Las gónadas son estructuras que presentan como tarea principal la generación de

gametos o células sexuales y producir hormonas que impulsan la aparición de

características morfológicas del sexo, cuando estas se desarrollan, en ellas se dan los
procesos de ovogénesis en los ovario y espermatogénesis en testículos. La ovogénesis
es el proceso complejo que termina con la maduración de los óvulos, qui se producen
una serie de divisiones tanto mitóticas como meióticas. Al momento de las células
germinales bajar y asentarse en el ovario se denominan ovogonias (2n), luego por
mitosis se da lugar a los ovocitos primarios (2n), estos realizan una división meiótica
que da lugar a un cuerpo polar (n) y un ovocito secundario (n), este ovocito secundario
presenta una división meiótica dando lugar a un segunda cuerpo polar (n) y un ovulo
haploide. Como generalidad de vertebrados se encuentra la presencia de 2 ovarios
funcionales, solo se encuentran excepciones en los ciclóstomos, algunos reptiles,
mayoría de aves, ornitorrinco y algunos murciélagos donde solo un es presente o uno
es funcional. Dentro de los peces se encuentran diferencias como la ausencia de
conductos en los ovarios por lo que los huevos pasan al celoma y desde este llegan a
la cloaca (lampeas o al ano (mixinos) a través de poros secundarios. Por otra parte los
elasmobranquios si presentan oviducto o conductos de Müller que se encarga de
recoger los óvulos del ovario y conducirlos hasta el útero, para los peces óseos el ovario
se encuentra unido a la pared dorsal del celoma por medio del mesovario, de el parte
un oviducto que se continua con el extremo caudal de la gónada y termina en una papila
urogenital, aquellas especies que no presentan el oviducto, los óvulos llegan a la
cavidad celómica donde a través de poros abdominales se comunican con la cloaca;
para los tetrápodos se observan 2 tendencias, los anfibios donde los ovarios son huecos
y presentan una espesa corteza donde se encuentra el epitelio germinativo y los
amniotas donde los conductos de Müller conservan la función de transportar los óvulos
desde los ovarios, además de unas vainas bien desarrolladas de musculatura lisa y una
luz tapizada por una mucosa secretora.
Por otra parte en los testículos se lleva a cabo el proceso de espermatogénesis, que al
igual de la ovogénesis presenta tanto divisiones mitóticas como meióticas; en
vertebrados existen 2 modelos de espermatogénesis, el modelo amniota y el modelo
anamniota. En amniotas los espermatozoides se forman en la pared de la luz de los
túbulos seminíferos, que carecen de subcompartimientos. Las células que se
encuentran en la pared generalmente se denominan espermatogonias, la cual por
mitosis da lugar a un espermatocito primario, este por división meiótica pasa a ser
durante un breve tiempo un espermatocito secundario y después en una espermátida
haploide, posterior a esto las espermátidas sufren una reorganización celular en la que
el ADN nuclear se condensa, mientras que los organelos citoplasmáticos se desechan,
formándose los espermatozoides; en anamniotas los espermatozoides se producen en
clones, cada uno de ellos se encuentra al interior de un cístido o folículo, estos situados
en compartimientos independientes de los testículos. Generalmente cada
espermatogonia esta envuelta por una o mas células de tejido conjuntivo, denominadas
al igual que en hembras células foliculares, las cuales se transforman en las células de
Sertoli cuando maduran. En general los testículos se presentan en pares excepto en
ciclóstomos donde solo poseen uno y tampoco presentan conducto genital, por lo que
los espermatozoides caen al celoma y salen al exterior por medio de poros abdominales;
en los elasmobranquios la zona anterior de riñón, relacionada con la reproducción,
posee pequeños túbulos que actúan como vías de conexión entre el testículo y el
conducto arquinéfrico y debido a que actúan como almacén y vías de transporte de
espermatozoides se pasan a denominar conductos deferentes; en teleósteos los
testículos se encuentran unidos a la pared dorsal de la cavidad celómica por el
mesorquio. Queda recubierto por la túnica albugínea. El conducto deferente se sitúa
dorsalmente y se abre al exterior desembocando a la cloaca o en una papila urogenital.
Dentro de los anfibios se encuentran diferentes configuraciones de conductos, una de
ellas donde los conductos arquinefriticos funcionan como vías de transporte para
espermatozoides y para orina, esta se presenta en el genero Necturus y algunas otras
especies; otra de las configuraciones presentan pequeños conductos que se conectan
directamente con los testículos, evitando así el paso por la zona anterior del riñón. En
amniotas el conducto deferente actúa solamente como vía de transporte de
espermatozoides, algunos túbulos mesonéfricos del riñón del embrión contribuyen a la
formación de epidídimo que conecta cada testículo con uno de los conductos deferentes
y cada riñón se vacía por medio de un nuevo conducto, el uréter. En la mayoría de los
vertebrados, los testículos se encuentran en el interior del abdomen; no obstante, en
algunos mamíferos descienden al interior del escroto, una bolsa celomatica fuera del
cuerpo, pero aun con conexión celoma abdominal a través de un canal inguinal.