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UNA SUBESPECIALIZACIÓN PSIQUIÁTRICA:


LA PSIQUIATRÍA FORENSE*
Jorge Óscar Folino1

Resumen

En este artículo se describe humorísticamente la psiquiatría forense como una subespecialidad


psiquiátrica que abarca, entre otros, temas como la violencia, la capacidad psíquica para
actuar en el proceso judicial, la inimputabilidad por trastornos mentales, el daño psíquico,
la responsabilidad profesional en el área de la salud mental, la custodia y el régimen de
visitas cuando existen litigios por conflictos matrimoniales, el abuso sexual y la
confidencialidad en la relación profesional.

Palabras clave: psiquiatría, psiquiatría forense.

Title: Forensic Psychiatry: A Subspecialtybof General Psychiatry.

Abstract

This articleSdescribes Forensic Psychiatry in humorous terms. Forensic Psychiatry is a


subspecialty of General PsychiatrySthat comprises,Samong others, the following topics: violence,
fitness to stand trial, insanity defense, psychological harm, psychiatric malpractice, child
custody, sexual abuse and confidentiality.

Key words: Psychiatry, forensic psychiatry.

* Artículo adaptado del original: Folino J. Una subespecialización psiquiátrica: la psiquiatría forense. In: Manuel Suárez Richards,
et al. Introducción a la psiquiatría. 2nd. ed. Buenos Aires: Salerno; 2000. pp. 441-9. Publicado con autorización del autor.
1
Perito de la Asesoría Pericial, Departamento Judicial La Plata; profesor adjunto de Psiquiatría y director de la Maestría en
Psiquiatría Forense, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de La Plata; director del Programa Piloto de Eva-
luación de Riesgo de Liberados, Procuración General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires,
Argentina.

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Una subespecialización psiquiátrica: la psiquiatría forense
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La revista dominguera, el abdomen con la nueva técnica


la inmnunohematología “transsumanticamesentericadoble”,
y la psiquiatría forense verá muy alejada la posibilidad de
contactarse con un juez en lo cri-
Estimado lector: lo invito a que lea minal para decirle que, en su opi-
este artículo de una manera infor- nión, el que le robó las gallinas al
mal. Como si leyera un comentario vecino no lo hizo para emular viejas
en la revista accesoria que viene con tradiciones del barrio que otrora
el periódico los domingos. El artícu- permitían ingresar a la banda, sino
lo tiene como objetivo, precisamen- porque, en su delirio finisecular,
te, contarle acerca de un área de la quería hacer un ritual que salvara
medicina que, muy probablemente, al mundo de las catástrofes que na-
esté alejada de su práctica médica, turalmente hacen los políticos.
pero que es interesante conocer. Por
eso, permítame la licencia de diri- Ya le digo, seguramente usted no
girme directamente a usted, como re- hará nada parecido, pero es bueno
presentante de curiosos profesiona- saber que algún colega suyo está
les, y olvidando, en beneficio de la intentando ese tipo de misiones
didáctica, las formalidades del texto imposibles (me refiero a que los abo-
científico, que nos guarda y nos pro- gados entiendan semejantes cosas
tege de introducir pecados intuitivos. que casi no entendemos nosotros).

Las revistas de los domingos apor- Ahora bien, ¿por qué la inmunohe-
tan informaciones que no suelen re- matología y la psiquiatría forense?
sultarnos muy tangibles. Mientras Porque se me ocurrió una adivinan-
estamos tomando mate, extasiados za y éste era el mejor medio para de-
por permanecer en la cama a las círsela a mucha gente a la vez: ¿en
diez de la mañana, leemos acerca qué se parecen la inmunohematología
del último modelo Ferrari que nun- y la psiquiatría forense? Si me con-
ca manejaremos, de las islas “piripi- testa que en nada, debo decir: acertó.
pí” en cuyas playas viven peces de Sin embargo, algo tienen en común y
colores diseñados por Dalí y tam- es bueno reconocerlo porque se trata
bién alguna noticia sobre cómo bai- de la trayectoria que siguen muchas
lan en el palacio del Loire —donde disciplinas a las que perseguiremos
nunca bailaremos— las damas y como el burro a la zanahoria.
caballeros con modelos de Ralph
Lauren que nunca nos dirán te quiero. Sí señor, en esta profusión de co-
nocimientos y aplicaciones que nos
El relato que sigue también tiene depara la época, muchos cuerpos
bastante de inaccesible. Si usted se teóricos se desprenden y derivan
dedica o planea dedicarse a operar unos de otros, con lo que adquieren

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cierto permiso para andar solos y mento de algunos thrillers; pero no


estimulándonos a mantener la edu- todo es diversión en la vida, también
cación continua y la sucesiva acre- es una herramienta de trabajo con
ditación que, además de darnos ele- la que algunos nos ganamos la vida.
mentos para tapar agujeros de la Para estos últimos efectos, decimos
pared, nos habilita para ejercer fun- solemnemente que la psiquiatría
ciones cada vez más especializadas. forense es una subespecialidad mé-
dica que incluye trabajo clínico y
Siendo más claro, si quiere llegar a estudio científico en las múltiples
ser inmunohematólogo para sorpren- áreas en que se interrelacionan cues-
der al vulgo con habilidades de muy tiones legales y de salud mental.
baja prevalencia, seguramente tendrá Agregamos, para tener más legitima-
que adquirir la especialidad básica en ción ante la cara desorbitada de
hematología —y ser preferentemente nuestros interlocutores, que su ma-
bueno, para poder aprender lo que triz o especialidad básica es la psi-
sigue—, luego tendrá que gastar más quiatría general (1-4).
tiempo para estudiar lo que ya pocos
entienden y se animan a hacer con Cuando queremos ser más contun-
la vinculación de la inmunología con dentes en el impacto que provoca-
la hematología; si puede, como bro- mos, decimos que la psiquiatría
che de oro a su aplicación, descubrirá forense abarca diversos tópicos. Al-
el nuevo antígeno que identifica los gunos ejemplos son la violencia en
auténticos eritrocitos de la sangre general y en la cancha, la capacidad
azul; ya habrá adquirido entonces psíquica para actuar en proceso ju-
una subespecialidad o especialidad dicial —ya sea para declarar que uno
dependiente, tendrá un nuevo agu- es inocente, como siempre, o discu-
jero tapado en la pared y el barrio lo tir con el abogado para que lo repre-
mirará como a Merlín cruzando la sente adecuadamente—, la evalua-
avenida Nueve de Julio en escoba. ción del estado psíquico al momen-
to del hecho delictivo cuando algu-
Pues bien, con la psiquiatría forense no dice que robó por mandato divi-
pasa algo similar, pero como ésta es no; el estudio del daño psíquico, la
la estrella del capítulo, le cuento más responsabilidad profesional del psi-
detalles en el próximo apartado. quiatra cuando le recomienda ver-
balmente a su paciente amnésico
que no olvide tomar los remedios; la
La psiquiatría forense custodia y el régimen de visitas cuan-
no sólo es tema de películas do los hijos están a punto de ser di-
secados para un buen reparto entre
La psiquiatría forense resulta un los padres, la confidencialidad en la
entretenido componente del argu- relación profesional que limita a los

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psiquiatras chismosos, la interna- gura 1). En sus diferentes áreas de


ción involuntaria de quien dice que investigación y de aplicación se nu-
puede jugar al gallito ciego en la au- tre también de otras disciplinas.
topista, sin riesgos, porque es la ver- Tiene un campo del conocimiento
sión gauchesca de Superman (5-16). ínter y pluridisciplinario, con una
estructura paradigmática continua-
Una peculiaridad de esta disciplina mente puesta en tensión por su ca-
es que posee metas diferentes a las balgamiento entre las ciencias bio-
de la psiquiatría general. No quiero lógicas y humanas (17-19).
decir que la meta del psiquiatra
forense sea no cobrar el trabajo, El estudio psiquiátrico forense par-
sino que funciona sin un rol tera- te del núcleo metodológico serio
péutico y solamente para los efectos aportado por la psiquiatría general
de auxiliar a la justicia aclarando para responder a una necesidad
lo poco que los abogados no saben. social orientada por el derecho, la
Dicho de otra manera, no apunta cual, no lo dude, es también muy
al tratamiento bueno y barato que seria. También se da licencias di-
suele pedir el enfermo, sino a dar vertidas prestándose a la trama de
su opinión respecto a un tema pun- El silencio de los inocentes.
tual que le consultaron, y ese tra-
bajo se lo tiene que cobrar a quien Como las preguntas que se inten-
le pregunta o a quien diga el juez. tan responder desde la psiquiatría
forense son complejas, y como es
Ahora bien, como buena hija, la psi- común que los émulos de Perry
quiatría forense debe respetar algu- Mason infundan miedo con su saga-
nos designios de su madre, la psi- cidad, los psiquiatras consideramos
quiatría general. Los designios res- que la disciplina debe fortalecerse
ponden a la historia y a la estruc- con aportes de la criminología, la
tura epistemológica de la psiquiatría. epidemiología, la psicología forense,
Tener esto en claro permite dife- la bioquímica, la sexología, entre
renciar lo que hacen los unos y los otras materias.
otros que se acercan a la arena de la
salud mental, sin que deba inter-
pretarse que allí todo es una lucha. ¡Cuidado! El sistema
psiquiátrico forense llega
Como de la madre hay que hablar hasta donde usted no lo cree
en serio, diremos que la psiquiatría
general es una disciplina técnico- Si bien no tiene un cartel luminoso
científica, que tiene como ciencias que lo indique, existe un sistema
básicas la psicología, la biología, la psiquiátrico forense por el que tran-
sociología y la antropología (ver Fi- sitan los enfermos mentales, y otros

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Figura 1. Interdisciplinariedad de la psiquiatría forense

Biología Psicología Sociología Antropología

Psiquiatría general

Necesidad social-derecho

Psiquiatría forense

Criminología, sexología, bioquímica, psicología forense...

no enfermos, que entran en contac- expertos en psiquiatría forense y de


to con el sistema judicial. otras maneras originales, asesoran
a los jueces civiles y penales en cada
El sistema está formado por secto- una de las instancias del proceso y
res del poder judicial, del servicio de la ejecución de la pena. Algunos
correccional, del sistema de salud ejemplos del funcionamiento del sis-
pública y, adhiriendo a la corriente tema siguen a continuación.
de privatizaciones, también suma
sectores del sistema de salud pri- En el fuero en lo criminal, apenas
vado (20). se pesca a un amigo de lo ajeno, el
psiquiatra forense estará listo para
La mayor parte de las preguntas y realizar un examen del estado ac-
sus momentos apropiados, y tam- tual. Si los sabuesos no encuentran
bién la movilización de los que trans- al sujeto que cada día muestra sus
curren por el sistema psiquiátrico partes pudendas a las muchachas
forense, está reglamentada en las del barrio, sin que ellas lo quieran
legislaciones penales. Los operado- claro está, le pueden preguntar al
res de justicia actúan siguiendo las psiquiatra si con algunos datos co-
recetas de los códigos, si bien nunca lectados puede conjeturar, razona-
falta el que quiere imponer alguna blemente, qué otro tipo de conduc-
inspirada improvisación. Los peritos, ta sería esperable en personas con
también llamados respetuosamente tan malas costumbres. Todo para

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orientar la investigación y evitar que este mundo. Cuando la opinión del


las muchachas se muden a otro experto, en este momento híbrido
barrio (21),(22). psiquiatra y calculista del futuro,
alerta acerca de alto riesgo, la jus-
Cuando una víctima hace una de- ticia indica una medida de seguri-
nuncia, los investigadores y centros dad en algún lugar apropiado.
de atención a las víctimas pueden
requerir la opinión acerca del estado En ese instante, el psiquiatra fo-
de ésta (verosimilitud de la denun- rense se funde con sus otras voca-
cia, grado de afectación, qué tipo de ciones de arquitecto y “segurólogo”
tratamiento conviene disponer, etc.). —¿el que sabe de seguridad?— y
sugiere que la medida se cumpla en
Cuando alguien dice que no recuer- un hospital, clínica, casa u hospital
da lo que hizo y que tampoco le re- psiquiátrico del Servicio Penitencia-
fresca la memoria que un vecino rio. Para modelar la mejor sugeren-
describa cómo lo vio meterse en un cia, el perito tiene en cuenta las
auto ajeno, luego de abrirlo con gan- características y necesidades de la
zúa, quitar el radio e irse más que persona, qué tipo de tratamiento
rápido con el pan ganado bajo el necesita, cuántas ganas tiene de
brazo, los jueces preguntan al psi- hacerlo, qué colaboración prestará
quiatra forense si, al momento del en búsqueda de su mejoría, y, según
hecho, tenía algún tipo de enferme- lo disponible, se tiende a buscar el
dad que le impedía comprender la máximo confort y la mínima restric-
criminalidad de los actos o dirigir ción posible (26-32).
sus acciones. Si el diagnóstico es
debilidad por los pasacasetes marca En el fuero en lo civil, los jueces les
Philco y que lo “enloquece” conseguir preguntan a los expertos acerca de
plata fácil, difícilmente la justicia lo si alguna enfermedad alteró la capa-
considerará inimputable (23-25). cidad del sujeto para dirigir su per-
sona o para administrar sus bienes.
En diferentes fases del proceso en Con su opinión, el juez puede esta-
lo criminal, se le pide al psiquiatra blecer la incapacidad civil del sujeto
que opine acerca de la peligrosidad. y luego nombrar un curador que debe
Esto siempre le produce dolor de tomar las decisiones por el enfermo.
cabeza a todo el mundo, pues es Por supuesto, al curador la justicia
tarea bien difícil que se orienta a lo pone de alguna manera bajo la lupa
predecir o calcular el riesgo de que porque debe cumplir bien su rol.
alguien, en el futuro, resulte violen-
to de alguna manera contra un se- Es bueno que el lector sepa clara-
mejante o contra sí mismo o, por mente que: el espíritu de estas leyes
qué no, contra cualquier cosa de es la ayuda y la protección al inca-

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paz, para que no haga macanas en olvide el médico, diría Martín Fierro,
su propio perjuicio, y para que nin- ya ejerza psiquiatría o cualquier otra
gún vivillo, que nunca falta, se apro- destreza médica, que estará obliga-
veche de su vulnerabilidad. do a denunciar cuando encuentre
que un paciente incapaz es víctima
Aunque usted no lo crea, la justicia de alguna maniobra de este tipo o
está tan bien dispuesta con estas mal trato de otro tipo. Es lo mismo
personas que se pone bajo el ala, que que pasa con los niños. En ambas
a quienes no tienen recursos les situaciones, por estar involucrado
brinda un subsidio económico. ¿Qué un sujeto incapaz que puede ser per-
tal? Yo sé que no se lo esperaba. Es judicado, si la obligación del ciuda-
bueno que toda la sociedad lo sepa, dano común se agiganta para pro-
y, especialmente, usted que se mue- mover su protección, la del médico
ve con las artes de mantener la sa- más aún (34),(35).
lud. Si lo aprendió, asesore a quie-
nes le pregunten para que no vean Pensó usted alguna vez que si, en
todo esto como un castigo o un per- medio de la borrachera, el beodo
juicio judicializado; esto es nada más perdió en la ruleta, firmó la venta
ni nada menos que la institucionali- de su casa y cambió su reloj de oro
zación de la ayuda y protección que por la última ficha de cinco pesos,
le debe la sociedad a los que, por ¿podría merecer otra cosa que la
enfermedades mentales, no pueden extradición de la república familiar
arreglárselas solos (33). con las valijas llenas de soeces epí-
tetos? Aunque le parezca mentira,
En el fuero en lo civil, también se la justicia y la psiquiatría forense
suelen presentar litigios que pro- tienen una especie de asilo político
mueven preguntas a los expertos para cuando aquel gran productor
psiquiatras acerca de si alguien pa- de desdichas propias y familiares
dece una enfermedad mental que está enfermo de tal manera que, sin
altere su capacidad para casarse, llegar al supuesto de la incapacidad
hacer un testamento o ceder un po- comentada arriba, no puede dejar
der. Imagínese que nunca falta una de hacer semejante tipo de desati-
pitonisa que envuelva al anciano que nos. El remedio es un estatus legal
ya tiene mínima memoria, está de- de inhabilitado que le cuida el patri-
pendiente y no diferencia quién le monio y que lo limita para disponer
está encima como ángel de la guar- de sus bienes por actos entre vivos
da y quién como expectante halcón (36),(37).
dispuesto a tirarse en picada.
Querido lector, aún falta más. ¡Po-
Esto no es simplemente anécdota; cos quedan fuera de esta red que
tiene mucho de enseñanza. No se extiende el sistema psiquiátrico

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forense para que los expertos no nos sos y deficitarios. La población que
quedemos sin trabajo! Hasta aquel toma contacto con el sistema a través
que de ninguna manera es vulne- de los fueros civil y criminal activa,
rable y que tampoco comete dolo aun sin saberlo, unos dispositivos
alguno puede quedar bajo la inspec- psiquiátrico forenses que son suma-
ción aguda del psiquiatra forense mente dinámicos, rápidos y que exi-
luego de ser víctima de algún tipo gen sólida formación en la técnica
de accidente o perjuicio. Ocurre que diagnóstica. A propósito de ello, le
nadie está a salvo de tales infortu- sugiero leer lo que viene.
nios y, cuando tiene la mala pata
de sufrir alguno, lo que legítima-
mente querrá es que se compense ¿Se puede clonar
el daño sufrido. En ese momento se a un psiquiatra forense?
da la intervención psiquiátrica.
El psiquiatra forense es un psiquia-
El demandante alega que sufrió un tra general que ha logrado especial
daño psíquico y pide que se evalúe conocimiento a través de entrena-
si es cierto y que se midan el daño y miento y experiencia en el campo de
los perjuicios. De esta manera, los interrelación entre la psiquiatría y el
siempre bien dispuestos expertos derecho. Su trabajo profesional pue-
psiquiatras acuden con todas sus de incluir actividades clínicas, edu-
habilidades a someterle a una serie cacionales y de investigación. La ta-
de pruebas para ver en qué parte del rea puede desenvolverse en litigios
alma le quedó la avería y usted, que en lo criminal, civil o laboral. Los
nunca pensó en vérselas con seme- lugares de trabajo incluyen hospita-
jante espécimen poseedor de cien- les, clínicas, oficinas periciales judi-
cias y apariencias, estará colaboran- ciales o de las instituciones peniten-
do con él, explicándole todo lo que ciarias, prisiones, otras instituciones
le ocurrió y cuidando que su inter- públicas o privadas. Como queda
locutor no se distraiga con ninguna claro, la sociedad estaría tristemente
inspiración extemporánea (38). desprotegida sin psiquiatras forenses.

Después de estas líneas, supongo Pero, si son tan buenos, ¿por qué no
que le habrá quedado claro que el clonarlos?, y, tal como harina de dis-
sistema psiquiátrico forense tiene tribución gratuita en Un mundo feliz,
una gran extensión que se encuentra ¿por qué esparcirlos generosamen-
subestimada en la opinión pública y te a lo ancho y a lo largo del gran es-
en la organización política. Se extien- feroide?
de a través de diversas instituciones
públicas y privadas, y comparte con No se clonan por cuestiones de se-
ellas variedad de aspectos beneficio- riedad y diversión: al clonar no se

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obtendría un producto acorde con dicionales cursos de medicina legal,


la seriedad de la demanda ni tam- tal vez suficientes en los comienzos
poco sería divertido. Sólo lo que históricos.
cuesta llega a ser apreciado y sólo
con la experiencia se aprende bien. En algunos países, unos pocos años
Lo mejor que puede hacerse es, en atrás, legitimaron la acreditación en
vez de clonación, una intensa y ex- psiquiatría forense con la constitu-
tensa preparación. Hay que pensar ción de juntas evaluadoras, residen-
que el psiquiatra forense requiere cias y estructuras pedagógicas.
capacitación para la evaluación crí-
tica de los datos psiquiátricos, el En 1998, por primera vez en Argen-
conocimiento de algunas cuestiones tina y también en Latinoamérica, se
legales y habilidades para la ade- institucionalizó una carrera de pos-
cuada comunicación interdiscipli- grado de capacitación específica en
naria, ¡que no es moco de pavo! psiquiatría forense; ésta contempla
las necesidades propias de los am-
Por todo lo antedicho, cae de ma- plios contenidos de la disciplina y de
duro que las instancias necesarias sus peculiares formas de adquisición
para su capacitación son la forma- y de aplicación, asimismo, lo vital
ción teórico-práctica en psiquiatría que es la investigación. Esta oferta
general y en psiquiatría forense y el educativa de la Universidad Nacio-
desarrollo de experiencia profesio- nal de La Plata, Maestría en Psiquia-
nal de aplicación supervisada den- tría Forense, refleja el estado ópti-
tro del área específica. mo de madurez que ha alcanzado la
psiquiatría forense en algunos me-
Hasta hace no mucho tiempo, en dios y es modelo para muchas otras
Argentina, la formación psiquiátri- comunidades en vías de desarrollo.
co-forense se lograba trabajando en
algún lugar específico y realizando Clonación aparte, si se quieren ha-
cursos de medicina legal. Esta tra- cer las cosas en serio —así serán
dición, que tiene orígenes en con- también divertidas—, debería aten-
cepciones centroeuropeas, lamenta- derse a lo que indica el proceso his-
blemente fue restringiendo el desa- tórico y el estado actual del avance
rrollo autónomo de la disciplina. psiquiátrico. El psiquiatra forense
Con gran esfuerzo de producción, debería acreditar, en primer lugar,
la psiquiatría general y la psiquia- su especialización en psiquiatría
tría forense en particular fueron general, y, en segundo lugar, su
conformando en el mundo un cuer- capacitación específica en el ámbi-
po teórico sumamente vasto que to forense, considerándose de peso
resulta imposible de abarcar con la antecedentes tales como haber rea-
sola formación que brindan los tra- lizado maestría o cursos específicos.

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De esta manera, el psiquiatra que La decisión de establecer la relación


responda con suficiente aval será no depende libremente del sujeto.
alguien que estudió, por lo menos, Siempre media una decisión judi-
entre seis y siete años su carrera cial, esté o no interesado el sujeto
universitaria, luego hizo la especiali- en vincularse con el psiquiatra
zación en psiquiatría general —que forense, por lo que no todos los da-
en su versión más rápida es de tres tos obtenidos en semejante relación
años, con un peso horario en la poseen el óptimo grado de confia-
Facul- tad de Ciencias Médicas de bilidad.
la Universidad Nacional de La Plata
de 7.000 horas, o que, en su ver- El objetivo del psiquiatra forense no
sión más habitual, le consumió en- es curar algún pesar, sino obtener
tre cinco y ocho años— y que, final- información científica para sumi-
mente, logra capacitación psiquiá- nistrar al administrador de justicia,
trico-forense a lo largo del proceso vinculada con lo que éste quiere
educativo formal de, por lo menos, saber y con la ciencia de aquél. De
dos años más. Indudablemente, se todas maneras, la voluntad tera-
trata de una capacitación suma- péutica que el médico tiene para con
mente prolongada y altamente es- todo el mundo —menos para sí mis-
pecializada que, fuera de toda bro- mo cuando algún amigo le dice qué
ma, merece la apropiada jerarqui- gordo está— no deja de cumplirse.
zación y respeto (39), (40). La información obtenida en el peri-
taje, aunque no se vuelca en el mis-
mo momento en terapia, moviliza,
si es necesario, el trámite que lleva
¿Qué clase de relación
a la instauración de un tratamiento
es la relación pericial?
asistencial que deberán practicar
otros profesionales.
El psiquiatra forense establece una
relación especial con la persona a Al lado de esos aspectos peculiares
la que va a examinar por orden ju- que operan en la relación pericial
dicial. La relación pericial tiene están otros de índole ética y que
diferencias con la relación terapéu- pertenecen al marco de respeto ne-
tica, que es el tipo de relación a la cesario al sujeto (objeto) de estudio
que está acostumbrado el médico y al profesionalismo. Aun cuando
(además de otras, por supuesto). la relación pericial se establece por
orden judicial, existen determina-
En esta relación no existe, en prin- dos límites éticos al accionar médi-
cipio, la búsqueda de alivio o cura co que deben ser contemplados por
tal como es planteada cuando el su- el profesional y por la comunidad
jeto busca la asistencia del médico. que requiere sus servicios.

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El psiquiatra forense debe alcanzar medad mental que genere peligro-


un adecuado balance de los valores sidad, la persona puede ser inter-
que frecuentemente se ponen en nada aun en contra de su voluntad
conflicto —por ejemplo, confidencia- y puede ser tratada hasta que esté
lidad, seguridad— y también ejer- mejor y ya no genere riesgos. En los
citar su práctica en un marco de casos en que se interrumpe el pro-
respeto por la voluntariedad del exa- ceso, si el acusado, gracias al tra-
minado o de su representante legal tamiento o al susto o a lo que fuera,
y por la intimidad de aquél (41-45). recobra la capacidad mental, la cau-
sa penal prosigue a su respecto.

Para muestra basta un botón. Otra utilidad que tiene el servicio


Ejemplos de tareas psiquiátrico en esos momentos es
psiquiátrico-forenses que permite constatar si el sujeto
tiene o no clara conciencia de la
Cuando se entabla un proceso en trascendencia del acto de prestar
lo criminal o correccional, el proce- declaración indagatoria y si puede
sado tiene que actuar en algunas brindar información normalmente.
circunstancias que exigen que esté De lo contrario, puede ocurrir que,
con todas las luces o, por lo menos, por alguna enfermedad mental, un
con la mayoría. Imaginemos a al- acusado exponga elementos que re-
guien de 35 años acusado de daño sulten perjudiciales para sí mismo
por romper el vidrio de la ventana —sean o no verdad— sin compren-
del vecino; tendrá que ser lo sufi- der que tiene determinados dere-
cientemente maduro como para chos, por ejemplo, negarse a decla-
poder comunicarse con su abogado rar; o, también, que brinde infor-
defensor para que le defienda; si no mación producto de una enferme-
lo es, y solamente llora porque el dad mental, la cual resultaría irre-
vecino no quiso devolverle la pelota levante para el juzgador (46-48).
con la que rompió el vidrio, tendrá
que actuar seguramente el psiquia- La justicia suele pedir a los exper-
tra forense para establecer si es ca- tos en psiquiatría forense que tra-
paz para actuar en el proceso; si no ten de descubrir cuál era el estado
lo fuera, el proceso penal tomaría mental al momento del hecho, tal
direcciones diferentes a la que hu- como fuera anticipado arriba. La im-
biera seguido si el pelotari hubiera portancia en este caso radica en que
sido normal. sería muy injusto encontrar impu-
table, culpable y penar a alguien
Tan importante son estos exámenes que actuó en un estado de enfer-
psiquiátrico-forenses que, en caso medad psíquica muy severa. Para
de que el experto detecte una enfer- imputarle un delito, la justicia re-

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quiere que la persona tenga un mí- ¿Qué hace un psiquiatra


nimo de madurez y de salud men- ante el estrado?
tal suficiente para que pueda com-
prender la criminalidad del hecho y El psiquiatra se arma de paciencia,
dirigir su conducta. Si por la enfer- buena voluntad y serenidad, repasa
medad no pudo cumplir con algu- todo lo que puede y se presenta en
no de esos requisitos, los juzgadores el estrado al que fue citado. Allí se
establecerán que el sujeto es inim- lleva a cabo un juicio oral. Hay un
putable, y, en función de la peligro- acusado, un defensor, un fiscal y un
sidad, decidirán su internación para tribunal. El psiquiatra es llamado
su protección y la de terceros (23), para que exponga sus conclusiones
(49-54). y responda a las preguntas del tribu-
nal y de las partes, relacionadas con
Dado que el diagnóstico es al mo- el estudio que oportunamente le fue-
mento del hecho, es decir, retros- ra indicado, y, eventualmente, con
pectivo, el psiquiatra se enfrenta a los nuevos elementos que pudieren
una tarea sumamente difícil. Bus- surgir en la audiencia. Al perito tam-
ca información en múltiples fuen- bién le pueden hacer preguntas teó-
tes, por ejemplo, en informes médi- ricas planteando alguna hipótesis
cos previos que pudieran constar en que contempla determinado aspec-
el expediente o que alguien pudiera to de la salud, terapéutica, efecto de
brindar con autorización del juez, tóxicos, etc. (55).
en descripciones que pudieron ha-
ber realizado testigos, en datos que Usted lo podrá homologar al peor “fi-
brinda el propio acusado, en méto- nal” que hayan tenido que rendir
dos auxiliares de diagnóstico, etc. ante una mesa examinadora de la
Con todos ellos, razona y suministra facultad. La imaginación no lo lleva
al juzgador una opinión fundamen- hacia la analogía equivocada, pero,
tada. Si no alcanza a lograr una en realidad, es insuficiente. La situa-
opinión que esté fundamentada, ción es más estresante aún. Piense
responde que no sabe. que usted ya no es un alumno al que
se le puede contemplar con algo de
Lo peor que puede hacer un experto indulgencia; que si se equivoca fie-
es forzar la realidad y tratar de in- ro, puede arrastrar al juzgador a una
terpretarla sin fundamentos. Si así decisión judicial errónea y no sola-
lo hiciera, les aseguro que desem- mente sufrirá usted, sino el tercero
peñará un rol más parecido al del que está acusado o la sociedad toda.
acusado que al del perito. Para sa-
ber un poco más acerca de esas al- Este tipo de consecuencias son las
ternativas les recomiendo que no que hacen imprescindible que los
dejen de leer el próximo acápite. psiquiatras forenses estén bien en-

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trenados y actúen con solvencia y duzca, la opinión pericial psiquiá-


prudencia. Su ejercicio pericial es trica será valiosa (56-59).
sumamente trascendente. Así debe-
ría concebirlo el psiquiatra y así El sexo y la sexualidad, por su par-
debería reconocerlo la comunidad. te, pueden ser tema de estudio de
ginecólogos u objeto de comercio de
cineastas y revisteros, pero, cuan-
Sexo y drogas sin rock and roll do se asocian con conductas no per-
mitidas por las leyes, pasan tam-
Hay algunos fenómenos sociales bién a ser interés de la justicia y
que son complejos y que tienen materias de consultas para los psi-
mucha vinculación con la salud quiatras (60-63).
mental. Por ejemplo, el consumo de
drogas es algo que preocupa a toda
la sociedad y que, cuando se asocia Los jueces piden a los psiquiatras
que evalúen a los acusados de deli-
a alguna conducta reprochable,
tos sexuales con razonable e inten-
motiva a que la justicia que inter-
viene le haga múltiples preguntas sa preocupación, porque muchos de
los delitos sexuales plantean dificul-
al psiquiatra.
tades probatorias al investigador y
Supongamos que uno de los estu- complejas situaciones al juzgador.
Para muchos de estos delitos no hay
diantes que vive en la pensión tiene
testigos y las lesiones pueden resul-
debilidad por la cerveza y la mari-
huana, y que se peleó y lastimó al tar ambiguas. Ergo, los jueces bus-
can por todos los medios lograr al-
propietario de la pensión, una noche
guna información científica confia-
que volvía a los tropezones y cuando
éste quería conservar el silencio en ble que oriente sus decisiones. El
experto psiquiatra forense intenta
la pensión. Aquí se plantearán al
colaborar aunque no siempre pue-
juzgador diferentes dudas, por
ejemplo, si realmente estaba ebrio, de hacerlo en la medida deseada.
si la marihuana favoreció o no al-
gún trastorno de conciencia, si no Investigar a abusadores sexuales es
había consumido también heroína, tarea difícil. Ellos saben que sus
si tendrá un síndrome de abstinen- conductas no son socialmente acep-
cia en la comisaría adonde le habrán tables, por lo que presentan resis-
llevado para que se despeje, etc. tencias a revelar la real extensión
de sus crímenes. La expresión de
Drogas y alcohol están muy espar- esta resistencia es variable, puede
cidos en la sociedad y se vinculan a aparecer como negación del hecho
múltiples conductas no permitidas. e, incluso, de los intereses sexuales
Cada vez que esa asociación se pro- desviados.

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Una subespecialización psiquiátrica: la psiquiatría forense
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La información que se obtiene pue- psiquiatría, no implican automáti-


de ser más confiable si se protege camente un eximente de la imputa-
la confidencialidad, lo que, por cier- bilidad o de la responsabilidad que
to, plantea dificultades éticas y le- es adjudicable al ciudadano común.
gales. Éstas no son las únicas pro-
blemáticas que enfrenta el psiquia- Cuando hablamos de abusadores
tra forense. Otras surgen de la con- sexuales infantiles se acaban las ga-
ceptualización que vaya a adminis- nas de hacer bromas. Éste es un
trar sobre los abusos sexuales. De- problema muy severo que exalta la
berá preguntarse y responderse si sensibilidad social y preocupa a mé-
son conductas patológicas o simple- dicos y a jueces. Téngase en cuenta
mente delitos, si es razonable que a que los menores no son competen-
los abusadores se les trate médica- tes para decidir acerca de las cues-
mente o simplemente que se les tiones del sexo y que las conse-
penalice judicialmente, si incluye la cuencias del abuso sexual en los
violación en la categoría de las para- niños son catastróficas. Los peritos
filia, si el diagnóstico de algún tipo intentan colaborar de diversas ma-
de parafilia puede permitir que la neras. Una forma es con la evalua-
justicia considere al sujeto inimpu- ción de los abusadores, para lo que
table, etc. se intenta diagnosticar la naturale-
za específica del interés desviado y
Un fenómeno complejo difícilmente el subtipo de paidofilia, si es posi-
tiene una respuesta sencilla. El ex- ble. Ello brinda orientación respec-
perto no podrá obtener de sus re- to a los riesgos y a las medidas que
flexiones una conclusión unívoca serían más aconsejables adoptar.
para todos los casos y deberá ajus-
tarla al caso particular. Sin embar- La metodología de evaluación que
go, es bueno que el lector conozca se utiliza en centros psiquiátricos
que si bien el perito puede haber forenses con experiencia específica
arribado en su estudio al diagnósti- incluye los siguientes métodos:
co de alguna parafilia, no se despren-
de necesariamente de ello que tenga • Estudio clínico psiquiátrico general.
una opinión a favor de la inimputabi- • Estudio hormonal sexual.
lidad. Por el contrario, en términos • Evaluación de la historia sexual.
epidemiológicos, es poco probable • Evaluación de conducta sexual
que con el sólo diagnóstico de para- desviada.
filia pueda sustentarse una opinión • Testificación general.
favorable a la inimputabilidad. • Evaluación intelectual.
• Evaluación de respuesta fisioló-
Las parafilias, como otros cuadros gica y otras medidas objetivas
clínicos que son reconocidos por la (medición de la intensidad de res-

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puesta sexual a estímulos audi- nución del abuso sexual. Los médi-
tivos o visuales). cos pueden ofrecer recursos a los
jueces y contribuir con la seguridad
Aunque usted no vaya a trabajar pública (67), (68).
con medidas objetivas del interés
sexual, es importante saber que En lo concerniente al estudio de las
existen, pues ellas han contribuido víctimas del abuso sexual, el psi-
muy bien a la investigación de la quiatra forense estudia las secuelas
motivación sexual, de la preferencia psíquicas, orienta hacia el estable-
de género adulto y de intereses atípi- cimiento de la terapéutica apropia-
cos como el interés sexual hacia los da y contribuye a la medida del
niños. Las medidas objetivas tradi- daño. El diagnóstico de algunos de
cionales fueron la pletismografía los trastornos que quedan como
peniana para varones y la fotople- secuela, y su puesta en relación con
tismografía vaginal para mujeres. el conocimiento teórico general,
Recientemente, se comenzó a utili- puede contribuir, también, a la ex-
zar otro método que consiste en la plicación de determinadas conduc-
medida del tiempo de reacción vi- tas de las víctimas que, de otra ma-
sual ante determinada programa- nera, quedan como inexplicables y
ción de estímulos (64-66). hasta pueden dificultar la visión
judicial del caso. Así ocurre con
La comunidad científica ha recono- atrasos en la denuncia o con reac-
cido que la probabilidad de reinci- ciones anómalas o sentimientos am-
dencia es alta entre los que cometen bivalentes hacia los abusadores.
abusos sexuales y que los adecua-
dos tratamiento y supervisión dis- Usted podría sorprenderse con lo
minuyen la reincidencia. Por esos que sigue, pero a efectos de aumen-
motivos, resultan muy importantes tar su cultura general psiquiátrica
todos los esfuerzos que puedan ser forense, que es el objetivo del capí-
hechos desde la comunidad médica tulo, debo agregar que existe una
en general, ya sea evaluando, tra- faceta completamente diferente de
tando o, simplemente, estando aler- este fenómeno. El abuso infantil
ta para la detección de elementos también puede ser falsamente ale-
sospechosos de victimización sexual gado, especialmente, cuando exis-
en los pacientes en general y, muy ten conflictos intrafamiliares. Dada
especialmente, en los niños, pues semejante posibilidad, los jueces
son los más vulnerables. pueden pedir la colaboración psi-
quiátrica para evaluar si existe al-
Con un mayor aporte realizado por guna característica en el niño que
la comunidad médica, se obtendrá pueda promover la falsa alegación,
mayor impacto en favor de la dismi- lo que le facilita al psiquiatra reali-

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Una subespecialización psiquiátrica: la psiquiatría forense
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zar los diagnósticos diferenciales de Semejante ejercicio intelectual es


aquellos trastornos que pueden ge- llevado a cabo costosamente por el
nerar tendencias mitómanas u otras psiquiatra en varias circunstancias:
expresiones patológicas y, también, en la emergencia o en la internación
en algunos casos, si determinados involuntaria del enfermo mental,
aspectos del niño normal, o de su cuando el paciente internado invo-
conducta, orientan a sospechar fal- luntariamente está pronto a acce-
sedad en el relato. der al alta condicional o incondicio-
nal o cuando la justicia debe deci-
La evaluación de la veracidad puede dir la hospitalización de los inimpu-
brindar luz no sólo sobre la eventual tables por enfermedad mental.
existencia de acusaciones delibera-
damente falsas, sino, también, a la También hay otras circunstancias,
posible existencia de interpretacio- comúnmente menos visibles para el
nes erróneas de conductas infanti- médico común, pero que no es malo
les o adultas. conocerlas porque en algún momento
pueden hacérsele visibles. Recuerdo
la oportunidad en que me llamaron,
no como psiquiatra forense, sino
Cuando la comunidad teme como psiquiatra asistencial, porque
peligro, acude al psiquiatra un paciente en delírium trémens
había roto el lavatorio del baño de
Lo más aconsejado cuando uno una clínica. La desesperación cun-
tiene miedo es buscar a alguien que día cuando, como cataratas urba-
lo proteja, sea Bruce Willis o el gor- nizadas, bajaba el agua prolija-
do de la esquina. ¿A quién se le ocu- mente por la escalera.
rriría llamar al psiquiatra? Pues
bien, aunque usted lo dude, el psi- La emergencia hizo que acudieran
quiatra forense es muy requerido, prestos tanto el plomero como el
si bien no es llamado precisamente psiquiatra. Con la anécdota, quiero
para enfrentar al malhechor con sus ejemplificar que la opinión psiquiá-
habilidades de yudo, tal como ha- trica suele ser también requerida
rían Batman y Robin inmediata y para evaluar el traslado de aquellos
elegantemente. enfermos de peligro o de dificultoso
cuidado en hospitales comunes a
El psiquiatra forense es llamado hospitales de mayor seguridad. Ya
para colaborar evaluando el riesgo que usted será un iluminado por
que tiene alguna persona de actuar haber ampliado su horizonte con
violentamente en algún futuro, ya este capítulo, sepa también que la
sea contra sí mismo, contra otros o opinión psiquiátrica puede aportar
contra algo. algo bueno en el momento del in-

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greso de algunos pacientes —como dentro de la sistemática de evalua-


el de la anécdota— originando me- ción de la peligrosidad, que involu-
didas preventivas. De esa manera, cra perspectivas sociales, políticas
se evita el llamado a los plomeros. y judiciales, entre algunas otras.

Otro momento en que se busca la Como corolario, es bueno tener pre-


ayuda psiquiátrica es cuando hay sente al psiquiatra para intentar
temor de que los adictos incurran predecir la conducta violenta; pero
en delitos para sostener el consumo no deje de tener en su libreta el te-
y se evalúa su internación involun- léfono del plomero o del gordo de la
taria. También se requiere la opi- esquina.
nión psiquiátrica en la fase de deci-
sión de la pena y antes de otorgar Por último, considere que los psi-
libertades bajo fianza u otras medi- quiatras forenses ofrecen posibili-
das de excarcelación de procesados dades de asesoramiento extendidas
o penados. más allá de los temas puntuales tra-
tados arriba, para intentar brindar
Si bien es razonable considerar que una aproximación técnica del cono-
el psiquiatra, en tanto escudriñador cimiento del estilo conductual y de
de la mente y conductas humanas, la personalidad del sujeto que, por
puede colaborar en gran medida, alguna razón, le interesa a la justi-
también es importante anticipar que cia. Si no los necesita, mejor; si los
hay muchos problemas en la técni- necesita, sabe adónde ir a buscarlos
ca, eficiencia y ética del proceso que y para qué sirven. Si quiere ser uno
lleva a la predicción de conductas más de ellos, ya tiene un panorama
violentas. Aún no hay instrumen- de cómo lograrlo. Buena suerte.
tos confiables, los eventos que se
intentan predecir suelen tener baja
frecuencia en la vida del individuo,
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Recibido para publicación: 11 de agosto de 2005


Aceptado para publicación: 25 de agosto de 2005

Correspondencia
Jorge Óscar Folino
Facultad de Ciencias Médicas
Universidad Nacional de La Plata
Calle 60 y 120 (1900) La Plata, Argentina
folino@atlas.med.unlp.edu.ar

148 S Revista Colombiana de Psiquiatría, Suplemento No. 1, Vol. XXXIV, 2005

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