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24-1-2019
¨IGLESIA MULTIPLICADORA¨
AUTOR: FERNANDO BRANDÄU
INTRODUCCION.-
Desde los comienzos de la iglesia en Jerusalén y hasta nuestros días muchas cosas
han cambiado. Estamos en un contexto inimaginable comparándonos con una
persona que ha vivido hace dos mil años atrás. Vivimos en otro tiempo. Los
escenarios y las culturas han sufrido grandes cambios. Sin embargo, ¿han sido
superados los principios estratégicos usados por el Espíritu Santo para el
crecimiento y la expansión de la iglesia de aquellos días? ¡Creo que no!
“No hay nada nuevo bajo el sol.” (Eclesiastés 1:9b). Eso es verdad. Lo que
debemos hacer es poner en práctica los principios multiplicadores de forma
perseverante y determinada. A veces deseamos que la iglesia crezca sin mucho
esfuerzo, disciplina y perseverancia. Hay muchas estrategias disponibles en
nuestros días, lo que cuesta a muchos líderes es ponerlas en práctica. Multiplicar
el número de discípulos e iglesias, orar sin cesar, formar y capacitar a nuevos
líderes, ser relevante para la comunidad actuando con compasión, son
prioridades del cumplimiento de la misión de la iglesia local que necesitan usar
los líderes de la Iglesia de Cristo en su planificación del trabajo. Obviamente todo
eso significa una gran labor, pero como dice el Apóstol Pablo en 1 Corintios 15:58
“Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre
en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano.”
Algunos buscan excusas como la falta de recursos financieros y apoyo, “la iglesia
es difícil” dicen, “las personas de la comunidad no están ni ahí con Dios”, y
buscan los errores de alguien o de alguna institución para intentar explicar el
estancamiento del rebaño que Dios le ha confiado.
Todos los principios que en él se exponen son sencillamente y que nacen desde
la biblia la palabra inspirada de Dios, y desde el principio central de la ¨Gran
Comisión¨.
De esta forma lo que el autor busca por medio de este libro es llevar a las iglesias
cristianas al modelo bíblico de crecimiento eclesial, sea cual fuere la iglesia en
cualquier contexto del mundo actual.
1º EL PRINCIPIO DE LA ORACION
Luego señala algunas estrategias tales como las familias que oran y los grupos
que oran, los cultos y vigilias de oración, minuto de impacto transformador,
campañas de oración, movilización de oración en las redes sociales, red de
intercesores, diez minutos de oración y las caminatas de oración.
Finalmente quiero terminar diciendo con el autor en este primer principio que
una iglesia que ora es una iglesia que esta próxima a un avivamiento.
2º SEGUNDO PRINCIPIO: LA EVANGELIZACION DISCIPULADORA
LOS BENEFICIOS DE LA EVANGELIZACIÓN
3. Una evangelización con la motivación apropiada hace crecer nuestro amor por
Dios y por el prójimo. Todas las personas son llamadas a amar con todo el
corazón a Dios y a la gente (Mr. 12:28-31). Compartir nuestra fe porque amamos
a Dios y a la gente aviva aún más el fuego de este amor.
Por otro lado también aclara la definición de discípulo diciendo que es ¨Toda
persona que, siendo salvada por medio de su fe en Jesucristo pasa a Seguirle
como su Señor¨.
En la evangelización discipuladora el primer paso aclara el autor es ¨llamar a las
personas para seguir a Jesús¨
3º Interceder. Es un hecho muy importante que la persona que evangeliza ore por
la persona que discipula, aun antes de conocerla y de anunciarle el evangelio y
tan pronto como venga al Señor interceder a su vez por otros.
4º Cuidar a la persona. El discipulador evangelista debe cuidar en lo medida de
lo posible a la persona discipulada (bienestar físico, emocional, económico y
familiar), para que así los pequeños gestos hagan un impacto en la comprensión
del evangelio.
Así que al iniciar a exponer sobre este tercer principio el autor retoma lo dicho
anterior sobre la evangelización discipuladora y dice que ella tiene tres
dimensiones: llamar, agregar y perfeccionar discípulos. Y acá es donde el autor
aclara que la iglesia es el lugar donde vamos a agregar discípulos porque es el
espacio donde Dios toma forma en una comunidad de fe a mi parece.
Por lo tanto plantas iglesia es invertir tiempo en personas y como dice el autor
es el proceso intencional de establecer una comunidad local y autónoma de
discípulos de Jesucristo.
Hay que entender que todo creyente debería ser y puede un plantador de
iglesia, no obstante el autor señala algunas características que este debe tener
y menciona las siguientes: una fuerte convicción de su llamamiento a ese
ministerio, la vida con Dios, integridad, Espíritu enseñador, pasión por los
perdidos, disposición por el trabajo y que tenga una visión multiplicadora.
4º CUARTO PRINCIPIO: FORMACION DE LIDERAZGO.
Aquí es importante que todo líder conozca que todos los dones y talentos que
posee fue dados por Dios para la honra de su nombre. Por lo tanto todo líder
debe ser guiado por la visión de Dios por medio de su Espíritu Santo, no debe
apartarse de ese principio bíblico. Y debe por lo tanto buscar la armadura de
Dios.
El autor señala que el liderazgo de una iglesia debe estar consiente que ellos son
los llamados para traer los cambios y la bendición a su iglesia. Además ellos
deben ser capaces de compartir sus planes y objetivos con otros para hacer que
los demás se comprometan con la visión, formando así más líderes de
multiplicación.
Según el autor hay un camino o ruta a seguir para mostrar compasión y gracia y
estas son: interés por la comunidad, oración por la comunidad, la compasión por
la comunidad, involucrándose con la comunidad. En esta ultima el autor retoma
una cita de otro autor acerca de la multiplicación de los panes, diciendo que para
involucrarse la iglesia necesita de ciertos principios como principio de presencia,
principio del compromiso, principio de universalidad, principio de suficiencia,
principio de oportunidad, y principio de cooperación.
El testimonio del creyente sería una consecuencia natural del poder del Espíritu
Santo en su vida. Ninguna oposición humana o satánica podría impedir el avance
de este movimiento multiplicador de discípulos en toda la tierra, pues el Espíritu
de Dios es quien estaría en el control de todo.
Esa combinación del poder de Dios y del testimonio de los cristianos cambiaria
para siempre la historia de la humanidad. Esa pólvora encendida en Jerusalén
Esa pólvora encendida en Jerusalén incendiaria al mundo entero y llegaría hasta
nosotros.
Finalmente queremos recalcar que son muy útiles y acertados todos los
principios para que pueda levantarse una iglesia multiplicadora. Pero esta no
será posible si no es puesta en marcha cada principio. Cada uno debe ir de la
mano para lograr poco a poco esa iglesia fortalecida capaz de ser movidos por el
poder de Dios a ser multiplicadores y alcanzar el mundo para Cristo, que es la
¨Gran Comisión¨.