadas
por un descenso del nivel de base.

Meseta Patagónica Austral


Esta se desarrolla entre el Macizo del Deseado al norte y al este de la Cordillera
Patagónica Austral. El substrato de estas planicies está constituido por los depósitos
mesozoicos y cenozoicos de la cuenca de Magallanes o Austral.
En la región sólo afloran los depósitos marinos y continentales del Cretácico superior y
los cenozoicos. Está formada en su sector norte por extensas coladas basálticas
correspondientes a la Meseta Central al norte de Gobernador Gregores, las mesetas
del Belgrano y de La Muerte, así como las desarrolladas al sur del lago Cardiel.
Estas corresponden a basaltos alcalinos de plateau de edad miocena media a
superior. Las rocas de plateau son levemente alcalinas, mientras que las de
postplateau son más alcalinas y estarían asociadas a la colisión de distintos
segmentos de la dorsal de Chile Hacia el sur, los basaltos forman pequeñas mesetas
de menor desarrollo relativo, siendo reemplazadas por grandes altiplanicies de
rodados patagónicos, como la de Pampa Alta. Estas planicies de grava de edad plio-
pleistocena, son disectadas por amplios valles con depósitos glaciarios y
fluvioglaciarios.
En el extremo sur de la Meseta Patagónica Austral se desarrolla el campo volcánico
de Pali Aike, caracterizado por un volcanismo basáltico alcalino de edad plio-
pleistocena. Este volcanismo estaría controlado por una reactivación neotectónica de
las antiguas fallas extensionales jurásicas de rift.
Este ambiente geológico continúa hacia el sur en laregión extrandina de la isla Grande
de Tierra del Fuego, con características similares, aunque no se encuentran coladas
basálticas como en el sector de Santa Cruz.
La estratigrafía de la cuenca Austral en el subsuelo de las mesetas está caracterizada
por una secuencia clástica marina, conocida como plataforma Springhill. Ésta marca la
transgresión marina del Tithoneocomiano que perdura hacia el sur hasta el Cretácico
tardío. Durante el Terciario diversas ingresiones atlánticas invaden la cuenca
originando una compleja serie de secuencias progradantes que alcanzan desde la
Cordillera Patagónica hasta costa afuera en la plataforma continente

27
Jurásico Medio a Superior - Valanginiano
Las rocas que caracterizan esta edad son volcanitas y piroclastitas agrupadas con
diferentes denominaciones formacionales, como Complejo El Quemado
o Serie Tobífera, en casi toda la cuenca y Formación Lemaire en Tierra del Fuego.
En los afloramientos de varios sectores de la Cordillera Patagónica, puede verse que
las rocas volcánicas se disponen, mediante una fuerte discordancia angular, sobre
rocas paleozoicas.
La composición de las volcanitas muestra similitudes en casi todos sus afloramientos,
variando su composición de principalmente ácida hasta intermedia en los sectores
más occidentales. Su edad es asignada al Jurásico superior con 158 ± 10 Ma, para el
área de la sierra de Sangra, o 160± 10 Ma, para el área de lago San Martín, lo que
ubicaría al volcanismo para este sector en el Calloviano.
Edades radimétricas efectuadas por Pankhurst et al. (1993) dan valores de 168,2 Ma
en el área del Macizo del Deseado, lo cual sería compatible con la edad de las áreas
antes mencionadas. Otras edades, más jóvenes, para el sector del lago Pueyrredón,
fueron descartadas por dichos autores, pues han resultado ser posteriores que los
sedimentos que se le intercalan y superponen.
Estas volcanitas son el resultado de procesos extensionales que comenzaron
probablemente en el Triásico superior y culminaron en el Jurásico superior, cubriendo
un área que supera los límites de la cuenca marina aquí tratada. Se debe considerar
que gran parte de las rocas que sirven de basamento a la cuenca pertenecen en las
áreas afloradas, al Complejo El Quemado, pero en los sectores de plataforma
corresponden a rocas ácidas asignadas a la Formación Chon Aike.

Esta compleja asociación volcánica se relaciona principalmente con la evolución de un


plateau riolítico de intraplaca continental, producto de un cizallamiento simple con
desplazamiento traccional de la corteza litosférica dando como resultado un
magmatismo de tipo anorogénico riolítico. Este proceso traccional ocurrió como
consecuencia del desplazamiento de la placa Antártica, adosada en ese tiempo al
oeste.

El volcanismo perduró aún más en algunos sectores de la cuenca, mientras que en


otros se disponían las sedimentitas clásticas transgresivas de la Formación Springhill
(Thomas, 1949a). La trangresión lenta se relaciona directamente con la apertura de la
cuenca y el continuo desplazamiento de la placa antártica hacia el sudeste,
considerando la posición actual de las coordenadas geográficas.
La depositación clástica inicial de la cuenca estuvo relacionada a procesos
extensionales como continuidad de los procesos anteriores. La orientación de los
depocentros es coincidente con una lineación meridiana en el norte donde los
hemigraben responden a características tectónicas heredadas, mientras que hacia el
sur van girando hacia una orientación este-oeste producto de procesos tectónicos
sobreimpuestos.

La Formación Springhill está caracterizada por areniscas finas a medianas cuarzosas


y conglomerádicas, grises a blanquecinas, bien seleccionadas, marcando un ambiente
marino somero a términos continentales en las áreas costeras, con intercalaciones
piroclásticas en los niveles inferiores. La unidad tiene espesores que varían entre 25 y
110 metros. Mientras continúa la transgresión en el norte, en los sectores australes
comienzan a instalarse depósitos de aguas más profundas caracterizados por pelitas
laminadas de color negro a gris oscuro. Esto es coincidente con una importante
expansión de la cuenca (120-112 Ma) interpretada como una etapa de hundimiento
termal en toda la región.

28
En los sectores australes de Tierra del Fuego e isla de los Estados las volcanitas
dinamometamorfizadas de la Formación Lemaire pasan rápidamente a términos
marinos pelíticos. Ocasionalmente se observan niveles de areniscas y conglomerados
asociados en la base de las pelitas de la Formación Beauvoir. En el subsuelo esta
unidad es reconocida y denominada Formación Pampa Rincón caracterizada por
aproximadamente 120 m de pelitas oscuras marinas de condiciones neríticas.

Valanginiano Superior - Albiano Superior


Este ciclo sedimentario se agrupa en la Formación Río Mayer, subdividida en inferior y
superior. Las condiciones sedimentarias perduraron en el sur de la cuenca hasta el
Albiano superior a Cenomaniano basal, mientras que el retiro del mar en el norte
comenzó más tempranamente.
La depositación de pelitas oscuras, de amplia distribución en todo el ámbito de la
cuenca, perduró hasta por lo menos el Barremiano inferior. La Formación Río Mayer
contiene una abundante fauna de Hatchericeras santacrucense Leanza 1970.
En el norte de la cuenca las pelitas oscuras engranan lateralmente con secuencias
litorales transgresivas clásticas progradacionales de tipo deltaico y fluvial,
representadas por las Formaciones Río Belgrano y Río Tarde-Apeleg del Barremiano,
aflorantes en el área de los lagos Pueyrredón, Belgrano y Fontana.
La base de la Formación Río Mayer se apoya directamente sobre el Complejo El
Quemado o muestra pasajes graduales con el techo de la subyacente Formación
Springhill. La velocidad de sedimentación varía de manera que el espesor de los
depósitos pelíticos por el norte de la cuenca es de 150 m mientras es de 1.000 m en el
área de los lagos Viedma y San Martín.
En los sectores más profundos de la cuenca, entre el Albiano superior y el
Cenomaniano inferior (94 - 91 Ma), quedó registrada una discordancia que se atribuye
a la acción de los movimientos tectónicos de la Fase Patagonídica. Esta discordancia
se inició probablemente en el límite entre el Barremiano y el Aptiano (112 Ma) y se
considera como la edad del pasaje entre las secciones inferior y superior de la
Formación Río Mayer.
En el sur de la cuenca, en el subsuelo de Tierra del Fuego y costa afuera, se dispone
la Formación Nueva Argentina, caracterizada por arcilitas claras y arcilitas, con una
potencia de 250 m.

Durante este ciclo, en sectores al sur del lago Cardiel y alrededores, comenzaron a
depositarse nuevamente sedimentitas transgresivas clásticas de ambiente deltaico,
que hacia el techo se continentalizaron definitivamente. Estas rocas, caracterizadas
por areniscas finas a medianas, se agrupan en la Formación Kachaike. En ella se
observa un aporte de elementos piroclásticos finos, producto de actividad magmática
en los sectores distales probablemente asignables al ciclo efusivo del Grupo
Divisadero al noroeste de la cuenca. El tiempo de sedimentación de esta columna
abarca desde el Aptiano medio hasta posiblemente el Albiano superior.

Cenomaniano - Santoniano Medio


Durante este tiempo los sectores del norte de la cuenca Austral estaban
completamente continentalizados. Estas secuencias son equivalentes y
correlacionables en el tiempo a aquellas dispuestas en la cuenca del Golfo San Jorge
hacia el nordeste. Las unidades son también traslapantes y de distribución irregular,
tanto sobre las secuencias marinas antiguas como sobre el basamento volcánico del
Macizo del Deseado.
Es la Formación Cardiel, en los alrededores del lago homónimo, una de las de mayor
distribución y representación, caracterizada por areniscas medianas y conglomerados

29
de color pardo blanquecino a rojizo, abundante toba y cineritas blanquecinas y
amarillentas.
Desde el área del lago San Martín hacia el sur, hasta el valle superior del río Shehuén,
las condiciones marinas que eran características de la Formación Río Mayer superior
son reemplazadas por depósitos clásticos litorales, con intercalaciones de niveles
marinos. Estas rocas se agrupan como Formación Piedra Clavada y representan los
mismos ambientes que se han descripto al norte para tiempos más antiguos. Las
rocas son areniscas medianas a gruesas, amarillentas a blanquecinas, bien
seleccionadas, similares a las descriptas anteriormente para la Formación Kachaike,
pero sin aporte de elementos piroclásticos. El espesor promedio es de 60 m mientras
que en las secuencias aflorantes cerca de la localidad tipo son de 20 a 25 metros.

Durante este ciclo sedimentario, al sur de la cuenca todavía continuaban las


condiciones de sedimentación marina con el desarrollo de depósitos turbidíticos pardo
oscuros a negro verdosos descriptos complexivamente para los sectores del lago
Viedma y Argentino como Formación Río Guanaco, mientras que al sur del lago
Argentino las secuencias equivalentes fueron denominadas Formación Cerro Toro
(Katz, 1963). Arbe (1989) separó a la Formación Río Guanaco en dos unidades,
correlacionando la sección inferior con la Formación Cerro Toro y la superior con la
Formación Alta Vista.
En el subsuelo de Tierra del Fuego y hacia el este en costa afuera, durante el Albiano
superior hasta el Cenomaniano la sedimentación marina era continua, estando
representada por pelitas y arcilitas gris claro agrupadas en la Formación Arroyo Alfa, la
que lleva una abundante fauna de foraminíferos.
En los sectores al norte del lago Viedma afloran depósitos clásticos arenosos
progradantes denominados Formación Puesto El Álamo, equivalentes a los sectores
medios a cuspidales de la Formación Cerro Toro, asignados al Santoniano. Los
grandes bloques que yacen en el borde norte del lago, por ser de proveniencia
incierta, no se incluyen en la caracterización de la Formación
Puesto El Álamo.

La litología predominante de la Formación Puesto El Álamo está caracterizada por


areniscas claras, de grano mediano y composición cuarzo-feldespática. Se alternan
niveles pelíticos de color pardo verdoso a grises. Hacia el techo las areniscas van
cambiando a conglomerados de hasta 1 m de potencia. El espesor promedio es de
200 m aproximadamente.
Durante este tiempo al este de la cuenca la continentalización era aún continua, lo que
se ve reflejado en los depósitos continentales que caracterizan ambientes de
plataforma y que traslapan a los anteriores; éstos fueron agrupados en la Formación
Mata Amarilla, caracterizada por areniscas arcillosas friables y pelitas en sus asomos
al oeste y sur de la cuenca, con un espesor de aproximadamente 350 metros.
Al oeste, la cuenca continuaba reflejando ambientes más profundos típicos de talud,
con litologías que responden a depósitos finos y turbidíticos oscuros. La Formación
Cerro Toro contiene niveles del Turoniano en el sector de La Herradura.

El accionar de la fase diastrófica fue anterior a la edad de los granitos terciarios, los
que se muestran menos deformados. Las dataciones radimétricas de los cuerpos
graníticos deformados varía entre 80 a 70 Ma. Esta deformación, ha sido interpretada
como el resultado de una orogenia colisional o el fin del cierre de la cuenca marginal
en el sur de Tierra del Fuego; en sectores al norte de la cuenca no se observa esta
deformación.

30
Santoniano Superior - Maastrichtiano
Durante este tiempo la evolución marina de la cuenca Austral quedó restringida en el
continente a sectores australes que cubren poca superficie extendiéndose hacia el sur
por el territorio chileno, mientras que hacia el este perduran las condiciones de
profundidad llegando a cubrir grandes sectores de la actual plataforma marina
argentina.
La Formación Alta Vista, equivalente a los términos cuspidales de la Formación Río
Guanaco, está caracterizada por sedimentitas clásticas gruesas a conglomerádicas
gradacionales a medianas y finas, de color amarillento a pardo claro al norte de lago
Argentino, mientras que en sectores al sur son más frecuentes los términos pelíticos
con intercalaciones de areniscas.
Esta unidad contiene una abundante fauna de ammonites, que permitieron asignar
estas sedimentitas al Santoniano superior - Campaniano inferior
Por arriba se desarrollaron depósitos clásticos compuestos por areniscas gruesas e
intercalaciones de escasos bancos de conglomerados agrupados en la Formación
Anita. Esta unidad, por su posición estratigráfica, se asigna al post-Campaniano
inferior o al Campaniano superior - Maastrichtiano inferior.
En el extremo sur de la cuenca, en Tierra del Fuego, todavía perduraban condiciones
de profundidad con pelitas oscuras de un potente espesor superior a los 350 metros.
Es así que se reconoce la Formación Cabeza de León, que ocupó desde el Turoniano
al Maastrichtiano - Paleoceno inferior, estando delimitada en techo y base por
discordancias y ausencias en la sedimentación.
Lateralmente a las secuencias clásticas de la Formación Anita se depositaron
sedimentitas clásticas finas características de ambientes de planicies fluviales,
agrupadas en la Formación Cerro Fortaleza, mientras que por arriba de la Formación
Anita se disponen secuencias litológicamente equivalentes, más jóvenes, que se
agrupan en la Formación Chorrillo, integrada por bancos de arcillas y areniscas de
intensa coloración, con un espesor entre los 200 a 300 metros.
En el extremo suroccidental de Santa Cruz, entre el río Vizcachas y Río Turbio, el
Cretácico superior está representado por depósitos marinos areniscosos finos, con
intercalaciones de arcilitas, correspondientes a la Formación Cerro Cazador y la
Formación Monte Chico. La primera es de edad campaniana tardía, mientras que la
segunda, que representa los últimos 100 m de la secuencia cretácica, es del
Maastrichtiano. Los últimos términos cretácicos de la cuenca están representados en
la Formación Cerro Cazador.
Al sur del lago Viedma, al este del río Leona y de allí hacia el sur, se disponen
depósitos de arcilitas muy friables y areniscas finas de colores claros, verde a gris,
bandeadas denominadas Formación Pari Aike o Formación Cerro Fortaleza.
Al sur del lago Argentino se encuentran pelitas verdes claro cenicientos, amarillos y
pardos rojizas de la Formación Chorrillo, las que son equivalente de los términos
superiores de la Formación Cerro Fortaleza al norte. Intercalaciones marinas delgadas
de pelitas verdosas, se disponen al sur de la localidad de Calafate.
Desde el punto de vista paleogeográfico, la evolución de la cuenca durante el
Cretácico superior, en el sector austral de América del Sur, muestra una rápida
progradación y una constante oscilación del nivel de mar con la depositación de
sedimentitas continentales.
El aporte del material clástico provino inicialmente del norte al nordeste durante el
Senomaniano al Campaniano inferior. Más tarde, durante el Campaniano superior al
Maastrichtiano, cambió del oeste al noroeste, evidenciando el temprano ascenso de la
Cordillera Patagónica
para estos tiempos.
La cuenca Austral continúa como tal durante el Terciario inferior, al sur de la provincia
de Santa Cruz, Tierra del Fuego y costa afuera.

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Columna estratigráfica de la Cuenca Austral

32
Cordillera Fueguina

El rasgo más notable es el cambio de rumbo, desde N-S en Rio Negro- Chubut- Santa
Cruz a E-O en Tierra del Fuego. La estratigrafía es similar a la de Cordillera
Surpatagónica, sustrato Neopaleozoico, vulcanitas Jurásicas y sedimentitas cuencales
del Cretácico inferior.
La estructuración del Ciclo Andino produjo, a partir del Cretácico Superior, el cierre de
la cuenca de sedimentación, con el paulatino retiro de los mares y construcción de la
faja plegada y corrida fueguina.
Un accidente estructural destacado es la curvatura andina denominada Oroclino
Patagónico, desde donde nace el Arco del Scotia, limitado por fallas de rumbo que
tienen un desplazamiento de centenas de kilómetros y relacionan la Placa
Sudamericana con la Placa Antártica.
Está compuesta por un zócalo leptometamórfico, que se expone en su sector
occidental, atribuido al Paleozoico, por correlación con el basamento de esa edad que
caracteriza el segmento sur de los Andes Patagónicos Australes. Sobre aquél se
apoyan rocas volcánicas ácidas en facies piroclásticas y lávicas que corresponden al
Jurásico medio a superior. Estas rocas están cubiertas por la Formación Yahgán de
edad eocretácica, en las que se reconocen diferentes facies, desde depósitos de
plataforma distal a depósitos turbidíticos de ambiente de talud, interdigitados en parte
con rocas volcánicas e intrusivos de naturaleza oceánica. Estas rocas son cubiertas
por depósitos de edad cretácica superior y terciaria, de naturaleza molásica.
En el sector al sur del canal de Beagle, estas rocas mesozoicas están parcialmente
intruidas por granitoides de composición calcoalcalina, asociados hacia el sector
oriental con volcanitas del Cretácico inferior. Estas rocas vuelven a aflorar en las islas
Barnevelt, donde están fuertemente deformadas y son intruidas discordantemente por
diques basálticos de edad cretácica superior.
La estructura de la Cordillera Fueguina se caracteriza por una serie de corrimientos
con vergencia norte, que en su sector interno se hallan asociados a un intenso
metamorfismo dinámico de edad precretácica superior. Esta deformación origina una
serie de cuencas de antepaís, que migran hacia el norte, canibalizando parcialmente
los depósitos iniciales.

Sección estructural de la Cordillera Fueguina (Kraemer, 1996)

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El magmatismo silícico en Tierra del Fuego está representado por la Formación
Lemaire, integrada por una sucesión volcanosedimentaria dominantemente marina,
depositada por debajo del nivel de acción de olas de tormenta, y por ortogneises en la
Cordillera Darwin. Esta unidad también posee un carácter bimodal, dado que incluye
cuerpos lávicos e hipabisales basálticos.
El relleno volcaniclástico de la cuenca marginal está representado por los depósitos
turbidíticos, fangolíticos y tobáceos de la Formación Yahgán, de edad jurásica tardía-
cretácica temprana. Al sur del canal Beagle, esta unidad apoya sobre basaltos
almohadillados de la cuenca marginal, aunque también presenta intercalaciones de
estos últimos, mientras que al norte de esta depresión se encuentra en contacto
tectónico con la Formación Lemaire. Más al norte, en la cuenca Austral, unidades
equivalentes apoyan en discordancia sobre la Formación. La Formación Yahgán
engrana lateralmente con las pizarras negras de la Formación Beauvoir, hacia el norte
de la Isla Grande, esta última depositada en ambiente de plataforma profunda, talud y
planicie abisal durante el Cretácico Temprano.
La Formación Hardy forma parte del arco magmático y está integrada por rocas
volcaniclásticas y flujos de lavas. En sectores está cubierta por basaltos de la cuenca
marginal y engrana lateralmente con la Formación Yahgán.
El arco estuvo activo desde el Jurásico Tardío hasta el Neógeno, como lo atestiguan
las edades radimétricas del Batolito Fueguino-Surpatagónico y Formación Hardy, y
fósiles del Jurásico Superior - Cretácico Inferior en esta última. Esto evidencia que
durante el desarrollo de la cuenca marginal existía actividad en el arco magmático. De
todos modos, la existencia de un arco activo para el inicio de apertura de la cuenca fue
puesta en duda por Alabaster y Storey (1990), quienes proponen un modelo de
apertura de cuenca a lo largo de un margen de desplazamiento oblicuo, tipo golfo de
California.
Las rocas básicas intercaladas en las unidades del Jurásico - Cretácico Inferior
(Formaciones Lemaire y Yahgán) y en el basamento pre-Jurásico, son principalmente
filones capa y diques, y en menor proporción stocks gábricos, coladas, piroclastitas y
depósitos volcaniclásticos. Representan tanto el volcanismo bimodal de la Formación
Lemaire como unidades independientes.
El magmatismo de la cuenca marginal fue contemporáneo con al menos parte del
magmatismo de la Formación Lemaire. La actividad ígnea de la cuenca ocurrió
inicialmente de manera dispersa, con inyecciones de basalto en corteza continental,
para luego focalizarse en centros de expansión y formar verdadera corteza oceánica.
En la parte media del Cretácico se produjo el cierre de la cuenca marginal. Este evento
contraccional involucró plegamiento con vergencia hacia el continente, corrimientos y
un pico en el metamorfismo regional, en facies de anfibolita en la Cordillera Darwin y
de prehnita-pumpellyita hasta la porción baja de esquistos verdes en territorio
argentino y sur del canal Beagle. La deformación tuvo además un marcado carácter
dinámico y desarrollo de clivaje penetrativo. Este metamorfismo de bajo grado y
deformación afectan a las Formaciones Lemaire, Yahgán y a las rocas básicas aquí
estudiadas. Al sur del canal Beagle, ambos fenómenos fueron menos intensos.

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Mapa geológico regional de Tierra del Fuego. Se indica la ubicación de la figura 3a. La figura
interior muestra la distribución del arco magmático y cuenca marginal durante el Jurásico y
Cretácico Temprano. GRL: Gabro Rancho Lata. Modificado de Suárez et al. (1985)

Cuadro estratigráfico simplificado de Tierra del Fuego. Basado en Suárez et al. (1985)

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Cuenca de Ñirihuau

Es un espacio menor, en retroarco de la tectónica andina, en el sur de Neuquén, Rio


Negro y Chubut.
Tiene relleno volcano-sedimentario, con etapas de activación en el Paleógeno y
Neógeno.
La faja plegada y corrida de la Precordillera Patagónica, entre los 42º y 42º10´ S, se
desarrolla al este de la Cordillera Patagónica en la parte sur de la cuenca de Ñirihuau
en la región del valle del río Cushamen al este del Cordón del Maitén. El relleno de la
cuenca a estas latitudes se encuentra representado principalmente por facies
sedimentarias y volcánicas de edad oligocenamiocena. El estudio composicional de la
Formación Ñirihuau permitió reconocer once litotipos y subdividir a la unidad en cuatro
miembros. Estas secuencias se encuentran expuestas por una combinación de
estructuras con despegues dentro de la secuencia sedimentaria cuyo rechazo se
transmite a niveles inferiores bajo la sierra del Maitén, generada por una cuña de
basamento. La depositación de la Formación Ñirihuau, así como también la de la
Formación Collón Cura, es sincrónica con la deformación en el área. Esto se evidencia
a partir de una serie de discordancias progresivas que se reconocen en estas
unidades. Estos eventos de reactivación de la deformación permiten ubicar a la
cuenca en un ambiente tectónico correspondiente al tope de cuña de un sistema de
antepaís, así como reconocer diferentes pulsos de deformación.

Está caracterizada por dos sectores notablemente diferentes desde un punto de


vista estructural y estratigráfico; uno occidental constituido por las volcanitas
andesíticas y uno al este compuesto por facies sedimentarias oligoceno-miocenas de
la cuenca de Ñirihuau.

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Bibliografía

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jurásico vinculado a mineralización aurífera en el noroeste del Macizo del Deseado,
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de San Jorge. VIII Congreso de Exploracion y Desarrollo de Hidrocarburos. Simposio
Cuencas Argentinas.

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