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INTRODUCCIÓN A LA PSICOPATOLOGÍA
Criterio estadístico:
•Postulado central (supuesto de frecuencias). Las variables que describen a una persona desde
el punto de vista psicológico se distribuyen como una curva normal respecto a la población
general. La psicopatología sería lo que no está incluido en esa normalidad, que coincide con la
sintomatología no frecuente.
El principal criterio desde esta perspectiva es el criterio consensual de Sullivan, quien considera
que «la definición de las psicopatologías es una cuestión social, es decir, del acuerdo alcanzado
en un momento social concreto».
Criterios biológicos:
Desde este criterio se considera qué psicopatología está provocada por alteraciones de la
estructura biológica o el mecanismo que las explica.
Si está provocado por agentes patógenos externos (se utiliza el prefijo «dis-»), carencia de
determinados elementos constituyentes (prefijo «a-») o por la ruptura del equilibrio normal de
los procesos o estructuras involucradas («hiper-» o «hipo-»).
No existen evidencias que confirmen que alguno de los criterios, de forma aislada, permita
explicar las conductas anómalas o desviadas.
Las personas con un diagnóstico, a nivel psicopatológico, presentan déficits a nivel social,
laboral y familiaEl comportamiento desviado solo se diferencia del comportamiento
normalizado en el grado, la intensidad y la duración.
VIAJA: Artículo https://www.uv.es/seoane/boletin/previos/N94-6.pdf
Indeterminación conceptual
En la historia de las ciencias las escuelas surgen en un determinado contexto dialéctico: cada
una pretende ser un rechazo crítico de las existentes y una solución a los problemas no
resueltos (geocentristas vs. heliocentristas, circulacionistas de la sangre vs.
anticirculacionistas).
Relatividad de criterios
Los criterios son relativos dependiendo del momento histórico y cultural y/o contexto cultural
en que se dan las respuestas (alguien es considerado anormal si representa una inversión de la
ética dominante).
Las «imágenes de hombre» que una sociedad posee van a ser determinantes a la hora de
construir las imágenes de lo psicopatológico. Esas imágenes cristalizan en los modelos y
criterios de psicopatología.
Los modelos teóricos sobre la conducta anormal se basan en los criterios; existen tres grandes
orientaciones teóricas: biomédica, conductual y cognitiva.
Considera que la afectación del cerebro (estructural o funcional) supone la causa primaria de la
conducta anormal. Diferencia entre alteraciones:
•Anatómicas.
•Bioquímicas.
Si un determinado trastorno ocurre con una determinada frecuencia en una misma familia, se
considera que hay una predisposición genética a padecerla, constituyéndose grupos de riesgo.
•Síntoma. Indicador subjetivo de un proceso orgánico y/o funcional. Es la unidad mínima que
se puede describir en psicopatología.
El trastorno mental se clasifica según criterios categoriales. Cada categoría clínica se diferencia
cualitativamente de las demás, mostrando una discontinuidad. En cambio, la concepción
dimensional de la psicopatología, propone que la diferencia es de grado o intensidad (no
existiendo discontinuidad).
•Escasa validez explicativa de sus teorías. Muchos estudios se realizan con animales, lo que
implica una gran dificultad para generalizar la validez de sus conclusiones. Tiende a considerar
al individuo como un ser pasivo cuando muchos trastornos psicológicos no obedecen a causas
orgánicas.
•El problema del estigma del paciente, por la etiqueta que supone el diagnóstico tiene
consecuencias negativas para la persona.
Modelo conductual
NOTA: Szasz considera que en los casos en que exista una alteración orgánica del SNC, debería denominarse
enfermedad neurológica y no trastorno mental. Cree que «la mente no puede enfermar» y que la psicopatología es
únicamente un reflejo de la ruptura o la desviación de las normales sociales, éticas y legales.
Surge en los años 60 como nuevo y potente paradigma de la psicología clínica debido a la
madurez alcanzada por la psicología del aprendizaje y la insatisfacción por el modelo médico.
Las primeras formulaciones sobre la teoría conductual de la conducta anormal en los años 60
están protagonizadas por Wolpe, Eysenck y Jones, basados en la teoría del aprendizaje.
Rachman y Costello determinaron los aspectos esenciales de la teoría conductual de las fobias,
llegando a las siguientes conclusiones:
•La repetición de la asociación entre la situación condicionada y los nuevos estímulos fóbicos
supondrá un reforzamiento para mantener las conductas fóbicas.
•Existirá una generalización del estímulo fóbico original a otros estímulos similares.
A) La clásica o clásica/operante.
B) La operante.
C) La cognitiva.
Se ha propuesto la teoría del aprendizaje social como integradora entre las tres escuelas,
asumiendo tanto conductas observables como procesos cognitivos. Actualmente la postura
desde los planteamientos conductistas es menos rígida y muestra una aceptación en el
reconocimiento de la importancia de los procesos cognitivos.
Modelo cognitivo
Este modelo considera que el cerebro es el medio por el que podemos procesar la información.
Las fuentes de la psicología cognitiva son más dispersas que las de la psicología conductual.
Como antecedentes de este modelo, hay que mencionar la teoría del procesamiento de
información y la psicología de la Gestalt, que hace hincapié en la percepción de los objetos
sociales (importancia de la percepción consciente y de su evaluación).
La psicopatología cognitiva
•Se abordan las experiencias anómalas, entendidas como las más inusuales en el repertorio de
conductas de la población general en la misma situación.
•Para certificar la presencia de una experiencia anómala, es necesario analizar tanto la forma
en la que se procesa la información como el contenido.
En primer lugar, conviene aclarar diferentes conceptos en relación con los sistemas
clasificatorios:
•Diagnóstico. Proceso de asignación a una categoría de atributos clínicos o de sujetos que los
manifiestan.
•Nosología. Cuando las entidades a clasificar son enfermedades o trastornos.
•Extensivas. Las definiciones que se hacen enumerando todos los miembros de la clase en
cuestión vs. intensivas, en las que se enumeran las características necesarias para pertenecer a
una categoría
•Monotéticas. Basan la organización en una sola variable o en un escaso número de ellas vs.
politéticas, que se organizan en función de características compartidas por un número
significativo de los elementos de una clase.
•Empíricas. Se limitan a los hechos observables vs. inferenciales, que van más allá de los
hechos observables. Hacen inferencias sobre las causas y los procesos subyacentes.
•Limitan la estereotipia.
Para Millon, los datos utilizables en una clasificación psicopatológica son de tres tipos:
•Vertical o jerárquica. Organiza las clases o categorías en árboles diagnósticos en los que las
categorías de rango superior subsumen a las de rango inferior. A mayor grado en la jerarquía,
mayor grado de abstracción (como fue la CIE-1 y clasificación de trastornos afectivos del DSM-
III-R).
•Horizontal o multiaxial. Organiza las clases en series paralelas, segmentando las categorías del
mismo nivel de inclusividad. Permite la integración de múltiples datos relevantes para la toma
de decisiones diagnósticas (DSM-III).
- Se facilita la memorización.
- Es muy sensible a la detección de los cambios que puede experimentar cada sujeto
Como inconvenientes:
MODELO HÍBRIDO. Supone un modelo mixto, ya que se utiliza inicialmente una valoración
categorial o cualitativa para, posteriormente, diferenciar los rasgos encontrados mediante
dimensiones que permiten determinar diferentes niveles de relevancia clínica.
La evolución histórica de las dos principales clasificaciones de los trastornos mentales ha sido
muy importante. Veamos el desarrollo de los sistemas clasificatorios CIE y DSM.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se hizo cargo de este sistema clasificatorio a partir
de la cuarta edición que se publicó en 1929.
La CIE-6 incluye por primera vez un apartado para las enfermedades mentales (capítulo V)
dividido en tres secciones:
•Psicosis.
•Desórdenes psiconeuróticos.
Los siguientes cambios relevantes tuvieron lugar en la CIE-8, en la que se organizaba las
alteraciones mentales en tres grupos·
•Psicosis.
•Oligofrenia.
La edición vigente CIE-10 (1993) presenta como cambios más relevantes la diferenciación entre
psicosis y neurosis, utilizando el término «trastorno». Utiliza entrevistas estructuradas que
pretenden operativizar la recogida de datos para determinar la presencia o la ausencia de los
criterios de inclusión o exclusión definidos para cada trastorno:
En su primera publicación (1840), incluía todas las alteraciones mentales, bajo los términos de
«idiocia» y «locura».
•La American Psychiatric Association (APA) se hace cargo de este sistema clasificatorio
publicando en 1952 el DSM-I. La clasificación gira en torno al concepto de «reacción» de
Meyer (trastornos mentales como reacciones a los problemas vitales y a las dificultades de los
individuos) y a la influencia de la obra de Freud, incluyendo términos como «neurosis» o
«mecanismos de defensa».
•La aparición del DSM-III (1980) supone el mayor cambio de orientación en este sistema de
clasificación, dando lugar a cambios muy significativos:
- Inclusión de categorías en las que integrar a los sujetos que no se ajustan a los criterios
definidos por cada categoría.
•DE PARSIMONIA. Se intenta buscar un diagnóstico único que pueda explicar los datos
encontradas, para ganar en eficiencia y simplificar el proceso.
•DE JERARQUÍA. Los trastornos se distribuyen como un árbol sindrómico, donde los más graves
están arriba y los menos graves abajo.
•DE RELACIÓN INCLUSIVA NO REFLEXIVA de las categorías clínicas o clases diagnósticas: una
categoría jerárquica superior incluye algunos síntomas que pertenecen a las categorías de nivel
inferior, no pudiendo darse este proceso en sentido contrario.
•Mayor relevancia de las propuestas desde el modelo conductual, sobre todo en los problemas
de la infancia.
•No se diferencian los trastornos por déficit de atención con o sin hiperactividad.
Con la edición del DSM-IV (1994) se pretendió una mayor similitud con la CIE-10. Esta nueva
edición priorizó los datos empíricos a otros criterios de decisión, incluida la opinión de
expertos.
•Se organiza en 16 categorías diagnósticas y una anexa para trastornos que puede ser foco de
atención.
•En los trastornos del estado de ánimo persiste la diferenciación entre trastorno depresivo y
trastorno bipolar.
•En los trastornos de ansiedad se sustituye la fobia simple por fobia específica. Se detalla la
diferencia entre obsesiones (que generan ansiedad) y compulsiones (reducen la ansiedad).
1.5.1. CIE-10
En su conjunto es monoaxial, por eso se planteó una versión multiaxial para el capítulo V que
incluye los trastornos mentales y del comportamiento. La CIE-10 consta de tres ejes:
•Eje clínico. Abarca toda la patología, psiquiátrica, médica en general y de la personalidad.
F0: Trastornos mentales orgánicos, incluidos los sintomáticos.F1: Trastornos mentales y del
comportamiento, debidos al consumo de sustancias psicótropas. F2: Esquizofrenia, trastorno
esquizotípico y trastornos de ideas delirantes.F3: Trastornos del humor (afectivos).F4:
Trastornos neuróticos, secundarios a situaciones estresantes y somatomorfos. F5: Trastornos
del comportamiento, asociados a disfunciones fisiológicas y factores somáticos. F6: Trastornos
de la personalidad y del comportamiento adulto. F7: Retraso mental. F8: Trastornos del
desarrollo psicológico. F9: Trastornos del comportamiento y de las emociones, de comienzo
habitual en la infancia y adolescencia.
1.5.2. DSM –V
Artículo UNED analiza DSM – V. Los cambios más significativos en esta edición publicada en
2013 respecto a la anterior son los siguientes:
•El Trastorno bipolar se convierte en una categoría separada de los Trastornos del estado de
ánimo.
En la evaluación multiaxial se pasa de cinco ejes a tres ejes (al igual que la CIE-10):
•Eje II. Medida de afectación del funcionamiento (mediante WHODAS 2.0 al considerarse más
completa que la escasa GAF utilizada en ediciones anteriores).
•Eje III. Otras condiciones que pueden ser objeto de atención clínica.
ENLACE: Escala WHODAS para evaluar nivel funcionamiento en DSM –V
Se apuesta por una aproximación dimensional en la evaluación de todos los trastornos, aunque
se siguen utilizando los diagnósticos categoriales al considerar prematura, con la evidencia
científica disponible, plantear definiciones dimensionales para todos trastornos propuestos.