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El Senado es la Cámara del Congreso que representa el federalismo ya que sus miembros representan a las provincias y la Ciudad de Buenos
Aires. Cada unidad está representada por tres senadores que permanecen en el cargo por 6 años y que se eligen del siguiente modo:
Cada partido político presenta una lista con dos candidatos (una mujer y un hombre o viceversa).
El partido con más votos convierte a sus dos candidatos en senadores. El segundo solo al primero de su lista.
Los senadores no se eligen todos a la vez. Cada dos años, solo ocho distritos votan a sus senadores. Así, la tercera parte de la Cámara se
renueva.
Para ser elegido senador se necesita tener la edad de treinta años, haber sido seis años ciudadano de la Nación, y ser natural de la provincia
que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella.
LOS DIPUTADOS:
Quienes integran la Cámara de Diputados representan al pueblo de la Nación en conjunto. El número actual de diputados es de 257. Cada
dos años se renueva la mitad, y una vez elegidos, los diputados permanecen durante cuatro años en su cargo.
Se elige una cantidad de diputados proporcional a la que le corresponde a cada territorio del país, con un mínimo de 5 por cada provincia.
Para renovar sus diputados poniendo como ejemplo una provincia con 20 representantes:
Cada partido presenta una lista con 10 candidatos (en las que debe haber una mujer cada dos hombres mínimo).
La cantidad de bancas que ocuparán dependerán del porcentaje que saque cada partido en una selección. Por ejemplo, si
consiguieron el 40% de los votos, tendrán 4 diputados.
Para ser diputado se requiere haber cumplido la edad de veinticinco años, tener cuatro años de ciudadanía en ejercicio y ser natural de la
provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella.
Se repite el proceso, las comisiones dentro del senado en el caso de que lo crean conveniente le harán modificaciones:
si la cámara revisora rechaza el proyecto, no podrá volver a ser tratado durante el año;
si lo aprueba, la ley pasa a la instancia de promulgación;
en el caso de aprobarlo con modificaciones, volverá a la cámara de origen y esta decidirá si aprobarlo por mayoría simple o si quiere
mantener la redacción original, para lo cual deberá lograr una mayoría aún más grande que la hecha en la cámara revisora.
Si el proyecto logró ser aprobado en ambas cámaras el presidente debe promulgarlo para convertirlo en ley o no pronunciarse y al cabo de
10 días será publicada en el Boletín Oficial y 8 días después entrará en vigencia.
El presidente puede vetar la ley en caso de no estar de acuerdo. Ante esto el Congreso puede insistir y lograr la promulgación a través del
voto de las dos terceras partes de cada cámara.