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tiene que ser consciente que llevar a cabo un proyecto empresarial implica el conocimiento de
una serie de aspectos intrínsecos a la empresa: como las características del mercado, la
demanda del producto o servicio que se ofrece, la competencia, aspectos jurídicos y
financieros o la contabilidad de la empresa. En muchas ocasiones, esta última, fundamental en
el funcionamiento óptimo de cualquier empresa, es olvidada y no se le presta la atención
necesaria.
Debemos tener en cuenta que la correcta administración de las cuentas de nuestro negocio,
resultado directo de gestionar la contabilidad de una empresa correctamente, hará que no se
resienta la actividad diaria de la misma, evitando así problemas fiscales y legales.
Organizar la contabilidad de una pyme debe ser una prioridad y muchas veces, una mala
gestión de las cuentas tiene su motivo en el desconocimiento o en el no saber cómo realizarla
adecuadamente. Por ello, te contamos cómo llevar la contabilidad de un negocio, para evitar así
los quebraderos de cabeza al final de cada trimestre.
1. Hacerse con toda la documentación contable. Es esencial que recopiles todos los ingresos, los
gastos y demás operaciones concernientes a la actividad de tu empresa. Demostrar cualquier
operación con un justificante o copia de la misma es recomendable para llevar un buen control
de tu contabilidad. Sin documentos que prueben lo anotado en el registro no se podría
justificar su veracidad.
2. Llevar un registro de los ingresos y los gastos. Recuerda que todos los movimientos y
operaciones económicas de la empresa, como también sus pagos y cobros, deben ser
contabilizados. Sería conveniente que tanto los ingresos como los gastos, los ordenases
cronológicamente, ya sea por mes (lo más recomendable), trimestre o cuatrimestre.
3. Tener en cuenta los impuestos. Hacienda, cada año y cada trimestre, te hará presentar
diferentes modelos de declaración fiscal. Es muy importante tener un registro de los
distintos impuestos para empresas (IVA, IRPF, Impuestos de sociedades) que habrás de
presentar en los plazos y fechas indicadas por Hacienda. Y anualmente, deberás presentar
todos los libros de contabilidad y las cuentas anuales en el Registro Mercantil.
4. Comprobar las distintas actas, cuentas y saldos. De este modo tendremos la certeza de que los
cobros y los pagos, así como los justificantes, no sean equivocados o duplicados.
5. Llevar al día la contabilidad. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Tener tus cuentas
y registros al día te ahorrará tiempo y sobresaltos. Destina parte de tu tiempo al papeleo y no
lo dejes para final de año. Esto te ayudará a saber cuál es la situación financiera de tu empresa
y a realizar el balance general al final del ejercicio.