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« Nuevas subjetividades políticas y estrategias de visibilidad.

El Movimiento
Social de la APPO. Oaxaca 2006” en: De la Peza, Carmen (coordinadora),
Comunidad y Desacuerdo, Fundación Manuel Buendía, CONACYT y UAM,
Mexico, 2008, ISBN: 978-607-95148-0-8.

Nuevas subjetividades políticas y estrategias de visibilidad.


El Movimiento Social de la APPO. Oaxaca 2006

Margarita Zires *
El Movimiento Social de Oaxaca en el 2006 convulsionó no sólo a la sociedad oaxaqueña,
sino a todo México y más allá de sus fronteras. Irrumpió de una manera imprevisible. Tomó
la plaza pública. Tomó las calles, los medios de comunicación, la radio, la televisión, las
paredes, los cerros, las campanas. Tomó las riendas de su historia al surgir tornándose visible
a los demás y enunciar de una forma diferente la realidad del Estado de Oaxaca. “Tomó la
palabra”, constituyó un espacio inédito de exploración de nuevas formas de movilización,
organización y de visibilidad que exceden la típica protesta social.
En ese proceso de tomar las riendas de su historia el movimiento social sufrió una violenta
represión, lo cual reclama una denuncia fuerte. Sin embargo, me parece muy importante no
caer en una narrativa reduccionista que sólo hable de ese episodio dramático –que no logra
terminar- y que sólo se refiera a sus actores como víctimas. Por ello, invito a reflexionar aquí
sobre el vasto campo de experiencia política que se generó en él, ya que dicha narrativa de
“victimización” tiende a hacer más efectiva la represión social 1 .

Tomar la palabra.
“La palabra” en este texto será entendida como la manifestación del ser humano del
desacuerdo social sobre el bien social, sobre lo común, sobre los fundamentos de una
sociedad o comunidad dada; la puesta en escena pública de parte de una población agraviada
que se hace visible y al hacerse visible exhibe, a su vez, un litigio fundamental y una
comunidad dividida sobre lo que es justo e injusto. No se trata solamente de una puesta en
escena de una demanda por no ser tomado en cuenta, por no tener visibilidad, sino la

*
Profesora investigadora del Posgrado de Comunicación y Política, Universidad Autónoma Metropolitana,
Xochimilco. Correo electrónico: zires@correo.xoc.uam.mx.
Agradezco los comentarios de Reyna Sánchez y Carmen de la Peza que me permitieron repensar este
artículo.Asimismo se agradece la colaboración de Katia Segura O. y Rodrigo Godinez H. Este trabajo incluye
resultados parciales del Proyecto “Democracia, Comunicación y sujetos de la política en América Latina
Contemporánea” financiado conjuntamente por la UAM-X y el Conacyt. Clave del proyecto 42715.

1
construcción de una nueva visibilidad a partir de un agravio particular. Para ahondar sobre
ello, intento recuperar las concepciones de Rancière sobre la política y más específicamente
sobre los procesos de constitución de nuevas subjetividades en el terreno de la política.
La política para este autor, está ligada al conflicto, a un litigio fundamental, en
contraposición con los autores que la ligan al consenso como Habermas 2 . La política, según
Rancière “interrumpe el orden de la dominación”, es un proceso que pone en duda el régimen
gubernamental, el estado de derecho, las formas dominantes de regir una comunidad; que
pone en duda también la distribución jerárquica en la sociedad imperante. En ese sentido, en
esta investigación se toma distancia de la visión tradicional de la política al verse ligada
únicamente a la administración gubernamental, a los programas y actividades de asociaciones
partidistas y a las formas establecidas de luchar por el poder gubernamental.
Tomar la palabra – en el sentido político que interesa aquí- significa transformar el
escenario público de enunciación creando otro en el que se expresa un desacuerdo, un daño
social ocasionado por el gobierno, por el orden social jerárquico establecido, -por lo que
Rancière llama “la policía”-. Tomar la palabra es construir un escenario nuevo de
enunciación que pone en duda ese orden “policial”, el decir gubernamental establecido, al
poner en duda también quién dice qué, a quién, dónde, cómo y cuándo. Surgen nuevos
interlocutores como válidos y no válidos, otros temas y contenidos, nuevas reglas que
estipulan de qué se habla y convenciones distintas que reconfiguran los sitios, los tiempos y
las formas de interlocución. Se cambia por lo tanto el sentido de lo que es enunciar, de lo que
es hablar al colocarse en otro lugar social y construir nuevos lugares sociales inéditos. En ese
marco, en ese escenario público emergen nuevas colectividades y subjetividades políticas que
no existían antes.
Tomar la palabra no significa asumir una identidad social fija y expresar lo que
corresponde a esa identidad en un espacio totalmente determinado y ya constituido. No
significa ocupar el turno y expresar lo que le corresponde a un sujeto. Al tomar la palabra las
identidades fijas se ven suspendidas. La política está ligada a una puesta entre paréntesis de
las determinaciones sociales estructurales que le dan un orden jerárquico a la sociedad. En
ese sentido, Rancière habla de un proceso de des-identificación, de desclasificación, las
posiciones sociales de los sujetos se ven borradas. La lógica de la política introduce una
lógica de la igualdad que choca con la lógica de la estratificación jerárquica social o
“policial”. Sujetos hasta ahora colocados en una posición social determinada, se descolocan y
se sitúan junto, con y al lado de sujetos hasta ahora no existentes y no visibles, cuya voz no
contaba. Estos sujetos hasta ahora inexistentes, a su vez, aparecen y emergen haciéndose

2
visibles junto con otros sujetos descolocados en nombre de una colectividad y subjetividad
nueva. Se crea, por lo tanto, un ser-juntos, un ser-entre-dos ó un ser-entre-múltiples grupos
que estaba desunido y se constituye un ser-dividido o seres-divididos entre sujetos que antes
parecían estar juntos.
Rancière brinda un ejemplo de ese proceso de subjetivación: en tiempo de la guerra contra
los argelinos, algunos franceses se descolocan de su identidad nacional, se alejan de los
supuestos intereses franceses frente a los argelinos y se situan al lado de los argelinos
asumiéndose como “Los condenados de la tierra” y gritando: “Todos somos argelinos”;
Todos viéndose iguales en el lugar de aquéllos que han recibido un daño; todos en el lugar de
los que han sido agraviados; Es en ese punto, del agravio, de un daño que recae sobre
algunos, el sitio en donde se renombra un sector más amplio de la sociedad y se demanda una
justicia social, poniendo en práctica o ejercitando otro tipo de comunidad. En ese sentido, no
se trata de una demanda de uno hacia otro, de un sector de la población al gobierno, sino de
un ejercicio que sobrepasa el escenario político establecido y actúa como si hubiera otro,
anticipando un posible escenario nuevo, en donde los inexistentes forman parte de la
comunidad. “Todos somos Marcos”, “Todos somos zapatistas”, “Todos somos Atenco”,
“Todos somos López”. En todos estos procesos políticos emergen subjetividades que
reconstruyen el sentido de la comunidad. No se trata, por lo tanto, de un problema de la
justicia judicial, un problema contractual entre dos partes, sino de la justicia política que
atañe al principio de comunidad, del bien común.
En relación con el Movimiento social oaxaqueño nos surgen entonces ciertos
interrogantes: ¿Qué significa la expresión “Todos somos la APPO”? ¿Qué tipo de procesos
de subjetivación política se dieron? ¿Hasta qué punto la lógica de la igualdad se introdujo
creando nuevas subjetividades? ¿Hasta qué punto se borró la lógica de estructuración
jerárquica? ¿En qué momentos? ¿Cuáles fueron esos “daños”, esos “agravios” los que
constituyeron el sitio fundamental sobre el que se gestó el Movimiento? ¿Cuáles son los
nombres que se dieron a esos agravios y que permitieron la congregación y convocatoria de
un Movimiento tan amplio, un movimiento de múltiples movimientos, tal como ha sido
caracterizado? ¿Qué se entiende por “movimiento social” o “movimiento popular”?

Movimiento Social – Popular- ¿Proceso de constitución de subjetividades políticas?

Algunas reflexiones sobre la noción de movimiento y el adjetivo de “social” o “popular”


pueden ser fructíferas para empezar a describir al movimiento oaxaqueño.

3
El término de “movimiento” alude a una acción, fuerza, presión, a una lucha, a una
dinámica de transformación. Esta noción surge para dar cuenta de fenómenos de
movilización social que van más allá de los partidos políticos y organizaciones civiles más
institucionalizadas, aunque pueden estar permeados por ellos. Aquí se retoma la noción de
movimiento social en el sentido de una fuerza social que irrumpe en un momento
determinado y que rebasa los canales institucionales de representación política de una
sociedad.
El término de “movimiento social” se ha utilizado tanto para referirse a un grupo
específico de acuerdo con la clase social, el género, la edad o etnia como el movimiento
obrero, feminista, juvenil, indígena, así como para describir a un conglomerado más o menos
heterogéneo de personas que se integran alrededor de ciertos objetivos y buscan un cambio
social, desde algo muy concreto que puede remitir a cierta búsqueda de reivindicaciones
sociales específicas hasta transformaciones más estructurales de la sociedad 3 .
La noción de “movimiento” alude también a un proceso, en el cual podemos distinguir
diferentes fases de constitución, de ampliación de sus bases, así como de disolución o
institucionalización del movimiento en una organización más formal. En ese sentido, el
término permite subrayar la dimensión temporal de los fenómenos de movilización social.
En general, los movimientos se pueden caracterizar de acuerdo con:
-sus formas de organización (más o menos jerárquica);
-sus modalidades de participación, más o menos fija o más espontánea; así como
-tipos de acciones o tipo de lucha social (marchas, mítines, tomas de oficinas,
inmuebles, ocupaciones de terrenos, pintas, secuestros, huelgas de hambre, etcétera).
Las acciones de lucha siempre están encaminadas a obtener sus demandas haciendo
presión sobre las instituciones. Al hacerse visible el Movimiento para el resto de la sociedad
puede ejercer mayor presión. En una sociedad contemporánea -caracterizada por el impacto
de los medios audiovisuales-, las tácticas de los movimientos tienden a ser concebidas desde
un principio como estrategias de visibilidad mediáticas. De esa manera, los movimientos
intentan convertirse en noticia para ser escuchados. Sin embargo, en general, las lógicas de
producción de la noticia (ideológicas, comerciales y del espectáculo) llevan a minimizarlos o
a enfocar la parte más violenta de ellos, convirtiéndolos en el manjar más exquisito para la
nota roja. En ese sentido, es que los medios de comunicación tienden a criminalizar la acción
de protesta colectiva. Todo esto introduce penosas contradicciones en los movimientos
sociales y su relación con los medios, como veremos más adelante.

4
Se utiliza la noción de “movimientos populares” en América Latina para caracterizar a
aquéllos que reúnen a diferentes sectores de la población menos favorecida, tanto urbana
como rural. En algunos casos, como la APPO aglutinan además a múltiples organizaciones
previas políticas o sociales que son gérmenes de esos movimientos.
En el proceso de constitución de estos movimientos se encuentran generalmente
descontentos profundos por marginación socio-económica, falta de derechos o violación de
éstos que son percibidos como un agravio social de parte de la colectividad involucrada. Ello
conlleva una toma de conciencia de las causas de dicho descontento que conduce a apelar a la
justicia social y a las instituciones consideradas responsables. La acción colectiva se articula
a una ideología, principios o marcos de referencia previos, a partir de los cuales se analizan
las causas de dicho movimiento y las condiciones estructurales existentes. En muchos casos
se extiende la protesta por falta de respuestas de las instituciones responsables, así como por
la acumulación de agravios; se amplía la participación a otros grupos organizados afines y a
otras iniciativas ciudadanas; y más adelante se pasa a una fase de organización de comités, y
constitución eventual de una coordinación central.
No todo movimiento social es un movimiento político, en el sentido señalado arriba, que
logre crear un escenario político inédito, que permita construir otro sentido de comunidad,
nuevos espacios de enunciación y subjetividades políticas, y, en ese sentido, que propicie un
borramiento de las clasificaciones jerárquicas de la sociedad.
Articular la reflexión de Rancière sobre la acción política con el pensamiento sociológico
sobre los movimientos sociales lleva a subrayar también la dimensión temporal de los
procesos de subjetivación política, conduce a interrogarse sobre la duración de esos procesos,
sus rupturas, la experiencia y memoria que dejan en los sujetos al colocarse en otro lugar de
enunciación.
En un análisis de un movimiento popular, como el de la APPO es fundamental tomar en
cuenta la coyuntura global, nacional, así como los procesos sociales y políticos locales, en los
cuales se inscribe dicho Movimiento, tanto como los antecedentes de lucha de las
organizaciones que están insertas en él.
Tomando en consideración estos planteamientos realizaré un recuento muy esquemático y
provisional del movimiento oaxaqueño, así como de la coyuntura preelectoral y postelectoral
en la que se inscribe. Además se abordarán algunas estrategias de lucha y de visibilidad que
desarrolló 4 .

Del Movimiento Magisterial al Movimiento Popular

5
El movimiento oaxaqueño empieza como un movimiento sindical, magisterial, de la
sección 22 –que aglutina a casi 70 000 miembros en el estado de Oaxaca- buscando
reivindicaciones económicas y de corte social 5 y lo más importante y por lo que venían
luchando desde hacía varios años: la rezonificación 6 , otorgada en otros estados. Dicha
sección constituye una de las columnas más importantes de la CNTE (Coordinadora
Nacional de los Trabajadores de la Educación), un ala independiente del sindicato nacional
de maestros y de la cúpula autoritaria que lo rige (el SNTE). Luchó con mucho ahínco por
tener sus propios representantes y para que se reconociera a su Comisión Ejecutiva en 1980 y
libró muchas batallas en los últimos 26 años contra el sector dominante “Vanguardia
Revolucionaria” del SNTE y contra su antiguo líder Jonguitud Barrios, así como contra la
dirección vertical de la actual secretaria del Sindicato: Elba Esther Gordillo. En todo ese
tiempo mantuvo una vinculación fuerte con la población oaxaqueña y su problemática social.
Dicha población se solidarizó con los maestros y los apoyó. Algunos de sus miembros
pertenecen a diferentes partidos políticos (PRI, PAN y PRD), pero sobresalen los que forman
parte de otras organizaciones sociales de izquierda 7 . Esta sección introdujo nuevas prácticas
sindicales que tendieron a impedir el surgimiento de caudillos a la vieja usanza e incorporó
mecanismos más horizontales de toma de decisiones (a través de la instauración de las
asambleas estatales y demás elementos de consulta de las bases), entre otros. Sin embargo, en
los últimos años, habrían caído en algunas de las prácticas que la sección 22 criticaba
ferozmente como, por ejemplo, ciertos vicios de corrupción entre sus líderes 8 .
El 1º de mayo de 2006 la sección 22 entrega el pliego petitorio al gobierno estatal. Se
constituyen los primeros interlocutores válidos: el sindicato y el gobernador. Éste no acepta
las demandas más importantes del magisterio y otorga una cantidad mínima para la
rezonificación. A nivel federal no se recibe ningún apoyo, ni para el sindicato, ni para el
gobierno estatal 9 . Por lo tanto, no hay recursos para la sección 22. En cambio, se inicia una
campaña mediática de desprestigio del magisterio a través de anuncios en la televisión y
radio estatal, campaña firmada por la Asociación Estatal de Padres de Familia, que se alía
con el gobernador: “Maestro al salón/No al Plantón” 10 .
El escenario del plantón. El 22 de mayo se declara un paro de labores indefinido y los
maestros instalan en pleno zócalo de la ciudad un plantón que abarca más de 50 cuadras del
Centro Histórico. Múltiples organizaciones sociales que habían sido reprimidas en el estado y
otras más se solidarizan este año. Fue desde ahí que en junio de 2006 comienzan otras
acciones de ocupación del espacio de la Ciudad de Oaxaca: Se toman temporalmente oficinas

6
gubernamentales a nivel de municipios, gasolineras, se bloquean carreteras y los accesos al
aeropuerto de Oaxaca.
El gobernador y el Congreso del Estado mandan un ultimátum el 31 de mayo exigiendo
que los maestros regresen a clases y solicitando la intervención de las fuerzas policíacas
nacionales para que desalojen a los plantonistas - en caso de que lo primero no se cumpliera-.
La amenaza es clara y manifiesta. Las cúpulas empresariales locales apoyan al gobernador y
rechazan el plantón. Lo mismo sucede con las autoridades municipales priístas que
constituyen la “Coordinadora Estatal en Favor de la Educación”. Dos bandos se dibujan
claramente. En un clima de represión nacional ante lo ocurrido en Atenco y a los mineros en
Lázaro Cárdenas, el Movimiento magisterial no se apabulla. El plantón continúa. Se organiza
la primera megamarcha con una gran concurrencia en Oaxaca (50 000 participantes, según la
policía estatal – 80 000 según La Jornada). ““Señor gobernador, oiga a mi profesor",
"Maestro, luchando, también está enseñando", coreaban los escolares (…) "Magisterio y
pueblo unido, jamás serán vencidos", "Lo quiera o no lo quiera, Ulises va pa' afuera", se
escuchó durante el recorrido” 11 . La estrategia: ocupar el espacio, llenarlo con la gente.
Mostrar la movilización creciente. Hacerse visible. Las calles son ocupadas. Se empieza a
dibujar la cabeza de Ulises Ruiz como el enemigo claro del pueblo. Se solicita en esa marcha:
hacer un juicio político contra el gobernador.
La campaña mediática contra los maestros sigue: “Maestro al salón/No al Plantón”.Y al
mismo tiempo una radio del magisterio que nació en 2005 y que se llama precisamente Radio
Plantón empieza a convertirse en una voz importante del Movimiento, un espacio público
mediático alternativo, aunque de poco alcance. La radio acompaña al Movimiento, en los
campamentos se le sintoniza permanentemente, sobre todo en la noche. Forma parte del
ambiente del plantón del zócalo. Ahí los líderes del sindicato hablan, los maestros se
expresan y, conforme pasan los días: la población en general. Ahí, en esa radio que de
repente abandonó su programación y ofreció su oído amplificador, su teléfono abierto, tiene
lugar la denuncia y la invitación a la movilización más allá del plantón. Ahí, se da a conocer
una nota de La Jornada del 3 de junio sobre la posible irrupción de la PFP en Oaxaca para
desalojar al plantón. El relato de Fernando Lobo es elocuente:
“El teléfono de la emisora se volvió loco. La gente (el público) quería saber si
aquello era cierto, pero también querían expresar su indignación, quejarse, hacer
denuncia ciudadana, pues (…) La miseria, el abuso, el autoritarismo, la represión, la
corrupción, el abandono, la rabia. Y llamados a la resistencia. A la lucha. Todo por
teléfono, en vivo, sin cortes. Fue una megaproducción del descontento social. Y la
figura más golpeada, por mucho, la del señor gobernador” 12 .

7
Se produce un primer juicio político a nivel radial al sistema político y al Gobernador. La
radio Plantón que nació con el espíritu de una radio comunitaria, según sus creadores
magisteriales, pone en duda -en ese contexto- más claramente el esquema vertical de los
medios de comunicación tradicionales: rompe la noción de un receptor pasivo. Se trastoca el
modelo adquiriendo una modalidad más horizontal. Se empieza a construir un nuevo
“nosotros” pocas veces escuchado, un ser político oaxaqueño nuevo, insurgente. La mega-
denuncia y el llamado a la organización, la resistencia, la lucha, siguiendo los términos de
Lobo. Según Osorno, líderes del sindicato festejaban el rating de la radio en el mes de mayo,
-un año después de nacer la radio-, pero temían al mismo tiempo un atentado en contra de
ésta 13 .
El 7 de junio se celebra una megamarcha muy grande en donde participan 120 mil
personas 14 , o sea equivale a un 10% de la población de la ciudad de Oaxaca; equivale en
cantidad a una marcha como la que se celebró en la ciudad de México contra el desafuero de
López Obrador de 1 millón de habitantes. Las consignas contra el Gobernador son feroces. El
Movimiento se expande y empieza a cambiar su ruta: no se trata más de reivindicaciones
económicas y de corte solamente magisterial. Se quiere quitar al Gobernador. La marcha
concluye en un mitin y un juicio popular al Gobernador. Se le desconoce ahí como
interlocutor posible, con la idea de buscar otra instancia de interlocución a nivel federal: la
Secretaría de Gobernación, -sin embargo, dicha instancia no reacciona hasta después del 14
de junio-. Al juicio asisten diversas organizaciones sociales, de barrio, sindicatos y
comunidades indígenas que habían sufrido la represión por parte del gobierno. Se hace sentir
el repudio generalizado de la población con un gobernante que representa el ala más
autoritaria, corrupta y represora del PRI. Emergen múltiples reclamos a la figura de Ulises
Ruiz y no sólo por su papel represor, sino también por haber llegado al poder después de un
fraude, por desconocer totalmente sus necesidades sociales sentidas, despreciar los lugares
emblemáticos y sedes de los poderes estatales (al ubicar sus oficinas en las afueras de la
entidad); por menospreciar los símbolos de identidad y de patrimonio cultural de la ciudad de
Oaxaca. Todos los entrevistados señalan que esto se habría mostrado en muchas de las obras
onerosas realizadas en la ciudad que beneficiarían sobre todo a la administración
gubernamental y a los empresarios ligados con el turismo local, más no a los sectores más
necesitados. Una idea ronda en el sentir de los manifestantes: la idea de que todas esas obras
podrían ser producto de la corrupción y servir de simulación para respaldar financieramente
al candidato del PRI (a Madrazo) en las elecciones a presidente. Todo ello, sabiendo que el

8
gobernador había abandonado en muchos momentos Oaxaca para acompañar a dicho
candidato en su campaña, a quien le habría prometido gran cantidad de votos en su entidad.
El 14 de junio no se olvida. La represión tan anunciada llega, pero el pánico no cunde. Ese
día en la madrugada entra la policía estatal e intenta desalojar a los maestros con violencia
física directa y a través de bombardeos de granadas de gases lacrimógenos lanzadas desde
helicópteros e inmuebles cercanos a los plantones durante varias horas que afectan no sólo a
los maestros congregados, sino a la población en general (vecinos, comerciantes, gente que
no estaba de acuerdo con el plantón, algunos de los cuáles terminan apoyándolo). La
represión deja alrededor de 92 heridos, detenidos, secuestrados, pero el desalojo no se lleva a
cabo, ya que no llegan los refuerzos de la policía federal, esperada por el gobernador. ¿Por
qué? Estamos en una fase preelectoral. El PAN no quiere caer en mayor descrédito, ni quiere
mancharse con más sangre después de la represión brutal a la población en Atenco, ni
tampoco quiere ayudar a un gobernador priista y todavía menos a Madrazo (el candidato
presidencial del PRI). No se logra el desalojo. Los policías retienen a profesores y éstos
llegan a retener a policías que después serán devueltos. A las pocas horas el movimiento
magisterial con el apoyo de las organizaciones sociales que la respaldaban desde antes y
población que se solidariza, se vuelve a asentar en los mismos sitios. Sin embargo, las fuerzas
policiales logran acallar la voz del magisterio, Radio Plantón. Esa fue uno de las tareas más
importantes en el operativo del desalojo: silenciar la radio del magisterio. Casi
inmediatamente estudiantes deciden ocupar Radio Universidad, de la Universidad Autónoma
Benito Juárez de Oaxaca y con la solidaridad de su sindicato de empleados la ponen en
funcionamiento, dando a conocer inmediatamente lo que estaba sucediendo “en vivo”:
testimonios orales de la represión y múltiples opiniones en contra el desalojo –hasta críticas
contra la lucha de los maestros-. Mientras la gran mayoría de medios comerciales en la
entidad continuaban con su programación como si no pasara nada, Radio Universidad tomada
por los estudiantes emergía como noticia ella misma, como parte del acontecimiento del 14
de junio y como la voz de un Movimiento que claramente ya no era sólo magisterial.
Esta acción tan rápida muestra no sólo la existencia de una conciencia de que era
fundamental tener una voz, hacerse audibles, tener un medio de comunicación -en el sentido
pleno de la palabra “comunicación”- un medio que les permitiera construir un sentido de
comunidad diferente, sino muestra también que los estudiantes se sentían parte de esa nueva
comunidad emergente.
Al mismo tiempo cámaras de maestros, estudiantes y de aficionados al video captaban
imágenes de todo el desalojo, de la represión y la retirada de la policía. Todas esas tomas

9
empezaron a circular vía Internet. Más tarde formarían parte de los videos que se vendían por
unos cuantos pesos en el zócalo del plantón 15 .
Quedó registrado un momento histórico de la lucha que se convierte en un episodio mítico
y fundador del Movimiento Popular Oaxaqueño del 2006. “El 14 de junio no se olvida”,
repetirán hasta el cansancio en consignas, pintas, graffiti, canciones. Intento de desalojo, de
erradicación, intento de desenraizar un conflicto, intento que termina logrando lo contrario,
un mejor enraizamiento del Movimiento: una sensación de humillación y de agravio impera
en la población al lado de un sentimiento de victoria contra las fuerzas policíacas. Por ello,
“14 de junio no se olvida”.

Nacimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca


Desalojo frustrado: los maestros reocupan el espacio público, se vuelven a plantar en el
zócalo y replantean sus objetivos. En el reocupar el espacio se crea otro escenario, otro
movimiento. Surge un ser con mayor poder que no existía antes.
El 17 de junio se constituye la APPO, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca,
cuyo principal y único objetivo es obtener la destitución del gobernador Ulises Ruiz 16 . La
sección 22 de maestros pasa a ser una organización más entre las 350 organizaciones
sociales que reúnen a la APPO, aunque la más importante -la que en muchos momentos lo
vertebra y en otros parece diluirse-. Las reivindicaciones socio-económicas pasan a segundo
lugar.
El nombre es significativo: Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. El término de
asamblea remite a la horizontalidad en la toma de las decisiones, al asambleísmo. En la
página oficial de Internet de la APPO se subraya una consigna: “Este movimiento no es de
líderes. Es de bases”, lo cual repiten permanentemente los integrantes del Movimiento
entrevistados. Los Miembros de la Coordinadora Provisional, no se constituyen en líderes
permanentes. Esto explica la gran cantidad de estrategias de lucha que surgen de forma
espontánea en el calor de la lucha en Oaxaca. Sergio Beltrán señala :
“Se escoge esta figura de la Asamblea inspirado y claramente influenciado por las
tradiciones de gobierno de los pueblos indígenas de Oaxaca que son muy visibles.
Normalmente las decisiones importantes se toman a través del consenso. Hay
comunidades donde la asamblea puede durar días porque lo importante ahí es que la
decisión que se tome sea consensada para que represente a todos los involucrados” 17 .

Hernández Navarro afirma:

“Las asambleas populares son el espacio donde tradicionalmente deliberan y toman


acuerdos las comunidades oaxaqueñas. En muchos municipios son la institución donde se

10
nombran las autoridades locales. En gran cantidad de organizaciones sociales son el lugar
desde el cual se decide el rumbo de la lucha y se escoge a los dirigentes” 18 .

El término de “popular” apela a la idea de que el Movimiento reúne a los sectores menos
favorecidos de la sociedad oaxaqueña. Apela en muchos momentos de la lucha a su
extracción social, y, en esos casos, remite a una confrontación social, a un conflicto de clases.
Algunas de las organizaciones que la configuran tienen una inspiración claramente marxista,
marxista-leninista o marxista-leninista-stalinista (como el Frente Popular Revolucionario) y
algunas maoístas. No faltan las corrientes anarquistas y las ligadas claramente a nuevas
tendencias a favor de la lucha zapatista y en contra el neoliberalismo. La denominación de
“Pueblos de Oaxaca” en plural reenvía muy claramente a la diversidad de culturas indígenas
y culturas regionales de esta entidad, a la pluralidad de etnias y lenguas y a los movimientos
sociales que las defienden y han defendido. Subyace la idea de que esa diversidad no es
tomada en cuenta, no tiene cabida en el gobierno actual, el tipo de sociedad actual. Cuando la
APPO surge al principio como una fuerza de apoyo del magisterio ésta no llevaba el nombre
de “pueblos” en plural. Se llamaba simplemente “del Pueblo de Oaxaca”. Según Gustavo
Esteva, conforme la APPO trasciende ese origen vinculado a la lucha del movimiento
magisterial, se transforma también su nombre en una asamblea popular “de los pueblos”. De
esa manera “se convirtió en un proceso para encauzar los múltiples movimientos oaxaqueños.
Se hizo movimiento de movimientos” 19 . Denominar la APPO como un proceso me parece
sumamente sugerente al subrayar la dinámica transformadora que define a un movimiento
social que trasciende las reivindicaciones socioeconómicas.
Martínez Vásquez analiza el conjunto de organizaciones que se fueron incorporando en la
APPO y que abarcan múltiples sectores: las organizaciones agraviadas por el gobierno de
Ulises Ruiz, las dedicadas a la defensa de los derechos humanos, el sector sindicalista muy
estructurado y con experiencia de lucha 20 , el sector indígena que comulga con la idea de un
poder autónomo local, el sector muy amplio de organizaciones sociales que están a favor de
la participación de la llamada sociedad civil, el relacionado con los asuntos urbanos (grupos
de colonos, de vecinos y los que están en defensa del patrimonio urbano en Oaxaca), el
sector de la “izquierda parlamentaria” ligada a los partidos de izquierda y otro ligado a una
“izquierda revolucionaria” que pone en duda dichos partidos, el sector que lucha por la
“equidad de género” (sector del cual surge en el proceso de la lucha la importante
organización COMO -Coordinadora de Mujeres Oaxaqueñas-, que trataremos más adelante),
el sector religioso (los católicos, los cristianos y otros grupos religiosos), el sector juvenil tan
importante (que incluye tanto grupos estudiantiles, universitarios, normalistas, punks,

11
anarcos, cholos y “niños de la calle”), así como grupos de “marginados urbanos”. En ese
sentido, la APPO brindaría “un sentimiento de pertenencia y visibilidad social y política” 21 .
Este autor retoma una excelente cita de Luis Hernández Navarro:
“La APPO sintetiza la cultura política local nacida de las asambleas populares, el
sindicalismo magisterial, el comunalismo indígena, el municipalismo, el
extensionismo religioso, la izquierda radical, el regionalismo y la diversidad étnica de
la entidad. Expresa, además, las nuevas formas asociativas que se crearon en Oaxaca a
raíz del levantamiento popular pacífico: las organizaciones de los barrios pobres de la
ciudad de Oaxaca y su zona conurbada, las redes juveniles libertarias y las
barricadas” 22 .

La APPO no se constituye en una suma de organizaciones, ni en una suma de los


programas y agendas de cada una de las organizaciones que reúne. El Movimiento introduce
una fuerza, una dinámica que lleva a que dichas agendas se diluyan en mayor o menor
medida en diferentes etapas de la lucha a partir del momento en que convergen en una única
demanda: lograr la destitución del Gobernador. En ese sentido, todas las organizaciones se
convierten en algo diferente y forman un nuevo Movimiento. Sin embargo, las agendas de
cada organización no se borran del todo y amenazan no pocas veces la integridad del
Movimiento provocando ciertas fracturas. Esto es muy claro en relación con el Movimiento
magisterial y las diferentes corrientes que lo alimentan. Se establece por lo tanto una tensión
entre ese Movimiento de Movimientos y las agendas de cada Movimiento en las diferentes
etapas de lucha política de la APPO.
Asimismo es necesario añadir que más allá del conjunto de organizaciones que logra
aglutinar la APPO, este Movimiento queda formado también por una multiplicidad de
personas que no pertenecía a ninguna organización: padres de familia, amas de casa,
pequeños comerciantes, taxistas, vendedores ambulantes, la gente menuda. Una multiplicidad
desarticulada al principio y que normalmente no es visible, emerge participando de formas
más o menos espontáneas u organizadas al lado, en apoyo, bajo el nombre de la APPO. Una
subjetividad colectiva no existente y que atraviesa tanto a las organizaciones previas como a
una multiplicidad no organizada de población oaxaqueña surge en nombre de la APPO.

Comunidad en litigio y dividida


Este nuevo ser se hace patente y se moviliza de forma creciente en varias megamarchas
que conmocionan la ciudad de Oaxaca. El 16 de junio se organiza la tercera megamarcha (a
la que se estima que acuden 160 000 según La Jornada y 300 000 según El Universal del 17

12
de junio) y en la cuarta megamarcha aumenta la concurrencia (500 000 personas, según
Osorno 23 ).
En el horizonte muy cercano delimitando la identidad de este ser colectivo se encuentra la
figura de Ulises Ruiz y el sector económico que lo apoya, el cual también se hace presente.
El 15 de junio un periódico fiel al gobernador “El Imparcial” dedica más de un 30% de su
contenido a los desplegados de apoyo para el Gobernador:
“Nos congratula que el Gobernador, con valentía y estricto apego a la ley, haya
decidido aplicar el Estado de Derecho y ejecutar los mandamientos de aprehensión
contra los delincuentes magisteriales”. “A nuestra fuerzas policiales las felicitamos y
les pedimos que mantengan esa actitud seria y responsable que mostraron” (…) »Los
desplegados de las fuerzas vivas del gobernador, un frente de batalla… 24 .

El 22 de junio este mismo sector convoca a la “Marcha de la Paz”, a la cual acude un


sector de la población más reducido que a las marchas de los maestros y en donde sobresale
la presencia de los dirigentes del empresariado oaxaqueño. Las pintas de las camisetas de los
manifestantes retoman las consignas de este grupo: "Ulises, te apoyamos" y "Ulises,
sí";"¡Maestro al salón, no al plantón!";"¡Sí a la educación, no al plantón!" 25 .
En ese marco de polarización, aparece claramente delineada una comunidad dividida:
nosotros versus ellos. Unos apelan a “la paz”, al “orden”, a “la legalidad” y por lo tanto a la
ilegalidad de las acciones de los maestros. La APPO apela a la ilegalidad de las acciones del
gobernador y a un litigio fundamental: a la creación de un nuevo orden social.
Ese nuevo ser llamado la APPO toma la palabra y constituye un escenario distinto con
nuevas reglas de interlocución en relación con: su contenido, los participantes del diálogo y
los términos de la interlocución. Se pone en duda quién habla, con quién, sobre qué, en
dónde, cuándo. Ese es el punto más importante del debate que está en la discusión, en la toma
de palabra. No se trata más de una disputa contractual entre el magisterio y el gobernador,
entre un yo y un tú, en el terreno de la justicia judicial, sino un conflicto en la manera de
gobernar en el terreno de la justicia política. La disputa monetaria pasa a segundo término.
Ahora tiene un contenido diferente: la destitución de un gobernador, la manera de gobernar,
se trata de la política, de un litigio fundamental, del bien comunitario de la sociedad
oaxaqueña y de un desacuerdo que atañe a toda la sociedad mexicana, como se verá adelante.
No se trata de una denuncia solamente. Se asume el juicio popular hecho a Ulises Ruiz en
días antes del desalojo y se le declara como un interlocutor no válido. Por lo tanto se rechaza
todo contacto con el gobernador y se busca a la Secretaría de Gobernación a nivel federal
como instancia de negociación. A partir del 15 de junio dicha secretaría instala una mesa de
diálogo con el Movimiento. Pero en esa mesa se intenta establecer un diálogo entre el

13
magisterio y el Gobernador. Mientras que el líder sindical del magisterio y la APPO no
aceptan dialogar directamente con el Gobernador, las instancias de Gobernación insistirán en
dicho diálogo. Mientras que el Movimiento de la APPO insiste en la destitución del
Gobernador, Gobernación señalará que dicho tema no está en debate. Por lo tanto, la mesa de
diálogo no funciona. El 24 de junio, se crea también a nivel local una Comisión de
Intermediación integrada por tres personalidades muy reconocidas y respetadas en Oaxaca (el
pintor Francisco Toledo, el Obispo Arturo Lona Reyes, y el padre Wilfrido Mayrén Peláez)
con el fin de invitar al diálogo a la dirigencia de la APPO junto con Ulises Ruiz, pero dicha
comisión no logra lo cometido, ya que el gobernador se resiste a dejar su puesto y la APPO la
pone como condición para cualquier acuerdo posterior. El 26 de junio la APPO solicita un
juicio político contra el gobernador Ulises Ruiz ante el Senado de la República, sede de la
Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la cual “estaba apoyada por el priísmo que
apoyaba a Ulises Ruiz” 26 . Esto no ayudó sin duda a la solicitud.
Ante la negativa de la APPO de entablar cualquier diálogo con el Gobernador, éste realiza
varios cambios el 11 de julio en su gobierno (nuevo secretario general y secretario de
Protección Ciudadana). El 19 de julio da respuestas asimismo a 16 de los 17 puntos del
pliego petitorio del Magisterio, sin embargo, éste no se sienta a dialogar 27 .
La consigna más gritada en las manifestaciones y más pintada en las paredes se asume.
“Ya cayó”, no es posible hablar más con él. Se actúa, entonces, como si ya no existiera. Se
asume la palabra como manifestación de un litigio fundamental y no sólo se ponen en duda
los acuerdos actuales de la convivencia de la comunidad oaxaqueña, sino se introducen
nuevos acuerdos para la convivencia en una comunidad, -aunque no sean respetados por el
gobierno-. Se pide la restitución del tejido social antes de poder hablar, antes de poder
negociar la rezonificación o lo que sea.

Nuevo escenario público de visibilidad territorial, mediática y virtual


Las estrategias de lucha de la APPO van construyendo un territorio de visibilidad físico,
mediático y también virtual. Ese primer escenario del plantón que cubría más de 50 cuadras
del centro de la Ciudad de Oaxaca se ve reforzado y ampliado después del 14 de junio. Se
construyen barricadas en el centro de la ciudad para reforzar los plantones e impedir un
posible desalojo y represión más fuerte. Al reocupar el zócalo se instalan un mayor número
de maestros y otras organizaciones (sindicatos, grupos estudiantiles, religiosos e indígenas)
que se plantan en el mismo espacio.

14
Visibilidad territorial. Desde el centro de la ciudad la APPO se expande a otras zonas de
Oaxaca. Toma las oficinas gubernamentales más representativas de ejercicio del poder
ejecutivo, legislativo y judicial con la idea de que el senado de la República declare la
ingobernabilidad del estado, así como la desaparición de poderes debido a la incapacidad
política de regir de su gobernador, lo cual llevaría a destituirlo. Por otra parte, autoridades
gubernamentales reacondicionan oficinas en casas, hoteles y otros lugares que reciben el
calificativo por la población de “oficinas clandestinas”. El Movimiento impide casi cualquier
tipo de presentación en público del gobernador en el estado. No se permite la presencia del
cuerpo policíaco en gran parte de la ciudad. La APPO instaura un poder judicial popular
conformado por el “Honorable Cuerpo de Topiles” (HCT) de la APPO y la “Policía
Magisterial de Oaxaca” (POMO) 28 . Las personas consideradas delincuentes son sometidas a
un proceso de enjuiciamiento en plena asamblea en la plaza central de la ciudad
frecuentemente. Se forman múltiples comités de vecinos “en contra de la delincuencia”. La
delincuencia parece reducirse 29 . Este proceso de creciente cuestionamiento de las autoridades
estatales impacta no sólo la ciudad. Las autoridades de 24 municipios de todo el estado de
Oaxaca se ven puestas en duda y sus gobernantes son reemplazados por otras figuras de
reconocimiento popular. Esteva brinda una anécdota ilustradora de la situación que reinaba
en esos momentos:
“Hace unos días, en la Colonia Alemán de Oaxaca surgió una riña descomunal en
una fiesta particular. En medio de la batahola salió a la calle una pareja medio
borracha. “Tendríamos que llamar a la policía”, dijo él. “Estás pendejo”, dijo ella; “No
hay policía”. “Es cierto”, dijo él rascándose la cabeza; “Llamemos a la APPO” 30 .

La lógica de la movilización no deja inerme a ningún habitante de la ciudad de Oaxaca.


“Ulises, decía, ni marchas ni plantones, aquí le demostramos que somos más cabrones!” Las
marchas permanentes que sacuden a la ciudad van construyendo un tejido, una retícula de
afuera hacia adentro, de la periferia hacia el centro y hacia todos lados: “¡De norte a sur! ¡De
este a oeste! ¡Ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste!”. Las pintas sobre las paredes de
los inmuebles de todo tipo (casa, edificios, monumentos históricos) dejan una huella del paso
de las multitudes de la APPO; se van sembrando las leyendas y consignas de siempre y las
que reflejan el sentir de los eventos del momento, consignas que son borradas al poco tiempo
por el Gobierno, sus defensores o las personas afectadas en sus inmuebles, pero al poco
tiempo son repintadas por otras multitudes. Las leyendas asumen en ciertos momentos un
diálogo con otros sectores que podrían no comulgar con el Movimiento o no comprenderlo,
al saber los trastornos que ocasionan al conductor, al peatón y hasta al turista: "Señor turista,

15
disculpe las molestias que este movimiento le ocasiona. Los oaxaqueños estamos escribiendo
nuestra historia". Hasta los cerros cercanos a la ciudad se visten con consignas: “Fuera Ulises
de Oaxaca.” Los graffiti a favor del Movimiento adquieren formas artísticas inéditas que
también toman la ciudad y se convierten no pocas veces en un arte de resistencia visual en la
ciudad Oaxaqueña.
Visibilidad mediática y virtual: Cuando los estudiantes simpatizantes de la APPO toman
Radio Universidad construyen un nuevo territorio de audibilidad en el que se comunican los
que nunca habían penetrado las cabinas de una estación de radio. “El fenómeno de Radio
Universidad lo dice todo. Ocupada por estudiantes y organizaciones sociales el 14 de junio,
se ha vuelto referente continuo para la población (…) Por sus estudios desfilan desde
entonces indígenas y trabajadores de todo Oaxaca con testimonios, protestas y denuncias” 31 .
Esa voz colectiva radial se entremezcla con los llamados urgentes de otros medios de
comunicación tradicionales como las campanas, los cohetones y así se amplía su difusión a
través de los llamados o mensajes de la telefonía celular, un medio no sólo de comunicación
interpersonal, sino de movilización instantánea entre los miembros de la APPO en el calor de
los acontecimientos de la lucha popular. La movilización y la invitación a la permanente
llamada a la acción no surge solamente de los conductores de la radio, sino de la población:
Una señora llama a la radio: “No sé si hasta dónde sería posible reforzar el bloqueo de la
Cámara de Diputados y de la Procuraduría que es muy importante”. Otra señora sugiere: “Mi
idea sería que tomaran TV Azteca” 32 .
El periódico Noticias de Oaxaca se convirtió también en un medio comunicativo –el
único- que difundió en el territorio de ese estado la visión del Movimiento de la APPO. Este
diario había recibido el apoyo del gobierno anterior de Diódoro Carrasco y brindó apoyo a su
vez a Gabino Cué cuando fue candidato opositor al gobernador Ulises Ruiz. Debido a las
críticas de este periódico hacia la forma de gobernar del gobernador, fue puesto en jaque por
Ulises Ruiz de múltiples maneras gangsteriles. Una consigna que se oía de repente en las
marchas muestra el sentir de miembros de la APPO: "El diario Noticias, también sufre
injusticias" 33 .
Algunas radios comunitarias y regionales se adhieren también al Movimiento permitiendo
que la comunicación se extienda por el territorio oaxaqueño. Radio Plantón resurge en julio, -
aunque con menos potencia- y es retransmitida por radio Universidad y vía Internet. De esa
manera el territorio radial de la APPO se amplía a otros estados y otros países que envían
permanentemente sus mensajes de apoyo al Movimiento.

16
De la resistencia a la otra comunidad
Todo esto sucede en el período electoral de finales de junio y en julio. En ese contexto la
APPO lanza su amenaza de boicotear las elecciones si no es destituido Ulises Ruiz. Pero
dicha amenaza no se lleva a cabo, a pesar que el gobernador no es destituido de su puesto. La
APPO apoya la celebración de las elecciones, pero promueve el voto de castigo para el PRI.
El candidato de este partido y el del PAN pierden rotundamente. López Obrador, el candidato
del PRD, del partido de centro izquierda gana con grandes ventajas a los otros dos
contrincantes en esa entidad. Los resultados son vividos en Oaxaca como un referéndum
contra el gobernador y como una medida del gran poder de la APPO de influir en un proceso
electoral.
En estas medidas de resistencia del Movimiento se va más allá de la creación de un
contrapoder al gobierno estatal y se actúa como si ya no existiera Ulises, como si no hubiera
autoridades, ni leyes, y desde ahí se establece un demos, un poder anárquico, ya que toda
política, en el sentido de Rancière, no tiene arkhé, es anárquica y cuestiona profundamente el
orden vigente. En ese sentido es radical. Sin embargo, al estar luchando contra un poder
estatal o gubernamental se va generando algo nuevo, una noción, aunque vaga, de una
capacidad organizativa de ellos mismos inédita, de un poder alternativo, de un autogobierno
que va más allá de la noción de tomar el poder gubernamental de parte de un grupo que no lo
tenía, sino de construir un gobierno otro. Esto queda también claro cuando se produce la
fiesta de la Guelaguetza alterna y popular, un momento muy importante del Movimiento.
Al principio la APPO sólo amenaza con boicotear la fiesta de la Guelaguetza oficial si no
se va el Gobernador. Al ver que éste no se va, el Movimiento impide su realización y
entonces se apropia de la fiesta oficial que estaba orientada al negocio, al espectáculo, al
turismo y a la pasarela política del Gobernador y sus allegados. El magisterio asume su
organización y la convierte en una verbena popular planteando una Guelaguetza alterna que
retome la cosmovisión tradicional e indígena en el sentido de un evento participativo gratuito,
de intercambio y convivencia de todas las culturas oaxaqueñas y de todos los grupos sociales,
un evento al que cualquier ciudadano pudiera tener acceso y al cual logran asistir 20 000
personas aproximadamente. La fiesta se transforma también en una protesta masiva, en donde
los sones y los jarabes conviven con los reclamos de destitución del Gobernador en todas sus
variantes. Sin embargo, lo que impacta es que va más allá de eso. La fiesta se convierte no
sólo en una demostración de contrapoder, sino en una creación de algo nuevo al demostrar ir
más allá de la lógica comercial, mercadotécnica y turística. Dicho evento quedó en la
memoria de los miembros del movimiento y de la población que participó como un signo de

17
un espíritu diferente de organización, participación y sobre todo de convivencia social en las
calles y espacios tomados por la APPO. La Guelaguetza alterna y popular introduce la
política en tanto ejercicio de la lógica de igualdad en un punto de un agravio que sufre una
parte mayoritaria de la sociedad oaxaqueña: el agravio debido a la exclusión de una de sus
fiestas principales, signo de otras exclusiones sociales. Ante ese daño se manifiesta un
desacuerdo y se va más allá, se ejercita una forma de inclusión.
Todos estos actos de resistencia y actos de manifestación de un desacuerdo fundamental
social se convierten en actos de ejercicio de otra convivencia social. A partir del 14 de junio
las expresiones de apoyo y solidaridad de la población hacia los maestros y otros miembros
de organizaciones que se plantan en el zócalo se acrecientan y son un signo de un espíritu
diferente de comunidad. Muestran el rompimiento de ciertas barreras a veces infranqueables
entre los grupos sociales establecidos. Todos los miembros del Movimiento entrevistados
hablan de una forma de convivencia que surge en los plantones, en las barricadas, en las
marchas, en las asambleas entre grupos antes divididos por las clasificaciones sociales y la
sensación de que se está construyendo algo que va más allá de los intereses personales de
cada uno: de un bien colectivo. Desde los primeros días después del desalojo monjas,
sacerdotes e integrantes de diferentes parroquias acuden a dar asistencia médica y sobre todo
a apoyar a los maestros con víveres que ellos recolectaban en sus iglesias. Comunidades
Eclesiales de Base, con una filosofía cercana a la Teología de la Liberación se instalan
también en el plantón en el zócalo y otros pastores de otras iglesias brindan asistencia y
apoyo. Todos cuentan cómo algunas personas que nunca antes se habían acercado a los
plantones del magisterio y que se molestaban de ver montado su plantón cada año, se
encuentran ahora ahí desayunando, conviviendo con los maestros: trabajadores, empleados,
indígenas, estudiantes, comerciantes y turistas; la ama de casa llevando a los “chavos banda”
y “niños de la calle” comida como muestra de su reconocimiento por su labor en la lucha. No
faltan los oaxaqueños que parecen pertenecer a grupos más privilegiados y que apoyan
también al Movimiento. Surge un ser-juntos, un ser colectivo inédito formado de seres
olvidados, invisibles y de otros seres y visibles que se asumen en otro lugar social, se
descolocan de su lugar social y se colocan en un nuevo lugar, en el lugar de un agravio
fundamental social que reclama su sanación, la justicia social. Surge un sentido de
colectividad y de comunidad que perjudica sin duda a la sociedad establecida y jerárquica.
Divide la comunidad de lo justo y lo injusto.

Guerra mediática y guerra sucia

18
Todo ello convulsiona a las clases acomodadas, a los sectores económicos beneficiados
por el régimen de Ulises Ruiz, los representantes partidarios del PRI y sus aliados del PAN.
Los empresarios locales que están perjudicados por la pérdida de dinero ante el boicot a la
Guelaguetza oficial, así como la asociación de padres de familia manifiestan su respaldo al
gobierno y su reprobación por las estrategias tomadas por la APPO. Se desata una campaña
de mayor alcance en los medios de comunicación a nivel estatal y nacional, en donde los
maestros quedan dibujados como maestros irresponsables y los miembros de la APPO como
delincuentes, maleantes, revoltosos, violentos.
Los actos de protesta contra los medios de comunicación por el tipo de cobertura que da
del Movimiento Magisterial empiezan desde mayo de 2006. La gente que apoya la APPO
solicita, demanda, exige a los periodistas que digan la verdad en todo tipo de marcha y acto
de movilización. Los locutores de la Radio Universidad, la estación tomada por la APPO
ejercen permanentemente crítica a la televisión y radio comerciales. “Si estudiaron Ciencias
de la Comunicación tienen la verdad dentro de ustedes, aprendan a decirla, no sean como
Televisa y TV Azteca, que siempre han estado al servicio de los ricos” 34 y los radioescuchas
que apoyan a la APPO no se quedan callados tampoco al respecto: “Yo sólo quiero decirle a
los reporteros que no vendan su conciencia, que no vendan su verdad. Los invito a que tengan
dignidad, que no vayan a cobrar su dinerito con el gobierno” 35 . Conforme la campaña
mediática contra el Movimiento crece, surgen también las agresiones contra algunos
periodistas al estar cubriendo la información en el calor de los acontecimientos callejeros. En
ese sentido, las consignas en las marchas que interpelaban a los periodistas y medios son muy
elocuentes del clima que reinaba: “Prensa, prensa, si tienes dignidad; nosotros te pedimos que
digas la verdad” 36 . “Nos mean... y la prensa dice que nos llueve". "Televisa y TV-azteca, la
misma chingadera" 37 .
En ese contexto de finales de julio y principios de agosto, cuando el Gobierno no ve la
posibilidad de establecer ningún diálogo posible con el Magisterio y lanza la campaña
mediática más fuerte, se instrumenta al mismo tiempo la política represiva pero debajo del
agua, una guerra sucia de mayor alcance: atentados con bombas molotov a las casas de
miembros destacados del Movimiento, detenidos sin órdenes de aprehensión, así como
asesinatos (3 miembros de la del MULTI, Movimiento de Unificación y Lucha Trique
Independiente y el Profesor Colmenares en plena manifestación el 10 de agosto). Una de esas
acciones intentaba acallar las voces del Movimiento y fue dirigida contra la radio
Universidad el 22 de julio. Hubo disparos contra la radiodifusora. No se logra silenciar ese

19
día la estación de la APPO, pero dos semanas después, el 8 de agosto, infiltrados logran echar
ácido a los equipos y esta vez sí deja de funcionar hasta octubre del mismo año.

El Movimiento de Mujeres dentro de la APPO: “Coordinadora de Mujeres Oaxaqueña


- Primero de Agosto”
El primero de agosto las mujeres que participaban en la APPO realizan un “cacerolazo” o
marcha al estilo de las formas de protesta social de otras mujeres mexicanas y
latinoamericanas (como un medio para denunciar una situación social alarmante). Dicha
marcha reúne a un gran contingente para pedir la renuncia de Ulises Ruiz. Todas ellas llegan
con cacerolas, sartenes, ollas, cazos, cucharas, tapas y palos para producir gran alboroto;
surgen sonidos y ritmos al ir gritando sus consignas e ir “transformando así sus utensilios de
cocina en símbolos de empoderamiento político” 38 . La marcha llega hasta el zócalo y de ahí
un grupo grande de mujeres se lanza a las oficinas de la televisión y radio estatal para
difundir un mensaje sobre su visión del conflicto oaxaqueño y romper el cerco informativo.
Estando ahí, solicitan un tiempo acotado, una hora, y si no se puede, pues media hora, pero la
petición es rechazada. Los responsables de la organización interrumpen las transmisiones y
fue en ese momento que las mujeres deciden tomar el canal, retienen por un corto tiempo a
algunos empleados con el fin de que les expliquen cómo poner a funcionar las instalaciones y
lanzan pocas horas después el primer mensaje televisivo: Ahí tiene lugar el primer mitin del
Movimiento mujeril de la APPO, que después se convierte en la COMO (Coordinadora de
Mujeres Oaxaqueña – Primero de Agosto). El estudio del canal se convierte en otra plaza
pública tomada. Imágenes nunca vistas en la televisión oaxaqueña o nacional atravesaron las
cámaras. Mujeres con sartenes y cacerolas, mujeres con el puño en alto aparecieron en las
pantallas televisivas oaxaqueñas cantando el himno de lucha: Venceremos. Una manta que
llevaban en la manifestación formaba parte de la escenografía, la cual rezaba: “Cuando una
mujer avanza, no hay hombre que se detenga”. A su lado otra manta decía: “Fuera Ulises”.
Rostros nunca vistos sin ningún maquillaje, sin peinados especiales para la gran ocasión,
cuerpos nunca exhibidos sin ningún aliño, ni pretensión de seducir al espectador o vender
alguna mercancía, son captados por las cámaras de ese centro de comunicación: cuerpos y
rostros de amas de casa, trabajadoras, empleadas, maestras, indígenas, estudiantes, señoras de
las colonias, defensoras de los derechos humanos, mujeres de todas las edades, niñas,
jóvenes, mujeres adultas y viejas: “La parte femenina de "la gente", las señoras. No ricas, ni
arregladas, ni con secuelas de maniquiur. Las que trabajan. Y que hoy salieron por televisión.
En vivo, literalmente” –escribe Bellinghausen- 39 .

20
En la radio estatal que después tomaría el nombre de Radio Cacerola se escuchaba:
“Estamos transmitiendo por primera vez en la historia de Oaxaca las mujeres
oaxaqueñas, estamos demostrando hoy primero de agosto de 2006 que somos capaces
de tomar decisiones y finalmente poder llegar a todas, a todos los hogares de esta
ciudad de Oaxaca y de todas las regiones que nos puedan escuchar. Estamos aquí
como lo dice nuestra compañera: amas de casa, trabajadoras, mujeres de todas las
edades: niñas, señoritas universitarias, finalmente todas con un objetivo en común, lo
único que pedimos y exigimos a través de este medio es el reconocimiento de nuestros
derechos que tenemos como sociedad civil” (ver video de: Morena).

Poco después comienzan las denuncias, tal como Radio Plantón y Radio Universidad lo
realizaron. Una mujer invitó a llamar al canal y a la radio: “Llámenos por favor al número
telefónico 5016240 para que nos diga sus comentarios contra el tirano éste de Ulises Ruiz, el
ex gobernador de Oaxaca” 40 . El alud de denuncias invade el espacio televisivo y auditivo.
Una tras otra se suceden: la corrupción, la violencia ejercida contra el pueblo, el uso de armas
de uso exclusivo del Ejército por parte de los “grupos paramilitares” y la denuncia contra el
propio medio al exaltar las acciones del gobernador y tergiversar la información en relación
con el Movimiento social 41 . En ese contexto, las mujeres exigen la libertad de los presos
políticos. Otras invitan a unirse a la lucha social, a abandonar el miedo y el conformismo. Las
consignas de las marchas se repiten ahí en el estudio del canal; la lógica del mitin y la
protesta empiezan a configurar la manera de brindar información en este canal recién tomado.
Algunas frases elocuentes: "El PRI ha caído. Lo avisamos a todo el pueblo de México";
"Será el pueblo de Oaxaca el que decida el rumbo del estado” 42 .
Genaro Altamirano de El Universal escribe: “En la bitácora oficial de la cabina de
transmisión una mano anónima escribió: "15:05 horas. La Asamblea Popular del Pueblo de
Oaxaca toma las instalaciones. ¡Por fin! Ulises ya cayó” 43 .
Después de las denuncias verbales lanzadas por integrantes del Movimiento en el primer
momento siguieron las denuncias audiovisuales. El Canal empezó su nueva programación: en
primer lugar con la transmisión de material de video que contaba lo acontecido el 14 de
junio, el día del desalojo y mostraba la violencia de la policía, los gases, el coraje de la gente
de Oaxaca. Ese material se pasó varias veces, -en una primera ocasión sin sonido, por
problemas técnicos-, pero después con todo y sonido ambiental. Asimismo se transmitió
material sobre la represión desatada contra el Movimiento social de Atenco el 4 de mayo de
2006 y otros documentales sobre otras luchas sociales, -entre ellos- sobre el Movimiento
zapatista en Chiapas y otras represiones en el país.
Logran crear una programación al poco tiempo, así como sus propias cortinillas (mensajes
de entrada y salida de los programas) y un lema para el nuevo canal: “No puedes quedarte

21
con los ojos cerrados”. Patricia Jiménez, una de las que coordinaba la sección televisiva,
enumera el conjunto de los programas: En la mañana documentales; en la tarde “el noticiero
de la APPO”, programas de denuncia de los colonos, “de las mujeres hablando sobre las
necesidades de las colonias”; en la noche un programa “de cultura”, después uno llamado de
“espacio urbano”, en el que llegaban simpatizantes del Movimiento a cantar y a las 9 un
“foro de análisis y discusión política”. Dicha programación se veía alterada por problemas
técnicos, por falta de recursos y experiencia, pero también por los conflictos inminentes que
se iban presentando en la ciudad en Oaxaca, “por el dramatismo del tiempo real” 44 . En esas
ocasiones se interrumpía la programación y en pantalla se veían simpatizantes del
Movimiento denunciando, informando, líderes declarando. En otros casos se veían exhibidos
los “porros”, los sicarios de Ulises Ruiz, testimonios del trabajo sucio que estaría llevando a
cabo el sector que apoyaba a Ulises Ruiz para difamar a la organización. Dentro de estos
ejemplos es memorable el caso del joven Sixto Jiménez Brito quien declara ante las cámaras
de televisión que participó - junto con otros amigos- en el secuestro de 4 camiones, el
incendio de uno, así como en un intento de asalto a una farmacia en nombre de la APPO para
difamarla. El joven, -hijo de maestros involucrados en el mismo Movimiento- señala que les
habían ofrecido dinero por cumplir dicha operación. 45 Según Milenio, éste habría dicho que
“alguien del Pri” les iba a pagar (6 de agosto). Otro ejemplo importante del papel que jugaba
la televisión estatal como tribuna de justicia popular tuvo que ver con el asesinato a balazos
de un integrante de la APPO, el maestro José Pérez Colmenares en plena marcha de la APPO.
Algunos de los involucrados o sospechosos -entre ellos, algunos médicos- fueron retenidos
en las instalaciones de la televisión y radio estatal y llevados a declarar ahí y hasta después
puestos a disposición de la PGR 46 . La APPO consideraba fundamental dar visibilidad a las
acciones de los grupos que apoyaban al gobernador para difamar al Movimiento.
Hubo muchos momentos en donde las interrupciones a la inestable programación se
convirtieron en la lógica de la información del canal; situaciones en las que se repetían
algunos programas muy innovadores (como talk shows políticos de manifestantes) y
momentos en que se dejó de transmitir por falta de material, lo cual generó ciertas críticas
hasta en el propio Movimiento 47 .
Sin embargo, la programación impactó porque estaba protagonizada por “gente del
pueblo”: obreros, indígenas, colonos, amas de casa, pequeños comerciantes, -entre otros-.
Estaba claro que no sólo involucraba a maestros, ni sólo se trataba de una lucha por
reivindicaciones económicas. Las demandas eran políticas (se pedía la salida de Ulises Ruiz,
-entre otras peticiones-) y el Movimiento involucraba a un sector amplísimo de la sociedad, a

22
los grupos invisibles de la sociedad oaxaqueña. Ellos eran personajes y actores principales de
ese drama político que se representaba en las pantallas del canal 9. Además, ellas, las mujeres
-todavía más invisibles dentro de esos grupos- surgían como las conductoras de esos
programas. Estaban tras las cámaras, eran las locutoras. Estaban ocupando un lugar al que
nunca habían accedido. La toma de un canal televisivo en donde se podían ver esos rostros y
escuchar sus demandas le devolvió al Movimiento una imagen de mayor legitimidad en los
sectores populares y el hecho de que las mujeres llevaran las riendas de dicho canal,
transformaba radicalmente su imagen de incapaces para la conducción social.
La reacción de reconocimiento a las mujeres dentro del propio Movimiento fue
instantánea. Los maestros que estaban en asamblea el primero de agosto avalaron la toma de
la estación y al terminar dicha asamblea llevaron una serenata a las mujeres en la estación
televisiva, lo cual es narrado con gran orgullo por Patricia Jiménez, representante importante
de la COMO, (ya que evidencia el reconocimiento y el gesto amoroso de parte de ellos).
Maestros y otros integrantes de la APPO apoyaron entonces con el resguardo del edificio, así
como de las antenas y algunos compañeros del Movimiento fueron llamados por ellas a
contribuir con el manejo técnico de las instalaciones. Sin embargo fueron rechazados los
miembros de organizaciones de la APPO que intentaron intervenir en el control de la
estación, más allá de lo deseable por el Movimiento mujeril. Este gesto permite entrever la
tensión que había entre la organización de la APPO en tanto Movimiento de movimientos
sociales y las demandas particulares del sector de mujeres, las cuales tenían su propia agenda;
permite mostrar asimismo la tensión entre los procesos generales de desidentificación social
que dieron lugar a la APPO –mencionados antes – y otros procesos de irrupción de
subjetividades políticas nuevas en relación con el género dentro del propio Movimiento.
La reacción dentro de la población también fue inmediata. Primero en términos de rating.
El canal nunca había logrado una audiencia tan amplia. Las llamadas al canal y la
radiodifusora irrumpieron como avalancha. Las coordinadoras señalan que miles de personas
llamaban para felicitarlas por crear una verdadera “Televisión del Pueblo”. Se había
constituido un espacio de interlocución del pueblo para el pueblo, en tanto locutor e
interlocutor, “entre nosotros”, un espacio en donde se veían reflejados, retratados los
múltiples agraviados por un tipo de gobierno y seguramente por algo más general, por un tipo
de sociedad. En este contexto me parece importante la reflexión que realiza Rancière sobre
la noción de pueblo que va más allá de considerar a ciertos sectores no favorecidos: “a los
pobres”. Desde su perspectiva, la noción de pueblo remite no a una clase social, sino a la

23
colectividad que se constituye en la búsqueda de sanar un agravio o un daño social al
manifestar un desacuerdo fundamental. 48

El nuevo régimen de lo visible se transforma; hiere a unos ojos y a otros deslumbra.


Ahora bien, las reacciones a la toma del Canal, al cambio de programación y las nuevas
visibilidades que se venían produciendo en éste no generaron sólo entusiasmo en el público,
en la audiencia, sino también un profundo descontento y rechazo en los sectores proclives al
gobernador, en los sectores no adheridos al Movimiento, en las clases “acomodadas” y otras
“queriendo acomodarse”. Las críticas feroces a Ulises Ruiz, a la manera de gobernar y
difusión de la perspectiva de la APPO sobre el proceso que estaba sucediendo en Oaxaca,
llevó a que las conductoras del Canal fueran amenazadas de vida, por claras razones políticas.
Pero había otro tipo de crítica dirigida ya no al contenido, a lo dicho, sino al decir, a la forma
de decir, a la manera de hacer la televisión, concretamente a los “buenos modales de hacer
televisión”, a una estética particular y a las reglas que la rigen. Patricia Jiménez menciona -
sin tapujos –en entrevista la manera como llamaban también a la estación para criticarlas por
su aspecto: por “mugrosas”, porque no se bañaban, por “cochinas”: por su manera de
aparecer en la gran pantalla:
“que éramos unas mugrosas, que ni siquiera nos bañábamos, que nos bañáramos
cuando nos presentáramos ante la televisión; luego nosotros les respondíamos que
efectivamente…nos veíamos chimecas porque la lucha era de tiempo completo y que
a veces ni siquiera nos daba tiempo de salir a comer, pero que finalmente nosotras
estábamos en contra de los estereotipos porque las mujeres oaxaqueñas no éramos el
modelito que presentaba la televisión, sino que éramos otra realidad cultural y eso lo
decíamos en el aire. Y que bueno finalmente se les respetaba, pero que a lo mejor a
ellos les avergonzaba darse cuenta precisamente, de toda la miseria, de toda la pobreza
que había en este pueblo y que pues no nos podíamos ir a comprar ropa de marca…
Entonces este, pero que esas éramos nosotras, entonces este; y que además
aclarábamos que ahí en el movimiento había desde campesinas desde, eh, trabajadoras,
desde amas de casa hasta profesionistas ¿no? Pero que finalmente, pues esas éramos
las mujeres de Oaxaca, sin tanto maquillaje, sin tanta cosa ¿no?” 49 (el subrayado es de
MZ).

El aspecto de las conductoras, de los nuevos protagonistas de la televisión hería a la


audiencia que estaba acostumbrada a una estética, a que los conductores aparecieran
maquillados y vestidos a la moda y a que los entrevistados usaran sus mejores prendas para
salir en la pantalla, para convencer, vender, para apantallar. Seguramente el modo de
mostrarse del colectivo mujeril en la lógica del mitin en la televisión producía indignación y
humillación en ciertos espectadores oaxaqueños. La protesta de la calle penetraba el

24
escenario televisivo no como un show más de corte noticioso y encapsulado en la “nota roja”.
La protesta de la calle instalaba la plaza pública ahí frente a las cámaras.
En la discusión sobre el bañarse, sobre el no ser mugrosa, sobre los buenos modales de
hacer televisión, sobre la manera correcta de aparecer en pantalla se vislumbra claramente la
demanda clasista o de una lógica étnica o racial. Por ello, Patricia Jiménez utiliza el término
de “chimeca” que alude a una forma despectiva de calificar al indígena o al “naco”, al que no
sabe comportarse, al que desconoce los buenos modales de la “gente bien”: “nos vemos
chimecas”; nos vemos como indios, cuando no deberíamos parecerlo en la televisión. Alude
al racismo y clasismo, desde el cual surge la crítica del espectador.
Posiblemente la polémica que está en la base y de la que nos habla Patricia Jiménez
permite reconocer el desacuerdo, dos lógicas enfrentadas en la sociedad oaxaqueña y en la
manera de hacer televisión: por un lado, una lógica mercadotécnica, publicitaria, una lógica
del consumo y del espectáculo que está profundamente ligada al quehacer televisivo, a todas
las industrias culturales, y, por otro, una lógica de la movilización política, de la denuncia, de
la consigna, del quehacer colectivo.
Cada una se rige por una noción distinta del “cuerpo ideal”. Cada lógica reclama un
cuerpo con distintas habilidades y diferentes disciplinas. Las críticas permiten desentrañar la
concepción de los cuerpos que eran visibles en la televisión: los cuerpos a la moda, los
cuerpos producidos a la altura y a la manera de las mercancías que en la televisión se venden
y promueven. Y ese cuerpo ideal va ligado a la lógica inherente a la sociedad moderna, al
individualismo, al sujeto individual, el ciudadano “libre” de consumir. Otro es el cuerpo que
reclama la movilización política: el sujeto colectivo en un momento muy crítico, en el
momento de poner en funcionamiento el desacuerdo, su lógica, al asumir un lugar social que
no está contemplado para él, al romper los estereotipos. La lógica de la lucha social no
respeta el glamour de la televisión, ni respeta los códigos televisivos, al poner en
funcionamiento una lógica de movilización, de comunicación comunitaria en pleno escenario
televisivo, en donde se produce el des-dibujamiento clasista para entrar como colectivo.
Este nuevo cuerpo colectivo que irrumpía y mostraba un desacuerdo social, era rechazado
al mostrar que era parte de los sin parte, al mostrar la miseria, la pobreza sin maquillaje, una
realidad cultural, otra realidad cultural no maquillada. No en balde el diario El Imparcial,
ligado al sector de Ulises Ruiz y los empresarios oaxaqueños señalaba que las mujeres que
habían tomado el canal 9 “vociferaban” en contra del Gobierno del estado. “Vociferaban”
remite a la producción de ruidos como los animales. Se parecían a los animales. No eran
humanos, no eran –sin lugar a dudas- los oaxaqueños bonitos, los “bien nacidos”, sino los

25
sappos, términos que usaban para denominar de una manera peyorativa a los integrantes del
Movimiento social.
La experiencia transgresora del canal 9 y de los demás medios tomados por la APPO
obligaban a que el espectador reflexionara sobre lo que significaba exhibirse en la televisión,
lo que era “comunicar” en la radio, en la televisión y ver por lo común, por el sentido de la
comunidad oaxaqueña, independientemente de que esta experiencia les pareciera o les
gustara más la televisión tradicional con su lógica comercial y control estatal de las noticias.
Al estar poniendo en funcionamiento otro tipo de forma de hacer televisión -con todos los
problemas que enfrentaron-, permitió poner a discusión los códigos televisivos y poner en
duda lo que es hacer televisión, lo que es hablar en ese espacio, quién debía decir qué, cómo,
cuándo. Todo eso, según Patricia Jiménez “ lo decíamos en el aire”, o sea “en vivo”.
El Movimiento de mujeres estuvo operando veinte días el canal estatal, veinte días sin que
interfiriera su señal el gobierno Federal, lo cual ocurrió después con algunas radios tomadas
por la APPO en los siguientes meses. Es el mes de agosto. No existe todavía una alianza clara
entre el gobierno estatal y el gobierno federal. Ni se ayuda a un movimiento magisterial
independiente de la maestra Gordillo, ni a la APPO que da muy mal ejemplo, ni al
Gobernador de un partido opositor. Las alianzas llegan después.
Veinte días de operar una estación. Durante esos 20 días los medios televisivos nacionales
no hicieron ninguna mención de cómo era operada la televisión por mujeres que desconocían
totalmente su funcionamiento. Cuando fue tomada, dicho evento se registró como noticia,
pero como noticia de nota roja que ratificaba el carácter ilegal y violento del Movimiento. La
experiencia de un grupo de mujeres oaxaqueñas haciendo televisión no era noticia ni para
Televisa, ni para Televisión Azteca. Brindar su punto de vista, era conferirle legitimidad
seguramente. Ninguna experiencia de éxito del Movimiento iba a ser narrada por el medio
televisivo y menos si se trataba de una toma de medios de comunicación. La noticia entraba
en la nota roja o no era factible de ser mencionada 50 .

Guerra sucia versus barricadas en resistencia


Esta experiencia inédita televisiva llegó a su fin el 20 de agosto cuando las antenas y el
transmisor del canal 9 y de la estación radiofónica del Estado de Oaxaca fueron destruidos a
balazos por un grupo de paramilitares dejando a un maestro herido, el cual formaba parte de
la guardia nocturna. Esto provocó que en la mañana siguiente la APPO tomara entonces 12
radios comerciales que operan en Oaxaca cubriendo el cuadrante radial completamente. Esta
acción conjunta de múltiples grupos de la APPO mostró: la capacidad de convocatoria

26
inmediata del Movimiento, la necesidad sentida de controlar un medio comunicativo como
medio de sobre vivencia ante el terrorismo de estado.
Según Diego Osorno, el clima que se vivía ese día al ir circulando por la ciudad e ir
sintonizando las diferentes radios tomadas en Oaxaca era impactante: las radios no sólo
brindaban un resumen del conflicto en Oaxaca como todos los días, sino lo ofrecían “en vivo
y en directo” ya que eran parte misma del conflicto.
A unos pocos días se regresan algunas estaciones y se quedan con dos: Radio Oro y con
radio “La Ley” la estación que era más crítica al Movimiento y que llega al 80% de las
comunidades en todo el estado de Oaxaca. Esta estación cambia de nombre: “Radio APPO.
La Ley del Pueblo”. El 22 de agosto, un día después de la toma de las radios la guerra sucia
del estado cobra más fuerza y se dirige sobre todo contra los medios tomados por la APPO.
En la noche surge un gran contingente de miembros de la policía municipal armados y
vestidos de negro que adquiere el nombre de “escuadrón de la muerte” de parte de la
población. Este se desplaza en alrededor de 20 vehículos o más disparando al aire y hacia
donde se encuentran los plantones o campamentos de los maestros en las zonas ocupadas. La
Ley del Pueblo empezó inmediatamente a informar de los desplazamientos del convoy, invitó
a salir a la calle, a hacer barricadas, a unirse por la defensa de la APPO. Desde diferentes
puntos de la ciudad la gente hablaba a la estación para informar en dónde se encontraba el
convoy o para dar a conocer todo tipo de movimiento sospechoso y de los enfrentamientos
del escuadrón. En un momento dado la radio señaló que el grupo de autos se desplazaban en
dirección a la colonia Reforma, donde se encontraba la Radio.
En la barricada que resguardada Radio La Ley muere a balazos ese día el arquitecto
Lorenzo Pablo Cervantes. Los reporteros del Canal 13 –entre ellos Edgar Galicia- logran
filmar los desplazamientos de los policías ese día, pero éstos les decomisan material filmado
y los amagan con armas de fuego, sin embargo la información fue transmitida por el mismo
canal al día siguiente al verse afectado claramente el propio canal y sus periodistas. Debido a
ello, la Procuradora de Justicia tiene que aceptar que fue una acción oficial, pero afirma que
se trataba de un “operativo de limpieza”.
Si bien este “operativo de limpieza” fue reconocido oficialmente debido a la difusión de
las imágenes de Televisión Azteca- aunque no así el asesinato del arquitecto por parte de los
policías o “operadores de limpieza”-, lo que caracterizó la guerra sucia del gobierno estatal
fue precisamente negar la participación oficial en ella. La violencia local se ejercía por
policías estatales vestidos de civil y por paramilitares, teniendo no pocas veces el apoyo muy

27
claro de presidentes municipales priístas 51 . Entre las fuerzas de choque reclutadas estaban
delincuentes traídos de la prisión.
La guerra sucia vino acompañada de una guerra mediática de parte de la misma
procuradora de justicia que en esos días declaró que la APPO era una “guerrilla urbana”, una
manera de justificar sus “operativos de limpieza”. A esa guerra mediática se sumó la batalla
sucia vía Internet. Alrededor del 13 de agosto surgió un sitio en el que se incitaba a detener
y/o linchar a miembros de la APPO 52 .
Se trataba de una página que estaba estructurada como los carteles de la policía de
búsqueda de delincuentes. En ella se hallaban las fotografías de algunos miembros y líderes
de la APPO como Flabio Sosa o Rogelio Pensamiento con las direcciones de sus domicilios.
En un recuadro en el que aparecía el nombre del maestro asesinado (Jiménez Colmenares)
por sicarios del gobernador en plena marcha se encontraba la inscripción con un tache en
rojo, así como la leyenda: "Este ya cayó". Esto mismo estaba inscrito sobre el rostro de otros
tres miembros de la APPO detenidos 53 .
En ese contexto y a partir del 22 de agosto se multiplicaron las barricadas por todas partes
de la ciudad. Según diferentes versiones periodísticas el número habría llegado a 500
barricadas. El control territorial de la APPO en la noche toma otro carácter: “La ciudad vivía
una especie de guerra no declarada. Disminuyó entonces la vida nocturna, se cerraban los
antros (…)” 54 .
Las barricadas se forman como una medida de autodefensa del Movimiento. Eran
trincheras para proteger los lugares tomados por la APPO, así como para impedir más
asesinatos, detenidos, secuestrados y evitar la circulación de los sicarios de Ulises, de los
escuadrones de la muerte en sus diferentes versiones. Cada noche a las 10 empezaba un
movimiento ciudadano entre vecinos en todas las colonias para instalarlas, resguardarse toda
la noche y a las 6 de la mañana se iniciaba otro movimiento para quitarlas. La gente
compartía el café, el pan y la comida, la fogata, la charla, el chisme, la radio, la consigna, así
como también el coraje, la rabia y el miedo. Había barricadas de una calle, de varias, de una
colonia y enormes como la de Brenamiel de más de un kilómetro, en donde usaban 25
camiones para cerrarla y servía para resguardar las antenas de los medios radiales tomados
por la APPO. Había otras pequeñas en donde participaban hasta niños con sus madres y las
cuales cerraban a las 12 de la noche 55 . Osorno señala que hubo una barricada producida bajo
encargo de un priista que temía – al contrario- por la irrupción de la gente de la APPO 56 .
La APPO brindó ciertas reglas en el funcionamiento de las barricadas que se dieron a
conocer por la radio: su horario (de 23 horas a 6 de la mañana), tener coordinadores,

28
mantener contacto con la comisión de seguridad y enlace de la APPO, dialogar con los
ciudadanos para explicar la razón de las barricadas, prohibir el alcohol o algún otro
estimulante. A eso se van añadiendo otras recomendaciones que eran anunciadas por la
misma radio como evitar la quema de llantas para no contaminar, la importancia de donar
cámaras fotográficas y celulares a ser usados en la autodefensa y algunos conocimientos
mínimos sobre los derechos humanos. Además se denunciaba radialmente a barricadas donde
se cobraba el paso, lo cual servía para difamar a la APPO. Sin embargo, algunas veces esas
reglas no eran acatadas por algunas barricadas.
En el mes de septiembre las trincheras aumentan. El diario de La Jornada narra que el 30
de ese mes la ciudad “era una inmensa barricada y la población se encontraba en vilo” y al
principio de octubre se calculaban 1500 barricadas.
En ese territorio reestructurado a partir de la emergencia de los plantones, las marchas, las
pintas y vuelto a reconfigurar a partir de la irrupción de las barricadas, surgió un nuevo mapa
de zonas accesibles e impenetrables, más o menos peligrosas y en donde había que tener
cautela por la posible irrupción de los sicarios de Ulises Ruiz. Las estaciones tomadas por la
APPO (Radio Oro y Radio La ley del Pueblo) restituyeron cierta unidad en ese territorio
dividido y se convirtieron en un instrumento de enlace entre las barricadas, así como entre la
ciudadanía, la APPO y las barricadas. Sobre todo Radio La Ley proyectaba la imagen de la
guerra sucia y resistencia popular en todo el estado, en oposición total con la que medios de
comunicación comerciales mostraban de Oaxaca: la del control gubernamental por parte de
su gobernador y la de que sólo había unos cuantos revoltosos de la APPO.
Desde el 21 de agosto, la radio siguió alentando la instalación de las barricadas, recibiendo
informes de ellas y brindando información sobre cualquier movimiento sospechoso o
solicitando el paso de algunos vehículos en algunas partes de la ciudad cerrados (como a las
ambulancias). Convocaba a salir a la población, a auxiliar a alguna barricada, a tomar fotos y
evidencias visuales del “escuadrón de la muerte”. En La Ley del Pueblo existía un programa
que se llamaba “La Hora de las Barricadas” que se transmitía toda la noche y que todos los
barricadistas recuerdan con cariño. Los acompañaba, alentaba y cuidaba en su larga guardia
nocturna: No sólo se podían escuchar las llamadas urgentes, la información de lo acontecido
del día, los comunicados de la APPO y las llamadas de la población permanentes a la radio
para denunciar a Ulises Ruiz, al gobierno federal y sobre todo el marco represivo que se
estaba viviendo en Oaxaca. El medio se convirtió en un lazo de unión muy fuerte entre las
barricadas: transmitía permanentemente saludos “fraternos”, “combativos”, “aguerridos” y
“revolucionarios”, porras y felicitaciones entre los barricadistas.

29
Radio La Ley del Pueblo amplió esa primera labor de tejido entre la comunidad en litigio
que construyó Radio Plantón, después Radio Universidad y Radio Cacerola, -todas en ese
momento ya aniquiladas por las fuerzas policiales y parapoliciales-. La estación le daba voz
al “nosotros” que se identificaba con la APPO y lo proyectaba contra “los otros” ajenos al
Movimiento y simpatizantes de Ulises, una comunidad en donde los de la APPO no tendrían
ninguna razón de existir.

La APPO como La Comuna de Oaxaca


En ese espacio y en esos tiempos de las barricadas, surge una resistencia popular más
fuerte y un movimiento social de mayor amplitud que rebasa a la APPO: “La Comuna de
Oaxaca”. No existe una fecha de nacimiento, ni ceremonia oficial, ni bautizo que señalan
cuándo se engendró, cuándo fue concebida. El nombre surgió a partir de la necesidad de
designar un nuevo proceso político del Movimiento de la APPO, una nueva etapa cualitativa,
una época de búsqueda de otro orden social más allá de Ulises Ruiz, así como el interés de
comparar el proceso oaxaqueño con experiencias de resistencia civil en otros países, por
ejemplo con la Comuna de Paris 57 .
Escritores, intelectuales, locutores, algunos barricadistas emplean este término 58 . Sin
embargo, no es una palabra muy común entre todos los miembros de la APPO.
En esta etapa se da un cuestionamiento mayor del poder gubernamental estatal. Se asume
de una manera más fuerte el “Ya cayó, ya cayó Ulises Ruiz”. Se pasa de una fase de
desobediencia civil pacífica, en la cual se venía mostrando y creando la ingobernabilidad en
el estado -para lograr la destitución del gobernador- a una fase en donde es fundamental, a su
vez, impedir la represión de fuerzas parapoliciales y policiales, lo cual lleva a una ampliación
del dominio territorial a través de las barricadas, como ya se señaló antes. Esto condujo a que
las organizaciones de los distintos barrios de la ciudad y las redes juveniles más o menos
anárquicas cobren más fuerza, así como grupos con iniciativas de resistencia más violentas.
Si bien la radio ejerce cierta dirección y construye cierto tejido entre las diferentes corrientes
y grupos espontáneos que surgen en el calor de la lucha y enfrentamiento cotidianos, este
tejido es bastante poroso. Además la APPO es una asamblea y su consejo tan amplio no tiene
claro poder de dirección. La Sección 22 que servía como vértebra se empieza a desgastar y
dividir.
En ese contexto creciente de no dejar gobernar y de impedir la represión, se siguió
construyendo un cierto embrión de poder popular, células de autogestión o autogobierno. A
la creación del “Honorable Cuerpo de Topiles” (HCT) de la APPO o la “Policía Magisterial

30
de Oaxaca (POMO) le sucedieron las tomas de los medios de comunicación que lograron
crean un nuevo régimen de visibilidad: “enunciar la propia realidad”. A esas nuevas
expresiones de gobierno se añadieron otros procesos de búsqueda de autonomía en esta nueva
fase: intentos más o menos claros de reflexionar sobre otro orden social, otro orden legal, un
nuevo pacto social y nuevo Constituyente que permitiera también una Nueva Constitución; y
además la experiencia de otro tipo de comunidad más incluyente.
El 16 y 17 de agosto se celebró el Foro Nacional “Construyendo la Democracia y la
Gobernabilidad en Oaxaca” organizado por múltiples organizaciones de la sociedad civil,
Autoridades Municipales, Comunales y Agrarias y la Sección 22. En dicho foro se
elaboraron propuestas políticas generales para resolver la crisis que se estaba viviendo en el
estado, propuestas que fueran más allá de la destitución del Gobernador. En dicho espacio se
criticó en general a todos los partidos y la insuficiencia de la “democracia representativa” o
“democracia formal”. Se elaboraron propuestas concretas que remiten a la “democracia
participativa” como el referéndum, el plebiscito, la rendición de cuentas, la ley de
participación ciudadana y la ley de transparencia y se planteo seguir una lucha por la
“democracia radical”. “Esta es la democracia que tenemos en nuestras comunidades; consiste
en consolidar nuestros municipios tanto horizontal como verticalmente, en lograr la
autonomía y el autogobierno en forma vertical y horizontal” 59 . Además se llamó a la creación
de un nuevo pacto social, un nuevo Congreso Constituyente que generara una Nueva
Constitución en el estado. Otro foro importante fue la “Iniciativa Ciudadana de Diálogo por
la Paz, la Democracia y la Justicia” que tuvo lugar el 12 de octubre. En él se volvió a insistir
en la necesidad de avanzar en un nuevo pacto social que permitiera reconstituir la
gobernabilidad en el Estado y se hicieron diferentes propuestas en el terreno de: lo
económico, social, educativo y en el terreno de los medios de comunicación (la creación de
un Consejo Ciudadano que vigile el funcionamiento del sistema público de radio y televisión
estatal, -entre otros-) 60 .
Todo ello fue retomado en el Consejo Constitutivo de la APPO, el cual tuvo lugar el 13 de
noviembre de 2006. En dicho Consejo se consideró importante concebir nuevas formas de
participación ciudadana en el nuevo pacto social, así como el reconocimiento a la libre
determinación y autonomía a los pueblos indígenas.
Hubo algunas propuestas a principios de septiembre de que el Consejo Provisional de la
APPO emitiera “bandos de gobierno popular” asumiendo “la proscripción del gobierno de
Ulises Ruiz”, en los cuales se considerara la seguridad, la promoción turística, la reactivación

31
económica, el transporte urbano –entre otros-, pero dichas propuestas no fueron aprobadas, ni
puestas en funcionamiento 61 .
Existía una tendencia muy fuerte dentro del Movimiento que era contraria a la idea de
asumir el poder a cualquier precio dentro del mismo orden social. En ese sentido, me parece
muy interesante la interpretación de Esteva de un grafito muy elocuente: “Nos quieren
obligar a gobernar. No caeremos en esa provocación”. “Este sutil grafito en una pared de
Oaxaca ilustra bien la naturaleza del Movimiento. No busca ocupar la estructura de
dominación actual, sino reorganizar desde sus entrañas la sociedad entera y sentar nuevas
bases para la convivencia” 62 .
EL Movimiento de la Comuna de Oaxaca tuvo que ver más bien con un proceso de
autoorganización y de autogestión, de experiencia de la “asamblea” en las bases. David
Venegas, El Alebrije, joven universitario y líder barrricadista narra cómo en el calor de los
acontecimientos y en las organizaciones de vecinos se fue generando un “espíritu
asambleario”. En ellas se hacían reuniones como asambleas para decidir cualquier acción, el
nombre de la barricada, la canción que los identificaba, la que querían pedir a la estación de
radio. Ese proceso habría comenzado por el desarrollo de una “solidaridad sin causa”, más
allá de intereses prácticos, por la “fraternidad”. “Después se fue encausando, se fue creando y
se reforzó el espíritu asambleario” 63 .Ese espíritu ligado al comunalismo indígena estaba
articulado también a una tendencia de ir contra cualquier decisión externa al mecanismo
asambleario de la barricada (ya que dicha decisión quedaba etiquetada como forma de
autoritarismo). En ese sentido la autogestión asamblearia en la barricada no ocultaba sus
contradicciones con ciertas tendencias dentro del Magisterio y de la APPO de dar mayor
disciplina, organización y dirección al Movimiento.
En las barricadas y en muchos otros espacios el Movimiento de la Comuna asumió
radicalmente algunos de los lemas de la APPO: “Todo el poder al pueblo”. “Este Movimiento
no es de Líderes”. Venegas afirma: “incluso la APPO nos decía “vamos a quitar las
barricadas en señal de distensión”. Pero si la banda no quería, no se hacía y tenían que
agarrar el pedo, “es que son directrices”… pero no, son imposiciones” 64 .
El Movimiento de la “Comuna de Oaxaca” alude no solamente a procesos de gobierno o
autogobierno, sino a procesos de experiencias comunitarias muy fuertes:
“Lo que llamaron la Comuna de Oaxaca de hecho fue llevado a cabo en las barricadas
(…) y así era ahí, si unos se enfermaban otros veían por su salud, si unos tenían de
comer, otros le llevaban de comer y viceversa … cuando unos priístas llevaron a tres
compañeros nuestros y los llevaron a la colonia priísta, que es Pueblo Nuevo, los
golpearon. Entonces por la convocatoria en la radio se dejó ir gente; fueron muchos,

32
más de mil en una hora. Fue como una marcha convocada: eran como a las 11 de la
noche y a esa hora se fue a rescatar a los compas, caminando desde Brenamiel hasta
Pueblo Nuevo. Es una experiencia de comunidad muy fuerte” 65 .
Los testimonios de “barricadistas” en diferentes colonias apuntan a esta experiencia: las
vecinas que nunca se trataban y se descubren en las barricadas como “compañeras” en la
lucha, en “solidaridad sin causa” o más bien en pos de algo común que hace trascender sus
diferencias. Desde ese lugar, El Alebrije narra la manera como las diferentes “tribus” de
chavos banda: los punketos, eskatos y los hip hoperos lograron crear en el espacio de la
barricada una “nueva territorialidad”: “Al principio había mucha tensión porque anteponían
todavía su idea de banda, pero se fue diluyendo”. Eso mismo sucedió entre los universitarios
y el chavo banda, según él.
Pero lo que se menciona mucho entre los entrevistados y en testimonios escritos es la
relación que se logró establecer entre: “maestros dogmáticos” y “jóvenes”, “amas de casa” y
“radicales”, entre “niños de la calle” y “señoras”, entre las amas de casa que les ofrecían de
comer a los jóvenes que antes no podían ver y criticaban permanentemente. Las amas de casa
que iban al lado de “los radicales”: “¡Qué radicales ni que nada! Eran ellas que en las
marchas nos decían: “Ten tu coca para el gas, tus piedras, tus cuetes, tu bendición: cuídate
mucho”. Sucedió mucho” 66 .
No faltan las menciones de que en este proceso comunitario estuvieron involucrados
también personas que pertenecían a sectores más favorecidos económicamente. La Comuna
de Oaxaca tiene que ver con un proceso muy fuerte de borramiento de las identidades y las
estratificaciones sociales, con la lógica de la igualdad que introduce la acción política: “La
barricada dejó el entendimiento mutuo entre sectores de la sociedad que de manera voluntaria
o inconscientemente se rechazaban. La toma de conciencia de que todos somos iguales: los
jodidos, los madreados por ese sistema, había hasta gente con baro” 67 .

El contexto nacional inclina la balanza contra la APPO: Entrada de la PFP


En ese contexto de terror y de represión enmascarada, así como de expansión territorial de
las barricadas, en el que se gestó la Comuna de Oaxaca, otros procesos se dieron a nivel
nacional que fueron determinantes e inclinaron la balanza contra la APPO: a principios de
septiembre el candidato del PAN a presidente Calderón es ratificado por el Tribunal Federal
Electoral y las alianzas con el partido del PRI empiezan a funcionar. Por otra parte, el PRI
cierra filas con Ulises Ruiz y la Conferencia Nacional de Gobernadores, con apoyo del PAN
y el PRD brindan apoyo a Ulises Ruiz en encuentro con Calderón 68

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Los sectores de la sociedad oaxaqueña que apoyan al gobernador siguen pregonando el
desalojo, la represión por parte de la policía federal y a mitades de septiembre entran fuerzas
de la Armada a Oaxaca. Sus aviones sobrevuelan la ciudad. El fantasma de la represión
masiva aumenta.
En ese contexto crítico, que se sigue caracterizando por un lado, por el terror y la
intimidación gubernamental y paramilitar, y, por otro, por una aparente búsqueda de diálogo
de la secretaría de Gobernación con la APPO, se realiza una marcha-caravana de maestros y
miembros del Movimiento desde la ciudad de Oaxaca hasta la ciudad de México. El objetivo
es buscar una salida institucional para destituir al gobernador y, para ello, solicitar a la
cámara de senadores la desaparición de poderes en la entidad gobernada por Ulises Ruiz. La
marcha recibe en todas las poblaciones de Oaxaca y de otros estados grandes apoyos de los
maestros, sacerdotes, y de la población de los sectores bajos. Al llegar a la Ciudad de México
el 9 de octubre todas las organizaciones sociales de izquierda se vuelcan a recibirla.
El Senado manda a una comisión de senadores de los tres partidos principales a la entidad
oaxaqueña a analizar in situ la capacidad de gobernar de Ulises Ruiz y más ampliamente del
poder ejecutivo, legislativo y judicial. Ulises Ruiz recibe a esa comisión en el hangar del
aeropuerto, en territorio federal, lo cual es destacado por todos los medios de comunicación.
Según los senadores del PAN y del PRD, los demás poderes muestran también problemas
graves de funcionamiento, lo cual los lleva a señalar que existe ingobernabilidad en dicha
entidad. Sin embargo, en el pleno de la Comisión, el PRI y el PAN se alían y toman la
decisión que no es posible declarar la desaparición de poderes 69 .
Aquí queda claro la manera como el contexto político nacional post-electoral tuvo un
peso muy importante debido a las alianzas entre el PAN y el PRI. El PAN necesita del PRI en
el Senado para lograr las reformar estructurales en la distintas cámaras y el PRI apoya a
Ulises Ruiz en esta coyuntura como una figura que al caer, haría caer a todo el partido y un
sistema. Por otra parte, el PAN teme que si se acepta la desaparición de poderes en Oaxaca,
esto podría llevar a la destitución de otros gobernadores no sólo del PRI, sino también del
PAN en otros estados y muy posiblemente a la del futuro presidente Calderón, del mismo
PAN, el cual goza de poca legitimidad dada la concepción vigente de que hubo un fraude
electoral de parte de un sector amplio de la población.
En esa coyuntura y habiendo agotado las vías institucionales, después de más de 5 meses
de huelga la situación para el sindicato de maestros, para la sección 22 se complica todavía
más: por falta de salarios y rumores de perder el empleo. Para añadir más fuego a la hoguera,
surge en ese momento la presión contra el Movimiento de parte de la dirigente del SNTE,

34
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, aliada
fundamental del PAN en la contienda electoral. Esta líder deslegitima al Movimiento, a la
sección 22 y brinda apoyo a un pequeño grupo magisterial de Oaxaca que no se adhirió a la
huelga promoviéndolo como un sector responsable y realmente preocupado por la falta de
clases en la entidad.
El líder sindical declara el regreso a clases después de una consulta a las bases que un
grupo de maestros considera manipulada. Rueda es declarado como un traidor 70 . Se rebelan
esos maestros, pero a las pocas semanas, estos sectores rompen también la huelga, regresan a
clases y la APPO pierde la fuerza que la vertebraba, aunque el magisterio siga apoyando las
protestas, marchas, pero no con la misma disponibilidad. El desgaste se deja sentir. El apoyo
a las barricadas se reduce. La escalada de violencia aumenta: más desapariciones, asesinatos
aislados: guerra de intensidad baja junto con guerra mediática alta: se trata de presentar en las
noticias los asesinatos de simpatizantes de la APPO por grupos paramilitares como
enfrentamientos ciudadanos ante los cuales no quedaría más que la intervención de la policía
federal 71 .
Las estrategias de visibilidad y audibilidad de la APPO se complican también. Por un
lado, Radio Plantón resurge a principios de octubre (con poco alcance) y radio Universidad
queda rehabilitada a mediados del mismo mes (con mayor alcance en la ciudad de Oaxaca y
en algunas zonas aledañas 72 ). Sin embargo, por otro lado, Radio La Ley del Pueblo, el
bastión más importante de la APPO con gran cobertura en todo el estado, deja de funcionar el
23 de octubre –al ser bloqueada su señal-. Además aparece el 26 de octubre una radio
clandestina –sin permiso legal- que apoya a Ulises Ruiz y sataniza a los integrantes de la
APPO, “Radio Ciudadana”, cuyo lugar de emisión se desconoce y cuyos teléfonos nunca
funcionan. Ese mismo día salen del aire repentinamente todas las radiodifusoras privadas y
comerciales de Oaxaca. Quedan por lo tanto solamente dos estaciones solas en la plaza
pública mediática: Radio Ciudadana y Radio Universidad: un escenario construido
evidentemente desde altas esferas gubernamentales locales y federales ligadas a la Secretaría
de Comunicación y Transportes. En sus primeras emisiones de Radio Ciudadana, ésta
asegura que dará la voz al “verdadero pueblo de Oaxaca” e invita a los radioescuchas a
expresarse contra los abusos del Movimiento. Las voces de los supuestos radioescuchas del
“verdadero pueblo” insultan a los maestros “de mierda”, exhortan al gobernador a “amarrarse
los pantalones” e incitan a la población a quitar las barricadas. Fue al día siguiente en que se
oye en la Radio Ciudadana una voz gritando: “¡Adelante pueblo! Recuperemos Oaxaca”
cuando se da el enfrentamiento entre vecinos de una colonia priísta y grupos parapoliciacos

35
que apoyan a Ulises Ruiz, por un lado, y, por otro, miembros de la APPO defendiendo sus
plantones y barricadas cuando muere asesinado un periodista estadounidense de Indymedia –
junto con otros simpatizantes del Movimiento 73 - y con este pretexto entran dos días después
–el 29 de octubre- las fuerzas federales policiacas: la PFP. Otro operativo represivo y
anunciado por el mismo Presidente, irrumpe y toma el zócalo de la ciudad, pero no la ciudad
completa. Un sector de la APPO se desplaza al ámbito universitario y otro sector a la Plaza
de Santo Domingo. El operativo deja un muerto, heridos y múltiples detenidos.
Esta vez sí se lleva a cabo el desalojo del zócalo y de algunos inmuebles de las oficinas
gubernamentales que tenía ocupadas la APPO. El gobernador empieza a proclamar de una
manera más fuerte y arrogante que reina la calma en la entidad. La alianza entre el PRI y el
PAN ya se estaba saboreando para que Calderón pudiera tomar posesión de su cargo, a pesar
de las amenazas del PRD. Ello no impide que el 2 de noviembre se vuelva a levantar el
Movimiento y salga en defensa del espacio universitario.

La “Victoria de la Comuna”: a la defensa de su radio y su Universidad


El 2 de noviembre constituye una fecha emblemática y simbólica para el Movimiento de
la Comuna de Oaxaca, ya que muestra su capacidad de convocatoria a pesar de la entrada de
las fuerzas federales policíacas a la capital del Estado. Esa mañana la PFP se dirige hacia la
Universidad para quitar las barricadas que resguardaban la entrada de dicha institución y
hacia la estación de radio, el bastión informativo más importante del Movimiento. Los
locutores de Radio Universidad convocan inmediatamente a la movilización y la población
acude de una manera masiva al llamado. El centro de comunicación del Movimiento y la
autonomía universitaria están en peligro. La PFP declara que sólo le interesa “liberar las
vialidades”, sin embargo cuando quita la “Barricada de 5 Señores” (la que resguardaba la
entrada más importante a la Universidad y al medio radial), grupos de sicarios – al mismo
tiempo - disparan al aire -sin herir a nadie- en algunos costados de la Universidad. Agentes
de la misma PFP llegan a entrar más tarde a algunos espacios como la Facultad de Educación
y a las canchas deportivas. Los helicópteros lanzan gases lacrimógenos en todo el campus y
en las colonias aledañas. Se arma una batalla campal, enfrentamientos entre los policías y los
que resguardaban las barricadas, los estudiantes y la población en general que sale a defender
la Universidad y sobre todo a la radio “De la Verdad”.
Después de 7 horas de batalla campal y radial, el Movimiento de la Comuna logra replegar
a la PFP y a las pocas horas se vuelven a levantar barricadas no sólo en la ciudad
universitaria, sino por toda la ciudad 74 . Los enfrentamientos dejan heridos, detenidos y

36
desaparecidos a la APPO, pero la PFP no logra su objetivo, algunos de los policías están
también heridos y 2 tanquetas incendiadas. Estos sucesos se viven como un verdadero triunfo
para el Movimiento, una batalla histórica. El papel de la radio es crucial y así lo celebran
todos los que participaban en el embate en la calle: “Finalmente vino un minuto de aplauso
para Radio Universidad y sus conductores que desde los micrófonos dieron una batalla
ejemplar” 75 .
La estación de radio se convierte en el centro de la resistencia, en el núcleo de la
organización. Desde ahí se informa de los avances de la PFP, se conduce acciones tácticas:
crear una cadena humana alrededor de la ciudad universitaria; reforzar las barricadas; video-
grabar todo para documentar las agresiones de los policías; detener las pipas de agua que
suministran a las tanquetas antimotines; lanzar pintura, aceite quemado o cualquier material
para evitar la visibilidad de las mismas tanquetas; llenar las calles de clavos al paso de dichas
tanquetas: se organiza el suministro de material de defensa (cohetones, gasolina, diesel),
material para contrarrestar los gases (como coca, vinagre); así como material de curación; se
pone en contacto a los diferentes grupos que están en la batalla, se conduce la movilización
particular en cada parte de las colonias aledañas. La radio se convierte en el centro de
información y comunicación, construyendo el lazo entre los diferentes sectores de la
resistencia y de la sociedad que brinda su apoyo al movimiento en su defensa. Ante la posible
salida de aire de la radio, se convoca a hacer uso de Internet y de los mensajes en cadena por
radios celulares, se invita a las siguientes marchas y movilizaciones (la celebración del
Congreso Constitutivo de la APPO) con el fin de “defender nuestra Comuna de Oaxaca”,
“nuestro proceso”. Esas son las palabras de la locutora Alejandra que las repite varias veces:
defender la Comuna, defender el proceso, sacar a Ulises Ruiz, impulsar otro gobierno, “otro
estado de gobierno proletario y popular”. “Pueblo de Oaxaca que nos enseñas a los
universitarios cómo defendernos en la construcción de hombres libres, hombres nuevos que
arriben a la construcción de una vida diferente en nuestra entidad”. El horizonte de lucha es
destacado permanentemente por los locutores (Miguel, Alejandra y la Dra. Bertha) cada uno
con su propia modalidad de conducción. Todos ellos apelan a la dignidad en la movilización,
a la valentía. Miguel acentúa el papel heroico en la batalla y en la defensa de la radio:
Miguel: (Con un tono elevado de voz de consigna) Hemos de morir con nuestra
estación, hemos de morir dignamente, porque este espacio no debe de caer en manos
de fuerza ajena, no debe ni siquiera de ser manoseada por la gente que ni siquiera
conoce dignidad y honestidad, pueblo de Oaxaca (…) 76 .

37
El discurso que invita al heroísmo coexiste con otro tipo de discurso de parte de los
locutores que apela a “la serenidad”, a la “resistencia pacífica”, a resistir “cal-ma-da-mente”,
“no provocar”, “no enfrentar directamente”, “no violencia”, “cabeza fría y corazón caliente”.
Dra. Bertha: no nos vamos a confrontar cuerpo a cuerpo para nada, compañeros …
o sea no queremos mártires ya en esta lucha, no los vamos a tener más, así es que hay
que -de manera inteligente- venir a Radio Universidad a resguardar estas instalaciones
pero de ninguna manera confrontarnos de manera directa (…). Recuerden, es muy
importante, hemos sido un ejemplo para el mundo por nuestra resistencia pacífica 77 .

La radio se constituye en el centro de comunicación y de enlace. La Dirección Provisional


y Comisión de Seguridad de la APPO llama a la estación “para defender absolutamente, no
solamente la autonomía sino la dignidad, la resistencia y el honor que representa Radio
Universidad”, así como para dar a conocer sus estrategias con los diversos sectores de
resistencia callejera.
Una de las llamadas fundamentales es la del rector de la Universidad, el Lic. Francisco
Martínez Neri, quien se dirige a los universitarios, a la Policía federal, al Gobierno Federal, al
Presidente y a “a las gentes que han soñado con la transformación de nuestro pueblo”. Su voz
salió a defender también la Universidad, la autonomía universitaria y la misma radio:
“Pensamos que la universidad pública tiene que ser el espacio para la denuncia, la
universidad pública tiene que ser el espacio en el que se exprese cualquier persona,
piense como piense (…) -con todo y que a veces no nos gusta alguna forma de
expresión-. Me parece que finalmente es una válvula de escape social, por todo eso es
que no podemos de ninguna manera consentir que la radio sea objeto de una ocupación
y el campus sea objeto también de un ocupamiento” 78 .

Esa intervención fue fundamental para otorgarle una legitimidad a la defensa del bastión
informativo de la APPO y quitársela a la intervención de la PFP. A ella se añadieron las
voces de apoyo de otros sectores académicos (la del exrector, -el doctor Felipe Martínez
Soriano-, las de múltiples profesores y estudiantes); así como las de otros grupos sociales
(campesinos, amas de casa y colonos); las del sector mediador de la Iglesia Católica y otros
representantes de otros grupos religiosos; las de redes de migrantes y organizaciones de
derechos Humanos y las voces de solidaridad de otros estados de la República, así como de
otros países: Estados Unidos, Canadá, España, Argentina, Italia, Brazil, -entre otros-.

La represión del 25 de noviembre y el repliegue de la APPO


La entrada de la PFP no impidió tampoco que el 10 de noviembre la Asamblea Popular de
los Pueblos de Oaxaca iniciara su congreso constitutivo con la presencia de unos 600
delegados. En él formalizó su estructura, organización y la dirigencia ampliada de este

38
movimiento. Se crearon asambleas a nivel nacional y la APPO de Oaxaca se convirtió en el
Consejo Estatal de la organización en su conjunto con 260 delegados representantes.
La APPO seguía envalentonada a pesar de la entrada de la PFP. La “Victoria del 2 de
noviembre” alentaba los espíritus más violentos dentro del propio Movimiento y llevaba a
pensar que esa experiencia era repetible más allá de la Ciudad Universitaria. Pero desde la
perspectiva del gobierno estatal y federal, era necesario acallar al Movimiento de una manera
más tajante antes de que Calderón asumiera la presidencia el 1º de diciembre. Se requería
producir un evento o pretexto para reprimir de una manera más violenta y que esta represión
no se le atribuyera al nuevo gobierno. El 25 de noviembre la APPO realiza una megamarcha
que debe culminar en el centro de la ciudad, cuyo objetivo era instalar un cerco humano que
duraría 48 horas alrededor de los agentes federales, -una medida sin duda temeraria para
muchos miembros del mismo Movimiento que no estaban de acuerdo-, ya que el contexto era
complicado: faltaban pocos días para asumir la presidencia Calderón y ya estaba anunciado el
posible ministro de Gobernación, Ramírez Acuña, -quien se caracterizara por su mano dura al
ser gobernador de Guadalajara-. Si bien los voceros del Movimiento anunciaron medidas y
precauciones para evitar todo tipo de provocaciones de parte de la PFP y de posibles
infiltrados, dicha marcha terminó en el peor enfrentamiento que hasta ahora habían tenido las
fuerzas policíacas con participantes del Movimiento: además de heridos, asesinatos,
detenidos, desaparecidos, diferentes oficinas gubernamentales fueron incendiadas. Según
versiones de la policía, los provocadores y culpables de los incendios serían miembros del
Movimiento. Según versiones del Movimiento, habrían sido infiltrados, provocadores de
parte de Ulises Ruiz. Llama la atención que las fuerzas de la PFP hayan dejado que se
incendiaran tantos edificios en la zona que ellas mismas controlaban y que el incendio de uno
de los edificios, beneficiaba a Murat y a Ulises Ruiz, ya que entorpecía la averiguación
judicial de tergiversación de recursos de ambos mandatarios estatales priístas.
Los medios de comunicación sobre todo televisivos contribuyeron a otorgarle
verosimilitud a la versión oficial y, de esa manera, legitimidad a la represión social contra el
Movimiento. Se erigieron como jueces supremos al calificar y condenar rotundamente a los
integrantes del Movimiento como vándalos incendiarios y al construir supuestas evidencias
visuales de delitos cometidos “in fraganti” que justificaban detenciones sin averiguaciones
previas 79 .
El resultado fue el desalojo total de los plantones de la APPO, la entrega a los pocos días
de las instalaciones de la radio Universidad, único bastión informativo del Movimiento y una
represión masiva, la cual ha quedado documentada por las organizaciones de derechos

39
humanos: detenciones arbitrarias que afectaron también a gente que no tenía nada que ver
con el Movimiento, abusos, violaciones, torturas, desapariciones realizadas durante el 25 de
noviembre y los días subsiguientes por las distintas fuerzas del orden policíaco y otras
fuerzas paramilitares. No se ha probado hasta ahora que los detenidos hayan sido los
causantes de los incendios de inmuebles.
Después de más de un año y medio la represión continúa, pero de una forma más
encubierta. Muchos de los detenidos de esa primera etapa represora han sido liberados para
crear la impresión que “no ha pasado nada” y algunos exiliados han regresado. Pero otros
integrantes del Movimiento han sido detenidos posteriormente. El clima de miedo y terror
que después del 25 de noviembre se sembró, bajó, pero persiste. La APPO entró en otra fase
de menor movilización de parte de la ciudadanía involucrada. Sigue siendo una fuerza, un
movimiento social importante, sin embargo el movimiento de movimientos ha perdido fuerza
de convergencia: A partir del momento en que viene la represión y que el objetivo de
destituir al gobernador se desdibuja –ante la cerrazón del gobierno federal y el poder
legislativo- , las agendas particulares de cada organización y movimiento cobran mayor
fuerza. Las diferencias ideológicas se vuelven a instalar en el centro: los que consideran
conveniente participar en la lucha electoral, los que lo consideran imposible; los que ven
necesario establecer una organización política vertical con mandos y disciplina, los que lo
deploran; los que reivindican el uso de la violencia como manera de enfrentar el terrorismo
de estado y los que defienden la no violencia activa como una manera más eficaz de
combatirla. Surgen las divisiones entre los diferentes sectores de la Sección XII, entre la
sección XXII y la APPO.
Sin embargo y a pesar del miedo, Esteva señalaba en febrero de 2007 que se han generado
muchas iniciativas de transformación de realidades concretas que van más allá del humo de la
democracia electoral, más allá de la democracia participativa (que propone medidas para que
el ciudadano participe en el gobierno). Otras iniciativas muy otras apuntan a una democracia
radical, experiencias basadas en la autonomía en el gobierno “en cuatro de cada cinco
municipios”, “experiencias de las APPOS comunitarias, de barrio, municipales, regionales,
sectoriales…Merecen especial atención las APPOs del Istmo y de la Sierra Juárez”.
Experiencias múltiples que “inauguran nuevas relaciones sociales y atienden nuevas normas
de convivencia”.

Tomar la palabra. ¿Poder silenciar la palabra?

40
En este primer análisis del movimiento social oaxaqueño de 2006 se ha tratado de
subrayar los procesos de subjetivación política en términos de Rancière, el nacimiento de
múltiples seres colectivos capaces no sólo de poner en duda un gobierno autoritario y
corrupto, así como de protestar a partir de un conjunto de agravios sociales, sino de crear
nuevos escenarios políticos que permitieron “interrumpir el orden de la dominación”, ponerlo
entre paréntesis, experimentar otra vida pública y construir otro régimen de visibilidad por un
espacio de tiempo reducido. Surgió una comunidad dividida, en litigio, pero en donde los que
no existían, se hicieron visibles y convivieron con muchos otros grupos. Seres nunca antes
visibles (indígenas, amas de casa, colonos de barrios populares, niños de la calle, chavos
banda, entre otros) irrumpieron al lado de maestros sindicalizados y de otros grupos que
pertenecían a otras organizaciones. Todos colocados en otro sitio, en otro lugar construyendo
un nosotros inédito, la APPO, ejerciendo la política, la lógica de la igualdad en un sitio de un
agravio fundamental: ejercicio despótico de un gobernador, símbolo de múltiples agravios
sociales de un régimen totalitario. A este agravio y en el calor de la lucha se suman otros
daños muy penosos: la construcción de los integrantes de la APPO como vándalos y la
acostumbrada invisibilidad de las mujeres. Surge entonces la COMO (Coordinadora de
Mujeres Oaxaqueña) en la toma de los medios de comunicación estatales (televisión y radio)
creando otro régimen de visibilidad –junto con otro medios radiales tomados- y fabricando
“un ser femenino colectivo” dentro de la misma APPO. Otros agravios: “el Escuadrón de la
Muerte”, la guerra paramilitar y policíaca de intensidad baja. Surgen las barricadas y se
configura en ese tiempo “la Comuna de Oaxaca”. Muchos seres inéditos colectivos surgieron
en esa lucha y en nombre de la APPO, muchas experiencias se están escribiendo y
reconstruyendo en la lucha actual que persiste y cobra nuevas formas.
La APPO, la APPO somos todos. Todos somos iguales dentro de la APPO y de repente no
tan iguales: el movimiento oaxaqueño no es el mismo en todo este proceso y va
experimentado muchas transformaciones. La política en tanto lógica de la igualdad y de la
democracia radical se diluye y se tensa contra las lógicas del orden gubernamental, así como
del autoritarismo tanto local, como nacional persistente. Se tensa contra las tendencias
ideológicas de las múltiples organizaciones que van constituyendo el Movimiento en muchos
momentos.
¿Silenciar la palabra? No se logra destituir al gobernador. Se reprime violentamente al
Movimiento. La lógica de la impunidad, del “orden legal” gubernamental, y las lógicas de las
diferencias sociales dominantes se restablecen y el Gobernador presume que “no ha pasado
nada”. Los agravios siguen multiplicándose. Sin embargo, las voces irrumpen ante cada

41
agravio ocasionado, aunque no produzcan siempre movilizaciones masivas. A pesar del
miedo y el repliegue, algunas iniciativas indican que el silencio retumba creando algunos
horizontes más allá de Ulises Ruiz. Desde diferentes sectores de la APPO se aclama y
resuena lo dicho por un joven -de la periferia de la capital oaxaqueña- el mismo día que entra
la PFP, el 29 de octubre de 2006: “después de todo esto nunca seremos los mismos de antes;
no lo podríamos ser y no lo podríamos soportar” 80 .

Bibliografía citada:

Beas Torres, Carlos. “Presentación del Libro”, en La Batalla por Oaxaca, Ediciones Yope
Power, Mexico, 2007, pp 15-18.

Dalton, Margarita, Breve Historia de Oaxaca, Fondo de Cultura Económica, Colegio de


México y Fideicomiso Historia de las Américas, México, 2004, pp. 302.

La Batalla por Oaxaca, Ediciones Yope Power, Oaxaca, 2007, pp.283.

Esteva, Gustavo, “Appología”, en La Guillotina, Estado de México, 2007, núm. 56, pp. 2-9.

Gibler, John, “El levantamiento de Oaxaca”, en: Ediciones Yope Power, La Batalla por
Oaxaca, Oaxaca, 2007, pp. 91-100.

Gijsbers, Wim, “David Venegas, La barricada y la resistencia social”, en Ediciones Yope


Power, La Batalla por Oaxaca, Oaxaca, 2007, pp. 243-248.

Habermas, Jürgen, Teoría de la acción comunicativa, Taurus, Madrid, 1992, pp. 618.

Jakobson, Roman, Ensayos de linguística general, Editorial Planeta, 1995, pp. 394.

Lapierre, George, “La Comuna de Oaxaca: mito o realidad”, en La Guillotina, Estado de


México, 2007, núm. 56, pp. 18-25.

Lobo, Fernando, “La Rabia inexplicable”, en La Guillotina, Estado de México, 2007 núm.
56, pp. 34-39.

Malinowski, Bronislaw, “The problem of meaning in primitive languages”, Ogden, C. K. and


Richards, I. A. The Meaning of Meaning: A Study of Influence of Language Upon Thought
and of the Science of Symbolism, Harcourt, Brace and World, New York, 1993, pp. 296-336.

Martínez Vásquez, Víctor Raúl, Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis Política:


Oaxaca 2006, (IISUABJO), Universidad Autónoma Benito Juárez, México, 2007, pp. 303.

Melucci, Alberto, Acción colectiva, vida cotidiana y democracia, El Colegio de México,


México, 2002, pp. 260.

Monter, Lucia Antonio, “Las noches en la ciudad de la resistencia. Entrevista con El


Alebrije”, en Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca, Oaxaca, 2007, pp. 197-202.

42
Moreno Corzo, Alejandro, “La batalla del dos de noviembre: de la Resistencia Civil como
una de las Bellas Artes”, en Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca, Oaxaca, 2007,
pp. 249-256.

Osorno, Diego, Oaxaca sitiada. La primera Insurrección del Siglo XXI, Grijalbo, México,
2007, pp. 298.

Rancière, Jacques, El desacuerdo. Política y Filosofía, Ediciones Nueva Visión, 1996, pp.
176.

Rancière, Jacques, “Política, identificación, subjetivación”, en: Metapolítica, México, 2004,


núm. 36, Volumen 8, pp. 26-32.

Tarrow, Sydney, El poder en Movimiento, Alianza Editorial, Madrid, versión en español


2004, pp. 352.

Zires, Margarita “Denunciar. La legitimación mediática de la represión social en México:


Oaxaca 25.11.2006” en: Versión, Universidad Autónoma Metropolitana- Xochimilco,
México, 2007, núm. 20, pp.15-52.

Documentos revisados:

Foro Nacional “Construyendo la Democracia y la Gobernabilidad en Oaxaca”, Agenda para


la Construcción del Estado, Oaxaca, México. Agosto 2006.

Videodocumentales consultados:

Canal 9, producido por Indymedia y realizado por Jen Lawhorne y Arnaldo Peña, 2006-
2007.

Compromiso Cumplido, Colectivo Mal de Ojo TV, 2007.

Guelaguetza Popular 2006, Producida por la Sección XXII y la APPO, Realizada por el
Colectivo Ojo de Agua, 2006.

La Toma de los medios de Comunicación. 21 de agosto, producido por Indymedia y


realizado por Jen Lawhorne y Arnaldo Peña, 2006-2007.

Morena, del Colectivo Mal de Ojo TV, 2007.

Un poquito de tanta verdad, Irene Hill Friedberg y Corrugated Films, 2007.

Victoria de Todos Santos, del Colectivo Mal de Ojo TV, 2006-2007.


1
Documentada ampliamente por diversos organismos de derechos humanos nacionales e internacionales.
2
Habermas, Jürgen, Teoría de la acción comunicativa.
3
Melucci, Alberto, Acción colectiva, vida cotidiana y democracia.
4
Me basaré para ello en un primer análisis de los periódicos más importantes oaxaqueños y de la capital que
representan diferentes tendencias ideológicas: Noticias de Oaxaca, El Imparcial, La Jornada, Reforma,

43
Universal y el Milenio, así como en algunas entrevistas hechas a los miembros del Movimiento y sacerdotes
católicos que han apoyado su causa y la bibliografía citada más adelante.
5
Plazas, préstamos, viviendas para maestros, así como desayunos escolares, becas, uniformes, atención médica,
calzado y material escolar para los alumnos de las poblaciones más necesitadas. Ver: Martínez Vázquez, Víctor
Raúl, Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis Política: Oaxaca 2006, p. 60.
6
Una bonificación salarial mensual por habitar en una zona turística (con costos de vida más elevados).
7
Entre las tendencias de izquierda están: “la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la Organización
Revolucionaria de los Trabajadores de la Educación (ORTE), la Coordinadora Democrática del Magisterio
(CODEMO), PRAXIS (COCEI), Cuadernos Sindicales, Organización de Izquierda Revolucionaria-línea de
masas (OIR-lm), Promotora de la Organización Democrática Revolucionaria del magisterio del CODEO
(PODER-MCODEP), Bases Magisteriales, Coordinadora de Bases Magisteriales, Solidaridad Campesina
Magisterial (SOCAMA-OAX), etc.” (Ver Martínez Vázquez, Víctor Raúl, Autoritarismo, Movimiento Popular
y Crisis Política: Oaxaca 2006, p 55.
8
De hecho, al arrancar el Movimiento Magisterial su líder Enrique Rueda Pacheco estaba siendo cuestionado por
diferentes grupos de la misma Sección 22 por fraude.
9
A nivel federal, la Secretaría de Educación Pública, ligada al partido en el poder, el PAN, no acepta cumplir las
demandas de una sección independiente y opuesta al liderazgo de Elba Esther Gordillo, quien ayudó fuertemente
al PAN en la contienda electoral. Tampoco le interesa apoyar a un Gobernador priísta en tiempos preelectorales.
10
La Asociación de padres de familia de Oaxaca, tanto con las de otras entidades “carece de representatividad
pues la organizan desde arriba autoridades educativas” (Granados Chapa en Reforma, 8.06.2006)
11
La Jornada, 03.06.2006
12
Lobo, Fernando, “La Rabia inexplicable”, en La Guillotina, pp. 34-39.
13
Osorno, Diego, Oaxaca sitiada. La primera Insurrección del Siglo XXI, p.68.
14
Según La Jornada (8.06.2006) 120 000 personas, según Milenio (8.06.2006) entre 100 000 a 150 000.
15
Lobo, Fernando, “La Rabia inexplicable”, en La Guillotina, pp. 34-39.
16
Un antecedente histórico importante: Destituciones de gobernadores por movilizaciones populares se
obtuvieron en este estado en 1947, 1952 y 1976 (Ver Dalton, Margarita, Breve Historia de Oaxaca, pp 244-248).
17
Sergio Beltrán, integrante de “Unitierra”, en una entrevista hecha para la película: Un poquito de tanta verdad,
dirigido por Jill Irene Friedberg producido por Corrugated Films 2007. El líder magisterial Enrique Rueda hace
mención en una entrevista hecha por Diego Osorno que el término de asamblea remite también al mecanismo de
consulta de las bases en el magisterio a la “asamblea estatal” de la sección 22 (Osorno, Diego, Oaxaca sitiada.
La primera Insurrección del Siglo XXI ).
18
Hernández Navarro, en La Jornada 21.11.2006.
19
Esteva, Gustavo, “Appología”, en La Guillotina, p. 3.
20
Muchas de estas organizaciones sindicales estaban organizadas en el FSODO (Frente de Sindicatos y
Organizaciones Democráticas de Oaxaca) y se identificarían con el socialismo y su lucha contra el
neoliberalismo. Algunas de estas organizaciones sindicales formarían parte de la Coordinadora por la Unidad
contra el Neoliberalismo (Ver Martínez Vázquez, Víctor Raúl, Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis
Política: Oaxaca 2006, p. 73).
21
Martínez Vázquez, Víctor Raúl, Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis Política: Oaxaca 2006, pp.70-
75.
22
Luis Hernández Navarro, en La Jornada 21.11.2006.
23
Osorno, Diego, Oaxaca sitiada. La primera Insurrección del Siglo XXI, p. 283.
24
Milenio, 15.06.2006.
25
La marcha habría convocado “según datos oficiales a unas 45 mil personas, aunque por la noche la Coparmex
afirmó que asistieron 200 mil (La Jornada, 23.06.06). “Según la Policía estatal, en la denominada "Marcha por
la paz" participaron unas 15 mil personas… camisetas blancas con las leyendas “Ulises, te apoyamos" y "Ulises,
sí" (Reforma, 23.06.06).
26
Martínez Vázquez, Víctor Raúl, Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis Política: Oaxaca 2006, p. 80.
27
Martínez Vázquez, Víctor Raúl, Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis Política: Oaxaca 2006, p.103.
28
El término “topil” significa persona respetada en culturas indígenas oaxaqueñas que desempeña un cargo
importante en la comunidad.
29
Esto no significa que el ejercicio de esta justicia un tanto improvisada haya sido fácil y que no se hayan
cometido imprudencias, descuidos o abusos con algunas personas, como fue subrayado por algunos diarios
nacionales. Sin embargo, estas injusticias no tienen nada que ver con los agravios y abusos sistemáticos del
sistema de justicia legal a nivel nacional.
30
Esteva, en: La Jornada 31.08.2006.
31
Bellinghausen en La Jornada 05.08.2006
32
Osorno, Diego, Oaxaca sitiada. La primera Insurrección del Siglo XXI, pp.80-90.

44
33
Noticias de Oaxaca, 17.06.2006.
34
Osorno, Diego, Oaxaca sitiada. La primera Insurrección del Siglo XXI, p. 67.
35
Osorno, Diego, Oaxaca sitiada. La primera Insurrección del Siglo XXI, p. 67.
36
Noticias de Oaxaca, 02.08.2006
37
Noticias de Oaxaca, 17.06.2006.
38
Gibler, John, “El levantamiento de Oaxaca”, en: Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca. p. 97.
39
La Jornada, 02.08.2006.
40
Osorno en: Milenio 02.08.2006
41
La Jornada, 02.08.2006
42
Bellinghausen, en La Jornada, 02.08.2006.
43
Altamirano, Genaro, en El Universal, 2.08. 2006, y ver Noticias de Oaxaca, 2.08.2006.
44
Bellinghausen, en La Jornada, 05.08.2006
45
La Jornada y Noticias de Oaxaca 07.08.2006.
46
(La Jornada, 11.08.2006; El Milenio, 11.08.2006)
47
Consultar :Gibler, John, “El levantamiento de Oaxaca”, en Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca,
pp. 91-100. Tambien Lobo señala la importancia de que el Movimiento tuviera bajo su control medios de
comunicación. Sin embargo critica cómo “las radios del movimiento desataron en su momento rumores sin
sentido, llamamientos irresponsables y adoctrinamiento”. Ver Lobo, Fernando, “La Rabia inexplicable”, en La
Guillotina.
48
Rancière, Jacques, “Política, identificación, subjetivación”, en: Metapolítica, pp. 26-32.
49
Entrevista realizada por Margarita Zires con Patricia Jiménez en septiembre de 2006.
50
Zires, Margarita “Denunciar. La legitimación mediática de la represión social en México: Oaxaca 25.11.2006”
en: Versión.
51
Hernández Navarro, La Jornada, 15.08.06.
52
www.oaxacaenpaz.org.mx..En agosto surgió también el “Sitio oficial de la APPO:
www.asambleapopulardeoaxaca.com
53
La Jornada 14.08.2006.
54
Martínez Vázquez, Víctor Raúl, Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis Política: Oaxaca 2006, p. 109.
55
Monter, Lucia Antonio, “Las noches en la ciudad de la resistencia. Entrevista con El Alebrije”, en Ediciones
Yope Power, La Batalla por Oaxaca, p. 199.
56
Osorno, Diego, Oaxaca sitiada. La primera Insurrección del Siglo XXI.
57
Lapierre compara la experiencia de la Comuna de Paris y la Comuna de Oaxaca retomando a Marx (La Guerra
Civil en Francia). Lapierre, George, “La Comuna de Oaxaca: mito o realidad”, en La Guillotina, pp. 18-25
58
El periodista y escritor Luis Hernández Navarro utiliza el nombre de la “Comuna de Oaxaca” por primera vez
en La Jornada el 25 de julio y otros periodistas de este mismo periódico lo emplean también después.
59
Documento de dicho Foro celebrado en agosto 2006 y Martínez Vásquez 2007: 99.
60
Martínez Vázquez, Víctor Raúl, Autoritarismo, Movimiento Popular y Crisis Política: Oaxaca 2006, pp. 137-
139.
61
La Jornada 05.09.2006.
62
Esteva, Gustavo, “Appología”, en La Guillotina, Estado de México, p.5
63
Venegas en Monter, Lucia Antonio, “Las noches en la ciudad de la resistencia. Entrevista con El Alebrije”, en
Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca, Oaxaca, p.199.
64
Venegas en Monter, Lucia Antonio, “Las noches en la ciudad de la resistencia. Entrevista con El Alebrije”, en
Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca, Oaxaca, p.197-202.
65
Venegas en Monter, Lucia Antonio, “Las noches en la ciudad de la resistencia. Entrevista con El Alebrije”, en
Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca, Oaxaca, p.198.
66
Venegas en Monter, Lucia Antonio, “Las noches en la ciudad de la resistencia. Entrevista con El Alebrije”, en
Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca, Oaxaca, p. 202.
67
Venegas en Monter, Lucia Antonio, “Las noches en la ciudad de la resistencia. Entrevista con El Alebrije”, en
Ediciones Yope Power, La Batalla por Oaxaca, Oaxaca, p.200.
68
Milenio 12.09.2006.
69
La Jornada 18.10.2006.
70
En la misma Radio La Ley del Pueblo se cuestionó la “postura de Rueda y calificó el ejercicio gremial de “una
mañosa consulta que ya echaron a andar” En una manifestación en esos días unos gritaban: ''¡Magisterio y
pueblo unido, jamás serán vencidos!'', y ''¡Maestro, tú empezaste y tienes que acabar! ¡Ulises no se ha ido, lo
tienes que sacar!'' (La Jornada 19.10.2006).
71
Hernández Navarro en La Jornada 17.10.2006; y Osorno, Diego, Oaxaca sitiada. La primera Insurrección del
Siglo XXI, p.196.
72
Como las regiones de la Sierra Sur, parte de la zona mixteca.

45
73
Osorno narra este episodio como una operación clara parapoliciaca en donde un grupo bien armado asesinó al
periodista Bradley Roland Will y dos miembros de la APPO. Asimismo denuncia la versión oficial: la de un
enfrentamiento ciudadano (entre “vecinos” que querían recuperar su ciudad frente a los miembros de la APPO
que la tendrían secuestrada). Ver en Osorno, Diego, Oaxaca sitiada. La primera Insurrección del Siglo XXI,
p.196.
74
Osorno, Diego en Milenio 03.11.2006
75
Pedro Matías en: Noticias de Oaxaca 03.11.2006.
76
Extracto transcrito de la grabación de 12 horas de Radio Universidad el 2 de noviembre de 2006.
77
Idem.
78
Idem.
79
Zires, Margarita “Denunciar. La legitimación mediática de la represión social en México: Oaxaca 25.11.2006”
en: Versión.
80
Beas Torres, Carlos. “Presentación del Libro”, en La Batalla por Oaxaca, Ediciones Yope Power, p. 18.

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