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Índice

Introducción
La alquimia es una práctica a la cual le debemos mucho, porque si
bien todavía no contaba con un método científico confiable, fue
precursora de la química y llevó a numerosos descubrimientos
científicos. Si bien aún hoy en día no podemos transformar
cualquier metal en oro, es interesante conocer su historia y lo que
llevó a los pensadores a practicarla. Te sorprenderá saber un poco
más a través de estos.

El misterio y la magia que rodean a la alquimia y a la búsqueda de


esa citada piedra han dado lugar a que en el arte se desarrollen un
amplio número de obras que giren en torno a ellas. Así, por
ejemplo, nos encontramos con la obra literaria de Paulo Coelho que
lleva por título “El Alquimista”. Se trata de un trabajo donde se nos
acerca a la vida de un joven pastor español, llamado Santiago, que
abandona su tierra para vivir mil y una aventuras en pro de alcanzar
su quimera.

Asimismo, hay otros trabajos, literarios y cinematográficos, que


también versan sobre el tema que ahora nos ocupa. Este sería el
caso del primer film de la saga literaria sobre un joven mago creada
por J.K.Rowling: “Harry Potter y la Piedra Filosofal”. Una producción
donde se nos cuenta como el rival del protagonista, Voldemort, se
encuentra buscando la mítica piedra filosofal para conseguir
aumentar su poder ya que aquella cuenta con unas propiedades
extraordinarias.
La alquimia
El término Alquimia tiene varias definiciones…
La alquimia es una mezcla de química y filosofía practicada en la
Edad Media y el Renacimiento y preocupada principalmente por el
descubrimiento de métodos para la transmutación de metales
inferiores en oro y con la búsqueda de la eterna juventud y el elixir
de vida.
Normalmente la alquimia se define como una práctica antigua llena
de secretos y misterios basada en la química más pura y sagrada.
Digamos que la alquimia son las ciencias químicas antiguas a
través de las cuales se pretendía diferenciar la naturaleza real de la
naturaleza espiritual…y en los metales, sobre todo el oro, los
alquimistas encontraban la perfección espiritual…la piedra filosofal,
una sustancia legendaria que según los alquimistas tenía
propiedades extraordinarias, la piedra perfecta, podía convertir
cualquier metal en oro.

La alquimia podríamos definirla como una forma de entrelazar


materias, juntar compuestos para llegar a la perfección. Antes que
la química fue la alquimia.Los inicios de la alquimia se ocultan en
las nieblas del tiempo, el origen real es un verdadero enigma.

Se dice que la palabra “alquimia” procede de la palabra árabe “al-


khīmiyā” y que abarca casi cuatro milenios y tres
continentes…Egipto, China, India, Grecia, el Imperio Romano, el
Mundo Islámico, la Europa Medieval, la Era Moderna y el
Renacimiento. Muchos piensan que el origen de la alquimia está
basado en la creencia de convertir el metal plomo en el metal oro.

Para los alquimistas, todos los metales querían alcanzar la


perfección del oro, de ahí el gran conocimiento que poseían sobre
química. Pensaban que los metales tenían que pasar por el proceso
de transformación para alcanzar la perfección, al igual que nosotros
no seríamos perfectos si no trabajábamos nuestro camino espiritual
hacia la perfección de belleza y armonía.
Los alquimistas tenían 4 secretos principales, entre otros, que
intentaban descubrir.

- Buscar el secreto de la eterna juventud.

- Crear homúnculo o lo que es lo mismo, crear vida.

- Transformar los metales en oro a través de la piedra filosofal.

- Transcender su humanidad o buscar un nuevo plano


espiritual. Esa es la única manera de llegar ha encontrar la piedra
filosofal

Curiosidades de la alquimia

La Piedra Filosofal: para los alquimistas, la piedra filosofal era


aquella capaz de convertir cualquier metal en oro.

La Gran Obra: (Magnum Opus). Para los alquimistas, la


consecución de la Gran Obra era la obtención de la Piedra Filosofal
por medio de las técnicas de la Alquimia.

El Elixir De La Larga Vida O De La Vida Eterna: o de la


inmortalidad. La búsqueda de una poción casi mágica que podía
hacer inmortal a aquél que la bebiera.

Convertir el Plomo en Oro: Para los alquimistas el proceso de


convertir el plomo en oro era casi una obsesión. Realmente,
quitando 3 protones de un átomo de plomo se conseguiría oro, ya
que el plomo tiene 82 y el oro 79. De hecho, con esta persuasión de
los alquimistas se hicieron experimentos posteriormente para ver si
realmente podía transformarse el plomo en oro y se consiguió
Hermes Trismegisto

La Alquimia en el antiguo Egipto bajo la dirección y las indicaciones


del dios Tot, quien más adelantes sería bautizado Hermes
Trismegisto por los alquimistas griegos. En honor a su nombre, la
Alquimia se convertiría entonces en una ciencia hermética.

Pero lo más interesante del asunto es que a Hermes Trismegisto


(quien se consideraba un personaje histórico) se le atribuye la
escritura de la llamada Tabla de la Esmeralda (conocida
antiguamente como Tabula Smaragdina), que luego sería utilizada
por todos los alquimistas en su búsqueda de la purificación del
alma… y de los metales.

Lo más interesante de la Tabla es que, históricamente, es bastante


difícil de rastrear. Aunque extremadamente popular en la Edad
Media, no se conocen copias de la misma anteriores al siglo VI y
muchos han llegado a afirmar que en realidad se trata de la obra de
algunos eruditos árabes de finales de este siglo. Sin embargo, los
árabes que realizaron estas primeras versiones afirmaron que se
trataba de la copia de versiones más antiguas, que se habían
preservado en las regiones helénicas del Imperio Bizantino.

La Tabla de la Esmeralda no tiene una serie de instrucciones. Es un


compendio de 13 preceptos de Hermes Trismegisto cuya lectura,
por sí misma, no revela ningún secreto con respecto al Camino.
Antes bien, es necesario tener la tabla, leer sus preceptos,
meditarlos, permitir que el alma se inunde de ellos para empezar a
comprender los pasos que han de darse en la búsqueda de la
purificación. Al final, con la purificación vendría la comprensión de la
esencia verdadera de la Tabla.

En otras palabras, la Tabla ofrece una aproximación a lo


trascendente, a lo eterno, y tal aproximación podría convertirse en
un aprendizaje de vida si la persona es capaz de mantenerse en el
Camino.
Los 13 preceptos de la Tabla de la esmeralda

I. Lo que digo no es ficticio, sino digno de crédito y cierto.

II. Lo que está más abajo es como lo que está arriba, y lo que está
arriba es como lo que está abajo. Actúan para cumplir los prodigios
del Uno.

III. Como todas las cosas fueron creadas por la Palabra del Ser, así
todas las cosas fueron creadas a imagen del Uno.

IV. Su padre es el Sol y su madre la Luna. El Viento lo lleva en su


vientre. Su nodriza es la Tierra.

V. Es el padre de la Perfección en el mundo entero.

VI.Su poder es fuerte si se transforma en Tierra.

VII. Separa la Tierra del Fuego, lo sutil de lo burdo, pero sé


prudente y circunspecto cuando lo hagas.

VIII. Usa tu mente por completo y sube de la Tierra al Cielo, y,


luego, nuevamente desciende a la Tierra y combina los poderes de
lo que está arriba y lo que está abajo. Así ganarás gloria en el
mundo entero, y la oscuridad saldrá de ti de una vez.

IX. Esto tiene más virtud que la Virtud misma, porque controla todas
las cosas sutiles y penetra en todas las cosas sólidas.

X. Éste es el modo en que el mundo fue creado.

XI. Éste es el origen de los prodigios que se hallan aquí [¿o, que se
han llevado a cabo?].

XII. Esto es por lo que soy llamado Hermes Trismegisto, porque


poseo las tres partes de la filosofía cósmica.

XIII. Lo que tuve que decir sobre el funcionamiento del Sol ha


concluido.
Paracelso

Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim,


quien con el tiempo terminó refiriéndose a sí mismo como Paracelso
(comparable a Celso, esto es, Aulus Cornelius Celsus, el autor
romano del s. I de De medicina) nació en Einsiedeln, cerca de
Zúrich, en lo que hoy es Suiza y entonces en 1493 pertenecía al
Sacro Imperio Romano Germánico a través de su rama austríaca.

Hijo de un alquimista y médico suabo, Wilhelm Bombastus von


Hohenheim y madre suiza, probablemente sirviente de la Abadía de
Ensiedeln, donde nació Teofrasto, recibió formación desde muy
temprana edad en medicina y química por parte de su padre.

A los 16 años se inscribe en la Universidad de Basilea, después se


traslada a la de Viena para terminar dejándolo todo e irse a la
Abadía de Sponheim a estudiar alquimia con Johannes Trithemius.
Con 21 años su padre le convence de que no existe nada como la
experiencia para aprender y que si, de verdad quiere aprender el
arte alquímico, tiene que verlo en funcionamiento de primera mano.
Siguiendo el consejo paterno Teofrasto comienza a trabajar en los
talleres minerales y metalúrgicos de las minas del Tirol.

En las minas aprendió las propiedades físicas de los minerales, a


distinguir los materiales del interior de la tierra y a identificar las
menas minerales. En los talleres, la obtención de los metales y los
efectos de los ácidos. Y en el conjunto de la explotación las
enfermedades y accidentes que eran el día a día de los mineros.

A final de este periodo formativo, Teofrasto había acumulado una


cantidad enorme de información, mucha de ella en forma de
remedios y curas basados en la experiencia y consideradas no
canónicas por los médicos de la época.

Consigue el puesto de médico de la ciudad de Basilea, puesto que


tendría que abandonar a la carrera dos años después debido a que
sus modales prepotentes y ofensivos habían conseguido enfurecer
a empleadores y pacientes.

Tras esto se convierte en un viajero incansable en una Europa rota


por las guerras, relacionándose con médicos, alquimistas,
astrólogos, farmacéuticos, mineros, gitanos y con los aficionados a
lo oculto.

Sus contemporáneos llegaron a decir de él que:

“vivía como un cerdo, parecía un boyero, encontraba


su mayor disfrute en compañía de la chusma más baja
y disoluta, y a lo largo de su gloriosa vida estuvo, en
general, borracho”.

Sin embargo para sus alumnos fue “el monarca noble y amado”, “el
Hermes alemán” y “nuestro querido preceptor y rey de las artes”.

La alquimia siempre había tenido la transmutación como objetivo y,


para los alquimistas europeos, eso era equivalente a decir la
transformación de un metal común en oro. Solo algunos alquimistas
como Joan de Peratallada habían adoptado el objetivo oriental de
transmutar la carne enferma en carne sana empleando un elixir
alquímico.

Paracelso extiende la definición de alquimia a cualquier proceso en


el que sustancias naturales se convierten en algo nuevo

El uso más importante que podía hacerse de la alquimia, según


Paracelso, será preparar medicinas que restablezcan el equilibrio
químico de un cuerpo alterado por la enfermedad.

Paracelso logró la transmutación del plomo al oro.


Isaac newton

Nace el día de Navidad de 1642, en la casa solariega de


Woolsthorpe, cerca del pueblo de Grantham en Inglaterra y es hijo
póstumo de Isaac Newton y de su mujer Hannah Ayscough que,
cuando contaba Newton 37 meses se casaría con el clérigo
Barnabás Smith, de 62 años, hecho que marcaría su existencia,
pues mientras su madre vivía en la rectoría, él pasó a ser educado
por su abuela a pocos kilómetros

Newton era no fue un alquimista clásico, pues mezclaba los


conocimientos de los sabios griegos, con el lenguaje hermético y
simbólico de los alquimistas. Incluso llegó a escribir una
recopilación simbólica de las sustancias alquímicas, bastante
completa, incorporando para algunos metales símbolos que no
encuentran en tratados alquímicos anteriores. Creía en la
transmutación de la materia, y por lo tanto tenía un notable interés
en conseguir oro a partir de otras sustancias

Tenía varios libros de cabecera, de alquimia; el libro secreto de


Arthefio, la obra de Nicolás Flamel dedicada a la búsqueda de la
piedra filosofal, y el Theatrum Chemicum, que era uno de las
primeras obras alquímicas y seguía con detenimiento los trabajos
de su contemporáneo Boyle, que sin embargo no era alquimista,
pero que Newton pretendía darles una explicación alquimista.

En el Trinity College, montó junto a la capilla, un laboratorio


alquímico con hornos y crisoles, donde fundía los metales en su
obsesión de transmutarlos en oro. Para ello tomó un ayudante,
Humphrey Newton. Sus primeros trabajos alquímicos datan de
1668, cuando fue nombrado Fellow del Trinity College.

Realmente estaba obsesionado con la transmutación de los


metales, de forma que recababa información sobre ello a todos los
amigos que viajaban a Europa Central . Para Newton, toda la
materia estaba formada por átomos y vacío, y que las sustancias
eran producidas a partir de agua. Así el agua perdida por destilación
se trasmutaba en tierra, y el agua perdida por evaporación en los
mares, sería compensada por la atracción gravitatoria de las colas
de los cometas.

Cuando se hizo el inventario de los papeles de Newton, después de


la subasta en Sotheby el 14 de julio de 1936, doscientos nueve
años después de su muerte, se vio que el mayor número de libros
de su biblioteca correspondía a textos de teología, y después de
alquimia o de química

En uno de sus textos aparece una receta para crear la piedra


filosofal, objetivo fundamental de todos los alquimistas. Sin embargo
el uso de un lenguaje alegórico y hermético propio de los
alquimistas, hace que estos escritos sean muy difíciles de
comprender. Así habla de “La acción mediadora de las palomas de
Diana que se manifiesta cuando se mezcla mercurio con el
hermano de éste, el oro filosófico del que recibirá la simiente
espiritual…” (Las palomas de Diana hacen referencia a la plata).
Emplea igualmente alegorías alquímicas como el león verde para
referirse al antimonio, o el águila de Júpiter que no era otra cosa
que el mercurio sublimado. Expresiones tales como “He hecho volar
a Júpiter sobre su águila”, estaban basadas en que al igual que el
águila devora a otras aves, el mercurio destruye al oro,
devorándolo. Sus notas de laboratorio dan mensajes extraños: “He
encontrado el caduceo de mercurio, hoy en día”, que todavía están
sin descodificar.

Newton supone la materia animada, como si tuviera vida.

El desarrollo de calor en la mezcla de vitriolo y agua, se explicaba


por la unión violenta de las dos sustancias.

La verdadera pasión de Isaac Newton parece que fue la Alquimia


aunque nosotros le conozcamos más por sus descubrimientos en
física. Según artículos publicados recientemente parece ser que
Newton dedicó gran parte de su vida al estudio y la práctica de la
Alquimia. Tanto fue así que basó el descubrimiento de la Gravedad
y Las Leyes Del Movimiento Universal en la Alquimia.

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