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Alonso Pacheco
Francisco de la Bastida
Información personal
Nacimiento 1506
Trujillo, Corona de Castilla
Fallecimiento 1563
Playa de Catia, Provincia de Venezuela Imperio español
Nacionalidad Española
Información profesional
Índice
1Biografía
2Soldado y trotamundos
3Detención del Inca Atahualpa
4Guerras europeas y expedición de Orellana
5Fundador de ciudades
6Problemas con el gobernador
7Detención del tirano Aguirre
8Vuelta a España
9Mercedes concedidas
10La amistad le cuesta la muerte
11Honores
12Bibliografía
Biografía[editar]
Diego García de Paredes nació en Trujillo de la Comunidad de villa y tierra de la Extremadura
castellana que formaba parte de la Corona de Castilla, siendo hijo natural del célebre
trujillano Diego García de Paredes "el Sansón de Extremadura" —que combatió como capitán
de infantería en las guerras de Italia, norte de África y Navarra— y de Mencía de Vargas.
Intentando emular a su padre, e identificado con la responsabilidad que le concernía y como
heredero del orgullo castrense, tuvo que adoptar el papel que le correspondía para defender el
honor de su apellido y la dignidad de sus ancestros. Aunque lo intentó, si no consiguió emular
a su padre fue porque murió cuando comenzaba a destacar como funcionario de la Corona.
Soldado y trotamundos[editar]
Al cumplir los dieciocho años, embarca para el Nuevo Mundo y llega a Nicaragua donde
intervendrá en el proceso conquistador de aquellos territorios al mando de Gil González
Dávila y de Hernando de Soto con quien pasará a Panamá a principios de 1530.
La conquista de Perú se había emprendido con algunos fracasos iniciales, y ahora se estaba
organizando para realizarla con efectividad. Cuando Hernando de Soto y García de Paredes
estaban en Panamá llegaba de España Francisco Pizarro al mando de una expedición para tal
empresa, en la que de Soto y García de Paredes se sumarían a los conquistadores.
Decidida la conquista, Pizarro y sus hombres llegaban nuevamente a las costas de Perú, y
con algunas dificultades y tropiezos, ciento sesenta hombres caminaban hacia el corazón
del Imperio incaicocon el firme objetivo de conquistarlo. Una vez que han llegado
a Cajamarca disponen las cosas para lograr sus objetivos.
Hernando de Soto y García de Paredes, entre otros, participarán en los preliminares de las
conversaciones que han de sostener Pizarro y Atahualpa, para que el Inca se traslade hasta
Cajamarca donde van a entrevistarse. Esa entrevista se convertiría en un sorpresivo ataque
para apresar al Inca, y García de Paredes figuraba entre los dieciocho hombres que llevaron a
cabo aquella temeraria acción.
El 16 de noviembre de 1532, durante la batalla que sostuvieron en la plaza de Cajamarca,
García de Paredes tuvo un papel destacado en la defensa de las calles aledañas al edificio
donde, al principio de la escaramuza, se resguardaban los hombres de Pizarro.
Los españoles cortaron las manos y/o brazos de los asistentes que portaban la litera de
Atahualpa para obligarlos a dejarla caer y poder alcanzarlo. La litera volcó y Atahualpa
permaneció sentado en la litera mientras que un gran número de asistentes incas se
apresuraron a colocarse entre la litera y los españoles, dejando que los españoles los
mataran. Pizarro cabalgó entre ellos hasta donde un soldado español de a pie que intentó
asesinar a Atahualpa. Reconociendo el valor de Atahualpa como prisionero, Pizarro lo
defendió y fue herido en una mano con una espada. Como resultado del encuentro entre
4.000 a 5.000 personas murieron (entre sirvientes y guardias atahualpistas junto a terceros
que allí se encontraban, como los pobladores de Cajamarca y varios orejones huascaristas
enviados con ofrecimientos de parte del Inca cautivo) otros 7.000 fueron heridos o capturados,
según los cronistas los españoles tuvieron solo un muerto (un esclavo negro) y varios heridos.
Cansado quizás de las alturas andinas, en 1534, García de Paredes regresa a España; se
alista en los tercios europeos y participa en las guerras de Flandes, Francia, Túnez y Sicilia,
donde alcanzará el grado de capitán. Al cumplir este compromiso, vuelve a Trujillo.
Pero como García de Paredes es hombre de armas, el sosiego le aburre y no para mucho
tiempo en su Trujillo natal, y aprovechando una oportunidad nuevamente se embarca para las
Indias en 1544, en la expedición de su coterráneo Francisco de Orellana para la conquista del
territorio que le han concedido por el descubrimiento del río Amazonas. El desembarco se
produce poco antes de las Navidades de 1545 y Orellana se interna unos quinientos
kilómetros en el delta del Amazonas tras construir un barco fluvial con la finalidad de
encontrar El Dorado. 57 hombres mueren de hambre y el resto acampan en una isla del delta
entre indios amistosos. Orellana parte en un bote para encontrar comida y la rama principal
del Amazonas. A su regreso, encuentra el campamento desierto, pues los hombres habían
construido un segundo bote y partido en busca de Orellana. Finalmente, abandonaron y
partieron costeando hacia la isla Margarita en el mar Caribe. Orellana y su grupo siguieron
tratando de localizar el canal principal, pero fueron atacados por los nativos caribes. Diecisiete
murieron a causa de las flechas venenosas y el mismo Orellana murió de fiebres malignas
poco después, en noviembre de 1546. García de Paredes, como sobreviviente de la
expedición y tras quedarse sin ocupación, emprende la marcha hacia el Nuevo Reino de
Granada (Colombia) para sumergirse durante algún tiempo en la conquista de aquellos
territorios.
Fundador de ciudades[editar]
Mural a la entrada de Táriba, describe la batalla entre indios y españoles durante la conquista en el siglo
XVI
Vuelta a España[editar]
Terminada la pesadilla de Aguirre, recuperada la amistad con Gutierre de la Peña y libre de
las acusaciones del gobernador Collado, este para agradecerle los servicios prestados, le
ofrece encabezar una expedición al valle de Caracas para continuar la labor de conquista que
habían desarrollado Francisco Fajardo y el fallecido Juan Rodríguez Suárez asesinado por los
indios cuando perseguia a Lope de Aguirre.
García de Paredes, declina esta oferta, puesto que, como tiene otras metas, piensa ir a
España a pedir mercedes en la Corte. En 1562 se efectúa este viaje, le acompañaban Gutierre
de la Peña y Pedro Alonso Galeas, quienes también iban a solicitar recompensas por los
servicios que habían prestado a la Corona.
Mercedes concedidas[editar]
En atención a su ilustre apellido, y a los valiosos servicios castrenses que había prestado en
las campañas europeas y en las diferentes conquistas del Nuevo Mundo, el rey Felipe II de
Españanombrará a Diego García de Paredes, Capitán general y gobernador en la provincia
de Popayán en el Nuevo Reino de Granada.
Después de corta estancia en su ciudad natal y la visita obligada al Santuario de
Guadalupe para orar y pedir ayuda divina para coronar con éxito su nueva misión, a principios
de 1563 se embarcaba para volver al Nuevo Mundo junto a su lugarteniente Gabriel de Ávila.
Tras recalar en La Española, el barco navegó hacia las costas venezolanas con rumbo
a Santa Ana de Coro, desde donde García de Paredes pensaba hacer el trayecto por tierra
hasta su gobernación de Popayán, y de paso visitar a sus amigos de Barquisimeto, El
Tocuyo, Trujillo, Mérida, Pamplona y otros enclaves andinos donde había intervenido en sus
conquistas para lo cual decide hacer una escala en la playa de Catia cercana a Caracas.
Honores[editar]
En Trujillo (Venezuela) existen una plaza, un parque y una avenida que llevan su nombre
desde 1957 cuando esas obras fueron inauguradas por el presidente Marcos Pérez
Jiménez en ocasión de celebrar el cuatricentenario de su fundación. La estatua de García de
Paredes, ubicada en la plaza homónima, fue derribada y destrozada su cabeza. Los
responsables del Comando Cuicas adujeron que García de Paredes era un asesino de
indígenas y violador de mujeres.