CONDUCTA AMBIENTALMENTE RESPONSABLE.

Cone y Hayes (1980) realizaron una aportación orientada principalmente al

tratamiento de las alternativas tecnológicas (ingeniería conductual) con el fin de
solucionar problemas conocidos del espacio ambiental (Roth, E. 2000). Esta postura
resalta la importancia de las conductas y las decisiones que toma el individuo día a
día y cómo aunque parecen inofensivas son capaces de tener un impacto mayor a
largo plazo, es decir, una persona sin consciencia o sin consideración hacia las
repercusiones tira basura provocando como consecuencia inmediata mala imagen,
pero a largo plazo la consecuencia es más significativa ya que al ser varios
individuos que realicen esto, se convierte en un comportamiento masivo que traerá
como resultado inundaciones que en su defecto también provocaran pérdidas
materiales y familiares, lo que desencadenaría un daño psicológico en la
comunidad, este fenómeno aplica para todos los problemas ambientales existentes.

La postura tiene un razonamiento lógico sin embargo presenta ciertas dificultades

ya que si una persona decide modificar aspectos de su conducta para mejorar el
medio ambiente no se puede asegurar que el resto de la comunidad lo hará, por
otro lado, los resultados de este comportamiento no se pueden comprobar
inmediatamente sino que se necesita un aproximado de 10 a 20 años para que los
cambios sean observables ya que claramente las consecuencias devastadoras por
las que se está atravesando son causadas por comportamientos que se han
efectuado por décadas así que aniquilarlas no conlleva un plan de resolución
inmediata. “Por lo tanto parecería necesario explicar tanto el comportamiento
protectivo como el destructivo, acudiendo a circunstancias que se encuentran
inmersas en el contexto y la experiencia inmediatas del individuo” (Roth, E. 2000).

Por otro lado el modificar la conducta ambiental a un sentido más responsable no

solo mejorará el desarrollo sustentable sino que también repercute en el sentido de
bienestar y altruismo de los individuos ya que al sentirse participe del movimiento
genera sentimiento de satisfacción al catalogarse un buen ciudadano al percibirse
solidario y coherente con los beneficios ambientales que desea obtener.

Roth. E. (2000). Psicología ambiental: interfase entre conducta y naturaleza. Recuperado de

http://www.scielo.org.bo/pdf/rcc/n8/a07.pdf consultado el 04 de noviembre de 2018