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Anticoagulantes eficaces para el tratamiento de Embolia pulmonar

La Tromboembolia Pulmonar es un evento asociado con la formación de un coágulo de fibrina


protrombótica, el cual refleja en su estructura redes más densas que se forman rápidamente y son
relativamente resistentes a la lisis. Las propiedades de este coágulo en la enfermedad trombótica
pueden ser moduladas por algunos fármacos antitrombóticos, en particular los anticoagulantes y la
aspirina.

En 2008, se aprobaron los primeros nuevos anticoagulantes orales (NOAC), dabigatrán y


rivaroxabán.por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) seguido de apixaban en 2011 y
edoxaban en 2015. Están aprobados para las siguientes indicaciones terapéuticas de uso:

- prevención de la tromboembolia venosa (TEV)

-pacientes que se sometieron a un reemplazo cirugía de cadera o de rodilla dosis

- prevención del accidente cerebrovascular y de la embolia sistémica en pacientes con fibrilación


auricular no valvular (NVAF)

- tratamiento de la trombosis venosa profunda (TVP) y la embolia pulmonar (EP), y prevención de


recurrencia de estas condiciones ; (terapia a largo plazo; dosis diaria recomendada: dabigatrán 150
mg BID precedido de un anticoagulante parenteral durante al menos 5 días; rivaroxaban 15 mg dos
veces al día, seguido de 20 mg como dosis de mantenimiento; apixaban 10 mg dos veces al día ,
seguido de 5 mg dos veces al día como dosis de mantenimiento; edoxaban 60 mg, precedido de un
anticoagulante parenteral durante al menos 5 días)2

Los anteriores anticoagulantes también conocidoa comoo directos o inhibidores directos de la


trombina junto con los inhibidores activados del factor X aumentan la permeabilidad del coágulo,
reflejando la densidad de la red de fibrina en asociación con una mayor eficiencia en la fibrinólisis.
Estos efectos están relacionados con la disminución de la generación de trombina.

De acuerdo con la bibliografía consultada1, los inhibidores directos de la trombina, que incluyen
Dabigatrán y Rivaroxabán, han demostrado una seguridad y efectividad favorable comparados con
los antagonistas de la vitamina K (dentro de los que se incluye a la warfarina). Ensayos aleatorios
controlados en pacientes con tromboembolismo venoso indican que los inhibidores directos de la
trombina fueron tan efectivos como el tratamiento convencional en la prevención de
tromboembolismo recurrente. La reducción en la formación de trombina, así como la supresión de
las reacciones mediadas por ésta, explican la formación de coágulos de fibrina menos compactos y
más lisables.

Dabigatrán ha demostrado mejorar el lisado del coágulo. La evidencia más fuerte muestra que
Rivaroxabán, un inhibidor del factor X (Xa) de la coagulación, altera favorablemente las propiedades
del coágulo de fibrina: se forman redes de fibrina compuestas por fibras más gruesas con poros más
grandes que aumentan la permeabilidad del coágulo dos veces y una lisis tres veces más rápida,
comparado con los coágulos de control generados sin Rivaroxabán. Se ha demostrado que pacientes
con antecedentes de tromboembolismo venoso, el tratamiento con Rivaroxabán aumenta la
permeabilidad del coágulo en un 40%. Debido a lo anterior, estas nuevas terapias dirigidas contra
el coágulo de fibrina pueden ser una nueva clase de agentes capaces de mejorar los resultados en
pacientes con tromboembolismo arterial o venoso.

Comparado con los anticoagulantes orales tradicionales con NOAC tienen un mejor perfil de
seguridad, especialmente entre los pacientes de mayor riesgo. La International Normalized Ratio,
refiere que tienen menos interacciones con otros medicamentos, lo que hace que estos
medicamentos sean más seguros para ser administrados. Se han comparado la eficacia y la
seguridad de los NOAC con la warfarina en diferentes ensayos clínicos aleatorios mostraron una
eficacia similar de es los NOAC con la warfarina para la prevención de la apoplejía o el dolor y
eventos tromboembólicos sistémicos. Pero en cuanto a la seguridad, los NOAC vs. warfarina en
pacientes con fibrilación auricular fueron se observó la reducción del riesgo de mortalidad y de
hemorragia intracraneal, pero con una tendencia hacia un mayor riesgo de hemorragia
gastrointestinal.2

Referencias

1. Undas, A.& Zabczyk, M. Antithrombotic medications and their impact on fibrin clot structure
and function. JOURNAL OF PHYSIOLOGY AND PHARMACOLOGY 2018, 69, 4.
2. Ingrasciotta, Y. et al (2018) Pharmacokinetics of new oral anticoagulants: implications for
use in routine care. Expert Opinion on Drug Metabolism & Toxicology, DOI:
10.1080/17425255.2018.1530213

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