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NORMA LETICIA GONZALEZ ADAME

“DERECHO CORPORATIVO”

MATERIA: TEORIA DE LA INTERPRETACION Y


ARGUMENTACION JURIDICA

“TEORÍA DE LA
CAUSALIDAD”

30 DE JUNIO DEL 2018


Puntos importantes:
La causalidad es esencial en responsabilidad jurídica. En principio, nadie puede ser considerado
jurídicamente responsable por un hecho que no ha causado. Recientemente, empero, este
carácter esencial ha ido decreciendo. Teorías penales como las de la posición de garante o
doctrinas civiles que aceptan la responsabilidad basada en la imputación han puesto en tela de
juicio la necesidad de probar el nexo causal entre la acción perpetrada por un agente y el efecto
por el que se le hace responder.
A fin de la valorar esta flexibilización conviene indagar acerca de la naturaleza de la causalidad.
Este no es un concepto jurídico, ni científico, sino filosófico. Su origen se remonta a Aristóteles
quien sostuvo que unos eventos se relacionan con otros mediante un vínculo de causa a efecto.

Sobre este vínculo no existe unidad en la filosofía. Existen tesis optimistas y escépticas. La
postura de Locke, en su Ensayo sobre el entendimiento humano, es un paradigma del
optimismo. Según Locke, es posible establecer mediante leyes empíricas que ciertos eventos
son causa de otros. Antagónica es la tesis escéptica de David Hume. Según Hume, de la
observación de que cuando ocurre un evento y luego ocurre otro no es posible colegir que
exista una relación de necesidad entre el primer evento y el segundo.

El optimismo frente a la causalidad es fundamento de la diferencia entre causalidad e


imputación. Así, mientras la causalidad es un asunto de hecho, la imputación lo es de derecho.
Un principio general consecuente señalaría que esta debe bastarse en aquella y que solo puede
imputarse responsabilidad por hechos y no por omisiones, pues la nada no tiene capacidad de
causar nada (ex nihilo nili fit).

La postura escéptica, por el contrario, concibe a la causalidad como una relación intelectual que
el observador establece, solo en su mente, entre dos eventos. Esta naturaleza artificial
corresponde a la de la imputación. Por tanto, desde esta perspectiva, no puede distinguirse
entre causalidad e imputación. Los dos conceptos expresan una relación normativa entre un
resultado y un agente al que se atribuye. Esta atribución depende de criterios jurídicos,
prácticos o éticos, nunca fácticos.

El principio de causalidad es un principio fundamental de la investigación científica, suponiendo


que la mejor forma de entender y explicar es conocer las causas, porque por un lado podemos
prevenir y por otro controlar los efectos, en definitiva dominar los sucesos naturales.

Resumen:
El concepto de causalidad implica sin duda alguna un cierto nivel de abstracción que lo hace de difícil
comprensión en algunos casos. A modo de simplificar la cuestión, se puede decir que la causalidad es el
fenómeno mediante el cual se relacionan causas con efectos. En otras palabras, la causalidad es la
conexión que existe entre las razones o las causas de ciertos fenómenos o procesos y los resultados o
efectos de los mismos. La noción de causalidad implica así una permanente relación entre un evento
anterior y su continuación, además de formarse así un círculo infinito de conexión entre sucesos y
eventos que se generan unos a otros.

El término causalidad puede aplicarse a todos los ámbitos y espacios de la vida así como también a
diferentes disciplinas científicas. La causalidad es utilizada en muchos estudios como el sistema de
deducción que permite analizar un proceso específico a partir de sus causas, comprenderlo y quizás
hasta poder prevenir los siguientes hechos. La causalidad es entonces de gran utilidad para la ciencia ya
que establece ciertos parámetros que pueden guiar la investigación y facilitar la obtención de resultados.

La causalidad también se tiene en cuenta a nivel social, histórico y antropológico. En este sentido, la
noción de causalidad supone que las cosas, fenómenos o circunstancias que suceden a lo largo de la
historia son producto de un conjunto de eventos específicos (voluntarios o involuntarios) que moldean el
desarrollo de las diversas comunidades y que alteran de mayor o menor medida el curso de sus historias.
Aquí se puede poner el ejemplo de la Revolución Francesa, evento que puso en marcha un montón de
eventos consecuentes y que se encadenaron de manera más o menos lógica con su desarrollo. La
causalidad a nivel social y humano, sin embargo, no es tan fácilmente identificable y mensurable como lo
puede ser la causalidad científica ya que muchas veces las causas o razones de los procesos humanos
son mucho más complejas que las empíricas y naturales.

Se entiende por causas a los fundamentos o el comienzo de una situación determinada. La causa es la
primera instancia a partir de la cual se desarrollan eventos o situaciones específicas que son una
consecuencia necesaria de aquella y que por lo tanto pueden ser completamente diferentes a las que
resulten de la presencia de otras causas o de las mismas pero en un contexto distinto. Una causa
también puede ser comprendida como una doctrina sobre la cual se toma una ideología y a la cual se
busca desarrollar, incentivar o proteger (por ejemplo, la causa del cuidado del medio ambiente).
Finalmente, el término causa es a su vez utilizado en el ámbito judicial para hacer referencia a los
procesos que se inician ante determinados delitos o crímenes.

Si uno se limita a la noción de causa como la instancia responsable de la sucesión de eventos


posteriores, se debe agregar que la misma implicará que los fenómenos que forman parte de nuestra
realidad siempre ocurren por una razón específica, independientemente de si tal razón es conocible o
no. Es por esto que las situaciones, eventos, manifestaciones y fenómenos de nuestra realidad estarán
interconectados y ligados entre sí de manera interactiva, no pudiendo generarse ninguno de ellos de
manera independiente o sin razón aparente.

Las leyes de causalidad de nuestro mundo establecen que algunas causas pueden sucederse de manera
organizada, jerarquizada y lógica, mientras que otras pueden darse a través de accidentes o de
situaciones espontáneas no fácilmente medibles. Las leyes de causalidad entonces permiten al ser
humano establecer ciertos parámetros analizables, aunque no todos los procesos y fenómenos de
nuestra realidad son comprensibles o delimitables para la mente humana.
Para la filosofía, la causalidad es la ley en virtud de la cual se generan efectos.
Dicho lo anterior creo que las creencias tiene mucho que ver con esto: “cosecharás tu siembra” o “quien
siembra vientos recoge tempestades”. Estas frases no están vinculadas a hechos científicos, sino que
tienen su valor en la creencia de que el comportamiento de las personas inevitablemente tiene sus
consecuencias.

Muchísimas veces se nos pasan por alto estas sincronicidades, estas causalidades, porque nuestros ojos
no están entrenados para verlas. El ver todo como casual o ver la causa real que ha provocado ese
suceso, requiere un gran esfuerzo de autodominio, de comprensión, esfuerzo de conciencia y a veces no
sabemos ni cómo empezar.
El Azar no existe, todo sucede por algo, creo que todo tiene su propósito en la vida, lo difícil es.
Todo lo que nos sucede nos sucede por algo, algunas veces para mostrarnos algo, es como un espejo que
nos refleja ciertas actitudes o comportamientos que no reconocemos en nosotros. Si lo vemos bajo esa
perspectiva, cobra otro sentido, una nueva dimensión. A veces enfermedades, accidentes,
confrontaciones, etc. Lo podemos ver de distinto modo y quizá esa lucha no está en otras personas,
situaciones, o acciones sino que está en nosotros mismos.
El Amor no es casualidad, es causalidad. La causalidad es un principio que se basa en que no puede
existir absolutamente nada, sin una causa.
Algo debe de haber de cierto en todo esto cuando por ejemplo ¿Quién alguna vez ha estado pensando
en llamar a una persona , que hacía mucho tiempo que no sabía de ella y al instante suena el teléfono y
es precisamente esa persona la que le llama a ella? El pensamiento con esa persona ha habido alguna
sincronicidad por la cual estas dos personas se ha puesto en contacto simultáneamente.
Yo siempre digo que no creo en las “casualidades” sino en las “causalidades”. Me han ocurrido durante
toda mi vida, pero a partir de la muerte de mi hijo es cuando me he dado más cuenta de ello, explico una
de mis “causalidades”:
Sobre el mes de mayo del 2009, me llama mi hermana diciéndome que mi madre se había caído en el
suelo y ella no podía levantarla (ya lleva muchos meses enferma y cada día que pasa va empeorando
dando pequeños bajones). Pues bien, llego y aparco el coche en zona azul (máximo permitido 2 horas).
Estuve con mi hermana ayudando a mi madre, y hablamos de que mi madre ya empezaba a necesitar
que alguien estuviera con ella casi todo el día ya que nosotros hacíamos lo que podíamos (sobre todo mi
hermana, ya que vive con ella), pero hay ratos en que está sola y puede ocurrirle cualquier cosa y no se
le podría atender al momento; así que comentamos que deberíamos buscar a alguien que pudiera cuidar
a mi madre todo el día, pero el problema era que no conocíamos a nadie ni sabíamos a dónde dirigirnos
para hacer esa solicitud.
Como se estaba agotando el tiempo de aparcamiento me marché, y cuando llegué al coche vi que tenía
en el parabrisas un papelito y pensé ¡¡vaya ya me han puesto una multa!!, pero para mi sorpresa, veo
que no, no es una multa, es un nota de alguien, y pensé ¡¡mira me han puesto propaganda, y que
casualidad, solo a mí, (porque los coches que estaban aparcados al lado del mío, no tenía ninguno ese
papel, solo lo tenía yo) miro la nota y ponía, más o menos esto: “Soy una chica Boliviana y me ofrezco
para hacer faenas y cuidar a personas mayores por horas o todo el día, mi móvil es el …………” . Vaya
“causalidad”.

Teoría de la equivalencia de condiciones.

Para esta teoría, es causa toda condición que interviene en la producción de un resultado,
siendo imposible diferencias entre causas y condiciones. Para determinar cuando estamos en
presencia de una causa, hay que usar la formula conditio sine qua non, que establece que si
suprimimos mentalmente determinada condición y el resultado desaparece, dicha condición es
su causa.

Así, por ejemplo, si un conductor de vehículo de motor en estado de ebriedad, no puede


mantenerse en su propio carril e invade el contrario, produciéndose un accidente
automovilístico, el hecho de haber consumido alcohol es causa respecto de ese accidente; pero
según la misma fórmula, son también causa los fabricantes de los vehículos y otras personas
que hayan motivado a la conducción de ambos, así como un cúmulo de ulteriores circunstancias
que hayan influido en el suceso (ej., la construcción de la carretera y del vehículo, etc.).

En esta teoría, no se realiza ninguna selección de las muchas condiciones de cualquier


resultado, sino que todas se consideran equivalentes (o sea de igual valor), por lo que a ese
juicio de equivalencia se le debe su nombre a la teoría de la equivalencia. El criterio
preponderante es que todo resultado es determinado y verificado por un conjunto de
antecedentes causales, por lo que la causa será el conjunto de condiciones o antecedentes que
han contribuido a la producción causal del resultado.

Por ello, también se le denomina teoría de la conditio sine que non, entendida del latín
“condición esencial” o “condición indispensable”, como un mecanismo para atribuir a un factor
la categoría causa, que implica que un acontecimiento es causa de un resultado, cuando no
pueda ser suprimido mentalmente, sin que el mencionado resultado desaparezca

Teorías individualizadoras.

Estas teorías son el esfuerzo doctrinario consistente en agrupar una serie de criterios que
perseguían limitar la extensión de la equivalencia de condiciones. Se busca con ello, seleccionar
en cada caso concreto el factor que resulta determinante en la realización del resultado,
diferenciando así entre causa y condición, en el entendido de que estas últimas son meras
circunstancias acompañantes. Atendiendo a dichos criterios, una causa podría ser la condición
más eficaz, la última condición que antecede al resultado, la más preponderante, o la que se
considere decisiva atendiendo su esencia y manifestación, tal y como veremos a continuación.
1.- Teoría de la adecuación.

Esta teoría no sustituye a la anterior, sino que suprime la equivalencia de todas las condiciones.
Conforme a esta teoría, una causación sólo será jurídicamente relevante sino no es improbable.

En ese sentido, sólo es causal una conducta que posee una tendencia general a provocar el
resultado típico, mientras que las condiciones que sólo por causalidad han desencadenado el
resultado son jurídicamente irrelevantes.

Por ello, no toda condición del resultado es causa en sentido jurídico, sino sólo aquella que es
adecuada para producir el resultado. Por su parte, la causa será adecuada siempre y cuando
haya probabilidad o previsibilidad objetiva de producción del resultado. Es decir que es
adecuada la condición si también lo es para cualquier persona media (prudente y objetivo) que,
en el momento de la acción (ex ante) con todos los conocimientos de la situación que tenía el
autor al actuar o que debería haber tenido, entiende que era probable o previsible
objetivamente que tal resultado típico se produjera.

2.-Teoría de la causalidad adecuada.

Llamada también causalidad típica, entiende que para la existencia de la relación de causalidad
se requiere que el agente haya determinado o producido el resultado con una conducta
proporcionada y adecuada. A fin de que exista una relación de causalidad en el sentido del
Derecho, se hace necesario que el hombre haya determinado el resultado con una acción
proporcionada, adecuada. La consecuencia fundamental de la teoría es que no se consideran
causados por el agente los efectos que en el momento de la acción se presentasen como
improbables, es decir, los efectos extraordinarios o atípicos de la acción misma.

No toda condición que produzca un resultado puede ser considerado causa del mismo, sino solo
aquello que conforme a la experiencia es adecuada para producir un resultado típico. Para
saberlo, se realiza un juicio de probabilidad por el juez, que debe situarse en el momento de la
acción.

Tal juicio de probabilidad debe considerar aquellas condiciones que al tiempo de la acción sean
“conocidas y cognoscibles” por un hombre medio prudente. También hay que incluir los
conocimientos particulares del autor del hecho.

3.-Teoría de la causalidad relevante

La causa es aquella condición que al suprimirla mentalmente conduce a la desaparición del


resultado, sólo en cuanto este último sea entendido como categoría jurídica. Para Mezguer, al
derecho penal sólo le interesan las causas que sean adecuadas para producir el resultado,
empero para él, la determinación de la adecuación de la causa opera en un plano estrictamente
jurídico, basándose en los tipos penales.

Conclusión

Mucha gente todavía en nuestra cultura tiene pensamientos que no nos han permitido a veces
sobrellevar los problemas de la vida, todo ello gracias a la ignorancia o falta de información.

Si me acerco a un lugar rural me doy cuenta de que existe aún más, pensamientos ilógicos de la
realidad al tener supersticiones y creer que las cosas de la vida ocurren gracias a cuestiones de
causalidad o de algo espiritual. Pensar que las cosas se dan gracias a dios a que castiga o pensar
que muertos regresan a molestar a los vivos.

Yo siempre he pensado que todo tiene una causa o motivo al resultado todos los
acontecimientos que encontramos a nuestro alrededor tiene una explicación solo basta analizar
o interpretar la causa, para entender el resultado es por ello que esta teoría es muy importante
para muchas ramas, explica como acontecen los hechos y los encuadra con el resultado esto
permite explicar hechos del pasado, presente e incluso del futuro se puede decir que es una
cuestión de ciencia ya que se es capaz de comprobar ciertas cuestiones solo explicando la
causa, con fundamentos que lo comprueben y expliquen.

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