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El sistema nervioso vegetativo o autónomo, también

llamado neurovegetativo o involuntario, regula y coordina las funciones que son


involuntarias, insconcientes y automáticas.

El sistema nervioso autónomo es una subdivisión encargada del mantenimiento de las


funciones corporales inconscientes, siendo responsable del mantenimiento de la vida.

La gran mayoría de las acciones que desencadenan todos los órganos y tejidos son
completamente involuntarias, siendo situaciones que involucran desde cambios en la
presión arterial hasta movimientos intestinales rutinarios.
Para garantizar que estas funciones se realicen adecuadamente, es necesario la presencia de
un ente regulador. El sistema nervioso autónomo es el encargado de controlar estas
funciones.

Las conexiones con los diferentes órganos diana de este sistema son tanto motores como
sensitivos, habiendo tanto eferencias como aferencias. Se trata pues de un sistema que
envía información desde las partes del encéfalo hasta los órganos, provocando en ellos una
reacción o actuación específica mientras que a la vez recapta información sobre su estado y
la envía el encéfalo, donde podrá ser procesada y actuar en consecuencia. A pesar de esto, en
el sistema nervioso autónomo predomina la presencia de eferencias, es decir, que
mayoritariamente su función es la de emitir señales en dirección a los órganos.

El sistema nervioso autónomo (SNA) regula los procesos fisiológicos. La regulación ocurre
sin control consciente, es decir, con un carácter autónomo. Las 2 divisiones principales son

 Sistema simpático
 Sistema parasimpático

También se puede encontrar un tercer sistema, el sistema entérico, que se encarga


principalmente del control del tracto digestivo.

Los trastornos del SNA producen insuficiencia o falla y pueden afectar cualquier aparato del
cuerpo.

¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA NERVIOSO


AUTÓNOMO?
Para lograr un mayor nivel de eficiencia, el sistema nervioso autónomo se divide en dos
partes: el sistema nervioso simpático y el parasimpático.
Cada uno de ellos actúa a través de largas fibras nerviosas que permiten ejecutar funciones
opuestas. Sin embargo, la diferencia no solo es funcional, sino que también existen elementos
anatómicos que permiten clasificar a estos sistemas.

Para ello, es importante considerar la distribución general de las neuronas del sistema
nervioso autónomo. Por lo general, todas salen de la médula espinal en distintos segmentos,
dependiendo de la estructura anatómica que se vaya a inervar.
Además, para poder llegar a una determinada región, todas las neuronas emitidas deben hacer
“sinapsis” en unas estructuras denominadas ganglios.
Estos ganglios son una especie de “cavidades” que permiten la comunicación
funcional entre dos neuronas. Una de ellas es la que viene desde la médula espinal,
llamada neurona presináptica, mientras que la otra viene después, llamada neurona
postsináptica.
En esta comunicación llamada sinapsis intervienen neurotransmisores que desencadenan una
serie de reacciones químicas en cascada muy fuertes.

Dependiendo de la localización de los ganglios y de la longitud de las fibras, es posible hacer


una nueva distinción. El sistema nervioso simpático utiliza fibras provenientes de la porción
torácica y lumbar de la médula espinal, mientras que el parasimpático proviene de
la región craneal y sacra de la misma estructura.

SISTEMA NERVIOSO SIMPÁTICO Y PARASIMPÁTICO: DIFERENCIAS


FUNCIONALES
Como se mencionó anteriormente, estos llevan a cabo funciones totalmente opuestas para
asegurar la “estabilidad” u “homeostasis” del organismo.
Mientras uno se encuentra activo predominantemente en las situaciones estresantes de lucha
o huida (el sistema simpático), el otro aparece en las situaciones de calma, relajación y
tranquilidad (el sistema parasimpático). Estos dependen el uno del otro para su adecuado
funcionamiento.
Por ejemplo, el sistema nervioso simpático logra estos efectos actuando directamente sobre
los vasos sanguíneos, los músculos y el corazón. De esta manera se logra aumentar la presión
arterial y distribuir el flujo sanguíneo adecuadamente, aumentar las contracciones
musculares, la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción del miocardio para permitir una
adecuada oxigenación de los tejidos.
El sistema parasimpático también influye sobre los mismos tejidos, pero provocando las
reacciones contrarias. En términos generales, relajación y tranquilidad.

Sin embargo, ¿cómo puede ser posible que dos fibras nerviosas que incidan sobre un mismo
tejido tengan efectos distintos? Esto puede ser fácilmente explicado por la presencia
de neurotransmisores.

Funciones del SNA

El sistema nervioso autónomo controla los siguientes procesos internos:

 Presión sanguínea
 Corazón y frecuencia respiratoria
 Temperatura corporal
 Digestión
 Metabolismo (lo que afecta el peso corporal)
 El equilibrio de agua y electrolitos (como sodio y calcio)
 La producción de fluidos corporales (saliva, sudor y lágrimas)
 Micción
 Defecación
 Respuesta sexual

Anatomía
El SNA recibe aferencias de distintas partes del SNC que procesan e integran los estímulos
provenientes del cuerpo y del ambiente externo. Estas partes incluyen el hipotálamo, el
núcleo del tracto solitario, la formación reticular, la amígdala, el hipocampo y la corteza
olfatoria.

Los sistemas simpático y parasimpático consisten de 2 grupos de somas nerviosos: uno de


ellos (denominado preganglionar) en el SNC, que tiene conexiones con otro localizado en los
ganglios fuera del SNC. Las fibras eferentes procedentes de los ganglios (fibras
posganglionares) se dirigen hacia los órganos efectores.
Sistema nervioso Simpático
Los somas de las células preganglionares del sistema simpático se localizan en el asta
intermediolateral de la médula espinal entre T1 y L2 o L3.

Los ganglios simpáticos ocupan una posición adyacente a la columna vertebral y consisten
en los ganglios vertebrales (cadena simpática) y prevertebrales, que incluyen los ganglios
cervical superior, celíaco, mesentérico superior y corticorrenal.

Desde ellos parten fibras largas que se dirigen hacia los órganos efectores, que incluyen el
músculo liso de los vasos sanguíneos, las vísceras, los pulmones, el cuero cabelludo
(músculos piloerectores) y las pupilas, el corazón y las glándulas (sudoríparas, salivales y
digestivas).

Sistema nervioso Parasimpático


Los cuerpos de las células preganglionares del sistema parasimpático se localizan en el tronco
encefálico y la porción sacra de la médula espinal. Las fibras preganglionares salen del tronco
encefálico con los nervios craneales III, VII, IX y X (vago) y dejan la médula espinal en S2
y S3; el nervio vago contiene alrededor del 75% de todas las fibras parasimpáticas.

Los ganglios parasimpáticos (p. ej., ganglios ciliar, esfenopalatino, ótico, pélvicos y del vago)
se localizan dentro de los órganos efectores, y las fibras posganglionares tienen sólo 1 o 2
mm de longitud. Por lo tanto, el sistema parasimpático puede producir respuestas específicas,
localizadas en órganos efectores, tales como las siguientes:

 Vasos sanguíneos de la cabeza, el cuello y las vísceras toracoabdominales


 glándulas lagrimales y salivales
 Músculo liso de las glándulas y las vísceras (p. ej., hígado, bazo, colon, riñones,
vejiga, genitales)
 Músculos de la pupila

Sistema nervioso entérico

Si bien el sistema nervioso parasimpático también tiene una influencia clara en el tracto
digestivo, existe una subdivisión del sistema nervioso autónomo que se especializa de forma
casi exclusiva del sistema por el cual incorporamos nutrientes a nuestro organismo. Se trata
del sistema entérico, que inerva el tubo digestivo y regula su funcionamiento habitual.
Como se encarga de uno de los sistemas más importantes para la supervivencia, el sistema
nervioso entérico tiene que ser fundamentalmente automático, y preocuparse constantemente
por mantener el equilibrio bioquímico que existe en los diferentes medios del organismo,
adaptándose a las alteraciones que puedan producirse dependiendo de lo que se ingiere, del
estado de activación, de las hormonas que circulan por la sangre, etc.
Fisiología
El SNA controla la TA, la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal, el peso, la digestión,
el metabolismo, el balance hidroelectrolítico, la sudoración, la micción, la defecación, la
respuesta sexual y otros procesos. Muchos órganos están regulados especialmente por el
sistema simpático o parasimpático, aunque pueden recibir aferencias de ambos; en ocasiones,
las funciones son recíprocas (p. ej., la activación simpática acelera la frecuencia cardíaca; la
parasimpática la disminuye).

El sistema nervioso parasimpático es catabólico; activa las respuestas de lucha o huida.

El sistema nervioso parasimpático es anabólico; conserva y restablece

Divisiones del sistema nervioso autónomo


División Efectos
Simpática Aumenta:

 Frecuencia y contractilidad cardíacas


 Broncodilatación
 Glucogenólisis hepática y liberación de glucosa
 IMB
 Fuerza muscular

Produce palmas sudorosas

Reduce menos inmediatamente las funciones que preservan la vida (p. ej.,
digestión)

Controla la eyaculación
Parasimpática Estimula las secreciones y la motilidad digestiva (incluida la evacuación)

Disminuye la frecuencia cardíaca

Reduce la TA

Controla la erección

Algunas de las principales acciones antagónicas de los sistemas simpático y parasimpático


son las siguientes:

 Simpático: Incrementa el gasto energético frente a condiciones adversas:


o Dilata la pupila
o Acelera el ritmo cardiaco
o Vasoconstricción arterial
o Disminuye el peristaltismo intestinal
o Aumenta la secreción de las glándulas sudoríparas
o Relaja la musculatura bronquial

 Parasimpático: Evita un excesivo gasto energético:


o Contrae la pupila
o Disminuye el ritmo cardiaco
o Vasodilatación arterial
o Aumenta el peristaltismo intestinal
o Disminuye la secreción de las glándulas sudoríparas
o Contrae la musculatura bronquial

Dos neurotransmisores importantes del SNA son:

 Acetilcolina: las fibras que secretan acetilcolina (fibras colinérgicas) incluyen todas
las fibras preganglionares, todas las fibras parasimpáticas posganglionares y algunas
fibras simpáticas posganglionares (las que inervan los músculos piloerectores, las
glándulas sudoríparas y los vasos sanguíneos).
 Noradrenalina: las fibras que secretan noradrenalina (fibras adrenérgicas) incluyen
a la mayoría de las fibras simpáticas posganglionares. Las glándulas sudoríparas de
las palmas y las plantas también responden en cierta medida a la estimulación
adrenérgica.

Existen diferentes subtipos de receptores adrenérgicos y receptores colinérgicos, que varían


según la localización.
Dependiendo del tipo de sustancia que sea liberada para garantizar una adecuada función, se
habla de neuronas colinérgicas si la sustancia liberada es acetilcolina, o adrenérgicas si la
sustancia liberada es adrenalina o noradrenalina. El primer caso es el del sistema nervioso
parasimpático, mientras que el simpático suele utilizar las últimas sustancias.
La interacción de estas sustancias liberadas por las neuronas presinápticas con receptores
específicos en la neurona postsináptica permite desencadenar una serie de reacciones
moleculares que llevan, a la larga, a la ejecución de una determinada función.

Etiología de la insuficiencia autónoma


Los trastornos que producen insuficiencia o falla autónoma pueden originarse en el sistema
nervioso periférico o central y ser primarios o secundarios a otros trastornos.

Las causas más frecuentes de insuficiencia autónoma son

 Neuropatías periféricas
 Envejecimiento
 Enfermedad de Parkinson

Otras causas incluyen

 Neuropatía autónoma autoinmunitaria


 Atrofia multisistémica
 Trastornos de la médula espinal
 Fármacos
 Trastornos de la unión neuromuscular (p. ej., botulismo, síndrome de Eaton-Lambert)

Evaluación de la insuficiencia autónoma


Anamnesis
Los síntomas que sugieren insuficiencia autónoma incluyen

 Intolerancia ortostática (desarrollo de síntomas como mareo que se alivian al


sentarse), debido a la hipotensión ortostática
 Intolerancia al calor
 Pérdida del control vesical e intestinal
 Disfunción eréctil (un síntoma temprano)

Otros posibles síntomas incluyen sequedad de ojos y de boca, pero son menos específicos.

Examen físico
Las partes importantes de la exploración incluyen:

 TA y frecuencia cardíaca postural: en un paciente con una hidratación normal, un


descenso sostenido (p. ej., > 1 min) de ≥ 20 mm Hg de la TA sistólica o un descenso
de ≥ 10 mm Hg de la TA diastólica con la posición erecta sugiere insuficiencia
autónoma (ver Hipotensión ortostática). Deben observarse los cambios de la
frecuencia cardíaca con la respiración y la bipedestación; si no hay una arritmia
sinusal fisiológica ni aumenta la frecuencia con la bipedestación indican insuficiencia
autónoma. Por el contrario, los pacientes con síndrome de taquicardia postural, un
trastorno benigno, típicamente tienen taquicardia postural sin hipotensión.
 Examen ocular: la miosis y la ptosis palpebral (síndrome de Horner) sugieren una
lesión simpática. Una pupila dilatada y arreactiva (pupila de Adie) sugiere una lesión
parasimpática.
 Reflejos urogenitales y rectales: los reflejos urogenitales y rectales anormales
pueden indicar déficit del SNA. Su examen incluye el reflejo cremastérico
(normalmente, al rozar el muslo ocurre una retracción testicular) y el reflejo de
contracción anal (normalmente, al rozar la piel perianal ocurre una contracción del
esfínter anal) y el reflejo bulbocavernoso (normalmente, al presionar el glande
peniano o el clítoris se contrae el esfínter anal).

Pruebas complementarias
Si los pacientes tienen síntomas y signos indicativos de una disfunción autónoma,
habitualmente habría que solicitar pruebas sudomotoras, cardiovagales y adrenérgicas para
determinar la gravedad y la distribución del problema.

Las pruebas sudomotoras incluyen:

 Prueba cuantitativa del reflejo axónico sudomotor: esta prueba evalúa la


integridad de las fibras posganglionares. Las fibras se activan por iontoforesis
mediante el uso de acetilcolina. Se evalúan sitios estándares en la pierna y la muñeca,
y se mide entonces el volumen del sudor. La prueba puede detectar una disminución
o ausencia de sudor.
 Prueba de sudoración termorreguladora: evalúa las vías preganglionares y
posganglionares. Después de aplicar un colorante en la piel, los pacientes penetran en
un espacio cerrado que se calienta para generar una sudoración máxima. La
sudoración hace que el colorante cambie de color, de modo que se aprecian áreas de
anhidrosis e hipohidrosis y pueden ser calculadas como un porcentaje de la superficie
corporal.

La prueba cardiovagal evalúa la respuesta de la frecuencia cardíaca (a través de una tira de


ritmo de ECG) a la respiración profunda y a la maniobra de Valsalva. Cuando el SNA está
intacto, la frecuencia cardíaca varía con estas maniobras; las respuestas normales a la
respiración profunda y el cociente de Valsalva varían con la edad.

Las pruebas adrenérgicas evalúan la respuesta de la TA latido a latido frente a:

 Inclinación hacia arriba de la cabeza: la sangre se desplaza hacia las partes declive
y produce respuestas reflejas en la TA y la frecuencia cardíaca. Esta prueba ayuda a
diferenciar las neuropatías autónomas del síndrome de taquicardia postural.
 Maniobra de Valsalva: esta maniobra aumenta la presión intratorácica y reduce el
retorno venoso, lo que provoca cambios en la TA y la vasoconstricción refleja.
En las pruebas de inclinación hacia arriba de la cabeza y las maniobras de Valsalva, el patrón
de respuestas es un índice de la función adrenérgica.

Las concentraciones plasmáticas de noradrenalina pueden medirse con los pacientes en


decúbito dorsal y luego después que han estado en bipedestación durante > 5 min.
Normalmente, las concentraciones aumentan después de adoptar la bipedestación. Cuando
los pacientes tienen insuficiencia autónoma, es posible que las concentraciones no aumenten
con la posición de pie y pueden ser bajas en posición de decúbito dorsal, sobre todo en los
trastornos preganglionares (p. ej., neuropatía autónoma, insuficiencia autónoma pura).

EXISTEN ALGUNAS ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO


Muchas patologías primarias o secundarias del sistema nervioso pueden causar alteraciones
en este sistema. Estas producen, entre otros signos, desbalances en el manejo de las
secreciones corporales, la tensión arterial, frecuencia cardíaca y respiratoria, además del
hábito evacuatorio y miccional.
Este grupo de patologías pueden englobarse dentro de las disautonomías y son causadas por
una gran cantidad de patologías, entre ellas la diabetes mellitus, por acumulación de glucosa
en los nervios autonómicos.

Propagación del impulso nervioso

Las neuronas son unas células que tienen la capacidad de transmitir el impulso nervioso en
forma de corriente eléctrica. El impulso nervioso sólo se propaga en un sentido. Cuando una
neurona es estimulada, se originan unos cambios eléctricos que empiezan en las dendritas,
pasan por el cuerpo neuronal, y terminan en el axón.
El impulso nervioso no se transmite con la misma velocidad en todas las neuronas. Depende
de si el axón está o no rodeado por unas células, las células de Schwann, que producen una
sustancia blanca, la vaina de mielina, que impide el paso del impulso nervioso y hace que
tenga que "saltar" entre los espacios sin vaina de mielina (nódulos de Ranvier), por lo que
la velocidad será mayor.

A este tipo de propagación del impulso nervioso se le denomina "conducción o propagación


saltatoria".

También se pueden clasificar las neuronas según si tienen o no mielina:

 Neuronas mielínicas. Sus axones son más gruesos y el impulso nervioso se propaga
con más rapidez gracias a la conducción saltatoria.
 Neuronas amielínicas. Crecen de mielina, por lo que conducen el impulso nervioso
más lentamente.

El impulso nerviosose transmite a lo largo de una neurona mediante un proceso de


despolarización:

 En un principio, la membrana está polarizada. En parte exterior de la membrana


abundan los iones con carga positiva y en la parte interior, los de carga negativa. Esto
se mantiene por la acción de la bomba de sodio-potasio y se denomina potencial de
reposo.
Bomba de sodio-potasio.

 Esta despolarización lleva a la redistribución de los iones, los canales de sodio


cercanos se abren, y también se despolariza la zona contigua, y ésta, a su vez, a la de
la zona que le sigue, como si fueran las fichas de un dominó. De esta manera el
impulso nervioso se desplaza como una onda a lo largo del axón.
 Una vez que el impulso nervioso ha recorrido todo el axón, en milésimas de segundo,
se produce la repolarización o restablecimiento de las concentraciones de iones
características del estado de reposo.
Paso de potencial de acción a potencial de reposo. potenciacion.gif (imagen GIF, 400 ×
260 píxeles) - Escalado (0%). (s. f.). Recuperado a partir de
http://recursos.cnice.mec.es/biosfera/alumno/1bachillerato/animal/imagenes/nervio/poten
ciacion.gif

El impulso nervioso se propaga con mayor velocidad en los axones con mielina, puesto que
la generación de potenciales no se realiza punto a punto a lo largo de todo el axón, sino sólo
en los nódulos de Ranvier. Esto se debe a que, al ser la mielina aislante eléctrico, no permite
el paso de cargas a través de ella.

La mielina, además de aumentar la velocidad de propagación, ahorra energía. Cuando entran


los iones sodio después de un potencial de acción, la bomba de sodio-potasio, tiene que
gastar energía para expulsarlos de nuevo. En las neuronas con mielina este proceso sólo se
da en los nuódulos de Ranvier, por lo que se ahorra energía.

 Cuando llega un estímulo aumenta la permeabilidad para los iones de sodio, que
entran en la célula, con lo que la polaridad se invierte en ese punto, quedando más
carga positiva en el interior en esa zona. A esta alteración se le llama potencial de
acción.

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