Você está na página 1de 6

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE LA SANTÍSIMA CONCEPCIÓN

FACULTAD DE EDUCACIÓN

PEDAGOGÍA EN EDUCACIÓN MEDIA EN LENGUAJE Y COMUNICACIÓN

Ensayo de literatura:

El encuentro con lo imaginario: Un encuentro entre épocas diferentes a

través de los ojos de Borges y Muñoz Coloma

Curso: Crítica y ficción en la literatura hispanoamericana del siglo XX


Profesor: Cristián Cisternas Cruz
Estudiante: Vania Casanueva Reyes
Sección: 1

Concepción, 18 de abril de 2018


PEM Lenguaje y Comunicación

El encuentro con lo imaginario: Un encuentro entre épocas diferentes a través


de los ojos de Borges y Muñoz Coloma
“Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real”

Jorge Luis Borges en su narración “El inmortal”.

“Nosotros éramos, somos y seremos amateurs en relación a estos personajes que armaron el
imaginario en torno a la bohemia y al arte en Chile”

Muñoz Coloma en “Cuesta abajo”.

Al encontrarnos frente una narración llegamos a creer que todo lo que se cuenta ahí

es posible, aunque esa aceptación no sea inmediata. Tenemos una historia que nos relata una

realidad fija, un punto de partida que va evolucionando hasta que un suceso fuera de lo

normal nos sacude, una ambigüedad en los tiempos que no concuerda con la leída

inicialmente. Sin embargo, esto va posicionándose como algo cotidiano, a tal punto de

normalizarse y crear una nueva realidad, en la que la realidad inicial y la extraña se fusionan

para confeccionar algo completamente nuevo y posible. En síntesis, esto es lo que Blanchot

denomina como: “el encuentro con lo imaginario”. Frente a esta consigna, se considerarán

dos cuentos a analizar: El encuentro entre épocas diferentes en la obra “El inmortal” de Jorge

Luis Borges y “Cuesta abajo” del escritor hualquino, Muñoz Coloma.

Maurice Blanchot, crítico literario francés, señala que los relatos que tratan un encuentro con

lo imaginario, poseen protagonistas caracterizados por ser hombres de riesgo y de

movimiento intrépido que van en búsqueda de un objetivo fijo, aunque este sea burlado

durante su transición. En “El inmortal” se aprecia a su personaje principal, Marco Flaminio

Rufo, en primera instancia como un líder militar quien, tras haber luchado sin gloria en las

guerras egipcias, decide ir en búsqueda de la mítica ciudad de los inmortales. Una zona que

colinda junto un río que convierte en inmortal a quien beba de sus aguas. Por otra parte, en

2
PEM Lenguaje y Comunicación

“Cuesta abajo”, encontramos algo similar, aunque en una época más contemporánea (Siglo

XXI). Se nos presenta a un protagonista, de identidad desconocida, que se dirige a Santiago

en búsqueda de datos de la lejana generación del 13, aquella compuesta por pintores chilenos

con un espíritu bohemio por el arte, pero también con un sentido de crítica social de la época.

Ambos personajes encuentran su punto de partida en el viaje y la investigación. Sin embargo,

el destino, los Dioses o el designio del escritor (como quiera tomarse) hacen que la transición

hacia su meta no sea directa y se vea como un viaje hacia el rotundo fracaso.

Como espectadores de aquellos relatos tenemos la predisposición de que la narración seguirá

avanzando la historia, pero lo que encontramos llega a descolocarnos: Marco confirma que

ha deambulado durante mucho tiempo en la mismísima ciudad de los inmortales en el

intercambio de palabras que ejecuta con Homero, el conocido cronista griego de La Ilíada y

La odisea; y, por otra parte, nuestro curioso investigador, tras unas copas de vino, encuentra

en su propio vehículo al español Fernando Álvarez de Sotomayor, miembro y mecena de la

generación del 13. Un encuentro incrédulo para ambos protagonistas, ya que pone en juego

el tiempo de su propia realidad. En palabras de Blanchot, el fenómeno que ocurre es el

siguiente:

“Toda la ambigüedad procede de la ambigüedad del tiempo que


entra aquí en juego y que permite decir y experimentar que la imagen
fascinante de la experiencia está en un momento determinado presente,
aunque dicha presencia no pertenece a ningún presente y destruye incluso
el presente en el que parece introducirse” (pág. 29).
Otra medida de aceptación frente a la ambigüedad que uno observa desde la perspectiva de

lector la ofrece el escritor y crítico literario, Ricardo Piglia, quien señala que existe una

relación entre la escritura y la vida que brinda la posibilidad de que estos encuentros

temporales ocurran dentro del relato narrado, por muy ridículos que parecieran ser:

3
PEM Lenguaje y Comunicación

“La escritura es el lugar donde los borradores de la vida son posibles, tal
vez por eso se hace literatura. Ahora, eso al mismo tiempo es muy ridículo.
Eso es ser un clown, porque supone algo tan irrisorio como pretender que
se puede reconstruir en una especie de laboratorio y con palabras la
experiencia. Y es ridículo, pero tiene, sin embargo, una carga de pasión que
hace que escribir sea una de las experiencias más intensas de la vida” (pág.
70).
De esta forma, como lectores podemos aceptar poco a poco la nueva lógica que vamos

percibiendo en los relatos. Por otra parte, nuestros protagonistas viven un breve período de

inestabilidad frente a estos encuentros. Es más, pareciera que la realidad lógica de ellos se

va resquebrajando más a medida que avanzan en su historia: Flaminio ha alcanzado la

inmortalidad sin ser consciente de ello, mientras que el investigador se va encontrando con

más miembros de la generación del 13 a medida que va avanzando el viaje en su vehículo.

Aun así, el relato por muy ficticio que parezca se muestra muy natural y los personajes van

aceptando esta nueva realidad que se va mimetizando junto a ellos, porque no les queda más

opción, su viaje debe continuar, aunque no sepan hacia dónde los conducirá. El personaje de

Borges comprende su nuevo estado, pero busca volver a su condición de mortal, trazando

así una nueva meta a seguir. Es decir, acepta esta nueva lógica posible, pero a la vez busca

una vez más su lógica temporal anterior, la que tenía sentido siendo mortal. En cambio, en

el relato de Muñoz Coloma, el protagonista incrédulo del espectáculo que observa termina

por entregarse a la situación y disfruta del encuentro bohemio que vive junto a sus nuevos

compañeros.

Como se puede apreciar, los personajes toman sus propias decisiones en base a lo

experimentado, puesto que de lo contrario no habría más relato que contar. Se ha formado

una nueva lógica que ellos deben aceptar si quieren seguir existiendo en el nuevo tiempo

establecido y para así poder narrar en un futuro lo “acontecido” por ellos mismos. Blanchot

4
PEM Lenguaje y Comunicación

afirma que el encuentro con lo imaginario tiene repercusiones de algo que está por venir.

Para que estos personajes puedan cumplir con sus metas propuestas deben vivir aquel

encuentro que los sacuda, seduzca y los haga dudar sobre sus propias decisiones, solo así

podrán reafirmar sus objetivos o cambiarlos por otros nuevos.

El sentido de vida cambia para Flaminio. Ya no quiere la inmortalidad que tanto buscaba, al

perderla y ver los efectos que tienen en los habitantes de la ciudad de los inmortales, como

es el caso de Homero, entiende que la vida de aprecia de mejor manera cuando uno tiene un

límite para poder aprovecharla y es por ello que se plantea la búsqueda de un nuevo río que

le devolverá su humanidad. Ese será su nuevo por venir. En el caso del investigador de

Muñoz Coloma, llega un punto en que aquella nueva realidad entre artistas bohemios que

viven de fiesta en fiesta lo colapsa. Termina abandonando aquello que tanto buscaba, al igual

que el caso anterior, y realiza una pausa para comparar a los artistas chilenos del ayer y a los

de hoy en día, llegando a la conclusión de que ambos no pueden ser comparados, por un

tema contextual y por respeto. Y aunque su viaje debe continuar hacia su destino (llegar a

Concepción), acepta otra verdad que no debe poner en duda: “con el vino no se juega”.

En conclusión, aunque se contrasta el encuentro con lo imaginario en dos relatos

pertenecientes a épocas de producción diferentes (y dos encuentros de épocas cronológicas

dispares), se puede apreciar que este juego literario sigue trascendiendo a pesar de ser escrita

años distintos. En una reflexión similar a la de Muñoz Coloma, ambos contextos de

producción literaria no pueden ser igualados, porque ambos tienen su contexto específico y

cuentan con otras visiones de mundo. Una generación literaria no puede igualar a otra,

porque cada una cuenta con una identidad representativa y aquello que perdura y que es de

importancia es el mensaje que trasciende.

5
PEM Lenguaje y Comunicación

Referencias bibliográficas

 Borges, Jorge Luis (1949). El Aleph. 4ta ed. 2012, Argentina: Editorial

Sudamericana.

 Blanchot, Maurice (1959). El libro por venir. [Traducido al español de Le libre à

venir] Madrid: Editorial Trotta.

 Muñoz Coloma, Ramón (2017). Equis. Historias desplazadas. Chile: La Tregua

Gestión Cultural- Colección Intervalo.

 Piglia, Ricardo (2014) Crítica y ficción. Argentina: Editorial De Bolsillo.

Você também pode gostar