Pedacito del edén terrenal enclavado en los andes,
Fuiste prodigiosa y bastión de los Inkas, Tienes suelos fértiles, que eclosionan la milagrosa ¡Papa! Que, la muchedumbre con ansia consume.
El Antaquilka, Apu mayor que te contempla
Y con inmolación divinal yergue su cumbre Recibiendo del Dios Sol sus fulgurantes Rayos energéticos, que descienden a tus planicies. En tu día Chinchero, con profunda unción evoco A cuantos forjaron tu grandeza y tu historia. A Mateo Pumacahua, y Feliz Puma Que honrando su trabajo construyen su grandeza notoria.
En los meses de enero a marzo
Tus campiñas perfuman oníricos sabores Y en tus costumbres ancestrales Perdura por siempre la fe en la mamacha “Nati”
¡Chincherinos! Con la frente alta y decidida siempre,
Prometamos no postrarnos de rodillas ¡Nunca Jamás! Que nuestra ubérrima tierra santa, este siempre Complacida, de tener a sus hijos, por la senda del desarrollo